España: Una tibia recuperación de lo perdido

Una tibia recuperación de lo perdido

En este país, no terminamos nunca de avanzar. En educación, con ocho leyes en 40 años, vamos dando un paso adelante y dos para atrás y así nunca conseguimos un sistema educativo que tenga el financiamiento que se merece, la equidad necesaria y el nivel de calidad que precisamos. La nueva Ley educativa la podríamos resumir en: una tibia recuperación de lo que perdimos con la antigua ley del PP, la LOMCE.

Y como sí que avanza, pero no suficiente, las críticas le llueven por todas partes, básicamente por la derecha más reaccionaria y las patronales de la concertada. No tanto porque conculca unos “derechos adquiridos” por los centros privados concertados, sino porque la educación es un campo de batalla político, y la oposición tiene que protestar, aunque no tenga ninguna razón.

De hecho, si no fuera porque la ley anterior era tan reaccionaria en muchos aspectos, quien tendría que protestar sería el 60 o 70 % de la población que escolariza sus hijos e hijas en la escuela pública, la de todos y todas.

Decía que se avanza, tímidamente, en algunos aspectos: elimina los itinerarios segregadores desde los 13 años; suprime las reválidas, recupera la Educación Infantil como etapa educativa, desde los 0 a los 6 años; devuelve las competencias sustraídas a los claustros y consejos escolares;  pierde protagonismo la asignatura de Religión; introduce la coeducación, el medio ambiente y la memoria democrática en la escuela; refuerza la inmersión lingüística catalana al devolver a las lenguas co-oficiales la consideración de lenguas vehiculares, juntamente con el castellano. Proclama la gratuidad en los centros concertados (difícil de llevar a cabo), así como la pérdida del concierto educativo en los centros que segregan por sexo (más difícil aún de cumplir, ya que el Tribunal El TJSC ya ha dejado en suspenso la resolución aprobada por el Departamento de educación en Cataluña de suspender el concierto a 11 centros del Opus Dei que segregan por sexo), y prohíbe destinar suelo público para centros privados.

Pero se deja por el camino una gran cantidad de reivindicaciones que son cada día más necesarias: No termina con la segregación educativa. No contempla la desaparición de los conciertos educativos. No pone fin a la precariedad de los profesionales. No soluciona la discriminación laboral del profesorado del Cuerpo de PTFP, no dota al sistema de recursos suficientes. No elimina la religión del horario lectivo. No rebaja las ratios (una de las demandas más urgentes), no garantiza la gratuidad de las escuelas infantiles ni de la universidad, ni revierte el modelo de direcciones autoritarias ni opta por la elección democrática de las mismas.  Por citar algunas de las carencias más importantes.

Desde el punto de vista más pedagógico hace una opción por el modelo competencial y el aprendizaje por proyectos, apuesta por la agrupación de asignaturas por ámbitos y limita las repeticiones de curso. Todo ello para algunos sectores no es más que el vaciamiento cultural y el desprecio a la memoria, la exigencia y el esfuerzo, lo que repercute negativamente en el alumnado más desfavorecido, porque si en la escuela no se les proporciona conocimientos, no podrán encontrarlos en otro sitio. De hecho, no hay una apuesta clara por racionalizar, disminuir o mejorar los currículums, que sería lo conveniente y necesario.

En definitiva, es un paso tibio hacia adelante, pero con muchos pasos a recorrer. Y, a pesar de ello, a pesar que no se avanza nada en la reversión de la privatización de la enseñanza, que se consolida la doble red financiada con fondos públicos y que, de hecho, se reconoce la permanencia de la educación privada concertada, la patronal de la escuela concertada ha declarado la guerra a la nueva ley, ha creado una plataforma y ha convocado numerosas protestas aduciendo medidas que ni siquiera se corresponden con la realidad de la ley, ya que “ni se quita el castellano, ni desaparecen los centros de educación especial, ni se suprimen los conciertos, ni se elimina religión” ¿Por qué protesta, pues, la patronal concertada y la iglesia si es una ley casi hecha a su medida?, se preguntan algunos.

