Una educación democrática

La República

En los espacios dedicados a la reflexión sobre la educación en el Perú, se discute bastante acerca de cuál debería ser el carácter de un curso de educación cívica. Este debate suele centrarse en la naturaleza de una pedagogía democrática, que permita forjar las virtudes morales y políticas del ciudadano y que se aporte a cada peruano un saber riguroso y útil acerca de sus leyes e instituciones. Ello, es claro, trasciende los cerrados límites de una asignatura que lleve ese nombre, refiriéndose más bien a un modelo educativo más pleno.

A continuación anotaré las principales características que, a mi juicio, encierra una Educación Democrática:

-Una educación democrática la entendemos como aquella que busca brindar a los estudiantes los elementos racionales y emotivos que permitan formar en ellos un sentido de comunidad política. Esto alude no solamente a la conciencia de coexistir en un mismo territorio, sino también a la conciencia de compartir una historia, de luces y sombras, sobre la cual es preciso discernir para orientar la comunidad hacia una vida social más democrática. Así pues, debemos conocer nuestras etapas autoritarias y democráticas, y apreciar aquellos períodos en los que se han valorado y ejercido las libertades políticas.

-Una educación democrática asume como punto de partida la idea de que cada individuo es un sujeto de derechos universales e inalienables, de modo que la vida, la libertad de conciencia, la búsqueda de la felicidad personal y la propiedad deben ser protegidas sin otra restricción que el respeto de los derechos de los demás. El Estado debe garantizar la vigencia de estos derechos, pero los ciudadanos deben saber que existe un sistema global de derechos humanos ante el que puede denunciarse al propio Estado si es que él amenazara los derechos fundamentales de las personas.

-Una educación democrática forma a los alumnos en el trato igualitario. Este principio supone presentar combate a toda especie de discriminación por razones de raza, cultura, creencias, condición social o económica, género y sexualidad. Una sociedad democrática constituye un hogar para todo ciudadano que cuente con un sentido de justicia.

-Una educación democrática promueve la comunicación honesta y rigurosa de todas las culturas que existen en el país. Se concentra en la necesidad de que el Estado genere políticas que permitan que el ciudadano pueda acceder a la justicia, la salud y la educación en su lengua originaria, para poder ejercer sus derechos a cabalidad. Nuestra sociedad es multicultural y multirreligiosa.

-Una educación democrática está comprometida con la justicia de género. Vivimos en una sociedad que a lo largo de su historia ha discriminado a las mujeres, confinándola al ámbito privado, o que le ha asignado un rol subordinado en la conducción de las instituciones. Una sociedad que asimismo ha marginado y estigmatizado a las minorías sexuales. Es preciso construir una cultura de respeto y tolerancia en este tema.

-Una educación democrática debe revalorar la acción política y recuperar la fe en la capacidad de transformación propia de los ciudadanos. Necesitamos renovar la política, actuando desde los partidos y desde la sociedad civil para modificar nuestras estructuras, costumbres y mentalidades referidas a lo público. La desesperanza sólo corroe nuestra vocación por el cambio social y político. Los peruanos podemos mejorar nuestra patria si decidimos actuar juntos en nombre de un propósito común.

Fuente del articulo: http://larepublica.pe/politica/1155184-una-educacion-democratica

Fuente de la imagen: http://3.bp.blogspot.com/-QJTsx5QJW7k/VJ1ahSu57RI/AA

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(VIDEO) México: Se cumplen dos años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa

México/septiembre de 2016/Aporrea

Un maestro una maestra, representan la esperanza en un mañana de justicia, democracia, libertad e igualdad de oportunidades. El 26 de septiembre del año 2014 cientos de jóvenes en Ayotzinapa alzaron su voz contra las políticas neoliberales que atacan al maestro(a), la profesión docente y sus instituciones de formación: las normales y los institutos pedagógicos.

Los gobiernos neoliberales atacan a la normales y los centros de formación de maestros en América Latina y el Caribe, porque los planes que impulsan el Fondo Monetario internacional, el Banco Mundial, la OCDE y el BID apuntan a la destrucción de la educación pública, la profesión docente, el concepto de escuela y, pugnan por arrebatar la inversión pública en educación para incorporarla al circuito de compra de chatarras tecnológicas de rápida obsolescencia que alimenta los circuitos de ganancia del capitalismo del siglo XXI. Contra ello se levantaron los muchachos de Ayotzinapa. Pero también para prepararse a conmemorar en la calle un aniversario más, de la Masacre de Tlatelolco ocurrida el 2 de Octubre de 1968. Años de luchas en los cuales la normal de Ayotzinapa es un símbolo de resistencia.

Al grito de Vivos se los llevaron, Vivos los Queremos la sociedad mexicana y su magisterio denuncian lo que pareciera constituirse en un crimen de Estado. A dos años de su desaparición, este 26 de septiembre recordaremos en cada rincón de nuestra América, que nos faltan 43 jóvenes maestros y que no nos detendremos hasta recuperarlos.

A continuación colocamos el video de una entrevista que el Dr. Luis Bonilla-Molina hiciera hace un año a cuatro de los padres de los jóvenes desaparecidos en Ayotzinapa. Un grito a la conciencia del magisterio y la ciudadanía continental.

