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Descolonizar la cooperación internacional para el desarrollo

Por: Ollantay Itzamná

Los pueblos y la humanidad entera, somos producto del encuentro, de la solidaridad o la cooperación. Sin la cooperación mutua no existiría ningún tipo de vida, menos la vida humana.

Terminada la II Guerra Mundial, el entonces presidente de los EEUU, Harry Truman, en 1949, dividió el mundo entre: los desarrollados (ellos) y los subdesarrollados (nosotros).[1] Y, montado en los “consensos” de Organización de las Naciones Unidas (ONU), Europa y EEUU emprendieron el programa de la Cooperación Internacional para el Desarrollo (CID) hacia los países subdesarrollados. El objetivo era y es: Desarrollo y progreso para los pueblos.

Casi un siglo después de la vigencia de la cooperación internacional para el desarrollo, constamos que esos programas, en buena medida, fueron mecanismos de recolonización para crear las condiciones socioculturales que posibilitaron la expansión del capitalismo (despojo/destrucción de los territorios). En buena medida, los programas de cooperación internacional desintegraron a nuestros pueblos, y nos empujaron al consumismo y a la ilusión del emprendedurismo.

En el caso de las comunidades campesinas, la cooperación internacional para desarrollo promovió la “revolución verde” que destruyó y destruye los ecosistemas y tramas de vida en nuestros territorios. Desintegró socialmente a las comunidades, y descampesinó a las familias. Ahora, las familias que aún se dedican a la producción agrícola ya no quieren producir sin productos agrotóxicos.

La bicentenaria historia blanca y sangrienta de la intervención o del colonialismo (cooperación) norteamericano tiene facetas nefastas como el Plan para el Progreso en nuestro Continente de Abya Yala. Dicho colonialismo norteamericano, hoy, cobra hegemonía con la cooperación letal de la USAID, que ya no sólo coloniza mentes y sentimientos, sino que incluso fecunda “progresismos norteamericanos” para seguir colonizado a los pueblos, como ocurre con el actual gobierno de Guatemala.[2]

Desde los pueblos de Abya Yala sentipensamos que la cooperación internacional para el desarrollo fue uno de los nuevos mecanismos para la recolonización y perpetuación de la dominación de los “vencedores” de la II Guerra Mundial sobre los pueblos del Sur.

Cuando Truman decía desarrollo y subdesarrollo, anunciaba el horizonte del neocolonialismo del Sur para el (mal) desarrollo del Norte. Sin colonizar la mente y los sentimientos de los pueblos del Sur, mediante la cooperación internacional “apolítico”, era impensable expandir en el globo el capitalismo. En consecuencia, conseguir el desarrollo del Norte sobre las cenizas del Sur.

Pero, el desarrollismo promovido desde el Norte, no sólo puso en “situación límite” el entramado de la Vida en el planeta Tierra, sino que agudizó o “trasladó” el Sur al Norte. Al punto que, ahora, ese Sur empobrecido en el Norte opulento exige la cooperación al desarrollo. Pero, ya no hay tiempo, ni condiciones, para ampliar el “desarrollo” a más gente, mucho menos de manera indefinida. La Tierra, como macro ecosistema de vidas, no da más.

En este contexto histórico y planetario, conversamos con un sureño en el Norte, Eneko Gerrikabeitia, desde Euskal Herría, sobre la urgente necesidad de descolonizar la cooperación internacional y proyectarlo como un “acompañamiento” entre pueblos para los buenos vivires, como hijos e hijas de la Madre Tierra.[3] Ahora más que nunca, los pueblos colonizados en el Norte y en el Sur necesitamos hermanarnos para emprender nuestros caminos de emancipación para la redignificación de nuestra Madre Tierra.

Notas:

[1] Véase, https://civismundi85.blogspot.com/2017/06/el-origen-de-los-terminos-desarrollo-y.html#:~:text=En%201949%2C%20el%20t%C3%A9rmino%20subdesarrollo,a%20las%20ventajas%20del%20progreso%E2%80%A6

[2] Véase, https://www.telesurtv.net/bloggers/Por-que-los-EE.UU.-batalla-por-la-democracia-en-Guatemala-20240103-0002.html

[3] Véase, https://www.youtube.com/watch?v=pPQ081T45ts&t=526s

Ollantay Itzamná. Defensor de Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos desde Abya Yala

Blog del autor: https://ollantayitzamna.com/

@JubenalQ

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Diálogo pedagógico cooperativo entre dos textos publicados.

