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Ministro de Educación de Haití propone reformar la escuela del fracaso

Centroamérica/Haití/16 de Septiembre de 2016/Fuente: El Día

Cerca de tres millones de niños empiezan las clases este lunes en Haití, mientras que unos 400.000 se quedarán sin ir. El ministro de Educación, Nesmy Manigat, propone reformar un sistema educativo que es fuente de exclusión y de fracaso en el país más pobre de América.

“De todas formas un 10% de los niños, es decir unos 400.000, no irán a la escuela hoy”, lamentó el ministro. “Y de 100 niños que entran a la escuela este año, menos de 10 llegarán a terminar la secundaria sin haber repetido o abandonado”.

“Es una escuela del fracaso, un escuela que excluye”, denunció Manigat. La pobreza que enfrentan las familias es el primer factor que impide abordar serenamente el comienzo del año escolar en Haití, un país donde el INB (antes PIB per capita) por habitante es de 830 dólares y el 58,5% de la población es pobre, según datos del Banco Mundial.

“Se supone que la escolaridad es gratuita, por supuesto, pero siempre hay gastos accesorios que deben ser cubiertos por los padres”, explicó.

El inicio del año escolar incluye comprar el uniforme, los libros y materiales escolares que “lamentablemente no todo el mundo está en condiciones de pagar”, lamentó por su parte Jean Ludovic Metenier, Representante Adjunto de Unicef en Haití.

Es que el programa de educación universal, gratuita y obligatoria, lanzado por el presidente Michel Martelly, financia únicamente las inscripciones a la escuelas, y sobre todo no incluye a los establecimientos privados que cuentan con el 60% de los alumnos haitianos.

200 alumnos por aula 

El ministro de Educación, recomienda que cada aula de secundaria cuente con un máximo de 60 alumnos. “Es algo que un ministro no debería repetir jamás porque deberíamos tener entre 35 y 40 máximo en un país como Haití”, admitió.

“Lamentablemente en mi país, muchos salones de clase cuentan con un excesivo alumnado de 150, 200 alumnos. De esos 200 alumnos, apenas 10% aprueba el año escolar. Sus hijos no aprenden estrictamente nada”, reconoció el ministro dirigiéndose a las familias pobres que no tienen otra opción que mandar a sus hijos al sistema educativo público.

Pero las aulas superpobladas no son el único obstáculo para acceder a una buena educación en Haití. La formación de los maestros también es un problema. El 85% no fue formado para el cargo o necesita una formación adicional.

“Tomando en cuenta el nivel de salarios, la profesión no atrae a mucha gente”, comentó el ministro.

“El salario es de 20.000 gourdes en promedio, es decir 300 euros (unos 335 dólares) al mes, no es gran cosa: no le permite a un individuo vivir realmente”.

Los bajos salarios, sumado al retraso en los pagos, provoca que los profesores hagan huelga de manera periódica. “El año pasado, las escuelas públicas perdieron el equivalente a un mes y medio de clases”, dijo el ministro, quien habitualmente recuerda que en la vecina República Dominicana las clases comenzaron el 17 de agosto.

“Haití no puede atrasarse: asegurar 200 días de clases es un desafío pero hay que hacerlo”.

Con el fin de mejorar la calidad de la enseñanza y la competitividad de Haití, Manigat lanzó una reforma importante en los programas escolares: incluyó clases de educación cívica y economía.

“Cuando amamos a nuestro país, no tenemos otra opción. La educación de calidad no es un simple eslogan: es la condición sine qua non para que este país sobreviva”, concluyó.

Fuente: http://eldia.com.do/ministro-de-educacion-de-haiti-propone-reformar-la-escuela-del-fracaso/

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La escuela toca la puerta: premian a docentes que salen a buscar a sus alumnos

Por: Alfredo Dillon

La historia se repetía todos los años: entre enero y mayo, los alumnos más grandes de la Escuela Rural N° 306 de Huiliches, en Neuquén, dejaban de asistir y la mayoría terminaba abandonando la primaria. El maestro Adrián Reinozo se desesperaba. Cada día, él llegaba a la escuela desde su casa en Junín de los Andes, a 68 kilómetros de distancia, con una idea nueva para retenerlos. Enseguida aprendió que los alumnos no dejaban de venir por desinterés, sino porque esos eran los meses en que debían acompañar a sus padres en la veranada: la temporada en que las comunidades mapuches de la zona se movilizan hacia las partes altas de la montaña para el pastoreo de sus chivas y para la piñoneada (recolección del piñón). Finalmente, Adrián decidió que, si los alumnos no venían a la escuela, la escuela tenía que ir a ellos. Y salió hacia los puestos de veranada, para acordar con cada familia la manera de que los chicos no perdieran la escolaridad. “Es fundamental respetar las costumbres de los pueblos originarios. Pero también hay que proteger las trayectorias escolares de los chicos, para que puedan terminar la primaria”, explicó a Clarín.

