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Informe de Coyuntura OVE: Inversión, salarios y condiciones de trabajo de los y las docentes en América (pdf)

OVE / CII-OVE / 

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han construido un conjunto de recomendaciones relativas a la situación del personal docente de inicial, primaria y secundaria (1966) y sobre la condición del personal docente de la enseñanza superior e investigadores (1997).

Estos instrumentos definen derechos y responsabilidades de los y las educadoras(es), los cuales sirven de marco de referencia para gobiernos, empleadores, sindicatos y gremios docentes e instancias de investigación. Al ser generadas por dos organismos multilaterales, estas recomendaciones se constituyen en una guía para los gobiernos que forman parte del sistema de naciones unidas. Estos multilaterales son las instancias encargadas de su seguimiento y desde el 2015 se informó la conformación de una comisión mixta de actualización de sus contenidos, siendo la Comisión de Expertos OIT/UNESCO sobre la aplicación de las Recomendaciones relativas al personal docente (CEART), la encargada de coordinar este trabajo.

La pandemia del COVID-19 ha significado un nuevo deterioro en las condiciones de trabajo del personal docente en América, golpeado en las últimas décadas por la ofensiva neoliberal de privatización, mercantilización y estandarización de los sistemas escolares, así como por la precarización laboral.

Uno de los mayores problemas epistemológicos que enfrentan los gremios y sindicatos docentes en cada país, es la falta de información comparada regional y de análisis de tendencias. Esto limita la acción reivindicativa y la unidad de los y las trabajadores(as) de la educación, en medio de una ofensiva corporativa del gran capital.

Este trabajo de Otras Voces en Educación procura contribuir a la construcción de una mirada sistémica, con análisis dialécticos entre lo global y lo local en materia de inversión en educación, salarios y condiciones de trabajo del personal docente, desde una clara perspectiva del mundo del trabajo.

Hemos cruzado datos oficiales de los gobiernos reportadas a UNESCO, con la que facilitaron gremios y sindicatos docentes de América, así como investigadores(as) y académicos(as) plasmada en un instrumento de recolección de información. Posterior a la publicación de este Informe de Coyuntura, comenzaremos a dar a conocer las fichas por país que sirvieron de base para este trabajo, las cuales iremos alimentando de manera periódica. Los aportes de la Red Global/Glocal por la calidad educativa y del Grupo de Contacto Internacional (GCI) han sido fundamentales para poderles presentar este estudio.

Esperamos que este informe aliente a los y las investigadores(as) nacionales, gremios y sindicatos docentes, para fortalecer o iniciar estudios en profundidad sobre cada una de las realidades que abordamos.

Puede acceder al informe completo en el siguiente enlace:

CII-OVE Informe de Coyuntura

 

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Libro(PDF): Educación y nueva Constitución. Repensar lo educativo

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

En este libro se presenta un conjunto de ensayos y/o investigaciones que discuten diversos aspectos centrales de la relación entre educación y la nueva constitución. El fin de este texto es contribuir teórica y empíricamente con la toma de decisiones de las y los 105 integrantes de la Convención Constitucional chilena. Al mismo tiempo, el acceso libre del libro digital permitirá popularizar el conocimiento y alfabetizar a las comunidades sobre el acceso a la educación y sus cambios.

Autor:  Marcela Romero Jeldres. Solange Tenorio Eitel. [Editoras]

Editorial/Edición: CLACSO. Fondo Editorial UMCE. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina. Chile

ISBN: 978-956-6143-10-9

Idioma: Español

Descarga: Educación y nueva Constitución. Repensar lo educativo

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2513&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1650

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Aspiración e incertidumbre. El Plan de Estudios de Educación Básica 2022

Por: Juan Carlos Silas Casillas, ITESO/Luis Medina Gual, Ibero CDMX 


El Nuevo Marco Curricular 2022 se ha conversado (a veces discutido) en este medio y algunos otros con mayor o menor detalle. Se han ponderado sus alcances, intenciones, qué tan factible es su puesta en marcha, así como los elementos que podrían influir en su nivel de éxito o fracaso en la formación de las nuevas generaciones. El punto de acuerdo parece ser que se trata de una propuesta interesante e inspiradora, que va en sintonía con el discurso de la administración 2018-2024 que resalta el derecho a la educación vinculado a los derechos humanos en su conjunto; también destaca la dignidad humana y la vida colectiva como los factores centrales.

