Filipinas: Viaje a las entrañas del abuso infantil

Redacción: El País

El 19% de las niñas y niños filipinos ha sufrido violencia sexual, la mayoría en casa y lo peor es que muchos afirman que no pidieron ayuda porque no sabían que estaba mal. Las secuelas son salvajes, las condenas, escasas. Estas son las historias de algunos de los que escaparon de la brutalidad.

A Christian le han pegado con un palo, tirado por la ventana, introducido en una olla caliente, vendido como mano de obra y atropellado. Todo esto se lo hizo su padre. Acaba de cumplir 18 años. Intenta suicidarse regularmente. A Sarah (18 años) su padre la violaba cada vez que bebía o se drogaba, lo asimiló tanto que años después admite que no ve tan mal lo que le hacía por las noches en una casa sin paredes, y asegura que incluso querría tener un hijo con él. Su hermana pequeña Airen (15 años) no lo soportó y lo denunció. Él ahora está en la cárcel. Su madre las acusó durante el juicio de haber roto la familia.

Uno de los barrios más pobres de Bacólod, en Barangay 1.ver fotogalería
Uno de los barrios más pobres de Bacólod, en Barangay 1. LEAFHOPPER PROJECT

Ante este panorama, 2.753 entidades trabajan en todo el país para prestar asistencia a los menores maltratados o abandonados. Kalipay es una de ellas, opera en Bacólod, una ciudad ubicada en la isla de Negros Occidental, al sur de Manila, y está fundada por una descendiente de españoles, Anna Balcells. Es la entidad que acogió a Christian, Sarah y Airen y a casi 400 niños desde 2007. En esta isla fue donde hace 60 años su padre, Alberto, descubrió su “paraíso” a miles de kilómetros de la España de postguerra. La organización recibe apoyo de numerosos donantes españoles, entre ellos la Fundación Mapfre, dentro de sus programas internacionales, que ha invitado a EL PAÍS a conocerla. «Nosotros les acogemos en nuestras dos casas, les proporcionamos educación y seguridad. El resultado ideal es la reunificación con las familias, pero en muchas ocasiones eso no es posible», explica esta enérgica mujer en el español que aprendió de su padre y fortaleció durante más de una década trabajando en el sector turístico en Barcelona y Madrid. En 2017 había en Filipinas alrededor de 4.000 niños con posibilidad de ser adoptados, según los últimos datos del Gobierno.

Balcells describe escenas horribles: «Lo primero que hacemos es llevarles al hospital, y a partir de ahí empezamos a completar su expediente personal con toda la información. A veces hay que reconstruir sus vaginas. A muchos tenemos que enseñarles a vivir en una casa. Llegan a nuestos hogares y van directos a comer tierra, porque para ellos es lo mejor que pueden tener. Luego por la noche ves los gusanos saliendo de la boca. Muchos de ellos quieren volver con la madre que les ha torturado, que normalmente es alcohólica o drogadicta, porque eso para ellos es amor».

Christian consiguió escapar de un padre que le daba tales palizas por la noche que le ha dejado insomnio crónico. Se llevó a sus hermanos, pero vio morir a dos de ellos en la huída por deshidratación y por comer una rana venenosa

A veces recogen a estos pequeños en la calle, o bien les avisa la propia policía o las familias cuando ya no pueden más. Las mafias usan a muchos de ellos para pedir limosna o para traficar con ellos. Otro de sus destinos es vivir en la calle, donde terminan siendo un objetivo fácil de los abusos. La población en Filipinas se organiza en barangays (barrios). Muchos de ellos surgieron de modo informal pero han acabado teniendo jerarquía organizativa y sus presidentes, los captains, también se votan en elecciones. Para entrar y pasear por un barangay es necesaria la guía del captain. El del número uno, de los mas pobres de Bacólod, se llama César Rellos. Él mismo reconoce que solo puede garantizar la seguridad en las calles que él gobierna y que todo aquel que quiera adentrarse en el que está justo al lado, lo hace a su suerte.

Su barangay tiene salida a una playa impracticable por toneladas de plásticos en la que dos niños tratan de volar una cometa que vivió tiempos mejores. Una sorprendente interpretación musical emana desde una construcción precaria a escasos metros. Es el karaoke del barrio, que cuenta con unos potentes altavoces que contrastan con el entorno. El intérprete se dispone a cantar Wake me up when September ends. Rellos se mueve por un entramado de callejuelas sin asfaltar, por donde pululan cientos de niños y abundan los pescados que se secan al sol, hasta el chamizo de Erlinda Barbasa. Unos pocos metros cuadrados encajonados en otras infraviviendas, con dos estancias entre las que no existe división y dos tablones que actúan como camas. Aquí vive con sus dos hijos mayores, a las pequeñas las dejó en Kalipay.

