Cuando vas a la escuela, ¿aprendes?

 Autor: Mariana Kaipper Ceratti 

Un estudio revela que las deficiencias en los sistemas de enseñanza globales, incluida Latinoamérica, profundizan las desigualdades y propone medidas para mejorarlos

¿En algún momento hiciste un curso y sentiste que no aprendiste nada? Si la respuesta es «sí», imagínate multiplicar esa sensación por muchos años. Y si a eso le sumamos que de ese conocimiento nunca aprendido dependen tus posibilidades de mejorar de vida. ¿Cómo te sientes?

Las sensaciones de fracaso e impotencia, entre otras, acompañan a millones de estudiantes pobres de países en desarrollo que no saben leer, escribir correctamente o hacer una operación de aritmética, incluso después de varios años de escolarización. Además de nacer en desventaja debido a la pobreza, a su género o a una discapacidad, llegan a la edad adulta sin las aptitudes más básicas para la vida.

Algunos datos del último Informe de Desarrollo Mundial(WDR 2018, por sus siglas en inglés), del Banco Mundial, revelan las disparidades que existen entre los estudiantes ricos y pobres de un mismo país y entre esos mismos alumnos y los de una economía desarrollada. Estos son algunos de los hallazgos más notables:

  • Hay una crisis global de aprendizaje. La escolarización sin aprendizaje es una gran injusticia ya que está fallando particularmente a aquellos estudiantes que necesitan una buena educación para tener éxito en la vida.
  • La base de datos mundial sobre la calidad de la educación, recientemente actualizada, sugiere que, en los países de ingresos medios y bajos, más del 60% de los niños evaluados no lograron alcanzar habilidades mínimas en matemáticas y lectura. Mientras que, en los países ricos, casi todos los niños superaron ese nivel. (Ver gráfico)

Cuando vas a la escuela, ¿aprendes?
  • Las estadísticas globales no tienen en cuenta a los 260 millones de niños que, por motivos de conflicto, discriminación, discapacidad y otros obstáculos, no están matriculados en la enseñanza primaria o media.

Según el documento, la crisis global de aprendizaje no solo impide a estos jóvenes tener salarios mayores –de entre un 9% y un 11% más, en el caso de América Latina y el Caribe (véase el gráfico abajo)–, sino que también profundiza las diferencias entre ricos y pobres.

Cuando vas a la escuela, ¿aprendes?

¿Es posible revertir esta tendencia? Según el WDR 2018, sí, pero es necesario un trabajo extenso para mejorar todos los factores vinculados al aprendizaje.

El estudio, que se basa en los datos obtenidos en consultas extensas a gobiernos, institutos de investigación y desarrollo, organizaciones de la sociedad civil y sector privado en 20 países, plantea algunos desafíos y recomendaciones para América Latina y el Caribe, así como para todo el mundo en desarrollo.

Evaluar el aprendizaje

Cuando se trata de la educación primaria, América Latina es la región en desarrollo que más mide los resultados del aprendizaje. Sin embargo, la evaluación de los primeros años de la enseñanza media –una etapa importante que prepara al joven para niveles más avanzados de instrucción– no recibe la misma atención.

Para enfrentar la crisis de aprendizaje en todo el mundo, la primera recomendación del WDR 2018 es tener más y mejores sistemas para medirla y definir prioridades. Según los autores, no basta con atenerse a los indicadores de aprendizaje: es importante «identificar los factores decisivos que la impulsan, como la preparación del alumno, las competencias de los profesores, la calidad de la gestión escolar, el nivel y la equidad del financiamiento (para la educación)». ¿Y por qué no existen más y mejores maneras de evaluar el aprendizaje? Por obstáculos de carácter técnico y político, señala el estudio.

Construir políticas basadas en evidencias

Las investigaciones realizadas en todo el mundo han identificado una serie de medidas que de hecho contribuyen al aprendizaje. Una de ellas es garantizar el pleno desarrollo de los niños a través de la nutrición, la estimulación y los cuidados en la primera infancia, como se viene haciendo en Chile. A lo largo de la vida escolar también funcionan las medidas que reducen el costo de la escolarización y usan herramientas complementarias –como la merienda o las transferencias de efectivo para las familias que tienen hijos estudiantes– para aumentar la motivación y el esfuerzo. Otra actividad que suele traer buenos resultados es, para compensar el hecho de que muchos jóvenes completen la enseñanza básica sin las habilidades necesarias, ofrecerles clases de apoyo y recuperación antes de que ellos continúen avanzando en sus cursos.

