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El regreso de la crítica irreverente para electrocutar saberes. COLECTIVO CORTOCIRCUITOS 2.0

Hace siete años, la columna Cortocircuitos vio la luz pública. Luego de un paréntesis necesario que se prolongó por más tiempo del que pensábamos, ¡estamos de regreso!

La intención de fondo no ha cambiado: ejercer una crítica rigurosa y a la vez irreverente, nunca complaciente, mucho menos cómplice del poder. Lo nuestro no es ni será callar, ocultar o tergiversar las ideas, haciendo malabares discursivos para terminar justificando el razonamiento que dicta lo que se debe de hacer. Seguimos empeñados en desmontar saberes, prácticas, conceptos, teorías y discursos que obscurecen el pensamiento e impiden comprender lo que acontece en estos tiempos sombríos y complejos.

Ni antes ni ahora hemos sido críticos light, de esos que nunca cuestionan el régimen que los sostiene y por lo mismo, a nadie incomodan; de ahí a ser asesores o líderes que se erigen en voceros de los que luchan poniendo el cuerpo, solo hay un paso.

Los críticos feroces de la reforma educativa 2013, hoy guardan silencio ante el gobierno de la 4T que prometió cancelarla. Los otrora beligerantes activistas, dirigentes y representantes del magisterio democrático y la magisteria revoltosa, los mismos que lucharon contra una reforma que pulverizó lazos gremiales y desmanteló derechos conseguidos a fuerza de movilizaciones y protestas, hoy son funcionarios al más alto nivel, se transformaron en explicadores y declarantes de lo que hay que pensar y decir, consejeros del mismo poder que se apropió de las iniciativas pedagógicas y de los programas alternativos que no sin dificultades, esfuerzo sostenido, creatividad y mucha organización, construyeron las resistencias magisteriales.

En los años recientes, hemos atestiguado lo impensable, un gobierno progresista logró lo que ningún otro: desmovilizar, fragmentar y aislar las resistencias magisteriales. Para nosotros, la lección más importante que podemos extraer de este hecho es que la crítica debe cambiar. Y eso pasa por cuestionar nuestros propios principios, valores, formas de pensar y sentir. Se lee sencillo y se escribe rápido, pero en realidad es doloroso reconocer que de las críticas y estrategias de lucha de siempre no surge nada nuevo, mucho menos de la sordera o negativa a aceptar los errores políticos cometidos.

Por todo ello, en esta nueva etapa ratificamos nuestra apuesta por una crítica reveladora, ajena a la complacencia, ejercida desde otros valores y otra concepción sobre la política. Estamos de regreso, pero no olvidamos ni hacemos a un lado nuestro código ético-político:

“La crítica no es un dictado alterno, no les dice a los poderosos lo que debe hacerse o lo que debían haber hecho. La crítica es un “desafío a lo existente”. Es un instrumento de quienes luchan y no toleran lo existente.

El crítico no es el que habla por los demás, descubre verdades ocultas y pregona la verdad subyacente de las cosas. Llamamos críticos a quienes desafían el orden existente y cuestionan las formas de sujeción y los regímenes de poder.

La función intelectual no consiste en re-presentar a quienes luchan, mucho menos ser la conciencia crítica de la ´época, sino denunciar todas las formas de poder donde trabaja, donde es su instrumento y su personaje: en el saber, en la verdad, en el conocimiento.

La práctica intelectual, no le dice a los demás qué hacer, cuándo o cómo. No sustituye a quienes luchan ni programa su acción política. La práctica intelectual escudriña lo existente y reta los saberes del poder” (https://insurgenciamagisterial.com/investigadores-de-la-upn-ajusco-inician-la-publicacion-de-su-columna-cortocircuitos/ )

¡Estamos de regreso! Y eso nos entusiasma y desafía, más aún en estos tiempos revueltos en los que  la realidad cambia constantemente, tornándose cada vez más compleja. Por ejemplo, después de la pandemia han emergido o se han ocultado nuevos problemas, o quizá sean los mismos añejos de siempre, pero con rostros nuevos. Otro ejemplo es el de la violencia escolar; la de hoy no es la misma que la de hace tres décadas. Analizarlos y discutirlos desde las mismas perspectivas, con los mismos conceptos de siempre, difícilmente nos permitirá construir modos distintos de enfrentarlos.

Existen otras problemáticas prácticamente ignoradas en el análisis educativo, como la superexplotación de que son objeto los y las docentes de todas las instituciones y niveles educativos del país, a pesar de que cotidianamente aparecen aquí y allá señales de su existencia, en forma de memes, bromas o quejas sobre sus estragos en la salud física, mental y afectiva del magisterio. Las señales también están presentes en las acciones colectivas, como las recientes marchas y la suspensión de labores para exigir mejores salarios a fines del 2023.

En esta nueva etapa a la que hemos llamado Cortocircuitos 2.0, nos interesa continuar con el análisis político de coyuntura, pero también enfocarnos en determinados temas. Enunciamos los que para nostrxs resultan fundamentales.

  • Partidos políticos y proceso electoral
  • Procesos de reforma y políticas educativas
  • Continuidad neoliberal en la educación
  • Súper explotación del trabajo docente: intensificación, extensión, precariedad
  • El sistema de opresión en la educación y la escuela
  • Violencia política, institucional y escolar
  • Luchas y resistencias magisteriales, en defensa de la educación pública y lo común (micropolítica; resistencias cotidianas; pedagogía del cuidado, ecofeminismos)

Algunos de estos temas los hemos abordado de forma recurrente, otros de manera intermitente en los video programas y artículos producidos a lo largo de estos siete años de vida, al igual que el análisis de asuntos coyunturales.

Contrarios al trabajo solitario del intelectual, reafirmamos nuestra concepción del ejercicio de la crítica como una práctica de los distintos para producir algo en común sin renunciar, mucho menos ocultar las diferencias.

Atendiendo a ello, sirvan estas líneas para anunciar el regreso de los Cortocircuitos, ahora como un colectivo más amplio, pero igualmente heterogéneo. Además de la banda de lxs 3, Roberto, Lucía y Marcelino, se incorporan como nuevos integrantes, Jessica Arciniega, Marlene Escobar y Norberto Soto.

He aquí una breve semblanza de sus inquietudes e intereses analíticos

Jessica Arciniega estáinteresada en mostrar las acciones, relaciones y efectos que se dan en un espacio político como lo es el escolar, cuando ciertas figuras docentes consideradas disruptivas, interpelan y abren posibilidades para estirar y desbordar los límites de la heteronormatividad que caracteriza a las instituciones educativas, en los discursos que tienen lugar ahí, las prácticas que se viven, la forma como circula el poder y las jerarquías que se establecen.

Por ejemplo, reconocer la presencia de docentes gays, lesbianas y trans en la educación es (en apariencia) coherente con los principios de inclusión, derechos humanos y no discriminación de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), sin embargo, la escuela está permeada por prácticas y tipos de relaciones donde prevalece la discriminación. De ahí la importancia de abonar a la crítica de la realidad escolar.