El centro Heaven, en el que viven decenas de niños rescatados del abuso y el abandono.ver fotogalería
El centro Heaven, en el que viven decenas de niños rescatados del abuso y el abandono. LEAFHOPPER PROJECT

Lo hizo cuando estaban al borde de la desnutrición. Ella sola era incapaz de alimentar a la familia tras la muerte de su marido y sus padres, que la ayudaban económicamente tras el fallecimiento del esposo. Su hijo mayor no trabaja y el pequeño apenas puede porque sufre mareos y desmayos constantes. Un bulto de grandes dimensiones asoma en un lateral de su cuello, pero no saben qué es porque no han podido acudir al médico. «Mi mayor sueño es que mis hijas no acaben como yo, que estudien, trabajen y un día yo pueda ir a vivir con ellas», explica apoyando sus pies en un barreño con agua y un plato, una de sus escasas posesiones. Las pequeñas tienen la posibilidad de visitar a su familia pero rara vez quieren permanecer más de un día.

¿QUÉ PASA DESPUÉS?

Aquí tratan también de prepararles para el después. «No podemos evitar que un niño se sienta aislado cuando vuelven al mundo real, el miedo siempre esta ahí. Les preparamos de forma gradual, lo importante es la motivación, les decimos que no pueden estar aquí siempre, pero les aseguramos que siempre estaremos cuando nos necesiten», explica Lemay, la asistente social. Johanna Daroy dirige Recovered Treasures: «La salida es lo que más me preocupa. Soy consciente de que todo el cariño y educación que les hemos dado aquí puede desaparecer y pueden irse por el mal camino. Necesitamos tiempo para prepararles, la mayoría son muy inmaduros cuando llegan a las 18 años». Daroy pone enfásis en enseñarles valores pero también nociones básicas sobre cómo manejar su dinero o relacionarse con la gente. La psicóloga reconocer que no puede «curarles» que su trabajo consiste en «darles herramientas para lidiar con su trauma y tener cierto nivel de paz».

El barangay del que proceden Sarah y Airen, las pequeñas que se enfrentaron a su padre violador en un juicio, es todavía más pobre y más peligroso, se llama Banago. Es una muestra de las grandes desigualdades de un país como Filipinas que ocupa el puesto 116 de 188 en el Índice de Desarrollo humano. También tiene salida al mar, que en este lugar cumple la función de retrete, aunque también sirve a los lugareños para sofocar el intenso calor y la humedad filipina. Las casas se mezclan con pequeñas tiendas e incluso con una sala de ordenadores en la que una decena de pequeños apura frente a máquinas anticuadas los escasos minutos de videojuegos que les proporcionan los diez pesos (17 céntimos) que pagan por cabeza. Es prácticamente la única forma de ocio en este lugar. Es época electoral y el barrio está liletarlemente empapelado con carteles con las caras de decenas de candidatos. Henry García, uno de sus vecinos de 54 años los mira incrédulo: «Hacen muchas promesas pero luego se olvidan, si has nacido pobre, siempre serás pobre».

¿Cómo es posible que se den niveles tan altos de violencia en la familia? Muchas de las voces consultadas en este viaje a las raíces del abuso infantil apuntan a un maltrecho sistema de valores y a la influencia del alcohol y las drogas. «Toman drogas, beben licor cada día, llegan a una casa en la que las estancias no están separadas y pierden la cabeza, no saben lo que hacen», justifica Rellos, el captain del barangay 1. Los captains son muchas veces fundamentales para la investigación del caso que realizan los asistentes sociales y que luego presentan ante la policía para denunciar al abusador. «Nosotros no podemos tolerar estas situaciones así que somos muchas veces los que llamamos por teléfono para avisar de lo que sucede», apunta. Otro de los elementos preocupantes, señala Unicef, es que Filipinas tiene una de las edades de consentimiento sexual más bajas del mundo: 12 años.

La asistente social jefe de Kalipay, Adelle Lemay, sabe bien cómo funcionan los procesos judiciales. «Es un proceso duro. Reunimos pruebas forenses, es importante tener evidencias concretas, también hablamos y preparamos al fiscal porque tiene que saber cómo hablar con niños traumatizados y que ellos tengan confianza con él. Contamos con abogados que nos asesoran», detalla. Casi todo el peso probatorio de este tipo de procesos sigue recayendo en el testimonio de un menor aterrorizado que debe encontrarse en una sala con su maltratador y con una madre que normalmente apoya al marido. La impunidad sigue siendo la norma general.

Los que trabajan con estos niños y conocen a estas familias también apuntan a una creencia instaurada en esta sociedad por la que un hijo es propiedad de sus progenitores y pueden hacer lo que quiera con él. Lemay, lo explica así: «Creo que perseguir a los abusadores puede ayudarles a entender que no esta bien lo que hacen, pero sigue habiendo muchos casos y no tenemos el control. No importa si son ricos o pobres, porque pasa siempre. Creo que hay que fijarse en el sistema de valores». En una encuesta realizada por el Gobierno, el 34% de los niños que no denunciaron, no lo hicieron porque no vieron nada anormal en sufrir violencia por parte de su familia.

