Festival Internacional de Cine Infantil en India contra la violencia

Asia/India/28 Noviembre 2019/Prensa Latina

El XIX Festival Internacional de Cine Infantil en la ciudad india de Calcuta muestra películas de 12 países con el tema de la violencia contra los niños, como parte de una iniciativa global de Unicef.
Mohammad Mohiuddin, jefe de la oficina del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) en el estado indio de Bengala Occidental, señaló que hay una necesidad urgente de acción conjunta para poner fin a todas las formas de violencia contra los niños y niñas, incluyendo el abuso sexual.

Las películas infantiles -acotó- son uno de los medios más potenciales para la educación de valores entre el público joven de todo el planeta.

Mohiuddin señaló al periódico digital Ganashakti que Unicef tiene como objetivo destacar las cuestiones relacionadas con la violencia contra los niños y niñas a través de diversos discursos, talleres y proyecciones de filmes durante todo el festival de cine.

El secretario general del Club de Cine Central de Calcuta, Parimal Mukherjee, indicó que este festival es un intento de cerrar la brecha y mostrar cintas que destacan temas que afectan la vida y el bienestar de los niños en todo el orbe.

Agregó que las obras fueron seleccionadas no solo por sus interesantes argumentos y su calidad cinematográfica, sino también por los mensajes que transmiten sobre temas relacionados con la infancia.

Un total de 20 cintas de 12 países, incluida la India, se proyectarán en diferentes lugares de las ciudades de Calcuta y Malda hasta la última semana de diciembre.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=324073&SEO=festival-internacional-de-cine-infantil-en-india-contra-la-violencia
Comparte este contenido:

Kiribati: “En las islas del Pacífico los niños están para ser vistos, no oídos”

Oceanía/Kiribati/10 Enero 2019/Fuente: El país

Hay pocos lugares tan aislados y dispersos como Kiribati. Este país del Pacífico central, de solo 116.000 habitantes, está compuesto por 33 atolones de coral diseminados en una zona mayor que el subcontinente indio. Kiribati está lejos de casi todo, mecido en verdiazules aguas ecuatoriales, pero incluso aquí llega la violencia contra los niños y niñas. De hecho, los 14 estados insulares del océano Pacífico concentran cuatro de los cinco países con más agresiones contra las mujeres del mundo y una de las mayores tasas de violencia contra la infancia. Allí donde se han recabado datos, siete de cada diez adultos, incluyendo maestros, admiten pegar a los menores con los que conviven.

“Aquí, la violencia contra la infancia es una lacra tremenda, pero escondida”, explica desde Fiyi Sheldon Yett, el representante de Unicef en el Pacífico. “Una de las razones es la percepción de que si te ahorras el palo, malcrías al niño”. En otras palabras, se considera que disciplinarlo utilizando la fuerza o agresiones verbales es necesario para educarlo y para que asimile su puesto en la base de jerarquía social. Las faltas de respeto a padres y profesores en países occidentales suelen atribuirse al poco rigor de los métodos educativos. “A estas normas sociales se suman cuestiones estructurales como la desigualdad y la pobreza; el poco interés de algunos Gobiernos en priorizar la cuestión y la falta de formación e información por parte de las familias,” añade Yett. Otro factor es el estrés parental exacerbado por cuestiones como el desempleo y las catástrofes naturales.

El maltrato y abandono de la infancia le cuesta 209.000 millones de dólares anuales a Asia del este y el Pacífico, el equivalente a un 2% del Producto Interior Bruto (PIB), y su incidencia es 10 veces mayor que la de todas las formas de cáncer juntas. En Vanuatu, se cobra hasta el 4% del presupuesto del país. “Las cifras son importantes para persuadir a los Gobiernos de que adopten medidas”, explica desde Tailandia Rachel Harvey, especialista de protección de la infancia de Unicef en Asia-Pacífico. “Acabar con la violencia no es solo un imperativo moral; si no protegemos a los menores, estamos socavando el desarrollo económico de nuestros países y no alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.

