Para una universidad en defensa de la humanidad

Por: Fernando Buen Abad Dominguez

Pasar a la ofensiva (liderar una vanguardia) es, también, un desafío epistemológico y gnoseológico. Eso puede asumirse responsablemente con una organización impulsada para la investigación, producción y democratización del conocimiento humanista socialmente producido: una universidad de nuevo género… sin burocracias. Hace mucha falta impulsar un motor de principios humanistas sistematizados, y en pie de lucha, contra todas las degradaciones que el capitalismo nos impone en su fase imperial. Hace mucha falta impulsar una universidad humanista de nuevo género que sirva de instrumento para intervenir en todas las agendas de nuestro tiempo. Superar la crisis de dirección revolucionaria.

Hace falta un modelo de universidad distinto, comprometido con las luchas sociales emancipadoras y no con diletancias “escolásticas”, sino con escalones científicos para ascender a la praxis dignificante. Universidad abierta a su tiempo, capaz de armar un cuadro combativo de cátedras y módulos, con agendas escogidas, por urgencia y jerarquía, en la resolución de los problemas prácticos y teóricos de nuestros pueblos. Cátedras dinámicas para homenajear a los fundamentos y a los fundadores de nuestras revoluciones sociales.

Tenemos que exigirnos una “cultura general” solvente, descolonizada, multidisciplinaria y exhaustiva, para ascender a la práctica de transformar al mundo cotidianamente, y eso no es un capricho “intelectual”, es un imperativo ético-revolucionario. Contamos con ejes teórico-metodológicos correctos y con ejemplos clave. Eso puede articularse en una universidad para todos y, especialmente para la juventud, con (por ejemplo) 10 cátedras: 1) historia de las revoluciones; 2) historia de la praxis humanista; 3) grandes libertadores; 4) comunicación y cultura para la emancipación; 5) economía soberana. 6) arte y poder creador. 7) filosofía, ética y moral de la lucha y luchas de la filosofía; 8) pueblo soldado. Los ejércitos del pueblo; 9) descolonización económica, intelectual, de género y de diversidades; 10) grandes escenarios para la unidad de los pueblos. Piénsese como ejemplo. No sería difícil contar con profesores, bibliografía ni materiales didácticos. Un consejo académico de expertos. Una sede en plataforma digital muy accesible. Un plan de comunicación propio. Considérese como propuesta.

No hay defensa de la humanidad que valga si nos contentamos con fraseología sin formación sistemática, si son sólo “buenos propósitos”. Hay que disputar el “sentido” en todos los campos del conocimiento donde se expresa la lucha de clases en las escalas prácticas y simbólicas. La defensa de la humanidad no puede realizarse por intuiciones de coyuntura, sólo con enunciados o declaraciones públicas… hay que ir a la médula del pensamiento y cultivarla ahí, en clave revolucionaria. Disputar la riqueza de la pedagogía y la didáctica de la “batalla de las ideas” y perfeccionarla hasta que se despoje de todo riesgo de individualismo y pase a ser carne en las luchas sociales evolucionada por las propias luchas, como herramienta, por ejemplo, contra el nazi-fascismo que merodea aún en nuestros tiempos.

Eso también debe ser el cometido de una universidad para la defensa de la humanidad que incluya a los pueblos originarios, a los obreros, a los campesinos… y contribuya a una realidad intelectual que determine la conciencia sobre los derechos humanos. Es imprescindible una universidad para la defensa de la humanidad revisada con la óptica y el escrutinio que interpela el carácter individualista de los derechos, contrastándolo con su carácter social ineludible y por definición político. Universidad en debate obligatorio, con sus asignaturas históricas, con una consonancia geosemiótica, en la que se haga cualidad el poder crítico de los conocimientos y se haga visible la necesidad de una educación humanista revolucionaria capaz de transformar al humanismo.

Universidad imprescindible que recorra, con detalle, el universo de las luchas emancipadoras que son cajas de resonancia semántica de donde debe abrevar toda currícula y todo postulado cuya pretensión ascienda a la generalidad de los seres humanos, y a la solución de los problemas históricos en plena praxis transformadora. Universidad, que significa aquí, trabajo teórico-práctico para intervenir de manera diversa y dinámica en la dialéctica del sentido, las leyes generales de su desarrollo, y en cada territorio del saber y de la acción. Universidad compleja e interconectada con los contenidos con que se organiza la conducta cotidiana de los pueblos, sus basamentos filosóficos y sus expresiones morales y éticas. Pasar de lo deseable a lo posible y a lo realizable. Como propuso, alguna vez, Adolfo Sánchez Vázquez, entre otros.

