La insolidaridad, el principal virus del Mercado Común Europeo

Por: Eduardo Camín

 

El 2020 está siendo un año oscuro para la Unión Europea (UE), en parte a raíz de la llegada del Covid-19 a suelo comunitario, y también con el resurgimiento de antiguos resentimientos supuestamente ya enterrados, en un contexto político donde crece el euroescepticismo, consumado en el famoso Brexit por el Reino Unido, uno de los estados mas poderosos.

La realidad sigue estando marcada por un descontento generalizado, bajo el manto del inquietante resurgir del fascismo, que ponen en jaque el futuro del proyecto europeo. Estamos presenciando lo que podría ser la crisis más grave experimentada por la UE desde el desastre financiero del año 2008, donde vuelve a evidenciarse la fractura norte-sur.El coronavirus pone a prueba a las instituciones europeas | El ...

Por otra parte, como así lo anticipa –entre otros– el Fondo Monetario Internacional (FMI), los países de la UE sufrirán este año una profunda recesión a causa de la Covid 19: ¡no vaya a ser que sea por causa del capitalismo!

Durante la primera semana de marzo, los casos de Covid-19 incrementaron alarmantemente por toda Europa y los países adoptaron una estrategia de respuesta totalmente unilateral, implantando medidas sin ningún tipo de coordinación.

Mientras que en Italia pedían mascarillas y respiradores, en Alemania, Francia y República Checa vetaban la exportación de material sanitario incluso a los miembros del club, lo cual sería entendible dada la situación si no fuera porque por aquel entonces Italia ya contaba con 4.000 casos mientras que estos tres países juntos sumaban tan solo 870.

Gracias a las presiones de Bruselas, esta prohibición se corrigió. Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quién apuesta sin complejos por la unidad y la solidaridad como estrategia para enfrentar la crisis, no dudó en afirmar que “demasiados optaron por un ‘todo para mí’ en un primer momento”.

Sin embargo, pasado el primer estado de la crisis, los gobiernos se muestran incapaces de adoptar una estrategia común y coordinada de salida de la crisis, como evidencia, los fracasos en las fallidas cumbres europeas, con la reunión de los ministros de Economía y Finanzas del Eurogrupo.

Bajo el fuego cruzado de la insolidaridad de los países ricos del norte amenazan el proyecto político europeo y descargan sobre el Banco Central Europeo (BCE) la tarea de preservar la economía y la eurozona.

Austria acusa al sur de ser "sistemas quebrados" mientras Holanda ...Las visiones de Alemania, Países Bajos y Austria sólo respaldan las medidas económicas que necesitan sus países, pero no las que requiere el conjunto de la UE para superar de forma equilibrada la grave crisis socioeconómica actual.

La política de austeridad impuesta desde Berlín ahogó la economía europea durante una década, dividió a la UE, agravó la desigualdad y la precariedad y alimentó la ultraderecha. Ahora una respuesta europea inadecuada puede disparar el descontento social y desestabilizar gravemente la UE.

El confinamiento ha causado una rápida caída del producto interior bruto (PIB) y una pérdida de ingresos en millones de familias en la UE, pese a los planes nacionales de ayuda.

La OCDE señala que los indicadores económicos registraron una abrupta caída en el primer trimestre y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) avisa que la perdida masiva de horas de trabajo en este segundo trimestre equivaldrá a 15 millones de empleos a jornada completa.

Transcurridos apenas el primer semestre del año, la UE no solo ha visto cómo uno de sus miembros más poderosos abandonaba el barco, sino cómo sus estados miembros hacían frente a la pandemia global a duras penas, con un sistema sanitario que, hacia agua por todas partes, además de que un nuevo conato de crisis migratoria en el Egeo supuso otro golpe, evidenciando la ineficacia e insostenibilidad del Sistema Europeo Común de Asilo (SECA).

A primera vista se puede pensar que no existe una correlación entre la criticada respuesta de Bruselas a la actual crisis sanitaria y el evidente colapso de la migración. Sin embargo, comparten mucho más de lo que parece, pues ambos son síntomas del virus real: la insolidaridad.

