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Profesora sí, tía no (Prefacio al libro de Paulo Freire)

Ecuador / 11 de noviembre de 2018 / Autor: Rosa María Torres / Fuente: Otra Educación

Cuando, en Junio de 1992, Paulo Freire me pidió escribir el prefacio para un libro suyo (un libro que – según me contaba entusiasmado – se encontraba escribiendo en esos momentos, y cuyo título en portugués sería Professora sim, tia não. Cartas a quem ousa ensinar), me sentí condecorada. No solo por tratarse de un libro de Paulo, sino por tratarse de éste en particular: un libro dirigido a los maestros – y, más específicamente, a las maestras – , no para acusarles sino para defender su identidad y legimitidad como docentes, no para lisonjearles sino para desafiarles, no para bajarles orientaciones sino para dialogar con ellos.

Que Paulo Freire escriba un libro dirigido a los maestros – no a los educadores de adultos que trabajan en la periferia del aparato escolar sino a los educadores de niños que enseñan todos los días en las aulas – y que lo hiciera en estos términos – no apuntándoles con el dedo, ni siquiera solidarizándose con ellos desde afuera, sino interpelándoles desde un «nosotros» en el que Freire se incluye – sorprenderá a muchos, seguidores y opositores. Porque muchos, en uno y otro lado, continúan viendo en Freire el símbolo de la anti-escuela (la crítica a la escuela confundida con su negación), el anti-maestro (la crítica al sistema personificada como crítica al maestro) e inclusive la anti-enseñanza (la confusión entre autoritarismo y autoridad, entre manipulación y ejercicio de la directividad que supone toda relación pedagógica).

Y es que, a menudo, como él mismo sabe y reclama, el Freire circulado en boca en boca y de cita en cita por el mundo es un Freire simplificado, formulizado, estereotipado a partir de un conjunto de nociones fijas – educación bancariaalfabetización, educación de adultosconcientizacióndiálogopalabra generadora – y virtualmente suspendido en los años 60-70, junto con sus dos primeros libros: La educación como práctica de la libertad y la Pedagogía del Oprimido. Muchos admiradores y críticos, dentro de la propia América Latina, desconocen su trayectoria durante los últimos 25 años (¡un cuarto de siglo!): su experiencia de trabajo en Europa y Africa; su reencuentro con el Brasil después del largo exilio; su gestión como Secretario de Educación del Municipio de Sao Paulo entre 1989 y 1991; su prolífica obra, siempre inacabada, traducida a múltiples idiomas y esparcida por todo el mundo; su continuo aprendizaje y su eterna disposición para dejarse sorprender por lo nuevo o lo no percibido con anterioridad.

Me alegra – decía – la posibilidad de prologar este libro no sólo por su autor sino por su interlocutor: los maestros, los grandes relegados de la globalización educativa y de las políticas educativas. En el mismo momento en que declaraciones y acuerdos nacionales e internacionales coinciden en la centralidad de la educación para el desarrollo individual y social, en la urgencia de una transformación educativa profunda que asegure no sólo cantidad sino calidad, y en el papel protagónico de los maestros en dicha transformación y en el logro de dicha calidad, la situación de los maestros ha llegado a «un punto intolerablemente bajo», según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Intolerablemente bajos y malos son los salarios, la calidad de vida, la autoestima, la valoración social, las condiciones de enseñanza, las oportunidades de formación y perfeccionamiento, el reconocimiento y la investigación del problema, y los presupuestos destinados a resolverlo para tornar mínimamente viables los ambiciosos objetivos y metas planteados en el discurso educativo de las últimas décadas. En realidad, la educación que algunos avizoran como la educación del siglo XXI – computadores y aparatos de todo tipo, modalidades a distancia, autodidactismo, enseñanza individualizada, aprendizaje programado, paquetes multimedia – tal parecería no incluir a los maestros y tener reservado para ellos, por el contrario, un proyecto de extinción.

La «cuestión docente» es, en efecto, LA cuestión por excelencia en la problemática educativa de la época. Tema-tabú del cual nadie quiere hablar, tópico que ahuyenta el análisis y el debate, asunto que no parece encajar en ninguna agenda ni presupuesto ni organigrama ni esquema clasificatorio.

