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Comunicación indígena en sociedades digitales

Por: Ollantay Itzamná

Según los exiguos registros literarios realizados por escribanos españoles, de la época colonial, nuestros abuelos que cohabitaron en Abya Yala, al momento de la invasión europea, mantenían una fluida comunicación interna y con los otros pueblos de la época. Y, no podía ser de otra manera.

Colosales estructuras civilizatorias que abarcaban inmensos territorios, incluso sin anular las diferencias culturales de los pueblos subalternizados, necesitaban de una minuciosa estrategia comunicación intercultural.

En el caso del Incario del Tawantinsuyo, que abarcaba buena parte de Sudamérica, el rol de la comunicación oficial estaba a cargo de un ejército de chaskis (jóvenes adiestrados para recorrer a trote, de forma sincronizada, todo el territorio incarial llevando consigo el mensaje oficial)

Y, así, mayas, aztecas, chibchas, nahuas, aymaras, guaraníes…. Todas estas civilizaciones tenían su sistema de comunicación interna y con otros pueblos. Los registros coloniales indican que, tanto en el mar Caribe, como en las costas del océano Pacífico, los invasores europeos encontraron embarcaciones comerciales nativos cargados de productos de intercambio. Esto, con seguridad, requirió de un alto grado de comunicación intercultural.

Comunicación indígena durante la Colonia

Con la invasión, el sistema de comunicación de nuestros abuelos sufrió un trauma profundo. Los idiomas nativos, las simbologías, los soportes de la información nativa (kipus, geroglifos, etc.) fueron destruidos y prohibidos bajo pena de muerte.

Con el tiempo, el invasor/colonizador, al no lograr comunicarse en idiomas europeos con los sobrevivientes del holocausto, se vio obligado a adiestrar comunicadores indígenas (alfabetizados, algunos de ellos) bilingües o políglotas para adoctrinar y forjar al indio colonizado, servil. Las plazas y las iglesias fueron los principales sitios de la comunicación imperativa colonial.

Durante la Colonia existió un sistema de comunicación predadora de las formas de comunicación nativa. La Colonia utilizó comunicadores indígenas para difundir, imponer y mantener sus políticas de saqueo, amparado en la voluntad del Dios desconocido.

Si antes de la invasión europea la comunicación nativa era más sensible a la diferencia cultural (intercultural), y respondía a los intereses políticos de los poderes nativos. Con la Colonia la comunicación se volvió violenta, monocultural, metalizada, y al servicio del despojo de los pueblos. Europa jamás nos a las civilizaciones nativas como portadoras del “logos”, por eso jamás nos vio como sujetos de comunicación con quién interlocutar. De allí, quizás su apuesta obsesiva por el culturisidio.

Comunicación indígena durante la República

En los dos siglos de República, la comunicación en los estados nacionales siguió siendo colonial para con los pueblos indígenas. Durante la Colonia europea aceptamos bautizarnos por la promesa de ser súbditos del Rey cristiano. Durante la República aceptamos ir a las escuelas (para aprender la civilidad moderna) porque nos prometieron la ciudadanía.

Pero, muy a pesar de este esfuerzo, seguimos siendo maltratados/saqueados como entenados de Dios y NO ciudadanos (sin derechos, sólo con obligaciones). Esto, gracias a la comunicación monocultural, etnófagica, patriarcal. Folclorista en los últimos años.

Al igual que durante la Colonia europea, en la era republicana existe comunicación indígena, incluso con comunicadores indígenas, pero al servicio de los patrones “criollos” que regentan los estados bicentenarios. Todo el esfuerzo comunicativo en la República criolla fue y es para aniquilar al “ser” indígena e implantar en cuerpos indígenas al “ser” mestizo nacional/criollo.

Durante la República, muchos de nosotros contamos con títulos académicos, incluso de periodistas, pero a mayor grado o cantidad de títulos académicos el indígena comunicador es más sumiso y útil a los intereses comunicacionales del permanente colonialismo interno que soportan nuestros pueblos.

Durante la República, los indígenas nos hemos portado “muy bien”. Incluso mucho mejor que durante la Colonia europea (muestra de eso que las repúblicas no lidiaron con rebeliones indígenas). Pero en las repúblicas nos va peor que durante la Colonia europea. Bautizados, escolarizados, titulados (no en pocos casos) pero sin tierra, sin agua, sin oportunidades, ni derechos. Sin Estado, ni ciudadanía. Eso sí con territorios saqueados, contaminados, para el desarrollo de los patrones republicanos.