Por  Ana María Ramírez Zarza y José Yorg 

“…toda comprensión de un discurso vivo, de un enunciado viviente, tiene un carácter de respuesta (a pesar de que el grado de participación pueda ser muy variado); toda comprensión está preñada de respuesta y de una u otra manera la genera: el oyente se convierte en hablante”. Mijaíl Bajtín

Esta propuesta de intertextualidad  plantea la lectura y la reflexión de dos textos y un interrogante: “Educación cooperativista: Cinco principios pedagógicos para una experiencia educativa coherente y significativa”, y  “La pedagogía cooperaria es la esencia y proyección del cooperativismo en clave pedagógica”, que ponemos en diálogo en sus partes que consideramos sustantivas y esenciales en sus propuestas.

Nos interroga la Dra. Frances Figarella García desde Puerto Rico: ¿Te has cuestionado si reproduces las ideologías capitalistas mientras intentas educar sobre la ESS?

Y luego nos invita “a reflexionar acerca de tus prácticas pedagógicas cuando facilitas experiencias educativas. Reconocemos que las prácticas y estrategias educativas que conocemos fueron las que nos formaron y reproducen la ideología capitalista. Es hora de preguntarnos cómo podemos hacerlo de manera diferente”.

Nosotros respondemos- de acuerdo a nuestro modesto juicio- que no se trata de “hacerlo de manera diferente”, sino de alterar y producir una ruptura sin vueltas, concordante con Mario Schujman cuando nos alegó que “Creo que es necesaria una ruptura epistemológica en la pedagogía cooperativa, una revolución pedagógica para acercarnos a los educandos, aprender de ellos y juntos, colectiva y solidariamente generar el conocimiento”. En efecto, nuestra reflexión y construcción se distancia y  rompe epistemológicamente con el  tradicional método de enseñanza-aprendizaje.

 ¿Por qué  hacer esa ruptura?

Porque en la práctica común se observa que muchos/as colegas están “influenciados” por la pedagogía liberal-capitalista adquirida en los Institutos de Formación Docente en la creencia de que la pedagogía posee un carácter científico y académico infalible.

La verdad es que la pedagogía como cualquier otra ciencia está infiltrada por concepciones ideológicas que el mercado impone, pero también otras concepciones como la socialista, la anarquista y la marxista en todas sus lineas.Es decir existen tantas pedagogías como ideologías existan.

El 25 de mayo del presente año la Dra. Figarella García envía por correo electrónico adjunto artículo relacionado de su autoría “Educación cooperativista:Cinco principios pedagógicos para una experiencia educativa coherente y significativa”, se refiere a su vez y en contestación al artículo “La pedagogía cooperaria es la esencia y proyección del cooperativismo en clave pedagógica”, de nuestra autoría, induciendo así lo propugnado por  Mijaíl Bajtín, quien  “reflexiona sobre el carácter dialógico que tiene todo discurso: los discursos, textos y géneros literarios dialogan entre sí y, según defiende, todo emisor ha sido antes receptor de otros muchos textos que tiene en su memoria en el momento de producir el suyo, de modo que este último se funda en otros textos anteriores con los cuales se conecta. Con ellos, establece un diálogo”. https://es.wikipedia.org/wiki/Intertextualidad

El texto de la Dra. Figarella García en estudio fue publicada por la Revista Idelcoop N°  229 en Noviembre 2019, cuyo contenido apreciamos como muy valioso por ser sustancialmente un gran aporte a la construcción de una auténtica y genuina pedagogía correspondiente con el cooperativismo, conforme se adelanta en el resumen del mismo:

“El cooperativismo es una alternativa socioeconómica, y su educación debería ser coherente con los valores y principios cooperativistas. La inconformidad con el enfoque pedagógico tradicional utilizado en la educación cooperativa es real y ha sido documentado por diversos autores de diferentes partes del mundo.  La autora de este artículo también ha hecho lo propio en diversas experiencias de educación cooperativa en Puerto Rico. Por tales razones, en este trabajo propone cinco principios pedagógicos que pueden guiar la educación cooperativa para lograr la coherencia y la efectividad de esta. Estos principios están fundamentados en las teorías y enfoques educativos: constructivista, histórico-cultural y sociocrítico; y en, al menos, dos de las pedagogías liberadoras teorizadas y practicadas por Pablo Freire: la pedagogía de la autonomía y la pedagogía de la pregunta”. https://www.idelcoop.org.ar/sites/www.idelcoop.org.ar/files/revista/articulos/pdf/229_158-169.pdf

Extraemos, por la ilación del tema, la oración interpuesta en resaltado:

Diversos y diversas líderes cooperativistas han expresado su inconformidad con la educación cooperativa que predomina en Puerto Rico, al caracterizarla como individualista, con énfasis en la memorización, con poca participación de los interlocutores y las interlocutoras, y escasa vinculación con la vida social de los y las participantes”.

