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Comenzaron las Primeras Jornadas de Educación Popular y Arte Comunitario

Por: Inés Domínguez Cuaglia/La tinta

 

Desde este miércoles en el Centro de Producción e Investigación en Artes -CePIA-, se desarrollan las primeras jornadas destinadas a la comunidad académica, participantes de experiencias artísticas comunitarias y personas interesadas en la temática con la intención de generar un espacio de intercambio y reflexión en torno a educación popular y arte.

Ayer por la mañana, mate cocido mediante, se dio inicio a las jornadas que invitan al encuentro del mundo académico y personas que están involucradas con experiencias artísticas y comunitarias que se traman en territorio. Esta iniciativa es organizada por el Equipo de Investigación en Artes y Educación Popular (FA-UNC), y el CePIA.


Con actividades totalmente gratuitas e inscripción previa, la idea es abrir la ronda, el espacio para compartir el encuentro. Intercambiar experiencias y reflexionar incluyendo procesos organizativos y creativos que se dan en los márgenes del ámbito académico. Habrá talleres de Educación Popular y Arte Comunitario, de Teatro Foro y Educación Ambiental. Encuentros de saberes y vivencias entre colectivos y organizaciones territoriales. Durante tres días, diversos espacios de la provincia de Córdoba -Comedor Esperanza Popular de Villa El Chaparral, el Taller de Mujeres de La Granja, Mujeres del teatro comunitario Las Desatadas de Cabana y otras experiencias comunitarias de Mendiolaza,Villa Revol, Paravachasca y Sierras Chicas- se convidan y nos convidan su trayectoria contando el mundo de maneras creativas.


Desde La tinta, conversamos con el equipo organizador de las jornadas. Nos explicaron cuáles son los fundamentos de las mismas y qué expectativas tienen para estos días. Trabajan en la construcción de sentido, en tanto conocimiento, que se crean en todos los espacios de arte y educación popular que se presentan en estos encuentros.

“Más que generar un espacio donde se pueda visibilizar el trabajo en los territorios, la idea de las jornadas es poder contar cómo se está construyendo conocimiento desde las experiencias colectivas territoriales. Correr el eje de esas experiencias territoriales como meramente recreativas y ponerlas en un lugar de conocimiento que se construye. Esa es la apuesta del equipo de investigación: las expresiones artísticas colectivas son una forma de hacer y decir el mundo. Sobre todo, una manera de inventarlo”, afirma con certeza Lucrecia Paesani, socióloga, educadora popular y parte del equipo de investigación. 

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(Imagen: Fernando Bordón para La tinta)

En definitiva, más que dar a conocer proyectos artísticos, la idea es desentramar los mismos para pensarlos en función de cómo se crea, cómo se construye, cómo se piensa el territorio a través de la experiencia colectiva. Se trata de poner en la escena académica aquellos saberes de los márgenes, pero que en las rondas circulan y tienen mucho que decir del feminismo, la desigualdad de género y las problemáticas socioambientales. Con un modo singular de poner a girar la palabra y una forma colectiva de entender el mundo, encuentran lugar esta semana en la universidad.

Desde el Equipo de Investigación en Artes y Educación Popular, congregan y hablan de experiencias colectivas territoriales. Las nombran como experiencias porque tienen que ver con poner el cuerpo, estar presentes y llevar adelante procesos creativos con otrxs. Son colectivas porque quienes las protagonizan son un sujeto colectivo. Nos explican que no solo son una grupalidad, sino que buscan nombrarse en una identidad común a través de lo que hacen. Son territoriales, dicen, porque parten de entender el territorio no solo como soporte geográfico de una población, sino que construyen y se construyen como una forma de habitar el espacio y entender el tiempo desde una realidad compartida.

Entre las dinámicas que se intercambian durante estos tres días, prima la ronda, el mate y el guiso compartido. Es que también esa es una búsqueda o, más bien, una decisión del equipo coordinador. “Tenemos la intención de romper un poco las estructuras, a veces un tanto apretadas, de los encuentros académicos, para imprimirle todo lo que aprendimos de los encuentros comunitarios. Que producir conocimiento no sea solo tarea de seriedad y prolijidad, sino que esté esa impronta de lo colectivo y que circule la palabra de las experiencias territoriales. Acercar así lo lindo que se viene haciendo en los territorios de una manera tan constante y callada”, cuentan desde la organización de las jornadas.

