Ángela González: Las lesbianas existimos, aunque no nos quieran ver

Mucha gente no sabe que la lucha por los derechos civiles de las personas LGTB fue iniciada por una lesbiana.


Nueva York, Stonewall Inn, 28 de junio de 1969, Storme DeLarverie, según los testigos y ella misma, dio el primer puñetazo a la policía durante la revuelta de Stonewall. También fue ella quien gritó “¿Por qué no hacéis nada?” mientras se la llevaban esposada y la metían a empujones en un furgón policial. Su grito desencadenó las protestas que hicieron historia.

Sin embargo, apenas se la recuerda o se reconoce su figura dentro del imaginario colectivo LGTB. Recientemente, durante la conmemoración del 50 aniversario de Stonewall, seguía costando encontrar testimonios, documentales o libros que destacaran su papel.

Este “olvido” de una de las pioneras de la lucha por los derechos LGTB no debería extrañarnos, teniendo en cuenta la larga tradición del borrado de las mujeres a lo largo de la historia. Si las mujeres no hemos existido en el arte, en la literatura, en la ciencia, en la historia, las lesbianas todavía menos.

Por ello es importante reconocer la labor que realizan numerosos colectivos, historiadoras, periodistas, editoras, escritoras para recuperar la memoria de las mujeres lesbianas en el pasado. Porque recuperando nuestros referentes, haciéndolas visibles a ellas, nos hacemos visibles nosotras en el momento presente y marcamos el camino para las que vengan. 

Precisamente el libro de Cristina Domenech, “Mujeres que se empotraron hace mucho”, y que pretende recuperar la memoria de las lesbianas en la historia, comienza con una cita de Safo que dice “Alguien, en el futuro, nos recordará”.

Y eso hacemos hoy, 26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica; las recordamos y las visibilizamos.

A lo largo de la historia las lesbianas hemos sido invisibles y en la actualidad somos invisibilizadas. Las lesbianas existimos, tenemos agenda propia y exigimos nuestro espacio dentro del movimiento LGTB y del movimiento feminista ya que hemos formado parte de ambos durante mucho tiempo. En este sentido, cabe recordar el papel del feminismo lésbico a finales de los años 70, una corriente teórica dentro del feminismo radical, que nace precisamente de la insatisfacción de las lesbianas con la segunda ola feminista y con el movimiento de liberación homosexual.

En España, las lesbianas estuvieron presentes en la lucha por la democracia desde la clandestinidad, en el movimiento de liberación homosexual, en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos en los años 80, con la ley de despenalización del aborto de 1985, en la erradicación de la violencia contra las mujeres en 2004 y en la conquista del matrimonio igualitario en 2005 y en el proyecto de Ley de Igualdad de trato y no discriminación que no llegó a ver la luz.

Siempre ha existido la doble militancia con el movimiento feminista, como mujeres que sufren opresión, y con el movimiento LGTB por la conquista de los derechos civiles. 

No obstante, en la última década dentro del movimiento LGTB, se ha hecho más latente que las agendas se bifurcan debido a varios motivos: en primer lugar, por la consecución de los principales logros de la agenda común (matrimonio igualitario, derecho a adoptar, entre otros), en segundo lugar, por las posibles contradicciones en determinadas demandas de las agendas de ambos movimientos y, en tercer lugar, por el auge del movimiento feminista en los últimos años a nivel internacional, que ha vuelto a  resituar el foco de muchas de sus prioridades.

Lo que sí es necesario dejar claro en un día como hoy es que las mujeres lesbianas tenemos nuestra propia agenda. Siempre la hemos tenido, y muchas de nuestras reivindicaciones siguen ahí: Las lesbianas seguimos sin tener acceso a los tratamientos de reproducción asistida en la Sanidad Pública en todas las Comunidades Autónomas, y cuando lo tenemos hay una lista de espera tan larga que la mayoría opta por ir a clínicas privadas. Por ejemplo, el método ROPA (cada vez más demandado entre parejas de mujeres) solo es accesible a través de la sanidad privada. Por otro lado, cuando decidimos formar una familia, las lesbianas tenemos que adoptar a los hijos e hijas nacidos de la relación de pareja si no estamos casadas. No ocurre lo mismo con las parejas formadas por personas de distinto sexo.

