Cristian Olivé, profesor rebelde: «Con una lectura obligatoria hago a mis alumnos crear una serie para Netflix o canciones como Rosalía»

Redacción: Hípertextual

Este profesor catalán hace todo lo posible por ser un rebelde dentro del sistema educativo español y acerca la realidad de sus alumnos a su aula. En Hipertextual hemos querido hablar con él para que nos cuente cómo son sus clases.

Para hacer su trabajo usa las lecturas obligatorias para guionizar una serie de Netflix, con todo el trabajo de marketing y escritura que conlleva, o propone a sus alumnos crear un álbum musical al estilo de Rosalía: una canción por capítulo. Olivé publica su libro Profes rebeldes (Grijalbo) en el que cuenta su experiencia.

¿Cómo es ser un profesor rebelde?

Ser un profesor rebelde, para mí, es situar al alumno en el centro de su propio aprendizaje. A veces es algo muy evidente, pero bueno, tenemos unas programaciones que seguir, que cumplir a rajatabla… a veces no nos lo permite. En cambio, yo creo que aquellos profesores que intentamos dejar un poquito de lado aquella programación tan fija y a veces incluso rancia, que se aleja de lo que les interesa a los alumnos y, en cambio, centrarlos a ellos en lo que quieren… Para mí eso es ser rebelde.

Todo esto para que sean críticos, para que tengan opinión propia, para que se sientan valorados, para todo eso al final. Porque muchas veces enseñar lengua, literatura, matemáticas, tecnologías… está muy bien, pero solamente enseñamos los contenidos, no nos olvidamos de lo más importante: que crezcan como personas.

Aprender, educación

 

¿Qué coges de su vida para llevarlo a clase?

Desde los gustos de las series que miran hoy en día, las aplicaciones que utilizan en el móvil, redes sociales como Instagram o YouTube, su lenguaje de WhatsApp… preparaban para trabajar algunos aspectos en clase. Y, al final, lo que consigo con eso es demostrarles que aquello que les gusta no solamente lo respeto, no lo juzgo, sino que pueden aprender con ello porque lo que aprenden tiene una aplicación en la realidad.

Supongo que será difícil convencer a tus alumnos con las lecturas obligatorias: ¿cómo les vendes los libros que vais a trabajar?

Los clásicos los vendo desde el punto de vista que cualquier historia universal, que ya se ha convertido en un clásico, sigue vigente. Porque lo que está vigente no solamente es la historia sino que son las emociones que sienten los protagonistas. Y luego para trabajar las lecturas, sean clásicos o no, me gusta que lo vivan, que sea una experiencia.

El otro día estuvimos creando una serie de Netflix con una de las lecturas y eso implicaba crear no solamente el guión, luego grabarse, también implicaba preparar la campaña de promoción, todos los tuits, los posts de Instagram, la campaña de difusión. Todo eso para ellos fue vivir la lectura de ese modo.

Con Instagram también he trabajado y les hago crear al protagonista como si fuera él un influencer o instagramer y contando su día a día con las publicaciones en esta red social, por ejemplo.

¿Crees que esto también les ayuda a darse cuenta de lo que quieren dedicarse el día de mañana?

Si, yo creo que sí, porque de hecho ese tipo de actividades que planteo, como es convertir la novela en un álbum musical, y tiene que crear las letras como Rosalía, que creó su disco y cada canción es un capítulo. Y tienen que crear una historia y me estoy dando cuenta de que a muchos de ellos les gusta escribir, por ejemplo. Con la de Netflix algunos les gustaba dedicarse al mundo del periodismo o del marketing…

Creo que justamente lo que tiene que hacer la escuela es darles herramientas para descubrir sus talentos. Siempre digo que tenemos una educación que enseña mucho, pero pregunta muy poco. Tienen que preguntarles a los alumnos sobre lo que les gusta y hacerles pensar sobre ellos mismos, porque si no pasa lo que pasa, que acabamos la ESO o Bachillerato y no saben lo que quieren hacer, ni a lo que se quieren dedicar.

¿Cómo se relaciona la Odisea con los migrantes?

Bueno, justamente me gusta trabajar los clásicos y siempre darles un punto de actualidad. Y así, como en su momento hablé de El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, para trabajar la obsesión por el físico, que todavía en el mundo actual persiste en las redes sociales, ese postureo que tanto criticó… Pues la Odisea, para mí, esa lucha, ese viaje lleno de obstáculos, al final no deja de ser un reflejo de las personas que intentan buscar una vida mejor y que se encuentran con un montón de dificultades en el mar para llegar hacia su destino, tal y como le pasó a Ulises. Aunque con circunstancias distintas.

Me gusta mucho utilizar la literatura para trabajar también temas que a ellos les pueda llegar, porque los conocen, porque los ven en el día a día.

