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México: La hazaña de ser niña indígena y estudiar en la Tarahumara

América del Norte/Mexico/elpais.com

En la sierra de Chihuahua, en México, 96 niñas rarámuri viven en el ‘tewecado’, su escuela. En esta pobre y aislada región, los internados son la única forma de estudiar y comer tres veces al día encuentran en el camino. Los pequeños siguen en lo suyo, los sicarios también. A mitad de enero, el sol de la sierra Tarahumara calienta el pequeño pueblo de Cerocahui, perteneciente al municipio de Urique. La localidad, de 1.600 habitantes, se extiende con sus casas de techos de lámina entre montañas y cerros. Recién terminó la jornada en el tewecado Santa María de Guadalupe, una de las dos escuelas primarias del pueblo. No todos los alumnos vuelven a casa esta tarde: 96 niñas permanecen dentro; la escuela también es su hogar.

En la Tarahumara habitan los rarámuri, el pueblo indígena más numeroso en el estado de Chihuahua. Según los últimos datos oficiales, de 2015, en México hay alrededor de 74.000 personas de esta etnia. En los indicadores de bienestar, este grupo resulta desfavorecido, y la educación es uno de los aspectos más alarmantes. El 43% de esta población es analfabeta y uno de cada tres niños entre seis y 14 años no asiste a la escuela. En un territorio escasamente poblado, muchos caminan durante horas para llegar al centro de estudio más cercano. Para facilitar la asistencia académica, existen en la sierra escuelas internado en las que los alumnos viven.

Caminando a la escuela

Conforme terminan las clases, las niñas se dirigen al guardarropa y cambian el uniforme por sus faldas o vestidos de colores, propios de su vestimenta tradicional. La madre superiora Begonia Sáenz, directora del tewecado, recorre el patio. Tencha corre a abrazarla. Con apenas cuatro años, es la más pequeña y, al igual que sus compañeras, es rarámuri. Rarámuris significa “los de los pies ligeros”, y en México son conocidos por recorrer largas distancias caminando, calzados con sandalias fabricadas con neumáticos usados.

Parte de la población rarámuri vive alejada de centros urbanos y el transporte público es casi inexistente en sus territorios. Además, al ser un área de siembra y trasiego de marihuana y amapola, hay una importante presencia de narcotraficantes que vigilan y controlan la región. En este contexto de violencia y pobreza, las opciones son vivir en la escuela o no acudir a ella. “Si algunas de ellas no estudiaran en el internado, no estudiarían. Sería ideal que las niñas estuvieran con su familia, pero al no tener los medios para salir adelante, el internado se convierte en un ayudante” explica la directora.

Doña Eustolia, de 87 años, pertenece a la primera generación de niñas del tewecado. Es la persona más vieja en Cerocahui.
Doña Eustolia, de 87 años, pertenece a la primera generación de niñas del tewecado. Es la persona más vieja en Cerocahui. PAU GONZÁLEZ
Desde el patio se ve un cerro, con una pequeña casa frente a la cual está parada una anciana. La madre Begonia la saluda con un ademán: “Es la señora Eustolia, la primera interna del tewecado”.

Recuerdos de Cerocahui

Si alguien conserva recuerdos de los primeros días del internado, que se remontan a los años cuarenta del siglo pasado, es doña Eustolia, que con 88 años es la persona más vieja del pueblo. De madre indígena y padre mestizo, formó parte de la primera generación de niñas educadas en Cerocahui. Sobre aquellos años, rememora: “era una pobreza espantosa. El rico estaba re-pobre también, andaban hasta en calzoncillos, imagínense a los ricos en puro calzón de manta”.