Además, como minoría entre las mujeres y en el movimiento LGTB, carecemos en gran medida de protocolos ginecológicos y de prevención de las ETS adaptados a la realidad de las relaciones lésbicas. También es necesario que la realidad sexual de las mujeres lesbianas tenga un mayor espacio en la educación afectivo-sexual.

Las lesbianas hemos practicado la doble militancia debido a nuestra doble discriminación; por pertenecer al sexo femenino y por nuestra orientación sexual.

Esta doble discriminación se debe a que las lesbianas no cumplimos el mandato que el patriarcado nos exige, por lo que la misoginia hacia nosotras es feroz. Sufrimos lesbofobia de diversas formas; cuando se nos acusa de ser “marimachos” negando nuestra identidad como mujeres o asegurando que somos menos mujeres por romper los estereotipos de género e incumplir los cánones de feminidad construidos por el heteropatriarcado. Somos víctimas de acoso sexual por parte de hombres cuando vamos de la mano por la calle con nuestras parejas y también son víctimas de lesbofobia los hijos e hijas de parejas lesbianas cuando dicen que tienen dos mamás.

Además, la invisibilidad de las lesbianas y el hecho de que les cueste más salir del armario, tal y como afirma el “Informe de delitos de odio e incidentes discriminatorios al colectivo LGTBI” de 2018 elaborado por la FELGTB, dificulta que éstas interpongan denuncias o pidan información ante delitos de odio. De ahí que sean necesarios estudios específicos sobre la realidad de las lesbianas dentro del movimiento LGTB y campañas de visibilización.

Hasta hace poco también éramos prácticamente invisibilizadas en los medios de comunicación y en la cultura de masas. Cada vez es más frecuente encontrarse lesbianas en el cine y en la televisión, especialmente en series para todos los públicos. Por desgracia las lesbi-tragedias o bollo-dramas siguen estando presentes en un alto porcentaje de los guiones. (Acuérdense de Los Hombres de Paco) Y no, tampoco somos como The L Word, ni pretendemos serlo. 

En un día como hoy, tampoco podemos olvidar que ser lesbiana está perseguido en muchos lugares del mundo. En 68 de los 193 estados miembros de la ONU existen leyes que criminalizan los actos sexuales entre personas del mismo sexo; en muchos de ellos las lesbianas son sometidas a violaciones correctivas. Muchas de ellas acaban siendo víctimas de trata con fines de explotación sexual.

Sí, las lesbianas somos minoría en ambos movimientos, pero no queremos ser una minoría mediática, política y social. Por esta razón, desde el año 2008, el 26 de abril se conmemora el día de la visibilidad lésbica, para vindicar una sociedad igualitaria en derechos y oportunidades para las lesbianas, condenar el machismo que sustenta la lesbofobia y potenciar nuestra visibilidad. 

Pero, además de todo ello, en este momento, nuestros derechos, como mujeres y como lesbianas corren grave peligro ante el auge de la ultraderecha: las mujeres lesbianas somos el blanco perfecto para el discurso del odio, porque somos mujeres y porque amamos a otras mujeres. Somos lo más transgresor y opuesto a su modelo de sociedad tradicional y conservadora.

Este año, nuestra visibilidad tiene que hacerse ver en las calles, en las redes, en los medios, en nuestro entorno familiar y social pero, sobre todo, en las urnas. Para combatir todo contra lo que hemos luchado: el machismo y la LGTBfobia, más concretamente la lesbofobia.

Porque las lesbianas existimos. Y estamos aquí para que nadie nos arrebate nuestra libertad a amar y para seguir vindicando nuestros derechos. Para que nadie nos devuelva a la clandestinidad de Stonewall.

Fuente: https://rebelion.org/las-lesbianas-existimos-aunque-no-nos-quieran-ver/

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Algo se mueve en la salud sexual

Por: Ana Rosa Jurado

Es un error vincular la educación sexual con la precocidad en las relaciones sexuales. La evidencia científica ha demostrado que la educación sexual hace a las personas libres y responsables. Nos lo cuenta en este artículo la médica y sexóloga Ana Rosa Jurado.

