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La educación como servicio social requiere un enfoque ecosocial

Por: Luis González Reyes

Un indicador de una educación de calidad es la que permite al alumnado comprender el mundo en el que vive y desenvolverse en él. Es imposible cubrir este objetivo sin abordar en profundidad la crisis ambiental contemporánea.

Hace poco una profesora amiga me preguntó si me animaba a ir a su colegio para charlar un rato con el alumnado de bachillerato. Tienen en marcha un proyecto en el que proponen temas “poco habituales” (es decir, que no trabajan durante el recorrido escolar), para abrir las miradas de su alumnado. El asunto “poco habitual” que me proponía abordar era la crisis ambiental y distintas prácticas sostenibles para enfrentarla.

Es increíble que esto siga siendo una realidad en muchos colegios e institutos, y que la ley vigente aborde casi de puntillas estos temas. El cambio climático no es una realidad por venir, sino algo que ya existe y va a cambiar radicalmente los entornos en los que vive nuestro alumnado. El fin de la alta disponibilidad de recursos no renovables (petróleo, gas, carbón, cobre o fósforo), es otro cambio ambiental de gran magnitud para nuestras sociedades, cuyas primeras fases ya están sucediendo. Podríamos seguir poniendo ejemplos, cómo la disfunción ecosistémica consecuencia de que, actualmente, estamos viviendo la Sexta Extinción masiva de especies de la historia de la vida en la Tierra. Esta disfunción está implicando problemas para sostener la polinización o la depuración de aguas, por poner solo un par de ejemplos de muchos.

Si como consecuencia de esta crisis múltiple, la capacidad de consumo de la población, inevitablemente, va a disminuir, tendremos que aprender a ser felices con menos bienes. También a reparar y reciclar. Tendremos que aprender a articular economías en las que todas las personas puedan tener garantizada una vida digna a través del reparto de unos recursos de cada vez más difícil acceso. O a regular conflictos de corte socioambiental.

Sostengo que es increíble que estos temas no estén en el currículo escolar porque un indicador de una educación de calidad es la que permite al alumnado comprender el mundo en el que vive y desenvolverse en él. Es imposible cubrir este objetivo sin abordar en profundidad la crisis ambiental contemporánea. Pero eso no es suficiente. La educación, más que un servicio individual, es un servicio social, colectivo. Tiene que contribuir a mejorar las condiciones del conjunto de la población. Desde estas dos perspectivas, la individual y la colectiva, la crisis ambiental en curso y las maneras de abordarla deben ser temas centrales en los currículos, ya que lo son en el devenir de nuestras vidas.

Pero atender a los temas ambientales no es lo único necesario. ¿Podemos comprender nuestro mundo sin saber los flujos migratorios que están produciéndose?, ¿podemos entender los movimientos migratorios sin tener en cuenta las desigualdades, los distintos sistemas políticos o el cambio climático?, ¿podemos estudiar nuestra democracia parlamentaria obviando que hay personas con las que convivimos que no pueden participar de ella? Podríamos seguir haciendo preguntas de este tipo hasta visibilizar la necesidad de abordar en los colegios el conjunto de temáticas ecosociales. Es decir, una educación entendida como un servicio social que nos permita avanzar en democracia, justicia y sostenibilidad.

Para trabajar los temas ecosociales con la profundidad y el rigor que se merecen hace falta programarlos adecuadamente. Igual que la programación de las matemáticas tiene un desarrollo vertical en el que, curso a curso, se van construyendo nuevos conocimientos a partir de los ya adquiridos, de igual forma necesitamos una integración vertical del conjunto de conocimientos que engloba una competencia ecosocial.

No es únicamente necesaria la mirada en vertical, sino también en horizontal. Del mismo modo que acoplamos los conocimientos de matemáticas con los de física para que avancen en paralelo realimentándose, es necesario que esto también suceda con los distintos campos que comprenden lo ecosocial y de estos con el resto de áreas de conocimiento escolares.