En 1940, el padre jesuita Andrés Lara fundó el tewecado, que en rarámuri significa hogar de niñas. Doña Eustolia recuerda que los religiosos llegaron cuando ella tenía ocho años. “El padre Lara hizo una casa, o la arregló. Allí fue el primer lugar donde fuimos a la escuela”. Eustolia piensa que la situación ha cambiado poco. “Este pueblo no se ha levantado en riqueza. Yo lo veo más o menos al mismo nivel”. El 86% de la población del municipio de Urique vive en pobreza extrema o moderada. Según el Coneval, organismo público que evalúa las políticas de desarrollo social, dos de cada tres viviendas del municipio carecen de drenaje y cuatro de cada 10 no cuentan con electricidad.

Comer tres veces al día y estar seguras

El almuerzo del día consiste en pasta y ensalada con pollo. La alimentación es otra de las razones por las que los padres y madres mantienen a sus hijas en el tewecado. “Es difícil que todas las niñas coman tres veces al día en sus casas, algunas hacen una o dos comidas. Aquí se alimentan las tres veces”, explica la directora. Al terminar, las internas dan gracias por los víveres, se dirigen a los fregaderos y una a una lavan sus platos y cubiertos. Es difícil que todas las niñas coman tres veces al día en sus casas

Otro motivo es porque allí están más seguras que en casa. “Cuando tienen fiestas, se bebe demasiado y ellas están expuestas a una situación de violencia física; golpes, quemaduras e incluso violaciones”, explica la madre Begonia. “Si no existiera el tewecado, muchas de ellas estudiarían dos o tres años. Pienso que la mayoría se casaría o quedaría embarazada a muy temprana edad”. A nivel nacional, Chihuahua es uno de los tres estados con la mayor tasa de embarazo adolescente.

La búsqueda por recursos

El tewecado está constituido como un centro de enseñanza privado, por lo que recibe de organismos gubernamentales apoyos mínimos. De la Secretaría de Educación Pública obtiene únicamente los libros de texto gratuitos y del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (IMPI) recibe algunos alimentos y artículos de aseo. La madre Begoña explica que aunque tiene 96 internas, en el proyecto del IMPI solo le permiten inscribir a 74. “No podemos aumentarlo. Ese apoyo es para dar de comer a las niñas de lunes a viernes, y estamos toda la semana”. El alimento proporcionado es insuficiente: “si es para un mes, nos dura 15 días. Por eso tenemos la necesidad de meternos en diferentes proyectos”.

La madre Begonia busca apoyo en particulares, instituciones religiosas y organizaciones civiles. “Si no tuviéramos personas generosas sería muy difícil mantenernos. Las niñas no solo necesitan alimento. Necesitan limpieza, aseo, ropa, medicamentos, un lugar donde vivir bien, amor y cariño.” Los padres de familia de las internas también aportan. El internado establece una cuota simbólica de 100 pesos al mes por interna (aproximadamente unos 4,6 euros). No todas las familias realizan esta aportación en efectivo: “muchos no pueden dar estos 100 pesos, entonces cooperan trayendo guares [cesta tejida] o alguna fruta que damos en el recreo”.

El tewecado se ha construido lentamente a lo largo de décadas. Actualmente, parte importante de los recursos se utiliza en la ampliación de la casa principal, donde se construyen sanitarios y regaderas para que las pequeñas no tengan que atravesar el patio en la época de frío. En este edificio hay cuatro cuartos con camas y literas. Luz Elena, de seis años, comparte cochón con su hermana Rosita, dos años menor, pues hay menos lechos que internas. Esto no es un problema para Luz Elena, que con una orgullosa sonrisa afirma que su hermana “es pequeñita pero no se hace pipí en las noches”.

Desigualdad y discriminación

En la pared del aula cuelga un cartel con palabras en rarámuri y en castellano. Una de las frases es “Kuira ganiriba kuchi”, que tiene a un lado su equivalente, “Buenos días niños”. Es el aula de la maestra Sofía, la única de las docentes de etnia rarámuri. Como sus alumnas, estudió la Primaria en el tewecado y cuenta que algunas ingresan sin saber castellano, por lo que ella les explica los significados en rarámuri. “Yo también fui niña, hablé en tarahumara, quería aprender y no me entendían cuando hablaba en mi idioma”, recuerda la maestra.

