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Chile René García: “Urge la educación ambiental, hay una desconexión muy grande con el manejo de residuos”

En 2017, la legendaria fonda de Antumapu tenía un problema. Cada año, la fiesta dieciochera terminaba con cerros de basura y desperdicios que afectaban al entorno. René García y Jorge Mac-Ginty, entre otros estudiantes, empezaron a cuestionarse ¿cómo este espacio de celebración podría volverse más sustentable? A partir de esa pregunta nació EcoMapu, un proyecto que busca una mejor gestión de los desechos y que hoy lleva 5 años de desarrollo en la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile.

“Era tanta la basura que quedaba posterior a la fonda que eran al menos tres semanas que seguían quedando vasos plásticos y cartones en el suelo. Como se hacía antes del receso de septiembre, las personas que trabajaban en la limpieza no daban abasto”, recuerda Jorge Mac-Ginty (26), uno de los fundadores de EcoMapu y actual jefe de la Oficina de Sustentabilidad del proyecto ubicado en la comuna de La Pintana.

“Ahí generamos el Plan Fonda”, agrega René García (25), estudiante de último año de Agronomía y otro de los fundadores de EcoMapu. “Empezamos a ver los ejes de acción: el primero era restringir plásticos de un solo uso. Lo segundo, que los stand también se tuvieran que hacer cargo de parte de sus residuos y no traer cosas empacadas en otras cosas. Y la tercera parte era la gestión del ‘ecovaso’ y gestión de residuos del espacio”, detalla.

Para poner en práctica el diseño hicieron distintas gestiones, entre ellas, conseguir basureros diferenciados para los residuos. Allí encontraron un recipiente viejo que tenía un logo que les llamó la atención: EcoMapu. Averiguando descubrieron que era una iniciativa que se había creado en 2009, pero que se había abandonado poco tiempo después. Decidieron “reciclar” el nombre y adoptarlo para este nuevo proyecto. 

En el medio de la fonda, idearon una forma de incentivar la recolección de latas con un juego. Además, coordinaron con las funcionarias a cargo del aseo para ir vaciando los basureros de manera constante y tener cero residuos en el suelo al finalizar el evento. Otra innovación fue el “ecovaso”, una idea que permitió reutilizar más de ocho mil plásticos y se instaló como tradición en los eventos futuros. “Nuestra idea era que cada uno tuviera su vaso, por ejemplo, ya los últimos dicen ‘soy de…”. Ahora si quieres tomar tecito, no vas al kiosco a pedir un vaso de plástico, sino que tienes tu ecovaso en tu mochila y lo ocupas para todo”, explica René.

Un modelo triestamental

Con el éxito total de aquel primer evento, y el apoyo de las autoridades y los centros de estudiantes, consiguieron mayor visibilidad para hacer nuevas actividades. “Se nos empezó a acercar mucha gente. Eso nos llevó a tener más personas y a motivarnos a hacer diferentes talleres dentro de la comunidad. Por ejemplo, hicimos talleres de construcción con palets: mesas, sillas y después los muebles quedaron para la comunidad”, señala Jorge.

Después de cinco años, pasaron de ser una iniciativa estudiantil a una organización triestamental con más de 30 personas dentro de la Facultad de Ciencias Agronómicas, con académicos y funcionarios que se han sumado a colaborar diariamente en el trabajo de reciclaje. Lograron implementar un punto de acopio e impulsaron un “impuesto” para los plásticos de un solo uso. Por ejemplo, si no llevabas tu vaso, el café del kiosco te costaba $150 más. Además, en 2018 participaron en la elaboración del proyecto de sustentabilidad de la Facultad, que hoy cuenta con un consejo para abordar esta materia.

“Es mucho más fácil levantar un proyecto teniendo a todos estos personajes claves, trabajamos con el director económico, el administrador del campus. Son distintas personas que pueden conversar en torno a lo que EcoMapu está trabajando. Esa lógica colaborativa es algo que se debería replicar en la Universidad de Chile”, agrega Mac-Ginty.

Una lección que han aprendido respecto a cómo generar compromiso en el cuidado del entorno de parte de la comunidad que convive diariamente en ese espacio, es incluirlos en el proceso. “Nos hemos dado cuenta de que la única manera de que las cosas se mantengan y se apliquen es que la gente genera un sentido de pertenencia con el espacio. La necesidad de vincular a la gente fue clave”, afirma René.