El equipo de investigación que motoriza las jornadas está conformado por un grupo de docentes, egresadxs, artistas, talleristas e investigadorxs. “La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) fue el territorio en el cual nos encontramos y desde donde empezamos a tramar proyectos en conjunto. El equipo nació como una excusa. Es el nombre del espacio y tiempo que nos dimos para juntarnos entre quienes hacíamos cosas parecidas para hacer algo juntxs. Un espacio-tiempo donde poder socializar ideas, procesos creativos, metodologías e interrogantes”, relatan a La tinta y plantean que trabajan desde 2018, pensando y preguntándose acerca de: ¿cómo se construyen comunidades de creación y cómo se sostienen? ¿Qué se está creando en las experiencias comunitarias hoy? ¿A qué problemáticas, injusticias o necesidades responden estas creaciones territoriales comunitarias? Sobre todo, buscan mirar cómo las experiencias de creación, en el sentido de invención de la novedad, nos hablan sobre las comunidades mismas, sus deseos de transformación, su capacidad de enunciarlos en primera persona del plural y su posibilidad de construir realidades percibidas como más justas para todxs sus integrantes.

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(Imagen: Fernando Bordón para La tinta)

Tras el primer día de las jornadas, mencionan que fue sumamente enriquecedor el encuentro de los grupos de El Chaparral, Las Desatadas y el Taller de Mujeres de La Granja. “Fueron contando el ida y vuelta entre lo creativo y lo importante de los espacios de mujeres para olvidar los problemas, salir de la casa, para que sean un espacio de contención. Más allá de la especificidad de cada colectivo, fue interesante escuchar cómo valoran esos espacios hacia adentro de las grupalidades”, sostiene Lucrecia Paesani.

En el compartir colectivo está la verdadera riqueza. Hacer con otrxs, crear nuevos mundos es posible y necesario. Se vienen dos días más de ronda, palabra y convidados. Podés encontrar la grilla de actividades en la web del CePIA.

*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: Fernando Bordón para La tinta.

Fuente de la información e imagen: https://latinta.com.ar

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La comunidad académica de siete países se une para erradicar el racismo

Representantes de universidades e institutos de educación superior de Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador y México denunciaron que el racismo y la discriminación son prácticas vigentes en este nivel educativo en toda Latinoamérica. Esto provoca inequidades en el acceso a la formación y afecta, principalmente, a comunidades indígenas y afrodescendientes. Por ello, es necesario visibilizar, denunciar y emprender transformaciones institucionales y acciones pedagógicas no solo para incluir a integrantes de estos pueblos en la educación superior sino, también, para integrar sus visiones de mundo, valores, conocimientos, modos de aprendizaje y propuestas de futuro en los planes de estudio.

En mayo de este año, la Cátedra UNESCO Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA) de la UNTREF lanzó la convocatoria de su 3a Campaña para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior. Mediante la misma, invitó a la presentación de proyectos grupales de acciones que promuevan el debate y la reflexión acerca de las múltiples formas de racismo y discriminación que persisten en la educación superior.

A través de esta llamada, fueron seleccionados 20 equipos de siete países, cuyas propuestas abarcaron seminarios, encuestas, talleres y cursos virtuales, conversatorios, foros, producciones audiovisuales y campañas de sensibilización que fueron exhibidas durante cuatro encuentros virtuales que se transmitieron por el Canal de YouTube de la UNTREF. Vale aclarar que a estos equipos se sumaron otros seis grupos que iniciaron sus acciones en el marco de la campaña realizada el año pasado y que decidieron continuar trabajando durante este 2022.

“Lamentablemente debemos admitir que no nos sorprende el racismo vigente en Latinoamérica, así como tampoco la represión que sufren algunos pueblos, como el mapuche en países como Chile y Argentina, entre otras comunidades en diversos lugares del mundo. No nos sorprende, pero nos indigna. Estos problemas expresan la continuidad de una larga y vergonzante historia a lo largo de la cual las instituciones de educación superior jugaron un papel muy importante para reproducir y naturalizar el racismo y la discriminación en nuestras sociedades. Pero también sabemos que pueden jugar un rol fundamental para erradicar estas prácticas porque en la educación superior se forman profesionales y técnicos que toman decisiones significativas en las respectivas sociedades, así como las y los docentes de todo el sistema educativo y diversos formadores de opinión pública”, dijo el director de la Cátedra UNESCO Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina, Daniel Mato. Asimismo, el investigador de la UNTREF elogió los trabajos presentados en esta convocatoria y consideró “indispensable mantener los vínculos y trabajar en red en la búsqueda de la construcción de sociedades más justas y democráticas”.

