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La educación en las redes sociales es determinante para evitar el ciberacoso

La educación en las redes sociales es determinante para evitar el ciberacoso

En un mundo hiperconectado y de múltiples pantallas la solución a la humillación y al ataque en línea no está en dejar de usar la tecnología, sino en enseñar cómo usarla y la convivencia. En esta tarea también participan las plataformas digitales

En la primera quincena de febrero una nueva polémica surgió en las redes sociales en Venezuela. Los involucrados: una bióloga, Richard Linares y guacamayas. Durante toda la semana se habló en los medios nacionales sobre el caso. Pero más allá de que involucraba a una persona reconocida por ser el entrenador de las misses, llevó a la palestra pública un tema del que no se suele hablar: el ciberacoso.

El ciberacoso, o también cyberbullying –término anglosajón–, es la humillación reiterada y que se prolonga en el tiempo contra una persona usando los medios. «Puede tener las mismas consecuencias que el acoso físico a nivel personal. Que sea a través de las redes no representa un factor protector», explica la psicólogo clínica Zena Sleiman.

La doctora es enfática respecto al acceso masivo a la información y la cantidad de usuarios en las redes sociales. «Puedes recibir reconocimiento, likes, elogios, pero también puedes recibir insultos, desacuerdos».

Las consecuencias psicológicas pueden ir desde la ansiedad hasta la baja autoestima, incluso temor por su integridad física. Esto puede estar relacionado con sentimientos o ideas suicidas. Sin embargo, Sleiman indica: «Dependerá de los recursos emocionales que tenga esa persona para afrontarlo. Por ejemplo, una persona con mayores inseguridades, dificultades de baja autoestima, ansiedad, falta de redes de apoyo (amigos, familiares cercanos que apoyen) es más vulnerable».

La también profesora de la UCAB aclara: «Es importante acotar que las formas de ciberacoso no solo están en humillar e insultar a alguien en las redes sociales. Hackear una cuenta, crear un perfil falso y asumir la identidad de una persona también lo es».

Para evitar ese tipo de prácticas, Sleiman recomienda la educación y la responsabilidad individual por lo que se dice en las redes sociales. “Educarnos en cómo funciona cada red, en sus términos y condiciones. Preguntarse qué buscas en las redes sociales, para qué las utilizas. Si es para compartir, formar nuevos amigos, mostrar mi trabajo, etc. También saber que uno es responsable de lo que publica y que cuando se publica algo difícilmente desaparece».

Agrega: «Alejarse de las redes no es una solución porque vivimos en un mundo cada vez más interconectado. No vamos a prohibir los teléfonos, las redes sociales, la tecnología para evitar el acoso. El acoso no es inherente a la tecnología, sino a la persona. Lo que tenemos que hacer es educarnos y reflexionar en relación con el uso de la tecnología y las redes sociales».

En esta tarea también participan las mismas plataformas. Una de las normas comunitarias de Instagram dice: «Respeta al resto de los miembros de la comunidad de Instagram». En ella señala que retiran cualquier contenido que «incluya amenazas creíbles o lenguaje que incite al odio, contenido dirigido a particulares con el fin de humillarlos o avergonzarlos, información personal utilizada para chantajear o acosar a alguien y mensajes reiterados no deseados», así como «resulta inaceptable fomentar el uso de la violencia o atacar a alguien por razones de raza, etnia, origen nacional, sexo, identidad sexual, orientación sexual, creencias religiosas, discapacidad o enfermedad».

Si alguien infringe las normas comunitarias, recomiendan que el usuario denuncie el hecho. Y deja claro que «solo elimina aquellas cuentas y publicaciones que no sigan nuestras normas y condiciones. Es importante recordar que Instagram no actúa como intermediario en conflictos entre las personas que utilizan nuestros servicios».

Y si una persona es víctima de comunicaciones no deseadas recomiendan bloquearla, buscar apoyo en amigos o familiares, como señaló ya la psicóloga Sleiman. Incluso dejan recursos virtuales como Stop BullyingNational Crime Prevention Center on Cyberbullying y Connect Safely.