Video de la entrevista:

https://youtu.be/zPNFZXgP3hc

Texto de la entrevista

Entrevistados(as): EPIFANIO ÁLVAREZ, BERNABÉ ABRAHAM, MARÍA CONCEPCIÓN TLALTEMPA y ARISTEO GONZÁLEZ padres y madres de los normalistas desaparecidos en México

Perfil de los Entrevistados(as):

Hace 11 meses el terror, el imperio de la fuerza y el desprecio por los derechos humanos se posó sobre Ayotzinapa. Cuarenta y tres (43) jóvenes normalistas que luchaban por una educación mejor y una sociedad más justa fueron desaparecidos en Ayotzinapa, México. Las conciencias del mundo al unísono expresaron su indignación ante este hecho. A pesar de ello, ya se cumplen 11 meses sin que se conozca su paradero.

La Procuraduría General de la República (PGR) de México intentó declararlos muertos sin ninguna prueba de ello y el Presidente Enrique Peña Nieto les pidió a los padres que pasaran la página, como si este fuera un evento político o social de superación declarativa. No obstante los padres y las madres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa no se han detenido en su peregrinar por México y por el mundo exigiendo justicia y la pronta aparición de sus hijos.

Entrevistar a los padres y madres de los jóvenes normalistas desaparecidos habría sido una tarea imposible de lograr sin el empeño, el compromiso y la solidaridad de Edgar Sánchez y el compañero Jesús Franco. Con Edgar Sánchez, militante revolucionario y secretario general del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) nos une una amistad de muchos años y a él le pedimos que nos ayudara a «hacer el puente» para poder entrevistar a los padres y madres de los desaparecidos de Ayotzinapa. Igual apoyo recibimos de Jesús Franco, militante del PRT y jubilado del sindicato de telefonistas. Fueron semanas de contacto y conversaciones, entre marchas, asambleas, giras internacionales, foros y acciones legales para poder obtener el material que hoy está en sus manos. Franco que suele estar presente en la mayoría de las actividades de los padres y madres fue determinante en lograr la entrevista.

Nos pareció importante incluirla en el ciclo de entrevistas sobre la reforma educativa mexicana porque en el momento de su desaparición, los jóvenes normalistas estaban luchando en las calles por una educación y una sociedad mejor. Su acción militante mostraba y muestra, una perspectiva de los maestros rurales y las normales rurales sobre la orientación de los cambios. Entrevistar al rostro de la tragedia expresado en la resistencia de los padres y madres fue una tarea que –debemos confesarlo- nos estremeció como docentes que somos a la mayoría del equipo de La Otra Mirada Educativa. Agradecemos a EPIFANIO ÁLVAREZ, BERNABÉ ABRAHAM, MARÍA CONCEPCIÓN TLALTEMPA y ARISTEO GONZÁLEZ por haber hecho un paréntesis en su lucha y mostrarnos el rostro vivo de la conciencia de un continente que lucha por un mundo mejor.

Entrevistador Luis Bonilla-Molina

Perfil del Entrevistador: Docente con 36 años de labor pedagógica. Coordinador de la Red Global/ Glocal por la calidad educativa

LUIS BONILLA–MOLINA: Bienvenidos y Bienvenidas todos y todas a este nuevo contacto internacional de La Otra Mirada Educativa. En ésta oportunidad tenemos un programa especial desde México, con cuatro de los hombres y mujeres que con su lucha, nos muestran un ejemplo de dignidad para todo el continente y el mundo.

Conversaremos en el día de hoy con cuatro de los padres y madres de los jóvenes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, hecho que desde la perspectiva de múltiples organizaciones constituye un crimen de Estado. Así ha sido denunciado por buena parte del movimiento pedagógico internacional, por organizaciones académicas como el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), la Sociedad Venezolana de Educación Comparada (SVEC) y múltiples organizaciones del magisterio y de los derechos humanos.

Bienvenidos y bienvenidas y muchas gracias por haber hecho un espacio en su lucha permanente por la verdad y por la justica. Gracias por acompañarnos en este contacto para que el magisterio de Venezuela y el magisterio de América Latina y el Caribe conozcan en detalle, su lucha, los inicios de ésta importante jornada que ustedes adelantan y las perspectivas que al respecto ustedes vislumbran en el futuro próximo.

Conversaremos en un primer momento con Epifanio Álvarez. Bienvenido Epifanio.

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Buenas tardes, soy papá de Jorge Álvarez Ramos.

LUIS BONILLA–MOLINA: Epifanio, cuéntanos de Jorge, de su lucha, de su vida cotidiana, ¿Quién era Jorge dentro de la perspectiva de construcción de una educación distinta en México?

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Jorge, estuvo estudiando su preparatoria en un poblado que se llama Tierra Colorada. Fue a hacer un examen en la Escuela Normalista de Ayotzinapa y en el primer año, el no pudo quedar porque la prueba es difícil. Regresó a casa y me dijo, no quedé, pero yo quiero hacer algo en este tiempo. Él sufre de sinusitis, el polvo le hace mal y por eso le duele la cabeza. Jorge me dijo, me voy a dedicar de lleno a tocar la guitarra y yo le dije, si hijo, hazlo y para el próximo año si tú puedes y quieres, vuelves a presentar tu prueba.

Él se compró una guitarra barata, empezó a tocar, a cantar y aprendió muy bien durante ese año; tocaba diferentes canciones. Es un muchacho muy inteligente, de verdad, yo lo admiro, no fuma, no tiene ningún vicio, es un muchacho muy responsable y cariñoso.

