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Destacan vigencia de pensamiento martiano en sistema educativo cubano

Cuba/26 junio 2017/Fuente: Prensa Latina

El historiador de La Habana, Eusebio Leal, destacó hoy la vigencia del pensamiento de José Martí en la formación integral de los adolescentes cubanos, especialmente su visión de la justicia social y soberanía nacional.

Durante su conferencia magistral en el marco del I Taller Internacional de Secundaria Básica, Leal reconoció además la presencia del espíritu martiano en la premisa del proyecto educativo cubano de crear hombres y mujeres para la libertad.

La misión de crear personas con la aproximación a la única verdad posible: la reafirmación de que lo colectivo no es más que la suma de individualidades y que es necesario conquistar primero al individuo para luego construir la nación.

Asimismo rememoró algunos de los aspectos fundamentales de la vida y obra del Héroe Nacional de Cuba, con especial mención a su formación académica y el papel de sus maestros en la conformación de su pensamiento independentista.

Leal recordó asimismo la admiración de Martí por personalidades históricas de su tiempo, como Simón Bolívar, el Padre de las Casas, San Martín y Juárez, figuras con una notable influencia en su accionar.

Por otro lado, exhortó a los especialistas y docentes del auditorio a impartir la historia como materia viva, sin idealizar ni convertir a las figuras en estatuas de mármol, sino humanizarlas para lograr una mayor identificación por parte de los jóvenes.

En el caso particular de José Martí, expresó que para seguirlo y entender la magnitud de su pensamiento resulta vital estudiarlo desde una visión global, sin edulcoraciones ni interpretaciones fragmentadas.

Martí es un privilegio para los cubanos, acotó.

En el marco de esta jornada, el intelectual cubano recibió un reconocimiento especial del Ministerio de Educación de manos de la titular de esta cartera, Ena Elsa Velázquez, por su aporte significativo en el proceso educacional del país.

Fuente noticia: http://www.prensa-latina.cu/index.php/component/content/?o=rn&id=95720&SEO=destacan-vigencia-de-pensamiento-martiano-en-sistema-educativo-cubano

Fuente imagen: https://i2.wp.com/otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2017/03/jose-marti-guinea-ecuatorial.jpg?resize=350%2C200

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Uruguay : Mejorar la docencia en bien de la educación.

