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La diversidad sexual y las políticas educativas, un debate impostergable en Venezuela

Por: María Báez.

 

RESUMEN

Hablar de género representa diversos matices y multivisiones. Las concepciones que se tienen del mismo van más allá de una percepción individual,  es una construcción histórica-social en donde han accionado más de un ente socializador. Las inequidades de género, básicamente se acrecientan cuando hay una sola visión de la sexualidad y las relaciones, negando otras formas de existencia no heteronormadas. Dentro de las leyes venezolanas y especialmente en la Ley Orgánica de Educación (LOE) contempla que el género debe ser transversalizado en todos los programas, que la escuela como agente de socialización tiene la responsabilidad de trasmitir saberes, formar valores, a su vez debe proyectar modelos no sexistas de convivencia. Son cada vez más los estudios y experiencias que reflejan otra realidad; es por ello, la importancia de la formación integral de los profesionales que se forman en las universidades. La discusión sobre la diversidad sexual es un hecho que se está dando en todos los escenarios pero sus esfuerzos por el abordaje han sido muy pocos, ya que no pueden estar divorciados la formación académica universitaria, ni las escuelas y universidades. El presente artículo tiene por propósito reflexionar sobre la relación sinérgica universidad-escuela desde la perspectiva de género los roles que tienen tanto la escuela como las universidades como medios importante para superar los estereotipos de género, enmarcada en una revisión documental y de fuentes electrónicas.

Descriptores: inequidad de género, diversidad sexual, sexismo, estereotipos de género

ABSTRACT

 

Speaking gender represents different shades and multivisiones. The concepts that have the same go beyond an individual perception; it is a historical-social construction where they have driven more than a socializing agency. Gender inequities basically increase when there is a single view of sexuality and relationships, denying other forms of existence not heteronormadas. In Venezuelan law and especially in the LOE provides that gender should be mainstreamed in all programs, the school as an agent of socialization is responsible for transmitting knowledge, form values, in turn should project not sexist models of coexistence. Are increasingly studies and experiences that reflect another reality; It is therefore the importance of comprehensive training of professionals who are trained in universities. The discussion of sexual diversity is a fact that is occurring in all scenarios but their efforts by the approach have been very few, because they can not be divorced university academic training, and schools and universities. The purpose of this article is to reflect on the university-school synergistic relationship from the perspective of gender roles with both the school and universities as an important means to overcome gender stereotypes.

Descriptors: gender inequality , sexual diversity, sexism , gender stereotypes

 

Introducción

Hablar de género representa diversos matices y multivisiones. Las concepciones que se tienen del mismo van más allá de una percepción individual,  es una construcción histórica-social en donde han accionado más de un ente socializador. Las inequidades de género, básicamente se acrecientan cuando hay una sola visión de la sexualidad y las relaciones, negando otras formas de existencia. La igualdad y la equidad se convierten en conceptos casi inalcanzables desde propuestas sensatas que generen herramientas para entender, comprender, sensibilizar, siendo la educación y la formación pilares fundamentales que cumple un rol decisivo para ese fin. Las experiencias en otros países han partido de una base profunda de transformación educativa, en acciones armónicas entre el entre formador de profesionales docentes como son las universidades y las instituciones educativas.

Esta es una relación sinérgica, si en las universidades hablar de la Sexodiversidad como un Derecho Humano fundamental de vida se reafirma como un tabú, como esa realidad “otra” que aunque exista no se ve ni se toma en cuenta, ¿cómo se pretende entonces, hablar y generar discusiones en las escuelas con los niños y niñas?, ¿con qué herramientas, más allá de sus propias concepciones y juicios, el docente se enfrenta a una sociedad global, mediática, pluridiversa y cargada de representaciones sociales y simbólicas sobre la sexualidad y sus condicionante biofisiológicos y psicosociales?

De acuerdo a Castro (2010) la educación tiene por objetivo “el pleno desarrollo de la personalidad humana, desde una concepción de respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales”. Bajo esta premisa, se plantea entonces que los problemas relativos a la sexualidad no solo influyen en la vida individual, sino que también tiene repercusiones sociales en el desarrollo de un país, es decir, para esta autora es fundamental lograr el desarrollo integral de la personalidad, es indispensable que la educación sexual sea establecida por los Estados y gobiernos en un marco legislativo que garantice su cumplimiento.

Venezuela no ha estado al margen de las discusiones, convenios internacionales e incluso modificaciones de leyes y normas que reconoce el género como eje fundamental de relaciones imperantes en las sociedades, razón por la cual se recomienda la transversalización del mismo en diferentes marcos legales como se aprecia en la Ley Orgánica de Educación

Principios y valores rectores de la educación

Artículo 3. La presente Ley establece como principios de la educación, la democracia participativa y protagónica, la responsabilidad social, la igualdad entre todos los ciudadanos y ciudadanas sin discriminaciones de ninguna índole, la formación para la independencia, la libertad y la emancipación, la valoración y defensa de la soberanía, la formación en una cultura para la paz, la justicia social, el respeto a los derechos humanos, la práctica de la equidad y la inclusión; la sustentabilidad del desarrollo, el derecho a la igualdad de género, el fortalecimiento de la identidad nacional, la lealtad a la patria e integración latinoamericana y caribeña. Se consideran como valores fundamentales: el respeto a la vida, el amor y la fraternidad, la convivencia armónica en el marco de la solidaridad, la corresponsabilidad, la cooperación, la tolerancia y la valoración del bien común, la valoración social y ética del trabajo, el respeto a la diversidad propia de los diferentes grupos humanos (…) (p 920/921)

Es importante señalar, que el género es una categoría social que se refiere a conjunto de ideas, valores, roles, capacidad, rasgos de temperamento, carácter e inclinaciones que se asignan socialmente a cada sexo (Castro: 2010). Es por ello, que el género se basa en la diferenciación sexual, pero no es inherente a la naturaleza; tal como lo plantea esta autora, es producto de un complejo proceso sociohistórico que implica el aprendizaje de las costumbres y las normas de conducta que culturalmente se consideran propias para cada sexo, las cuales son transmitidas de generación en generación en el seno de la familia y a través de otras instituciones.

En relación a la concepción del género producto de la ideología, Lamas (1995) plantea que la realidad de la diferencia sexual se construye en un doble movimiento, como una especie de “filtro” cultural con el que se interpreta al mundo, en el cual los datos biológicos son recreados en el orden representacional y contribuyen ideológicamente a la esencialización de la feminidad y de la masculinidad.

Estas dos esencializaciones de género obedecen principalmente a normas establecidas denominadas heteronormas, o como lo plantea Butler (2001) “la heterosexualidad obligatoria” en el cual se establece una restricción  binaria hombre-mujer. Bajo estos  parámetros es inaceptable considerar otras formas de relación, esta misma autora introduce una denominación para todas aquellas formas de relación que “traspasan las fronteras de la sexualidad aceptada socialmente: heterosexual” como sexualidades periféricas. En este caso, la homosexualidad, el lesbianismo, la transexualidad, el travestismo y la intersexualidad forman parte de estas sexualidades periféricas, las cuales están basadas en la resistencia a los valores tradicionales, y al asu­mir la transgresión, el rechazo social, la discriminación y el estigma son las consecuencias.

 

En este sentido, es menester entonces considerar el enfoque de género como un recurso metodológico indispensable para poder conocer, comprender y reconocer la existencia de todos estos procesos y observar la realidad con base en las variables de sexo y género, tomando en consideración los contextos geográficos, étnico e histórico determinado. Hablar de prácticas de igualdad y equidad así como también el derecho a la igualdad de género, va más allá de un formalismo convenido en una ley, es necesario la acción, la discusión, la visibilización y sobre todo el reconocimiento, porque como se ha mencionado anteriormente, es parte de nos-otros y es nuestra realidad.