Destaca el papel fundamental del reconocimiento y respeto a toda diversidad y propone lograr la mejora de la comunidad en sintonía con el respeto a todo tipo de formas de vida. Por otra parte, asume que las escuelas y el sistema educativo nacional están llamados a dirigir la acción para alcanzar la emancipación de los estudiantes y su compromiso con la comunidad. Justo en este punto comienzan las tensiones en la manera de comprender e interpretar el marco curricular ya que se reconoce a niñas, niños, adolescentes y jóvenes como sujetos capaces de ejercer sus derechos educativos y humanos en tanto se articulen con las visiones pautadas por el sistema educativo. Se resalta el papel de la escuela como el espacio en que se articula la unidad nacional desde la diversidad, así como el lugar en que dialogan los saberes e identidades. Se habla de que lo común permitirá que los sujetos “construyan escuelas en donde el autogobierno permita el despliegue más libre de sus acciones y del actuar común, dentro de los límites de las reglas de justicia que la sociedad se impone a sí misma” (SEP, 2022, p.14). Esta frase da para mucha discusión y aunque inspira, lleva a comprensiones múltiples e inevitables equívocos (en el sentido etimológico de la palabra). Se propone la actuación de todos bajo lo pautado conceptualmente por el Estado que propone una decolonialidad, emancipadora, promotora de la autonomía, bajo la óptica “oficial”. Este asunto será un elemento de tensión en cada escuela y comunidad.

El Marco curricular retrata un futuro armónico, con imágenes de responsabilidad y respeto mutuo, al que es difícil saber cómo llegar. El texto tiene un aura nacionalista que parece relacionarse con la retórica de la mitad del siglo 20 que, sin embargo, tiene notas de actualización en términos tanto de valoración de las prácticas locales como de vínculos con otras culturas en condiciones de igualdad y subsidiariedad.

Otra actualización de agradecerse es incluir en la argumentación, y esperablemente en la práctica, reflexiones en torno a lo que dejó la pandemia. Es un bosquejo de diagnóstico que apunta a rescatar la trascendencia de las interacciones formativas entre estudiantes, docentes, familia, personal escolar y comunidad. Señalan algunas maneras en que el confinamiento influyó en los aprendizajes no planeados y cómo se puede realizar un vínculo entre la vida cotidiana en comunidad y los aprendizajes escolares. En síntesis, plantean reconocer la vida social de la escuela, replantear el papel instrumental de los planes y programas para resolver asuntos relevantes, reconocer a las/os docentes, reforzar el vínculo con las familias y redimensionar el papel de las tecnologías, entre otras intenciones.

La versión más reciente ya no dedica tantas páginas a su crítica al corte neoliberal de los esquemas formativos anteriores, aunque sigue presente el reclamo por haber fomentado el individualismo y la obcecación por la evaluación competitiva para los alumnos y punitiva para los profesores. Refiere cómo los organismos internacionales han “colonizado” al sistema educativo mexicano y lo ha apartado de su función comunitaria, por lo que es importante ir hacia lo común y el compromiso de corresponsabilidad y coparticipación.

Se dedica mucho espacio a resaltar el papel que desempeñan maestras y maestros no sólo en términos de la promoción de aprendizajes sino también en la construcción de ciudadanía y dinamizadores de la comunidad desde la escuela. La propuesta implica otra antigua aspiración que, sin embargo, cuesta trabajo asir bien, como es la autonomía curricular; especialmente ante la presencia de lineamientos centralmente establecidos.

La parte central se integra por varios elementos entre los que se destacan la comunidad (y sus saberes) como el núcleo de los procesos educativos, la comprensión del aprendizaje como un hecho histórico y contextual, así como el diálogo de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes con la comunidad. Es decir que ya no es el estudiante el único foco de la educación, también lo es la comunidad en que se ubica la escuela. Haciendo un juego de palabras con frases usadas por la propia Secretaría de Educación, es evidente que “La Escuela es Nuestra” y ya no es sólo está “La escuela al centro”, aunque habrá que pasar de lo dicho a los hechos.

Parece haber un énfasis importante en vincular las actividades escolares con la vida en la comunidad y tener al estudiante (niñas, niños, adolescentes y jóvenes) y a los profesores y profesoras como los actores centrales en ese diálogo. Aquí hay que aclarar un malentendido ya que algunos colegas académicos han dicho que lo que se privilegia son los saberes locales en contra de las convenciones científicas, lo que no es correcto; se propone usar lo comunitario para vincular los conocimientos (y supuestos) locales con los hegemónicos y que funcionen como una especie de “pivote” para reflexiones situadas. Al igual que el punto previo, será importante pasar de una idea interesante a una práctica productiva. En este sentido, los saberes locales o comunitarios se plantean como puntos de partida, más no necesariamente de llegada.

