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Las Ciencias Sociales en Venezuela: Annel del Mar Mejías Guiza

Reporta: Susana Rivas

Desde otras voces en educación, en el segmento: Las Ciencias Sociales en Venezuela, conducido magistralmente por el Dr. Luis Bonilla-Molina, quien  en esta oportunidad en su acertada introducción  afirmó que,  en Venezuela, es muy  prolija la producción del conocimiento en el campo de la Ciencias Sociales en general, y, el esfuerzo de los y las investigadoras no está muy difundido, pues los mismos, no se encuentran bien apestado en cuanto a su visibilización en tal sentido, explica pedagógicamente que ese espacio está concebido con la intencionalidad de promover y difundir el trabajo que se hace en Venezuela, y para empampanarnos un poco más al respeto, en esta oportunidad se entrevistó a la investigadora venezolana:  Annel del Mar Mejías Guiza, quien agradeció la oportunidad de esta esta entrevista, ocasión que consideró precisa para contribuir con sus aportaciones en torno a la ciencias sociales, así como también darle cabida a las mujeres  en este significativo punto de encuentro.

Actualmente, Annel, forma parte de la Red de Antropología del Sur,  con un curriculum que se teje alrededor de la Ciencias Sociales. Oriunda de Barinas, Comunicadora Social,  Magister Etnología, que formó parte además de la Generación del Relevo de la ULA, en el área de Etnología y está adscrita actualmente, a la línea de investigación: Bioantropológica y Arqueológica de la Universidad  de los Andes.

Vale destacar que hasta la adolescencia creció en Barrancas, luego va estudiar bachillerato en Barinas,  es la segunda de 4 hermanos, la única humanista de la familia, le gusta escribir  y se identifica con la narrativa, ha sido galardonada con el premio de literatura de Monte Ávila,  y su obra su obra Mapa de Sangre, fue objeto de publicación, tiene otra premiación en su haber,  por el  libro Casa Quemada.

En Mérida cubriendo la vaguada,  conoce a su actual esposo y deja el Diario Panorama  y se va a la ULA a estudiar , a lo cual, Luis Bonilla_ Molina, en medio de la entrevista, que el conocimiento y el amor siempre van hermanados. E su conversación pausada, elocuente  y  amena, continuó conversando sobre  la Red de Antropologías del Sur, y explicó muy aplomada y agradablemente, que esta  red, congrega a un grupo de investigadores de las ciencias sociales de América Latina, especialmente de la antropología, quienes decidieron agruparse en el año 2015, para organizar el Primer Congreso Internacional de Antropologías del Sur, realizado en octubre del 2016, en Mérida, Venezuela.

Posteriormente, la Red, se conforma legalmente en tres países: Venezuela, Colombia y Argentina, con el propósito de emprender proyectos de divulgación, formación y extensión para la reflexión sobre cómo estamos haciendo antropología en nuestros países, cómo han sido sus genealogías y cuáles son las problemáticas que nos atraviesan. En el año 2017, la Red de Antropologías del Sur ingresa como una de las diez organizaciones miembros de la Asociación Latinoamericana de Antropología (ALA), logrando una vocería con voz y voto en la Junta Directiva 2017-2020.

Actualmente, este grupo de investigadores y sus grupos aliados se volvieron  a reunir para asumir un nuevo reto: realizar el 2° Congreso Internacional de Antropologías del Sur 2020, en modalidad de evento desconcentrado en capítulos se realizó en cuatro países: Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela, en su dialogo nos narró que se construye la antropología en Venezuela desde 1953, en el Departamento. de Antropología en LA UCV, luego en el 59, se funda el IVIC,  y en el 61, el Instituto Caribe de la Salle, prosigue pues con su cronología alrededor de la Antropología, y nos explicó que la Doctora  Briceño, funda la Maestría Etnohistoria en los Andes, hecho este que la convierte en  responsables de la descentralización de la Antropología  en Venezuela, y en un unas jornadas previas al Primer Congreso de Antropología del Sur, trataron temas como la descolonización del conocimiento, debatir, intercambias e integrarlos pues la idea es saber ¿Qué hacemos? ¿Por qué Sur? ¿Qué significa?,  ¿Es geográfico, político epistémico? Además de tratar las visiones competencia y desafíos, la meta de esta red es editar libros entre muchas otras hoy día, la Asociación Latinoamericana de antropología cuenta con una vocal venezolana en la comisión directiva.

Entre sus acciones está el hecho de coeditar tomo de la antropología hecha en Venezuela, en los últimos 70 años cuentan además con la Revista Insurgente, recientemente  ingresaron como miembro pleno de las Red Clascso, del mismo modo, le aprobaron un proyecto en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, al que nombraron: Imaginarios y Representaciones Sociales. Vale acotar que su proyección es gracias al autofinanciamiento propiciado por sus miembros no tienen sede, y esta si se quiere, es la casa, de algunos de sus miembros donde se reúnen y esgrimen las mejores creaciones y proyectos ninguna  ONg, les apoya. He ahí un gran desafío que superar  cómo lograr financiamiento público sin que eso signifique perder su  autonomía, así lo acota Bonilla, en medio d la conversación y afirmar que sería bien significativo el hecho de obtener al menos, equipos de computación aunque fuesen solo 5, entre otro elementos que le pudiese facilitar su existencia y echar rienda suelta a la ejecución de las investigaciones.

La entrevista continuó con la pregunta: ¿Cómo están las ciencias Sociales en Venezuela? A lo cual Annel, respondió que,  aunque no es su área de investigación y no ha hecho investigación sistemática al respeto para decir: ¡esto es así! Pero afirma que se tiene una gran deuda y se debiera hacer un diagnóstico, de la situación real que existe,  sobre todo en un contexto de crisis multi causales  en la que vivimos, manifiesta además que en sus indagaciones pudo verificar que existen tres visiones para dibujar la Ciencias Sociales, y su estado actual en Venezuela, entre ellas: una apocalíptica, que sostiene que las Ciencias Sociales,  están arruinada pues hay perdida de la capacidad de las investigaciones, en soberanía alimentaria, ingeniería, telecomunicaciones, del mismo modo, menciona que examinando se encontró, con un informe:  “Investigando la capacidad  de ciencias tecnología en Innovación para superar la crisis en  Venezuela, allí se expresa, que está destruida y desde su imaginario, considera que hay que des construir esa afirmación,  que eso  colinda perfectamente con una visión del discurso de lástima, en donde se evidencia que para donde conseguir ayuda hay que asumir esa postura.

