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El ecologismo popular: una forma de activismo frente a los conflictos ambientales

Por: GABRIEL ALBERTO ROSAS SÁNCHEZ

El ecologismo popular, en tanto activismo y pensamiento situados, nos permite tener una visión que amplía los problemas ecológicos y económicos frente a los cuales nos enfrentamos

El proceso productivo es una actividad inherentemente perturbadora de las condiciones materiales y energéticas de los ecosistemas. Esta lección fue magistralmente expuesta por Nicholas Georgescu Roegen (1971) quien concibió al sistema económico sujeto a leyes que rigen el mundo energético. La entropía, tercera ley de la termodinámica, es un límite energético a la fabricación ilimitada de mercancías. A medida que se dispone de energía para la elaboración de bienes, disminuye el nivel de energía disponible capaz de convertirse en mercancías y trabajo para el siguiente periodo. Por lo cual, cada ciclo productivo se enfrenta a las leyes energéticas y no sólo a las leyes económicas vinculadas a la oferta, demanda y costos de producción.

Tal descripción del proceso económico situó a la economía en una relación de interdependencia de los flujos materiales y energéticos que dota la naturaleza. Por consiguiente, los flujos económicos -además de salarios, ganancias, capital y trabajo- integran balances energéticos vinculados al consumo energético, generación de residuos, entre otros, teniendo así un enfoque bioeconómico de la generación de mercancías. Una visión dual del sistema económico y ambiental en interacción ha sido el soporte de la economía ecológica, disciplina que considera a la economía como un subsistema del mundo natural finito. Si bien esta relación no suena extraña para la mayoría de las personas, desde la ortodoxia económica existe un distanciamiento entre la esfera económica y el medio natural.

En efecto, desde el consenso de la disciplina, la economía neoclásica, se ha desarrollado instrumentos teóricos para un “mundo vacío” tal como afirmó Daly (2005). Es decir, hacer un modelo económico considerando al planeta infinito y con poca influencia de los humanos sobre la naturaleza donde no resulta relevante considerar sus acciones sobre los balances materiales. Desde este punto de vista, epistemológicamente el sistema económico se considera un sistema cerrado (sin interacciones ni retroalimentación con otro sistema) en donde el mecanismo de precios permite la coordinación entre oferentes y demandantes. El equilibrio de la oferta y la demanda garantiza el óptimo social donde el bienestar social es máximo. Esta interpretación argumenta que el “bienestar” está determinado exclusivamente de las cantidades ofrecidas y demandadas que maximizan la utilidad subjetiva de los “agentes”, cuyo comportamiento humano se limita a la racionalidad económica, es decir, el consumo de aquellos bienes que reportan satisfacción personal.

Desde este enfoque se reconoce la posibilidad de perturbar el equilibrio de mercado debido a la existencia de fallas de mercado o “externalidades”, refiriéndose a fenómenos secundarios a la producción de mercancías y que no forman parte central del ciclo productivo. Entre las externalidades más estudiadas se encuentra los problemas asociados al medio ambiente. Por ejemplo, la escasez de agua para la fabricación de un bien obliga a las empresas a producir por debajo del nivel óptimo. La asignación ineficiente se asocia a la falta de un mercado que determine los precios óptimos y reflejen la disponibilidad de los bienes naturales. De modo que gran parte de los economistas que tratan los problemas ambientales como “externalidades” dentro de la ortodoxia económica se dedican al desarrollo de métodos de valorización de la naturaleza y servicios ambientales para “internalizar las externalidades”, determinación de impuestos a la contaminación, evitar las fallas de mercado y garantizar la eficiencia productiva.

Esta forma de concebir el modelo económico refleja su limitada comprensión de la esfera ecológica. Describe al mundo económico capaz de funcionar de manera autónoma de la base física y material sin plantear límites físicos (Álvarez-Cantalapiedra, 2011). Se plantea una reproducción de las formas vigentes de producción sin cuestionar el daño al ambiente que nos sitúan dentro de la actual crisis ecológica y climática en el Antropoceno. Basta con la implementación de algún impuesto a la contaminación para evitar las fallas de mercado y garantizar el equilibrio eficiente. Asimismo, la naturaleza es un factor implícito de la producción el cual no interesa saber nada más que su precio. Los bienes y servicios ambientales entran a la lógica de una mercancía cualquiera y de los cuales seria posible garantizar su disponibilidad con adecuadas medidas intervencionistas.

La visión de un mundo económico ilimitado se ha respaldado con indicadores bastante difundidos en foros académicos y literatura especializada. La hipótesis llamada curva de Kuznets desarrollada en 1955 plantea una relación en forma de “U inversa” entre ingresos y la desigualdad. Dicha relación empírica se ha utilizado además para vincular el crecimiento económico y el nivel de contaminación. A medida que los países incrementan su riqueza en sus primeras etapas elevan su nivel de emisiones contaminantes y posteriormente se reduce cuando se estabilizan las tasas de crecimiento.