Universidad para la defensa de la humanidad precedida de un conjunto de saberes sobre la realidad y sobre lo que se pretende en el futuro, enraizada en la necesidad de caracterizar, también, los modos de producción de sentido y las relaciones de producción de sentido, en las condiciones concretas en que se desarrolla. No se trata de una universidad esotérica para hacer, todavía más, incomprensible la responsabilidad de combatir a la ideología de la clase dominante. Se trata, por el contrario, de una universidad capaz de enriquecer un instrumental de acción o de praxis científica para facilitar su ascenso en las realidades concretas de cada pueblo.

Todas las tareas que sean necesarias en una universidad en defensa de la humanidad es un reto de urgencia crítica que compromete, de manera multidisciplinaria, a quien pretenda contribuir a orientar las luchas emancipatorias para construir un humanismo sin formas dogmáticas, mecanicista o esquemático, sino para revolucionar al humanismo con herramientas que de nuestros pueblos que miran, con esperanza el derecho a la educación, la nutrición, el trabajo, la vivienda y la cultura emancipada. El derecho a vivir viviendo y no sobreviviendo en las condiciones inmorales en que se vive bajo el capitalismo. Una universidad para la defensa de la humanidad implica combatir el ilusionismo filantrópico con una educación de acción concreta contra las sociedades divididas en clases, donde reine la justicia social, el derecho y la felicidad y contra el modo de producción dominante y de las relaciones de producción alienantes. Sus medios y sus modos.

* Filósofo y director del Instituto de Cultura y Comunicación y Centro Sean MacBride, Universidad Nacional de Lanús.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/06/11/politica/para-una-universidad-en-defensa-de-la-humanidad/

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Repensar a HE para servir a la igualdad y la sostenibilidad

Por Uninversityworldnews/Wachira Kigotho

La iniciativa ‘Futures of Education’, respaldada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, ha pedido la democratización del conocimiento y un claro compromiso de las instituciones de educación superior y productoras de conocimiento con una agenda que valore principalmente la igualdad y la sostenibilidad.

En su primer informe , Humanistic Futures of Learning: Perspectives de los presidentes de la UNESCO y de las redes UNITWIN , la comisión internacional que encabeza la agenda de Futures of Education declaró que es necesario realizar reformas en la educación superior para responder a una situación compleja, diversificada y tecnológica. Futuro intensivo.

Lanzado en 1992, el Programa de Cátedras UNITWIN / UNESCO promueve la cooperación internacional interuniversitaria y la creación de redes para mejorar las capacidades institucionales a través del intercambio de conocimientos y el trabajo colaborativo. Compuesta por más de 800 instituciones y afiliados, la red global es un recurso esencial para la generación y movilización de conocimiento interdisciplinario.

El informe, lanzado el 28 de enero en París, es aparentemente un llamado urgente para que las comunidades globales vuelvan a imaginar cómo los sistemas de conocimiento y aprendizaje pueden contribuir al bien común del público. Representa la primera aportación comisariada presentada a la Comisión Internacional sobre el Futuro de la Educación, presidida por el presidente etíope Sahle-Work Zewde.

«El nuevo pensamiento requerirá un fuerte compromiso de las instituciones con una agenda que valore principalmente la igualdad social y el progreso económico para todos», dijo Marisa Alvarez en un capítulo del informe. Álvarez es profesor de ciencias políticas y estudios de educación en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, la universidad argentina que alberga la cátedra UNESCO de educación y futuro en América Latina.

Comercialización de universidades

El informe critica a la universidad actual del siglo XXI por estar altamente comercializada, una tendencia que ha alentado la privatización y la comercialización de la educación superior. «En términos prácticos, esto significa que, en la mayoría de los casos, los productos educativos solo están disponibles para quienes tienen recursos para comprarlos», dijeron Álvarez y sus asociados, que incluyen a Norberto Fernández Lamarra, Pablo García y Cristian Pérez Centeno.

Según Stefania Giannini, subdirectora general de educación de la UNESCO, el objetivo principal de la iniciativa Futures of Education es abogar por un enfoque humanista de la educación y el desarrollo.

Con este objetivo, el sistema de aprendizaje se basará en una agenda de cinco puntos que comprende cultura y medio ambiente; repensar los sistemas de aprendizaje; conocimiento y transformación; ciencia, tecnología e innovación, así como ciudadanía responsable.

«Prevemos una visión que reconoce la diversidad de los sistemas de conocimiento, las cosmovisiones y las concepciones del bienestar, al tiempo que reafirma los valores universales compartidos», dijo Giannini.

Sistemas de conocimiento tradicional.

Lewis Ngesu, profesor asociado de sociología de la educación en la Universidad de Nairobi en Kenia, dijo que el debate sobre la nueva dirección de la educación es oportuno ya que los nuevos enfoques de aprendizaje ampliarían la diversidad del conocimiento y corregirían las desigualdades existentes.

