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Malasia: Entregadas a sus hombres

Malasia/31 de mayo de 2016/Autor y Fuente: Kuala Lumpur/ El país

Mujeres y niñas rohingya huyen de la violencia sexual para contraer matrimonios concertados en Malasia

Norsimara llegó sola a Malasia hace tres años, cuando acababa de superar la mayoría de edad. Estaba soltera y huía de un país donde la vida de las mujeres vale el precio que los hombres pueden pagar por ellas. Tras sufrir una violación una tarde, Norsimara estuvo seis meses sin salir del único lugar donde se sentía segura, su casa. Finalmente, desde Myanmar (antigua Birmania) su padre concertó un matrimonio para ella con otro refugiado rohingya ya instalado en Malasia. Soltera corría peligro, así que aceptó la propuesta de casamiento y emprendió la ruta ya habitual para muchas mujeres de esta etnia. Dos semanas días de frío, hambre y miedo en el barco de unos agentes que la dejaron en Tailandia para luego caminar extenuada una noche hasta la frontera con Malasia. Ya en la capital, Kuala Lumpur, la boda entre desconocidos tenía lugar tan solo siete días más tarde.

“Es mejor casarnos con chicas jóvenes porque así no existe tanta diferencia de edad con los niños y pueden cuidar de ellos toda la vida. Las mujeres no necesitan trabajar, nosotros ya les damos lo que necesitan y en casa están seguras”, espeta Mohammad mientras se viste para marchar al trabajo.

Ya cuando su marido no está en casa, Norsimara confiesa con su hijo entre los brazos: “Siento que vivo en una cárcel. Nunca hemos podido decidir por nosotras mismas aunque queramos, tenemos que depender de las decisiones primero de nuestros padres y luego de nuestros maridos. Vine aquí para tener oportunidades, pero en Malasia aunque soñemos no tenemos futuro”.

A finales de febrero de 2016, un total de 53.700 rohingya fueron registrados en Malasia por el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados. Considerados una de las minorías étnicas más perseguidas del mundo, los rohingya de Myanmar han sido privados de su nacionalidad y son apátridas. El gobierno de Myanmar, un país de tradición budista y que hoy encauza una nueva era democrática liderada por Htin Kyaw, implantó en 1962 —año en que cayó bajo el gobierno militar— una serie de políticas que negaban la nacionalidad de esta minoría de religión musulmana y calificaban como migrantes de Bangladesh, a pesar de haber sido reconocidos como pueblo indígena desde la independencia de Myanmar de Gran Bretaña en 1948.

Consideramos una de las minorías étnicas más perseguidas del mundo, los rohingya de Myanmar han sido privados de su nacionalidad y son apátridas.

La escalada de violencia que se desató en 2012 en el estado de Rakhine (antiguo Arakan, territorio que concentra la mayoría de rohingya en Myanmar) convirtió a Malasia, país predominantemente musulmán que acepta su religión, en el principal receptor de rohingya que llegaban en barcos de traficantes hasta Tailandia. Una vez en la frontera, eran retenidos habitualmente por los contrabandistas en campos ubicados en la selva hasta que algún familiar pagaba —alrededor de entre 1.000 y 1.700 euros— por su rescate y quedaba liberado en la frontera del país vecino, al que llegaban tras una caminata de una noche o aglomerados en un camión. De esta forma, y a pesar de que Malasia no ha firmado la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 —ni sus protocolos de 1967, ni tampoco promulgar ninguna ley interna que reconozca el estatus legal de los solicitantes de asilo, refugiados y apátridas— este país del sudeste asiático acoge actualmente una de las mayores poblaciones de refugiados urbanos en el mundo procedentes de países de Asia, África y Oriente Medio que viven asentados en pisos ubicados mayoritariamente en Kuala Lumpur.

Hasta hace unos años, los refugiados rohingya y migrantes que partieron por mar desde Myanmar habían sido predominantemente hombres. Pero desde la escalada de violencia de 2012, la tendencia de género ha cambiado y cada vez son más las mujeres y niñas las que huyen de la violencia sexual, el peligro de secuestro y muerte al que están sometidas en su país de origen: “Ser mujer en Myanmar es muy duro. La familia no nos deja salir de casa a partir de los 10 o 12 años, cuando nos viene la menstruación y ya somos consideradas mujeres. En Malasia tenemos más seguridad, pero también hay muchas mujeres que sufren el maltrato de sus maridos dentro de casa”, explica Bibi Jamal, de 30 años que tenía una vida normal hasta que lo perdió todo en 2012.