A partir de esta relación se ha construido una narrativa sobre el crecimiento económico y el cuidado ambiental. Por un lado, la posibilidad de seguir expandiendo el potencial industrial y continuar en el sendero del crecimiento económico sin modificar las pautas productivas y, por otro lado, el incremento de la riqueza genera un despertar de la conciencia ambiental y el cuidado del medio ambiente. Aún cuando la curva de Kuznets medioambiental es sujeta de diversas críticas debido a su falta de robustez empírica (véase el excelente trabajo de Husnain et al. 2021) y cuya relación causal depende principalmente del método de estimación, en la discursiva internacional parece imperar una visión que confirma el hecho: las naciones desarrolladas tienen una conciencia ambiental superior a los países de ingreso medio y bajo. Incluso, la llamada maldición de los recursos naturales establece una relación entre el bajo nivel de desarrollo y la abundancia de bienes naturales ligado además a una falta de cuidado hacia la naturaleza.

“Una visión dual del sistema económico y ambiental en interacción ha sido el soporte de la economía ecológica, disciplina que considera a la economía como un subsistema del mundo natural finito”

Así, la discursiva medioambiental cotidianamente se concentra en personajes como Greta Thunberg, mujer europea que representa la conciencia ambiental y respalda los esfuerzos ecológicos de países desarrollados como Suecia. Si bien no es interés debatir los aportes de esta joven activista, muestra una tendencia maliciosa sobre quiénes son los culpables del daño ambiental y quiénes son los salvadores de la naturaleza.

Resulta importante destacar algunos elementos. Desde una perspectiva global los países desarrollados han consolidado su potencial gracias a las tasas de extracción de minerales, combustibles y biomasa de otras regiones del mundo. De acuerdo con los datos del Global Material Flows Database, durante 2019 Asia importó 54% de los flujos materiales existente, Europa representó 13%, Norteamérica 12%, América Latina y el Caribe 9%, África 6% y el oeste de Asía 3%. Es decir, no puede olvidarse la dependencia energética de las regiones avanzadas y en proceso de industrialización de la extracción de bienes del resto de economías y regiones del mundo. Adicionalmente, la huella ambiental de la población de mayores ingresos es diferencial. El 10 % más rico de la humanidad fue responsable de más de la mitad (52 %) de las emisiones acumuladas en la atmósfera entre 1990 y 2015 (OXFAM, 2020).

Posicionar el papel de los países desarrollados y los segmentos de ingresos altos respecto al daño ambiental permite replantear las responsabilidades diferenciadas, volviendo a estos grupos de ciudadanos igual o mayormente responsables del daño ecológico y no sólo a la población de aquellos países proveedores cuya ventaja competitiva son los bienes naturales. Asimismo, rompe con la idea heredada de la curva medioambiental de Kuznets donde elevados niveles de ingreso incide sobre mejoras en la calidad ambiental y mayor responsabilidad-conciencia ecológica.

Uno de los problemas del discurso medioambiental desde países desarrollados es su intento por deslindarse de culpas y responsabilidades ambientales, así como posicionarse como únicos ciudadanos de vanguardia sin reconocer que gran numero de sus empresas se vuelven exitosas gracias a la debilidad institucional en materia del cuidado medioambiental en los países receptores. Si no fuera por la posibilidad de contaminar y depredar a la naturaleza fuera de sus territorios, seguramente el valor agregado, niveles de empleo y estándares de vida distarían de las condiciones actuales.

Frente a esta visión dominante del activismo ecológico se posiciona una corriente que surge del conflicto distributivo. El “ecologismo popular”, también conocido “ecologismo de los pobres”, es un concepto que se encuentra en Ramachandra Guda (2002) y Joan Martínez-Alier (2004) y quienes reconocen luchas por la defensa del territorio frente a proyectos económicos destructivos de la naturaleza. Estas personas, en palabras de Alier (2007), son activistas ecológicos incluso sin ellas tener conciencia.

Desde la economía ecológica, el proceso económico se concibe a partir del metabolismo social. Este marco de referencia principalmente desarrollado por Toledo (2013) se refiere al espacio donde interactúan la naturaleza a fin de analizar simultáneamente los procesos sociales y ambientales. Cada sociedad cuenta con flujos de entrada, internos y salida de energía y materiales. Paralelamente, al interior ocurren ciclos de apropiación, transformación, consumo, distribución y excreción de los flujos energéticos y materiales disponibles. Mientras cada sociedad incremente la cantidad de servicios y mercancías generadas demandará mayores intercambios metabólicos interna y externamente, consolidando asimetrías del consumo, en las responsabilidades con el medio natural y entre naciones.