La música retumba en el patio durante el recreo, los estudiantes corren, gritan y juegan. En la escuela estudian alrededor de 240 niños y niñas, entre ellos las 96 internas. Aquí, la norma es la convivencia armoniosa entre indígenas y mestizos. Se entablan amistades con facilidad y las muestras de discriminación son escasas, aunque existen.

Según la Encuesta Nacional de Discriminación 2017, uno de cada tres mexicanos está de acuerdo con la frase “la pobreza de las personas indígenas se debe a su cultura”, mientras que el 49,2% de la población indígena opina que sus derechos se respetan poco o nada. La discriminación se traduce en desigualdad. En Chihuahua, el porcentaje de la población infantil y adolescente que carece de energía eléctrica en la vivienda es del 2,1% en el caso de la población no indígena, mientras que en la indígena es del 66%, indica Unicef.

En el tewecado, las hermanas y las docentes realizan un esfuerzo continuo por erradicar muestras de discriminación. “En la escuela, a veces el mestizo quiere hacer menos al indígena, por ejemplo en el idioma. Nosotras hacemos que los niños mestizos aprendan algunas palabras en rarámuri para que estemos en igualdad de circunstancias”, explica la madre Begonia.

Después del tewecado

Terminan las clases, los alumnos externos vuelven a casa y las internas regresan al patio del albergue. Belén se lleva una grata sorpresa: su madre ha ido a por ella para pasar el fin de semana en casa. Entre 15 y 20 niñas, no siempre las mismas, dejan el internado los viernes para regresar el domingo. Felipa, madre de Belén, ha caminado tres horas para llegar; al no parecerle seguro prefiere no aceptar rides (como se le conoce al autostop) pero afirma que le gusta caminar.

El aula de la maestra Sofía, única docente rarámuri del tewecado, que afirma que es importante que las niñas aprendan, porque ellas quieren seguir adelante, quieren estudiar y tienen el mismo derecho a aprender.
El aula de la maestra Sofía, única docente rarámuri del tewecado, que afirma que es importante que las niñas aprendan, porque ellas quieren seguir adelante, quieren estudiar y tienen el mismo derecho a aprender. PAU GONZÁLEZ
Hoy Belén llegará a su hogar poco antes de que anochezca y verá a sus dos hermanas mayores. Ambas fueron alumnas del tewecado, después cursaron la secundaria en Chihuahua y actualmente estudian en Creel, una población a unos cien kilómetros de Cerocahui. Esta ruta académica es común entre las graduadas del tewecado, pues la congregación a la que pertenece dirige varios internados en el estado, en los que les es posible continuar sus estudios de secundaria, bachillerato e incluso realizar la licenciatura en Educación Primaria.

La madre Begonia calcula que siete de cada diez niñas que concluyen la primaria estudian la secundaria, y dos o tres continúan en el bachillerato. Esto contrasta positivamente con estadísticas nacionales, que indican que las mujeres indígenas son uno de los grupos poblacionales con mayor rezago educativo. En la actualidad, solo una de cada cinco mujeres indígenas ha terminado la secundaria.

El sábado al mediodía, los gritos y las risas de las niñas que pasarán el fin de semana en el tewecado se escuchan en las calles cercanas. La plaza principal está vacía y silenciosa. Ninguna bandera ondea sobre el kiosco, no hay decoración que adorne las modestas casas aledañas. Solo es posible ver a un grupo de perros esqueléticos tomando el sol y a tres hombres armados que se comunican por radio con su comandante.