A 1500 kilómetros de Huiliches, Manuel Lepez, maestro de primaria en la Villa 20 de Lugano, tomó una decisión parecida a la de Adrián. Cada lunes, el aula del Centro Educativo N° 45 aparecía un poco menos poblada que el viernes anterior: tras el fin de semana, siempre algún alumno dejaba de venir. En el Centro Educativo cursan adolescentes y adultos que no terminaron la primaria: además de enseñar los contenidos curriculares, Manuel les da una mano con trámites de salud, los ayuda con cuestiones legales o les explica cómo conseguir una ayuda social. Para que no hubiera más sillas vacías, en 2014 Manuel empezó a buscar a sus alumnos casa por casa. “Camino por el barrio y los convenzo de que vuelvan. Así la matrícula fue creciendo: cuando arranqué en el Centro tenía 4 alumnos; ahora tengo 30”, cuenta el maestro. Con el respaldo del padre Franco Punturo –párroco de la iglesia donde funciona la escuela–, Manuel no tiene miedo de internarse en la Villa 20: “Es un barrio peligroso, pero la mayoría me conoce. Dejamos a un lado el tema de la inseguridad para poder educar”.

A clases. Manuel camina la Villa 20 de Lugano buscando a sus alumnos. foto Gerardo Dell'Oro

A clases. Manuel camina la Villa 20 de Lugano buscando a sus alumnos. foto Gerardo Dell’Oro

Adrián y Manuel tienen en común un estilo de docencia que no se circunscribe a las cuatro paredes de la escuela: una docencia que cruza la puerta de la escuela y, si hace falta, llega hasta la casa de cada alumno para garantizar su derecho a la educación. El maestro neuquino y el porteño acaban de recibir, junto con otros 22 docentes, el Premio Buenos Educadores 2016, que cada año reconoce al mejor maestro de cada provincia.

A ellos se suma Beatriz Branca, de Algarrobo del Águila, un pueblo de 800 habitantes en La Pampa, rodeado de puestos rurales donde viven familias dedicadas a la cría de cabras. Beatriz impulsó el Programa Encuentro: un sistema de “tutorías itinerantes”, por el cual sale a recorrer los puestos para alfabetizar a quienes viven allí, en general adultos mayores de 50 años. La recorrida, por caminos de tierra, empieza a las 10 y puede terminar a las 21. Sus alumnos se enteran de la visita por radio. “Siempre me reciben con el mate calentito y alguna torta recién horneada”, describe. Beatriz está convencida de que todos pueden aprender, independientemente de sus condiciones sociales y su edad. Además de las tutorías itinerantes, ella enseña en un centro de alfabetización en el pueblo, cuya apertura fue impulsada por ella misma, luego de relevar –casa por casa– cuántos adultos de Algarrobo del Águila no sabían leer ni escribir.

Silvia Huichulef también sabe de dar clases en las casas de sus alumnos: durante años fue maestra domiciliaria en Río Grande, Tierra del Fuego. Ahora ejerce en la Escuela N° 37 “Patricio O’Byrne”, que funciona dentro de una estancia. Allí enseña a los hijos de los peones. Ella es la única maestra de toda la provincia que vive en la escuela de lunes a viernes: como sus colegas premiados, Silvia es una referente no solo para sus alumnos, sino para toda la comunidad. “Aquí el rol docente es muy amplio; trasciende lo pedagógico”, reconoce ella. La escuela es de doble jornada pero, aunque las clases terminan a las 17, las puertas permanecen abiertas: después de ese horario, los chicos se quedan para conectarse a Internet o jugar al pin pon, y algunos padres también se acercan para estudiar.

En la otra punta del territorio argentino, el maestro jujeño Guillermo Duarte camina entre 12 y 14 horas para llegar a la Escuela N° 76 de Molulo, a 60 km de Tilcara. Va por senderos de herradura, muy angostos, que solo se pueden transitar a pie o en lomo de mula, con picos de más de 4200 metros sobre el nivel del mar. Cada mes Guillermo y sus alumnos trabajan 20 días seguidos –incluyendo fines de semana y feriados–, y luego descansan 10 días. Los chicos viven en la montaña; sus familias se dedican a la agricultura y ganadería de subsistencia. Algunos caminan 6 horas para llegar a estudiar. Cuando le asignaron esta escuela albergue, lo primero que hizo Guillermo fue visitar los hogares de cada uno de sus alumnos, dispersos por la cordillera, para saber cómo vivían: su enseñanza toma esas realidades como punto de partida. Guillermo es contador público; se recibió en San Salvador. Pero se aburrió de los libros contables: “Prefiero hacer esto, que me llena el corazón. Siento pasión por la educación rural. Para mí, estar en la escuela es una elección”.

Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/escuela-puerta-premian-docentes-alumnos_0_1650435168.html

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¿Es viable reducir el fracaso escolar en España?