América del sur/Uruguay/06.06.2017/Autor y Fuente: http://www.eltelegrafo.com

La urgente necesidad de mejorar la enseñanza genera múltiples debates y lecturas pero es claro que en cualquier sistema educativo los docentes son actores clave para mejorar la calidad y los resultados educativos.
En los últimos años, diferentes estudios realizados en América Latina muestran que la calidad de la educación está ligada a la calidad de los maestros y profesores y recomiendan reclutar a los jóvenes más talentosos para la docencia, aumentar la eficacia de los profesores que ya están en servicio y ofrecer incentivos que puedan motivar a los docentes a dar lo mejor.
La primera base de datos comparables a nivel mundial sobre práctica docente en el aula se hizo en con observaciones a más de 15.000 profesores de siete países de América Latina y el Caribe, las cuales fueron publicadas por Barbara Bruns y Javier Luque (2014) en “Docentes excelentes: cómo mejorar el trabajo en América Latina y el Caribe”.
Una de las conclusiones más claras es que los resultados insatisfactorios en el aprendizaje de los estudiantes pueden vincularse directamente con el fracaso de los profesores en lo que respecta a mantener a los alumnos involucrados en el aprendizaje.
El estudio indica que la baja calidad promedio de los profesores de América Latina y el Caribe es la principal limitación que impide el avance educativo y que la calidad de los profesores se ve comprometida por un pobre manejo de los contenidos académicos y por prácticas ineficaces en el aula: dedican un 65 % o menos del tiempo de clase a la instrucción, lo que equivale a perder un día completo de instrucción por semana; hacen un uso limitado de los materiales didácticos disponibles, especialmente de la tecnología de la información y las comunicaciones, y no siempre logran mantener la atención y la participación de los estudiantes.
Agrega que ningún cuerpo docente de la región (con la posible excepción de Cuba) puede considerarse de alta calidad en comparación con los parámetros mundiales y que “las evidencias disponibles muestran que América Latina y el Caribe no atraen a las personas de elevado calibre que necesita para conformar sistemas educativos de primer nivel. Prácticamente todos los países de la región parecen estar atrapados en un equilibrio de bajo nivel, con parámetros poco exigentes para el ingreso en la docencia, candidatos de baja calidad, salarios relativamente bajos e indiferenciados, escaso profesionalismo en las aulas y magros resultados educativos”.
Recomienda que para formar cuerpos docentes de alta calidad, deben seguirse tres pasos fundamentales: reclutar, desarrollar y motivar mejores profesores. Finalmente, señala la necesidad de tener en cuenta las experiencias de reformas para contar con mejores políticas educativas y advierte sobre el rol de los sindicatos indicando que “el desafío más serio a la hora de elevar la calidad de los profesores no es fiscal ni técnico, sino político, porque los sindicatos docentes de todos los países de América Latina son grandes y constituyen un actor políticamente activo”.
La situación preocupa porque el impacto de un buen docente en la vida de sus estudiantes es realmente importante. El mismo estudio señala que mientras los alumnos que tienen profesores de bajo desempeño pueden manejar un 50% o menos del plan de estudio correspondiente a ese grado, los que tienen buenos profesores alcanzan en promedio los logros de un año escolar, y los que tienen profesores excelentes avanzan 1,5 niveles o más.
Otras investigaciones recientes muestran que la exposición a tan solo un profesor sumamente eficaz mejora las tasas de participación de los estudiantes en las universidades y posteriormente, sus ingresos; y que cuando los estudiantes pasan por una serie de profesores excelentes o de bajo desempeño a lo largo de varios años, los efectos se potencian, y pueden dar lugar a brechas insalvables en los niveles de aprendizaje.
Si ningún otro actor o atributo de las escuelas y liceos genera un impacto semejante en los logros educativos ¿cómo hacer que más jóvenes y especialmente, los mejor preparados, elijan carreras docentes?
Un dato interesante y poco conocido de las pruebas PISA es que también proveen información sobre la autopercepción de los estudiantes sobre la ocupación que tendrán a los 30 años. De acuerdo con los resultados de 2015, el 7 por ciento de los uruguayos se pueden visualizar en la carrera docente.
Ese porcentaje es de 5 por ciento para Chile y 4 por ciento para Colombia y Brasil. El problema es que estas pruebas también revelan que aquellos estudiantes que sí están interesados en la carrera docente muestran bajo desempeño.
En nuestro país, si bien en la última década se ha logrado incrementar el número de estudiantes matriculados, el egreso no ha aumentado en igual proporción. Según el Informe sobre el estado de la educación en Uruguay 2015-2016 publicado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), la situación más preocupante se da en la Educación Media –en Educación Inicial y Primaria por mandato legal los docentes deben ser titulados— donde casi 7 de cada diez profesores son titulados, y en Educación Técnica (41%).
Si bien el salario ha mejorado en los últimos años, las remuneraciones continúan determinadas fundamentalmente por la antigüedad y basadas casi exclusivamente en el pago de horas de trabajo en el aula.
El hecho de que los ascensos en la carrera se den casi exclusivamente por años de antigüedad y los aumentos salariales significativos vayan asociados a éstos, debiendo ejercer 20 años la carrera para tener incrementos importantes sin que estén atados al desempeño o la formación continua –además de la pérdida de reconocimiento social de su tarea–, son factores de desmotivación para abrazar la profesión docente.
Aunque hay docentes que logran importantes resultados aún en adversas condiciones, también es cierto que la carrera docente se ha desvalorizado y eso desmotiva a muchos jóvenes de incursionar en ella, con lo que el sistema posiblemente se esté perdiendo de muchos maestros y profesores.
No solo los docentes, sino el país enfrenta grandes desafíos para mejorar la educación. Si solamente somos capaces de levantar voces críticas contra los maestros y profesores y seguir con la esquizofrenia de pedir para nuestros hijos los mejores docentes pero no hacer casi nada para atraer a los mejores estudiantes para que estudien estas carreras, habrá pocas posibilidades de mejora. Sería más productivo trabajar en el diseño de soluciones adecuadas.

Fuente: http://www.eltelegrafo.com/index.php?id=122871

Imagen: http://www.eltelegrafo.com/fotos/1-6-17.jpg

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Las enseñanzas de Marx: Educación popular y formación política

Por: Zur Pueblo de Voces

El pasado 5 de mayo se cumplieron 199 años de nacimiento de uno de los críticos más potentes de la formación capitalista. Aquí Hernán Ouviña comparte una faceta poco difundida, su preocupación por la formación política y la educación.

Si bien puede parecer redundante o conocido, es importante recuperar cómo la larga tradición del marxismo revolucionario supo tener a lo formativo y a la educación popular como algo central en su derrotero militante. En especial porque aunque suene paradójico, en coyunturas adversas como la que vivimos en América Latina, o en momentos donde la movilización popular nos encuentra de manera constante en las calles, los procesos de formación, de análisis y estudio, de lectura e investigación de la propia realidad que se pretende transformar, se resienten o bien ostentan -salvo contadas excepciones- un lugar residual al interior de las organizaciones de izquierda. A contrapelo, y en sintonía con los planteamientos de buena parte del marxismo crítico, es precisamente en contextos como el actual donde más urgentes resultan este tipo de apuestas pedagógico-políticas.