La política de asilo y migración siempre ha sido objeto de discusión y es el perfecto reflejo de la crisis de gobernanza que evidencia la incapacidad y la lentitud en la toma de decisiones en las instituciones europeas intergubernamentales.

Al fin y al cabo, son estas las que bloquean las propuestas de reforma en materia de asilo impulsadas por la Comisión, reproduciéndose esta misma dinámica en la respuesta al Covid-19. Mientras las instituciones supranacionales intentan tomar medidas en pro de la supervivencia de la Unión, los mandatarios siguen atascados en posiciones individualistas.

El fundamental problema del proyecto europeo sigue siendo la persistencia de tendencias nacionalistas, obteniendo como resultado un rompecabezas donde cada Estado vela por sus propios intereses, fracasando una y otra vez, el ideal de identidad europea que tanto se intenta fomentar desde las instituciones.

Crisis de (des) confianza

Alemania, Países Bajos y Austria respaldaron suspender las normas de déficit y deuda del pacto de estabilidad porque sus masivos planes nacionales iban a violar esas reglas.

Del mismo modo, estos países aspiran a beneficiarse del Fondo de 100.000 millones de euros para financiar las suspensiones temporales de empleo propuesto por la Comisión Europea y de la línea de crédito de 200.000 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para sostener a las empresas mediante créditos baratos. No obstante, esas medidas son insuficientes para salir de la crisis.

En efecto el Comisario Breton estima que hay que movilizar 1,6 mil millones de euros para reactivar la economía de la UE, lo que implicará “planes nacionales equivalentes al 10% del PIB”, con la consiguiente necesidad de emisiones de deuda pública. Por ello, urge consensuar un sistema europeo que garantice una financiación barata de esa deuda y que no hunda a los estados con cargas insostenibles.

El economista Thomas Piketty señala que “el endeudamiento público sin recurso a eurobonos es una bomba de relojería”, que expondrá a los países a una crisis de confianza en el futuro sobre su sostenibilidad.

Cumbre del coronavirus: Holanda exige a España e Italia reformas ...Alemania, Países Bajos y Austria rechazan cualquier emisión común de deuda para financiar la salida europea de la crisis, porque creen que eso encarecería el coste de sus emisiones nacionales. De momento, Alemania tiene previsto emitir 156.000 millones de nueva deuda para paliar los efectos inmediatos de la crisis, sin contar la financiación futura del posterior plan de reactivación.

La otra opción de una financiación común a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad queda bloqueada en la práctica por la insistencia, en especial de Países Bajos y Austria, de exigir condiciones para autorizar esos créditos, algo inaceptable para los demás países del sur europeo tras la experiencia de los draconianos planes de rescate.
Norte- Sur los puntos cardinales de la discordia

Aunque desde Bruselas se han apoyado diferentes medidas para favorecer la recuperación económica, los estados del sur, más azotados por la pandemia, han expresado su sentimiento de abandono por el resto del club europeo al presenciar la falta de contundencia en la respuesta de la Unión.

Resulta ilustrativo el crispado Consejo Europeo celebrado el pasado 26 de marzo, donde se hizo evidente la brecha norte-sur. Por un lado, el primer ministro italiano Giuseppe Conte y el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, con el apoyo de Emmanuel Macron (Francia) y Antonio Santos da Costa (Portugal), apuestan por un plan Marshall europeo que incluiría la mutualización de la deuda, los famosos Coronabonos.

Mientras, Alemania, Países Bajos, Austria y Finlandia se muestran reticentes a la creación de un instrumento para compartir los costes macroeconómicos. Los apestados de Europa - elEconomista.es

La pandemia ha resucitado los estereotipos sobre la división entre los “despilfarradores” del sur y los “ insensibles” norteños, y, en este contexto, resultan esclarecedoras las primeras declaraciones del ministro de finanzas holandés preguntándose por qué otros gobiernos no disponen de colchón fiscal para enfrentar la crisis financiera.

Asimismo pidió que la UE lleve a cabo una investigación al respecto, comentarios que por otra parte el primer ministro portugués Costa no tardó en calificar como “repugnantes, de miras estrechas y una amenaza para el futuro de la UE”.