También dentro de la aplicación hay una función llamada «Restringir». Cuando el usuario seleccione una cuenta para restringirla, esta podrá seguir comentando las publicacione, pero con la diferencia de que el comentario solo será visible para quien lo envía. Ni el usuario ni sus seguidores recibirán este mensaje, salvo que la cuenta que restringe permita que sus seguidores lean este mensaje. Además, la cuenta restringida no tendrá conocimiento de que se aplicó este procedimiento.

Fuente de la Información: https://www.elnacional.com/ciencia-tecnologia/la-educacion-en-las-redes-sociales-es-determinante-para-evitar-el-ciberacoso/

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España: Coto al ciberacoso. Prohibido el uso del móvil en el recreo del colegio

Europa/España/13 Febrero 2020/elpais.com

La Comunidad de Madrid anuncia esta iniciativa que trata de erradicar el ‘bullying’ en los centros educativos

Nada de móviles. Ni en clase ni en el recreo. La Comunidad de Madrid ha localizado un problema grave en los centros educativos y está decidida a erradicarlo. Anunció en diciembre que los estudiantes no podrían entrar en clase con sus teléfonos y este miércoles anunció que llevará también la decisión fuera de las aulas. La iniciativa requiere la modificación del decreto de convivencia 32/2019 de 9 de abril y estará en vigor el próximo curso escolar. Los centros, dentro de su autonomía y capacidad de gestión, serán los encargados de aplicar esta medida.

La Administración regional trabaja desde el inicio de la legislatura en la limitación del uso de teléfonos móviles en centros educativos, excepto en aquellos casos que el uso esté previsto en el proyecto educativo para alumnos que los necesiten por razones de salud o discapacidad. “Se trata de un compromiso con el uso responsable de las nuevas tecnologías encaminado a la mejora de los resultados académicos de los alumnos, especialmente de los que tienen mayores dificultades para el estudio y lucha contra el ciberacoso y el bullying”, explicaron fuentes de la Consejería de Educación.

Según el Instituto Nacional de Estadística, la mitad de los niños de 11 años tiene teléfono móvil, el 75% de los de 12 años y, a partir de los 15 años, el 94%. El estudio Seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles realizado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación y la empresa de telecomunicaciones Orange revela que el 88,6% realiza fotografías con su teléfono y un 48,2% las envía a sus contactos. El 11,5% ha accedido a imágenes de peleas con personas del entorno.

Fuente: https://elpais.com/ccaa/2020/02/12/madrid/1581537585_840104.html

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Formar “GUARDAVIDAS DE LA WEB” para detectar gritos de ayuda en medio del Mar

María Zysman E

¿Es posible construir un mapa en el océano? ¿Podríamos aplicar las mismas reglas de planificación urbana de nuestras ciudades en un planeta desconocido? ¿Cómo normatizamos un nuevo mundo?

Pensar en reglamentar el universo digital con pautas similares a las del mundo físico es una empresa ardua. Los jóvenes acceden a las redes sociales y van construyendo entre ellos sus propios códigos. A veces con fluidez, otras a los golpes, encuentran alguna clase de respuesta a sus inquietudes.

Chicos y chicas permanentemente conectados a través de la web comparten vivencias, escuchan música, ven videos, prueban maneras de ser y de estar en el mundo. Cambian, ensayan, conocen, investigan. Allí preguntan todo aquello que no pueden preguntar en el espacio físico, averiguan lo prohibido y dan rienda suelta a aspectos que en otros ámbitos podrían avergonzarlos. Se juntan, se interrogan y se desafían.

Cuando lo que necesitan decir es doloroso o implica riesgos, en la red saben encontrar espacios anónimos para hablar, sin el requisito de “registrarse” y aparentemente sin control. Pueden expresar allí todo aquello que no encuentra palabras en las redes sociales más populares. Desde el anonimato se animan a decir (y a veces, a ser) lo prohibido.