Lo primero es que festejamos esa incorformidad manifiesta dado que ello implica un análisis y reflexión previos que llevaron a concluir esa posición inconforme y que anima a buscar y encontrar una razonable y coherente resolución pedagógica.

Nosotros replicamos que: “También tuvimos un punto de inflexión, particularmente, antaño, a nosotros nos hacía “ruido” la práctica educativa cooperativa escolar con método aprendido en el Instituto de Formación Docente, es decir, con la pedagogía liberal y su didáctica, aplicada en el quehacer cooperativo”.

El ámbito escolar,estructurado de una forma rígida, formal,burocrática, con pocos nichos de espacios para la innovación educativa, confrontan con el ideario cooperativo, sus valores,principios,su forma organizativa de lo teórico-práctico y el trabajo y estudio grupal.

Más allá de que es posible sortear todos esos obstáculos y se avance, esos elementos perturbadores, nos hicieron reflexionar sobre la contradicción, falta de coherencia, entre la Doctrina cooperativa y el método de enseñanza-aprendizaje cooperativo bajo el designio liberal.

Es desde este análisis que proponemos instalar el “aula taller”, en tanto entendemos como la más propicia manera para abordar un trabajo grupal, de equipo casi, para ir avanzando paso a paso en nuestra labor investigadora. En ella organizamos la acción a partir de un “pensar y hacer grupal”. Ponemos  en juego una labor de lectura analítica y reflexiva, que encaja con lo teórico-práctico en la construcción de nuestras producciones.

Es un método de cotejo para seguir un camino que nos permita conocer la realidad a la luz de la historia y doctrina cooperativa. Sabemos que los Pioneros de Rochdale observaron tal y cual se le presentaba la vida , el trabajo y la sociedad, con una mirada de valores socialistas, y tal como nos ilustra Paúl Lambert, la conclusión a la que llegaron, al ver esa organización social y económica que representaba el capitalismo en su etapa industrial, fue una observación negativa para sus vidas. Allí pensaron en la cooperación organizada.

Nuestra observación, nuestra indagación, , conforme fuimos trabajando en muchas y variadas experiencias, diálogos, realización de dictados de cursos para docentes, debates sobre pedagogías en sus diversas corrientes, a la luz de la ciencia y de la doctrina. La Pedagogía cooperaria es fruto de ambas. Así seguimos el método de análisis que permitió descubrir la Pedagogía cooperaria. 

¡Saludos cooperativos!

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5 claves para que los niños disfruten del verano sin dejar de aprender

Adiós a las aulas, a las clases, a los profes y compañeros… Damos por finalizado un curso escolar de lo más especial y damos la bienvenida a las vacaciones estivales.

 

Cuando, en septiembre, empezábamos las clases presenciales tras un curso de confinamiento y clases online, docentes y alumnos vivimos con mucha incertidumbre, preocupación y, sobre todo, mucha precaución, esta vuelta al cole. Ahora, con la experiencia de estos meses a la espalda, podemos sonreír y decir, con mucha satisfacción, que este curso ha sido, a pesar de todo, realmente maravilloso. Por un lado, hemos visto como los niños se han adaptado perfectamente a la situación, manteniendo en todo momento la calma y cumpliendo sin ningún pero cada medida de seguridad establecida por las autoridades sanitarias. Por otro lado, los profesores nos hemos reinventado para adaptarnos a cada contratiempo: desde clases confinadas, clases online a grupos burbuja… Lo que está claro es que, todos, en conjunto, ¡lo hemos superado con éxito!

Ahora llega el momento de desconectar, disfrutar y aprovechar las vacaciones de verano, pero para muchas familias esto acaba siendo una preocupación; ¿debemos dejar que los niños desconecten al 100% de sus rutinas y sus aprendizajes? ¿Cómo podemos hacer que sigan aprendiendo sin sentir que es una obligación? La clave, como siempre, está en que lo hagan mediante el juego y la diversión y más durante esta época del año.

