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Al mundo le faltan 142 millones de mujeres ‘desaparecidas’ por machismo

Por: Alejandra Agudo

El informe del Estado Mundial de la Población 2020 publicado por el UNFPA denuncia que hay 19 formas de violar los derechos de las mujeres y analiza en profundidad tres de ellas: los feticidios de niñas, la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil

Las llaman «las desaparecidas». Son las que no llegaron a nacer porque fueron víctimas de feticidio femenino o murieron tempranamente porque sus padres desatendieron su alimentación y salud deliberadamente en su primera infancia. Por ser mujeres. El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA, por sus siglas en inglés), la agencia que se encarga de la salud sexual y reproductiva, calcula que hoy al mundo le faltan 142,6 millones de mujeres. Nacen menos de lo que es naturalmente normal (100 niñas por cada 106 niños) y fallecen de más en sus primeros años de vida. La preferencia por los hijos varones detrás de estas desapariciones es una de las 19 violaciones de sus derechos fundamentales que sufren las mujeres por el hecho de serlo, según este organismo. Desde el planchado de senos hasta las pruebas de virginidad. Pero en su informe anual del Estado de la Población Mundial 2020 se ha centrado en tres: la ya citada selección de niños, el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.

«Imaginen a una niña de 12 años que adora ir a la escuela, pero a la que sus padres un día le dicen que se ponga su mejor ropa y dos horas después la casan con su vecino que le triplica la edad. O una chica de 16 años a la que le mutilan sus genitales. Imaginen a una pequeña de cuatro que escucha a sus padres quejarse de que no tienen un hijo y que ella es solo una carga», pide Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, a un grupo de periodistas en la presentación por videoconferencia del informe titulado en esta edición Contra mi voluntad. «No nos hace falta imaginarlo porque son situaciones reales que ocurren miles de veces cada día en todo el mundo», agrega.

No fue una ficción paraJasbeer Kaur. Cuando tenía 25 años supo que estaba embarazada de trillizas. Tres niñas. «Ahora está prohibido pero, en aquel momento, te decían el sexo del bebé. La doctora se ofreció a practicarme un aborto porque consideró que sería difícil para mí criar a tres hijas Me explicó que el procedimiento era sencillo, similar a un parto. Por unos momentos tuve miedo, pero Dios me dio fuerzas para rechazar su oferta y dije que no», recuerda esta madre india 23 años después. Una decisión nada común que no gustó a su marido ni a sus suegros. «Ninguna niña había nacido en la familia de mi esposo en tres generaciones. Y dijeron que no iban a permitir que vinieran al mundo tres de golpe. Me dieron un ultimátum: aborta o vete», rememora Kaur. Y se marchó.

A pesar de que actualmente la revelación del sexo del bebé está prohibida en India para evitar los feticidios femeninos, tampoco algunos de los vecinos de Kaur en el Rajastán rural entienden aún hoy su decisión. «La gente aquí en mi pueblo a menudo me dice: ‘Pobrecita, deberías haber tenido al menos un hijo en lugar de tres hijas’. Y les digo: ‘¡Ahórrense esa basura! Soy mujer y estoy orgullosa de haber criado a estas chicas que ahora son adultas», relata. Pero esta madre es también un ejemplo vivo que todas las mujeres locales citan con orgullo, aseguran los autores del documento.

Sin embargo, la selección prenatal y posnatal de varones sigue muy extendida en India. De acuerdo con los datos analizados por el UNFPA, cada año se abortan selectivamente casi medio millón de niñas. Y una de cada nueve de las muertes infantiles de niñas menores de cinco años en el país son atribuibles a esta discriminación de género. India y China (666.300 feticidios femeninos anuales), son los mayores generadores de desaparecidas en el mundo. Y su balanza de sexos está muy descompensada con 112 niños por cada 100 niñas.

«Las mujeres no pueden esperar. Las chicas representadas en este informe no pueden esperar. Y sus derechos no deben dejarse de lado debido a la covid-19 o un huracán, ni por nada. Deben ser una prioridad. Es lo que exigen los Objetivos de Desarrollo Sostenible [ODS]», reclama Kanem en una entrevista por teléfono. «Aun así, muchas no van a la escuela, no terminan la primaria y ni sueñan con la secundaria. Y sabemos que la educación es protectora frente a otras violencias. El matrimonio infantil o la mutilación genital femenina es una discriminación hoy, pero es un trauma para el resto de sus vidas. Y, por supuesto, lo es la preferencia de hijos», resume.

En opinión de Kanem es necesario preguntarse por qué en algunas culturas y territorios los progenitores prefieren tener hijos varones y se producen abortos selectivos de niñas. «Es irónico. Encontramos que muchos quieren chicos para que, cuando sean adultos, les mantengan. Pero a veces eso no sucede e incluso tienen problemas para encontrar esposa. A veces es por cuestiones religiosas o porque es el hombre el que hereda y perpetúa el nombre de la familia». Pero todo eso se puede cambiar, anota la doctora, si se repiensa la seguridad económica de los ancianos o se pone en valor que una hija educada también cuidará de sus mayores, por ejemplo.

Es posible acabar con la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil en 10 años

Para acabar con las prácticas dañinas contra las niñas y mujeres es necesario que las leyes y las políticas se traduzcan en acciones sobre el terreno, apunta Kanem. Y que las intervenciones que se desarrollan en las comunidades se puedan hacer crecer. «Algunos enfoques no son escalables. Entonces, si solo estamos haciendo dos y tres pequeños cambios en comunidades aquí y allá, es posible que no sean lo suficientemente potentes como para conseguir la transformación radical que necesitamos para lograr la igualdad de género para el año 2030».