Las realidades son contundentes y se expresan a escala mundial: pauperización y proletarización de los maestros, nivel educativo precario de amplios sectores del magisterio en servicio (incluyendo pobres niveles de alfabetismo y educación básica), reducción de la matrícula y bajas expectativas y motivación de los aspirantes al magisterio (ser maestro o maestra como último recurso), ausentismo marcado, abandono de la profesión, creciente incorporación de maestros empíricos o legos, pérdida de identidad y legitimidad social del oficio docente, falta de oportunidades de avance y superación personal, huelgas y paros frecuentes y prolongados, los maestros percibidos como problema (antes que como condición y recurso) y como el obstáculo principal para la renovación y el avance educativos.

También los argumentos se repiten con sorprendente homogeneidad (y son aceptados e internalizados con sorprendente facilidad): no hay dinero para incrementar los salarios; los maestros tienen de todos modos un horario holgado y trabajan poco; los incrementos salariales (y la capacitación misma) no han traído consigo los esperados mejores resultados de aprendizaje de los alumnos; la capacitación en servicio está más al alcance y rinde más que la inversión en formación inicial, aconsejándose en particular las modalidades a distancia; invertir en textos escolares (mejor si autoinstructivos, en tanto minimizan la intervención del docente) y en la capacitación de los maestros en su manejo es más seguro, barato y fácil que intentar la compleja vía de la reforma curricular o la revisión global de las políticas de selección, formación y apoyo docente; una de las maneras de reducir costos (y, eventualmente, incrementar el presupuesto destinado a mejorar las condiciones de los maestros) es aumentar el número de alumnos por aula bajo el entendido de que, desde la perspectiva de los alumnos y de sus rendimientos de aprendizaje, no hace diferencia si el grupo es numeroso o numerosísimo (da lo mismo – nos dicen los economistas del Banco Mundial – 30 que 50 u 80 alumnos en una clase).

No es éste el lugar para discutir la discutible validez de estos argumentos. Lo cierto es que crecientemente se presentan como verdades universales, científicamente fundamentadas en estudios y evaluaciones, y que es sobre estas grandes afirmaciones que vienen diseñándose las grandes políticas y estrategias educativas especialmente en los «países en desarrollo». Políticas y estrategias que portan un determinado proyecto de sociedad, de educación, de alumno y de maestro, y que es preciso desentrañar y discutir. Políticas y estrategias que hablan de protagonismoprofesionalización, autonomía docentes, pero que continúan de hecho profundizando el perfil subordinado y subvalorado del oficio docente, condenando a los maestros a la alienación y a la mediocridad, a ser ciudadanos de segunda, implementadores de currículos y textos, facilitadores de aprendizajes en cuya definición y orientación no participan ni tienen control.

Este es el contexto que hace de este pequeño libro tanto más importante y oportuno.

Cuando la confrontación entre gobiernos y organizaciones magisteriales ha llegado en muchos países a un punto crítico, cuando todos hablan sobre los maestros pero pocos parecen dispuestos a dejar que hablen ellos, alguien tiene que construir un puente para un diálogo de tú a tú, de educador a educador. Quién mejor que Paulo Freire -persona y símbolo, colega y autoridad- para hacerlo. El Freire maestro dialoga aquí con otros maestros, sin intermediarios, adoptando el lenguaje cercano e informal de la carta, compartiendo sus experiencias personales, ilustrando a través de ellas el derecho que tiene todo maestro y maestra a ser falible y a equivocarse, a ser héroe y ser humano al mismo tiempo.

Cuando lo que prima y tiende a imponerse es una visión estrecha, minimalista e inmediatista de la formación docente – capacitación, entrenamiento, manual, cursillo, taller, métodos, técnicas, recetarios, fórmulas – alguien tiene que resucitar el imperativo de una formación integral, rigurosa y exigente de los educadores; ir al rescate de su inteligencia, su creatividad y su experiencia como materia prima de su proceso educativo; recuperar la unidad entre teoría y práctica como espacio para la reflexión y el perfeccionamiento pedagógicos; volver a los temas fundantes, aquellos sin cuya comprensión y revisión caen en terreno estéril los mejores textos, los métodos y medios más modernos de enseñanza.

Las diez cartas que componen este libro corresponden a diez de esos temas, temas que han acompañado de manera permanente y recurrente la trayectoria, la obra y la búsqueda de Freire: las fundamentales diferencias entre enseñar y aprender, las fuentes (y la aceptación) de la inseguridad y el miedo, la opción por el magisterio, las cualidades del buen educador, el primer día de clases, la relación entre educadores y educandos, la diferencia entre hablar al educando y hablar con él, los vínculos entre identidad cultural y educación así como entre contexto concreto y contexto teórico, el tema crítico de la disciplina.

