Una historia sobre la desigualdad educativa

Hay una historia que me sorprendió sobre la educación durante la pandemia. La leí en el ensayo “Una expresión de la desigualdad en educación básica durante la emergencia sanitaria: el caso de una alumna” de Patricia Ducoing Watty, que se publicó en Educación y pandemia. Una visión académica. En ella, la autora entrevista a Paula quien estudia el quinto año de primaria. Ella vive junto con su mamá y su hermano menor en la casa de Doña Chela, quien es la señora que la mamá de Paula cuida por contrato:

E [entrevistadora]: ¿Paula, te gusta ir a la escuela?

P [Paula]: Sí, me encanta ir a la escuela porque ahí veo a mis amigos, sobre todo a Marcela y Rosalía que están conmigo [en el mismo grupo], pero también a Maura que está en 6.º [grado] [sic]. A la hora del recreo veo a Maura y platicamos y jugamos todo el tiempo. También Marcela y Rosalía son amigas de Maura, por eso las tres nos comemos lo que nos mandan nuestras mamás y jugamos futbol.

E: ¿Por qué Maura, que está en 6.º [sic], es tu amiga?

P: Porque vive junto a mi casa y salimos a jugar a la calle, junto con sus hermanos, y ellos me enseñan muchas cosas [negritas mías]. Juan y Rodrigo están en la secundaria, allá arriba, pero juegan en la tarde con nosotros. Ellos me prestan su celular para jugar y nos enseñan futbol.

¿Qué es lo que extrañan los niños y jóvenes de la escuela? La convivencia con sus compañeros que no sólo se limita al juego sino al intercambio de conocimientos entre pares, entre estudiantes. Es muy importante para un docente militante poner atención a lo que dicen los alumnos durante el receso o sus tiempos libres: ¿qué es lo que discuten?, ¿qué tema son sus preocupaciones? o ¿cuáles son sus opiniones? Esa escucha nos permite orientar nuestra labor docente: ¿o acaso los profesores no formamos opiniones, ya sean verdaderas o falsas, a través del diálogo con nuestros colegas?

E: ¿Te dejaron tarea tus maestros?

P: Sí, mi maestra Claudia nos dejó tarea antes de encerrarnos, pero la terminé hace mucho, mucho.

[…]

E: ¿Conoces las computadoras? ¿En tu escuela hay computadoras?

P: En la casa de Maura hay una y a veces me la prestan para jugar o para ver lo que quiera. Juan me enseñó en la compu unas fotos de Australia y me gustaron mucho. Cuando sea grande quiero ir a Australia. En la escuela no hay computadoras. Mi maestra Claudia tiene una tablet, pero es de ella y también tiene celular.

Las prácticas tradicionales docentes no son significativas para esta crisis sanitaria que padecemos: “… nos dejó tarea antes de encerrarnos, pero la terminé hace mucho, mucho”: ¿qué utilidad tiene para el estudiante un trabajo escolar para la casa que pueda terminar en menos de un bimestre?, ¿cuál es la preocupación del docente porque se entreguen evidencias si éstas no reflejan una situación vital del estudiante?, ¿qué aporta la escuela a la vida cotidiana de una estudiante que se encuentra en las condiciones que vive Paula? Los docentes militantes tenemos que hacer un cambio radical en nuestras prácticas, en nuestra opinión sobre cómo aprenden los niños y los jóvenes, que de alguna manera sopesemos esta situación crítica para resistir ante el embate de la desigualdad educativa que agrava cada día más este sistema. Dice Ducoing “… que si bien Paula se encuentra viviendo en una zona urbana y, al parecer, es una alumna interesada en aprender, carece de las condiciones materiales para hacerlo; no mantiene relación alguna con la escuela, ni con su maestra, como tampoco con sus compañeros, convirtiéndose en una niña que, durante esta situación excepcional, queda segregada del servicio educativo.”

Un regreso por mandato a clases presenciales agrava más la desigualdad educativa: cuántas escuelas tienen las condiciones para tal situación, para qué retornar si nuestras prácticas docentes siguen siendo las mismas que generan el tedio estudiantil, cuántas familias pueden regresar a clases de forma segura. Mucho por reflexionar.

Fuente de la información: Insurgencia Magisterial

Imagen: milenio

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Perú: Reducir desigualdad en educación con tecnología, reto de Alianza del Pacífico

Centro América/ Costa Rica/ 08.07.2019/ Fuente: www.lavanguardia.com.

 

Los cuatro países que conforman la Alianza del Pacífico, ven en la tecnología, que presenta realidades y avances distintos en el sector de la educación, la fórmula para reducir las desigualdades en la educación y en su implementación uno de sus mayores retos.

Así lo señaló a Efe este viernes la peruana Mariana Rodríguez, presidenta de la asociación civil «Empresarios por la Educación», quien tuvo a su cargo la apertura del segundo día de la Cumbre de Empresarios de la Alianza del Pacífico, que se desarrolla en Lima con la presencia de expertos empresarios en temas de innovación y desarrollo humano.

 

 

«El desafío es el mismo en estos cuatro países: lograr un cambio de modelo hacia una educación del siglo XXI, donde más fácil lo tendrán aquellos países que tengan asegurada una mejor conectividad», aseguró Rodríguez.

Explicó que el desafío es «muy grande» debido a las geografías y el número de personas a las que se necesita impactar, pero que «con la tecnología se podrán implementar fórmulas diferentes».

Por ello, y con la experiencia de lo que ha podido conocer en su labor en educación en el Perú, consideró ante el auditorio de la Cumbre Empresarial que es necesario identificar cinco prioridades para mejorar la educación en la región.

Entre ellas identificó la necesidad de que los países se pongan de acuerdo en que el fin de la escuela debe ser formar seres humanos y ciudadanos.

«Que sean personas que tengan la capacidad y la disposición de ejercer una ciudadanía activa. De construir institucionalidad, democracia», señaló.

Como segunda prioridad, Rodríguez consideró la necesidad de «dejar el modelo del aula», y que la educación sea «colaborativa, con escuelas digitales, para que todas las escuelas estén conectadas a Internet».

Valoró que muy por el contrario de lo que mucha gente cree que la tecnología puede ser un gran generador de desigualdades, «es más bien la oportunidad para cerrar desigualdades».

 

 

Como tercer prioridad incluyó a la «educación con inclusión».

«En el siglo XXI no podemos dejar a nadie atrás, tenemos que hallar soluciones para niños con discapacidad, para niños de las zonas alejadas, para niños que no hablan castellano como lengua nativa. Tenemos que hacer escuelas inclusivas», apuntó.

En cuarto lugar, incluyó la necesidad de preocuparse en que los adolescentes que terminan el colegio culminen con herramientas para enfrentarse al mundo laboral.

Por ello señaló como urgente «incluir módulos de formación para el trabajo», y que estos se den en la enseñanza secundaria.

Como quinta prioridad, Rodríguez destacó la necesidad de hacer mayores escuelas integradas, donde se pueda enseñar a estudiantes de diversos niveles, y que a la vez estén integrados en redes, a fin de optimizar recursos.

Fuente de la noticia: https://www.lavanguardia.com/politica/20190705/463299978861/reducir-desigualdad-en-educacion-con-tecnologia-reto-de-alianza-del-pacifico.html

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