Por ello, Leticia Manoiloff, Coordinadora de las actividades extraescolares del Colegio Europeo de Madrid, propone estas cinco formas de que los niños disfruten del verano, la playa y las vacaciones, sin dejar de aprender:

1. Aprovechemos estos meses para crear rutinas sencillas: Sin duda, los niños disponen de mucho más tiempo libre en verano: no hay deberes ni clases, pero es importante que no perdamos las rutinas al 100%, aunque estas sean menos rigurosas que el resto del año. No obstante, podemos ayudarles a que marquen unos hábitos que fomentarán su capacidad de adaptación y que, además, les será muy útil a la hora de volver a clase en septiembre. Por ejemplo, podemos marcarles pequeñas tareas que pongan en valor la cooperación y la responsabilidad como prepararse su propio desayuno, ordenar su habitación, hacer su cama o ayudarnos a poner y quitar la mesa en la hora de la comida y de la cena.

2. Evitar largas horas de TV y ver películas en inglés: Está claro que en las vacaciones la tele y los dibujos animados juegan un papel importante. No obstante, hay que tener en cuenta que durante las vacaciones debemos aprovechar también para la desintoxicación de las pantallas, por lo que debemos intentar que expriman las experiencias al aire libre o disfruten de otras actividades, como los juegos de mesa. Aun así, es importante que disfruten del cine y la cultura y, por ello, debemos aprovechar esto para que, por ejemplo, vean películas en inglés o en cualquier otro idioma. De esta forma, les ayudaremos a familiarizarse con el mismo y conseguiremos fomentar su aprendizaje sobre él.

3. Fortalecer las matemáticas en las rutinas diarias: Los números están por todas partes y, por ello, es un punto a nuestro favor para fortalecer las matemáticas entre los pequeños de la casa. Acostumbrémosles durante estas vacaciones a hacer cálculos de las cosas simples que nos rodean en el día a día. Por ejemplo, revisar el ticket de la compra y comprobar que las cuentas están bien hechas, calcular cantidades de los ingredientes con los que vayamos a cocinar, jugar con las conchas de la playa proponiéndoles pequeños problemas matemáticos de sumas, multiplicaciones o restas… ¡Ni si quiera se darán cuenta que están trabajando sobre ello y, sin embargo, les ayudará mucho a fortalecer su capacidad matemática!

4. Tiempo diario de lectura: Fomentar la lectura en los niños es esencial los 365 días del año, pero, aprovechando el tiempo libre y las largas horas del día en verano, debemos hacer que, al menos, lean durante un rato cada día. De este modo fomentaremos no solo su capacidad lectora, sino que les ayudaremos a desarrollar su imaginación y su creatividad. Sin duda, los padres somos los primeros que debemos dar ejemplo y hacer de este, un plan en familia, cada día, se convertirá sin duda en el hábito más satisfactorio tanto para ellos como para nosotros.

5. Juegos al aire libre: El verano y las buenas temperaturas están hechos para que disfrutemos de respirar al aire libre. Podemos organizar desde excursiones a la montaña o a la playa, donde juguemos y nos divirtamos con los más pequeños. Los niños aprenden mucho del afecto que les transmitimos, así que hay que aprovechar este tiempo a su lado para compartir experiencias y fomentar valores como el cuidado de la naturaleza y el entorno que nos rodea.

Sin duda, todos estos planes harán que se diviertan, que disfruten de las vacaciones, que desconecten y se lo pasen bien pero, lo más importante, es que lo harán sin dejar de aprender.

Fuente de la información e imagen:  https://www.abc.es/

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Niños y niñas, capaces de hacer investigación sobre ellos mismos

Por: Pedro Rendón

Los niños y niñas son capaces de hacer investigación educativa sobre ellos mismos, por ellos mismos, y en calidad de ‘coinvestigadores’ pueden conseguir que alrededor de ellos se promuevan sus propias iniciativas, dijo la Dra. Heidi Fritz Macías, académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

El anterior fue uno de los hallazgos de Fritz en su investigación El proceso de amistad y la cultura de pares en el preescolar. Un estudio de caso donde los niños son coinvestigadores (con la cual se tituló del Doctorado Interinstitucional en Educación), en la que hizo uso del ‘método mosaico’; que consiste en el empleo de una diversidad de estrategias que permiten recuperar la voz de los niños/as, para escucharlos en su vida diaria, oír sus experiencias y ver su protagonismo como “expertos y ciudadanos activos en su realidad”.

Para no perder la riqueza del mundo en el que viven las niñas y niños (NN), desconocido para los adultos que hacen investigación educativa, quienes utilizan el método mosaico permiten a los infantes comunicarse y expresar lo que sienten y piensan, porque es más fácil preguntarles a ellas/os qué les interesa, qué les gusta y qué quieren aprender, “a estarlo tratando de identificar o interpretar nosotros como adultos”.