Alemania, Países Bajos y Austria confían en poder recuperarse más rápido que España, Italia y Francia, donde los servicios y el turismo, los sectores más dañados por la crisis, tienen mucho mayor peso en el PIB. Los tres países soslayan que la mayoría de sus exportaciones van a otros países de la UE (Alemania 59%, Holanda 74% y Austria 71%) y que sin una recuperación global europea resultará más difícil la recuperación individual.

La falta de solidaridad contrasta con el hecho de que Alemania y Países Bajos son los dos países que mas se han beneficiado de la introducción del Euro, mientras que Italia, Francia y España han sufrido un elevado coste económico, según el estudio elaborado por el think tan’ alemán Centro de Política Europea.

España e Italia bloquean por insuficiente el plan de choque ...El informe indica que Alemania se ha beneficiado de una prosperidad acumulada gracias a la introducción del euro de 1,89 billones de 1999 al 2017 y Holanda de otros 346.000 millones, lo que equivale a 23.000 euros por cada alemán y 21.000 por cada holandés.

Por el contrario, Italia ha sufrido una perdida de prosperidad a causa de la introducción del euro de 4, 32 billones en el mismo periodo, Francia de 3,59 billones y España de 224.000 millones, lo que equivale a 73.600 euros por cada italiano, 56.000 por cada francés y 5.000 por cada español.

En medio de la crisis generada por la Covid-19, Europa debe hacer frente al ‘match ball’ del gobierno de Boris Johnson, al cual se le agota la prorroga del periodo de transición tras el Brexit, más allá del próximo 31 de diciembre y que le va dando largas al asunto. De todas formas, en algún momento habrá un acuerdo, aunque sea de mínimos en esta parodia europeísta, pero las heridas seguirán abiertas entre los puntos cardinales de la discordia.

La globalización entre mascarillas

Se vive una transición delicada e incierta en la cuna del capitalismo globalizador, en crisis aguda, a una forma social aún más bestial, feroz, cruel y despiadada del mismo sistema mundial capitalista, en la cual se han fracturado las barreras sociales que encarrilaban e institucionalizaban los poderes destructores del capital.  Esta es la realidad, en plena contradicción con las loables necesidades de cumplir los objetivos y el egoísmo que los ampara.

Las contradicciones se mantienen, no solo con el advenimiento y desarrollo del capitalismo, sino que permuta las causas que la generaron en el pasado, preserva algunas y crea nuevas maneras de vivir y sufrir la pobreza.Alemania-Holanda vs España-Italia: cinco claves para entender la ...

Esta contradicción sigue intacta, pero hay quienes creen que los males del capitalismo pueden superarse mediante la promoción de la libre competencia, la apertura de sus mercados y la colección de tratados comerciales. Desafortunadamente para sus sueños de gloria ocurre que el capitalismo tiende a la concentración y centralización del capital.

No hay que llamarse a engaños, la UE sigue inmersa en un capitalismo que genera caos y desintegra las sociedades para reordenarlas bajo su mando despótico. Es decir, destruye y construye al mismo tiempo. Separa vínculos para volver a reunir, bajo su dominación y control.  Por lo tanto, el capitalismo no es sólo una variable del caos y desorden. También es orden, un orden cada día más opresivo y depredador.

El contrato social de la globalización entre mascarillas se hunde en las turbias aguas del desencanto, de las promesas sin mañana, porque afuera llueve con furia y todo lo inunda bajo la insidiosa presencia de un virus.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2020/07/20/la-insolidaridad-el-principal-virus-del-mercado-comun-europeo/

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Protesta social, modelo economico-politico e institucionalidad

Ante el generalizado descontento social que trasciende fronteras, es pertinente un tentativo análisis sumario de las causas medulares del malestar social, que estimula manifestaciones de descontento popular, respecto a los resultados y obligaciones del ejercicio del poder público.A grandes rasgos, el modelo económico-político colombiano, similar al de muchas naciones en desarrollo, corresponde a políticas definidas y orientadas desde los centros de poder económico mundial, con objetivos exclusivos de rentabilidad y acumulación de capital. Con el tiempo, esos modelos económicos han demostrado ser responsables del precario desarrollo industrial, tecnológico, científico, de la concentración de la riqueza y el poder económico y de la creciente inequidad socioeconómica, en las naciones de bajo desarrollo y crecimiento.