En las jornadas, los disertantes coincidieron en que la falta de información sobre la existencia de prácticas discriminatorias y racistas debe ser una de las primeras cuestiones a trabajar. En este sentido, destacaron que la visibilización de las mismas juega un rol central para desterrar estas acciones. Tal como expresaron los miembros de la Universidad del Magdalena, Colombia: “El conocimiento es la clave para vencer al racismo porque no basta con ser anti-racista, hay que denunciar aquellas prácticas cotidianas que parecen inofensivas pero no lo son”. Con un taller y dos conversatorios para más de 120 asistentes, reivindicaron a los pueblos kogui e iku y a las comunidades afrocolombianas y llamaron a “desafiar el racismo en lo cotidiano”.

Tal como mencionaba Mato, uno de los pueblos que sufre mayor discriminación y violencia institucional es el mapuche. En este sentido, integrantes de la Universidad Nacional de Río Negro; de la Universidad de Flores, sede Comahue; y de la Universidad Nacional del Comahue presentaron el trabajo ¿Qué universidad para los habitantes de Wajmapu en el siglo XXI? Los expositores, para denunciar un colonialismo histórico hacia la nación mapuche en el sistema educativo, organizaron un seminario para más de 80 personas en el que difundieron la historia, la lengua y el territorio de este pueblo. Además, plantearon un futuro en el que el idioma mapuche (mapuzugun) sea una lengua oficial y propusieron que su bandera sea izada en los establecimientos educativos de la región.

Por su parte, los expositores de la Universidad Nacional del Chimborazo, Ecuador, continuaron sus acciones que se iniciaron en la 2a Campaña y desarrollaron el Programa de Acción Integral contra el Racismo. Definiendo su institución como una universidad “plural e intercultural”, organizaron talleres, videos, infografías para redes sociales y grupos focales para dar cuenta de la discriminación que viven los estudiantes de grupos minoritarios. Tan importantes son las acciones que efectúan que el Consejo Universitario reconoció a la institución como una universidad en permanente lucha contra el racismo y la discriminación. “A partir de prácticas transdisciplinarias, buscamos construir un ambiente de equidad y seguridad para conformar una sociedad sin exclusión”, destacaron los miembros de esta casa de altos estudios.

La importancia de la unión entre instituciones fue explícita en el trabajo realizado conjuntamente por la Universidad Veracruzana, la Universidad Intercultural de Chiapas y la Universidad Intercultural del Estado de México, a través de un seminario interinstitucional para 280 personas. En modalidad virtual entre las universidades pero presencial en cada una de ellas, se desarrollaron cinco sesiones en las que se generó un espacio de intercambio dialógico sobre el racismo en el contexto universitario desde los enfoques de equidad, derechos humanos y educación para la paz.  Este proyecto les permitió analizar cómo el racismo no solo afecta a la educación superior sino, también, a los niveles educativos precedentes.

Una de las características de esta Campaña es que las acciones emprendidas no solo fueron dirigidas a estudiantes y docentes, además se orientaron a los no docentes de las instituciones y a estudiantes secundarios. En tal sentido, el equipo de la Universidad Nacional de Cuyo presentó su proyecto para erradicar la discriminación en el ámbito educativo de Mendoza. A partir de cursos sincrónicos y asincrónicos para el claustro no docente, identificaron las prácticas discriminatorias en 12 dependencias de la universidad y mediante un taller y un libro de producciones se preguntaron qué piensan, sienten y dicen los adolescentes sobre el racismo. En este último proyecto participaron casi 300 estudiantes de entre 13 y 15 años.

Lo que se comenzó a sembrar gracias a los trabajos realizados en la 2a Campaña puede cosecharse en esta 3a edición y esto quedó claro en las palabras de Gabriela Czarny de la Universidad Pedagógica Nacional de México. “No es fácil hablar del tema, por eso pedimos ´hablemos sobre el racismo´ para empezar a entenderlo entre todos. Por ello es necesario intervenir desde diversas dimensiones, desde lo académico, desde el activismo, desde el arte. Tras el trabajo en la campaña anterior, nuestro objetivo ahora es que este tema se introduzca en todos los programas educativos que existen en nuestra institución”, manifestó.

Por último, los representantes de la Universidad del Estado de Santa Catarina, Brasil, pusieron especial énfasis en que la denuncia y erradicación del racismo no quede únicamente en manos de docentes y estudiantes sino que las autoridades y gestores de las instituciones se comprometan a aplicar políticas anti-racistas en el interior de cada universidad. A su vez, remarcaron la importancia de este tipo de campañas para la construcción de alianzas y redes entre casas de altos estudios de diversos países y regiones.