Después de escuchar “de viva voz” la experiencia de pequeños y pequeñas de tres y cuatro años de edad, como  protagonistas de su propia realidad, para entender cómo construyen el proceso de amistad, Fritz concluyó que ésta incluye seis elementos básicos -modelo explicativo desarrollado por ella en su investigación-: autenticidad, iniciativa, cooperación, diversión, complicidad y afectividad; que se dan en un contexto de confianza, respeto, empatía y resolución de problemas.

Para conocer el sentir, pensar y experiencias de las NN, no sólo de manera oral (entrevistas y conversaciones), la investigadora también se comunicó con ellos por medio de las herramientas de las que se disponen en el método mosaico: fotografías, videos, dibujos, sociogramas, esquemas, mapas y recorridos a sus lugares de interés, que los propios pequeños le proporcionaban y a través de los cuales le demostraron que “son capaces de hablar de su realidad y de su mundo”.

Al permitirles tener iniciativa, protagonismo y proponer soluciones a sus propias vidas, las NN se comienzan a involucrar en las situaciones cotidianas que los impactan y los impelen, lo que los hace personas muy situadas en su realidad, críticas y proactivasque, por ejemplo, en la investigación de la académica de la IBERO derivó en que las niñas y niños solicitaran a sus autoridades escolares que les llevarán a conocer una agencia de noticias -lo que ocurrió-, por el interés y gusto que les despertó usar grabadoras y cámaras para hacer entrevistas durante la investigación de Fritz.

Esta democratización y “emparejamiento de poderes” en la investigación educativa que usa el método mosaico implica respetar el derecho de todos los niños y niñas a participar en las decisiones que los involucran; ser bien tratados, protegidos y a que su estado emocional sea respetado; a saber para qué sirven los datos que se están recabando; a conocer los avances y los resultados de la investigación; a estar de acuerdo o no con la interpretación del investigador/a y a que la dé a conocer; y a decidir en qué momento quieren dejar de participar.

Niños/as constructores de cultura con capacidad de agencia

Al dar un contexto, previo a la participación de Fritz, el Dr. Marco Antonio Delgado Fuentes, docente de la Universidad de Derby (Reino Unido), dijo que en el giro posmoderno la investigación cualitativa en educación fue integrando las voces étnicas, las de las mujeres, las de la diversidad sexual y las de otros grupos que se fue entendiendo que formaban parte de la sociedad y que no habían estado propiamente representadas en la investigación; empero, en esta tendencia de la investigación cualitativa no se consideró a los niños y niñas (NN).

Sin embargo, los NN son capaces de construir cultura y tienen su propia cultura infantil. Y es que los NN hablan, intercambian opiniones y logran niveles de desarrollo más altos que cuando están solos; por eso es importante recuperar sus voces, lo que se logra con el método mosaico, un enfoque que busca destacar la voz de los niños, “pero no solamente como una forma de investigar a los niños sino, sobre todo, es una forma de investigar con los niños”, como sujetos activos que están realizando investigación.

En el enfoque posmoderno de Dahlberg y Moss se concibe a los niños como capaces de tener un pensamiento crítico, y cuando se les da la oportunidad, pueden construir cosas más allá de las expectativas que los adultos tienen cuando formulan su pensamiento acerca del preescolar, de la educación inicial (primaria), “pero que normalmente cuando estamos en ambientes muy prescriptivos, como la educación formal, lo que hacemos es que coartamos la posibilidad creativa de los niños; por lo menos en las escuelas”.

Las voces de los NN son cruciales, importantes y permiten tomar decisiones que han revolucionado la forma en la que se entiende cómo aprenden. Entonces, tener la posibilidad de escuchar lo que los niños están haciendo, es reconocer “que lo que podemos ofrecerles es mucho más amplio cuando lo hacemos junto con ellos”.

Es así que la sociología, la psicología y la etnografía han colaborado en la construcción de la imagen de un niño con capacidad de agencia, constructor de cultura, que comprende, interactúa y transforma el mundo en que habita. Esta noción está ya influyendo en la forma en la que se investiga a, y con los niños, en asuntos de sus vidas cotidianas, ya sea en las escuelas o en otros espacios.

En el método mosaico, los principios para trabajar con niños en el marco investigativo incluyen una variedad de métodos, para adaptarse a sus formas comunicativas, pues mientras los adultos siguen privilegiando el lenguaje, los niños, incluso quienes están en el periodo de adquisición del lenguaje, pueden comunicar cosas a través de dibujos, de fotografías, de representaciones de diversos tipos, y eso es lo que conforma precisamente al enfoque mosaico.