Claro está que en este escenario las temáticas que surgen son intensas y transmiten angustia, miedo y sufrimiento. Son gritos de auxilio en el medio del mar. Que alguien pueda escuchar esa voz y “rescatar” a quien se está ahogando, sería maravilloso. Que alguien cuide a quien está aprendiendo a nadar, es imprescindible.

El punto es el cómo. Cómo escuchamos y damos lugar para seguir hablando.

Formemos guardavidas para la web. Capacitémonos para entender los pedidos de ayuda de los chicos y así poder ofrecer alternativas. Dejarlos navegar solos en la inmensidad oscura del mar los expone a muchísimos peligros. Entre ellos, con otros y, sobre todo, con su propia angustia.

Las redes sociales que facilitan el ingreso desde el anonimato son un terreno facilitador para el maltrato y para otras situaciones de abuso. En el universo digital, las prohibiciones constituyen una solución fácil pero engañosa, porque son de difícil cumplimiento. Por el contrario, construir desde las instituciones normas que cuiden y acompañen es una tarea difícil y urgente, pero posible.

Nota publicada en el diario Clarín, el 12/11/2018

Fuente: https://libresdebullying.wordpress.com/2018/11/12/formar-guardavidas-de-la-web-para-detectar-gritos-de-ayuda-en-medio-del-mar/

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Se insta a las universidades del Reino Unido a hacer más para combatir el acoso en línea

Europa/ReinoUnido/Theguardian/

Universities UK ha publicado una guía para sus miembros sobre cómo abordar el acoso en línea, incluido el acoso cibernético, el trolling y el sexting .

Los expertos en seguridad en Internet dicen que menos de una cuarta parte de las universidades del Reino Unido cuentan con procedimientos adecuados para lidiar con el comportamiento en línea nocivo o ilegal de los estudiantes y el personal, incluida la posesión y el intercambio de imágenes de abuso infantil.

UUK, que representa a las instituciones de educación superior, ha recomendado que las universidades establezcan claramente cómo esperan que los estudiantes y el personal se comporten en línea, como en los grupos de chat, y que hagan referencia al acoso en línea en las políticas y procedimientos disciplinarios y su código de conducta estudiantil 

La profesora Emma Bond, cuyo trabajo sobre el tema en la Universidad de Suffolk se destacó como un modelo de buena práctica en la guía UUK, dijo que el acoso en línea había llegado a un punto decisivo con la primera generación de estudiantes que crecieron con teléfonos inteligentes que ingresaron a la educación superior.

Ella dijo que muchas universidades no reconocieron la gravedad del problema, particularmente el problema de los estudiantes que poseen o comparten imágenes sexuales de menores de 18 años, incluyendo selfies y fotos o videos de sus compañeros de la escuela, que podrían clasificarse como imágenes de abuso infantil.

«Lo que los estudiantes no piensan cuando ingresan a la universidad y ahora tienen 18 o 19 años es la legalidad de tener imágenes de compañeros de escuela más jóvenes en su almacenamiento en la nube o en sus dispositivos», dijo Bond.

“La política y el personal de la universidad no se han mantenido al día en absoluto. Muy pocos, menos de un cuarto como máximo, tienen procedimientos adecuados para lidiar con el acoso en línea. Es realmente ad hoc si las universidades incluso registran estos incidentes. Algunos tienen políticas, otros no. No hay uniformidad en absoluto.

En mayo, una investigación de The Guardian reveló que cientos de estudiantes universitarios habían sido disciplinados o expulsados ​​por hacer comentarios sexualmente explícitos, homofóbicos o racistas en las redes sociales.

La guía de UUK exige un enfoque de tolerancia cero para el acoso en línea y para que los vicecancilleres y otros gerentes superiores sean responsables de la seguridad en línea. Recomienda que el personal reciba capacitación especializada de expertos en seguridad de Internet o la policía, y que las universidades trabajen y apoyen mejor a las víctimas de acoso en línea.

La profesora Debra Humphris, presidenta de la red de políticas estudiantiles de Universities UK y vicecanciller de la Universidad de Brighton, dijo: «El mal uso de las redes sociales y otras plataformas en línea puede dejar a los estudiantes expuestos al abuso, afectando su salud mental y bienestar, interrumpiendo su educación y potencialmente impactando en su futura empleabilidad y perspectivas de carrera.