Comunicación indígena en sociedades digitales

Si durante la Colonia y la República la comunicación indígena operó para enjaularnos en fronteras política, en busca de las fallidas identidades nacionales. En esta etapa de la era digital, la comunicación indígena, utilizando la tecnología moderna, debe engancharse a la Internet (mientras nos permita esta cárcel de algoritmos) para resignificar las agendas postergadas de nuestros pueblos.

La comunicación indígena, debe gastar menos energías en disputar “frecuencias” en radio y televisión, y apostarle a la Internet. Montarse en las plataformas digitales de las redes sociales, por ejemplo. El comunicador indígena, para posicionar nuestras agendas como pueblos, y avanzar hacia nuestra emancipación, no debe agotarse en el sueño de ser “radialista” tradicional, sino apostarle a ser un influencer en las redes. ¿Cuántos youtuber indígenas tenemos en y desde nuestros pueblos?

Si durante la República nos hicieron comunicadores folcloristas, bien portados, promotores de las nacionalidades republicanas, en esta era digital debemos apostar a la autenticidad como comunicadores indígenas. Esto implica conocer y dar razón de nuestros procesos de identificación con nuestros pueblos. Hacer de las agendas de lucha de los pueblos nuestras agendas de comunicación.

Para un comunicador indígena la falacia de la objetividad comunicacional occidental no debe ser un impedimento. Los indígenas, con o sin posgrados, por nuestra pertenencia a un pueblo, compartimos la condición de subalternos.

Por tanto, nuestro “logos”, nuestro mensaje, debe ser, y será, necesariamente situado. Por la restitución de nuestros territorios. Por la reconstitución de nuestras autonomías. Nunca folclorista, ni victimista. Mucho menos propagador de los intereses de las repúblicas criollas, ni del Imperio.

Nuestra agenda comunicacional ha de ser la demanda de la restitución de los territorios indígenas para el ejercicio de los autogobiernos para el Buen Vivir. Y, por el momento, esto sólo es posible si transitamos de los estados criollos hacia estados plurinacionales.

El mundo desconoce las propuestas del Buen Vivir que aún centellean en nuestros pueblos. El comunicador indígena debe ser un comunicador del y para el Buen Vivir desde su comunidad. 

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=261308

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Informe UNESCO: Conocimientos indígenas y políticas educativas en América Latina: hacia un diálogo de saberes

Código del documento: OREALC/2019/RP/1
Recopilación:68 pages : illustrations
Idioma:español
Año de publicación: 2019
Tipo de licencia: CC BY-SA 3.0 IGO [6458]
Tipo de documento: documento de programa o de reunión
Reseña: Examina en qué medida las políticas educativas de Bolivia, Chile, Ecuador, Guatemala, México y Perú colaboran en el reconocimiento de la diversidad y riqueza cultural que aportan los pueblos originarios. Igualmente, el estudio indaga sobre el alcance de las políticas y programas dedicados a la educación intercultural y bilingüe y sobre los avances y obstáculos en materia de políticas públicas para el reconocimiento y legitimación de los conocimientos indígenas; entre ellos, el rescate y fortalecimiento de sus lenguas como condición para el progreso de cada cultura y, consecuentemente, de la sociedad. A partir del trabajo participativo de personas expertas y sabias de los pueblos, esta publicación destaca un conjunto de estrategias, aproximaciones, políticas y planes de acción orientados a repensar la educación para avanzar en la construcción de sociedades más justas, democráticas e interculturales.
Descargar en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000367168?posInSet=1&queryId=a76b6744-8142-4a9d-b26a-b1c1a9c6a2aa
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Maggie MacDonnell, la ganadora del Global Teacher Prize 2017: “La mayor herramienta de los profesores es conectar con sus estudiantes”

Entrevista/05 Septiembre 2019/Autor y Fuente: Semana Educación

Maggie MacDonnell, la ganadora del Global Teacher Prize 2017, estará en Colombia participando de la Cumbre Líderes por la Educación. Semana Educación habló con ella sobre su trabajo con comunidades indígenas y estudiantes vulnerables.

Semana Educación: ¿Cómo conectar con estudiantes vulnerables o que se encuentran en riesgo?

Maggie MacDonnell (M.M.): La herramienta número uno que tienen los profesores es su habilidad para construir relaciones y conectar con sus estudiantes. Los niños que están en riesgo o son vulnerables pueden tener muchas razones válidas para desconfiar de los adultos. Pudieron ser descuidados, abusados o enfrentado circunstancias muy duras. Esto siempre requiere tiempo, paciencia, consistencia y una actitud sin juzgar que permita construir la confianza.