Marlene Escobar buscadesmontar la idea de que los docentes solo trabajan en la escuela y una vez fuera de ella son libres de ocuparse en lo que más y mejor les convenga. De igual manera, le interesa analizar la noción de vocación como una cadena de fuerza con la que se somete a los docentes para aceptar condiciones adversas de trabajo y junto con ello, asumir responsabilidades que rayan en el sacrificio. El discurso de la vocación ha sido utilizado políticamente en diferentes momentos históricos para señalar a los docentes como los responsables de todos los problemas, o bien, como los salvadores únicos de lo que ocurre en la educación. Por lo mismo, se les conmina a acatar regulaciones cambiantes, no quejarse y hacer lo que las autoridades educativas les exigen.

Abrir espacios donde el debate sea el instrumento para construir otros caminos posibles, pasa por conocer y analizar por qué los docentes hacen lo que hacen y no otras cosas, sus experiencias y modos de resistencia ante los cánones hegemónicos,

Norberto Soto analiza la forma en que el gobierno de la 4T busca presentarse como heredera de las gestas populares del pasado ─en el caso de la nueva revista educativa de la SEP, Asalto al Cielo- en su intento por expandir su hegemonía entre el magisterio de cara a las próximas elecciones, y en el contexto de la simulación que llevó a cabo respecto a la “derogación” de la reforma educativa peñanietista, conservando y profundizando los planes neoliberales para la educación a pesar de que se modificaron algunos aspectos punitivo-evaluativos.

Pensar en la manera en que la superexplotación del trabajo docente se manifiesta en la educación superior, en el marco de los cacicazgos universitarios que controlan a las universidades públicas estatales del país, es su principal línea de trabajo.

Vale la pena mencionar su colaboración en el reciente cuaderno de batalla número 5 “La super explotación del trabajo docente”, escrito junto con ellxs.

Nuevamente. ahora desde este colectivo llamado Cortocircuitos 2.0, continuaremos intentando electrocutar aquéllos saberes empeñados en decirnos cómo debemos pensar y qué debemos hacer ante una realidad que no admite rutas únicas.

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com

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Las escuelas en EEUU no son inmunes al aumento de los crímenes de odio

Los crímenes de odio en EEUU tuvieron un aumento considerable en el año 2022 respecto a períodos anteriores, según un informe divulgado por el FBI el lunes.

 

Las escuelas en Estados Unidos no se están librando del drástico aumento de los crímenes de odio que se ha extendido por todo el país.

Un nuevo informe publicado este lunes por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) encuentra que el 10 % de todos los delitos de odio en EEUU en 2022 tuvieron lugar en las escuelas, lo que las convierte en el tercer lugar más común ese tipo de delitos en el país.

Sólo los hogares (27 %) y las carreteras, caminos o callejones (16 %) registraron más delitos de odio.

El informe encontró que el número de delitos de odio denunciados en las escuelas (desde el preescolar hasta la universidad) ha aumentado constantemente desde 2020, cuando las autoridades registraron 500 delitos de odio en el sector educacional. En 2021, el número de infracciones escolares aumentó a 896 antes de alcanzar un máximo de más de 1.300 en 2022.

Esos aumentos se corresponden con lo que los funcionarios del FBI han descrito como un aumento preocupante de los delitos de odio en general: los datos más recientes muestran un récord de 11.643 incidentes en 2022, superando el récord anterior de casi 11.000 incidentes en 2021.

El informe es el primero de su tipo emitido por el FBI, y los funcionarios dicen que aún no está claro si emitirán informes adicionales sobre crímenes de odio en las escuelas en el futuro.

 

«El objetivo es llamar la atención sobre los datos y los casos de crímenes de odio en las escuelas, para dar posiblemente a otros la oportunidad de responder», dijo a los periodistas un funcionario del FBI, bajo condición de anonimato, según las reglas básicas establecidas por la oficina.

 

«[Esta] no es una situación en la que la oficina esté buscando tomar medidas inmediatas al respecto», añadió el funcionario. «Pero al proporcionar la información, creemos que esto les permite llevarlo a cabo a nuestros socios encargados de hacer cumplir «.

 

El informe, que analizó datos del período de cinco años que abarca de 2018 a 2022, encontró que el delito de odio más común fue la intimidación, seguido del vandalismo y la agresión.

 

Los delitos de odio más comunes fueron los delitos contra personas negras (12,6 %), seguidos de los delitos contra judíos (5,6 %) y los delitos contra lesbianas, gays, bisexuales o transgénero (2,6 %).

 

Los crímenes de odio contra musulmanes representaron el 0,5 % del total.

 

El informe del FBI también encontró que los crímenes de odio en las escuelas fueron más frecuentes en octubre, noviembre y diciembre, y casi un tercio de los crímenes de odio en las escuelas tuvieron lugar durante esos meses.

 

En general, el informe dice que más del 30 % de los niños que fueron víctimas de crímenes de odio durante el período de cinco años fueron victimizados en la escuela. Casi el 36 % de los delincuentes juveniles que cometieron delitos de odio los cometieron en la escuela.

 

Según datos del FBI, casi dos tercios de los delitos de odio denunciados tuvieron lugar entre preescolares, escuelas primarias y secundarias.

Fuente: https://www.vozdeamerica.com/a/escuelas-eeuu-no-inmunes-aumento-odio-/7462025.html

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Dime cuánto mides y te diré quién eres (extrañas variables en el desempeño escolar)

Por: Andrés García Barrios

La formación por hileras y estaturas es parte de un conjunto de tácticas de control que dio comienzo a finales del siglo XVIII, cuando el filósofo alemán Jeremy Bentham desarrolló el concepto de panóptico, presente hasta la actualidad en prisiones, hospitales, y por supuesto, en escuelas.

Hace algunos meses prometí en este mismo espacio que escribiría sobre la relación de la pedagogía con el giro de las perillas en las puertas de los consultorios médicos. Era un chiste, claro está. Un chiste hecho sólo con la intención de reafirmar que la educación tiene que ver con todo lo que existe en este mundo. Sin embargo, en ese momento no imaginé que un día, entre mis artículos, vendría éste que escribo ahora, y cuyo título original podría ser parte de la misma lista que aquél: La estatura de los estudiantes como determinante de su desarrollo escolar. En este caso, no era un chiste.

El asunto empieza con la siguiente anécdota.

Hace no mucho me hallaba platicando con un par de amigos de la primaria en una reunión de generación escolar. Los tres rebasábamos el uno ochenta de estatura.

.─ ¿Se dan cuenta ─dijo uno de ellos, Gonzalo─ de que nosotros tres seguimos siendo amigos cercanos porque hace cincuenta y tantos años, el día en que entramos a la preprimaria, la maestra formó a nuestro grupo por estaturas, y nosotros tres quedamos hasta atrás de la fila, juntos?

Nunca lo había pensado. Gonzalo y Alan, el tercer amigo, fueron en efecto dos de los compañeros con los que mantuve más comunicación durante aquellos años de primaria y secundaria, y unos de los que más marcaron mi desempeño escolar. Conocí a sus familias, frecuenté sus casas y nuestra amistad tuvo que ver con casi todo lo que me ocurrió en el colegio en aquellos años.