Un día la policía fue a su aldea y quemó las casas con sus vecinos dentro. Cuando ella y su marido vieron su hogar arder en llamas lo dejaron todo y se montaron en la motocicleta con los hijos a cuestas. “Vi el fuego consumir mi propia casa. Ese mismo día la policía empezó a raptar a las chicas jóvenes para violarlas. La gente corría como loca por todas partes. Salimos por la puerta de atrás y mucha gente perdió a sus hijas”, recuerda nerviosa. Bibi llegó con su familia hasta Yangon, la capital del país, y se alojó en casa de unos familiares hasta que las autoridades se enteraron de que muchos rohingya se escondían en la ciudad y empezaron a llamar puerta por puerta para arrestarlos. Fue entonces cuando huyeron a Malasia para darles un futuro mejor a sus hijos. Pero a pesar de que encontraron un hogar seguro, las perspectivas de vida no fueron prósperas: “Nunca hemos tenido oportunidades ni derechos, ni en Myanmar ni en Malasia. Mi único deseo es ser reconocida ciudadana de un país en el que mis hijos puedan ir a la escuela y al médico si lo necesitan”, reclama Bibi con la fuerza de la que lucha cansada en los ojos.

Según el proyecto de Arakan, una ONG independiente que trabaja para mejorar la situación de la población rohingya en Myanmar, entre el 5% y el 15% de los rohingya que viajan por mar son mujeres y niños. Retenidas en muchas ocasiones en campos de traficantes como víctimas de abusos y explotaciones sexuales, son engañadas por las falsas promesas de los agentes. Sin nadie que las espere a su llegada, buscan desesperadas el hogar de algún conocido ya asentado en Malasia.“Las mujeres sufrimos más desventajas que los hombres porque nunca hemos tenido la oportunidad de ir a la escuela. El dinero que ha habido en casa siempre se ha invertido en los hijos varones y cuando llegamos a Malasia no sabemos hablar inglés ni tenemos herramientas para trabajar. Hemos aprendido a ir al son de nuestros hombres, pero esto no es la vida de una mujer”, explica Tasmida, representante del colectivo de mujeres de la Rohingya Society in Malaysia (RSM). “El problema es que muchas mujeres siguen llevando la misma vida que en Myanmar, se quedan en casa cuidando de los hijos sin ninguna expectativa más. La mayoría cree que han nacido para casarse. No entienden el sentido de formarse porque el mismo patrón se ha repetido a lo largo de generaciones”, continúa Tasmida. Y termina preocupada: “Nuestras vidas dependen de las decisiones de los hombres que tenemos al lado y esto nos convierte en blancos vulnerables”.

Casadas de niñas en Malasia

El matrimonio infantil y concertado entre refugiados rohingya en Malasia es una realidad habitual en la que ambas partes defienden salir beneficiadas. Niñas rohingya huyen solas de Myanmar en barcos custodiados por los agentes que sus padres pagan —alrededor de 1.700€ por persona— con la esperanza de que sus hijas tengan una vida mejor. “La mayoría de mujeres van a países como Malasia para casarse porque resulta mucho más económico para sus familias. En Myanmar se necesitan varios permisos de aceptación redactados por las autoridades y además la familia debe pagar entre 1,5 y cuatro millones de Kyats birmanos (entre 1.000 y 3.000 euros, aproximadamente) al marido. Además, si el esposo lo pide, también debe pagar el ajuar más los bienes que desee como tierras, una motocicleta, etc.”, explica Robaidah de 19 años, hija de padres rohingya refugiados pero que ya nació en Kuala Lumpur.

El matrimonio infantil y concertado entre refugiados rohingya en Malasia es una realidad habitual en la que ambas partes defienden salir beneficiadas

Como consecuencia del éxodo de hombres rohingya, muchos padres conciertan el matrimonio de sus hijas menores desde Myanmar con otros refugiados de entre 20 y 30 años que huyeron anteriormente a Malasia. Casarse en este país es mucho más fácil, ya que el registro de los matrimonios rohingya se hace generalmente dentro de sus comunidades: “La mujer no tiene que pagar nada, ni la ceremonia ni nada. El marido se compromete a mantener a su esposa y sus hijos durante el resto de su vida”, sigue contando Robaidah. Y concluye: “Si nos casamos tenemos futuro”.

La consecuencia de esto es que los matrimonios rohingya no son reconocidos por el Estado, lo que resulta en complicaciones al intentar registrar los nacimientos de los niños. Como consecuencia de ello, un gran número de niños rohingya que nacen en este país, como Robaidah, no son reconocidos con la ciudadanía malaya. Esto significa que no tendrán acceso a la atención sanitaria básica ni a educación formal. Generaciones de refugiados serán analfabetos con la única oportunidad de asistir a centros de aprendizaje operados por organizaciones no gubernamentales o Naciones Unidas. “Desde las organizaciones enseñamos inglés y algunos conceptos básicos de matemáticas pero no tenemos recursos suficientes para pagar a profesores que den una educación regular a nuestros hijos”, denuncia Tasmida, de la RSM.