S.E.: ¿Cómo cerrar la brecha de género a través de la educación? Cuéntenos de su experiencia trabajando para empoderar a las niñas.

M.M.: Las barreras, desafíos y oportunidades que moldean la vida de las niñas son por lo general únicas en sus contextos. Por eso tener la capacidad de conectar con ellas y escuchar sus historias es muy importante. Para lograr que las niñas compartan sus experiencias, algo que ayuda es que ellas sepan que tú estás dispuesto a actuar de acuerdo a lo que ellas te cuentan. En mi comunidad, después de escucharlas, una parte de la solución fue crear una clase únicamente para niñas, así como unos caminos alternativos para la educación.

S.E.: Actualmente, usted trabaja en un área remota del norte de Canadá. En Colombia, hay dificultades para lograr que los profesores permanezcan en las zonas rurales y remotas. ¿Qué la ha motivado a usted para permanecer allí? ¿Tiene alguna recomendación para alentar a los maestros a permanecer en estas áreas aisladas?

M.M.: Los gobiernos deben trabajar de cerca con estas comunidades para entender mejor sus realidades y crear soluciones juntos. Puede haber programas de entrenamiento para docentes, construidos para apoyar con énfasis a los profesores que trabajan en la ruralidad. Debemos pensar si estamos capacitando a los profesores para estas realidades. También se deben crear programas personalizados para entrenar a las personas que son de las zonas rurales de manera que ellos mismos se conviertan en profesores o líderes educativos. Esto puede involucrar educación a distancia, inversión en infraestructura, programas acelerados de mentoría o programas que equilibren el desarrollo profesional en clase con más experiencia de campo. Se puede ofrecer un incremento salarial u otros beneficios para atraer y lograr la permanencia de los profesores. Esto puede incluir viajes, subsidios de vivienda, condonación de créditos educativos, facilidades financieras, etc.

S.E.: ¿Qué más se puede hacer?

M.M.: Es necesario desarrollar estrategias nacionales de reclutamiento que propendan por atraer las mentes más brillantes y creativas al área de la educación, para que logren conectar la oferta educativa con la realidad, las necesidades, los medios de vida y el empleo en cada territorio. Los profesores deben tener la libertad profesional para explotar opciones alternativas. Yo siempre animo el aprendizaje experiencial y los proyectos basados en aprendizaje. Se debe aprovechar la tecnología donde sea posible, invertir en tecnologías de comunicación para conectar mejor las comunidades rurales entre sí y los centros más grandes, así como destacar los casos exitosos de docentes que trabajan con comunidades apartadas. Se pueden crear campañas de comunicación que resalten la importancia de la educación en tales áreas.

S.E.: También ha trabajado con comunidades indígenas en los últimos años. ¿Qué ha aprendido de esta experiencia? ¿Cómo preservar las tradiciones culturales y aun así prepararse para un mundo cada vez más globalizado?

M.M.: Desde la época colonial, las culturas indígenas han sido oprimidas. Muchas naciones actuales, que tuvieron grandes migraciones de colonos, desplazaron a los pueblos indígenas. En casi cualquier nación con comunidades indígenas sabemos que hay problemas profundos con la propiedad de la tierra, el desarrollo de recursos, los tratados, los idiomas perdidos, etc., que no se han resuelto. En la era de los derechos humanos, los países deben analizar de manera crítica sus propias historias y despertar las verdades que se han cubierto.

S.E.: ¿Cómo lo han hecho en Canadá?

M.M.: En Canadá hemos comenzado un proceso que llamamos «Verdad y Reconciliación» y una parte integral de esto es la educación. Como nación, debemos comenzar a contar la verdadera historia de nuestro pasado. Esta historia necesita ser inculcada en nuestro sistema de educación, en las novelas que leemos, en los medios que consumimos, en las historias de nuestro cine. Los pueblos indígenas necesitan ver representadas sus historias. Ayudar a los estudiantes a mirar críticamente sus historias es de gran importancia, ya que les ayuda a comprender que a menudo las tremendas cargas socioculturales y económicas que han heredado están enraizadas en el trauma histórico. Todos los jóvenes necesitan creer que tienen el poder de escribir sus propios destinos. También diría que muchas culturas indígenas tienen sus raíces en el equilibrio, la sostenibilidad y una conexión con la naturaleza. La cultura global dominante ahora se trata del consumo y la producción fuera de control y con poca o ninguna conexión con lo dañino que esto es para nuestro medio ambiente.