 

En Venezuela es imprescindible que se den debates y reflexiones para poder entender y sobre todo conocer la diversidad sexual, hacer un acercamiento desde la educación que implica no solo la educación formal sino la informal, ameritando una relación dialéctica, sinérgica, holística para generar estos debates. Por ejemplo, actualmente en Venezuela hay un primer paso importante en el debate para el Matrimonio Igualitario, ya que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) publicó la decisión N° 313 de la Sala Constitucional en la que se admite una Demanda de Nulidad por inconstitucionalidad al artículo 44 del Código Civil, en el que se prohíbe expresamente el matrimonio entre personas del mismo sexo. Esta decisión de la Sala Constitucional significa un logro para la comunidad sexodiversa de Venezuela, que ha luchado por sus derechos y ha solicitado igualdad en temas como el del matrimonio, entre muchos otros, se inicia entonces el estudio sobre el derecho al matrimonio civil de las parejas del mismo sexo en Venezuela.

 

A pesar de las oposiciones a este proyecto de Ley generalmente de orden religiosa, machista o patriarcal,  países en América y especialmente Latinoamérica han avanzado en esta materia, tales como: Canadá (2005), Argentina (2008), Uruguay (2010), Puerto Rico (2015), Brasil (2015) Estados Unidos (2015), Chile (2015), en México hay la figura de Uniones de Hecho pero actualmente se está discutiendo la Ley, recientemente Colombia (2016).

 

En este sentido,  este ensayo tiene como propósito fundamental reflexionar sobre la relación sinérgica universidad-escuela desde la perspectiva de género los roles que tienen tanto la escuela como las universidades como medios importante para superar los estereotipos de género.  Se realizará a través de una revisión documental como metodología, sobre los cambios más significativos a nivel curriculares, los materiales pedagógicos empleados, las discusiones y debates que se dieron y se siguen dando en materia de sexodiversidad y sexualidad, en algunos de estos países, para así poder tener nuestro espejo en este cambio inminente hacia una sociedad más inclusiva.

 

 

Disertación

Para poder profundizar, es importante establecer una de las premisas fundamentales relacionadas con la sexualidad como lo es el poder. Tal y como afirma Foucault (2008) la sexualidad se encuentra atravesada por el poder. Siendo éste un dispositivo que regula comportamientos y relaciones sociales; que constituye al sujeto en sus  dependencias respecto del poder y en la conciencia de sí mismo, como producto de las relaciones de poder que sobre él se ejercen, en consecuencia, la sexualidad no es externa al poder. A partir de la concepción de la sexualidad, planteada por este autor, la educación sexual se convierte en una práctica que forma parte de dicho dispositivo, a partir de la producción de la subjetividad se han constituido una serie de discursos en los cuales se encuentran: los pedagógicos, biomédicos jurídicos y políticos.

 

La escuela se convierte entonces en un campo de acción política, que se va a enfocar en diferentes dimensiones correspondiendo a la matriz de la constitución de la subjetividad, estas políticas obedecerán a inclusiones y exclusiones, atendiendo a través de sus estrategias a las representaciones, patrones culturales, reproduciendo o minimizando los modelos.

 

 

Parte de estos aspectos se reflejan en un material llamado Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva, Guía Para Docentes (2010) elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) Venezuela,  señala que en este país “la aproximación al tópico de la sexualidad todavía es fuente de ansiedad y temores, no tanto por desconocimiento como por la presencia de pautas socioculturales fuertemente arraiga­das, en las cuales el tema se excluye de las conversaciones familiares, con los hijos y hasta con la pareja, por considerarse “inapropiado”, en el mejor de los casos. Para este órgano, el rol de educador de la sexualidad supone superar las dificultades que la cultura y la socialización han impuesto, lo que constituye un proceso sistemático y sistémico, progresivo y permanente. El inicio de este proceso requiere de la identificación de los obstáculos a vencer y de la convicción de la necesidad de un cambio en la visión de la sexualidad y del hecho educativo.

 

Otro de los aspectos aportados, es la necesidad de resignificar la sexualidad y su educación con vistas a “promover la formación integral de hombres y mujeres para que puedan entrar por la puerta grande al uni­verso del mañana, con oportunidades equitativas de satisfacer sus necesidades de aprendiza­je y de desarrollo pleno de sus potencialidades”. Ahora bien, para encarar esta resignificación es imprescindible el rol del docente de cara a estas necesidades y visiones relacionadas con la sexualidad, que generan conflictos al no saber cómo encararlas, o teniendo una actitud consciente o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente en actitud ante las cuestiones sexuales surgidas.

 

El debate nacional sobre la sexodiversidad y la sexualidad en general, es una tarea pendiente en diferentes escenarios educativos, sin embargo, se han tenido acuerdos incipientes en donde Venezuela ha participado. Tal es el caso de la Declaración Ministerial Prevenir con Educación, el cual se aprobó en el Marco de la Primera Reunión de Ministros de Salud y Educación para detener el VIH en Latinoamérica y el Caribe en Ciudad de México. Las metas establecidas y acordadas fueron las siguientes:

.- Para el año 2015, reducir en un 75% la brecha en el número de escuelas bajo jurisdicción de los Ministerios de Educación que no han institucionalizado la educación integral en la sexualidad.

.- El compromiso asumido por los países de América Latina y el Caribe, implica promover y difundir los contenidos de esta declaración en todos los niveles y sectores y destinar recursos para concretar acciones en cumplimiento de los acuerdos tomados.

.- La sexualidad es una dimensión constituyente del ser humano que se expresa durante toda la vida. La niñez y adolescencia son etapas significativas para potenciar el desarrollo de las personas y de los países, por lo que es necesario proporcionar una educación de calidad que incorpore la educación de la sexualidad  como derecho humano y como estrategia de calidad de vida actual y futura.

 

Como en otros países de Latinoamérica y del Caribe, la discusión se ha dado desde épocas anteriores, tal es el caso de Argentina. De acuerdo a Meske (2013) en los 90’s en ese país la educación sexual fue promovida desde los espacios curriculares de Ciencias Naturales y Biología, en donde se abordaba la sexualidad desde el discurso biologicista, atendiendo principalmente a la genitalidad, a los procesos reproductivos y a las enfermedades. Esta autora señala, que para el año 2006 el Senado sancionó la Ley 26.150 creando el Programa de Educación Sexual Integrada; en el mismo se articulan aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Se establecieron acciones educativas sistemáticas para el cumplimiento de este programa a través de proyectos instituciones. En el año 2008 el Consejo Federal de Educación aprobó el texto que presentaba “Lineamientos Curriculares de Educación Sexual Integral”.

Cabe señalar que Argentina es uno de los primeros países de Latinoamérica en reconocer el Matrimonio entre personas del mismo sexo en el año 2010, el cual ameritó la ampliación de los Derechos Ciudadanos en el diseño e implementación de políticas públicas con pretensiones de inclusión, que se estructuran en torno a objetivos de igualdad y asume una retórica de reconocimiento pluralista (Meske 2013: 120).

 

 

Caso similar ocurrió en Uruguay, señala Cerruti (2010) que a la salida de la dictadura en el año 1986 se instaló con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, el primer Programa Nacional de Educación de la Sexualidad en la educación pública, el cual duró hasta el año 1995 ya que fue suprimido por las autoridades de la época alegando dos razones. La primera, que la mención a la homosexualidad como una de las orientaciones de las personas era atentar contra la heterosexualidad; y que trabajar la temática de abordaje de género, discutir el abordaje de género, constituía un agravio y una lesión al tipo de familia clásica de la sociedad uruguaya. Sin embargo, a partir del año 2005 las autoridades educativas decretaron la educación sexual en todo el sistema educativo como una de las cuatro políticas prioritarias del sistema, la autora lo reafirma  porque ya era una exigencia de la sociedad al tema educativo público para cumplir con los compromisos asumidos al suscribir la Carta Universal de los Derechos Humanos, la Convención de los Derechos del Niño y otros documentos- suscritos también por Venezuela.