En este sentido, se busca posicionar al estudiante frente al presente de su comunidad, un presente resultado del pasado y de la manera en que las dinámicas sociales actuaron (y actúan) en generar lo que caracteriza a su comunidad: injusticia, inequidad, etc. Para ello cada colectivo de estudiantes debe consultar (esperablemente de manera crítica) todas las fuentes posibles que le permitan comprender, para después proponer soluciones. La comunidad será el eje articulador de los procesos educativos y coherente con lo anterior, el documento llega a plantear que la comunidad es también escuela. Busca encontrar lo común desde la diversidad y comprender al mismo tiempo al presente como resultante del pasado, a su vez con vista a un futuro común en mejores condiciones, algo realmente encomiable, aunque francamente difícil de hacer operativo (por lo menos en el corto plazo).

Un elemento que llama al optimismo es emplear la educación como promotora de justicia social, articuladora de prácticas democráticas y generadora de pensamiento crítico y a la escuela como el punto de confluencia de los diversos. La idea de pasar de formadores de “recursos humanos” a “comunidad fortalecida” es muy atractiva, el asunto central es ¿cómo se logra eso?

Este modelo centrado en lo comunitario y con discentes y docentes como articuladores o dinamizadores del cambio comunitario se presta a múltiples interpretaciones. Será necesaria la participación de académicos y miembros de la comunidad para reflexionar en la práctica lo que se debe entender como diálogo escuela-comunidad. Por otro lado, un aspecto central, dado su carácter articulador, es el de la definición de comunidad ¿qué es comunidad? ¿quiénes la integran? ¿cómo se dinamiza? ¿cómo reconozco una cuando la veo? Esto sale a colación porque los ejemplos que mayormente ilustran el trabajo en comunidad, parecen aludir a localidades rurales o semirurales, que son muy importantes, indudablemente, pero no son el único tipo. En este México del siglo 21 tenemos urbes muy complejas que no corresponden a los ejemplos y que seguramente presentarán muchas maneras diferentes de atenderse y desarrollarse. Aquí también será importante reflexionar acerca de cómo se puede entender a la comunidad e incluso desarrollar metodologías concretas en su análisis y propuestas de incidencia. Disculpando el comercial, las universidades e instituciones cercanas al Sistema Universitario Jesuita llevan muchos años reflexionando y proponiendo en esta materia y seguramente tendrán aportaciones importantes.

Por último, es trascendente señalar dos temas torales: la actuación de los docentes y el papel de la evaluación. Con relación a los docentes, hay tres elementos importantes: 1) Se habla mucho de la justa revaloración de los docentes, que ahora estarán asumiendo un papel clave en la transformación social. Su papel ahora se parece mucho a aquellas vasconcelianas misiones culturales y al trabajo para el que se preparaban los docentes de las normales rurales para incidir en la comunidad. Es decir, se les está revalorando al mismo tiempo que se les asigna un muy serio paquete. 2) Se propone mucho la idea de la libertad docente y autonomía curricular, mismas que requerirán tiento y diálogo. Y 3) El esquema de trabajo propuesto requiere de mucho diálogo en el colectivo docente y de un tipo de profesor diferente al que tenemos hoy. Deberá tener otras habilidades, saber cómo vincularse con la comunidad, proponer diálogos de saberes, elegir las formas de llevar a cabo los diálogos, las evaluaciones de lo que dominan los estudiantes como de la situación comunitaria. Y aquí está una de las previsibles futuras tensiones y hasta fuente de conflicto, las escuelas normales no están formando, al menos no completamente, para este tipo de docentes-dinamizadores comunitarios. La USICAMM, es decir, el sistema para la carrera de las maestras y los maestros parece tener otro esquema de valorar la formación y el trabajo docente. Sería interesante ver cómo se incluye el elemento de dinamización comunitaria y del trabajo conjunto de la escuela y la localidad o barrio, en la valoración de los profesores.

Las evaluaciones son “la papa caliente” del marco curricular y merecen una reflexión más serena. Aquí aventuramos dos cosas: 1) Todos sabemos que la evaluación, en la práctica, es el elemento articulador del currículo. Los profesores regularmente carecen de tiempo para planear y desarrollar evaluaciones y suelen necesitar de manera urgente un examen fácil de calificar (como si examen fuera sinónimo de evaluación). La falta de tiempo y otros factores que enfrentan los profesores hacen común ese problema. 2) El Nuevo Marco Curricular pide documentar el proceso de aprendizaje de los alumnos y ya no una evaluación… menos aún una estandarizada de gran escala. Adicionalmente, contar con evaluaciones diagnósticas simultáneamente individuales y colegiadas, que se vinculen con la sistematización de información, que se constituyan en una brújula que oriente el trabajo formativo, etc. son una larga aspiración que, sin embargo, va en ruta de colisión con el uso de estándares nacionales, calificaciones y desempeño de los estudiantes centrado en la nota, como ha sido la práctica usual por décadas. Es un cambio de enfoque, un cambio de cultura, que tendrá tensiones y polarización. Será importante un gran diálogo académico para desarrollar junto con autoridades e instituciones educativas, una mecánica sensata para la documentación, sistematización y análisis de los aprendizajes de los estudiantes, así como su vínculo con la comunidad.