“Para abordar el acoso en línea y el acoso cibernético, debemos considerar las amenazas específicas que plantea como parte de nuestro deber de cuidado con todos los estudiantes. Esto debe ser reconocido en todas las instituciones como parte del trabajo estratégico para abordar la violencia, el acoso y los delitos de odio «.

Bond dijo que el proyecto de cortesía digital de Suffolk había aconsejado a los estudiantes sobre cómo podrían obtener ayuda de la Internet Watch Foundation (IWF), que actúa como un perro guardián de facto para el abuso infantil en línea en el Reino Unido, para eliminar de forma segura el contenido potencialmente ilegal de sus dispositivos y almacenamiento y cómo informar el intercambio no consensuado de imágenes sexuales de adultos a la línea de ayuda de Revenge Porn . «Nos aseguramos de que todo nuestro personal tuviera capacitación sobre cómo manejar una divulgación de abuso sexual en línea», dijo.

Una portavoz de la IWF dijo que en los últimos dos años las universidades del Reino Unido se habían acercado cada vez más a la organización benéfica para mejorar la seguridad en línea para el personal y los estudiantes. «Están preocupados por prevenir el hallazgo accidental o deliberado de material de abuso sexual infantil en Internet, y consideran que es un elemento crucial de su ciberseguridad y bienestar estudiantil».

La portavoz dijo que la IWF estaba trabajando con cinco universidades del Reino Unido: Sheffield Hallam, Nottingham Trent, Manchester Metropolitan, Surrey y Hertfordshire, para abordar este problema.

Una de las mujeres objetivo de los estudiantes varones de la Universidad de Warwick en un grupo de «chat de violación» en Facebook agradeció las recomendaciones de UUK. Danielle, que no es su nombre real, dijo que en su caso el personal no entendió las consecuencias de las amenazas violentas y sexuales en línea.

“Hubo esta actitud de que no puedes ser una víctima porque no te pasó nada en la vida real. Es necesario que haya una mejor capacitación para garantizar que el personal no tenga esos conceptos erróneos ”, dijo.

Un portavoz del Departamento de Educación dijo: “El acoso en línea es inaceptable en cualquier circunstancia y puede tener un impacto devastador en las víctimas. Esperamos que las universidades sigan esta guía y establezcan políticas y procedimientos sólidos, que incluyan procesos disciplinarios efectivos y garanticen que las víctimas reciban apoyo ”.

Fuente: https://www.theguardian.com/education/2019/sep/02/uk-universities-urged-to-do-more-to-tackle-online-harassment

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España: ‘Grooming’, ‘happy slapping’, ‘sexting’: esto es violencia y se sufre en la infancia

Redacción: El País

Un estudio de Save the Children entre jóvenes revela que el 75% ha padecido hostigamiento por Internet.

El 75% de los jóvenes españoles han sufrido algún tipo de violencia a través de Internet durante su infancia, según una encuesta que ha realizado la organización Save The Children a 400 personas entre 18 y 20 años. La generalización de uso de las redes sociales por parte de niños y niñas y el aumento del nivel de exposición a las nuevas tecnologías han provocado un repunte de la violencia online hacia los menores

 

El documento detalla que el 77% de los detenidos por violencia online son hombres y un 23% mujeres. «Esta violencia está atravesada por un factor de género», ha asegurado Conde. Uno de los mayores peligros que representa la Red es la exposición involuntaria de los menores de edad a material sensible o violento. Según el informe, uno de cada dos ha recibido contenidos de esa clase.  «La batalla del control está perdida. Hay que educar a los niños para que sepan usar las redes y acompañarlos [en su uso]. Las tecnologías también tienen aspectos muy positivos para ellos, pero hay que enseñarles a manejar el dispositivo que les estamos poniendo en las manos».