Yo soy campesino y trabajo en el campo. Cuando yo llegaba de trabajar, él me decía, papá, te voy a cantar las canciones que te gustan y yo me relajaba. En la tardecita me cantaba dos o tres canciones y ahora que voy a casa y llego, me acuerdo de todo eso y para nosotros como padres, es difícil. Es muy difícil estar en mi patio donde estábamos siempre juntos y no tenerlo a él. Eso es lo que te puedo decir de él, que es un muchacho muy bueno, no tiene vicios, toca muy bien la guitarra y siempre ha sido muy trabajador y responsable.

Ahora, con relación a lo que pasó, lo que nos avisaron, se puede decir que fue que el gobierno nos acribilló a los muchachos en los autobuses, dejando tres muchachos estudiantes y tres civiles muertos, caídos y cuarenta y tres desaparecidos. Nunca me imaginé que el mismo gobierno, fuera a desaparecer a nuestros hijos, porque de nuestros impuestos se les paga para que nos cuiden y cómo puede ser posible que ellos se los lleven y no nos digan en donde están.

Quiero decirle que para nosotros es muy difícil que el gobierno nos engañe. No tenían prueba con lo de Iguala, nos mienten, nos torturan, no solo a nosotros, a nuestras familias que están en casa, a mis padres, ellos sienten feo también, tienen corazón, no sólo nosotros como padres nos sentimos mal.

Desde un principio han tratado de engañarnos, porque gracias a los médicos Argentinos, no nos llevamos los cuerpos que estaban diciendo que eran de nuestros hijos. Si no hubieran venido ellos y no hubieran descartado que no fueran nuestros hijos, tal vez nos los hubiesen entregado y no supiéramos nada.

Gracias a que vinieron ellos, descartamos que no fueran nuestros hijos. Pero a pesar de ello nos siguieron diciendo lo del Basurero de Cocula, nos habían llamado y decían puras mentiras. Tenemos un equipo de padres, entre 6 u 8 de ellos, que siempre andamos en la búsqueda. Pero obtuvimos una Gendarmería, que sólo ha sido para la foto, solamente en las calles. Fuimos a muchos pueblos, Iguala, Guerrero, Cocula y a muchas búsquedas. Los gendarmes sólo fueron por las calles, nunca para el monte o a peinar un cerro. Se los llevaron, los tienen escondidos y el gobierno sabe dónde están, ya no nos quedan dudas, ya hemos buscado por diferentes partes. Estamos luchando, haciendo presión, queremos que la gente de otros países nos ayude a difundir, porque la verdad es que hemos sufrido demasiado.

Yo como campesino, dejé mis tierras, dejé mis cosechas; cuando pasó esto se hecho todo a perder, mi casa la abandoné, abandoné a mis demás hijos y aquí estamos de pie. Les decimos a todos esos países que nos escuchan, que nos miran, que aquí estamos y son ellos los que nos han mantenido de pie. Estamos juntos como padres, luchando por nuestros hijos y no vamos a parar.

La información que dieron los expertos, fue que encontraron ocho camisas que eran de los muchachos en el autobús. Dicen que las encontró la Procuraduría General de la República (PGR) desde un principio, en el primer o segundo día que pasó esto. Las encontraron y nunca han sacado nada. Eso también les echa a perder su plan, todo lo que ellos dicen son puras mentiras. No podemos irnos a nuestras casas dejando todo esto así; tenemos que llegar al final de la verdad y tenemos que llegar a saberla. Cómo padres no podíamos irnos y vivir con ese pensamiento, con esa rabia y con este coraje.

Yo no puedo vivir en mi casa, viendo las cosas de mi hijo, me da mucha tristeza y presión de estar ahí. No podemos estar así. Que pase lo que dios quiera, no tenemos miedo, eso lo repetimos, estamos de pie, estamos todos juntos y así seguiremos señor.

LUIS BONILLA–MOLINA: Epifanio, cuéntanos un poco del día de la desaparición. Jorge, salió de su casa, iba a clase, iba a una lucha concreta, ¿Qué pasó ese día? ¿Qué generó los disparos y la posterior desaparición de los muchachos?

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: La escuela se encuentra en la ciudad Tixtla de Guerrero y yo me encuentro a tres horas hacia el sur de donde está la escuela. Como eso es un internado él se fue desde un mes antes. El miércoles 23 de septiembre de 2014, fue el cumpleaños de Jorge; el 24 nos habló. Fue la última vez que nos habló, nos dijo que estaba bien, que estaba contento y que todo estaba cambiando. Muy contento estaba mi hijo.

Cuando pasaron estas cosas, yo estaba trabajando en el campo, llegué a mi casa y salió mi esposa y me dijo lo que había pasado y yo le dije vámonos y nos fuimos a Tixtla a saber de la realidad de esto. Cuando llegamos, nos dijeron que sí habían muertos, que habían muchachos heridos y que otros no estaban, no los encontraban. Nos dijeron que unos muchachos iban a llegar en la noche, ese 26, era sábado. Nos quedamos y nos dijimos: «-Quién quita que los muchachos lleguen acá-«. Estuvimos esperándolos en el portón de la escuela y llegaron como cinco, pero mi hijo no venía ahí y cuarenta y tres tampoco. Todavía dijimos: «-Si no están es porque los detuvieron y en alguna cárcel los van a tener-«. El día domingo nos reunimos todos los padres y nos fuimos en un autobús a buscar en la ciudad de Iguala. Estuvimos preguntando por todos lados, la radio, todo eso hicimos, pero no se encontró nada. No hubo nada y allí si nos sentimos tristes, tristes de todo, de esto que el gobierno nos hizo a nosotros.