 

En ese país, para el año 2013 se aprueba la  Ley de Matrimonio Igualitario convirtiéndose éste en el segundo país después de Argentina, así mismo la adopción por parejas de gays o lesbianas, el cambio jurídico sin necesidad de desarrollar cambios quirúrgicos. Este paso de inclusión social generó entonces una resignificación del ser, de la familia, del respeto por lo otro, en el que se debe luchar por un ámbito de convivencia, sin discriminación. Precisamente, uno de esos cambios fue dado incluso en las dinámicas internas de cada escuela y de los docentes ya que una pareja homosexual puede llevar a sus hijos al mismo, asisten a reuniones de padres y maestros así como toda la dinámica que involucra tanto a padres como a estudiantes. Este hecho también tuvo su repercusión en el cuido del lenguaje excluyente y discriminante, ya que dentro del marco legal las familias homoparentales son reconocidas y las personas sexodiversas visibilizadas. Cerruti (2010)

 

Otra experiencia interesante en Latinoamérica, es la vivida recientemente en Chile en el que generó una propuesta de inclusión en el sistema educativo, llamado Educando en la Diversidad. Orientación Sexual e Identidad de Género en las aulas. En este sentido, hay que acotar que recientemente en el año 2015 este país aprobó la ley de Acuerdo de Unión Civil tanto para parejas homosexuales como heterosexuales, y actualmente se discute para legislar el Matrimonio Igualitario.

 

En revisión de este manual, surgió del intercambio de experiencias con la comunidad educativa (docentes, directivos, estudiantes, padres y madres), los patrocinios de la Internacional de la Educación, del Colegio de Profesores y de la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales, quienes estuvieron involucrados en el proyecto. Este manual, fue distribuido en más de 300 liceos en diferentes zonas de Chile y además en instituciones policiales, en Gendarmería, en hogares con niños y niñas en riesgo social, en universidades, en institutos y en organismos de derechos humanos tanto nacionales como extranjeros, desde donde se siguen solicitando ejemplares. Se exponen conceptos sobre la sexualidad y las diversas formas de vivirla, añadiéndose más recomendaciones de actividades complementarias para tratar cada uno de sus contenidos y capítulos en las aulas o en cualquier otro espacio

 

En México, se estableció la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (LFPED), a raíz de la misma se crea  el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), entre otros propósitos, con el fin de llevar a cabo las acciones necesarias para prevenir y eliminar la discriminación, así como formular y promover políticas públicas para la igualdad de oportunidades y de trato a favor de las personas que se encuentren en el país. Esta ley también mandata la creación de la Guía para la acción pública contra la homofobia, la cual, desde el enfoque del derecho a la no discriminación y el respeto a los derechos humanos, contribuye a la prevención y combate a la homofobia en la prestación de servicios públicos por medio de acciones concretas. Los objetivos fundamentales de la GAP son: hacer visible la discriminación que viven las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, travestis, transexuales, transgénero e intersexuales. Propiciar el reconocimiento de que la homofobia en todas sus modalidades y expresiones es un problema de discriminación que atañe a toda la sociedad y para erradicarla es necesario transformar importantes aspectos de las estructuras e instituciones del Estado, así como otros aspectos sociales; y Promover el reconocimiento de este grupo poblacional como personas con derechos plenos.

Otro caso importante para reseñar es el de Colombia, donde recientemente (Abril del 2016) se aprobó la validez del matrimonio entre personas del mismo sexo, así como también las Uniones Maritales de Hecho para parejas tanto homosexuales como heterosexuales que tengas más de dos años de convivencia. Cabe resaltar que en este país la Ministra de Educación Gina Parody es abiertamente lesbiana y mantiene una relación sentimental con la ex Ministra de Comercio Cecilia Álvarez. Este hecho, más allá de profundizar en la vida personal ha generado diferentes posturas en la sociedad colombiana, quienes han estado en oposición y han tenido resistencia a esta decisión de validar el matrimonio de personas del mismo sexo, y por otro lado, hay quienes aplauden este paso a la inclusión. La “Cartilla del Ministerio” titulado Ambientes escolares libres de discriminación se pregunta en su presentación “¿Por qué hablar de orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas en la escuela?”. En el documento antes mencionado, se puede leer lo siguiente: “La construcción de los contenidos aquí expuestos se realizó desde la revisión conceptual y teórica de aspectos esenciales que constituyen la sexualidad autónoma y libre de las personas en el contexto educativo, así como la consulta de experiencias previas y exitosas del abordaje de las orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas en la escuela”

 

La redacción de este texto, fue elaborado partiendo de mesas de discusión con organizaciones de los sectores de lesbianas, gais, bisexuales y personas trans de Bogotá. Sin embargo, este documento ha despertado visiones encontradas sobre el mismo, ya que actualmente se han generado protestas en contra  de esta directriz del Ministerio de Educación, alegando que “busca incluir ideología de género (que vincula temas de tolerancia y orientación sexual), como se ha expresado “las manifestaciones son el capítulo más reciente de un debate complejo que cada vez se agita más”.

Reflexiones finales

Como se ha podido observar en este recorrido por la revisión de algunas experiencias educativas relacionada con los cambios y transformaciones sociales, han tenido sus detractores y sus afectos como se ha explicado anteriormente. Sin embargo, uno de los aspectos más significativos que se quiere rescatar de esta disertación, es que en Venezuela esta discusión se está dando actualmente y no hay pretextos justificables teniendo antecedentes en Latinoamérica para que no sean abordadas las discusiones en las escuelas, universidades y en todos los espacios pertinente.

Cabe resaltar que hay iniciativas importantes para discutir el tema de género y diversidad sexual, como el material elaborado por la Fundación Reflejos de Venezuela Manual Educativo para la Diversidad. Así como esta fundación, hay otras y ONG’s que realizan charlas y talleres en institutos educativos tanto privados como público, universidades, comunidades en relación al tema de la inclusión, la igualdad y la sexodiversidad. También se realizó en el país por iniciativa de la defensoría del pueblo el I Seminario Internacional Sexualidades, Diversidad Sexual y Derechos Humanos, como otras actividades a nivel nacional e internacional y hay una inminente responsabilidad del Estado y un llamado a la discusión de estos temas.

 

Los conceptos están cambiando, porque las dinámicas sociales así lo hacen. En este sentido, tememos todavía tenemos posturas curriculares donde se habla de la familia “como la célula de la sociedad compuesta por padre, madre e hijos”, mientras en las prácticas sociales la familia es una multicomposición que se adapta y se reajusta a las realidades de cada individuo o grupo. Es por ello, que en las discusiones es importante hablar sobre otro tipo de familias, las homoparentales por ejemplo, hay que discutir sobre los gustos, preferencias e identidades tanto de hombres y mujeres en nuestras aulas de todos los niveles educativos. Es imprescindible que este debate no se siga postergando por el respeto a la diversidad, así como también por las repercusiones que puede tener en las políticas tanto educativas como otras políticas vinculantes.

Referencias

Butler, J. (2001)  El género en disputa. J. ed Paidós, Barcelona, España

Castro ,  M.  (2010) La Educación sexual como política de Estado en Cuba. Memorias del I Seminario Internacional Sexualidades, Diversidad Sexual y Derecho Humanos, Caracas, Venezuela.

Cerruti, S.  (2010) Políticas educativas y diversidad sexual: de la omisión a la vigencia de los derechos humanos. Memorias del I Seminario Internacional Sexualidades, Diversidad Sexual y Derecho Humanos, Caracas, Venezuela.

Declaración Ministerial Prevenir con Educación. Recuperado 25 de Agosto de 2016, http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/declaracion-prevenir-educacion-espanol.pdf

Educando en la Diversidad. Orientación Sexual e Identidad de Género en las aulas. Recuperado de,  http://hivhealthclearinghouse.unesco.org/library/documents/educando-en-la-diversidad-orientacion-sexual-e-identidad-de-genero-en-las-aulas

Foucault, M. (2008). Historia de la sexualidad 1: la voluntad del saber. 2da. Edición. Buenos Aires: Siglo XXI Editores. 152 p

Guía para la acción pública contra la homofobia (2012). Recuperado  de http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=documento&id=252&id_opcion=&op=215

La Cartilla del Ministerio de Educación. Recuperado de http://es.slideshare.net/Jairo-Sandoval-Hernandez/cartilla-ambientes-escolares-libres-de-discriminacin

Lamas, M. (1995)  Usos, dificultades y posibilidades de la categoría de género. En Revista  La Ventana, No. 1. Universidad de Guadalajara, México.