Hacer de la educación una causa colectiva

El informe enfatiza que mejorar el aprendizaje rápidamente es viable cuando se convierte en una prioridad y cita a Chile y Perú como ejemplos de países que han asumido compromisos serios y recientes en ese sentido. «El aprendizaje ha mejorado a lo largo del tiempo, no siempre uniformemente, pero lo suficiente para mostrar que las reformas del sistema valen la pena».

Para movilizar a la población, despertar un sentido de responsabilidad colectiva e impulsar la voluntad política, es necesario tener información y evaluaciones de calidad sobre la enseñanza local, según el WDR2018. Finalmente, el estudio incentiva el involucrar a los ciudadanos en todas las etapas de la mejora de los sistemas de enseñanza, desde el diseño hasta la implementación de las políticas.

Fuente del Artículo:

https://elpais.com/internacional/2017/10/25/america/1508886607_063266.html

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Banco Mundial advierte de una ‘crisis global de aprendizaje’ ¿qué opina del Perú?

Perú / 8 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Gestión

Un nuevo informe del Banco Mundial sostiene que la educación sin aprendizaje no sólo es una oportunidad desperdiciada de desarrollo, sino también una gran injusticia para los niños y jóvenes de todo el mundo.

Millones de jóvenes estudiantes de países con ingresos bajos y medianos se enfrentan a la posibilidad de pérdida de oportunidades y salarios inferiores más adelante en sus vidas porque sus escuelas primarias y secundarias no están logrando educarlos para tener éxito en la vida.

Un nuevo informe del Banco Mundial, que advierte de una “crisis de aprendizaje” en la educación global, sostiene que la educación sin aprendizaje no sólo es una oportunidad desperdiciada de desarrollo, sino también una gran injusticia para los niños y jóvenes de todo el mundo.

El Informe sobre el Desarrollo Mundial 2018: “Aprender a cumplir la promesa de la educación” manifiesta que sin aprendizaje, la educación no cumplirá su promesa de eliminar la pobreza extrema y crear oportunidades y prosperidad en común para todos. Incluso después de varios años en la escuela, millones de niños no saben leer, escribir o hacer matemáticas básicas.

Según el informe, esta crisis de aprendizaje está ampliando brechas sociales en lugar de reducirlas. Los jóvenes estudiantes que ya están en desventaja debido a la pobreza, conflictos, género o alguna discapacidad alcanzan la edad adulta sin los conocimientos más básicos de la vida diaria.

“Esta crisis de aprendizaje es una crisis moral y económica”, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim. “Cuando se brinda de buena manera, la educación ofrece a los jóvenes empleo, mejores ingresos, buena salud y una vida sin pobreza. Para las comunidades, la educación promueve la innovación, fortalece las instituciones y fomenta la cohesión social. Pero estos beneficios dependen del aprendizaje, y la escolarización sin aprendizaje es una oportunidad perdida. Más que eso, es una gran injusticia: los niños en las sociedades que más fracasan son los que más necesitan una buena educación para tener éxito en la vida”.

El informe recomienda medidas concretas de política para ayudar a los países en desarrollo a resolver esta grave crisis de aprendizaje en las áreas de evaluaciones de aprendizaje más fuertes, utilizando pruebas de lo que funciona y lo que no sirve para orientar la toma de decisiones educativas; y movilizar un fuerte movimiento social para impulsar cambios educativos que promuevan el “aprendizaje para todos”.

Según el informe, cuando a los estudiantes de tercer grado en Kenia, Tanzania y Uganda se les pidió hace poco leer una frase como “El nombre del perro es Puppy” en inglés o en kiswahili, tres cuartas partes no entendieron lo que decía. En la India rural, casi tres cuartas partes de los estudiantes en el tercer grado no podían resolver una resta de dos dígitos como “46 menos 17”; y en el quinto grado, la mitad todavía no podía hacerlo. Aunque las habilidades de los brasileños de 15 años de edad han mejorado, a su ritmo actual de mejora ellos no alcanzarán el promedio de los países ricos en matemáticas en 75 años. En lectura, se necesitarán 263 años.

