Bogotá 39: voces para contar Latinoamérica

21 Enero 2018/Fuente: El pais /Autor: FRANCESCO MANETTO

La lista de autores del continente menores de 40 años que promueve el Hay Festival de Cartagena de Indias propone una ventana a lo que une y distancia a esta generación

Gabriel García Márquez terminó de escribir Cien años de soledad a los 39. Esa es la edad de corte establecida para la selección de talentos literarios latinoamericanos promovida por el Hay Festival y que la semana que viene se presentará en Cartagena de Indias. Hablar de esta lista, Bogotá 39, implica una suerte de ejercicio de numerología. Se trata de 39 escritores de ficción que aún no han cumplido los 40. Provienen de 15 países. Sus nombres se dieron a conocer en mayo, 10 años después de la primera edición de esta iniciativa. Representan, de alguna manera, una generación. Algunas de las mejores mentes de su generación. 39 propuestas para seguir leyendo.

Entre ellos figuran el cubano Carlos Manuel Álvarez; los colombianos Felipe Restrepo Pombo (director de la revista Gatopardo), Giuseppe Caputo y Juan Cárdenas; los mexicanos Valeria Luiselli y Emiliano Monge; los argentinos Samanta Schweblin y Mauro Libertella; los peruanos María José Caro, Claudia Ulloa Donoso y Juan Manuel Robles; el dominicano Frank Báez; el ecuatoriano Mauro Javier Cárdenas; el chileno Gonzalo Eltesch. Los eligió un jurado formado por los escritores Leila Guerriero, Carmen Boullosa y Darío Jaramillo e integran una antología editada por Galaxia Gutenberg (a la venta el 31 de enero), que se propone “celebrar la buena literatura” y reflejar la diversidad de las letras latinoamericanas.

Cualquier selección de este tipo plantea preguntas e invita a formular hipótesis sobre sus hilos conductores y la naturaleza de los escogidos. Bogotá 39 no pretende ser un canon, algo que por definición solo puede existir a posteriori. Sugiere más bien una conversación generacional en la que destacan los lazos, los vínculos personales, el registro de la primera persona, la narración autobiográfica y la literatura de las pequeñas cosas, pero también la violencia, los entornos urbanos, la idea de frontera o la búsqueda de la representación política a través de códigos no convencionales.

El empeño no es nuevo. Hay una cierta historia de la literatura latino­americana contada a golpe de listas y generaciones. Del casi omnipresente boom de los sesenta a su reacción de McOndo, materializada en una antología publicada en Santiago de Chile en 1996. Lengua de Trapo lanzó en 1997 otra recopilación, Líneas aéreas, y Páginas de Espuma compila cuentos desde 2002 en su serie Pequeñas resistencias. Y si la revista Granta eligió en 2010 a los 22 narradores jóvenes en español, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) promovió el año siguiente el programa Los 25 secretos mejor guardados de América Latina, y en 2016, Ochenteros, una aproximación estética delimitada por la década del nacimiento de los elegidos. En ese hilo crítico, Bogotá 39 pretende ser una hipótesis de futuro, como lo fue la primera selección, que acertó en bastantes de los nombres que osó aventurar.

“La lista es un poco una apuesta. Pero no creo que sea cerrada, definitiva. Si hubiera pensado que aspiraba a lista canónica, no hubiera podido poner un solo voto. De haber cambiado una sola persona del jurado hubiera sido distinta”, explica Guerriero. Jaramillo considera, con todo, que hay algunos nombres indiscutibles. Uno de ellos es Valeria Luiselli, mexicana, nacida en 1983 y radicada en Nueva York. “A pesar de que hace unos años habría dicho que no hay tal cosa como una nueva generación, a medida que van pasando los años, sí es verdad que hay una conversación muy viva de autores que escriben en una misma lengua. La tengo en modo constante y profundo con gente de mi edad”, continúa. “Algunas de esas personas [de la lista] nunca las he visto, pero sí las he leído”. Y esta forma de comunicar genera un diálogo, aunque no sea literal en algunos casos, sobre la diversidad poética, de las formas, el interés por cómo abordar la actualidad, incluso las reflexiones sobre la circulación de los libros en español entre las dos orillas del Atlántico.

Bogotá 39 se publicará en colaboración con 14 editoriales independientes. Y es precisamente el papel que han desempeñado algunos pequeños sellos lo que está empezando a agitar el sector. Esta lista coincide, señala José Hamad, “con algo muy importante que revela un cambio de paradigma”. El trabajo de editoriales como la mexicana Sexto Piso —a la que Hamad se acaba de incorporar como editor tras años de trabajo como cazatalentos literario—, la argentina Eterna Cadencia o la chilena Laurel está contribuyendo a una suerte de emancipación de los narradores latinoamericanos. “Tradicionalmente, había que pasar por Barcelona o Madrid para obtener una legitimación”, continúa Hamad. Ahora “solo hay cinco autores que se publican originalmente en España en esa lista”. Solo la mitad, además, se podían encontrar hasta ahora en las librerías españolas. Las editoriales independientes han dado el primer paso para competir en sus territorios con los grandes grupos. Un fenómeno que abre la puerta a la descentralización y que supone un giro con respecto al pasado reciente.