España/15 septiembre 2016/Fuente: La Región

En las últimas tres décadas España ha sido uno de los países europeos que más ha mejorado algunos de sus indicadores educativos, en especial los relacionados con la educación terciaria, sobre todo universitaria. Se ha podido dejar atrás aquella “universidad para élites” pasando a “universalizar la educación superior”, incluso teniendo en cuenta los importantes recortes educativos que se han venido aplicando desde 2011.

Sin embargo, nuestra realidad educativa esconde un grave problema, que es el elevado fracaso escolar en la etapa secundaria obligatoria. Es como estar construyendo una pirámide con una base muy pequeña, pero con una cúspide muy amplia. No hay que ser ni arquitecto ni ingeniero para comprobar la inestabilidad de esta hipotética construcción.

Los buenos resultados que ha obtenido España en educación terciaria quedan ensombrecidos cuando se analiza la situación en otros niveles educativos. Los indicadores, tanto de stock de capital humano, como aprovechamiento de la formación en secundaria, medido a través del ratio de repetidores, como el endémico índice de abandono escolar temprano, suponen una rémora al desarrollo económico y social de España. Esto, además, frena las posibilidades de que nuestros jóvenes vayan a la universidad.  Esta situación puede traducirse en una mayor tasa de inactividad y una reducción de la población activa. Si a esto se une la desinversión pública en educación que viene experimentando nuestro país durante los últimos seis años, la situación es muy preocupante.

MEDIDA DEL FRACASO ESCOLAR

Pero ¿Qué es el fracaso escolar? Para su completa cuantificación se suelen utilizar tres indicadores a nivel internacional: el abandono escolar temprano, el nivel educativo de la población entre 20 y 24 años con una titulación superior a la secundaria y el porcentaje de jóvenes con dificultades de comprensión lectora. Entre los tres se obtiene una radiografía completa de nuestra situación y, además, se pueden plantear iniciativas para su reducción, como se señalará a final de este artículo.

Por abandono escolar temprano se entiende el porcentaje de jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 24 años que no han alcanzado el nivel de educación secundaria y tampoco realizan ninguna actividad. Para cuantificar el segundo indicador se suele considerar el porcentaje de jóvenes entre 20 y 24 años con una titulación posterior a la secundaria. Finalmente, para el tercero se calcula el porcentaje de estudiantes jóvenes de 15 años con una comprensión lectora deficiente.

En materia educativa la Estrategia de Lisboa de 2000 fijó la necesidad de llegar en 2010 a una tasa de abandono escolar temprano igual o inferior al 10%, además de aumentar hasta el 85% el porcentaje de jóvenes que completaban la educación secundaria obligatoria. Estas dos medidas se complementaban con una tercera, que era alcanzar el 12,5% de participación de la población en programas de educación permanente.

Lamento desilusionar a todos los que puedan haber pensado que España alcanzó, al menos, uno de estos tres objetivos. Hicimos pleno, eso sí, pero en no conseguir ninguno. Las cifras así lo manifiestan. En 2009 España arrojaba una tasa de abandono escolar del 31,2%, frente al 14,4% de media de la UE27; el porcentaje de jóvenes entre 20 y 24 años con al menos educación superior en España se situó en el 59,9%, frente al 78,6% de la UE27 y, finalmente, el porcentaje de participación en programa de formación permanente en nuestro país se quedó en el 10,4%, frente al objetivo marcado del 12,5%. Resumiendo, ni de lejos nos acercábamos al escenario comprometido. Y esto que eran los años en los que se decía que España estaba en la “Champion League” de las economías mundiales.

En junio de 2010, la Cumbre Europea aprobó cinco objetivos para 2020, incidiendo, de nuevo, en tratar de reducir el abandono escolar hasta el 15% ¿Cuál ha sido el resultado? Tomando como referencia el informe Education and Training Monitor 2015 para España, publicado en noviembre de 2015 por la Comisión Europea, comprobamos como el problema subsiste.

En efecto, el abandono escolar temprano en España en 2014 se sitúa en el 21,9%, frente al 11,1% de media de la UE27, con una incidencia mucho mayor para los hombres (25,6%) que para las mujeres (18,1%). Esta cifra se traduce en que 1 de cada 4 jóvenes varones entre 18 y 24 años no han podido superar la educación secundaria obligatoria. Una magnitud, a todas luces, insostenible. Es cierto, que se ha reducido desde el 31% de 2011, pero esta mejora sigue siendo una victoria pírrica y, desde luego, no debe ser causa de autocomplacencia. Y sobre todo, va a ser muy difícil, yo diría incluso una misión imposible alcanzar el 15% fijado en 2020. De seguir con la lenta reducción, haría falta por lo menos quince años más para conseguir llegar al objetivo marcado. Sin embargo, la media comunitaria (12,7%) ya superaba en 2014, el objetivo perseguido. Y lo que es peor ¿Qué futuro laboral le espera a estos jóvenes? ¿A qué tipo de empleos pueden aspirar? Algo debemos estar haciendo mal, muy mal.