Después se activó la búsqueda con el gobierno, con Gendarmería y otros. Habían como cuatro dependencias de gobiernos, donde fuimos, allí fue la primera búsquedas que hicimos. Ellos nos dijeron: «´-Ustedes padres, caminen adelante y nosotros los vamos a seguir-» y dije: «-¿Cómo?, si no tenemos las armas nosotros y yo ni conozco esta ciudad-«. Estaba claro que era una burla para nosotros, si yo supiera el terreno, yo llevo mi arma, «a toda madre». Fui a buscar y grité por el cerro, pero cómo puede ser que nosotros vamos a ir adelante y las armas atrás, eso no me gustó nada.

Había una casa de dos pisos, donde le dijimos al policía, esta casa está sospechosa. «-Te vas a subir a buscar-» nos dijeron y nosotros no podíamos subirnos. Lo que yo hice, fue agarrar otro muchacho compañero y lo subí como pude, a los dos pisos, para chequear y buscar arriba, pero no vio nada. Nosotros con la desesperación estábamos haciendo lo que podíamos. Esa es la información que yo tengo, hay mucho más, pero tendríamos que estar aquí más tiempo.

LUIS BONILLA–MOLINA: Para ir cerrando esta idea Epifanio, ustedes señalan que el responsable es el gobierno, ¿A quién se refieren? Cuando hay un gobierno municipal, hay un gobierno regional, que creo que está en manos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y un gobierno nacional de la mano del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pareciera desde afuera de México, que se pelotean la responsabilidad, uno respecto al otro. Para usted cuando habla de gobierno, ¿Quién es el responsable, el gobierno local, regional, nacional o todos de conjunto?

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Para nosotros al decir gobierno, nos estamos refiriendo a los policías municipales de Iguala, ellos fueron los que se llevaron a los muchachos en conjunto con los militares, según los testigos sobrevivientes quienes son los que han dicho eso. El gobierno tiene muchos policías que participaron, yo no entiendo, por qué no le sacan la verdad. Por qué el de arriba no dice: «-Me dices ya ¿Dónde están los muchachos y a dónde los entregaste?-» Ellos ya tienen más de 80 agarrados, ¿Por qué?, ¿Por qué no quieren decir? Porque somos pobres, pero estamos decididos a lo que venga y seguiremos luchando.

LUIS BONILLA–MOLINA: También contamos hoy, en La Otra Mirada Educativa con la presencia de Bernabé Abraham. Bienvenido, tu eres otro de los padres de los jóvenes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, ¿Cuál es tu hijo? ¿Cuál es el nombre de tú hijo? ¿Cuéntanos de él? ¿Quién es él en su vida cotidiana?

BERNABÉ ABRAHAM, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Buenas tardes, mi nombre es Bernabé y mi hijo se llama Adán Abraham de la Cruz. Los que llevamos a nuestros hijos para que estudien allí, somos puros campesinos. Mi hijo trabajaba en lo que yo le he enseñado, el cultivo del maíz y toda clase de verduras. Pero yo le dije que estudiara porque esto es pesado, entonces él fue Ayotzinapa, presentó y quedó.

El día 25 de septiembre del 2014, fue a casa, nos dijo que iban a tener una actividad, que iban a buscar unos autobuses porque el 02 de octubre se conmemora lo que sucedió en el año 1968 (La Matanza de Movimiento Estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco). Realmente fueron por esos autobuses, nunca se imaginaron que no iban a llegar, porque fueron atacados por policías municipales, estatales y federales. Nosotros pensamos, cómo es posible que a nuestros hijos, hijos de campesinos, que no tenemos el recurso para mandar a otras escuelas, pueda pasarles esto.

Entonces esto nos da coraje, sobre todo con el gobierno. Sabemos que fue el gobierno quien se los llevó y cuando nosotros hemos andado en la búsqueda con un grupo de padres de familia, nos dijeron que nuestros hijos estaban en una fosa, pero llegaron los peritos argentinos y dijeron que esos no eran nuestros hijos.

El 26 de enero de 2015, cuando hicimos la marcha aquí en México, dijeron que iban a cerrar el caso, porque había agarrado a unos delincuentes. Supuestamente, ellos participaron en los hechos donde se llevaron a nuestros hijos al Basurero de Cocula y allí los mataron, los quemaron y las cenizas la tiraron al río. Nosotros como padres de familia, fuimos el otro día a donde supuestamente dicen que los quemaron; fuimos y realmente lo que vimos es que no puede ser posible. Más que nada, porque ese día amaneció lloviendo recio, necesitarían mucha leña y combustible para quemar a 43. Además, nosotros como campesinos cuando quemamos el monte, para sembrar y hay piedras, las piedras revientan, se deshacen. Sin embargo allí estaban las piedras, donde supuestamente los quemaron, cómo puede ser posible que no se hayan deshecho. Sabemos que el gobierno nos está engañando y hasta la fecha no nos ha dado respuesta.

Nosotros hemos estado organizándonos, apenas nos reunimos con Osorio Chong, el Secretario de Gobierno y realmente no nos dan las respuestas. Nosotros les exigimos que los expertos que nos están apoyando se queden otros 6 meses, porque realmente todavía no se ha hecho la investigación como debe ser. Por eso estamos exigiendo que se queden, porque el gobierno no ha dado con el paradero de nuestros hijos, que se queden para poder llegar a saber la verdad y dar con el paradero de nuestros hijos.

LUIS BONILLA–MOLINA: Bernabé, Adán quería ser maestro, quería ser maestro rural, ¿Cuéntanos cómo veía el futuro de la educación? ¿Por qué decide ser maestro rural mexicano?