Por lo tanto, el conflicto ecológico-distributivo está ligado al crecimiento del metabolismo social de los países desarrollados y actualmente zonas de creciente industrialización como Asia. Las tensiones provocadas por el incremento en la demanda de bienes naturales no son resueltas desde la asignación de un precio de mercado o la valoración económica de cada bien en la naturaleza. Desde la ortodoxia económica no se cuenta con mecanismos de resolución de conflictos pues se trata de situaciones ajenas al mercado.

En efecto, la mayoría de los conflictos ambientales acontecen en regiones diversas en ecosistemas, flora y fauna donde la mayoría de la población es pobre. De acuerdo con Álvarez-Cantalapiedra (2011), el 75% de la población pobre del mundo vive en áreas rurales donde los medios de vida dependen principalmente de las condiciones climáticas. En consecuencia, la perturbación de los territorios a causa de actividades extractivas crea inconformidades en la población por vulnerar los significados y valorizaciones culturales apropiadas a la naturaleza.

Estas relaciones en el metabolismo socioambiental no caben en la lógica racional de la economía ortodoxa y la economía ambiental (Leff, 2003). Por este motivo, corrientes heterodoxas como la economía ecológica y la ecología política son campos de estudio y de acción para el análisis de las controversias creadas por la asimetría en el uso de los bienes naturales y los conflictos creados por la homogenización de la naturaleza como un valor mercantil.

El ecologismo popular es un movimiento de reapropiación de la naturaleza, exigencia por la justicia social y mayor igualdad entre la población pobre afectada por la creciente demanda energética-material y mayormente vulnerables frente a las consecuencias del cambio climático. A diferencia del movimiento ecológico “culto silvestre” donde los partidarios se interesan estrictamente en la preservación de la naturaleza por su estética, el ecologismo popular es una lucha protagonizada principalmente por gente indígena y campesina por el uso, acceso, y defensa de los bienes naturales (Martínez-Alier, 2004).

“Las tensiones provocadas por el incremento en la demanda de bienes naturales no son resueltas desde la asignación de un precio de mercado o la valoración económica de cada bien en la naturaleza”

Considerando este proceso, el ambientalismo latinoamericano se nutre profundamente del conocimiento de las poblaciones originarias que intenta crear servicios con valor agregado, enfrentarse a la desaparición de los valores culturales a consecuencia de las prácticas extractivistas y preservar el acceso a los bienes naturales (Martínez-Alier et al. 2012). En América Latina desafortunadamente cientos de activistas han sido asesinados por la defensa de su territorio y por la protesta activa contra proyectos predatorios. También, existen diversos proyectos locales para la recuperación de especies endémicas y la creación de esquemas económicos comunitarios enfocados en los cuidados del territorio, creación de empleo y excedente.

Conocer el activismo ecológico popular radica en la difusión de herramientas y medios informativos que den cuenta de los sucesos más actuales. Se cuenta con el Atlas de Justicia Ambiental, disponible gracias al trabajo de gracias al trabajo de Joan Martinez-Alier, Leah Temper y Daniela del Bene. El mapeo informa sobre los conflictos ambientales en todo el mundo clasificados por origen:  1) Nuclear, 2) Extracción de minerales de construcción, 3) Gestión de residuos, 4) Biomasa y conflictos por la tierra (gestión forestal, agrícola, pesquera y ganadera), 5) Combustibles fósiles y justicia climática/energética, 6) Gestión del agua, 7) Infraestructura y ambiente construido, 8) Turismo y recreación, 9) Conflictos por biodiversidad/conservación, 10) Conflictos industriales o servicios. Para conocer más al respecto, recomiendo a la audiencia un trabajo de mi autoría Visibilizando los conflictos ecológicos: el Atlas de Justicia Ambiental

Un espacio muy valioso donde se visibiliza los avances del ecologismo popular y desafortunadamente las batallas que enfrentan esta forma de activismo es Mongabay Periodismo Ambiental Independiente en Latinoamérica. El espacio dedica cotidianamente una serie de notas informativas sutilmente detalladas sobre la defensa del territorio en nuestra región. Adicionalmente, visibiliza el nombre de las y los protagonistas apoyándose de entrevistas, videos y material de muy alto valor.

Poner sobre la mesa el ecologismo popular no trata de menospreciar las diversas formas de protesta ambiental sobre la problemática climática que como especie estamos viviendo. Al final, en una realidad convulsa se agradece todo intento positivo de crear conciencia entre la población. Tampoco se busca romantizar e idealizar la relación entre las sociedades rurales latinoamericanas y la naturaleza ni deslindar a ningún segmento social ni país de la responsabilidad del cuidado del medio ambiente (nunca olvidando las responsabilidades diferenciadas). Desafortunadamente, algunas comunidades y países de ingreso bajo a partir de la mercantilización de los servicios ambientales y pautas son responsables del daño ecológico.