Todo esto requiere muchas horas de trabajo, un conocimiento especializado de las temáticas ecosociales y una visión global de todo el proceso educativo. Pero ninguno de estos factores están al alcance de la gran mayoría del profesorado. Para intentar cubrir ese hueco, acaba de publicarse el libro Educar para la transformación ecosocial. Es el resultado del trabajo de cuatro cursos de un equipo multidisciplinar de profesorado de todas las etapas y áreas de conocimiento, y de personas expertas en distintos temas ecosociales. En él se hace una propuesta de cómo realizar una transformación integral de un centro educativo desde la perspectiva ecosocial pero, sobre todo, se realiza una propuesta exhaustiva de los objetivos ecosociales a cubrir, los contenidos, los métodos que serían acordes y algunas líneas sobre la evaluación. Es decir, se describe un currículo ecosocial.

Además, esta propuesta se entrelaza con el currículo de la LOMCE. Para ello, se ha realizado una relectura ecosocial de las introducciones de áreas y etapas. También se recorre, curso por curso y asignatura por asignatura, el temario de la LOMCE realizando una propuesta detallada de cómo abordarlo desde una mirada ecosocial.

El trabajo no consiste en una propuesta cerrada, sino en una guía para poder incorporar en la práctica docente el conjunto de las temáticas ecosociales con calidad. Esta matriz debe ser interpretada y adaptada por cada docente a su realidad. Lo que sí tiene es una vocación de globalidad en la mirada de los distintos ámbitos ecosociales y áreas de conocimiento.

En resumen, una sociedad que aspire a la justicia, la democracia y la sostenibilidad tiene que poner estos temas en el centro del aprendizaje escolar. Y el centro del aprendizaje escolar es lo que sucede en el aula, sin quitarle importancia al resto de momentos y espacios educativos que se producen dentro de los colegios. Por eso, es fundamental un currículo ecosocial.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/25/la-educacion-como-servicio-social-requiere-un-enfoque-ecosocial/

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La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Por: Eco Portal

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

La crisis ambiental

Desde siempre la especie humana ha interaccionado con el medio y lo ha modificado, los problemas ambientales no son nuevos. Sin embargo, lo que hace especialmente preocupante la situación actual es la aceleración de esas modificaciones, su carácter masivo y la universalidad de sus consecuencias.

Los problemas ambientales ya no aparecen como independientes unos de otros sino que constituyen elementos que se relacionan entre sí configurando una realidad diferente a la simple acumulación de todos ellos. Por ello, hoy en día podemos hablar de algo más que de simples problemas ambientales, nos enfrentamos a una auténtica crisis ambiental y la gravedad de la crisis se manifiesta en su carácter global.

La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Desde los años sesenta, cuando se cuestionó el modelo de crecimiento establecido y se denunció el impacto que sobre el medio ambiente producía, los diagnósticos realizados sobre la crisis ambiental han sido numerosos. Poco a poco, el ser humano empieza a realizar una nueva lectura del medio en el que está inmerso y una nueva cosmovisión, una nueva percepción de la relación ser humano-sociedad-medio, va abriéndose paso.

En no pocos de los informes y manifiestos que van apareciendo a lo largo de estos años se plantea la necesidad de adoptar medidas educativas (entre otras) para frenar el creciente deterioro del planeta.

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

De esta forma, aunque sus raíces son antiguas, la educación ambiental, como la entendemos hoy en día, es un concepto relativamente nuevo que pasa a un primer plano a finales de los años sesenta.

Estos planteamientos alcanzan rápidamente un reconocimiento institucional. Así por ejemplo, en el ámbito internacional, ha sido la Organización de las Naciones Unidas, a través de sus organismos (UNESCO y PNUMA fundamentalmente), la principal impulsora de estudios y programas relativos a la educación ambiental. Sin embargo, no podemos reducir este proceso de desarrollo a su vertiente institucional. Es preciso reconocer el esfuerzo de innumerables entidades, organizaciones de carácter no gubernamental y educadores que han contribuido, a veces de forma anónima, no sólo a la conceptualización de la educación ambiental sino, sobre todo, a su puesta en práctica.