Centrados en la lucha por las reivindicaciones económicas, los maestros y sus organizaciones han dejado erosionar su propia formación y capacitación permanente como un derecho y como una condición fundamental de su ejercicio y valoración profesionales. En contraste, y en un clima general de cuestionamiento a la unilateralidad y estrechez de las reivindicaciones sindicales, los no-maestros y sus organizaciones izan la consigna de la «(re)valorización» de los maestros, despojándola hasta donde es posible de sus implicaciones económicas (valorización expresada entre otros en salarios y calidad de vida dignos) y sesgándola hacia sus determinantes sociales y afectivos (respeto, legitimidad, reconocimiento, aprecio, gratificación, auto-realización, auto-estima).

En este cruce, Paulo Freire nos ofrece una entrada diferente para tratar ambos temas – (des)profesionalización y (des)valorización – al proponernos reflexionar sobre un hecho tan trivial como significativo: el apelativo de tía que, desde hace algunos años, empezara a sustituir al de profesora o maestra en escuelas, jardines de infantes y guarderías de varios países de América Latina y, en particular, del Brasil.

Al poco tiempo de publicarse este libro en portugués, y hallándome en misión de trabajo en Brasil, me propuse sondear informalmente las percepciones acerca del tía entre directoras y profesoras de escuelas públicas que iba visitando en diversos Estados. Casi todas dijeron sentirse contentas y halagadas con el trato de tíaasociándolo a cariño y confianza por parte de sus alumnos, a mayor proximidad con los padres de familia, a ambiente escolar agradable, distendido, fluido. Mi mención de un libro de Paulo Freire en el que éste ponía en tela de juicio el apelativo tía, acusándolo de contribuir subrepticiamente a deslegitimar y desprofesionalizar el rol docente, causaba por lo general estupor. El estupor que se provoca cuando se tematiza y pone entre signos de interrogación el sentido común, la cotidianeidad, lo dado por obvio, lo que ha pasado ya a formar parte del reino de la ideología. Porque lo cierto es que la palabra tía, portadora de imágenes vinculadas al ámbito de la familia y los afectos, satisface por vías insospechadas la necesidad de la tan ansiada valorización (por parte de los alumnos, los padres, la comunidad), bloqueando la posibilidad de percibir su signo contradictorio, su efecto boomerang sobre la identidad del educador.

Esto es precisamente lo que hace del moderno tía -como del apóstol, el héroe, el jardinero, el guía, el conductor, el ejemplo, la vanguardia y tantos otros símiles con los que se ha ensalzado convencionalmente el ego docente – una trampa mortal. Esa profesora-tía que se siente apreciada y querida, está aceptando que es su sobrenombre de tía el que evoca afecto, no su nombre y su rol propios de profesora, de maestra. Aceptando la candidez de la tía -como el de apóstol o el de sembrador de semillas o el de forjador de juventudes – confunde y adormece, encandila y posterga, y no ha traido de hecho consigo ni mejores salarios ni mayor estatus ni condiciones adecuadas de trabajo ni profesionalización ni perspectiva de futuro. Porque nos recuerda que el apelativo de profesoramaestraeducadora – tiene valor y dignidad por sí mismo, y no necesita ni de símiles grandilocuentes ni de apodos ni de disfraces vergonzantes – facilitadormonitor, coordinadororganizador del aprendizajegestor pedagógico. Porque al desenmascarar a la tía y restituir a la profesora su derecho a dar y recibir afecto en tanto profesora, nos permite reconocer que el amor es parte integral de la calidad tanto del educador como de la educación.

Fuente del Artículo:

https://otra-educacion.blogspot.com/2011/10/profesora-si-tia-no-prefacio-al-libro.html?m=1

ove/mahv/293737

 

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Oiga profe /Pedagogías Decoloniales/Catherine Walsh (Video)

Estados Unidos – Colombia – Ecuador / 28 de octubre de 2018 / Autor: UTV Esmedios UNIMINUTO / Fuente: Youtube

La profesora Catherine Walsh, experta en pedagogías decoloniales nos habla de la necesidad de sacudirnos del peso histórico impuesto por Occidente a través del colonialismo, que, además, hoy se sustenta sobre nuevas formas coloniales a través de la globalización.