Parece que, la desinversión en educación tiene mucho que ver con esto. Frente a aquellos que defienden que un mayor gasto público en educación no tiene por que trasladarse necesariamente en una mejora de los indicadores educativos, las estadísticas de la Comisión Europea sostienen justamente lo contrario. Entre 2011 y 2014, España recogió un descenso en el gasto público en educación respecto al PIB del 4,4% al 4,0%, frente a la ligera caída del 5,1% en 2011 al 5,0% en 2014 de la UE27. En 2014 la media de UE27 invertía un punto porcentual más de su PIB en educación pública que España. En efecto, ha habido recortes en educación pública en toda la UE, pero nuestro país, por desgracia, ha sido, de nuevo, un alumno aventajado en utilizar “las tijeras”. Este mismo resultado se obtiene cuando se utiliza el porcentaje de gasto público en educación respecto al gasto público total, ya que se comprueba como España ha reducido en medio punto su participación (del 9,6% en 2011 a 9,1% en 2014), frente a las dos décimas de recorte a nivel europeo (10,5% y 10,3%, respectivamente). Evidentemente, han sido las familias quienes han tenido que soportar esta desinversión de dinero público en educación.  Paralelamente a este descenso en gasto público la mayor parte de los indicadores educativos han experimentado un importante retroceso ¿Casualidad? Creo que no

DECÁLOGO DE PROPUESTAS

Teniendo en cuenta este, para nada, halagüeño panorama ¿Qué se debería hacer para mejorar nuestras todavía elevadas tasas de fracaso escolar? Aunque no hay recetas mágicas, la corrección de esta situación pasaría por articular un decálogo de propuestas que se resumen a continuación.

En primer lugar, es urgente incrementar las tasas de idoneidad, definidas como la adecuación de la edad del alumno con el curso que realiza. A tenor de los datos publicados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), las mujeres tienen  tasas de escolarización más altas que los varones. Por otra parte, este indicador disminuyen notablemente cuando se incrementa la edad del joven, lo que si bien podría responder al primer acceso al mercado de trabajo, parece que se debe especialmente a un abandono importante de la actividad formativa, sobre todo en aquellos momentos de expansión de la burbuja inmobiliaria y cuando se reducen las expectativas de empleo.

Para el curso 2013-14 (último dato publicado por el MECD) de cada 100 alumnos matriculados en segundo de la ESO, más de 11 están repitiendo curso. Para cuarto de la ESO este porcentaje se sitúa en el 9,5%. Unas cifras que muestran, de forma clara el problema que tenemos encima de la mesa. Quizás el ejemplo más claro sea los “ni-nis”, ese colectivo de jóvenes que ni trabaja ni estudia, que según Eurostat pueden llegar a suponer el 20% de los jóvenes en España.

En segundo lugar, hay que apostar, pero de verdad, por los programas de segunda oportunidad. Todas las teorías de la economía de la educación sostienen que la educación y la formación permiten mejorar la calidad de vida de las personas, debido a su importante papel sobre las oportunidades laborales. Pero es que, además, garantizan la adquisición de nuevas competencias. Las estadísticas laborales, como la Encuesta de la Población Activa, muestran claramente que los individuos con mayor nivel educativo mejoran sus indicadores laborales. La educación y la formación permiten una segunda oportunidad para mejorar la situación de los individuos en el mercado de trabajo, son los programas de segunda oportunidad. En tercer lugar no hay que recortar, como se ha venido haciendo en los últimos años, en política de becas y ayudas al estudio.

Este instrumento desempeña un papel crucial para garantizar la igualdad de oportunidades de los jóvenes. No hay que obviar que las becas y ayudas al estudio favorecen el acceso a la educación a aquellos individuos con menor nivel de recursos. No se trata de primar con ayudas a los mejores expedientes, para eso hay becas y ayudas a la excelencia. El programa de becas debe ayudar económicamente a quienes tienen más problemas para entrar y permanecer en la universidad. Pues bien, las últimas reformas educativas han endurecido las condiciones de acceso y han limitado las cuantías de las mismas. Esto no debería repetirse.

En cuarto lugar, es necesario un mayor uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones en la educación. La banda ancha o la fibra óptica debiera ser un objetivo a perseguir en los próximos años en todos los centros públicos y no una quimera.

En quinto lugar, es preciso seguir contando con programas que atiendan a la diversificación del alumnado. Estas actuaciones han permitido reducir algo las tasas de abandono prematuro del sistema educativo y, paralelamente, mejorar la calidad de la educación ofrecida. Por lo tanto, frente al recorte generalizado de las mismas, hay que garantizar una mayor dotación, tanto de medios materiales como humanos para satisfacer a las crecientes necesidades de este tipo de alumnado.