Hay además una ruptura de cómo se venía haciendo y con el proyecto Bolivariano Chavista, un poco revisado observó que desmonta y desmonta lo que había. Hay pues sin duda alguna, una ciencia vertical intramuros, una ciencia parcelada, con un sistema de conocimiento restringido, un ciencia que apoya el modelo capitalista, aunque en Venezuela, admite que se han permitido la creación de leyes, además del Ministerio de Ciencia y Tecnología, existe pues la visión de la resistencia y esta refleja la polarización que hay en el país, mientras que otros piensan que seguimos haciendo como se hacía antes. Vale acotar que en la ULA, se produce más de 80, revista los investigadores se financian y eso es ya práctica cotidiana. Recalcó que  la investigación científica se ha capitalizado en las universidades,  y más del 50%, tenían producción escrita en antropología pero solo con marco de acción para estudiar los indígenas pero destaca que en un 80%, se ha hecho sin financiamiento alguno, afirmó que considera que en la actualidad creamos universidades para dar clase y graduar gente, sin fomentar investigadores y aumentar la capacidad de los centros Clascso.

Destaca además, que  la investigación si bien  es difícil debería ser independiente  y no se puede mentir pues debemos reflejar lo que arroja la realidad social, pese a que tengamos financiamiento de algún ente del estado, no debemos ser sus agentes.

La subjetividad influye en la manera como generamos conocimiento si  la visión como investigadora, es que el gobierno ha destruido, se denuncia desde una postura subjetiva detrás de un proceso de investigación pormenorizado.

La red es heterogénea, hay quienes comulgan con el Chavismo, otros que migraron y un grupo que son opositores,  pero para trabajar acá se aparta esa postura personalísima y la disposición es hacerlo  en armonía plena,  se parte del respeto a la diferencia y a la diversidad de cómo se piensa, pues es tajante Annel, en afirmar que la negación de la diferencia es la intolerancia, la cultura de paz empieza con el respeto a las  diferencias, podemos debatir con otras persona pero no perder la brújula del respeto, como por ejemplo, en Colombia, que se debate fuerte pero eso, no significa ser radical y se deben evitar los radicalimos.

Pues definitivamente es preciso ver los claros y oscuro, hay que tener cuidado cuando investigamos y dialogamos con otros… Por ejemplo, yo  no ataco al diferente  por ser mujer… La investigaciones que  reflejan solo la opinión personal no tiene sentido,  ya para eso luce mejor un ensayo, o un artículo, soy mujer dirigiendo una red entre hombre en un país con retazos de machista,  pero el imán que la une es la Dra. Briceño, pues no por ser mujer,  se es dulce, pues  esto es una imagen estereotipada.

La entrevista, con esta acuciosa investigadora, culmina con la solicitud de parte de Bonilla-Molina, con un mensaje dirigido a los jóvenes en un momento turbulento siendo lo atractivo el mercado el comercio, realmente si es válido inmiscuirse en el mundo de la ciencias sociales, y hacer carrera de investigadores, pues es este el momento,  que se necesita y uno de los tantos aspectos seria indagar sobre la violencia política, pues desde el 2014, no se investigan y es capital para entender lo que ocurre en el país por ejemplo, hubo en Mérida, calles convertidas en ghetos  y es urgente, analizar estas realidades porque no la estamos analizando  hay que seducir a los jóvenes, si formamos a 100 y de esos solo a dos  les guste, ya es ganancia para que puedan entender  el presente  donde impera una economía de remesa, necesitamos hacer investigaciones. La Red de Antropologías del Sur, es definitivamente  una real red de investigación-acción que  intenta ser un espacio de resistencia comprometida hoy más que nunca con las Ciencias Sociales del Sur, Creamos en este proyecto, considero que es difícil  hoy día sobre todo en la condiciones actuales . Es difícil crear libros y revista  pero este proceso, no debe girar solo en alrededor del cerebro, sino también, en torno al corazón.

Desde Otras Voces en Educación, deseamos éxito a los planes futuros, de Annel, sabemos que es un tren que va a la velocidad que permite la pendiente.  A grosso modo, recogimos tan versátil entrevista, con una investigadora que dibuja con firmeza lo realizado y lo pendiente en el marco de la Ciencias Sociales en Venezuela y más allá.

Descarga el vídeo en:

Fuente: Producción de Otras Voces en Educación

 

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Entrevista: Profesores Roberto López Sánchez y Lino Meneses responden al Ministro César Trómpiz «Sin dudas está en curso una reforma neoliberal de la educación universitaria en Venezuela»

A raíz de la nota de prensa de aporrea.org en la que «Profesores Universitarios se pronuncian ante la eliminación de las Carreras Humanísticas«, se produjo una repuesta en la que el Ministro César Trómpiz desmiente el cierre de carreras en una entrevista realizada por Unión Radio y publicada también por este medio.

Debido a la inmensa importancia de lo que ya es un debate público de alto interés en cuanto a la concepción y orientación de la formación educativa, desde Aporrea pudimos contactar y conversar con dos profesores universitarios Roberto López Sánchez de la Universidad del Zulia (LUZ)[i] y Lino Meneses de la Universidad de los Andes (ULA)[ii] firmantes del citado Pronunciamiento y a quienes le hicimos las siguientes preguntas:

Aporrea: El Ministro Trómpiz ha respondido al pronunciamiento crítico que ustedes han publicado denunciando la no priorización de las carreras humanísticas en el currículum nacional. Específicamente el ministro ha dicho que ustedes se mantienen en una «universidad rentística» y el país debe ir a una «universidad productiva».

Prof. Lino Meneses: Lo primero que debemos dejar claro es que nuestro pronunciamiento lo hacemos en base a un documento emanado del Ministerio que preside el Sr. Ministro Trómpiz, titulado: REDIMENSIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE INGRESO UNIVERSITARIO, BASADO EN LA REACTIVACIÓN DEL APARATO PRODUCTIVO NACIONAL en la cual se deja claro en el documento en cuestión, que se va a priorizar, cito textualmente: «el ingreso de nuevos estudiantes a las carreras y/o programas relacionados con la economía productiva, de acuerdo a las necesidades de formación de la nación. Es por ello que se estableció la oferta de 15 carreras base en las áreas prioritarias, 21 carreras derivadas y 109 complementarias, las cuales constituyen la nueva oferta académica 2021». Lo que hemos planteado parte del análisis del contenido de ese documento y de la realidad que viven no solo los profesores, trabajadores y estudiantes universitarios, sino todas las familias venezolanas que de una u otra manera están vinculadas a la vida universitaria, bien sea por que tengan a sus hijos cursando una carrera universitaria o un familiar que trabaje en una institución universitaria pública del país, de tal manera, que lo que hemos plateado en este pronunciamiento no tiene nada que ver con que si defendemos una «universidad rentística» o estemos en contra de una «universidad productiva».

El ministro pretende evadir el debate planteado sobre la redimensión del sistema nacional de ingreso, levantando un discurso que busca polarizar en base a un juego dicotómico ―universidad rentística y universidad productiva ― que pretende enmascarar lo que en la realidad práctica significa dar prioridad o preferencia a un grupo de carreras universitarias en detrimento de otras.