Funciones de la Educación Ambiental

Un propósito fundamental de la educación ambiental es lograr que tanto los individuos como las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los conocimientos, los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la calidad del medio ambiente.

La educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la equidad.

Por lo tanto, la educación ambiental, más que limitarse a un aspecto concreto del proceso educativo, debe convertirse en una base privilegiada para elaborar un nuevo estilo de vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la vida social para que los miembros de la sociedad participen, según sus posibilidades, en la tarea compleja y solidaria de mejorar las relaciones entre la humanidad y su medio.

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Objetivos de la Educación Ambiental

  • Conciencia: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos.
  • Conocimientos: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.
  • Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento.
  • Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver los problema ambientales.
  • Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
  • Participación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

Definidos en el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado. 1975

 Educación y gestión ambiental

Previamente ha quedado planteado el carácter estratégico que la educación ambiental tiene en el proceso hacia el desarrollo sostenible. Sin embargo, es evidente que la acción educativa, por sí sola, no es suficiente para responder al reto ambiental. “Para contribuir con eficacia a mejorar el medio ambiente, la acción de la educación debe vincularse con la legislación, las políticas, las medidas de control y las decisiones que los gobiernos adopten en relación al medio ambiente humano”. (UNESCO).

La educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación de la sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del cambio, es muy improbable que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, las pautas de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo establecido.

Esto implica la necesidad de incluir los programas de educación ambiental en la planificación y en las políticas generales, elaboradas a través de la efectiva participación social. Demasiadas veces se cae en la tentación de realizar acciones atractivas, con una vistosa puesta en escena y grandes movimientos de masas, que no comprometen demasiado ni cuestionan la gestión que se realiza. La educación ambiental debe integrarse con la gestión (“la mejor educación es una buena gestión”) y no ser utilizada como justificación ante las posibles deficiencias de ésta.

El reto que tenemos planteado hoy en día es el de favorecer la “transición” hacia la sostenibilidad y la equidad, siendo conscientes de que esta transición requiere profundos cambios económicos, tecnológicos, sociales, políticos, además de educativos. Así pues, aun reconociendo las enormes potencialidades de la Educación Ambiental, no podemos convertirla en una falsa tabla de salvación.

Fuente: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/la-educacion-ambiental-una-respuesta-a-la-crisis-ambiental/

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República Dominicana: Los 40 años del Jardín Botánico Nacional

Centroamérica/República Dominicana/05 de Agosto de 2016/Autora: Yaniris López/Fuente: Listin Diario

El próximo 15 de agosto se cumplen 40 años de la inauguración del Jardín Botánico Nacional (JBN). A lo largo de estas cuatro décadas, su maqueta de casi dos millones de metros cuadrados no solo ha aumentado en infraestructura y vegetación: las labores de investigación científica, educación ambiental y conservación de la flora nativa y endémica que allí se realizan le han merecido el reconocimiento internacional y la inclusión en la lista de los 10 mejores jardines botánicos del mundo, una selección hecha por el Real Jardín Botánico de Kew, institución británica encargada de crear el banco de semillas del milenio.

De los años que siguieron a 1976 quedan recuerdos de cuando los botes de recreación surcaban la Gran Cañada y los coches arrastrados por caballos recorrían con calma los senderos aún despoblados. Hoy no hay botes ni coches, pero sí mucho verde, senderos temáticos, proyectos ecológicos y culturales y una familia de 260 trabajadores que se encargan de que las miles de personas que lo visitan cada año vivan una experiencia lúdica maravillosa. Tan maravillosa como las postales fotográficas que se toman en todos los rincones del Jardín.

Compromiso y entrega
Detrás del verde y de las facilidades que brinda el JBN al público hay un grupo de botánicos, agrónomos, educadores, jardineros, personal administrativo y obreros repartidos en tres departamentos (Horticultura, Educación Ambiental y Botánica) enfocados en aumentar cada día la colección de plantas vivas y promover una conciencia ambiental responsable.