Son muchas las voces que claman por la necesidad de educación sexual en este país, sobre todo desde que se constata un aumento en la incidencia de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), agresiones sexuales y violencia de género, que desafortunadamente no es un producto del noticiero sensacionalista, sino de la realidad más trepidante.

Un gran vacío cubre por omisión las acciones, ya sean asistenciales o educacionales, en favor de la sexualidad. Es como si fuera mejor no hablar de este tema, no entrar a cuestionar si la evidencia científica tiene que guiar nuestras acciones, o por el contrario es la ética, o estética, la que debe dirigirnos.Aunque parece que a una parte de la sociedad aún le cuesta trabajo no relacionar la educación sexual con la precocidad en las relaciones sexuales, o con otras ideas tachadas de adoctrinadoras, la evidencia científica ha demostrado que la educación hace a las personas libres, y que, en concreto, la educación sexual no sólo no hace más precoces a los y las adolescentes, sino que genera entre ell@s un tipo de relaciones en las cuales prima el respeto, el buen trato, el cuidado responsable y la tolerancia, además de disminuir la vulnerabilidad de las personas al abuso, a la disfuncionalidad y a la infelicidad.

Es como si la sexualidad tuviera que seguir formando parte de la privacidad de cada individuo, sin apreciar que la salud sexual es un derecho de la población, que figura entre los derechos humanos, y que por lo tanto tiene que ser asumida por la sociedad.

Salud  y educación sexual: una buena ley

Sólo intento encontrar una explicación al hecho de que tengamos una de las mejores leyes de salud sexual y reproductiva desde hace casi una década, sin implementar.

La ley orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo se ha desarrollado en todo lo concerniente a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), y se ha protocolizado, de diferentes formas en las diferentes CCAA, pero sobre todo por la fuerte motivación de garantizar el derecho a la objeción de conciencia de los y las profesionales que puedan de alguna forma verse involucrad@s en el procedimiento.

También se ha intentado desarrollar con más o menos éxito, dependiendo de quién lo aprecie, todo lo relacionado con la salud reproductiva e, incluso, se han llevado a cabo acciones en favor de la estrategia en lo concerniente a la anticoncepción, con diversas convocatorias de buenas prácticas a lo largo de este tiempo.

Pero…¿Qué pasa con la salud sexual? ¿Quién se encarga de hablar de la sexualidad no reproductiva, de las relaciones sexuales humanas, del respeto, de la igualdad, de la respuesta sexual, del deseo, del placer, de lo que se puede o no esperar del sexo en una sociedad evolucionada del siglo XXI, de fomentar una vivencia positiva de la sexualidad?

Estamos en un bucle, en un círculo vicioso, pues está claro que para que la sociedad aprecie los beneficios de ser sexualmente saludable, ha de ser una sociedad educada sexualmente.

Desde el desconocimiento solo se pueden tener “opiniones”, muy respetables, pero muy indocumentadas, basadas en principios éticos, o religiosos, o en miedos infundados por los mitos y leyendas urbanas que se transmiten desde hace siglos.

En el sistema educativo la ausencia de educación sexual es bochornosa, contrastando con los 19 países europeos que nos llevan décadas de adelanto en este campo, y en contra de lo que hace casi 30 años estableció la LOGSE.

El mandato de la OMS

La esperanza en nuestros días viene de la mano de las sociedades científicas (SSCC).

Con mucho trabajo, y más lentamente de lo que cabía esperar, puesto que están compuestas por personas que habitan en el mismo país no educado sexualmente, con recursos muy limitados, y con iniciativas en la mayoría de los casos puntuales, las SSCC sobre todo del ámbito de la salud, se organizan para aportar formación a sus miembros en cursos de postgrado, para unirse en iniciativas que generen algún tipo de impulso político y para contribuir de algún modo a la educación de la población.

En muy poco tiempo SSCC importantes, como la Sociedad de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) o la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) han creado grupos de trabajo específicamente dedicados a la salud sexual.

Asumen el mandato de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que definió la salud sexual hace más de cuatro décadas, reconoció su importancia para la salud y la calidad de vida, e instó a los/as profesionales de la salud a velar por ella.