S.E.: En esa medida, ¿qué se puede hacer desde los entornos escolares?

M.M.: Se puede, por ejemplo, invitar a los ancianos a las escuelas para contar historias, hacer demostraciones de cultura, comidas tradicionales, arte, etc. Pedir a los ancianos que compartan sus tecnologías y su visión del mundo, y tener un programa de «Anciano en residencia» en las escuelas. También es necesario asegurar que el idioma local puede ser el idioma de instrucción en la escuela o que se ofrecen clases de lenguas. Se debe invertir tiempo y recursos en la construcción de relaciones positivas entre la escuela, los padres y la comunidad. Una buena opción son los viajes de intercambio entre comunidades urbanas y rurales, indígenas y no
indígenas; así como el desarrollo de un currículo localmente relevante, que incluya proyectos escolares que utilicen medios atractivos como la fotografía, el arte, el cine, el teatro y la música para que los jóvenes puedan investigar una parte de su cultura indígena. Por otra parte, es necesario ajustar el calendario escolar para acomodar mejor las realidades culturales. Por ejemplo, en el Ártico tratamos de tomar descansos escolares durante los tiempos de caza tradicionales para que los jóvenes puedan estar con sus familias en esta actividad.

S.E.: Por último, ¿por qué la educación es la oportunidad que hace todo posible?

M.M.: Creo que el filántropo educativo Sunny Varkey lo expresó mejor cuando dijo: «No importa la pregunta, la
educación es la respuesta».

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/la-mayor-herramienta-de-los-profesores-es-conectar-con-sus-estudiantes-la-mejor-profesora-del-mundo/629728

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Documental: Los guardianes del Amazonas

Redacción: BBC Mundo

Desde que Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil, el ritmo de deforestación de la selva amazónica aumentó más del 50%.

Muchos de los indígenas que viven en el bosque tropical más grande del mundo creen que el discurso del mandatario «respalda» la actividad de los madereros ilegales, con quienes desde hace años mantienen un enfrentamiento por las riquezas naturales del Amazonas.

«Tenemos que luchar por nuestra tierra», dice Laercio Guajajara, un indígena de la zona de Araribóia, en el estado brasileño de Maranhao, «no hay otra opción».

Él es uno de los guardianes de la selva amazónica que desde hace unos 6 años patrullan su territorio en busca de madereros ilegales.

Pero a veces los maderos se niegan a abandonar el lugar y los conflictos se vuelven violentos.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49375536
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Casitas de Escucha: una esperanza para reducir tasa de suicidios entre adolescentes indígenas en Costa Rica

Redacción: El Observador

El suicidio es la tercera causa de muerte entre adolescentes costarricenses de 15 a 19 años, según el informe anual 2018 del Fondo para la Niñez de las Naciones Unidas (Unicef, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, entre jóvenes que pertenecen a comunidades indígenas la tasa es cuatro veces más alta. A nivel nacional, el promedio se registra en 3.48 por cada 100.000 habitantes, pero en estas sociedades aumenta a 13.92.

La situación ha obligado a las instituciones involucradas a desarrollar políticas focalizadas en función de las particularidades de los adolescentes que pertenecen a estas comunidades. Un ejemplo de esto es el proyecto Casitas de Escucha.

Desde mayo del 2017, este plan desarrollado por la fundación Fundamentes, el Hospital Nacional Psiquiátrico, el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) ofrece un espacio a niños y jóvenes “que están en riesgo psicosocial”.

Una de las estrategias para ayudar a fomentar la inclusión social es por medio de los deportes. (cortesía Fundamentes y del TC-709 de la UCR)

El proyecto

La psicóloga Helga Arroyo, coordinadora del programa, explicó a El Observador que la idea nació como una respuesta preventiva ante los altos niveles de incidencia de suicidio con jóvenes.

“El suicidio es multicausal y es un pasaje al acto que no busca acabar con la vida, sino con un profundo sufrimiento que me es insoportable. Es un grito que busca ser escuchado y cuando logramos escuchar y construir vías singulares para darle otros significados al sufrimiento, podemos mirar a la vida”, añadió.

De momento, son seis Casitas las que operan; cuatro de ellas se ubican en el cantón de Talamanca. Estas se encuentran en los poblados de Sepeque, Shiroles, Sixaola y Puerto Viejo.

