«Nuestra arma principal escupe palabras, no balas»

Por Jorge Majfud/Rebelión 

Las guerras contra Vietnam, Irak y Afganistán fueron derrotas para Estados Unidos. Sin embargo, los medios dominantes y la industria cultural las presentaron no solo como victorias morales, sino también como victorias militares.

El experto en propaganda computacional, Samuel Woolley, en 2020 publicó en su libro The Reality Game la historia de Jascha, quien se había instalado en Ucrania en 2013, un año antes del golpe de Estado. Durante este período, “fue testigo de nuevas formas de manipular la opinión pública usando información de muy baja calidad destinada a determinados grupos en el país. Más tarde nos dimos cuenta de que Ucrania era la avanzada de la propaganda computacional en el mundo. Ahora [2020] cuando queremos tener una idea de hacia dónde va el futuro de las fake news y de los bots políticos, simplemente miramos hacia Ucrania usamos Ucrania como caso de estudio”. En Computacional Propaganda, libro en el que reunió en 2019 una decena de expertos, reiteró la idea: la manipulación de la opinión pública a través de la propaganda computacional ha sido una guerra entre Rusia y Occidente en Ucrania desde los primeros años del siglo XXI.

Aparte de la CIA, desde 1997 la OTAN se aseguró de fundar agencias en Ucrania, para que las milicias cibernéticas aprendan el arte de la guerra moderna, es decir, de la propaganda computacional, con la fundación del “Centro de Información y Documentación (NIDC)”. Según sus declaraciones de principios, se trataba de un mecanismo que apuntaba a “crear conciencia y comprensión sobre los objetivos de la OTAN en Ucrania”, formando por décadas a “periodistas independientes”.

Los diagnósticos de los expertos han sido abundantes y consistentes, pero ninguno ha alcanzado los titulares de los grandes medios occidentales. El 16 de marzo de 2022, Sean McFate, integrante del Atlantic Council, fue directo: “Rusia puede estar ganando la guerra en el campo de batalla, pero Ucrania está ganando la guerra de la información. Esa es la clave para obtener el apoyo y la simpatía de los aliados”. Un oficial del Departamento de Estado señaló que “los ucranianos han dado una clase magistral en guerra de información”. Otro alto funcionario de la OTAN, en calidad de anonimato, le reconoció al Washington Post que el gobierno de Ucrania estaba haciendo un “excelente trabajo de comunicación” y de “operación psicológica” junto con un centenar de compañías publicitarias y medios internacionales. Es probable que esta funcionaria anónima sea Natalia Popovych, presidenta de One Philosophy, poderoso grupo que gestiona la imagen de gigantes como Microsoft, McDonald’s, MasterCard y Opel, financiadas, a su vez por varios gobiernos europeos, por la embajada de Estados Unidos en Ucrania, la USAID y el Institute for Statecraft de Inglaterra.

La guerra de Washington en Vietnam, como en Irak o en Afganistán más recientemente, fue una vergonzosa derrota que los medios dominantes y la industria cultural se empeñaron en presentar como una victoria moral. Más que eso, se vendió como una victoria militar, sobre todo en las películas, al extremo que hasta estudiantes universitarios aún hoy se sorprenden cuando escuchan que su país perdió la mítica guerra de Vietnam, recordada en millones de gorras de baseball que usan los “héroes ancianos” en McDonald o en Walmart para que los dejen pasar primero en la fila de la caja y, de ser posible, se arrodillen y les repitan aquello de “gracias por su servicio”, “gracias por proteger la libertad de nuestra nación”.

Al igual que la humillación de Bahía Cochinos en 1961, en Vietnam la derrota se basó, en alguna medida, en un defecto de la propaganda, pese al tsunami de millones de dólares inyectados por la administración de Johnson para demonizar a los disidentes más conocidos (Martin Luther King, Mohammed Ali, Noam Chomsky, Edward Said…) y a estudiantes que protestaban contra la guerra, hasta el extremo de reprimirlos a tiros en varias universidades. El resultado fue parcial pero sintomático: los padres de los estudiantes masacrados en universidades como Kent State University justificaron la violencia policial para evitar alguna forma de antipatripitsmo.

En Cuba se debió a la observación del médico argentino Ernesto Guevara, quien en 1954 se encontraba en Guatemala cuando la CIA destruyó esa democracia manipulando los medios. Cuando la Revolución cubana triunfó en 1959, una anomalía histórica en América latina, Guevara aseguró: “Cuba no será otra Guatemala”. Las enigmáticas palabras revelaban mucho para quienes tenían algún conocimiento de la realidad, como el agente de la CIA David Atlee Phillips quien, luego de la vergonzosa derrota, afirmó: “Castro y Guevara aprendieron de la historia; nosotros no”. Una década después, ocurrió algo similar en Vietnam. La millonaria maquinaria propagandística de Washington había regado ese país no sólo con armas de destrucción masiva, como el Agente Naranja, sino también con seis mil millones de panfletos para convencer a la población de su superioridad moral. El resultado fue catastrófico: los vietnamitas usaron los panfletos como papel higiénico.

Tanto en las Guerras Bananeras, como en la Primer Guerra Fría, como en esta Segunda Guerra Fría, las estrategias de la propaganda imperial son las mismas. Una de las consecuencias directas de la guerra psicológica consiste en el objetivo maniqueo que el presidente George W. Bush resumió en su paranoia belicista: “O están con nosotros o están contra nosotros”. Como decía la CIA en los años 50, “nuestra principal arma escupe palabras, no balas”. De esta forma se secuestran los pueblos para que se identifiquen con sus gobiernos que, básicamente, son instrumentos de las multimillonarias corporaciones. Ese “nosotros” apela a lo que hace dos décadas llamamos “La enfermedad moral del patriotismo” (ver también, “Las fronteras mentales del tribalismo”). Nada diferente al lema de la dictadura brasileña: “Brasil, ame-o ou deixe-o”. Por “Brasil” querían decir “nuestra ideología, nuestra oligarquía, los dueños del país”. Bajo este lema expulsaron al pedagogo y teórico Paulo Freire, “por ignorante” y antipatriota.

Esta estrategia de la propaganda convierte a cualquier crítico en un enemigo, tal como lo definiera la socialista convertida en halcón conservador del gobierno de Ronald Reagan, Jeane Kirkpatrick (no hay seres más resentidos que los conversos). Según la consejera y luego embajadora ante las Naciones Unidas, “aquellos que nos definen como una fuerza imperialista, racista, colonialista, genocida y guerrera, no son auténticos demócratas, no son amigos; se definen como enemigos y deben ser tratados como enemigos”.

Por esta lógica profundamente antidemocrática, gente decente que podría hacerle algún bien real a su propio país y al mundo se convierte con extrema facilidad en ciudadanos dóciles, autocensurados y funcionales a los intereses ajenos—en nombre de sus propios intereses, claro, porque en eso consiste cualquier tipo de propaganda.

Según mi modesto entender, no existe democracia sin dos requisitos fundamentales:

1) Tanto el poder político, económico como mediático deben estar supervisados y controlados por el pueblo (en el caso de las redes sociales, a través de comités internacionales);

2) Una democracia verdadera se mide por su tolerancia a la crítica radical, porque el pueblo también puede equivocarse, aún en un estado ideal donde su opinión no ha sido manipulada por el poder de turno.