¿Aprender está reñido con tener una nota a final de curso?

Para mí una nota al final yo creo que es una tara del sistema. Resumir o reducir un aprendizaje tan amplio a una nota yo creo que es bastante humillante para una persona, porque al fina lo que interesa es el proceso de aprendizaje, lo vivido. Más que la meta importa el camino para llegar hasta ahí y con las notas todo esto se pierde.

Entonces no pones notas a tus alumnos, ¿no?

Pongo notas porque al final me obliga el sistema, pero mi manera de poner notas es distinta. Ellos ya están acostumbrados, pero al principio no les gusta. No les doy nota numérica sino que le pongo comentarios. Al principio siempre me dicen pero ¿qué nota tengo?. Bueno, pues la nota que tienes es el comentario que te acabo de decir para que mejores.

El problema es que les hemos acostumbrado tanto a que cualquier trabajo o cualquier esfuerzo tiene una recompensa en forma de nota que les cuesta, al principio, aceptar que venga un profe y les da un comentario para mejorar. Pero si es un poco una lucha que tengo contra las notas, pero al final se puede ser rebelde, pero tengo que cumplir lo que me obliga el sistema, por mucho que a veces me duela.

Este comentario se asemeja a lo que luego les pasará en el mundo laboral, ¿es otra forma de prepararles para el día de mañana?

Exacto. Yo siempre pongo el ejemplo de como adultos imaginémonos que estamos trabajando y al final de la semana nos hacen ir al despacho y nos dicen mira, tienes un 10 o tienes 8. Eso no os va a servir de mucho. De hecho, todo lo contrario, va a provocar frustración por no entender lo que tienes que mejorar.

En cambio, un comentario, siempre bien dicho, de forma constructiva, creo que sería mucho mejor para superarte a ti mismo que no una nota simplemente. A veces les pedimos a los alumnos, a los adolescentes o a los jóvenes, que acepten lo que los adultos no somos capaces de aceptar. Y me parece muy injusto.

¿Tratamos a los adolescentes como si fueran tontos?

Sí, porque tenemos los adultos, tenemos ese tono de condescendencia que da mucha pereza y por eso el hecho de acercar la materia a su realidad, el mensaje que les estás lanzando es os respeto, os entiendo y aunque no compartamos los gustos, vamos a convivir con ellos, ¿no? Vamos a aprender los dos a la vez. Yo creo que los adultos deberían hacer más este ejercicio de aceptación y de entendimiento hacia ellos. Más que de juicio o de prejuicio.

¿También pides ayuda a tus alumnos para poder desarrollar tus clases?

Sí, de hecho, yo siempre aprendo con ellos. Y el mejor aprendizaje que hacemos los profes y los alumnos es el que hacemos juntos, cuando aprendemos juntos. Y a mí me gusta mucho cuando me preguntan oye, ¿y esto? y responderles: «Pues no tengo ni idea, vamos a aprenderlo juntos, vamos a investigarlo. O, incluso, estar en medio de una conversación o debate con ellos y que uno suelte un comentario sobre algo que yo desconozca y a partir de ahí vaya a más la clase y que yo aprenda algo que ni sabía. A mí eso me parece brillante y es lo que debe ser, porque sea finalmente entendemos la figura del profe como del que lo sabe todo… es tan falso, es tan irreal que no aporta nada. Entonces lo mejor es aprender a la vez. Me parece que es lo más sensato

¿Te has tenido que enfrentar como profesor a algún caso de acoso escolar

Por desgracia es un tema habitual en las aulas y a mí me da mucho miedo no verlo, porque muchas veces el adulto es el último que lo ve porque la víctima, la persona que lo está sufriendo, muchas veces tiene miedo de expresarlo. Y justamente tenemos muchos protocolos en el centro y también como profesores estamos alerta de que los posibles casos, pero sí sé que ha habido.

¿Cómo has tratado en el aula el tema del acoso?

Creo que para generar un buen clima de convivencia se tienen que tratar estos temas, hacerles reflexionar sobre ello y, sobre todo, educar en el respeto y la tolerancia para evitar posibles futuros casos.

¿Cuándo te diste cuenta de que quería ser profesor?

Bueno, yo desde siempre. Yo, por suerte, siempre he tenido clarísimo que me quería dedicar a ser profesor. Desde que empecé a ir a clase en parvulario. Entonces yo, en ese sentido, cuando veo gente que no tiene nada claro lo que quiere es en el futuro. Pues intento luchar contra ello, para que se descubran a sí mismos, para que tengan una pasión a la que quiere dedicarse. Yo, por suerte, siempre la he tenido.

Fuente: https://hipertextual.com/entrevistas/cristian-olive-profesor-rebelde-netflix-rosalia

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