Page 1 of 2
1 2

Estos son los 36 nuevos sitios patrimonio de la humanidad de 2021

La pandemia impidió que en 2020 la Unesco celebrara su sesión anual, por lo que hemos tenido que esperar hasta finales de julio de este año para conocer los nuevos sitios que han pasado a engrosar la lista del patrimonio mundial. En total son 36 las candidaturas aprobadas que corresponden a lugares que, por su valor universal excepcional -sea de carácter natural, cultural o mixto-, requieren ser preservados y protegidos deterioro y la destrucción.

Repartidos por países de Europa, Asia, África y América Latina, y, tres de ellos de alcance trasnacional, pasarán a ser centro de atención y, probablemente, destinos preciados de viajeros de todo el planeta. En esta ocasión, la Unesco ha reconocido un sitio español: el Paisaje de la Luz del paseo del Prado y el Retiro de Madrid. Estas son las nuevas incorporaciones.

 

 

1. Montículo de Arslantepe

Panorámica del montículo de Arslantepe en la llanura de Orduzu

Panorámica del montículo de Arslantepe, en la llanura de Orduzu

Roberto Ceccacci / © MAIAO

Situado en la llanura de Malatya, a 12 kilómetros al suroeste del río Éufrates, el montículo de Arslantepe posee restos arqueológicos que se remontan a 6.000 años a.C.  y que permiten determinar la forma de vida y la organización de la sociedad emergente en el Próximo Oriente, hasta finales del periodo romano. Las excavaciones han aflorado objetos metálicos excepcionales como las primeras espadas conocidas en el mundo.

Perú

2. Complejo arqueoastronómico Chankillo

Vista aérea del templo Fortificado

Vista aérea del templo fortificado

Municipalidad Provincial de Casma / © IDARQ

El complejo arqueoastronómico Chankillo es un sitio prehistórico que data de los años 250-200 a.C. formado por un conjunto de construcciones que, junto con elementos naturales y el sol, actuaba como un calendario que permitía establecer las fechas durante todo el año. Situado en el valle de Casmaen, en la costa centro-norte del Perú, cuenta con distintas torres y un centro ceremonial probablemente dedicado a un culto solar.

Bélgica y Países Bajos

3.  Colonias de benevolencia

Frederiksoord

Frederiksoord

James van Leuven / © Provincia de Drenthe

Las colonias de benevolencia fueron una iniciativa impulsada durante el siglo XIX que perseguía el objetivo de aliviar la pobreza urbana con el establecimiento de colonias agrícolas en lugares remotos. El reconocimiento ha recaído en tres asentamientos de Países Bajos (Frederiksoord, Wilhelminaoord y Veenhuizen) y uno (Wortel), de Bélgica. Las colonias, que todavía conservan edificios residenciales, casas de campo, iglesias y otras instalaciones, llegaron a acoger a miles de desfavorecidos en el momento de su máximo apogeo.

Francia

4. Faro de Cordouan

Faro de Cordouan

Faro de Cordouan

Getty Images/iStockphoto

Considerado una obra maestra de la señalización marítima, el faro de Cordouan es una maravilla proyectada por el ingeniero Louis de Foix y remodelada a finales del siglo XVIII por Joseph Teulèrede. Está formado por bloques revestidos de piedra caliza blanca decorada con pilastras, columnas, modillones y gárgolas, construida entre finales del siglo XVI y principios del XVII sobre una meseta rocosa en la desembocadura del Gironda.

India

5. Templo Kakatiya Rudreshwara (Ramappa), Telangana

Templo de Ramappa

Templo de Ramappa

Sharvari Mehendale

Conocido como Ramappa, Rudreshwara es el templo principal de Shiva en un complejo amurallado construido en el siglo XIII, durante el período Kakatiyan, en la localidad de Palampet, a unos 200 kilómetros de Hyderabad, en el estado indio de Telangana. Construido inicialmente en arenisca, destacan sus pilares y vigas de granito tallado, su torre y las esculturas que ilustran las costumbres de la danza regional y la cultura de la zona.

Alemania

6. Mathildenhöhe Darmstadt

Mathildenhöhe Darmstadt

Mathildenhöhe Darmstadt

Getty Images/iStockphoto

Ubicada en el centro-oeste de Alemania, la colonia de artistas de Darmstadt en Mathildenhöhe, fue a finales del siglo XIX un destacado centro para los movimientos de reforma emergentes en arquitectura, artes y oficios. Sus edificios se crearon como entornos experimentales de vida y trabajo y hoy se mantienen como un testimonio arquitectónico moderno temprano, la planificación urbana y el diseño del paisaje.

Italia

7. Ciclos de frescos de Padua del siglo XIV

Capilla Scrovegni en Padua

Capilla Scrovegni en Padua

Getty Images

La histórica ciudad amurallada de Padua atesora una colección de frescos pintados entre 1302 y 1397 por diferentes artistas, auspiciados por distintos mecenas en ocho complejos de edificios religiosos y seculares  que, sin embargo, mantienen una unidad de estilo y contenido. Destaca, entre otras creaciones, la capilla de Scrovegni de Giotto, sin desmerecer otras pinturas de autores como Guariento di Arpo, Giusto de Menabuoi o Altichiero da Zevio.

España

8. Paseo del Prado y Buen Retiro, un paisaje de Artes y Ciencias

Estanque del Palacio de Cristal ubicado en los Jardines de El Buen Retiro fueron que continúan cerrados desde el pasado 14 de marzo como prevención contra el coronavirus, pero después de 60 días desde el estado de alarma, el Ayuntamiento de la capital aún no ha dado vía libre a su nueva apertura, en Madrid (España), a 13 de mayo de 2020. 13 MAYO 2020;RETIRO;MADRID;COVID19;CORONAVIRUS;ESTANQUE;PARQUES;CAPITAL Eduardo Parra / Europa Press 13/05/2020

Palacio de Cristal en los jardines del Buen Retiro, patrimonio de la humanidad

EP

La candidatura presentada como el Paisaje de la Luzla primera de Madrid inscrita en el listado de bienes del organismo de la ONU, engloba el eje del paseo del Prado y el Retiro. Son 200 hectáreas en el corazón urbano de la capital que evolucionó desde la creación del arbolado paseo del Prado, prototipo de la alameda hispánica, en el siglo XVI. Fuentes, como la de la Cibeles y la de Neptuno, plazas y edificios emblemáticos dedicados a las artes y las ciencias, a la industria, la salud y la investigación salpican una zona que encarna una nueva idea de espacio urbano y desarrollo del período ilustrado absolutista del siglo XVIII.

Los jardines del Buen Retiro, de 120 hectáreas, un vestigio del palacio del Buen Retiro del siglo XVII, constituye la mayor parte del sitio, mostrando diferentes estilos de jardinería desde el siglo XIX hasta la actualidad.

China

9. Quanzhou: emporio mundial de la China en Song-Yuan China

Interior del salón del palacio de Dacheng

Interior del salón del palacio de Dacheng

Chen Yingjie / © Quanzhou Maritime Silk Road

Conocido como Zayton en textos árabes y occidentales de los siglos X al XIV, Quanzhou ilustra la vitalidad de la ciudad como un emporio marítimo durante los períodos Song y Yuan (siglos X-XIV d.C.) y su interconexión con el interior chino. Cuenta con numerosos edificios religiosos, entre los que destaca la mezquita Qingjing del siglo XI , una de las primeras construcciones islámicas en China.