Foto: Liberación de Saigón: evacuación cerca de la embajada de EE.UU., 30 de abril de 1975.

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Alberto Soler: “Este curso los niños deben sentirse comprendidos y escuchados”

Por: Laura Román

El confinamiento primero, la desescalada después y ahora el inicio del curso escolar han supuesto una serie de cambios a los que los niños se han tenido que ir enfrentando desde que comenzó la pandemia. Para Alberto Soler, psicólogo y coautor del libro ‘Niños sin etiquetas’, es importante centrar este curso en comprender y escuchar a los estudiantes, flexibilizando el ámbito académico y teniendo muy en cuenta sus emociones.

Que se sientan comprendidos y escuchados quizá sea el principal objetivo a nivel emocional que tendríamos que perseguir”, comenta Alberto Soler, psicólogo y coautor junto a Concepción Roger del libro ‘Niños sin etiquetas’, en relación al trabajo que tanto las familias como los docentes van a tener que desarrollar con los estudiantes en esta nueva etapa escolar, después de muchos meses sin poder asistir a clase. Soler considera que los niños han sido los grandes olvidados de esta pandemia y subraya, además, que la crisis sanitaria no ha afectado por igual a todos los pequeños, siendo peor (incluyendo el aspecto educativo) para los hijos de las familias con menos recursos económicos.

Pregunta: Uno de los capítulos de su libro está destinado a los derechos de los niños, ¿cree que los más pequeños han ‘perdido’ algún derecho durante el periodo de confinamiento?

Respuesta: Sí, claro, todos los hemos perdido, pero ha sido por una causa de fuerza mayor. El Estado de Alarma fue necesario para poder restringir derechos y libertades básicos como la libre circulación. Pero más que los derechos que hayan perdido los niños durante la etapa de confinamiento o de desescalada, lo más llamativo ha sido la ausencia de protagonismo en la toma de decisiones. No ha sido hasta finales de verano cuando se han acordado de ellos, de la vuelta a la escuela, y entonces han venido las prisas, los lloros y los lamentos.

niños jugando coronavirus

P: Tras la crisis sanitaria, ¿cuáles van a ser las necesidades de los niños a las que los adultos tendrán que prestar más atención?

R: Es importante recordar que la crisis sanitaria aún no ha finalizado, sino que está cambiando la forma en la que se expresa. Realmente las necesidades de los niños no han cambiado mucho durante este tiempo, y deberíamos tratar de atenderlas todas, no conformarnos con prestar atención a unas pocas. Por supuesto, empezaríamos por las básicas: seguridad, salud, higiene, descanso… pero no tenemos que olvidar otras que a veces no tenemos tan presentes, como el juego, la necesidad de ser escuchados y tenidos en cuenta para tomar decisiones, el sentido de pertenencia…

«No ha sido hasta finales de verano cuando se han acordado de los niños, de la vuelta a la escuela, y entonces han venido las prisas, los lloros y los lamentos»

P: En su libro profundiza en las etiquetas que los adultos ponemos a los niños: malos, buenos, obedientes, rebeldes… ¿para qué sirven las etiquetas?

R: Las etiquetas son un recurso que emplea nuestro cerebro para simplificar la realidad; son muy útiles para ello, y nos vienen muy bien. El problema es cuando estas etiquetas las aplicamos a otras personas: entonces, sin buscarlo explícitamente, estamos condicionándolas, dado que tendemos a comportarnos de acuerdo con las etiquetas que nos hemos o nos han puesto. A esto se refiere el famoso ‘Efecto Pigmalión’, descrito en los experimentos de Rosenthal y Jacobson.

«Quizá lo más importante sea no olvidar lo que ha ocurrido, por dónde han pasado las niñas y niños, y que seamos capaces de dejar lo estrictamente académico en un segundo plano»

P: ¿De qué forma ha influido la pandemia a los niños? ¿Saldrán más reforzados psicológicamente?

R: Es imposible responder de una manera general, ya que la afectación y las consecuencias van a estar marcadas por diferentes factores. No ha sido lo mismo para una familia con pocos recursos, poco apoyo social, problemas de salud, de conciliación o escolares… que para otra familia con mejores circunstancias. Esto afecta especialmente a la educación, donde las diferencias de cada familia han marcado mucho el seguimiento que han podido hacer los estudiantes de las clases online, el aprovechamiento de los medios telemáticos, etc. Un heurístico que podríamos utilizar, con el que probablemente acertemos, es que probablemente la pandemia habrá afectado menos a los hijos de las familias con más recursos económicos.
vuelta al cole coronavirus

P: De cara al nuevo curso, ¿cómo se debe trabajar emocionalmente con los niños y los jóvenes?

R: Quizá lo más importante sea no olvidar lo que ha ocurrido, por dónde han pasado las niñas y niños, y que seamos capaces de dejar lo estrictamente académico en un segundo plano. No olvidarnos de ello, por supuesto, pero tengamos en cuenta que ahora quizá no es lo primordial. Y menos durante el primer trimestre. Va a ser necesaria mucha flexibilidad y mucha adaptación a las necesidades y ritmos de cada alumno. Que se sientan comprendidos y escuchados quizá sea el principal objetivo a nivel emocional que tendríamos que perseguir.

P:¿Podría darnos tres consejos para que los niños se sientan bien en esta nueva etapa, de la ‘nueva normalidad’?

R: Insistiría en el mensaje que ya he dado: ser flexibles en cuanto a lo curricular, comprensión y escucha. Esto antes ya era importante, pero ahora, en las actuales circunstancias, mucho más.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/este-curso-los-ninos-deben-sentirse-comprendidos-y-escuchados/

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Memoria e identidad: la autobiografía como método de reflexibilidad en la mujer y lo femenino

Por: María Báez.

Resumen

La comprensión del mundo en el que vivimos pasa por la comprensión del sentido de nuestra vida. Conocer la historia, el pasado, los antecesores de nos hacen pensar en la construcción de nuestro árbol genealógico, entre entramado de interrelaciones que se han dado alrededor y nos hacen parte de una historia. El árbol, llevado a un genograma fue de gran relevancia para entender las relaciones. La intencionalidad fue valorar la autobiografía como un método de reflexibilidad de la mujer y lo femenino y su vinculación con la Memoria e Identidad. La narradora, mujer de 42 años, profesional de la salud. La metodología fue bajo un enfoque interpretativo. Identificó signos como la relación con la abuela- mamá. La visión de la familia “ideal”, sustitución de un rol por otro. El corte simbólico de su relación bisabuela-narradora. Los conflictos de género de la niñez-adultez, la identificación de la pérdida y  transiciones significativas.

Palabras clave: ancestralidad, árbol genealógico, memoria, autobiografía, método de reflexibilidad, género.

Abstract

The understanding of the world in which we live goes through the understanding of the meaning of our life. Knowing the history, the past, the ancestors make us think about the construction of our family tree, between a network of interrelationships that have occurred around us and make us part of a story. The tree, taken to a genogram was of great relevance to understand the relationships. The intentionality was to value autobiography as a method of reflectivity of women and the feminine and its connection with Memory and Identity. The narrator, 42-year-old woman, health professional. The methodology was based on an interpretative approach. She identified signs such as the relationship with the grandmother-mother. The vision of the «ideal» family, substitution of one role for another. The symbolic cut of his great-grandmother-narrator relationship. Gender conflicts of childhood-adulthood, the identification of loss and significant transitions.