Años de vida esperando

Familias de dos o tres generaciones de rohingya malviven en Malasia como inmigrantes ilegales, sin derecho a educación, sanidad, trabajo y otros servicios básicos. Hacinados en pisos compartidos en suburbios de la capital, expuestos a las explotaciones y el acoso constante en el sector laboral informal así como el riesgo de extorsión o detención por parte de las autoridades malayas, esperan ser reasentados por Naciones Unidas en países de acogida (principalmente Estados Unidos y Australia) en un proceso que puede durar alrededor de siete años, o incluso toda la vida y que terminará, en caso de ser aceptados, con el reconocimiento legal de sus derechos como refugiados y una nacionalidad con la que empezar a construir sus vidas.

Jainabbi es quizá la mujer más mayor refugiada rohingya que vive en Malasia. Con sus más de 90 años siempre soñó con ser reasentada algún día en Estados Unidos. Llegó a Malasia cuando tan solo tenía 20, después de ver morir a su marido y sus hijos. Ahora, en el pequeño apartamento de un descampado en las afueras de Kuala Lumpur, vive gracias a la ayuda de sus también vecinos rohingya que le proporcionan comida y medicinas cuando lo necesita: “Ya empiezo a olvidar la mayor parte de mi vida en Myanmar. Solo recuerdo el caos y los disparos del día en el que huí. Unos hombres se llevaron a mi hermana y la única opción para mí fue abandonar el país”, recuerda medio confusa. “Cuando llegué a Malasia —sigue contando— llevaba todos los días la imagen de mi marido en el bolsillo. Me sentía sola y sabía que me iba a sentir así durante el resto de mi vida”. Jainabbi dice que ya no recuerda con exactitud su pasado, pero habla con la claridad de aquellas que han construido la voz de la experiencia: “Mis padres eran gente muy pobre y nunca me pudieron llevar a la escuela. Nunca he sabido leer y escribir y rezo para que esto no les pase a otras mujeres porque sé que si hubiese podido estudiar hoy no estaría pasando mis últimos días en esta situación”.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/05/27/planeta_futuro/1464344119_036676.html

Imagen: http://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/05/27/planeta_futuro/1464344119_036676_1464348731_noticia_normal.jpg

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Advierte la Unicef en Brasil que es inadmisible la banalización de violencia sexual

 Brasilia, 27 may (RHC)

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Brasil consideró inadmisible que la violencia sexual continúe banalizándose y catalogó de inaceptables las violaciones colectivas de adolescentes ocurridas en Río de Janeiro y Piauí.

Los recientes casos de estupros colectivos constituyen graves violaciones de los derechos humanos y se suman a las altas estadísticas de violencia contra niñas y jóvenes registradas en ese país, señaló el organismo internacional en un comunicado difundido en Brasilia.

Refiriéndose a los hechos acaecidos en los estados de Río y Piauí, advirtió la Unicef que la divulgación masiva de la violación ocurrida en la urbe carioca, donde 33 individuos abusaron por la fuerza de una joven de 16 años, también refleja otro hecho alarmante y demuestra la naturalidad conque son vistos estos crímenes.

La exposición y el enjuiciamiento moral a que fueron expuestas las víctimas en las redes sociales deben ser un motivo permanente de indignación, subrayó el organismo de la ONU.

Unicef Brasil señaló, además, que la sociedad de esa nación suramericana tiene ante sí la gran tarea de promover y consolidar una cultura de equidad y de respeto a los derechos de todos los niños y niñas para que estos puedan crecer libres de violencia.

Fuente: http://www.radiohc.cu/noticias/internacionales/94909-advierte-la-unicef-en-brasil-que-es-inadmisible-la-banalizacion-de-violencia-sexual

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Ley 5077, arma contra la violencia sexual en escuelas guatemaltecas

Ciudad Guatemala. Por Isabel Soto Mayedo*/PL | 27 mayo de 2016

Durante los últimos tres años sumaron 59 las denuncias por violaciones y agresiones sexuales en centros educativos de Guatemala y lejos de disminuir esa problemática tiende a aumentar, refieren este viernes registros del Ministerio Público (MP).

De hecho el titular del Ministerio de Educación (Mineduc), ûscar Hugo López, informó que de enero a mayo de este año van ocho quejas por casos de esa naturaleza en varios departamentos del país, donde es notable la incidencia de estos crímenes más allá de los espacios destinados a la enseñanza.

El problema de la violencia sexual es enorme y nosotros debemos llamarlo por su nombre: una plaga, un flagelo, opina el director de Misión Internacional de Justicia, Bradley Curtis, para quien esta es una forma de violencia particularmente repugnante y traumática.

En Guatemala las denuncias por violencia sexual llegaron a 11 mil 299 en 2015, lo cual indica que cada día 31 personas fueron victimizadas de ese modo y que cada 46 minutos ocurrió una violación sexual, alertó la organización humanitaria.

Esa cantidad de denuncias representó el doble de los homicidios reportados en el año, cinco mil 677 según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), pero esas estadísticas esconden subregistros.