 

 

 

Fuente: https://youtu.be/j6FNfOdh7tU

ove/mahv

 

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Ecuador: Consumen droga hasta en las aulas de clases

Ecuador / 14 de octubre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Diario

“Fabricio” empezó a consumir heroína desde los 15 años. La primera vez que lo hizo fue incentivado por sus “amigos” dentro del colegio.

No le costó nada porque se la regalaron, pero luego empezó a comprar la droga conocida como “H”.

Sus padres no se imaginaban lo que estaba haciendo. Empezó a robarles dinero, vender sus ropas con tal de conseguir algo de plata. Se volvió adicto a esta droga.
“Fabricio” estudiaba en  un colegio de Jipijapa de donde fue expulsado porque lo encontraron consumiendo droga junto a otros compañeros. “A la mayoría nos expulsaron. Ahí me cambiaron de colegio, pero no me querían recibir porque tenía problemas con las drogas”, confiesa.
“Patricio” tiene 15 años y a los 13 años empezó a vender “H” dentro del colegio motivado por uno de sus primos. “Como ya conocía a las ‘pintas’ empecé a vender droga”, revela.
La noticia de que vendía esta sustancia se regó dentro de la institución y no fue necesario seguir ofreciendo, pues los propios estudiantes le empezaron a preguntar por la “H”.
Conseguía la droga la conseguía en el cantón Pedro Carbo, provincia de Guayas.
“Fabricio” y “Patricio” (nombres protegidos) están en proceso de rehabilitación, y aseguran que es común ver a estudiantes consumir droga dentro de los colegios e incluso en las aulas de clases.
Ellos ya no lo piensan hacer. Desean ser nuevas personas y continuar con sus estudios, afirman.
Planteles. Según el Ministerio de Educación, en Manabí existen 1.858 unidades educativas. En muchas de ellas han instalado cámaras de seguridad al prevenir este problema.
En instituciones de Paján, Jipijapa, 24 de Mayo, Manta, Portoviejo, Chone, El Carmen, y otros cantones, se han detectado casos de consumo de droga dentro de los planteles.
De acuerdo a datos de la Fiscalía de Manabí, desde enero hasta mayo de este año han receptado 23 denuncias por tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización, que es sancionado por el artículo 220 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
En los últimos cuatro años, 286 casos fueron judicializados por la Fiscalía de Manabí, y en estos delitos se han visto involucrados menores de edad.
Jipijapa aparece como el cantón con mayor incidencia de los menores con 90 casos; seguido de Manta con 73 y Portoviejo con 49 (ver mapa).
Desde el Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) del distrito de Educación de Portoviejo se indicó que por este problema han establecido dos rutas: La de uso y consumo de droga, y la de comercialización y expendio.
En este distrito, cada mes se detectan entre ocho y diez estudiantes consumiendo droga en planteles educativos.
En estos casos se hace una valoración al alumno y su familia. Además, se envía al estudiante al Ministerio de Salud Pública (MSP) para que sea atiendido.
Pero si se detecta que el menor es expendedor, se llama a sus padres y a la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), para que realicen el proceso.
Si la falta es considerado como grave en el marco legal, el estudiante es expulsado por 15 días y también ingresa a un proceso de formación.
“Hay muchos padres de familia que no aceptan la problemática de sus hijos. Allí sí que es un poco difícil, porque nos ha tocado que se remite al estudiante al Ministerio de Salud, pero a las citas no acuden”, menciona una funcionaria del DECE, quien pidió el anonimato.
Docentes. El consumo y expendio de droga dentro de los planteles educativos no es extraño para  los docentes, aunque varios de los consultados por El Diario prefirieron callar.
En el caso de “Alberto”, aceptó hablar bajo ese nombre.
Él ha sido docente en tres instituciones educativas de Portoviejo, y asegura que poco pueden hacer porque se sienten “maniatados”.
“Nosotros sabemos quién consume, quién trae y expende la droga, pero la ley no nos permite requisar las mochilas de los estudiantes”, señala “Alberto”, al afirmar que para ello deben llamar a la Policía y otras entidades, pero no siempre acuden.
Asegura que no se puede controlar el consumo de sustancias debido a que los menores cada vez se las ingenian para hacerlo. “Cómo se puede controlar si un estudiante en la tapa del lapicero puede cargar H”, comenta.
“Alberto” considera que el DECE también está “atado” porque tienen que cumplir con las rutas y protocolos.
“El problema actual en los estudiantes es parte de la familia. Es ahí donde se enseñan valores, en las instituciones educativas se enseñan conocimientos”, señala el docente.
Para él, los propios padres deben revisar las mochilas de sus hijos para constatar si poseen algún tipo de droga.
Paola Dávila, jefa provincial de la Dinapen de Manabí, reconoce que no pueden realizar controles en los planteles mientras no sean solicitados por los rectores o el Ministerio de Educación.
“Cuando se presenta dentro de los colegios (consumo de droga), previo oficio por parte de los rectores de las instituciones educativas a la Dinapen, nosotros realizamos la coordinación directamente con los funcionarios para las capacitaciones al interior del colegio”, menciona Dávila.
Insiste en que no pueden actuar sin que haya una solicitud debido a que ese es el trámite del Ministerio de Educación.
El Diario solicitó una entrevista con la coordinadora zonal de Educación, pero se indicó que estaba de viaje.
Rehabilitación. Ignacio Navarrete, gerente administrativo del centro de rehabilitación para adictos “La Puerta de Al-Ghani” de Portoviejo, recuerda que hasta el 16 de abril del 2016 contaban con un centro de rehabilitación para menores de edad.
“Eran estudiantes y otros que habían dejado de estudiar”, comenta Navarrete, al asegurar que rehabilitar a un adolescente es más fácil que a una persona que ha consumido droga por décadas.
El tratamiento para la rehabilitación de los menores era por seis meses, pero ahora, en su centro ya no los puede acoger porque requiere de una nueva infraestructura.
Navarrete asegura que los requisitos para poseer una clínica de rehabilitación para menores de edad son más exigentes. “Debe tener canchas de fútbol, piscina, lugares para las charlas, audiovisuales, para terapias ocupacionales, farmacia”, menciona, al afirmar que para ello requiere invertir unos 300 mil
dólares.
Cada tratamiento tiene un costo que va desde los 600 hasta los 800 dólares mensuales, indica.
Delia Montero, psicóloga clínica, menciona que muchas veces el problema de los adolescentes inicia con el consumo de alcohol, mientras que en otros casos ingieren marihuana.
“Luego siguen con drogas más duras como cocaína, la heroína, o consumo de medicamentos”, señala la especialista al recordar los casos que ha atendido.
El cambio del comportamiento en los adolescentes, su estado de ánimo, el aislamiento familiar y social, y el bajo rendimiento escolar, son varios de los síntomas que los padres deben identificar, pues en estos casos, sus hijos podrían estar siendo presa de las drogas, alerta la especialista.
Montero mostró su preocupación al atender un paciente que ha consumido la droga LSD, que  “es muy dañina, la persona que consume podría terminar psicótica, perder la razón”, advierte.
Los problemas familiares, la separación de los padres, el maltrato infantil, y la crianza de los menores  con parientes, son varias de las posibles causas para que inicien con el consumo de droga, recalca.
En estos casos, siempre se debe buscar ayuda de un especialista, manifiesta Montero.
Fuente de la Noticia:
http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/479651-consumen-droga-hasta-en-las-aulas-de-clases/
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Ecuador: Volviendo al pasado también en la educación