Próximos objetivos

Hoy, un desafío es trabajar fuera de los límites del campus con vecinos de la comuna de La Pintana. “Durante los últimos 2 años hemos postulado al Fondo Valentín Letelier para poder realizar este proyecto de educación ambiental en la comuna de La Pintana, a través de los colegios y de las distintas juntas de vecinos. Lamentablemente, no hemos tenido la posibilidad de adjudicarnos ese fondo. Ahora estamos buscando levantar distintas ideas de financiamiento, como una plataforma más consolidada”, cuenta García.

En ese sentido, tras todos estos años de trabajo en EcoMapu, creen que es necesario relevar la educación ambiental a todo nivel y esperan que en 2024 se implemente un curso obligatorio para todos los estudiantes sobre cuidados y sustentabilidad. “Es necesario concientizar a la gente, por ejemplo, sobre el uso correcto de los basureros. Urge la educación ambiental porque hay una desconexión súper grande con lo que es un manejo consciente de los residuos. Hay que generar un modelo que sea replicable por las personas en el en su espacio cotidiano”, reflexiona René.

En 2017 partió la iniciativa Ecomapu para la gestión de residuos en la Facultad de Ciencias Agronómicas..
En 2017 partió la iniciativa EcoMapu para la gestión de residuos en la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile.
El proyecto cuenta con la participación de académicos, funcionarios y estudiantes que trabajan de manera colaborativa
El proyecto hoy cuenta con la participación de académicos, funcionarios y estudiantes que trabajan de manera colaborativa para avanzar en una cultura del reciclaje.
René García es estudiante de Agronomía y uno de los fundadores de Ecomapu.
René García es estudiante de Agronomía y uno de los fundadores de EcoMapu.
El "ecovaso" es uno los productos que han logrado desarrollar para la eliminación de plásticos de un solo uso.
El «ecovaso» es uno los productos que han logrado desarrollar para la eliminación de plásticos de un solo uso.
Jorge Mac-Ginty es uno de los fundadores de EcoMapu y actual jefe de la Oficina de Sustentabilidad.

https://uchile.cl/noticias/205122/rene-garcia-urge-la-educacion-ambiental-sobre-el-manejo-de-residuos

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El contenedor virtual de los aprendizajes plásticos

La web del centro puede ser un buen lugar en el que tener un «contenedor virtual» en el que el alumnado, aunque no solo comparta información sobre los plásticos, para reciclarla y compartirla con otras personas.

Por la escuela también pasan los plásticos. ¿Cuántos? Muchos, en realidad demasiados cada día. Seguramente, el alumnado sabría nombrar de carrerilla 20 o más cosas plásticas que se aprecian a simple vista en cualquier clase. A la vez, nuestros chicos y chicas, que han vivido en un mundo plastificado, en contadas ocasiones se han planteado que una buena parte de esas cosas que en un momento les son útiles acabarán como basura. Normal, pues ellos, como también muchos adultos, desconocen si tal o cual objeto podría ser o no un residuo aprovechable. Hay que reconocer, mal que nos pese, que todavía fallamos en esto del pensamiento plástico, jóvenes y mayores. Por eso, nos queda mucho trabajo por delante en las escuelas, sin tener seguro el éxito.

Algunos centros ya han repartido contenedores amarillos para depositar objetos plásticos y otros recogen materiales diversos como el papel. ¡Enhorabuena! Pero no se queden ahí: desde aquí proponemos que se abran recipientes virtuales en la web del centro. En esos espacios cabrían muchas cosas plásticas propias que el alumnado, también el profesorado y las familias, iría depositando en forma de ideas y prácticas para su posterior reutilización o reciclaje. Cabrían también ejemplos vistos por España y el mundo; de todas actuaciones se puede recuperar algo.

No se trata solamente de amontonar cosas y hechos para sentirse bien o para el conocimiento de quienes visiten esos contenedores. La web del centro debería estar preparada para que quienes la visiten se lleven “productos” de los que extraigan aprendizajes plásticos, o los compongan a partir de hilos que se habrán encontrado entremezclados con objetos, o dejen constancia escrita y gráfica de lo que han hecho para reducir su consumo plástico.