Todo por ser altos.

El hecho de coincidir en las filas puede parecer azaroso, pero tiene su historia. Formar a los niños y niñas en hileras por estaturas no es sólo la útil ocurrencia de alguien. A todos nos parece lógico y hasta natural que la directora desee dominar con la vista a cada uno de los estudiantes; incluso sin problema podemos imaginar a nuestros ancestros primitivos recurriendo a esta tipo de estrategias al dirigir grupos. Pero no. Hasta donde entiendo, la formación por hileras y estaturas es parte de un conjunto de tácticas de control que dio comienzo a finales del siglo XVIII, cuando el filósofo alemán Jeremy Bentham concibió un modelo de prisión en el que los guardias ocupaban un puesto central desde el cual podían vigilar a los presos, ubicados en celdas a su alrededor. El concepto se llamaba panóptico y de ninguna manera fue algo trivial. Como modelo de prisión se llevó a la práctica escasas veces, pero como concepto de vigilancia y control materializó una mentalidad omnipresente en la época, la cual se extiende hasta nuestros días. Según el filósofo francés Michel Foucault el concepto/modelo de Bentham está presente en la sociedad moderna en prisiones, hospitales psiquiátricos, cuarteles y por supuesto, escuelas, pero también de forma oculta en todas nuestras concepciones del mundo (los foucaultianos actuales no vacilan en estudiar el fenómeno de Google y las redes sociales con este mismo enfoque, delatando la hipervigilancia a la que todos somos sometidos por un poder tan objetivo como interiorizado).

Suena exagerado (y seguramente lo es, como toda posición filosófica), pero al menos yo puedo aceptar la agudeza de este pensamiento con sólo imaginar lo siguiente: es el inicio del día en una primaria de gobierno como todas; la directora da un anuncio a niñas y niños, no desde un sitio central y en alto sino desde cualquier lugar del patio, a ras de piso, mientras los chavitos la escuchan, no formados en filas ni por estaturas sino acomodados a su antojo en pequeños o grandes grupos, de pie o sentados, dondequiera. Todos ellos están atentos, escuchando ─o al menos en silencio─, y cuando la maestra acaba de hablar, se encaminan a sus clases.

Fin de la fantasía.

En esta utópica imagen todo es igual a nuestras escuelas de hoy, salvo que en ella la directora no ha tenido a la vista a todos y cada uno de sus estudiantes; ahora bien, ese solo detalle es tan determinante que, para mí, sólo podría ocurrir en una sociedad por completo distinta a la nuestra: calles distintas, casas distintas, transporte distinto, personas relacionándose de maneras distintas, vistiendo incluso ropa diferente, y por supuesto, todo ello en tal contacto con la naturaleza que en sus ciudades proliferarían ventanas como la de ese edificio de la ciudad de México de la que emerge un árbol.

El orden escolar actual tiene sus fortunas, como la mía de haber coincidido con aquellos dos amigos. Pero no podemos negar que, a muchos estudiantes, la rigidez de “detalles” como el de las estaturas les afecta duramente. Hablo de “detalles” y por el momento sólo me estoy refiriendo a la planeación logística y dejando de lado otros órdenes más hondos que influyen en los satisfactores básicos de los niños (si la formación por estaturas determina tantas cosas, no quiero ni pensar las consecuencias de haber nacido en cierto medio social, de asistir a ciertas escuelas, de tener acceso a ciertos alimentos, de vestir de determinadas formas…).

Sin tener que entrar todavía en estas profundidades, puedo extenderme un poco y platicarles otra anécdota que deja ver cómo esto de la mirada panóptica crece hasta invisibles horizontes. Para hacerlo, es momento de comentar un rasgo del modelo original de Bentham, que no mencioné antes: resulta que en éste, las ventanas del puesto del vigilante están hechas de un material que le permite a él ver a los presos sin que ellos lo vean, e incluso sin que sepan si en realidad se encuentra en su puesto, observándolos, o si ha abandonado el lugar para irse a casa. De esa manera, el vigilante se convierte en una especie de mirada omnisciente que los presos interiorizan y que cargan siempre sobre sí (además, como el vigilante puede o no estar ahí físicamente, el panóptico significa un gran ahorro en sueldos de personal para la institución carcelaria).

Pues bien, mi segunda anécdota, que tiene que ver con esto, es la siguiente. Resulta que en mi escuela, como en tantas otras, los niños éramos divididos en grupos que se identificaban con letras, en mi caso AB y C. Todos sabíamos que los alumnos del A eran los más aplicados y mejor portados (puedo decir que en mi recuerdo eran también los más peinaditos); en el otro extremo, los del C éramos los más inquietos, los menos aplicados e incluso los menos dotados académicamente (y claro, los menos preocupados por permanecer peinados); los del B eran un nivel intermedio entre ambos. Está de más decir que cuando se trataba de concursos académicos entre los tres grupos, ganarles a los del A e incluso a los del B, significaba para los del C (o para mí, al menos) sobreponernos a una especie de humillación siempre latente.

Pues bien, no hace mucho tuve la oportunidad de platicar con uno de los directores de aquellos años. Para mi enorme sorpresa, me contó que los grupos siempre habían sido conformados al azar, sin que mediara ninguna característica personal en las decisiones: nada de mayor capacidad intelectual, ni medios sociales distintos, ni diferencias de comportamiento: ¡nada! Todo eso era ─me dijo─ una especie de mito que corría de forma inevitable entre los estudiantes y que los hacía autoclasificarse de esa manera, provocando conductas como las que describo.

¡Quién sabe cuántas cosas habrá determinado aquel “detalle” en nuestras vidas! Debo decir que todavía mantengo un chat de amigos con aquella generación, y en él aún aludimos a esas diferencias. Lo hacemos con humor, pero hay amigas y amigos que recuerdan, por ejemplo, su paso por el grupo A como una experiencia angustiante, de competencia feroz, depresión y estrés constantes. Por otra parte, si doy mi testimonio como alumno del C, debo confesar que no puedo dejar de asociar esta letra con ser flojo y un poco tonto (lo cual, por otra parte, siempre me abrió grandes oportunidades de diversión).  La mirada omnipresente del panóptico foucaultiano sigue de alguna forma dentro de mí.

*

¿Cuántas arbitrariedades como esas unen y separan a los niños? ¿Por cuáles caminos prestablecidos llegan a conocerse unos a otros, o a desconocerse? ¿Cuántos prejuicios operan para que decidan a quién quieren acercarse y a quién no, configurando no sólo el universo social que los acompañará por largo rato sino distorsionando el sentido mismo que tiene y tendrá en sus vidas el tomar decisiones? Una tercera historia personal me permitirá darles la vuelta a estas preguntas e intentar responderlas de forma positiva, buscando una salida a esas rutas inconscientes que determinan nuestras relaciones y comportamientos. Se trata de un ejercicio que un grupo de personas llevamos a cabo hace muchos años en una escuela de la Ciudad de México. Formaba parte de un amplio proyecto llamado Taller de Integración, que habíamos creado con la simple intención de apoyar la convivencia entre estudiantes de cuarto y quinto grados de primaria, y de explorar prácticas de comunicación e inclusión. Mediante charlas, juegos y dinámicas de grupo, aspirábamos a aportar nuevos canales de encuentro entre niños que se mantenían separados entre sí por motivos de los que ellos mismos no eran conscientes.