Kanem cree que es posible alcanzar algunas de las metas establecidas en los ODS, sobre todo, acabar con la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil para 2030. Pero con más acción y más actores involucrados. «Es por eso que hago un llamamiento a los hombres; para que sean parte de la solución, para que defiendan los derechos de las mujeres», apela. «También creo que es importante no subestimar el papel que están jugando los jóvenes. Ellas exigen la igualdad».

Tienen motivos. Los datos publicados por el UNFPA demuestran que hay progresos en la lucha contra la ablación o el matrimonio infantil, pero más niñas se verán afectadas debido al crecimiento demográfico en el planeta. Este 2020, se estima que 4,1 millones de niñas serán sometidas a la mutilación genital. En total, 200 millones de mujeres en el mundo han sido sometidas a esta violencia. Hoy, en un solo día, 33.000 niñas menores de 18 años serán obligadas a casarse, en la mayoría de los casos con hombres mucho mayores que ellas. Se sumarán a los 650 millones de esposas que fueron forzadas a enlazarse antes de alcanzar la mayoría de edad.

Alejandra Teleguario, de 19 años, es una de esas jóvenes que ha dicho basta. Esta guatemalteca es «activista feminista por los derechos sexuales de las juventudes y mujeres» de su país y forma parte del Grupo Asesor de Jóvenes del UNFPA en Guatemala. Comenzó su defensa de los derechos de las niñas y adolescentes con 13 años al conocer a chicas jóvenes, incluso de su edad, en el Hogar Seguro del Estado que habían sido víctimas de violencia de género, agresiones sexuales y matrimonio infantil. «Algunos casos eran muy fuertes», recuerda. En 2015, el Código Civil de Guatemala permitía las uniones desde los 14 años ellas y 16 ellos. Y los cambios que se produjeron desde entonces dejaban la puerta abierta a los enlaces entre menores. Hasta 2017. Teleguario se siente parte de esa victoria. «Aunque todavía hay datos preocupantes, sobre todo en municipios donde predomina la pobreza extrema y persisten prácticas culturales que no han permitido defender completamente los derechos de niñas y adolescentes», advierte.

Miembro de los programas de jóvenes líderes de la organización Women Deliver, Teleguario está involucrada con diferentes organizaciones, redes y actividades para acabar con las prácticas nocivas que sufren las niñas en su país, especialmente los embarazos adolescentes. «Entre enero y mayo de 2020 se han registrado 46.863 en chicas de 10 a 19 años. Es una cantidad desorbitada teniendo en cuenta que desde marzo el país ha estado en cuarentena por la covid-19. Y es un tema tabú la educación en temas de sexualidad», explica.

También es tabú el aborto y no constan casos de feticidios femeninos en el país, pero sí hay preferencia por los varones. «Cuando se festeja la llegada de un bebé, la alegría es mucho mayor si es un niño. Cuando se enteran de que es una niña, hay rechazo en algunas comunidades. Las familias son numerosas y hay una distinción muy fuerte entre las oportunidades que se le dan a los hombres y las mujeres. No es secreto que en Guatemala y otros países de la región se prioriza la educación de los chicos, entre otros privilegios», detalla. «Ellas se quedan en casa ayudando a la madre con las tareas del hogar. Además del hecho de que todavía se sigue practicando el intercambio de hijas por objetos o animales».

Nacer niña es una misión difícil en muchos países. Y una vez en este mundo, la vida va a ser más dura, plagada de obstáculos y violaciones de sus derechos. El ritmo hacia la igualdad de género y la erradicación de estas prácticas es lento. Así lo ha señalado la ONU: el ODS 5 que llama a poner fin a todo tipo de violencia ejercida contra las mujeres es el que menos ha progresado. «Es la década de la acción», apunta Kanem. «Y una estrategia para la acción concertada necesita una hoja de ruta, necesita un plan, necesita un acuerdo. Entonces, el estilo de debate combativo del feminismo puede ser productivo, pero el punto de ese debate debe ser: ¿qué vamos a hacer? Creo que las feministas, algunas de las estrategas más sabias y comprometidas del mundo, deben unirse para avanzar en esta agenda. Espero que defiendan la igualdad de derechos para las niñas, donde sea que estén. Y aunque se produzcan debates, aceptemos que una niña debe permanecer en la escuela, que tiene que estar bien preparada para el empleo y debe contar con la información para tomar decisiones sobre su cuerpo, su fertilidad y lo que quiere hacer para dar forma a su propio futuro», zanja la experta.

Y LLEGÓ LA COVID-19

Un informe del Fondo de Población de la ONU del pasado abril, advertía de que algunas medidas para combatir la covid-19, como el confinamiento y el cierre de clínicas por falta de material y personal, dejarán sin acceso a métodos anticonceptivos a 47 millones de mujeres. La investigación del UNFPA, realizada con contribuciones de Avenir Health, la Johns Hopkins University (EE UU) y la Universidad Victoria (Australia), desvelaba que, por cada trimestre de interrupción de los servicios de salud sexual y reproductiva habrá dos millones adicionales de mujeres que dejen de usar anticonceptivos modernos. Lo que supondrá un gran paso atrás en los progresos que se venían produciendo en la extensión de su uso, que casi se había duplicado en dos décadas, pasando de los 470 millones que los utilizaban en 1990 a 840 millones en 2018. ¿Resultado? Habrá siete millones de embarazos no deseados en seis meses en 114 países de renta baja y media.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/06/29/planeta_futuro/1593424633_591329.html

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Los talibanes continúan oprimiendo a las mujeres en Afganistán, según HRW

Redacción: La Vanguardia

Los talibanes continúan aplicando sus severas medidas en contra de las mujeres y cercenando las libertades sociales en Afganistán, según un indica Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado hoy y que contradice las recientes declaraciones del grupo radical sobre una flexibilización de algunos de su postulados rigoristas y la abolición de sus duras regulaciones.