“Un número significativo salió de escuelas universitarias de creación literaria”, continúa Jaramillo. Se dedican al oficio de escribir en distintos terrenos, del periodismo a la edición, pasando por la producción audiovisual o el teatro. Varios de ellos ya han publicado sus trabajos auspiciados por grandes grupos. Random House tiene ocho autores en la lista, aunque solo dos publicaron su primer libro con esa editorial. Y hay 13 mujeres. El jurado rechazó las cuotas preestablecidas. “Nunca pensamos cuántos hombres y cuántas mujeres teníamos que meter”, asegura Jaramillo, aunque la proporción femenina en el elenco final es más alta que la inicial. En definitiva, incide Guerriero, prevaleció la “libertad de los criterios de cada uno”.

“Creo que nuestra generación recuperó dos cosas que habían perdido prestigio y se veían con desconfianza en las anteriores: el interés por las vanguardias históricas o por las zonas poco exploradas de la tradición y la toma de posición política”, razona Juan Cárdenas. “Lo llamativo es que eso no ha significado que se nos pueda encasillar en un espacio ideológico cerrado ni en una estética precisa. Basta comparar a Emiliano Monge con Eduardo Rabasa y a estos dos con Giuseppe Caputo para ver que estamos en el mismo territorio, pero haciendo cosas muy distintas”. Este último habla de violencia en un país como Colombia, azotado por más de medio siglo de conflicto armado, desvinculándola del imaginario colectivo y planteando un dilema ético y estético: “¿Cómo podemos estar cerca de la representación de la violencia sin crear más violencia?”, se pregunta.

“Los 39 que quedamos podrían ser perfectamente otros 39, y eso habla de una calidad muy grande de lo que se escribe en el continente”, apunta Felipe Restrepo Pombo. “Los del boomtenían vínculos, fueron unidos por Carmen Balcells, fue un proyecto editorial y literario. Aquí vivimos en diferentes países, vivimos muy lejos y creo que tenemos preocupaciones diferentes. Juan Gabriel Vásquez, que formó parte de la primera selección de Bogotá 39 junto a Daniel Alarcón, Guadalupe Nettel o Junot Díaz, describe de forma gráfica esta brecha generacional, aunque lo hace con la advertencia de que se trata de una aproximación. “Una de las maneras de explicar la distancia del boom con nosotros es el cambio del gran angular al microscopio. La presa mayor del boom eran esas novelas que eran un gran fresco de una situación”. Con el paso del tiempo, muchos empezaron a echar mano de la primera persona, del punto de vista. Para Vásquez, entrar en la lista supuso comenzar una conversación con otros autores. “Lo fantástico en el descubrimiento es cuánto nos unen las diferencias, cuánto nos une la atomización de los gustos, la diferencia de intereses”.

Otro de los narradores incluidos en 2007, Ricardo Silva, considera que algo ha cambiado en la década que media entre una y otra lista: la revolución de las redes sociales, que supone un cambio de paradigma para la comunicación y, al mismo tiempo, curte a quien escribe ante el juicio, a menudo gregario, del público. “Vivimos y escribimos en una época de la inmediatez”, agrega Restrepo Pombo sobre ese feedback instantáneo que ofrecen las redes.

Gabo, en cambio, tuvo que esperar casi un año para que la editorial Sudamericana publicara en Buenos Aires las historias de los Buendía. Fue en junio de 1967. Pero entonces el premio Nobel ya había cumplido 40 años.

Hay Festival Cartagena de Indias (Colombia). Del 25 al 28 de enero.

BOGOTÁ 39 / 2017

Carlos Manuel Álvarez (Cuba)

Frank Báez (República Dominicana)

Natalia Borges Polesso (Brasil)

Giuseppe Caputo (Colombia)

Juan Cárdenas (Colombia)

Mauro Javier Cárdenas (Ecuador)

María José Caro (Perú)

Martín Felipe Castagnet (Argentina)

Liliana Colanzi (Bolivia)

Juan Esteban Constaín (Colombia)

Lola Copacabana (Argentina)

Gonzalo Eltesch (Chile)

Diego Erlan (Argentina)

Daniel Ferreira (Colombia)

Carlos Fonseca (Costa Rica)

Damián González Bertolino (Uruguay)

Sergio Gutiérrez Negrón (Puerto Rico)

Gabriela Jauregui (México)

Laia Jufresa (México)

Mauro Libertella (Argentina)

