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No es solo PISA, ¡es la OCDE!

Por: Francisco Imbernón

Su objetivo es buscar la eficiencia económica a través de modelos de gestión descentralizados dentro del sector público y orientados hacia los rendimientos. Considera a la educación y a las personas instrumentos del desarrollo económico, aunque no tengamos capacidad de pensar críticamente o de respetar la humanidad.

¡Y dale con los informes PISA! Esa obsesión educativa de tantos gobiernos, que se esgrimen siempre como los vaticinios del oráculo o como la voluntad de los dioses del Olimpo. Cada vez que aparecen sus resultados se convierten en un revulsivo para hablar de educación, aunque en muchos países casi siempre sea para mal (la culpa es del profesorado, dicen rápidamente algunos interesados).

Este no es un artículo sobre el negocio de miles de millones de euros que generan las pruebas para las grandes corporaciones como Pearson, McGraw-Hill y Educational Testing. Tampoco es un artículo sobre el impacto en la segregación escolar que supone PISA, porque medir no mejora los resultados y se sobrevaloran los instrumentos que favorecen la competencia entre las escuelas; de hecho, el dato más fuerte obtenido de las mediciones es el determinismo social.

Este es un artículo sobre la alianza de países para convertir a la educación en un instrumento de la economía que está contribuyendo al desarrollo de la desigualdad en educación.

Y se podría preguntar ¿cuál es la influencia de PISA o de tantos otros informes en la tarea del profesorado? Aunque no lo creamos, mucha.

Como pasa tantas veces en educación, no hay acuerdo en si las pruebas externas como PISA benefician o no al sistema educativo, o si benefician a las grandes empresas para saber en qué país invertir sobre seguro a medio plazo. Recordemos que la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) es una institución nacida para favorecer la expansión y el desarrollo económico de sus países miembros, que pregona que, en colaboración con gobiernos, responsables de políticas públicas y ciudadanos, trabaja para establecer estándares internacionales y proponer soluciones basadas en datos empíricos a diversos retos sociales, económicos y medioambientales. Con el fin de enfrentarse mejor a los desafíos económicos, sociales y de buen gobierno para aprovechar de manera más eficiente las nuevas oportunidades que surgen y coordinar políticas locales e internacionales.

Su objetivo es buscar la eficiencia económica a través de modelos de gestión descentralizados dentro del sector público y orientados hacia los rendimientos. Considera a la educación y a las personas como instrumentos para el desarrollo económico, motor de riqueza, para ser técnicamente competentes, aunque no tengamos capacidad de pensar críticamente o de respetar la humanidad.

No podemos permitir que la OCDE se convierta en el Ministerio de Educación del mundo.

La OCDE impone metodologías instrumentales, que se apoyan en políticas basadas en datos, además de modelos de financiación privada y en los que se considera una inversión sostenible basada en los resultados, para satisfacer una ideología de mercado que reproduce las clases sociales y las jerarquías. Hay puntos de vista encontrados y, aunque parezca una paradoja, todos ellos aparecen avalados mediante investigaciones. Y no sólo eso, esos resultados se utilizan también para justificar una determinada forma de pensar la educación, y de legislarla, o sea, como instrumento ideológico y no tanto de mejora colectiva. Es algo a lo que nos tienen acostumbrados algunos partidos políticos, tomando y haciendo público lo que les interesa de los datos.

Las evaluaciones reducen la complejidad educativa a aquello que se puede medir con pruebas externas, con el añadido del neocolonialismo cultural que suponen. Tienen la finalidad de comprobar un determinado rendimiento escolar mediante la evaluación de unas determinadas competencias, y miden sólo parte de lo que queremos que se aprenda, reduciendo y seleccionando el currículum.

¿La realización de las pruebas externas mejora los resultados? Parece que no. El simple hecho de hacer las pruebas no parece suficiente. Pero nos dan datos y estos siempre son interpretables, como se comprueba en el momento en que se publicitan. Hemos de ser conscieldadntes que proporcionan un enfoque superficial del aprendizaje.

Estamos ante un enfoque de colonización del lenguaje educativo por el discurso económico que se ha construido en torno al poder de los datos y las grandes comparaciones, que se han convertido en una auténtica religión. Además, la tecnologización del discurso forma parte de la ingeniería del cambio social, unido a las reformas educativas que se están desarrollando en las últimas décadas por este Ministerio de Educación advenedizo. Las reformas se suceden con un cambio de paradigma en los sistemas educativos, antes orientados por la inversión de recursos (input) y ahora por el rendimiento verificable del alumnado (output), lo que se llamó la “nueva gobernanza”. Supone volver a mecanismos de “caja negra” para la evaluación de los sistemas educativos.

Existe el peligro del “síndrome PISA”, o sea, convertir el sistema educativo en una carrera de obstáculos, mediante un cúmulo de pruebas, en lugar de ahondar en temas más importantes para el aprendizaje del alumnado, de sus motivaciones y sus necesidades. Y esto se parece ya a la plaga educativa del siglo XXI: vamos a invertir menos para conseguir más. Vaya falacia. Ante la falta de financiación se conduce a una educación pública de bajo coste, con escasos recursos humanos y materiales, y a un aumento de la privatización.