Ley Orgánica de Educación. Recuperado  Disponible en http://planipolis.iiep.unesco.org/upload/Venezuela/Venezuela_Ley_Organica_Educacion.pdf

Meske, V. (2013)  Las políticas de sexualidad y el reconocimiento de la diversidad sexual: Reflexiones en torno al programa de Educación Sexual Integral. Tandil, Año 6 – Nº 10, Diciembre de 2013 pp 118-140

Educación Sexual y Salud Sexual y Reproductiva. Guía para  docentes (2010) UNPFA Recuperado de http://venezuela.unfpa.org/doumentos/Educacion%20SSR%20Guia%20Docentes.pdf

Fuente del artículo: http://www.arje.bc.uc.edu.ve/arje22e/art61.pdf

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El PIN parental: un ataque a la escuela pública, al pluralismo democrático y a los derechos de la infancia

El profesorado, y la comunidad educativa en su conjunto, han de estar muy alerta para desentrañar todas las maniobras de quienes en nombre de la libertad quieren cargársela imponiendo sus particulares puntos de vista; o de quienes apelando a la democracia resucitan viejos y nuevos autoritarismos.

Vox -el partido donde se funde el franquismo histórico con los postulados de la nueva extrema derecha- cabalga a galope en la educación. Su primera iniciativa es la del Pin parental, mecanismo que permite a las familias vetar actividades y contenidos que se opongan a sus creencias morales e ideológicas. Esta iniciativa trata de arrastrar a los otros partidos de la derecha -Partido Popular y Ciudadanos- que gobiernan en las comunidades autónomas de Madrid, Andalucía y Murcia. El Ministerio de Educación ha ha enviado una interpelación para que no se aplique al entender que vulnera la legalidad democrática y los derechos de la infancia. Los contenidos que se cuestionan por parte de Vox son, de momento, los relacionados con la diversidad afectivo-sexual y la igualdad de género. Por eso también se han pronunciado en su contra diversos colectivos educativos y sociales, entre ellos los feministas y LGTBI.

Lo del veto parental no puede leerse como una propuesta aislada sino que forma parte de una ofensiva que las fuerzas conservadoras y reaccionarias van fraguando desde hace tiempo y que, a buen seguro, con el nuevo gobierno de izquierdas, emergerán con más virulencia al menos en tres direcciones y contextos.

La primera ofensiva, es la de la privatización, concretada en la libre elección de centro, un proceso que poco tiene que ver con la libertad educativa real, con un derecho democrático y mucho menos con la igualdad de oportunidades, pues genera un alto grado de segregación y marginación (véase artículo de Julio Rogero). Su discurso es claro: primero elegimos el centro que más nos conviene por nuestra posición social y luego hacemos un uso extensivo y abusivo de la libertad para imponer lo que nuestros hijos deben aprender en función de nuestros intereses particulares, de nuestras convicciones ideológicas y de nuestras creencias religiosas.

La segunda ofensiva, expresada de forma encubierta, trata de deteriorar la imagen de la escuela pública, atribuyéndole, mediante una burda manipulación, la falta de libertad y el adoctrinamiento ideológico. Para lograr tal propósito no es necesario demostrar nada con datos y evidencias. Basta con generar ruido mediático, confusión entre las familias, miedo entre el profesorado y dudas e incertidumbres sobre el funcionamiento presente y futuro de la escuela pública, en un momento en que este modelo escolar goza de tanta o más calidad que la escuela concertada. El futuro sí les preocupa y mucho: porque la pugna por la captación de más alumnado -clientes, les llaman- se acrecienta en un momento de progresivo descenso demográfico. Una batalla de enorme calado por la hegemonía educativa y cultural.

La tercera ofensiva se sitúa en el ámbito internacional y es compartida por todos aquellos países gobernados o con una influencia poderosa de la extrema derecha, y alentada por grupos evangélicos extremistas o ultracatólicos. La lista es larga y viene de lejos. Basta recordar, a modo de ejemplo, las negativas de bastantes centros estadounidenses a enseñar la teoría darwinista de la evolución o, más recientemente, las tentativas del activismo de los derechos de los hombres blancos -que no humanos- que “se sienten discriminados”; la caza de brujas emprendida contra la presencia de Paulo Freire en las aulas por parte del gobierno brasileño de Bolsonaro, o las presiones de padres y madres para que no se pasen ciertos vídeos sobre cuestiones consideradas controvertidas y que han terminado con expulsiones docentes; y en distintas comunidades autónomas del Estado español ya se han dado casos de denuncias familiares que han terminado en el juzgado por defender en las aulas el legítimo derecho de huelga, por comentar conflictos sociales y políticos, por cuestiones relativas a la diferencia sexual o por la enseñanza de otras lenguas cooficiales junto al castellano. Y mañana, el foco de la denuncia y la censura puede trasladarse a la inmigración, las personas refugiadas, el cambio climático o la memoria histórica. Tampoco ayuda demasiado el hecho de que el cordón sanitario que se mantenía en Italia contra el fascismo o en Alemania contra el nazismo se haya relajado y hasta desactivado en algunos aspectos.

La iniciativa del veto parental u otras de carácter similar atentan contra derechos básicos, el pluralismo en una sociedad democrática y contra la función de una escuela abierta a la realidad. Vayamos por partes.

En primer lugar, el veto parental contradice algunos artículos básicos de la Constitución, el espíritu y la letra la LOMCE -la actual ley educativa- que reconoce la educación integral, así como a la normativa que desarrolla el currículo en las comunidades autónomas, donde se incluyen contenidos y actividades como los que se pretenden impugnar. También contradice los diversos tratados internacionales como los Derechos Humanos y la Convención de los Derechos de la Infancia que reconoce que esta es sujeto de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, entre los cuales cabe mencionar el respeto a la diversidad de género, sexual y racial; el de la libertad de expresión, pensamiento, conciencia y religión; y el derecho a la información y a no ser objeto de intromisiones. El Estado y los poderes públicos, al igual que cuida de la protección física y psíquica de la infancia, también ha de velar por la protección de sus derechos éticos y democráticos. Estos están por encima de las creencias de las familias. La libertad no se impone sino que se ejercita de forma autónoma. Nadie puede atribuirse su monopolio.

En segundo lugar, la escuela pública en una sociedad democrática garantiza el pluralismo, con la inclusión, el intercambio y el aprendizaje de las diversas ideas, visiones y valores. Asimismo, protege el más escrupuloso respeto hacia las distintas maneras de ser, definirse y relacionarse de los seres humanos, en razón de su sexo, cultura u otras, siempre y cuando no atenten a los derechos anteriormente señalados; pero el respeto a la diversidad no puede desligarse de la igualdad, porque los seres humanos somos o deberíamos ser más iguales -en derechos- que diferentes. La escuela democrática no adoctrina, no impone una determinada manera de pensar -el qué pensar- sino que abre caminos al pensamiento y a la reflexión: al cómo pensar, una distinción que no es baladí. Por eso destierra adoctrinamientos, dogmatismos, sectarismos y fundamentalismos. Por otro lado, no hay democracia sin participación ni control. De ahí que en la actualidad se contemplen diversos mecanismos de participación y control democrático de los diversos actores educativos y, entre ellos, la familia: asociaciones de padres y padres, consejos escolares, representantes de clases, etc. Y si es necesario se crean otros con tal de mejorar la fluidez informativa y comunicativa. Y es en este contexto que, a principios de curso y cuando haga falta, se explican los proyectos educativos de centro, los contenidos del currículo y la programación de las diversas actividades. Y, obviamente, en el ámbito familiar, hay un amplio campo para desarrollar libremente otro tipo de intervenciones educativas que pueden superar mucho o poco con las contempladas en el currículo. Pero las reglas que regulan el espacio privado son distintas de las que conforman el ámbito público.