Por cada víctima que denuncia una violación sexual, ocho callan al sentirse culpables del daño infringido a su integridad, por temor a represalias del victimario -más si es un adulto y/maestro- y por el estigma social que supone una violación, entre otros factores, coinciden especialistas.

ATACAR AL MAL

El MP y Misión Internacional de Justicia concuerdan en que 64 por ciento de las denuncias de agresiones sexuales muestran que los más vulnerables ante esos hechos son niños y adolescentes y que 90 por ciento de los abusos contra ellos ocurre en la casa y en la escuela.

«Este asunto es grave mas no existe en Guatemala una ley que prevenga la violencia sexual en los centros educativos. Incluso, el Mineduc carece de un protocolo que regule, en la práctica, la selección del personal capacitado para atender esos casos», lamentó el subjefe de la bancada legislativa del partido Convergencia, Leocadio Juracán.

En una conversación sostenida con Prensa Latina, en la capitalina Casa Cervantes, el otrora secretario general del Comité Campesino del Altiplano (CCDA) manifestó su preocupación por un problema que gana rango de recurrente y afecta sobre todo a las niñas, aunque también a los varones.

De igual modo compartió la iniciativa presentada por él el 13 de mayo de 2016 al Congreso de la República, que dispone aprobar una Ley Contra la Violencia Sexual en Centros Educativos de Guatemala, para prevenir y brindar asistencia a los menores de edad víctimas del delito en escuelas o colegios.

«La propuesta, registrada con el número 5077, sentará las bases legales para superar la tradicional complicidad ante este tipo de violencia y de convertirse en ley con el voto favorable de los legisladores viabilizará la adopción de una política real de combate a estos crímenes en los centros educativos», explicó Juracán.

A su juicio la aprobación de este cuerpo jurídico impulsará la generación de mecanismos de coordinación entre las distintas entidades para prevenir, enfrentar y atender de manera adecuada a las víctimas con tal que estas no opten por prescindir de disfrutar el derecho a la educación.

«Se trata de una ley con la cual se pretende cumplir con los deberes que el Estado toma como fundamentales y con los compromisos asumidos a nivel internacional para la protección de la niñez», señaló.

Y añadió que «con esta norma procuramos dotar al Estado de Guatemala y a la población de una institucionalidad que permita tratar de forma sistemática la violencia sexual contra niñas y niños en las escuelas, así como eliminar las condiciones que pueden propiciar la producción y distribución de pornografía infantil».

-INICIATIVA 5077

La iniciativa 5077 está estrechamente vinculada con lo refrendado por los artículos 2 y 51 de la Constitución Política de Guatemala, relativos a los deberes del Estado para con sus habitantes y en particular con los menores de edad.

Además, parte del presupuesto que este país es signatario de la Convención sobre los Derechos del Niño -adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989-, en virtud de la cual debe legislar en aras de proteger a la infancia contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental.

La propuesta contempla como «niña o niño: todo ser humano menor de 18 años de edad o quien como producto de alguna condición clínica no alcance un desarrollo físico o mental adulto.»

Al mismo tiempo define por violencia sexual contra la niñez todo acto derivado de una relación de poder o confianza, que implique el sometimiento o victimización de un infante por placer sexual, estimulación o gratificación a un adulto o joven.

En ese sentido alude a los actos deshonestos, la explotación sexual, el exhibicionismo, la exposición o participación en pornografía, prostitución y a la penetración vía vaginal, anal o bucal, sea con el pene o con cualquier objeto.

Por otra parte condena la violencia, sea con contacto o sin este, y delimita como tal hasta los comentarios sinuosos o sexualmente explícitos, las llamadas o mensajes obscenos o insinuantes de conductas sexuales.

En modo paralelo el proyecto mandata a abarcar entre las víctimas al núcleo familiar del niño o niña directamente afectado por dichos actos y establece que la atención a esas situaciones estará a cargo de un Consejo Nacional de Protección a la Niñez Contra la Violencia Sexual en los Centros Educativos.

En la instancia confluirían delegados del Mineduc, del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, del Procurador de los Derechos Humanos, de la Procuraduría General de la Nación, del Ministerio Público, del Inacif, de la Policía Nacional Civil y del Congreso.

Pero a su vez participarían especialistas designados por la Facultad de Sicología de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala.

El consejo debe ser instaurado dentro de los dos meses siguientes a la entrada en vigencia de la ley, especifica el texto, para que en corto plazo emita un reglamento interno de funcionamiento, políticas y protocolos de atención a los casos de violencia sexual así como los relativos a la atención a la víctima, su familia y compañeros de aula

La preparación y orientación de las capacitaciones, la prevención de la problemática, el seguimiento a cada denuncia, la evaluación de los niveles de incidencia de esta y de los protocolos diseñados para frenar el fenómeno, igual serán responsabilidades de ese equipo.

Asimismo el plan de ley prevé regular el proceso de selección del personal administrativo, docente y operativo en los centros educativos, y delimita que los cargos de director y directora «solamente podrán ser ejercidos por personas con especialidad en administración educativa p psicología, o carrera afín».