Fuente; https://elpais.com/elpais/2019/05/10/planeta_futuro/1557499009_807568.html

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Paraguay: Sindicato encabeza esfuerzos para defender los derechos de los docentes indígenas

América del Sur/Paraguay/PrensaIE

El Día Internacional de los Pueblos Indígenas nos recuerda que, en muchas partes del mundo, los pueblos indígenas se enfrentan de manera sistemática a la exclusión, la discriminación, la pobreza y la violencia. En Paraguay, tras siglos de invasión de sus tierras, la colonización europea y la violación de sus derechos humanos por los sucesivos Gobiernos, la población indígena ha sido diezmada y marginada.

Para los cerca de 2 000 docentes indígenas que residen en Paraguay la situación no es muy diferente. Su conocimiento cultural no es reconocido, no siempre disponen de acceso a los mismos derechos y beneficios relacionados con la antigüedad que otros docentes, y no se valora su plurilingüismo y su experiencia.

Derechos humanos y derechos profesionales

Ante esta situación, el sindicato de trabajadores y trabajadoras de la educación OTEP-AUTENTICA NS de Paraguay trabaja para organizarse con los docentes indígenas con el fin de luchar por sus derechos humanos, laborales, culturales y profesionales.

El sindicato ha modificado sus estatutos para incluir la Secretaría de los Pueblos Originarios, a través de la cual los docentes indígenas se organizarán y elaborarán propuestas destinadas a obtener el reconocimiento de los derechos y sus reivindicaciones.

Una de las reivindicaciones del sindicato, publicada en una declaración oficial, exige que el Gobierno de Paraguay «garantice la educación pública como un derecho universal y reconozca el derecho de los pueblos indígenas a poner en marcha sus propias escuelas, conectadas al mundo, sin menoscabar su derecho fundamental a una comunidad, una cultura y una vida digna».

El «compromiso de nuestro sindicato como organización es el de servir como herramienta de liberación y convertir la educación gratuita, de calidad, democrática y pública en una realidad para todos», afirma la declaración.

Educación con respeto

La Internacional de la Educación (IE) apoya plenamente estas iniciativas y considera que la educación debe ser accesible para todos y todas sin discriminación.

El derecho de los pueblos indígenas a la educación significa tener acceso a una educación de calidad que les permita tomar decisiones dignas y apropiadas, ofreciendo a los niños/as y a los jóvenes indígenas una educación que les ayude a desarrollar su potencial y que respete su cultura.

La educación también resulta fundamental para el pleno disfrute de otros derechos humanos que son fundamentales para las comunidades indígenas, tales como el derecho al trabajo, los derechos de las mujeres y las jóvenes indígenas, el derecho a la salud, el derecho al agua, el derecho a los derechos colectivos, el derecho a un consentimiento libre, previo e informado, el derecho a la autodeterminación, a sus tierras, territorios y recursos, y el derecho al desarrollo.

Para la Internacional de la Educación, la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituye una oportunidad de hacer progresar los derechos de los pueblos indígenas. Requiere adoptar una conciencia de que se necesita un planteamiento del desarrollo basado en los derechos humanos, pues no se han reconocido los derechos colectivos de los pueblos indígenas a sus tierras, territorios y recursos, y no se hace suficiente hincapié en el consentimiento libre, previo e informado, tal y como se estipula en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, en las conclusiones de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas, en el Convenio nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales, así como en el Convenio sobre la eliminación de todas las formas dediscriminación contra la mujer.

La Internacional de la Educación cree que los docentes y el personal de apoyo, sean indígenas o no, deben contribuir a que se respeten el conocimiento y el patrimonio indígena en las instituciones educativas, y conectar tanto con los estudiantes indígenas como con los estudiantes no indígenas. Así pues, la IE considera que es imposible disociar las lenguas indígenas de la identidad y del modo de vida de los pueblos indígenas y de su conocimiento.