Una clase en Recovered treasures, donde se consigue que los menores completen su educación.ver fotogalería
Una clase en Recovered treasures, donde se consigue que los menores completen su educación. LEAFHOPPER PROJECT

Las heridas que dejan años de abusos son difíciles de curar, a veces es imposible. Chabeli Coscolluela es psicóloga y trata a estos niños: «Los efectos que encontramos son baja autoestima, se culpan a si mismos por haber sido abusados, algunos quedan afectados cognitivamente, los casos mas extremos desarrollan desórdenes como estrés postraumático, depresión, ansiedad… Algunos sufren retraso mental como consecuencia de los golpes y siempre tiene problemas de confianza con la gente». Algunos hablan, otros se niegan, con otros la terapia consiste en jugar o pintar.

En centros como Kalipay encuentran su pequeña burbuja de protección. El complejo principal se llama Recovered Treasures. Un enorme terreno en el que caben los dormitorios, un colegio con todos los niveles hasta la universidad, la casa de las cuidadoras y un comedor. Se ubica en medio de enormes campos de arrozales, algunos de ellos propiedad también de la organización. En la aldea cercana un grupo de chavales juega al baloncesto, «la obsesión nacional», describe Anna Balcells. Una construcción semiderruida actúa como iglesia y al lado un vecino narra el partido con un micrófono y unos potentes altavoces. En general el pueblo se compone de chozas poco resistentes y caminos de tierra. Es importante que este tipo de entidades tengan una estrecha relación con los lugareños para tener su apoyo en su labor. Los chavales que viven en Recovered Treasures tienen incluso un equipo de baloncesto que compite con el de los vecinos.

La organización ha creado su propio sistema de enseñanza adaptado a las circunstancias de estos alumnos y ha firmado un convenio de enseñanza con la Universidad de Santo Tomás, la más antigua de Asia. El 96% de los niños filipinos empiezan primaria pero solo el 37% acaba secundaria. El gobierno da una paga a las familias que llevan a sus hijos a la escuela.

Gino y Bubbles, que provienen de familias desestructuradas y acabaron licenciándose y casándose.ver fotogalería
Gino y Bubbles, que provienen de familias desestructuradas y acabaron licenciándose y casándose. LEAFHOPPER PROJECT

Micaela, de 20 años, también se crió en esta organización y ahora va a estudiar trabajo social en la universidad. Su madre está en prisión y los servicios sociales se hicieron cargo de ella y sus hermanas cuando era muy pequeña. «Quiero tener un trabajo y ayudar a otros niños que han pasado por lo mismo que yo», afirma entre lágrimas. El mayor logro del sistema, uno que no siempre es posible, lo encarnan a la perfección Gino y Bubbles, de 23 y 24 años. Ambos proceden de familias desestructuradas y crecieron bajo la tutela de esta organización. Los dos se licenciaron: ella trabaja como profesora de niños con necesidades especiales en Kalipay.

Tuvo la oportunidad de marcharse a trabajar a un colegio en otra ciudad, pero quiso ayudar a otros niños en los que se vio reflejada. Él es delineante, su jefe está encantado con su tarea. «Desde el momento en el que la vi, me llamó la atención, y luego me enamoré de ella», cuenta Gino con timidez. Hace un año se casaron y esperan su primer hijo. «Le contaré a nuestro hijo o hija de dónde vienen sus padres, le daremos todo el cariño, y sé que va a sentir orgullo de nosotros».

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/24/planeta_futuro/1558722462_445360.html

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Formación y Evaluación Docente como mercancía del Complejo Cultural Industrial

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga.

 

La educación no es ajena a los cambios que se están dando con las reconfiguraciones del sistema mundo capitalista. Las compañías digitales, de la información, el conocimiento y del complejo cultural industrial ven en las evaluaciones estandarizadas y la formación docente un medio de producción para movilizar la economía cognitiva, generando necesidades formativas, mercancías culturales e inmateriales para el hiperconsumo provocado por las modas pedagógicas y por la incertidumbre laboral que depende del desempeño de los exámenes, presentándolas como imprescindibles para alcanzar la calidad industrial de los sistemas educativos, desviando recursos estatales hacia el sector empresarial.

Palabras clave: formación, evaluación, docente, educación, capitalismo, cognitivo, cultural, industrial.

En los últimos tiempos hemos vivido cambios sustanciales que han impactado en las formas de reproducción del capitalismo, un nuevo tipo de empresa repunta hacia la cima de la acumulación de riqueza. De pronto, los dueños de compañías de ventas por internet como “Amazon.com”, de administración de redes sociales como “Facebook” y “Whatsapp”, de buscadores de internet como “Google” ocupan los primeros lugares entre las personas más acaudaladas del planeta (Forbes, 2018).