Consideramos un ejercicio imprescindible revisitar desde este ángulo las propias biografías e itinerarios de quienes constituyeron una referencia fundamental en la conformación del marxismo revolucionario, comenzando por el propio Karl Marx (1818-1883). En general predomina -a nuestro modo de ver, no casualmente- una visión de Marx como un genio solitario, dedicado casi exclusivamente a escribir libros y artículos detrás de un escritorio, sumergido cual ratón de biblioteca en la sala de lectura del Museo Británico durante años para elaborar El Capital. Sin embargo, se omite que desde su juventud hasta los últimos momentos de su vida, siempre produjo, intervino y reflexionó en diálogo constante con la realidad y las luchas que lo estimulaban a pensar y actuar como militante revolucionario, por lo que podemos definirlo como un verdadero intelectual orgánico de las clases populares.

Desde sus primeros artículos periodísticos de denuncia de las condiciones de miseria y explotación que padecían los campesinos de Mosela, pasando por el enorme aprendizaje político que resulta de sus diversos encuentros e intercambios en buena parte del continente con organizaciones clandestinas, sindicatos y asociaciones de exiliados, hasta la elaboración de sus incendiarios documentos y comunicados políticos al calor de la revolución de 1848 (entre los que se destaca elManifiesto Comunista, escrito a pedido de la Liga en la que participaba junto con Engels, y cuyo antecedente había sido el Comité de Correspondencia Comunista), puede decirse que su formación estuvo signada por el vínculo estrecho con -y el aprendizaje a partir de la experiencia vital de- las organizaciones y movimientos en lucha en toda Europa.

Sería infructuoso reseñar en detalle su abultada producción teórico-política, pero vale la pena recordar algunos de sus principales materiales y momentos de intervención, para dar cuenta de la importancia que siempre tuvo el estudio y la formación para Marx. No podemos dejar de mencionar las Tesis sobre Feuerbach, temprano borrador de 1845 cuya extensión es inversamente proporcional a su densidad filosófica y política, en la medida en que condensa en unos pocos párrafos una caracterización profundamente revolucionaria respecto del conocimiento de la realidad, y postula como criterio de verdad a la praxis, la cual presupone una unidad indisoluble entre reflexión y acción, así como el papel activo y dinámico que tienen los sujetos tanto en la comprensión como -sobre todo- en la transformación del mundo. A su vez, textos pedagógicos y de amplia difusión popular bajo el formato de folletos, como Trabajo asalariado y capital o Salario, precio y ganancia, son en realidad conferencias que fueron pensadas para el esclarecimiento teórico y la batalla política, en el seno de las organizaciones de base de trabajadores y activistas que el propio Marx frecuentaba. Su obsesión por lograr que la clase obrera pudiese acceder a los sucesivos tomos de El Capital a través de su desdoblamiento en fascículos sueltos divulgados a precios populares -tal como deja traslucir en más de una carta intercambiada con Engels y con su editor- tiene la misma vocación formativa.

Asimismo, dentro de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), una de las propuestas que supo impulsar fue la de una investigación “de la situación de la clase obrera en todos los países, llevada a cabo por la clase obrera misma”, donde uno de los puntos más relevantes era la educación del proletariado en términos mentales, físicos y tecnológicos, es decir, desde una perspectiva integral.Sumamente entusiasmado por concretar esta propuesta redactada en 1866 (no casualmente, escasos meses antes de que salga a la calle la primera parte de El Capital), Marx expresará que “al iniciar tan gran obra, los obreros mostrarán que son capaces de tomar sus destinos en sus propias manos”. En efecto, poco tiempo atrás, en ocasión del nacimiento de la Asociación Internacional de los Trabajadores, ya había escrito en su Manifiesto Inaugural que “la clase obrera posee un elemento de triunfo: el número. Pero el número no pesa en la balanza si no está unido por la asociación y guiado por el saber”.

No está de más recordar que otro texto imperecedero de Marx, publicado luego bajo el título de La guerra civil en Francia, fue en rigor un documento político redactado por él a pedido del Consejo General de la AIT (de hecho, sus integrantes fueron quienes firmaron como “autores” colectivos la primera edición de este material), con el propósito de brindar una lectura desde el punto de vista de la clase trabajadora, acerca de los sucesos ocurridos en París durante la instauración de la Comuna entre marzo y mayo de 1871, a tal punto que las diversas ediciones en inglés y en otras lenguas -por lo general como folleto- fueron vendidas entre los obreros a precios reducidos y se agotaron rápidamente. Es interesante destacar que el interrogante teórico-práctico que obsesionó a Marx durante casi dos décadas (¿con qué sustituir al Estado burgués tras la conquista y destrucción del poder político a través de una revolución?), no pudo ser respondido por él en términos intelectuales o eruditos, sino que fueron las y los desposeídos parisinos que osaron “tomar el cielo por asalto”, quienes resolvieron este enigma y le enseñaron a Marx -a partir de su experiencia colectiva y sin receta alguna- la forma política “al fin descubierta” que debía asumir el autogobierno popular luego de la desarticulación del poder estatal y capitalista.