El ejercicio en cuestión consistía en trazar una raya al centro del aula, con los niños colocados en torno. Los maestros hacían una pregunta: “¿A quién le gusta la música?”, y en vez de decir “A mí”, los niños debían colocarse sobre la raya. Era una forma de crear efímeros grupos con quienes estaban unidos por esa característica. Si bien al principio las preguntas convocaban a un montón de niños a ir a la línea, poco a poco apuntaban hacia inclinaciones menos comunes (¿a quién le gusta pintar?, ¿a quién le gusta tener momentos de soledad?) hasta aludir a condiciones íntimas (¿quién ha perdido a un ser querido?, ¿quién siente enojo con frecuencia?). Los niños sobre la raya formaban ahora grupos más reducidos, y teníamos la esperanza de que algunos pudieran identificar coincidencias que los unían con compañeros que no eran sus amigos, o a los que rechazaban, o incluso con quienes tenían una relación de bullying. Recuerdo bien que una de nuestras principales dudas era hasta dónde podíamos llevar las preguntas sin violentar la intimidad de nadie.

Años después tuve la fortuna de ver repetido este ejercicio ─que, por cierto, no habíamos inventado nosotros─ en un experimento social en el que ocurría lo mismo, sólo que con mayor cantidad de gente, toda adulta. El objetivo era evidenciar las coincidencias que había entre habitantes de distintas zonas de una ciudad conflictiva. En un inicio los participantes formaban seis o siete grupos, unidos por edad o por medio social, no recuerdo. Comenzadas las preguntas, los grupos se iban disolviendo para formar otros con nuevas características (los que eran hijos únicos, los que habían perdido un hermano, etc). Resultaba conmovedor ver a toda aquella gente desplazándose por el gran salón para formar conjuntos con nuevas e inesperadas diversidades. De todo aquello tengo dos recuerdos entrañables: la imagen de un motociclista gigantón, vestido de cuero oscuro y con todo el cuerpo tatuado, agachándose para recibir el abrazo de una anciana de aspecto tímido y conservador, y llorando juntos por haber coincidido en no sé qué pregunta. La otra imagen conmovedora fue la de un chico que recorrió el escenario, él solo, para colocarse tímidamente al centro, único participante que respondía a la pregunta: “¿Quién de ustedes es bisexual?”

Creo que es un ejercicio que todos deberíamos hacer en nuestras comunidades. La educación que yo quiero lo incluye definitivamente. No sé a ciencia cierta si esta interacción puede abrir ventanas oxidadas en nosotros y hacernos pensar y actuar distinto. Quiero creer que la anciana y el motociclista nunca volvieron a ser los mismos después de aquel abrazo; que al verse uno reflejado en otro, ambos derrumbaron grandes prejuicios sobre sus diferencias. Quiero también pensar que alguno de nuestros estudiantes del Taller de Integración se dio la oportunidad de acercarse a algún compañero “desconocido” después del juego aquel. Quiero creer que dinámicas como ésta pueden abrir vías de solución a problemas, por ejemplo, al bullying, el cual presumiblemente opera cuando una persona no se quiere ver reflejada en otra.

Tal vez este ejercicio no sea suficiente para revelar a los participantes que llevan dentro de sí una mirada vigilante que los persigue y los induce a creer ciertas cosas. Para mí, bastaría con que les permitiera vislumbrar que nuestros atributos y experiencias están más repartidos de lo que creemos, y les dejara sospechar que los seres humanos estamos más unidos unos con otros que con ese deber omnisciente que se la pasa vigilándonos.

Quisiera, en última instancia, volver al inicio de este texto y pararme frente a aquellos niños de mi preprimaria para gritar con voz tierna y firme: ¡Rompan filas! Algunos de ellos se quedarían con sus amigos recién conocidos, pero otros seguramente se irían a rondar por ahí, atraídos por una mirada, una sonrisa o una estatura diferentes.

Todos se sentirían súbitamente libres. En nuestro mundo hipervigilado, eso resultaría un respiro insondable.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/el-modelo-panoptico-en-las-escuelas/

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La medida en las escuelas de Nueva York que tiene que ver con los migrantes

 

En algunos distritos se reportaron acciones discriminatorias que violarían una ley; por lo tanto, se hizo un llamado enérgico para ajustarse al marco legal, en medio de la profunda crisis migratoria que vive la Gran Manzana.

En Nueva York se vive una crisis migratoria, debido a que la cantidad de solicitantes de asilo recién llegados superó la capacidad de las autoridades de alojarlos. Entre estos migrantes se encuentran también familias con niños que habrían sido discriminadas en algunos distritos mientras realizaban el proceso de inscripción en las escuelas. En respuesta, el lunes, funcionarios estatales advirtieron que cualquier política que se establezca para bloquear o dificultar la matriculación de estos menores podría terminar en demandas y multas.

La Ley  indica que todos los neoyorquinos tienen derecho a la educación pública y consideran así a cualquiera que viva en el estado, esto incluye a los menores entre 5 y 21 años, entre ellos los inmigrantes. De acuerdo con The New York Post, esta advertencia que hicieron la fiscal general, Letitia James, y la comisaria de Educación, Betty Rosa, es porque se descubrieron algunas prácticas discriminatorias, como el pedido de una identificación de votantes para quienes deseen inscribir a sus hijos.

La ley busca evitar que se discrimine a los migrantes en las escuelas de Nueva YorkTODD HEISLER – NYTNS

En declaraciones retomadas por el medio citado, dijeron: “La Oficina del fiscal general y el Departamento de Educación del Estado aprendieron recientemente que algunos distritos tienen políticas que hacen que sea difícil o imposible para los no ciudadanos, estudiantes indocumentados y las personas que alquilan sus casas sin un contrato de arrendamiento formal poder inscribirse”.

Entre algunas de las prácticas que ambas funcionarias expusieron, se encuentran el requisito de que un estudiante tenga al menos 30 días viviendo en su residencia. “Todos los líderes escolares y de distrito deben seguir cumpliendo fielmente con su deber de aceptar y proporcionar servicios de apoyo educativo a estos estudiantes y a sus familias”, señaló Rosa en el comunicado.

En diversas zonas de Nueva York, hay inquietud sobre este tema, sobre todo por cómo estas nuevas llegadas aumentarán las listas de inscripción escolar. No obstante, las autoridades escolares deberán regirse bajo los lineamientos de esta ley.

Alejandro Mayorkas negó que la administración Biden no hiciera lo suficiente para aliviar la crisis migratoria en Nueva York
Alejandro Mayorkas negó que la administración Biden no hiciera lo suficiente para aliviar la crisis migratoria en Nueva YorkAP

Enfrentamiento entre Nueva York y el presidente Joe Biden

Esta advertencia ocurrió luego de que la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, atribuyera parte de la responsabilidad por la crisis migratoria al presidente, Joe Biden, pidiéndole hacer más para ayudarlos. Previo a eso, el alcalde de la ciudad, Eric Adams, había reprochado que la gobernadora no fuese lo suficientemente lejos en su llamado al primer mandatario.