Rumanía

10. Paisaje minero de Roșia Montană

Galería romana en el macizo de Cărnic, Roșia Montană

Galería romana en el macizo de Cărnic, Roșia Montană

Ivan Rous/ © Ivan Rous

Situada en las montañas Apuseni, en el oeste de Rumanía, Roșia Montană fue el mayor complejo minero de extracción de oro subterráneo del imperio romano. Bautizado en su día como Alburnus, se calcula que desde el año 106 d.C. y durante 166 años, los romanos extrajeron unas 500 toneladas de oro. Los restos hallados han permitido conocer las obras de ingeniería llevadas a cabo e importante información legal, socioeconómica, demográfica y lingüística de la época.

Brasil

11. Sitio Roberto Burle Marx

Sítio Roberto Burle Marx

Sítio Roberto Burle Marx

Diego Rodriguez Crescêncio / © Iphan / SRBM

El primer jardín tropical inscrito en la lista del patrimonio mundial está situado al oeste de Río de Janeiro y encarna el proyecto exitoso desarrollado durante más de 40 años por el arquitecto paisajista y artista Roberto Burle Marx (1909-1994). Su empeño en crear una «obra de arte viviente» y un «laboratorio de paisaje» utilizando plantas nativas y basándose en ideas modernistas ha dado como resultado un modelo que ha influido en el desarrollo de los jardines modernos a nivel internacional.

Diversos países

12. Las grandes ciudades balneario de Europa

Karlsbad (Karlovy Vary), República Checa

Karlsbad (Karlovy Vary), República Checa

Getty Images/iStockphoto

Siete países comparten el reconocimiento a once grandes ciudades balneario del Viejo Continente. Son Baden bei Wien (Austria); Spa (Bélgica); Františkovy Lázně, Karlovy Vary y Mariánské Lázně (Chequia); Vichy (Francia); Bad Ems (Alemania); Baden-Baden y Bad Kissingen (Alemania); Montecatini Terme (Italia), y Bath (Reino Unido). Todas ellas son testigo de un tipo de cultura ligada a las aguas termales que se desarrolló desde principios del siglo XVIII hasta la década de 1930. Ha dejado edificios y grandes diseños urbanos admirados en la actualidad.

Uruguay

13. La obra del ingeniero Eladio Dieste: la iglesia de Atlántida

Interior del campanario de la iglesia de Atlántida

Interior del campanario de la iglesia de Atlántida

Javier Villasuso / © CPCN, Fundación Getty

Inspirada en la arquitectura religiosa medieval y paleocristiana italiana, la iglesia de Atlántida -ubicada en la localidad uruguaya de Estación Atlántida, a 45 kilómetros de Montevideo-, es todo un ejemplo de utilización novedosa del ladrillo visto y reforzado. Inaugurada en 1960, con su campanario cilíndrico y su baptisterio subterráneo, tiene una sola sala de paredes y techo ondulados diseñados por Eladio Dieste.

Irán

14. Ferrocarril transiraní

Puente Absirom, Lorestán

Puente Absirom, Lorestán

© Hossein Javadi

Atraviesa dos cadenas montañosas, ríos, bosques y llanuras y cuatro áreas climáticas distintas conectando el Caspio en el noreste con el Golfo Pérsico en el suroeste. La red ferroviaria transiraní, de 1.394 kilómetros, inició su andadura en 1938, tras once años de trabajos, en los que debieron superarse numerosos escollos debido a la orografía. Es, sin duda, una obra de ingeniería insuperable, que obligó a realizar numerosos recortes de montañas, 360 puentes y 224 túneles, once de ellos en espiral.

Arabia Saudí

15. Área cultural Ḥimā

Arte rupestre cultural en Himā Najrān

Arte rupestre cultural en Himā Najrān

Dr Majeed Khan / © SCTH

El Área Cultural Ḥimā está situada en una zona árida del suroeste de Arabia Saudí por la que transcurría una de las antiguas rutas de caravanas. Contiene una colección de arte rupestre que representa la caza, la fauna, la flora y los estilos de vida en una continuidad cultural de 7.000 años, en un buen estado de conservación.

Japón

16. Islas de Amami-Oshima, Tokunoshima e Iriomote y parte norte de la isla de Okinawa

Manglar, río Nakama, en la isla Iriomote

Manglar del río Nakama, en la isla Iriomote

© MOEJ

La zona, totalmente deshabitada por los humanos, agrupa cuatro islas en una cadena ubicada en el suroeste de Japón formando un arco en el límite de los mares de China Oriental y de Filipinas. Alberga plantas endémicas, mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces de aguas continentales y crustáceos decápodos, muchos de ellos en peligro de extinción.

Georgia

17. Selvas y humedales de la Cólquida

Centro de visitantes y torre de observación de aves del parque nacional Kolkheti

Centro de visitantes y torre de observación de aves del parque nacional Kolkheti

Paata Vardanashvili / © Agencia de Áreas Protegidas

Las selvas y humedales de la Cólquida constan de siete partes, dentro de un corredor de 80 kilómetros de la costa oriental del mar Negro con ecosistemas muy diversos, que van desde el nivel del mar hasta más de 2.500 metros de altitud. El sitio alberga plantas y animales protegidos y, como en el sitio anterior, en peligro de extinción.

Corea

18. ‘Getbol’, ​​marismas coreanas

Otoño en la bahía de Suncheonman

Otoño en la bahía de Suncheonman

© Equipo de promoción del patrimonio mundial de la planicie de marea coreana

La compleja combinación de condiciones geológicas, oceanográficas y climatológicas de esta zona del este del mar Amarillo, en la costa suroeste y sur de la República de Corea han llevado al desarrollo de diversos sistemas sedimentarios costeros. El alto nivel de biodiversidad de los getbols de Seocheon, de Gochang, de Shinan y Boseong-Suncheonhan ha decidido a la Unesco a inscribir y proteger este sitio como patrimonio natural.

Tailandia

19. Complejo forestal Kaeng Krachan

Complejo forestal Kaeng Krachan

Complejo forestal Kaeng Krachan

© Departamento de Parques Nacionales, Tailandia

Situado en la confluencia entre los reinos de flora y fauna del Himalaya, Indochina y Sumatra, el complejo alberga una biodiversidad incomparable. El sitio se extiende por la parte tailandesa de la cordillera de Tenasserim, una formación de granito y piedra caliza de la península de Malaca.

Países Bajos

20. Líneas de defensa de agua holandesas

Líneas de defensa de agua holandesas. Ciudad fortificada de Gorinchem

Líneas de defensa de agua holandesas. Ciudad fortificada de Gorinchem

Stichting Acquarius / © New Dutch Waterline

La Unesco ha llevado a cabo una serie de modificaciones de los límites del sitio del patrimonio mundial de la línea de defensa de Ámsterdam, catalogado en 1996, convirtiéndolo en el sitio de las líneas de defensa del agua de los Países Bajos. La ampliación incluye, entre otros aspectos, un sistema de defensa militar único basado en los campos inundables, instalaciones hidráulicas y una serie de fortificaciones y puestos militares que se extienden sobre un área de 85 kilómetros

.

Jordania

21. As-Salt: el lugar de la tolerancia y la hospitalidad urbana

Panorámica de la ciudad de As-Salt

Panorámica de la ciudad de As-Salt

Rami Daher / © TURATH: Consultores de Arquitectura y Diseño Urbano

La ciudad de As-Salt, enclavada en el centro-oeste de Jordania, ha sido históricamente un importante nexo comercial entre el desierto oriental y el oeste, especialmente en los últimos años del período otomano. La prosperidad se refleja en su arquitectura, caracterizada por grandes edificios públicos y residencias familiares construidas con piedra caliza amarilla autóctona que mezclan los estilos modernista y neocolonial con la tradición local.