Ya en su última década de vida, además de insistir en la necesidad de entender y analizar a las sociedades a partir del principio epistemológico de la totalidad (que implica concebir al capitalismo como un sistema, no disociando por tanto, salvo en términos estrictamente analíticos, las diferentes y complementarias relaciones de opresión, dominio y resistencia que lo constituyen como tal), Marx confrontará con aquellas corrientes que, como la liderada por Lasalle en Alemania, pregonaban la posibilidad de construir el socialismo de manera gradualista y desde el Estado. Conocido como “Crítica al Programa de Gotha”, este manuscrito póstumo redactado en 1875 cuestiona de manera radical los núcleos principales de un programa político que, elaborado en el marco de la unificación de las dos principales organizaciones obreras alemanas, se encontraba en las antípodas de su concepción revolucionaria. Frente a la sugerencia de los lasalleanos de subsumir toda propuesta de trabajo cooperativo y de educación popular a la lógica estatal, Marx responderá indignado: “Eso de ‘educación popular a cargo del Estado’ es absolutamente inadmisible. ¡Una cosa es determinar, por medio de una ley general, los recursos de las escuelas públicas, las condiciones de capacidad del personal docente, las materias de enseñanza, etc., velar por el cumplimiento de estas prescripciones legales mediante inspectores del Estado (…) y otra cosa, completamente distinta, es nombrar al Estado educador del pueblo! (…) es, por el contrario, el Estado el que debe recibir del pueblo una educación muy severa”.

Unos años más tarde, retomará con mayor fuerza aquella vocación por la formación, el estudio y la investigación militante, a través del diseño y la difusión de una “encuesta obrera”, que tenía por propósito el indagar en la situación de explotación que padecía la clase trabajadora europea, pero también conocer sus condiciones de vida y reproducción más allá de la fábrica, así como sus formas organizativas y sus repertorios de lucha. Elaborada en 1880 para que sean los propios trabajadores quienes la implementen en sus ámbitos laborales, llegó a contemplar más de 100 preguntas, la mayoría de las cuales eran interrogantes “generadores”, que buscaban fomentar, a partir de su lectura y el debate colectivo que disparaban, un proceso de desnaturalización y cuestionamiento de la situación padecida, en paralelo a la autoconsciencia por parte de los obreros mismos, de su potencialidad como clase revolucionaria y con intereses antagónicos a los de la burguesía.

Este viejo Marx se encargará incluso de fustigar, junto con Engels, a la dirigencia socialdemócrata alemana que por aquel entonces ya dejaba traslucir su tendencia a la burocratización y comenzaba a denostar la capacidad de las y los trabajadores de liberarse del yugo capitalista sin tutela alguna. En una extensa y premonitoria carta, denunciarán a quienes consideran que “la clase obrera es incapaz de conquistar por sí misma su propia emancipación” y consideran que “para lograrla debe ponerse bajo la dirección del burgueses ‘cultos y pudientes’, los únicos que poseen el ‘tiempo y las oportunidades’ para informarse de lo que es bueno para los obreros”. A contrapelo de esta concepción paternalista y vertical, dirán: “Cuando se constituyó la Internacional, formulamos expresamente el grito de combate: el emancipación de la clase obrera debe ser obra de la clase obrera misma. Por ello no podemos colaborar con personas que dicen que los obreros son demasiado incultos para emanciparse por su cuenta y que deben ser libertados de arriba por los burgueses y pequeños burgueses filántropos”

El 14 de marzo de 1883 su vida se apagará definitivamente. A partir de ese momento, las querellas e interpretaciones en torno a su legado y herencia serán una constante en el seno de las izquierdas (e incluso por fuera de ellas). Quizás previéndolo, el viejo Marx supo responder de manera irónica: “lo único que sé es que no soy marxista”. Sabias palabras éstas frente a quienes pretendían hacer de su pensamiento y su praxis revolucionaria un nuevo dogma al margen de todo tiempo y espacio.

Por ello lo fundamental es no vislumbrar a Marx ni al sin fin de grandes revolucionarios/as (desde Lenin y Gramsci a Rosa Luxemburgo, de Mariátegui y Amilcar Cabral al Che Guevara) como iluminados/as y sabelotodos/as que esclarecieron y guiaron a organizaciones y pueblos “ignorantes”, carentes de conciencia por sí mismos/as y meros/as ejecutantes de una estrategia que les era incorporada “desde afuera”. Si bien en todos los casos tuvieron un papel destacado en sus respectivos procesos revolucionarios, vale la pena recordar una de las tesis sobre Feuerbach escrita precisamente por el joven Marx, que criticaba aquellas lecturas unidireccionales que olvidan que “el educador a su vez debe ser educado”. De ahí que quizás sea más equilibrado afirmar que fue la praxis colectiva y el devenir histórico-político dentro del cual se situaron con creatividad y audacia en tanto aprendices-sistematizadores/as (o educadores-educandos), lo que les permitió destacarse como dirigentes e intelectuales revolucionarios/as a cada uno/a de ellos/as en los proyectos donde intervinieron.