Relaciones tóxicas

Según Harvey, los costes se desprenden de la demanda de servicios sociales y de los problemas de salud física y mental, que impiden una participación plena en la vida económica y social y pueden causar problemas como depresión crónica, consumo de drogas, conductas sexuales de riesgo y suicidio. Además, los supervivientes son más proclives a seguir recibiendo —y propinando— maltratos el resto de su vida y a padecer dolencias cardíacas y diabetes. Buena parte de estos problemas tienen su origen en un fenómeno descrito recientemente por la ciencia.

Atizar constantemente a un niño, ridiculizarlo en público o decirle que no llegará a nada en la vida cada vez que se equivoca les puede parecer poca cosa, pero neurobiólogos como los de la Universidad de Harvard en EE UU sugieren lo contrario. Se ha descubierto que la producción continuada de hormonas del estrés como el cortisol interfieren en el desarrollo del cerebro, alterando la arquitectura y la química neuronal. El daño afecta de por vida la capacidad de la persona de aprender, progresar en el terreno laboral y mantener relaciones estables. “Sobre todo si se produce en los primeros 1.000 días de vida”, señala Harvey.

Estudios en el Pacífico dan cuenta de la magnitud del reto: un 71% de los menores en Fiyi han experimentado violencia física y/o psicológica en su hogar; frente a un 72% en las Islas Salomón, un 78% en Vanuatu y un 81% en Kiribati. “Los niños están para ser vistos, no para ser oídos”, reza un dicho en las Islas Salomón. Hace apenas una década que se recogen datos sobre violencia en la región, por lo que los expertos coinciden en la importancia de seguir recabando más y mejores informaciones sobre el fenómeno y la eficacia de las intervenciones. Pero no es tan sencillo parece.

“Recolectar datos sobre violencia contra la infancia es muy caro y hacerlo en lugares tan remotos como las islas del Pacífico es extremadamente difícil”, explica Yett, de Unicef. Sabe por experiencia que, a menudo, la única forma de acceder a centenares de islas es en barco y a través de aguas embravecidas. “Es difícil llegar allí y saber qué ocurre en las comunidades, que son todas diferentes entre sí. Al contrario de lo que suele pensar la gente, trabajar con poblaciones pequeñas y aisladas es tanto o más complicado que hacerlo con grupos mayores y más concentrados”.

El Pacífico está realizando avances en materia de igualdad de género. Sin embargo, tiene tres de los cinco países del mundo con una mayor proporción de chicos adolescentes que aprueban que un hombre pegue a su esposa. En las Islas Cook, formadas por volcanes subacuáticos cubiertos de corales, una de cada cuatro mujeres considera que “el hombre debe mostrar que él es el jefe”, y una de cada tres víctimas no se lo cuenta a nadie.

Según un informe de Unicef y el Fondo de Población de la ONU, entre un 60% y un 80% de las mujeres en el Pacífico sur sufren violencia física y sexual durante su vida, tanto por parte de sus parejas como de otros hombres. En el archipiélago de Vanuatu, una de cada cuatro mujeres afirma que su primera experiencia sexual fue una violación antes de los 15 años. Para los niños, presenciar violencia en el hogar puede ser tan dañino como sufrirla, y al hacerse mayores tienen más probabilidades de emparejarse con personas que les maltratan y de agredir a sus propios hijos, perpetuando un ciclo de violencia intergeneracional. “La violencia contra las mujeres y contra la infancia van de la mano y deben abordarse de forma conjunta”, apunta Yett.

Esfuerzo colectivo

“La única forma de acabar con la violencia es mediante un esfuerzo colectivo”, afirma el responsable de Unicef en el Pacífico. “Los servicios educativos, de salud y de bienestar social deben arrimar el hombro, y necesitamos leyes adecuadas y medios para hacerlas cumplir, además de enseñar a las familias nuevas formas amorosas y constructivas de educar a los niños,” explica. Por ello, su equipo trabaja con organizaciones a todos los niveles: desde Gobiernos nacionales y locales, hasta escuelas, comunidades religiosas y grupos de la sociedad civil. Sensibilizando, formando, aportando apoyo técnico.

Una de las entidades con las que colabora Unicef es el Grupo de Apoyo a las Víctimas de Samoa (SVSG), una ONG creada en 2005 para acoger a las niñas que han sufrido agresiones y darles oportunidades de formarse y trabajar. “Al principio no fue sencillo porque nadie quería hablar sobre violencia, pero cuando más la escondemos, peor”, señala la presidenta de SVSG Siliniu Lina Chang.