Cuando se revisa el documento emanado por el ministerio que preside el Sr. Cesar Trómpiz observamos que en las 15 carreras prioritarias, las 21 carreras derivadas y 109 complementarias, no se encuentran carreras trascendentales para la construcción de conocimientos alternativos al conocimiento noratlántico que nos permita subvertir el neocoloniaje que todavía vivimos, nos referimos a la antropología, la sociología, la historia, la arqueología, la geografía, la educación, entre otras.

Ahora bien, en relación a la «universidad productiva» que menciona el ministro, nosotros, me refiero los firmantes del pronunciamiento que hemos llamado: LAS CARRERAS UNIVERSITARIAS Y LA RESOLUCIÓN DE LAS NECESIDADES DEL PUEBLO Y LA NACIÓN dejamos claro que toda actividad productiva a desarrollar en Venezuela requiere de una visión científica y humanística que la haga viable y perdurable. De tal manera, que creemos que es de suma importancia mancomunar esfuerzos multidisciplinarios que nos permitan ejecutar los proyectos productivos en nuestro territorios, para tal fin se requieren del concurso de antropólogos, sociólogos, historiadores, geógrafos, comunicadores sociales (que no solo es periodismo), trabajadores sociales, psicólogos, y demás profesionales que aporten diagnósticos, explicaciones y propuestas vinculadas y en armonía con el escenario productivo que se ejecuta. Un proyecto productivo, por ejemplo turístico, por solo mencionar uno, que no tome en cuenta los recorridos históricos, la identidad cultural, los acervos patrimoniales, los procesos culturales existentes, las variables geográficas y la realidad social en general, difícilmente podrá responder a las necesidades de la Nación y por tanto nunca podrá constituirse en «la solución de los problemas del pueblo».

Prof. Roberto López: El Ministro Trompiz tiene el mismo discurso de los funcionarios del Banco Mundial que en 1996 vinieron a Venezuela a impulsar su modelo de educación universitaria neoliberal, subordinada a las necesidades del gran capital mundial. El centro del debate es si las universidades se deben subordinar al modelo productivo existente en un país determinado de la periferia capitalista, o si deben promover un modelo productivo que tienda a la soberanía económica de ese país. Si los países de escaso desarrollo industrial, como es el caso de Venezuela, se restringen a impulsar un modelo universitario y de producción científico-técnica que esté vinculado exclusivamente a los proyectos productivos en ejecución, digamos la explotación petrolera y la explotación minera, pues nuestra dependencia económica se prolongaría de manera indefinida en el tiempo, que es precisamente lo que le conviene a las grandes empresas multinacionales, sean estas estadounidenses, europeas, chinas o rusas. Pues nunca podremos adquirir capacidades científico-técnicas y político-culturales que nos permitan diversificar nuestras capacidades productivas, alcanzar la soberanía alimentaria, sustituir importaciones, y hasta generar nuevos productos de exportación no tradicionales.

Por ello es que hemos sostenido por décadas, recuperando las ideas de los teóricos de la dependencia, que el modelo universitario a desarrollar tiene que fundamentarse en dar respuestas a las necesidades del pueblo venezolano, incluyendo aquí las necesidades de la nación en cuanto a su desarrollo económico inmediato, pero sin limitarse a eso. Por ejemplo, la explotación minera, tanto de oro, diamantes y coltán en el estado Bolívar, como la del carbón en el estado Zulia, afectan a numerosas comunidades indígenas que habitan en dichos territorios; esos proyectos productivos requieren de investigaciones antropológicas, y de impacto ambiental, que establezcan normas que guíen la actuación de las empresas nacionales y extranjeras involucradas en dichas explotaciones, para evitar afectar las condiciones de vida y el medio ambiente de esos pueblos indígenas.

De ahí que el impulso de un plan económico minero, como pretende el gobierno de Maduro, no se reduce a formar ingenieros de minas. Esa visión que defiende el ministro es la visión propia de las grandes multinacionales mineras y petroleras, que históricamente han exigido que los países receptores de sus inversiones aporten el personal profesional y técnico necesario para ejecutar dichos proyectos mineros o petroleros. Es el modelo dependiente que en el plano educativo se promovió desde Estados Unidos después de la segunda guerra mundial, siendo James Dewey uno de sus principales teóricos. Es un modelo que prolonga hasta el infinito la dependencia, pues reduce a las universidades a resolver las necesidades de cuadros profesionales científico-técnicos que requieren las multinacionales. En los objetivos e intereses de todas las grandes empresas capitalistas, incluyendo aquí a las chinas y rusas, no aparece por ninguna parte garantizar las necesidades y el bienestar del pueblo venezolano.

Esas empresas persiguen mantener el monopolio tecnológico, y por tanto la creación de nueva tecnología y la formulación de nuevos proyectos productivos en áreas que no sean de interés a las multinacionales pero que sí sean prioritarias para resolver las necesidades del pueblo, debe ser una responsabilidad del estado y de las universidades venezolanas. Responsabilidad de un estado y de unas universidades que tienen que estar sujetas a la respectiva contraloría institucional y social, para evitar que determinadas élites en el poder del estado o que controlen las universidades, ignoren sus responsabilidades patrióticas y éticas, como ocurre actualmente.

Por estas razones, el discurso del ministro Trompiz al defender la «universidad productiva» se debe traducir en que desea formar los profesionales en áreas científico-técnicas para garantizar las necesidades de las multinacionales que invierten en Venezuela. Ese discurso tiene más de 60 años, y fue la inspiración de la creación de universidades como la Simón Bolívar (1969), que precisamente fue la respuesta que las elites adeco-copeyanas dieron a la rebelión estudiantil y profesoral conocida como La Renovación, desarrollada entre 1966 y 1970. La Renovación buscaba colocar a las universidades al servicio de las necesidades del pueblo y del desarrollo económico soberano. En contrapartida, la USB fue creada bajo un modelo tecnocrático a imitación del Instituto Tecnológico de Massachusets (en Estados Unidos), que sólo oferta carreras de ingeniería y ciencias básicas. Trompiz repite ese mismo discurso tecnocrático que prioriza las carreras científico-técnicas y deja por fuera todas las carreras de formación humanística. Trompiz podrá ser joven, pero su pensamiento es el mismo de Rafael Caldera.

En una declaración reciente en la cual el ministro intenta responder a nuestro documento-denuncia, afirma que él no cerrará ninguna carrera humanística, pues cuando salga del cargo que ocupa piensa convertirse en empresario, y que en ese caso «ningún administrador, al cual le hayan cerrado la carrera, querrá ir a trabajar en su empresa». Aquí tienen al pretendido «revolucionario» que tiene por norte el ser empresario. Obviamente, empresario capitalista. Porque no dijo cooperativista ni nada que se diferencie. Es un buen ejemplo de que la «revolución socialista» de Maduro es puro discurso, para los incautos, y que realmente está en ejecución una reforma neoliberal en todos los órdenes de la sociedad.