Save The Children también ha recogido en el texto las diferentes formas de violencia a la que pueden verse sometidos los adolescentes. Son estas:

Ciberacoso

Se trata de la forma más habitual de violencia. Casi el 40% de los jóvenes reconocen haberlo sufrido en su infancia. Es una extensión del acoso tradicional entre menores de edad, que consiste en comportamientos repetitivos de hostigamiento, intimidación y exclusión social hacia una víctima a través de mensajes, imágenes o vídeos, para humillar, insultar o difamar. Suele ocurrir entre los ocho y los nueve años y en el 45,8% de los casos la persona ciberacosadora era del centro escolar o una amistad.

Grooming

Se produce cuando un adulto contacta con un menor a través de Internet haciéndose pasar por un adolescente. La intención de los agresores es involucrar a un niño o niña en una actividad de naturaleza sexual. Un 20% afirma haberlo sufrido durante su infancia. La edad media de las víctimas son los 15 años y en uno de cada dos casos la persona que abusa es desconocida para el menor. «Los adolescentes que lo sufren se aíslan y no lo cuentan. Pierden su autoestima, sufren depresión y pueden llegar a plantearse el suicidio», afirma Conde.

Happy slapping

Consiste en la grabación de una agresión física, verbal o sexual y su difusión a través de las redes sociales. El objetivo de estos vídeos es ganar popularidad en la Red. El 5,74% de los encuestados ha afirmado haber sido víctima. El 61% de los agresores eran amigos o compañeros.

Sexting sin consentimiento

Se trata de enviar mensajes o imágenes personales de contenido sexual. Cuando ese material se difunde sin consentimiento del menor de edad, se trata de una forma de violencia. El 3,74% de los encuestados afirma haberlo sufrido. Suele ocurrir a los 14 años por primera vez. En uno de cada cinco casos la persona que difunde este contenido sin consentimiento era pareja o expareja de la víctima.

Sextorsión  

Es el chantaje a un niño o adolescente con la amenaza de publicar contenido audiovisual o información personal de carácter sexual que le involucra. El 3,24% de los encuestado dice haber sido víctima de esta forma de violencia. Se produce entre los 14 y los 15 años. En un 25% de los casos el agresor es una pareja o expareja de la víctima.

Los responsables de Save The Children también han advertido sobre el sharenting, que es la costumbre de compartir fotografías en la Red por parte de sus padres. «Esta actividad no es una forma de violencia en sí, pero los padres tiene que ser precavidos a la hora de colgar fotos de sus hijos en redes sociales y pensar que se pueden utilizar por parte de terceros», ha explicado Ana Sastre, directora de política de infancia de Save The Children.

Sastre ha reclamado la aprobación de una ley de protección de violencia contra la infancia que incluya medidas de prevención, detección y actuación para erradicar esta forma de agresión. «También es necesario tipificar específicamente los delitos de violencia a la infancia a través de las TIC», ha afirmado Sastre. «La violencia no es inevitable y el Gobierno debe comprometerse», exige Conde.

Los responsables de la ONG también han reclamado un mayor compromiso por parte de las plataformas digitales para poner controles a la información violenta y mecanismos para garantizar que los menores de 14 años no puedan acceder a las redes sociales. Aunque han remarcado que la prohibición no es el camino.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/07/04/actualidad/1562238945_508829.html

 

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Día Mundial contra el Acoso Escolar: falsas creencias sobre el bullying que debes desterrar ya

02 Mayo 2019/Fuente: La vanguardia

Uno de cada cuatro niños admite haber humillado a otro compañero

Hoy, Día Mundial contra el acoso escolar, vale la pena recordar que los de bullying no son casos aislados ni un problema educativo residual. Más de la mitad de los niñosespañoles ha sufrido algún tipo de violencia o humillaciónen el colegio, la mayoría burlas, rumores o golpes. Y casi uno de cada cuatro admite haber participado en algún acto de violencia o humillación hacia otros compañeros. Estos son algunos de los datos del estudio Percepciones y vivencias del acoso escolar y el ciberacoso entre la población española de 10 a 17 años , publicado el pasado año por Save the Children.