Países de Asia-Pacífico se reunieron este octubre en Camboya para intercambiar experiencias sobre la cuestión, incluyendo el problema emergente del acoso online, y este 2019 se celebrará un foro político de alto nivel en la ONU.

“Tenemos que asegurarnos de que los Gobiernos comprendan la importancia del tema”, afirma Yett. “No es una inversión a la que puedas poner una placa y señalar con el dedo como es el caso de un edificio nuevo. El trabajo con las familias es lento y difícil de mostrar, pero es esencial para el desarrollo de las sociedades, en el Pacífico y en todo el mundo”. La violencia llega lejos, pero el cambio, también.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/11/14/planeta_futuro/1542211827_015390.html

Comparte este contenido:

Crear una cultura de paz desde los centros educativos

Por: Pedro Uruñuela

Ojalá que una de las enseñanzas, si no la primera, que saquen de la escuela nuestros alumnos y alumnas sea esta: el rechazo a toda forma de violencia y la construcción de la paz positiva.

No salgo de mi asombro. Tras una semana intensa, con varias actividades de formación, miro la prensa a ver qué ha pasado en nuestro país y en el mundo. Contemplo con estupor el espectáculo dado en el Congreso de los Diputados en la sesión de control del Gobierno, con el enfrentamiento entre dos diputados (Gabriel Rufián y Rafael Hernando) y dos ministros del Gobierno (de Exteriores y de Justicia), si bien el primero de ellos oscurece al segundo.

Sigo consultando y veo como noticia destacada que el presidente Trump ha autorizado el uso de las armas, incluso con fines letales, para detener la marea de personas inmigrantes que está llegando a la frontera. Para acabar, leo en una revista educativa la conveniencia de utilizar la práctica del boxeo como estrategia para la prevención y el tratamiento del acoso y maltrato entre iguales.

¿Qué nos está pasando? ¿Cómo es posible que no reaccionemos e impidamos que sucesos o propuestas como las mencionadas sigan repitiéndose en nuestra sociedad? Por un momento, es necesario detenerse y reflexionar, investigar las razones por las que tienen lugar estos hechos y, sobre todo, plantearse una actitud positiva de rechazo de los valores dominantes para sustituirlos por otros, centrados en el respeto a la dignidad de todas las personas y la promoción de la paz positiva y de los derechos humanos.

Desde la escuela, en sus diversos niveles, no podemos mirar impasibles lo que va sucediendo. Debemos revisar nuestros objetivos educativos y reivindicar, una vez más, la necesidad de aprender a convivir y de educarnos en la paz todas las personas que tenemos que ver con la comunidad educativa. Como decía nuestro añorado Xesús R. Jares, es necesario poner en marcha un “proceso educativo, continuo y permanente, basado en la concepción positiva de la paz y en la perspectiva creativa del conflicto que, aplicando métodos problematizantes, desarrolle un nuevo tipo de cultura, que ayude a las personas a desvelar críticamente la realidad desigual, violenta, compleja y conflictiva, para poder situarse ante ella y actuar en consecuencia”.

Enseñar a gestionar pacíficamente los conflictos y las diferencias, crear en nuestro alumnado una cultura de paz positiva son dos tareas imprescindibles para el profesorado de hoy. Si algo van a encontrar nuestros alumnos y alumnas a lo largo de la vida, cuando salgan del centro, van a ser las múltiples situaciones de conflicto, de choque de intereses, de percepciones diferentes y de necesidades no satisfechas que caracterizan a nuestra sociedad. Debemos educar para la vida, no para la academia, y prepararles adecuadamente para estas situaciones.

Volviendo al primero de los casos, el enfrentamiento en el Congreso, lo de menos es quién tiene o deja de tener razón, no es mi objetivo analizar este aspecto. Se trata más bien de analizar los elementos presentes en esa manera de abordar una diferencia legítima y de extraer las enseñanzas oportunas para nuestro trabajo educativo. Llama la atención, en primer lugar, la falta de reconocimiento hacia la otra parte, hacia la otra persona y la falta también de relativización de las posturas propias de cada parte. Nadie tiene la razón por completo, todos miramos la realidad desde diferentes puntos de vista, basados en nuestra biología, nuestra historia, nuestras experiencias y nuestros valores, que hacen que, necesariamente, nos fijemos en algunos aspectos de la realidad, dejando en un segundo plano otros.