Han aparecido también críticas sobre la necesidad de pactar las leyes educativas, para no tener que deshacerlas cada cambio de gobierno. Y es verdad que sería muy conveniente una ley que pudiera ser aceptada y mejorada en los sucesivos gobiernos, sin tener que cambiarla cada vez, pero el problema es que, con estos mimbres, con esta oposición, con esta derecha y estas patronales religiosas que defienden con uñas y dientes sus privilegios, sus negocios y su poder para transmitir su ideología a los futuros jóvenes, digo, con estos mimbres es imposible hacer ningún pacto.

La cuestión de la doble red educativa, de la segregación social que ello conlleva y del supuesto “derecho a elegir” son temas que, en este país, se han permitido por demasiado tiempo. Las izquierdas, en general, han sido poco agresivas y han denunciado poco lo que ello comporta, y ahora es mucho más difícil revertir la situación ya que hacen valer sus “derechos adquiridos”.  No deja de ser curioso, y terrible a la vez, que una de las protestas que esgrimen las organizaciones de la concertada es que la nueva ley los considera “subsidiarios” de los centros públicos, cuando en realidad nacieron justamente para ser esto: subsidiarios, para poder escolarizar a toda la población en un momento en que las escuelas públicas no podían atender a todo el alumnado.

Necesitamos, no solamente avanzar más en los diversos aspectos antes mencionados, sino, sobre todo, hacer mucha pedagogía y cambiar el discurso. Es necesario dotar a la educación pública de todos los recursos necesarios y convencer a la mayoría de la población que la escuela no tiene que ser un reflejo de la familia, sino un lugar en donde se aprenden conocimientos y valores compartidos con la sociedad, un lugar donde se abren las mentes y no una continuación de la ideología de los padres y madres. Es necesario convencer que la socialización entre diferentes culturas, ideologías, clases sociales, religiones, sexos, identidades, etc. Es una gran riqueza y es lo que permite una sociedad cohesionada y una juventud sabia y crítica. Y ello sólo puede hacerlo la educación pública.

Seguiremos insistiendo. Nos jugamos el futuro.

Fuente de la Información: https://vientosur.info/una-tibia-recuperacion-de-lo-perdido/

Comparte este contenido:

OIT: Las mujeres ganan en promedio un 17% menos que los hombres por cada hora trabajada

En un reciente informe de La Organización Internacional del Trabajo (OIT) llamado Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo indica que la situación de las mujeres en el mercado de trabajo de América Latina y el Caribe presenta un panorama mixto.

Las mujeres han conseguido grandes logros en el acceso a la educación, pero aún deben sortear numerosos obstáculos para acceder al trabajo decente. Estos obstáculos son la causa de la persistente desigualdad de género.

Aunque el nivel general de educación de la subregión ha aumentado en ambos sexos, las mujeres han superado recientemente a los hombres en este ámbito.

Las mujeres nacidas en torno a 1.955 han tenido más probabilidades que los hombres de terminar la educación superior (es decir, de haber cursado al menos 13 años de educación formal). Entre los nacidos en 1990, el 40 por ciento de las mujeres terminó la educación superior, frente al 25 por ciento de los hombres. La cantidad de personas que tienen seis años de estudios o menos ha disminuido constantemente y, también en esta tendencia, las mujeres se han beneficiado más que los hombres.

La evolución de los niveles educativos ha implicado cambios en la estructura familiar. El promedio de edad al que las mujeres tienen hijos ha subido y el número de hijos nacidos por mujer ha disminuido en todos los países sobre los que se dispone de datos, a saber: Estado Plurinacional de Bolivia, Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Perú (ibid.). Además, ha aumentado la proporción de hogares encabezados por mujeres. En el Brasil y el Uruguay, por ejemplo, estos representan más del 30 por ciento de los hogares. Así, los ingresos de las mujeres han pasado a desempeñar un papel más importante en la sociedad.

El creciente número de hogares encabezados por mujeres obedece a la mayor prevalencia de concubinatos, personas solteras, separaciones y divorcios, así como a la mayor proporción de mujeres que viven con un cónyuge pero también se identifican como jefas de familia.

Con respecto a los salarios, un estudio reciente de la OIT que examina la brecha salarial de género en 17 países de América Latina y el Caribe (que representan el 85 por ciento de la población total de la subregión) concluye que las mujeres ganan en promedio un 17 por ciento menos que los hombres por cada hora trabajada, incluso habiendo tenido en cuenta factores como la edad, el nivel educativo, la residencia urbana frente a la rural, el tipo de trabajo y la estructura del hogar. Si se tiene en cuenta además la cantidad de horas trabajadas por semana, la brecha salarial de género alcanza casi el 25 por ciento (OIT, 2019g).