«En ningún caso podrá ser nombrado o contratado para ocupar un cargo administrativo, docente u operativo en un centro educativo las personas que hayan sido condenadas en sentencia firme y ejecutoriada por algún delito sexual o por actos de violencia intrafamiliar», enuncia el artículo 10.

Mientras que el 12 mantada a todo el personal empleado en las escuelas a denunciar cualquier anomalía o acto de violencia contra los infantes, en tanto el 13 ordena fijar un número telefónico gratuito para formular estas denuncias, que podrán realizarse de manera anónima.

Particular atención merece el apartado relacionado con la atención sicológica a las víctimas, la cual deberá ser garantizada por el Mineduc a partir de la integración de una unidad especializada que ayude a superar los efectos sicosociales de la violencia sexual, evitar la revictimización y que el menor abandone el aula.

«En los casos en que los causantes de la violencia sexual sea otro u otros niños o niñas, la atención se orientará a determinar las causas de tales conductas y a tomar las medidas necesarias para poder superarlas sin afectar su acceso a la educación», acota el artículo 15 de la iniciativa 5077.

-LEY NECESARIA

Para Juracán, la incidencia de las violaciones sexuales en colegios y escuelas de Guatemala no puede verse de manera aislada de la compleja realidad que enfrenta el sector educacional en todo el país, pero de manera particular en las zonas rurales.

«Durante una reunión efectuada con el ministro se analizó la situación de los técnicos especializados en telesecundaria y los malos manejos que sólo fortalecieron la corrupción en torno al proceso de calificación, selección y contratación de personal en el Mineduc», abundó.

A la vez adelantó que el Movimiento Sindical, Indígena y Campesino Guatemalteco (Msicg) planifica presentar en un corto plazo varias acciones tendentes a eliminar los pilares que sustentan la discriminación en esa cartera de Gobierno en detrimento de la educación, la niñez, y los trabajadores.

La intención del Misicg es compartida por Juracán y los otros diputados de la Bancada de la Dignidad Convergencia, que desde el 14 de enero probaron su disposición a batallar por la aprobación de instrumentos legales que frenen abusos, reviertan la impunidad y fortalezcan el sistema de aplicación de justicia.

Con relación a la educación, la perspectiva es garantizar también la contratación regular y estable de los más de tres mil técnicos especializados de Telesecundaria, quienes atienen a cerca de 150 mil estudiantes a nivel nacional sobre todo en el área rural.

Esto debe marchar aparejado a la creación de condiciones propicias para la labor de los maestros, ampliar la cobertura de la educación y la calidad de la enseñanza, así como de su efectividad para el desarrollo de los estudiantes.

La inclusión de la ciudadanía, y sobre todo de los perjudicados con estos y otros problemas en la labor de búsqueda de soluciones, es una de las constantes que distinguen el desempeño de quienes como Juracán pretenden darle un giro al trabajo en el Congreso de la República en esta VIII Legislatura.

Esta corriente, en la que prevalecen Sandra Morán, Álvaro Velázquez, Walter Félix y Amílcar Pop, es para muchas personas una suerte de aurora que pese a chocar constantemente con los nubarrones de los malos hábitos arrastrados dentro del órgano parlamentario pudiera hacer progresar ciertos cambios en Guatemala.

*Corresponsal de Prensa Latina en Guatemala

Fuente: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/resumen/203843/ley-5077-arma-contra-la-violencia-sexual-en-escuelas-guatemaltecas

Fuente de la imagen: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/3b/20081123120727-violencia-de-genero.jpg

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Dinamarca: Impulsar los cambios para dar un mundo mejor a las niñas

Dinamarca/17 de mayo de 2016/ Fuente: El pais

Buscar soluciones innovadoras es el objetivo de Women Deliver, la mayor conferencia sobre los derechos de las mujeres, que esta semana tendrá lugar en Copenhague

Todos hemos oído hablar en alguna ocasión de los problemas a los que se enfrentan las niñas y mujeres en los países en desarrollo, pero lo importante es buscar soluciones realmente innovadoras. Éste es el principal objetivo de Women Deliver, la mayor conferencia sobre la salud y los derechos de las mujeres, que se organiza desde hace más de una década y esta semana tendrá lugar en Copenhague. Siguiendo la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), este encuentro global camina con optimismo hacia la promesa de “no dejar a nadie atrás”.

El foco está puesto en exigir responsabilidades a los gobiernos y en encontrar maneras de implementar los ODS que afectan al sexo femenino. Un primer paso decisivo es hacer que las niñas invisibles se vuelvan visibles. Sólo con datos exactos y relevantes que reflejen la realidad que viven podremos llegar a acciones concretas y a lanzar un movimiento global que transforme la vida de millones de ellas para la próxima generación.