Ecuador / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Ecuador Inmediato

Denuncian cobros a cambio de cupos o largas filas para obtenerlos, incremento en pensiones sin justificación y obligatoriedad en compra de útiles escolares

Largas filas para conseguir cupos o comprar útiles escolares y uniformes fue la tónica en días previos al inicio de clases en el régimen Sierra – Amazonía 2018 -2019. Y pese a los controles anunciados y a las sanciones conocidas, muchas escuelas particulares incrementaron su pensión sin justificación, o muchos establecimientos fiscales obligaron a los padres de familia a comprar determinados libros y en locales específicos. Esas tan solo son algunas de las denuncias hechas desde varias ciudades exigiendo que sean escuchadas.

Costos sin control

Los costos de pensión y matrícula en las instituciones particulares y fiscomisionales para el inicio de clases en la Sierra y Amazonía son reguladas por el Ministerio de Educación. Es así que cada año, para que las instituciones educativas puedan acceder a incrementos de valores de pensión y matrícula, deben presentar algunos parámetros.

a) Costo Gestión Educativa, que comprende costos relacionados con el desarrollo de la gestión de autoridades y directivos, docencia. También, generación y funcionamiento de ambientes de aprendizaje, tecnologías de información y comunicación para la docencia y acervos bibliográficos.

b) Costos Administrativos, que comprenden costos de mantenimiento de infraestructura de la Institución Educativa, remuneración de personal administrativo.

c) Costos de la provisión para reservas y excedentes.