En síntesis, es realmente difícil estar en desacuerdo con lo planteado por el marco curricular y el plan de estudios 2022, el problema es ¿cómo se logra? ¿cuál es el camino?  Es esperable que, como dice el poema, tendremos que hacerlo al andar.

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org

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UNESCO: A la escucha de las niñas y mujeres

A la escucha de las niñas y mujeres

Magdalena Cox Xum es la menor de una fratría de cuatro hermanas y cinco hermanos de la localidad de San Andrés Xecul, situada al sudoeste de Guatemala, en el Departamento de Totonicapán. En esta región sólo un 35% de las niñas en edad escolar frecuentan los centros docentes de primaria, mientras que a los de enseñanza secundaria sólo accede un menguado 1% de las muchachas con edades comprendidas entre 12 y 21 años de edad.

En 2014, el índice de mujeres alfabetizadas era uno de los más bajos del país: un 62,5%. En la familia de Magdalena, ella y su hermano menor son los únicos que pudieron finalizar sus estudios y, luego, con la ayuda de su madre esta joven cursó una formación para poder ejercer la profesión de maestra bilingüe (en quiché y español) en la enseñanza primaria.

En 2018, en el marco de un nuevo proyecto financiado por el Fondo UNESCO-Malala para el derecho de las niñas a recibir educación, Magdalena llegó a ser la primera coordinadora pedagógica del Centro Local UNESCO-Malala de San Andrés Xecul. Ese fondo se creó en 2012, a raíz de la brutal tentativa de asesinato perpetrada contra la joven paquistaní Malala Yusafzai, militante por el derecho de las niñas a recibir educación. La acción del Fondo se basa en el postulado de que la educación tiene un gran poder transformador por ser creadora de valores y prácticas que respetan y fomentan los derechos humanos, la inclusión social, la igualdad de género y la paz.

Tengo derecho a la educación, a jugar, a cantar, a hablar, a ir al mercado y a expresarme.
Malala Yusafzai en la entrevista concedida al canal televisivo CNN (noviembre de 2011)

Magdalena no se contenta con enseñar, sino que además va de casa en casa en búsqueda de posibles alumnas. En una ocasión, dijo a una mujer: “Por las mañanas puedes cuidar de tus animales, pero por las tardes vente a estudiar conmigo”. Hoy en día, esa mujer ha finalizado su sexto año de estudios. Magdalena imparte las clases en su propio domicilio, tras haber comprado una pizarra blanca y bancos para las educandas.

Magdalena Cox (tercera por la derecha) y sus amigas se esfuerzan por contrarrestar el acceso limitado de las niñas a la educación en Guatemala, impulsando las actividades de los Centros Locales UNESCO-Malala

Magdalena Cox (third from left) and her friends are working to address girls’ limited access to education in Guatemala through the local UNESCO Malala Center. © UNESCO / Mariana Samayoa
Estoy encantada de poder ayudar a las niñas y mujeres de mi comunidad. Aunque los Centros hayan despertado en ellas un gran interés, todavía nos queda mucho por hacer, especialmente en la tarea de llevar la educación a las que viven en zonas apartadas. Tenemos que ofrecer oportunidades a todas sin distinción.
Magdalena Magdalena Cox Xum

Desde 2018, se han unido a ella nuevas coordinadoras pedagógicas para emularla. Juana, Lucero y Sandra se están consagrando ahora a la tarea de lograr que el derecho a la educación de las niñas y mujeres indígenas de Guatemala se traduzca en los hechos.

Mi vida ha cambiado mucho en los últimos meses porque tenía la costumbre de trabajar directamente con las mujeres y niñas de la comunidad. Ahora, sólo puedo ponerme en contacto con ellas y prestarles apoyo por “WhatsApp”. Pese a todo y a que las posibilidades de desplazarse son limitadas, he podido visitar a algunas en sus casas
Magdalena Cox Xum

Los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala trabajan con copartícipes locales para poder ofrecer programas de enseñanza viables en zonas rurales alejadas de las escuelas y afectadas por problemas económicos, en las que el acceso de las niñas y mujeres a la educación es muy limitado. Los cursos de esos programas se imparten en el idioma de las alumnas y su objeto es contribuir a su autonomía en el plano personal y socioeconómico.