Por su parte, el lunes, la administración Biden rechazó las críticas y citó dos docenas de áreas donde la ciudad puede fortalecer sus operaciones de migrantes. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, mencionó los problemas estructurales y operativos encontrados en una evaluación de la ciudad a partir del 7 de agosto. “Incluyen la gobernanza y la organización de las operaciones de los migrantes, incluidas las cuestiones de autoridad, estructura, personal y flujo de información”, destacó en declaraciones obtenidas por Politico.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/la-medida-en-las-escuelas-de-nueva-york-que-tiene-que-ver-con-los-migrantes-nid29082023/

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La Batalla De Los Libros De Texto Gratuito

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza

Los Libros de Texto Gratuitos (LTG) para el ciclo escolar 2023-2024 han empezado a llegar a las escuelas. Justo después de un año interminable, con les, los y las maestras exhaustas tras semanas de haber entregado calificaciones, soportando temperaturas altísimas, trabajando con estudiantes igualmente agotados y para rematar, asistiendo a un Taller Intensivo de actualización confuso y aburrido.[1]

Por si fuera poco, justo antes de salir a un “receso” (se llamaban vacaciones hace algunos años) de tan solo diez días, inició la fase más agresiva de la batalla de los Libros de Texto. Insistimos: la fase más agresiva, por el tono, por la enjundia, por la multiplicidad de acciones, agentes, iniciativas, tácticas y técnicas utilizadas. Cuando todos regresen a clases, nos encontraremos en La Madre de Todas las Batallas educativas.

¿Por qué decimos esto? Desde el año pasado lo estamos viendo. No reconocerlo es una insensatez. Suponer que el campo educativo, el curricular, los libros de texto, los programas de estudio, las escuelas, son arenas exentas de conflictos, de política, de diferencias, es una tontería.

¡Ninguna educación es ajena a la política! Por algo muy, pero muy simple: en la escuela hay relaciones, se forman sujetos que van a vivir en sociedad; que están integrados y se integrarán, de diferente modo, a la vida en común: a la polis.

La organización escolar, los contenidos, los métodos, los instrumentos, las instalaciones, el financiamiento, todo, todo eso se reglamenta, se define, se vigila, se organiza políticamente. Lo sabemos de toda la vida, lo vemos todos los días, pero he ahí que la hipocresía disciplinar intenta imponer una visión aséptica de la educación.

Si, lo decimos claramente: los primeros que reclaman la autonomía pedagógica, la tecnología educativa, quienes insisten en que la didáctica es una ciencia alejada de la política, la ética, la moral, las opresiones y los conflictos, son los que reclaman poseer la verdad; es decir, los que se comportan como poseedores del conocimiento pedagógico, ¡hacen política, pura y dura, pero reclaman que lo suyo solo es expertease!

Claro: para reclamar el terreno, quedarse solos y solas, operando abiertamente sobre el sistema educativo, algo a lo que estaban muy acostumbrados. Como monopolistas, pero en nombre de la verdad, que es solo el subterfugio del poder.

Tuvieron éxito durante mucho tiempo. De repente, el BM, La UNESCO y la OCDE, académicos del CIDE, la FLACSO, incluso de la Ibero y del DIE, fueron dueños y señoras del saber y la tecnología pedagógica. En eso se formaron les, las y los maestros, así se diseñaron las escuelas y todas las reformas educativas de los últimos 30 años.

Hoy, cuando se ha elaborado una crítica a la pedagogía hegemónica, a sus planes y saberes, a sus epistemologías y efectos ( y ya hemos dedicado muchas páginas a reconocer, pero también a criticar eso), los expertos y las expertas que se codearon con y sirvieron las autoridades educativas de Zedillo a Peña Nieto, con Esteban Moctezuma como hilo continuador, lamentablemente abrazado por la IVT; los que elaboraron las narrativas del fracaso escolar y la alternativa de la calidad como la única salida posible, como si fuera un adjetivo, y no un operador de gestión; los que diseñaron la Alianza por la Calidad de la Educación y luego la reforma del Pacto por México e incluso hegemonizaron la reforma constitucional de la IV T; todos ellos y ellas están escandalizadas, reclaman los contenidos pedagógicos, el respeto a la ley (los cínicos que aprobaron la reforma constitucional de 2012 en 10 días y menos de 24 horas en el Senado) y, en el colmo: la ausencia de ideología en la educación básica.

Pero no reclaman solamente, al modo de críticas y reflexiones. Para nada, están inmersos en los combates cotidianos. Disputan las percepciones en las redes sociales y en eventos mediáticos; emprenden campañas de rechazo digital; descalifican a las autoridades educativas; incitan negativas; se coluden con las oposiciones; circulan, apoyan y justifican las acciones judiciales: en pocas palabras, entraron al combate.

Esto es lo primero que hay que entender: lo que sucede alrededor de los LTG no es una discusión académica, es una arena de combate, no didáctico ni pedagógico exclusivamente, sino político. Porque no se trata de modificar algunos aspectos técnicos o editoriales; algunas expresiones inadecuadas; algunas secuencias incoherentes; tampoco de reponer procedimientos y consultar a algunas autoridades y sectores. No se trata de eso. Lo han dicho claramente, en los juzgados, en los medios y en las redes sociales: se trata de rechazar los LTG, la fase actual de la negativa al Marco Curricular y Planes de Estudio de Educación Básica 2022.

Lo dijeron desde un principio, cuando interpusieron el amparo contra la prueba piloto, en octubre del año pasado; lo dicen ahora con los nuevos amparos a la impresión, la distribución y el uso de  los libros de texto; lo reiteran en el rechazo que circula en las redes socio-digitales.

Así que hay que reconocerlo abiertamente, sin tapujos y sin eufemismos: nos encontramos en una batalla; la batalla de los libros de texto, en medio de una guerra educativa, la guerra por las mentes y los corazones de los  niños, niñas y adolescentes (NNA) en tiempos de la IV Transformación Nacional.

De eso se trata: de educar para la vida en común, con los conocimientos, habilidades, destrezas, técnicas, formas de hacer, de relacionarse, de convivir, de concebirse a uno mismo, a los grupos, a la naturaleza, a los animales: ¡a la vida en común!

¿Cómo decir semejante cosa, cómo decir que es una guerra? ¡Es Pedagogía, es Educación!, dirán muchos, y muchas, poniendo la cara y haciendo los gestos de la señora que reclamaba en Los Simpson¡Pero es que nadie va a pensar en los niños![2] Fuera hipocresías: descalifican, lanzan anatemas, interponen mil y un amparos, emprenden rechazos, ¿con qué cara podrían decir que no es una batalla?

Ahora bien, ¿qué tipo de guerra es ésta? ¿Quiénes participan en ella? ¿Cómo, con qué y para qué?