Irán

22. Paisaje cultural de Hawraman / Uramanat

Pueblo Zde han, en Kurdistán

Pueblo Zde han, en Kurdistán

© Babak Sedighi

El nuevo sitio ilustra la cultura tradicional del pueblo Hawrami, una tribu kurda agropastoral, seminómada del corazón de las montañas Zagros, en las provincias de Kurdistán y Kermanshah. Se plasma en la arquitectura de las 12 aldeas incluidas en esta catalogación, cuyas construcciones evidencian las dificultades de vivir en un entorno montañoso y agreste.

India

23. Dholavira: una ciudad de Harappa

Antigua ciudad de Dholavira

Antigua ciudad de Dholavira

© ASI

El sitio arqueológico es uno de los asentamientos urbanos mejor conservados del Sudeste Asiático de la civilización Harappa, ubicada en la árida isla de Khadir en el estado de Gujarat, entre el 3000-1500 a. C. Comprende un cementerio y una ciudad fortificada, con casas en las que se han hallado joyas y utensilios de la época que permiten conocer la estructura de estratos sociales.

Alemania y Países Bajos

24. Fronteras del imperio romano – Las limes de la Baja Alemania

Vista desde un dron de los restos conocidos del fuerte de piedra. Fronteras del imperio romano - Las limas de la Baja Alemania

Vista desde un dron de los restos conocidos del fuerte de piedra de las fronteras del imperio romano

Stichting Tijdlijn / © Nederlandse Limes Samenwerking

A lo largo de 400 kilómetros. siguiendo la margen del Rin, del macizo renano en Alemania hasta la costa del mar del Norte en los Países Bajos, se hallan 102 componentes de una sección de las fronteras del imperio romano. La zona incluye lugares e infraestructura militar y civil que marcó el límite de la Baja Alemania desde el siglo I al V d.C., como fuertes, torres, carreteras, puertos, un canal y un acueducto, entre otras construcciones.

Japón

25. Sitios prehistóricos de Jomon en el norte de Japón

Sannai Maruyama

Sannai Maruyama

Junta de Educación de la Prefectura de Aomori / © Centro Cultural Sannai Maruyama Jomon

Los 17 sitios arqueológicos que forman el nuevo patrimonio de la Unesco en la parte sur de la isla de Hokkaido son un testigo único de la cultura Jomon, que permaneció en esta zona de valles, colinas, bahías, ríos y montañas durante 10.000 años. Los restos permiten interpretar la vida de una sociedad preagrícola pero sedentaria y su complejo sistema de creencias espirituales y rituales.

Francia

26. Niza, ciudad de vacaciones de invierno de la Riviera

Niza, capital del turismo de la Riviera

Niza, capital del turismo de la Riviera

© Ville de Nice

El microclima de esta ciudad de la Costa Azul ha propiciado la atracción de clases altas y aristocráticas europeas, inicialmente británicas, que ya desde mediados del siglo XVIII pasaban allí sus inviernos. Su desarrollo urbanístico, promovido por esta selecta colonia internacional y las influencias artísticas y culturales han modelado una ciudad que todavía hoy continúa siendo uno de los centros invernales a orillas del mar más cosmopolitas del Viejo Continente.

Rusia

27. Petroglifos del lago Onega y el mar Blanco

Petroglifos del cabo Peri Nos

Petroglifos del cabo Peri Nos

NVLobanova / © Centro de la República para la protección estatal del patrimonio cultural de la República de Karelia

La república de Kareia, en Rusia, posee alrededor de 4.500 petroglifos tallados en las rocas, hace entre 6.000 y 7.000 años, durante el neolítico. La nueva catalogación engloba 33 sitios en dos partes a 300 kilómetros de distancia, en el lago Onega -con aves, animales, figuras mitad hombre y mitad animal, así como formas geométricas- y en el distrito de Belomorsky, junto al mar Blanco – con escenas de caza-. Muestran importantes cualidades artísticas y dan testimonio de la creatividad de la edad de piedra.

Chile

28. Asentamiento y momificación artificial de la cultura Chinchorro en la región de Arica y Parinacota

'Momia Guardiana', Caleta Camarones, Chile

‘Momia Guardiana’, Caleta Camarones, Chile

Carlos Chow / © Programa Regional de Protección de los Sitios Chinchorro

Faldeo Norte del Morro de Arica, Colón 10 y Desembocadura de Camarones son tres lugares de la costa norte del desierto de Atacama, en el extremo norte de Chile, que dan testimonio de la vida de la cultura de los cazadores-recolectores que habitaron esta zona árida y hostil. Una de las evidencias arqueológicas más importantes es la momificación artificial, la más antigua conocida.

Alemania

29. Sitios Shum, de Espira, Worms y Maguncia

Antiguo cementerio judío de Mainz

Antiguo cementerio judío de Maguncia

Ernst, Jürgen / © Generaldirektion Kulturelles Erbe Rheinland-Pfalz

El nuevo sitio patrimonio mundial de Espira, Worms y Maguncia se halla en el valle del Alto Rin y comprende los numerosos vestigios arqueológicos judíos muy bien conservados. Destacan las estructuras de la sinagoga y la sinagoga de mujeres, los restos de la escuela religiosa, el patio y el baño ritual de Espira; las sinagogas de la edad media de Worms, reconstruidas durante la posguerra o el salón comunitario, y los antiguos cementerios de esta localidad y de Maguncia.

Costa de Marfil

30. Mezquitas de estilo sudanés en el norte de Costa de Marfil

Mezquita de estilo sudanés en el norte de Costa de Marfil

Mezquita de estilo sudanés en el norte de Costa de Marfil

© OIPC

Las pequeñas mezquitas de adobe de estilo sudanés se caracterizan por vigas sobresalientes, contrafuertes verticales coronados por cerámica o huevos de avestruz y minaretes afilados. Todo indica que este estilo arquitectónico presente en ocho templos de siete ciudades -Tengréla, Kouto, Sorobango, Samatiguila, M’Bengué, Kong y Kaouara- se originó alrededor del siglo XIV en la ciudad de Djenné, entonces parte del imperio de Mali.

Italia

31. Los pórticos de Bolonia

Palacio Salina-Amorini-Bolognini, Piazza Santo Stefano. Bolonia

Palacio Salina-Amorini-Bolognini, Piazza Santo Stefano. Bolonia

© Giorgio Bianchi – Comune di Bologna

El conjunto de pórticos de la ciudad italiana, que cubren un tramo total de 62 kilómetros, abarcan desde el siglo XII hasta nuestros días. El nuevo sitio engloba doce partes, consideradas las que atesoran los pórticos más representativos de la ciudad. Los hay de madera, piedra, ladrillo e incluso hormigón armado, y calles, plazas caminos y pasarelas. Reflejan la evolución histórica y aunque están definidos como propiedad privada para uso público, los pórticos se han convertido en una expresión y elemento de la identidad urbana de Bolonia.

Reino Unido

32. El paisaje de pizarra del noroeste de Gales

Noroeste de Gales

Noroeste de Gales

© Crown RCAHMW

El territorio, que se extiende desde la cima de la montaña hasta la costa del mar, en el macizo de Snowdon -el más alto de Gales-, ilustra con su paisaje de pizarra la transformación que las canteras y la minería de pizarra industrial provocaron en el entorno rural tradicional. Comprende seis componentes que incluyen canteras, minas, casas, puertos y sitios arqueológicos relacionados con el procesamiento industrial de la pizarra.

Eslovenia

33. Las obras de Jože Plečnik en Liubliana – Diseño urbano centrado en el ser humano

Puentre Triple de Liubliana

Puente Triple de Liubliana

Matevž Paternoster / © Museo y galerías de Liubliana

Jože Plečnik dejó su huella en Liubliana en el periodo de entreguerras a través de un diseño urbano que transformó la identidad de la capital eslovena tras la disolución del imperio austro-húngaro. Su visión personal y profundamente humana de la ciudad le llevó a fusionar la urbe antigua a las necesidades del siglo XX. Plazas, parques, calles, paseos, puentes, la biblioteca nacional, iglesias, mercados… se integraron sensiblemente en el urbanismo preexistente.

Gabón

34. Parque nacional Ivindo

Parque nacional Ivindo

Parque nacional Ivindo

© Lee White

El parque nacional abarca casi 300.000 hectáreas en el norte de Gabón, con sus pintorescos ríos de aguas negras bordeados por selva tropical intacta, que destacan por su gran belleza. El espacio, sin embargo, es, además, un hábitat acuático de especies endémicas de peces de agua dulce y flora poco estudiado.

México

35. Monasterios de principios del siglo XVI en las laderas de Popocatépetl

Conjunto franciscano del monasterio y catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala

Conjunto franciscano del monasterio y catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Tlaxcala

© J. GUADALUPE PEREZ

Se trata de una extensión de un sitio patrimonio ya existente desde 1994, el de los Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatepetl, inscrito en la lista de aprobada en 1994, que parte del primer programa de construcción de 1524 para evangelizar y colonizar los territorios al norte de México. El conjunto franciscano del monasterio y catedral de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los tres únicos -inicialmente eran cinco- que se mantiene en pie. Los otros dos monasterios ya están inscritos en la lista de la Unesco.

Diversos países

36. Bosques de hayas antiguos y primigenios de los Cárpatos y otras regiones de Europa

Forêt de la Massane

Forêt de la Massane

© RNN Forêt de la Massane

El último de los sitios de esta lista, los bosques de hayas antiguos y primigenios de los Cárpatos y otras regiones de Europa son también una extensión de un sitio existente. En la actualidad agrupa a territorios pertenecientes a Albania, Austria, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, República Checa, Francia, Alemania, Italia, Macedonia del Norte, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suiza y Ucrania. Ahora comprende 94 zonas de 18 países que representan un ejemplo sobresaliente de bosques templados complejos.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20210801/7633486/36-nuevos-sitios-patrimonio-humanidad-unesco-2021.html

Comparte este contenido:

Francesco Tonucci: «Las ciudades no pueden matar personas»

«Que en diez años no haya habido un fallecido en la calle es haberlo conseguido», asegura Tonucci sobre el hito logrado por Pontevedra.

Reconoce que el riesgo cero no existe, pero defiende que las ciudades no pueden permitirse que en sus espacios públicos mueran personas como consecuencia de accidentes de tráfico. «Es absurdo soportar y tolerar que en Italia los siniestros de coches y de motos sean la primera causa de muerte hasta los 26 años. Significa que estamos aceptando, casi como normal, que nuestros hijos y nuestros nietos mueran por este absurdo: conducir», explica Francesco Tonucci (Fano, Italia, 1940).

El psicopedagogo italiano y autor de la Ciudad de los Niños, un proyecto que busca poner a la infancia en el centro de la planificación urbanística y del que Pontevedra forma parte, sostiene que la capital de las Rías Baixas es un buen ejemplo de cómo darle la vuelta a una estadística que, según la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha convertido en una epidemia: los fallecidos en carretera. «Las ciudades no pueden matar personas», subraya Tonucci.

Este experto sostiene que el modelo urbano pontevedrés debe servir como ejemplo para inspirar cambios en la movilidad de otras ciudades. «Lograr que en diez años no haya habido un muerto en la calle significa haberlo conseguido», dice sobre el hito alcanzado por Pontevedra, que la semana pasada cumplió una década sin fallecidos en accidentes de tráfico en sus vías urbanas.

La última víctima mortal se registró el 18 de febrero de 2011. Se llamaba Jesús García Tomé, tenía 81 años y fue atropellado por una furgoneta de reparto mientras cruzaba un paso de peatones en el puente de Os Tirantes. Desde entonces, en el municipio no ha vuelto a registrarse un suceso en viales de estas características.

Entre 2011 y 2019, último año del que hay estadísticas, la Dirección General de Tráfico (DGT) contabilizó 84 fallecimientos en vías urbanas en la provincia de Pontevedra. La cifra en España ascendió a 4.286 víctimas durante el mismo período.

Hay que devolverle el espacio público a los niños. El alimento de la escuela no son los libros, sino las experiencias que viven en el espacio público

VELOCIDAD. El director general de Tráfico, Pere Navarro, aseguraba la semana pasada que Pontevedra es un «referente en Europa» en seguridad vial. De hecho, la Comisión Europea premió el año pasado a la capital provincial por estas políticas, lo que supuso el séptimo galardón internacional que recibe el municipio por su modelo urbano.

El gran cambio en la movilidad de la Boa Vila comenzó en 1999, con la peatonalización de todo su centro histórico. En 2004 llegaron los primeros lombos para calmar el tráfico y proteger a los peatones en la zona de Orillamar y en 2010 se implantó el límite de 30 kilómetros por hora en todas sus calles. Dos años después, en 2012, la zona 30 se amplió a todas las carreteras dependientes del Concello.

La segunda transición en el modelo pontevedrés se produjo en 2019, con la puesta en marcha de la zona 10 en todo el casco antiguo, en el que ya no se podía circular a más de 20 desde 1999. La última medida se tomó el año pasado con la entrada en vigor de la nueva ordenanza de movilidad, que da más prioridad al peatón tanto en zonas urbanas como en el rural. El reglamento prohíbe que cualquier vehículo, con o sin motor, adelante a un viandante en áreas en los que estos tengan prioridad. Para ello, se aconseja circular a una velocidad que no supere los seis kilómetros por hora. Al ser solo una recomendación y no figurar la zona 6 en ninguna señal de tráfico, la Policía Local no puede sancionar este tipo de actuaciones.

Cualquier cambio, como peatonalizar una calle, produce contrastes. Pero los que protestan acaban defendiendo el cambio

RESISTENCIAS. Tonucci afirma que «sacarle poder al coche es una responsabilidad moral y política» de todas las administraciones. «Cada cambio cuesta, porque significa modificar costumbres y dejar atrás lo que antes se consideraba normal. Cualquier cambio, como peatonalizar una calle o ampliar una acera, y otro tipo de intervenciones de este tipo que Pontevedra lleva haciendo 20 años, produce contrastes», recuerda. «Los que protestan son pocos y siempre se quejan de lo mismo: que tendrán que cerrar sus tiendas porque los coches no pueden llegar hasta sus escaparates. Pero las protestas duran poco y quienes las secundan, cuando se dan cuenta, acaban defendiendo el cambio«, añade.

El psicopedagogo italiano, que conoce muy bien el modelo de Pontevedra, que forma parte de las 200 ciudades integradas en la Ciudad de los Niños, asegura que esta discusión ha quedado muy atrás en la Boa Vila. «En Pontevedra la gente está orgullosa de la ciudad que tiene», apunta.