En sexto lugar, hay que apostar por una mayor flexibilidad del currículo, evitando los comportamientos estancos en materia educativa, que es preciso una de las criticas más extendidas a la LOMCE. Para eso es imprescindible retrasar las decisiones sobre posibles itinerarios. Curiosamente ¿O quizás no?, los países que ocupan las primeras posiciones en resultados académicos de los informes PISA (Finlandia, Suecia, Japón, Korea…) evitan el modelo segregador de itinerarios. Quizás seria bueno aprender de ellos.

En séptimo lugar, es necesario mejorar la formación del profesorado y en especial, incentivar su carrera profesional, aumentando su motivación académica. Uno de los  principales inputs educativos es el profesorado y un cuerpo docente escasamente motivado, con recortes continuados en sus remuneraciones, ampliación de horarios, eliminación del profesorado de apoyo y sin medios materiales básicos para el desempeño de sus funciones, no tendrá incentivos a introducir mejoras ¿Saben al final quienes van a ser los más perjudicados? Los alumnos y sus familias.

En octavo lugar, se ha de seguir fomentando la formación permanente, tal y como se señala en un reciente informe del Foro Económico de Galicia, centrando en la formación profesional dual. En noveno lugar, hay que subsanar una de las principales carencias que tienen los estudiantes en España que es  su escasa formación en idiomas. En 2011 el 63% de los estudiantes de la UE27 en educación secundaria estudian dos o más idiomas; en España el porcentaje se reduce a un 40,3% (41,9% en 2014). Por ese motivo es preciso potenciar programas de inglés, alemán o francés.

He dejado para el final la actuación menos técnica de este decálogo, pero quizás una de las más importantes. Sería necesario un pacto educativo para mejorar la educación. No es viable que cada ocho años  (o incluso menos) se cambien las leyes educativas. En un momento en que todo el mundo recomienda el consenso, cuando se señala lo importante que es hablar con otras alternativas políticas para señalar puntos en común, es imprescindible llegar a acuerdos para mejorar nuestro sistema educativo en general, y reducir el fracaso escolar en particular. Los países con mejores rendimientos educativos lo han conseguido ¿Seremos los españoles una excepción?

Fuente:http://www.laregion.es/articulo/euro/viable-reducir-fracaso-escolar-espanha/20160911173315648419.html

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Chile: Colegios municipales con proyectos educativos alternativos suben su matrícula

América del Sur/Chile/25 de Agosto de 2016/Autora: Myriam Bustos V./Fuente: La Tercera

En 2014 eran 190 los estudiantes que llenaban los pasillos y patios del Liceo Guillermo Gronemeyer Zamorano, ubicado en Quilpué, V Región, y hoy ya son más de 350. Este establecimiento es uno de los que, a diferencia de la tendencia en el sistema municipal, han subido su matrícula.

Según los datos preliminares del Ministerio de Educación, de 2015 a este año, el sector público ha perdido 16.195 alumnos. Pero hay algunos colegios que escapan de esta tendencia gracias a sus proyectos educativos.

Ese es el caso del ahora Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer Zamorano, el que hasta el año 2014 recibía, mayoritariamente, a alumnos que  eran rechazados en otros establecimientos. Esta situación llevó a la baja en su matrícula y a una preocupación por rescatar el recinto, que tenía dos salidas: cerrar o cambiar.

Fue entonces que el municipio de Quilpué decidió darle un giro al establecimiento y cambió al equipo directivo, ahora liderado por Eduardo Castro, quien implementó un modelo de educación diferente, que llevó a un aumento de la matrícula a 353 alumnos. “De las 42 horas de clases, 21 son de artes y 21 de plan común”, señaló el director, y agregó que las clases “normales” también integran el arte.

Ximena Bravo tiene dos hijos en este establecimiento, y por mucho tiempo buscó proyectos alternativos y sólo encontró en el sector privado, “algo que para mí era imposible cancelar, por lo que seguí buscando y encontré este proyecto, que es municipal, y me di cuenta de que era lo que yo quería, que es educar a través de las artes”.  Todas las asignaturas, explicó Bravo, se entrelazan con el arte. En biología, por ejemplo, “mi hija tuvo que aprender la estructura de una célula y tuvo que hacer una en yeso, pintarla y ponerle los nombres”.

Dentro de las 21 horas de artes, el colegio da la opción de tres menciones: Interpretación Musical, Artes Visuales y Artes Escénicas. “Todo esto hace que los alumnos se interesen por las artes. La idea no es originar artistas, sino que la educación sea través de las artes”, dijo el director.