Mi proyecto de futuro es proseguir mi labor docente con las niñas y mujeres, pero también dirigirme a los muchachos jóvenes que nos manifiestan su interés por aprender. Es importante integrarlos porque esto puede coadyuvar a que vayan desapareciendo las normas sociales negativas y los estereotipos de género con respecto a la educación de las niñas y mujeres.
Magdalena Cox Xum

Ante todo, es fundamental escuchar cuáles son los deseos y las necesidades de las niñas y mujeres. Por eso en abril de 2018, cuando se inició la primera fase del proyecto, se organizaron dos talleres participativos previos en los Centros Locales UNESCO-Malala de los municipios de San Andrés Xecul y Santa María Chiquimula. Muchas de las participantes se matricularon en esos talleres firmando con sus huellas digitales porque no sabían leer ni escribir. Una de las asistentes declaró: “Lo que yo quiero es tener conocimientos prácticos que me ayuden a tener ingresos propios”. Otra dijo que, para ella, aprender a leer le iba a servir para no perderse en la calle. Otra manifestó que quería ser maestra y, por último, otra indicó que quería aprender para ayudar a sus hijos a hacer los deberes escolares.

Me agradan mucho todos los aspectos de mi trabajo, especialmente las visitas a las comunidades para localizar a mujeres y niñas que desean aprender y ayudarlas a matricularse en el Centro. Algo que puede parecer muy banal, como el hecho de poder escribir el propio nombre, significa mucho para las mujeres.
Sandra.

Una participante en un taller organizado por los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala

A participant at a workshop organized by the UNESCO-Malala Centers © UNESCO Guatemala / Armando Velásquez
El cambio más importante ha sido la evolución de estereotipos negativos como el de ‘las mujeres no tienen que estudiar’. Ahora, las madres que no pudieron ir a la escuela apoyan a sus hijas para que cursen estudios.
Juana
Retratos de participantes en programas educativos de los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala
Desde que soy coordinadora pedagógica me he convertido en un modelo para toda mi familia, especialmente para mi abuela que ahora participa en las actividades del Centro y anima a todos mis familiares a que sigan mi ejemplo.
Lucero

Los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala trabajan con copartícipes locales para poder ofrecer programas de enseñanza viables en zonas rurales alejadas de las escuelas y afectadas por problemas económicos, en las que el acceso de las niñas y mujeres a la educación es muy limitado. Los cursos de esos programas se imparten en el idioma de las alumnas y su objeto es contribuir a su autonomía en el plano personal y socioeconómico.

Ante todo, es fundamental escuchar cuáles son los deseos y las necesidades de las niñas y mujeres. Por eso en abril de 2018, cuando se inició la primera fase del proyecto, se organizaron dos talleres participativos previos en los Centros Locales UNESCO-Malala de los municipios de San Andrés Xecul y Santa María Chiquimula. Muchas de las participantes se matricularon en esos talleres firmando con sus huellas digitales porque no sabían leer ni escribir. Una de las asistentes declaró: “Lo que yo quiero es tener conocimientos prácticos que me ayuden a tener ingresos propios”. Otra dijo que, para ella, aprender a leer le iba a servir para no perderse en la calle. Otra manifestó que quería ser maestra y, por último, otra indicó que quería aprender para ayudar a sus hijos a hacer los deberes escolares.

Participantes en los talleres organizados por los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala

Participants at workshops organized by the UNESCO-Malala Centers

En agosto de 2019 se organizaron otros dos talleres para que las participantes en el proyecto pudieran exponer e intercambiar sus experiencias sobre lo aprendido en los Centros. Acudieron a ellos más de 100 mujeres y muchachas que dieron testimonio de cómo la educación había cambiado sus vidas. Para una de ellas, el cambio había consistido en “poder salir de casa, despejarse la mente y aprender un montón de cosas…, en resumen, un cambio afortunado”. Otra estimó que su gran descubrimiento fue percatarse de que “las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos, y eso ha cambiado mi visión del mundo».

En marzo de 2020, los Centros cerraron sus puertas por la crisis sanitaria mundial y fue necesario que las coordinadoras pedagógicas se adaptaran a la situación para que, en el contexto de la nueva normalidad, pudieran seguir prestando apoyo a las mujeres que participaban en ellos. A este respecto, cabe destacar que el hecho de que en Guatemala solamente un 29% de la población tenga acceso a Internet supuso todo un reto para superar el problema de la conectividad. No obstante, se impartieron cursos de formación a distancia sobre temas como la salud y el bienestar, la igualdad entre los sexos, la prevención de la violencia de género y la autonomía económica, distribuyéndose para ello toda una serie de instrumentos tecnológicos y materiales educativos bilingües. En total, los Centros de Guatemala atendieron a más de 500 mujeres y jóvenes.