Keywords: ancestry, genealogical tree, memory, autobiography, method of reflexivity, gender

 

 

Primeros trazados

Ver hacia dentro

En nuestro día a día es común escuchar sobre la visión que tiene la sociedad de la mujer, con sus diferentes fases y matices históricos, constructos, definiciones, y un sinfín de visiones que se tiene. Nos hemos vinculado a través de las acciones de muchas mujeres por su influencia en los movimientos, en las comunidades, por sus aportes a la sociedad y a la visibilización misma, nos hemos vinculado también con las teorías que nos hablan de nosotras, y son una especie de espejo que permite reflejarnos. Detenernos a pensar por un momento que hay aspectos de nuestras vidas actuales que son un reflejo de nuestros propios hilos de existencia, los cuales se nos han sido transferidos y transmitidos de manera consciente o no a través de la historia propia de nuestro ser.

Ciertamente, la comprensión del mundo en el que vivimos pasa por la comprensión del sentido de nuestra vida. Cuando una mujer se detiene a preguntarse: ¿qué hago yo de lo que se ha hecho de mí?, está cuestionando una subjetividad heredada, con la intención de cambiar las lecturas de una historia desde los códigos de marginación, de exclusión, de dominación, de género. Al respecto, Fornet-Betancourt (1999) plantea que el ser humano arrastra un “analfabetismo biográfico” que nos lleva a la tarea prioritaria de tomar conciencia de la necesidad de hurgar en nuestra propia estructura subjetiva:

El sujeto que somos, el sujeto que se ha hecho de nosotros, que es muchas veces un sujeto con prejuicios, es lo que realmente impide un diálogo y eso me parece una cuestión fundamental a mi modo de ver. De ahí la importancia de las preguntas planteadas: ¿Qué se ha hecho de nosotros?, ¿quién ha hecho algo con nosotros?, y sin olvidar evidentemente la pregunta: ¿qué hacemos nosotros de lo que se ha hecho de nosotros? Ése sería un paso para la autonomía (p.13).

Cada uno lleva consigo una historia, en la que la presencia de los símbolos hace posible la construcción de sentido, pues ordena la visión del mundo, y todo su sistema de representaciones, de discursos y prácticas para la realidad, lo que le permite actuar sobre ella. En este encuentro con la autobiografía, se genera un proceso de individuación, en el que Jung (1970) explica que se hacen conscientes los contenidos presentes en el inconsciente, y se abren las capas de lo conocido, se activa el arquetipo, es el camino mismo de la vida y quizá más allá (Espinoza, 2011: 72-73).

Partimos de la premisa que el ver hacia dentro y reconocer nuestros vínculos, linajes y ancestralidad desde lo femenino, es una forma de encontrarnos como mujeres, incluso nos permite entender situaciones cotidianas, conductas, procesos de salud-enfermedad, entre otros; que, al identificarlo, puede cambiar o mejorar nuestra relación con nosotras mismas y nuestro entorno. Es por esto, que esa manera de ver en la que se nos abre las posibilidades de explorarnos, es sustituida constantemente por una búsqueda de relaciones con una realidad ubicada en el supuesto ‘afuera’, dejando a un lado un tránsito generacional que marca a través de hilos de historia nuestro presente, por esta razón, que en este presente se hace indispensable reconocernos y hacer consciente de cómo ha sido nuestro trazado.

Dentro de diferentes corrientes, como por ejemplo en Terapia Gestalt, hay un concepto similar que se ha manejado como es el awareness o darse cuenta.  Perls y Goodman (1951) introducen este término concediendo especial relevancia al contactofundamentalmente a la experiencia que se produce en la frontera-contacto en la interacción entre el organismo y el entorno. El manejo de ese darse cuenta ha despertado la toma de conciencia de procesos familiares, personales y, sobre todo, dentro de la salud y la enfermedad, en la medida que se identifiquen los momentos, historias, personas y circunstancias hay un vuelco significativo.

 

Como señala Shützenberger (2006) al visualizar la historia familiar de seis o siete generaciones, y colocarla en el árbol genealógico, en su contexto psico-político-económico-histórico a lo largo de los años y, darse cuenta de las repeticiones, puede bastar para crear una emoción lo suficientemente fuerte como para liberar al enfermo del peso de las lealtades familiares inconscientes. Para esta autora, “al hacer trabajar a un paciente sobre su familia, su árbol genealógico y sus secretos, a menudo consigo poner al día, en dos o cuatro horas, lo que antes tardaba diez años de diván en conseguir” (s/p).

 

Mi cuerpo, mi árbol

El estudio del árbol genealógico, entonces permite esa toma de conciencia de la profundidad de los vínculos que nos relacionan con nuestro sistema familiar, es decir, con nuestro propio ser y los Otros. Es por ello, que esta toma de conciencia propicia una mejora y un bienestar en todas las áreas de nuestra vida.

 

Para Jodorowsky (2011) hay que saber colocarse dentro del árbol genealógico de cada uno y entender  no sólo es pasado, ya  está vivo y presente en el interior de cada uno de nosotros:

El árbol vive en mí. Yo soy el árbol. Yo soy toda mi familia. Me tocan la pierna derecha y papá empieza a hablar, el hombro izquierdo y la abuela empieza a gritar. Cuando me adentro en mi pasado, me adentro en el de mis padres y mis antepasados. Nadie tiene problemas individuales porque toda la familia está siempre en juego. El inconsciente familiar existe (Documento en línea).

 

Mcgoldrick (2015), precisa que, dentro de la clasificación de árbol genealógico, se encuentran los genogramas. Estos son una representación gráfica esquematizada de aproximadamente como mínimo tres generaciones de una familia, en donde se expresa no sólo su estructura, sino también el tipo de relación biológica, legal y emocional existente entre sus miembros. Es por ello, que el genograma también permite representar la naturaleza de las relaciones sociales entre los miembros de la familia, mediante el dibujo de los trazos. Es importante establecer la biodescodificación, mediante signos preestablecidos, permite:

– Mostrar cómo los comportamientos de cada individuo están profundamente marcados por su contexto familiar.

– Relacionar la problemática actual con el drama vivido por el clan.

– Tomar conciencia de la familia que habita en cada uno de nosotros. Somos frutos de una larga cadena.

De acuerdo a Mcgoldrick, la exploración del árbol permite acceder a una información que, aunque no es visible, existe y conforma nuestra realidad actual. Esta información, a pesar de tenerla delante o accesible, nunca o poco le prestamos atención o no se ha considerado su importancia. Son muchos los caminos por los cuales las disciplinas psi y terapias llevan a un paciente a identificar su recorrido familiar. Razón por la cual, como investigadores sociales se considera que la autobiografía es un camino movilizador de la conciencia, porque más que una revisión de los fenómenos u objetos, se ocupará de la raíz y de la actualización de cada ser, y más específicamente, abordaremos la mirada introspectiva de la mujer y su historia de vida.

Por eso, es de gran importancia autoanalizarse y revisar las dimensiones simbólicas, porque es desde los símbolos en donde se constituye lo social. Los símbolos no son simples construcciones metafóricas sobre la realidad, sino que son referentes de sentido de la acción social y política; y por esta razón, pueden ser instrumentalizados, ya sea para el ejercicio del poder, así como operados para su impugnación, para insurgir contra ese. Es fundamental entonces, analizar historias de las mujeres que forman parte de los universos de sentido que construyen los seres humanos y las sociedades.