Además, han surgido agrupaciones de SSCC o plataformas de trabajo, que intentan exponer las necesidades poblacionales y profesionales a las instituciones y grupos políticos, para que tomen en consideración las acciones necesarias para la promoción de la salud sexual.

Un ejemplo es la Plataforma +PLANifica2+Salud, que intenta conseguir el acceso igualitario a todos los métodos anticonceptivos mediante la actualización de un consejo anticonceptivo en el cual se incluyan los nuevos métodos y la sexualidad, amén de la implementación de los programas formativos necesarios.

salud y educación sexual
EFE/Christian Escobar Mora

Otro ejemplo es el Observatorio de Salud Sexual (ONSEX), que “nace como resultado de la fusión de inquietudes de un conjunto de sociedades científicas, profesionales, asociaciones y entidades vinculadas desde distintas perspectivas a la salud sexual y en respuesta a la necesidad de darle mayor visibilidad, incrementando las medidas de formación, investigación, promoción y educación, apoyando a las distintas administraciones sociosanitarias”.

La Universidad Europea del Atlántico, consciente de la escasa formación curricular de los/as profesionales de la Medicina, añade a la formación de postgrado un Máster de Sexología Médica específicamente diseñado para médicos/as, que les permita hacer una labor asistencial completa.

Algo está cambiando

Quiero entender que todas estas acciones hacen que algo se mueva en la sexología, y que no sea casualidad que en abril de 2017 el Senado aprobara por unanimidad una moción para la mejora de la salud sexual, acordando entre sus puntos “la necesidad de impulsar políticas activas de educación y prevención”.

Y por último, que durante este año 2019 se haya diseñado un Plan Operativo 2019-2020 para la Estrategia de Salud Sexual, que ha sido aprobado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del SNS, entre cuyas acciones específicas ya se ha puesto en marcha una convocatoria de evaluación de buenas prácticas, como un signo claro de apuesta por el desarrollo de la Estrategia de Salud Sexual.

Esta es la primera convocatoria de buenas prácticas en salud sexual, desde que en 2010 quedó aprobada la ley, pero quizás una de los aspectos más significativos del Plan Operativo es que por primera vez se va a hablar de educación en sexualidad, y no de educación afectivo-sexual, lo cual vislumbra una esperanza en que realmente sea, esta vez, en sexualidad en lo que se va a educar a la población.

Fuente: https://www.efesalud.com/salud-sexual-educacion-jovenes/

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El Gobierno incluirá la educación sexual para el alumnado «en todas las etapas»

Europa/ España/ 12.02.2019/ Fuente: www.eldiario.es.

El Ministerio de Educación y el de Sanidad están trabajando para que la educación afectivo-sexual «quede incluida de manera transversal y efectiva en todas las etapas educativas»

La ley socialista que sustituiría a la Lomce contempla la asignatura Educación en Valores Cívicos, similar a la antigua Educación para la Ciudadanía, aunque el Ministerio estudia si se incluiría en esa materia o en otras

Navarra ya tiene un programa piloto, Skolae,  que la ministra Celáa ha defendido como «imprescindible» y que el PP ha criticado porque impone «ideología de género» y promueve «juegos eróticos infantiles»

El Ministerio de Educación y el de Sanidad trabajan conjuntamente «para que la promoción y educación para la salud afectivo sexual quede incluida de manera transversal y efectiva en todas las etapas educativas». Fuentes de ambos ministerios confirman a eldiario.es esa labor, como parte de la nueva ley de reforma educativa que busca derogar la Lomce. El texto aún está en una fase muy inicial de redacción y su anteproyecto sigue a expensas de que se apruebe en el Congreso y de una eventual convocatoria de elecciones.

Desde los ministerios no especifican qué contenidos en salud sexual comprendería el currículum por estar todavía en desarrollo. Tampoco si éstos quedarían incluidos dentro de una asignatura que ya contempla el anteproyecto y que se denomina Educación en Valores Cívicos, similar en su descripción a la antigua Educación para la Ciudadanía, o si se llevaría a cabo de otra manera –con horas lectivas propias o a través de otras asignaturas–. Sí detallan que uno de los pilares del proyecto es que, mediante la coeducación, se fomente «en todas las etapas el aprendizaje de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia de género y el respeto a la diversidad afectivo-sexual», según fuentes del Ministerio de Educación y FP.