Entonces, ¿para qué sé hace? Tenemos la sospecha de que no se lleva a cabo para apoyar al profesorado, sino para tener un ranking de los niveles de los Estados, para ver si hay oportunidades de invertir, ya sea en países con unas competencias determinadas o justo por la carencia de estas. Es un hecho que las pruebas PISA, en lugar de las de la UNESCO u otras organizaciones educativas, las realiza una organización económica.

¿Es esa la educación de las personas? Rotundamente no. Decanta la educación hacia unas áreas instrumentales, con una determinada lógica de ver la educación. Todas las disciplinas son importantes ya que todas pretenden ayudar a desarrollar a una persona más integral, y eso implica un abanico de conocimientos realmente difíciles de medir en una prueba. Pero aquí no se busca la educación sino la instrucción en algunas áreas. Más calcular y saber leer, y menos pensar o reflexionar.

La educación no puede limitarse a unos resultados medibles en algunas áreas, y a un profesorado que se ve obligado a enseñar para superarlas. Y surgen así dos peligros: enseñar para superar las pruebas (y enseñar lo mismo a todos, volviendo la mirada hacia atrás), y la posible clasificación de personas y centros.

Los gobiernos, en su afán por controlar el rendimiento de los sistemas educativos, externalizan los conocimientos y las evaluaciones haciendo que el profesorado sea un autómata para posteriormente responsabilizarlo de los rendimientos del alumnado. Habría que relativizar esas pruebas y confiar más en el profesorado y en los centros, que ya realizan evaluaciones ordinarias y que son los que mejor conocen lo que sucede. En caso contrario, se crea una obsesión por la rendición de cuentas y por imponer, abusar y glorificar los resultados como la verdad que ilumina los caminos para que el país sea mejor. Es obvio que habría que aprovechar más y mejor el conocimiento docente, y se podrían establecer mecanismos de mejora en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Y, por supuesto, evaluar ese conocimiento docente.

Es muy difícil evitar que tengan influencia esos informes evaluativos internacionales de la OCDE y su perspectiva restrictiva e ideológica, su modo de ver de una forma determinada la educación. Ello no impide que tengamos que hacerlo mejor. Siempre hay que procurar hacerlo mejor. Pero no solos, no cada uno aisladamente, sino junto a todos los que están implicados en la educación. El profesorado que está leyendo este texto quiere mejorar, sin duda, y además sabe que la educación hay que cambiarla desde dentro y desde fuera. Es decir, necesitamos cambiar también el contexto, sus valores, sus prioridades y la forma de enseñar y trabajar en las escuelas.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/porotrapoliticaeducativa/2020/02/10/no-es-solo-pisa-es-la-ocde/

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Colombia: ¿Hasta cuándo la educación en Colombia seguirá siendo desigual?

Los resultados de las Pruebas Saber dejan ver que los estudiantes de colegios privados reciben mejor formación que los de los públicos. No tiene por qué ser así

Históricamente la educación preescolar, básica y media que se imparte en Colombia ha presentado gran cantidad de problemas, esto lo podemos observar en los resultados de las últimas pruebas PISA, que estandarizan el nivel educativo de distintos países. Entonces queda preguntarnos: ¿la culpa la tienen los estudiantes o la tiene el sistema educativo del país? Es claro que las falencias socioculturales, la falta de inversión y regular calidad de la educación en muchas regiones del país son variables importantes para tener en cuenta para que internacionalmente arrojemos esos resultados tan cuestionados. Todo esto se pone en evidencia en los últimos 20 años, donde la política educativa neoliberal que se ejecuta en Colombia ha permitido que solo unos pocos estudiantes de los estratos socioeconómicos 5 y 6 logren unos puntajes altos en dichas pruebas, mientras que un gran porcentaje de estudiantes de estratos 1 y 2 demuestran grandes falencias en su proceso de educación, dándonos una lamentable imagen como uno de los países con peor educación en Latinoamérica.

Para los gobernantes de nuestro país la educación es una estrategia política que tienen muy en cuenta durante sus campañas electorales, pero no de igual forma cuando han alcanzado las curules o puestos de liderazgo que buscaban con tanto anhelo; esto es más que evidente ante la vista de toda la sociedad, así nuestros honorables representantes no lo quieran aceptar, sacando pecho por el presupuesto que asignan cada año para el funcionamiento y publicidad de la educación. Todo esto se puede observar en el informe del año 2015 realizado por la OCDE llamado Panorama de la educación, donde se demuestra cuánto dinero invierte por año en un solo estudiante cada nación evaluada por la OCDE (36 países).

Los resultados de las pruebas realizadas por la OCDE en su Programa de Evaluación de Estudiantes (PISA), realizado a 70 países en el año 2015, dejó a Colombia en el puesto 59, mejorando 19 puestos en comparación a los resultados de las pruebas realizadas en el año 2012, donde nuestro país quedo en el puesto 62 de 65 países evaluados en ese momento. Esto nos permite analizar que hubo una mejoría en la inversión de recursos en las instituciones educativas públicas y privadas del país por parte del Ministerio de Educación Nacional, dejando claro que las políticas de Estado del expresidente Juan Manuel Santos y del presidente Iván Duque siguen siendo parecidas, en el sentido de destinar mayores recursos a las fuerzas armadas, a la construcción de carreteras 4G y en las nuevas tendencias tecnológicas que promueven la economía naranja. Mientras tanto a la educación le destinan los recursos para su sostenimiento, pero no para que esta sea el mayor propósito del desarrollo del país, donde un gran porcentaje de la población colombiana tenga acceso a educación de calidad. Esto se evidencia en las marchas estudiantiles que realizaron en estos diez meses del 2019 tanto los docentes de las instituciones educativas oficiales como los estudiantes de las instituciones educativas de educación superior, con el acompañamiento y apoyo de muchos estudiantes de las universidades privadas.