Sólo desde el respeto y el reconocimiento de la legitimidad de la otra parte es posible buscar salidas adecuadas para el conflicto. No somos superiores, la otra parte busca también lo mejor para la solución de un problema, y sólo desde ese planteamiento es posible encontrar una salida satisfactoria al problema.

¿Realmente ambas partes querían encontrar una salida al conflicto? O, más bien, ¿lo que buscaban era quedar por encima del otro, derrotarlo y dejarlo al nivel más bajo posible? ¿Para qué hablamos y dialogamos? ¿Para buscar una solución compartida o para ganar a la otra parte? Por muchas razones, tenemos muy metido en nuestro interior un modo de gestión de los conflictos basado en la estrategia de ganar-perder: lo que yo gano es lo que tú pierdes y mi objetivo fundamental es ganar, ya que, de lo contrario, ceder y aceptar lo que pide la otra parte es una manera de perder.

Es posible otra forma de gestión de los conflictos, que intentamos enseñar y desarrollar en nuestro alumnado, la estrategia de ganar-ganar. En ella, conscientes de la realidad desigual, compleja y violenta, que nos recordaba Jares, buscamos una alternativa en la que ambas partes ganen, dando respuesta a las necesidades no satisfechas en las dos partes. Sólo desde este planteamiento es posible dar salida al conflicto y al problema que subyace en él. Mientras yo gane y la otra parte pierda, el conflicto seguirá presente, apareciendo y desapareciendo de manera habitual-.

Ya un autor nada sospechoso en estos temas, como era Bakunin, nos decía que “un problema resuelto a la fuerza sigue siendo un problema”. La violencia no es una estrategia adecuada para resolver los conflictos, ya que no va a las raíces del problema y, por tanto, sólo atiende las manifestaciones visibles del conflicto. Como estrategia, la respuesta de Trump a la marcha de las personas emigrantes va a ser completamente ineficaz y, como sucede habitualmente, sólo servirá para agravar aún más el problema.

Y no sólo desde el punto de vista de la eficacia. La respuesta de Trump choca con los valores y concepciones éticas fundamentales para la gestión de los conflictos y la construcción de la convivencia positiva. El desprecio a las personas migrantes, su culpabilización al señalar que hay más de 500 personajes peligrosos entre ellos, la separación de los niños de sus padres y madres, etc. son muestras de un nivel moral y ético característico del poder de los fuertes, totalmente alejado de la ética centrada en las personas, en su cuidado y atención y en la búsqueda de una salida digna a sus necesidades. Las consecuencias de su decisión pueden ser terribles.

Pretender culpabilizarles de su situación, ignorar las condiciones de vida en que viven en sus países de origen ponen de manifiesto la total falta de reconocimiento hacia estas personas, el pisoteo de su dignidad, la consideración de las mismas como desprovistas de humanidad… Algo que no se puede permitir, hay que parar este hacer, por muy poderosa que sea esta persona.

Y para acabar, en relación con la utilización del boxeo como estrategia para la prevención del maltrato, ¿de verdad creen que esta práctica puede servir para abordar adecuadamente las situaciones de acoso entre iguales? ¿Qué es lo que se busca con este entrenamiento para dar golpes al adversario hasta que caiga al suelo perdiendo el conocimiento? Desde mi infancia vengo oyendo planteamientos que exigen la abolición de esta supuesta práctica deportiva que, entre otras cosas, produce un gran edema cerebral consecuencia de los golpes, que origina lesiones cerebrales permanentes y que, en más de una ocasión, ha acabado con la muerte de uno de los combatientes.

La violencia sólo produce más violencia. El boxeo, deporte violento, no es la solución para erradicar la violencia entre iguales, ni siquiera como referencia. Y, desde un punto de vista moral, hay que recordar que el fin nunca justifica los medios. Argumentan sus defensores que eleva la autoestima de sus practicantes, que desarrolla confianza en uno mismo, que mejora las relaciones con los colegas que lo practican, y otras ventajas. Pero nunca pueden justificarse estas ventajas si se consiguen con prácticas no adecuadas, tocadas desde su origen por planteamientos de violencia. Lo mismo se puede conseguir con otros presupuestos pacíficos, y ese es el camino que hay que seguir.