Las otras dos están en las comunidades de Corales y Cieneguita, las cuales pertenecen al cantón central de Limón. En total, el programa ayuda a más de 600 menores de edad.

La expresión artística es vista como una alternativa a la comunicación normal y algo que ayuda a los jóvenes a ser más abiertos. (cortesía Fundamentes y del TC-709 de la UCR)

Ejes fundamentales

Arroyo explicó que el programa se basa en un modelo integral de tres ejes: el clínico, el educativo y el creativo.

En el eje clínico se ofrece acompañamiento clínico terapéutico, por medio de talleres de prevención y sesiones terapéuticas individuales, grupales y familiares.

En el educativo, a través de tutoría personalizadas, se acompaña a los jóvenes con las materias que les cuesta para que se mantengan estudiando, “porque estamos convencidos que la educación es la vía para construir un proyecto de vida”, aseguró.

Por último está el eje creativo, el cual, por medio de talleres creativos, busca generar espacios que incentiven la imaginación y formas alternativas de comunicación, a través de la expresión artística.

 

Informe Anual 2018 | Resultados en protección

INFORME ANUAL 2018 | En este video se destaca el trabajo realizado por el área de Protección de las niñas, niños, adolescents y jóvenes de UNICEF, durante el año 2018, en conjunto con el Ministerio de Educación Pública MEP, Caja Costarricense de Seguro Social, Fundacion Fundamentes, Hands For Health Costa Rica y Costa Rica Indígena.UNICEF contribuye para que Costa Rica avace en el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para no dejar a nadie atrás.Lea la presentación del informe aquí: bit.ly/UNICEF18CRAgradecemos al Museo de Arte y Diseño Contemporáneo – MADC, por facilitarnos sus hermosas instalaciones.

Posted by UNICEF Costa Rica on Friday, July 19, 2019

Para Gordon Jonathan Lewis, representante de Unicef en Costa Rica, este tipo de proyectos son vitales para revertir la preocupante tendencia ya que también ayudan a potenciar elementos positivos de la cultura indígena.

“Los adolescentes que se desarrollan en comunidades indígenas, están clamando por diferentes espacios de interacción positiva. Estos centros tienen la bondad de que pueden operar aisladamente, pero también articular con la propia familia”.

Según Arroyo, el trabajo en conjunto del programa con las comunidades ha permitido la disminución de los índices de suicidio.

Destacó que el año pasado, el cantón de Talamanca recibió el Premio Nacional por el Mejoramiento de la Calidad de Vida, el cual es otorgado por la Defensoría de los Habitantes.

Urge financiamiento

A pesar de esto, la coordinadora externó a este medio su preocupación, ya que el programa solo tiene asegurado su financiamiento hasta diciembre de este año y “necesitamos que el Gobierno se siga comprometiendo en su sostenibilidad”.

Además de recibir fondos del PANI, el plan obtiene financiamiento del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD). A raíz de la duda, la Municipalidad de Talamanca declaró el proyecto de interés público, la semana pasada, explicó Arroyo.

“En Talamanca persisten condiciones de vulnerabilidad, violencia y exclusión social. Las áreas de salud no cuentan con profesionales en psicología para garantizar la atención de una población en riesgo.

“En este momento, es el único dispositivo comunitario que se cuenta como factor de protección ante el suicidio”, añadió.

Las Casitas de Escucha son espacios de interacción positiva para los menores de edad que los atienden. (cortesía Fundamentes y del TC-709 de la UCR)

Emergencia cantonal

Esas condiciones mencionadas por Arroyo son las que obligaron a la Municipalidad de Talamanca a declarar una emergencia cantonal, en el 2014, a raíz de un alarmante crecimiento en el número de suicidios.

Según números del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en el 2013 se reportaron seis casos y cuatro intentos. Al año siguiente este número subió a 11 y 47, respectivamente, de las 11 muertes, tres fueron menores de 18 años.

Esto es más alarmante tomando en cuenta que la población de este cantón representa sólamente el 0,66% del país.

A raíz de esto, la Universidad de Costa Rica (UCR) llevó a cabo una investigación liderada por la misma Arroyo y Damián Herrera para comprender cuáles eran los factores incidentes de suicidio, particularmente en población joven indígena Bribri.

Los hallazgos concluyeron que, el suicidio en este territorio, tiene que ver con un trauma psicosocial. “Cuando la herida es psicosocial, esto significa que es un dolor que está situado en nuestras relaciones”, afirmó Arroyo.