En función del presupuesto presentado, el sistema asigna un rango a cada establecimiento:

Rango 0, se congelan valores de pensión y matrícula

Rango 1, incremento de 5%.

Rango 2, incremento de 8%.

Rango 3, incremento de 10%.

Pero Danny Recalde, madre de dos hijos, lamentó que en el colegio particular Vigotsky, de Riobamba, la matrícula sea de USD $38.00, pero cobren USD $30.00 adicionales por un sistema administrativo y financiar copias. “¿Quién controla los cobros en las escuelas y colegios de Riobamba? Además, se hacen sin factura o alguna justificación”, se quejó.

Sin embargo, desde esta Unidad Educativa se respondió, por ejemplo, que los cobros corresponden al mejoramiento en los buses de transporte, en los cuales se ha implementado el seguimiento en tiempo real de los trayectos de cada estudiante.

No obstante, según el Ministerio de Educación, el transporte escolar es un servicio opcional, que podrá ser intervenido por el comité de padres para su control.

En Ambato, en cambio, se conoció el caso de la Unidad Educativa Rumiñahui, que cobraría indebidamente USD $11.00 por estudiante para pagar una supuesta donación que realizó el Ministerio del Ambiente a la institución y cantidades de dinero que se entregan a cambio de buenas calificaciones.

Duermen en las calles para educar a sus hijos

También se ha visto a un sinnúmero de padres de familia durmiendo en las afueras de los establecimientos educativos fiscales en la espera de cupos. Quienes han permanecido allí desde horas de la noche del día anterior fueron atendidos a las 10h00.

PolitihacksEcu@PolitihacksE

600 personas @Educacion_Ec
En Riobamba por un cupo para la educación inicial, tienen que hacer cola y guardar puestos para acceder a la educación pública

Cada día atienden a 50 personas
El trámite demora días
La gente está indignada.
👏Gracias @Lenin

 

PolitihacksEcu@PolitihacksE

@riobamba la venta de cupos lleva mas de 4 dias y la gente duerme en la calle, porque los cupos tiene precio, y los que quieren uno debeb dormir y esperar a las 10 am para ser atendidos.
esta es la nueva educacion @Lenin @fanderfalconi @Educacion_Ec @MuniRiobamba @eluniversocom

 

Las filas fueron evidentes también en Cuenca, fotografías en redes sociales dieron muestras de las largas colas que hacían los padres de familia en las afueras de una institución educativa en espera de un cupo.

“Esto de las inscripciones fue algo terrible, filas interminables y, sobre todo, en algunos casos, las inscripciones que hubo en junio estaban mal hechas, no aparecían en el sistema”, cuestionó María Fernanda Cepeda, madre de familia de la institución.

En el colegio Juan de Salinas, en Rumiñahui, también se quejaron de las largas filas en las afueras de la institución. Según Wladimir Chicaiza, muchos padres de familia permanecieron desde las 23h00 del domingo 29 de julio, en espera de un cupo.

Obligación de dónde y cuáles textos comprar

En Rumiñahui, Rosa Llumiquinga denunció, por ejemplo, que en la escuela fiscal Carlos Larco, volvieron a las prácticas de redireccionar la compra de útiles escolares a un lugar determinado. En su caso, cuestionó que se le haya obligado a adquirir un libro, específicamente, Santillana, cuando en años anteriores dejaban en libertad a los padres de familia para poder comprarlos en locales en donde el costo era menor.

Sin embargo, el subsecretario de Apoyo, Seguimiento y Regulación, Daniel Serrano, ratificó que para este año lectivo, el Ministerio de Educación mantenía la entrega gratuita de alimentación escolar, textos de aprendizaje, uniformes escolares y recursos educativos digitales a los estudiantes del sistema de educación fiscal.

Recordó también, que el valor de la lista de útiles, textos escolares y uniformes para las instituciones educativas particulares y fiscomisionales no podrá exceder un salario básico unificado (USD $386). Asimismo, solo se podrá cobrar la pensión hasta por 10 meses.