Fuente de la Información: https://www.unesco.org/es/articles/la-escucha-de-las-ninas-y-mujeres

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Salud y educación, un sueño lejano para los venezolanos entre Perú y Ecuador

Pedir limosna descuidar su salud, esa es la disyuntiva para miles de migrantes venezolanos en la región peruana de Tumbes, limítrofe con Ecuador, donde el acceso a la salud y a la educación es limitado para quienes viven irregularmente en una frontera desatendida. Así lo publica agencia EFE este viernes 20 de mayo de 2022.

En la localidad tumbesina de Puerto Pizarro, el venezolano Eliot García encontró en el turismo no solo un sustento económico, sino también la solidaridad de quienes lo salvaron hace cuatro años de un infarto.

“Mis compañeros de turismo reunieron una cantidad de dinero y me mandaron al hospital (…) me salió una cuenta de unos USD 1 900”, cuenta a Efe el hombre, desde la embarcación con la que ofrece tours al balneario marítimo mientras lamenta que, de tener esa cantidad, estaría en su país.

Su historia no es una excepción. En este punto fronterizo, donde a diario entran y salen entre 300 y 1 500 migrantes venezolanos, según las agencias internacionales, invocar a la solidaridad es muchas veces la única vía para sortear los obstáculos a la salud.

Así lo lamenta a EFE una de las lideresas de Puerto Pizarro, la venezolana Escarlet Johana, a quien recurren en un grito de auxilio muchos compatriotas suyos establecidos en la zona. Según cuenta, recientemente una vecina sufrió depresión postparto: “Tuvimos que salir a pedir colaboración para pagar la hospitalización y los remedios”.

Deficiencias en salud para migrantes

Sobre el papel, el sistema de salud peruano se jacta de atender de forma gratuita a todos los menores de 5 años, pacientes de VIH y mujeres embarazadas, incluyendo las que han dado luz hasta los primeros 41 días, independientemente de su condición migratoria.

Fuente: https://www.elcomercio.com/actualidad/mundo/salud-educacion-sueno-lejano-venezolanos-entre-peru-ecuador.html

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La desaparición del programa Escuelas de Tiempo Completo. ¿Y la evidencia importa?

Por: María Mercedes Ruiz Muñoz, Arcelia Martínez Bordón y Alejandra Luna Guzmán/Seminario de Política Educativa Faro-ODEJ

Departamento de Educación Universidad Iberoamericana Ciudad de México

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el Campo Estratégico en Modelos y Políticas Educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales en relación con la agenda educativa vigente.

El pasado 29 de abril, en el marco del Seminario de Política Educativa Faro-ODEJ, se discutió acerca de los alcances y retos del Programa Escuelas de Tiempo Completo, sobre los riesgos de su desaparición y la propuesta de que se incluya en el Programa la Escuela es Nuestra (PLEEN). En el seminario participaron Alma Maldonado, investigadora del DIE-Cinvestav, César Velázquez, profesor-investigador del Departamento de Economía de la Ibero Ciudad de México, y Fausto Sandoval, profesor indígena rural cuya escuela, en Oaxaca, fue beneficiaria del programa.

Los tres coincidieron en que las bondades de las Escuelas de Tiempo Completo están en vilo ante su posible desaparición. Se trata de un programa público que formalmente inició en el ciclo escolar 2007-2008 y que beneficiaba a niñas, niños y adolescentes, y permitía a las madres y padres realizar sus labores con la tranquilidad de que sus hijas e hijos se encontraban en un espacio seguro. Por su parte, el personal directivo, docente y de servicios se veía beneficiado con un apoyo económico adicional a su salario base, como un incentivo por la extensión de la jornada escolar.

Uno de los problemas que plantearon los ponentes es que estos apoyos económicos serán recibidos ahora directamente a través del Comité de Administración Participativa (CAP), que gestionan los padres y madres de familia. De acuerdo con los panelistas, esta situación conlleva a conflictos de interés y a manejos poco transparentes de los recursos que se destinarán tanto a los docentes como al programa en sí mismo.

Aunque el presupuesto del programa ya había sufrido recortes importantes con anterioridad, en su momento, el entonces secretario de educación, Esteban Moctezuma, defendía su existencia en tanto 70% de las ETC estaban ubicadas en poblaciones en situación de alta vulnerabilidad y las distintas evaluaciones al programa arrojaban resultados importantes en materia de inclusión y equidad (https://www.eluniversal.com.mx/nacion/escuelas-de-tiempo-completo-se-salvan-de-desaparecer-sep). A este respecto, César Velázquez señaló que, de acuerdo a las evaluaciones del PETC, los beneficios de éste fueron evidentes incluso en el logro de aprendizajes, dado el reforzamiento que se hacía de los cursos básicos, además de actividades físicas y recreativas.