Hablar del ecologismo popular muestra una de las múltiples formas de activismo medioambiental desde las regiones marginadas de nuestro territorio y que no sólo desde los países desarrollados es posible hablar de un activismo ambiental. Sin necesidad de autonombrarse activistas, son personas que dedican su tiempo y esfuerzo a la defensa de su cosmovisión con relación al espacio natural. Corrientes heterodoxas como la economía ecológica y ecología política son campos teóricos para avanzar en la comprensión.  A medida que los foros internacionales y debates actuales integren y visibilicen a este grupo de activistas se podrá avanzar fuertemente en la solución de las problemáticas socioambientales.


*Bibliografía

Álvarez-Cantalapiedra, S. (2011). La civilización capitalista en la encrucijada. En S. Álvarez-Cantalapiedra (Coord). Convivir para perdurar. Conflictos ecosociales y sabidurías ecológicas (pp.17-36)Icaria Editorial

Daly, H.  (2005). Economics in a full world. Scientific american293(3), 100-107.

Georgescu-Roegen, N. (1971). The Entropy Law and the Economic Process. Harvard University Press.

Guha, R. (2002). Environmentalist of the Poor. Economic and Political Weekly, 204-207.

Husnain, M., Haider, A., y Khan, M. A. (2021). Does the environmental Kuznets curve reliably explain a developmental issue? Environmental Science and Pollution Research, 28, 11469-11485.

Leff, E. (2003). La ecología política en América Latina. Un campo en construcción. Polis. Revista Latinoamericana, (5).

Martinez-Alier, J. (2004). El ecologismo de los pobres: conflictos ambientales y lenguajes de valoración. Icaria Editorial.

Martínez-Alier, J. (2007). El ecologismo popular. Ecosistemas16(3).

Martinez-Alier, J., Baroudi, M., y Tafforeau, C. (2012). L’écologisme des pauvres, vingt ans après: Inde, Mexique et Pérou. Ecologie politique45(2), 93-116.

OXFAM (2020). Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono. Disponible en https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/621052/mb-confronting-carbon-inequality-210920-es.pdf

 

Toledo, V. (2013). El metabolismo social: una nueva teoría socioecológica. Relaciones. Estudios de historia y sociedad34(136), 41-71.

Fuente de la información e imagen:  https://www.alai.info

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Mayas tan cerca del Estado, tan lejos de la modernidad

Por: Ollantay Itzamná

A 380 Km, al nororiente, de la ciudad de Guatemala. A 85 Km de la ciudad de Cobán, por camino de terracería agujereado igual o peor que los caminos bombardeados de Afganistán, se encuentra la comunidad indígena maya q’echí La Cresta, en el Municipio de Cahabón, Departamento de Alta Verapaz. Un mundo desconocido por la modernidad.

Aunque unos kilómetros más abajo, pasamos muy cerca de una de las hidroeléctricas privadas más ambiciosas de Guatemala en el Río Cahabón, La Cresta, al igual que otras comunidades de la zona, no cuenta con el servicio de energía eléctrica.

La oscuridad es radiante. Y el silencio, estridente. No cuentan tampoco con ninguna señal de telefonía o de internet. “Para hablar por teléfono tenemos que ir hasta allá, al cerro para buscar señal”, señala con el dedo hacia la oscuridad infinita, Eliodoro, nuestro acompañante.

El único medio de transporte utilizado para acceder al lugar son los camiones cardamomeros, que suben a la zona dos veces por semana a comprar cardamomo.  Entre abril y agosto, el transporte escasea porque no hay cardamomo.

Eso sí. La hospitalidad y comensalía de las familias maya q’echís suplen cualquier “incomodad” a los recién llegados. Ellos ofrecen todo cuanto tienen al visitante. Nos ofrecieron hasta su propia cama, hecha de palos y tejidas de lazos de plástico.

El promedio común de guatemaltecos, en especial de la ciudad capital, desconocen o no se imaginan que existan comunidades inéditas y contrastantes como La Cresta. Pero, también para las y los maya q’echís de estas comunidades, la modernidad o semi modernidad guatemalteca es casi completamente desconocida. Ambos son mundos diferentes que conviven en el mismo “país” sin conocerse, ni encontrarse entre sí.

Obligaron al terrateniente a venderles la tierra baldía

“Cuando era patojo, salía de la comunidad a las 5 de la mañana a pie, y llegaba a Cahabón a las 6 de la tarde. Todo el día viajando entre lodo y bajo el sol”,  nos describe Eliot, mientras el carro se hamaquea entre piedras y hoyos de la carretera.