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Metodología

 

Tomando en consideración lo antes señalado, se plantea como intencionalidad de la investigación: Valorar la autobiografía como un método de reflexibilidad de la mujer y lo femenino y su vinculación con la memoria e Identidad. El camino metodológico recorrido fue bajo un enfoque interpretativo, como acto hermenéutico, que de acuerdo a González (2007: 99): “permite ver las interpretaciones de los sujetos sobre su realidad, entendiendo que esa realidad no es meramente captada o reflejada, sino procesada, construida y creada en los ámbitos individual, grupal y colectivo”.

Esta investigación tiene corte narrativo, razón por la cual su método es la autobiografía, teniendo gran utilidad en las ciencias sociales, según Clandinin (2007), el territorio de la investigación narrativa no cuenta con fronteras rígidamente definidas, ya que más bien se caracteriza por la intersección disciplinaria, sus proponentes la consideran epistemológicamente como una manera diferente de conocer el mundo. Es decir, el narrar o contar historias no es sólo un elemento más en todo el proceso de investigación, sino que, para esta vertiente, se constituye en «un método de investigación”.

Nada existe fuera del lenguaje mismo, y en la práctica el investigador social se ocupa de comprender y desvelar cómo las personas identifican, ordenan y confieren un sentido determinado a sus experiencias por medio de las historias creadas acerca de sí mismos, los demás y el mundo les rodea.

 

Lo que sabemos de la vida proviene de la experiencia, y esta se encuentra en todo momento mediada por actos genuinos de interpretación y significación. El mundo se hace más comprensible porque poseemos representaciones o visiones del mismo esencialmente narrativas, contamos historias acerca de cómo es ese mundo, qué fuerzas intervienen en él, qué valor posee para nosotros (Roscoe y Madoc, 2009:5). De acuerdo a los autores antes mencionados, el investigador social desde una orientación narrativa, dirigirá su práctica a la búsqueda de los significados a la forma el mundo es entendido subjetivamente a través de las historias, y a cómo éstas, las narraciones son poderosas herramientas de trabajo, constituyen el “soporte vital” de la identidad de las personas, al proporcionar un contexto de fondo da coherencia a sus vidas y les posibilita interpretar tanto su identidad personal como la de otras personas.

 

 

 

La autobiografía

Es la posibilidad de contarse en primera persona, siendo el sí mismo quien selecciona la pregunta y da la respuesta, recreando desde sus apuestas el devenir de cada ser en el mundo. Se presenta, entonces, como la posibilidad de hacer investigación de sí a través del desarrollo de procesos de concienciación, evaluación, selección de personajes, microhistorias y experiencias determinantes a la hora de estructurar una idea del sí comunicable, de lo que se es, asumiéndolo como posibilidad de conocimiento y evaluación desde el mapa que se ha sido, con el aprendizaje que ello implica (Maganto, 2010: 8).

 

Ricoeur (1997: 203) afirma que “no hay comprensión de sí que no esté mediatizada por signos, símbolos y textos; la comprensión de sí coincide, en última instancia, con la interpretación aplicada a estos términos mediadores”. Para esta investigación, el análisis autobiográfico del presente proyecto toma como referente teórico el modelo tríadico del signo de Peirce, ya que, permite analizar la relación del sujeto con sus signos, lo cual comporta la posibilidad de realizar un análisis cualitativo de los elementos elegidos en la autobiografía como representantes del sí mismo. Estos son en relación a sí mismo, con relación al intérprete y con relación al objeto. Es por ello que se toman tres elementos relacionales como son:

  • Los entornos reticulares (contextos y estructuras de las relaciones personales que aparecen en el relato).
  • La identidad y el sentido de la dinámica de la red socio-personal del Yo como una trayectoria temporal de relaciones.
  • La secuencia temporal de los mismos a partir de pasajes, que establecen el salto entre temporalidades.

 

Narradoras

 

Para la fecha en esta investigación se contó con una narradora de 42 años, profesional de la salud. La entrevista fue grabada y transcrita textualmente. Garantizando la confidencialidad y respetando los principios bioéticos. Se les recomienda a las participantes no pensar en las estructuras ni constructos pre-establecidos sino que se enfoquen en ellas y su sentir.

 

Revisión y disertación

 

En este apartado, se hará la revisión discursiva y la disertación partiendo de la experiencia narrativa basados en tres elementos que se consideran fundamentales para plasmar el contenido de la autobiografía, tales como: los entornos reticulares, la identidad y sentido, y la secuencia temporal.

Entornos reticulares (contextos y estructuras de las relaciones personales que aparecen en el relato)

Constitución de su propia genealogía

Narradora:

Yo vengo de una familia disfuncional

Mi madre biológica me tuvo a los 21, nunca conocí a mi papá porque era un hombre casado

La vida de mi mamá es muy compleja, es prácticamente huérfana. Su mamá la entregó al momento del nacimiento y su padre falleció cuando ella tenía 2 años

Mi bisabuela (la mamá de mi madre biológica) se convirtió en mi madre. La tía de mi mamá (que también ayudó a criarme) se convierte como otra madre para mí. Tenía dos hijos, un varón y una hembra. El varón fue como un padre para mí y la hembra mi hermana

Yo fui una niña muy consentida, cuando iba a una fiesta o algo me llevaban a comprar vestidos para que yo escogiera (…) Iba a empezar a estudiar piano. Tuve la oportunidad de crecer en un lugar culto, allí se leía, se escuchaba música clásica todos los días. Yo niña, yo armé mi familia para mí cada quien era una figura que desempeñaba su rol. Esta familia se ve truncada a los 7 años, mi bisabuela falleció cuando tenía 6 años y me cuida mi mamá Hilda, mi otra mamá

 

 

 

 

 

 

 

Nodos críticos:

Relación con la madre desde su nacimiento. Construcción de la familia

Entornos reticulares (contextos y estructuras de las relaciones personales):

Construcciones de roles familiares. Bisabuela es madre, tía es madre, primo es padre y tía es hermana. Familia ideal. Ausencia del padre, ausencia de la madre. Contexto: vivían en Caracas.

La familia

Madre y padre: No casados ——

Madre: abandonada (para la narradora es huérfana)

Padre: No tuvo presencia en su vida

Abuela: No tuvo presencia en su vida

Bisabuela: se encargó de la nieta (mamá biológica) y la bisnieta (narradora)

Tía de la madre: ayudó en el proceso de crianza

Hija de la tía: figura de hermana

Hijo de la tía: figura de padre (única figura masculina presente en la narración)

Tipo de familia: disfuncional

Gráfico.  1. Genograma familiar

Elaboración propia de la investigadora. Báez (2017)

 

Símbolo del genograma

Leyenda de relaciones emocionales

Giro discursivo de existencia.