Como es de conocimiento público, la desigualdad y las brechas tecnológicas se incrementaron a raíz de la pandemia, que agudizó aún más las inequidades educativas preexistentes. El cierre de estas escuelas es un golpe más a la precariedad que prevalece en muchas comunidades educativas. Sobre esto último, Alma Maldonado señaló la ausencia de un diagnóstico y de una evaluación que ofrezca evidencias sobre la situación actual de las escuelas y que, por tanto, respalde de alguna manera la decisión de terminar con el PETC. Además cuestionó que la actual secretaria de Educación, Delfina Gómez, en comparecencia ante las Cámaras, no ofreció ninguna respuesta certera al respecto, más allá de mencionar que se incorporarán al PLEEN.

En el seminario se señaló que el programa también se reconocía por ser un espacio colaborativo entre familia, escuela y comunidad. En muchas de ellas, los alimentos eran preparados por madres organizadas con la participación de algunos docentes. Se ofrecía de esta manera un espacio no sólo de alimentación, sino de convivencia comunitaria esencial para fortalecer el tejido social en comunidades muchas veces circunscritas en contextos de violencia. Al respecto, el profesor Fausto Sandoval compartió su experiencia en un recuento detallado que dejó claros varios de estos beneficios y expresó su preocupación ante la falta de apoyo técnico que el PLEEN ha significado en las obras de infraestructura, lo cual le hace temer un abandono equivalente en lo pedagógico. Asimismo, señaló que las escuelas indígenas, ya en circunstancias difíciles, se verán todavía más comprometidas ante la falta de mecanismos claros de implementación para que el PLEEN absorba los mecanismos y estrategias que antes correspondían al PETC.

La desaparición de este programa –y su aún incierta inclusión en el PLEEN– evidencia una falta de visión del gobierno actual más allá de sus propias prioridades. Con las banderas de la anticorrupción y de la austeridad republicana, se busca justificar el cierre de este programa, alegando que los recursos se van a entregar mediante el Programa la Escuela es Nuestra, que para 2022 tuvo un aumento presupuestal de 9.6%. Sobre esto último, los tres panelistas expresaron que, si bien dicho aumento es considerable, el PLEEN tiene como principal objetivo el mejoramiento en términos de infraestructura, y esta disposición pondrá en aprietos a las comunidades educativas que ahora tendrán que tomar la decisión –a través de sus CEAP– de atender esas necesidades o continuar con las actividades y estrategias de las Escuelas de Tiempo Completo. Por lo pronto, y ante la incertidumbre de su desaparición, algunas autoridades de distintas entidades han señalado que darán continuidad a este programa con sus propios recursos, como Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Guerrero, Puebla, San Luis Potosí, entre otras.

Si bien este 2022 la asignación presupuestal para educación tuvo un aumento de 1.9% en relación con el de 2021, éste representa apenas 3.1% del PIB, lo cual dista mucho de lo estipulado por la LGE, de asignar mínimo un 8% (DOF, 2019). Desde la perspectiva del derecho a la educación y de la mano de los distintos acuerdos internacionales signados por México, la garantía de este derecho bisagra debe ir acompañada de la garantía de otros derechos, como el derecho a la alimentación, a un espacio seguro y a un óptimo desarrollo social, privilegiando en todo momento el bien superior de niñas, niños y adolescentes. La garantía de estos derechos es, sí o sí, responsabilidad del Estado y la ciudadanía debe exigir su cumplimiento.

El gobierno actual ha ido aniquilando programas que no van con su línea prioritaria, como es el otorgamiento de becas y de transferencias directas a beneficiarios, sin importar que la escuela sea asequible, accesible, aceptable y adaptable, que cuente con la infraestructura necesaria y con las condiciones para contribuir a la permanencia de los estudiantes en la escuela y al logro de trayectorias escolares exitosas.

Si bien se reconoce que es importante que los recursos lleguen a donde deben llegar –una acusación que se ha hecho al programa ETC es que éste no llegaba a las comunidades más pobres– y que las comunidades escolares sean autogestivas –se entiende que las familias forman parte de las comunidades y que deben de trabajar de la mano con los docentes–, es claro que se confunden la gimnasia con la magnesia: las escuelas necesitan apoyos en infraestructura, sí, pero también apoyos para gestionar lo pedagógico, la alimentación y lo que la misma escuela –en acompañamiento con las madres y padres de familia– decida que se necesita.

