La invisibilidad estadística, una de las formas de racismo oculto institucional

Por: Daniel Leónidas Loncon

Sobre el racismo oculto institucional que sufren las comunidades indígenas, opinó para Télam Daniel Leonidas Loncon, de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, colaborador de la Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior, una línea de trabajo de la Cátedra UNESCO «Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina» de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

A mediados de la década de 1950, en una escuela rural en Cushamen, provincia de Chubut, Nélida y sus compañeros de clase eran castigados y obligados a pasar largas horas arrodillados sobre bolsas de maíz y sus dedos eran colocados sobre los pupitres y golpeados por una vara o puntero de madera. Éste era el castigo por no «aprender» lo que el maestro enseñaba, por no hablar bien el idioma español o simplemente por su condición de indígenas.
Nélida vivía con su abuela Marcelina, quien fue una sobreviviente de lo que en aquella escuela se enseñaba como una gesta del ejército argentino: «La conquista del desierto». Marcelina no asistió nunca a la escuela y casi no hablaba el idioma español, mantenía el mapuzungun, el idioma del pueblo Mapuche al cual pertenecía.
Casi 50 años después, un hijo de Nélida se graduaba como enfermero en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. En ese tiempo transcurrido continúan siendo muchos los obstáculos que en la Patagonia la población originaria debe superar para acceder a la Universidad.
En el caso de Argentina, el sistema educativo ha definido la forma en que los hechos históricos se deben relatar y aprender. Para ello, hay una vasta bibliografía y escritos académicos que sirven de soporte para la confección de los libros de texto a través de los cuáles se imparten los contenidos y se conmemoran las efemérides.
Particularmente en el sistema educativo argentino, la visión del indígena se constituyó, y en algunos casos aún se mantiene, en base a un sujeto ausente, inexistente, extinto. Un elemento que ha contribuido y justificado el sometimiento y el despojo territorial de los indígenas es la idea de la inferioridad de tales poblaciones.
En el caso de la Patagonia Argentina, la figura del «indio» o indígena, estuvo asociado a lo incivilizado y a la barbarie. Domingo Faustino Sarmiento, presidente de la Nación entre 1868 y 1874 sostenía: «por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar» además de considerar que su exterminio era «providencial y útil».
Estas visiones ideológicas, luego traducidas en políticas educativas de Estado, constituyeron un enorme perjuicio, no solo para las poblaciones indígenas sino que también se perdió el aporte de conocimientos y la riqueza cultural de estas poblaciones para la sociedad toda.
No obstante ello, aún estamos a tiempo de poder revertir algunas prácticas y las instituciones de educación superior pueden cumplir un papel fundamental en tal sentido.
Actualmente la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco cuenta con una matrícula de más de 15.000 estudiantes y según los datos recabados por la Cátedra Libre de Pueblos Originarios de dicha Universidad, en los últimos 2 años más de 1.000 estudiantes de los 7.000 que ingresaron, se reconocen pertenecientes a pueblos originarios.
Conocer los datos de autoreconocimiento de pertenencia a pueblos indígenas y afrodescendientes en la Universidad resulta fundamental para combatir la invisibilidad estadística, que suele ser una de las formas de racismo oculto institucional. En este sentido vale mencionar que las acciones de afirmación y discriminación positiva resultan necesarias para reconocer la diversidad existente y la posterior planificación y ejecución de políticas educativas en dicho sentido.
En referencia a ello resulta necesario promover acciones en al menos tres aspectos: es imprescindible revertir prácticas educativas que niegan la existencia de la población originaria y afrodescendiente y la simplificación de los aportes culturales de estas poblaciones, es necesario una profunda descolonización epistemológica. Es fundamental generar acciones y políticas institucionales de visibilización y promoción de la población universitaria que se autoreconoce como perteneciente a pueblos indígenas y afrodescendientes. Finalmente, es urgente tomar definiciones institucionales que promuevan el respeto por la diversidad cultural, la inclusión de contenidos con perspectiva intercultural y que promuevan relaciones horizontales respecto del conocimiento y pautas culturales propias de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
Asimismo, como sociedad, es necesario asumir una postura crítica y activa frente a la violación sistemática de los derechos de los pueblos indígenas. Las relaciones de poder y sometimiento, el despojo cultural y territorial y la negación de la existencia de poblaciones culturalmente diversas, constituye una afrenta a la sociedad en su conjunto que es necesario terminar.
Las vivencias de Marcelina, Nélida y sus hijos y de tantas personas con historias similares, son un testimonio de dignidad, que se multiplican en todo el territorio argentino, de una tenaz resistencia a desaparecer reivindicando la memoria histórica. Como sociedad, tenemos un desafío por delante: La construcción y convivencia en el presente es una responsabilidad de todos.

El autor de ésta nota, es hijo de Nélida y bisnieto de Marcelina.

(*) Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Colaborador de la Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior. Cátedra UNESCO.

Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/201909/391458-la-invisibilidad-estadistica-una-de-las-formas-de-racismo-oculto-institucional.html

 

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