A pesar de la indudable centralidad que han tenido estos/as referentes del marxismo en impulsar y sostener iniciativas de producción de conocimiento, investigación militante y educación popular liberadora, resulta imprescindible resituar -comenzando por el propio Marx- tanto sus liderazgos como los aportes teórico-prácticos que han generado, en el marco de procesos y sujetos de carácter colectivo, así como en función de una constelación de luchas e iniciativas emancipatorias, que constituyeron las verdaderas escuelas en la que se forjaron como intelectuales orgánicos de los pueblos.

El estancamiento del pensamiento crítico y la dogmatización han sido un peligro constante en los diferentes proyectos revolucionarios encarados por las fuerzas de izquierda, y hoy cobra nuevos bríos como tendencia en la actual coyuntura que vivimos. Acudir nuevamente a autores, corrientes, matrices de análisis e itinerarios de trastocamiento del orden social y político, que en algún contexto u época diferente quizás prosperaron o resultaron viables para caracterizar y transformarotra realidad, se torna una tentación difícil de escamotear y nos ahorra el ejercicio de pensar y actuar con cabeza propia, a partir del estudio riguroso y situado del propio territorio y desde el tiempo histórico que pretendemos revolucionar.

Como es sabido, la historia no se repite salvo como tragedia o como farsa. Por ello, frente al seductor recetario de manuales y esquemas abstractos en estos momentos sombríos donde prima el desconcierto y el desarme teórico, el planteo de Mariátegui de no calcar ni copiarconstituye un faro estratégico, desde ya sin que esta consigna implique partir de cero, pero sí cepillando a contrapelo y asumiendo la necesaria actualización y revitalización crítica de los aportes de Marx.

Ludovico Silva, uno de los intelectuales venezolanos más potentes para formarnos de manera des-manualizada, solía decir que “si los loros fueran marxistas, serían marxistas ortodoxos”. Por cierto, es sobre la base del análisis concreto de nuestra realidad específica -en la que finalmente actuamos e intervenimos a diario- que podemos traducir y (re)elaborar conceptos e ideas, así como construir una estrategia revolucionaria acorde a los desafíos que nos depara nuestro presente. No se trata, en suma, de “aplicar” esquemas o categorías prefabricadas, ni de concebir a la obra de Marx como un sistema acabado o un conjunto de verdades irrefutables, sino de recrear sus presupuestos y basamentos, a partir de su confrontación con la cada vez más compleja realidad en la que estamos inmersos. Pero a no dudarlo: Marx tiene todavía mucho que enseñarnos como “maestro de vida”.

Fuente: http://www.zur.org.uy/content/las-ense%C3%B1anzas-de-marx-educaci%C3%B3n-popular-y-formaci%C3%B3n-pol%C3%ADtica

 

 

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Celebremos ser maestros

Por: Abelardo Carro Navas

Ya de madrugada, con mi Plan de Estudios de la Licenciatura en Educación Secundaria sobre mi escritorio, mi antología a lado de éste, un formato para elaborar mi planeación en la computadora, varias páginas educativas abiertas a través de la internet, y cientos de ideas para estructurar una secuencia didáctica; me quedé pensando si varios maestros y maestras de mi México querido, estarían haciendo lo mismo. La respuesta, aunque parece obvia, me llevo considerar que buena parte de estos docentes, en ese preciso momento, estarían trabajando en algo relacionado con sus materias, sus grupos, sus alumnos.

No podría ser de otra manera, quienes por voluntad propia decidimos dedicarnos a la docencia, tenemos claro que el tiempo que le destinamos a esta noble labor, implica dedicarnos en cuerpo y alma.

¿Qué importan las desveladas, si al ver los rostros de nuestros alumnos llenos de sorpresa por haber descubierto algo nuevo, el sueño desaparece por completo?, ¿qué importa si para el logro de ese propósito, tenemos que poner dinero de nuestro bolsillo porque como es sabido, el dinero que la Secretaría de Educación Pública destina para material didáctico no alcanza?, ¿qué importa si en algunos momentos olvidamos a nuestra familia porque tenemos que atender a esa otra familia educativa que requiere de nuestra atención y apoyo? Si, nada de eso importa. Y no importa porque comprendemos que formar seres humanos va más allá de cuatro paredes y de lo que las autoridades educativas con sus torpes decisiones implementan para nosotros, los maestros.

Se dice que somos paristas, flojos, holgazanes; pero no es cierto. En mis veinte años de servicios he conocido de todo. Maestros y maestras que me han dado la oportunidad de aprender ellos. Porque de todo se aprende.

Jamás podría recriminarle a uno de mis maestros su actuar frente al grupo que estaba conduciendo. Hoy que vivo intensamente la docencia, sé que hay momentos y/o circunstancias por los que pasamos los seres humanos y que éstos, en buena medida, determinan nuestra acción en un aula. ¿Cómo juzgar a alguien sin tener conocimiento de las razones que lo llevan a ser como es en un momento determinado?

A veces, como sociedad – y me incluyo –, olvidamos que el docente es uno más de nosotros, de carne y hueso, con pesares y alegrías, con infortunios y buenos momentos, con malestares y extraordinarios estados de salud; en fin, hombres y mujeres que, como usted o yo, vive su vida de la forma en que así lo considere conveniente.