Definitivamente la desigualdad en la educación de Colombia se ve claramente reflejada en los resultados de las Pruebas Saber realizadas por el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación, donde se evidencia claramente que los estudiantes de grado 11º de las instituciones educativas privadas sacan excelentes resultados en comparación a los estudiantes de las instituciones educativas oficiales. Esto explica por qué un egresado de una institución educativa oficial ubicada en un corregimiento o vereda no tiene las competencias fundamentales necesarias para competir por un cupo en una universidad ante un egresado de una institución educativa privada de estrato alto. Por ende, surge como resultado en las pruebas Pisa una educación que premia a los niños y jóvenes del estrato socio económico 5 y 6, pero deja rezagados a miles de niños y jóvenes de la zona rural y barrios de estrato socioeconómico 1 y 2, con sus sueños vistos lejos de alcanzar, quedando al amparo de los grupos al margen de la ley, para poder obtener algún tipo de ingreso económico para su subsistencia.

Fuente de la Información: https://www.las2orillas.co/hasta-cuando-seguira-siendo-desigual-la-educacion-en-colombia/

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Colombia: Brecha regional en Calidad de la Educación se Mantiene

Un estudio del departamento de Economía de Uninorte analiza los resultados de las Pruebas Saber 11 para examinar la evolución de la desigualdad en la educación a nivel municipal y departamental.

Pese a los avances del país en cobertura educativa en los últimos años (según el Ministerio de Educación, en 2017, la cobertura en básica primaria fue de 96% y en secundaria de 85 %), aún persisten disparidades entre las diferentes entidades territoriales en cuanto a la calidad. Así lo evidencian los resultados de un estudio del departamento de Economía de Uninorte, titulado “¿Atrapados en la periferia? Brechas de calidad en la educación en Colombia”.

El estudio, realizado por el rector Adolfo Meisel y la economista Ángela Granger, analiza las disparidades en materia educativa en los municipios y departamentos de Colombia a través de la evolución de los resultados de las Pruebas Saber 11 en el periodo de 2000 a 2018.

Para examinar la evolución de la calidad educativa en los territorios, los autores utilizan el análisis de convergencia, el cual permite comprobar si las brechas en rendimiento académico presentan o no una tendencia decreciente. Meisel y Granger comparan los puntajes promedios municipales y departamentales en las Pruebas Saber 11 con el puntaje promedio nacional, y examinan el comportamiento de estas diferencias a lo largo del periodo evaluado.

Los resultados indican que no se ha producido una disminución en las brechas en calidad de la educación, por el contrario, existe un patrón de persistencia e incluso de crecimiento. También se identificó que estas brechas son mayores a nivel municipal que en el ámbito departamental, así como las disparidades son menos pronunciadas cuando se acota el análisis a las 23 y las 13 principales ciudades de Colombia. En especial, los territorios en las zonas periféricas del país presentan resultados consistentemente por debajo del promedio nacional.

“Las regiones periféricas del país se encuentran en una trampa de pobreza en la que menor cobertura de educación y educación de baja calidad restringen la capacidad local para aumentar los ingresos y, a su vez, la carencia de ingresos limita la inversión en educación”, señalan los autores en el documento que se encuentra disponible en la página web de Economía de Uninorte.

Disparidades regionales. Estudios empíricos aseguran que en América Latina la mitad de las diferencias intermunicipales en ingreso se explican por disparidades en capital humano. Es por esta razón que los investigadores de Uninorte ven necesario comprender la dinámica y la evolución de las brechas regionales en el capital humano para determinar los procesos de convergencia o divergencia en el crecimiento económico.

Los autores hallaron que, entre 2000 y 2018, el 73 % de los municipios permanecieron por debajo del promedio nacional, el 8 % se mantuvieron por encima, el 11 % pasó de estar por debajo de la media en el 2000 a estar por encima en el 2018, y el 8 % restante empeoró su posición relativa.  Las cifras para departamentos son similares, pero levemente mejores: el 70 % permanece por debajo de la media nacional y el 15 % se sostiene por encima. En el caso del Caribe colombiano, todos los departamentos se mantuvieron por debajo de promedio nacional.

A nivel regional, la brecha en términos de calidad se ha ampliado en los últimos 20 años. Meisel y Granger identificaron la presencia de un esquema de centro-periferia en el desarrollo económico nacional, donde hay un centro económico desarrollado con mejores resultados que las regiones periféricas, rezagadas en materia de calidad educativa y otros indicadores sociales. Esta situación es manifiesta entre las regiones costeras (Caribe y Pacífico), y el centro y la región Andina. Por ejemplo, los departamentos de las regiones costeras tienen un porcentaje mayor de estudiantes matriculados en colegios con bajo rendimiento que la región Central Andina.