Su familia cambia y lo considera brusco a los  siete años, así como la edad específica de la trascendencia de su bisabuela. El tiempo toma importancia. La temporalidad social. Otro elemento importante que se observa es el recordar el tiempo específico en el que suceden algunas situaciones y como expresa Shützenberger (2006) se puede presentar el Síndrome del Aniversario, se trata de una carga transgeneracional inconsciente correspondiente a sucesos traumáticos no asimilados o no digeridos. Esa memoria inconsciente se transmite de generación en generación buscando nuevas oportunidades para quedar resuelta, comprendida o cerrada; pero cuando referimos al Síndrome del Aniversario es porque esa memoria está vinculada no sólo a determinadas situaciones emocionales sino a fechas, edades o eventos asociados a dolor, vergüenza y traumas en el inconsciente familiar.

Visualización de la familia según su genealogía.

La narradora al momento de compartir su experiencia que viene de “una familia disfuncional”, también señala que como su madre (la llama biológica) creció sin padre, ella también creció sin padre. [Similaridad]. El hecho de haber crecido sin madre.

Símbolo

La construcción de su propia familia, la familia ideal. Como señala Jung (1970), cada uno lleva consigo una historia, en la que la presencia de los símbolos hace posible la construcción de sentido, ya que permite ordenar la visión del mundo, y todo su sistema de representaciones, de discursos y prácticas para la realidad, lo que le permite actuar sobre ella (Espinoza, 2011: 72-73).

La presencia simbólica de la construcción de familia es muy significativa. Olivé (2014) plantea la “sensación de unidad, de pertenencia que puede darse por infinidad de criterios que abarcan desde los biológicos a los sociales y que no son excluyentes: se puede pertenecer a varias familiasal mismo tiempo.   Los significados de Familia, nos damos cuenta de que el problema radica en el juicio que hacemos sobre cómo es”, tenemos una idea preconcebida de los roles y del tipo de interacciones que debe haber entre los diferentes miembros.

Para esta narradora, como lo menciona en su historia, la importancia de la constitución familiar la llevó a situar diferentes roles a los diferentes miembros de su familia. En el transcurso de la entrevista, ella iba dibujando su propia familia al momento que manifestaba que cuando era chiquita “era muy imaginativa con su familia”, en la conversación mencionaba que sentía ese vacío por la construcción de su familia, lo que llaman Perls y Goodman (1951) el awareness o el darse cuenta.

 

Identidad y sentido de la dinámica de la red socio-personal del Yo como una trayectoria temporal de relaciones

Mi mamá biológica me dice que como ya se acercaba el aniversario de la muerte de su mamá que me dejen venir a Valencia y que así estaba más desocupada (mi mamá Hilda estaba hospitalizada y quien era mi hermana la estaba cuidando). Yo recuerdo la última vez que la vi, fue en la ventana del hospital. Ella (mamá Hilda) se asomó, yo la vi y la saludé. Al día siguiente me vine con mi mamá biológica a Valencia. Pero resulta que ese momento se convirtió en un gran sufrimiento. Ella tenía toda una mudanza preparada para el Estado Carabobo y no le había dicho a nadie. Esas semanas se convirtieron en años, en años de maltrato. Yo duré un año sin ver a mi otra familia que yo había construido que me tenían consentida, que yo tenía no sé cuántas muñecas.

Una niña que es feliz y de repente que le digan que te vienes de viaje con una maletica para siete días y resulta que esa ropa se tiene que transformar para el resto de tu vida. Y que una niña que vive en un hogar de adultos (yo sabía hacer algunas cosas, pero me bañaban, me peinaban, tenía el pelo larguísimo puro rulo y se me enredaba con facilidad). Ella me trae, no les dice nada a ellos y fue como que me desaparecía de sus vidas, más nunca supieron de mí.

 

 Nodo crítico:

Transición de una familia a otra. El cambio visto desde la mirada de una niña de seis años. El engaño y desprendimiento. Dejar a la familia construida. Relación con la mamá Hilda y con la hermana. Madre biológica

Giro discursivo de existencia:

Pasar de ser una niña feliz con las personas queridas a tu alrededor para un nuevo espacio que se desconoce. La pérdida se hace presente, desde la despedida de la que había ayudado a la crianza y era considerada madre a la pérdida de cotidianidad de niña, la pérdida de la infancia. El ocultamiento también es un factor fundamental en ese proceso de cambio y transición.

Simbología:

Las muñecas, la ropa, la maleta, la ventana, el cabello largo. La bisabuela que la peina

La secuencia temporal de los mismos a partir de pasajes, que establecen el salto entre temporalidades

Otro episodio que te quiero contar y esto podría explicar por qué hoy día

soy tan fastidiosa con mi cabello, porque para mí el cabello tiene justamente como una simbología, tiene una historia.

Después que no me sabía peinar bien el cabello y eso a mi mamá biológica no le gustaba, le molestaba y un día, por no peinarme bien el cabello como ella decía llevaron a mi hermano a una barbería y ella le dijo al señor que me pasara la máquina, y me pasaron la uno y luego después de tener el cabello súper largo bueno quedé como un lápiz sin goma, eso fue un episodio duro.

 

 Nodo crítico:

Corte simbólico de la abuela

Entornos reticulares (contextos y estructuras de las relaciones personales):

La narradora señaló a lo largo de su historia, que su bisabuela la peinaba constantemente cuando estaba niña, era la forma de conexión con ella y siempre estaba pendiente de su cabello.

Giro discursivo de existencia:

La experiencia de que su madre biológica le cortara el cabello, simbólicamente (y así lo siente la narradora) fue el terminar con la relación de la abuela a quien la narradora consideraba su madre.

Simbología:

El cabello y el corte. El cabello representa un símbolo de femeneidad, en muchas culturas, el cabello largo representa belleza, especialmente en las niñas. La narradora al momento de contar esta parte de su vida, la conmoción fue inevitable, durante su discurso y posteriormente en el proceso de reflexión, visualizaba su fuerte relación con su abuela que era (para la narradora) quien la había salvado. El sentimiento de que la había mutilado la invadió, y autores como Foucault señalan el castigo dentro de lo que él llamó la producción de «cuerpos dóciles». Para esto, se requiere que una coerción ininterrumpida se dirija a los mismos procesos de la actividad corporal, esta «microfísica del poder» fragmenta y parcela el tiempo del cuerpo, su espacio, y sus movimientos (Foucault, 1979: 28). En diferentes culturas, y disciplinas, el cuerpo es lo real, lo simbólico y lo imaginario, el hacer consciencia de esto en la vida de cada uno de los individuos representaría ese “abrir los ojos”, para identificar ciertas conductas que se tienen en esa trayectoria temporal de relaciones.

Reflexiones finales

En esta propuesta inicial, la autobiografía fue abordaje de suma importancia para adentrase al mundo de las relaciones externas y de las internas. En esta primera experiencia, la narración vivida fue un elemento de gran trascendencia ya que pudo ubicar a los momentos, las personas, los espacios, las relaciones y a la persona misma dentro y fuera de su propia narración, la interpelación de las palabras. Es por ello, que la autobiografía sí representa un método de abordaje para la reflexividad, ya que es un vehículo para el darse cuenta, no como vehículo en terapias (que ha sido su uso frecuente), sino como una representación de la práctica social de existencia.