Es así que, concluyó Delgado: “La participación de los niños y familias en la investigación han generado nuevos temas en la construcción de una imagen de los niños activa, capaz y comprometida con sus compañeros. Existe ya cierta evidencia de que los servicios educativos, sociales y de salud pueden mejorarse y adaptarse a las necesidades de los niños”.

Fuente e imagen: IBERO

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Emancipación a través de la experiencia

Por:

  • El plato fuerte de Xcèntric, el cine del CCCB, ha sido la doble proyección de la miniserie italiana Diario di un maestro, de Vittorio de Seta (xcentric@cccb.org). Se trata de la crónica cotidiana de un aula, a modo de poema pedagógico, que muestra hasta dónde puede llegar un grupo de alumnos cuando se confía en ellos, trabaja en cooperación y se le ofrece herramientas para interpretar la realidad.

El maestro les invita a tomar las medidas del estrado y de la pared. ¿Para qué estarán haciendo? Para algo tan sencillo como revolucionario, sobre todo hace cincuenta años: convertir la tarima en una estantería-biblioteca de aula. Previamente han juntado los pupitres en mesas para trabajar en equipo. El aula se pone patas arriba y los paseos por el barrio, por la Roma monumental o por la naturaleza se convierten en lugares de aprendizaje.

Asimismo, se modifican los tiempos, porque aquí no rige el horario compartimentado por asignaturas sino un tiempo prolongado -a veces más allá la hora de salida-, para desarrollar sus proyectos de investigación globalizados. Estas son alguna de las cartas de presentación del maestro protagonista que acaba de llegar a la escuela de Piedralata, un suburbio de Roma, con una maleta cargada de libros.

La visión y la práctica solitaria de este docente contrasta con la de los otros colegas del centro que siguen enseñando al modo más convencional, sin salirse un ápice de lo que dicta el programa oficial y el libro de texto, con exámenes absurdos, porque así lo han hecho toda la vida y no hay manera de que salgan de su zona de confort. Son los fieles servidores de una escuela autoritaria que burla el entorno y castiga, expulsa y fomenta el absentismo escolar. Bruno, el maestro protagonista, tiene que lidiar con este panorama, en un barrio de emigrantes del sur golpeados por la pobreza y la desigualdad. ¿Por dónde empezar? ¿Cómo poner orden en un aula dónde las peleas son continuas y poco o nada de lo que les ofrece la escuela les interesa? Y, sobre todo, ¿cómo lograr la asistencia de estos dieciséis alumnos de doce años?

Bruno empieza haciéndoles algunas preguntas para hacerse una idea de sus conocimientos previos y, acto seguido, les invita a hablar de lo que quieran, escribir sobre sus familias y expresar pensamientos y emociones en sus textos: para despertar su curiosidad y para que se sientan más seguros. Le sigue una inmersión en el barrio, un entorno degradado y hasta ruinoso, y las visitas a las familias. Fruto de sus salidas es el enorme mural que cuelgan a la pared sobre la lucertole, tras un estudio a fondo a fondo de la lagartija y la construcción de un vivero donde van colocando los animalitos que encuentran. Otro día asiste a la clase un antiguo ladrón al que los chicos acribillan a preguntas durante unas cuantas horas: ¿Por qué robaba? ¿Por qué dejó de hacerlo? ¿Cómo era la vida en la cárcel.

La delincuencia se convierte en un centro de interés y, como todas las actividades, terminan con la confección de un periódico y un mural: “Contra la ley”, un título decidido entre todos. Una de las palabras clave de este relato pedagógico es Insieme: en común o todos juntos. Así se toman las decisiones, se organiza la clase, se gestiona un pequeño presupuesto y se va construyendo comunidad con la participación activa y responsable de todos.

El tercer episodio (lo componen cuatro en total) arranca con una escena dramática y muy actual: la demolición de unas casas, de las que han sido expulsados sus habitantes que restan a la espera de lograr una nueva vivienda. La lista de espera es larga. Los alumnos, junto a su maestro, presencian la acción de la grúa. Una experiencia tan vivida en carne propia es una excelente ocasión para trabajar a fondo el problema de la vivienda. Tras los dibujos individuales para representar este acontecimiento, el maestro les sugiere que elijan el que les parezca mejor para hacerlo colectivamente en grande, no sin antes preguntarles -como suele hacer siempre- los porqués. Le sigue una lluvia de manos alzadas para entrar en el análisis, y no faltan las propuestas que aconsejan integrar aspectos de unos y otros.