“Los territorios indígenas han vivido procesos históricos de mucha violencia, desigualdad e injusticia social, que han provocado daño en sus identidades, en sus formas de ser, en sus manifestaciones culturales, en su Cosmovisión y en sus vínculos”, añadió.

(cortesía Fundamentes y del TC-709 de la UCR)

Fuente: https://elobservadorcr.com/inicio/blog/2019/08/04/casitas-de-escucha-una-esperanza-para-reducir-tasa-de-suicidios-entre-adolescentes-indigenas/

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Nativos de Brasil crean protocolo de consulta sobre la Amazonia

América del Sur/ Brasil/ 23.07.2019/ Fuente: www.telesurtv.net.

«El Estado tiene el deber de consultar a los pueblos indígenas antes de que entre en sus territorios», indicó el vicepresidente de la Asociación Hutukara Yanomami, Dário Yanomami.

Comunidades indígenas de los estados de Roraima y Amazonas (Brasil) elaboraron un documento que establece cómo desean ser consultados sobre los proyectos en la Amazonia.

El vicepresidente de la Asociación Hutukara Yanomami, Dário Yanomami, indicó que elprotocolo es una forma de recordar a la sociedad no solo la necesidad de consultar a los pueblos, sino también los procedimientos a seguir en cada situación.

“Esto significa que el Gobierno brasileño debe reconocer el protocolo de consulta, (entender) lo que piensan los yanomami y cómo funcionan. Si algún proyecto quiere explotar en nuestro territorio, por ejemplo, el protocolo se asemeja al derecho de consulta», dijo.

«El Estado tiene el deber de consultar a los pueblos indígenas antes de que (nadie) entre en sus territorios», agregó Yanomami.

La deforestación en el Amazonia brasileño ha aumentado durante el Gobierno de Bolsonaro. | Foto: TRT

La elaboración de este documento tiene en cuenta el avance de grupos económicos en tierras  indígenas, como empresas minera, madereras y de agronegocios por lo que la comunidad nativa insta con este texto a respetar sus decisiones y pensamientos a través de este protocolo.

El documento llamado protocolo de consulta fue elaborado durante cuatro años entre agencias públicas y se archivó en instituciones como la Fiscalía Federal, la Secretaría Especial de Salud Indígena y los ministerios de Medio Ambiente y de Educación, la Fundación Nacional del Indio y en la presidencia de la República.

Desde que llegó Jair Bolsonaro, el pasado 1 de enero de 2019, a la Presidencia los yanomami así como otros grupos étnicos, temen el riesgo de las normas de protección para los pueblos tradicionales.

En el mes de marzo, el Gobierno de Bolsonaro manifestó la posibilidad que Brasilse retire del acuerdo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), lo que pondría a las comunidades en un área más insegura con respecto a la garantía de los derechos de los indígenas.

Fuente de la noticia: https://www.telesurtv.net/news/brasil-indigenas-protocolo-consulta-amazonia-20190723-0010.html

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Brasil: Esta es Dani, la joven indígena lesbiana que defiende los derechos LGTB en la Amazonia

América del sur/Brasil/27 Junio 2019/Fuente: El país

Dani, una activista para la preservación de la jungla brasileña, es la protagonista del segundo capítulo de la serie ‘Rainforest Defenders’, que presenta el retrato de cinco líderes que defienden su territorio

Dani es una joven activista riberina de 21 años. Pero, para convertirse en lo que hoy es, ha realizado un difícil y valeroso ejercicio de búsqueda de identidad que no se entiende sin comprender el contexto en que tuvo lugar.

Muchas de las comunidades que habitan las riberas del río Tapajós, como en tantos otros asentamientos a lo largo de la inmensa cuenca amazónica brasileña, se definen como riberinas, y engloban la diversidad étnica de sus pobladores, fruto del mestizaje entre indígenas, afro-descendientes y blancos de origen europeo, sobre todo ibérico, en múltiples cruces interétnicos a lo largo del tiempo.

Actualmente, definirse como indígena es una cuestión de autoafirmación, pero en muchas comunidades a lo largo de este caudaloso afluente del río Amazonas, la mezcla es tan antigua y dinámica que puede resultar imposible escoger una etnia a la que afiliarse.

Pero cuando el territorio está amenazado por mineras, madereros, el agronegocio y por la apropiación de tierras no tituladas, muchas comunidades han hecho ese ejercicio de autoafirmación y autodemarcación del territorio, demostrando que ocupan esos lugares desde un tiempo suficiente como para reclamar su propiedad al Estado. Conseguir su titulación es la única garantía para evitar ser expulsados de ellas; normalmente, por propietarios de negocios que explotan los abundantes recursos naturales que alberga la región.