Lo que allí cabe es un gran documental que proporciona imágenes de la vida cotidiana de chicos y chicas del siglo XXI. Pero cada contenedor debe ser dinámico en lo personal y colectivo. Alguien acudirá a él para dejar algo, convencido de que no conviene perder nada plástico; acaso buscará mejorar la gestión de los plásticos, la propia y la de los demás. Seguro que habrá mensajes de quienes sienten el compromiso de que se puede usar menos y mejor lo que tenemos. Por eso, antes o después de poner en marcha el recipiente, dependiendo de los escolares con quienes se trabaje o de lo adelantado que esté el centro educativo en su gestión plástica, se podría empezar en cada clase anotando todos los materiales y objetos que se usan habitualmente. Después clasificarlos con atributos: imprescindibles o no; de un solo uso o varios; recuperables en todo o en partes; de uso individual o colectivo;  para llevarlo al contenedor amarillo o dejarlos en otro sitio; de mayores o de pequeños; feos o bonitos, etc.

Entérese el profesorado, y comente con el alumnado, de qué va la iniciativa “Zero Waste”, y reflexione si vamos hacia ella, y con qué velocidad y grado de compromiso. Una idea sencilla para comprometerse ya: separen diez plásticos/objetos de los que podrían prescindir ahora mismo, otros diez a corto plazo y algunos que costaría mucho.

Estos contenedores virtuales no reciben la visita los camiones de recogida de residuos para llevarlos a una planta; por el contrario, son muchas las personas que reciclan y recuperan. Dediquen un tiempo en sus clases a cuestionar si funciona bien o no el sistema de recogida de los contenedores amarillo del centro y quienes llevan a cabo la gestión, también si se vacía a menudo el contenedor amarillo que tienen más próximo a su domicilio.

No está de más recordar, y a la vez lamentar, que algo tan sencillo como que nos digan con claridad qué depositar en los contenedores amarillos que hay distribuidos por los pueblos y ciudades no está resuelto. Busquemos información. Quizás una llamada al servicio municipal de recogida del ayuntamiento o a la empresa que lo gestiona, sirva. Aunque no quedaría de más que desde los centros educativos se presionase para que en el contenedor amarillo figurasen pegadas las instrucciones sobre lo que va allí y lo que no. Incluso los consumidores bien “desplastificados” se despistan ante estos fallos de gestión.

Ante todo, quienes lancen a la Red los contenedores virtuales escolares deben hacer ver que no solo tienen una función de recogida. Antes bien, son cofres donde se guardan materiales, ideas, ejemplos y dudas que en sí son un tesoro, pues permiten ser reutilizadas o recicladas en experiencias nuevas. Sí, dudas o realidades, deseos o compromisos, aciertos o errores, cosas grandes y pequeñas, actuaciones individuales y colectivas, que depositan quienes las tienen y, principalmente, las quieren resolver para sí mismos o para los demás. Si bien, debemos aprender que lo primero es reducir consumos plásticos o plastificados. Por eso, los recipientes en red deben estar activos y ser retroalimentados periódicamente.

No se olviden de dar las gracias a la comunidad educativa por acercar a la sociedad local al “Zero Waste”. Mientras llega, únanse a las acciones que demandan a los supermercados la gradual eliminación del sobreempaquetado plástico; como ejemplo puede servir esta que promueve Greenpeace.

¡Ah, un consejo práctico: inciten al compromiso ambiental, pero no se agobien ni persigan a los escolares poco activos!

Carmelo Marcén Albero

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2019/10/18/el-contenedor-virtual-de-los-aprendizajes-plasticos/

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Argentina: Una nueva escuela en la que se enseñará a cuidar el ambiente hasta con sus uniformes

Argentina/Diciembre de 2017/Autora: Lisa Navas/Fuente: Diario de Cuyo

Educando a los niños que cambiarán el mundo», es el lema del Colegio Los Andes, una nueva institución de la provincia que será la primera en tener la educación ambiental como eje transversal. Esta escuela comenzará a funcionar con el ciclo lectivo 2018 y tiene desde los materiales de trabajo hasta los uniformes de los chicos relacionados con la ecología. «La idea es enseñar con el ejemplo. Es decir, que además de la currícula de educación ambiental tenemos la infraestructura eco-friendly -equipada con luces LED y basureros ecológicos en todos los ambientes- y hasta los factureros son con papales reciclados», dijo Ángela Baudino.

Si bien la escuela funcionará con primaria y de nivel inicial el año que viene sólo recibirán a chicos para salita de 3, 4 y 5 años. Ellos posteriormente serán los primeros en ingresar a la primaria.