HORTICULTURA
Es el departamento que se encarga de que el jardín se vea bien. Esto incluye que las plantas estén sanas y que se siembre en los lugares correctos; de que todo esté en orden y limpio. Tomando en cuenta lo grande del lugar,  es una tarea bastante ardua, dice Pedro de Jesús García, encargado de Horticultura, en la que participan biólogos, agrónomos, obreros y jardineros entrenados.

Aquí se encargan también de las labores de fertilización, de los cerquillos y de la poda tanto de formación como de levantamiento, es decir, la poda que permite que, al extender la vista, el visitante obtenga una buena visión del espacio. El vivero, con una capacidad para producir un millón de plantas, es dependencia de este departamento.

“Tenemos un programa de capacitación para el personal tanto para los que hacen labores técnicas como para los obreros y jardineros”.

Claritza de los Santos, bióloga recién graduada, asistente en la sección de registro de plantas y de la colección de plantas vivas, resalta la labor fitosanitaria del departamento de Horticultura. “Tenemos un especialista, biólogo especializado en fitopatología, que se encarga de la cura de las plantas; como médico de las plantas, hace un levantamiento de las enfermedades que se presentan, identifica las plagas, el problema, y nos hace las recomendaciones de lugar. Este trabajo es imprescindible en un jardín botánico”. De los Santos trabaja las estadísticas de la fenología y floración de las plantas del parque: cómo les impacta el cambio climático y cuándo florecen.

BOTÁNICA
Es el área “científica del Jardín”, explica Yuley Encarnación, estudiante de Biología y asistente del Herbario.

“Aquí investigamos acerca de la flora y la vegetación de nuestra isla, porque no solamente nos limitamos a República Dominicana, sino que también hacemos investigaciones en Haití”.  Uno de los fuertes del departamento es la publicación científica a través de la revista Moscosoa, una de las más importantes publicaciones anuales donde se dan a conocer los resultados de los trabajos que hacen los botánicos a lo largo del año.

“Tenemos el Herbario Nacional, que es como un museo botánico, con más de 140,000 especímenes, sin contar muestras no trabajadas. Es el más grande, el más activo y actualizado del país”, indica.

Encarnación destaca que el departamento se mantiene realizando proyectos de investigación y buscando fondos en cooperación con otras instituciones nacionales e internacionales.  “Las ciencias, y más la Botánica, son colaborativas. Los científicos de fuera están muy interesados en investigar la flora del Caribe pero necesitan personas de aquí que les instruyan cómo van a hacerlo, necesitan de una interacción constante con el herbario”.

Uno de los proyectos futuros del herbario es digitalizar el material y ponerlo en línea, de manera que no sea necesario acudir al edificio para consultar sobre las especies.

“En el herbario trabajan y colaboran varios estudiantes de Biología y no solo los botánicos formados. Esta es la gran escuela de formación de todos los botánicos dominicanos; todos los botánicos que tenemos aquí han pasado, en algún momento, por el herbario”.

Además, señala Ricardo García, por tratarse del Herbario Nacional “cualquier investigador que venga a hacer trabajos botánicos aquí, de colección, debe dejar una muestra antes de sacarla. Es el protocolo”.  En el departamento laboran siete botánicos formados y dos agrónomos.

EDUCACIÓN AMBIENTAL
El trabajo de este departamento, que coordina Olga Lidia Rojas, es contribuir a la formación de una conciencia ambiental responsable. Más de 150,000 estudiantes de escuelas públicas y privadas visitan el jardín cada año (187,000 el año pasado entre estudiantes y maestros).

“Muchos de los estudiantes que nos visitan vienen con una formación no muy adecuada sobre el medio ambiente. Nuestra función es sensibilizar a este grupo que no entiende que los recursos hay que cuidarlos, que tenemos que tener una relación armónica con el medio ambiente”, dice Rojas.  Para alcanzar este objetivo realizan charlas, talleres, maratones, huertos pedagógicos y campamentos dirigidos a maestros y estudiantes, así como instalaciones de pequeñas reservas ecológicas en los centros que lo soliciten.  Según Olga, el uso excesivo de los recursos naturales y su demanda ha hecho imprescindible la educación ambiental.