Serrano recordó acudir a los canales de denuncia, en caso de cobros indebidos. Pero para Rosa no ha existido respuesta. Según denunció, las autoridades de la escuela de su hijo no han querido hablar sobre el tema porque no existe disposición para hacerlo.

Más anomalías

“Se llevaban pizarrones, borradores, marcadores, pupitres y calculadoras de las aulas. Lo que nos dijo una maestra era que se llevaban todas esas cosas para hacerlas arreglar, para luego poner el logotipo de este gobierno y entregar las cosas, como que si fuera obra de ellos”, fue otra de las denuncias hechas por Gladys Logacho, madre de Diego, quien se graduó del colegio Central Técnico, en donde había visto estos hechos.

También fueron conocidos varios sitios clandestinos en donde, según versiones de moradores de Rumiñahui, funcionarios de la Dirección Distrital de los cantones Mejía y Rumiñahui, comenzaron a apilar cajas llenas de libros, represados desde el 2014 en una nueva bodega. La Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE) indicó que, al ser descubiertos, indicaron que los libros se destinarían a Tandapi.

Por otro lado, a Elizabeth Guallichico, en cambio, la psicóloga de la Unidad Educativa Leopoldo Mercado le recomendó cambiar a su hijo de institución por problemas de comportamiento, tomando en cuenta la falta de control que había en el establecimiento. Al decidir trasladarlo e ir en busca de un cupo, todas las respuestas que recibió fueron negativas.

“Me dijeron que no había cupos y que me iban a llamar en cuanto sepan de alguno. Fui hasta los colegios en Machachi, pero era la misma respuesta. Un mes, mi hijo se quedó sin estudiar, me tocó inscribirlo en un colegio particular, se llama Galileo Galilei y me cobran USD $170 dólares de pensión. No sé cómo voy a pagar, pero al menos ya estudia”, comentó.

Venta de cupos en colegios emblemáticos 

Mientras tanto, la Subsecretaría de Educación, días atrás, presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado en la capital, por la asignación irregular de cupos a los centros de sostenimiento fiscal. Manuel Muñoz, subsecretario del Distrito Metropolitano de Quito, aseguró que 308 plazas fueran vendidas a los padres de familias para ingresar a instituciones emblemáticas fiscales. “Nos hemos reunido con ellos y han admitido que actuaron de forma irregular al comprar el cupo. Se estima que pagaron a terceros desde USD $300 hasta USD $600”.

Entre los planteles involucrados figuran, según declaraciones de Muñoz, el colegio emblemático 24 de Mayo, el Mejía y el Central Técnico de la capital. El funcionario explicó que el ingreso a las unidades emblemáticas se da por encadenamiento, es decir, cuando las escuelas no tienen colegios, los alumnos van directamente, y en los casos de vulnerabilidad. “En este caso los que fueron ingresados no cumplían con ninguna”.

La venta de cupos se dio durante la inscripción de los más de 44.000 chicos por primera vez al sistema educativo y se conoció luego de que los padres de familia denunciaran que sacaron a sus hijos para poner a los que obtuvieron cupos.

Fuente de la Noticia:

http://www.ecuadorinmediato.com/index.php?module=Noticias&func=news_user_view&id=2818843159

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Cécil de la Torre: Recuerdo a mis maestros; dejaron huellas de afecto y calidad humana

Ecuador / 9 de septiembre de 2018 / Autor: Helen Meneses, Yeison Farías y Juliana Erazo / Fuente: El Telégrafo

“La más grande satisfacción es servir a los demás”, expresa con entusiasmo el profesor entrevistado. 

¿Dónde nació y en qué institución realizó sus estudios primarios?

Nací en la parroquia rural de Ascázubi, perteneciente al cantón Cayambe, provincia de Pichincha. Mis estudios primarios los  realicé en la Escuela Fiscal República de Argentina, de la ciudad de Quito.

¿Cuántos años de edad tenía cuando inició su carrera de educador?

Inicié mi labor en la Escuela Fiscal Unitaria Pedro Traversari, que está ubicada en el recinto El Cabuyal, en 1979. Entonces tenía 30 años de edad.

¿Siempre quiso ejercer esa profesión?

Recuerdo que el respeto y la gratitud hacia los maestros me motivó a dedicar mi vida a la docencia.

¿En algún momento pensó en llegar a ser un maestro líder en el cantón Puerto Quito?