La brecha salarial de género es más amplia entre los trabajadores que menos ganan. Ello parece obedecer en parte a que las mujeres se ven muchísimo más afectadas que los hombres por la informalidad, así como al incumplimiento de las normas sobre salarios mínimos por parte de los empleadores.

El dato suscita preocupación en cuanto a la tasa de pobreza entre las mujeres trabajadoras. Así pues, tres de las dificultades más acuciantes de la subregión –la desigualdad de género, la pobreza y la informalidad– están íntimamente relacionadas entre sí. Esto implica que toda política diseñada para combatir cualquiera de esos tres grandes problemas tendrá consecuencias indirectas en los otros dos.

En el rango intermedio de los grupos de ingreso, la brecha de género se reduce, pero a partir de la mediana (el percentil 50) comienza a ensancharse. Esto apunta a la posible existencia de «techos de cristal», es decir, a las dificultades particulares a las que se enfrentan las mujeres para llegar a los puestos directivos y otros puestos de alta remuneración.

Las disparidades de género descritas anteriormente pueden ser el resultado de una discriminación directa pero, en términos más generales, también obedecen a normas culturales patriarcales, al machismo en el hogar y a diversos factores que generan un sesgo de género inconsciente. De hecho, muchos de los obstáculos al progreso de las mujeres se encuentran en el seno del hogar. La distribución de las tareas domésticas entre hombres y mujeres sigue siendo abrumadoramente desigual. Las mujeres se encargan del 80 por ciento de las tareas domésticas, lo que limita su participación efectiva en la fuerza de trabajo (CEPAL, 2019; OIT, 2019a y 2019g).

Fuente: https://www.finanzasdigital.com/2020/10/oit-las-mujeres-ganan-en-promedio-un-17-menos-que-los-hombres-por-cada-hora-trabajada/

Comparte este contenido:

España: Comunicado de la Plataforma 8MToledo. “Brecha salarial: feminización de la pobreza”

Redacción: La Cerca

Según todos los informes, la brecha en España es del 30% y va en aumento, además la diferencia entre las pensiones de jubilación alcanza el 37%. En Castilla La Mancha la feminización de la pobreza es tan preocupante que si se compara el 10% de las mujeres que menos cobran, con el 10% de los hombres que menos cobran la brecha salarial es del 81%. Estos datos colocan a las mujeres de nuestra región en el umbral de la pobreza.

La igualdad salarial para las mujeres, debe dejar de ser un objetivo a largo plazo. Las estadísticas señalan que las mujeres percibimos cerca de 7.000€ menos al año por el mismo trabajo que nuestros compañeros, esto agranda la brecha salarial y nos conduce inexorablemente a que la brecha de las pensiones sea también insalvable entre hombres y mujeres.

En el Día europeo por la igualdad salarial, no queremos dejar pasar que una de nuestras reivindicaciones para la próxima Huelga del 8 de marzo es la de conseguir empleos dignos y con iguales salarios algo que solo podremos lograr si en las tareas de cuidados se implican nuestros compañeros y toda la sociedad, puesto que nuestros salarios se ven mermados cuando cuidamos de nuestros hijos y nuestros dependientes, cuando solicitamos más reducciones de jornada, cuando nuestros trabajos se realizan en sectores feminizados que están peor remunerado. El llamado techo de cristal o suelo pegajoso es una realidad para todas las mujeres que sentimos sobre nuestras espaldas la responsabilidad de la jornada laboral extendida en una doble y triple jornada al llegar a casa.

En Castilla La Mancha la brecha salarial entre hombres y mujeres se sitúa en el 26%, animamos a todas las mujeres a salir a las calles y a sumarse a la Huelga Feminista del 8 de marzo para que esa brecha no sea un agujero que nos absorbe a todas y nos suma en la pobreza.