«Por ejemplo, aquí en África Oriental, nos gustaría ver universidades aprovechando los sistemas de conocimiento tradicionales que fueron descuidados y descartados durante los días coloniales», dijo Ngesu.

Argumentó que dicha diversidad debería extenderse más allá del aprendizaje en instituciones terciarias en la medida en que la mayoría de los idiomas africanos y el conocimiento indígena deberían usarse para aumentar el contenido en Internet.

«Al igual que el colonialismo ha seguido impactando en la educación superior en la mayoría de los países de África, es probable que las desigualdades en el conocimiento digital creen bases estructurales negativas entre las sociedades que pueden no lograr un progreso suficiente en la cuarta revolución industrial», dijo Ngesu.

La preocupación es real porque el informe hace un llamado a la democracia del conocimiento, instando a las tradiciones orales del conocimiento a integrarse creativamente con el aprendizaje de los textos escritos.

«Las herramientas cognitivas del pensamiento pueden combinarse a la perfección con métodos afectivos basados ​​en el arte, así como con la práctica de habilidades», dijeron el profesor Budd Hall y el Dr. Rajesh Tandon, co-titulares de la cátedra UNESCO de investigación comunitaria y responsabilidad social en educación más alta.

Contribuyendo al debate sobre si las universidades deberían tener una gran parte de sus estudiantes estudiando para asignaturas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas y solo un pequeño número de estudiantes de ciencias sociales, el informe decía lo siguiente: «Es un gran confunde que el apoyo financiero para las humanidades en la educación superior se está agotando progresivamente «.

Capitalismo

Según la profesora Sara Beatriz Guardia, presidenta de la UNESCO en patrimonio cultural y turismo sostenible de la Universidad de San Martín de Porres en Perú, el capitalismo moderno ha creado una sociedad competitiva en la que todos deben luchar para sobrevivir y se le da poca importancia a la comunidad. En su evaluación, Guardia cree que la misión de la educación superior ha sido corrompida por los valores del mercado y ha llegado el momento de revertir la situación.

El punto de venta de la iniciativa Futures of Education es darse cuenta de que la mayoría de las universidades son elitistas y se han alejado mucho de la vida de la gente común que las rodea.

Al pedir una universidad intelectual pública mundial para el siglo XXI, el profesor Carlos Alberto Torres, presidente de la UNESCO en aprendizaje global y educación para la ciudadanía global, señaló que actualmente se están realizando muchas investigaciones con el objetivo final de obtener ganancias y prestigio.

Un nuevo papel para las universidades.

Tiekie Barnard, directora ejecutiva de la Iniciativa Shared Value Africa, con sede en Johannesburgo, dice que las universidades tienen la responsabilidad de crear una relación simbiótica entre ellos, las empresas y la sociedad.

«Es responsabilidad de las universidades y las comunidades empresariales crear un futuro mejor para las generaciones venideras», dijo Barnard el 31 de enero cuando se dirigió a los delegados que asistieron al lanzamiento de una asociación de valor compartido entre su organización, Strathmore University Business School y varios empresas líderes en Nairobi.

Como muestra de despedida, la UNESCO recuerda a las universidades que el planeta se está volviendo más frágil a medida que las desigualdades persistentes, la fragmentación social, el extremismo político y la explotación insostenible de los recursos naturales han llevado a muchas sociedades al borde de la crisis.

Pero lo que no está claro es si las universidades están listas para reformas que puedan impulsar una agenda de valores humanistas en un mundo que se dedica a una competencia permanente y arriesgada en todas las esferas de la vida.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20200206160753660

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Biblioteca

Uruguay: “No hemos democratizado el acceso al conocimiento”

Nota originalmente publicada en el Portal Cientochenta de Uruguay

Uruguay logró democratizar el ingreso a la Educación, pero no logró democratizar el conocimiento. Esta fue de las conclusiones de la presidenta del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd), Alex Mazzei, al presentar el informe sobre el estado de la educación en Uruguay.

Mazzei dijo que a pesar de algunas mejoras, se mantiene la desigualdad. “Cuando nosotros miramos todos los resultados en el sistema educativo nos sigue marcando mucho un tema que tiene que ver con la inequidad en los aprendizajes de los jóvenes. Si bien hemos democratizado el ingreso no hemos democratizado el acceso al conocimiento. Si miramos aquellos jóvenes que fracasan o que tiene extraedad, en su mayoría pertenecen a los sectores más desfavorecidos”, afirmó Mazzei.

«El sistema de elección de horas, además de generar problemas en la continuidad, también genera problemas en la distribución de los recursos del sistema para tratar desigual a los que son desiguales».
—Cayota (INEEd)

Los salarios docentes en Secundaria son más altos a medida que el grado del docente es más alto y los docentes de mayor grado se concentran en los centros menos vulnerables.

El informe del INEEd dice que “el sistema no está logrando volcar más recursos salariales a los centros con mayor vulnerabilidad”.