Desde Sanidad también indican, por otra parte, que entre los comités técnico e institucional que están preparando el plan operativo a desarrollar los próximos años dentro de la Estrategia Nacional de Salud Sexual existe un «rotundo consenso de la necesidad de reforzar la salud afectivo sexual en el entorno escolar», y en que esto se haga «de forma equitativa en todo el territorio». La ministra María Luisa Carcedo ya lamentó en diciembre la carencia de una materia sobre Educación para la Salud que contemplara la afectivo-sexual: a día de hoy no existe nada parecido en la etapa obligatoria.

Para tratar de subsanarlo, Carcedo anunció entonces que iba a «proponer la colaboración con el Ministerio de Educación» para incluirla en el entorno escolar y mencionó temas que le preocupaban como «el aborto entre las jóvenes, la maternidad fortuita o las enfermedades de transmisión sexual (ETS)». Advirtió de que «se ha identificado ya un aumento de las prácticas de riesgo» y de que los jóvenes acababan informándose sobre sexualidad por otras vías. Por su parte, la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, defendió en septiembre en el Congreso ante una pregunta parlamentaria la importancia de incluir la «educación emocional y sexual» en el currículum escolar.

Fuentes del PSOE que trabajan en el anteproyecto de ley insisten en que de momento el texto está en una «fase inicial» y que la prioridad es que «salga adelante en trámite parlamentario». La definición del contenido de las asignaturas correría a cargo de los ministerios implicados en cada materia, que ya están en ello como confirman a eldiario.es, y, además, se realizaría en conjunto con los demás agentes sociales: padres, estudiantes y organismos. El anteproyecto de ley sienta «unas bases» y sí se puede leer en él que uno de sus objetivos es fomentar «el respeto a la diversidad afectivo sexual», así como la creación de la asignatura de Educación en Valores Cívicos y Éticos en Primaria y Secundaria que ponga «especial atención al conocimiento y respeto de los Derechos Humanos y de la Infancia y a la igualdad entre hombres y mujeres».

Un precedente: Skolae

La Educación Sexual Integral, según la describe el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), «incluye información científicamente precisa sobre desarrollo humano, anatomía y salud reproductiva, así como sobre anticoncepción, parto y ETS» y abarca el «análisis de la vida familiar y las relaciones, la cultura, los roles de género y derechos humanos como la igualdad de género». La Unesco define su papel como «esencial en la salud y el bienestar de los niños y jóvenes».

En España no hay ninguna materia que la trate específicamente. Cuando estaba vigente la Ley de Educación de 2006, durante el gobierno de Zapatero, la educación afectivo-sexual se cursaba frecuentemente dentro de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, aunque la asignatura no se centraba en ello y que se diese o no «dependía de cada docente». Lo explica Kika Fumero, profesora especializada en coeducación que la impartió: «Funcionaba mucho más así, porque tener la ley de tu parte y poder apoyarte en ella te abre puertas para trabajar con más herramientas».

La LOMCE eliminó aquella asignatura y actualmente, opina Fumero, la educación sexual en las aulas es «deficiente». Roberto Aguado, responsable del Diploma de Especialización en Educación Sexual de la Universidad Pública de Navarra, habla de su «práctica inexistencia» y, en todo caso «muy poco sistematizada, por lo que resulta imposible hacer un balance general». Aguado también pone el foco en que «el profesorado no recibe la suficiente formación; esta es inexistente en la universidad y faltaría introducir esta formación en los estudios de Grado en todas las carreras», añade.

Un proyecto autonómico que sí desarrolla este contenido es Skolae, todavía este curso en fase piloto en unos cien centros de Navarra (gobernada por Geroa Bai, Bildu, Podemos e Izquierda-Ezquerra) y objeto de varias polémicas a nivel estatal y regional. La propia Isabel Celaá lo ha defendido en el Senado alegando que según la legislación española «es imprescindible que a través de la educación se combatan conductas sexistas, y la violencia de género». Lo hacía en respuesta al PP, que acusaba en el Senado y el parlamento regional a los responsables de Skolae de imponer «ideología de género atentando contra los derechos fundamentales de la infancia y sus familias» y de promover  «juegos eróticos infantiles» por sus propuestas para niños de 0 a 6 años dentro del «reconocimiento de la sexualidad infantil desde el nacimiento».