Esta nueva economía tiene como base de su desarrollo la digitalización, el conocimiento, la información, la comunicación y la innovación; todas esas cosas en su conjunto son parte de las mercancías que Ricardo Antúnez llama abstractas, intangibles o inmateriales (Antúnez, 2008) y que se han convertido en elementos imprescindibles para dinamizar el sistema mundo de nuestro tiempo, caracterizado como capitalismo cognitivo (Mejía, 2008) (Moullier, 2014). Las economías digitales y del conocimiento han trastocado las bases organizacionales de las empresas, la estructura de las unidades productivas, la circulación de las mercancías y los patrones de consumo; los centros comerciales abiertos o cerrados a donde la gente acudía masivamente a comprar están siendo cada vez más desplazados por el consumo online, el mundo del capital cabe en una casa, parafraseando a Luis Bonilla (Bonilla-Molina, Síntesis, 2017).

Estas transformaciones radicales en lo económico, también trastocan la composición y el funcionamiento del Estado, del consejo corporativo que lo ha de administrar, así como la orientación de sus políticas gubernamentales en todos los sentidos; desde luego, la política educativa y el sistema nacional en donde se aterriza no están exentos de dichos cambios. Detrás de cada peón en el tablero de las instituciones educativas estatales avanzan los intereses privados de los magnates del capital cognitivo y del complejo cultural industrial (Bonilla-Molina, Rebelión, 2017)[1]; hablamos de los corporativos de las telecomunicaciones, la industria cultural, las tecnologías de la información y la comunicación, que a través de sus compañías transnacionales cogobiernan y toman rectoría del sistema educativo en sus manos para reproducir sus valores de consumo, formar el capital humano que necesitan y transferir valores monetarios o inmateriales para su proceso de acumulación.

Estos poderes económicos del capitalismo cognitivo y del complejo cultural industrial han demandado hacer toda una reingeniería de la educación, pero además colocando directamente a sus empleados para dirigirla; no es fortuito que al frente de la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente, institución responsable de la formación de los maestros, designaran a quien fuera nombrada como “vendedora diamante” de la empresa multinivel para venta de productos en red, por catálogo, de mano en mano y por internet, “Amway” (Hernández, Miss Amway y la evaluación universal, 2012), aun cuando carece de antecedentes dignos de mención en la academia, en la investigación educativa o como profesora.

Tampoco es una casualidad que la formación continua de los docentes haya retomado el estilo motivacional, del éxito personal, del positivismo excesivo, de la capacitación en grupos pequeños, la actualización por internet y el acompañamiento upline-downline, muy parecido al de las compañías piramidales; del mismo modo que estas empresas, el nuevo servicio de carrera docente individualiza al trabajador sindicalizado, elimina el contrato colectivo e introduce al maestro en una lógica de ascenso en la escala profesional que depende de su rendimiento personal medido por las constantes evaluaciones, se le asigna un tutor (upline) que ya ha sido previamente evaluado como idóneo, pero que además es su modelo a seguir. La formación estratégica a través de posgrados pierde valor (OCDE, 2011)[2], en sustitución están las reuniones mensuales de un día por escuela en las que se hace el plan de periodo, la estrategia del grupo escolar para alcanzar la metas y vienen después los cursos en línea para reforzar lo establecido.

Recientemente en el estado de Sinaloa fue nombrado secretario de educación el ex director de la organización empresarial de derecha Mexicanos Primero presidida por el magnate de las salas de cine “Cinépolis” y por el expresidente de Fundación Televisa, que junto a Tv Azteca han sido esenciales para la manipulación informativa, la alienación social, así como el diseño de estrategias de comunicación para atacar a los movimientos magisteriales de izquierda que se oponen a la oleada de reformas educativas neoliberales (Hernández, La cal(am)idad educativa y la resistencia magisterial, 2013)[3]. Este es uno de los casos más actuales, pero no es el único, los sectores patronales tienen décadas tejiendo una compleja red de empleados, voceros, académicos e intelectuales orgánicos que ocupan mandos medios y altos dentro del aparato estatal que dirige la educación (Jarquín, Empresarios al asalto de la educación, 2018). La presencia de los alfiles del empresariado trasciende a los gobiernos administrados por la derecha o por la izquierda electoral, véase el caso de Esteban Moctezuma Barragán quien al tiempo de ser propuesto por el presidente electo de México como próximo secretario de educación fungía como presidente de Fundación Azteca, poco antes había sido vicepresidente de Empresarios por la Educación Básica (Jarquín, Los secretos de Esteban Moctezuma , 2018)[4] y forma parte del equipo del empresario regiomontano Alfonso Romo dueño de la Universidad Metropolitana de Monterrey y segundo al mando en lo que será el gobierno de López Obrador.

En la reingeniería de los sistemas educativos, la evaluación docente ha sido un elemento transversal de todos sus componentes orgánicos, se le muestra como medio y fin en sí misma para lograr la calidad empresarial. Al amparo de la evaluación, las compañías del capitalismo cognitivo se han encargado de vender sin éxito en sus resultados, por millonadas a cargo de los erarios públicos: información, cifras, datos y consultorías estériles que presentan panoramas cada vez más desastrosos, para luego vender estándares e instrumentos evaluadores todavía más estériles para mejorar la calidad educativa (Aboites, 2016)[5].  La evaluación se ha convertido en una industria, incluso el carácter punitivo que desencadenó incontables muestras de rechazo en el magisterio puede no ser una preocupación para los empresarios si a la maquila de exámenes estandarizados se le sigue inyectando dinero público y la incertidumbre sigue produciendo trayectos formativos de bajo costo, pero bien vendidos.