Aporrea: El ministro Trómpiz ha dejado claro que el gobierno no ha decretado el cierre de ninguna carrera humanística. Que sólo buscan priorizar las necesidades profesionales acordes al plan de desarrollo de la nación.

Prof. Roberto López:  Es que el cierre de la formación humanística se viene produciendo desde hace años, al excluir a todas las disciplinas humanísticas de las áreas de investigación prioritarias definidas por la ONCTI. Todas las carreras universitarias son un compendio de docencia, investigación y extensión. Sin investigación priorizada en el área humanística no pueden existir carreras humanísticas. Si un equipo multidisciplinario de antropólogos, sociólogos e historiadores, para poner un ejemplo, propone un proyecto de investigación que estudie la situación de las comunidades populares y/o indígenas afectadas por la explotación petrolera/minera, pues el gobierno ha negado y sigue negando todo financiamiento a proyectos de contenido humanístico. Esta es una forma de cortar el desarrollo de las carreras en el área de ciencias sociales. Si no existe investigación en el área específica, las universidades se equiparan a un liceo.

Personalmente hemos investigado durante más de 20 años los movimientos sociales venezolanos, por considerarlos los motores de los cambios sociopolíticos desarrollados en el último siglo. Particularmente estudiamos al movimiento estudiantil y al movimiento obrero en Venezuela. Esta área de investigación, que abarca la historia, la sociología, la antropología y las ciencias jurídicas y políticas, no es prioritaria para Trompiz y Maduro, pero si es de suma importancia para el futuro del movimiento de trabajadores y del movimiento estudiantil en Venezuela. Son investigaciones al servicio de las grandes mayorías sociales, pero que por supuesto en nada interesan a una multinacional china que venga a explotar oro en el arco minero, o a la Chevron-Texaco que viene a explotar petróleo. En contrario, esas empresas estarán sumamente interesadas que no se aparezcan nunca en sus áreas de explotación científicos sociales que intenten dar argumentos a las comunidades y a los trabajadores para que defiendan mejor sus derechos.

Por otra parte, en nuestro documento publicado en aporrea y otros portales, le exigimos a Trompiz y a Maduro que aclaren si la no priorización de las carreras humanísticas se extiende a negar presupuestos para reposición de cargos docentes, administrativos y obreros en esas carreras, y si implica también una negativa a otorgar cupos estudiantiles destinados a esas carreras. Porque de ser así, aunque no se decrete un cierre inmediato, está condenando a las humanidades a la muerte lenta.

La actual rectora encargada de LUZ, Judith Aular, dijo recientemente que la no priorización de las carreras humanísticas se «limitaba» a las 46 nuevas universidades que ha creado el gobierno en tiempos recientes. Si en los años 70 el movimiento estudiantil revolucionario denunciaba que una sola universidad creada por el estado, la USB, estaba concebida como una institución tecnocrática, al servicio de las empresas públicas y privadas, nacionales y extranjeras, con mucha más razón hay que reaccionar ahora cuando el estado venezolano ha creado no una sino 46 nuevas universidades tecnocráticas, en las cuales ni se asoma la formación humanística.

Trompiz y Maduro creen que maniobrando con las palabras van a engatusar al pueblo venezolano. Suena muy bonito hablar de «universidad productiva». Que da a entender que desde las actuales universidades no se produce nada. Nosotros hemos generado durante más de 20 años toda una serie de «productos» académicos vinculados estrechamente con las necesidades del pueblo venezolano. Entre ellos podemos mencionar 8 diplomados en Formación Sindical, Consejos de Trabajadores y Prevención Laboral, realizados con dirigentes y activistas sindicales de distintas áreas aquí en Maracaibo. Ocho diplomados en Consejos Comunales que realizamos en conjunto con Fundacite, en municipios como Mara, Guajira, Maracaibo y La Cañada de Urdaneta. Junto con ello 50 seminarios y foros sobre temas de interés general, como Marxismo y Antropología, Crisis Económica Mundial, Crisis Política en Venezuela, Protagonismo Popular en la Historia de Venezuela, Movimientos Sociales y Lucha de Clases en el Siglo XXI, Movimientos Estudiantiles en Venezuela, y Desarrollo Histórico del Movimiento de Trabajadores en Venezuela. Junto con ello hemos publicado unos 40 artículos en revistas científicas y 15 libros que resumen todas esas investigaciones realizadas, todas muy pertinentes para el desarrollo del movimiento popular en Venezuela. Realizamos dos congresos internacionales de Historia Inmediata (en 2008 y 2011), además de contribuir como tutores a numerosas tesis de pregrado y posgrado en el área de Historia y Ciencias Políticas.

Las universidades venezolanas producen ciencia, tecnología, cultura, y nuevos profesionales. Esa es la función básica de las universidades en todo el mundo. Dependiendo de cómo se oriente esa investigación, esa formación docente y esa política de extensión, los productos de la universidad redundarán en beneficio de las grandes mayorías sociales, o simplemente servirán para mantener en el poder a élites político-económicas que se burlan de las necesidades populares y sólo buscan su propio beneficio como socios menores del capital multinacional.

Prof. Lino Meneses: Si, el gobierno no ha decretado el cierre de ninguna carrera humanística; sin embargo, cuando no le da prioridad para atender los planes del desarrollo de la nación a las ciencias sociales y humanísticas, nos indica que en lo práctico los presupuestos estarán dirigidos, para utilizar sus propias palabras, a las carreras priorizadas, derivadas y complementarias, trayendo como consecuencia el cierre técnico de todas carreras humanísticas y sociales que no entraron en la carreras priorizadas.

Ya esto lo hemos visto antes cuando dejan de ser prioritarias las líneas de investigación o alguna ciencia cesan los financiamientos, se congelan los presupuestos y cuando se deja de financiar y/o otorgar presupuestos para el funcionamiento, se empiezan a cerrar las puertas, ya tenemos experiencia en esto, solo basta con recordar cuando se empezaron a implementar las líneas de investigación prioritarias para ser financiadas por el FONACIT y luego por el ONCTI, los proyectos ubicados en el campo de las humanidades y las ciencias sociales ni siquiera podían aplicar por que no eran prioritarias, también pasó lo mismo con las revistas científicas del país que dejaron de ser prioritarias y le cortaron los financiamientos que venían desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología y hoy sobreviven gracias al trabajo heroico de sus editores/as, de los universitarios que se encuentran al frente de los repositorios institucionales y de las comisiones de publicaciones de las universidades.