“Aprovechamos las situaciones de las malas prácticas ambientales para hacer talleres de sensibilización; para educar, concientizar, cambiar actitudes y valorar el medio ambiente”.  Por eso, sostiene, el JBN ofrece un paquete educativo que tiene como objetivo obligar a los estudiantes a que vayan al departamento de Educación, porque “voluntariamente no van”.

“Allí toman una charla, ven un vídeo, recorren el museo ecológico y pasean en tren. En la actualidad la percepción ha cambiado y ahora los estudiantes exigen que les den su charla e ir al museo. La demanda de recursos naturales está promoviendo la necesidad de educarnos y sensibilizarnos y a veces no damos abasto”, comenta.  Este departamento también se encarga de dar a conocer el trabajo que realizan los botánicos a través del programa “La flora de la isla Española y sus investigadores”.

TRES DIRECTORES
El Jardín Botánico solo ha tenido tres directores: el arquitecto Benjamín Paiewonsky y los biólogos botánicos Milcíades Mejía y Ricardo García. Con 33 años laborando en el parque García es, de hecho, el empleado más antiguo del Jardín. Iniciando el tercer semestre de la carrera de Biología en la UASD comenzó como técnico auxiliar de investigación en el departamento de Botánica, como parte de un programa de investigación implementado en toda la isla para la formación del Herbario Nacional.

 “Nos íbamos semanas  y semanas por  las montañas para colectar muestras científicas, que es lo que nos permite saber hoy qué hay en cada lugar y dónde vamos a buscar las semillas y las plantas”.

DE INTERÉS
• En el JBN crecen unas 800 especies de plantas registradas y cultivadas. Incluyendo el área virgen de la reserva y la maleza, la cifra podría alcanzar las 2,000 especies en todo el parque, dice su director, Ricardo García.  Se estima que alrededor del 70% de todas las especies corresponde a plantas endémicas y nativas. En el área del Arboretum hay unas 1,500 plantas entre nativas, endémicas e introducidas.

• Las visitas al Botánico se incrementaron en un 25% en 2015. Exactamente 307,000 personas visitaron las instalaciones, sin contar las entradas diarias del Club  de Caminadores, que ya alcanza los 7,700 miembros. El 5% de las visitas correspondió a turistas, informa Luis Carrasco, encargado de Planificación y Desarrollo.

Este último dato es una buena noticia, agrega Marggi Reynoso, encargada de Servicio al Público, “porque estamos trabajando con los operadores turísticos para que nos tomen en cuenta cuando traen grupos a la ciudad”.

• Las plantas manejadas del JBN tienen una especie de acta de nacimiento donde queda registrado de dónde llegan y cuándo y quién las siembra. “Estamos creando poco a poco una buena base de datos y una pequeña fototeca del árbol, porque llegan continuamente, y nuestro fuerte y mayor interés es aumentar la colección de plantas en peligro”, dice García.

• Las especies más comunes son palmas real, “una ventaja porque es la fuente de alimento de la mayoría de las aves que están aquí” (García);  samán,  cigua (sobre todo en la reserva), caracolí y almendra.

• En los últimos años han aumentado las siembras simbólicas en el parque, especialmente de personas que honran la muerte de algún familiar plantando un árbol y esparciendo en el lugar las cenizas. Personalidades locales y extranjeras han plantado árboles en el parque. “Estas actividades reflejan la conexión de las personas con la naturaleza y serán en un futuro no lejano una actividad frecuente en todas las áreas verdes dominicanas, y es algo que debemos promover no solo  por motivos tristes, sino alegres, de identificación con el verde”, indica García. • Inaugurado en 2014, el mariposario del Jardín recibió en 2015 unas 12,000 visitas.  •  El JBN cuenta con un centro de reproducción de abono orgánico.

• Muchos estudiantes de media cumplen aquí las 30 horas de labor social que les exige la ley 179-03. Realizan especialmente labores de siembra y de limpieza. El jardín recibe también estudiantes extranjeros interesados en la investigación de la flora local y del Caribe.