Esa estructura de poder político y económico, instrumentada y mantenida desde los órganos del poder público y coadyuvada por la codicia de los usufructuarios del poder, cuenta con la complicidad y tolerancia de amplios sectores de la sociedad, que estimulados por el apetito de tenencia de bienes y poder, han propiciado la corrupción y la descomposición moral y ética del poder, hasta alcanzar dinámicas que se tornan incontenibles.

Las dinámicas de la corrupción, ocasionaron el colapso de los partidos políticos, la descomposición moral generalizada del poder público y de las costumbres ciudadanas y el rezago del desarrollo socioeconómicamente equitativo. Así se cocinó el caldo de cultivo del malestar social, que se expresa en protesta social.

La corrupción es más dañina y destructiva que el accionar de las organizaciones guerrilleras, organizaciones criminales y de delincuencia común, juntas. Sus efectos castigan proporcionalmente con mayor intensidad a los ciudadanos de menores ingresos y garantizan el despilfarro del presupuesto, el crecimiento del déficit fiscal y consecuencialmente el incumplimiento de las obligaciones político-sociales del Estado.

El origen y existencia de las organizaciones criminales de cuello blanco, de toda condición y especificidades, tienen relación directa con la irresponsabilidad y debilidad institucional y el modelo socioeconómico-político. La inequidad socioeconómica e injusticia social, son crecientes, como la corrupción.

Organizaciones no gubernamentales, señalan cifras billonarias robadas del presupuesto público, cada año. Investigaciones comprueban algunas. Pero el poder institucional, no quiere entender la gravedad de esos crimenes, ni quiere articular procedimientos, para derrotar el flagelo.

Los resultados del ejercicio del poder en general, en todos los niveles, no corresponden con las necesidades del desarrollo, la inversión y las expectativas de mejoramiento de las condiciones de vida de la comunidad, en general.

Esos resultados se reflejan en el desorden social, la pobreza y la miseria, el desempleo y subempleo, la inseguridad ciudadana y el subdesarrollo económico industrial, la impunidad, inoperancia, laxitud y corrupción del aparato judicial.

En ese caldo de cultivo se nutren los Carteles de la Toga, del Soat, de la compra venta de fallos judiciales entre exmagistrados, jueces y abogados corruptos, carteles de la contratación y de pensiones, de los medicamentos e Invima, del papel higiénico, de la salud, de la hemofilia, de Cajas de Compensación Familiar, de los alimentos escolares, la contratación pública etc., etc. Se pudrió la sal.

Los resultados de las investigaciones son cosméticos o ridículos. Lo robado, robado se queda.

Muchos hechos que investiga la Fiscalía y la Corte Suprema, sobre asaltos a los recursos público, enriquecimiento ilícito, lavado de activos, manipulación del ordenamiento legal, etc., la mayoría duermen en los anaqueles, porque la precariedad institucional, la venalidad y corrupción torpedean los procesos y evitan resultados en derecho.

Los delincuentes responsables de tantos hechos de corrupción, han gozado y gozan de la impunidad en el sistema de justicia y complicidad social, de manera que no pocos terminan convertirlos en personajes admirados, mientras se apropian y disfrutan de lo que legítimamente le correspondía y corresponde a millones de ciudadanos necesitados y excluidos.

Los criminales de cuello blanco, jueces, abogados y cómplices, deben ser condenados a penas que correspondan a la gravedad de los delitos y excluidos por ley y sumariamente, de todo lo oficial y del ejercicio profesional. Pero eso no ocurre en Colombia. Quienes deben tomar esas decisiones, evitan tomarlas. Prefieren proteger intereses y mantener la anarquía del poder. Ese tipo de decisiones nunca las aprueba el Congreso, ni el gobierno lo exige.

Pues esa es la realidad nacional y las condiciones, hechos y resultados del ejercicio del poder, que generan el justo descontento social, la protesta y la crisis socioeconómica y moral del estado y la sociedad, condiciones que tipifican un estado fallido.

Colombia permanece ante la cruda realidad de que cada gobernante resulta peor que el anterior, con muy pocas excepciones.