Como se discutió ampliamente en el Seminario del Faro-ODEJ, la decisión de asignar más transferencias a las familias, y no a la operación de la escuela y a lo pedagógico tiene, a todas luces, el carácter de una política clientelar. Por ello, en esta coyuntura es importante preguntamos, ¿qué lugar ocupa la educación en las prioridades de este gobierno? ¿Cómo justificar el cierre de un programa que ha demostrado cerrar las brechas de aprendizaje entre distintos grupos de niñas, niños y adolescentes? ¿Y la evidencia importa?

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org

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Israel busca acabar con la autonomía de las universidades palestinas

Israel está tratando de restringir el derecho de los palestinos a la educación y socavar la libertad académica y la autonomía de las universidades palestinas, dice un informe.

Funcionarios de la Universidad de Birzeit (BZU), ubicada en la Cisjordania ocupada, dijeron que la universidad rechazó el intento más reciente del régimen de Tel Aviv de limitar el derecho fundamental de los palestinos a la educación, informó el domingo la agencia oficial de noticias Wafa.

Según una orden militar israelí titulada “Procedimiento para la entrada y residencia de extranjeros en la región de Judea y Samaria”, que entrará en vigor en mayo, se otorgarán inmensos poderes al ejército israelí para aislar las universidades palestinas del mundo exterior y determinar el curso futuro de la educación superior palestina.

“La nueva directiva otorga al ejército israelí el derecho absoluto de seleccionar qué profesores, investigadores académicos y estudiantes internacionales pueden estar presentes en las universidades palestinas, así como imponer sus propios criterios arbitrarios sobre qué campos de estudio están permitidos y qué cualificaciones son aceptables”, dijo el BZU en un comunicado publicado por Wafa.

La universidad pública dijo que la nueva directiva requiere que cada solicitante “se someta a un interrogatorio en una misión diplomática israelí en el país de origen, mientras impone fuertes tasas monetarias a los seleccionados para ingresar. Además, la directiva establece un límite bajo en el número de profesores y estudiantes extranjeros (100 y 150 por año, respectivamente) y limita la duración del empleo a cinco años no consecutivos, negando así la contratación sostenible y la promoción de profesores”.

“En consecuencia, algunos profesores y estudiantes actuales que no tienen permisos de residencia pueden verse obligados a irse y los programas académicos se enfrentan a la incapacidad de reclutar nuevos empleados y realizar investigaciones e intercambios académicos en colaboración con otras universidades. En pocas palabras, la directiva pone a las universidades palestinas bajo asedio y las despoja del control básico sobre sus decisiones académicas”.

La declaración denunció la orden como un “ataque” lanzado por el régimen contra el derecho de los palestinos a la educación y la libertad académica.

“Los estudiantes, profesores y empleados de la Universidad de Birzeit han sufrido durante décadas bajo una incesante campaña militar israelí que incluye cierres forzosos, incursiones en los campus, intimidación y encarcelamientos. Tales acciones son inseparables del sistema racista, de apartheid y persecución, que niega al pueblo palestino sus derechos más fundamentales, incluida la libertad de expresión y la búsqueda del avance y el desarrollo científicos”.

El BZU instó a todas las organizaciones académicas y de derechos humanos a rechazar tales procedimientos, exigiendo que los gobiernos de todo el mundo responsabilicen a “Israel” por la clara violación del derecho internacional, incluida la Cuarta Convención de Ginebra (1949), el derecho a la educación consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y el Artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966).

La universidad describió la situación actual como peligrosa para el futuro de la educación superior palestina y, al mismo tiempo, pidió la unidad para lograr “justicia, libertad e igualdad”.

“Apoya nuestros esfuerzos para defender el derecho del pueblo palestino a la educación, libre de coacción, intervención y persecución política. Trabaja con nosotros para romper el cerco que estas normas imponen a Birzeit y otras universidades palestinas. Acepta nuestra invitación a enseñar y aprender en Palestina. Ayúdanos a ejercer nuestro derecho básico a la educación y a preservar la autonomía institucional que hemos construido durante décadas a pesar de todos los obstáculos”, dijo la universidad en su comunicado.

Fundada en 1975, la BZU ofrece programas de pregrado y posgrado en tecnología de la información, ingeniería, ciencias, política social, artes, derecho, enfermería, farmacia, ciencias de la salud, economía y administración a través de sus nueve facultades. Se encuentra en Birzeit, cerca de Ramalá.

Fuente: https://rebelion.org/israel-busca-acabar-con-la-autonomia-de-las-universidades-palestinas/

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