Baudino comentó que «la institución propone no sólo educar teóricamente a los chicos, sino crear en ellos una forma de vida sustentable mediante la participación activa y positiva en el medio que los rodea. Esta es la novedad que ofrece el colegio», agregó Baudino y explicó que la nueva institución educativa cuenta con la colaboración del INTA y una ONG de Buenos Aires, en la capacitación del personal docente. Es que en la escuela se enseñará huerta, aprovechamiento del agua y cuidado de suelos, entre otros temas. En cuanto a lo de los uniformes explicó que serán confeccionados con telas ecológicas que debieron traer a la provincia, porque acá no se consiguen con facilidad. Además, dijo que la infraestructura tiene algunos sectores con suelo de corcho y hasta espacios en los que no necesita iluminación artificial.

Este nuevo colegio tiene como pilares fundamentales la educación ambiental y la enseñanza intensiva del idioma inglés. Baudino dijo que esto es por «su innegable relevancia de dicho idioma para la inserción en el mundo de hoy». Es por esto, que se le dedicará muchas horas diarias a esta enseñanza. Mientras que en los relacionado a la educación ambiental dijo que en todas las materias y hasta en las actividades extracurriculares habrá temáticas relacionadas al cuidado ambiental. «La idea es que los chicos no aprendan a contar sombreros sino zanahorias que cosecharán ellos; o que los chicos cuenten cuántas gotas caen de un grifo si lo cerramos mal. Queremos que el aprendizaje sea práctico. Trabajamos con la currícula que exige el Ministerio de Educación, pero le agregamos ese plus», agregó la representante legal.

Separación de residuos. La escuela está edificada con normas ambientales. Por ejemplo, hay basureros ecológicos en todos los ambientes.

Inscripciones

Las inscripciones para el ciclo educativo 2018 se encuentran abiertas para jardín de 3 años, 4 años y 5 años. Los interesados pueden comunicarse al teléfono 4230560 o ir personalmente al Colegio Los Andes, ubicado en calle Paula Albarracín de Sarmiento 255 Sur, en Capital. La atención es de lunes a viernes de 9.30 a 12.30 y de 17 a 20.

Fuente: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Una-nueva-escuela-en-la-que-se-ensenara-a-cuidar-el-ambiente-hasta-con-sus-uniformes-20171203-0074.html

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México: Sensibilizan a 10 mil estudiantes en temas ecológicos

América del Norte/México/08 octubre 2017/Fuente :elsoldesanluis /Autor:Paula Montero

Alrededor de 10 mil estudiantes han sido parte de la campaña Educación Ambiental promovida por la dirección de Ecología Municipal, a quienes se les informa sobre temas de reforestación, cuidado de los animales en general, reciclaje, entre otros temas.

Sobre esta campaña, el director de Ecología Municipal, Rafael Cantú Aguilar, informó que  durante el segundo año de gestión se implementó el programada “Soledad Limpio”, en el que se involucró a alumnos de diferentes instituciones educativas en la capacitación sobre la importancia de contar con un ambiente ecológicamente sano.

Agregó que en el mes de septiembre se visitaron seis centros educativos, en donde brindaron capacitación de los estudiantes en temas ambientales a través de dinámicas y juegos didácticos y para este mes de octubre, se estima visitar 8 planteles más.

Entre los temas que se abordan en esta actividad se encuentran: La importancia de la reforestación, el reciclaje de residuos sólidos urbanos, medidas en el cuidado del agua y la protección hacia los animales, por mencionar algunos.

Destacó que se impulsan este tipo de actividades para inculcar en las nuevas generaciones la importancia del cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, además de la observancia incluso de las leyes en la materia.

Fuente de la noticia: https://www.elsoldesanluis.com.mx/municipios/soledad/sensibilizan-a-10-mil-estudiantes-en-temas-ecologicos

Fuente de la imagen: https://cdn.oem.com.mx/elsoldesanluis/2017/10/Alumnos-salon-de-clase-maestro-escuela-clases-615×384

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La rosa del reciclaje

Por: Carlos Ruperto Fermín

Es difícil ver la vida en color rosa, con tanta basura en la suciedad de las calles. Una flor tan bella como la rosa, no puede respirar en un jardín de guerra, y no puede vivir sin los pétalos de la paz.

Pero el calendario nos dice que el 17 de mayo, es la fecha ecológica que celebra el Día Mundial del Reciclaje, para generar conciencia ambiental sobre el grave problema de los residuos sólidos, que se han convertido en el cáncer de las ciudades de Latinoamérica.

Hoy queremos compartir con usted, una gran crítica social sobre el inconveniente de la basura en las calles, que se explicó con la magnífica comunicación visual de la serie animada “La Pantera Rosa”, y cuyo episodio para la televisión latinoamericana se tituló “Desperdicios Rosas”.

Lamentablemente, los adultos ya no recuerdan el humor satírico de La Pantera Rosa, y los jóvenes ya no entienden el humor cáustico de La Pantera Rosa. Por eso regalaremos a las nuevas generaciones y a las viejas generaciones, una moraleja que por desgracia nunca pasará de moda.

El episodio “Desperdicios Rosas” se desarrolló en una ciudad estadounidense llamada Litterburg, donde se observaba un exceso de basura que cubría todo su territorio, por la desidia de los 5000 habitantes que representaban su población.

En las calles de Litterburg, vimos a la pantera rosa comerse una sabrosa banana, y lanzar el cascarón de la fruta en el suelo.

Pero el cascarón de la banana no tocó el suelo, sino que le cayó en la nariz a un molesto policía, quien tuvo que remover más basura de la calle, para mostrarle a la pantera el aviso que prohibía y catalogaba como delito, el vertido de basura en las calles por parte de la ciudadanía.

Amenazándolo con una pistola, el policía llevó a la pantera hasta la sede del Ayuntamiento, donde el juez lo condenó a limpiar toda la basura de Litterburg.

Con pala y cepillo en mano, la enojada pantera se transformó en un felino barrendero, que empezó a recoger los interminables desperdicios de la ciudad.

Cuando finalmente almacenó toda la basura, la pantera decidió acabar rápidamente con todos los desperdicios, mediante el uso del fuego para quemar la tremenda basura.

Pero justo antes de incinerar los desechos, llegó un bombero que empapó el rostro de la pantera con abundante agua, para recordarle que según la ordenanza municipal de la ciudad, estaba prohibido quemar los desechos sólidos dentro de Litterburg.

Acatando la normativa legal, la pantera condujo un camión hasta una zona desértica, muy lejos de los suburbios que delimitaban a Litterburg.

Pensando que estaría a salvo de la ley, nuestro felino barrendero dejó caer la montaña de basura acumulada, y la vertió con simpleza en la superficie de la zona desértica.

Pero después de lanzar la basura, llegó un vigilante forestal montado en su camioneta policial, para reprender a la pantera y mostrarle un aviso, que prohibía absolutamente el vertido de basura en el lugar.

Sin más remedio que acatar la ley, la pantera volvió a recoger la basura y la depositó en su camión.

Pero antes de abandonar la zona desértica, la cansada pantera observó un hoyo profundo en el suelo, donde podía lanzar la basura y con astucia desaparecerla completamente.

Con felicidad en su rostro, la pantera lanzó toda la basura dentro del profundo hoyo, sin saber que la grieta en el suelo realmente era un antiguo géiser, que muy pronto hizo brotar con furia toda la basura del lugar, y acabó una vez más en las sucias calles de Litterburg.

Sin comprender tanta mala suerte, la pantera volvió a recoger la caprichosa montaña de basura.

Pero ahora la ofuscada pantera, consiguió una potente emulsión llamada “Disminución Instantánea”, que reducía drásticamente el tamaño de las cosas. Y agregando un poco de agua, la emulsión devolvería el tamaño original de las cosas.

Usando la increíble emulsión química, la pantera convirtió la montaña de basura en una pequeña bolita de basura.

Feliz por su ingeniosa hazaña, la pantera decidió usar un primitivo tirachinas, y lanzó muy lejos la bolita de basura.

Después de chocar con un tanque de azotea, con el tendido eléctrico y con los carteles publicitarios, la bolita de basura llegó hasta el departamento de la policía, y cayó en el vaso con agua del mismo policía que castigó a la pantera.

Cuando se mezcló la bolita de basura con el agua del vaso, la potente emulsión hizo recuperar el tamaño original de la basura, y la desesperada pantera tuvo que recoger toda la montaña de desperdicios, que inundaba hasta las ventanas del saturado departamento de policía.

A punto de perder la razón, la pantera decidió conducir una máquina aplanadora a vapor, para aplastar todos los residuos y convertirlos en un ingenioso avión de basura.