Brenda Lozano (México)

Valeria Luiselli (México)

Alan Mills (Guatemala)

Emiliano Monge (México)

Mónica Ojeda (Ecuador)

Eduardo Plaza (Chile)

Eduardo Rabasa (México)

Felipe Restrepo Pombo (Colombia)

Juan Manuel Robles (Perú)

Cristian Romero (Colombia)

Juan Pablo Ronconce (Chile)

Daniel Saldaña París (México)

Samanta Schweblin (Argentina)

Jesús Miguel Soto (Venezuela)

Luciana Sousa (Argentina)

Mariana Torres (Brasil)

Valentín Trujillo (Uruguay)

Claudia Ulloa Donoso (Perú)

Diego Zúñiga (Chile)

 

Fuente de la noticia: https://elpais.com/cultura/2018/01/19/babelia/1516376790_462513.html

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Cuba: Hemingway está en La Habana

Cuba/Junio de 2017/Autora: Madeleine Sautié/Fuente: Granma

La certeza de que el autor de El viejo y el mar no ha muerto fue una tesis cabalmente defendida por el investigador cubano Walfrido López al exponerla en su ponencia con la que se inició la segunda jornada del 16 Coloquio Internacional Ernest Hemingway…

La certeza de que el autor de El viejo y el mar no ha muerto fue una tesis cabalmente defendida por el investigador cubano Walfrido López al exponerla en su ponencia con la que se inició la segunda jornada del 16 Coloquio Internacional Ernest Hemingway, acaecida ayer en el hotel Ambos Mundos de La Habana, centro donde se respira la presencia del escritor norteamericano.

Muchas razones ofreció el ponente para demostrar esa verdad de Perogrullo que es la supervivencia del escritor insigne que no pasa de tiempo, autor de diez novelas, 12 libros de cuentos, relatos excelentes y periodista excepcional.

Entre las claves sostenidas está su condición de héroe, el que participó en la Primera Guerra Mundial y que fue herido en ella; el héroe de su país; el galardonado; corresponsal en la Guerra Civil Española; el galán y el valiente; el cazador de búfalos; el pescador de los mares de Cuba, y del Caribe; el cazador africano capaz de enfrentarse a un elefante, el sobreviviente de accidentes aéreos, aunque a intervalos pequeños.

Otros referentes son su estancia durante tantos años en Cuba, donde creó un mundo hemingwayano; sus gestos generosos como el de «entregar» la medalla del Premio Nobel a la Virgen de la Caridad; y el carácter de santuarios, que adoptan sus viviendas, como la propia Finca Vigía y el Ambos Mundos.

El argentino Ricardo A. Koon, miembro de la Cátedra Ernest Hemingway del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, es biógrafo del autor de Por quién doblan las campanas. «Lo estudio hace 40 años y ya presenté mi libro aquí –expresó a Granma–. Vengo al coloquio porque me encanta aportar sobre la vida de Hemingway. Mi ponencia tratará de la filmación de El viejo y el mar; para ello el escritor pidió a los productores de Hollywood que el rodaje se llevara a cabo en escenarios originales».

Desde su correspondencia el escritor revela múltiples aristas. La profesora norteamericana Sandra Spanier lleva la avanzada en esta zona de la escritura de Hemingway. «Vengo al coloquio desde que se fundó. En mi ponencia hablo sobre el tercer tomo, que está ya en muchas partes del mundo. Pero ya en meses sale el cuarto tomo. Las cartas son muy reveladoras. Dejan ver lo mismo su humor, su sensibilidad que su pasión por la escritura de turno, reveló a Granma.

Como este evento que concluirá mañana, se celebran muchos en el mundo. Cada vez son más los estudiosos de su vida y obra. La concurrencia de los llamados «similares» –seres con asombroso parecido al escritor–; competencias de pesca deportiva; actividades en bares donde bebió un trago o donde besó a una mujer son, entre otras patentes, muestra de la vida eterna de Hemingway, que por estos días revisita sus sitios predilectos en la Isla desde la voz y de la mano de los participantes del foro, que ya se preparan para su próxima edición prevista del 20 al 23 de junio del 2019.

Fuente: http://www.granma.cu/cultura/2017-06-16/hemingway-esta-en-la-habana-16-06-2017-23-06-15

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Cuba: Se descorren la cortina de las letras en Villa Clara.

La fiesta de la literatura está a punto de iniciarse en Villa Clara.  La cortina imaginaria de las letras y el saber  se descorrerán del 28 de marzo al  2 de  abril cuando más de mil títulos sean puestos a disposición de los lectores en esta provincia central cubana. 