Precisamente, Daniel Mato invitó a los equipos a sumarse a la Red ESIAL, orientada a documentar y analizar experiencias de universidades y otros tipos de instituciones de educación superior de América Latina dedicadas a responder a necesidades, demandas y propuestas de pueblos indígenas y afrodescendientes, así como a sentar bases para recomendaciones de políticas en la materia, a desarrollar mecanismos sostenibles de colaboración con y entre las instituciones estudiadas y otras con intereses afines y a facilitar la formación de investigadores y gestores en este campo. “Debemos fomentar relaciones duraderas y trabajar en conjunto”, concluyó.

Universidad Nacional de Tres de Febrero

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El acento como base de prejuicio en la academia

Por: Sofía García-Bullé

En los 30 milisegundos que toma decir “hola”, nuestro interlocutor ya está formando un juicio sobre nosotros basado en nuestro acento.

En artículos anteriores hemos hablado del sesgo social en la comunidad académica y de la creencia general de que un académico o científico debe tener cierto perfil y características físicas para proyectar credibilidad en su rol.

Lo anterior motiva a muchos miembros de la comunidad académica a vestir de cierta manera y adoptar actitudes bienvenidas por el grupo dominante, para encajar y avanzar en sus carreras. Pero hay aspectos de su persona que no pueden (o es difícil) cambiar y el cuestionamiento más importante es: ¿deberían? Atributos como la raza, cultura, religión, además del rasgo físico, son algunas características que se proyectan, pero hay un aspecto que dice mucho de nosotros: el acento con el que hablamos.

¿Cómo percibimos el acento?

El acento es una de las primeras características que cualquier interlocutor nota en nosotros, y dice mucho. Escuchar el acento de una persona nos puede decir información sobre el país o región a la que pertenece, en algunos casos, hasta puede indicar una comunidad específica dentro de un mismo estado o municipio; nos habla de los aspectos culturales que forman parte de su persona, pero de ninguna forma nos indica su nivel de conocimiento, su inteligencia, ni su habilidad o presteza para hacer su trabajo. El problema es que, con frecuencia, creemos que sí es indicador.

Tomemos el inglés, por ejemplo, aun siendo el mismo idioma, este se representa a través de argots diferentes. Imaginemos que estamos en una conversación con tres personas, una de origen británico, otro americano y un australiano. ¿Cuál de estas tres personas, hipotéticamente, sonaría más “inteligente” o “culta” en una plática? Según un estudio realizado en Bélgica, una muestra selecta de personas asoció el acento británico con la inteligencia y el prestigio, mientras que el americano fue más asociado con sencillez y camaradería.

“Encuentro que la gente se sorprende de mi profesión simplemente por la manera en la que hablo. Si me oyen primero y luego se enteran cuál es mi trabajo, usualmente quedan impactados”.

Lo importante a denotar aquí, es que estas aproximaciones no dicen mucho sobre cómo son realmente nuestros interlocutores, nos revela más bien cómo los percibimos nosotros. Si no estamos conscientes de esta bifurcación cognitiva, tendremos menos herramientas para evitar desarrollar prejuicios. Si el idioma es el mismo (inglés, como en el ejemplo anterior), ¿por qué hacemos diferencias entre las formas de pronunciarlo? La lingüista y autora, Rosina Lippi-Green, se refiere a esta jerarquización como “la ideología de lenguaje estándar”. Bajo este contexto, la gente tiende a creer que el argot con el prestigio social más alto, es la forma más correcta y válida de usar determinado lenguaje.

Esto facilita que al escuchar distintos acentos del mismo idioma, descalifiquemos las que ostentan menos prestigio, y hagamos un juicio de valor con respecto a las habilidades lingüísticas, inteligencia, conocimientos, clase social, carácter y capacidades de quienes hablan en esta forma de lenguaje “menos correcta”. Así es como caemos en una discriminación basada en la lingüística.

¿Cómo afecta la discriminación lingüística a los miembros de la comunidad académica?

De acuerdo con un estudio realizado por James Emil Flege en la Universidad de Alabama, toma solo 30 milisegundos decir “Hola”. En ese breve instante, las personas que nos escuchan ya están procesando información acerca de cómo nuestro acento nos distingue y produciendo impresiones al respecto. Es cierto que nada de lo registrado en esa primera interacción está escrito en piedra. Las personas y sus juicios de valor no son inamovibles ni inflexibles, y las personas pueden estar abiertas a aceptar información que contradiga esas primeras impresiones. Pero lo que es innegable, es que este es un camino cuesta arriba para los académicos con acentos que no pertenecen a la jerga de más prestigio.