Fuente del artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262655

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«La ausencia de límites es una forma de maltrato infantil»

Por: Florencia O’Keeffe.

—¿Qué acciones u omisiones de los progenitores son consideradas maltrato infantil?

—Hay muchas conductas que pueden ser consideradas como malos tratos, más allá de esa violencia física que nadie dudaría en reconocer y señalar, como puede ser un golpe de puño. Los tirones de pelo u oreja, zamarreadas, pellizcones, chirlos y cachetadas son también malos tratos, nunca justificados. No hay razón para seguir sosteniendo que «un correctivo» cada tanto está bien: es maltrato y punto. Luego, las omisiones suelen entrar en los malos tratos por negligencia, esos casos en los que el cuidador se desentiende o expone al niño a situaciones de riesgo o daño. En el otro extremo, la sobreprotección puede también ser considerada una forma de maltrato, dado que inhibe o traba en el niño el desarrollo de recursos que son fundamentales para su vida.

—¿Qué dice la ley al respecto en términos generales? Se dieron cambios significativos con el nuevo Código Civil…

—Históricamente en el Código Civil la patria potestad incluía en el derecho de corrección de los padres hacia los hijos. Quizás sea en el término «corrección» donde el cuidador se amparaba para el uso de la violencia para educar. Me interesa señalar que no es una forma de violencia «menor» sino que es, ante todo, violencia. Efectivamente, en el artículo 647 del nuevo código se establece la prohibición de los malos tratos. Es más, la idea de «patria potestad», que refiere a un poder de los padres sobre los hijos, viró hacia la función de protección y cuidado de los niños, a favor de ellos y respetando siempre sus derechos.

Un niño o niña que es criado en un ambiente violento desde que nace o cuando es muy pequeño, ¿qué consecuencias psíquicas suele sufrir? ¿Es igual el impacto si la violencia se ejerce en forma directa sobre el niño o si por ejemplo su madre es víctima de violencia de género o bien hay una relación de violencia entre los padres (o nuevas parejas de los padres)?

—Las consecuencias de la crianza de un niño en un ambiente violento las conocemos hoy con profundidad desde distintas miradas. Las conclusiones de importantes investigaciones son terminantes a la hora de afirmar que los malos tratos generan en el niño un estrés tóxico que daña el organismo en su totalidad. No sólo repercute negativamente sobre el desarrollo psicológico (con su sustrato neurobiológico) sino que agrede todo el sistema, evidenciado luego en alteraciones endócrinas, dificultades en la adquisición de aprendizajes o capacidades propias de la etapa evolutiva, síntomas aislados, enfermedades y, en algunos casos, trastornos psicopatológicos. El impacto de este daño en la infancia puede ser lo suficientemente grande como para tener consecuencias a largo plazo, fenómeno que explica la mayor predisposición o vulnerabilidad que estos niños tienen en la vida adulta de padecer depresión, trastornos de ansiedad, dependencia a sustancias y tantos otros cuadros. Sin detenerme a cuantificar el nivel de daño, podemos afirmar que para un niño tanto la experiencia de ser violentado o que un familiar o cuidador con el que tiene un vínculo íntimo e importante lo sea es suficiente como para dañarlo de manera significativa.

Cuando un niño es maltratado, ¿siempre va a tener consecuencias negativas en su desarrollo?

—Las consecuencias van a depender de distintos factores: primero, el tipo de maltrato, cuánto se sostuvo en el tiempo, quién fue o es el agresor —es tanto peor cuánta más relación e intimidad tienen—, la posibilidad de salir o no de ese circuito… Luego, el momento de la vida del niño en que sucede, si tiene una red sobre la que apoyarse —otras relaciones importantes que lo acompañen—, si existen otros problemas en su entorno inmediato. También la fortaleza psicológica y biológica del niño, reconociendo que hay quienes tienen mayor resistencia —resiliencia— y otros que son más vulnerables.

En el caso en que se manifiestan las consecuencias, algunas se presentan en el corto plazo, mientras suceden las agresiones, y otras en el largo plazo, incluso cuando estas situaciones ya han quedado atrás.

¿Cómo se logra que los padres reviertan las conductas de maltrato sobre los hijos? ¿Es posible? ¿De qué depende ese cambio?