Desde la Plataforma 8M de  exigimos una serie de medidas para acabar con las discriminaciones laborales y las brechas salariales como la revisión de las pensiones con una pensión mínima de 1.084€ y que garantice una vida digna de acuerdo a los criterios establecidos en la carta Social Europea y revalorización de las pensiones en relación al IPC real; la ratificación del convenio 189 de la OIT sobre trabajadoras domésticas; la derogación de las reformas laborales, la del PSOE y la del PP. Además del fin de la precariedad laboral en los contratos de las mujeres, en su mayoría temporales y/o parciales. Terminar con el acoso laboral y sexual en el trabajo, para ello proponemos planes de igualdad y protocolos recogidos en el Estatuto de los Trabajadores.

Proponemos la implantación del currículum ciego como medida para evitar la discriminación de la mujer por el hecho de serlo, especialmente en el caso de las mujeres trans, o por cuestiones de raza, edad o aspecto físico. Medidas para fomentar la empleabilidad de las mujeres con diversidad funcional, racializadas, migrantes, mujeres trans, mujeres del entorno rural…

Exigimos también la visibilización de las mujeres que trabajan en el sector agroalimentario y que haya formación profesional en la zonas rurales con perspectiva de género.

Además exigimos la revisión y actualización del cuadro de Enfermedades Laborales y Profesionales que actualmente restringe la descripción y la evaluación de las mismas al hombre y sigue negando e ignorando las enfermedades profesionales de las mujeres. La brecha salarial es una de las más importantes razones que nos llevan a convocar una Huelga Feminista el 8 de Marzo, pero no la única, hay múltiples brechas legales y sociales que hay que erradicar y desde el feminismo estamos luchando para conseguir un futuro mejor para todas y un futuro igualitario.

Fuente: http://www.lacerca.com/noticias/toledo/brecha-salarial-feminizacion-pobreza-457407-1.html

Comparte este contenido:

México: Indígenas, desplazados en educación y trabajo

06 Diciembre 2017 /Fuente: Diario la Verdad/Autor: Carlos Matus

Solo uno de cada 60 indígenas logra graduarse de una universidad y alcanzar un puesto gerencial, reconocieron indicadores educativos y laborales en Quintana Roo.

La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), dio a conocer, a través de un estudio de acceso a la educación para poblaciones de origen indígena en Quintana Roo, que solo uno de cada 40 jóvenes pueden acceder a la educación universitaria, y de estos, solo uno de cada 20 puede concluir con éxito su educación.

Actualmente en Quintana Roo existen unas 250 mil personas mayores de cinco años que hablan alguna lengua indígena principalmente maya y de este segmento por cada 100 persona únicamente 14 hablan español, de tal suerte que se convierten en una minoria que tiende a ser segregada, tanto en educación, como laboralmente.

El sociólogo Alberto Solano Acosta, explicó que ante la discriminación que enfrenta este segmento de la población, es común que las nuevas generaciones que se desarrollan fueran de sus comunidades de origen pierdan su lengua materna y su propia identidad, pues buscan la forma de ser aceptados en una sociedad que los margina.

“A pesar de que la población indígena es un grupo social vivo, sufre constantes cambios y transformaciones a efecto de sobrevivir, pero en ese proceso por adaptarse y progresar enfrentan un entorno incompatible donde se violentan sus derechos humanos”.

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), que anteriormente era la Secretaría de Desarrollo Social e Indígena (Sedesi), tenía indicadores donde señalaban que los trabajadores de origen indígena laboraban en áreas de intendencia, servicios turísticos, agricultura y comercio informal, debido a sus carencias educativas, pero también a la discriminación.

Incluso, Enoel Pérez Cortés, delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), destacó que a lo largo del año se han recibido al menos 15 denuncias por discriminación laboral contra personas de origen indígena, sin embargo, la realidad es mucho más grande.

Por su parte la presidenta de la Red por la Equidad y los Derechos Humanos en Quintana Roo, Rosa María Márquez Pérez, argumentó que entre los sectores de mayor vulnerabilidad a sufrir discriminación y abusos se encuentra la población indígena, de hecho son el segmento que sortean un marcado rezago en infraestructura urbana y social.

“No hay politicas públicas en Quintana Roo enfocadas a sus desarrollo, basta ver las comunidades donde radican, las cuales carecen de los servicios básicos, tienen un limitado acceso a la educación y a la salud, enfrentan pobreza, así como dificultades para accesar al mercado laboral”.