“Encuentro que la gente se sorprende de mi profesión simplemente por la manera en la que hablo. Si me oyen primero y luego se enteran cuál es mi trabajo, usualmente quedan impactados”, dice Peter Lacrombe, profesor de matemáticas en la Universidad de Derby, Inglaterra. Lacrombe pertenece a la región centro oeste de Inglaterra, apodada “Black Country”, su historia está cercanamente ligada con la Revolución Industrial.

Black Country se distingue por su cultura de trabajo y su economía de industria pesada, los originarios de la región son, en su mayoría, de clase trabajadora y tienen un acento diferente a sus vecinos de Birmingham. Los “Yam Yam”, como normalmente se les llama a quienes provienen de Black Country, son asociados más con la industria minera y el carbón, que con la academia. Lacrombe describe la sorpresa al revelar su vocación como algo irritante, pero lo que realmente encuentra pesado es la base del pensamiento discriminatorio que culmina en la declaración: “No suenas como profesor”.

No hay respuesta para una declaración como esta, excepto, tal vez, preguntar cómo se supone que debe sonar un profesor. Lacrombe sostiene que el mero cuestionamiento pone en duda un aspecto fundamental de la sociedad actual, atrapada en una percepción ligada a la diferencia de clases socioeconómicas. Cuando alguien le dice que no suena como profesor están asumiendo que su lugar está en una fábrica y no en una universidad. Este es el racismo y clasismo sutil que causa fatiga racial y social en los miembros de la academia que no cuentan con rasgos de los grupos sociales dominantes presentes en la academia.

¿Cómo combatir la discriminación lingüística en la academia?

“Si no sueno como profesor, es tu problema, no el mío”. Lacrombre argumenta que el problema de los acentos no se encuentra en quien los habla, sino en quien usa este rasgo particular para hacerse un juicio sobre la capacidad de un profesor o su pertenencia a la academia. Todos los que trabajan en el oficio de la educación comprenden la necesidad de tener cierto nivel de lenguaje, con respecto a los contenidos, a la elección de palabras. Si las palabras que usamos reflejan nuestro nivel de conocimiento y argumentación, ¿por qué el acento con las que lo pronunciamos sigue siendo un medidor de estos atributos? Porque deja ver aspectos de nosotros que son particulares, diferentes a nuestros interlocutores. El choque cultural no viene del acento, viene de la reacción del interlocutor de escuchar ese acento como algo diferente y ajeno a la comunidad académica.

“No suenas como profesor”

La solución no está solo en promover más diversidad en los espacios de trabajo académicos. Esta práctica ha sido realizada durante décadas, y aunque se ha traducido en algunas instancias de inclusión y oportunidades para las minorías sociales, no se ha visto un cambio estructural real solamente con la intención de aumentar la diversidad. Es necesario un cambio de narrativa y este no puede lograrse sin un esfuerzo conjunto tanto de las minorías como de los grupos dominantes.

La discriminación lingüística es solo un inciso en un enorme aparato de inequidad con aspectos sociales culturales y económicos. Educar a las personas a que sean sensibles a las diferencias culturales en la comunidad académica como algo positivo no va a resolver los problemas sociales que implican el racismo, el sexismo, la homofobia y otras formas de inequidad. Pero favorecer ese cambio de narrativa puede ayudar a que los grupos de minoría social se sientan bienvenidos en la academia, como también a iniciar un diálogo y los mecanismos necesarios que abran camino a cambios más significativos.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/acento-academia

Imagen: erd Altmann en Pixabay

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Nuevas protestas en Brasil para defender la educación y en contra de la reforma de jubilaciones de Bolsonaro

Por: Actualidad.rt.com

Las manifestaciones coinciden con otra marcha de mujeres indígenas que buscan denunciar «las políticas genocidas» del presidente.

Estudiantes, profesores, sindicatos y movimientos sociales salen una vez más este martes a las calles en más de 100 ciudades de Brasil para protestar contra los recortes en educación y la reforma de las jubilaciones del Gobierno del presidente, Jair Bolsonaro.

«Nuestras universidades piden socorro y nuestra lucha organizada puede dar resultados», destacó Iago Montalvão, presidente de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), una de las entidades que convocó las protestas, quien aseguró que «el dinero de las universidades sigue bloqueado».

Se trata de la tercera movilización a nivel nacional por la educación en lo que va de año. Las dos anteriores fueron en mayo, después de que el Ejecutivo anunciase el «congelamientos» de un 30% del presupuesto destinado a las universidades públicas.