A través de ella se pueden extraer aspectos de género, roles y estereotipos, signos y símbolos, relaciones sociales:

  • La posibilidad de contarse en primera persona.
  • Muestra transiciones y vínculos entre unos acontecimientos y otros.
  • Se dan detalles sobre el tiempo, los espacios, los motivos, planes, estrategias, la capacidad y habilidad para afrontar o manejar los acontecimientos.
  • Permite identificar los acontecimientos de acuerdo con la perspectiva de mundo del narrador.
  • Se desarrolla en torno a núcleos temáticos que son considerados relevantes para el narrador (para entender cómo los acontecimientos fueron vividos e influyeron en las acciones tomadas).
  • Permite acceder a acontecimientos, personas, lugares, que aunque el narrador no exprese manifiestamente su integración directa, se conectan con otros hechos.
  • Contextualización e integridad narrativa que permite obtener coherencia informativa difícilmente alcanzable de otro modo.

 

Referencias

Clandinin, J. (2007), Handbook of Narrative Inquiry: Mapping a Methodology,  Left Coast Press, California.

Espinoza, H. (2011). El héroe que llevamos dentro. Cómo y para qué somos como somos los venezolanos. Valencia: Dirección de Medios y Publicaciones, Universidad de Carabobo.

Fornet-Betancourt, R. (2009). Interculturalidad en procesos de subjetivización. Reflexiones de Raúl Fornet-Betancourt. México, D.F: Consorcio Intercultural

Foucault, M. (1979) Vigilar y castigar. El nacimiento de la prisión. 2da ed. México: Siglo XXI.

González M, J. (2007). Historias de Vida y Teorías de la Educación: Tendiendo puentes. Encounters of Education, v8, pp. 85-107.

 

Jodoroswky, A. (2011) Metagenealogía El árbol generalógico como arte, terapia y búsqued del yo esencial. México: Siruela

Jung, C.G. (1970). Arquetipos e inconsciente colectivo. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica

Maganto,  C. (2010) Utilidad clínica de la autobiografía. Revista de Psicoterapia, 2010, 21(82-83): 83-105

Mcgoldrick, M. (2015). Genograma en la evaluación familiar (Terapia Familiar). España: Gedisa.

Olivé, T. (2014). Terapia Gestal. Obtenido de http://terapiasgestalt.es/familia-el-ideal/

Ricoeur, P. (1997). Narratividad, fenomenología y hermeneútica. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

Roscoe, K. D. y Madoc, I. (2009). “Critical social work practice a narrative approach”. International Journal of Narrative Practice, núm 1(1), pp. 4-13.

Perls F., Hefferline R.; Goodman P. (1951) Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana. Los libros del C.T.P.

Shützenberger, A. (2006). Ay, mis ancestros. http://www.archetipos.com/wp-content/uploads/2014/10/Ay-mis-abuelos.pdf.

 

Fuente del artículo: http://servicio.bc.uc.edu.ve/multidisciplinarias//estudios_culturales/num21/art01.pdf

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Tres claves para practicar inglés en casa con nuestros hijos

Por: www.abc.es

Cuanto antes se acostumbre un niño a un nuevo idioma, más natural le parecerá y se lanzará a hablarlo mucho antes.

El aprendizaje de una segunda o tercera lengua como el inglés, no debe limitarse a las horas invertidas en la escuela o en un centro de idiomas y es que lo aprendido en estos espacios puede ponerse en práctica en nuestro día a día. Este hecho no solo facilita la comprensión del idioma, sino que al dotarlo de contexto mejoramos nuestra destreza en esa lengua.

Poder hablar, escribir y hasta «pensar» en inglés será casi una condición indispensable para cualquier niño cuando sea adulto. A veces nos preguntamos por qué es tan fácil aprender un idioma cuando eres niño y lo difícil que es cuando eres mayor. La razón es sencilla. De niños aprendemos a hablar sin darnos cuenta. No «estudiamos» nuestra lengua materna, la aprendemos escuchando y repitiendo lo que oímos. Al principio todos los objetos se llaman igual. Por ejemplo, una «pelota» – ellos están convencidos de decir pelota, pero seguro que nosotros oímos «pota» o «lota»- puede ser un balón o un tren de juguete.

Durante el proceso de aprendizaje de la lengua materna, los niños hacen un esfuerzo inconsciente para memorizar palabras que no saben y relacionarlas con el contexto en que las han oído. A los tres o cuatro años ya usarán unas mil palabras aproximadamente, y todo gracias a vivir a diario en su idioma materno. Es por ello por lo que en Kids&Us basan su método pedagógico en la reproducción del proceso natural de adquisición de la lengua materna.

1.- Integra el inglés en las rutinas diarias

De forma natural, sin forzar la situación, podemos integrar el inglés en pequeñas rutinas a lo largo de la jornada. Desde pequeños, podemos introducir dinámicas como por ejemplo repasar los pasos a seguir para lavarse los dientes en inglés o recordar los nombres de las distintas piezas de ropa cuando preparemos la ropa para el día siguiente. También podemos buscar recetas sencillas para introducir no solo los nombres de los ingredientes en inglés, sino también los pasos a seguir. La calle también nos ofrece una gran cantidad de oportunidades para trabajar el contacto con el inglés, por ejemplo, podemos jugar a las adivinanzas y usar los nombres en inglés de lugares como la farmacia, el parque, la frutería o la panadería. Cuanto antes se acostumbren al idioma, más natural les parecerá y se lanzarán a hablarlo mucho antes.

2.- Mantén el contacto con el inglés a diario

Es importante que cada día los más pequeños oigan hablar en inglés, ya sea con canciones, programas infantiles o cuentos adaptados a su edad y nivel de vocabulario. Cada día aprenderán nuevas palabras e irán integrando las estructuras gramaticales de forma natural. Desde bebés podemos ponerles canciones infantiles en inglés; cuando crezcan, podemos buscar sus dibujos animados favoritos en inglés o tener seleccionado el inglés en el audio de la televisión. El cuento de antes de dormir también puede ser en inglés, un momento en el que los padres también aprovecharán para refrescar sus nociones del idioma.

3.- Despierta su curiosidad

Divertirse mientras se aprende es un recurso infalible para que los niños presten toda su atención. Podemos buscar actividades que conecten con sus intereses y sean lo más variadas posible: obras de teatro infantiles en inglés, juegos o libros. El juego abierto y no estructurado es ideal para que los más pequeños pongan en práctica sus conocimientos en inglés, ya sea recreando situaciones cotidianas o jugando a profesiones, la libertad de recrear escenarios les ayudará a dejar volar su imaginación y también a olvidar la vergüenza de hablar en un idioma que no sea el materno.

Vivir en inglés no es tan difícil como parece. Y si lo hacemos cada día de manera natural y divertida en familia, los más pequeños interiorizarán el nuevo idioma como algo natural. ¿Y por qué no? Los adultos también podremos aprovechar este rato en inglés para aprender el idioma o repasar lo aprendido. Como dicen en inglés, será una «win-win situation», una situación en la que todos saldremos ganando. Enjoy your English family time!

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-tres-claves-para-practicar-ingles-casa-nuestros-hijos-201911040203_noticia.html

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Leer entre líneas y mirar entre ranuras

Por: Fernando Buen Abad

“…toda ciencia sería superflua si la apariencia externa y la esencia de las cosas coincidiera directamente” K. Marx

Ya que nada es (enteramente) lo que parece; ya que “las apariencias engañan”; ya que nada puede entenderse sin su contexto; ya que “el león no es como lo pintan” y que “todo es según el color del crista con que se mire”… requerimos con urgencia instrumentales de análisis y síntesis que nos ayuden a resolver todos los galimatías y las emboscadas que diariamente se nos ofrecen como parte del circo mediático financiado para la manipulación, la disputa y la usurpación simbólica. Entre otras especialidades.