Y en tercer lugar, existen razones pedagógicas de peso. ¿Quién puede negar a estas alturas que la escuela ha de abrirse a la realidad y a la vida o que, al propio tiempo, la riqueza de la vida cotidiana no entre en las aulas? ¿Acaso una de las funciones de la escuela no es la de mostrar el mundo y el de comprenderlo a tenor de los cambios acaecidos en el campo tecnológico, económico, social y cultural? ¿Qué movimientos de innovación o renovación pedagógica, desde la más amplia pluralidad, no han tratado de responder afirmativamente a estos interrogantes? La educación escolar educa para la formación de un pensamiento libre y para la adquisición de un criterio propio. Para ello cabe ensanchar la mirada y no cerrarla, así como aprender a leer una realidad cada vez más compleja y cambiante con todos sus colores y no reduciendo la paleta al blanco y negro. Hannah Arendt lo dice muy bien: “Cuantos más puntos de vista tengamos presentes cuando estemos valorando un asunto determinado, y como mejor me pueda imaginar cómo sentiría y pensaría si estuviera en el lugar de otros, más fuerte será mi capacidad de pensamiento representativo y más válidas serán mis conclusiones, mi opinión”.

El profesorado, y la comunidad educativa en su conjunto, han de estar muy alerta para desentrañar todas las maniobras de quienes en nombre de la libertad quieren cargársela imponiendo sus particulares puntos de vista; o de quienes apelando a la democracia resucitan viejos y nuevos autoritarismos.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2020/01/21/el-pin-parental-un-ataque-a-la-escuela-publica-al-pluralismo-democratico-y-a-los-derechos-de-la-infancia/

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Guía de actuación contra el «PIN parental»

USTEA ha detectado que se están recibiendo en los centros docentes públicos de Andalucía preocupantes escritos impulsados por organizaciones de ideología abiertamente machista y xenófoba perteneciente a un sector minoritario de familias, auspiciadas
por grupos de extrema derecha, que fomentan los discursos de odio y abominan de la igualdad y el respeto a la diversidad, que desoyen la emergencia climática o niegan y pervierten episodios de nuestra Historia, reclamando el supuesto derecho que les asiste a cercenar la formación de los y las menores mediante el registro de autorizaciones expresas o peticiones de preferencias de exclusión de parte del alumnado en las actividades programadas por el centro educativo (Pin parental).

Ante esta situación y tras un análisis de la realidad normativa educativa tanto autonómica, como nacional, desde USTEA queremos aclarar los derechos que asisten tanto a equipos directivos, como a docentes y a menores. Para ello hemos elaborado esta guía, esperando que pueda ser de utilidad para los centros y el profesorado. Además, pedimos su máxima difusión para que pueda llegar al máximo de centros de Andalucía.

Puedes descargar la guía en formato PDF en el botón de descarga que encontrarás debajo del visor de documentos

Fuente: http://ustea.es/new/ustea-pone-a-disposicion-de-los-centro-y-los-docentes-una-guia-de-actuacion-contra-el-pin-parental/?fbclid=IwAR1keMG-Te0zPc86Uoz2EJOM6So3K_9N_C7fYVvXMFIGG6lv9oNgvZnKD4o
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Feminismo y generismo

Por: Victoria Sendón de León

Es una buena noticia que el Feminismo se encuentre en la cresta de la ola del debate, porque toda polémica nos obliga a esclarecer y conceptualizar muchas de las contradicciones ocultas tras postulados aparentemente lógicos, pero que no lo son, lo cual nos obliga a poner al descubierto sus falacias. Es curioso que un fenómeno reciente, que se ha incrustado en el movimiento feminista como si fuera algo propio, está a punto de conseguir que IU expulse al Partido Feminista de España de su coalición, un referente para el movimiento feminista desde los años 80. Me refiero a la plataforma “trans” dentro de las siglas LGTBIQ+ (de momento) Y no digo que el transformismo sea reciente, pero sí como movimiento reivindicativo. Me parece muy justo que se hayan organizado y luchen por sus derechos, tanto como por salir a la luz con dignidad y sin tener que esconderse en las cloacas de una sociedad bienpensante.

Dicho esto, aclaro que si el concepto de género nos sirvió para analizar los roles que mujeres y hombres adoptamos según el tipo de sociedad que nos culturiza, ha terminado por retorcerse hasta constituir el concepto central en la teoría feminista de la pasada “tercera ola”. Usurpó un lugar que no le correspondía, desplazando al sexo, que pasó a formar una entelequia performativa sin existencia alguna fuera del lenguaje. Si el sexo no existe, tampoco existen hombres ni mujeres, sólo género, géneros infinitos según los deseos de cada quien.

En esta situación hay que empezar a deslindar conceptos y derivaciones de ellos. El feminismo es un movimiento político de emancipación colectiva de las mujeres, originado por su situación de opresión y subordinación a lo largo de la historia. Hemos tomado conciencia de esta injusticia y ello ha generado una lucha que afecta a todas las mujeres, mientras que el generismo es una cuestión particular y privada, por el que ciertas personas se consideran nacidas en un cuerpo equivocado o que son “no binarias”, es decir, que no se adaptan a la imposición de tener que pertenecer a un sexo/género o a otro, decidiendo sobre la marcha qué son, de acuerdo con “lo que se sienten”. Pero lo que sienten no es una categoría política ni universal. Si quieren ser queer y cambiar de género como de camisa… está bien, pero ¿qué tiene que ver eso con el feminismo? Este último es un asunto político y lo primero, particular, psicológico si se quiere. Cuando Kate Millet apuntó muy acertadamente que “lo personal es político”, se refería a las reivindicaciones feministas que habían sido definidas como privadas cuando se trataba de temas generales que afectaban a las mujeres y, por tanto, temas políticos. No se puede legislar para casos privados ni para sentimientos.

Identificarse con un tipo de personalidad o con otro ya lo definió Jung como resultado de la influencia de los arquetipos, aunque se trataba de una identificación psicológica hasta llegar al self, el sí-mismo más profundo. Ya lo dijo Nietzsche: “Sé quien eres”, y escribió todo un libro, Ecce homo, para explicar cómo se llega a ser quien uno es. Es un camino largo y arduo, lleno de laberintos, recovecos, noches oscuras y fastuosos amaneceres. Pero díganme si una criaturita de ocho años, a la que no se le han desarrollado ni de lejos los lóbulos frontales, que dan un cariz de racionalidad a nuestros juicios y constituyen el centro ejecutivo de la personalidad, y que no llegarán a su cenit hasta los 25 años, puede tomar ya una decisión a futuro tan definitiva que le llevará a tener que hormonarse de por vida e inhibir su sexo de niño para ser algo que ni siquiera sabe qué es y nunca lo sabrá. Y esto sin asesoramiento psicológico, y esto con el beneplácito de los padres, y esto aplaudido por un Parlamento como si fuera la revelación de un mundo nuevo. Y esto como ejemplo y soporte para una ley “trans”, que preparan partidos que se creen muy progres y que mezclan churras con merinas -como feminismo y LGTBIQ- sin darse cuenta de que con la “proliferación de los géneros” se despeja a corner el sexo mujer, se afianzan los estereotipos que nos hemos empeñado en desterrar (los trans suelen ser más femeninos que cualquier fémina) y se invade el campo propio del feminismo despojándolo de sentido.      

con la “proliferación de los géneros” se despeja a corner el sexo mujer, se afianzan los estereotipos que nos hemos empeñado en desterrar (los trans suelen ser más femeninos que cualquier fémina) y se invade el campo propio del feminismo despojándolo de sentido.      