El informe está basado en 138 entrevistas, hechas entre enero de 2019 y abril de 2020 a maestros, ancianos, estudiantes, miembros de la comunidad y talibanes en las provincias de Kunduz, Wardak y Helmand.

LA EDUCACION DE LAS NIÑAS

Aunque los talibanes aseguran que «ya no se oponen» a la educación de las niñas, en el terreno «muy pocos (de ellos) realmente permiten que asistan a la escuela después de la pubertad», mientras que «otros no permiten» que lo hagan «en absoluto», indicó el informe.

Aunque en los distritos de Kunduz los talibanes han permitido que funcionen las escuelas para niñas, en las áreas que controlan en el sur de Helmand no hay escuelas para niñas, y han implementado el pago de «impuestos» a quienes enseñen en las de regiones vecinas.

SIN JUSTICIA NI LIBERTAD

De acuerdo con HRW, en los tribunales dirigidos por los talibanes, las mujeres y niñas que son víctimas de violencia doméstica no reciben «ni siquiera la posibilidad limitada de justicia» que existe en los tribunales estatales.

Con respecto a la libertad de expresión, el informe denuncia que los medios de comunicación solo pueden ingresar en las áreas controladas por los talibanes siempre que consigan su permiso explícito.

Además, «los comandantes talibanes han amenazado y atacado a periodistas por informes críticos», sostuvo.

El informe aseguró además que los talibanes prohíben en algunos distritos el uso de la televisión y de teléfonos inteligentes y los residentes que pueden hacer uso de ellos lo hacen de manera clandestina.

VICIO Y VIRTUD

En los distritos bajo control talibán siguen actuando los controles de «moralidad» impuestos a partir de 1996, cuando el grupo radical tomó el poder en Afganistán y estableció una «policía contra el vicio y por la virtud».

Según HRW, los talibanes vigilan la adhesión de los residentes a sus normas sobre vestimenta, longitud de la barba, o asistencia de los hombres a las oraciones de los viernes.

En las comunidades bajo el control talibán está prohibido cualquier contacto con el Gobierno afgano, y quienes lo hacen son acusados de ser espías, según la investigación.

Las acusaciones de la organización internacional denuncian una brecha entre las declaraciones oficiales de los talibanes sobre los derechos y las posiciones restrictivas adoptadas por estos sobre el terreno.

Según HRW los talibanes están lejos de un consenso interno sobre sus propias políticas, de manera que «alcanzar un acuerdo sobre las disposiciones de derechos humanos en un acuerdo de paz (con el Gobierno afgano) no necesariamente dará como resultado su implementación a nivel local».

EL RECHAZO DE LOS TALIBANES

“Esto está completamente equivocado y rechazamos este informe. Human Rights Watch prepara dichos informes solo para propaganda y trata de difamar al Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes)», dijo a Efe el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.

Refiriéndose a las acusaciones sobre el derecho a la educación, el portavoz aseguró que aunque están en guerra, han hecho «todo lo posible» para mantener las escuelas abiertas.

«En absoluto, no prohibimos las escuelas de niñas», aseveró el portavoz, que negó además todas las acusaciones relacionadas con la libertad de expresión o comunicación y aseguró que que «nunca» se han prohibido.

Se espera que en las próximas semanas representantes del Gobierno afgano y los talibanes celebren en Doha su primera reunión directa con la intención de comenzar un proceso de paz.

Entre otros temas, las partes tratarán sobre los derechos de las mujeres, la libertad de expresión y otros valores sociales y democráticos que los afganos ganaron desde 2002 cuando los talibanes fueron expulsados del poder.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/politica/20200630/482038725908/los-talibanes-continuan-oprimiendo-a-las-mujeres-en-afganistan-segun-hrw.html

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De lo que hablan las mujeres africanas cuando se les da voz y una cámara

Reseñas/19 Marzo 2020/elpais.com

La exposición fotográfica ‘Parlamento de mujeres de África’, de la AECID y la Federación Africana sobre el Arte Fotográfico (FAAP) llega a Saint Louis para suscitar el debate en torno a la igualdad

Nunca se me habría ocurrido cómo plasmar la violencia contra las mujeres en una imagen”, confiesa Mbaye Diouf, estudiante de último curso de la carrera de Artes y Culturas en Saint Louis (Senegal) mientras visita la muestra de fotografía Parlamento de mujeres de África, un trabajo colectivo expuesto desde el pasado 15 de febrero en la Galería Siki Rio de la ciudad.

Bajo el lema Igualdad, equidad y derechos de las mujeres, esta muestra, promovida por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID) y la Federación Africana sobre el Arte Fotográfico (FAAP), es el resultado de un taller impartido por los fotógrafos españoles David Palacín y Marta Moreiras en Dakar en junio de 2019. Participaron ocho fotógrafas y cinco fotógrafos procedentes de Senegal, Benín, Malí, Costa de Marfil y Congo-Brazaville.

 

“Lo que más me llama la atención es que, en realidad, para ver las desigualdades solo había que mirar alrededor”, reflexiona Diouf, de 25 años, y amateur en este arte. Ante sus ojos se exhibe un abanico de obras que, a través de diferentes técnicas artísticas, ofrecen miradas diversas, inspiradas en la realidad femenina que las rodea: la identidad, la discriminación, las violencias, las cargas de trabajo, el papel de los hombres, etcétera. “En África, en Europa y en todo el mundo, los derechos de las mujeres son violados cotidianamente. Como artistas, debemos pronunciarnos”, expone Mamadou Gomis, presidente de la FAAP.