Agazapada, bajo las letras o bajo las imágenes (que fabrican febrilmente los llamados “medios de comunicación”),  está la ideología de la clase dominante. Aguarda, sigilosa, el paso de nuestro interés, incluso el más sutil, para tirarle un lancetazocargado con ponzoña de mercachifles y dosis generosas de falsa conciencia neo-colonizadora. Acecha sigilosa (aparentemente inmóvil) su momento preciso. Se hace invisible e inaudible, traslucida cuando conviene y nítida cuando interviene. Parece natural, “de la casa”, propia. No es un acechanza quieta, se desplaza como una niebla multiforme que no desprecia resquicio libre. Va y viene a la espera y a la búsqueda hasta que encuentra víctimas nuevas que son las de siempre las mismas las subordinadas.

Una vez que acierta el lancetazo, la ideología de la clase dominante se adueña de todo, como la humedad de los cimientos, como la herrumbre de los barcos, como las bacterias en su caldo de cultivo. Se adueña de los significados y de los significantes, recorta la realidad, la dobla y se la guarda en el bolsillo que no es otra cosa que una “casa de los espejos” donde lo flaco es gordo, lo recto es curvo, lo falso es real, lo armónico se deforma. Y de eso han hecho un gran negocio para lo objetivo y para lo subjetivo. También entremezclados.

A la bofetada oligarca, por ejemplo, contra la vida de los pueblos centroamericanos, expulsados por desparpajo de las tiranías, le llaman “caravana”. El envilecimiento de las vidas, con saqueo minucioso y desalmado de los salarios paupérrimos se llama “crédito”. A la dictadura financiera le llaman Fondo Monetario… no es un mundo sólo “patas arriba” es una realidad deformada en la consciencia de los pueblos. Al saqueo de -y con- los patrimonios culturales, le llaman “mecenazgo”. A la represión militar y policial (frecuentemente criminales) le llaman “enfrentamientos”. Al espionaje le llaman “escuchas”, a las violaciones, “abusos”. En cambio, a quienes luchan contra todo eso les llaman “terroristas”, “inadaptados”, “resentidos”…

Así como los latifundistas van apropiándose de miles y miles de hectáreas, así la ideología de la clase dominante se adueñó de los campos semánticos, sintácticos y dialógicos. Como una especie de Hernán Cortez del “sentido”, la ideología de la clase dominante llegó a cambiarle el significado a todo, por la fuerza de las armas, de la dominación económica y de la neo-evangelización mercantil burguesa. Así, nos imponen su crisis de sobreproducción como una “oportunidad” para nosotros, como una “oferta”, como el “progreso” del crédito y del pago en abonos o cuotas. Nos obligan a “divertirnos” en sus negocios, con su estética y con su moral de esclavos. Nos obligan a creer que somos felices cuanto más nos resignamos al modelo de explotación, saqueo y humillación que nos han preparado, minuciosamente, para que lo vivamos como un paraíso que debemos heredar con orgullo a nuestra prole. Que toda desigualdad es “natural”, que la lucha de clases es un “destino” inmodificable, que agradezcamos la igualdad de oportunidades y nos olvidemos de la igualdad de condiciones. Que “así está bien”.

Nada de lo que expresa la ideología dominante puede ser visto e manera a-crítica. Nada es lo que parece. En la agenda de toda fuerza política respetable debiera estar la tarea de emancipar las culturas y las comunicaciones. Descolonizarlo todo y declarar la abolición de la esclavitud semántica. No hay revolución posible sin revolución semiótica y esto no quiere decir que tal revolución semiótica, por sí sola, resuelva lo que ha de resolverse en la emancipación económica, en la derrota del capitalismo y en la democratización profunda de la tecnología. Pero si no cambiamos las ideas, nada cambiaremos. Es una asignatura histórica pendiente que parece no ocupar -ni preocupar- a muchas de las organizaciones políticas más aventajadas en la superación de las taras del capitalismo.

A la educación pública le falta recuperar y consolidar, de manera actualizada, el objetivo histórico basado en desarrollar las capacidades críticas. Es una necesidad, con grado de urgencia, incrementada por las condiciones concretas en que se han perfeccionado las herramientas de la manipulación simbólica y los apremios monopólicos contra las democracias. Los golpes de estado se repiten hoy con las armas de guerra ideológica como arietes y blindajes permanentes. Nos urge el desarrollo de “talleres de critica” con instrumentales metodológicos y praxis para todas las escalas y espacios. Nos urge aprender a “leer” y “releer” el escenario mundial actual, y todas sus derivaciones territoriales, en los campos incluso del “sentido”. Un planeta dominado , también, por un puñado de monopolios mediáticos, no puede quedar imposibilitado para “leer entre líneas”, las verdaderas intenciones de todo cuanto se dice, no podemos quedar ciegos por no contar con herramientas para radiografiarlo hay detrás de las imágenes que nos exhiben apabullantemente. No podemos no saber cómo defender nuestra integridad intelectual, emocional y política ante la andanada de emboscadas que, incesantemente, se financian para esclavizarnos, también, la consciencia. Literalmente. ¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos? Groucho Marx

Fuente: https://nuevarevolucion.es/leer-entre-lineas-y-mirar-entre-ranuras/

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Habilidades del Siglo XXI en la escuela

América Latina / 8 de julio de 2018 / Autor: Epifanio Blanco / Fuente: Portinos

Referentes educativos debatieron sobre “Habilidades del siglo 21 en la escuela”. La comprensión, la comunicación, la colaboración, la creatividad y el pensamiento crítico se destacaron como aptitudes fundamentales que los estudiantes necesitan desplegar para tener las mejores oportunidades en el sistema educativo, en el trabajo y en la vida.

Alrededor de 500 docentes, directivos y especialistas nacionales e internacionales participaron el pasado 27 de junio del XIII Foro Latinoamericano de Educación bajo el lema “Habilidades del siglo XXI. Cuando el futuro es hoy”. La actividad, organizada cada año por Fundación Santillana con el patrocinio de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), se realizó en el Centro Cultural de la Ciencia de la Ciudad de Buenos Aires con entrada gratuita. Además, cerca de 5000 personas pudieron seguir las conferencias vía streaming. El Foro fue declarado de Interés por la Cámara de Diputados de la Nación.

Miguel Barrero, director de educación de Fundación Santillana, inició la jornada con las preguntas “¿Qué ciudadano queremos educar para el Siglo XXI? ¿Qué valores tenemos que darle a ese estudiante?”, acompañado por Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa del Ministerio de Educación de la Nación, y Sandra Rodríguez, coordinadora del equipo técnico de Cooperación e Innovación de la OEI (los tres en la fotogragía superior).

