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Malawi lleva a África más cerca del uso completo de drones

Redacción: Allafrica

la apertura de la primera academia de este tipo en África, que comenzó a operar en Malawi, es un paso importante hacia el uso de drones en programas y servicios que impactarán las vidas de niños y jóvenes.

La histórica Academia Africana de Drones y Datos (ADDA) abrió en la capital, Lilongwe, esta semana.

Se basa en el trabajo del primer corredor humanitario de África lanzado en el país del sur de África en 2017.

La academia desarrollará experiencia en el uso de drones con fines humanitarios, de desarrollo y comerciales en todo el continente a través de un curso de 12 semanas.

Planea capacitar a unos 150 estudiantes para construir y pilotar aviones no tripulados para 2021. La financiación de los socios de UNICEF proporcionará matrícula gratuita a la primera cohorte de 26 estudiantes de toda África.

Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), dijo que ADDA sería fundamental para equipar a los jóvenes con las habilidades que necesitaban para utilizar la tecnología en beneficio de los niños y sus comunidades.

«La ejecución de programas humanitarios y de desarrollo en África y más allá puede beneficiarse significativamente de la aplicación de la tecnología de drones», agregó.

El plan de estudios de ADDA se ha desarrollado en colaboración con el Instituto Politécnico de Virginia y la Universidad Estatal (Virginia Tech).

Esto sigue a su exitosa entrega de talleres de capacitación en Malawi desde 2017.

El curso combinará metodologías teóricas y prácticas en la fabricación, prueba y vuelo de drones.

Kevin Kochersberger, profesor asociado de Virginia Tech, quien dirigirá el proyecto, dijo que ADDA reflejó el compromiso continuo de Virginia Tech con la aplicación innovadora de tecnología y educación de drones en Malawi y la región africana.

«La academia brindará a los graduados las habilidades necesarias para trabajos que utilizan aplicaciones de drones que van desde la agricultura y la salud hasta el monitoreo de recursos naturales», dijo Kochersberger.

ADDA está programada para 2022 para ejecutar un programa de maestría de dos años sin costo de matrícula en tecnología de drones.

Esto se realizará en conjunto con la Universidad de Ciencia y Tecnología de Malawi (DEBE).

Se anticipa que esto también ofrecería un plan de estudios que desarrollará la capacidad local y un ecosistema favorable para el surgimiento de modelos comerciales sostenibles para el uso de drones para misiones humanitarias y de desarrollo.

James Chakwera, Director del Departamento de Aviación Civil de Malawi, dijo que el gobierno creía firmemente que la adopción de tecnologías modernas como drones y técnicas avanzadas de análisis y gestión de datos ayudaría a servir mejor a los niños del país.

«Estamos orgullosos de asociarnos con UNICEF en un esfuerzo tan emocionante», dijo Chakwera.

Fuente: https://allafrica.com/stories/202001210468.html

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La primera escuela de drones en África

África/Malawi/23 Enero 2020/elpais.com

Abrirá en Malawi, de la mano de Unicef y el Instituto Virginia Tech, y quiere ampliar la experiencia en el continente en el uso de esta nueva tecnología con fines humanitarios

En 2021, los drones serán habituales en los cielos africanos. La primera Academia Africana de Drones y Datos (ADDA, en sus siglas en inglés) abrió sus puertas el pasado 13 de enero en Lilongwe (Malawi). La iniciativa busca promover el uso de esta nueva tecnología en programas que impactarán de forma positiva en las vidas de niños y jóvenes. «Los servicios humanitarios y para el desarrollo en África y otros lugares pueden beneficiarse significativamente de su aplicación», aseguró Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef. «La ADDA será fundamental para equipar a los jóvenes con las habilidades que necesitan para utilizarla en beneficio propio y de sus comunidades».

En 2016 se inició el primer corredor humanitario de África lanzado en Malawi para reducir el tiempo que se necesita para comprobar si los bebés que viven en zonas rurales están contagiados del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Y para seguir este impulso, la academia ampliará la experiencia en el uso de aviones no tripulados con fines humanitarios, para el desarrollo y comerciales en todo el continente a través de un curso de 12 semanas. Desde que se pusiera en marcha esta experiencia, esta nueva tecnología se ha utilizado para la entrega de suministros médicos, control de cultivos, mapeo del virus del cólera, así como la integración de drones en la respuesta y monitoreo nacional de desastres.

Los primeros estudiantes y profesores de la Academia Africana de Drones y Datos en la presentación del proyecto en Malawi.
Los primeros estudiantes y profesores de la Academia Africana de Drones y Datos en la presentación del proyecto en Malawi. UNICEF

Alrededor de 150 estudiantes recibirán formación para construir y pilotar drones en 2021, de los que 26 estudiantes de toda África se beneficiarán de una beca para sus estudios gracias a los fondos donados por aliados de Unicef. Una de ellas es Anne Nderitu, licenciada en ingeniería aeronaútica de Kenia. «Quiero trasladar el conocimiento que adquiera en este curso y mi formación en drones a proyectos que están ligados al saneamiento de aguas. Me gustaría empoderar a las comunidades urbanas que sufren inundaciones con las imágenes que se puedan recoger de la zona a través de los drones para así tener más información de las condiciones en las que viven y cómo solucionar sus problemas», explica esta estudiante de 25 años, que también ve muy útil esta nueva tecnología para las comunidades nómadas y su acceso a los medicamentos.

El plan de estudios se ha desarrollado en colaboración con el Instituto Politécnico de Virginia y la Universidad Estatal (Virginia Tech), quienes vienen trabajando con éxito desde 2017 en Malawi, en la implementación de talleres de capacitación de este tipo. El curso combinará metodologías teóricas y prácticas en la fabricación, prueba y vuelo de drones.

Para 2022, está previsto que la Academia lleve a cabo una maestría en esta tecnología sin coste de matrícula, junto con la Universidad de Ciencia y Tecnología de Malawi (DEBE), asi como un Plan de Estudios para desarrollar la capacidad local y un ecosistema favorable para el surgimiento de modelos comerciales sostenibles para el uso de drones para misiones humanitarias y para el desarrollo.

«El ADDA refleja nuestro compromiso continuo con la aplicación innovadora de tecnología y educación de drones en Malawi y la región de África», asegura Kevin Kochersberger, profesor asociado de Virginia Tech, quien dirigirá el proyecto. «Brindará a los graduados las habilidades necesarias para desarrollar su actividad laboral utilizando aplicaciones de drones en ámbitos que van desde la agricultura y la salud hasta la supervisión de los recursos naturales».

La clase inaugural ha incluido a 16 estudiantes de Malawi y 10 de toda África. Más de la mitad de los estudiantes son mujeres con títulos universitarios en ciencias, tecnología o ingeniería. La segunda promoción comenzará su formación a mediados de abril de 2020. La convocatoria de solicitudes estará abierta hasta el 26 de enero.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/01/15/planeta_futuro/1579092782_199996.html

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Educación cyber y tecnológica en Israel, una realidad que continúa sorprendiendo

Redacción: Aurora

Imagínense entrar a un estadio cerrado, ambientado de manera futurística, con unas 50 mesas en el centro de la cancha con grupos de estudiantes trabajando. Quienes dirigen el evento son una serie de personajes disfrazados con música de fondo y efectos de luces. Los estudiantes llegan con sus drones y los programan in situ para poder superar los diferentes retos.

En dos salas próximas a la cancha, en paralelo, estudiantes de primaria programan robots para que superen obstáculos, y en la última sala estudiantes se encuentran haciendo ejercicios de matemática en computadoras por grupos.  A esta última sala ya no dejan entrar a más observadores porque en nivel de concentración así lo requiere.

Esta es la final de la competencia anual de Cyber, que va por su quinta edición en Israel. El año pasado participaron más de 300.000 estudiantes de unas 1.900 escuelas en el país, según datos que publicó el Ministerio de Educación Israelí.

Yo no competía, pero la adrenalina de ver a los drones haciendo piruetas y pasando por obstáculos, o ver estudiantes de primaria programando un robot, es casi inexplicable. Mientras que mi cara de asombro me delataba, a mi lado entró un padre con su hijo pequeño, también con sus ojos desorbitados, y le explicó lo que estaba sucediendo. Por su vestimenta era obvio que eran religiosos tradicionalistas. Toda esta escena seria “normal” si en la cancha estaríamos viendo la final del campeonato nacional de basquetbol.

¿Qué dos mensajes me quedan claro en lo que se refiere a la Educación en Cyber en Israel?

En primer lugar, en Israel se está invirtiendo en esta área de la educación, donde siempre hay empleo: según titulares de prensa, el sector tecnológico de Israel enfrenta una escasez de 15.000 trabajadores.

«Es cada vez más claro que el crecimiento requerido no será posible si el suministro de trabajadores tecnológicos del país es inadecuado», dijo Eugene Kandel, director de Start-Up Nation Central. «Las compañías tecnológicas están luchando para encontrar profesionales en tecnología, y muchos ya los encuentran en el exterior”, agregó.

Es también la base de los ingresos nacionales más importantes de Israel luego del Exit (cuando una empresa es absorbida por una empresa más grande y fuerte). Esto ocurrió, por ejemplo, con la compra de Mobileye hace dos años por la empresa Intel.

“Israel se considera la Start-Up Nation, pero el sector de alta tecnología representa solo alrededor del 8% del empleo total. No obstante, este sector es de gran importancia para la economía, ya que representa una cuarta parte de los ingresos del impuesto a la renta de Israel, así como una parte importante del valor agregado de las exportaciones israelíes”, apunta Gilad Brand en su obra “¿Cuánto puede crecer la Start-Up Nation israelí?”.

Por otro lado, en Israel se está cambiando los requerimientos de la “Idishe Mame”. Si en el pasado todos deberíamos aspirar a ser abogados o doctores, en Israel el sueño está cambiando: los jóvenes quieren ser “Hitechist” y hacer un Exit.

Queda claro que no todos trabajarán en este sector, pero el cambio de imaginario colectivo sobre las aspiraciones de los niños y jóvenes no debe ser menospreciado. Por un lado, los nombres de los líderes de este sector no son tan conocidos como jugadores de futbol, pero por lo menos cambian las aspiraciones y eso impactará a nuestra sociedad y economía en el largo plazo.

Todo esto se ve reflejado en una serie de programas que promocionan los estudios tecnológicos, de ingeniería o de ciencias de la computación desde temprana edad.  Hay varios ejemplos que ilustran esta tendencia:

 

    • El pasado ministro de educación, Naftali Bennet, desarrolló un programa de estudios de matemática donde se aumentan los incentivos para que más estudiantes estudien matemática y los resultados sean mejores.

 

    • En primaria y secundaria se incorporó a los planes de estudios programas que enseñan a los alumnos a través de plataformas como CodeMonkey, programación básica tanto para motivarlos como para aprender las lógicas de los idiomas de programación.

 

    • El Dr. Ofer Rimon, Director General Adjunto y Director de Administración de Ciencia y Tecnología viene desarrollando programas donde los estudios de estas áreas cada vez son más variados y más subvencionados, lo que tiene como objetivo aumentar los estudiantes en estas áreas.

 

    • La gran mayoría de las instituciones educativas en Israel cuentan con proyectores en las clases, programas de computadores portátiles y/o tabletas. Varias escuelas tienen proveedores de contenidos digitales, o incluso en ministerio les ofrece de forma gratuita.

 

    • En los niveles de educación media existen los centros de ESHKOL PAIS para estudio de ciencias en niveles altos, con indumentaria de alto nivel y no únicamente en los pequeños laboratorios escolares.

 

    • La competencia nacional de CYBER en las áreas de robótica, matemática y programación.

 

Al parecer el Ministerio de Educación en Israel si está observando de cerca que está pasando en otros sectores de la sociedad que han sido permeados por las nuevas tecnologías. Israel es consiente de que su recurso más importante es el capital humano, y la única forma de seguir desarrollando el país es invertir en el desarrollo de generaciones listas para un futuro incierto, pero donde la tecnología juega un papel clave. Queda pendiente la pregunta de hasta qué punto toda esta inversión se de manera equitativa en las diferentes zonas del país. De todas maneras, queda claro que el sector de hi tech en Israel se convirtió en el pilar de la economía Israelí. Por lo tanto, las inversiones en esta área desde los primeros niveles de la educación hasta el final de la educación obligatoria, es lógica y necesaria.

Fuente: http://www.aurora-israel.co.il/educacion-cyber-y-tecnologica-en-israel-una-realidad-que-continua-sorprendiendo

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Conozca a los colombianos que están transformando el país con sus inventos

Redacción: Pluviometro

Del inventor de un dron que detecta minas antipersona a la creadora de las olimpiadas de robótica y el fundador de una red de emprendedores en liderazgo y servicio, estos compatriotas nos demuestran que lo que hay es talento local.

Según la Dirección para la Acción Integral Contra Minas Antipersona, una de cada cinco víctimas de estos artefactos muere. Lamentablemente Colombia registra 11.566 víctimas, de las cuales 9.279 resultaron heridas y las 2.277 restantes fallecieron. Sin embargo, hay un colombiano nacido en el Urabá antioqueño que tuvo el talento y la imaginación para darle batalla a este mal que nos dejó la guerra.

Rafael Vides desarrolló hace siete años un robot que detecta las minas, con lo que no sólo se pueden prevenir tragedias sino que también se puede hacer mucho más eficiente el desminado de las zonas afectadas por este armamento.

Él hace parte de la nueva temporada de Titanes Caracol, que esta semana tuvo su lanzamiento en Caracol TV presentando a los nominados en la categoría de Tecnología y Conectividad, todos igual de geniales y dignos del reconocimiento.

Porque la conclusión es que en Colombia hay talento e inventiva que merecen ser reconocidos por todos.

¿O qué se puede decir de Mónica Sánchez, creadora de la Fundación Global Arte, Ciencia y Tecnología que se encarga de promover la robótica en las diferentes instituciones educativas del país? Esta ingeniera y su proyecto se han encargado de estimular el talento científico de miles de jóvenes colombianos que incluso han participado en diferentes eventos en Japón, Corea del Sur, México, España y Estados Unidos ocupando puestos de honor y reconocimientos en investigación e innovación.

También está el caso de Hernando Hernández, un optómetra e inventor que lleva ya cuatro patentes geniales, como el simulador de ojo humano que permite que los estudiantes de optometría perfeccionen su profesión. Este barranquillero de 45 años, que ha dedicado más 20 a la optometría, también patentó un sotfware que le indica con una precisión del 100 por ciento al estudiante cuál es el lente que mejor corrige un defecto visual y, para rematar, le dedica tiempo y atención gratuita a los niños en situación de vulnerabilidad del Caribe colombiano.

Y la historia de Daniel Buriticá es tremenda. A través de herramientas como Recojo (Red Colombiana de Jóvenes), que fue la primera red de emprendedores en Colombia, el campamento de verano Bakongo y aplicaciones como RealHero les permite a los voluntarios encontrar áreas dónde aportar y conectar sus talentos con causas reales, generando experiencias de liderazgo y de servicio.

¿O qué decir de Jefferson Castellanos? Este ingeniero desarrolló un lector de billetes, llamado Visual Solution, que facilita el desenvolvimiento de personas ciegas en su cotidianidad, al convertir sus dispositivos móviles en una herramienta que permite conocer la denominación de los billetes que reciben o llevan consigo.

Fuente: https://www.publimetro.co/co/tecnologia/2018/08/28/conozca-los-colombianos-estan-transformando-pais-inventos.html

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El examen más duro del mundo: viaje al pueblo chino donde estudian 16 horas al día

China/09 de Junio de 2018/El Confidencial

Cada año deja imágenes impactantes, como la de los estudiantes de Hubei con catéteres para inyectarse aminoácidos intravenosos. Así se prepara el «gaokao», el examen más duro del mundo

Las calles aledañas al Instituto de Maotanchang están tiznadas por el polvo rosado que dejan las barras de incienso al consumirse. Un grupo de mujeres enciende una mecha, une con serenidad las manos, agacha la cabeza, cierra los ojos y recita unas bendiciones. A solo unos días del “gaokao”, la prueba de acceso a la universidad en China, en este pueblo, célebre por su estricta institución educativa, las madres rezan porque el esfuerzo de estos años haya merecido la pena. Sus hijos llevan recluidos en esta escuela tres años -los que no aprueban a la primera, cuatro-. Estudian 16 horas al día cada día de la semana. Llegó la prueba definitiva.

Cada 7 y 8 de junio, 9,75 millones de estudiantes chinos -el equivalente a toda la población de Finlandia y Croacia juntas- compiten, durante dos días, por una plaza en las mejores universidades del país. Solo unos puntos sentencian quienes acudirán a centros de excelencia y quienes a las mediocres. No es baladí en un país en el que existen 3.000 universidades y solo nueve entre las 200 primeras del ranking de Shanghái.

Para millones de familias chinas conseguir que su hijo estudie una carrera es la única manera de escapar de la pobreza e invierten toda su energía y ahorros para lograrlo. Muchos prueban suerte en Maotanchang.

“Llevamos 13 años preparándonos. He tenido una vida dura pero tengo una buena familia, me han dado educación». Saca el cuaderno y escribe en inglés: “DREAM (sueño)»

El instituto, en un recóndito pueblo en las montañas de Anhui, está ubicado lo bastante lejos de cualquier distracción. Solo un minibús, abarrotado de agricultores y madres, lo conecta con la ciudad más próxima, Lu’an, a 68 kilómetros. Entre el rugido de los camiones, la carretera sortea estanques de loto, huertos, tractores, relucientes invernaderos y encharcados campos de arroz salpicados por espaldas encorvadas de las que asoman sombreros cónicos de caña.

Si en China hay municipios especializados en la fabricación de árboles de Navidad o cremalleras, Maotanchang vive en torno a los 20.000 estudiantes que se preparan para el “gaokao”.

Una hilera humeante de puestos de salchichas, tortitas y verduras aguarda ansiosa los escasos recreos de los alumnos. A las 17:05 exactas, una avalancha de adolescentes exhaustos abandonan la escuela y compran comida. Visten uniforme. Un chándal azul y blanco con unas letras en la espalda que rezan en inglés: I believe it I do it(Lo creo, lo hago). No pueden entretenerse. Apenas tienen 15 minutos.

Tres estudiantes durante la breve pausa para la comida en Maotanchang. (L.G. Ajofrín)
Tres estudiantes durante la breve pausa para la comida en Maotanchang. (L.G. Ajofrín)

“Nos levantamos a las 6, la primera clase es las 7 de la mañana y la última a las 11 de la noche”, admite, tímido, en inglés, un joven de gafas redondas, mientras apura un té helado en una de las cafeterías que han emergido frente al instituto. En la calle principal, hay establecimientos de comida rápida, tiendas de libros de texto, farmacias y puestos de incienso. Uno de sus compañeros dice que cuando pase el examen quiere ver películas, otro dormir, otra comer mucha carne. En las calles colindantes, se apilan pequeños talleres, con maquinas de coser y mujeres, más mujeres.

La mayoría de estudiantes de Maotanchang se traslada al pueblo con su madre. Para costearse la estancia, muchas de ellas trabajan en los talleres de costura. El auge de la escuela ha disparado el precio del alojamiento en el pueblo. Un apartamento minúsculo asciende a los 20.000 yuanes por semestre (unos 450 euros mensuales, lo mismo o más que en algunas de las grandes ciudades chinas). Huafang Chen trabaja en un hotel para financiar los estudios de su hija Weiting Sun, de 19 años. Proceden de Shanghái. Se han mudado al municipio las dos. El padre trabaja en una empresa de construcción en la ciudad. Aprovechan los ratos que tienen juntas los domingos (tres horas) y las noches previas al examen, cuando los estudiantes salen para lanzar linternas al cielo y pedir que les ilumine.

El insólito número de mujeres en este municipio chino también provoca imágenes llamativas. Como por las tardes, cuando decenas de ellas se reúnen en una plaza junto al río, encienden un altavoz a todo volumen y bailan. El “baile de la plaza” (“guǎngchǎng wǔ»), como se conoce al grupo de personas que se reúnen en los parques de China para bailar, aquí congrega a multitudes.

En China, no solo la vida de los jóvenes gira entorno al “gaokao”, también la de sus padres.

Tantas universidades como Starbucks

“Céntrate en el proceso, no en las consecuencias; el proceso se puede cambiar pero las consecuencias no”. Es el consejo que el padre de Zhon Zheng Ting le da a sus hijo de 18 años, a pocos días de una de las pruebas más importante de su vida.

A Zhon le gustaría ser profesor de Química e investigar. “Lo sé desde los 16 años, cuando conocí a una profesora de la que aprendí mucho, no solo de las asignaturas sino de la vida. Ella me aconsejó que estudiara Química”, explica el joven, en un inglés que pronuncia con esmero. Viste camiseta blanca, pantalón de chándal, mochila y un cuaderno para apuntar las palabras que no entiende de la entrevista. De la Química, le apasionan “algunos fenómenos”: “Por ejemplo cuando pones NA (sodio) en agua, es sorprendente”. Dice que en su escuela solo realizan experimentos sencillos “pero sé que hay universidades en las que hacen muchos experimentos, por eso también quiero entrar en una buena”, aclara, sonriente, mientras bebe su cappuccino.

Zhon Zheng estudia de lunes a viernes interno en un instituto de Shanghái. Los domingos los dedica a las Matemáticas. (L.G. Ajofrín)
Zhon Zheng estudia de lunes a viernes interno en un instituto de Shanghái. Los domingos los dedica a las Matemáticas. (L.G. Ajofrín)

La entrevista tienen lugar días antes del examen, en uno de los más de 600 Starbucks de Shanghái. En la tierra del té se abre una cafetería de esta cadena cada 15 horas; ya hay 3.000. Puede servir como indicador económico que en China ya hay la misma colosal cifra de Starbucks que de universidades –abren un nuevo centro cada semana-. Zhon ha elegido este lugar porque se encuentra al lado de la academia extraescolar -conocidas como “Bǔxí bān”- en la que prepara Inglés los sábados. De lunes a viernes, estudia interno en un instituto de Shanghái. Los domingos los dedica a las Matemáticas. Después de la entrevista, le queda otra clase. Cuando no estudia, juega el baloncesto y ve películas.

El examen más estricto del mundo

El “gaokao” examina tres asignaturas obligatorias: Matemáticas, Chino y Lengua extranjera y una optativa de Ciencias o Humanidades. Dura dos días. Puntúa en una escala de 750 puntos. Incluye ejercicios tipo test, completar espacios en blanco y ensayos. En 2017, pidieron a los estudiantes que escribieran un texto de al menos 800 palabras sobre una conversación entre científicos de “cómo hubiera reaccionadoThomas Edison ante el teléfono móvil si apareciera en el siglo XXI?”, recuerda la revista ‘That’s Beijing’.

En el libro de 2018 para preparar Inglés -que hemos adquirido en Maotanchang- hay textos sobre el “Lenguaje corporal”, “El Sentido de humor inglés”, “Los parques”, “Los científicos”, “El Arte”, “Los Poemas” o “Una vida saludable”. Un error en una pregunta puede echar por tierra años de trabajo.

El curso previo al examen es decisivo. Existe mucha presión. Cada año deja imágenes impactantes, como la de los estudiantes del instituto Xiaogan No. 1 de Hubei, que en 2012 subieron a Internet fotos de la clase, con mesas abarrotadas de libros y catéteres para inyectarse aminoácidos intravenosos y recuperar la energía sin perder ni un segundo.

“Llevamos 13 años preparándonos para este examen -continúa Zhong- es muy importante, puede cambiar la vida de mucha gente”. “Si saco una buena nota, entraré en una buena universidad y tendré más oportunidades que otros estudiantes”. Dice que su padre le ha motivado mucho, es conductor. “Hemos tenido una vida dura pero tengo una buena familia, no sé cómo explicarlo…”, titubea. “Me han dado una buena educación. Es suficiente. En definitiva… -saca el cuaderno y escribe en inglés: “DREAM” (sueño)-”.

EDUARD FERNÁNDEZ. PEKÍN

“Europa cree en el talento, China en el trabajo”

“En Occidente se cree en el talento; en China, que cada niño puedo lograrlo con trabajo duro”, sentencia a El Confidencial, la periodista Leonora Chu, autora del libro ‘Little Soldiers’ (Soldaditos), en el que analiza el sistema educativo chino desde su doble perspectiva (Oriente/Occidente), como hija de inmigrantes chinos que ha pasado casi toda su vida en Norteamérica y ahora como madre de un niño nacido en Norteamérica, de padre norteamericano, que ingresa en una escuela pública china, tras mudarse a Shanghái. Insiste en que “sacamos conclusiones demasiado rápidas” sobre un sistema tan grande y complejo: “Si lees los titulares de los periódicos, están muy polarizados: ‘La educación china es terrible’ o ‘la educación china es genial; deberíamos hacer como ellos”, continúa. En China estudian 260 millones de jóvenes y dan clase 15 millones de profesores, según la OCDE.

Paradójicamente, en el año 2000, cuando Chu, su marido y si hijo se mudaron a Shanghái, China debutaba en la evaluación internacional sobre competencias de la OCDE entre niños de 15 años, PISA. Lo hacía representado por Shanghái con sorprendentes resultados y liderando todas las materias: 613 puntos en Matemáticas (el siguiente en la lista, Singapur, obtuvo 573, muy lejos de España con 484 o Estados Unidos, con 481); 580 en Ciencias (el siguiente en las lista, Hong Kong, obtuvo 555 puntos, lejos de los 497 de EEUU y 496 de España) y 570 en habilidad lectora (el siguiente, Hong Kong consiguió 545 y EEUU y España, 498 y 488, respectivamente).

Estudiantes gritan durante una convocatoria antes del gaokao, en un instituto de Anyang, en la provincia china de Henan. (Reuters)
Estudiantes gritan durante una convocatoria antes del gaokao, en un instituto de Anyang, en la provincia china de Henan. (Reuters)

“¿Cree que los rankings que comparan países tan distintos están cambiando la forma en la que entendemos la educación y convirtiéndola en una competición?”, preguntamos a la autora de ‘Little Soldiers’. “No sé si trata tanto de que la OCDE está haciendo esos rankings o de que la gente quiere eso. Ocurre lo mismo con las noticias y periódicos respondiendo a lo que quiere la audiencia. Lo que creo que no ayuda es que la gente use estos rankings para decir qué sistema es mejor, porque si lo analizamos, la realidad es mucho más compleja. Finlandia es un país desarrollado de cinco millones de habitantes, y China es un país en desarrollo, con 1.300 millones de personas, en el que hace 50 o 60 años, cuatro de cada cinco ciudadanos no sabía leer. ¿De verdad puedes compararlos? Creo que estas evaluaciones pueden ofrecer información útil dependiendo de cómo las uses, si lo haces de una manera constructiva”, asegura.

Existen muchos elementos que participan en la realidad educativa: Chu habla del ‘hukou’, el registro de los ciudadanos chinos por el lugar de nacimiento que dificulta que residan, estudien o trabajen en otros sitios, especialmente si han nacido en las zonas rurales. “Si hubiese un equivalente en Estados Unidos, a mí me habrían obligado a los 15 años a mudarme a mi lugar de nacimiento, en Filadelfia, para asistir al instituto, aunque no conociera a nadie en la ciudad”, explica. “Más que eso, los exámenes de acceso varían en contenido dependiendo de dónde se hacen y las universidades adjudican más vacantes a algunas provincias”, añade.

El «gaokao» es la herencia del «jinshi», una especie de oposición imperial. La competencia era feroz pero aprobarlo implicaba entrar a formar parte de la burocracia

En su libro, Chu también se refiere a las graves diferencias entre el campo y la ciudad, a veces con niños que se crían solos porque los padres trabajan en condiciones míseras a kilómetros de distancia (el documental ‘Down from the Mountains’, ganador del World Press Photo de 2018, narra su historia). Se calcula que unos 9 millones de niños de las zonas rurales de China viven solos o al cuidado de otros familiares. O a la feroz competitividad y las muchas horas de estudio, extraescolares y deberes de niños sin infancia son otros de los retos que el vasto sistema educativo chino tiene pendiente.

Dice Chu que “podemos fijarnos en eso y criticarlo o aprender de lo bueno”. En su caso, prefiere lo segundo: “Yo me quedo con que aquí el trabajo duro compensa en clase”. “En Occidente existe una mayor tendencia a creer en los talentos y que esos talentos juegan su papel en las asignaturas académicas; en China, en general, no se cree eso, lo que quiere decir que cada niño que emprende el viaje educativo realmente cree que puede lograrlo con trabajo duro”, aclara. “O el respeto que se tiene por los profesores y por la educación en China; no tiene parangón”.

En cuanto a los retos del sistema educativo chino, Chu admite que “la presión es muy alta, los niños pasan tantas horas estudiando, ese es un hecho, todo el mundo lo sabe, pero cuando tratas de reducir esa presión tienes que buscar otra manera de seleccionar: ¿evaluaciones, cartas de recomendación…?”.

Estudiantes la tarde antes del 'gaokao' en un instituto de Handan, en la provincia de Hebei. (Reuters)
Estudiantes la tarde antes del ‘gaokao’ en un instituto de Handan, en la provincia de Hebei. (Reuters)

El legado de la oposición imperial

Las vidas que giran en torno a un examen, en China no son un fenómeno reciente. El “gaokao” fue instaurado en 1952, se suspendió en 1966 durante la Revolución Cultural -que envió a los jóvenes a las comunas rurales- y se recuperó en 1977. Pero la cultura del examen en esta parte del mundo es milenaria. El profesor Kai-ming Cheng, catedrático de Educación en la Universidad de Hong Kong y anterior decano de Educación, usa el término “culturas palillos” para referirse a todos los países que comparten dos características: comen con palillos y durante siglos se enfrentaron al examen imperial: Corea, China continental, Hong Kong, Japón, Taiwán, Macao y Vietnam.

Hoy, el «gaokao» es, en parte, la herencia del «jinshi», “la madre de todos los exámenes”, como lo denomina la autora de ‘Little Soldiers’, una especie de oposición imperial que existió en China -y después en otros países de Asia oriental- desde el siglo VII d.C hasta comienzos del siglo XX (durante unos 1.300 años) al que cualquier varón, sin importar su origen, se podía presentar. La competencia era feroz pero aprobarlo implicaba entrar a formar parte de la burocracia imperial y cambiar tu destino y el de toda la familia. Aquello hizo calar a fondo la meritocracia pero también asentó la idea de que enseñanza y examen iban de la mano. Chu alude a un refrán popular: “En China se dice que se valora al que ‘chiku’ (come amargo)”.

El día decisivo: exámenes vigilados con drones

Cada 7 y 8 de junio, el «gaokao» se convierte en un evento multitudinario que congrega a millones de padres frente a las puertas de los centros donde se celebra la decisiva prueba. Cada año se perfeccionan las medidas para evitar trampas como el reconocimiento facial y de huellas digitales, drones o dispositivos para bloquear la señal de los teléfonos móvilessegún la agencia Reuters. La suerte está echada… Los resultados se conocerán el 23 de junio.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/mundo/2018-06-07/viaje-al-pueblo-chino-donde-estudian-16-horas-al-dia_1574814/

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México: Drones apoyan educación

América del Norte/México/01 Octubre 2017/Fuente: ntrguadalajara/Autor: Liliana Razo

Con el boom de los drones diversas instituciones educativas, la mayoría de nivel superior, han adoptado esta tecnología en sus investigaciones y programas. En Jalisco lo hacen la Universidad de Guadalajara (UdeG) y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), que ya tienen al menos un proyecto utilizando estos artefactos aéreos.

Este año, el ITESO anunció a Signa Lab que tiene un laboratorio donde utiliza un dron Phantom para realizar vuelos y colaborar en temas como el transporte público y movilidad. Por otro lado, la UdeG informó del uso de éstos en al menos dos programas de investigación: los satélites CanSat para la detección de incendios forestales y un convenio con el Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) para indagar en diversos tópicos.

“Tenemos una taller de satélites Cansat, normalmente se utilizaban globos y ahora drones. Se están desarrollando drones en la industria, en el caso de CUCEI (Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías) que trabajan con temas de agro, sobre todo en temas donde se va a poder detectar la salud de las plantas, las condiciones del suelo, hidratación, PH y con el big data“, dijo el miembro de la Asociación Mexicana de Drones, Alfonso Bravo Martínez.

“Actualmente en el centro de ciencias exactas e ingenierías se está desarrollando un sistema de prevención de incendios forestales con el uso de drones, con una herramienta para obtener datos cuantitativos para detectar con colores cuáles son las zonas más propicias de incendios, en particular en el Bosque La Primavera”, detalló la titular de la Coordinación General Administrativa de la UdeG, doctora Carmen Enedina Rodríguez Armenta.

Mientras que el director del laboratorio Ares, Fabián Ayala, dijo que se cerró un acuerdo de colaboración directo con CUTonalá para proporcionar drones y realizar investigaciones, “la idea es que chavos que están a punto de titular puedan proponer proyectos y el laboratorio pone el apoyo. Hemos hablado de vuelos de drones autónomos, con ala fija, que tengan largo alcance”.

Además, después del México Drone Fest 2017, se acordó la donación de 12 equipos para CUCEI. Más que los equipos, la asociación apoyará con la capacitación de armado y control del aparato y la UdeG será la encargada de comprar las piezas para que al final el centro se quede con ellos.

Ofrecen talleres

A la par, la empresa Drone Project ha ofrecido varios talleres a escuelas jaliscienses como el Colegio Subiré y al centro universitario UTEG, entre otros.

“A inicios de este año finalizamos un proyecto con una escuela que se llama Subiré, en Guadalajara, donde los estudiantes desarrollaron drones y su idea, objetivo, era combatir el bullying. Los estudiantes traen una aplicación donde si detectan algo de bullying, por medio de celular mandan llamar al dron y viene, y a la hora de la salida era estar haciendo vuelos perimetrales buscando cualquier actividad sospechosa. Estuvimos dando los talleres”, detalló el cofundador de la empresa, Edwyn Gómez.

“En el drone fest capacitamos a 10 ingenieros de la Universidad de Guadalajara sobre esta tecnología”
Edwyn Gómez, drone Project

Necesario

Los expertos en drones coincidieron en que estos deben incorporarse cada vez en temas educativos, pero también es necesario que la iniciativa privada le entre al tema de investigaciones educativas y comerciales.

Fuente de la noticia: http://www.ntrguadalajara.com/post.php?id_nota=82647

Fuente de la imagen: http://www.ntrguadalajara.com/evidimg/2017-09-29_10-09-39___8310.pn

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Argentina: Dotarán a las escuelas de drones, minicomputadoras y robótica

América del sur/Argentina/05 Agosto 2017/Fuente: La capital mdp

El Ministerio de Educación de la Nación pondrá en marcha un plan que busca cambiar el paradigma de la educación. Se implementará en 3.000 escuelas en todo el país.

Durante septiembre el Ministerio de Educación de la Nación pondrá en marcha en 3.000 escuelas del país un plan que incluye la incorporación de drones, robótica, minicomputadoras educativas y nuevos contenidos. La iniciativa, única en la región, prevé la introducción de material tecnológico, la capacitación de unos 1.000 facilitadores de todo el país, y la creación de redes de alumnos que faciliten el uso de ese material a los docentes. Promover la alfabetización digital, el desarrollo de competencias y la innovación pedagógica, son algunos de los ejes de Escuelas del Futuro. Así lo explicó a LA CAPITAL María Florencia Ripani, directora Nacional de Innovación Educativa de la cartera educativa nacional.

De paso por Mar del Plata, donde se están capacitando a 300 facilitadores hasta hoy en instalaciones del Hermitage Hotel, Ripani confirmó que la propuesta llegará a algunas escuelas de General Pueyrredon y adelantó que próximamente los establecimientos estarán recibiendo el equipamiento.
“El proyecto apunta a combinar tecnología con innovación pedagógica, busca crear escenarios de aprendizaje que permitan a los alumnos integrarse plenamente en la cultura actual y en la sociedad del futuro”, comentó Ripani. Entonces dijo que en la actualidad lo que está pasando en las escuelas, es que “muchas veces no están ofreciendo a los alumnos aquella tecnología que resulta relevante y fundamental para garantizar que sus aprendizajes los ayuden a insertarse plenamente en la sociedad en toda la diversidad de ámbitos y de tecnologías que hay disponibles”.

Este ambicioso programa demandó a la cartera educativa nacional la concreción de importanción de material de última tecnología, como son las minicomputadoras Rapsberry Pie creadas en Gran Bretaña.
“Justamente lo que busca se busca es proveer a las escuelas con tecnología emergente con un modelo de innovación pedagógica que favorezca un aprendizaje con un rol muy activo por parte del alumno, que apunte al aprendizaje en red, entre pares, y que presente oportunidades para acceder al conocimiento de una manera diferente que sea muy motivadora y significativa”, explicó la directora de Planificación. Esto se realiza bajo dos ejes: los aprendizajes con áreas tradicionales de saber como Matemáticas, Ciencias, Lenguas Extranjeras. Y el de áreas emergentes de conocimiento como son robótica y programación.

Importante inversión

Ripani aseguró que la propuesta “es una apuesta muy fuerte en cuanto a inversión y trabajo”. Asimismo reveló que se comenzó con un concurso internacional que se hizo en base a determinados objetivos de aprendizaje para poder seleccionar la tecnología más relevante a nivel internacional. “Fue un proceso muy complejo que llevó tiempo y recursos y como resultado dio la selección de distintas tecnologías que son las que dan soporte a 12 ejes de implementación que incluyen una variedad de recursos desde drones y robots, minicomputadoras educativas Rapsberry Pie creadas en Gran Bretaña, laboratorios virtuales, plataformas para el aprendizaje de matemática, de inglés, programación”, precisó.Y consideró que la tecnología “es muy innovadora y se presenta con un proyecto de contenidos muy sofisticado”.

Escuelas del Futuro ofrece en el tramo inicial cerca de 200 recursos educativos. Además de la entrega de tecnología, la propuesta incorpora un plan de innovación pedagógica que tiene contenidos ajustados a los Nucleos de Aprendizaje Prioritarios. “Cada plataforma está relacionada con un área de conocimiento, y robótica y programación lo desarrollamos integrado a matemática”, precisó la directora. Todo esto implicó que el Ministerio de Educación produjera contenidos incluso al nivel de secuencias didácticas para trabajar en las clases y también una inversión “muy grande” en la contratación de facilitadores para que puedan acompañar el tramo inicial y de esta manera garantizar que alumnos y docentes “se apropien de estos recursos porque nuestro principal objetivo es que se usen”.

Sobre la puesta en marcha precisó que primero “estamos formando a los facilitadores y nuestro plan de acción prevé formar a aquellas personas que van a ayudar a los docentes, previo a la llegada de la tecnología a las escuelas”. A los más de 300 facilitadores que comenzaron la labor ayer en dependencias del Hermitage Hotel, la semana próxima se sumarán 700 más que realizarán el trabajo en la Ciudad de Buenos Aires. “En una escala casi diría sin precedentes, cada facilitador va a destinar dos horas de reloj por semana con cada grado-año. Esto es un esfuerzo enorme también, entendemos que es muy importante que haya mucho acompañamiento en el inicio para lograr que haya apropiación por parte de los docentes”, comentó la directora.

La propuesta también incluye que haya un rol activo por parte de los alumnos a través del grupo RED que son chicos referentes de educación digital quienes establecerán una relación solidaria con los docentes de manera tal que los ayuden con la parte instrumental de la tecnología. “La idea es que el proyecto tenga cierta configuración en red horizontal. Buscamos también que se promueva el aprendizaje entre pares no sólo dentro de cada grado, sino también que se extienda en la escuela”, precisó la funcionaria a LA CAPITAL.

La Provincia de Buenos Aires tiene cerca de 1.000 escuelas que están impactadas por el proyecto que en total llega a 3.000 en todo el país en su fase inicial de las cuales 1.800 son secundarias y 1.200 primarias. La matrícula total de alumnos beneficiados es cerca de 1.300.000 lo cual representa cerca del 20% de la matrícula de las escuelas de gestión estatal de primaria y secundaria del país. La asignación de escuelas se hizo en base a la matrícula de cada jurisdicción “por eso Buenos Aires tiene tantas”. Toda la implementación se hace en conjunto con las distintas jurisdicciones. “En este caso la Dirección General de Cultura y Educación está haciendo un esfuerzo muy grande ya que subvencionando toda la compra de la tecnología, sino la producción de todos los recursos educativos y la contratación de todos los facilitadores que van a acompañar al proyecto”, concluyó.

Fuente: http://www.lacapitalmdp.com/dotaran-a-las-escuelas-de-drones-minicomputadoras-y-robotica/

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