El error original es que un feminismo oficialista y académico ha empleado la palabra “género” para todo: violencia de género, perspectiva de género, leyes de género, experta en género, etc. convirtiendo a la mujer en un concepto vacío. Y al feminismo en la mera consecución de una igualdad formal sin cuestionar el modelo. Pero lo más absurdo es que parte del feminismo haya acogido a todo el LGTBIQ+ como su hijo bienamado, cuando a ellos las feministas les importamos un bledo. El argumento, muy femenino y maternal, que me dio una de ellas era que “ellos han sufrido mucho”. Vale: incorporemos a todo el mundo sufriente. No íbamos a caber. Si algún o alguna “trans” quieren pertenecer al movimiento feminista, estupendo, pero no porque su transexualidad sea un tema feminista en sí. Últimamente su “asunto” acapara todos los debates. Y, claro, estamos perdiendo un tiempo precioso en tratarnos de defender de acusaciones de transfobia cuando, sin complejos, como Lidia Falcón, intentamos, honestamente, aclarar conceptos. O, simplemente, decir lo que pensamos.

Todos y todas nacemos de mujer, de una mujer que es madre.

Cada persona es única e irrepetible y, por tanto, no hay que coaccionarla en un sentido u otro. No haría falta ser “trans” para sentirse bien en la propia piel. Es lo que afirmaba Miquel Missé (una mujer trans hacia hombre) que si no hubiéramos tenido ausencia de referentes de mujeres masculinas, tal vez ella no hubiera tenido que transformarse en él. Memoria histórica feminista es lo que hace falta. Hubo cantidad de mujeres guerreras, filósofas, exploradoras, científicas o escritoras enterradas en un olvido culpable. Y para los niños igual. Muchos artistas han sido homosexuales o se vestían de mujer sin tener que renunciar a su sexo. Hay que conseguir que las niñas más masculinas y los niños más femeninos puedan encontrar referentes valiosos en su historia y en su cultura y puedan ser ellas y ellos mismos sin que tengan que sufrir bullying en el colegio, pudiendo además ser llamados como gusten. De todos modos, hablar de niñas masculinas y niños femeninos es un equívoco, pues son simplemente modos diversos de ser niño y modos diversos de ser niña sin tener que cambiar de sexo. En esos modos radica la diversidad.

hablar de niñas masculinas y niños femeninos es un equívoco, pues son simplemente modos diversos de ser niño y modos diversos de ser niña sin tener que cambiar de sexo. En esos modos radica la diversidad.

Lo que está sucediendo en torno a este tema es todo un despropósito que sólo se explica cuando intereses muy poderosos están detrás mientras hacen caja, claro. Lo que no me acaba de cuadrar es que partidos de izquierda y algunas feministas estén tan desorientados. Se olvidan de que el género es lo que deseamos desterrar definitivamente y conseguir así la libertad de las mujeres en su propia realización. Y, sin embargo, el o la “trans” inciden tanto en reproducir un “género”, que están dispuestos a cambiar de sexo incluso. Las feministas liberándonos del género y los trans empeñados tanto en él que pueden pasar su vida hormonándose. ¿Cómo van a converger estos dos movimientos? Ambos muy respetables, pero cada uno debe ir por su camino. Incluso es posible que nos tengamos que enfrentar si se da la opción de ser “madres” comprando vientres de mujeres explotadas. O si son madres auténticas, pero designadas como “progenitor gestante”, negando de nuevo el sexo mujer y la realidad de que todos y todas nacemos de mujer, de una mujer que es madre.

Me parece una total injusticia y falta de perspectiva de IU el querer demonizar al Partido Feminista, pero yo le diría a Lidia Falcón que no se preocupe, que ahora sí tendríamos a quien votar muchas feministas, separada ya de estructuras tan patriarcales. Sería una buena lección y un buen aprendizaje político. Si te “botan”, te “votamos”.

Fuente: https://tribunafeminista.elplural.com/2019/12/feminismo-y-generismo/

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Los 10 mejores libros de temática LGTB del 2019

Redacción: Dos Manzanas

No puede decirse que el 2019 haya sido un gran año para la comunidad LGTBIQ+, que ha temido por los derechos conseguidos por primera vez en años, pero sí lo ha sido para la literatura de temática no heteronormativa, que nuevamente ha servido tanto de refugio de una realidad no siempre alentadora como de visibilización de verdades alternativas al heteropatriarcado. Como ya hice en 201520162017 y 2018, os dejo con los mejores libros que han visto la luz en España a lo largo de estos 12 meses, confiando en que convirtáis alguno de ellos en el perfecto regalo navideño.

10. La pluma y el Oeste, de Fernando Garín (Amazon). Esta obra pionera repasa la historia del western centrándose en creadores y movimientos que, directa o indirectamente, le dieron un refrescante toque gay. Respaldándose en una rica y muy estudiada bibliografía, el zaragozano Fernando Garín repasa un sinfín de títulos, ofreciendo una nueva mirada a los clásicos pero invitándonos también a descubrir obras que, quizá por adelantarse a su tiempo, pasaron desapercibidas en su día. Todo ello sirve además de excusa para explorar tanto la historia del cine como la del movimiento LGTB, de forma que incluso aquellos para nada interesados en el western tienen motivos de sobra para acercarse a un libro cuya lectura merece ser pausada para ir visionando las películas citadas sobre la marcha y poder así forjarse una opinión propia. No se busca reinterpretar la historia, sino profundizar en ella para recordarnos lo presente que ha estado siempre nuestra comunidad incluso cuando se ha insistido en relegarla a la oscuridad. Y aunque, en su apuesta por la objetividad, se resiste a hacerlo notar, el autor parece así reconciliarse con un género cuyos valores tradicionales se antojan opuestos a su propia identidad. Además de ser fascinante, La pluma y el Oeste hace justicia y nos insta a educar la mirada para ir más allá de lo que vemos.

09. Un hombre de verdad (Amateur: A True Story About What Makes a Man, 2018), de Thomas Page McBee (Temas de Hoy). Thomas Page McBee fue el primer boxeador trans en combatir en el Madison Square Garden, pero este libro no va de eso. McBee nació con lo que la sociedad entiende como cuerpo de mujer pero siempre se supo hombre; tras operarse a los treinta años, entendió que el mundo no volvería a ser igual, porque ser percibido como varón en un mundo sexista lo cambia todo. De eso trata este libro: de qué se espera de nosotros y qué esperamos nosotros en función de nuestro género, de cómo la sociedad sigue siendo machista y tránsfoba pero hay siempre lugar para la rebeldía y la esperanza. Un hombre de verdad es el relato en primerísima persona de esa transición, estudiada en torno a la decisión de McBee de inscribirse en un gimnasio de boxeo para entender la masculinidad desde esa violencia que tanto parece caracterizarla. Es un amateur, como reza el título original, en prácticamente todo lo que se propone, pero asume los retos con valentía y humildad, buscando en todo momento reivindicar la fragilidad frente a los dañinos estereotipos de la virilidad. Muy interesante, como viaje de aceptación y como acercamiento al alma de un hombre trans, uno de los miembros más olvidados del espectro LGTBIQ+.

08. Nido de pájaros, de Luis Maura (Dos Bigotes). Con motivo del nacimiento de su sobrino, Mateo regresa al pequeño pueblo manchego en el que se crio, o sea, al pasado. Allí se reencuentra con una familia donde siempre se ha sentido la oveja negra, así como con una vieja amiga, casi tan rara como él, y un antiguo amor que, en realidad, nunca fue tal cosa. A través de una primera persona colmada de fuerza y verdad, el dramaturgo y actor Luis Maura habla con sarcasmo, pero también ternura hogareña, de la homofobia: la de los rincones marginados, aún muy fuerte, y la que, nos guste o no, aún llevamos casi todos dentro del corazón. Nido de pájaros, que debe su título a ese cruel sentimiento de soledad que otorgan los árboles genealógicos a los solteros, es una obra pequeñita y sencilla que, pese a no abordar temas intransitados, conquista desde el principio por su sensibilidad y su exquisito uso de la palabra, instándonos a liberarnos del absurdo miedo al qué dirán.