Las diferencias intrarregionales e interregionales en educación y otros indicadores sociales en general, responden en gran medida a las disparidades de ingreso. El nivel de ingresos de los padres afecta la nutrición, salud y desempeño académico de sus hijos, generándose así trampas de pobreza y, en consecuencia, persistencia en las brechas”, mencionaron los autores.

Alexander Villarraga, director de Economía de Uninorte, afirma que las diferencias en gasto público a nivel local también inciden en la existencia y permanencia de estas brechas regionales. “Aquellos territorios que presentan mejores resultados son los que destinan mayores recursos a la educación. De igual forma, factores como las diferencias en términos de dotación de docentes, sobre todo de formación, infraestructura y capacidad institucional, explican las diferencias regionales en resultados educativos”, agrega el profesor.

Calidad educativa debe ser prioridad

Uno de los cambios institucionales que se requiere para mejorar la calidad educativa y reducir las brechas regionales está relacionado con el desempeño fiscal de los municipios. Es decir, fortalecer su capacidad de recaudo tributario con el fin de tener más recursos para la inversión en educación. También es importante que el mejoramiento de la calidad educativa sea un tema prioritario en la agenda de los gobiernos territoriales. Esta es una de las inversiones con mayor rendimiento, pero no la más apetecida por los gobernantes, pues los resultados no se observan dentro del corto plazo.
Adolfo Meisel es rector de la Universidad del Norte

Fuente de la Información: https://www.elheraldo.co/economia/brecha-regional-en-calidad-de-la-educacion-se-mantiene-667327

 

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UNESCO: Estadísticas sólidas para impulsar mejoras en la Educación

Redacción: Virtual Edu

El Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) presentó el 3 de diciembre, en la Reunión Mundial de Educación que tuvo lugar en Bruselas, su Compendio de Datos 2018, titulado “Estadísticas para fomentar el aprendizaje”, que demostró la importancia de contar con datos sólidos para impulsar mejoras en la educación. La Reunión Mundial de Bruselas congregó a ministros y otros altos funcionarios de la educación para hacer inventario de los progresos realizados para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS nº 4).

La desigualdad en la educación ocupó un lugar prominente en la agenda de la reunión de Bruselas, pero, tal como señala el IEU, esa asimetría no puede abordarse sin un monitoreo sólido que permita determinar si los niños, los adolescentes y los adultos están adquiriendo las competencias que necesitan. Este monitoreo es fundamental, habida cuenta de seis de cada diez niños y adolescentes del mundo todavía son incapaces de leer una frase sencilla o realizar un cálculo aritmético elemental, según los datos más recientes compilados por el IEU.

“La desigualdad es una causa central de la crisis mundial del aprendizaje, que dificulta la vida de 617 millones de niños y adolescentes”, afirmó la Directora del Instituto, Silvia Montoya. “Esas desigualdades del aprendizaje se ven y se sienten no sólo a escala individual, sino también a lo largo y ancho de países y comunidades, donde hay sociedades enteras que permanecen estancadas a causa de las carencias de la educación y las deficiencias en materia de competencias”.

El Compendio es contundente acerca de las dimensiones de la tarea que debemos afrontar. Un tercio de los niños y adolescentes que carecen de nociones básicas de lectoescritura y cálculo están sin escolarizar y necesitan urgentemente recibir la educación a la que tienen derecho. Pero dos tercios de los niños y adolescentes que presentan esas características sí asisten a la escuela hoy en día.

“Esos alumnos no están ocultos ni son difíciles de alcanzar; están sentados en las aulas, en escuelas que no pueden proporcionarles la educación de calidad que se les había prometido”, señaló Silvia Montoya. “Esa promesa se ha quebrado en demasiadas ocasiones”.

Este es un aspecto importante, habida cuenta del valor decisivo del aprendizaje para la consecución de todos los ODS, desde reducir la pobreza hasta abordar la discriminación por motivo de género y la construcción de sociedades sanas y pacíficas. En el Compendio se expresa la preocupación sobre cómo alcanzar estos objetivos de aquí a 2030, si un número significativo de personas no llega a adquirir las competencias básicas.

El Compendio examina los datos comparables a escala internacional que se necesitan para reducir las desigualdades y garantizar la consecución del aprendizaje a lo largo de toda la vida, que figura en el ODS 4. El informe abarca una amplia gama de iniciativas de evaluación, desde la educación de la primera infancia hasta los programas de alfabetización de adultos. El documento presenta además un conjunto de herramientas para ayudar a que los países adopten decisiones bien fundadas acerca de los tipos de evaluaciones que podrían satisfacer sus necesidades específicas, así como en lo relativo a la orientación acerca de la participación en evaluaciones y en el aumento de capacidades fundamentales para mejorar los resultados del aprendizaje mediante el uso eficaz de los datos.