El experto espera que, entre sus múltiples enseñanzas, la pandemia del coronavirus sirva para acabar con las «resistencias» de aquellos que defienden que los coches tienen prioridad en las urbes. «Hay que devolverle el espacio a la gente y, por extensión, a los niños. El alimento de la escuela no deberían ser los libros de texto, sino las experiencias que los niños viven en el espacio público. Lo dramático, desde mi punto de vista, es que los niños de hoy en día no tienen nada que contar. Y no porque sean tímidos, sino porque no viven», concluye Tonucci tras reivindicar que las ciudades sean espacios seguros para la infancia.

Fuente: https://www.diariodepontevedra.es/articulo/pontevedra/ciudades-pueden-matar-personas/202102221742541128095.html

Comparte este contenido:

Impostor

1

El iracundo Zar Ivan Grozny, (Iván el Terrible) muere en 1583 y su único hijo Dimitri Ivanovich es asesinado en 1591. La falta de herederos es mal que nunca aqueja a los poderosos. En julio de 1605, el difunto hijo Dimitri resucita, asesina al adolescente zar Teodoro II y con apoyo de nobles polacos y boyardos a quienes promete eximir de impuestos asume el trono imperial y casa con Marina Mniszech. En mayo de 1606 aristócratas y curas ortodoxos temen que el renacido Dimitri (conocido como samozvanets, el Impostor) los subordine a la católica Polonia;  lo asesinan, lo creman, disparan sus cenizas hacia dicho país. A trono vacante nunca falta heredero.

2

Pero el dos veces difunto Dimitri resucita por segunda vez en 1607, reúne  milicias de moscovitas, cosacos, lituanos y polacos,  es reconocido inmediatamente por su viuda Marina Mniszech y tras turbulenta guerra civil controla el sudeste de Rusia, hasta que en 1610 el tártaro Piotr Urusov lo encuentra borracho, lo  asesina y lo decapita.

3

Matar a un impostor es abrir la puerta a otro. En 1611 el tres veces asesinado Dimitri vuelve a la vida en la ciudad de Novgorod, y es reconocido por la pequeña nobleza de Pskov y por los cosacos que se entretenían saqueando Moscú, quienes al poco tiempo se decepcionan de él, lo encierran en una jaula y lo remiten a la capital rusa, para ser asesinado por cuarta vez en 1612. Resucitar puede convertirse en  mala costumbre.

4

En el Londres de 1705 todos celebran, comentan,  conocen o quieren conocer al deslumbrante George Psalmanazar. Dice ser nativo de la isla de Formosa, hoy Taiwan. Su libro An Historical and Geographical Description of Formosa, an Island Subjet to the Emperor of Japan es devorado por los desconfiados ingleses, y traducido al francés, al alemán, al holandés. Para asombro de curiosos detalla la Historia, la Geografía, la Religión, las costumbres, las vestimentas, el sistema monetario, el idioma, el alfabeto, la gramática de Formosa. En él se revelan hechos tan verídicos como el que los formosanos desayunan con carne cruda y serpientes, navegan en aldeas flotantes y piraguas con torres y sacrifican anualmente 18.000 niños a su Dios. Psalmanazar viaja frecuente y extensamente difundiendo por Europa las exóticas noticias sobre su isla natal. Se gana la confianza del doctor Johnson, escéptico redactor del primer gran diccionario de la lengua inglesa. Un grupo de admiradores le otorga una pensión que le permite continuar difundiendo sus fidedignas informaciones.   Nadie cuestiona las extravagantes noticias de Psalmanazar, salvo su inventor. En sus Memorias de ***, comúnmente conocido como George Psalmanazar. Por no empañar con la suya la fama de su país,  confiesa jamás haber estado en Formosa, y que todos sus relatos anteriores no son más más que  sartas de mentiras. Nadie le cree.

5

El 17 de julio de 1918 soldados soviéticos ejecutan en Ekaterinemburg al Zar Nicolás II Romanov, su esposa Alejandra y sus hijos Alexei, Olga, Tatiana, María y Anastasia.  Dos años más tarde, la policía de Berlín rescata del río Spree a Franziska Schanzkowska, una obrera polaca que intenta suicidarse, y la interna en el hospital siquiátrico Dalldorf. A pesar de que no habla una palabra de ruso ni explica cómo habría ido a parar de Rusia a Berlín, la rescatada dice ser la resucitada princesa Anastasia, y no tarda en opacar a numerosos otros autoproclamados sobrevivientes de la ejecución interesados en cobrar la fortuna de los Romanov depositada en varios bancos suizos. Su aristocrática carrera es financiada por el compositor Sergei Rachmaninoff; en Estados Unidos  casa con el historiador Jack Manahan y fallece en 1984 recluida en otra institución siquiátrica. En 1991  se realizan pruebas de sus restos que certifican que su ADN no coincide con el de los Romanov, sino con el de su hermana, la plebeya polaca Schanzkowska. La ciencia siempre echa a perder las historias bonitas.

6

Tiempos de inquietud vive hacia 1982 la Venezuela Saudita. El negociado de la burguesía nacional de exprimirle dólares al gobierno para exportarlos de inmediato  llega a su límite. Seguramente vendrá a rescatarnos la burguesía extranjera, aportándonos sus fortunas para lograr lo que no pudimos  con las nuestras. El empresario minero Juan Manuel Mezquita conoce en Curazao al Jeque Alá Al Fadilli Al Tamini, quien está dispuesto a invertir 500 millones de dólares en Venezuela y países aledaños. Mezquita obsequia al Jeque frascos rebosantes de pepitas de oro como muestras de sus minas guayanesas. Convencido por esta generosidad, el Jeque viaja a Caracas a rescatarnos con sus fabulosas inversiones, y se instala en el Hotel Tamanaco, donde paga con cheques –que para la  época tardaban mucho en conformarse- y regala a los innumerables empresarios que lo visitan las mismas pepitas que le donó Mezquita y relojes Rolex también cancelados con cheques contra sus cuentas en los bancos Royal y del Caribe. A nadie extraña que el pródigo musulmán baile salsa como guatireño,  beba whisky como  pagano y no hable una palabra de árabe. La crema de la crema de la perspicaz burguesía  productiva, los más avisados inversionistas, los más astutos gobernantes,  las más bellas damas de alcurnia se entregan al gran festejo donde el Jeque obrará el milagro de salvarnos con las esperadas inversiones foráneas. En medio del júbilo festejante, el Jeque recauda  veinte millones de dólares y desaparece sin más rastro que un reguero de cheques sin fondos para pagar festejos y conciencias. La policía sigue buscando al generoso musulmán, y algunas dirigencias esperando que vengan a salvarnos los capitales extranjeros.

7

El más comunista de los comunistas, Boris Yeltsin, elegido Presidente de la Unión Soviética, impone un programa neoliberal, manda cañonear a la Duma que lo eligió y disuelve la Unión Soviética. El más fiel de los ejecutores del programa progresista de Rafael Correa, Lenin Moreno, electo Primer Magistrado implanta el neoliberalismo y permite a los yanquis instalar una base militar en las Galápagos. Un elegido por nadie  se autoproclama Presidente interino de Venezuela; de inmediato lo reconocen el Presidente de Estados Unidos y las cancillerías de cincuenta países. Ninguno considera que según el artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, un presidente de la Asamblea Nacional sólo puede asumir la presidencia del país en caso de falta absoluta del Presidente electo, sólo por un período de treinta días consecutivos a dicha falta y durante el cual se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta del nuevo Presidente de la República.  En pocos meses la Asamblea Nacional elige nueva directiva: el elegido por nadie deja de ser su presidente y los integrantes de ésta cesan de ser diputados al vencerse su período el 5 de enero de 2021. Sin reparar en ello  el autoproclamado –o más bien Estados Unidos y los cómplices que lo apoyan- roban a Venezuela casi todos los activos en el exterior. Quien dice impostor dice ladrón.