Koukambakana Matthieu Urielle, originaria de Congo-Brazaville y asentada en Senegal desde hace cinco años, ha elegido hablar del sexismo. Con su trabajo quiere reflejar la vida cotidiana de muchas mujeres que se ven juzgadas por su forma de vestir, según comenta la artista. Para ello, utiliza el color rojo saturado y una minifalda como metáfora “accesible a todo el mundo”. “La vestimenta no hace a la persona en ningún caso”, opina, “pero el juicio que se hace a lo que llevan las mujeres es injusto y sesgado, y se hace tanto desde la familia, como en la calle o el sistema en general”.

Urielle vincula su obra a la campaña en redes sociales #balancetonporc (“denuncia a tu cerdo” en francés), que permite a las víctimas de acoso, agresión sexual o violación compartir de manera anónima su testimonio con el objetivo de sensibilizar y debatir sobre las situaciones que viven las mujeres.

EN ÁFRICA, EUROPA Y EN TODO EL MUNDO LOS DERECHOS DE LAS MUJERES SON VIOLADOS COTIDIANAMENTE. COMO ARTISTAS DEBEMOS PRONUNCIARNOS

MAMADOU GOMIS, PRESIDENTE DE LA FAAP

En la misma línea pero más centrado en el ámbito laboral es el trabajo de la senegalesa Nana Marie Helene Faye (conocida como Nan’art). A través del concepto de un pequeño zapato rojo, denuncia las dificultades de las mujeres para desenvolverse profesionalmente.

Foto del grupo participante en el taller procedentes de Senegal, Benín, Malí, Costa de Marfil y Congo-Brazaville.
Foto del grupo participante en el taller procedentes de Senegal, Benín, Malí, Costa de Marfil y Congo-Brazaville. MARTA MOREIRAS

A la fotógrafa gallega afincada en Dakar, Marta Moreiras, que ha seguido el desarrollo de cada proyecto durante el taller, le parece muy interesante la heterogeneidad de los participantes. “Hay miradas más artísticas que se concentran más sobre lo poético o estético y otras que proceden del mundo periodístico y que han hecho creaciones más documentales”, reflexiona. Es el caso de Hostilia Basséne, de 25 años, que se centró en la intimidad de una joven empresaria. Con una serie de fotos de su vida cotidiana, nos traslada a los malabarismos de esta mujer para responder a su papel de madre, esposa, trabajadora y creadora. Los roles tradicionales que ejercen las féminas.

Implicar a los hombres

“¿Y si los invirtiésemos?”, se pregunta Ismaïla Diouf. “Consideré que era importante implicar a los hombre en el discurso», afirma este fotógrafo senegalés. «Nosotros también tenemos que posicionarnos en la defensa de los derechos de las mujeres, complementar el alegato de la mujer, porque en una sociedad igualitaria todo el mundo ganaría”.

Su trabajo es uno de los más comentados. Sobre un sobrio fondo negro, se ven bien iluminados los retratos de hombres mayores vestidos con trajes tradicionales, símbolo de solemnidad y del estatus social de la persona, ejecutando tareas consideradas como femeninas: uno lavando ropa, otro pilando cebolla, otro barriendo con una escoba.

“Desde pequeño he participado en las tareas de mi casa, y sé que hay otros muchos hombres que lo hacen, aunque no lo quieran asumir en público. La sociedad no está lista para aceptar que un jefe de familia lleve a su hijo a la espalda, como hacen tradicionalmente las mujeres”, tercia.

Dice incluso que hay hombres que se han sentido ofendidos al ver su obra. “Hay una hipocresía imperante en esta sociedad, porque si ayudas a tu mujer, te ayudas a ti mismo. Incluso en la religión, que es donde a veces se escuda la gente para no reflexionar sobre estas cuestiones, se insta a compartir las labores del hogar y a apoyar a tu mujer en su trabajo en general”, declara.

Ly Lagazelle, fotógrafa marfileña residente en Marruecos, realiza un ejercicio práctico de iluminación y retrato a David Palacín, uno de los formadores del taller.
Ly Lagazelle, fotógrafa marfileña residente en Marruecos, realiza un ejercicio práctico de iluminación y retrato a David Palacín, uno de los formadores del taller. MARTA MOREIRAS

El lugar de las mujeres en la religión

Diouf explica que el tratamiento de los temas durante el taller no estuvo exento de debates, “de debates constructivos”, matiza. “La igualdad es un tema que escuece, que levanta ampollas”, afirma, comentando que una de las fotografías de Mystic Bram’s (Ibrahima Dia) fue retirada del Museo de la Mujer en Dakar, donde Parlamento de mujeres de África se expuso durante tres meses. La polémica imagen mostraba una mujer vestida de cardenal de la Iglesia católica y fue tachada de susceptible de herir sensibilidades. El resto de la serie, titulada Ñun itam! (Nosotras también)! cuestiona también el lugar de las mujeres en la religión, esta vez en la musulmana, mostrando una mujer dirigiendo la oración, algo reservado a los hombres.

Modou Diop, visitante de la muestra en el Siki Rio, comparte la opinión de la galerista de Dakar. “No me gusta que se plantee el debate sobre el papel de la mujer en la religión, me parece inapropiado: no entiendo qué se quiere transmitir”, dice. A su amigo Medoune sin embargo, la creación de Ibrahima Dia sí le transmitió un mensaje: “Creo que es algo tan improbable que una mujer dirija la oración a día de hoy en este país, que lo que traslada la fotografía es que ellas pueden hacer hasta lo más difícil, lo que se cree imposible. Y yo estoy de acuerdo”.

Las miradas de los asistentes circulan por la sala admirando la selección, que se expone por tercera vez en Senegal y que se verá en España el próximo mes de octubre, en el marco del Festival Internacional de Cine Invisible de Bilbao.