El acoso escolar es un problema global que afecta a todos(familias, profesores y alumnos), pero que en muchas ocasiones no se percibe como tal, a pesar de que sus consecuencias pueden ser graves y permanentes. Según Irene Montiel, doctora en Psicología y profesora del grado de Criminología de la UOC, aún existen falsas creenciasque restan importancia a sus consecuencias y que impiden un abordamiento rápido y eficaz del problema. A continuación se recogen algunas de estas afirmaciones que a día de hoy aún están muy extendidas:

1. Sólo es bullying si existe violencia o agresiones físicas

El acoso escolar también puede ser verbal (insultos, desprecios…) o relacional (“A ti no te invito a mi cumpleaños, y al resto sí”, “Tú no te sientas con nosotros”) y su objetivo es el aislamiento social. El acoso con violenciaes más común en los varones. Según el informe de Save the Children, el 30 % de los niños admite que le han pegado, respecto al 14 % de las niñas. En cuanto a las edades, las agresiones se dan más en niños y niñas de 10 a 12 años (un 31 %) y van desapareciendo con la edad: un 22 % de los chicos y chicas de 13 a 15 años y un 10 % de 16 a 17 años dice haber sufrido agresiones físicas. El bullying sin violencia física suele ser más difícil de detectar porque es más sutil, apunta Irene Montiel, y sobre todo los adolescentes, llegan incluso a no considerarlo acoso, en parte por estas falsas creencias que todavía están muy extendidas en la sociedad.

2. Siempre ha existido, ¡son cosas de niños!

Ni son cosas de niños ni hay que aceptarlo, restarle importancia o pensar que desaparecerá si se deja pasar. La frase “esto ha ocurrido toda la vida” no lo legitima. Y afirmaciones como “los niños de ahora no aguantan nada” o “nadie se ha muerto de esto” no hacen sino esconder un problema real que debe abordarse correctamente.

Montiel advierte que opiniones de este tipo son “muy habituales entre los adultos» y se corre el riesgo de restar importancia a un problema gravísimo que puede llevar incluso al suicidio de la víctima. En España, tal y como registran los últimos datos del INE de 2017, el suicidio es la tercera causa de muerte juvenil.

3. Te hace más fuerte

Todo lo contrario. La mayoría de los niños, niñas y adolescentes son fuertes y resilientes, es decir, consiguen superar la experiencia. Pero en muchas ocasiones, la víctima acaba experimentando estrés crónico y se vuelve cada vezmás débil y vulnerable, no solo en esta fase infantil o juvenil. Diversas investigaciones científicas han demostrado que los niños que sufrieron acoso escolar son más proclivesa seguir siendo víctimas en su etapa adulta (violencia de pareja, agresiones, etcétera).

“De alguna forma aprenden o interiorizan que este es su papel y que la violencia es una forma natural de relacionarse”, explica Irene Montiel. Igual que ocurre con los pequeños que han sufrido abusos sexuales, que suelen verse abocados a relaciones donde se perpetúa el abuso o el desequilibrio de poder, en el caso de los niños acosados serán personas más expuestas y con mayor probabilidad de sufrir otras formas de violencia. Además, diversas investigaciones han demostrado que el bullying deja secuelas en la edad adulta como la depresión o la ansiedad social.

El acoso debilita a los niños, los aísla y los hace más vulnerables a otras formas de violencia

El acoso debilita a los niños, los aísla y los hace más vulnerables a otras formas de violencia (mactrunk / Getty Images/iStockphoto)

Esto no significa que haya que evitar todas las adversidadesa los niños, ya que forman parte de la vida y han de aprender a afrontarlas y superarlas, pero en su justa medida. Montiel explica que existe un umbral que no debe sobrepasarse y que, una vez se cruza, no hay vuelta atrás. Así como un nivel de estrés mínimo es bueno y nos ayuda a estar alerta, un nivel de estrés crónico perjudica gravemente la salud, y lo mismo ocurre con los conflictos.