07. Cuerpos malditos, de Lucía Baskaran (Temas de Hoy). Hace ya más de un año que Alicia perdió a su prometido en un accidente inquietantemente poético, pero ella es incapaz de rehacer su vida. Un nuevo amor, que no es otro que el hermano del primero; la reaparición de su mejor amiga, con quien siempre ha tenido una relación externa a las fronteras de la amistad, y el fantasma de una madre ausente marcan un periodo de luto durante el que la atormentada pero nunca victimizada protagonista rebusca el pasado en busca de respuestas que ha dejado de esperar del presente. La guipuzcoana Lucía Baskaran, que con sólo 27 años triunfó con la muy feminista Partir (2016), vuelve a recurrir a una primera persona valiente y descarnada para generar otra heroína atípica y maravillosa con la que es imposible no empatizar. Cuerpos malditos explora los efectos de la pérdida y los motivos de la infelicidad, ahondando en una educación social fallida marcada por la imposibilidad de entenderse.

06. El caso Sparsholt (The Sparsholt Affair, 2017), de Alan Hollinghurst (Anagrama). En octubre de 1940, el apuesto David Sparsholt llega a la elitista universidad de Oxford. Aunque no pertenece a la clase alta, traba amistad con un grupo de jóvenes de posición más elevada que han montado un club literario en un ambiente de cultura, fraternidad y deseo que contrasta con un Londres atormentado por los bombardeos alemanes. Ese es sólo el principio de la monumental El caso Sparsholt, que recorre varias décadas de vida británica a través de tres generaciones y un sinfín de ambientes y personajes. El londinense Alan Hollinghurst, autor de la icónica novela gay La biblioteca de la piscina (1988), vuelve a dar perfecto uso a sus extraordinarias dotes literarias, componiendo un fascinante retrato de la sociedad británica a la par que una bella reflexión sobre el paso del tiempo.

05. Malaherba, de Manuel Jabois (Alfaguara). «Bien sabe Dios que es más peligrosa la pena que el odio, porque el odio puede destruir lo que odias, pero la pena lo destruye todo», dice en un momento el protagonista de Malaherba, quien rememora una infancia marcada por los descubrimientos: el de la propia homosexualidad y el de un padre sumido en la oscuridad. El periodista gallego Manuel Jabois escribe con ímpetu pero también con sutileza, logrando introducirnos detalladamente en la mente de un niño sin apartarse de un presente colmado de un poderoso sentimiento nostálgico. Como Tamburino sólo tiene 10 años, resulta encantador descubrir su perspectiva de un primer amor que parece estar prohibido pero que él no hace sino vivir con plena naturalidad, así como su incapacidad para comprender el universo de drogadicción que lo rodea, el cual ha destruido más de una familia sin que nadie puede hacer nada por impedirlo. Centrado hasta ahora en la estricta realidad, como prueba Manu (2013), sobre su propio hijo, o Nos vemos en esta vida o en la otra (2016), largo trabajo sobre el 11-M, Jabois ha dado el salto a la ficción pero la realidad lo persigue. Y, claro, siempre lo hará, que no es reportero por casualidad.

04. Un apartamento en Urano, de Paul B. Preciado (Anagrama). Urano, el planeta más frío del sistema solar y el dios castrado de la mitología griega, da nombre al uranismo, concepto forjado por Karl-Heinrich Ullrichs, el primer activista sexual europeo, para definir el «tercer sexo» allá por 1864. Paul B. Preciado, que nació como Beatriz, sueña con un apartamento en Urano donde vivir fuera de las relaciones de poder y de las taxonomías sexuales, de género y raciales que la modernidad ha inventado. «No soy un hombre. No soy una mujer. No soy heterosexual. No soy homosexual. Soy un disidente del sistema sexo-género. Soy la multiplicidad del cosmos encerrada en un régimen epistemológico y político binario, gritando delante de ustedes. Soy un uranista en los confines del capitalismo tecnocientífico», dice como introducción a un libro fascinante en torno a las mutaciones fisiológicas, ideológicas y sociales, donde se analiza, claro, la condición trans, pero también temas tan diversos como el procés catalán, el zapatismo en México, la crisis griega, la América de Trump, las nuevas formas de violencia masculina, la apropiación tecnológica del útero, la figura de Assange, el trabajo sexual, el acoso escolar o el papel de la cultura como motor de la revolución. Transgresor hasta decir basta, Un apartamento en Urano busca liberarnos para siempre de las ataduras sociales.

03. Señoras que se empotraron hace mucho, de Cristina Domenech (Plan B). La malagueña Cristina Domenech creció, como tantos integrantes de la comunidad LGTB, en un mundo donde las personas como ella no parecían existir. Ávida de referentes, investigó minuciosamente en busca de historias de amor y deseo entre mujeres y, para su sorpresa, confirmó que siempre habían estado ahí sin que nadie se las contara. Un día decidió compartir sus hallazgos en Twitter y en cuanto se quiso dar cuenta tenía miles de seguidores pidiéndole más. Genialmente editado por Plan B, Señoras que se empotraron hace mucho es tanto una recopilación de esas historias como una profundización en ellas, desde la aventurera Mademoiselle de Maupin (1670-1707) hasta la reivindicativa Frieda Belinfante (1904-1995), sin dejar nunca de ser fiel a las fuentes históricas aun cuando estas son a menudo frustrantes a raíz del empeño por esconderlas. Estamos por tanto ante una colección de relatos de inmenso valor documental, pero, por si eso no fuera suficientemente atractivo, todos y cada uno de ellos, por trágicos que sean, están narrados desde un humor absolutamente genial que logra ser reivindicativo y punzante sin faltar al respeto a nadie. Este ¿ensayo? es, de hecho, y tal y como promete el título, el libro más divertido del año.

02. El hombre de hojalata (Tin Man, 2017), de Sarah Winman (Dos Bigotes). Esta pequeña gran novela es, como reza su contraportada, «casi una historia de amor». Casi, porque lo es y no lo es, porque que lo sea o no depende en realidad de los ojos del lector. Ellis y Michael tienen doce años cuando se convierten en amigos inseparables y, durante mucho tiempo, lo hacen todo juntos. Una década más tarde, sin embargo, sus caminos se separan, pero sus almas estarán por siempre unidas. La escritora y actriz británica Sarah Winman, que ya con su primera novela, Cuando Dios era un conejo (2011), fue multipremiada, narra con una sensibilidad que abruma, penetrando los corazones de sus dos protagonistas y llegando así al del lector. Esta obra es conmovedora, acogedora y, además, sumamente estilosa sin necesidad de artificio alguno. Inolvidable.

01. Less (Less: A Novel, 2017), de Andrew Sean Greer (Alianza Editorial). El genial protagonista de Less es un maniático y relativamente fracasado escritor que, a punto de cumplir los cincuenta, decide aceptar una serie de encuentros literarios internacionales con tal de tener una excusa para evitar la boda de su expareja. Andrew Sean Greener se alzó con el Premio Pulitzer por esta divertida huida de los problemas con la que tantos, en especial tantos hombres homosexuales, se sentirán fuertemente identificados. Divertida y vibrante, su escritura saca máximo partido de la narración en tercera persona y en presente, arrastrándonos al corazón de la acción y, por ende, al de México, Italia, Alemania, Marruecos y Japón, lugares retratados desde la mezcla de fascinación y despiste de todo turista accidentado. Less constituye un nuevo triunfo en la carrera de este autor de Washington afincado en San Francisco, hijo de científicos, al que debemos también The Path of Minor Planets: A Novel (2001) Las confesiones de Max Tivoli (2004), Historias de un matrimonio (2008) y The Impossible Lives of Greta Wells (2013). Es una novela sobre la crisis existencial que insta a reírse de las preocupaciones y los desastres, confortando al lector desde una deliciosa ironía.