Maya, una joven de 16 años del distrito de Dolakha en Nepal, ya es esposa y madre. Nepal tiene la segunda tasa más alta de embarazo adolescente en el sur de Asia y se estima que una de cada diez menores se casará antes de cumplir los 15 años. Gran parte de ellas abandonará la escuela.

No obstante, Maya ha recibido ayuda para volver a clase y acude a un Espacio Amigo de la Adolescencia para chicas de entre 12 y 18 años. De las 22 que participan en el grupo de Maya, la mitad están casadas; algunas embarazadas, y otras ya son madres. A finales de marzo, Maya hizo los exámenes finales de la escuela primaria y tiene la esperanza de poder continuar su educación en niveles superiores de enseñanza. Sabe que será más difícil estando casada y con un hijo. Pero está aprovechando su experiencia para que otras jóvenes aumenten la confianza en sí mismas: “Por el simple hecho de ser niña ya te encuentras muchas barreras. Lo mejor es centrarte en tus metas y completar tus estudios”.

La historia de Maya muestra cómo se puede pasar de describir una dura realidad a cambiarla. Podemos tener un realismo optimista que se centre más en el poder de las niñas que en sus difíciles situaciones. Centrarnos en hacer posible que aprendan, lideren, decidan y prosperen.

El mundo reconoce cada vez más la importancia de proteger los derechos de la mujer

Es comprensible que prestemos atención a las injusticias a las que se enfrentan a la hora de acceder a la educación, hacer oír sus voces o por ser obligadas a casarse y ser madres. Debemos demostrar una y otra vez cómo ven negados sus derechos sólo por ser niñas. Pero si no damos la misma importancia a las soluciones y a los avances que hemos logrado, podemos quedar atrapados en la desesperación rápidamente.

El mundo reconoce cada vez más la importancia de proteger los derechos de la mujer, y así se ha reflejado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados el año pasado durante la Asamblea General de Naciones Unidas. Ha llegado el momento de impulsar el movimiento a favor de los derechos de ellas surgido en los últimos años, de impacientarnos aún más por el cambio. Es posible hacerlo mejor.

La confianza en sí mismas para tomar sus propias decisiones es fundamental para que mejoren sus condiciones de vida, pero también es imprescindible acelerar el progreso. Gema tiene 17 años y es una de las 2.300 adolescentes que participan en el proyecto Zona Libre de Embarazo Adolescente en Ecuador, en el que se promueve el empoderamiento, la participación y la autoestima para reducir las altas tasas de embarazo en menores de edad. Se incorporó al programa con 14 años, impactada por el número de compañeras de clase que dejaban la escuela al quedarse en estado. Con algunos amigos y amigas, fue de puerta en puerta hablando con los padres y madres para que, poco a poco, cambiasen de mentalidad. Su determinación la llevó a Nueva York, donde, a instancias de Plan International, fue invitada a participar en la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas. Ahora Gema irá a la universidad para estudiar medicina.

Estamos apoyando a niñas de todo el mundo para que defiendan sus derechos, para que se hagan oír en los centros de decisión política. Amelia, de Guatemala, Elma, de Bangladesh, y Sohila, de Egipto, hicieron llegar la realidad de miles de chicas como ellas al Congreso de los Diputados en el pasado Día Internacional de la Niña con el apoyo de Plan International en España.

Christiana y sus compañeras del Grupo de Niñas de Moyamba en Sierra Leona.
Christiana y sus compañeras del Grupo de Niñas de Moyamba en Sierra Leona. Plan International

Es una realidad. Los cambios se están produciendo, pero son terriblemente lentos. Imaginaos si respondiésemos con la misma urgencia al embarazo temprano que a la polio. Si mirásemos de la misma manera la negación del derecho a la educación de las niñas, ¿cuánto avanzaríamos en la consecución de nuestros objetivos?

No podemos seguir actuando como hasta ahora y pretender resultados diferentes. Según un informe de la UNESCO de 2011, una joven en Sudán del Sur tiene el triple de posibilidades de morir durante el embarazo o el parto que de acabar octavo curso. Si no cambiamos las normas sociales que les niegan el derecho a una educación sexual integral, a la anticoncepción y a la integridad física, ¿cómo esperamos abordar el objetivo de conseguir un acceso equitativo a la educación? Necesitamos soluciones a mayor escala que den lugar a transformaciones globales, desarrollar programas como los que han ayudado a Maya, Gema, Amelia, Elma o Sohila.

Se trata de emprender acciones efectivas, de aumentar y fortalecer el movimiento en favor de sus derechos, crear el espacio necesario para poner en marcha mejores soluciones y dotarlas de la confianza y las habilidades que les permitan producir cambios por sí mismas.

No existen datos a nivel mundial del número de menores de 15 años que se quedan embarazadas cada año

El progreso sigue siendo obstinadamente lento en parte porque carecemos de las cifras para analizarlo. No existen datos a nivel mundial del número de menores de 15 años que se quedan embarazadas cada año. No medimos adecuadamente el número de las que abandonan la escuela debido al matrimonio, el embarazo y la violencia sexual, simplemente sabemos el número de las que van a la escuela. Millones permanecen invisibles.