Superando el pesimismo inicial, es mucho el trabajo el que tenemos por delante: la educación para la paz y el afrontamiento no violento de los conflictos, basado en la aceptación de las diferencias, el reconocimiento de la dignidad y la legitimidad de todas las personas, la no discriminación, la cooperación y el diálogo, el empleo de técnicas no violentas. Ojalá que una de las enseñanzas, si no la primera, que saquen de la escuela nuestros alumnos y alumnas sea esta: el rechazo a toda forma de violencia y la construcción de la paz positiva.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2018/12/04/crear-una-cultura-de-paz-desde-los-centros-educativos/

Comparte este contenido:

‘Aula segura’, el cuestionado proyecto que pretende acabar con la violencia en los institutos de Chile

Por: Meritxell Freixas Martorell

El gobierno ha impulsado una iniciativa para facilitar las expulsiones de los estudiantes, pero expertos y organizaciones critican que se trate de una propuesta “simplista y punitiva”.

Han pasado más de dos meses desde que unos 30 estudiantes, algunos de ellos con máscaras en la cara y enfundados en overoles blancos, intentaron defender a un compañero que varios policías habían inmovilizado durante una protesta en un instituto de Santiago. Los jóvenes golpearon a los agentes y les lanzaron todo tipo de objetos, incluso sillas de clase. La escena acabó con uno de los jóvenes lanzando un cóctel molotov contra los uniformados. Cinco de ellos acabaron lesionados y dos de los estudiantes detenidos.

No era la primera vez que el Liceo de Aplicación, un instituto de los llamados “emblemáticos” por su tradición histórica y buena reputación académica, vivía escenas de violencia por parte de los estudiantes. De hecho, los incidentes han ido en aumento con la llegada del nuevo director en junio. Tampoco es el único instituto chileno que enfrenta esta situación. En los últimos meses, los incidentes se han repetido en otros ocho centros de Santiago, entre ellos el Instituto Nacional, otro de los recintos emblemáticos de hombres y reconocido por ser donde estudiaron varios expresidentes del país. Un grupo de sus alumnos roció con bencina al rector, a un profesor y a otros dos trabajadores más del colegio. Lo hicieron a rostro cubierto y sin demandas encima de la mesa. La acción fue condenada por sus compañeros a través del Centro de Alumnos que los representa: “El grupo organizado no presenta ni genera con su manifestación un código que nos comunique su alternativa y el porqué de su actuar”, expresaron los estudiantes.

Pocos días después, alumnos del instituto Barros Borgoño cortaron la calle y quemaron basureros. Horas antes, Carabineros había ingresado al centro educativo y encontró material para fabricar cócteles molotov y varios overolesblancos.

Facilitar la expulsión

Las acciones de los estudiantes provocaron una dura reacción del Gobierno chileno, que no disimuló su indignación y prometió nuevas medidas urgentes para expulsar “a los violentistas” del sistema escolar y “proteger a la comunidad”. Unos objetivos que se concretaron el 20 de septiembre con la firma, por parte del presidente Sebastián Piñera, del proyecto de ley conocido como “Aula Segura”, que hace una semana superó los trámites parlamentarios y quedó a punto para convertirse en ley.

“Aula Segura” entrega mayores atribuciones a los directores de colegios para facilitar la expulsión de los alumnos que cometan actos de violencia. “Esta ley lo que pretende es combatir a los que quieren sólo destruir y se hacen pasar por estudiantes”, dijo Piñera al presentar el proyecto. La iniciativa establece como deber de los directores “iniciar un proceso sancionatorio” en contra de cualquier miembro de la comunidad escolar que cometa conductas calificadas como “graves o gravísimas” en los reglamentos de los centros. En el caso de los estudiantes, el procedimiento puede derivar en su expulsión y cancelación de matrícula.