Estas estadísticas no representan a 260 millones de niños que, por razones de conflicto, discriminación, discapacidad y otros obstáculos, no están matriculados en escuelas de educación primaria o secundaria.

Si bien no todos los países en desarrollo sufren tales brechas extremas de aprendizaje, muchos de ellos están muy lejos de los niveles a los que aspiran.

Las principales evaluaciones internacionales sobre alfabetización y aritmética demuestran que el estudiante promedio en países pobres rinde peor que el 95% de los estudiantes de países de altos ingresos, lo que significa que ese alumno tendría que llevar una clase de nivelación en estos últimos países. Muchos estudiantes de alto desempeño en países de ingresos medios (hombres y mujeres jóvenes que logran estar en el cuarto superior de sus grupos) ocuparían el cuarto inferior en un país más rico.

El informe, escrito por un equipo dirigido por los economistas líderes del Banco Mundial, Deon Filmer y Halsey Rogers, identifica qué lleva a estos déficit de aprendizaje, no sólo las maneras en que la enseñanza y el aprendizaje colapsan en varias escuelas, sino también las fuerzas políticas más profundas que causan la continuación de estos problemas.

El informe señala que cuando los países y sus líderes hacen del “aprendizaje para todos” una prioridad nacional, las estándares de educación pueden mejorar radicalmente. Por ejemplo, de ser un país devastado por la guerra con tasas de alfabetización muy bajas en la década de 1950, Corea del Sur logró en 1995 la inscripción de todos sus alumnos en escuelas secundarias de alta calidad.

En el 2012, los resultados de Vietnam en el examen PISA de la OCDE para estudiantes de secundaria en las áreas de matemáticas, ciencias y lectura, mostraron que sus jóvenes de 15 años rendían al mismo nivel que en Alemania, a pesar de que Vietnam es un país mucho más pobre.

Entre el 2009 y 2015, el Perú logró el crecimiento más rápido en resultados generales de aprendizaje, debido a una acción política concertada. En varios países (como Liberia, Papua Nueva Guinea y Tonga) la lectura en los primeros años de escuela mejoró sustancialmente en muy poco tiempo, debido a esfuerzos enfocados basados en pruebas.

“La única manera de progresar es ‘encontrar la verdad de los hechos’. Si los dejamos, los hechos sobre la educación revelan una verdad dolorosa. Para muchos niños, la escolarización no significa aprender”, dijo Paul Romer, economista jefe del Banco Mundial.

Basándose en pruebas y consejos reunidos durante amplias consultas en 20 países, con gobiernos, organizaciones de desarrollo e investigación, OSC y el sector privado, el informe ofrece tres recomendaciones de política:

En primer lugar, se debe evaluar el aprendizaje para que puede convertirse en un objetivo mensurable. Sólo la mitad de todos los países en desarrollo tienen indicadores para medir el aprendizaje al final de la escuela primaria y secundaria inferior.

Las evaluaciones estudiantiles bien diseñadas pueden ayudar a los maestros a guiar a los estudiantes, mejorar la administración del sistema y enfocar la atención de la sociedad en el aprendizaje. Estas medidas pueden ayudar a orientar las decisiones políticas nacionales, seguir el progreso y hacer énfasis en los niños que quedan rezagados.

Fuente de la Noticia:

https://gestion.pe/economia/banco-mundial-advierte-crisis-aprendizaje-que-opina-peru-2201613

 

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Crisis del aprendizaje: Nueve gráficos del Informe sobre el desarrollo mundial 2018

Mirador.org.Bo

El aprendizaje está en crisis. La calidad y cantidad en términos educativos varían considerablemente dentro de los países y de un país a otro. Cientos de millones de niños crecen sin contar siquiera con las habilidades más básicas en todo el mundo.

En el Informe sobre el desarrollo mundial se recurre a disciplinas tan variadas como la economía y la neurociencia para analizar esta cuestión y se sugieren mejoras que los países pueden implementar. Usted puede consultar los mensajes principales, el panorama general o descargar el informe completo aquí [PDF en inglés]. A modo de anticipo, extraje algunos gráficos e ideas que me parecieron muy interesantes mientras lo leía.