• Próximamente será inaugurado el banco de semillas del JBN, que albergará entre 3,500 y 4,000 especies de las 6,100 registradas en la isla. También abrirá el laboratorio de cultivo in vitro, “un punto clave del Jardín en el que actualmente se reproducen orquídeas endémicas y nativas”, explica la bióloga Claritza de los Santos.

Fuente: http://www.listindiario.com/la-vida/2016/08/04/429825/los-40-anos-del-jardin-botanico-nacional

Fuente de la imagen: http://www.jbn.gob.do/

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La poesía como alternativa para reflexionar sobre la crisis ambiental.

América del Norte/México/Fuente:http://vialibrechiapas.com/

Por: Sonia Olivares

Para superar la crisis ambiental es necesario formar una sociedad diferente, sin aspiraciones materiales y que busque el ser en comunidad, con la familia, tierra y el mundo, considera Felipe Reyes Escutia, docente e investigador del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH).

“Respecto a los problemas de deforestación y contaminación, la ciencia y la técnica describen realidades, plantea soluciones tecnológicas, materiales y medibles, pero no nos ayudan a comprender la profundidad espiritual humana de los mundos que estamos construyendo”.

Por consiguiente el acercamiento de las artes a la formación ambiental y la sustentabilidad  es concebible y posible, detalló Reyes Escutia, quien es coordina el Laboratorio-Taller de Educación Ambiental y Sustentabilidad de la UNICACH.

Sostuvo que la poesía  como expresión artística es un elemento fundamental y complementario a los aportes de la ciencia y tecnología, que da rumbo a la imaginación amorosa, sensible y espiritual de los artistas al conjunto de todo lo existente.

Muestra de lo anterior es el libro “Poesía para la sustentabilidad, humanidad y mundo en la poesía de escritores en Chiapas” editada por la UNICACH en 2010, que consta de una antología poética ambiental con textos de 23 escritores chiapanecos, como Rosario Castellanos, Joaquín Vázquez Aguilar, Heraclio Zepeda, Socorro Trejo, Armando Duvalier, Elva Macías, Oscar Oliva, Gabriel Balderas, Cesar Pineda por mencionar algunos.

Esta publicación surgió por la inquietud de un par de alumnos de la Licenciatura en Biología por expresar su talento artístico y relacionarlo con la ciencia.

Reyes Escutia resaltó la urgencia de formar científicos poetas y de poetas consientes de la realidad que vivimos, para ayudar a comprender y amar la tierra en que vivimos, hechos que nos son posibles desde el pensamiento objetivo.

Fuente: http://vialibrechiapas.com/la-poesia-alternativa-reflexionar-la-crisis-ambiental/

Imagen: http://vialibrechiapas.com/wp-content/uploads/2016/07/Unicach-1.jpg

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En Africa: Poblaciones desplazadas bajo tensiones múltiples, asegura estudio

Roma, 21 jul (PL)

descargaEl creciente número de refugiados y desplazados en el mundo genera nuevas tensiones por déficit de combustible para cocinar alimentos, incrementa daños ambientales y riesgos de conflictos con la población local, indicaron hoy organismos internacionales.

Ante el fenómeno en ascenso, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), presentaron este jueves un manual técnico a fin de proporcionar herramientas que puedan ayudar a los necesitados.

Según Acnur, a fines de 2015 más de 65 millones de personas en el planeta se encontraban desplazadas a causa de persecuciones, conflictos, violencia generalizada o violaciones de los derechos humanos.

El desplazamiento forzoso ejerce a menudo «gran presión sobre los bosques, debido a la mayor demanda de combustible de biomasa, como madera y carbón vegetal. Si no se controla, este aumento de la competencia por los recursos naturales puede elevar también el riesgo de conflictos con la población local», evaluó el reporte.

En opinión de la FAO, la sobreexplotación de los recursos forestales para obtener combustible puede conducir a la degradación de los bosques o la deforestación en zonas aledañas a los campamentos de refugiados.