—El primer paso es siempre tomar conciencia. Que los límites son necesarios, de eso no hay ninguna duda. La ausencia de límites es una forma de maltrato -por negligencia-. De que la forma para marcarlos no es con malos tratos, físicos o psicológicos, de eso tampoco. Después de una sincera introspección, reconociendo que esos tironeos o dolorosas palabras no fueron realizadas con mala intención sino por desconocimiento de otras formas, viene el paso en el que aprender otros recursos es posible. Si la decisión de cambio es firme, pronto comprenderá la madre, el padre o el cuidador que existen modos en los que el límite se señala con igual fuerza sin dejar de tratar con afecto y cuidado.

¿Puede suceder que un padre y o una madre sean violentos con un hijo y no con otro u otros?

—Sí puede ser. Toda madre y padre sabe que con cada uno de sus hijos le pasan cosas diferentes, le cuestan más unas cosas y otras se le hacen más sencillas. En ocasiones, el niño que exige al cuidador en ese aspecto que más le cuesta podría desencadenar en el adulto reacciones -nunca justificadas- que trepan en una escalada de violencia. Por esto, quien detecte dentro suyo esa irritación o malestar que precede a las reacciones que debemos siempre evitar, debe buscar -de hacer falta- la ayuda que corresponda para entender el por qué de su conducta y cómo cambiarla.

Alguien que fue violentado por sus padres o entorno familiar, ¿será agresivo con sus propios hijos?

—Esto depende del grado de conciencia que cada uno tenga de su historia y cómo explica lo sucedido. No se trata de indagar la relación con los padres y cuidadores con fines rencorosos o para culparlos por todo lo malo que hoy nos pasa, sino para cortar la cadena de maltrato -de una vez por todas-. Si no se toma conciencia -repetiré esto hasta cansarme-, entonces las cosas se seguirán dando de la misma manera, aumentando las chances de tratar mal a los propios hijos.

Hoy es muy común que existan familias no tradicionales en su constitución ¿es incorrecto pensar que las nuevas formas de familia por sí mismas pueden ser nocivas para los niños o niñas? Qué opinión tenés al respecto….

—No creo que sean nocivas en sí mismas, pero sí plantean nuevos escenarios que es necesario empezar a observar con detenimiento y estudiar a fines de encontrar los huecos en los que las necesidades de los niños queden sin cubrir. Cada momento de la historia, cada etapa, presenta novedades; de poco sirve quedarnos en señalar si nos gusta o no, es una realidad y punto. Veamos qué podemos hacer para que ellos crezcan sanos y felices: es lo que más importa.

¿Cómo se suelen detectar los casos de maltrato infantil?

—Los casos de maltrato suelen ser detectados en servicios de atención médica, en escuelas, cuando no ya en tribunales -en la Justicia-. Pero en todos estos casos es ya tarde. Es preciso trabajar en la promoción de los buenos tratos en la infancia, concientizando y ofreciendo a los cuidadores espacios para aprender. Y en esto quiero ser claro, tenemos que entender que el maltrato no debe quedar solamente ligado a los golpes que dejan moretones o fracturas de huesos y tampoco a las humillaciones permanentes. Hay malos modos que gozan aún -y lamentablemente- del aval de la sociedad.

—¿Qué señales da un niño o niña víctima de maltrato? ¿Es la escuela un lugar donde se ven esas señales claramente?

—En la escuela se pueden observar, tanto como en otros lugares de concurrencia asidua del niño. Las señales, más allá de las consecuencias físicas que pueden tener algunos golpes, se advierten en el comportamiento. Cambios de humor, irritabilidad, ensimismamiento, deterioro de algunas relaciones con pares, pérdida de confianza en los adultos, mala conducta, impulsividad, agresividad, miedos infundados. Todas éstas podrían ser manifestaciones de una víctima de maltrato. Por otro lado, síntomas en el cuerpo -somatizaciones— como dolores frecuentes de panza, cabeza u otro, síntomas gastrointestinales, en piel, sistema nervioso…

¿El entorno, la crisis socioeconómica, la falta de recursos de todo tipo, cuánto influye en la violencia familiar? Hay más violencia contra los chicos en familias de bajos recursos económicos o es sólo un mito…