Con cada año adicional de escolarización, los ingresos aumentan entre un 8 % y un 10 %

En el informe se presentan varios argumentos a favor del valor de la educación. ¿Cuál es, para mí, el más claro? El que dice que la educación es una herramienta poderosa para aumentar los ingresos. Con cada año adicional de escolarización, los ingresos de una persona aumentan entre un 8 % y un 10 %, especialmente en el caso de las mujeres. Esto no se debe únicamente a que más personas capacitadas y mejor conectadas reciben más educación: en “experimentos naturales” realizados en una variedad de países —como Estados Unidos, Filipinas, Honduras, Indonesia y Reino Unido— se prueba que la escolarización realmente contribuye al aumento de los ingresos. Un mayor nivel de educación también se asocia a una vida más larga y más sana, y genera beneficios a largo plazo para las personas y para la sociedad en su conjunto.

Solo 1 de cada 3 niños termina la escuela secundaria en los países de ingreso bajo y mediano.

A pesar de estos beneficios potenciales, los jóvenes siguen diferentes caminos en su educación. En los países de ingreso bajo y mediano, de cada 100 estudiantes que ingresan a la educación primaria, 90 completan la educación primaria, 61 completan el ciclo inferior de la secundaria y solo 35 completan el ciclo superior de la secundaria. Esto significa que alrededor de un tercio de los jóvenes abandona la escuela entre el ciclo inferior y el ciclo superior de la secundaria, y muchos de ellos no están preparados para continuar con su educación y la capacitación.

En los países más pobres, menos del 25 % de los niños que van a la escuela primaria tiene buen desempeño en matemática y en lectura.

Lo que importa en materia de educación no es solo la cantidad sino la calidad. Si bien resulta difícil medir el aprendizaje de una manera que permita la comparación entre los distintos países, en el informe se toman como base estudios que tienen precisamente ese objetivo. La Base de Datos Mundial sobre Calidad de la Educación, actualizada recientemente, sugiere que en los países de ingreso bajo y mediano más del 60 % de los niños de la escuela primaria no lograr adquirir una competencia mínima en matemática y lectura. Por el contrario, en los países de ingreso alto, casi todos los niños alcanzan este nivel en la primaria.

Desde el nivel preescolar, las diferencias en los logros entre niños ricos y pobres se acrecientan con la edad.

No solo hay disparidades entre los distintos países, sino también dentro de ellos. La que me resulta más impactante es mayormente una consecuencia de la pobreza. Casi 1 de cada 3 niños menores de 5 años en los países de ingreso bajo y mediano presenta retraso del crecimiento, por lo general debido a la malnutrición crónica. Este tipo de privación —relacionada con la falta de nutrición adecuada o de un entorno sano— produce efectos a largo plazo en el desarrollo cerebral. Por lo tanto, incluso cuando las escuelas son, los niños que sufren privaciones (normalmente, los más pobres) aprenden menos. Por otra parte, a medida que los niños crecen resulta más difícil romper este patrón, debido a que el cerebro se vuelve menos maleable y les cuesta más aprender nuevas habilidades.

Las escuelas y los docentes a menudo les fallan a los estudiantes.

Los estudiantes no son los únicos que fallan: las escuelas también les fallan a los estudiantes. En siete países africanos, 1 de cada 5 docentes, en promedio, se había ausentado de la escuela el día en que los equipos de encuestadores realizaron una visita sin anunciar, y 2 de cada 5 no estaban en el aula aunque se encontraban presentes en la escuela. En las comunidades aisladas, estos problemas son incluso más graves. En este tipo de análisis no se pretende culpar a los docentes, sino más bien llamar la atención sobre cuestiones sistemáticas, como la dotación de recursos, la gestión y la gobernanza, que suelen menoscabar la calidad del aprendizaje.

No hay suficientes mediciones del aprendizaje.

Para abordar la crisis del aprendizaje, la primera recomendación del informe es contar con más y mejores sistemas que permitan medir el aprendizaje. Si bien los medios de comunicación y los debates sobre educación a menudo se centran en la cuestión del “exceso de pruebas” y los exámenes nacionales de alto perfil, una mirada a los datos disponibles sugiere que muchos países incluso carecen de información sobre el aprendizaje básico. En un estudio de 121 países se concluyó que un tercio de esos países carecía de los datos sobre los niveles de competencia lectora y en matemática de los niños que terminan la escuela primaria, y que una proporción incluso mayor no disponía de datos correspondientes al final del ciclo inferior de la secundaria.