BERNABÉ ABRAHAM, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Esas escuelas son de campesinos y él tiene familia, tiene dos hijos, un niño de 8 años y una niña de 3 años. Él decidió seguir sus estudios para poder ayudar a su familia. Ya había quedado en la escuela para empezar su estudio. El día 20 de septiembre de ese año 2014, planeó casarse y nunca nos imaginamos por lo que iba a pasar ese día 26 de septiembre.

Nosotros seguimos luchando, yo sé que lo vamos a encontrar, nuestro corazón dice que están vivos los 43. Su hijo de 8 años se pone triste y a la vez se da ánimo. Nosotros le decimos, hijo estudia, para que cuando venga tu papá, vea que estas estudiando y también tengas una carrera. Él también quiere ir a la Escuela Normal, porque él quiere ser un ciudadano con consciencia, porque lo que le pasó a su papá, no puede ser posible. El 10 de febrero fue su cumpleaños y a unas personas le pidió una piñata de policías. Unos reporteros le preguntaron, «-¿Por qué la quería de policías?-» Él dijo: «-Al ver como ellos trataron a mi papá, yo también los quiero agarrar a palazos-«. Él ya tiene sus ideas, al ver lo que le pasó al papá quiere ser una persona luchadora.

LUIS BONILLA–MOLINA: Ahora hablaremos con Aristeo González quien tiene una doble tragedia. En su caso, son dos los hijos desaparecidos, quienes se encuentran dentro de los 43. Son los casos de José Luis González Parral y Dorian González Parral. Cuéntanos Aristeo de esa doble tragedia que te correspondió a ti.

ARISTEO GONZÁLEZ, PADRE DE DOS DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Si, son dos de mis hijos, José Luis González Parral y Dorian González Parral y como dice usted, es una doble tragedia. Sus deseos en la vida son estudiar, ser alguien en la vida, profesionistas, prepararse y ser alguien mejor y ayudar a la familia.

Los dos son inteligentes, mi hijo mayor fue peluquero, con solo mirar, dijo yo voy aprender y aprendió… y es un buen peluquero. También quería aprender a tocar la guitarra y yo le dije yo te enseño porque toco.

LUIS BONILLA–MOLINA: Aristeo, tú has participado en la lucha de los padres para que aparezcan los 43 jóvenes normalistas, ¿Cuál ha sido la respuesta de la sociedad mexicana en su conjunto? ¿Los han respaldado? Más allá de la posición del gobierno, ¿Han sentido ustedes que el pueblo mexicano los apoya? Cuéntanos.

ARISTEO GONZÁLEZ, PADRE DE DOS DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Si, nos han apoyado, como lo están haciendo ustedes y los de Centro América. Nosotros seguiremos en la lucha hasta encontrar nuestros hijos, dar con los paraderos de ellos, saber dónde están. Sabemos que es el gobierno, el Estado mexicano quien se los llevó y son ellos los que nos los deben entregar. Como decía un compañero: «-Aunque hayan sido militares, policías o de cualquier corporación, siguen siendo gobierno-«. Ahora dicen que fue junto con la delincuencia organizada, entonces nosotros nos preguntamos: «-¿Para qué el gobierno va a seguirle dando más vuelta? ¿Para qué van a incorporar otra gente?-«. Ellos mismos son los responsable aquí, son los tres niveles de gobiernos, no puede ser uno sólo.

Mi otro hijo, el más chico, no aprendió como el mayor, pero es muy inteligente con las letras. Ese le entra de lleno a los estudios, con lo que le dictaran sus profesores, pone el esfuerzo máximo, es muy inteligente ese chamaco.

Tenemos que encontrar a nuestros hijos, su madre está desesperada. Como decía el compañero, nosotros sentimos con el corazón que sí están vivos y el gobierno sabe dónde los tienen, porque el único que puede encontrarlos, es el gobierno.

LUIS BONILLA–MOLINA: Esta es una lucha de los padres y de las madres por la justicia, María Concepción Tlaltempa, es una de las madres que ha acompañado esta lucha. En su caso particular para que aparezca su hijo, Jesús Giovanni Rodríguez. Pero no es sólo su lucha, es la lucha de todos los padres juntos, para que aparezcan vivos, porque vivos se los llevaron. María Concepción, cuéntanos ¿Quién es Jesús Giovanni?, ¿De sus alegrías, de sus sueños y de sus esperanzas?

MARÍA CONCEPCIÓN TLALTEMPA, MADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Yo soy la mamá de Jesús Giovanni Rodríguez Tlaltempa, mi hijo es un chico decente, que no le gusta andar en la calle. Él se dedica al estudio, porque soy madre soltera. Él siempre se fijó en la familia y no tuvo apoyo del papá. Él me dijo: «-Mamá me voy a meter en una escuela aquí cerca de Tixtla, en Atliaca; una escuela que no es tan reconocida y allí voy a estudiar para ser médico-«. Estudió un año allí, pero después ya no le gustó, porque yo le daba pasaje a diario y yo me dedicaba a vender verduras y flores.

Un día, me dijo: «-No mamá, usted está gastando tanto y esa escuela después no la reconocen, para que vamos a seguir gastando dinero y luego no van a reconocer esa escuela-«. Le dije: «-Síguele hijo que algún día la van a reconocer-«. Le dije: «-Tranquilo, que a mí me gusta andar luchando-» y él me dijo: «-No, yo me voy a salir y me voy a meter a la Escuela de Ayotzinapa-«. Le dije: «-Bueno, lo dejo a tu consideración-«. Él me dijo: «-Yo no voy a sacar los papeles de allí, en caso que no me quede en Ayotzinapa, me regreso-«.