Quien todavía se muestre escéptico a concebir así el dilema actual de los LTG, solo hay que recordarle la reforma educativa de Peña Nieto, violenta como no ha habido otra. Una reforma que no solo fueron cambios constitucionales, legislativos, administrativos y presupuestales, sino sobre todo, un conjunto de intervenciones violentas sobre la cognición social, sobre los cuerpos y mentes de les, las y los profesores, sobre las comunidades y los pueblos (¿Acaso se ha olvidado Nochixtlán o a la policía rodeando las sedes de evaluación?).

La imposición de la Reforma Educativa de Peña Nieto estuvo precedida por una guerra cognitiva. No recordaremos aquí las concepciones de Desportes sobre las guerras posmodernas, basadas en las percepciones y las cogniciones;[3] pero de que se recurrió a todo para descalificar al magisterio con premeditación, alevosía y ventaja, no hay duda. Solo hay que recordar el documental de Loret de Mola y Juan Carlos Rulfo: De panzazo.

Y luego no quedó ahí, las manifestaciones de rechazo fueron reprimidas, se encarcelaron a dirigentes, asesinaron maestros, arrasaron pueblos. Esa fue una guerra en toda la línea, usando triquiñuelas legislativas y judiciales, utilizando al ejército y la policía, al poder judicial, desde jueces locales hasta la Suprema Corte, a los medios de comunicación, todo esto y más.

Fue una guerra que los neo-liberales ganaron pronto y perdieron después, aunque no del todo, a juzgar por lo que ocurrió con la reforma constitucional de AMLO, calcada de la iniciativa Mantiene, Mejora e Innova, defendida por la bancada del PRIANRD más MC, del brazo de Romero Hicks.

Por ahora, la guerra por la educación de las nuevas generaciones todavía no se expresa en movilizaciones, mucho menos en violencia física; se desenvuelve en el campo de las percepciones, del activismo socio-digital y, sobre todo, judicial. No hay, como con Peña Nieto, violencias físicas, ni el ejército saca a los profesores de los hoteles para llevarlos a las evaluaciones, ni despedidos, ni muertes, ni heridos, ni encarcelados, ni comunidades arrasadas. ¡Nada de eso! Solo descalificaciones, rechazos en las redes, campañas y amparos. Muchos amparos. Una y otra vez.

Los y las contrincantes

Los participantes de hoy siguen siendo aquellos y aquellas expertas de antes y de ahora, Marx Arriaga y algunas funcionarias de la SEP, algunas juezas y magistradas, la Unión Nacional de Padres de Familia y otros grupos de ultraderecha, partidos políticos y representantes populares, además de maestros y maestras.

Los teatros de la guerra

Por lo pronto, la batalla de los LTG se desenvuelve en el campo de la cognición social y, sobre todo, judicial. Faltará ver si aparecen otras batallas para configurar un escenario de guerra más amplia, como lo fue la reforma de Peña Nieto.

Las razones del conflicto

Ahora bien, ¿cuáles son las críticas de quienes se oponen a los LTG de la IV T?  Hay varias, y es necesario identificarlas para comprender la dinámica de la conflagración.

Se pueden identificar, por lo pronto, ocho propósitos, no necesariamente contradictorios. A veces aparecen juntos, otras veces son específicos.

  1. Las que se detienen en las incoherencias, inconsecuencias y fallas didácticas y disciplinares. Es el caso de quienes han puesto la atención en los problemas en la enseñanza de las matemáticas y los idiomas.
  2. Las que llaman la atención sobre los contenidos, como la diversidad familiar en los libros de primer año; las menciones a las guerrillas de los años setenta; entre otras.
  3. Quienes cuestionan la pertinencia de los contenidos por la edad de los estudiante.
  4. Las que critican los procesos de toma de decisiones, la legitimidad procesal y participación de padres de familia y autoridades educativas.
  5. Los que llaman la atención sobre los contenidos ideológicos y “no científicos”.
  6. Los que lamentan la poca importancia al lenguaje y las matemáticas.
  7. Los que insisten en la ilegalidad de unos libros de texto sin que se presenten los programas de estudio.
  8. Quienes impugnan la falta de “metodologías pedagógicas”.

Hay críticas que son concretas, como la de las secuencias disciplinarias; críticas que se pueden atender y seguramente tienen sentido y son importantes. Sin embargo, las más significativas, las que han recibido más atención no solo en la prensa o en las redes, sino sobre todo en los juzgados, son las críticas compuestas, las que se entremezclan unas con otras y tienen propósitos claros: rechazar los libros, impedir que se impriman y bloquear su utilización.

Los objetivos finales

Este es el fondo del asunto. Lo demás son naderías. La clave es el bloqueo, el rechazo y la negativa. Y no solo a los libros, ese es el momento actual; también al temido momento de que circulen y el PE 22 empiece a aplicarse en las escuelas del país. Esa es la cuestión de fondo; lo demás son tácticas, técnicas, instrumentos, armas de esta guerra por la educación en el país.

La UNPF lo ha dicho sin cortapisas, como suele hacerlo: esta reforma ¡No!, porque  el contenido es ideológico y no científico; porque no son pertinentes para la edad de los NNA; porque el Estado no se debe de meter en cuestiones de moralidad y de creencias; porque son los padres los que deciden qué se enseña, cómo, cuándo y por quién.

Todo está aquí. Los argumentos de los expertos y las expertas, que no por casualidad son los desplazados de las reformas neo-liberales, son el material adyacente al argumentario central de la UNPF: una educación que ponga en el centro las relaciones de dominación y las sustituya por formas de inclusión e igualdad, de diversidad y reconocimiento de las diferencias, NO es científica, es ideológica.

¿Qué significa? Simple: la escuela debe reproducir todas las desigualdades convertidas en sentido común, desde el lenguaje, hasta los géneros, las etnias, las clases y las corporalidades. Todo radica en eso: mantener la licencia para oprimir, para discriminar, para convertir a los estudiantes en lo que han venido aprendiendo durante décadas: sujetos neo-liberales.
El discurso pedagógico y las reformas educativas neoliberales han sido funcionales a la derecha, pues eluden y fomentan la realidad de la opresión y la convierten en responsabilidad de uno mismo. Por eso, entre expertos y expertas pedagógicas y los fachos de la UNPF hay vasos comunicantes, por eso actúan juntos pero por separado, para que no se confundan, aunque estratégicamente se enlacen.

La SEP en su laberinto explotador

Todo eso es lo que no hay que perder de vista en la batalla de los LTG, tan solo un momento de la guerra por la educación nacional. Por eso sorprende, y choca, que la SEP en lugar de enfrentar esto como se debe, en el campo adecuado, que es el de los maestros y las comunidades, haya obligado al personal docente a seguir un calendario interminable, forzado a ir en un fin de semana insensato, mantenerlo en un Taller infame, en lugar de reconocer la situación actual de los maestros, sus ideas y sus valores, para que acompañen un plan que presuntamente se propone dar un giro radical a la enseñanza nacional.

Este es un tema insoslayable, porque de nada servirán los planes y los programas si no son sentidos, reconocidos como justos y necesarios por un magisterio que los desconoce o no los quiere usar, o peor: los rechaza. Ya empezamos a ver la profundidad que ha alcanzado la narrativa facha y neoliberal de “La escuela instruye, el hogar educa”.