Los países están dispuestos a invertir en educación, pero las inversiones deben ser más inteligentes.

Si bien los países están dispuestos a invertir en educación, en el informe se sostiene que los Gobiernos no solo deben gastar más, sino que también deben gastar mejor, garantizando de ese modo que los recursos se asignen de manera más eficiente y equitativa. La mayor parte del financiamiento proviene de fuentes internas y, por lo general, absorbe la proporción más importante del presupuesto público: alrededor del 15 % en los países de ingreso bajo y mediano. Si bien esto muestra que los Gobiernos reconocen la importancia de la educación, en el informe se sostiene que para mejorar el aprendizaje no basta con aumentar el gasto solamente.

Dos siglos de crecimiento en la escolarización primaria y secundaria.

Dos siglos de crecimiento en la escolarización secundaria

A pesar de todos los desafíos señalados en el informe, vale la pena retroceder un poco para reconocer los avances que se han logrado en el campo de la educación a nivel mundial durante los últimos 200 años. Hoy en día, la mayoría de los niños tiene acceso a la educación básica y cada generación nueva pasa más tiempo en la escuela que la anterior. La cantidad de años de escolaridad que un adulto promedio completa en un país de ingreso bajo o mediano aumentó a más del triple desde 1950 hasta 2010 al pasar de 2 a 7,2 años. Esta tasa no conoce precedentes. Estados Unidos demoró 40 años (de 1870 a 1910) para llevar la tasa de matriculación de las niñas del 57 % al 88 %, mientras que Marruecos logró un incremento similar en solo 10 años.

Estos fueron algunos de los gráficos e ideas que resultaron muy interesantes del Informe sobre el desarrollo mundial 2018, dedicado a la educación. Hay mucho más para consultar en el documento, que usted podrá descargar aquí.

Fuente: http://mirador.org.bo/?p=26985

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Banco Mundial advierte sobre crisis global de aprendizaje

28 septiembre 2017/Fuente: Spanish China

 El Banco Mundial advirtió hoy que millones de jóvenes estudiantes de los países de ingresos bajos y medios podrían enfrentar falta de oportunidades y menores salarios más adelante en su vida debido a la falta de una buena educación.

«Los niños a los cuales la sociedad les está fallando más son los que más necesidad tienen de una buena educación para tener éxito en la vida», dijo el banco con sede en Washington en su más reciente Informe sobre Desarrollo Mundial centrado en la educación global.

El informe encontró que los resultados en el aprendizaje son siempre mucho peores para los grupos en situación desventajosa como los niños pobres, las niñas, los niños con discapacidad y las minorías étnicas.

Además, estos grupos no están matriculados en las escuelas o bien son los que más probabilidades tienen de no estar en la escuela. El banco describió estas severas deficiencias como una crisis de aprendizaje.

«Esta crisis de aprendizaje está ampliando las brechas sociales en lugar de reducirlas», señala el informe. «Los jóvenes estudiantes que ya están en situación desventajosa por causa de la pobreza, el conflicto, el género o la discapacidad llegan a la edad adulta joven sin tener siquiera las más básicas habilidades para la vida», agregó.

No todos los países en desarrollo sufren de brechas extremas en el aprendizaje, pero muchos no llegan a los niveles que aspiran alcanzar, añadió.

De acuerdo con el informe, los estudiantes promedio de países pobres tienen un desempeño peor que el 95 por ciento de los estudiantes de los países de altos ingresos. Muchos estudiantes de alto rendimiento en países de ingresos medios se ubicarían en los últimos sitios en un país más rico.

«Esta crisis de aprendizaje es una crisis moral y económica», dijo hoy en un boletín de prensa el presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim.

El banco sugiere a los países realizar una seria evaluación del aprendizaje con el fin de dar seguimiento y de mejorar la educación.

También pide a los países «hacer escuelas para todos» y abordar las barreras técnicas y políticas para el aprendizaje.

Fuente noticia: http://spanish.china.org.cn/economic/txt/2017-09/27/content_41652561.htm

Fuente imagen: http://www.eluniverso.com/sites/default/files/styles/nota_ampliada_normal_foto/public/fotos/2017/09/250121794_5cff6693da_b.jpg?itok=PE89Q8hz

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