Por consiguiente, la IE invita a todas las organizaciones miembros a promover y a respaldar la declaración de Coolangatta sobre los derechos de los pueblos indígenas en la Educación, aprobada en la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas de 1999, que se celebró en Hilo, Hawai, Estados Unidos. «Dicha declaración representa la voz colectiva de los pueblos indígenas de todo el mundo» y «sostiene que los derechos fundamentales resultan esenciales para el logro de la reforma y transformación de los pueblos indígenas».

Fuente; https://www.ei-ie.org/spa/detail/15935/paraguay-sindicato-encabeza-esfuerzos-para-defender-los-derechos-de-los-docentes-ind%C3%ADgenas

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Conferencia «Educación Superior y Pueblos Indígenas. Situación en el Mercosur comparada con otras regiones de América Latina y el mundo»

Participación del Dr Daniel Matos en la  XII REUNION DE ANTROPOLOGÍA DEL MERCOSUR realizada en Posadas, Pcia. de Misiones, Argentina, el 6-12-2017.

Más allá de la referencia al Mercosur, es básicamente un panorama mundial sobre el tema de la Educación Superior Multicultural en tanto inclusión real de a participación de los Pueblos Indígenas y de su cosmovisión , con especial atención a América Latina.

 

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Perú: Ucayali: la educación no es un derecho en comunidades de Yurúa

Perú/Diciembre de 2017/Fuente: La República

Cruda realidad en la Amazonía. La escuela funcionará hasta que dure el contrato del único profesor. Quien lo reemplace puede llegar en uno o dos años, o nunca. Esta situación explica por qué chicos de 12 y 17 años cursan el primer grado y por qué los jóvenes forman su familia sin saber el abecedario. Parece que el tiempo se hubiera detenido en estas zonas. Falta más atención del Estado.

En la comunidad Nueva Luz de Arara –distrito de Yurúa, provincia de Atalaya, región Ucayali– el tiempo parece haberse detenido en los primeros años de la década de los setenta cuando fue fundada por el nonagenario patriarca Román Pascual Francisco.

Sus moradores viven de la pesca, la caza y de una agricultura poco variada. Nadie tiene un aparato de radio a transistores, ellos suelen enterarse de las noticias después de tres días cuando algún poblador llega con la información desde Breu, capital del distrito de Yurúa.

Como en la mayoría de las alejadas comunidades amazónicas, las mujeres continúan dando a luz solas, ellas mismas se asisten en el corte del cordón umbilical de sus bebés. No hay atención médica, una afección respiratoria la curan mezclando ‘ausacha’ (ajo) y limón. Y si se trata de males estomacales, apelan a un hervido de hojas de Hobo (árbol de monte).

Cuando llegamos a este poblado ashaninka, ubicado en la cuenca del Huacapishtea, el primero en recibirnos fue Laureano Pascual, quien tiene cierta ascendencia sobre los comuneros por ser pastor evangélico. Sus reclamos llegaron uno tras otro, todos referidos al abandono por parte del municipio de Breu y del Gobierno.

Él nos señala el lugar donde está la escuela bilingüe Nº 65145, local de madera de un solo ambiente, pintado de azul, que fue construido por un sacerdote en el año 2003 y que hoy funciona con más voluntad que con implementos.

El profesor contratado Rafael Pishagua Fumanga trata de enseñar a 30 alumnos de entre 8 y 18 años que estudian la primaria. Además apresta a 5 pequeños de inicial. Los servicios higiénicos, luz y agua potable no forman parte del colegio ni de la comunidad.

“Aquí falta mobiliario, los alumnos se sientan en el piso. Como ve, hay mucha desnutrición. Felizmente el programa Qali Warma les da desayuno y almuerzo. Cada tres meses traen leche, avena, kiwicha, lentejas, harinas y pollo en conserva. Los niños solo hablan ashaninka y el castellano recién lo aprenden acá en la escuela, aunque con dificultades porque pronuncian la R como si fuera L. Por eso creo que un profesor foráneo no va a entenderlos. Así ocurrió el año pasado cuando estuvo un profesor shipibo», refiere Pishagua, que viene completando sus estudios en la sede pucallpina de la Universidad Los Ángeles de Chimbote.