El Compendio, que defiende sólidamente la inversión en materia de evaluación, sostiene también que es preciso cambiar las perspectivas acerca de lo que los donantes y gobiernos consideran costos de las evaluaciones del aprendizaje. La participación en las principales evaluaciones internacionales o regionales puede costar a cada país alrededor de medio millón de dólares cada cuatro años, cifra que parece un gasto considerable para una economía modesta. Pero es una cantidad pequeña cuando se compara con el costo total de proporcionar escolaridad o con las consecuencias de una educación inadecuada, que tiene consecuencias económicas aún mayores. El UIS calcula que los datos sólidos relativos al aprendizaje, que permiten medir si las estrategias funcionan o si las reformas son necesarias, podrían mejorar la eficiencia del gasto educativo en un 5 por ciento y representaría un ahorro anual de 30 millones de dólares estadounidenses por cada país, lo que permitiría sufragar con creces el costo de las evaluaciones.

Fuente: https://virtualeduca.org/mediacenter/unesco-estadisticas-solidas-para-impulsar-mejoras-en-la-educacion/

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Los daños de la inmersión lingüística

Sonia Sierra

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictó el 15 de diciembre 2015 una sentencia por la que condena a la Generalitat de Cataluña a indemnizar a una niña con 3.000 euros por haber sido escolarizada sólo en catalán pese a haber obtenido el reconocimiento de los tribunales a recibir la enseñanza también en español.

Como suele ocurrir, cuando la sentencia llega, el alumno ya ha acabado su escolarización, en este caso, el ciclo de Educación Infantil.

Los padres reclamaron, tal y como reconoce la Ley de Política Lingüística, que su hija pudiera recibir educación en su lengua materna y el colegio les ofreció «atención individualizada» en español pese a que esta práctica no sustituye a la enseñanza en la lengua pedida, como señalan varias sentencias.

Para aquellas personas que no estén familiarizadas con el tema, esa «atención individualizada» con la que según los defensores de la inmersión se garantizan los derechos de los castellanohablantes, consiste en que el alumno está en clase con todo el material en catalán y cuando el docente acaba su explicación, se dirige a él y se la repite en español. Por supuesto, no hay ningún tipo de argumento didáctico ni pedagógico para defender semejante horror.

El caso que ahora nos ocupa se remonta al curso 2008-09 y los padres han tenido que esperar seis años a que se haya hecho justicia porque en todo lo que respecta al tema de la lengua, la Generalitat recurre y recurre, sometiendo a los progenitores a un calvario judicial que, paradójicamente, es pagado con el dinero de los impuestos de todos los ciudadanos, incluidos el de los demandantes.

Que una administración utilice el dinero público para pleitear contra personas cuyo único delito es pretender una educación mejor para sus hijos resulta escalofriante además de una auténtica aberración.

Por si todo esto fuera poco, los docentes llamados a reclamar reconocieron que la consejería de Enseñanza faltó a la verdad en un informe que aportó al tribunal en 2012 en el que decía que la alumna sí había recibido educación en español. Algo así sería inadmisible en la mayoría de democracias de nuestro entorno.

La cifra de 3.000 euros viene del cálculo de las horas, 6,5 horas por semana, de clase que la alumna no recibió en su lengua materna a razón de 7,36 euros la hora, según precio de mercado pero, además, también se le indemniza con227,50 euros como «perjuicio adicional» por el retraso en el aprendizaje en el que había incurrido la alumnas y otros 227,50 por «el sobreesfuerzo innecesario que de forma ilegal se ha obligado a realizar a la alumna».

Estos dos puntos son los que me parecen más interesantes de toda la sentencia porque ratifican lo que muchas personas venimos denunciando desde hace tiempo, que la inmersión perjudica a la mayoría de los alumnos, en concreto a ese más del 50% que tiene el español como lengua materna.

Las cifras son elocuentes: los castellanohablantes presentan el doble de fracaso escolar que los catalanes y la desventaja se mantiene incluso cuando distraemos los datos socioeconómicos de la familia.

Pero, además de esto, hay un daño más sutil y difícil de cuantificar y es el de aquellos alumnos que, sin llegar a ser fracaso escolar, han visto disminuidas sus notas, aunque sea ligeramente, por tener que realizar sus exámenes o presentar en una lengua que no es la suya materna porque resulta evidente que es con la que mejor nos expresamos.

Esto se nota especialmente cuando de hablar se trata, en un sistema educativo como el nuestro que carece claramente de una formación en expresión oral. Si pensamos en acontecimientos importantes en la vida académica por lo que en ellos se juega como puede ser la redacción y posterior presentación del trabajo de investigación de 2º de bachillerato o los exámenes de acceso a la universidad, resulta evidente que hay unos alumnos que parten desde una posición más favorable que otros porque unos lo hacen en su lengua materna y otros no.

Pondré un ejemplo claro. Cuando se evalúa una exposición oral, se tienen en cuenta aspectos como la corrección fonética por lo que un alumno que de forma natural pronuncia la «s» sonora o sabe distinguir entre la «o» o la «e» abierta y cerrada ya que son sonidos propios de su lengua, parte con ventaja sobre los castellanohablantes porque en español no existen.

Se podría alegar que los alumnos han estado escolarizados siempre en catalán y que por ese motivo para ellos también son sonidos «naturales», pero basta hablar con cualquier profesor de catalán de cualquier instituto de la periferia para que quede claro que esto no es así.