Un poco más al norte, la Escuela Básica José Miguel Carrera, de Huasco, III Región, también vio un aumento de su matrícula. Según su director, Pedro Vega, esto se debe “a una mejora en la convivencia escolar”. Algo que respalda Raquel Fernández, apoderada del colegio. Ella es ex alumna del establecimiento y con los años vio cómo la matrícula y “el sistema educativo iban bajando su nivel. Por eso, mi hijo estuvo sólo unos meses ahí”. Sin embargo, manifestó Fernández, “hace un par de años cambió la dirección del colegio y con ello el trato hacia los alumnos, por eso matriculé a mi hija aquí”.

Otra de las razones del aumento de matrícula es que el establecimiento se hizo cargo de la deserción. Hace dos años implementaron una tercera jornada, que se sumó al primer y segundo ciclo. Esta jornada es “para jóvenes que por distintos motivos han salido del sistema, ya sea por embarazos o por problemas conductuales”, dijo Vega.

Un proyecto comunal

En la Región de La Araucanía hay una comuna que se ha empeñado en subir la matrícula de sus colegios. En Teodoro Schmidt “hemos trabajado para mostrarles a los padres que sus hijos sí pueden aprender en nuestras escuelas y que los docentes están bien preparados”, señaló Teresa Tapia, directora de Educación del municipio.

El año pasado, la comuna tenía menos de 800 alumnos inscritos en sus colegios y hoy ya son 920. Para Tapia, esto ha sido todo un logro para la municipalidad, “por lo que vamos a seguir trabajando, porque pensamos que podemos seguir con el aumento de matrícula”.

La mayoría de los establecimientos tienen más de un 80% de vulnerabilidad, por lo que el municipio se ha encargado de gestionar bien los recursos de la Subvención Escolar Preferencial (SEP), para mejorar la educación. Además, muchos alumnos pertenecen a comunidades mapuches, por lo que se han implementado programas para “mantener su cultura a través del lenguaje”, dijo Tapia

Para la ministra de Educación, Adriana Delpiano, los resultados de estos colegios  demuestran el trabajo que se ha comenzado a realizar en los últimos tres años. “Hay  que felicitar a estos colegios por subir la matrícula . Es un objetivo que la educación  pública no sólo tenga buena calidad, sino que también una alta densidad, para que represente un alto porcentaje de matrícula”.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/nacional/2016/08/680-693356-9-colegios-municipales-con-proyectos-educativos-alternativos-suben-su-matricula.shtml

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Alemania: Berlin’s education system is worst in Germany: study

Europa/Alemania/21 de Agosto de 2016/Fuente: The Local

RESUMEN: El dominio de las tres R es una lucha en Berlín y Brandenburgo, según el «Monitor de la Educación 2016», una investigación llevada a cabo por el Instituto de Colonia para la Investigación Económica para el grupo de expertos de la Fundación Nueva Economía Social de Mercado. La encuesta determina qué estado tiene el mejor sistema de educación y donde existe la mayor necesidad de cambio. Sajonia, Turingia, Baviera, los sistemas educativos de Hamburgo Baden-Württemberg  llegaron a la cima, mientras que Brandenburgo se colocó penúltimo y Berlín arrastró por detrás en el punto inferior. Las tasas de deserción, resultados de exámenes pobres y ayuda inadecuada con la integración fueron señalizados como los principales problemas en los dos estados. En Berlín, en 2014, los estudiantes hicieron mal  las pruebas comparativas, el 39,7% no ha completado su formación profesional en comparación con el promedio nacional de 27,7%, y la tasa de abandono en las escuelas fue del 8,1% en comparación con el promedio nacional de 5.5%. Además, el hecho de que muy pocos estudiantes tuvieron calificaciones técnicas o científicas fue atacado por los autores de la encuesta. El informe argumenta que el mayor problema es que los inmigrantes no se les ayudan lo suficiente con conseguir integrarse en el sistema educativo. El informe señaló que 635 de cada 3.815 ciudadanos no alemanes que abandonaron la escuela en Berlín en 2014 lo hicieron sin completar sus calificaciones en 2014. Para corregir este problema, Berlín y Brandeburgo deben estar dispuestos a pagar un € 280 millones al año y así proporcionar los profesores y otros expertos en la preparación de entrenamiento, según sugiere el estudio. Pero no todo son malas noticias para el capital y el estado circundante. Brandenburg tiene una «amplia gama de lugares en guarderías y escuelas». Berlín fue elogiado por su apoyo a los jóvenes investigadores, ocupando el segundo máximo de todos los estados alemanes en esta área.

Mastering the three R’s is a struggle in Berlin and Brandenburg, according to “Education Monitor 2016”, an investigation carried out by the Cologne Institute for Economic Research for the think tank New Social Market Economy Foundation.

The survey determined which state has the best education system and where there is the greatest need for change.

Saxony, Thuringia, Bavaria, Baden-Württemberg and Hamburg’s education systems came out on top, whereas Brandenburg was placed second-last and Berlin trailed behind in the bottom spot.

High dropout rates, poor test scores and inadequate help with integration were signposted as the main issues in the two states.