A través de la evaluación para el ingreso se activan los flujos de desempleados, desorganizados y despolitizados de portadores de competencias digitales, lingüísticas y organizacionales que se formaban en y para la escuela privada, pero que ahora están desplazando a la tradición normalista de la escuela pública, su arraigo en la defensa de los intereses públicos, el desarrollo comunitario y la protección de las clases sociales más vulnerables. Los portavoces políticos de la economía cognitiva en México, han llegado al cinismo de tomar como bandera la falacia de que cualquiera puede ser maestro; basta con tener la aprobación del fetiche de la evaluación estandarizada para desempeñarse como tales[6]. En consecuencia, abrir la carrera docente a todas las profesiones en un país con un elevado grado de desempleo en personas con alto nivel educativo (INEGI, 2016), tiene como obvia finalidad abaratar y precarizar en la competencia la vida laboral de los trabajadores del conocimiento, pero también darle sentido a la formación de las universidades privadas para que sus egresados puedan integrarse al mercado laboral.

En la formación continua de los docentes, los estándares de evaluación que plantean las consultoras privadas del gobierno, fomentan el desplazamiento de la dimensión pedagógica de la educación. En su lugar se promueve la adquisición de competencias laborales en el manejo instrumental y técnico del currículo y la evaluación, así como de las leyes educativas; para tal efecto, la formación estratégica e inicial de los educadores es sustituida por la capacitación focalizada en las necesidades gerenciales de la escuela, esto es parte del proceso que Bonilla denomina Apagón Pedagógico Global (Bonilla-Molina, OVE, 2016).

Con las transformaciones vertiginosas y profundas que acontecen en el sistema mundo capitalista, los espacios donde parecía que el aprendizaje y la producción de conocimientos eran más una necesidad vinculada al control ideológico, cultural y político de las clases dominantes, hoy se observa la oportunidad de lucrar y de extraer ganancia con el crecimiento de la oferta de iniciativas privadas o a partir de transferencias de recursos estatales a los particulares.

De nueva cuenta son los empresarios de las economías de la industria cultural y del conocimiento los que abren un amplio mercado de cursos en línea por su bajo costo, licenciaturas y posgrados chatarra que se cursan en el menor tiempo posible; sin embargo, detrás de lo que parecen pequeñas universidades express, están los grandes corporativos del negocio educativo; incluso, cuentan con información privilegiada del sector público para diseñar trayectos de capacitación con simulacros semejantes a las evaluaciones estandarizadas. Corporativos de la educación privada como el Tecnológico de Monterrey han visto la ventaja de exigir al gobierno federal techos financieros mayúsculos para proyectos de capacitación continua de los docentes, so pretexto de regularizar a los que fueron evaluados como insuficientes y preparar a los que enfrentarán en el futuro la evaluación para el desempeño, siempre que los contratos millonarios sean para sus filiales y no para las normales públicas del Estado (Hernández, La conexión regia de la reforma educativa, 2016).

Las modas pedagógicas son fundamentales para alimentar otro campo del complejo cultural  industrial en el que se acrecienta la producción a gran escala de  libros, materiales didácticos, asesorías, conferencias y pre diseños curriculares. Un ejemplo es la introducción de la autonomía curricular en México a través de clubes que sustituyeron a los talleres de formación para el trabajo; al respecto  un grupo de investigadores de la Universidad Pedagógica Nacional (Rivera, Lucía; Guerra, Marcelino; González, Roberto, 2018) dejaron al descubierto que tal autonomía no existe, en realidad la Reforma Educativa le abrió las puertas a  una serie de ofertas en donde intervienen principalmente multinacionales o filiales de empresas globales que ya cuentan con materiales para todos los niveles de educación básica pre elaborados y disponibles para comprarlos. Un caso similar son los libros de texto, aunque siguen siendo gratuitos, en el portal oficial para bajarlos de la red aparecen otros que son de editoriales particulares que son igualmente válidos para la Reforma Educativa, pero que no son de acceso libre.

Lo que debería ser un ejercicio para recuperar saberes locales y contextuales, la oportunidad para desarrollar la práctica creativa de los docentes, las planeaciones comunitarias o donde se involucre a la comunidad de aprendizajes, termina siendo un espacio cooptado por el negocio, pero también por la privatización directa del currículo; ya no se trata de una práctica velada de los empresarios para definir los contenidos de los planes y programas de estudio, sino de su intervención abierta, que además no les representa una inversión sino el negocio redondo donde la escuela pública forma el capital humano que necesitan y además le paga a la empresa por hacerlo.