—La violencia traspasa toda barrera… sí pueden cambiar sus formas en determinados sectores o lugares pero, en la medida en que toda la sociedad no tome conciencia, se trata de una sombra que se escurre por debajo de la puerta de cada hogar, club, escuela… También es cierto que hay determinados entornos que son violentos en sí mismos, como lo es crecer en una casa en la que no hay qué comer. La desigualdad violenta; no es tanto la pobreza, sino la percepción de una desigualdad que no es justa de entrada. Las necesidades básicas no satisfechas violentan, las urgencias también.

—Si uno conoce que en su familia hay alguien que maltrata a los hijos, debe denunciarlo, intentar hablar… Siempre es una situación difícil. ¿Qué recomendás? ¿Y si es un vecino?

—Siempre hay que intentar acercarse y hablar con ese vecino o familiar, en el momento y el lugar adecuado, sin exponerlo ni juzgarlo: no somos quiénes para hacerlo. Buscar que tome conciencia, ofrecer ayuda. Si el caso es más severo, entonces quizás sí corresponde la denuncia para impedir que esa forma de violencia se repita o que el riesgo o daño sea aún mayor.

¿Cuáles son los pilares de una infancia feliz? ¿Es posible una infancia feliz?

—¡Claro que es posible! Y sé que muchos a esta altura de la nota responderán «yo tuve una infancia feliz y soy normal a pesar de que mi papá o mi mamá cada tanto me daba un chirlo»… No dudo en que, en tales casos, prevaleció el amor y la disposición de ellos sobre lo otro, pero podemos convenir en que los malos tratos no fueron los que construyeron esta imagen o recuerdo de la infancia. Ahora, cuáles son los pilares, no me resulta sencillo escribir una suerte de receta. Pero estoy seguro de que un trato afectuoso y respetuoso de las necesidades del niño (para esto, hay que saber reconocerlas), una disposición sensible que sepa interpretar lo que le pasa y una adecuada disponibilidad para acompañarlos son la base de una infancia feliz.

Fuente de la entrevista: https://www.lacapital.com.ar/mas/la-ausencia-limites-es-una-forma-maltrato-infantil-n1757064.html

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Pobreza alcanza a más niños en Argentina

América del sur/Argentina/06 Junio 2019/Fuente: Prensa Latina

Un informe de la Universidad Católica Argentina reveló hoy que en términos monetarios la pobreza alcanzó al 51,7 por ciento de los niños y adolescentes de este país en 2018, el nivel más alto en 10 años.
De acuerdo con el más reciente estudio de Barómetro de Deuda Social de la Infancia de esa casa de altos estudios, del que se hace eco medios como Ámbito Financiero, un 29,3 por ciento de menores de edad tuvo déficit en sus comidas y un 13 por ciento pasó hambre durante el pasado año.

En un país en recesión, que en 2018 registró una devaluación de su moneda nacional del 50,6 por ciento, una inflación de 47,6 por ciento, alzas tarifarias y caída del empleo, los niños no escaparon de esta situación.

El informe precisa que la pobreza monetaria en la infancia y adolescencia alcanzó al 51,7 por ciento y de ese por ciento 10,2 son indigentes.

En tanto, al tomar datos de la distribución geográfica, la mayoría de los niños y adolescentes más afectados se concentran en el llamado conurbano bonaerense que alcanza al 63,6 por ciento de los infantes, más del nueve por ciento con respecto al año anterior.

En declaraciones a Ámbito Financiero, la especialista Ianina Tuñon, investigadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, precisó que ‘las crisis socioeconómicas como la actual pegan con especial dureza en las infancias’.

Las cifras, que analiza el período del año pasado, podrían acrecentarse en un contexto de mayor recesión e incertidumbre económica y con una inflación proyectada en 40 por ciento para este año, precisó la fuente.

Para el análisis, se tomó en cuenta necesidades asociadas a cada dimensión de los derechos del niño como alimentación, salud, hábitat, subsistencia (pobreza), educación y trabajo infantil, entre otros.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=282135&SEO=pobreza-alcanza-a-mas-ninos-en-argentina
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