Por ese motivo, lanzamos una nueva alianza que servirá para cubrir las lagunas actuales en relación a los datos. Los datos reales y relevantes  nos permitirán ver hasta dónde llegan los avances que hemos hecho para acabar con el matrimonio temprano y forzoso, para alcanzar la paridad de género en la educación secundaria, para erradicar la mutilación genital femenina y para garantizar que tengan las mismas oportunidades laborales que los niños.

También necesitamos mirar y conocer la realidad que viven, tan a menudo ignorada. Necesitamos escuchar la voz de otras como Gema, Maya, Amelia, Elma o Sohila: las que han experimentado esas barreras y han tenido la oportunidad de superarlas. Porque, en definitiva, quienes van a cambiar el mundo son ellas.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/05/16/planeta_futuro/1463412834_468528.html

Imagen: http://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/05/16/planeta_futuro/1463412834_468528_1463413037_noticia_normal_recorte1.jpg

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Chávez y su impulso para construir el Socialismo Feminista

POR ALBA CAROSIO

 7 MAR, 2016

chafemiFeminismos en Venezuela ha habido desde el siglo XIX, sin embargo, las ideas de emancipación de las mujeres se mantuvieron durante el siglo XX como un conjunto de propuestas que sólo lograban resonancia entre grupos pequeños. Para el pensamiento común y corriente era invisible la opresión de las mujeres, y predominaban prejuicios que identificaban el feminismo como odio hacia los hombres.Se necesitó el liderazgo, la valentía y creatividad del eterno Chávez, para romper con estos preconceptos, y que el término feminismo dejara de ser entendido como maligno y peligroso. Se necesita sensibilidad y empatía para comprender que la situación de las mujeres en la sociedad es injusta y limitante.

También, es preciso tener enorme deseo de cambiar el mundo y todas las injusticias que contiene, para sostener ideas justas aunque no sean populares, y pedagógicamente irlas haciendo carne y centro del cambio social. Ímpetu y vehemencia en la lucha por la justicia social, y esa manera tan suya ver la necesidad de transformación en el entorno inmediato, fue lo que llevó al Comandante Chávez a declararse feminista en múltiples oportunidades y a impulsar un conjunto de medidas para las mujeres venezolanas y la equidad e igualdad de género dentro de la sociedad.Fue la comprensión de que no es posible construir una sociedad realmente igualitaria, sin que la igualdad sea también entre mujeres y hombres, lo que lo llevó a ver y decir claramente que sin feminismo no hay socialismo.

En Las Líneas de Chávez (8/3/2009) fue contundente al expresar: “Sin la verdadera liberación de la mujer, sería imposible la liberación plena de los pueblos y soy un convencido de que un auténtico socialista debe ser también un auténtico feminista”. Entendió mejor que nadie, que la dominación es múltiple y que una sociedad justa tiene que tener a la vez igualdad de clase, de género y de etnia.Llamadas a ser parte del florecimiento social que significó la Revolución Bolivariana las mujeres venezolanas adquirieron protagonismo, hoy es un lugar común sostener que esta revolución tiene cara de mujer. Y esto ha ocurrido, porque la organización comunitaria que es la base del Poder Popular, y ha sido norte principal de los esfuerzos de transferir poder al pueblo, descansa sobre la acción de las mujeres.

En el nuevo modelo de participación política las mujeres venezolanas de los sectores populares han encontrado su propia forma de empoderamiento, y han jugado con su movilización un papel importante para la democratización radical.La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela abrió los nuevos cauces políticos y sociales e instituyó la base de un modelo de democracia participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, en ella, las mujeres fueron visibles integrantes del poder constituyente del pueblo. La nuestra, fue la primera constitución que utiliza lenguaje sensible al género en toda su extensión. La garantía de derechos humanos nutre transversalmente toda la Constitución, con una visión centrada en el ejercicio efectivo y real, sin discriminación, con igualdad y equidad, por lo cual las medidas positivas hacia grupos que pudieran ser vulnerables –entre ellos las mujeres- tienen rango constitucional. Se incluyeron los derechos sexuales y reproductivos, y por primera vez el reconocimiento del trabajo invisible e imprescindible de las mujeres en los hogares. El texto constitucional se constituyó en una plataforma de lucha, y base desde la cual avanzar.

Al calor del nuevo pacto social, se desarrollaron nuevas formas comunitarias populares de mujeres, con amplia participación, que si bien lucharon por intereses prácticos y principalmente de clase, fueron afirmando en su accionar una conciencia de género, con tintes feministas y socialistas. En ese camino, el Comandante Chávez animó una y otra vez a que las mujeres organizadas estuvieran siempre presentes en todos los espacios, en el conjunto de nuestras luchas, luchas que son socialistas y son feministas a la vez.