El proceso para despojar al docente de su materia de trabajo ha sido sistemático: se  desmantelaron los Centros de Maestros de carácter público donde se realizaba la formación continua; se reformó la escuela normal para quitarle el carácter humanista, para que el examen de ingreso al servicio docente se convirtiera en el perfil real de egreso del currículo y mediante la represión física e incluso la desaparición forzada de los alumnos se creó un clima de terror que provocó la caída estrepitosa de la matrícula estudiantil; se fortaleció el gasto público en evaluación como la guillotina de los derechos laborales y  el mecanismo de subjetivación de la mentalidad del maestro desposeído de autonomía cognitiva; por el contrario de la evaluación, la poca inversión pública en formación continua y la introducción de un sistema de incertidumbre laboral convirtió al profesor en un hiperconsumidor de cursos de capacitación chatarra que benefició a las universidades privadas. Todo lo anterior creó las condiciones para que los docentes no se apropien de su materia de trabajo ni desborden sus capacidades creativas, sino que se les prepara para la dependencia de mercancías cognitivas hechas externamente a sus vivencias cotidianas en el contexto escolar y para asimilar el lenguaje de la homogeneización cultural del capital.

Para enfrentar las formas de dominación del capitalismo cognitivo, los maestros deberán ir más allá de la lucha por sus derechos laborales: es necesario disputar el proyecto educativo, el lenguaje emergente que se produce en coyunturas de cambio, el currículo,  el conocimiento, la producción de saberes y significados para la vida, la aplicación de la ciencia en tecnologías alternativas y la presencia en los espacios virtuales para la educación; se trata en última instancia de la independencia cognitiva, de recuperar lo pedagógico ante el avance de la racionalidad economicista y de liberarnos en el territorio de la subjetividad cooptado por la psicopolítica del poder.

Trabajos citados

Aboites, H. (30 de agosto de 2016). Voces Normalistas. Obtenido de Voces Normalistas: http://vocesnormalistas.org/2016/08/30/evaluacion-100-anos-de-devastacion/

Antúnez, R. (15 de Diciembre de 2008). CLACSO. Obtenido de CLACSO: https://www.forbes.com.mx/las-5-personas-mas-ricas-del-2018/

Bonilla-Molina, L. (15 de agosto de 2016). OVE. Obtenido de OVE: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/139174

Bonilla-Molina, L. (3 de octubre de 2017). Rebelión. Obtenido de Rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233433

Bonilla-Molina, L. (29 de mayo de 2017). Síntesis. Obtenido de Síntesis: http://www.sintesis.com.ve/mundo-cabe-una-casa

Forbes. (28 de Marzo de 2018). Forbes. Obtenido de Forbes: https://www.forbes.com.mx/las-5-personas-mas-ricas-del-2018/

Hernández, L. (27 de marzo de 2012). Miss Amway y la evaluación universal. La Jornada.

Hernández, L. (2013). La cal(am)idad educativa y la resistencia magisterial. El Cotidiano, 5-25.

Hernández, L. (23 de agosto de 2016). La conexión regia de la reforma educativa. La Jornada.

INEGI. (2016). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. CDMX.

Jarquín, M. (25 de septiembre de 2018). Empresarios al asalto de la educación. (L. Hernández, Entrevistador)

Jarquín, M. (25 de agosto de 2018). Los secretos de Esteban Moctezuma . La Jornada.

Mejía, M. R. (2008). Maestros Gestores Pedagogías Críticas y Resistencias. Las Pedagogías Críticas en tiempos de Capitalismo Cognitivo, (pág. 27). Medellín. Obtenido de http://www.cepalforja.org/sistem/documentos/pedagogias_criticas.pdf

Moullier, B. Y. (2014). Capitalismo Cogniivo. Explotación de Segundo Grado. Hipertextos, 15-22.

OCDE. (2011). Establecimiento de un marco para la evaluación e incentivos docentes. Consideraciones para México. OCDE.

Rivera, Lucía; Guerra, Marcelino; González, Roberto. (5 de junio de 2018). Insurgencia Magisterial. Obtenido de Insurgencia Magisteria: http://insurgenciamagisterial.com/el-primero-es-gratis-multinacionales-en-la-autonomia-curricular/

[1] Luis Bonilla Molina define por complejo cultural industrial “a la red de instituciones y medios de prensa, televisión, radio, cine, digitales y construcción de discursos, que tienen como norte la producción de mercancías culturales para el modelamiento social, el control de las disidencias y la eliminación de narrativas que obstruyan la hegemonía ideológica del mundo capitalista”

[2] Según la OCDE, apostar a elevar el nivel de estudios de los maestros no ha traído mejores resultados en los alumnos, es mejor un sistema de cursos focalizados que sea acompañado de incentivos económicos.

[3] En el texto ¿qué es el complejo cultural industrial? arriba citado, Luis Bonilla-Molina explica cómo algunas de las mercancías del complejo industrial cultural “son en sí mismas instrumentos de guerra, usadas como disuasión, persuasión, simulación, distracción y atemorización suave”.