Aporrea: ¿Cuáles son los principales problemas a resolver para garantizar la permanencia de las universidades venezolanas y que puedan aportar a la solución de la grave crisis nacional?

Prof. Lino Meneses: Tal como lo indicamos en el documento, las universidades venezolanas, incluyendo las recién fundadas por el gobierno, atraviesan una profunda crisis presupuestaria, agudizada por la grave crisis económica que vive el país, que atenta severamente contra ellas y contra la razón de ser de las universidades como instituciones productoras de los conocimientos necesarios para emprender cualquier proyecto verdadero de nación y formadoras de los hombres y las mujeres que contribuirán profesionalmente con el futuro de la misma.

Entre los problemas a resolver está el fin del cerco presupuestario aplicado sistemáticamente por el gobierno nacional que ha llevado a casi la paralización de las instituciones de educación superior en tanto que la inexistencia de recursos económicos ha trastocado de manera grave el funcionamiento de facultades, escuelas, programas académicos y de investigación, revistas científicas y programas deportivos y culturales en general que se desarrollaban en las universidades venezolanas.

Este cerco presupuestario ha contribuido a la desaparición casi total de las capacidades científicas en todos los campos del conocimiento, el desmantelamiento de los laboratorios y de las bibliotecas. Este cerco presupuestario ha contribuido a que los docentes, empleados y obreros cobren un ‘salario 0’, que no se resuelve con la bonificación del salario mensual, que ha contribuido a una diáspora de docentes e investigadores y trabajadores en general hacia otros países o hacia otras actividades laborales distintas a la universitaria como nunca antes habíamos visto en la historia de nuestro país.

Entre los problemas que tenemos que resolver está la grave crisis económica que estamos padeciendo los venezolanos y las venezolanas que ha contribuido a la migración masiva de jóvenes estudiantes hacia el exterior del país, o abandono de los estudios por incapacidad de sus familias costearles sus estudios.

Las universidades venezolanas ha hecho y siguen haciendo aportes sustantivos para la solución de la grave crisis nacional económica y social por la que atraviesa nuestro país, ejemplos sobran, para citar uno de ellos podemos mencionar la ejecución en años recientes del Proyecto Paleoarqueológico del Llano del Anís en estado Mérida donde los antropólogos del Museo Arqueológico de la Universidad de Los Andes, institución de la cual formo parte, promovimos la participación comunitaria para la apertura de un parque arqueológico que tenía como finalidad la conservación del patrimonio paleoarqueológico de la nación y el manejo de este patrimonio por parte de la comunidad con fines educativos y de explotación turística.

Entre los aportes más grandes de nuestras universidades para la solución de los problemas del país tenemos los esfuerzos gigantescos, ralentizados por la crisis económica que vivimos y la falta de presupuesto, para formar a los: médicos que día a día laboran en los hospitales públicos venezolanos, odontólogos/as, Licenciados/as en educación, los ingenieros e ingenieras, los/las bioanalistas, farmaceutas, nutricionistas, geógrafos/as, y antropólogos/as, sociólogos/as e historiadores/as que día a día trabajamos en proyectos culturales vinculados a centros urbanos, centros educativos, grupos étnicos, minorías culturales, a la protección del patrimonio histórico y cultural de la nación, a la salud, y todos aquellos proyectos que contribuyen al fortalecimiento de las identidades locales, regionales y de la identidad nacional .

Prof. Roberto López: Uno de los problemas a resolver es el del salario de los universitarios, y de los trabajadores en general. Actualmente el salario mínimo es menos de un dólar mensual. Un profesor titular con 26 años de experiencia y prima doctoral, apenas llega a los cinco dólares mensuales, como es mi caso. Esas escalas salariales son las más bajas de Latinoamérica y probablemente en todo el mundo. Nadie puede siquiera asistir al trabajo con ese salario; tampoco puede alimentarse el profesor ni su familia. No hablemos de adquirir equipos electrónicos indispensables para la docencia, como computadoras y teléfonos inteligentes, además de pagar la mensualidad del servicio de internet, cuyos precios más «económicos» andan por los 20 dólares mensuales.

Por cierto, ese plan tecnocrático de priorizar las carreras de ingeniería tiene muy pocas posibilidades de viabilidad pues no van a encontrar profesores capacitados en el área de ingeniería para dictar los cursos respectivos. Desde hace una década aquí en LUZ todos los concursos para docentes en ingeniería quedan desiertos. Ahora que ni sueldo hay con más razón quedarán desiertos los llamados a concursos docentes en esa área.

A menos que el gobierno recurra a la ya conocida piratería de la que suelen hacer gala hasta por televisión, y habrá que cuidarse de entrar en un futuro a esas construcciones que resulten de esos «proyectos productivos», no vaya a ser que se derrumben.

Hay que resolver la cuestión del financiamiento a las universidades, y particularmente el financiamiento a la investigación en todas las áreas. Como ya dijimos, sin investigación la universidad se equipara a un liceo. Venezuela ha descendido en picada en su capacidad de producción de conocimiento en todas las áreas, y hoy en día estamos muy por debajo de todos los países latinoamericanos. Cuando un investigador no tiene ni para los pasajes para asistir a su lugar de trabajo, pues menos podrá asistir a congresos científicos y cursos de formación dentro y fuera de Venezuela, indispensables para mantenerse actualizado en un mundo global que cada año avanza a pasos agigantados en las ciencias exactas y también en las ciencias sociales.

Hay que garantizar la protección de lo que queda de infraestructura física en las universidades, las cuales han sido prácticamente desmanteladas por los continuos saqueos, primero en 2019 durante los apagones, y ahora en esta larga cuarentena. Aquí en LUZ los saqueadores arrasaron con el edificio del Rectorado viejo, y se llevaron como cien computadoras y otros equipos de las oficinas de recursos humanos y nómina, entre otras; además de saqueos constantes en todas las facultades.. Debe haber sido un saqueo con decenas de participantes y varios camiones, y llama la atención que los cuerpos policiales se enteran es al día siguiente. Además de proteger lo que aún queda de oficinas y laboratorios universitarios, habrá que resolver el nuevo equipamiento de todos los espacios saqueados.

Está la cuestión de la migración juvenil, y la incapacidad de las familias venezolanas de mantener a sus hijos estudiando en las universidades. Por una parte, implica resolver el «salario cero» que condena a la hambruna a casi todos los venezolanos. Por la otra, aprobar becas suficientes para los estudiantes y garantizarles también comedores y transporte.

Hay que decir que si las universidades siguen trabajando es por la voluntad particular de sus profesores y empleados, que trabajamos prácticamente gratis, mientras podamos. Me consta que Lino Meneses ha hecho esfuerzos por continuar publicando la revista de Antropología de la ULA, como también hacen varios profesores que mantienen las revistas científicas de LUZ. Y que en este período de cuarentena por el coronavirus hemos dictado los cursos virtuales que se han abierto (en nuestro caso un intensivo que dictamos en agosto-septiembre), aunque lamentablemente hubo muchos estudiantes que no pudieron cursarlos por no tener computadoras, ni teléfonos inteligentes, y tampoco acceso a internet.