No toquen nada habló con uno de los integrantes de la Comisión Directiva del INEEd, el profesor Pablo Cayota, que dijo que el sistema de elección de horas necesita cambiar la forma de distribución de sus recursos.

“Quedó demostrado que el sistema de elección de horas, además de generar problemas en la continuidad, también genera problemas en la distribución de los recursos del sistema para tratar desigual a los que son desiguales. Hoy el sistema educativo tiene que revertir recursos de raíz para redistribuirlos e invertir más en aquellos que más lo necesitan”, sostuvo Cayota.

La asistencia en adolescentes de entre 15 y 17 años aumentó pero el patrón no cambia: es menor la proporción de asistentes entre los de menores ingresos que entre los de ingresos medios y altos. O sea, mejoran todos, pero la brecha no se achica.

«No es nada nuevo, lo sabemos desde el noventa y sigue así. Ese es el principal problema”.
—Haretche (INNEd)

La directora del Área Técnica del INEEd, Carmen Haretche, dijo que no es una situación nueva pero lejos de implicar una excusa, representa un agravante.

“A medida que aumenta el contexto, aumenta el desempeño. Esto es una importante medida de inequidad. ¿Por qué es relevante que decimos que no es nada nuevo? Justamente por eso. No es nada nuevo, lo sabemos desde el noventa y sigue así. Ese es el principal problema”, afirmó.

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México: Democratización del conocimiento, reto de universidades latinoamericanas

México/27 de Noviembre de 2017/La Vanguardia

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas obligarán a las universidades latinoamericanas a transformar sus políticas educativas, democratizar el conocimiento e impulsar la cooperación, afirmó hoy el expresidente dominicano Leonel Fernández (2004-2012).

Durante el discurso inaugural de la Conferencia Internacional de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), que se desarrolla en Guadalajara (oeste de México) hasta el 24 de noviembre, Fernández afirmó que uno de los retos para 2030 es hacer frente a la creciente demanda educativa que traerá consigo «una redefinición de los contenidos curriculares».

La masificación de la educación obligará a dejar atrás la idea de las «universidades de élite» para dar paso a un acceso universal a la enseñanza que responda al crecimiento demográfico y a la migración de los jóvenes desde las zonas rurales a las ciudades, sostuvo el también presidente de la Fundación Unión Europea-América Latina y el Caribe.

Fernández dijo que para 2025 se espera que haya 262 millones de estudiantes universitarios en el mundo, 112 millones más que en 2010. En América Latina y el Caribe se prevé que para ese mismo año las universidades alberguen entre 32 y 35 millones de estudiantes.

Esta creciente demanda obligará a las instituciones públicas a pensar en nuevos patrones de financiamiento pues «el Estado por sí solo ya no podrá cubrir los gastos derivados de esa masificación».

«Por tanto, habrá que esperar un incremento en el número de universidades privadas» y mayor cantidad de escuelas y centros de adiestramiento para el empleo y de enseñanza tecnológica, apuntó.

El exmandatario recordó que las instituciones latinoamericanas no figuran en la clasificación mundial de universidades de prestigio. La más destacada es la Universidad de Sao Paulo, en Brasil, la primera en América Latina pero que se ubica en el sitio 138 mundial.

«Tenemos universidades de rango medio y, por tanto, una meta a futuro para cumplir plenamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible es cómo lograr universidades de clase mundial», añadió Leonel Fernández.

Consideró que las instituciones de educación superior en el continente americano deben aprovechar la tendencia de la globalización que apunta a una mayor movilidad estudiantil, diseñando programas académicos mediante campus virtuales que combinen las modalidades presencial y en línea, y alentando a sus estudiantes, docentes e investigadores a realizar intercambios.

Y sostuvo que las universidades no deben temer a la fuga de cerebros, pues una de las tendencias para los próximos años es el concepto de «cerebro circular», que favorecerá que los alumnos salgan a estudiar un posgrado y regresen a su lugar de origen, pero sigan participando en eventos, proyectos y actividades profesionales en otros países.

Ello les permite nutrirse, crear redes y conocer nuevas fuentes bibliográficas para volver a su país más motivados para hacer su trabajo, afirmó.

Fernández pronosticó que la sociedad del conocimiento llevará a las instituciones educativas a un modelo de «universidad al desarrollo», vinculada a las empresas para generar riqueza con un impacto social, de manera que se convierta en «un eje al servicio del desarrollo».

La Conferencia Internacional Anuies reúne a decenas de rectores, directores, docentes, investigadores y especialistas en educación superior de instituciones educativas de México y de otros países de América Latina para discutir acerca de los retos y posibles alianzas para el desarrollo sostenible.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20171123/433093073230/democratizacion-del-conocimiento-reto-de-universidades-latinoamericanas.html

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