En Skolae se incorpora, según su web, «el aprendizaje de la sexualidad y buen trato (…) el autoconocimiento hacia la construcción de relaciones y amores desde la aceptación y el respeto por la diversidad, lejos de violencias machistas». El docente Roberto Aguado lo califica como «un  buen proyecto educativo». Para él, en Navarra se ha asistido a su «politización interesada, e injusta» y a la «lectura tendenciosa y descontextualizada de partes de dicho programa».

Cómo sería una educación sexual en las aulas

La profesora Kika Fumero señala que, «teniendo en cuenta lo importante que es lo emocional y afectivo en estas edades», si el alumnado no encuentra la información en el aula, como ocurre, la va a ir a buscar en otro sitio «que en la inmensa mayoría de los casos es internet y la pornografía, y luego lo que ven lo aplican en sus relaciones». En su experiencia, esto es muy grave porque se traduce en que los chicos sienten «frustración» pero, peor, las chicas «miedo y preocupación ante el acto sexual».

Esta experta sí opina que debería haber una asignatura específica de educación emocional, afectiva y sexual «que no se limite a explicar qué es el coito; que hable de otros tipos de sexualidad, no solo heterosexual. También que se aborden los peligros, las ETS, siempre desde esa perspectiva plural: por ejemplo, las que se pueden contagiar entre dos chicas». Para Roberto Aguado, «la materialización de estos proyectos es laboriosa, pero si se permite que se desarrollen en toda su amplitud y profundidad, seguro que, en el medio plazo, la sociedad tomará plena conciencia sobre la transcendencia de la formación y la inevitabilidad de introducir la Educación Sexual adaptada a todos los niveles educativos, incluido el universitario para todas las personas, diversas», y el objetivo ha de pasar por que el alumnado aprenda «a conocerse, a aceptarse y a expresarse».

Otros actores implicados en una futura clase de Educación Sexual son las familias y los propios alumnos. Desde el Sindicato de Estudiantes han convocado en el último año varias marchas en las que exigían que se incorporase en todos los centros y a todos los niveles, desde primaria hasta secundaria, una asignatura sobre Educación Sexual «inclusiva, evaluable y obligatoria que inculque valores contra la LGTBIfobia».

Desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA) comparten que la educación sexual en institutos es actualmente «deficiente, nula» y limitada a «charlas puntuales», y les preocupa que la mayor fuente de información sea «internet». Pero creen que el tema «ha de ser transversal, no le vemos sentido a una asignatura única sino a tenerlo presente en todas las materias».  En cuanto a la oposición de algunos padres, creen que «siempre que se incorpora algo nuevo van a surgir conflictos, pero para eso hay que explicar bien lo que se va a hacer. Siempre habrá alguna familiar que se va a negar, pero no la mayoría», opinan.

Fuente de la noticia: https://www.eldiario.es/sociedad/Gobierno-incorporar-educacion-educativas-LOMCE_0_866863711.html

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España: Navarra implanta un programa educativo que incluye “curiosidad sexual y juegos eróticos infantiles”

Europa/España/25 Octubre 2018/Fuente: El país

UPN, PP y CONCAPA acusan al gobierno foral de tratar de “adoctrinar” a los alumnos con las asignaturas de igualdad, prevención de la violencia y sexualidad

El programa que promueve la educación en igualdad y la educación afectivo sexual de los escolares de Navarra, Skolae, ha encontrado una fuerte oposición tanto en las asociaciones de familias católicas como en la oposición. En la ficha de la etapa de infantil (de 0 a 6 años) hay una referencia a la “curiosidad sexual y juegos eróticos infantiles” que ha despertado la polémica. La consejería defiende que es una mera definición científica. Quienes protestan acusan al Gobierno foral de intentar adoctrinar a los menores en la «ideología de género».