Entonces se quedaron los papeles en esa escuela y él se fue a hacerse el examen en Ayotzinapa. Él estaba contento, ya estaba ilusionado porque no quería andar sufriendo. Me decía: «-Mamá andar trabajando en el campo es una «joda muy dura». Mis tíos que tienen algo de trabajo y aparte familia, son maestros y trabajan en el campo. Yo voy a ser como mis tíos, que en el día tengo mi trabajo y en las tardes me voy a sembrar verduras y a sembrar lo que sea-«. Decía: «-Madre no quiero que se vaya solita por allá y le vaya a pasar algo-«. Yo le dije: «-Está bien hijo, porque además no tenemos apoyo de nadie-«. Entonces, así lo hizo el muchacho. Me decía: «-Así mamá además el dinero que me da a mí para mis pasajes, usted se lo puede dar a mis otros hermanos. Yo me meto en Ayotzinapa y ese dinero aprovéchelo para mis hermanos-«. Yo le dije que estaba bien.

Estaba muy contento porque quedó en Ayotzinapa. Me dijo: «-Mamá ahora no va a sufrir. Trabaje menos, sólo para mis hermanos, porque en mí ya no va a gastar tanto. Allí nos van a dar las tres comidas-«. Yo también estaba muy contenta porque allí estaría seguro mi hijo. Pero el Gobierno no quiere que nuestros hijos estudien; quieren que sean unos muchachos que no aprendan, que no tengan educación, digamos «unos niños burros». Pero el gobierno también es burro porque no entiende. El gobierno claramente dice que nuestros hijos están muertos. Nosotros nunca vamos aceptar eso, no hay pruebas, no hay evidencias de que nuestros hijos están muertos.

Si nos dan las pruebas que están muertos, nos vamos a las casa y ya. Mientras no haya evidencia, vamos a seguir hasta encontrar a los muchachos y vamos a seguir luchando hasta que aparezcan los 43.

LUIS BONILLA–MOLINA: María, los padres y las madres de los desaparecidos de Ayotzinapa evidentemente son hombre y mujeres de pueblo, trabajadores(as) y humildes. ¿Cómo han hecho estos meses para financiar la lucha, para viajar, movilizarse, para permanecer sobre todo juntos y evitar la dispersión? ¿Han contado con la solidaridad del pueblo, de las organizaciones sociales? ¿Cómo han hecho para mantener estos meses la lucha viva?

MARÍA CONCEPCIÓN TLALTEMPA, MADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Nosotros hemos seguido la lucha, gracias a las organizaciones, a la gente que nos apoya y se compadecen de nosotros, del dolor que estamos sufriendo como madres y padres de familia. Para comer ellos se quitan un peso de encima para dárnoslos a nosotros. Hemos visto señoras viejitas que se compadecen de nosotros y gracias a esa gente humilde, que tienen más necesidades económicamente que el gobierno, es que hemos podido mantenernos. El gobierno tiene el dinero y ¿Para qué le sirve? Sólo gracias a las organizaciones que nos están apoyando, hemos continuado.

LUIS BONILLA–MOLINA: Epifanio, nuevamente contigo. El gobierno del Presidente Peña Nieto, les pidió a ustedes que pasaran la página y aceptaran la realidad. ¿Qué responden ustedes a ese llamado del gobierno? ¿En un momento determinado aceptaran como un hecho, la desaparición definitiva de los jóvenes de Ayotzinapa?

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: En primer lugar, eso fue lo que dijo: que lo superáramos, que superáramos el dolor. Claro porque no es hijo de él, porque si fuera su hijo, yo creo, que si le preguntáramos nosotros si lo puede superar, sería otra su respuesta. Nosotros como padres, nunca vamos a superar esto, nosotros queremos a nuestros hijos y aquí estamos. Peña Nieto firmó 10 puntos en una minuta cuando nos reunimos con él y de eso no tenemos nada, absolutamente nada.

Aquí en este país no hay gobierno. Si hubiese gobierno, ya se hubiese acercado a nosotros y nos hubiese dicho: «-Padres de familia yo les voy ayudar, les diremos como están sus hijos, pero esto se va aclarar-«. Estamos acudiendo a otros países, ¿Qué necesidad hay de eso? para eso está el gobierno; para que haga su trabajo, para eso se le paga y qué necesidad tenemos nosotros de andar en otros países difundiendo todo, porque de aquí no sale nada para allá.

Tenemos que ir a otros países para que nos apoyen, nos ayuden y como dice aquí la compañera, amiga y madre de familia, no podemos aceptar que nuestros hijos estén muertos. Muchas personas nos dicen, apláquense, que sus hijos están muertos. Pero cómo podemos, si no hay pruebas señor, no hay pruebas científicas que avalen que nuestros hijos están muertos. Nosotros siempre se los pediremos, nuestros hijos vivos, porque así se los llevaron y así los queremos.

Nuestros hijos no son delincuentes, nuestros hijos son muchachos inocentes y estamos esperando para volverlos abrazar aquí. Les pedimos a todos los países, que nos escuchen, que sigan apoyándonos, como puedan; desde sus casas, desde donde estén, pero que nos apoyen, porque son 43 vidas de inocentes. Nos da mucha rabia que el mismo gobierno se los haya llevado, no nos los den hasta la fecha y sólo sabe dios por lo que estarán pasando. Esa es la desesperación de nosotros, los padres y madres.