Otro motivo de preocupación son las enfermedades respiratorias provocadas por cocinar a fuego abierto o por el uso de tecnologías ineficientes, señaló el análisis.

Además, donde la madera es escasa, la gente a veces dedica su salario o vende sus raciones de alimentos para comprar combustible, advirtió el informe. Los alimentos cocinados de forma insuficiente o saltarse las comidas debido a la escasez de combustible para cocinar también puede representar un problema, insistieron FAO y Acnur.

Con el título de «Evaluación de la oferta y la demanda de combustible de madera en situaciones de desplazamiento», el manual contiene una metodología que los trabajadores humanitarios y los administradores de los campos pueden utilizar para hacer frente a este desafío.

El texto describe paso a paso un proceso para evaluar las necesidades de energía y la naturaleza y disponibilidad de las fuentes locales de leña, y utiliza sistemas de información geográfica y de teledetección para mapear la distribución y los cambios en el tiempo de la biomasa leñosa, detalló la FAO.

Según distinguió, la metodología se basa en datos de inventario de campo e imágenes satelitales de alta resolución y datos técnicos y socioeconómicos relevantes.

Uno de los lugares donde fue probada la herramienta es el campo de Shimelba, en la región de Tigray en el norte de Etiopía, el cual alberga a seis mil personas con un acceso muy limitado a los recursos naturales.

En Shimelba, el proceso de evaluación ayudó a los administradores a calcular las existencias de biomasa leñosa superficial disponible y a prever las variaciones de estas reservas, argumentó la FAO.

lma/mjm

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=5086041&Itemid=1

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“Canadá se mueve por Ecuador”: Un festival artístico en solidaridad con el pueblo ecuatoriano

América del Norte/Canadá/Abril 2016/Fuente y Autor: Redacción NMNoticias

Las demostraciones de solidaridad con el pueblo ecuatoriano siguen manifestándose en Canadá. Además de jornadas de recolección de insumos específicos, la donación de dinero en efectivo y el envío del material recabado en varias ciudades del país, este domingo 1° de mayo se realizará un gran festival artístico en Toronto, en el que se recaudará fondos para ayudar a las victimas del terremoto.

El festival artístico se llevará a cabo desde las 12:00 pm hasta las 10:00 pm, en Liuna Local 183, ubicado en el 1263 de la avenida Wilson de Toronto. Habrá músicos, cantantes, bailarines, comediantes, agrupaciones folclóricas y culturales,quienes estarán animando la jornada. Igualmente habrá platos latinoamericanos para el deleite de todos.

Durante el evento los interesados podrán contribuir a la cuenta creada para tal fin:

  • Royal Bank of Canada, “Embassy of Ecuador – Earthquake fund” cuenta No. 00006-003-1025212

Asimismo estará presente la Cruz Roja Canadiense, que también abrió una cuenta y tendrá sus delegados en el evento.

Entre los asistentes estarán el alcalde de Toronto, John Tory, el concejal César Palacio y la diputada provincial Cristina Martins, además de los representantes de la misión diplomática ecuatoriana, como el embajador Nicolás Trujillo y el cónsul de Ecuador en Toronto, Rolando Vera Rodas.

El evento es organizado por la Embajada de Ecuador en Canadá, el Consulado de Ecuador en Toronto y la ciudad de Toronto y es patrocinado por Liuna Locall 183. Cuenta, además, con el apoyo de un colectivo de voluntarios que se han vinculado de manera personal o en representación de organizaciones comunitarias.

El terremoto de magnitud 7.8 grados en la escala de Richter que se produjo el pasado 16 de abril ha sido uno de los más mortíferos de Latinoamérica en los últimos años. Destruyó varias poblaciones en las provincias de Manabí y Esmeraldas. La recuperación puede extenderse por meses, incluso años.

“Tenemos una cita humanitaria y contamos con tu participación“, es el llamado de la Embajada de Ecuador en Canadá. ” Ecuador llora sus muertos y necesita ayuda para levantarse de nuevo. De allí que, Canadá se mueva por Ecuador“.