8

Empeño imposible sería escribir la Enciclopedia de los Impostores. Son casi tantos o más que los personajes auténticos. La celebridad atrae impostores como la luz polillas. No hay jerarquía ni talento inmune a la impostura. Cinco condiciones son relevantes para postular a la paradójica condición de verdadero impostor. La primera, ser una nulidad. Nadie que vale algo quiere ser otra cosa;  para pasar por otro es preciso un pasado que nadie recuerde. La segunda, un proyecto de ascensión social. Nadie finge ser menos de lo que es. La tercera, encontrar un nicho vacío que ocupar. No funda el impostor fortunas, dinastías, escuelas, organizaciones ni ideologías: se instala en las ya creadas por otros. La cuarta, ser estéril. La moneda falsa corre sólo porque remeda a la auténtica: el impostor vive del modelo que  suplanta. La quinta condición es el consentimiento del  público  en el engaño. Al creer un infundio inadmisible porque nos complace pasamos de víctimas a  cómplices.  Más fácil autoproclamarse que llegar a gobernante legítimo, más cómodo que hacer elegir un  Presidente de verdad, aclamar uno de pacotilla. Más sencillo que hacer una Revolución, esperar que los capitalistas la hagan por nosotros. Más provechoso  sacrificar ideas a intereses,  que intereses a  ideas. Más arduo ser, que  decir que somos. Revisémonos.

Fuente: https://rebelion.org/impostor/
Comparte este contenido:

Por la fuerza de la costumbre

Romper el cerco nos puede inducir a arriesgar la vida de otros.

No estamos programados para responder con inteligencia a los nuevos desafíos.

El ser humano es un animal de costumbres. Eso afirma la cultura popular y la dinámica de nuestro entorno lo ratifica. Nunca el planeta había experimentado una amenaza sanitaria de tanto poder como para transtornar de modo rotundo la vida cotidiana de la Humanidad en pleno. El Covid19 nos da una lección que aún no estamos preparados para aceptar y mucho menos para comprender. Hoy, nuestros hábitos tan profundamente arraigados nos impulsan, una y otra vez, a desafiar la lógica y romper el cerco impuesto por esta amenaza invisible y poderosa.

Las guerras y el hambre nos tienen habituados a abstraer la muerte y convertirla en cifras y estadísticas carentes de sentido. Preferimos observar la desgracia de otros desde nuestro pequeño rincón y asumir que la responsabilidad es ajena –no sabemos de quién ni cuánto- con el objetivo de no enturbiar nuestro pedazo de mundo y sufrir lo que no nos corresponde. Pero la ola nos está tocando de cerca y no solo por la fuerza de un cambio climático real y catastrófico, sino por habernos transformado en piezas independientes de un mecanismo social incapaz de funcionar como un todo.

En unos pocos días, una parte del mundo celebrará otra Navidad y otro fin de año, rodeado de la amenaza sanitaria más extrema a la cual nos hayamos enfrentado jamás. Sin embargo, henos aquí planificando cómo hacerle el quite a las restricciones e ignorando los consejos y advertencias de los expertos. Las reuniones de las próximas dos semanas –queramos aceptarlo o no- tendrán consecuencias importantes en letalidad y colapso de la infraestructura hospitalaria durante los próximos meses y esta amenaza, aun cuando nos parezca una exageración, en realidad se ha manifestado como un círculo vicioso de aperturas y restricciones desde el inicio de la pandemia.

Los países desarrollados ya cierran sus puertas una vez más ante el incremento sostenido de contagios y decesos. En los países en desarrollo, la vulnerabilidad institucional, política y económica ha puesto en grave riesgo a las grandes masas de ciudadanos privados de asistencia social, de alimentación, de vivienda y acceso a los servicios básicos. Ahí estamos nosotros, observando desde nuestro pequeño reducto doméstico cómo se desmorona lo poco que resta de seguridad y especulamos, sin mayor información, sobre el efecto milagroso de una vacuna que tardará meses en llegar a cubrir a toda la población y de la cual nada nos consta.

El impulso de reunirse con la familia en estos días quizá lleva el ingrediente –consciente o no- de celebrar lo que podría ser una última ocasión. En el fondo, sabemos que la amenaza es real, pero la fuerza de la costumbre es mucho más poderosa y nos llevará a desafiar al destino asumiendo tanto un riesgo personal como ajeno, ya que nuestros padres, abuelos, hijos y nietos serán expuestos por un exceso de sentimentalismo en una celebración que, por creer la última, con nuestra irresponsabilidad la convertiremos precisamente en eso.

Es imperativo entender el riesgo implícito en la ruptura del cerco. El único mecanismo comprobado hasta ahora para detener a un virus que se extiende como mancha de aceite, es evitar el contacto con otras personas, mantener un estricto protocolo de limpieza y desinfección, usar una mascarilla eficaz de la manera correcta y aceptar el hecho tan inquietante de que hemos perdido muchos de nuestros derechos y libertades por un fenómeno imposible de comprender en toda su magnitud. El mundo al cual estábamos acostumbrados ha cambiado y con ello también enfrentamos un escenario totalmente desconocido. Quedémonos en casa.

Fuente: https://rebelion.org/por-la-fuerza-de-la-costumbre/

Comparte este contenido:

Libro(PDF): «Raíces de nuestra justicia : testimonios de justicia indígena e intercultural»

Reseña: CLACSO

Este libro está conformado principalmente por entrevistas realizadas a lo largo de varios años por un equipo de comunicadores, defensores de derechos humanos y antropólogos.

Ya sea de manera individual, a raíz de proyectos de investigación propios, o bien en colectivo, como parte del proyecto “Raíces de Nuestra Justicia” que inició gracias al imprescindible impulso del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, documentamos sistemas y prácticas de justicia en comunidades indígenas y no indígenas del Istmo de Oaxaca, la Zona Norte de Chiapas, la Montaña y Costa Chica de Guerrero y el sur de Durango.

El texto reproduce los testimonios de las personas entrevistadas de manera fidedigna, y la intervención de los editores se limita a la organización de los relatos corales en apartados temáticos, lo que refleja la dinámica de las entrevistas colectivas alrededor de preguntas generadoras.

Autores (as): Gasparello, Giovanna – Autor/aQuintana, Jaime – Compilador/a o Editor/aGasparello, Giovanna – Compilador/a o Editor/aGómez, Magdalena – Autor/aLópez y Rivas, Gilberto – Autor/a

Editorial/Editor: Instituto de Investigaciones Interdsciplinarias para la Transformación Social

Año de publicación: 2018

País (es): México

Idioma: Español

ISBN: 978-607-96849-5-2

Descarga: Raíces de nuestra justicia : testimonios de justicia indígena e intercultural

Fuente e Imagen: http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?novedad=si&c=it-003&d=14727

Comparte este contenido:

La didáctica (infalible) de la vejez

Por: Carlos Mármol

Saber envejecer es un arte que, además del permiso del destino, requiere asumir que la vida es un largo viaje donde lo importante no es que las cosas cambien, sino que cambiemos nosotros.