Eso es totalmente falso; la escuela educa porque en ella se dan relaciones, y cuando estas son inequitativas, lo que promueven es la discriminación y la violencia; cuando se enseña, por ejemplo, con saberes y valores patriarcales, en cualquier momento, en cualquier ejercicio, en cualquier tarea, solo se está reproduciendo la opresión. Así que no vengan con tonterías como que eso no se enseña en la escuela, ¡es la escuela la que lo reproduce!

Por eso preocupa que no se enfrenten directamente todos esos discursos vanos, pero profundamente interesados, “de la ciencia sí y no la ideología en la escuela”; que sea una jueza, ¡sí una jueza!, la que va a determinar si hay contenidos ideológicos y no científicos en el PE 22.  Es un absurdo, sería como decir que la educación democrática, la que lucha contra los fanatismos y las ignorancias, no es científica.

Pues sí: es ideológica, porque la democracia no resulta de una ciencia, sino de una voluntad y un ethos, es un trabajo y una utopía que los oligarcas y los tiranos nunca aceptarán.

Por eso también hay pedagogías autoritarias y hasta esclavistas, porque digámoslo claro, la educación está orientada, tiene finalidades, y son esas las que hoy están a prueba después de 30 años de educación neoliberal.

El asunto quedaría ahí, en un eterno combate entre dos bloques, conservas contra progres dirían por ahí, si no fuera porque la impericia política, la inconsecuencia pedagógica y la falta de profundidad teórica-política del Plan de Estudios 2022, no le estuvieran haciendo la cosa fácil a los fachos.

Esa es la otra dificultad del momento actual. En lugar de convocar a una reforma radical, que inevitablemente generará tensiones, para lo cual se debe contar y convencer  a  les, los y las maestras, la SEP las oprime, agota y empobrece. Sí: a las mismas que deberán luchar contra las opresiones y convocar a nuevas formas de vida y relación.

Tamaña incoherencia puede llevar al traste lo que apenas se perfilaba como interesante en los LTG y todo el PE 22.

Sobre esto volveremos.


[1] Sí, con todos los pronombres, aunque se enojen. Pero ¿por qué se enojan?, es solo reconocer lo diverso. Lo diverso, lo que existe, algo tan simple como la autonomía personal.

[2] https://www.youtube.com/watch?v=JOv50lXO14g

[3] Desportes, V. (2007). La guerre probable. París, Francia: Económica.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

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España: Se publica la investigación sobre la segregación escolar en Valencia que provocó una larga campaña contra sus protagonistas

Seguramente, cuando el Consejo Escolar Municipal de Valencia se planteó la necesidad de conocer los efectos de la zona única de escolarización en la ciudad para decidir qué hacer al respecto, nadie se planteó qué podría llegar a pasar una vez que, por mor de que la Conselleria no tenía evidencia de ningún tipo, se contrató a la Universidad de Valencia y al equipo de José Manuel Rodríguez, para que realizara una investigación sobre el tema.

Varios años después de una persecución política y mediática que terminó, como tantas cuestiones en este país, en los tribunales también, el producto de la investigación ha visto la luz estos días en forma de libro. Un volumen de más de 500 páginas en las que se intentan dar las claves del impacto de la zona única educativa en la ciudad, principalmente, en cómo la segregación escolar se ve potenciada, principalmente, por la existencia de la red de centros privados concertados.

José Manuel Rodríguez, codirector de la investigación junto a Laura Martínez Junquero y Borja de Madaria ha sido el responsable de la presentación del libro en un acto organizado en el Centro de Cultura Contemporánea Octubre de la ciudad de Valencia.

“El distrito único es un elemento como política que contribuye a la segregación”

Según ha explicado, los primeros capítulos se dedican a explicar las diferentes dimensiones que influyen e impactan en la educación como son la libertad de elección de centro y su impacto en la segregación; las relaciones entre familia y escuela y los procesos de cierre social; la idea de meritocracia y cómo hace que las clases privilegiadas vean sus privilegios como producto directo de sus méritos.

En lso siguientes capítulos se pueden encontrar aportaciones de importantes sociólogos de la educación como Javier Murillo (UAM), Julio Carabaña (UCM), Sheila González (UAB) o Xavier Bonal (UAM), cuyos textos intentan contextualizar la segregación. Como explicaba Rodríguez, “el elemento que más contribuye a la segregación es la doble red”, pública-concertada, puesto que esta última tiene un papel “determinante” en la segregación del estudiantado en función de diferentes variables como los ingresos o el origen nacional.

Cynthia Martínez: “Apostar por la escuela pública mejorará los niveles de segregación escolar en poco tiempo”

En los siguientes capítulos, ya se entra en materia de la propia investigación. En los primeros compases, la investigación cualitativa en la que se contó con la comunidad educativa formada por el Consejo Escolar Municipal de la ciudad, así como el testimonio de familias valencianas. Según explicó Rodríguez, su testimonio les ayudaron a comprender qué había ocurrido en Valencia y, después, los resultados cuantitativos de la investigación les sirvieron para explicar los testimonios de las y los informantes.

Sobre la investigación cuantitativa, Rodríguez destacó la dificultad de acceso a determinados datos. “Los datos que nos dio la Conselleria fueron muy deficientes, aseguró el investigador, y todavía esperamos que contesten una solicitud desde 2019. No perdemos la esperanza de que lleguen”. bromeó.

Esta parte del libro contiene ocho capítulos en los que se analizan diferentes datos relativos a la educación. Desde la inversión de recursos, a su distribución entre las dos redes. También sobre escolarización y zonificación, oferta educativa en las etapas obligatorias entre pública y concertada, etc.

Rodríguez destacó algunas ideas de dichos capítulos. Ideas como la desigual inversión entre redes; cómo se ha soslayado al Consejo Escolar Municipal como órgano de participación de la ciudad que, en los últimos 32 años solo ha presentado un informe anual, salido de la investigación del grupo de la Universidad de Valencia de Rodríguez. El informe determina, además, que la zona única de escolarización no está justificada por ninguna prueba de que mejore nada, aunque sí genera mayor segregación escolar que impactan en las oportunidades del alumnado de origen extranjero especialmente. “La escuela valenciana, aseguró el investigador, no incluye las diferencias”, por lo que es necesario, dijo, implementar otro tipo de políticas educativas.

Mapa escolar de Valencia, segregación y caza de brujas

Rodríguez habló de los capítulos más cualitativos en los que se desarrollan temas como la representación social de la educación desde el punto de vista de las familias o el Consejo Escolar Municipal. Unas representaciones en las que aparecen conflictos que enfrentan la libertad de elección con la equidad; la titularidad  de los centros concertados; la zonificación de proximidad o el distrito único de escolarización.

Esta parte del volumen se cierra con 18 etnografías escolares que permiten, asegura el investigador, entender la naturalización de las diferentes culturas escolares.

La tercer y última parte del libro, según explicó Rodríguez, está dedicada a la persecución que el grupo investigador y su equipo sufrieron durante años por estar elaborando esta investigación. Decidieron que la mejor manera de combatir la persecución que sufrieron pro producir conocimiento científico era, precisamente, generar más conocimiento sobre las estrategias que se utilizaron contra ellos.