Esperemos que esta sentencia favorable a esos padres que han luchado contra el poder para reivindicar una mejor educación para su hija vaya más allá de la victoria moral y se abra la puerta a un debate sereno y riguroso que permita que en Cataluña todos los alumnos puedan gozar de un sistema educativo más justo e igualitario.

Fuente del articulo: http://www.economiadigital.es/es/notices/2015/01/los-danos-de-la-inmersion-linguistica-65123.php

Fuente de la imagen: http://cronicaglobal.elespanol.com/es/img2/2014/06/20140614rigau1-4140.jpg

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Entrevista a Gabriela Ramos: Una reforma que apueste a la educación y no a la retorica.

América del Norte/México/04.10.2016/Autor: Maria de los Ángeles Luna Fuente:http://www.educacionyculturaaz.com/

En diciembre pasado, la maestra Gabriela Ramos, directora de gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estuvo en México para presentar los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés).
Desde París, la funcionaria conversó en exclusiva con az sobre los grandes retos que tenemos como país para recuperar tiempo y oportunidades en materia educativa. Convencida de que la información y la rendición de cuentas moverán voluntades, se refiere a aquellas políticas y estrategias que, de acuerdo a la experiencia de otras naciones emergentes, resultan cruciales para que México dé un salto cualitativo a partir de la reforma educativa recientemente aprobada en el Congreso de la Unión.

María de los Ángeles Luna (MAL): 2014 es un año crucial para consolidar las bases de la reforma educativa que se ha puesto en marcha en México; ¿cuál va a ser el gran reto de esta reforma durante los próximos meses?

Gabriela Ramos (GR): Estamos muy entusiasmados con la reforma y te lo digo muy en serio. Tiene todos los elementos de lo que se ha hecho para darle un empujón a los sistemas educativos de otros países, no es sólo una cuestión laboral, sino que también busca alinear incentivos para poner al alumno en el centro del aprendizaje y para que el niño mexicano salga bien preparado.

Es increíble que no hayamos tenido estándares y objetivos claros de lo que tiene que hacer cada uno de los que participan en el sistema educativo en México. Es muy difícil tratar de poner todo el esfuerzo, como profesor, director o administrador de una escuela si no tienes claridad respecto de lo que quieres que los niños sepan y de lo que esperas que los maestros hagan en este sentido, y éstos son los criterios y estándares que está elaborando el Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE).

La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha lanzado una consulta sobre el modelo educativo que es muy importante, ya que va a definir qué es lo que aprenden, cómo lo aprenden y cómo lo utilizan los alumnos; además, nos va a permitir identificar de qué manera van a utilizarse los activos con los que contamos.

Vamos a escuchar qué es lo que les sirve en su práctica escolar, vamos a ver de qué forma podemos apoyarlos. Es todo un enfoque integral que nos parece que está bien con la reforma. El reto está en la implementación, proceso que requiere de todos los participantes y de su compromiso con el cambio.

MAL: De acuerdo a la experiencia de otros países emergentes que también han implementado reformas educativas, ¿qué controles habría que establecer para evitar el retraso o la distorsión de las acciones encaminadas a la evaluación educativa en sus diversos niveles? En el pasado fuimos testigos de prácticas como la venta de exámenes para los docentes.

GR: Yo creo que es un conjunto de acciones que requieren de la concurrencia de la Federación y, en ciertos niveles, de los estados. No es únicamente dejarle a las autoridades de los estados administrar independientemente su sistema educativo como si fueran entes autónomos. Es un gran paso que los estándares que está definiendo el INEE sirvan como criterios de evaluación para todo el sistema educativo nacional, y los gobiernos estatales van a tener que rendir cuentas. Lo que va hacer que esto funcione es que los recursos del presupuesto que se asignen a la educación se canalicen de una forma que premie el resultado y que, además, apoyen la constitución de los objetivos de la reforma.

En todos los países en los que ha habido avances importantes hay una alineación de los incentivos presupuestales con los resultados que se obtienen y las necesidades que se tienen, pero esa redistribución de recursos tiene que estar acompañada de una rendición de cuentas muy sólida. Yo estaría esperando que también existiera este marco de rendición de cuentas, que con los criterios de evaluación del INEE sea más fácil ver quién da resultados y quién no.

No sólo va a ser cuestión de analizar los aspectos negativos, como la compra de exámenes, asignación de plazas, etcétera, algo que realmente preocupaba en el pasado. Esta reforma tiene una gran posibilidad, porque cuenta con un marco mucho más transparente, con sistemas de evaluación muy pertinentes, con recursos que se asignan de acuerdo a las necesidades y a los resultados.

La otra parte es a la que yo le apuesto más: cuando los maestros vean que son recompensados, que tienen una trayectoria de carrera con mayor certidumbre y que son premiados por sus méritos, van a saber que la reforma va en serio. Y no hay nada mejor para obtener resultados que alinear a la gente que tiene el compromiso y no desmotivarla con sistemas que no operan de una forma adecuada.

Entonces, si logramos esa coordinación de elementos, el que va a ser la diferencia, te lo aseguro, es el buen maestro; estamos hablando de los que ahora están ahí, que hacen el esfuerzo y que seguramente lo van a seguir haciendo. Hay otro grupo, maestros que están poco calificados pero que tienen las ganas de mejorar y te diría que necesitan de todo el apoyo, con capacitación pertinente, con acompañamiento y unas definiciones muy concretas de lo que se espera de ellos, y, finalmente, con el reclutamiento de los mejores para ser maestros o maestras.