En los debates y textos se investigan cuestiones como estas: ¿Cómo y dónde vivimos? ¿Por qué se dan estas situaciones? Se consultan estadísticas, crónicas periodísticas y se invita a un par de padres para que cuenten la historia del barrio. Todo ello es aprovechado para que los textos definitivos se puedan corregir en el encerado, para aprender a comunicarse, para descubrir nuevas palabras y algunas estructuras sintácticas. Para el título del mural se inventan una palabra muy llamativa: “Las casas de los malestantes”. Como colofón, Bruno introduce una imprenta -una de las técnicas introducidas por el maestro francés Celéstin Freinet- para imprimir los textos y juntarlos en una revista de la que se editan cincuenta ejemplares: para todos los alumnos y para sus familiares. La pasión del maestro se contagia a los chicos. Hay momentos de silencio absoluto y otros de un ruido muy educativo, porque todos quieren tomar la palabra para participar, para dar la opinión o para hacer preguntas y más preguntas.

Este modo de trabajar se repite a la hora de orientar todos los proyectos: desde los oficios del barrio hasta la Segunda Guerra Mundial y el fascismo. En este punto alguien toma un libro de texto y Bruno lee lo que se dice, y al final suelta este comentario: “Apenas nada se dice de la resistencia”. Por ello la investigación se traslada de nuevo a sus vivencias. ¿Cómo la vivieron sus familias? Y Ahí sale todo: el hambre, los campos de concentración, los bombardeos sobre la población civil, la lucha antifascista, etc. Escuchan un disco donde Mussolini, el duce, proclama la intervención de Italia en la contienda y, como otras veces, algunos padres hacen de profesores para contar sus historias. Estos chicos, en un ambiente escolar en el que se sienten escuchados, reconocidos y estimados, toman conciencia de sus capacidades y se convierten en verdaderos productores de conocimiento.

En la dirección de Vittorio de Seta se descubre la huella del cine neorrealista italiano -Luigi Comencini fue su maestro- y de Pier Paolo Passolini, en su interés por retratar el mundo de los olvidados que viven en los extrarradios y en los márgenes de la sociedad. Se filmaron cincuenta horas en cámara de 16 mm y sonido en directo, y el rodaje duró año y medio. Para el papel de maestro se eligió al actor Bruno Cirino, pero los alumnos se escogieron entre los chicos de estos barrios populares: por la mañana asistían al rodaje y por la tarde recibían sus clases habituales. Se dejó un gran margen de improvisación y espontaneidad; y a diferencia de lo que suele hacerse en los rodajes las escenas casi nunca se repetían. La RAI, la radiotelevisión italiana, lo emitió en 1972 como una miniserie de cuatro capítulos de casi cinco horas de duración. La emisión de este historia, que bascula entre la ficción y el documental, tuvo un gran impacto -en el cuarto episodio se alcanzó la cifra de veinte millones de telespectadores- y levantó una fuerte polémica entre los partidarios de democratizar y dignificar la escuela pública mediante alternativas renovadoras y los que veían en ella un mero invento que cuestionaba los cimientos del orden establecido que no conducía a ninguna parte. Al año siguiente se preparó una versión reducida de 135 minutos para la proyección en salas. Y poco después la programó televisión española para la segunda cadena.

Pero si este proceso fue laborioso, también lo fue la fase previa de documentación. La cinta se inspira en el libro de Albino Bernardini: “Diario de un maestro. Un año en Piedralata” (Barcelona, Fontanella, 1974). De Seta tuvo largas conversaciones con su autor, pero también las tuvo con Mario Lodi, autor de El País errado. Diario de una experiencia pedagógica (Barcelona, Laia, 1973) y de Insieme. Un diario de clase ((Barcelona, Laia, 1974), y miembro destacado del Movimento de Cooperazione Educativa (véase el título homónimo de Francisco Imbernón, Barcelona, Laia, 1981), grupo de educadores que, inspirados en la pedagogía Freinet, centran su actividad en la cooperación, en el hacer juntos la escuela y en la investigación del niño y del entorno. Este movimiento, con un fuerte componente comunista y cristiano radical, fue pionero en la renovación de la escuela italiana de las décadas del sesenta al ochenta, con un fuerte compromiso en la recuperación de memoria histórica antifascista. Otros muchos de sus textos fueron traducidos al castellano en aquellos tiempos. Sin duda, cabe destacar la aportación de Francesco Tonucci, asesor de esta serie, muy conocido por la comunidad educativa por sus numerosas conferencias y aportaciones en castellano en defensa del protagonismo de la infancia y por sus libros de viñetas firmados por su alter ego Frato.