¿Qué nos da derecho a juzgarlos y someterlos al escrutinio público si todos cometemos errores? Cierto, la subjetividad y las experiencias de vida nos da ese derecho pero, ¿no sería pertinente revisar lo que hemos hecho en el transcurso de nuestra vida antes de emitir un juicio?

Como sabemos, las políticas educativas que emanan de organismos internacionales cambian constantemente, y ahí está el maestro. Fiel a sus principios y convicciones, dando más del cien por ciento, para cumplir con un mero requisito burocrático cuando en su aula, puede suceder lo contrario. Escuchar a un alumno, generar esa empatía, darle un consejo, muchas de las veces, se aleja de los contenidos que los programas establecen.

A veces se nos olvida que somos seres humanos, con virtudes y defectos. Se ha preguntado cuánto sabe un maestro de los problemas que viven los alumnos en su casa, por ejemplo. Y ahí, celosamente, cual guardián de los secretos está el maestro.

Desde mi perspectiva, hay mucho que celebrar el Día del Maestro, quienes nos dedicamos a la docencia, sabemos y comprendemos su significado. En absoluto comparto la idea de detener este festejo porque nuestras autoridades educativas han golpeado al magisterio. Creo, y tengo fundamento, que el grito: ¡felicidades mi maestro!; debe ser claro, preciso, concreto. Esa es la mejor forma de decirle al gobierno: ¡aquí estamos y somos maestros!

Ello, desde luego que trae consigo grandes responsabilidades; no lo niego. Pero para quienes tenemos esa convicción de dar lo mejor de nosotros en nuestra bella profesión, con seguridad será un gran gozo.

Bien se dice que cuando el trabajo se hace por gusto no es trabajo, y es cierto. Mi padre fue el más claro ejemplo de ello. Hombre libre y de buenas costumbres que me ha dejado el mejor legado que pudo haberme dado: mi profesión, mi mayor riqueza.

Si, amo intensa y apasionadamente ser maestro, y por ello en cada día, en cada clase, en cada momento, doy mi mejor esfuerzo para que mis estudiantes aprendan y se lleven algo nuevo.

Celebremos pues ser maestros, porque solo nosotros sabemos el significado que encierran estas letras que, juntas, forman un extraordinario concepto.

Muchas felicidades queridos maestros y maestras de México.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/celebremos-ser-maestros/

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Entrevista a Joan Riart Vendrell: “Los docentes son uno de los colectivos más propensos a tener estrés”

08 mayo 2017/Fuente: Blog Tiching

¿Qué es eso del estrés?
El estrés es una conducta generada por una tensión entre las demandas del entorno y la capacidad de respuesta de la persona. Estas demandas pueden ser desde agresiones a felicitaciones. Crean tensión y la capacidad de respuesta tiene que ser proporcional a la demanda.

¿Y cómo funciona exactamente?
El estrés yo siempre lo he enfocado como una línea de energía. Cuando está muy baja o muy alta, estamos en una zona de distrés, de distorsión. Y en la zona media está lo que se llama eustrés, el estrés bueno, de afrontamiento suficiente, enérgico y estimulante.
Por tanto hay que tener recursos para tener controlada esta línea y que si va ascendiendo la tensión, puedas amortiguarla y controlarla.

¿Hasta qué punto puede tener importancia el estrés en la vida laboral de los docentes?
Tiene muchísima importancia. El mundo laboral docente es uno de los colectivos que tiene propensión a tener más estrés. Por lo tanto, es uno de los sectores a los que hay que mimar especialmente. Hay muchas bajas que, en el fondo, lo que está detrás es el problema del estrés laboral.

¿Y se aborda el tema del estrés en el mundo educativo?
En el mundo educativo hay dos dificultades para abordar este tema. Por un lado, el estrés es percibido como un síntoma de debilidad. Los profesores, de vez en cuando, se enfrentan a situaciones complicadas, y es muy difícil que puedan admitir que uno mismo es débil.

Y la otra grave dificultad es que se interpreta como una falta de habilidad para asumir responsabilidades. Es decir, si yo reconozco que estoy estresado estoy reconociendo que no soy hábil gestionándome a mí mismo, y por tanto, tampoco para asumir responsabilidades.

Podría decirse que la presión que supone el trabajo de profesor es un factor que propicia el estrés, ¿no?
Exactamente. Hay diferentes elementos estresores en el entorno educativo, como son el propio centro o la gestión de las administraciones.

¿Y cuáles son los principales factores que potencian la aparición del estrés?
A nivel objetivo, podríamos decir que hay un triángulo: el alumnado, los padres y los propios colegas.

¿Por qué esos tres?
El alumnado es un núcleo que estresa mucho. Esto ya se sabe. El maestro se siente frente al alumno como un modelo de conducta. Y al sentirse así, tiene una dosis añadida de tensión respecto a lo que está enseñando. El otro foco son los tutores legales de los niños. Cuando el objetivo común, que es la educación del hijo, se pierde, se enfrentan los progenitores con los educadores.