Con ganas de lanzar la basura fuera de la Tierra, la pantera le colocó dinamita al avión de basura y lo transformó en un cohete, que hizo volar y estallar rápidamente en el cielo de la amargura, porque la basura no gravitó en el espacio exterior, sino que descendió otra vez a las calles de Litterburg.

Aunque usted no lo crea, la pantera se armó de valor y volvió a recoger la basura. Volvió a conducir la máquina aplanadora, y volvió a laminar los residuos sólidos. Pero la pantera no los hizo explotar con dinamita, sino que los cortó en pedazos y los transformó en creativos cuadros de arte.

La pantera tuvo suerte con su solución final, ya que la basura fue convertida en una exposición de arte pop, y todos sus cuadros fueron comprados por los amantes de la pintura.

Complacido con la venta de sus cuadros, la pantera decidió entregarle el dinero recaudado al policía, y finalmente pudo librarse y liberarse de la maldición de la basura.

Famoso por haber limpiado todas las calles, la pantera rosa recibió la llave de la ciudad, por parte del alcalde de la hermosa Litterburg.

Con traje de gala y elegante sombrero, la pantera era un héroe para todos los ciudadanos, que lo aplaudían en los festejos que se hicieron en su honor, mientras recorría las calles en un lujoso automóvil junto al contento alcalde.

Luego de la devoción popular manifestada por toda la gente, la pantera y el alcalde llegaron hasta la frontera de Litterburg, donde se estrecharon las manos en señal de amistad, y gozaron de un envidiable panorama de la ciudad de Litterburg.

Pero con todos los festejos realizados en honor a la pantera, el paisaje de Litterburg mostraba la misma montaña de basura en sus calles, por lo que el indignado alcalde le quitó la llave a la pantera, y se la cambió por el mismo cepillo que usaría para limpiar otra vez la ciudad.

El genial episodio finalizó con el rostro fatigado de la pantera, que empezaría de nuevo con la remoción de toda la clásica basura.

Ahora es tiempo de reflexionar, sobre las causas y las consecuencias de la basura urbana, porque las calles de Litterburg son idénticas, a las calles de nuestros pueblos latinoamericanos.

En primer lugar, resulta evidente la falta de políticas ambientales, que permitan conllevar una gestión integral de los residuos sólidos, para evitar el colapso ecológico de cualquier ciudad del orbe.

Las calles atestadas de basura, simplemente reflejan el fracaso del más elemental conservacionismo, basado en el deseo de vivir en un ambiente sano, y convivir en un entorno limpio.

En pocas palabras, a la gente le gusta vivir en la suciedad como cerdos, cochinos y puercos.

En segundo lugar, sorprende ver la preocupación de un policía, para que se cumplan las leyes ambientales vigentes. Y sorprende ver la preocupación de un juez, para que se dictamine a favor del cuidado del Medio Ambiente.

Siempre han existido leyes que castigan la basura en las calles, y siempre han existido sanciones para quienes arrojen la basura en esas calles. Pero nunca hemos visto una ley que sancione el delito dentro de las comunidades, y nunca hemos visto a un legislador que sancione el delito por respeto a su ley.

En pocas palabras, la gente goza lanzando basura, porque sabe que la impunidad permitirá su gozo.

En tercer lugar, vimos la mediocridad de la pantera rosa, que siempre buscaba la salida más fácil, para escapar de los desperdicios por la puerta de atrás.

Irresponsablemente, la pantera pensaba quemar la basura, así como desecharla en un improvisado relleno sanitario, usar peligrosos químicos para destruirla, y hasta enviarla dentro de un cohete a los confines del Universo.

La decisión de reciclar la basura, que tendría que haber sido su criterio primordial, fue el último intento que practicó la pantera rosa, para acabar con la montaña de basura citadina.

La pantera nos ejemplificó claramente con sus tropiezos, que hacer lo correcto es la tarea más difícil para la gente ordinaria. Sin embargo, la frustración de la pantera se tradujo en inspiración, porque pudo diseñar coloridas obras de arte, que cumplían con la regla de reducir, reutilizar y reciclar.

No sabemos si la pantera rosa, realmente tenía el talento necesario para pintar obras de arte. Y no sabemos si la gente que pagaba grandes sumas de dinero por sus cuadros, realmente sabía que los cuadros eran la basura aplanada y pintada por un animal.

Pero sabemos que el esfuerzo y el sacrificio de la pantera rosa, para terminar definitivamente con el conflicto de los desperdicios, produjo una satisfacción emocional que no se compra ni se vende.