En Canadá, la cantidad de ecuatorianos asciende a 20.000 y es Ontario la provincia que cuenta con la diáspora ecuatoriana más grande: 15.965.

La cita:

  • Fecha: Domingo, 1° de mayo de 2016
  • Hora: 12:00p.m. a 10:00 p.m.
  • Local: Liuna Local 183, 1263 de Wilson Avenue, Toronto
  • Salón: Gerry Gallagher Hall
  • Donación sugerida: $20 a la entrada

Fuente de la noticia: http://nmnoticias.ca/166924/canada-se-mueve-por-ecuador-toronto-festival-artistico/

Fuente de la imagen: http://nmnoticias.ca/wp-content/uploads/2016/04/Canada-se-mueve-por-Ecuador-2016.jpg

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EE.UU: Día de la Tierra 2016: 11 meses seguidos batiendo récords de calor

El marzo de 2016 y el primer trimestre del año también marcan máximas históricas en el cambio climático

LaVanguardia/22 de abril de 2016/Por: Joaquim Elcacho

Temperaturas más elevadas (colores rojos) del mes de marzo de 2016, en relación con la media climática para esta época del año (NOAA)

El 22 de abril, Día de la Tierra 2016, se abre el plazo para la firma del acuerdo contra el cambio climático aprobado en la Cumbre de París del pasado mes de diciembre. Mientras tanto se siguen acumulando los datos científicos que muestran la gravedad del problema, y el mes de marzo tampoco se ha quedado atrás en la espectacular carrera de calentamiento global.

Los registros publicados por la NASA, la Agencia Meteorológica de Japón y la Administración Norteamericana de la Atmósfera y los Océanos (NOAA)confirman que durante el mes pasado se volvieron a batir varios récords históricos.

Con motivo del Día de la Tierra 2016 cabe recordar que la temperatura media registrada, en la atmósfera terrestre y la superficie marina, del mes de marzo de 2016 fue la más alta para esta época del año desde 1880 (fecha en que se inició el registro sistemáticamente este tipo de datos).

Además, marzo de 2016 ha sido el onceavo mes consecutivo en que se superan las temperaturas más elevadas de la historia reciente de la Tierra (en relación con los meses respectivos de años anteriores). Nunca hasta ahora (desde 1880) se había producido un periodo tan largo de constantes récords mensuales de temperaturas elevadas, destacan los expertos de la NOAA en el informe difundido esta semana.

Por si fuera poco, el período enero marzo de este año fue el trimestre inicial más cálido desde 1880, con 1,15ºC por encima de la media del siglo XX y 0,28ºC más que en el mismo periodo del año pasado.

Calor por tierra, mar y aire

Marzo de 2016 batió el récord histórico de temperatura tanto en la superficie terrestre (2,33ºC más que la media del siglo XX) como en la oceánica (0,81ºC más que el promedio del siglo pasado), confirman los datos publicados por la NOAA.

El mapamundi elaborado para el mes de marzo por la NOAA -que ilustra esa información- muestra en colores rojos las zonas de Asia, África, América y Groenlandia en las que se registraron temperaturas especialmente altas en relación a la media climática. Marzo de 2016 ha sido también el más caluroso de los últimos 107 años en Australia y el sexto más cálido en Nueva Zelanda desde 1909.

El promedio global de la temperatura superficial del mar, por otra parte, rebasó en 0,81ºC el promedio de los meses de marzo del siglo XX. Se trata del marzo más cálido en los océanos desde 1880, con 0,18ºC más que en 2015.

La superficie de los océanos fue más alta de lo normal en la mayor parte del norte y el sudeste del Índico, partes del centro y el suroeste del Pacífico ecuatorial, el oeste y el sur del Atlántico, y extensas áreas del Ártico.

Publicación científica de referencia:
NOAA National Centers for Environmental Information, State of the Climate: Global Analysis for March 2016. April 20, 2016 www.ncdc.noaa.gov/sotc/global/201603
http://www.lavanguardia.com/natural/20160422/401244547933/dia-de-la-tierra.html

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