LUIS BONILLA – MOLINA: Epifanio, ustedes en alguna oportunidad se han reunido con el Alto Gobierno, los ha recibido el Presidente de la República, el Director de la Secretaría de Educación Pública, ¿Quién los ha recibido a ustedes, para escuchar su planteamiento desde el alto gobierno de México?

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Una vez nos reunimos con el Presidente de la República y él se comprometió en 10 puntos en una minuta que él firmo y no se ha hecho nada, absolutamente nada. También nos hemos reunido con Osorio Chong, el Secretario de Gobierno, apenas hace una semana. Él se compromete a que los expertos van a continuar la investigación, no tiene caso que se vayan, ellos deben de culminar su trabajo, nadie deja un trabajo a la mitad, tienen que terminarlo.

LUIS BONILLA–MOLINA: ¿Cuál ha sido el respaldo que hasta ahora le han dado las organizaciones del magisterio, por ejemplo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes están en una lucha permanente contra la privatización de la educación? ¿Se han vinculado a la luchas de ustedes o están por separados, cada quién trabajando por su lado?

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: No. Pero ahora que vengo llegando de la caravana del norte desde Chihuahua y por 8 estados hacia el sur -apenas tenemos ocho días que regresamos- estamos viendo que la Coordinadora se está uniendo a nosotros y nosotros con ellos. Hay muchas organizaciones que se están uniendo, ya no solo somos nosotros, hay muchas demandas para el país, muchas.

Toda esa genta que se están uniendo a nosotros, todas las demandas tienen que pedirse, tienen que hacerse. Para nosotros son muy importantes esas organizaciones y la gente civil. Ya no estamos para seguir viendo tantas desapariciones y tantas muertes. Allá en Guerrero, ya uno no habla de otra cosa, que está, la cabeza para allá, que está, la mano para acá y hasta donde vamos a llegar con todo esto. ¿Dónde está el gobierno para impedirlo?, no hacen nada y cómo vamos a vivir así. Tenemos que hacer algo, tenemos que dar la cara y pelear con todo. Le hemos dicho a Osorio Chong: «-Nosotros somos campesinos, decidimos trabajar y mantener nuestras familias y ¿ahora qué hacemos? No vamos a dejar a nuestros hijos perdidos. Vamos hacer lo que sea por nuestros hijos, si es preciso dar la vida, la daremos por nuestros hijos-«.

El día 26 de agosto de 2015, se dio una gran marcha aquí, estuvimos en las embajadas, hubo mucha acción y todos hacia adelante. Se cumplen 11 meses de la desaparición de nuestros hijos, ya poco falta para el año. Mucho tiempo sin ver a nuestros seres queridos y sin poderle darles un abrazo. Por eso, es que estamos con mucha rabia señor, pero estamos de pie y seguiremos adelante.

LUIS BONILLA–MOLINA: Esta lucha pareciera que es parte, como tú lo señalas, de una lucha general, de una lucha para mejorar las condiciones de vida del pueblo mexicano, mejorar la calidad de la educación o la educación que recibe los sectores más pobres, ¿Así entienden ustedes la lucha? ¿La lucha por la aparición de los 43 muchachos de Ayotzinapa, está vinculada a luchas muy específicas del pueblo mexicano por unas condiciones de vida más dignas y justas?

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Claro, el país se ha saqueado. Todas las riquezas se las han llevado a otros países. Aquí los que están ricos, están cada vez más ricos y los que estamos pobres, cada vez estamos más pobres. Entonces a donde vamos a ir a parar ¿como esclavos? Tenemos que luchar por este país. Ahora, es cuando más nos compete como padres de los 43 y todo el pueblo mexicano está en la obligación de levantar la voz y de luchar por su país.

LUIS BONILLA–MOLINA: Bernabé, si te pidiéramos que les enviaras un mensaje a los estudiantes de educación de América Latina, un mensaje que expresara la lucha que ustedes están librando, ¿Cuál sería ese mensaje?

BERNABÉ ABRAHAM, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Más que nada, que se unieran a nuestra lucha, porque hoy le toco a nuestros hijos, mañana no queremos que sean ellos. Es lo que queremos que hagan, con consciencia, porque realmente aquí en México pasó esto y no queremos que vuelva a suceder. Que nos apoyen, se unan a nosotros y que luchen por su pueblo, porque donde quiera hay pobreza. Que analicen bien, porque los pobres somos los más perjudicados. Las reformas con los estudiantes, nos han perjudicado, porque aquí en Ayotzinapa no han mandados más recursos para el sostenimiento de la escuela, es por ello, que también se está luchando para que el gobierno, mande lo suficiente para que las escuelas sigan. Que luchen por su escuela y por su pueblo, porque nosotros queremos que nuestros hijos estudien.

LUIS BONILLA–MOLINA: Ustedes realizaron una marcha este 26 de agosto para conmemorar los 11 meses de esta lucha, 11 meses de dignidad, pidiendo que aparezcan los jóvenes desaparecidos, ¿Quienes más estuvieron involucrados en esta convocatoria, sectores del magisterio, de la sociedad, sindicatos o de los trabajadores? Cuéntenos un poco quiénes acompañaron está convocatoria a la marcha de este 26.