Sin acceso a educación

A tres horas de navegación por el río Huacapishtea, desde Nueva Luz de Arara, encontramos la comunidad Nueva Vida. Aquí no tienen el privilegio de contar con una escuela.

En el año 2014, los comuneros acondicionaron una pequeña maloca como escuela ante el anuncio del arribo de un profesor. Allí estudiaron 15 alumnos, pero tan pronto concluyó el contrato del docente en el 2015, la escuela se cerró. Las autoridades regionales de educación nunca enviaron otro maestro para los 20 estudiantes de hasta 17 años que hay ahora en la localidad.

La escuela hoy luce abandonada, poco queda de los rústicos maderos sobre los que los alumnos colocaban sus cuadernos para escribir. Esta tarea la hacían de pie porque no tenían donde sentarse. Solo al momento de atender las clases se acomodaban en el suelo.

“En esta comunidad los niños están olvidados por las autoridades de Educación. Ellos hacen familia a temprana edad sin conocer una letra. Ese es su destino”, lamenta Raúl Casanto Shingari, un ashaninka proveniente de la selva central que dejó su comunidad de Kivinaki, en Pasco, cuando el territorio fue reducido. Así, hace 18 años llegó a Yurúa y se instaló en la zona de Paititi.

Conocedor de la zona, menciona que lo más cercano a Nueva Vida para estudiar la primaria es la comunidad de Nueva Luz de Arara, pero el traslado diario de los niños a través del río Huacapishtea es complicado. Tampoco podrían ir hasta la comunidad de Paititi para seguir la secundaria.

Esta situación explica por qué Aydee Ríos Gonzales, una niña de 12 años, recién está en segundo de primaria. La encontramos en la escuela de Nueva Luz de Arara ejercitándose en el reconocimiento de palabras mediante el clásico silabeo. Deletrea con esfuerzo los nombres de frutas, como plátano, manzana, papaya, piña, escritas por el profesor en la rústica y despintada pizarra de la escuelita azul.

Fondos ambientales

Casanto Shingari sostiene que el nivel de vida de los pueblos indígenas podría mejorar sustancialmente si los 700 millones de euros que Noruega entregó al Perú en el año 2016 para la conservación de bosques llegara con justicia a las comunidades amazónicas.

«De esa plata, el Ejecutivo quiere dar a las comunidades, a través del proyecto Manejo y Conservación de Bosques, 10 soles por hectárea. La mayor parte del dinero se queda en la burocracia de Lima. Además, las ONG quieren crear más y más reservas para captar esos fondos. Ese es el problema», señala con firmeza.

El más antiguo

En Nueva Vida vive el patriarca Román Pascual Francisco, fundador de la comunidad Nueva Luz de Arara. Solo habla ashaninka, pero a través del traductor intercultural Ilder Pérez Mendoza relata los inicios de esta comunidad.

Recuerda que en el lugar vivían algunas familias de manera dispersa. Una de ellas era la suya, y estaba conformada por sus padres y abuelos.

«Mis padres y abuelos vinieron del Gran Pajonal (Junín) buscando un lugar para vivir porque donde estaban había enfrentamientos entre familias. Así llegaron a la boca del río Yurúa, a Dulce Gloria. Así siguieron avanzando», relata el nonagenario.

Un día llegaron los yaminahua y se produjeron constantes enfrentamientos. Para poner fin a esto, les entregaron a una ashaninka. Con ella, agrega, los yaminahua se alejaron del lugar y nunca más vieron a la joven.

No contactados

Román Pascual Francisco no para de hablar. Ahora narra que siendo joven él y su familia vieron en la playa del río Yurúa a unas personas muy diferentes a ellos y pensaron que provenían del lado brasileño. Eran los no contactados, pero no lo sabían.