Otra vía efectiva para la protección de poblaciones en estos territorios ha sido la declaración de Reservas de Conservación, sean estas permanentes (como las Reservas Biológicas o Parques), o Reservas de Usos Sostenibles, como las reservas extractivistas (Resex) o las Florestas Nacionales (Flona).

En una Flona se ubica la comunidad de Prainha, hoy dividida entre Prahina I y Prainha II. El haber alejado la amenaza exterior a través de la protección relativa que proporciona el vivir dentro de una Floresta Nacional, le permite a la comunidad centrarse en cuestiones internas como la que les ha llevado a constituirse en dos comunidades diferenciadas.

Vista aérea de las plantaciones de soja en el linde del área reconocido como Floresta Nacional en el bajo Tapajós, donde vive Dani.
Vista aérea de las plantaciones de soja en el linde del área reconocido como Floresta Nacional en el bajo Tapajós, donde vive Dani. PABLO ALBARENGA

Detalle de una de las plantaciones de soja junto a la Flona donde vive Dani.
Detalle de una de las plantaciones de soja junto a la Flona donde vive Dani. PABLO ALBARENGA

En Prainha II es donde vive Dani, una valerosa joven que ha realizado un intenso ejercicio de búsqueda de identidad que la llevó al reconocimiento de que es homosexual, lo que escondió durante largo tiempo, reprimida por su familia, la comunidad y también la iglesia.

Para Dani, realizar este ejercicio de reconocimiento dentro de la comunidad resultó prácticamente imposible durante demasiado tiempo. A la importante presencia de iglesias evangelistas de tinte conservador, expandidas con suma eficacia por todo Brasil (en el caso de Prainha II, se trata de la Iglesia Adventista del Séptimo Día), se suman estructuras culturales tradicionales donde la sexualidad está firmemente controlada y explorar cualquier vía alternativa resulta prácticamente inviable. El reparto de roles entre géneros es asimétrico y el control del vínculo sexual y reproductivo a través del matrimonio, muy férreo. En este entorno, la violencia y el abuso sexual es un fenómeno frecuente entre familias y comunidades, donde queda soterrado por el silencio y la ocultación.

En este marco, el viaje de Dani, víctima ella misma de violencia sexual, ha sido muy difícil. Pero a través de su implicación en un colectivo de jóvenes activistas, coordinado por la asociación de jóvenes ambientalistas Engajamundo, ha encontrado el espacio de libertad para expresar libremente su homosexualidad. Reconocerse públicamente como miembro de la comunidad LGTB+ se convirtió en un factor de empoderamiento y en una vía para su compromiso con esta y otras causas importantes para la comunidad.

“Mis luchas aquí no son pocas”, cuenta Dani. “Primeramente, por la preservación del área de conservación de la que forma parte la Flona en la que vivimos, que está rodeada de sojeiros[cultivadores industriales de soja]. Por todas partes nos llega la polución de los agrotóxicos y el avance del gran sojeiro, que ya amenaza a varias comunidades vecinas. Poder vivir en este área maravillosa y protegerla, esta es la primera lucha”.

“Pero yo estoy implicada en otra lucha”, continua con determinación. «Por la sexualidad, un tema que no es abordado en las comunidades, ni en la escuela, ni en las familias. Aquí era imposible asumir por mis propios medios el hecho de ser lesbiana. Por suerte pude hacerlo través de un ejercicio donde exploramos otras formas de lucha y pude traer esta discusión a la escuela donde yo estudié a los 16 y 17 años. Fue el periodo en el que sufrí más. Sufrí en las comunidades, sufrí en la escuela, sufrí en la familia”.

“Hasta hace poco tiempo, me sentía una persona incapaz, me sentía una basura, la verdad”, dice Dani con la emoción que trae el recuerdo del sufrimiento. “Yo sentía que no era nadie, parecía un saco abandonado. No era nadie, pero nadie, la verdad”.

Dani y algunos amigos posan para un retrato en el margen del río Tapajós tras finalizar una actividad reivindicativa de los derechos LGBT+.
Dani y algunos amigos posan para un retrato en el margen del río Tapajós tras finalizar una actividad reivindicativa de los derechos LGBT+. PABLO ALBARENGA

Poder pasar de la represión, la frustración, la depresión y los intentos de suicidio al orgullo de reconocerse fue un paso determinante en la vida de Dani, hoy convertida en militante de la causa LGBT+. “El hecho de que pueda golpearme en el pecho y decirme que yo soy una inspiración para otros, es un orgullo. El que un joven dijese el otro día: ‘Yo voy hacer lo que hizo Dani’. Eso fue un privilegio muy grande para mí. Una felicidad”.