La vejez, que es una de las tres indudables edades del hombre, encierra en sí misma una contradicción: todos queremos conocerla, pues es la única prueba cierta de una existencia longeva, pero al toparnos con ella –en primera persona o por experiencias indirectas– la maldecimos. Hacerse viejo, esa hermosa palabra que odian los que profesan los dogmas de lo políticamente correcto, es un grave inconveniente al que sólo podemos adaptarnos. Ésta es la enseñanza recurrente que la larga tradición de la literatura didáctica viene recomendando desde el origen de los tiempos. Sépanlo: los mejores tratados de autoayuda no son los que nos venden los predicadores y los clérigos contemporáneos, llenos de lugares comunes, sino aquellos que escribieron –para nosotros– los grandes sabios de la historia.

De las mejores obras clásicas sobre filosofía de la vida, De Senectute, el célebre diálogo de Marco Tulio Cicerón dedicado a la vejez, es una rara avis porque en vez de deleitarse lamentando los quebrantos de la última etapa de la existencia elogia la vejez inteligente como si fuera una suerte de segunda juventud. ¿Exagerado? No sabremos nunca si Cicerón era sólo un intelectual optimista, un consumado idealista o quizás, dadas sus conocidas veleidades políticas, ocultara bajo su oratoria a un demagogo irónico, pero lo cierto es que, frente al rosario de calamidades que otros autores vinculan con el crepúsculo vital, el gran retórico romano siempre ve la botella medio llena. Es de agradecer, aunque no se compartan todos sus argumentos, cuya modernidad de cualquier forma resulta asombrosa si se tiene en cuenta que fueron compuestos cuarenta años antes del nacimiento de Cristo por un hombre al que la elocuencia le hizo pasar a la historia pero que, lejos de morir con sosiego en una de las villas agrarias de la élite romana, fue degollado tras una conjura y su cabeza y sus manos fueron expuestas en el Foro, el atrio de sus mejores discursos. A Cicerón le aplicaron en vida un didactismo absolutamente realista.

Cicerón defiende que la desgracia de hacerse viejo no es consecuencia de la vida, sino resultado de las costumbres y la mentalidad con la que vivimos.

Su obra sobre la decrepitud humana, escrita con 62 años, que en Roma era un edad mágica porque la vida se contaba en periodos de siete años (los septenarios), está planteada como una conversación figurada entre Catón El Viejo y dos jóvenes (Escipión y Lelio). A través de la conversación ficticia entre estos tres personajes Cicerón explica en qué consiste el arte del buen envejecer. Básicamente su tesis es que nos hacemos viejos exactamente igual que vivimos. Dicho de otra manera: nuestra vejez depende del destino tanto como de nuestra personalidad y de la capacidad de adaptación que tengamos ante las circunstancias. La literatura clásica que se demora en exceso sobre las miserias de la edad incide en los males de las enfermedades, el abandono, lo efímero del placer, la pobreza y el maltrato del tiempo. Homero incluye en sus grandes epopeyas a ancianos venerables, como PríamoLaertes o Néstor, pero califica la ancianidad como una etapa abominable. La visión negativa de los viejos está presente en Hesíodo, el teatro griego y en la poesía satírica y elegíaca, donde se somete a escarnio a personajes como la vieja presumida o el viejo enamorado. El derecho romano atribuía laureles al hecho de cumplir muchos años, pero los poetas latinos, desde Plauto a Ovidio, pasando por CatuloJuvenal y Horacio, no dudaron en dar una visión cruel sobre los ancianos, víctimas del tiempo y, de igual manera, seres negligentes.

Marc Tulle Ciceron Cicero, from tome 3, folio 603 recto of Les vrais pourtraits et vies des hommes illustres grecz, latins et payens (1584) by André Thevet.

Grabado de Cicerón de André Thevet (1584).

Cicerón, en cambio, recogiendo ideas de los griegos, defiende que la desgracia de hacerse viejo no es consecuencia de la vida, sino resultado de las costumbres y la mentalidad con la que vivimos. El primer error, según De Senectute, es óptico: todos moriremos, con suerte, tras un deterioro biológico que conviene aceptar de partida. Negarse a esta evidencia no cambiará la rueda del destino. Sólo a partir de la aceptación de cuál es el final del camino cabe hablar de los remedios posibles o detenerse en los atenuantes para afrontar el trance. La clave para vivir una vejez virtuosadepende de cómo hagamos este viaje hacia el final de la vida y de la inteligencia con la que compensemos las dificultades del camino. “Siempre ha sido necesario un final, y, como sucede en los brotes de los árboles y en los frutos de la tierra, tras su madurez oportuna, el sabio ajado y caduco debe aceptar con serenidad su final. ¿Qué otra cosa es oponerse a las leyes de la naturaleza sino luchar contra los dioses, como si fueran gigantes?”, escribe Cicerón.

Tras la aceptación, que no es necesariamente una resignación, envejecer con inteligencia implica aceptar sin ira la muerte de las pasiones –que simplemente dejan de serlo– y tratar de sustituirlas por la actividad intelectual, compensando de esta forma el deterioro físico con el enriquecimiento espiritual. Es lo que hacían los grandes filósofos antiguos: no dejar nunca de aprender, incluso cuando parece que el conocimiento carecerá de finalidad práctica. Catón estudió griego en los últimos años de su vida. Sócrates, antes de recibir la cicuta, fue un eterno aprendiz de arpa. Hasta Borges, que es lo más parecido a un escritor clásico que hemos tenido en los tiempos modernos, dedicó los últimos años de su existencia a aprender lenguas escandinavas. “Cada idioma” –decía– “es una forma distinta de sentir el universo”.

Envejecer con inteligencia implica aceptar sin ira la muerte de las pasiones –que simplemente dejan de serlo– y tratar de sustituirlas por la actividad intelectual.

Aprender es seguir viviendo otras vidas. Muchos siglos antes de que en las escuelas de negocios se inventara la idea de la formación continua, Cicerón recomendaba hacer coincidir el curso de la existencia con el estudio perpetuo y la lectura permanente. La vejez, pese a los males del cuerpo, puede ser una edad digna si se mantiene hasta el final la autonomía mental. Incluso cabe la posibilidad de gozar de cierto predicamento social: la autoridad de los viejos, presente en todas las culturas, es una manera de resaltar el prestigio de la experiencia, un atributo que sólo puede obtenerse si se vive hasta el último día. “Si no vamos a ser inmortales es deseable que el hombre deje de existir a su debido tiempo. Pues la naturaleza tiene un límite para la vida, como para todas las demás cosas. La vejez es el último acto del drama de la vida, de cuyo agotamiento debemos huir sobre todo si esto se añade a la hartura. Esto es lo que tenía que deciros acerca de la vejez, a la que ojalá lleguéis, para que las cosas que me habéis oído decir las podáis comprobar por experiencia”.

Marcus Tullius cicero, De Senectute. Wellcome M0013786

Imagen del diálogo ‘De Senectute’ en una edición para bibliófilos/CG.

Parece una evidencia, pero es un monumento al sentido común. Un argumento que se repite tanto en las culturas orientales como en las occidentales. “La cosa más importante en la vejez es tener un buen entierro”, dice un proverbio chino. Los antiguos funerales orientales duraban siete semanas. En ellos se honraba a los ancianos vivos junto a los ancestros muertos. Los católicos, que creen en la vida eterna, no deberían temer a la vejez, antesala del encuentro con Dios. Tampoco los ateos deberían espantarse si piensan que tras la vida no existe nada más. Sin misterio no hay incertidumbre. Los posmodernos, escépticos ante cualquier relato trascendente, contemplan la vejez como una etapa más del sinsentido de la vida. En la era de la cultura digital podríamos hablar de las extraordinarias virtudes de envejecer con flow. Los sabios coinciden: envejecer con sabiduría es aceptar que no hay nada que hacer. Y adaptarse. Las cosas más inevitables de la vida son las que concitan mayor unanimidad.