La comunidad La Cresta está conformada por ex mozos colonos de fincas vecinas, que en su totalidad conforman 137 familias.

Cuando corría la década de los 60 del pasado siglo, en esos territorios mayas regía la voluntad y el capricho del patrón como única Ley. Hasta que durante el gobierno de Alfonso Portillo las familias maya q’echís lograron ocupar y comparar, mediante Fondo de Tierras, las 32 caballerías (1,429 Ha) de tierras acaparadas y baldías, al terrateniente cervecero Gustavo Herrera Castillo, por el precio de cerca de un millón de dólares.

Y, desde hace 2 años atrás, por decisión comunitaria, definieron parcelar las tierras en títulos privados individuales. Desde entonces, cada familia posee 19 manzanas de tierra (13.3 Ha).

En la comunidad existen cuatro madres solteras, igual ellas son propietarias, en las mismas condiciones que los jefes de familia. Está prohibida la venta de la tierra a foráneos, únicamente se puede transferir la propiedad a los vecinos. Cuentan con predios comunales para la crianza del agua, bosque.

Cultivan un producto que no consumen, ni conocen su destino final

“Esta finca no estaba cultivada cuando la ocupamos. Ahora, tenemos sembrado cardamomo. Pero, por la falta de caminos y mercados no logramos cultivar tampoco la totalidad de la tierra”, indica Don Arturo.

Efectivamente, los inconvenientes para la agricultores de la zona son la ausencia de servicios públicos básicos, el mercado insuficiente para el cardamomo, y la falta de diversificación de productos. Los mayas del lugar desconocen el destino y uso final del producto que cultivan, el cardamomo. Este producto exógeno no tiene mercado interno, ni regional. Viaja para Medio Oriente.

Los coyotes (compradores) acopian el producto en cerezo y en seco, en el lugar, al precio y peso definido por ellos. En la actualidad el precio del cardamomo casi triplica al del café, pero es muy volátil. “Hubo una época en que el cardamomo costaba 2 quetzales… luego, los compradores ya no querían comprar… Entonces tirábamos al monte toda la producción”, recuerda con lamento Eliodoro.

Cuentan hasta con un Consejo de Vigilancia para sus autoridades electas

Esta pequeña comunidad maya q’echí, reconstruida luego de la emancipación del colonaje de la finca, cuenta con un entramado organizativo envidiable para propios y extraños.

Existe y funciona un Comité de Tierras, cuya función es el cuidado de los predios comunitarios, y el saneamiento de la propiedad y tenencia de la tierra. Cuentan con un Consejo de Desarrollo Comunitario (COCODE) cuya función es gestionar proyectos de desarrollo ante el gobierno municipal y ante otras instancias. Funciona un Comité de Mujeres que fortalece y transfiere conocimientos y prácticas de cuidado de abuelas a madres e hijas. Además, existe un consejo de ancianos conformado por 18 mayas longevos.

La comunidad cuenta con un Consejo de Vigilancia que controla/fiscaliza el funcionamiento y el cumplimiento de las obligaciones asumidas por todas las autoridades y representantes electos en la comunidad. Todos los y las representantes son electos en asambleas.

Ejercen y aplican su sistema judicial, según sus normas

La comunidad reunida en asamblea, bajo la dirección de sus autoridades, ejerce justicia y sanciona a los culpables que infringen las normas de convivencia comunitaria.

La máxima pena aplicada al culpable es la expulsión de la comunidad bajo acta firmada. La pena intermedia es la multa pecuniaria. La sanción elemental, la reprimenda pública bajo acta.

Por ejemplo, quien faltare a las reuniones o asambleas comunitarias pagará Q. 50 de multa. Quien vendiere alcohol en la comunidad será sancionado con multa de Q. 2 mil. El ladrón habitual, será expulsado de la comunidad.

Repelieron el conflicto armado interno sin disparar un solo tiro

“Recuerdo yo cuando era patojo, la comunidad se organizaba para evitar que gente armada entrara a nuestra comunidad. 20 a 30 personas salían a vigilar. Así fue cómo la violencia no entró aquí”, narra Eliodoro.  Y añade, “simplemente no se obedecía la orden militar que venía desde Cahabón para organizar las patrullas de auto defensa civil”.

Y, efectivamente, la violencia armada del Ejército tuvo su frontera en la comunidad Xebas, a 8 Km de distancia de La Cresta. Hasta allí los militares irradiaron y sembraron violencia, miedo y zozobra. Al grado que aquella comunidad maya q’echí, carece de estructuras organizadas y autoridad propia como consecuencia de la violencia.