Bajo ese panorama, es común que emigren a las ciudades buscando esas oportunidades de desarrollo, sin embargo también ahí encuentran limitaciones por su baja escolaridad, situación que los obliga a la informalidad y vuelven al punto de partida se ven imposibilitados a poder cubrir sus necesidades básicas.

En cuanto a los niveles medio superior y superior, no hay planteles en las comunidades indígenas por lo cual los jóvenes terminan migrado a las cabeceras municipales, en dado caso de que tengan las posibilidades de continuar sus estudios, sin embargo solo el 5% de la población lograr sortear los obstáculos para seguir con su formación profesional.

 

Fuente de la noticia: https://laverdadnoticias.com/indigenas-desplazados-en-educacion-y-trabajo/

Fuente de la imagen: https://laverdadnoticias.com/wp-content/uploads/2017/12/Indígenas-desplazados-

Comparte este contenido:

Empoderar a las mujeres contra la desigualdad

Por Baher Kamal

La infraestructura de Liberia fue destruida durante la guerra civil (1989-2003). Unas niñas caminan en el pueblo de Totota, en el condado de Bong, mirando las vivendas demolidas por las autoridades para reconstruir las calles. Crédito: ONU Mujeres.

 (IPS) – En el contexto actual en que ocho hombres concentran la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad, se observa que, en general, las mujeres son las que están en peor situación; se necesitarían 170 años para que percibieran el mismo salario que los hombres.

La población femenina, que suele emplearse en los sectores mal pagos, sufren una gran discriminación laboral, asumen una desproporcionada carga de trabajo no remunerado y suelen encontrarse en la base de la pirámide, observó Oxfam Internacional, una coalición de 19 organizaciones que trabajan en 90 países.

“Si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres, habrían unas 150 millones de personas menos con hambre en el mundo”: Neven Mimica.

En su informe “Una economía para el 99 por ciento”, presentado el 16 de este mes, Oxfam Internacional se refirió a cómo las grandes corporaciones y las personas súper ricas avivan la actual crisis de desigualdad.

La coalición entrevistó a trabajadoras de una fábrica de ropa de Vietnam, quienes trabajan 12 horas al día, seis días a la semana, y aún así, apenas si pueden arreglárselas con el dólar por hora que cobran por fabricar ropa para las grandes marcas mundiales.

Además, “los gerentes generales de esas compañías están entre las personas mejor pagas del mundo”, subraya el informe.

¿Por qué?

“Las mujeres son mayoría en los empleos peor pagados y menos seguros, al tiempo que asumen gran parte de la responsabilidad de las tareas de cuidado no remuneradas”, puntualizó Anna Ratcliff, responsable de medios y de la campaña “Even It Up” (Acabemos con la desigualdad extrema, en español) de Oxfam.

“No es un accidente; nuestro actual modelo económico depende de ese suministro de trabajo barato o gratuito”, apuntó.

Cuando se recortan los servicios públicos porque las grandes corporaciones y las personas más ricas no pagan los impuestos correspondientes, las mujeres suelen ser las más perjudicadas, dijo Ratcliff a IPS. Por ejemplo, cuando la educación no es gratuita, la población femenina es la queda afuera, acotó.

“Las mujeres sufren discriminación en sus hogares y también institucional, pues las élites política y económica están dominadas por hombres; las ocho personas más ricas son hombres, al igual que 89 por ciento de las que son multimillonarias”, observó.

Ratcliff subrayó que es necesario gestionar las economías para que las mujeres puedan tener las mismas oportunidades que los hombres.

“Por ejemplo, asegurando un acceso equitativo a la educación, ofreciendo mejores servicios de cuidados infantiles, además de más asequibles, invirtiendo en servicios e infraestructura básica y combatiendo normas sociales relacionadas con el papel de las mujeres en la sociedad”, indicó.

Si las mujeres tuvieran los mismos recursos que los hombres

Están entre los más pobres de los pobres, y a pesar su contribución fundamental y de constituir la mitad de los trabajadores rurales, las campesinas son las mayores víctimas de la desigualdad.

“Si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres, habrían unas 150 millones de personas menos con hambre en el mundo”, observó Neven Mimica, comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Unión Europea (UE).

Empoderar a las mujeres contra la desigualdad

Las campesinas de Uganda necesitan mejores herramientas de mano y de tracción animal. Crédito: IFAD.

Incluso, Mimica estimó que la producción agrícola aumentaría casi una tercera parte.