BERNABÉ ABRAHAM, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: En esta convocatoria, está el magisterio y organizaciones de varios estados que se están uniendo a nosotros. Se cumplen 11 meses de lucha y queremos saber, quiénes están con nosotros, ya que si el día de mañana se hace una marcha grande, podamos saber con quiénes contamos. Esperemos que no se cumpla el año, porque se hará algo más grande, porque ellos tienen que saber que aquí manda el pueblo, no ellos. Nosotros somos los que le pagamos a ellos para que nos cuiden, entonces no podemos permitir que nos quieran acabar porque somos pobres.

LUIS BONILLA–MOLINA: María Concepción, si te pidiéramos que le enviaras un mensaje a los maestros de América Latina, sobre su lucha, llamando la atención para que apoyen de manera más decidida. ¿Cuál sería ese mensaje, María Concepción?

MARÍA CONCEPCIÓN TLALTEMPA, MADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Yo les diría, que nos siguieran apoyando, sobre todo a nivel internacional. Que se unan en la lucha y no bajen, ya que el gobierno lo que quiere, es que bajen la lucha, para poder reírse de nosotros y decir: ya no hace ruido esa gente.

LUIS BONILLA–MOLINA: Aristeo, tu dos hijos desaparecidos, ¿Cuándo reaparezcan los acompañarías de nuevo a las Escuela de Ayotzinapa para que sigan estudiando y construir una sociedad más justa y solidaria en México?

ARISTEO GONZÁLEZ, PADRE DE DOS DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Si, los acompañaría para cumplir sus sueños de ser profesionista y de esa forma yo los apoyaría.

LUIS BONILLA–MOLINA: Epifanio, para ir cerrando este primer contacto internacional de La Otra Mirada Educativa, nos gustaría que les dieras un mensaje a todos los maestros, maestras, estudiantes y al pueblo en general de América Latina y el Caribe, que los ve a ustedes con mucho respeto, con mucha admiración, porque han levantado las banderas de la dignidad de nuestro continente, contra cualquier tipo de violación de los derechos humanos y por supuesto respecto a la violación del derecho a la educación. ¿Cuál sería ese mensaje, para quienes los siguen con mucho respeto, con mucha admiración, pero que también quieren expresar de una u otra forma la solidaridad con esta lucha que ustedes adelantan?

EPIFANIO ÁLVAREZ, PADRE DE UNO DE LOS 43 DESAPARECIDOS EN AYOTZINAPA: Bueno, primero que nada, nosotros como padres queremos decirles a todos esos países y a todos esos muchachos que tienen consciencia, que están con nosotros y que piensan en nuestro dolor, que allá, en donde están, no dejen de difundir todo esto que está pasando aquí. Que toda la gente, se dé cuenta que no estamos aquí por gusto, nos han obligado. Estamos por la necesidad de recuperar a nuestros hijos y así lo tenemos que gritar. Estamos muy agradecidos con todos esos países que han difundido noticias.

Hemos visto cuando este señor presidente llega ir a otros países, como le gritan, lo que la gente le dice. Porque la gente se está dando cuenta y a esa gente que está con nosotros le agradecemos de corazón todo lo que hacen. Le pedimos que no dejen de luchar, porque son 43 vidas inocentes de muchachos y niños. Los invitamos a que sigan con nosotros y nos sigan apoyando donde estén, nosotros no paramos esta lucha.

Como padres no nos vendemos con nadie, porque son nuestros hijos, jamás los venderíamos, jamás recibiríamos dinero por nuestros hijos. Prefiero seguir pobre como he sido, pero con la cara en alto.

Queremos darle las gracias a usted Señor Luis Bonilla-Molina, que nos hizo esta gran invitación. Para nosotros es muy importante que nos haya invitado para esto, para que la gente se entere de lo que estamos viviendo en estos 11 meses y agradecerle infinitamente por su invitación. Que dios lo bendiga y seguiremos luchando hasta la victoria siempre.

LUIS BONILLA–MOLINA: Hoy conversamos en La Otra Mirada Educativa desde la ciudad de México D.F. con cuatro de los padres y madres de los 43 jóvenes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Su lucha, es nuestra lucha. La lucha de ustedes por una educación y una justicia digna, que sea capaz de entender el clamor de un pueblo, es la lucha de todo el continente nuestro americano, que sueña con un mundo de justicia, de solidaridad e igualdad.

América Latina y el Caribe, los ve a ustedes con mucha admiración y respeto. Desde cada una de las humildes posiciones del magisterio latinoamericano, les decimos, sigan adelante, cuentan con nuestro apoyo, en la medida de nuestras posibilidades les apoyaremos, para lograr la conquista de la lucha que ustedes vienen emprendiendo.

Adelante, para nosotros desde La Otra Mirada Educativa y para el magisterio que nos acompaña en esta labor de indagación sobre las reformas educativas internacionales, es motivo de interés y orgullo el poder haber conversado hoy con ustedes y de divulgar desde nuestras humildes perspectivas la lucha que ustedes llevan. Con nosotros y con este programa, ustedes pueden contar para divulgar cada una de las acciones que hagan en el futuro. Trataremos de hacer un nuevo contacto con ustedes en los próximos meses, para seguir difundiendo lo que ustedes hagan de aquí a finales de año. Pueden estar seguros que la lucha de ustedes, es la lucha por la dignidad de nuestra América.

Muchísimas gracias

Fuente:

http://www.aporrea.org/internacionales/n297331.html

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/W7GuwJ2cL7EQ4wYcIJfP9PjcK37dRjf_KxvypuTTlZJ1tmhFgBfnQTojOOAuwRiHaol8XQ=s128

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