“Ellos no salen a manifestar, a protestar contra las hidroeléctricas, ni contra el Alcalde, por miedo a ser calificados como guerrilleros”, comenta uno de los presentes.

Enviado por el autor a OVE

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México: Para garantizar educación, se debe abatir desigualdad. INEE

América del norte/México/29 Agosto 2018/Fuente: Educación Futura

El derecho a la educación solo puede considerarse garantizado si ésta se ofrece con calidad, destacó la consejera presidenta de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Teresa Bracho González, luego de señalar que el Estado está obligado a promover, respetar y proteger este derecho de los mexicanos.

Durante la segunda sesión ordinaria de 2018 del Consejo Social Consultivo de Evaluación de la Educación (CONSCEE), dijo que la enseñanza es un factor que potencia el desarrollo individual y el disfrute de otros derechos y que cuando no se cumple ocasiona daños en las personas difíciles de resarcir.

Ante representantes de 15 organizaciones sociales interesadas en la educación, Bracho González afirmó que la desigualdad educativa merma las oportunidades de los individuos y los priva de participar de los beneficios del desarrollo social.

Acompañada de los consejeros de la Junta de Gobierno de este organismo autónomo, Sylvia Schmelkes del Valle, Patricia Vázquez del Mercado Herrera, Bernardo Naranjo Piñera y Gilberto Guevara Niebla, dio a conocer que los resultados insuficientes en el nivel de aprendizaje o índices de desigualdad elevados representan derechos no cubiertos que el Estado debe combatir a través de políticas públicas.

Bracho González pidió a las organizaciones sociales unir esfuerzos para que se cumpla con el derecho a una educación con calidad para los más desprotegidos del país, a mantener un diálogo permanente con este Instituto y a promover las tareas que realiza.

El consejero Bernardo Naranjo Piñera presentó a los participantes el Indicador de eficiencia terminal efectiva, el cual es el resultado del porcentaje de estudiantes que concluyen un nivel educativo, pero que además demuestra contar con los conocimientos mínimos aceptables.

Como resultado de la reunión se acordó establecer reuniones de trabajo con instituciones pertinentes para promover la difusión e implementación de las directrices que emite este organismo autónomo y de los resultados de las evaluaciones que realiza; incorporar en el universo de Planea Preescolar a la población indígena de las zonas urbanas, y establecer estrategia de difusión de las directrices del INEE dirigida a maestros, directivos, alumnos y padres de familia.

En la segunda sesión del CONCSEE también se trataron los temas Características generales de la evaluación Planea en Preescolar y El papel de las organizaciones de la sociedad civil en apoyo de la continuidad de las directrices, y La definición y medición de la calidad de la educación.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/para-garantizar-educacion-se-debe-abatir-desigualdad-inee/

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Que todos los niños tengan la misma educación, sin desigualdades

Por:elplural.com/18-07-2018

Investigadores ya trabajan para evitar que los niños que viven en entornos con dificultades puedan tener peores resultados académicos

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España: La historiadora Rosa Chinea abogó por la Formación como piedra angular de la construcción de un futuro en igualdad

09 de Marzo 2018/Fuente:gomeraactualidad /Autor:Redacción

Durante la charla-coloquio celebrada en el Benedicto Negrín, Chinea destacó el papel de unas mujeres que fundaron una Asociación Feminista en la localidad un 30 de diciembre de un lejano 1933.

El Auditorio Benedicto Negrín, de la localidad norteña de Agulo, acogió en la tarde de hoy la celebración de una charla –coloquio en la que participaron, en igualdad, la regidora local Rosa Chinea  que prefirió hacerlo como historiadora y numerosos vecinos, con motivo de los Actos programados en el Día Internacional de la Mujer.

La charla comenzó con la proyección de un video en el que se reflejaba las dificultades que encuentra la Mujer para conciliar la vida familiar y laboral y en el que se expuso que dichos retos pueden darse tanto por la falta de apoyo de la pareja como por parte de la Empresa en la que incluso, y como en el caso del video visionado, el jefe sea también mujer y no empatice con el problema de su subordinada.

Tras la visualización del video, dio comienzo una animada charla en la que varios vecinos hicieron uso de la palabra y expusieron su visión acerca de lo conseguido, y lo que aún resta por lograr para una plena igualdad entre hombres y mujeres en nuestra sociedad.
Varias mujeres de la localidad, entre ellas profesoras que tuvieron que luchar en desigualdad para lograr obtener una carrera universitaria, manifestaron que esa independencia que concede el poder ejercer una profesión y contar con un salario, ofrece la posibilidad de ser verdaderamente libres e iguales y evita las “dependencias”.