En pocas palabras, el valor de reciclar la basura, se recompensa en valor moral para el individuo.

Pese a que la inolvidable serie de televisión “La Pantera Rosa”, fue estrenada a principios de la década de 1960, y la majestuosidad de sus delirantes capítulos llegó hasta el año de 1980, es importante mencionar que la mayoría de los problemas ambientales actuales, fueron temáticas relatadas con mordacidad en muchísimos episodios de La Pantera Rosa.

La tala indiscriminada de árboles, el comercio ilegal de pieles de la fauna exótica, los gases tóxicos por la quema de combustibles fósiles, y la caótica acumulación de basura en las calles, representaron el motor creativo de las historias personificadas por la pantera rosa.

Pero las montañas de basura del siglo XX, no se pueden comparar con las cordilleras de basura del siglo XXI.

La cadena evolutiva de la Humanidad, obliga a maximizar la fabricación y comercialización de productos industrializados, que generan el arrogante confort del egoísmo mundano, y convierten las cajas de pizza en el sabor de la sobrepoblación mundial.

Las toneladas de gigantescas computadoras, ahora caben en la palma de la mano. Pero las toneladas de gigantescas computadoras, ahora contaminan las palmas de nuestras manos.

El pasado, el presente, y el futuro. Signos de interrogación. Nubes negras en el cielo. Gritos en el hogar. Tarjetas de crédito. La sangre del conejo. Metales de metano. Religiones sin religiosos.

Cartones de huevos. Teléfonos inteligentes. Botellas de plástico. Consolas de videojuegos. Afilados vidrios rotos. Televisores en tres dimensiones. Papeles de periódicos. Volantes sin frenos. Pilas alcalinas. Excremento de vacas. Sol a oscuras.

Queda claro que el consumismo que estimula el capitalismo salvaje, ha incrementado infernalmente la producción de basura a escala global, logrando asfixiar la sonrisa de los delfines en los océanos, y enfatizando los niveles de polución en los cuatro puntos cardinales.

No se puede alcanzar el crecimiento endógeno de las naciones latinoamericanas, con el asqueroso desfile de las ratas, de los cuervos y de las cucarachas, que nacen por una apestosa montaña de basura, que ocasiona enfermedades dermatológicas y respiratorias para los ciudadanos.

La falta de una oportuna Educación Ambiental, que primero se aprenda en los salones de clases de los colegios, y después se practique en las calles asfaltadas de las colectividades, ha influido negativamente en el corazón de todos los espacios naturales, que son deforestados para conseguir la materia prima que sustenta el ecocidio.

El ecocidio no puede pintarse de color rosa, y las rosas no pueden reciclarse con las espinas del ecocidio.

Pero reciclando las rosas que todavía perfuman la vida, tendremos la voluntad para cultivar la rosa del reciclaje.

Blog del autor: http://ekologia.com.ve/

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Reducir, reutilizar y reciclar

Por: Hugo Contreras

Las 3R ecológicas: Reducir, Reutilizar y Reciclar, son estrategias para el manejo y disminución de residuos que buscan contribuir a la protección y conservación del medio ambiente. Reducir, busca disminuir el consumo de bienes materiales pues esta acción está asociada a la generación de residuos. Reutilizar esta asociado a extender la vida útil de un producto en desudo antes de eliminarlos. Cabe destacar que la reducción y la reutilización no solo son para productos manufacturados. Por ejemplo, se puede reducir el consumo de energía o se puede reutilizar el agua. Finalmente, el Reciclaje busca tratar y/o transformar desechos, degradables y no degradables, en nuevos productos.

Hace un año el Congreso de Chile aprobó una Ley de Fomento al Reciclaje. La Ley, a través de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), obliga a los fabricantes o importadores de seis productos prioritarios a organizar y financiar la gestión de los residuos derivados de sus productos haciéndose cargo de éstos una vez que terminan su vida útil. Estos productos prioritarios, identificados así por ser de consumo masivo, de volumen significativo y por generar residuos peligrosos son: aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, pilas, envases y embalajes, neumáticos. Con la nueva Ley se espera que al menos un 30% de los residuos se reciclen en el país.

Respecto de los consumidores, la ley solo hace referencia a éstos señalando que su obligación será separar y entregar el residuo de un producto prioritario a un gestor de este producto, los cuales serán las mismas empresas, los recicladores de base y los municipios. Estos últimos serán quienes promoverán la educación ambiental sobre prevención y valorización, a la vez de implementar los puntos para la disposición de dichos residuos.