Desde el punto de vista de este investigador, quienes estuvieron en esta campaña fueron la patronal de la escuela concertada, el PP valenciano y el periódico Las Provincias, en una estrategia que “articulaba formas clásicas del franquismo con la persecución política y nuevas formas salidas del bolsonarismo, basadas en el lawfare”.

En cualquier caso, sale a la luz un libro producto de un importante trabajo de investigación. Importante e incómodo, no solo para quienes llevaron a cabo esta estrategia de desprestigio y criminalización, sino incluso para quienes habían solicitado la propia investigación. Como recordó Rodríguez en la presentación, no hubo en su momento, cuando se presentaron resultados de la investigación, representación de la administración educativa, ni del Consejo Escolar Municipal, en manos del PSOE, ni de la Conselleria, gobernada en su momento entre Compromís y el PSOE.

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Conservadores religiosos envalentonados presionan para restringir el aborto en África, Después de la caída de Roe

Los esfuerzos para legalizar y hacer que los abortos sean más seguros en África se vieron afectados cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos puso fin a las protecciones federales al aborto hace un año . En cuestión de días, el presidente de Sierra Leona, Julius Maada Bio, declaró que su gobierno despenalizaría el aborto “en un momento en que los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres están siendo anulados o amenazados ”.

Pero algunas organizaciones estadounidenses activas en África se animaron, especialmente en países mayoritariamente cristianos. Uno es Family Watch International, una organización conservadora cristiana sin fines de lucro cuya postura anti-LGBTQ+, actividades contra el aborto y “intenso enfoque en África” llevaron a su designación como grupo de odio por parte del Southern Poverty Law Center.

En abril, Family Watch International ayudó a desarrollar una reunión sobre “valores familiares y soberanía” en las oficinas presidenciales de Uganda con legisladores y otros delegados de más de 20 países africanos. El director de la organización en África también aboga por que su país, Etiopía, revoque una ley de 2005 que amplió el acceso al aborto.

“Es como si nos hubiéramos quitado los guantes”, dijo en una entrevista Sarah Shaw, jefa de defensa de MSI Reproductive Choices, un proveedor internacional de servicios de salud reproductiva con sede en el Reino Unido.

En un discurso de septiembre ante la Asociación Africana de Abogados, la presidenta de Family Watch International, Sharon Slater, alegó que los países donantes estaban intentando una «recolonización social sexual de África» ​​contrabandeando el aborto legal junto con la educación sexual y los derechos LGBTQ+.

“Los activistas por los derechos sexuales saben que si pueden capturar los corazones y las mentes de los niños de África y adoctrinarlos y sexualizarlos, capturarán a los futuros abogados, maestros, jueces, políticos, presidentes, vicepresidentes y más, y así capturarán el corazón mismo de África”, afirmó Slater.

A su discurso en Malawi asistió el presidente del país, exlíder del movimiento Pentecostal Asambleas de Dios.

Después de presionar a los legisladores de la nación del sur de África para que no consideraran un proyecto de ley que habría permitido el aborto en determinadas circunstancias, el grupo católico estadounidense Human Life International dijo a sus partidarios en marzo que “gracias a ustedes, Malawi está a salvo del aborto legal”.

La Unión Africana reconoció hace dos décadas el derecho al aborto en casos de violación e incesto o cuando la vida de la madre o del feto está en peligro o la salud mental o física de la madre.

Un número creciente de países tienen leyes de aborto relativamente liberales. Benin legalizó el aborto menos de un año antes del fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos, aunque Nigeria, el país más poblado de África, permite el aborto solo para salvar la vida de la madre.

Los expertos africanos dicen que los eventos en los EE. UU. podrían revertir los avances en la disponibilidad de procedimientos de aborto seguro, especialmente porque el gobierno de los EE. UU. es el mayor donante mundial de asistencia internacional para la salud reproductiva.

Dichos cambios podrían afectar profundamente la vida de las mujeres en edad reproductiva en el África subsahariana, donde se estima que el 77% de los abortos, o más de 6 millones al año, no son seguros, dijo el Instituto Guttmacher, una organización internacional de investigación y política con sede en Nueva York, dicho en 2020.

Los abortos inseguros causan el 16% de las muertes maternas en la región del África subsahariana de la Organización Mundial de la Salud, dijo la agencia de la ONU el año pasado, “con variaciones entre países dependiendo del nivel de restricciones al aborto”.

Los opositores al aborto son especialmente francos en África Oriental, donde los países luchan públicamente con el tema del embarazo adolescente pero ofrecen poca educación sexual y acceso a abortos legales en circunstancias limitadas.

Un proyecto de ley de salud sexual y reproductiva presentado en 2021 aún está siendo debatido por la Comunidad de África Oriental, cuyos países miembros incluyen a Burundi, Congo, Kenia, Ruanda, Sudán del Sur , Tanzania y Uganda. Algunas organizaciones católicas y otras conservadoras han criticado una sección que permitiría a una mujer interrumpir un embarazo en casos de violación, incesto o peligro de salud.

A principios de este año, el Consejo Protestante de Ruanda ordenó a todos los establecimientos de salud administrados por sus instituciones miembros que dejaran de realizar abortos, aunque la ley ruandesa los permite en ciertos casos.

“Tenemos una narrativa anti-derechos muy fuerte”, dijo Brenda Otieno, coordinadora de investigación de Kisumu Medical and Education Trust en Kenia, durante un seminario web el martes sobre los efectos globales de la decisión de la Corte Suprema de EE. UU.

Los proveedores de servicios de aborto a menudo son acosados, dijo Otieno, y hace un año, Kenia aprobó una política nacional de salud reproductiva que prestaba poca atención a los servicios de aborto seguro.

En Uganda, un organismo de control de derechos dijo que el tema del acceso al aborto es tabú, y que los defensores enfrentan discriminación, incluso cuando algunas mujeres recurren a la automutilación.

“Hemos visto a varias personas perder la vida”, dijo Twaibu Wamala, director ejecutivo de Uganda Harm Reduction Network.

El aborto es ilegal en Uganda, aunque puede ser llevado a cabo legalmente por un trabajador médico autorizado que determine que un embarazo pone en peligro la vida de la madre. Pero muchos médicos, por temor a las complicaciones médicas, solo ofrecen atención posterior al aborto que puede ser demasiado costosa o llegar demasiado tarde para salvar la vida de una mujer.

En Etiopía, los trabajadores de la sociedad civil han pedido al gobierno que investigue lo que temen que sea una nueva tendencia: menos instalaciones de salud pública que practiquen abortos y más mujeres que busquen atención después de abortos inseguros.

Los grupos que se oponen al aborto en la segunda nación más poblada de África son en su mayoría incitados por extraños y “consideran la decisión de la Corte Suprema como un combustible para ellos”, dijo Abebe Shibru, director de MSI Reproductive Choices en Etiopía.

Fuente: https://www1.cbn.com/mundocristiano/el-mundo/2023/july/conservadores-religiosos-envalentonados-presionan-para-restringir-el-aborto-en-africa-despues-de-la-caida-de-roe

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