La propuesta del Gobierno se aprobó tras dos meses de intenso debate que no han sido exentos de polémicas, sobre todo porque el objeto de regulación ha sido la violencia. La ministra de Educación, Marcela Cubillos, quien lideró el proyecto apenas asumió el cargo, desplegó todo un argumentario en torno a esta cuestión y para evitar que se aborde de la misma forma que otras faltas. Insistió en que lanzar una bomba molotov no puede tener el mismo rango que copiar en una prueba o falsificar una firma, ambas consideradas faltas graves en los colegios. “Hay temor a decir las cosas por su nombre. Se teme hablar de violencia, poniendo todo en un marco de infracciones graves”, dijo la titular de Educación.

Pero la propuesta aprobada no satisface a expertos ni organizaciones que trabajan en la materia, y la consideran “simplista” y “segregadora”.

Los diputados de la oposición, que en un principio se mostraron muy críticos con el proyecto, acabaron aprobándolo luego de introducirle algunas enmiendas. Decidieron rebajar la tensión y llegar a un acuerdo con el Ejecutivo al darse cuenta del “amplio respaldo ciudadano” que recogió la iniciativa.

Una respuesta punitiva

“La respuesta del Gobierno es absolutamente pobre porque se remite sólo al aspecto punitivo y agiliza las sanciones, pero ese no es el fondo del problema, no va a la causa de la mala convivencia escolar y la violencia”, opina el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar. “Le dije a la ministra [Marcela Cubillos] en una de las sesiones de debate en la Cámara de Diputados que parecía titular de Interior porque hablaba de sanciones, penas, expulsiones y delitos, todos términos más propios del área de seguridad que de educación. No habló de integración, solidaridad o comunidad, conceptos del quehacer pedagógico”, agrega el docente.

Aguilar reconoce que, si bien las protestas en los institutos vienen desde hace años, lo que se ha agudizado en el último tiempo es el nivel de violencia al interior de los centros escolares. Precisamente por eso los últimos casos llegaron a tener fuerte repercusión mediática y una respuesta gubernamental contundente.

La directora del área de Política Educativa de la ONG Educación 2020, Nicole Cisternas, coincide en que la violencia escolar ha ido en aumento en las escuelas de Chile, pero subraya que los casos de los overoles son sólo una pequeña parte de ella: “Nos preocupan las agresiones a docentes por parte de los apoderados [padres y madres de alumnos] y entre estudiantes, el ciberbulling y el tráfico de droga. Hay un tema grave de convivencia que requiere una política nacional de convivencia”, comenta.

Según la Encuesta Nacional de Violencia en el Ámbito Escolar (2014), un 22,3% de los estudiantes fue agredido por alguien del centro en dos o tres ocasiones en el año, y del total de denuncias por discriminación presentadas ante la Superintendencia de Educación (equivalente a la Consejería de Educación) en los años 2014 y 2015, un 54% corresponde a maltrato a estudiantes. Hasta el pasado mes de octubre, la institución recibió 1.625 denuncias de acoso escolar, en las que sólo han intervenido en 380, un 23% de los casos.

Para Aguilar, lo más preocupante son los índices de violencia perpetrada por padres de alumnos hacia docentes: de las 119 denuncias que el Colegio de Profesores registró el primer semestre (marzo-agosto) de 2018, 70 presentan como agresores a padres de estudiantes.

Un cambio de paradigma

Nicole Cisternas y Mario Aguilar consideran imprescindible poner atención en políticas preventivas, algo que no ha impulsado el Gobierno. “No sabemos por qué hay tanta rabia en nuestros estudiantes”, se pregunta el presidente del gremio de docentes. “Faltan políticas pensadas en 360, que impliquen a docentes, directivos, apoderados y estudiantes y que aborden la violencia desde la prevención y la reparación a víctimas y victimarios”, apunta la investigadora.

Según el diagnóstico de Aguilar, el descontento estudiantil podría tener que ver con “la educación competitiva, segregadora y de ránkings, en la que los jóvenes terminan siendo un número”. El dirigente critica que “se exprima” a los estudiantes con sus resultados porque de éstos dependen, entre otros, el financiamiento de la escuela o el sueldo de los profesores: “Eso es muy insano”, asegura. Considera que para mejorar la convivencia escolar es necesario un cambio de paradigma educativo, “que trate a todos los actores como personas y no como objetos de rendimiento”.