In Berlin in 2014, students did badly on comparative tests, 39.7% did not complete their vocational training compared to the national average of 27.7%, and the dropout rate in schools was 8.1% compared to the national average of 5.5%, the study demonstrated.

In addition, the fact that too few students took technical or scientific qualifications came under fire from authors of the survey.

The biggest problem is that immigrants are not given adequate help with getting integrated into the education system, the report argued.

The report pointed out that 635 out of 3,815 non-German citizens who left school in Berlin in 2014 did so without completing their qualifications in 2014. At 16.6 percent that is above the national average of 11.9 percent.

To rectify this issue, Berlin and Brandenburg must be prepared to pay out a collective €280 million next year, as well as providing additional teachers and experts in training preparation, the study suggested.

But it’s not all bad news for the capital and the surrounding state.

Brandenburg has a «wide range of full-day places at nurseries and schools” and very few unqualified employees of nurseries.

Berlin was praised for its support of young researchers, ranking second-top out of all the German states in this area.

Fuente: http://www.thelocal.de/20160819/berlin-has-worst-education-system-of-all-the-german-states-study

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Los motivos del éxito educativo en el País Vasco

País Vasco/18 agosto 2016/Fuente: Blastingnews

Euskadi lleva varios años con la tasa más ´baja a nivel nacional de abandono escolar.

El promedio de abandono escolar en España es de 19,7 %, pero el País Vasco es la comunidad con menos deserción, muy por debajo de la media nacional, con un 9,7 %.

Para el Ministro de #Educación, la mejora en las cifras se debe a la aplicación de la FP Dual, pero ¿qué ha llevado a Euskadi a ser la región con menos abandono educativo?

No es algo llamativo, porque desde hace varios años que la zona norte del país presenta los mejores resultados con respecto a este tema. En el año 2014 presentaba un 9,4 % de abandono y en el 2015 un 9,7 %. Siempre seguida por Cantabria y Navarra en la tabla de regiones con menos abandono temprano de la escolarización.

El modelo educativo aplicado en Euskadi ha sido motivo de análisis para la cadena BBC que lo coloca como un ejemplo a seguir por todo el continente. En primer lugar, el presupuesto destinado a Educación por parte del gobierno Vasco es muy alto. Solo Dinamarca y Austria tienen partidas económicas similares fijadas para este sector. Por otro lado se destaca el sentido de la identidad tan arraigado, que ayuda a generar un compromiso colectivo.

Fuente: http://es.blastingnews.com/politica/2016/08/los-motivos-del-exito-educativo-en-el-pais-vasco-001069037.html

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Qué hacer ante la deserción escolar.

Europa/España/Fuente:http://www.isep.es/

Por: Maribi Pereira.

España es líder de la Unión Europea en fracaso escolar, con una tasa del 21,9% de jóvenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo habiendo completado como mucho el primer ciclo de secundaria. Este porcentaje duplica la media comunitaria (11,1%) y está todavía muy lejos del objetivo de reducir el abandono escolar al 15% en 2020, según un informe publicado en marzo de 2015 por Eurostat. Y es que, aunque se ha reducido la tasa de abandono prematuro del 30,3% que registraba en 2006 al 23,6% en 2013 y al 21,9% en 2014, las cifras de deserción siguen siendo muy elevadas.

Pero… ¿Por qué un estudiante decide abandonar sus estudios? ¿Qué hay detrás de su decisión? ¿Qué es lo que lo hace renunciar? La deserción escolar no es una decisión individual, está condicionada por factores no solo personales sino también contextuales. Se ha constatado que las principales razones por las que los estudiantes han dejado de estudiar son:

Aburrimiento y características propias de los chicos/as: el atractivo de los videojuegos y dispositivos tecnológicos es muy superior a los conocimientos que ofrecen los libros de texto. Además, un elevado porcentaje de casos de fracaso escolar se debe a dificultades como la dislexia, el déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o problemas de visión o audición. Es fundamental detectar estas causas a tiempo para que el alumno no empiece a descolgarse del ritmo de sus compañeros. Todavía escuchamos ante estas problemáticas expresiones como “eres un vago” o “no vales para estudiar”.

Problemas económicos: la falta de dinero para continuar los estudios medios y superiores hace que los alumnos abandonen antes de tiempo su etapa formativa o no puedan desarrollar al máximo sus potencialidades.

Reconocimiento familiar: si en las familias no se reconoce el valor de la educación, difícilmente el escolar podrá apreciarlo y por tanto podrá producirse un abandono temprano con mayor probabilidad respecto a las familias donde se valora y se le da la importancia que le corresponde.

Autoestima y la autoconfianza: quienes tienen buen rendimiento académico, presentan una opinión positiva de sí mismos y de su capacidad como estudiantes. Por el contrario, el alumno que fracasa construye un esquema negativo de sus capacidades y posibilidades escolares. Las actitudes y creencias que tienen los estudiantes acerca de sí mismos en la escuela, son determinantes y poderosas para su éxito escolar.