Mariana Maggio

El tema “Habilidades del siglo XXI” se discutió en base a un documento que elaboró y presentó la doctora Mariana Maggio (foto), directora de la maestría en Tecnología Educativa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Maggio invitó a reflexionar sobre cuáles deberían ser las principales habilidades de un estudiante cuando egrese del sistema educativo para tener las mejores oportunidades en el trabajo y en la vida; y cómo éstas pueden favorecerse desde las prácticas de enseñanza en el aula. Las habilidades que propone como fundamentales son: la comprensión, la comunicación, la colaboración, la creatividad y el pensamiento crítico. “Hay algo que tiene que cambiar en el plano de la clase si es que queremos favorecer la comprensión. Se trata de trascender la secuencia lineal en un tiempo que está dominado por la explicación del profesor; cuando hoy en día los estudiantes son atraídos por líneas narrativas alteradas, como por ejemplo, las tramas complejas y saltos en el tiempo que plantean las series de televisión”, destacó.“Es importante que la colaboración estructure la propuesta pedagógica completa, en todos los niveles, plasmada en clases donde el tiempo esté dedicado a resolver tareas complejas a partir del trabajo en equipo”, agregó. El documento fue entregado de forma gratuita a los asistentes y se encuentra disponible para descargar online.

Carlos Magro Mazo, especialista en innovación educativa y vicepresidente de la Asociación Educación Abierta de Madrid; y Alejandro Piscitelli, filósofo y especialista en nuevos medios hablaron sobre Habilidades del siglo 21 en las escuelas actuales. “Una parte importante del alumnado no se encuentra interesado en los contenidos del aprendizaje. La finalidad de la escuela debe ser ayudar a todos a construir un proyecto vital social y personal. Necesitamos entender las emociones, desarrollar confianza en nuestros alumnos, trabajar en las aulas muchas cosas que habíamos descartado”, destacó Magro Mazo. Luego Piscitelli señaló que “hay que reformular los principios sobre los que se viene educando en base al mundo de hoy que es complejo y volátil. Priorizar el aprendizaje sobre la enseñanza; la práctica sobre la teoría, las brújulas sobre los mapas. Hoy aparecen nuevas capacidades expresivas y se necesitan nuevos lenguajes para potenciarlas”.

En el panel “Acerca de la personalización del aprendizaje”, Julio Fontán, fundador y director del Colegio Fontán de Bogotá, Colombia, presentó el Sistema de Educación Relacional Fontán (SERF), una propuesta pedagógica que parte de la realidad de cada estudiante con un proyecto educativo personal, respetando su ritmo individual de aprendizaje. Y Diego Gurvich, Director Provincial de Planificación Educativa del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe, habló de las Tertulias literarias, una práctica que complementa el modelo de lectura tradicional en las escuelas y permite otro modo de acceder a los clásicos universales mediante una lectura activa y compartida.

Silvina Gvirtz y Alejandra Cardini

La mesa protagonizada por la doctora Silvina Gvirtz, secretaria de educación del municipio de La Matanza, y la doctora Alejandra Cardini, directora de educación en CIPPEC, en la que mantuvieron un interesante diálogo sobre la gestión de la información y el desarrollo de la capacidad de adaptación permanente.

Más adelante Claudia Costin, fundadora y directora del Centro para la Excelencia y la Innovación en políticas públicas para la Educación de la Fundación Getulio Vargas, de Brasil, planteó las tendencias educativas para el futuro: foco en resolución de problemas, personalización de la enseñanza, enseñar a pensar, protagonismo del alumno. “Deseo una escuela en la que tanto alumnos como profesores trabajen colaborativamente”, señaló. Mientras que Flavia Morales, diputada nacional del Frente Renovador de la Concordia, presentó el trabajo de la Escuela de Robótica de Misiones, una experiencia de gestión estatal pionera en el país en lo que refiere a la implementación de un modelo pedagógico innovador, disruptivo y con equipamiento único.

La conversación sobre “Docentes y Liderazgo en momentos de incertidumbre” fue iniciada por el doctor Marcos Sarasola, decano de la Facultad de Ciencias Humanas y director del Departamento de Educación de la Universidad Católica del Uruguay. “El liderazgo pedagógico es el segundo factor más importante en educación, el primero es el docente”, afirmó Sarasola. Luego fue el turno de Cecilia Veleda, directora ejecutiva del Instituto Nacional de Formación Docente del Ministerio de Educación de la Nación (INFOD), quien explicó el valor de los Ateneos didácticos y su aplicación.

En el panel “Habilidades del siglo XXI en Argentina” disertaron Florencia Ripani, directora nacional de innovación educativa en el Ministerio de Educación de la Nación y Gabriela Lerzo, directora de educación secundaria de la provincia de Río Negro. Ripani se refirió al desarrollo del plan Aprender conectados: “hoy la escuela necesita poder formar ciudadanos críticos capaces de intervenir y crear. Hay que extender el plan de alfabetización digital a todos los niveles”.

En el cierre de la jornada se expusieron casos prácticos sobre el desarrollo de habilidades personales y sociales. Agustina Paz, habló acerca del Programa Infinito por Descubrir del Ministerio de Educación de la Nación, que propone la creación de proyectos basados en disciplinas como robótica, programación, videojuegos, arte, diseño y biotecnología. Ariel Merpert, compartió la iniciativa Clubes TED-Ed, que tiene como propósito acompañar a los estudiantes secundarios en el desarrollo de capacidades para generar y comunicar ideas, en forma de charlas cortas al estilo TED. “Las etapas de Clubes TED-Ed son inspirar, construir y comunicar. Las historias que nos contamos dicen mucho de la sociedad que estamos construyendo”, señaló Merpert.

Además, el día previo al Foro se realizó la actividad Conversaciones Académicas en el Auditorio de la OEI. Con la Apertura de Axel Rivas, doctor en ciencias sociales (UBA) y magister en ciencias sociales y educación (FLACSO); los expertos Mariana Maggio, Carlos Magro Mazo, Alejandro Piscitelli y Claudia Costin mantuvieron un debate dinámico con tres estudiantes de ciencias de la educación de distintas universidades (UBA, Universidad de San Andrés y Universidad del Salvador) sobre el sentido de la educación y las habilidades del siglo XXI.

Fuente de la Reseña:

Habilidades del Siglo XXI en la escuela

ove/mahv

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La RAE interviene y explica quién tenía razón en el examen del niño de 7 años

España/22 octubre 2017/Fuente: laverdad/Autor:LV

Seguro que ya has visto el famoso problema de matemáticas que un maestro tachó a un niño de 7 años al considerar que la respuesta que había dado era incorrecta a pesar de que el niño lo que había hecho era interpretar el enunciado de otra forma también aparentemente válida.

La foto del ejercicio se ha hecho viral y por eso mismo la Real Academia Española (RAE) ha querido intervenir también para dictaminar cuál de las dos partes tenía razón: ¿el padre que decía que el profesor no se había enterado o el niño por responder algo que no se pedía en el enunciado?

Pues bien, según, la RAE, que ha contestado a través de su cuenta de Twitter, tal y como está planteado el enunciado, es el maestro el que tiene razón.

La explicación de la Real Academia alude a que por el contexto del enunciado se entiende que hay que escribir con letras «los números que se citan a continuación».

Por tanto, y aunque es cierto que el enunciado resultaba ambiguo y un niño con mayor capacidad de abstracción puede sentir confusión y responder como lo hizo el alumno, el maestro hizo bien al tachar el ejercicio si se valora de forma estricta lo que se pedía en él.

Fuente de la noticia: http://www.laverdad.es/sociedad/interviene-explica-razon-20171020153306-nt.html

Fuente de la imagen: http://static2.laverdad.es/www/multimedia/201710/20/media/cortadas/ejercicio-kasF-U401074693965SDD-624×385@La%20Verdad.j

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