La filosofía de la relación entre socialismo y feminismo, que determina la posibilidad de creación de sociedades realmente igualitarias, fue explicitada en muchas intervenciones del Comandante Chávez, tales como las siguientes: “El socialismo del siglo XXI es antimachista. Admiro a la mujer y su lucha y su batalla, y llamo a los hombres de Venezuela a que desterremos para siempre el machismo de esta tierra, para que algún día declaremos a Venezuela territorio libre de machismo”. (12/04/2007, Aló Presidente, programa Nº 281). Explicó también, de qué manera la opresión de las mujeres se relaciona con la injusticia del sistema capitalista: “En el marco del sistema capitalista es imposible derrotar la exclusión y el atropello a la mujer, porque el sistema capitalista tiene su base en los antivalores de la exclusión, el machismo, la violencia, la degradación de los valores y particularmente de la mujer” (07/03/2006, Primer Encuentro Nacional de la Red Popular de Usuarias del Banco de Desarrollo de la Mujer).

Con claridad meridiana expresó su compromiso con la causa de las mujeres: “Soy feminista lucho y lucharé sin tregua, porque la mujer venezolana, ocupe el espacio que tiene que ocupar, en el corazón, en el alma de la patria nueva, de la revolución socialista” (16/09/2010, Juramentación de las Guardianas de Chávez). Y aseguraba que “la dignidad de un pueblo pasa por la dignidad de las mujeres”, porque “La revolución socialista debe ser feminista, defender a las mujeres que han sido explotadas, ellas y sus hijos e hijas”. (10/12/2011, Frente a Comuneras del Hato El Porvenir)

No dejó nunca, nuestro compañero eterno, de preguntar en cualquier lugar y en las innumerables iniciativas que impulsó, por dónde están las mujeres, por su participación, por el reconocimiento que recibían; y no dejó nunca de reconocer el aporte de todas, especialmente de las hijas del pueblo: “Cuántas cruces cargan las mujeres pobres, cuánto dolor, cuánto amor para dar, cuánto amor para aportar a la hora en que aparecen en el horizonte; cuánto amor para aportar (…) cuánto que aportar y ahora me consta en este difícil sendero que hemos venido transitando cuánto aporte de las mujeres venezolanas” (19/09/2012, Acto en el Teatro Teresa Carreño). Y así se consolidó una relación de doble vía, Chávez y las mujeres humildes, afecto y compromiso mutuo.

La masiva participación popular de las mujeres en el proceso bolivariano fue apoyada a través de instituciones que fueron creadas y consolidadas en Revolución, tales como el Instituto Nacional de la Mujer, el Ministerio del Poder Popular para la Mujer, el Banco de Desarrollo de la Mujer, la Misión Madres del Barrio, la Defensoría del Pueblo a través de la Defensoría Especial de la Mujer y los programas de formación de la Escuela de Derechos Humanos, los Tribunales Especiales de Violencia contra las Mujeres. Las prácticas femeninas en la construcción de sociedad y de producción, ahora visibles, valorizadas y protagónicas, van gestando una democracia más radical y más igualitaria.

Ideas, obras y sentimientos que constituyen el legado feminista de Chávez son:

  • La caracterización de nuestra revolución como feminista, entendiendo que para la liberación del pueblo es indispensable la liberación de la mujer.
  • La confianza y valorización de la capacidad y acción de las mujeres y en su compromiso con la revolución.
  • El impulso a la visibilización y protagonismo de las mujeres del pueblo y la prioridad política de la igualdad y la inclusión.
  • El apoyo solidario a las madres que crían solas a sus hijos e hijas, librando a una generación de la pobreza.
  • El apoyo económico a las mujeres más pobres, borrando el rostro femenino de la miseria en nuestro país.
  • El reconocimiento el valor del trabajo del hogar que cultiva sociedad, y la seguridad social de nuestras abuelas.
  • La creación de una institucionalidad para avance de la mujer, la igualdad y la equidad de género.
  • El clima social que permitió impulsar la ley para salir del yugo de violencia contra las mujeres.
  • En resumen, la centralidad de las mujeres como motor y eje de las transformaciones sociales.

Con la legitimación de las ideas feministas, que impulsó el Comandante Chávez, y que la acción institucional y de colectivos y redes permitió expandir, el legado de Chávez va tomando fuerza en un feminismo social popular radical y original, que está en construcción. Y se ha fertilizado en colectivos de mujeres más jóvenes, que crecieron en Revolución, y han venido conformando un feminismo nuevo, con características propias, que se define como movimiento social con fuerte compromiso popular y autonomía. Desde allí se continúa y se seguirá cumpliendo con el deber histórico de impulsar la materialización del “socialismo feminista”, parte constitutiva de la profundización de nuestra Revolución.

Tomado de: http://www.humanidadenred.org.ve/?p=3424

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