Ahora, ¿qué pasa con todos aquellos productos que no son identificados como prioritarios como latas, plásticos, vidrios o residuos vegetales? Si bien la ley no hace referencia explicita a estos residuos, estrategias para fomentar la separación de estos no son nuevas. Hace años existen los puntos limpios para separar los residuos que la población genera, diferenciándolos en plástico, latas, vidrios y papel. Destaca que en los puntos limpios no hay contenedores para depositar residuos orgánicos y vegetales. Claramente, su rápida descomposición y lo que esto conlleva, como malos olores o la presencia de plagas, podría ser la causa de su no tratamiento, terminando estos residuos en cualquier basurero y posteriormente en un relleno sanitario o en un vertedero.

Pero ¿solamente separar en origen o destino es reciclar? La verdad es que no. Separar residuos solo es la primera etapa del reciclaje. El verdadero reciclaje es un proceso mediante el cual los residuos se convierten o transforman en materia prima para fabricar un nuevo producto, igual o distinto al original. Según esta definición la transformación del residuo o su reutilización es el corazón mismo del reciclaje y la separación es la primera acción para un exitoso proceso.

Todas las acciones que se han desarrollado e implementado no apuntan a la transformación misma de los residuos. Si del total de residuos que se generan al año en el país el 41% corresponde a residuos domiciliarios, no debiese existir una estrategia o campaña que apunte directamente a las personas y sus viviendas. La transformación en origen es una medida efectiva de reciclaje, así como de reducción y reutilización de residuos ¿Porqué no fomentar y enseñar a reciclar en la vivienda? Si bien no todos los residuos se pueden transformar en un espacio urbano y reducido, por ejemplo el vidrio o las latas, son innumerables las formas de transformar el papel y los residuos vegetales. Por ejemplo el compostaje, como forma de reciclar vegetales e incluso el papel, no es nuevo y es una medida comprobada, efectiva y ambientalmente sustentable para la transformación y reutilización de dichos residuos.

Fuente: http://www.latercera.com/voces/reducir-reutilizar-reciclar/

 

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Greenpeace: «Nuestros océanos no pueden soportar más plástico de Coca-Cola»

Abril de 2017/Fuente: RT Noticias

La organización ecológica ha revelado que Coca-Cola produce más de 3.400 botellas de plástico desechable cada segundo.

 

La organización ecológica Greenpeace acusa a Coca-Cola de «negarse a asumir la responsabilidad» por el impacto ambiental que genera, ya que produce más de 100.000 millones de botellas de plástico desechables al año —alrededor de 3.400 por segundo—, informa The Huffington Post.

Este marzo, Coca-Cola se negó a revelar información para una investigación de Greenpeace sobre la huella plástica que dejan las mayores compañías fabricantes de refrescos del mundo. Sin embargo, la ONG obtuvo esos datos tras analizar las ventas anuales de ciertas líneas de productos de la compañía y su proporción en la mezcla de empaques general desde 2012.

«Plástico desechable a una velocidad impresionante»

«La velocidad a la que Coca-Cola produce botellas de plástico de un solo uso es simplemente impresionante», denuncia la activista de Greenpeace Louise Edge, quien explica que esa firma «se niega a asumir su responsabilidad en la crisis de contaminación» que provoca.

Edge concluye que «nuestros océanos simplemente no pueden soportar más plástico de Coca-Cola», con lo cual Greenpeace solicita a esa compañía de refrescos «que se deshaga del plástico desechable, emplee recipientes reutilizables y se asegure de que el resto de sus envases están hechos con contenido 100 % reciclado, no el miserable 7 % que tiene de promedio mundial».

Coca-Cola está «decepcionada»

Por su parte, un portavoz de Coca-Cola ha declarado que estaban «decepcionados» por estas informaciones, debido a que «es una de las pocas compañías de bienes de consumo cuyo envase es 100 % reciclable».

Greenpeace asegura que establece que, cada año, se venden más de dos millones de toneladas de refrescos en botellas de plástico desechables, un peso equivalente al de 10.000 ballenas azules. Según ese documento, el plástico de un solo uso supone casi el 60 % de los envases utilizados por Coca-Cola, compañía que vende más de 1.900 millones de bebidas a diario en todo el mundo.

Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/235592-greenpeace-soportar-plastico-coca-cola

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