El miércoles pasado, el Ministerio de Educación (MEC) bloqueó 338,4 millones de reales (unos 84 millones dólares), que tenían que ser destinados a las producción, adquisición y distribución de libros y materiales didácticos y pedagógicos. La cantidad forma parte de los 1.443 millones de reales (unos 384,8 millones de dólares) de recorte presupuestario anunciado en julio por el Gobierno.

Con la etiqueta en las redes #Tsunami13Agosto, los estudiantes también rechazan el programa ‘Future-se’, lanzado recientemente por el MEC para atraer incentivo privado a las universidades federales. Los manifestantes ven en esta iniciativa un riesgo de privatizar las universidades públicas.

«‘Future-se’ es un proyecto propuesto sin el debido diálogo con la comunidad académica y con propuestas con las que no estamos de acuerdo. Esto inflama todavía más esta movilización», comentó Montalvão.

Reforma de jubilaciones

La reforma de las jubilaciones es otra de las principales causas de la protestas. La semana pasada fue aprobada por la Cámara de Diputados y ahora tiene que ser analizada y validada por el Senado.

La polémica propuesta establece una edad mínima de jubilación de 62 años para las mujeres y de 65 años para los hombres, con un mínimo de contribución de 30 y 35 años, respectivamente. Actualmente, en el sector privado las mujeres pueden jubilarse con 30 años de cotización y los hombres con 35, independientemente de su edad.

«Es un día para salir a la calle en defensa de la educación y del sistema de jubilaciones, porque la propuesta de reforma desafortunada dificulta el derecho a la jubilación«, afirma en un comunicado la Central Única de los Trabajadores (CUT).

La CUT denuncia que «la reforma elimina los derechos a las personas mayores, con dificultados y a los trabajadores rurales». «Esta reforma es una perversidad que no debería estar sucediendo en el siglo XXI», agregan.

Mujeres indígenas

Estas protestas coinciden con la celebración en Brasilia de la primera marcha de mujeres indígenas contra las políticas «genocidas» de Bolsonaro. Bajo el lema «Territorio: nuestro cuerpo, nuestro espíritu», el objetivo también es dar visibilidad a las mujeres indígenas.

El miércoles, esta movilización se unirá a la marcha de las «Margaridas», celebrada cada cuatro años, y que juntará a miles de mujeres de todo el país.

Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/actualidad/323961-brasil-protestas-recortes-educacion-jubilaciones
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Un ‘ayatollah’ dirigirá la educación en el Brasil de Bolsonaro

Brasil / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: La República

El ultraconservador y evangélico colombiano Ricardo Vélez Rodríguez se define como promonárquico en su blog y propone que se celebre el golpe militar de 1964. Su nominación causó revuelo en la comunidad académica brasileña.

Un profesor universitario colombiano, Ricardo Vélez Rodríguez, será ministro de Educación brasileño. Así lo anunció el presidente electo Jair Bolsonaro. Radicado en Sao Paulo, a los 36 años, Vélez llegó con una licenciatura en Filosofía por la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá. En Brasil se doctoró por la Universidad Gama Filho.

Aun cuando no le falten credenciales, su nominación causó fuerte revuelo en la comunidad educativa y académica brasileña. Allí recuerdan la tradición en el área, sobre todo a partir de Paulo Freire.

Otro tema espinoso es que el nuevo ministro propone que se celebre el golpe militar de 1964. En esa línea el ala evangélica del Congreso se declaró “feliz” con el nombramiento y el presidente de ese bloque le puso “nota 10”.

La prensa brasileña lo califica de ‘ayatollah’.

Su nombramiento lo debe a Olavo de Carvalho, el filósofo autodidacta que también apadrinó al futuro canciller Ernesto Araújo. Por su ideología, el profesor colombiano coincide con las tesis impartidas por Olavo, entre las que destacan las consignas antiglobalizadoras y las nociones de ultraderecha.

La nominación de Vélez se produjo luego del desplazamiento de Mozart Neves Ramos. Considerado un “moderado”, cuyo nombramiento inicial había cosechado el apoyo de la comunidad educativa brasileña, no tuvo éxito por el rechazo que provocó en la llamada “bancada evangelista”.

La elección del profesor colombiano, naturalizado brasileño, ocurre en una de las áreas socialmente más significativas en Brasil, que aún mantiene como asignatura pendiente la resolución de desigualdades. En una “carta”, Vélez afirma que a su juicio la sociedad brasileña es “conservadora”.

Promonárquico, según sugiere en su blog, declaró: “Pretendo colocar la gestión de la educación y la elaboración de normas en el contexto de la preservación de los valores de la sociedad brasileña”. Añadió que esta es “reacia a las experiencias que pretenden pasar por encima de valores tradicionales ligados a la preservación de la familia y de la moral humanista”.