¿Y el tercer elemento?
Son los compañeros educadores, una fuente de estrés alta. Hay una necesidad inconsciente de dominio, de querer ser respetado, etcétera. Entonces ponerse de acuerdo y saber ceder a veces se hace difícil. Este también es otro punto de generación de tensión innecesaria.

¿Ve sensibilizado al colectivo con la importancia de este tema?
El colectivo está relativamente sensibilizado. Se habla a nivel docente de que se está estresado, pero es difícil reconocerlo en uno mismo y siempre se habla con el sentido vulgar de la palabra estrés, que se utiliza como sinónimo de cansancio o tensión. Consideran que tienen tendencia a tener problemas, pero a veces el estrés no se reconoce como la fuente que está en el fondo de todo.

Entonces, ¿sería necesario sensibilizar en torno a los efectos del estrés?
Sí. Creo que la formación del docente sería uno de los puntos clave. Tanto en magisterio como en los masters de capacitación para la docencia, yo pondría el control del estrés como una formación obligatoria, para disponer de recursos para saber afrontarlo.

¿Y cómo cree que pueden los profesores gestionar ese estrés y mitigar sus efectos?
Hay muchos recursos. Unos propios del sujeto y otros más protectores a nivel social.

¿Podría enumerar algunos de esos recursos propios?
Son muchos. Desde la educación nutricional hasta dormir adecuadamente. Además de gestionar bien el tiempo de ocio, saber recuperar las energías que se gastan diariamente, saber gestionar cuerpo y mente, aprender a gestionar las relaciones humanas y esforzarse para ser feliz. De hecho, ¿sabes cuál es la mejor actividad física y mental?

¿Cuál?
El chi kung. Mejor incluso que el tai chi. Son ejercicios muy suaves pero también muy energizantes.

¿Y cómo podrían los centros prevenir la aparición de estrés entre sus trabajadores?
En alguno de los trabajos que hicimos en el GRELDO, uno de los elementos más estresantes para los docentes era la propia dirección del centro educativo, la gestión de su equipo directivo. Esta es una de las piezas claves, y precisamente es uno de los elementos que habría que trabajar.

¿Algún otro elemento a destacar que produzca estrés en los docentes?
Otro punto que recuerdo que se señalaba como estresante era la ineficacia de las reuniones.

¿Cómo puede el estrés docente afectar a la educación emocional del alumnado?
Afecta desde el punto de vista de que el alumno aprende las actitudes de aquel que tiene delante. Es objeto de imitación. Por tanto tiene que ser una persona con una ética muy coherente. Es un trabajo muy importante, para que el alumno se sienta reflejado y haga un aprendizaje también coherente.

Fuente:http://blog.tiching.com/joan-riart-vendrell-docentes-colectivo-propensos-estres/

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Libro: El ajedrez de la docencia: Las TIC, ¿un jaque a los esquemas?

El ajedrez de la docencia: Las TIC, ¿un jaque a los esquemas?

Coordinadores: Sebastián Thüer , Carmiña Verde

Año: 2015
Editor: UniRío
Páginas: 79 páginas
Idioma: español
Desde: 25/01/2017
Tamaño: 1.85 MB
Licencia: CC-BY

Reseña:

Las II Jornadas Institucionales de Tecnología Educativa de la UNRC fueron un proyecto pensado desde el Consejo Asesor de Tecnología Educativa y Educación a Distancia y el equipo de la Coordinación de Educación a Distancia dependientes de Secretaría Académica.

A partir de las conclusiones de las “I Jornadas Institucionales de Tecnología Educativa”, llevadas a cabo en el año 2011, se comienza un recorrido colectivo que nos permitió construir la idea de que los procesos educativos mediados por las tecnologías han iniciado un camino que acompaña al estudiante en su recorrido por las diferentes instancias educativas formales. En este contexto, las inquietudes y dilemas comenzaron a girar en torno a la práctica docente. Nos planteamos, entonces, ¿es necesario que pensemos cuál es el papel del docente universitario en el contexto actual? ¿Es posible que se estén presentando diferentes concepciones acerca de las tecnologías de la información y la comunicación en los docentes universitarios? ¿Los procesos de enseñanza se ven modifcados a partir de la inclusión de estudiantes que pertenecen a una cultura de la imagen?

Estos interrogantes dieron indicios sobre la necesidad de defnir un espacio de reflexión y trabajo para construir acciones que nos acerquen a dar respuestas a los contextos educativos actuales. No se puede continuar haciendo “como si no pasara nada”. Debemos comenzar a defnir dimensiones de análisis para determinar las limitaciones y los alcances de los espacios formales de enseñanza y aprendizaje en estos contextos. Se puede apreciar que, junto al espacio formal de las instituciones universitarias, existen muchos otros espacios de aprendizaje que emergen de la vida cotidiana de los estudiantes. Precisamente, uno de los desafíos educativos de este tiempo es la integración del aprendizaje informal que tiene lugar a lo largo de la vida de las personas en espacios de educación formal que permitan la articulación y el aprovechamiento mutuo.