En los próximos días se esperan nuevas movilizaciones de los estudiantes, sobre todo cuando el presidente Piñera promulgue el proyecto y la norma entre en vigor. El ambiente volverá a calentarse entre los jóvenes, que en varias ocasiones han manifestado su rotundo rechazo al proyecto. Será entonces, entre protesta y protesta, cuando se pondrán a prueba los efectos de la nueva ley.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/23/aula-segura-el-cuestionado-proyecto-que-pretende-acabar-con-la-violencia-en-los-institutos-de-chile/

Comparte este contenido:

Uruguay: Protestan docentes de Montevideo contra violencia en liceos

América del sur/Uruguay/15 Noviembre 2018/Fuente: Prensa Latina

Los liceos de Montevideo permanecen hoy cerrados a causa de una huelga de 24 horas que escenifican docentes en protesta por la agresión sufrida por una profesora a manos de un estudiante en uno de esos centros.
Participantes del paro denuncian como ‘actitud omisa’ la del Consejo de Educación Secundaria (CES) frente al violento incidente ocurrido la semana pasada en Liceo 41 de esta capital, en la que también golpearon a otra alumna.

A instancia de sus trabajadores la asamblea general de la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (ADES) convocó a la jornada de paro, luego de señalar que en ese centro ‘no están propiciadas las condiciones óptimas de estudio y trabajo’.

Los profesores agremiados sostienen que el hecho se dio como consecuencia de ‘problemas estructurales’ que tiene el local educativo y en esa línea señalan que han denunciado ‘la falta de un equipo multidisciplinario y sobre carga de trabajo’ que deben afrontar los docentes.

Por otra parte reclaman ‘no naturalizar la violencia dentro de las instituciones y que se den respuestas concretas’, explicó a los medios la vicepresidenta de ADES, Natalia Leiva, quien criticó la falta de respuesta y la contención adecuada por parte de las citadas autoridades educacionales.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=228486&SEO=protestan-docentes-de-montevideo-contra-violencia-en-liceos
Comparte este contenido:

Brasil: Haddad ofrece educación en lugar de armas en las favelas de Río de Janeiro

América del sur/Brasil/25 Octubre 2018/Fuente: El periódico

El candidato del PT criticó las propuestas de su contrincante el ultraderechista Jair Bolsonaro, para frenar la violencia e inseguridad

El candidato socialista a la Presidencia de Brasil, Fernando Haddad, ofreció educación en vez de violencia en una visita a uno de los mayores complejos de favelas de Río de Janeiro, mientras el ultraderechista Jair Bolsonaro se reunió con aliados para recabar apoyos ante un eventual Gobierno.

Bolsonaro, favorito para ganar las elecciones presidenciales, permaneció recluido en su residencia de Río de Janeiro, donde recibió la visita de alcaldes y se reunió con diputados dispuestos a «perfeccionar la destrozada seguridad pública de Brasil», según dijo en Twitter, su principal instrumento de campaña desde que fue acuchillado el pasado 6 de septiembre en un mitin.

Haddad, por su parte, se desplazó hasta el complejo de la Maré, donde volvió cargar contra el discurso de violencia atribuido a su rival en las urnas. «El otro lado no es esperanza, el otro lado es violencia», aseguró Haddad refiriéndose a la bandera guerrerista que proclama su adversario, un defensor de la dictadura que imperó en Brasil entre 1964 y 1985.

«Bolsonaro solo hizo una cosa en la vida, estimuló la violencia«, afirmó el candidato socialista al recordar que durante los 28 años que ejerció como legislador el ultraderechista no tuvo «ninguna buena idea» y sus propuestas solo van a «aumentar la violencia y el terror» en Brasil.

Educación para frenar la violencia

El candidato socialista, que viajó a Río en su afán de restar votos en su propio territorio a Bolsonaro, visitó uno de los complejos de favelas más pobres y violentas de la ciudad, donde son frecuentes los enfrentamientos entre grupos narcotraficantes y los abusos por parte de las autoridades.

Allí, Haddad escuchó varias quejas de sus habitantes por las continuas matanzas que suceden en esa zona de la ciudad, y señaló que es con la educación con la que se va a vencer a la violencia y que esta «se derrota con inteligencia y no con armas».

El candidato del Partido del Trabajo (PT) recordó el legado del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, donde la educación, el empleo, la inclusión y el respeto por los derechos fueron prioridad.