Mi intención ha sido servir a los demás sin pensar en alcanzar posiciones estelares. Considero que  he cumplido con mi deber y han sido bien vistas las acciones en mi trabajo. La comunidad educativa es la única que puede juzgar y calificar ese liderazgo.

¿Se siente satisfecho con su aporte a la educación?

Estoy muy satisfecho por lo actuado en compañía de los pobladores y dirigentes del cantón.

¿Cuál es su mayor aspiración respecto de las niñas, niños y adolescentes?

Que su nivel de anhelos se eleve para facilitar el ejercicio de sus derechos, así como sus obligaciones. Debemos escucharlos, creer en ellos y darles el apoyo necesario para que sean grandes profesionales y sirvan a su cantón y también a su país.

¿Cuál fue su mayor logro en el ejercicio de su profesión?

Creo que el deseo de servir mejor a la niñez y adolescencia me obligó a acrecentar mis conocimientos y estrategias con una preparación a nivel superior, para ofertar un mejor trabajo y alcanzar mejores resultados en beneficio de la educación.

¿Qué opina respecto de la juventud actual?

Siempre la juventud ha sido la fuerza de la renovación, de los cambios profundos y de los requerimientos del Estado. Por ello es necesaria la intervención de la juventud; son valiosas sus ideas y concepciones innovadoras.

Fuente de la Entrevista:

https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/cecil-de-la-torre-entrevista-docente

Fuente de la Imagen:

https://definicion.de/docente/

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Ecuador: Prevención de la violencia de género y el acoso en el sistema de educación superior

Ecuador / 26 de agosto de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Ecuador Universitario

El subsecretario General de Educación Superior, Adrián Bonilla, y la directora ejecutiva  de CARE Ecuador,  María Moncada, firmaron este 13 de agosto,  un convenio de cooperación interinstitucional para prevenir y erradicar la violencia de género y el acoso en el sistema de educación superior.

El convenio promoverá estrategias innovadoras para que los actores del sistema de educación superior participen en el cambio de prácticas discriminatorias, y en la protección y reparación de derechos de quienes sufren violencia o acoso dentro del sistema educativo.

CARE apoyará a la Senescyt en la socialización e implementación de un protocolo para atender la discriminación, acoso y violencia de género. Asimismo, para garantizar su implementación, la Senescyt articulará los esfuerzos de los organismos de control del sistema de educación superior.

Además, la Senescyt fortalecerá su política pública por medio de estrategias que fomenten la igualdad de género y la erradicación de la violencia sexo-genérica en el sistema de educación superior.

En mayo, el Consejo de Educación Superior (CES) emitió una resolución en la que exhorta a todas las universidades a aplicar el protocolo contra la violencia de género y discriminación. La idea es estandarizar criterios y que el protocolo sea una base para la generación de normativas en cada universidad.

El documento -construido entre el CES, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y la Red de Educación y Género- tiene principios básicos para saber cómo manejar estos casos. Lo primordial es garantizar la privacidad de la persona y evitar su revictimización.

CARE, por su parte,  realiza sus actividades a nivel nacional con base en la ejecución de proyectos dentro de convenios celebrados con organismos públicos y privados. Los enfoques centrales que rigen sus acciones en territorio son género, interculturalidad y gobernabilidad.

Fuente de la Noticia:

Prevención de la violencia de género y el acoso en el sistema de educación superior

ove/mahv

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Ecuador: La interculturalidad en salud es promocionada

América del Sur/Ecuador/14.08.18/Fuente: www.elheraldo.com.ec.

El Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo se convirtió en el marco para implementar huertos de plantas medicinales y alimenticias en el Centro de Salud de Picaihua, según información del Distrito de Salud 18D02.

El objetivo es concretar estrategias que permitan incorporar el enfoque holístico de salud de las culturas ancestrales y operativizar el enfoque intercultural en los diferentes niveles de gestión y atención.

El trabajo responde a la realidad  de la población indígena que habita en Tungurahua, indicó el responsable de Salud Intercultural, Pedro Gualán.

La atención en el parto de libre posición con pertenencia intercultural se articular en el Centro de Salud 2.

148 profesionales de las unidades se capacitan en el lenguaje ‘kichwa’ en cumplimiento a un acuerdo ministerial que indica la obligatoriedad de los funcionarios de brindar atención con expresiones básicas del idioma utilizado en la localidad. (I)

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