 

Para descargar: https://openlibra.com/es/book/download/el-ajedrez-de-la-docencia-las-tic-un-jaque-a-los-esquemas

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En marcha programa ‘Colombia Científica’ para fortalecer la investigación y elevar calidad de la educación superior

Colombia/01 de Abril de 2017/es.presidencia.gov.co

Durante la presentación de la iniciativa, el Presidente indicó que se financiarán “ocho programas de investigación por un valor de hasta de 19 mil millones de pesos, cada programa” y dijo que “este año podrán ser beneficiados 95 profesionales: 45 en programas de doctorado y 50 en programas de maestría”.

El Presidente Juan Manuel Santos presentó este viernes el programa ‘Colombia Científica» cuyos objetivos son elevar la calidad de la educación superior, fortalecer la docencia, la investigación y la proyección en el ámbito internacional de las instituciones educativas colombianas.

Durante la presentación de Colombia Educativa, efectuada en la Casa de Nariño, el Jefe del Estado afirmó que se buscará impulsar programas de investigación e innovación que estén de acuerdo con las necesidades del sector productivo.

Explicó que se impulsarán programas de formación e investigación que tengan relación con las “necesidades de nuestro sector productivo” y se impulsará una relación más fluida entre las instituciones de educación superior del país y extranjeras y el sector productivo.

“Esos vasos comunicantes son indispensables para elevar la calidad de la educación y su pertinencia”, señaló el Presidente, quien indicó que en el programa estarán comprometidos los Ministerios de Educación y Comercio, el Icetex y Colciencias.

‘Colombia Científica’ y sus componentes

El Jefe del Estado dijo que el programa ‘Colombia Científica´ tiene dos componentes: El Ecosistema Científico y El Pasaporte a la Ciencia.

Afirmó que El Ecosistema Científico va a contribuir a mejorar las instituciones de educación superior de Colombia, a partir de alianzas con el sector productivo y con los centros de investigación del exterior que impulsen el desarrollo en los ámbitos regional y nacional.

“Serán alianzas conformadas mínimo por dos instituciones de educación superior con acreditación de alta calidad, una institución superior no acreditada, una universidad o centro de investigación de desarrollo tecnológico o innovación internacional y una organización del sector productivo que esté articulada con la alianza”, especificó.

Así mismo, se financiarán por lo menos “ocho programas de investigación por un valor de hasta de 19 mil millones de pesos, cada programa”.

Señaló que los programas deben contribuir al desarrollo sostenible de las regiones en áreas puntuales, como: salud, energía sostenible, bioeconomía, los alimentos y sociedad, ahora que viene el posconflicto, agregó.

Con respecto al segundo componente, El Pasaporte a la Ciencia beneficiará a “los mejores profesionales, los mejores docentes e investigadores del país, con estudios de maestría y doctorados en las mejores universidades del mundo”.

El Presidente afirmó que el compromiso para los favorecidos “es que vuelvan y pongan su conocimiento al servicio de la educación y el progreso de sus compatriotas, permaneciendo en el país por lo menos dos años”.

Igualmente, los beneficiados podrán estudiar en cualquiera de las 500 universidades del ranking de Shanghái o en uno de los 25 centros de investigación de Thomson Reuters, aseveró.

El Mandatario precisó que las personas que cursen esos estudios “recibirán créditos de hasta dos años, condonables en un 50 por ciento, para maestrías, y créditos hasta de cuatro años, condonables en un 80 por ciento, para doctorados”.

“Sus tesis o los resultados de sus investigaciones deberán enfocarse en solucionar las necesidades de nuestras regiones, es decir que sean pertinentes en los temas que ya mencioné”, sostuvo.

Convocatorias este año

El Mandatario también anunció que durante este año serán abiertas dos convocatorias para crear un banco de elegibles para cada uno de los componentes.

“Una convocatoria se inicia hoy y la otra se va a iniciar en el segundo semestre”, señaló el Presidente, quien informó que Colciencias será la entidad responsable de la selección de los proyectos de investigación, de desarrollo e innovación que sean elegibles para el componente del Ecosistema Científico.

Con respecto al componente de Pasaporte a la Ciencia, la entidad responsable será el Icetex y “este año podrán ser beneficiados 95 profesionales: 45 en programas de doctorado y 50 en programas de maestría”.

“Esta es una apuesta importante para mejorar, incrementar el conocimiento científico en todo el país”, consideró el Jefe del Estado.

Puso de presente, finalmente, que hasta hace poco tiempo “soñábamos con el fin de la guerra, hoy es una realidad. No me cabe la menor dudad de que con programas como ‘Colombia Científica’ vamos a hacer realidad ese otro sueño que tenemos y queremos cumplir de ser el país mejor educado de América Latina para el año 2025”.

Fuente: http://es.presidencia.gov.co/noticia/170331-En-marcha-programa-Colombia-Cientifica-para-fortalecer-la-investigacion-y-elevar-calidad-de-la-educacion-superior

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