En este sentido, Rosa Chinea también se expresó en idénticas conclusiones y afirmó que, la pieza clave de una sociedad igualitaria es la de la formación y el conocimiento.” El saber es el único instrumento que hace a una sociedad verdaderamente libre”.-dijo la alcaldesa e historiadora.

También habló de un fenómeno que calificó de “involución” en el devenir de nuestra sociedad, aludiendo a la valentía y capacidad de unas mujeres de la localidad de principios del siglo pasado, fueron capaces de crear una Asociación Feminista capaces de luchar por la igualdad de la Mujer. “Hoy día y con tanto camino recorrido, es increíble que se haya involucionado tanto  que sea casi un imposible reunirnos para crear una simple comisión de fiestas”.-señaló Chinea.

Es triste, que se continúe hablando de igualdad después de tantos años y tanto esfuerzo realizado, manifestó Chinea y agregó que, siempre que tiene ocasión de departir con los jóvenes les aconseja que, para construir un mundo en igualdad, los únicos materiales que necesitan es los que otorga la formación y el desarrollo del conocimiento.

Fuente de la noticia: http://www.gomeraactualidad.com/articulo/la-gomera/historiadora-rosa-chinea-abogo-formacion-piedra-angular-construccion-futuro-igualdad/20180308224639021993.html

Fuente de la imagen: http://www.gomeraactualidad.com/media/gomeraactualidad/images/2018/03/

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México, una experiencia no compartida

Blanca Heredia

¿Qué experiencias concretas compartimos los mexicanos en la actualidad? ¿El México que vive una estudiante de la Universidad Anáhuac de la capital del país, tiene algo que ver con el que experimenta diariamente una joven de la misma edad en Tláhuac? ¿Qué tienen en común la experiencia del país que le toca navegar todos los días a un hombre mayor de clase trabajadora en Chiapas, con la que vive un hombre, también de edad avanzada, en un barrio de altos ingresos de Tapachula? ¿Se parece en algo la vida de un niño de primaria que estudia en el colegio Americano de Monterrey con la de un niño chiapaneco que asiste a una escuela Conafe?

A juzgar por el aumento en la desigualdad (muy especialmente entre los minúsculos sectores de altísimos ingresos y el resto de la población) de México, entendido como experiencia compartida en los hechos, debe quedar más bien poco. Seguramente y aunque vivido con intensidad y cercanía diferente, nos vincula (por desgracia, cada vez más) el espanto común frente a la inseguridad creciente. También el enojo frente a la corrupción rampante y progresivamente más visible. Nos sigue vinculando asimismo el alto aprecio por la familia, así como el gusto por los afectos intensos y cercanos. Eso nos queda del México en común, poco más, poco menos.

Con niveles de desigualdad objetiva y subjetiva tan gigantescos, cabe preguntarse sobre de cuál México hablarán nuestros políticos en general y, muy particularmente, aquellos que aspiran a colocarse sobre el pecho la banda presidencial en diciembre de este año. ¿En cuál México, vivido y conocido efectivamente, estarán pensando?

Las fuentes de nuestra desigualdad abismal son diversas y de larga data. Destacan, entre otras, la brutal concentración de la riqueza, las escasas oportunidades de movilidad social a través del esfuerzo, el trabajo y el mérito, y, muy especialmente, un aparato de ‘justicia’ que pareciera diseñado no para igualar la cancha, sino para perpetuar las enormes distancias que nos separan. Distancias producto, con excesiva frecuencia, de azares del destino (en qué lugar de la pirámide mexicana te tocó nacer), y de la posibilidad de acceder o no a cercanías provechosas con los que detentan el poder político, mismos que de una y mil maneras organizan y gestionan (llevándose para sí y los suyos una tajada variable de beneficios) la desigualdad imperante.

Contribuyen, en lo cotidiano, a configurar experiencias de vida radicalmente disímiles entre los mexicanos en general y entre el grueso de la población y sus élites, tanto económicas como políticas; además de las mencionadas, la escasez de ocasiones para experimentar lo ‘público’ (en principio y a cuenta de los impuestos de todos, aquello que es o debiera ser común) de forma mínimamente comparable. Me refiero a los espacios públicos (calles, parques y demás), pero también y en especial a los servicios públicos.

¿Cuándo fue la última vez –si acaso alguna– que nuestros candidatos presidenciales hayan hecho una cola en el ISSSTE, en el IMSS o en cualquier oficina pública? ¿Habrán tenido que tronarse los dedos alguna vez para pagar una cuota para que su hijo/a pudiera tomar un examen en su escuela pública? ¿Cuál de ellos habrá padecido la falta de agua en su colonia, la angustia de una hija teniendo que caminar sola todas las tardes o noches a la escuela/trabajo en un barrio difícil, o a la impotencia completa de enfrentarse a la ‘justicia’ en el caso de un abuso por parte de la policía?