Diario de un maestro pude leerse tanto en clave histórica: la de unos años de efervescencia educativa tanto en la Italia democrática como en la España de la transición, como en clave actual: ¿Acaso no hay secuencias en la película que siguen siendo plenamente revolucionarias? Siempre me asaltó una duda: ¿Por qué estas experiencias fueron y siguen minoritarias? Un día el propio Tonucci me dio la respuesta: porque la formación inicial del profesorado se mantiene igual. ¿Sólo en Italia?

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2021/05/04/emancipacion-a-traves-de-la-experiencia/

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Cómo utilizar los videojuegos con fin educativo

Por: Educación 3.0

Fomentar el conocimiento en cualquier materia y desarrollar aptitudes básicas como la comunicación y la cooperación. Estos son algunos de sus beneficios según Maxime Durand, World Design Director en Ubisoft Montreal.

A medida que más colegios y profesores integran la enseñanza online en sus planes de estudios debido a la pandemia, muchos están descubriendo el poder de los videojuegos como herramienta pedagógica; como una fuerza positiva en la educación.

Como director de diseño del mundo en ‘Assassin’s Creed’ e historiador de profesión, he visto de primera mano el papel que los videojuegos desempeñan en el aprendizaje. Cuando creamos ‘Discovery Tour: Ancient Egypt’ y ‘Discovery Tour: Ancient Greece’, lo hicimos pensando concretamente en que se usaran en las aulas, trabajando directamente con profesores y educadores para satisfacer sus necesidades.

Gracias a ellos, los jugadores pueden explorar los mundos amplios y detallados de estos juegos, conocer a personajes históricos reales, y sumergirse en culturas y civilizaciones antiguas. Hay profesores que nos dicen a menudo que el ‘Discovery Tour’ no solo ha permitido a sus estudiantes desempeñar un papel más activo a la hora de aprender conceptos y datos históricos importantes, sino que también les ha motivado y ha hecho que ir a sus clases de historia resulte emocionante.

Más que historia

utilizar los videojuegos con fin educativo

Con todo, la historia no es la única materia que puede enseñarse a través de los videojuegos: estos pueden fomentar las habilidades y el conocimiento en cualquier área, desde Matemáticas y Ciencia hasta responsabilidad social e, incluso, en aptitudes básicas como la comunicación y la cooperación.

Por ejemplo, Minecraft tiene programas que ayudan a los alumnos con una variedad de materias: en su mundo se recrean clásicos como Romeo y Julieta, y las lecciones de Good Trouble propician debates sobre justicia social y cambios positivos. En cuanto a las enseñanzas en STEM, hay muchos juegos que los profesores pueden usar en sus aulas: Rabbids Coding, de Ubisoft, es gratuito, y está disponible en versión para móviles; para niños que ya saben leer resulta una herramienta muy útil para aprender programación básica de forma divertida, ya sea en las aulas o en casa.

Sea cual sea el tema, los videojuegos permiten a los estudiantes asumir la responsabilidad de sus buenos resultados en el aprendizaje e involucrarse de forma más profunda en una gran variedad de áreas de estudio. Los videojuegos son un escenario ideal para que los niños experimenten, fracasen sin apenas consecuencias y vuelvan a intentar las cosas, aprendiendo y creciendo. A los profesores los videojuegos les ofrecen una oportunidad de conectar con sus estudiantes en una plataforma que les resulta familiar, que ya conocen y les encanta.

¿Por dónde empezar?

Aunque muchos profesores ya han descubierto el poder de los videojuegos en las aulas, algunos se pregunta por dónde empezar. ¿Cómo pueden los docentes que quieren usar videojuegos en sus clases planteárselo a la administración escolar?

El profesorado puede aprovechar una variedad de recursos que demuestran la eficacia de los videojuegos como herramienta pedagógica. Ubisoft proporciona materiales online a los profesores para ayudarles a usar ‘Discovery Tour’. Este tipo de ejemplos, así como recursos como ‘AskAboutGames’ y el programa ‘BAFTA’s Young Game Designers’, pueden mostrar de forma clara la manera en que los juegos pueden no solo ayudar a trabajar en el aula, sino también mejorar la enseñanza y hacerla más accesible.

Ya sea en un aula presencial o virtual, los videojuegos pueden ser mucho más que simple entretenimiento. Historia, programación, justicia social… no hay límites a lo que puede enseñarse utilizándolos. Los profesores han demostrado su creatividad y su ingenio al adaptarse a los desafíos del año pasado, y los videojuegos pueden ser una herramienta muy poderosa para ayudarles a fomentar el crecimiento de sus alumnos en formas divertidas y originales.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/utilizar-los-videojuegos-con-fin-educativo/

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