“Suele decirse que educando a una mujer, se educa a toda una generación. Lo mismo ocurre cuando las empoderamos en distintos ámbitos, no solo mediante el acceso al conocimiento, sino también a los recursos, ofreciéndoles igualdad de oportunidades y dándoles voz”, indicó.

“Sin embargo, las estadísticas actuales muestran que nos quedamos cortos en esos ámbitos”, se lamentó Mimica, en el marco de una reunión de alto nivel realizada en diciembre.

La organización del encuentro estuvo a cargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Comisión Europea, la Presidencia eslovaca del Consejo de la UE, y contó con la colaboración del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y ONU Mujeres.

Ademas, puntualizó el comisario de la UE, “sabemos que las niñas y los niños tienen mejores perspectivas de futuro si sus madres son saludables, tienen tranquilidad económica y educación; en especial en los primeros 1.000 días de vida”.

Las mujeres representan la mitad de los trabajadores rurales

En los países en desarrollo, las mujeres representan 45 por ciento de los trabajadores rurales, yendo de 20 por ciento en América Latina hasta 60 por ciento en algunas zonas de África y Asia, según FAO.

“Y son muy trabajadoras, en África y Asia Pacífico, suelen laborar entre 12 y 13 horas más por semana que los hombres”, precisa la FAO.

En general, ellas tienen menos probabilidades que los hombres de tener el control de la tierra, y el suelo de sus terrenos suele ser de mala calidad: menos de 20 por ciento de los propietarios de tierras son mujeres.

“Las campesinas generan ganancias productivas y reinvierten hasta 90 por ciento de sus ingresos en el hogar, dinero que se gasta en alimentación, salud, educación y actividades generadoras de ingresos, lo que ayuda a romper el ciclo de la pobreza”, precisa la agencia.

Lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres “no solo es hacer lo correcto, sino que es un elemento fundamental en la lucha contra la extrema pobreza, el hambre y la malnutrición”, subrayó el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en la reunión de alto nivel.

“Las mujeres son el pilar de nuestro trabajo en agricultura”, subrayó, y representan 45 por ciento de la fuerza laboral rural en los países en desarrollo y hasta 60 por ciento en algunas regiones de África y Asia, precisó.

Los datos ponen de relieve la importancia de que las trabajadoras rurales tengan las mismas oportunidades, subrayó el director general de la FAO.

A cerrar la brecha de género

En la reunión de alto nivel, la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural de Eslovaquia, Gabriela Matecná, quien presidió el Consejo de la UE en el segundo semestre de 2016, observó: “La brecha de género le cuesta caro a la sociedad en términos de producción agraria, de seguridad alimentaria y de crecimiento económico”.

A pesar de que las mujeres constituyen casi la mitad de los trabajadores rurales, son propietarias de menos de 20 por ciento de las tierras. Además, la población femenina representa 60 por ciento de las personas que sufren hambre de forma crónica, observó.

“Cuando inviertes en un hombre, inviertes en una persona. Cuando inviertes en una mujer, inviertes en una comunidad”, remarcó el presidente de IFAD, Kanayo F. Nwanze.

“Una y otra vez vemos que la igualdad de género abre las puertas para que comunidades enteras refuercen la seguridad alimentaria y nutricional y mejoren su bienestar social y económico”, observó.

“Empoderar a las mujeres es, por cierto, empoderar a la humanidad”, subrayó.

“Solo empoderando a las campesinas podremos destrabar la fuerza del sistema de alimentación global. Es fundamental brindarles apoyo para crear resiliencia, construir empresas más fuertes y promover la seguridad alimentaria a largo plazo”, observó Denise Brown, directora de emergencias del PMA.

Por su parte, la directora de programa de ONU Mujeres, María Noel Vaeza, subrayó: “Cerrar la brecha de género en la agricultura generará múltiples dividendos en materia de desarrollo, como la igualdad de género para las mujeres rurales, seguridad alimentaria y reducción de la pobreza, mejor gestión climática y sociedades más pacíficas”.

Traducido por Verónica Firme

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/01/empoderar-a-las-mujeres-contra-la-desigualdad/

Imagen: cdn.ipsnoticias.net/wp-content/uploads/2017/01/desigualdad1-629×420.jpg

Comparte este contenido: