Veinte películas sobre el profesorado que huyen de los tópicos [1ª parte]

En estas diez primeras se muestran diversos modelos, situaciones y comportamientos docentes.

El catálogo de filmes en que la escuela y la educación es ingente. Todas las culturas las han representado a través del cine al igual que lo han hecho con la literatura para mostrar una realidad más o menos distorsionada y manipulada a tenor de los cánones al uso de toda obra de ficción. Y, dentro de este ámbito, la temática del profesorado es una de las más recurrentes. Eso sí, a pesar de la feminización de la profesión, como ocurre en otros campos, la figura femenina está prácticamente excluida, como lo están los saberes de las mujeres.

¿Cuál es la imagen docente más habitual? Sin duda la del héroe y de víctima, con frecuencia mezcladas en el transcurso del relato. Aunque en algunas filmografías, sobre todo la americana de Hollywood, la heroicidad de la profesión se convierte en un mero espectáculo. Por el contrario, en el otro extremo, como puede ser el caso francés, asistimos a una aproximación más austera y realista. Se mezclan, por tanto, las visiones esquemáticas e idealizadas con las que muestran la complejidad, la autenticidad y toda clase de matices en el ejercicio de la profesión. El cine es un espejo y un generador de modelos, estereotipos, comportamientos, valores, actitudes y prácticas pedagógicas.

Aunque el mosaico de la presencia del profesorado es muy variado, sí existen algunos tópicos recurrentes. Abundan las cintas de institutos en que se enfrenta a una adolescencia conflictiva, rebelde y poco motivada. Las intervenciones suelen ser individuales -raramente colectivas- para gestionar y salir airoso de todo tipo de situaciones complicadas mediante la seducción para salvar a esta adolescencia o, al menos, sacar lo mejor de ella. En este sentido, se pone el énfasis en los métodos de enseñanza transgresores, heterodoxos e innovadores para lograrlo. Estos, por lo general, son incomprendidos y producen enfrentamientos con la dirección del centro y buena parte de colegas. Se pretende reflejar la imagen del profesor ideal, honesto, comprometido y que se la juega hasta bordear los límites institucionales, desafiando su poder y el de otros poderes fácticos. Asimismo, sale a relucir la pasión del oficio, que se ejerce con honestidad y con sentido de la justicia, tratando de romper la rigidez de los esquemas y metodologías tradicionales. ¿Hasta qué punto son innovadores los modelos representados y en qué medida contribuyen a la formación de una futura ciudadanía libre, crítica y solidaria? Dejamos este y otros interrogantes para el debate que puede suscitar cada una de estas veinte películas.

La selección resulta complicada por razones obvias. Básicamente, he seguido cuatro criterios. A) La inclusión de diversos modelos y situaciones docentes. B) La presencia de cintas de diversos países. C) La posibilidad de generar debates educativos enriquecedores entre estudiantes y docentes, en el seno de cualquier institución o colectivo educativo. Y D), una mínima calidad fílmica -algunas alcanzan la máxima-  avalada por la crítica y el público.

1. Camino de la vida, Nikolai Ekk. Unión Soviética, 1931.

Este film, uno de los primeros del cine sonoro, se inspira en la obra del A. S. Makarenko, plasmada en Poema pedagógico y Banderas en las torres”, donde este educador cuenta la labor desarrollada con jóvenes difíciles de la calle, abandonados por el régimen zarista, en los primeros compases de la revolución soviética de 1917.  Estos viven en colonias o comunas, donde un disciplinado trabajo productivo -uno de los ejes de la educación marxista-, centrado en la construcción de una vía férrea, los forma para la nueva sociedad comunista. Se trata de uno de los pedagogos marxistas más interesantes, y reconocidos, que se inspira en Gorki -“Él nos llenó de odio y de pasión”-,  y que ha tenido cierta influencia en el ámbito de la educación formal.

2. El profe, Miguel M.Delgado. México, 1970.

Mario Moreno (Cantinflas) representa a un maestro con gran vocación e ingenuidad al que le encargan ocuparse de la escuela de un pueblo ante la resistencia del cacique que, celoso de sus privilegios, no quiere que los hijos de los peones reciban instrucción. El film cuenta las vicisitudes de este profesor de educación primaria para motivar a su alumnado mediante una mezcla de métodos tradicionales, modernos y originales, y para seguir enseñando en condiciones harto precarias cuando es desalojado de la escuela. Bajo un registro de comedia musical entretenida, al estilo del popular actor, se pone de relieve el poder del caciquismo, una de las lacras sociales del medio rural, para impedir la escolarización de toda la población.

3. Half Nelson, Ryan Fleck. Estados Unidos, 2006.

Un relato de la doble vida de un joven profesor de instituto de una zona pobre de Brooklyn: muy dinámico, creativo, innovador y con una excelente relación con sus alumnos, en contraste con su vida privada, enganchado a las drogas y autodestructiva, donde pide ayuda a gritos y a la vez la rechaza. Una historia de soledad y de mutuo apoyo con una de sus estudiantes más problemáticas, con quien inicia una relación justo cuando esta le sorprende en plena actividad adictiva al término de la clase, sin derivar en los manidos enamoramientos profesor-alumna, tan habituales en este género. El cruce de ambos escenarios -público y privado- plantea interesantes dilemas sobre el comportamiento ético docente.

4. Hoy empieza todo, Bertrand Tavernier. Francia, 1999.

El director de una escuela infantil de un barrio marginal del norte de Francia, azotado por la crisis y con un alto índice de paro, tiene que afrontar las problemáticas sociales de varias familias, con casos de alcoholismo, dificultades económicas para pagar la cuota y semiabandono de sus hijos. Ante la falta de respuestas por parte de los servicios sociales y la administración educativa tiene que arremangarse y asumir roles y funciones que sobre el papel no le corresponden. Pero los asume contra viento y marea, solidarizándose con la situación que sufre esta infancia y sus familias. El film, inspirándose en hechos reales, muestra la coherencia personal y profesional de un maestro que apuesta por la inclusión escolar, por una educación renovada y con sentido, por la participación de padres y madres en el centro y por unos vínculos más estrechos con la comunidad. Impagables las secuencias de la conversación con el inspector. Una crítica lúcida e incisiva al mito del Estado del Bienestar

5. La clase. Laurent Cantet. Francia, 2006.

Se basa en el exitoso libro Entre los Muros, del profesor de secundaria F. Bégadeau, que se interpreta a sí mismo en esta película a medio camino entre la ficción y el documental. Un relato realista sin concesiones de lo que ocurre dentro de las paredes del aula durante un curso escolar, fiel reflejo de lo que sucede fuera de sus muros, en un barrio multicultural de la periferia de París. Se muestran las tensiones, porque el profesor acepta el cuerpo a cuerpo con el alumnado al que trata en pie de igualdad; los conflictos -algunos graves- y los diálogos intensos; y por parte de Bégadeau, se alterna el desaliento y la frustración, con el entusiasmo y la esperanza. Porque, como todo ser humano,  muestra sus dudas, comete errores y es tan vulnerable como sus alumnos. Algunos de estos dicen que no aprenden nada mientras otros consiguen salir adelante, puesto que, a pesar de las condiciones familiares y sociales adversas, tiene confianza en las posibilidades de su alumnado. Un film mayúsculo, que obtuvo la Palma de Oro en el festival de Cannes y que tiene la virtud de poner sobre la mesa algunas de las miserias y contradicciones más llamativas del sistema educativo anclado en el pasado, con todos sus matices y complejidades.

6. La historia oficial. Luis Puenzo. Argentina, 1985.

Son años duros y oscuros, los últimos de la dictadura argentina. Una profesora de Historia de familia acomodada y defensora del discurso oficial polemiza con uno de sus estudiantes acerca de quién escribe la historia -“la escriben los asesinos”, lanza este-,  y sobre la validez de las fuentes orales y escritas. Pero su vida da un vuelco cuando, debido a diversas circunstancias personales, descubre que su hija adoptiva es hija de una de las víctimas de la represión militar argentina. A partir de ahí se quita la venda de los ojos y asume un compromiso intelectual y político frente a la dictadura. Una lúcida reflexión sobre la memoria histórica y sobre la imbricación entre vida privada y profesional.

7. La lengua de las mariposas. José Luis Cuerda. España, 1999.

Durante los años treinta de II República, considerada la edad de oro de la renovación pedagógica española, en la escuela de una aldea gallega, un maestro, Don Gregorio, introduce la metodología innovadora de la Institución Libre de la Enseñanza: paseos por la naturaleza, relación de cercanía con el alumnado, amor por la lectura y confianza en la educación como palanca para afianzar los valores de la ciudadanía democrática. Se establece un vínculo muy estrecho con Moncho, uno de sus alumnos de ocho años. Pero cuando llega el alzamiento franquista del 18 de julio, y el maestro es detenido, este vínculo se rompe. La película es un homenaje al magisterio republicano y una denuncia contra la severa represión que se ejerció contra él, con múltiples asesinatos, encarcelamientos, exilios y depuraciones.

8. La ola. Denis Gansel, Alemania. 2008.

La película se basa en un hecho real ocurrido en un instituto de California, donde uno de sus profesores llevó a cabo un experimento, la Tercera Ola, instituyendo un régimen de extrema disciplina y sospecha que terminó dramáticamente. En este caso el experimento se ficciona en el contexto alemán donde al profesor de instituto, con un gran poder de seducción y manipulación, explica cuál es el funcionamiento de un régimen autoritario y cómo la clase puede emularlo. A partir de ahí se van estableciendo todos sus rituales, sentido de comunidad y normas disciplinarias y sancionadoras, convirtiéndose en un movimiento real: LA OLA. Al tercer día, el alumnado comienza a amenazarse entre sí. Estalla la violencia y el experimento se descontrola. El director bucea en su historia familiar en el contexto de la Alemania nazi y en una entrevista, tras la proyección del film, lanza las siguientes preguntas: “¿Cómo se nos podría engañar de nuevo hoy? ¿Cómo podría funcionar hoy el fascismo? ¿Sería posible? ¿Podría suceder aquí y ahora en una escuela normal?”. Un film de rabiosa actualidad debido al creciente ascenso del fascismo en varios países; y sobre el poder de adoctrinamiento y manipulación sobre los jóvenes. Y no tan jóvenes.

9. Semilla de maldad. Richard Brooks. Estados Unidos, 1955.

“¿Tiene usted domadas a estas fieras?”. Con esta pregunta un colega se dirige al profesor protagonista, un exsoldado que, con un perfil muy vocacional, busca la manera de comprender y acercarse a los jóvenes de un instituto del conflictivo barrio neoyorkino del Bronx, para reinsertarlos en el sistema educativo. No a todos, pero sií, al menos, a aquellos que considera que tienen más posibilidades. Para ello establece relaciones de complicidad con su alumnado por medio de diversas estrategias novedosas para despertar su curiosidad, captar su atención y controlar el aula. Su actitud transcurre entre el pesimismo y la esperanza en un entorno complicado: porque tiene que afrontar conductas violentas por parte de algunos alumnos, así como la incomprensión de la dirección y otros docentes, obsesionados únicamente por el control y la mano dura, donde rezuman los prejuicios racistas y el discurso de la reproducción de la exclusión social. El film se basa en una novela en la que el autor narra su propia experiencia como profesor. Un comité del Senado de EEUU decidió que la cinta era perjudicial para la juventud y su embajador en Italia evitó que se presentara en la Mostra de Venecia.

10.The history boys, Nicholas Hytner. Reino Unido, 2006.

La acción se sitúa en una pequeña escuela pública inglesa -todo un privilegio, pues en el aula sólo hay nueve alumnos- que les prepara para alcanzar el gran sueño británico de ser admitidos en una de las dos legendarias universidades: Oxford y Cambridge. Dos profesores con actitudes o métodos contrapuestos -unos más rompedores y heterodoxos y otros más convencionales- pugnan por influir y ganarse la confianza de estos alumnos. Muy ilustrativo el debate en torno al Holocausto con el cruce de posiciones entre ambos. En esta historia, emotiva, inteligente y divertida, se habla de cultura y de libros, de poesía y de poetas, del cine de antes, de la música popular, del placer de jugar y el afán de saber. En cierta manera es un homenaje al largo viaje del conocimiento. Este film se inspira en el texto teatral de Alan Bennett.

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“La historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe”

España / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: La Gaceta

“No podemos hacer un mundo para unos pocos privilegiados”, dice el español Miguel Guerra.

Pasó por Tucumán hace unos días para disertar en el Congreso de Psicología; luego partió a San Luis, donde expuso ante los docentes. El miércoles estuvo en Mendoza y ayer volvió a la provincia, en un periplo que jamás olvidará, dice sonriente Miguel Santos Guerra. El profesor titular de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga es uno de los invitados al Congreso de Educación.

“Enhorabuena a quienes se preocupan por la educación, pero no cuando hay un conflicto o un problema, que suele ser cabecera de titulares. En este momento vamos a pensar y a hablar de la importancia que tiene la educación, porque eso es verdaderamente importante para un país -afirmó, minutos antes de empezar su disertación-. Yo digo que la historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe”.

– Su disertación se tituló “Educar en tiempos revueltos”, ¿qué significa ese título?

– Lo primero que planteo es que se debe distinguir educación de simple instrucción, porque si aprendemos muchas cosas en las escuelas y en las universidades y las utilizamos para engañar, explotar, dominar mejor al prójimo, pues más nos valdría cerrar las instituciones. Fueron médicos muy bien preparados, enfermeras muy bien capacitadas en su oficio, los profesionales que diseñaron las cámaras de gas en la Segunda Guerra Mundial; es decir que sabían mucho. Pero sus víctimas lamentaron lo que ellos habían aprendido, de modo que educación no es mera instrucción, mera acumulación de conocimientos; tampoco es una buena socialización; es decir de llegar al éxito, al trabajo, porque no todo es bueno en las culturas y hace falta discernir qué es bueno y qué es malo y adherirse a lo bueno.

– Entonces, a su entender ¿qué es la educación, cómo la define?     

– Educación es intrínsecamente un proceso ético; es decir aprender a convivir en la solidaridad, en la compasión y en el respeto; y es un proceso intelectual que nos ayuda a entender el mundo, a saber cuáles son las causas y los efectos. No podemos hacer un mundo para unos poquitos privilegiados, aquí debemos caber todos y la educación es el camino para conseguirlo.

– ¿Qué modelos presenta actualmente el sistema educativo, cuando usted habla de tiempos revueltos?

– No es fácil la tarea, porque la sociedad propone modelos por la vía de la seducción: el que tiene mucho dinero, el que tiene mucho poder, el que tiene mucha fama, frente a los modelos que presenta la educación por la vía de la argumentación; es la persona respetuosa de la dignidad del ser humano, es la persona solidaria… Y estos modelos chocan muchas veces; de modo que cuando le dices a un joven ¿tú, cómo quién quieres ser?, te responde con el nombre de un gran futbolista o de un cantante que ha adquirido prestigio, fama, dinero y él piensa que lo ha hecho de forma fácil. Además son tiempos revueltos porque la cultura neoliberal en la que estamos inmersos contradice casi todos los presupuestos de la educación. Lo que dice es individualismo, cada uno a lo suyo, competitividad, ganar a los otros, relativismo moral, vale todo para conseguir lo que se pretende; es decir que el caldo de cultivo donde nos movemos no favorece los ejes de la educación. Les digo a los profesores que es más fácil dejarse llevar por la corriente, y les digo también que sólo a los peces muertos los arrastra la corriente. La institución educativa tiene que ser contra hegemónica y el personal de la educación tiene que ser contra hegemónico; es decir tiene que ir contra la corriente. La educación parte de la base de que el ser humano puede mejorar, aprender y desde ese punto todo es posible. Si esto se niega se niega también la esencia de la educación.

Fuente de la Entrevista:

http://www.lagaceta.com.ar/nota/744663/actualidad/historia-humanidad-larga-carrera-entre-educacion-catastrofe.html

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