Fuente:  https://cronicaglobal.elespanol.com/letra-global/cronicas/didactica-infalible-vejez_128288_102.html

Comparte este contenido:

Con ojos de fuera

Guadalupe Jover

Si en el siglo XVIII los escritores recurrieron a la mirada extrañada del viajero ficticio para proceder a una crítica de costumbres del propio país, alumnas y alumnos de 4º de ESO sustituyen el viajero inventado por el migrante real para construir, colectivamente, una imagen de España desde la perspectiva de quien llegó de fuera.

Hoy le cedo la palabra a uno mis alumnos. Él, a su vez, recoge la voz de su abuela Fátima. Me limitaré a presentar, con la mayor concisión posible, lo que desencadenó su escritura.

Iniciamos el curso de 4º ESO volviendo los ojos a la literatura de la Ilustración. ¿Cómo tender puentes entre el horizonte de aquellas obras y el horizonte de recepción de los lectores adolescentes? El currículo no nos lo pone fácil. Y sin embargo…

En el siglo XVIII fueron muchos los escritores que recurrieron a la ficción del viajero extranjero para proceder a una crítica de costumbres del propio país. Lo hará en Francia Montesquieu en sus Cartas persas y en España Cadalso en sus Cartas marruecas, entre otros muchos. En estas últimas, por ejemplo, tres personas de diferente edad y origen reflexionan, indagan y dialogan epistolarmente en torno a un sinfín de temas movidos por un afán de entendimiento capaz de superar las fronteras generacionales, geográficas o religiosas.

Este siglo nuestro, crecientemente mestizo y globalizado, nos permitía dar réplica a los escritores ilustrados con una doble ventaja añadida: la de sustituir el viajero ficticio por el migrante real y la de poder escuchar también al fin la voz de las mujeres. Nuestro centro, nuestra localidad, nuestro país son ricos en diversidad de orígenes. Teníamos la oportunidad de conocer el entorno en que nos movemos día a día a través de los ojos de quien llegó de fuera. Esas serían nuestras cartas marruecas -y rumanas, y búlgaras, y ecuatorianas, y colombianas y un larguísimo etcétera- del siglo XXI.

La propuesta de escritura era, por tanto, bien sencilla. Cada estudiante debía conversar largo y tendido con alguien próximo -un familiar, una amiga- procedente de otro país, y que guardara memoria de su llegada a España: de aquello que le sorprendió, le gustó o le hizo sufrir. Chicas y chicos pondrían palabras a estas experiencias y ello daría lugar a un libro colectivo y misceláneo que acabaría por dibujar una imagen caleidoscópica de nuestro entorno desde la perspectiva de quien llegó de fuera.

El libro nació y anda ahora por la red. Y puesto que fueron las Cartas marruecasde Cadalso las que nos sirvieron de guía, es una “carta marrueca” la que abre el volumen y la que hoy traslado a estas páginas: aquella en que Mohamed El Yahyaoui pone la escritura y su abuela Fátima, nacida en Marruecos, la voz. Un testimonio precioso y sobrecogedor.

Hola, alumnos del María Guerrero. Me habría gustado hablaros en persona sobre mí, pero no creo que sea posible. En primer lugar, me llamo Fátima y tengo aproximadamente 61 años, veinte de los cuales he vivido aquí, en España. Nací en Marruecos. Lamento no poder decir el día o el año, algo que yo también desconozco; esto se debe a que nací y crecí en el Rif y mis padres no pudieron ir a hacerme los papeles y poner por escrito que había nacido tal día a tal hora en tal año.

En mi época la principal ocupación era el campo. Éramos trece hermanos y hermanas más mis dos padres, y todos estábamos sincronizados de tal forma que todos hacían algo para al final poder llevarnos un trozo de pan a la boca. De todos mis hermanos solo tres consiguieron sacar un tiempo para poder ir a la escuela. Como yo era la mayor no tuve ese privilegio y tuve que quedarme en casa a ayudar a mi madre y cuidar a mis hermanos.

Pasaron los años y nos mudamos a un pueblo llamado Targuist, donde mejoraron nuestras condiciones. Apareció la televisión y era magia para nosotros; era alucinante. Más adelante llegó el teléfono y por fin pudimos tener contacto con el exterior.

Me casé a la temprana edad de los 16 años y tuve a mi primer hijo a los 17. Mi marido se jugó la vida para ir al harij (extranjero, así es como llamábamos a España y a los países europeos); llegó a salvo en una patera con otros catorce hombres (no me acuerdo exactamente de la cifra). Encontró trabajo y me enviaba dinero cada mes para mantener a mi hijo, Mohamed. Más tarde volvió a Marruecos unas semanas y nos mudamos a Tánger, donde tuve a mi segundo hijo.

Pasaron unos años y quisimos venir a España, la cual me la imaginaba con grandes rascacielos, todo alucinante… Algo parecido a Nueva York, un país perfecto. Al principio así fue, pero las cosas cambiaron: algo que ya me había advertido mi marido, por lo que me di cuenta de que no existían los países perfectos. Pasaron los días y esto era muy nuevo para mí. Llevé a mis hijos al colegio y me pareció increíble lo cerca que estaba el colegio; apenas tenía que caminar, y sobre todo que no se pegaba a los alumnos sino que se les castigaba. No sabía por qué cuando me sentaba en el banco para esperar a que saliesen mis hijos del colegio, al lado de unas mujeres, siempre se levantaban y ni me contestaban al simple “hola” que les decía y que había aprendido hacía poco. Más adelante me di cuenta de que era cuestión de mi procedencia y mis creencias.

Me gustó lo educados que son; comen con cubiertos y cada uno con su plato. Muy pronto hicimos lo mismo en casa pero sin dejar de lado nuestras costumbres. Hoy en día me parece que las familias al sentarse a la mesa no hablan, sino que su principal preocupación son las nuevas tecnologías. Antes no pensábamos tanto en eso sino en poder tener un momento del día en el que charlar con nuestra familia sobre nuestras cosas.

Su forma de vestir me pareció muy lujosa, ya que nosotros nos vestimos con las típicas jalaba (los “vestidos” que nos ponemos) y el velo. También, he visto al lado de muchos contenedores objetos que todavía funcionan pero por el hecho de tener un pequeño daño se tiran; algo que en Marruecos no pasa porque no se tiran las cosas hasta que no sirvan para nada.

Los españoles me parecen grandes personas, las más amables que he conocido; te ayudan en cualquier cosa que les pidas y creo que he tenido una gran suerte de tener a los vecinos con los que convivo día a día ya que me han ayudado siempre que han podido. Por otra parte a España solo vinimos a buscar oportunidades y cuando mis hijos consigan un título y un buen trabajo espero volver a nuestro país ya que allí es donde nacimos y donde me gustaría pasar mis últimos años de vida.

Hasta aquí el texto de Mohamed y el testimonio de Fátima. Fueron muchos los textos y muchos los testimonios, y sé que todos ellos nos ayudaron a construir un “nosotros” mucho más hondo. No me queda sino dar las gracias a mis estudiantes por el cuidado que pusieron en un trabajo con el que tanto aprendimos, y a quienes compartieron con ellos unas experiencias en que conviven, irremediablemente, el desgarro y la esperanza.

Fuente del articulo: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/07/11/con-ojos-de-fuera/

Fuente de la imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2017/07/mujer-musulmana-jnylee-Pixabay-e1499687542130.jpg

Comparte este contenido:
Page 1 of 2
1 2