Reiteramos nuestras propuestas del documento publicado de abrir un proceso democrático de reorganización de las universidades venezolanas, con participación de docentes, estudiantes, empleados y obreros, que incluya la realización democrática de elecciones para autoridades rectorales y decanales. Elecciones democráticas que deben realizarse igualmente en la UBV y demás universidades creadas por el gobierno, las cuales se asemejan a los antiguos tecnológicos y experimentales de la cuarta república, instituciones que estaban bajo control absoluto de la burocracia adeco-copeyana y que se caracterizaban por sus bajos niveles académicos. Ciertamente hay sus excepciones, y reconocemos que existe un personal y un estudiantado muy valioso en esas universidades controladas por el gobierno. Lamentablemente el gobierno mantiene allí un clima «organizacional» de represión interna, como lo fue el despido de Manuel Sutherland (economista marxista, además) de la UBV por discrepar de la política económica de Maduro.

Finalizamos reiterando que está en curso una reorganización neoliberal que el gobierno de Nicolás Maduro quiere imponer a troche y moche. Pero que sin lugar a dudas va a encontrar la resistencia de los universitarios que hemos defendido por décadas una educación verdaderamente comprometida con los intereses del pueblo venezolano y el desarrollo soberano de la nación.

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[i] Roberto López es doctor en Ciencia Política y Magister en Historia. En la Licenciatura de Antropología de LUZ dicta las materias de Historia de Venezuela e Historia de América.

[ii] Lino Meneses, antropólogo, Coordinador del Doctorado en Antropología de la Universidad de Los Andes y Director del Museo Arqueológico de la misma a Universidad.

Pronunciamiento relacionado: Ante la “Redimensión del Sistema Nacional de Ingreso Universitario, basado en la Reactivación del Aparato Productivo» Consejo de Escuela de Filosofía de la Universidad del Zulia (LUZ)

Fuente: https://www.aporrea.org/actualidad/n362405.html

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Libro (pdf). La religión ante los problemas sociales. Espiritualidad, poder y sociabilidad en América Latina. Verónica Giménez Béliveau (Comp)

El presente volumen es el resultado de las discusiones del grupo de trabajo CLACSO “Religiones, espiritualidades y poder en América Latina y el Caribe”, que funcionó desde 2013 hasta 2016 abordando temáticas relacionadas con los fenómenos religiosos y espirituales desde la perspectiva de las Ciencias Sociales. Enmarcado en una línea de reflexión que desde hace años reúne a investigadores, pensadores
y profesionales de América Latina, es la continuidad de dos Grupos de Trabajo (GT) precedentes (2005-2008 y 2009-2012) que buscaron profundizar distintos aspectos de las temáticas relacionadas con lo espiritual y lo religioso, y que continuará luego en el GT “Religión, neoliberalismo y poscolonialidad” en el período 2016-2019.
Nuestra experiencia de investigación como grupo nos ha llevado a profundizar la recomposición de las creencias socio-religiosas en América Latina y el Caribe: las personas no dejan necesariamente de creer, en muchos casos las creencias se reconfiguran, cambian de forma y de objetos, generan sociabilidades renovadas. A su vez que estas otorgan legitimidad a espacios de ejercicio del poder y de la dominación (Dri, 2011), también contribuyen a la consolidación de tiempos y lugares de resistencia y de alternativas sociales y culturales relacionándose desde allí con otras instancias de poder (Mella, 2008; Lozano, 2008). Las sociedades de América Latina y del Caribe han demostrado  una vitalidad en el campo religioso que se expresa en la pluralidad de religiones y espiritualidades asociadas a procesos de emancipación, y
también a dominaciones variadas.

Link de descarga: Beliveau-La-religion

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20200604051639/Beliveau-La-religion.pdf

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Una biblioteca virtual de ciencias sociales en formato digital y con acceso libre

El Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales lanzaron una colección de libros en formato digital y de acceso libre. La colección abarca por el momento un total de 17 publicaciones originales e inéditas del campo de las Ciencias Sociales que pueden ser descargadas a través de la biblioteca virtual de Clacso. Algunos de los temas posibles son reflexiones en torno al neoliberalismo, el arte, el fútbol, la ecología, la metodología, la movilidad social, las clases sociales, la desigualdad, la teoría política, el psicoanálisis, la historia latinoamericana, la cultura popular y el pensamiento de diversos autores, como Hegel, Simmel y Althusser.

La Colección IIGG-Clacso es una iniciativa conjunta entre el Instituto Gino Germani, que aporta todos los contenidos, y Clacso, que incorpora estos libros a su biblioteca virtual, con el objetivo de aumentar la difusión local e internacional de las producciones de las y los investigadores del instituto, valorizando la actividad científico-académica realizada en las universidades públicas.

El proyecto editorial se inició en 2013 y, al día de hoy, tiene en su catálogo 17 libros de los cuales 10 se publicaron durante 2020. La colección recorre distintas problemáticas de las ciencias sociales y cuenta con un amplio abanico de autores. Hay publicaciones tanto colectivas como individuales. Los libros son de acceso libre y se distribuyen en toda América Latina desde el IIGG y Clacso. Para recorrer virtualmente toda la colección hay que ingresar aquí.

Algunos de los títulos y autores que aparecen en la colección son los siguientes:

* Asedio del tiempo. Estudios políticos althusserianos, Carolina Collazo y Natalia Romé (compiladoras)

Georg Simmel, un siglo después, Esteban Bernik y Hernán Borisonik (editores)

La identidad se forja en el tablón. Masculinidad, etnicidad y discriminación en los cantos de las hinchadas argentinas, Javier Sebastián Bundio

Profesores, científicos e intelectuales. La Universidad de Buenos Aires de 1955 a su Bicentenario, Martín Unzué

La política y lo político. En el entrecruzamiento del posfundacionalismo y el psicoanálisis, Miguel Rossi y Elena Mancinelli (compiladores)

Políticas terapéuticas y economías de sufrimiento. Perspectivas y debates contemporáneos sobre las tecnologías psi, María E. Epele (compiladora)

El análisis de clases sociales. Pensando la movilidad social, la residencia, los lazos sociales, la identidad y la agencia, Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle y Rodolfo Elbert (editores)

* Arte y ecología política, Gabriela Merlinsky y Paula Serafini (editoras)

Contraofensiva neoliberal. La Escuela Austríaca de Economía en el centro estratégico de la disputa, María Paula de Büren

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Edición electrónica, bibliotecas virtuales y portales para las Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe

A partir del uso de la Web para brindar servicios de biblioteca a distancia y a partir del uso de la computadora en las instituciones académicas para preparar y editar electrónicamente libros, revistas y documentos de trabajo, está cambiando la forma de trabajar en las áreas de biblioteca y de editorial de las instituciones de ciencias sociales.  Este libro fue pensado para los bibliotecarios, editores, investigadores, informáticos, webmasters y otros protagonistas del proceso de crear, editar, procesar, difundir y brindar acceso a los conocimientos producidos por las ciencias sociales de América Latina y el Caribe.