MAL: Una reforma educativa implica el involucramiento de toda la sociedad y una nueva cultura alrededor del concepto “educación”; en este sentido, ¿qué tareas nos quedarían para generar ese cambio cultural y las políticas públicas que estimulen la participación de todos los agentes de cambio, en particular los padres, hacia un nuevo paradigma educativo?

GR: La educación nos compete a todos y tiene que ser una auténtica apuesta por la educación y no sólo retórica. Es un tema importantísimo y el papel que tienen los medios de comunicación es informar, poner a disposición de la sociedad estas preocupaciones, plantear los retos que implica educar a su público, eso puede ser la diferencia. Los padres de familia hacen la diferencia también.

En México tenemos que remontarnos a algo importante y muy pesado: hay algunos padres a los que no les importa la educación de sus hijos, pero también existe un elemento cultural porque en la medida en que el nivel educativo de los padres sea bajo, ellos mismos carecen de confianza para sentirse un elemento que pueda conducir este proceso, crea una barrera para asumirse como agente de cambio; entonces, es muy importante seguir educando, seguir diciendo que no importa el nivel que tengas, lo único que tienes que mantener es una gran preocupación porque tus hijos salgan mejor preparados.

¿Por qué muchos padres creen que la escuela que eligieron es la mejor para sus hijos? Aceptar que no es buena sería decir que no están desempeñando un buen papel. Entonces, es importante continuar educándolos y ahí la escuela actúa de forma fundamental porque los tiene que ir involucrando. Comprender que su participación como padre hace la diferencia. Alumnos y profesores deben exigir ese compromiso.

Pueden establecerse consejos de clase, en los que se reúnen autoridades, maestros, alumnos y padres de familia y los representantes, como se hace en otros sistemas, en los cuales de verdad el consejo es el que está determinando cuáles son los problemas, cuáles las soluciones y cómo avanzar en el proceso educativo, eso es fundamental.

MAL: ¿Conoce el dicho “lo que por la mañana la escuela construye, por la tarde la televisión lo destruye”?

GR: Aquí está presente el dilema del huevo o la gallina, qué fue primero, ver la televisión 15 horas o no lograr una capacidad crítica en las escuelas. El problema es justamente cómo salimos del círculo vicioso. Yo creo que la escuela tiene que aspirar a construir ciudadanos más críticos, más pensantes, más conscientes de la fuerza que pueden tener si se enfocan a cambiar las cosas. Lo que queremos es que los niños vayan a la escuela a enriquecerse, a aspirar a aprender más, a saber qué maravilla y qué delicia es el conocimiento y, en ese sentido, vas a tener una ciudadanía más crítica, más educada, más demandante.

MAL: En un México de hondas desigualdades y grandes diversidades, ¿cómo lograr la equidad y calidad de la educación?

GR: La escuela es el único instrumento que tienen las sociedades para erradicar las diferencias que los chicos encuentran en sus casas, si no lo hace la escuela no lo hará nadie. Lo que tiene que hacer la escuela es igualar al chico que viene de un hogar de bajos recursos con aquel que tiene acceso a bienes culturales (libros, música, obras artísticas), que vaya a la escuela y se equipare a cualquiera, porque son sociedades muy desiguales. En todos los países de la OCDE ha incrementado el nivel de desigualdad; si la escuela no cumple ese papel de ascensor social estamos en problemas.

MAL: En este proceso de mejorar calidad y equidad y frente al reto de evaluaciones internacionales como PISA, ¿qué debe atenderse primero? ¿A la escuela que carece de todo recurso material, a la que está con un buen nivel de aprendizaje, a las escuelas rurales antes que las urbanas? ¿Cómo se empieza?

GR: Lo que ha resultado verdaderamente increíble de las lecciones de los países que han participado en la prueba PISA, es que alcanzar calidad con equidad es posible y son sistemas distintos. Tenemos a Corea, un país centralista, cuyo gobierno controla todo, hasta el color de la hoja, y luego tenemos a Alemania, cuyas provincias deciden cómo van a llegar los recursos. Son países que tienen sistemas educativos muy diferentes, están organizados de manera distinta. Lo único que caracteriza a todas estas experiencias es que el esfuerzo principal se pone en acompañar a los chicos en desventaja, olvídate de las élites, olvídate de chicos que están bien capacitados o de las mejores escuelas. No tiene ningún sentido concentrarse en eso. Tienes que enfocarte en los chicos con problemas de aprendizaje o económicos.

Otro ejemplo de los sistemas que funcionan y que viene en línea con la creación de incentivos que ayudan a los más vulnerables es la no repetición de años escolares —México lo ha establecido— porque en el momento en que no puede reprobarse a un chico y mandarlo a repetir el año, una de dos, o al maestro no le importa y lo pasa, aunque al final de cuentas al chico le va a seguir yendo mal y será un problema mayor, o se establecen unos criterios, muy bien acotados, en los que el maestro tiene que hacerse responsable de que ese niño que tiene dificultades de aprendizaje reúna los requisitos para no ser reprobado.