Una exposición moderada a conflictos relacionales ayuda a aprender a gestionarlos, pero dejar que el niño se enfrente a situaciones de violencia no solo es intolerable, sino que tiene también consecuencias “gravísimas”, y no podemos esperar a que sea capaz de manejarlas. Hay muchos casos de pequeños que han sufrido bullying que han sido capaces de enfrentarlo de manera resiliente, matiza la profesora, y han sabido convertirlo en una experiencia positiva al superarlo y al valerse de ese aprendizaje para, por ejemplo, ayudar con su experiencia a otros niños que lo están sufriendo. Pero eso no implica que no sufran. La capacidad de resiliencia no implica ausencia de daño, sino un afrontamiento positivo y exitoso de este.

4. Si es solo por internet, no es para tanto

El acoso por internet puede tener las mismas consecuencias psicológicas o incluso más graves. Pero, al igual que el bullying sin agresiones físicas, se tiende a restarle importancia, explica la profesora de la UOC. Y esto a pesar de que, en España, uno de cada cuatro casos de bullying se produce por medio de dispositivos tecnológicos, según la OMS, y que ocupamos el séptimo lugar en la clasificación de países con mayor ciberbullying en niños de trece años.

Además, en el caso del ciberacoso, los testigos o los agresores pueden llegar a ser miles. Un tuit o un comentario en Facebook que se repite por cientos de usuarios multiplica el número de agresores y las probabilidades de causar un daño a la víctima. Además, el ciberbullying también aumenta “la sensación de indefensión e imposibilidad de escapar” de la víctima, que está 24 horas al día expuesta a los ataques en línea.

El ciberacoso aumenta la sensación de indefensión y es más probable que la víctima piense en el suicidio

Esto puede derivar en un “estado de paranoia” que atormenta a la víctima permanentemente. La profesora de Criminología de la UOC explica que el ataque en internet puede perpetuarse en el tiempo y reaparecer en cualquier momento.

Por ende, el estrés puede cronificarse y es posible que la víctima acabe viendo el suicidio como la única escapatoria. Y es que, en el caso del ciberbullying, el impacto del suicidio es todavía mayor que en el acoso escolar tradicional. Las cibervíctimas tienen tres veces más riesgo de tener ideas suicidas, según el estudio Relación entre la victimización entre iguales, el ciberacoso y el suicidio en niños y adolescentes , publicado en Jama Pediatrics, revista médica de la Asociación Médica Americana.

5. Cualquier conflicto entre menores es bullying

No es cierto. Para que un conflicto entre menores sea considerado acoso escolar tienen que darse tres condiciones: la primera, que haya intención de hacer daño, de anular a la víctima; la segunda, que sea un comportamiento reiterado y sistemático a la misma persona, que no sea un ataque puntual; y, por último, que exista un desequilibrio de poder entre los agresores y su víctima.

6. Si supiera defenderse no sufriría acoso escolar

Esta falsa creencia está muy extendida, según explica Montiel. Incluso los padres llegan a culpar al niño con frases como: “Eres tonto porque no te defiendes”. Es cierto que hay niños con ciertas habilidades sociales que tienen menos probabilidades de sufrir acoso. Y también es cierto que hay que ayudar y dar herramientas a los pequeños parasaber enfrentarse a las adversidades. Pero ningún menor tiene por qué saber cómo hacer frente a una situación de violencia de este tipo, que incluso los adultos no sabríamos gestionar si la viviéramos, por ejemplo, en nuestro entorno laboral. Así que el papel del adulto ha de ser el de vigilar, proteger, ayudar y defender, y enseñar al niño que tiene derecho a no ser agredido nunca y a pedir ayuda y recibirla sin que se le considere por ello un “chivato”.

7. Los niños siempre avisan si sufren un acoso grave

Está comprobado que en muchísimos casos prima “la ley del silencio”. Las víctimas se van hundiendo, se sienten cada vez más aisladas y llegan a creer que ni sus familiares pueden ayudarlas, explica Irene Montiel. Además, temen que el acoso se recrudezca al ser tachadas de chivatas. Los niños más mayores también pueden callar para no preocupar a sus padres, advierte la profesora.