Vélez fue profesor en la Escuela de Comando del Ejército. Cree que “la instrumentalización ideológica de la educación, en aras de un socialismo vacío, terminó polarizando el debate en los últimos años”. En septiembre escribió: “Todas las escuelas deberían tener Consejo de Ética que velen por la rectitud moral de los alumnos”.

Llamó a refundar el ministerio que “padece” una estructura destinada a “desmontar los valores tradicionales de nuestra sociedad”. Y añade que esos valores son los de “la familia, la religión, la ciudadanía, en suma: el patriotismo”.

En una columna titulada “Un Ayatollah asume la educación en Brasil”, el editorialista de Folha de Sao Paulo, Clovis Rossi, subrayó que esta designación “tiene todo el olor de la policía moral adoptada en Irán, entre otros países musulmanes como Arabia Saudita”.

Clovis se interroga: “¿Quién va a definir lo que es una educación moral recta? ¿Un ministro que cree que debe conmemorarse el golpe de Estado de 1964? ¿Aquel golpe que detuvo, secuestró, mató, torturó y provocó el exilio de miles de personas? ¿Aquel que cerró el Congreso, censuró a la prensa y practicó innúmeras barbaridades?”.

Fuente de la Noticia:

https://larepublica.pe/mundo/1363757-ayatollah-dirigira-educacion-brasil-bolsonaro

ove/mahv

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El personal docente y la reforma de la educación

Por Jesús De la Rosa

A la Reunión Internacional de Reflexión sobre los Nuevos Roles de la Educación Superior a Nivel Mundial promovida por la UNESCO y celebrada en Caracas, Venezuela, los primeros días de mayo del 1991, asistió una nutrida delegación dominicana integrada por rectores y dirigentes de nuestras universidades. Quien esto escribe tuvo la oportunidad de estar presente en tan importante evento. Dicha actividad formó parte de todo un proceso de reflexión que sobre la educación superior lanzara la UNESCO, compuesto por diversas reuniones y conferencias internacionales sobre temas de gran relevancia y prioridad estratégica para casi todas las regiones del mundo.

En la Reunión de Caracas, celebrada en las últimas décadas del pasado siglo 20, se plantearon cuestiones de extrema importancia, tales como la reunión de voluntades; la expresión global de sentimientos y anhelos de cara a los pueblos de todo el mundo; la explicitación de los escenarios futuros que de forma colectiva y solidaria deberían continuar moldeándose, y otras de tanto interés y utilidad como las mencionadas.

En dicho evento se pusieronde manifiesto los factores que más han contribuido para que la ciencia y la tecnología hayan alcanzado un lugar destacado en todos los países del mundo industrializado. Entre estos, se mencionaron los acelerados cambios en el economía internacional; la acumulación de conocimientos y la asombrosa disponibilidad de tecnologías y de procesos tecnológicos que se observan en países industrializados; los avances en la información y comunicación; la aparición de nuevos conceptos como el de “calidad total” que presentan serios desafíos a la gestión y a la productividad en gobiernos, empresas e instituciones; la aplicación amplia de nociones de eficiencia y eficacia en casi todos los recursos disponibles para hacer frente a innumerables necesidades y problemas de orden económico y social; la progresiva desaparición del potencial de recursos naturales sobre el cual se forjó la sociedad moderna; y los fenómenos de globalización e interdependencia que demandan decisiones audaces y precisos e ingentes esfuerzos de reflexión sobre los nuevos procesos y mecanismos que deberán sustentar las relaciones internacionales de ayuda y cooperación.

Todos plantean a la comunidad académica “retos de trascendencia en la búsqueda de elementos que permitan llegar a una dinámica concertación entre los distintos actores de la sociedad y consensos globales sobre el futuro que guiará el desarrollo de la ciencia y la tecnología”

En la Reunión de Caracas se puso muy de manifiesto que en el plano internacional el acceso a la ciencia y la tecnología implica el comprender cabalmente ciertos aspectos básicos. Y que de poco o de nada serviría la información si su impacto es limitado, tanto en el mundo productivo como el de la academia. Se afirmó que la velocidad de los cambios y de crecimiento constante en el dominio tecnológico que se registran en una gran parte del mundo obligana los países en desarrollo a encarar el reto de abordar, en niveles de excelencia comparable, aquellas áreas o campos considerados los más estratégicos para futuro desempeño en el campo internacional.

