Descolonizar la educación: ¿proyecto o impostura?

Por: Mauro Jarquín Ramírez*

 

A principios de 2015, un estudiante de la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica lanzó heces fecales sobre una estatua del imperialista británico Cecil Rodhes, considerada monumento al colonialismo. El hecho detonó el inicio del movimiento Rhodes Must Fall, que llegó a cuestionar contenidos y prácticas coloniales en la educación de ese país y más allá de sus fronteras. En cuestión de semanas, la protesta se extendió a otras instituciones del mundo, apuntalando una potente discusión sobre la descolonización de la educación superior en universidades como Oxford, Harvard y la Escuela de Economía de Londres, donde estudiantes preguntaron: ¿mi currículo es blanco? La trascendencia fue tal, que la propia Quacquarelli Symonds, compañía conocida por sus rankings internacionales, llegó a hablar en 2020 sobre la necesidad de discutir la descolonización de la educación. Así, un debate presente desde mediados del siglo pasado, relativo a la superación de estructuras de dominación colonial en la cultura y la educación, obtuvo nuevo aliento, ya no particularmente en África o América Latina, sino en el corazón de Occidente.

Aunque en México el debate sobre la descolonización educativa no es nuevo, la temática se ha convertido en elemento central de la narrativa educativa oficial a raíz de la difusión del Nuevo Marco Curricular. Nadie podría negar los síntomas de colonialidad presentes a lo largo de un sistema educativo donde el racismo y la discriminación institucional son parte de cotidianidad en gran cantidad de escuelas, públicas y privadas. La ausencia de justicia curricular, autonegación de culturas y lenguas por temor a la discriminación; violencia física; marginación, etcétera, forman parte de las trayectorias escolares –y de vida– de estudiantes principalmente indígenas, afromexicanos y de clase trabajadora. Lo anterior ha conducido a hechos indignantes, como cuando recientemente un estudiante otomí fue quemado por sus compañeros de una telesecundaria en Querétaro por ser indígena y “no hablar bien español”. Visto así, es necesario apuntalar un cambio en el funcionamiento del sistema educativo que permita superar una antiquísima matriz de dominación “racial”/étnica y conduzca a prácticas docentes, de organización escolar y de interacción comunitaria de carácter democrático, mediadas por un diálogo intercultural.

Lamentablemente, pese a tratarse de un tema complejo donde intervienen elementos estructurales y relativos a la experiencia individual de quienes habitan las escuelas, su abordaje público ha sido superficial. Los intercambios recientes se han circunscrito a una interpretación provocativa que, a la luz de una particular lectura de la propuesta curricular, afirma que la Nueva Escuela Mexicana (NEM) tiene como “ideología subyacente” o “fundamento epistémico” a las epistemologías del sur, una propuesta teórica que resulta polémica en el ámbito de las ciencias sociales. Lo anterior ha generado una reacción poco meditada de ciertos sectores de la academia liberal para quienes tal propuesta teórica (y, por tanto, el marco curricular) es “folclórica y ridícula”; “anticientífica, antimatemáticas, ideologizada, encumbra la superchería popular”; “una escuela del Amazonas enseñando el gran método para reducir cabezas” para “producir chairos en serie” o “embrollo doctrinario”.

Más allá del tono reaccionario e intransigente usado, afirmar que dicha propuesta es el “fundamento” de la NEM es una falacia. El proyecto educativo no es sólo currículo, sino también marco jurídico, modelos de carrera docente, formas de gestión escolar, políticas específicas, financiamiento, modos de vinculación Estado-magisterio, etcétera. Elementos que condicionan directamente el trabajo cotidiano en las aulas, intervienen en el desarrollo del currículo oculto y cuya genealogía conceptual apunta más a nociones gerenciales de la educación que a cualquier desarrollo teórico descolonial.

Lo importante aquí es que anclar el debate en tal falsa concepción no permite discutir con propiedad hasta dónde descolonizar la educación en la 4T se presenta como proyecto o hasta qué punto estamos frente a una impostura.

A la par de impulsar un cambio curricular, un proyecto de descolonización educativa buscaría llevar a cabo iniciativas gubernamentales orientadas a fortalecer la interculturalidad, la pluralidad epistémica y un diálogo respetuoso entre saberes y experiencias de vida en el ámbito educativo, que se han planteado tanto en México como en otras partes del mundo. Éstas podrían dar cobertura en áreas de política al cambio curricular en curso y permitir un mejor desarrollo de estudiantes indígenas y afromexicanos: a) incrementar acceso a educación superior; b) atender problemas de desnutrición; c) incorporar perspectivas interculturales en la carrera docente; d) fomentar intercambio académico internacional; e) fortalecer escuelas normales rurales, y f) consolidar formación continua en docentes.