Entre las obras, hay una que quizá sorprenda más, remueva más, obligue a detenerse más tiempo: desenfocada, se percibe una niña en diferentes posiciones. Acaso la imagen no sea nítida, pero el sentimiento que transmite y la comprensión de la situación que representa sin duda lo es. “La vergüenza, el tormento y la desesperación”, dice contundente Oumou Balde en su lengua materna, el wolof. Habla de un episodio demasiado común y demasiado silenciado, en su opinión, en la sociedad senegalesa: la violación.

“Quise tratar ese tema porque en mi barrio de Guediawaye, en Dakar, pasa a menudo y no se habla. Me he inspirado de un caso real de una vecina: un tío la violaba y sus otros tíos y su tía lo sabían y no decían nada. Muchas veces la familia sofoca la situación para que no se hable, lo que supone una nueva forma de violencia hacia la joven”, denuncia apuntando también la falta de seguimiento psicológico de estas jóvenes víctimas de violación como una de las causas de que posteriormente sientan miedo y aversión hacia los hombres.

Aunque el trabajo de Balde ha creado también revuelo, ella lo defiende con orgullo, con la intención de que el tema deje de ser un tabú y se debata en la sociedad, y se muestra dispuesta a seguir trabajando en la defensa de los derechos de las mujeres.

Lo sagrado, mítico y bello

“Mientras para ellas lo importante era trasladar la frustración, la discriminación que sufren en los diferentes ámbitos de la vida y muchas veces pasan desapercibidos por sus compañeros (la pubertad, las presiones sociales, las mujeres migrantes), ellos tiraron más por ensalzar a la mujer, como ser sagrado, mítico, bello”, afirma Moreiras, encargada de trabajar con el grupo el tratamiento de los diferentes temas y la edición de las series finales que cuentan con entre 10 y 15 fotografías por artista.

Es el caso del senegalés Xaadim, con su obra La mujer árbol, o de los 100 ritmos del beninés SODOKPA que pone en valor el trabajo informal realizado por las mujeres en muchas de las capitales africanas. La congolesa Samuelle Paul Banga tuvo un sueño. Soñó una sociedad donde la educación no haga distinciones por sexo, donde hombres y mujeres compartan responsabilidades. Lo representa con un cesto, cargado de verduras, llevado por un varón; y también con los pies de un hombre y una mujer a la misma altura, subidos ambos a un taburete, el de ella calzado con maderas, para situarse a similar nivel.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/03/10/planeta_futuro/1583852536_267608.html

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Las mujeres en la Escuela Mexicana

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

El 8 de marzo representa una fecha especial para recordar la lucha de las mujeres por la adquisición de derechos fundamentales. Este año, en México, la conmemoración estuvo acompañada de numerosas manifestaciones a lo largo del país que hicieron reflexionar sobre la dignidad de las mexicanas. Uno de los derechos básicos, la educación, ha ido poco a poco afianzándose entre las mujeres. El panorama educativo actual da cuenta que cada vez son más las que estudian y que, en términos generales, la presencia de las profesoras es dominante en las escuelas del país. Vale la pena hacer una revisión de la figura de la mujer en la escuela mexicana.

Afortunadamente se puede decir que, de manera general, el hecho de ser mujer ya no representa un obstáculo para hacer valer el derecho a la educación. La matrícula del Sistema Educativo Nacional se conforma por 36,635,816 estudiantes, de los cuales 18,373,677 (50.1%) son mujeres. La presencia de las estudiantes es similar en proporción a la de las mujeres en la población de México en 2018 (51.0%). Aunque las tasas de inasistencia son prácticamente idénticas entre alumnos y alumnas (14.7% y 14.1%, respectivamente) (INEE, 2019a, p. 42), “en general los hombres abandonan [la escuela] en mayor medida que las mujeres” (INEE, 2019a, p. 44), sobre todo en los últimos tramos de la educación obligatoria, lo que se ve reflejado en una diferencia en favor de las mujeres en eficiencia terminal en primaria, secundaria y media superior (0.4%, 5.4% y 8.6%, respectivamente) (INEE, 2019a, p. 46).

Lo señalado en el párrafo anterior da como resultado que una mayor proporción de mujeres (86.9%) de 20 a 24 años, en relación con los hombres (85.3%), cuente con al menos estudios completos de educación básica. No obstante, aún quedan vestigios de la exclusión educativa de las mujeres en el pasado, como el hecho de que en 2016 poseían un índice de analfabetismo (6.8%) mayor que el de los hombres (5.0%) (INEE, 2019b, p. 156). De hecho, en el periodo 1995 a 2016, existe un mayor crecimiento de la escolaridad media de las mujeres de 15 años o más  que el de hombres, aunque la de los últimos sigue siendo superior por una diferencia de 0.3. Esta diferencia, representa la mitad de la existente en 1970, lo que indica una intensificación de la integración de la mujer al ámbito educativo (INEE, 2019b, p. 130.

Existen elementos para suponer que el desempeño académico de las estudiantes de educación básica es mejor que el de los varones. Así lo demuestran los resultados de la prueba Planea 2015, que evaluó a los estudiantes de escuelas mexicanas en su último año de educación básica. De este examen se desprende que, en tercero de secundaria, en el área de Lenguaje y Comunicación, 28.4% de las mujeres se ubicaron en alguno de los dos niveles más altos de logro educativo, por sólo el 20.7% de los hombres; en lo referente a Matemáticas, el 9.5% de las estudiantes se posicionaron en los dos niveles mayores, por 11.8% de los jóvenes (INEE, 2017, pp. 66 y 120). La tasa de aprobación en educación secundaria también favoreció a las mujeres: 96.2%, por 92.6% de los varones (INEE, 2019b, p. 330). De esta manera, se puede deducir que el sexo del alumno no es determinante para su éxito escolar, pues las diferencias no sugieren una tendencia significativa hacia alumnos o alumnas.

La presencia de las mujeres en la docencia es mayoritaria: aunque conforme se avanza en los niveles de educación básica la presencia femenina va disminuyendo, siempre conserva la mayoría. Así pues, el nivel de preescolar, con 93.2% de la planta docente, es en el que más mujeres se desempeñan como profesoras. En educación primaria, dos de cada tres docentes son mujeres (67.3%), mientras que en educación secundaria son un poco más de la mitad del profesorado total (52.7%) (INEE, 2015). De esta manera, es notorio el predominio de las mujeres en las aulas mexicanas: en términos generales, dos de cada tres docentes de educación básica son mujeres. En la formación docente también predominan las mujeres. De acuerdo a cifras del Sistema de Información Básica de la Educación Normal, de los 90,333 alumnos que en 2018 existían en las instituciones normalistas del país, 66,968 son mujeres: tres de cada cuatro maestros en formación son mujeres (SIBEN, 2019).

A pesar de que la mayoría de la planta docente del Sistema Educativo Nacional son mujeres, “en 2018, a nivel nacional, 54.9% de los directores de educación primaria eran hombres” (INEE, 2019b, p. 188), además de que “51.6% de los supervisores de educación básica son mujeres” (INEE, 2019b, p. 216). Asimismo, el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE), realizado en 2013, confirma una menor proporción de maestras que desempeñan funciones de dirección, en comparación con los maestros. En total, se detectó que una de cada ocho (12.0%) profesoras tenía el cargo de directora de escuela, mientras que en el caso de los varones la razón es ligeramente mayor (15.2%). Evidentemente, los datos expuestos representan una desproporción en el acceso a cargos directivos y de supervisión que valdría la pena reflexionar su relación con situaciones o prácticas de inequidad.

De esta manera, se observa que el derecho educativo va alejándose de ideas excluyentes hacia las estudiantes. Es digno de celebrarse que, a diferencia de otras épocas, la inclusión de las mujeres en las escuelas se ha masificado y con esto se ha contribuido a su superación en diversas esferas. La participación de la mujer en ámbitos como el económico o el político sería impensable sin haberse afianzado el derecho a la educación.  Da gusto observar pues que la presencia de mujeres es mayoritaria en cuanto a alumnado y también que las escuelas sean espacios propicios para el desempeño laboral de las profesoras.  No obstante que deban revisarse en los planteles y en las condiciones laborales situaciones de injusticia hacia las mujeres, gratamente, en términos generales, se observa que el hecho de ser mujer ya no representa un obstáculo para poder asistir a la escuela, ni para poder aprender.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/las-mujeres-en-la-escuela-mexicana/

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República Dominicana: Hacen llamado en pos de la igualdad de género, los derechos humanos y el respeto de la vida las mujeres

América Central/República Dominicana/08-03-2020/Autor(a) y Fuente: acento.com.do

El Centro Casas Comunitarias de Justicia estuvo desarrollando en conjunto con la comunidad, organizaciones comunitarias e instituciones públicas en Las Caobos, Santo Domingo Oeste y en Cienfuego, Santiago, marchas simultáneas este viernes 6 de marzo con la finalidad de conmemorar el Día Internacional de la Mujer y la importancia de continuar aunando esfuerzos en pro de la igualdad de género, los derechos humanos y el respeto de la vida de todas las mujeres.

“El 8 de marzo es un día para reflexionar sobre los avances alcanzados, espacios conquistados y continuar aunando esfuerzos en pro de la igualdad de género, los derechos humanos y el respeto de la vida de todas las mujeres. En el Centro Casas Comunitarias de Justicia estamos comprometidos con los derechos de las mujeres”, manifestó este viernes esta organización dedicada a la mediación y conciliación con el interés de garantizar el acceso a la justicia de los sectores vulnerables del país.

Esta institución surgida en el año 2005 implementan una atención diferenciada hacia las mujeres víctimas de violencia de género e intrafamiliar, entre lo que incluyen acciones como son la formación de 10,200 mujeres en temas de derechos humanos, prevención de violencia y acceso a la justicia, entre otros temas.

La entidad recordó que 203,000 mujeres han accedido a la justicia a través de los servicios de mediación, conciliación, orientación legal y municipalidad, que son brindados en los diferentes centros ubicados en el país, como son CCJ-Santiago: desde Navarrete, Puerto Plata, Villa González, entre otros. CCJ-Santo Domingo Oeste: desde Los Alcarrizos, Pedro Brand, CCJ-Moca: desde Gaspar Hernández, La Vega, desde Jarabacoa, Constanza, Jima, entre otros.

También forman parte de esta iniciativa la Fundación Pro Bienestar de la Familia (PROFAMILIA), Asociación de Abogados de Santo Domingo Oeste, Foro de Prevención de Violencia Santo Domingo Oeste, Fundación Voluntad Educativa (FUNVE), Consejo Comunitario Buscando Soluciones (COCOBUSO), Asociación Dominicana de Personas con Discapacidad Físico Motora (ASODIFIMO) y Casa del Bienestar, mientras que en Santiago se suman, la Parroquia Santa Marta, la Unión de Mujeres por el Desarrollo de Cienfuegos y el Instituto Politécnico Ramón Dubert Novo.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/2020/actualidad/8791203-hacen-llamado-en-pos-de-la-igualdad-de-genero-los-derechos-humanos-y-el-respeto-de-la-vida-las-mujeres/

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Colombia: Comunicado. La Escuela Nacional Sindical rechaza atentado contra la profesora Sara Fernández

Redacción: Agencia de Información Laboral

La Escuela Nacional Sindical, ENS, expidió este miércoles un comunicado en rechazo al atentado del que fue víctima Sara Fernández, profesora de la Universidad de Antioquia. El texto firmado por el Consejo Directivo da cuenta de un contexto en el país que es peligroso para los defensores de derechos humanos. Llama la atención principalmente sobre las declaraciones del gobierno nacional y del alcalde de Medellín.

La profesora Sara Fernández fue herida con arma blanca en la madrugada de este miércoles 4 de marzo cuando se encontraba en su residencia. Según las versiones, un habitante de calle entró por el balcón y apuñaló a la docente quien fue remitida a un centro hospitalario donde se recupera de la herida que afectó uno de sus pulmones.  El sujeto agresor fue capturado por las autoridades y puesto a disposición de la Fiscalía.

En su comunicado, la ENS considera que es de altísima gravedad la situación en la Universidad Pública. “Primero fue el ingreso de la Fuerza Pública a los campus universitarios. Luego las amenazas de objetivo militar a las organizaciones y líderes gremiales y hoy el atentado directo contra la vida de una de sus dirigentes, la profesora Sara Fernández”, dice el comunicado.

Agrega el texto dado a conocer por la ENS que el gobierno no respeta los Derechos Humanos, ni sus defensores ni la protesta social y que por el contrario los penaliza y criminaliza. Menciona las declaraciones dadas esta semana por la Ministra del Interior Alicia Arango en las que dijo que las muertes por robo de celulares son más numerosas que las de líderes sociales. De la mima manera habla de la descalificación echa por el Gobierno al informe de Derechos Humanos presentado por la ONU.

“La decisión del Gobierno, en vez de dar solución, es acallar la lucha de los estudiantes y la juventud que inició en 2018, las del Magisterio, del movimiento sindical y de las organizaciones de la sociedad civil que se expresaron masivamente desde el pasado 21 de noviembre de 2019, cuando se juntaron todas las voces del pueblo colombiano”. Además, agrega el comunicado, que, a pesar del avance del acuerdo de paz, hay “fuerzas oscuras asociadas a las nuevas bandas criminales que vuelven a dejar su rastro de sangre por todo el territorio nacional, asesinando y amenazando a líderes y lideresas de la protesta social y defensores de los derechos humanos”.

Finalmente, el comunicado reconoce en la profesora Sara Fernández una dirigente sindical comprometida y activista incansable por los derechos de las mujeres. “La Escuela Nacional Sindical rechaza éstos hechos de violencia y manifiesta su solidaridad con la profesora y con los dirigentes y gremios de la Universidad de Antioquia, y hace un llamado a rodear de solidaridad y garantías la protesta social y exigir al Gobierno Nacional y Local el respeto de la autonomía universitaria y del derecho a la protesta y a la vida en comunidad.”

Este miércoles también se realizaron varios actos simbólicos en rechazo de la agresión de la que fue víctima la docente y para exigir justicia. El primero de ellos consistió en rodear con un cordón humano la clínica en la que se encuentra la profesora Hernández y el otro fue un mitin a las afueras del bunker de la Fiscalía en Medellín.

Descargue el comunicado aquí

Fuente: http://ail.ens.org.co/noticias/la-ens-rechaza-atentado-contra-la-profesora-sara-fernandez/

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«Objetivo África», la nueva forma de colonialismo

Por: Obianuju Ekeocha

Uno de los tesoros más preciados de África es su cultura de la vida. La mayoría de los africanos cree que la vida humana tiene un valor inestimable; que los hijos son una bendición; la maternidad, un don y el matrimonio y la familia, una riqueza. Sin embargo, los principios y valores que sustentan esta cultura de la vida se encuentran hoy amenazados por una nueva forma de colonialismo que pretende adueñarse del corazón, la mente y el alma de África. Un colonialismo ideológico que denuncia con valentía la autora nigeriana Obianuju Ekeocha.
«El don más preciado que los africanos podemos dar al mundo en este momento es nuestra inherente cultura de la vida. La mayoría de los africanos comprenden, por fe y tradición, el inestimable valor de la vida humana, la belleza de la feminidad, la gracia de la maternidad, la bendición de la vida matrimonial y el don de los hijos. Todos ellos están siendo objeto de un implacable ataque por parte de la mayoría del mundo occidental, donde el aborto a demanda es legal, donde la fertilidad es considerada un inconveniente y tratada como si fuera una enfermedad, donde la maternidad está cada vez menos valorada y donde el matrimonio es redefinido».
NEOCOLONIALISMO IDEOLÓGICO EN EL SIGLO XXI
«Estos son los valores familiares fundamentales que nuestros padres y abuelos nos han transmitido. Están arraigados en nuestras costumbres, consagrados por la ley e incluso codificados en nuestras lenguas nativas. Quitárnoslos equivale a invadir, ocupar, anexionar y colonizar a nuestra gente.Hay una nueva colonización en marcha en nuestro tiempo, no de las tierras o de los recursos naturales, sino del corazón, la mente y el alma de África. Es un colonialismo ideológico».
En las páginas de este libro, Obianuju Ekeocha nos advierte de cómo las élites y líderes occidentales que en las últimas décadas han legalizado el aborto, promovido la anticoncepción, menospreciado la maternidad y redefinido el matrimonio, pretenden imponer su nueva visión de la realidad en África. Una influencia externa que, como explica Obianuju Ekeocha, se ha vuelto cada vez más invasiva:
A través de su dinero y sus medios de comunicación, las élites occidentales vuelven a ejercer una influencia increíble sobre el pueblo de África. Una vez más, los amos coloniales les dicen a los africanos que ellos saben más. Sólo que esta vez está en juego la definición misma de lo que significa ser hombre, mujer o familia.
Existe, sin embargo, un obstáculo para quienes tratan de introducir nuevos criterios morales en África: las arraigadas y profundas creencias y tradiciones culturales del pueblo africano. En 2014, una encuesta realizada por Pew Research Center mostraba que la mayoría de los africanos tiene una visión conservadora respecto a cuestiones como el aborto, la anticoncepción, las relaciones prematrimoniales, la homosexualidad y el divorcio. Por este motivo, una de las estrategias para provocar un cambio radical consiste en presionar a los líderes y legisladores africanos para que establezcan nuevas leyes y políticas que impongan los criterios occidentales sobre su pueblo.
IMPOSICIÓN DE POLÍTICAS ABORTISTAS…
«En el centro del sistema de valores de mi gente está el reconocimiento profundo de que la vida humana es preciosa… Para nosotros, el aborto, como asesinato deliberado de pequeños en el útero, es un ataque directo contra la vida humana inocente. Es una injusticia grave, que nadie debería tener derecho de cometer».
En el año 2003, un estudio de Pew Research Center recogió la opinión de 40.117 personas de cuarenta países acerca de distintas cuestiones morales. En sus respuestas, la gran mayoría de los africanos mostró su oposición al aborto. Para el 92% de los ghaneses, el 88% de los ugandeses, el 82% de los kenianos, el 80% de los nigerianos y el 77% de los tunecinos, el aborto era un actomoralmente inaceptable.
«Una abrumadora mayoría de africanos piensa que el aborto es intolerable, ya sea legal o ilegal. Es hora de que la comunidad internacional escuche las voces de los pueblos africanos y desista de presionarlos para que aborten».
Casi el 80% de los países africanos tienen algún tipo de ley que prohíbe o restringe el aborto. Incluso en aquellos países donde el aborto es legal, la mayoría aún cree que la vida en el vientre materno es sagrada y que el aborto es moralmente inaceptable. Sin embargo, a pesar de estos datos, la campaña para imponer el aborto en África está en auge. Si la mayoría de los africanos se opone al aborto, ¿quién está impulsando su legalización en estos países?
…Y LA ANTICONCEPCIÓN
«Intentar evitar que la gente del mundo en vías de desarrollo tenga hijos es una atrocidad, sobre todo porque hacerlo no es una estrategia de desarrollo. Es una estrategia invasiva…»
Quienes promueven la anticoncepción en África aseguran que trabajan en favor de los derechos de las mujeres. Pero ¿es realmente esto lo que reclaman las mujeres africanas?
Esta es la reflexión que hace Obianuju Ekeocha:
¿De qué modo esterilizar a las mujeres más pobres del mundo les da el control sobre el hambre, la sequía, la enfermedad y la pobreza? No hace que estén más formadas o que tengan más posibilidades de trabajar. No les proporciona alimentos o agua potable. No hace que la mujer africana sea más feliz o esté más satisfecha en su matrimonio. No. Este amplio proyecto anticonceptivo sólo hará que la mujer sea estéril al precio más barato posible. Esto, ciertamente, no es lo que hemos pedido las mujeres africanas. No es la ayuda que nuestros corazones anhelan en medio de las pruebas y las dificultades de África. Pero en un mundo de asombroso imperialismo cultural, es lo que nuestros “mejores” han elegido para nosotras.
AYUDA AL ÁFRICA NECESITADA: LA PUERTA AL COLONIALISMO IDEOLÓGICO
«Mucho de lo que he escrito en este libro es, en gran medida, una búsqueda de la causa fundamental de la colonización ideológica de África. Y esta búsqueda apunta a la fragilidad económica y la vulnerabilidad de las naciones africanas, que han sido explotadas con absoluto descaro por ricos ideólogos de las naciones occidentales, cuya ansia de poder parece que sólo puede ser saciada controlando el destino de nuestros países».
A pesar del bien que ha hecho la asistencia humanitaria en África, la ayuda exterior también se ha convertido en la puerta de acceso del colonialismo ideológico y en la causa de una dependencia más profunda de los gobernantes africanos hacia los donantes occidentales. Esta dependencia desprotege a las naciones africanas frente a sus ricos donantes, ya que su ayuda, en muchas ocasiones, no es gratuita, sino que viene acompañada de una agenda concreta. Esta ayuda con “condiciones” es el centro del neocolonialismo ideológico que está invadiendo África.
HACIA LA DESCOLONIZACIÓN DE ÁFRICA
«Mi sueño es que un día, en un futuro cercano, las naciones independientes de África dejen de depender de la opulencia de sus donantes. Como muchos de los africanos que en los años 50 anhelaban la independencia de sus amos coloniales, anhelo la independencia de nuestros amos neocoloniales del siglo XXI, para que los africanos puedan gobernarse a sí mismos de una manera adecuada a sus valores y aspiraciones».
Para Obianuju Ekeocha, el viaje a la libertad real y la prosperidad de África comienza por el reconocimiento del daño que provoca el neocolonialismo ideológico y su vínculo con la ayuda exterior. En su búsqueda de la descolonización, África necesita combatir la corrupción y superar su dependencia de las ayudas exteriores:

Si África quiere protegerse de la desintegración social que estamos viendo en Occidente, y que Occidente quiere exportar a nuestros países, debe luchar en aras del matrimonio y los hijos, que son el futuro del continente. Nuestros países deben reducir la influencia corruptora de la ayuda procedente de naciones y organizaciones obsesionadas con el sexo y, para ello, deben edificarse sobre los cimientos firmes de buenas escuelas que desarrollen no sólo las mentes, sino también el carácter; de economías de mercado que dejen libre el comercio y los recursos para beneficio de todos; de líderes responsables que respeten la cultura de su pueblo más que la opinión de los donantes ricos. Debemos resistir a los nuevos colonizadores ideológicos antes de que nos roben nuestro “yo”.

Fuente: https://infovaticana.com/2020/01/19/objetivo-africa/

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