Si bien no lo resolvería todo, ayudaría mucho tener gobernantes para quienes los servicios públicos no fuesen algo que padecen otros, sino una experiencia cotidiana que los conectase con la que la vive la inmensa mayoría del país. Por ejemplo, ¿no tendría la política educativa mejores resultados si la escuela de los hijos o nietos de nuestros gobernantes fuese la escuela pública?

Para creerles alguna cosa de las muchas que nos prometen, sería muy útil también saber qué tanto nuestros candidatos presidenciales estarían dispuestos a depositar del cuidado de su seguridad y su salud y la de sus familias, por ejemplo, en manos del gobierno que aspiran a encabezar. Muy útil, pues no es lo mismo gobernar una casa efectivamente compartida (en la que todos usan, por ejemplo, el mismo baño) que una en la que los gobernantes viven en una casa y el resto del país en otra.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/mexico-una-experiencia-no-compartida-5.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/07/20/578f138b3c38f

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España: La educación para la Igualdad llegará a más centros educativos este curso

04 de Febrero 2018/Fuente y Autor: lavanguardia

La Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias ha publicado la convocatoria para participar en los proyectos «Diversidades en construcción», «Hiparquia», «Tándem» y «Guaxara», iniciativas con las que el departamento autonómico aporta herramientas para mejorar la enseñanza en materia de Igualdad en centros de Primaria, Secundaria y Formación Profesional.

Este curso, la Consejería ha ampliado el número de centros educativos destinatarios en sus proyectos de Igualdad, pasando de 139 ofertados el curso pasado a 181 este año, ha informado hoy en un comunicadio.

En total, 24 centros de Primaria podrán participar en «Tándem», 30 en «Hiparquia, somos diferentes somos iguales», 22 en «Diversidades en construcción» y 37 de Educación Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de Canarias podrán implantar el proyecto «Guaxara».

A esta convocatoria cabe sumar, además, «La fábrica de valores: construyendo relaciones», que inicia su andadura este curso escolar y se oferta para 24 centros de Secundaria, «Pluraleando», 22 plazas, y «Diversigualdad», que también se oferta para 22 centros.

Con estos proyectos se trabaja, de forma integrada, la igualdad de género y la diversidad afectivo-sexual, para que los alumnos y alumnas comprendan la complejidad de los roles de género establecidos a nivel social, los estereotipos asociados y las consecuencias que de ellos derivan tanto en el ámbito de la igualdad de género como en la propia aceptación de la orientación sexual.

Así, con «Hiparquia: somos diferentes somos iguales», que la Consejería desarrolla en colaboración con la Asociación Desea3, el alumnado de 3º y 4º de Primaria aprende a reconocer estereotipos y roles de género a partir de diferentes situaciones de aprendizaje.

El proyecto «Tándem» está dirigido de forma específica al alumnado de Primaria, y concretamente a los niveles de 5º y 6º. Desarrollado en colaboración con la Asociación Desea3, este proyecto se adentra más particularmente en el ámbito afectivo-sexual e integra a las familias en el proceso educativo para garantizar que el trabajo en la escuela se vea reforzado también en los hogares.

Las situaciones de aprendizaje de «Tándem» están dirigidas a comprender de qué modo afectan los estereotipos y roles de género a la propia orientación sexual: respeto, responsabilidad y conocimiento de la diversidad sexual son los valores principales de este proyecto, que acerca claves de Igualdad al alumnado durante su primera fase de cambios de la adolescencia.

«Diversidades en construcción», enfocado a centros de Educación Secundaria, Bachillerato y a los ciclos formativos de Educación Infantil, Integración Social y Promotor de Igualdad, parte también de la enseñanza del concepto de género para erradicar la discriminación por motivo de orientación sexual y eliminar los estereotipos en este sentido.

Por último, el proyecto «Guaxara», también convocado a través del portal de la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, se dirige tanto a Primaria como Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional.

Impartido por la asociación por el desarrollo integral de la mujer «Mercedes Machado», la iniciativa se desarrolla a través de talleres o charlas dirigidas específicamente a la etapa educativa del centro participante.

También en esta materia profundiza el nuevo proyecto «Fábrica de valores: construyendo relaciones», cuyo objetivo es la prevención de la violencia de género en la adolescencia, con una propuesta de trabajo basada en la detección de estereotipos y formas de expresión de la violencia psicológica y física en la pareja. EFE

 

Fuente de la noticia: http://www.lavanguardia.com/local/canarias/20180202/44468439503/la-educacion-para-la-igualdad-llegara-a-mas-centros-educativos-este-curso.html

Fuente de la imagen:http://unitelformacion.com/wp-content/uploads/2014/02/educacion_igualdad_op

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