Y aún existe otro motivo más para silenciar el abuso: es muy habitual que los papeles se intercambien con el tiempo, y podría ser que la víctima de hoy fuera agresor en el pasado. En estos casos, muchos menores optan por no contar su problema, por miedo a no ser comprendidos o a que se les culpabilice de su situación y ello les arrebate el derecho a ser ayudados.

8. Es difícil que los padres y profesores se den cuenta

Es cierto que padres y profesores suelen tener dificultades para advertir el ciberbullying al no compartir redes sociales ni entornos virtuales con los menores. Pero cuando se trata de acoso tradicional, como explica la profesora de Criminología de la UOC, los profesores pueden darse cuenta con relativa facilidad, al menos de que algo en el grupo no funciona bien. Por su parte, los padres deben estar atentos a síntomas como bajada de rendimiento escolar, cambios de comportamiento, miedo de ir al cole… y ser muy accesibles emocionalmente con sus hijos e hijas, no avasallando a preguntas, pero sí dejando muy claro que están ahí dispuestos a escucharles, pase lo que pase, sin juzgarlos ni castigarlos, y, en caso necesario, buscar apoyo en el centro escolar o en profesionales de la psicología.

9. Es mejor que lo solucionen entre ellos

No es cierto que sea mejor mantenerse al margen. Los adultos han de intervenir y dar herramientas tanto al acosador –“cuya actitud siempre esconde algún motivo”, matiza Montiel–, como a la víctima y a los testigos, figuras claves tanto para perpetuar el bullying como para eliminarlo.

El acoso y el aislamiento no existen si no hay espectadores que los toleran. Son ellos los que deben intervenir afeando la conducta o advirtiendo, pero para que esto ocurra los adultos primero tienen que dar ejemplo a los niños interviniendo cuando ven situaciones de insultos o vejaciones, añade la profesora. Y,además, deben tomar las medidas necesarias para atajar el problema cuando ya existe. No podemos exigir a los niños y niñas que actúen de forma valiente y responsable si nosotros no somos capaces de hacerlo. Además, su seguridad y bienestar es nuestra responsabilidad. Ellos ya tienen bastante con descubrir cómo funciona el mundo y cuál es su lugar en él. ¡Eso sí son cosas de niños!, enfatiza Montiel.

Los padres deben estar atentos a cambios de comportamiento o al miedo a ir al cole

Los padres deben estar atentos a cambios de comportamiento o al miedo a ir al cole (SolStock / Getty Images)

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vivo/mamas-y-papas/20190502/461933942564/dia-mundial-bullying-acoso-escolar-hoy-jueves-2-mayo-falsas-creencias-desterrar.html

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Libro: Cyberbulling. Guía de recursos para centros educativos en caso de ciberacoso

Por openlibra.com

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, además de configurarse como herramientas de gran utilidad para el aprendizaje y el ocio de los menores, se han convertido en mecanismos sin los cuales cualquier adolescente o joven se sentiría fuera de onda, con sus posibilidades de relación con los demás muy limitadas. Hoy en día, si no están en las redes sociales, no cuentan, sencillamente, no existen. Su vida claramente ha adquirido una dimensión más, la virtual, al alcance de un simple clic.

Sin duda, la irrupción de este nuevo tipo de relación aporta muchas ventajas y posibilidades a nuestros jóvenes pero abre también caminos un tanto inciertos, que pueden conducir a situaciones difícilmente controlables. Ahora, cualquier cosa que se haga en la red es pública y la posibilidad que tiene de extenderse es casi ilimitada, como ilimitada es la red de contactos que cada adolescente puede tener en su ordenador. Por eso, y porque no todo es inocuo y acechan también muchos riesgos, es necesario que ellos sepan claramente qué es lo que pueden y lo que no pueden hacer; que conozcan cuáles de sus comportamientos cotidianos son inadecuados, incluso ilegales, y cuáles son las consecuencias de los mismos.

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/en/book/ciberbullying-guia-de-recursos-para-centros-educativos-en-caso-de-ciberacoso

Link para descargar el libro: https://openlibra.com/en/book/download/ciberbullying-guia-de-recursos-para-centros-educativos-en-caso-de-ciberacoso

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