El sucesor de Lula, quien fue impedido de participar en los comicios por estar preso y condenado a 12 años por corrupción, también señaló que incentivar la cultura es otra forma de afrontar la violencia y por eso anunció un presupuesto para el desarrollo de proyectos culturales en la periferias y «no solo en el interior de las ciudades» como ocurre actualmente.

En el complejo, que reúne 17 favelas en la zona norte de Río y en el que viven unas 130.000 personas, el candidato del PT y su compañera de papeleta, Manuela D’Avila, también recordaron a la concejala Marielle Franco, hija de Maré, negra, lesbiana, activista y política que fue brutalmente asesinada a tiros, junto con su conductor, cuando salía de un acto político en el centro de Río y cuyo crimen, ocho meses después, sigue impune.

La estrategia de Haddad para ganar votos

Tras una semana con actividades concentradas en Sao Paulo, la ciudad más industrializada y poblada de Brasil, y un fin de semana en el nordeste, la región que más apoya al PT, Haddad eligió viajar a Río de Janeiro, el terreno político de Bolsonaro, en busca de votos de electores indecisos.

Según una encuesta divulgada ayer por la firma MDA, Bolsonaro, conocido por sus declaraciones de tinte machista, homófobo y xenófobo, se convertirá en el nuevo presidente de Brasil con un 57 % de apoyo, frente al 43 % que conseguiría Haddad.

Durante su jornada en la ciudad más emblemática de Brasil, el candidato socialista también habló con la prensa a quien expuso su temor a que una victoria del ultraderechista desate una carrera armamentista en la región.

Haddad dijo que recibió un vídeo, cuya autenticidad admitió que aún no constató, en el que uno de los hijos parlamentarios de Bolsonaro asegura en un discurso que una de las primeras medidas del ultraderechista en caso de que venza las elecciones «es derribar al Gobierno de Maduro«.

«Puede haber una escalada armamentista en la región», insistió Haddad a la prensa al ser interrogado sobre el declarado rechazo del ultraderechista al gobierno de Maduro en Venezuela. En Río de Janeiro el candidato del PT también incluyó encuentros con grupos religiosos del catolicismo y el judaísmo que le manifestaron su apoyo.

Fuente: https://www.elperiodico.com/es/internacional/20181024/haddad-ofrece-educacion-favelas-rio-de-janeiro-7106600

Comparte este contenido:

Magisterio en Colombia marchará en rechazo a violencia social

América del sur/Colombia/18 Julio 2018/Fuente: Prensa Latina

El gremio magisterial en Colombia marchará el 25 de julio en protesta por el incremento de asesinatos de líderes sociales en el país.

El presidente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), Carlos Rivas, presentó hoy la convocatoria a la jornada nacional de condena contra la ola de violencia desatada contra los defensores de derechos humanos.

‘No más asesinatos a líderes sociales, sindicales y maestros. Estamos hartos de esta situación. Creemos que tenemos que trabajar en una gran movilización por la defensa de la vida’, afirmó Rivas.

El líder magisterial invitó a la ciudadanía a sumarse a la acción de protesta que tendrá como epicentro a las cinco principales ciudades del país: Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Medellín y esta capital.

En medio de la convocatoria, se conoció también que el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo, admitió que puede haber sistematicidad en las muertes de líderes sociales en Colombia.

Carrillo se refirió también a la presunta participación de miembros de la fuerza pública en los homicidios de los defensores de los derechos humanos.

‘Aquí ha habido casos de cooptación de los agentes del Estado por organizaciones criminales que están eliminando a los líderes sociales’, aseveró.

En tal sentido, instó a los alcaldes y gobernadores a que asuman las responsabilidad en la defensa de la vida y la integridad de los líderes sociales.

Llamó también a la ciudadanía a que denuncie cuando conozca de casos de agentes de la fuerza pública involucrados en los asesinatos.

Ante sus declaraciones, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, aseguró que ‘las Fuerzas Armadas de Colombia han dejado atrás todo comportamiento que signifique traicionar la buena relación con el pueblo colombiano y las comunidades’.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=194727&SEO=magisterio-en-colombia-marchara-en-rechazo-a-violencia-social
Comparte este contenido: