Lisbehet Dubravska Torcatty entrevista a Cecilia Bottini

Rescatando la Memoria Histórica Revolucionaria, de los movimientos estudiantiles de 1960 desde la Experiencia de vida de Cecilia Bottini Marín.

Antes de iniciar ésta conversa, es importante destacar que en los años 1960 surgió toda una dinámica de lucha enfocada o en contra del poder imperante de la época, al nefasto pacto de punto fijo, que trajo como consecuencias la pobreza extrema, descontrol en el aspecto económico. En este sentido, la entrevista a la profesora Cecilia Bottini Marín nos dará otra mirada de lo acontecido en esa época. Estamos hablandos de la mirada, el sentir, las vivencias de los que nunca fueron escuchados.

Esta otra mirada nos permitirá además conocer, entender e interpretar las motivaciones que movían las acciones casi heroicas de aquellos estudiantes y comparar con las motivaciones de los estudiantes en la actualidad.

La técnica predominante a utilizar para la recolección de la información es la entrevista basada en preguntas generadoras. Es decir, se trató de focalizar en preguntas y aspectos significativos que estuvieran relacionados con la temática en cuestión y así obtener, en la medida de lo posible, un relato pronunciado en primera persona, ya que lo que se intenta rescatar son las experiencias de ese individuo.

Ahora bien, en este punto de nuestras proposiciones, nos resulta necesario aclarar lo siguiente: cuando el individuo –el sujeto seleccionado para entrevistar– se posiciona en primera persona y habla de sus experiencias, lo consideramos el personaje del relato. No importa –ya lo hemos señalado– si él dice o no absolutamente todo, ni si respeta el orden cronológico, sino los hechos que son iluminados por la selección del recuerdo y la lógica de conexión que se evidencia en el relato. Conviene reconocer, al respecto, que todo relato biográfico es focalizado, parcial, y su primer recorte está dado por el investigador mismo con base en su interés de conocimiento. (Torcatty 2011).

ENTREVISTA.

UNA RELACIÓN CARA A CARA.

En primera instancia se seleccionó el sujeto social para la entrevista y se concretó en un lugar cómodo para la misma. Es importante considerar que la primera entrevista estaba supeditada por el tiempo debido a que el lugar sería cerrado a las pocas horas, por lo que se decidió enviarla a través de un audio.

Sin embargo, la segunda entrevista en donde se realizaron dos preguntas, se realizó por skype, la cual nos permitió interactuar adecuadamente y permitió observar gestos, llantos y todo tipo de emociones.

Es relevante considerar que la persona entrevistada es una amiga personal y muchas veces hemos hablado de la temática relativa a los movimientos estudiantes de antes y durante los años 1960, las expectativas de esos estudiantes, su sentido patrio y motivaciones en el hecho de querer construir una patria nueva y diferentes que transcendiera ese pacto nefasto como lo era el Pacto de Punto Fijo que nos hacía sucumbir en esclavitud simbólica.

A continuación la entrevista:

1) Desde que momento de tu vida sentiste la necesidad de hacer una lucha por tu país?

Bueno, Dubra, voy a intentar responder tu pregunta, ¿en qué momento en tu vida sentiste la necesidad de hacer una lucha por tu país? Mi respuesta parte de que no hay un momento en la vida donde tu empiezas la lucha, y una lucha por tu país menos, esto más bien es un proceso, donde uno va reuniendo experiencias y va relacionando conexiones y se da no de un día para el otro; en mi caso particular cuando me hiciste la pregunta hace varios días  me puse a reflexionar y me di cuenta de que comenzó antes de que yo naciera, eso es como dije ,porque es un proceso que se dio desde mi familia ,cuando desde pequeña, desde que yo tenga conciencia de eso, en mi casa se habló de las persecuciones que el partido de acción democrática le hacía a mi padre, eso fue por el año 45 ,yo no había nacido, pero mi padre era un perseguido político y era un líder del partido Unión Republicana Democrática (URD), y luego en mi casa se habla de la dictadura de Pérez Jiménez, donde mi papa también es un perseguido y porque  Pedro Estrada, mano derecha de la policía política del gobierno de Pérez Jiménez, perseguía a mi papa ,cada vez que en caracas pasaba algo mi papa era perseguido, luego vienen el final de esas luchas que es cuando los estudiantes participan y mi hermano mayor José Antonio estaba en bachillerato participa en esas luchas, era perseguido fue puesto preso, luego termina el gobierno de Pérez Jiménez y viene lo que llaman la época democrática y ya yo estoy un poquito más grande y tengo 8 años y veo a mis hermanos que salen a la isla de cuba a participar en lo que se llamó allá la alfabetización del pueblo y uno de mis hermanos se fue para allá por un año y otro fue como dirigente estudiantil, bueno total que en mi casa siempre se habló de política, ya en los primeros , llamados de la democracia, los  cuarenta años que llaman la cuarta república,  mi casa era un centro de reunión ,me acuerdo de un franciscano que iba a la casa y se reunía con mis hermanos, se discutía sobre libros, sobre lo que iba a pasar, iban algunos militares, mi hermano estaba estudiando en la universidad economía seguía siendo dirigente estudiantil y bueno ya yo tenía 11 o 12 años, y oía todo eso. Uno de mis hermanos me daba a leer, a esa edad que yo tenía, 12 años, me dio a leer La madre, Los hermanos Karamazov, Así se templó el acero, esos libros que leímos todos las personas de mi época en algún momento, entonces bueno, todos esos cuentos de mi mama sobre las luchas de mi papa, luego  las luchas de mis hermanos, mis vivencias, bueno eso hace que yo me interese que siempre sea una interesada por las cosas que pasaban en mi país, veía a mis tíos que llegaban y me hablan de la época de Rómulo Betancourt, que se encerraban en el cuarto a hablar que viene un golpe he que había que tener mucho cuidado con los vecinos no hablar delante de nadie. En mi casa se forja, digo yo, que la primera guerrilla que hay en Venezuela, porque mi hermano de 15 años , Federico, participa en un asalto , no eso fue una conjura que hubo, vamos a llamarlo conjura, que los militares y civiles se llevan unos fusiles de un barcos que habían en La Guaira y se van hacia los llanos, allí va mi hermano Federico, la primera guerrilla que hubo aquí se formó en los llanos, eso duro muy poco y fue derrotado porque solo eran muchachos  y no tenían ninguna formación militar, no era más que el deseo de derrotar el gobierno de Rómulo Betancourt y hacer un cambio en el país, influenciado por la revolución cubana . En mi casa se oía a Fidel castro todas las noches, mis hermanos pasaban horas y horas oyendo a Fidel Castro, mis hermanos se sabían de memoria los discursos de Fidel Castro. Luego yo llego  a bachillerato, y estábamos, seguíamos en la lucha contra Rómulo Betancourt, ya empezando la lucha revolucionaria, la llamábamos en ese momento la lucha revolucionaria, yo participaba con apenas 13 años en el liceo José María Vargas, en las luchas estudiantiles .Si, tenía muy claro  porque lo hacía, luego nos mudamos a caracas y mi hermano José Rafael, estudia en la Escuela Técnica Industrial del Oeste y se convierte en el presidente del centro de estudiante, yo estudiaba en el liceo Andrés Eloy Blanco que quedaba al lado, y cada vez que los muchachos de la escuela técnica salían a protestar, yo salía participando con los muchachos del Liceo Andrés Eloy Blanco, hacíamos luchas conjuntas y nos íbamos por esas calles de cuartel de Catia siendo perseguidos por la guardia nacional, allì comienzo a relacionarme con los muchachos del partido comunista, yo nunca fuì miembro del partido comunista, pero bueno todos los jóvenes en ese momento, mis vecinos y mis amigos, eran políticos, de 14, 15 y 16 años, todavía no tengo conciencia de la cosa pero si mucha lectura mucha conversación en mi casa hasta que, bueno mi hermano José Rafael influye mucho en mí, éramos contemporáneos, yo lo acompañaba en todas sus luchas, el comienza a conversar mucho de lo que pasa en los barrios, trabaja haciendo trabajo comunitario en el barrio La Silsa que quedaba en Catia, nosotros vivíamos en Casalta, el barrio nos quedaba al lado. Más adelante Josè Rafael, mi hermano, pasa a estudiar en la Escuela Técnica Luis Caballero Mejías y yo a la Universidad Central y seguimos haciendo trabajo comunitario, ahora en el barrio Marín en Los Hornos de Cal, un día me comenta José Rafael que aquí cada 5 minutos se mueren no sé cuántos niños de hambre  y que nosotros tenemos que participar para acabar con eso porque mientras haya un niño que se muere de hambre en el mundo nosotros no nos podemos quedar tranquilos y eso hace como que yo tome conciencia, más claramente aun , en todo lo que debíamos participar, no únicamente en huelgas ni en marchas, si no de una manera más activa, en la Universidad Central me incorporo al (FLN) Fuerza de Liberación Nacional, porque había la Fuerza Armada de Liberación Nacional, que era la FALN ,que era la guerrilla armada en la montaña. Los que nos quedamos en los pueblos, en este caso en la ciudad , hacíamos más trabajo político, recogíamos el dinero para apoyar a las guerrillas, hacíamos trabajo de correaje, participábamos en lo que se llama los asaltos a los bancos, pero más que todo apoyando pasando los datos  de cómo se mueve aquel banco, nuestras casas servían de concha (escondite) para los guerrilleros, en ese tipo de cosas participábamos, como veras no hubo un momento en el que yo decidí incorporarme en la lucha si no que nací en una familia que donde se luchaba desde siempre creo que eso se da en muchas personas creo que eso viene de la familia esa formación política bueno.

Bueno Dubra a medida que vayas preguntando te iré echando otros cuentos, mi participación en la universidad en la lucha femenina, cuando llego a la universidad que está en efervescencia  la renovación estudiantil ,estando yo allí se da la renovación estudiantil, se dan las luchas del movimiento feminista , bueno te contare sobre eso de las visitas a las guerrillas en Falcón como fue el apoyo a las guerrillas como mi casa fue centro de concha como trasladábamos a los guerrilleros cuando bajaban eso no tiene nada que ver con la pregunta eso te lo diré más adelante

 

2) Qué te motivo que persona que conversas?

Luego la segunda pregunta, me preguntas ¿qué te motivó, que persona, que conversas? Bueno, mi madre fue mi gran motivadora, mi mamá no podía ver a una persona con necesidad sin que le tendiera la mano a pesar de que nosotros no teníamos muchos recursos, nos quedamos huérfanos desde pequeños pero mi mama siempre estaba atenta a quien tuviera necesidad y una de las cosas más importantes es que ella nunca dio lo que le sobraba, ella compartía lo que tenía y a veces se quedaba ella sin comer o sin alguna cosa para dársela a quien ella considerara que lo necesitaba, eso me hacía recordar mucho una canción de ALÍ Primera dedicada a su madre que decía “ tú me enseñaste a no matar las mariposas, que no cortara las rosas que en tu jardín cultivabas, fui aprendiendo poco a poco a querer a los demás… y por qué las ayudas no se daban por caridad,” mi madre también decía que no se le da a la gente lo que le sobra si no que se da porque se siente, bueno entonces esa gran motivadora mía fue mi madre, mi madre siempre nos hablaba de mi papa de una figura importantísima porque siempre estuvo luchando por la justicia, sin embargo el modelo era ella. Luego, bueno, ver a cada uno de mis hermanos participar, leer discutir, unas discusiones muy sabrosas en mi casa donde pude ver a un cura, a esos curas Franciscanos,  de esos que usan una batola marròn, junto con un militar y un estudiante universitario, todos discutiendo acerca de política, de libros, un ambiente muy rico, ellos fueron motivadores todos, sin embargo, la figura que yo diría, aparte de mi mama, como que clave, fue José Rafael, quizás por ser nosotros contemporáneos, como ya te dije anteriormente que donde iba uno iba el otro y con el yo iba a los barrios, él era muy carismático la gente lo seguía los estudiantes, él fue  un líder estudiantil. Cuando pase hacer militante de la Fuerzas de Liberación Nacional él se puso más cauto y no quiso que yo participara con él porque decía que si me pasaba algo  mi mama se moría, o sea, si le pasaba algo a él o a mí, y además le pasaba a Federico, mi mama no iba poder aguantar tanto, entonces trataba de mantenerme al margen y solo participaba en cuestiones en los barrios, en la asociaciones de vecinos, íbamos mucho a los barrios a trabajar con la gente, a enseñarle a la gente la organización, a conversar con ellos con las asociaciones de vecinos, en ese tiempo las asociaciones de vecinos  era una manera de llegar a los barrios.  Que otra persona te puedo decir que fue básica en mi vida ¿mi hermano Orlando, por ser quien me daba los libros, cuando yo tenía 12 años. ¿Darle a un muchacho el libro de La Madre o el libro de José Ingeniero, para sentarse a discutir, bueno, como tu discutías con un muchacho?  Bueno, el me formó. ¿De qué se conversaba? Bueno, se conversaba de la necesidad que se pasaba, que pasaba la gente en los barrios, de cómo no se podía estudiar, de cómo era que tenía que trabajar políticamente, incorporarse en los trabajos tan jóvenes. Ese tipo de conversa siempre estaba, de cómo la policía desaparecía a la gente, eso muy joven porque ya luego para nosotros cuando que tengo 18 años o 20 años el tema de los desaparecidos ,la gente que tiran de los helicópteros o los llevan a  los teatros de operaciones (TO), pasa a ser una conversación en mi casa muy común, nosotros somos víctimas de los allanamientos constantes, del tener siempre una manera de estar pendiente si te persiguen o no te persiguen, de cómo entras en una casa, de que hablas, de quien hablas, como te mueves, siempre pendiente de esa cuestión ¿ Luego me preguntas si teníamos algún centro de estudio que hablara del tema? Bueno, claro, en mi casa siempre se habló del tema, pero luego, cuando ya tengo 17 años, era obligatorio tener círculos de estudios, te daban un libro que luego tu tenías que reunirte con los compañeros a conversar sobre ese libro, a reflexionar acerca de ese libro, lo hacíamos nosotros, primeros los militantes luego lo hacíamos en los barrios donde íbamos a hacer trabajo comunitario. Nos reuníamos con los muchachos en los barrios, con los dirigentes de los barrios, hacíamos círculos de estudio.  Además que el trabajo con los muchachos era que tenían que estudiar , si los aplazaban en alguna materia nosotros, quien sabia matemática le deba matemática el que sabía de química le daba química y así, siempre estábamos al rededor del estudio, era básico estar bien informado , era muy importante ser el primero de su clase, o sea, si tu querías ser militante político tu tenías que ser honesto, tenías que ser el primero en la clase, tenías que ser buen hijo de familia, responsable en tu casa, ser un buen ciudadano, aunque yo nunca milite en el partido comunista pero en ese tiempo donde el militante  revolucionario era lo máximo, tenías que ser ese modelo a seguir , nosotros no podíamos ser borrachos, ni ser groseros nada de eso era una época bien bonita de formación de formación ciudadana.

3) ¿Por qué y para qué la lucha?

Bueno, en la conversación te he dicho la lucha porque por la justicia social, por el derecho de los que menos tienen a tener lo mismo que el resto de las personas de la sociedad, a tener acceso al estudio a la salud a la familia a tener servicios una casa  eso básicamente.

 

 

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El Salvador: Educación sexual integral. Un derecho negado

Redacción: Gato Encerrado

Tengo siete sobrinas y tres sobrinos, de las cuales dos son más cercanas por área geográfica y por haber convivido con ellas. Una  actualmente tiene 16 años y la otra tiene ocho. Elizabeth, de 16, tuvo hace unos meses una experiencia que nos cambió la vida, a ella y a  mí. Yo por primera vez sentí en carne propia el discurso que elaboramos, partiendo de datos estadísticos sobre violación, desapariciones y violencias contra  niñas y adolescentes. Mi sobrina fue víctima de una privación de libertad en el que ella solita llego hasta ahí. Pero ¿Cómo llego hasta la jaula de su privación? Bueno la respuesta es simple, por la falta de educación integral en sexualidad (EIS).

Una adolescente con deseos de conocer afectividad y sentirse “madura” recibió una invitación a su Facebook de un hombre de 26 años de edad. Al no tener clara las relaciones de poder, cualquiera diría que no es mucha la diferencia. Empezaron con mensajitos, hasta que un día la llegó a ver a la escuela, ubicada en uno de los municipios violentos de San Salvador. Se vieron, hablaron y le pidió el número de teléfono para chatear en whatsapp.

Las conversaciones de amistad terminaron en una relación de “novios”, donde ella creía que había confianza como para contarle que su mamá la restringía de ciertas actividades y que no le permitía tener novio, y que si lo hacía la sacaría de la escuela. Con esta información, el sujeto vio un escenario perfecto para un día llegar en su moto y llevársela hasta un cantón de Tonacatepeque, donde no todas las compañías de telefonía tienen señal de celular.

Ahí empezó la cruzada, mi hermana no quería que su hija tuviera novio pero tampoco le importaba lo que ella quería, nunca le dijo cómo se debía cuidar ante las señales de trata de menores, del uso de las redes sociales, ni mucho menos le explicó como tener una relación afectiva sin violencia, porque resulta que ella (la mamá) también había pasado por esas misma limitantes.

Crecimos en el seno de una familia religiosa y conservadora, los temas de sexualidad no se discutían. Esa limitante, heredada en las tres generaciones más cercanas de mi familia, terminaba con una de mi sobrina privadas de libertad por un delincuente vinculado a grupos criminales del país, resultado de la ignorancia por no hablar de EIS.

Pero esta situación pudo ser diferente, cuando este hombre le dijo “veníte a mi casa, aquí no vamos hacer nada (tener relaciones sexuales) hasta que cumplas 18 años”, ella no lo habría creído y no hubiera esperado a que la encerraran, que le quebrara su celular y que le dijera que de esa casa no salía, si no era con él o muerta.

Esa experiencia me llevó a pensar: ¿qué les espera a las niñas y adolescentes si se sigue postergando la EIS como una política pública? Me encontré en internet con un artículo titulado: El libro apócrifo de Galileo, publicado en el 2009[1], donde relata cómo fue la batalla perdida de la ciencia ante la religión. Una vez más, pero hoy en lugar de creer que la tierra gira alrededor del sol, era que la sexualidad debía tener un solo enfoque: abstinencia, hablar de la sexualidad desde la religión y los valores de un grupo de ultra conservadores liderados en ese momento por el exarzobispo de San Salvador Fernando Sáenz Lacalle y Regina de Cardenal, presidenta del Movimiento Sí a la Vida.

Resulta que en el año 2000 el Ministro de Salud José Francisco López Beltrán presentó el manual: “De adolescentes para adolescente”, un material que hablaba a partir de investigaciones científicas sobre sexualidad, pero que fue modificado, por no agradar a la iglesia y ciertos poderes políticos. Se imaginan ¿qué hubiera pasado con esta generación de niñez y adolescentes si se hubiera aplicado aquel manual que tocaba todos los temas de sexualidad? Seguramente no tendríamos a estas alturas las tasas tan elevadas de embarazos, trata de menores y de violencia sexual. Según el Ministerio de Salud, solo en 2017 hubo 19,190 niñas y adolescentes embarazadas, lo que representa el 28 % de embarazos de todo el país. De ellas 781 tenían edades de 10 a 14 años.

Mi sobrina estuvo a punto de formar parte de las cifras de desaparecidas, pero gracias a la presión que se ejerció y demandó a fiscalía y policía, se pudo ubicar dónde estaba, pero no hubiera funcionado sin una tía recitando todos los programas que supuestamente estas instituciones tienen para casos de desaparición de menores de edad. Ese día, mientras iba en la patrulla de policía, pensé en todas esas niñas que son dejadas a la deriva por la famosa frase “marido quieren, marido tienen”, que lamentablemente viene de las familias que simplemente no tienen formación en EIS.

Hoy no quiero que mi sobrina de ocho años llegue la adolescencia y se convierta en una cifra más de embarazo no deseado, una adolescente desaparecida o violada, una niña que la engañan y la privan de libertad mientras la violan. No quiero que ella sea fuerte, si no que camine por las calles libre, y que nadie le diga que las calles no son para ella; quiero que en la escuela le enseñen y fomente la cultura de denuncia, para que cuando un tipo mayor le empiece a escribir por las redes sociales, la persiga por la calle, o si la pareja de mi hermanas le toca su vulva y le diga “es un secreto entre vos y yo” tenga la capacidad de identificar que es una agresión sexual.

Como tía quiero que mis sobrinos y sobrinas tengan las capacidades instaladas para protegerse en su salud sexual y reproductiva. Es un derecho humano para su desarrollo pleno; pero mientras grupos religiosos y conservadores se opongan, nos quedaremos atrapados en una especia de edad media, donde se niega el conocimiento y se expone a las mayorías, las clases con menos recursos económicos. Datos indican que la tasa de embarazo de adolescentes es de 118 por 1000, en el quintil más pobre y solo del 35 por 1000, en el más rico, que tiene acceso a otros niveles de educación y servicios.

Fuente: https://gatoencerrado.news/educacion-sexual-integral-un-derecho-negado/

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