Según cifras oficiales, el crecimiento de la matrícula en la educación superior en la República Dominicana refleja claramente una tendencia de notable expansión cuantitativa, pasando de 1,987 estudiantes en 1950 a 3,729 en 1960, a 322,311 educandos en el año 2005 a 372,433 en el año 2009, y a 442,153 en el año 2011. Ese extraordinario crecimiento de la matrícula de la educación superior, ¿nos ha favorecido o, por el contrario, nos ha perjudicado? No hemos podido evitar que dicho crecimiento haya provocado graves problemas en lo que se refiere a la calidad de la, así como desequilibrios que plantean problemas difíciles de resolver. A ello nos referiremos en una próxima entrega.

Fuente del artículo: http://hoy.com.do/el-personal-docente-y-la-reforma-de-la-educacion-2/

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Corral: candil de la calle, opacidad en el aula

Por: Manuel Gil Antón

El gobernador de Chihuahua ha aparecido como el paladín de la democracia, la lucha contra el centralismo y el abuso del poder de la Federación sobre los estados. Los medios de comunicación “nacionales” dieron cuenta de la caravana en favor de la dignidad, las negociaciones con Gobernación y el rescate de la soberanía estatal. ¿Y qué queda? La imagen de un gobernante que lucha por su pueblo y da ejemplo de valentía. Un prócer. ¿Es verdad?

Así como no hay familia, por feliz que parezca, que aguante un close up, tampoco hay gobierno local que, con base en un diferendo con los gerentes generales del país, que lo hace parecer como libertario, esté exento del análisis crítico a sus políticas internas, tan semejantes. En la segunda quincena de febrero, sin que fuera un tema que mereciera la atención de los diarios y telediarios “nacionales”, inicia un movimiento en la Universidad Pedagógica del estado de Chihuahua (UPNCH).

Estudiantes y profesores se inconforman y deciden actuar: además del paro de labores, un par de profesores inician, con 24 horas de diferencia, sendas huelgas de hambre que duran casi una semana. ¿Por qué se movilizan y cuál es la inconformidad de nuestros colegas de Chihuahua? El muy democrático gobernador, para los reflectores, es profundamente autoritario en su entidad y, en concreto, con la UPNCH que, desde hace años, ya no depende de la sede central de esta universidad en la Ciudad de México. Por increíble que parezca, entre las funciones que tiene el gobernador es la de nombrar a quien ocupe la Rectoría.

De este modo, la Universidad es vista por el poder local como una dependencia del gobierno, en la que quien manda pone a un aliado. Nombra como rectora a una incondicional de su partido que es, además, propietaria de una institución de educación privada. Menuda incoherencia: como así está establecido y es facultad del ocupante del Ejecutivo local tal nombramiento, impone su conveniencia sin pensar en la universidad. ¿Y el parecer de los académicos o de los estudiantes? No importa. Justo lo que le ofende del Ejecutivo nacional —la altanería y discrecionalidad en la distribución de los recursos, la falta de rendición de cuentas— no tiene empacho en llevar a cabo en “su” entidad.

Aunque la ley así lo diga, ¿no sería propio de un demócrata en serio realizar una consulta y reconocer el valor de la palabra de los estudiantes y el claustro académico de esta institución? Para nada: hágase la justicia, pero en los bueyes de mi compadre.

Está en proceso la discusión de una nueva Ley Orgánica para esta institución. En el proyecto, se elimina el Consejo en que participaban, no de manera preponderante, pero al menos de alguna forma, representantes de la comunidad. De aprobarse, no sólo el gobernador nombrará a su gusto e intereses a quien cubra el cargo de rectoría, sino que la autoridad institucional, como correa de transmisión de la estatal, podrá hacer y deshacer a su gusto y capricho sobre una comunidad académica que tiene ideas, propuestas y derecho a ser parte de los procesos de gobierno y diseño de sus formas de gestión y debate.

¿Dos académicos “inapetentes”? ¿A quién le importa? ¿Quién se va a enterar? Aprovechando la triste noción de que lo que es nacional es lo que sucede en la Ciudad de México, o lo que los medios chilangos consideran que es del interés de todos, Corral y otros gobernadores son señores feudales en sus comarcas y contradicen, con su actuar, lo que exigen al gobierno central. Es un ejemplo de miles de procesos de los que no nos enteramos quienes vivimos en “el centro” de la República. Falso: el eje del país está en la lucha de los colegas de la UPNCH, en la pelea por el agua en Mexicali, y en cualquier sitio en que un grupo de conciudadanos exija “que la dignidad se haga costumbre”.

Fuente del Artículo:

Corral: candil de la calle, opacidad en el aula

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