«Los agarramos a todos y los amarramos. Así los metimos en una canoa. Les dimos de comer, pero no nos recibieron. En la noche los pusimos a dormir junto a nosotros. Cuando despertamos ‘los calatos’ se habían ido», afirma a modo de anécdota.

Pero los encuentros con los no contactados se repitieron. Esta vez ‘los calatos’, como les dice el patriarca, los atacaron. En el fragor de la lucha hirieron de muerte a un adulto. En tanto, el hijo de este, de aproximadamente 10 años, fue capturado y llevado a la comunidad más cercana.

«Este niño fue llevado a la comunidad nativa Victoria. Hoy tiene como 40 años, pero no ha logrado integrarse a los ashaninkas. No se interesa en ninguna joven del lugar. Es callado, y a veces prefiere estar sin ropa”, manifiesta Román Pascual Francisco, el nonagenario que nunca vio un aparato de televisión y no sabe en qué año vive.

Claves

Trámite. Con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el territorio de la comunidad Nueva Luz acaba de ser georreferenciada, paso previo para obtener su titulación.

Apoyo. La Organización Regional Aidesep de Ucayali representa a las comunidades indígenas de esta región. Hace el seguimiento al proceso de demarcación territorial y al trámite de titulación.

Vuelos. Nueva Luz tiene pista de aterrizaje de avionetas abierta por la misión Suiza. El profesor Rafael refiere que un vuelo cívico desde Pucallpa cuesta 100 soles. El chárter, 450. Casi nunca los utilizan.

Fuente: http://larepublica.pe/sociedad/1156401-ucayali-la-educacion-no-es-un-derecho-en-comunidades-de-yurua

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Presidente boliviano destaca importancia de mejorar la educación pública

América del Sur/Bolivia/25 Marzo 2017/Fuente y Autor: Prensalatina
El presidente boliviano, Evo Morales, afirmó hoy que mejorar la educación pública constituye una prioridad para el gobierno.
Durante la inauguración de un centro docente en el departamento de Oruro, Morales recordó que el proceso de cambio en Bolivia iniciado hace una década ha transformado para bien la situación económica y social del país, y beneficiado a los sectores más desfavorecidos.

En su intervención, el mandatario aseguró que la nacionalización de los hidrocarburos y la recuperación de las empresas estratégicas impactan de manera positiva en la economía boliviana.

Necesitamos nuevos talentos humanos comprometidos con la Patria, añadió Morales durante la apertura de la unidad educativa Teniente José Rosendo Bullain, que rinde honor a este militar que participó en la Guerra del Chaco (1932-1935).

Al respecto, el gobernante indígena puntualizó: ‘La liberación social y cultural, política e ideológica hay que acompañarla con la económica y tecnológica’.

En otro momento de su intervención, Morales confirmó que a través del Fondo Indígena se proseguirá con la inversión en proyectos productivos por su importancia para el desarrollo de la nación altiplánica.

Luego de una inversión de más de 430 mil dólares como parte del programa Bolivia cambia, Evo cumple, la moderna instalación docente beneficiará a cerca de 250 estudiantes.

Desde su implementación en 2006 con la llegada al poder de Morales, este plan gubernamental ha ejecutado más de siete mil obras sociales entre educativas, de salud, deportes, carreteras y proyectos productivos

Fuente de la noticia: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=73430&SEO=presidente-boliviano-destaca-importancia-de-mejorar-educacion-publica
Fuente de la imagen: https://cdnmundo1.img.sputniknews.com/images/106642/49/1066424926.jpg
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La educación indígena en Veracruz: diagnóstico y recomendaciones para la política educativa

20 marzo 2017/Autor: Consuelo Niembro y  Guadalupe Mendoza/Fuente: Insurgencia Magisterial

En este libro se presenta una caracterización del subsistema de educación indígena en el estado de Veracruz a la vez que un diagnóstico y recomendaciones en siete ámbitos relevantes: perfil docente, formación continua, pertinencia cultural del curriculum, lengua indígena, materiales educativos, infraestructura y equipamiento así como gestión escolar. Las fuentes consultadas para la investigación fueron: documentos públicos oficiales, estadísticas, evaluaciones de políticas educativas, grupos de discusión con docentes del subsistema indígena en Veracruz y académicos que se dedican a la investigación educativa.