La falta de orientación: los profesores y orientadores casi siempre tienen más estudiantes de lo que pueden atender apropiadamente y muchos padres están muy ocupados en sus trabajos por lo que dar continuidad a los estudios de los chicos puede convertirse en una tarea difícil y un auténtico dilema. La formación continua de profesores, la realización de especializaciones en pedagogía, ayudarían a mejorar este aspecto.

Estrés: la asistencia a las clases, hacer los deberes y participar en actividades extracurriculares son demasiadas exigencias. Muchos chicos y chicas tienen problemas para mantener el ritmo riguroso de los estudios.

Acoso escolar: en los casos de acoso o bullying es muy importante la detección temprana por parte de padres y profesores y la adopción de las medidas adecuadas.

Apatía y falta de motivación: muchas veces los chicos carecen de inspiración y motivación. La “cultura del esfuerzo” está poco considerada en nuestra sociedad, tanto los amigos como el entorno social en el que se mueva el estudiante pueden influir en que abandone los estudios antes de tiempo. Además, últimamente con la crisis y las altas tasas de desempleo, muchos estudiantes no ven útil un título universitario para encontrar trabajo, sino que prefieren directamente insertarse en el mundo laboral y empezar a ganar dinero

Entorno de aprendizaje: la relación con el profesorado o la falta de recursos y apoyo en los centros pueden ser también algunas de las razones que motiven el abandono escolar de los estudiantes. No se terminan de adaptar al ambiente escolar.

Fallos en el sistema educativo: en ocasiones, el sistema educativo no ayuda precisamente a muchos alumnos a tener un mejor rendimiento en sus notas. Reducir los altos índices de fracaso escolar en España ha sido siempre un objetivo de los sucesivos gobiernos, que han ido aprobando hasta el día de hoy distintas leyes de reforma del sistema educativo.

La mayoría de estudiantes están perdiendo el interés por sus estudios y solo se conforman con lo poco que ganan en sus primeros trabajos.

Además, con el actual sistema de evaluación se están preparando a los alumnos para que aprueben exámenes pero no se están preparando para la vida, que es lo realmente importante. Aprender no es aprobar exámenes. El mejor alumno no puede ser “el mejor repetidor de lo que dice el profesor”. A través de los programas de formación para educadores de ISEP invitamos nuestros alumnos a tener un pensamiento crítico y analítico sobre las políticas educativas actuales y a aportar su grano de arena para modificar el sistema educativo desde las aulas y no los despachos.

Oscar González, profesor de educación primaria y autor del libro “365 propuestas para educar”, plantea algunas estrategias para reducir el fracaso escolar. Conocer lo que otros profesionales aportan es necesario para iniciar el cambio tanto personal como profesional:

1. Una evaluación continua de verdad e integral, que contemple no solo los resultados de una prueba o examen y que se aplique al contexto real del aprendizaje. Esto se puede lograr evaluando mediante pruebas de diversa tipología: autoevaluación, evaluación por parte de los propios compañeros, etc. De esta manera el alumno es en todo momento “constructor” de su propio aprendizaje y la función del profesor no es evaluar y poner una nota sino empoderar al alumno y servir de guía en este proceso. Ya existe algún centro trabajando en esta línea en nuestro país con un método educativo importado de Harvard.

2. De nada sirve todo el conocimiento que podamos adquirir si luego somos “analfabetos emocionales” incapaces de mostrar nuestros sentimientos a los demás, de ponernos en el lugar del otro, etc. Vivimos en una sociedad excesivamente competitiva y es precisamente por este motivo que necesitamos educar a nuestros hijos y alumnos para que crezcan emocionalmente sanos. Educarles en que compites pero no contra los demás sino contra ti mismo: el reto no es ser el mejor sino ser mejor que ayer. Eduquemos en las fortalezas: que aprendan a tolerar la frustración, a saber esperar, a saber ganar y a encajar las derrotas y contratiempos de la vida. Esa es la esencia de la educación. Si educamos para que sean los mejores estaremos perpetuando la sociedad que tenemos hoy, donde todo vale con tal de ser el primero, donde el fin justifica siempre los medios.

3. Deberes sí pero con matices. No se trata de eliminarlos al 100%; lo ideal sería iniciarlos en la escuela y destinar un tiempo para poder terminarlos allí. En el caso de que esto no ocurra el niño no debería invertir más de media hora para hacerlos (en primaria). Es necesario que exista una coordinación entre el profesorado para que no se produzca una acumulación de tareas que impide al niño disponer de tiempo para jugar, realizar tareas extraescolares, etc.

Fuente: http://www.isep.es/actualidad-educacion/que-hacer-ante-la-desercion-escolar/

Imagen: http://www.isep.es/wp-content/uploads/2016/08/master-pedagogia-terapeutica.jpg

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