[4] Mauro Jarquín ha realizado una profunda investigación sobre las alianzas público privadas en la educación a través de su tesis Empresarios y Educación en el México Mundializado: el momento de la ciudadanía corporativa y la nueva derecha.

[5] En casi 40 años de neoliberalismo se han aplicado en México 120 millones de pruebas estandarizadas y no se ve ninguna mejoría en sus resultados.

[6] En la página electrónica de la Coordinación del Servicio Profesional Docente se instruyó a las entidades federativas para que emitieran convocatorias estatales para el ingreso al servicio docente abierto no sólo a las escuelas formadoras de maestros, sino también a todas las universidades públicas y privadas: http://servicioprofesionaldocente.sep.gob.mx/ba/ingreso_2016/ordinaria/

 

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Candelaria May: «Los mayas merecen espacios de dignidad»

19 Noviembre 2017/Fuente: La Jornada/Autor: Katia Rejón
El 4 de noviembre pasado el medio internacional AJ+ Español difundió en sus redes sociales un video de la escuela primaria Ignacio Allende del municipio de Dzitnup, Valladolid donde los niños asisten con ropa típica en lugar de uniforme, una iniciativa que la directora María Candelaria May Novelo propuso como una reivindicación de la identidad maya en la comunidad estudiantil. El video alcanzó más de 3 millones de reproducciones y 100 mil publicaciones compartidas.

Los niños, asegura la directora Candy, se sintieron muy contentos de que la gente conociera Dzitnup. La maestra Jessica Acosta agrega que las niñas y los niños platican acerca de los bordados y diseños de sus hipiles, son ropas que sus mamás o abuelitas les hacen y que se les dé un valor en la propia escuela, para ellas es muy importante.

“El reconocimiento del origen cultural de los alumnos en una escuela pública, que no pertenece al Sistema de Educación Indígena, no es un capricho. Los uniformes borran las singularidades, masifican. En cambio, la ropa típica dignifica al pueblo maya y cada uno es diferente, tiene su propio valor”, explica en entrevista May Novelo.

Obstáculos por parte de autoridades

La directora llegó a la escuela hace cinco años con el estigma del castigo. “Obtuve mi clave como directora en el 2006, en ese entonces estaba muy segura de vivir mi cultura maya porque pasé un proceso de reivindicación étnica a partir de mis estudios en interculturalidad, que me hicieron entender situaciones de vida en las que había sido víctima de discriminación y racismo”.

Menciona que atravesó una serie de obstáculos, debido a la ineptitud, corrupción y discriminación de autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y maestros. Mientras ella trataba de dirigir una escuela con base en el respeto a los derechos humanos y hacer su trabajo, el personal docente tenía prácticas inadecuadas como incumplimiento de horario, falta de voluntad, poca sensibilidad en los derechos humanos de sus alumnos o que se dividía el dinero de la cooperativa, decidió hacer lo posible por sacarla.

“Uno de los docentes en la primera escuela en específico, me persiguió en todos los colegios a donde iba y recuerdo que decía en los pasillos, para que yo lo escuchara: ‘mi directora es una huira’, por mi apellido. No pude trabajar en una escuela de Valladolid por el estigma que crearon en mi persona”.

Una vez en la escuela Ignacio Allende también fue presionada para salirse, debido a una maestra que le pidió permiso para ausentarse un año, mismo que se le negó. La maestra, cuyo nombre prefirió no mencionar, buscó apoyo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Valladolid para sacar a la directora, por lo que la retiraron de dos cursos escolares del plantel.

Un sueño hecho realidad

Al volver la directora a la primaria, la maestra decidió pedir un cambio y las propuestas de María Candelaria May comenzaron a hacerse realidad. La escuela tenía los peores indicadores de la zona, incluso padres que viven en la comunidad preferían llevar a sus hijos a Valladolid.

Lo primero que hizo fue reforestar el plantel. Padres de familia, vecinos, maestros, incluso personas, cuyos hijos no estudiaban en la escuela acudieron el primer sábado a plantar los árboles que hoy miden dos metros. May Novelo destaca que todo lo que se ha hecho ha sido posible gracias a los maestros, a su apertura y voluntad para tomar cursos fuera de su horario de trabajo y adoptar el proyecto integral para empoderar a los niños desde su reconocimiento cultural.

“Aquí traté de construir. Mis maestros y yo no somos mayahablantes, la mayoría de los niños, si no es que todos, sí lo son y tratamos de compensar eso invitando a personas como Patricia Martínez Huchim para venga a leerles en maya, a abuelos de la comunidad que vienen a contar historias o personas que les hablan de cosas como la milpa y las abejas. Los niños les dicen a sus papás ‘Me tienes que enseñar maya’”, afirma.

La biblioteca que antes estaba vacía y a la que no podían entrar los alumnos por temor a que “echaran a perder los libros”, ahora está revitalizada y ellos mismos tienen un sistema de préstamos para que puedan llevárselos a sus casas.