El diagnóstico y las recomendaciones tienen la intención de ser insumos para la toma de decisiones por parte de la Autoridad Educativa Local (AEL) de Veracruz sobre el diseño e implementación de políticas educativas en general así como para la incidencia en la definición de políticas educativas para la población indígena a nivel federal.

Para leer, descargue aquihttps://drive.google.com/file/d/0B-hMGEaW4gCST2xkMjZDSVhBc2M/view

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/consuelo-niembro-y-guadalupe-mendoza-presentan-libro-sobre-educacion-indigena/

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Estados Unidos: Indian Education for All bill makes it through Legislature

Estados Unidos/Marzo de 2017/Fuente: Casper Star Tribune

Después de tres años de trabajo y un importante cabildeo por parte de los indios americanos, un proyecto de Ley de Educación para Todos de la India ha aprobado la Legislatura de Wyoming y ayudará a educar a generaciones de estudiantes sobre la historia de los nativos de Wyoming. El proyecto proveerá material educativo para los 48 distritos escolares de todo el estado. Los recursos serán creados con la consulta de tribus de la región, incluyendo el Arapaho del Norte y el Shoshone Oriental, y estarán disponibles en el sitio web del Departamento de Educación del estado. Jason Baldes, director ejecutivo del Wind River Advocacy Center, dijo que en general estaba complacido con la Legislatura reconociendo las contribuciones de las tribus a Wyoming.

After three years of work and significant lobbying by American Indians, an Indian Education for All bill has passed the Wyoming Legislature and will help educate generations of students about the history of Wyoming’s native people.

The bill will provide education materials for the 48 school districts across the state. The resources will be created with consultation from tribes of the region, including the Northern Arapaho and Eastern Shoshone, and will be available on the state Department of Education’s website.

Jason Baldes, the executive director of the Wind River Advocacy Center, said overall he was pleased with the Legislature recognizing the contributions of the tribes to Wyoming.

But he took issue with an amendment introduced by Sen. Bruce Burns and passed by the Senate. Originally, the bill would’ve consulted with the two tribes on the Wind River reservation, the Northern Arapaho and Eastern Shoshone. But the amendment brought all tribes in the region under umbrella of consultants.

“Wyoming needs to have their own Indian education bill, but it needs to be specific to the state’s tribes,” he said. “Removing that and saying tribes of the region defeats the purpose of the bill. That point is disappointing.”

Sen. Cale Case, a co-sponsor of the bill, also opposed the amendment and said respect for Wyoming’s tribes should be paramount.

“History has made us co-sovereigns,” he said. “We share so much. Those native people are citizens of Wyoming.”

Baldes said expanding the language would also make it more difficult for the Department of Education to craft a curriculum.

Still, department spokeswoman Kari Eakins said the WDE was “really happy” that the bill passed.

“We believe our social studies standards will be better than they are right now,” she said. “We’re really excited to have a good working partnership with both tribes in our state.”

The materials will likely start with PBS modulars released last year, officials say.

“PBS is something we can make available right away,” Eakins said. “That’s kind of what’s been used as a shining example for schools to use.”

Sen. Paul Barnard, R-Evanston, spoke of the the importance of the bill to the tribes who’ve worked hard to see it passed.

“As I’ve visited different tribes, I’ve really come to love these people,” he said. “They’re part of Wyoming.”

Fuente: http://trib.com/news/state-and-regional/govt-and-politics/indian-education-for-all-bill-makes-it-through-legislature/article_14cf5f77-3ee7-5741-9757-619715aae372.html

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