  • Premio Apolo al mejor libro LGTB español del 2019:

Señoras que se empotraron hace mucho, de Cristina Domenech

  • Premio Apolo al mejor libro LGTB internacional del 2019:

Less, de Andrew Sean Greer

Espero que hayáis disfrutado de este repaso a la mejor literatura LGTBIQ+ publicada en España a lo largo y ancho del 2019 (las fechas entre paréntesis corresponden al año de publicación original en el país de origen). Este ya tradicional artículo siempre es un éxito, ¡así que espero no toparme con una excepción! Gracias a todos, leed cuanto podáis y disfrutad del cambio de año!

Fuente: https://www.dosmanzanas.com/2019/12/los-10-mejores-libros-de-tematica-lgtb-del-2019.html

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España: Valencia prohibirá que los uniformes escolares sean diferentes en función del sexo

Europa/España/31 Octubre 2019/El país

La iniciativa solo afectará a los centros públicos y tiene el respaldo de socialistas, Compromís y Podemos

Los tres partidos que integran el Gobierno valenciano, socialistas, Compromís y Podemos, han presentado este miércoles en las Cortes Valencianas una propuesta para eliminar la distinción por sexo de los uniformes escolares al considerar que vulnera «las libertades individuales y los derechos de no discriminación de los alumnos».

La aprobación de la reforma del decreto de 2008 que regula «la convivencia en los centros docentes no universitarios sostenidos con fondos públicos» es segura, puesto que las tres fuerzas tienen mayoría en el Parlamento autonómico. Aunque las informaciones al respecto fueron inicialmente contradictorias, una portavoz de Compromís ha aclarado este jueves que la norma obligará tanto a los centros públicos como a los concertados.

La iniciativa consagra la «plena libertad individual» en los uniformes y establece expresamente que una alumna no podrá estar «obligada a llevar falda por razón de su sexo».

La medida ha sido presentada en la Comisión de Educación y Cultura de las Cortes Valencianas por la socialista Ana Besalduch, que ha declarado que contribuirá a «adaptar la normativa de los centros públicos al siglo XXI»; Pilar Lima, de Podemos, que lo ha considerado un paso necesario hacia una «escuela inclusiva e igualitaria», y Papi Robles, de Compromís, que ha afirmado que la actual distinción por sexo en materia de uniformes vulnera «el principio de igualdad ante la ley y no discriminación por ninguna circunstancia, entre la que se encuentra la diversidad sexual y de género».

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/10/30/actualidad/1572465188_376986.html

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Chile: Un millón de alienígenas

Por: Daniel Matamala. 

No necesitamos banderas”, cantaban Los Prisioneros en esa canción en que declaraban “romper de forma oficial / los lazos que nos pudieron atar alguna vez / a alguna institución / o forma de representación / que nos declare parte de su total”.

Esa es la emoción que se tomó Chile.

Es un contraste radical con la anterior marcha del millón: la del No. Si la de octubre del 88 era una multitud organizada por una dirigencia política bajo su discurso y sus banderas (las rojas del PS, las azules de la DC, el arcoíris…), la de octubre del 19 es una masa autoconvocada, definida desde las identidades: banderas de pueblos originarios, equipos de fútbol, diversidad sexual…

Si el momento generacional de 1988 tenía liderazgos, metas y plazos claros (la Concertación, el fin de la dictadura y el 5 de octubre), el de 2019 carece de todo ello. Por eso, pretender domesticarlo con una lista de supermercado es, de nuevo, no entender nada.

Esta no es una huelga de empleados descontentos, y no se acaba con un bono de término de conflicto. No es un movimiento reivindicativo. Es una energía. Una pulsión. Es un momento populista, en la correcta definición del término: la división de la sociedad entre una élite corrupta y un pueblo virtuoso. Los chilenos que se abrazan en las calles con sus camisetas de Colo-Colo, la U y la UC expresan el ideal de borrar las diferencias cotidianas para sumergirse en un colectivo que se define por oposición a todo lo que representa la clase dirigente.

Es ser parte de un horizontal, alegre y colorido millón de amigos.

En la marcha más grande de la historia de Chile brillaron los extraterrestres. Marcianos de todos los colores y diseños tocando cacerolas en referencia al célebre audio filtrado de Cecilia Morel (“es como una invasión extranjera, alienígena”).

“Es increíble”, dice sobre esa frase el académico de la Universidad de Chicago, James Robinson. “Es un reflejo de que la élite chilena está muy desconectada de la gente, el hecho de que uses ese tipo de lenguaje es indicativo de la brecha entre la élite y las masas chilenas”.

Los chilenos se cansaron de ser considerados alienígenas en su propio país.

En esta columna se ha repetido una y otra vez -majaderamente, es verdad- sobre la bomba de tiempo que representa una clase dirigente que ve al país como su club de amigos, atrincherada junto a sus compañeros de colegio en los directorios de las grandes empresas (53% viene de 9 colegios) y en el gabinete (67% de 6 colegios).

La respuesta estándar de esa élite fue desestimar la alerta como monserga de “odiosos” y “resentidos”. Para el decano Juan Ignacio Brito, una “machacona insistencia por identificar únicamente un odioso sesgo de clase (…) prejuicios profundos y resentimientos jamás confesados”. Para el director de empresas César Barros, el acceso al club del poder es “puro esfuerzo, riesgo y habilidad” y “cero amiguismo”. Para el empresario Jorge Errázuriz, la solución al peso de los apellidos es simple: “bastaría con cambiarse a Errázuriz para tener éxito. ¡Te llamaría primo!”

La realidad estaba disponible para quien quisiera verla, en cada reporte de la OCDE, cada estudio del Banco Mundial, cada ranking de competitividad, cada reflexión de economistas y sociólogos que, al mirar a Chile, advertían un país fracturado.

De hecho, los gritos de la calle y los informes de la OCDE dicen básicamente lo mismo: demasiada desigualdad, demasiado nepotismo, demasiados abusos.

“Lo estamos pasando muy bien”, contestaban desde el poder. ¿Se pegarán, al fin, el alcachofazo?

¿Escucharán ahora a las voces lúcidas que, desde dentro, venían advirtiendo de la crisis? Como el fundador de Cornershop, Daniel Undurraga: “basta contar las empresas del IPSA que tienen gerentes generales mujeres, homosexuales, mapuche o incluso que fueron a colegios públicos para entender lo enquistado que está todo el poder del sistema en un grupo cerrado y homogéneo”. O la directora de la Bolsa de Comercio, Jeannette von Wolffersdorff : “hay narcisismo de una élite a la que le cuesta conversar con voces críticas”.

Ahora, Evelyn Matthei pide un gabinete con “gente que venga de la clase media, que ojalá se haya educado en educación pública, que no veraneen en Zapallar o en Pucón”. Andrónico Luksic se allana a “pagar la cuenta” y a discutir un impuesto al patrimonio de los súper ricos. Mario Desbordes habla de pasar a una economía como la de “los países del norte de Europa”.

Ideas constructivas como los cabildos constituyentes o tributos más progresivos, que hace una semana eran resentidas, populistas o chavistas, hoy son súbitamente razonables.

El Congreso legisla bajo el ruido de las cacerolas. Si hace un siglo el ruido de sables obligó a los parlamentarios a aprobar en unas horas los proyectos sociales que habían bloqueado por años, hoy el eco de la calle opera un milagro similar. 40 horas, claro. Rebaja de dieta parlamentaria, por supuesto. ¿Regular precios de los medicamentos? Lógico. Las sesiones del Congreso son transmitidas en vivo por la televisión abierta con alto rating. ¿Será que, al fin, lo que debaten los representantes hace sentido a los representados?

Es un mar sin orillas que da para todo, por cierto. El gobierno anuncia un paquete de medidas totalmente desfinanciado, y grupos de presión como los camioneros presionan para sacar una tajada más de sus ya generosas prebendas.

Es un minuto de catarsis. Del “no vamos a esperar / la idea nunca nos gustó / ellos no están haciendo lo que al comienzo se pactó”.

Es la revancha de los alienígenas.

Fuente de la noticia: https://www.tercerainformacion.es/opinion/opinion/2019/10/28/chile-un-millon-de-alienigenas

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