El libro compila un conjunto de contribuciones y materiales producto de  las actividades de capacitación realizadas por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) especialmente dirigidas a apoyar la labor de los editores de revistas de ciencias sociales y bibliotecarios de las 173 instituciones adheridas en 21 países de América Latina y el Caribe
La primera sección del libro recorre temas de interés para las instituciones interesadas en la edición electrónica de sus publicaciones.  El primer aporte nos introduce, de la mano de Peter Suber, responsable del Open Access Newsletter de SPARC (Scholarly Publishing and Academic Resources Coalition, Washington) en el mundo pletórico de grandes promesas del  acceso abierto (open access) .  En los capítulos siguientes, preparados por Sally Morris de ALPSP (Association of Learned and Professional Society Publishers, Sussex) y Pippa Smart de INASP (International Network for the Availability of Scientific Publications, Oxford), se orienta al lector sobre los aspectos a considerar para publicar una revista académica en formato electrónico.   Y el siguiente aporte de Florencia Vergara Rossi, responsable de las plataformas de la Biblioteca Virtual de CLACSO, describe cómo preparar con software libre los textos electrónicos en el formato más aceptado, el formato PDF.

LATINDEX (Indice Latinoamericano de Publicaciones Científicas Seriadas, México) aporta las definiciones de los criterios de calidad editorial para las revistas impresas y electrónicas, y las experiencias con la aplicación de estos criterios de calidad editorial en las revistas de la región.

Las publicaciones electrónicas difundidas en un sitio Web institucional -sea como simple listado de enlaces o mediante el desarrollo de una biblioteca virtual- sólo se tornan visibles para la comunidad regional e internacional cuando los portales toman conocimiento de su presencia.     En la tercera parte del libro se describen los portales de mayor impacto para las ciencias sociales de la región:  CLACSOSciELO y RedALyC.  Son los esfuerzos conjuntos y colaborativos de las instituciones de ciencias sociales y los portales los que potencian la visibilidad de la producción de las ciencias sociales de la región y facilitan la apropiación de los nuevos conocimientos por parte de los sujetos sociales interesados en la construcción de una sociedad mejor.

La edición de este libro publicado por CLACSO cuenta con el apoyo de la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (Asdi) y de la International Network for the Availability of Scientific Publications (INASP) con sede en Oxford, Inglaterra.

Los autores coordinan la Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales de América Latina y el Caribe de la Red de 159 Centros de Investigación y Docencia en 21 países de América Latina y el Caribe.   La Biblioteca Virtual ofrece acceso libre a textos completos  de libros, revistas académicas, documentos de trabajo; y acceso a bases de datos.

Dominique Babini
Coordina el Area Información de CLACSO. Especialista en redes de servicios de información en ciencias sociales.   Dominique es argentina, graduada en ciencia política con posgrado en documentación.  Realizó su doctorado en el tema «política nacional de información».
dbabini@campus.clacso.edu.ar

Jorge Fraga
Coordina el Area Difusión de CLACSO que tiene a su cargo la edición impresa y electrónica de las publicaciones.   Webmaster de los sitios web de CLACSO. Jorge es argentino, formado en edición y en edición electrónica académica.

ver libro entero aquí

Indice

Atilio A. Boron
Presentación

Primera parte
Edición electrónica

Peter Suber [SPARC Open Access Newsletter]
Una introducción al acceso abierto

Pippa Smart [INASP]
Estrategia de planeamiento de la edición en línea

Sally Morris [ALPSP]
Dando los primeros pasos en la edición electrónica de publicaciones periódicas

Florencia Vergara Rossi [CLACSO]
Cómo generar textos en PDF utilizando el software libre OpenOffice

Marcela Aguirre, Ana María Cetto, Saray Córdoba, Ana María Flores y Adelaida Román [Latindex]
Calidad editorial y visibilidad de las revistas La experiencia de Latindex

Segunda parte
Bibliotecas virtuales para las ciencias sociales

Dominique Babini [CLACSO]
Acceso abierto a la producción de ciencias sociales de América Latina y el Caribe: bibliotecas virtuales, redes de bibliotecas virtuales y portales

Gabriela Amenta y Florencia Vergara Rossi [CLACSO]
Cómo desarrollar una biblioteca virtual con software libre:el caso de la Biblioteca Virtual para el Campus Virtual de CLACSO

Tercera parte
Portales para las ciencias sociales

Dominique Babini, Florencia Vergara Rossi, Paula Sadier, Jessica González y Flavia Medici [CLACSO]
Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de América Latina y el Caribe de la Red CLACSO

Abel L. Packer, Anna María Prat, Adriana Luccisano, Fabiana Montanari, Solange Santos y Rogério Meneghini [SciELO]
El modelo SciELO de publicación científica de calidad en acceso abierto

Eduardo Aguado López y Rosario Rogel Salazar [Redalyc]
Redalyc: Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y PortugalUn balance a tres años de camino

Anexos

Declaración de Salvador sobre acceso abierto: la perspectiva del mundo en desarrollo

Modelo de licencia Creative Commons

Red Académica Electrónica de CLACSO (RAEC)

Listado de Centros Miembros de CLACSO

ver libro entero aquí

 

 

 

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Opinión: La necesidad patente de la educación política

Por: Sofía García Bullé

La educación media superior no cuenta con un capítulo de transición entre la educación cívica de los niveles básicos y una formación profesional en ciencias políticas.

En artículos anteriores hemos hablado sobre el derecho básico de una educación cívica que ayude a entender cómo funciona el gobierno bajo el cual vivimos. Pero el presente año ha presentado nuevas situaciones que señalan un área de oportunidad en términos de educación para el ejercicio de la democracia. Las elecciones en Estados Unidos fueron un proceso extenuante para los ciudadanos de uno de los países más poderosos del mundo. El resto del planeta también estuvo atento de los resultados de uno de los procesos electorales más críticos en la historia estadounidense.

Tomando en cuenta lo dramático que fue el evento y su seguimiento, es importante puntualizar que en este caso, y muchos otros a nivel mundial, los aspectos sociales de los votantes influyeron igual o más que sus inclinaciones políticas. La conversación pública en torno al voto americano no se centraba en cuestiones como querer un gobierno de izquierda o de derecha, querer un paquete fiscal de impuestos, o un plan de educación específico o de salud. En Estados Unidos la gente votó con base en su postura de un plan económico frente a la presente crisis, si creían o no en la necesidad de un movimiento como Black Lives Matter, si estaban de acuerdo con la libertad de derechos reproductivos, si deseaban opciones para mitigar o cancelar la deuda estudiantil, un servicio médico universal proporcionado por el Estado, o si buscaban defender su derecho a portar armas.

En muchas ocasiones, durante la conversación circundante a las elecciones estadounidenses, el sentimiento general era que la gente votaba para elegir candidatos que defendieran sus intereses en asuntos de vida o muerte. Constantemente, la prensa y los contenidos en redes se refirieron a las elecciones como “Una batalla por el alma de Estados Unidos”, ¿cómo un proceso electoral puede volverse tan crítico?

Sin transición de educación cívica a educación política

La educación cívica de los niveles básicos va de la mano con la formación ética. A los niños se les enseñan las bases para entender de dónde vienen las leyes y reglas no escritas de la convivencia social, así como una idea fundamental de cómo funciona su sistema de gobierno. Después de esta fase, en la que aprenden sobre sus obligaciones, atribuciones y derechos como ciudadanos de sus respectivas naciones, las instancias de educación en este rubro se agotan.

Para fines de aprender y ejercer su rol en un gobierno democrático los jóvenes se enteran sobre cómo, cuándo y porqué votar de sus familias, de la prensa y de los propios candidatos a través de su publicidad y propaganda, con poca o nula formación académica en el tema.

No existe un nivel intermedio entre la educación cívica básica de primaria a secundaria y una carrera en las ciencias políticas que habilite a los alumnos para comprender los aspectos de la inclinación política, los planes de gobierno de candidatos en todos los niveles. Ante este vacío de conocimiento, jóvenes y adultos con el derecho a votar se basan en otros criterios para emitir sus votos.

La complejidad real del voto americano

Las recientes elecciones en Estados Unidos son un mapa para comprender cómo funciona el voto de un ciudadano promedio en un sistema democrático. En 2016, año en que Donald Trump consiguió su primer y último periodo presidencial, el show de variedades Jimmy Kimmel Live! realizó una dinámica en la que uno de sus corresponsales preguntó casualmente a transeúntes qué se necesitaría para que el magnate republicano perdiera su voto.

Las respuestas de los votantes republicanos dejaron una idea clara acerca de cómo se aproxima el público general a las cuestiones políticas. De acuerdo a un artículo de American Political Science Review solo el 3.5 % de los votantes americanos cambiarían su voto si el candidato que favorece hiciera o dijera algo que perjudicara la base de un sistema democrático.

Esto pudiera parecer inconcebible para ciudadanos de país con un gobierno basado en la democracia, pero el caso de Estados Unidos es muy especial. Si habláramos de México, en comparación, todos los ciudadanos de 18 años en adelante solo tienen que tramitar la credencial del Instituto Nacional Electoral para que se les dé de alta en el padrón y votar en todas las elecciones concernientes a la zona donde viven. En Estados Unidos no todos los mayores de edad con identificación tienen acceso al voto. La identificación oficial más básica del ciudadano americano, que sería la licencia de conducir, no les habilita a votar, requieren de un registro específico para poder hacerlo. Este proceso es complicado y en muchos casos no cuenta con los recursos para incluir a personas de minorías sociales y económicas.

Como resultado, solo el 64 % de los ciudadanos americanos pudieron registrarse para votar en las elecciones de 2016, y en las del presente año, el número de personas registradas y elegibles para votar fue sólo del 67 %. Esto significa que más de la cuarta parte de la población estadounidense no tiene la facultad de elegir a sus servidores públicos.

Existen otras complejidades características de la democracia estadounidense, como el colegio electoral y el voto por estado que, a diferencia de otros países, el voto que cuenta en Estados Unidos no es propiamente el individual. En las elecciones presidenciales, los estados se manejan de forma independiente y cada uno tiene una cantidad de votos diferente dentro del colegio electoral. Son estos votos los que deciden un puesto de presidencia. Por ejemplo, California tiene 55 votos, Texas 38, Florida 29; mientras que otros estados como Montana, Dakota del Norte y Wyoming solo tienen 3.

Mapa Electoral de Estados Unidos. Fuente: 11Alive

Mapa Electoral de Estados Unidos. Fuente: 11Alive

Sumado a esto, la práctica del Gerrymandering, ha sido históricamente una de las fuerzas más caóticas en tiempo de elecciones. El término se refiere a la manipulación de las circunscripciones electorales de un territorio, para favorecer o desfavorecer a un partido. A lo largo de la historia de las elecciones estadounidenses ha sido instrumental para definir elecciones presidenciales para los demócratas y republicanos en distintas ocasiones. Sin embargo, uno de los aspectos más dramáticos que pudieron verse en las elecciones americanas del presente años fueron los tiempos de votación. En Georgia, los votantes esperaron en fila aproximadamente once horas para ejercer su derecho al sufragio, Texas registró un máximo de ocho. En comparación, países como Inglaterra, Estonia, India, Nueva Zelanda y Australia promedian un rango de 1 a 10 minutos para que sus ciudadanos emitan un voto.

No todas las democracias tienen un grado de complejidad tan profundo como el del sistema americano pero mecanismo electorales como los que vemos en su sistema ponen de manifiesto la necesidad de la continuación de una educación ética hacia una educación política. Aspectos como el hecho de una exclusión de votantes que afecta desproporcionadamente a un sector social o económico, la facultad de servidores públicos de manipular límites estatales a placer para su beneficio, la dificultad extrema de muchos votantes para ejercer su sufragio, todos estos son asuntos de ética, que replican en la política y afectan directamente cómo, cuándo, por qué y en qué capacidad la gente vota. Y aún si estos problemas no se reproducen de manera idéntica en las democracias de otros países, cada sistema tiene sus situaciones endémicas a tratar.

Es por eso que una educación política que complemente la cívica es de crucial importancia para la obtención de una ciudadanía completa y un sistema democrático que funcione tanto en teoría como en la práctica. ¿Piensas que las instancias de educación política son necesarias para que los ciudadanos ejerzan sus derechos más plenamente y tengan un mejor equilibrio democrático? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/educacion-politica-opinion

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Documento: Cuadernillo N.4. ¿Qué es un trabajo de grado de calidad en la UNEM?. Venezuela

La Universidad Nacional Experimental del Magisterio «Samuel Robinson» pone a la disposición un documento que reflexión en el quehacer investigativo.

¿Qué es un trabajo de grado de calidad en la UNEM?
Características que varían según el nivel de estudios aspirados: pregrado, estudios avanzados.

Revísalo en: CUADERNILLO N° 4

Fuente: VAT UNEM-Venezuela

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