Le han preguntado antes si opina que el uso del hipil debería replicarse en las escuelas y responde: “es que no es así, no debe ser prescriptivo, tiene que ser parte de un convencimiento genuino de que la cultura maya merece tener espacios de dignidad”.

Los padres de familia tienen una vinculación importante con la escuela y las actividades de sus hijos, en muchas ocasiones las madres asisten también con hipiles a eventos escolares a partir de la iniciativa.

Esta acción forma parte de todo un plan de mejora a partir del diagnóstico que realizaron en la escuela, el cual arrojó al menos seis prioridades educativas: cultura maya e identidad étnica, derechos humanos, interculturalidad, diversidad familiar, pedagogía Freinet y educación ambiental.

Los niños de la escuela Ignacio Allende mantienen correspondencia interescolar con una escuela de Valladolid y otra de Carolina del Norte. Tienen un día de la ciencia, de los deportes, matemáticas, de la diversidad cultural. Asisten deportistas, científicos como Noboru Takeuchi, director del programa Ciencia Pública de la UNAM y personas de otros países que vienen a hablarles de su trabajo y cultura. Los maestros actualmente cursan un diplomado en oralidad maya, sus alumnos están pendientes de qué días van a clases de idioma maya y al día siguiente les preguntan a sus profesores ¿qué aprendiste ayer?

Fuente de la noticia: https://www.lajornadamaya.mx/2017-11-17/Los-mayas-merecen-espacios-de-dignidad–Candelaria-May
Fuente de la imagen: Fotos: Raúl Angulo Hernández
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La jaula neoliberal

Frei Betto

«El mercado se apropia de todo»

Al contrario del liberalismo, el neoliberalismo defiende la supremacía del mercado y la reducción del Estado a mero gestor de intereses corporativos privados. La democracia, entendida como participación popular, es un estorbo para el neoliberalismo. Como cierto general brasileño, no soporta «el olor del pueblo».

Ya en 1975, los autores del Informe Rockefeller, que enunció las bases de la Comisión Trilateral (Estados Unidos, Europa y Japón), se quejaban del «exceso de democracia» y admitían, sin ningún pudor, que solo funcionaría con cierto grado de apatía por parte de la población y desinterés de individuos y grupos.

Max Weber nos había advertido sobre la tiranía del mercado, que instaura en nuestras vidas -desde la subjetividad más íntima hasta la actividad política- la «jaula de hierro» de la que no resulta fácil librarse. El mercado se apropia de todo. Y le transfiere la culpa de sus males a la responsabilidad del Estado.

En la década de 1960, el hambre, la devastación ambiental, la corrupción, el desempleo, etc., se calificaban de (d)efectos del capitalismo. Hoy se atribuyen a la ineptitud del Estado. Él es el gran villano, responsable de todos los malestares sociales y económicos.

De ahí el apresuramiento para aprobar la reforma laboral propuesta por Temer, para hacer retroceder los derechos laborales duramente conquistados, anular el papel del Estado como árbitro de las cuestiones sociales y restringir los derechos de los trabajadores a las parcas concesiones patronales formalizadas en acuerdos privados.

El neoliberalismo es la nueva razón del mundo. Promueve el desmontaje de la democratización, en la misma medida en que favorece la formación de monopolios y oligopolios. Desde los bancos hasta los medios de comunicación. La pirámide social y cultural se estrecha cada vez más.

En el neoliberalismo impera la teología de la culpa. En teoría, el Dios Mercado les ofrece a todos iguales oportunidades. Si en la práctica reina una desigualdad brutal, la culpa es de quienes no han sabido evitar el propio fracaso…

Pregúntele a un ciudadano corriente qué es el neoliberalismo. Es probable que no le sepa responder. Pregúntele entonces qué cree de la vida, del país, del mundo. Sin duda expresará esa ideología del éxito individual y de la supremacía de unos sobre otros, que legitima todo tipo de prejuicios y discriminaciones.

Dos áreas en las que el neoliberalismo invierte sin tasa son la educación y la cultura. Los libros didácticos se someten a la lupa censora de lo que hoy se denomina Escuela Sin Partido. La cultura se reduce a mero entretenimiento.

Los medios masivos exaltan el mercado y execran al Estado. Si este favorece a la mayoría de la población, es populismo. La finalidad del Estado es facilitar el crecimiento de las grandes empresas y la elevación de los índices de la Bolsa de Valores, engordar a las corporaciones financieras y garantizar la seguridad del juego mercantil ante el descontento y, quizás, la revuelta de los excluidos de sus beneficios (huelgas, manifestaciones, etc.).

El neoliberalismo es una plaga que solo se puede combatir con un antídoto: el neosocialismo o ecosocialismo.

(Traducción de Esther Perez)

 


Fuente del Artículo:

http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2017/04/05/religion-iglesia-opinion-frei-betto-la-jaula-neoliberal-el-mercado-se-apropia-de-todo-neoliberalismo-neosocialismo-ecosocialismo.shtml

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