Entonces, ¿qué hacer en México? Pues ir a las escuelas en desventaja. Hay otra parte de la reforma, también importante, que es la inversión en infraestructura.

Otra herramienta poderosísima, que es la más sencilla —sencilla de decir, difícil de implementar— pero que también resulta un hilo conductor en todas estas sociedades, es que ponen a los mejores maestros frente a las clases más difíciles. Yo diría que no es tanto cómo transformar todo, simplemente saber quiénes son tus mejores maestros, establecer remuneraciones y paquetes de acuerdo con el esfuerzo que tienen que hacer, pero ponerlos enfrente de las clases más difíciles, porque lo que nos sucede —a países como México, incluso a la misma Francia, con un nivel bastante desigual en sistema educativo— es que los mejores recursos se van a las escuelas más ricas. Los mejores maestros quieren trabajar en las zonas más lindas del país y se preguntan por qué los quieren mandar a las zonas donde están los árabes perdidos.

Enviar a los mejores maestros a las zonas con más desventajas, y premiarlos por hacerlo, eleva el aprendizaje.

Se ha demostrado en países como Polonia o Brasil, en los que ha tenido lugar un avance educativo espectacular, pues se colocan a los mejores elementos en la parte baja de la base y la elevas.

MAL: En cuanto a las metas y sus plazos, ¿alcanzan los tiempos para llegar algún día a las calificaciones promedio que tienen los países de la OCDE en materia educativa?

GR: Un trabajo como éste lleva mucho tiempo, pero no tiene que ser un cambio de una generación; yo te diría que hay transformaciones impresionantes. Polonia es un ejemplo muy importante, ahí cambiaron los incentivos a los maestros y la forma como los reclutaban y dieron un salto espectacular en los resultados de las dos últimas pruebas PISA. Lo interesante de este comparativo internacional es que puede verse lo que es posible hacer, en qué medida va a estar todo el sistema integrado, consolidado y operando en sus diversas dimensiones. Cuando hablé de 25 años, quise decir que si seguimos al ritmo de mejora que tuvimos en Matemáticas, nos iba a tomar 25 años llegar al promedio de la OCDE.

Por ello la construcción de este sistema tiene que ser en menos tiempo; hay arreglos que tienen que ver con la pertinencia de los cursos que se ofrecen, con la remuneración de los maestros, con hacer que las escuelas normales sean más productivas y tener un examen mediante el cual se elija a los mejores.

Con la experiencia de cómo han avanzado otros países en corto tiempo, vemos que existe la posibilidad de mejorar. La tendencia de México es por ese camino. Comparado con 2003, México fue uno de los países que más avance mostró en Matemáticas, materia alrededor de la cual hubo una serie de programas de apoyo —que incluyeron premiar a las escuelas que mostraron un trabajo relevante— “y aunque no había una coherencia entre ellos, los resultados fueron buenos. La reforma a la educación básica y a la currícula, los exámenes (ENLACE y Excale), todo eso ayudó a que México avanzara. El mensaje es que la mejoría no fue suficiente. Bien implementada, esta reforma nos puede dar mucho más.

El mejoramiento de la educación en nuestro país debe ser un esfuerzo nacional y en la medida en que todo mundo se comprometa con el aprendizaje podremos llegar a ser un país con un gran capital humano. Tenemos una ventana de oportunidad demográfica, seguimos siendo un país joven, pero en 30 años se nos acabará. Por eso, en este momento, la implementación de la reforma es la gran prueba de fuego.

Fuente: http://www.educacionyculturaaz.com/analisis/entrevista-a-gabriela-ramos-una-reforma-que-apueste-a-la-educacion-y-no-a-la-retorica

Imagen: http://www.educacionyculturaaz.com/wp-content/uploads/2014/01/Captura-de-pantalla-2014-01-28-a-las-12.23.30.png

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Película: Esperando a Superman

Esperando a Superman

  • Título original: Waiting for Superman
  • Año2010: Duración102 min.
  • País: Estados Unidos
  • Director: Davis Guggenheim
  • Guión: Davis Guggenheim, Billy Kimball
  • Productora:Electric Kinney Films

Sinopsis: Documental denuncia del sistema educativo público de USA, dirigido por Davis Guggenheim (ganador del Oscar por «An Inconvenient Truth») y que se centra en lo que Bill Gates (productor del film) y el propio cineasta aseguran es «un desastroso sistema educativo en las escuelas públicas norteamericanas».

El documental relata la situación pública educativa estadounidense que- a pesar de tratarse de un potencia económica mundial- persisten las brechas socio-económicas entre una zona del país y otra, o entre diferentes instituciones de educación. En las zonas de mayor riesgo la educación no asegura movilidad social creando un aire de desesperanza entre sus estudiantes quienes-aceptando la idea de que no podrán ingresar a una universidad- dejan de lado la formación académica de sus vidas. Las mayores trabas son para los niños de escuelas públicas, ya que dependen de la disponibilidad de espacios que la escuela pueda ofertar año con año.

Fuente de la reseña:

  • http://www.filmaffinity.com/es/film298841.html
  • https://psicoeducat2013.wordpress.com/2013/10/31/analisis-documental-esperando-a-superman/

Fuente de la imagen: http://pics.filmaffinity.com/waiting_for_superman-416099347-large.jpg

 

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