Para esta joven menuda, pero desafiante, el vínculo entre la lucha por la sexualidad y la causa ambientalista de defensa del territorio está muy claro. Ambas luchas son muy duras en estas comunidades del bajo Tapajós: “Si tengo la fuerza para combatir los prejuicios ante la sexualidad, tendré la fuerza necesaria para combatir la invasión de las grandes explotaciones de soja que devoran la floresta, que retan a las comunidades y que rodean nuestra Flona, amenazando con asfixiarla”.

Para Dani, ambas causas están íntimamente ligadas entre sí. “Porque yo soy ahora una resistente”, dice. “Si resistí la represión de mi sexualidad, resistiré la invasión de mi territorio por parte de los sojeiros. Esto lo tengo claro”.

Este vínculo entre existir y resistir es común entre los jóvenes activistas, ya sean riberinos, indígenas o afrodescendientes, a lo largo del río y en el interior de la selva.

Dani lava su ropa en la comunidad de Prainha II, donde vive, dentro de la reserva Floresta Nacional de Tapajós, Pará, Brasil.
Dani lava su ropa en la comunidad de Prainha II, donde vive, dentro de la reserva Floresta Nacional de Tapajós, Pará, Brasil. PABLO ALBARENGA

Dani se muestra muy lúcida en la descripción del proceso de concienciación de estas comunidades amazónicas, alejadas de los núcleos urbanos y relativamente aisladas, autónomas en su funcionamiento. Tanto frente a las amenazas de invasión del territorio y contra el medio ambiente, como ante sus sistemas sociales cerrados, que están dominados por estructuras tradicionales que vienen de lejos.

Pero entre todas las amenazas descritas y percibidas, Dani es consciente de que la mayor de todas ellas proviene de la coyuntura política derivada de la elección, en noviembre de 2018, del nuevo presidente del país, Jair Bolsonaro: “Hoy en día, lo que da miedo es el momento político que está viviendo Brasil. Ahora mismo, yo tengo miedo de salir de casa por culpa de algunas personas, por culpa del prejuicio dominante. Yo puedo salir de casa un día y puedo no volver. Yo puedo salir de casa andando y regresar en una silla de ruedas. Este es mi mayor miedo”.

Bolsonaro ha manifestado claramente su intención de frenar a los activistas porque son ellos los que levantan la conciencia sobre los enormes daños que la economía depredadora y la deforestación masiva vienen causando en áreas enormes de la Amazonia; y que, ahora que los hacenderos, los ruralistas y las grandes empresas sienten que cuentan con carta blanca al amparo del nuevo gobierno, pueden causar el mayor de los desastres.

Bolsonaro tiene también claro que acabar con los activistas que defienden sus derechos, ya sea como pueblos originarios, cuya arma es su autoafirmación indígena, o a través de la defensa de su afrodescendencia, o de la causa LGTB+, es acabar con el germen de toda resistencia a un proyecto destructor. Sucesos recientes de agresión a personas LGTB+ en las calles de ciudades brasileñas, como ha sido el caso de Luana Trans en Santarém, están generando una atmósfera de violencia contra estos colectivos muy peligrosa, haciendo que el miedo gane espacio a la vez que las libertades se están viendo reducidas aceleradamente.

Antes de participar en acciones con los demás activistas de la región, Dani, en la soledad de su desamparo, había entrado en una dinámica de autodestrucción muy peligrosa. Verse reconocida es lo que ahora le da una fuerza indomable que proyecta, no solo en la lucha contra la homofobia, sino también contra el racismo y contra la violencia sexual, que vienen a sumarse a la causa medioambiental frente a las amenazas del agronegocio.

La obsesión de Bolsonaro por combatir a estos activistas les da precisamente toda la razón para persistir en su lucha, más que nunca: sin su valerosa acción en el territorio, la homofobia, el racismo, la violencia de género, la violencia contra las minorías y la economía depredadora sin escrúpulos no tendrían límite alguno. Dani está aquí para recordárnoslo.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/06/06/planeta_futuro/1559827900_555093_1559830626_sumario_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/06/planeta_futuro/1559827900_555093.html

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