Por el contrario, la impostura de la descolonización educativa sería mantener una beligerancia discursiva, mientras persiste una carencia de acciones para cambiar el funcionamiento del sistema. Esta mentira con apariencia de verdad podría resultar muy peligrosa porque, más allá del engaño inmediato, podría terminar por vaciar de contenido en la discusión pública una exigencia histórica de quienes más han sufrido y resistido la opresión política y la explotación capitalista.

Es tiempo de que, a propósito de Bonfil Batalla, dejemos de pensar la diversidad cultural del país en tanto pinceladas de un pasado glorioso que se vive como cosa muerta.

* Profesor FFL/UNAM

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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Libro: Pensar Distinto, Pensar Descolonial

Pensar Distinto, Pensar Descolonial

La Fundación Pensar Distinto que preside Pausides Reyes, la cual se encuentra hermanada con REDIVEP, nos presenta un conjunto de artículos que compiló José Romero, cuyo tema central es la Descolonización en América Latina: “Pensar Distinto, Pensar Descolonial”. En efecto, éste investigador logró congregar a intelectuales de la talla de Santiago Castro Gómez, Nicolás Pannoto, Catherine Walsh, Carlos A. Duque, Rebeca Gregson, Juan José Bautista y Rebeca Gregson. Asimismo, José Romero, editor invitado, en su presentación sostiene que “Develar la colonialidad como siendo ésta el lado oscuro de la modernidad no solo ha significado un ir más allá dentro de la crítica al eurocentrismo, sino un enfrentarse a la necesidad de ir más allá de la modernidad. Lo decolonial, como proyecto epistémico-político, que propugna por un cambio en la geografía de la razón, ha sido fundamental para comprender que la crítica posmoderna, surgida al calor de la crisis de las izquierdas occidentalizadas, se limitó a ser una crítica eurocéntrica del eurocentrismo”.

PRESENTACIÓN

José Romero

¿QUÉ HACER CON LOS UNIVERSALISMOS OCCIDENTALES? Observaciones en torno al “giro decolonial”

Santiago Castro Gómez

MANDAR OBEDECIENDO Y DESOBEDECER MANDANDO”: HACIA UNA CONCEPCIÓN EMANCIPATORIA DE DEMOCRACIA DESDE UN HORIZONTE POPULISTA-DECOLONIAL

Carlos A. Duque

DESCOLONIZAR EL SABER: EL PENSAMIENTO-OTRO COMO ESTRATEGIA EPISTÉMICA SOCIO-POLÍTICA

Nicolás Pannoto

¿INTERCULTURALIDAD Y (DE)COLONIALIDAD? GRITOS, GRIETAS Y SIEMBRAS DESDE ABYA YALA

Catherine Walsh

DE LA SOCIEDAD MODERNA A LA COMUNIDAD TRANSMODERNA. Hacia una descolonización del marxismo contemporáneo

Juan José Bautista

LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA Y LA CÁRCEL EPISTÉMICO-EXISTENCIAL: LA TENSIÓN INCLUSIÓN/PARTICIPACIÓN DESDE UN HORIZONTE DESCOLONIAL

José Romero y Rebeca Gregson

Fuente: http://redivep.com/sitio

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Descolonizando el conocimiento y la pedagogia: Vek Lewis (Video)

Australia / 27 de mayo de 2018 / Autor: Gala TV Acapulco / Fuente: Youtube

Publicado el 21 may. 2018
Actualmente, algunos consideran que el pensamiento crítico ya se ha agotado, Sin embargo, Los movimientos sociales en México han emergido desde inicios del siglo XXI y hasta hoy día continúan dispuestos a luchar por los derechos sociales, políticos, económicos y culturales principalmente de la ciudadanía. El Catedrático de la Universidad de Sydney, Australia, Vek Lewis, quien forma parte de una escuela de lenguas y culturas ofreció la Conferencia «Descolonizando el conocimiento y la Pedagogía» en la Universidad Hipócrates del Puerto de Acapulco. Con el objetivo de activar el aprendizaje crítico

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=jOZ0r9EbtBw
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