Centroamérica/Cuba/28.03.2017/Autor y Fuente: http://www.trabajadores.cu/

Los organizadores de esta  Vigésimo Sexta Feria Internacional del Libro en Villa Clara   pretenden  que la misma sea  de alta participación popular  y de franco intercamnbio  con los autores y en particular con los escritores de la provincia en la carpa diseñada especialmente para las Editoriales Villaclareñas Capiro y Sed de Belleza.

Entre las temáticas de los libros que serán  vendidos y/o presentados se encuentran la  historia, las ciencias sociales, la ciencia y la técnica, la literatura Infantil, libros de dibujar, diccionarios, poesía. Asimismo  un espacio denominado  Programa Caguairán, donde se presentarán varios títulos con escritos del Comandante en Jefe Fidel Castro o sobre su legado y de otros combatientes cubanos.

Un amplio programa colateral  se presentará en las instituciones culturales de Santa Clara que incluye tertulias,  peñas, conciertos, conferencias, mesas redondas,  un área para los jóvenes  en la Galería Pórtico, en el Boullevard  y el escritor Luís Manuel Pérez Boitel, Premio Casa de las Américas, estará en el Café Literario con varios invitados, así como otro momento se realizará en el Preuniversitario Osvaldo Herrera. A su vez otros autores compartirán con los niños  ingresados en el  Hospital Infantil José Luís Miranda como parte del proyecto Para una sonrisa.

El evento, devenido en hecho cultural, tendrá la presencia de jóvenes escritores, en especial los que se agrupan entorno al Taller de creación literaria La Estrella en germen, quienes tendrán el honor de leer las palabras de inauguración de esta edición.

Están invitados otros escritores,  entre ellos  Reinaldo González, Premio Nacional de Literatura, los narradores  Julio Travieso y Rogelio Riverón, los s  poetas Lina de Feria, Sigfredo Ariel, Jorge Ángel Hernández, Israel Domínguez y Reinaldo García Blanco, Premio Casa de las Américas 2016, Esteban Llorach, Premio Nacional de Edición, el Héroe de la República de Cuba Orlando Cardoso Villavicencio, el historiador Félix Julio Alfonso y por supuesto los escritores villaclareños entre ellos Arístides Vega, Ricardo Riverón, Lorenzo Lunar, José Antonio Fulgueiras.

Fuente: http://www.trabajadores.cu/20170325/se-descorren-la-cortina-las-letras-villa-clara/

Imagen: http://www.trabajadores.cu/wp-content/uploads/2017/03/feria-del-libro-en-villa-clara.jpg

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Cómo animamos a escribir

Por: Lenín Wladimir Paladines Paredes

En un modelo educativo en donde se favorezcan los espacios para crear antes que aquellos que buscan solamente repetir y memorizar.

Escribir juega un papel importante, porque involucra procesos que apliquen los conocimientos teóricos en productos reales. Para esto, el profesor debe tener claro por qué y cómo animar a escribir a los estudiantes. Y como decía Víctor Moreno (1994), si bien es imposible enseñar a escribir, el profesor puede propiciar los espacios y el ambiente dentro del aula, así como impartir los conocimientos y entregar las herramientas para que los estudiantes se desenvuelvan en la tarea planificada.

Pero, uno de los consejos más importantes de Moreno, es que el profesor debe practicar lo que predica, involucrarse en el proceso de animación a la lectura y a la escritura, y para ello, debe leer mucho. Y si no es posible determinar qué debe leer, o qué novelas le descubrirán el camino por el que andar para motivar a sus alumnos, se pueden sugerir obras que hablen de la literatura misma, y que permitan entender al profesor la necesidad de practicarla y de estudiarla.

Está, por ejemplo, Punto y aparte, de Ítalo Calvino (1980), que agrupa ensayos escritos por el italiano entre 1955 y 1980, haciendo una reflexión sobre la literatura y la sociedad.

También está A la hora de escribir, de Bioy Casares (1988), que recoge conversaciones entre el autor y otros escritores, respondiendo a las cuestiones de por qué y cómo se escribe, así como reflexiones del papel de la escritura y su técnica.

Opiniones contundentes, de Vladimir Nabokov (1977) recopila entrevistas hechas al autor, en las que explica, con cierto sentido del humor, cuestiones relacionadas a la literatura, la lectura, su forma de escribir y su pensamiento respecto a la literatura y la sociedad.

Finalmente, está la recomendación de Ejercicios de estilo, de Raymond Queneau (1949), en donde se desarrollan una serie de estrategias para escribir una misma línea argumental de maneras completamente distintas, dando ideas al lector de cómo encontrar una forma de escribir y transmitir un mensaje específico.

Esto serviría para contagiar al profesor de la necesidad de involucrar a sus alumnos en el proceso de creación literaria dentro del aula, de manera que no sea una imposición o una tarea obligatoria, sino una forma de compartir el conocimiento de manera agradable y con un sentido realista y beneficioso.(O).

Fuente: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/17963-como-animamos-a-escribir

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