El Departamento de Educación del gobierno navarro ha desarrollado este programa. El sector del centro derecha del parlamento foral y a la Confederación Católica de Padres han iniciado una campaña de oposición en contra de Skolae, que se desarrolló de manera experimental el pasado curso en 16 centros y se ha extendido a un centenar de centros en el actual, tras ser avalado por los técnicos de Educación. UPN y PP acusan al Departamento de “adoctrinar” al alumnado mediante este programa.

“Es una aberración y un escándalo, pretenden instaurar en la cabeza de los niños la ideología de género”, proclama la presidenta del PP navarro Ana Beltrán. Por su parte, el líder de UPN, Javier Esparza asegura que Skolae busca “imponer una única manera de entender la igualdad de género, una única manera de entender la sexualidad y hacerlo en todos los centros”. Críticas a las que se ha unido también la CONCAPA y el Foro de la Familia, cuyo delegado en Navarra, José Antonio Suanzes asegura que el programa quiere “secuestrar ideológicamente a los niños ignorando los derechos de los padres”.

La consejera navarra de Educación, María Solana, defiende el programa y considera que “debería desinstalarse de la cabeza de algunos líderes políticos es precisamente una ideología de género concreta”, en referencia a las críticas del PP. Uno de los aspectos que los dos partidos del espectro de la derecha han hecho hincapié es en lo referido a la aparición en la ficha del itinerario de 0 a 6 años de una referencia a la “curiosidad sexual y juegos eróticos infantiles”. Solana señala que “no se puede poner esto en una mirada adulta” porque se trata de “un término científico” sobre algo que “se inicia desde la infancia”. La consejera insiste en que ese concepto hay que encuadrarlo en material pedagógico para describir “algo tan sencillo como conocer su propio cuerpo o los clásicos juegos de papás y mamás”. María Solana afirma no entender cómo alguien “puede pensar que el departamento quiere montar orgías en las escuelas infantiles” salvo que quiera ser “perverso” y “hacer ver lo que no es”.

La consejería remarca que el programa está amparado en tres leyes orgánicas, la ley foral sobre LGTBI y varias órdenes forales. “Si alguien no quiere que se aplique la coeducación en su centro está en su perfecto derecho de decirlo pero no se puede consentir una manipulación de este tipo”, concluye la consejera. Desde su departamento remarcan que Skolae recoge las recomendaciones del documento Orientaciones sobre educación en sexualidad de la UNESCO o las líneas estratégicas del Ministerio de Sanidad en lo referido a salud sexual y reproductiva. De hecho, el programa se presentará la próxima semana en el primer Congreso Internacional de Coeducación, organizado por la Universidad Carlos III de Madrid. El plan recoge objetivos específicos y programas desde el ciclo de 0-6 años hasta Bachillerato, tanto en educación sexual como en igualdad y prevención de la violencia.

El programa se ha extendido este curso a toda la red educativa tras la prueba piloto ya que la consejería considera que las leyes vigentes le obligan a coeducar en toda la red sufragada por fondos públicos. En Navarra el 63% del alumnado estudia en la red pública y el 37% en la concertada, la gran mayoría en manos de entidades relacionadas con la Iglesia Católica. La consejera María Solana reseña que el curso pasado ya discutió sobre este asunto con la patronal de la red concertada y les ofreció el programa Skolae como un instrumento de ayuda para cumplir los objetivos obligatorios del plan de coeducación. “Es una manera de alcanzar esos objetivos, pero si la concertada tiene otros materiales mejores para alcanzar ese fin no tenemos problema en asumirlos también para el resto”, remarca la consejera.

Otro departamento, el de Salud, acaba de presentar una campaña para incidir en la prevención de las enfermedades de transmisión sexual entre los jóvenes. En los últimos 10 años han repuntado los casos de VIH y enfermedades como la sífilis se han multiplicado por cuatro. En la presentación de ese programa, la directora de Salud Pública, María José Pérez Jarauta revelaba que en las últimas encuestas “en la pregunta de quién te dio los primeros consejos al inicio de tu vida sexual la respuesta más frecuentes son; nadie, yo por intuición, mis amigos, mi pareja o buscaba información en internet”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/10/24/mamas_papas/1540366674_682513.html

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Educación afectivo-sexual, freno ante los abusos y violaciones

Por: Saray Marqués

Save the Children lanza su campaña ‘Rompo el silencio’ para denunciar los abusos sexuales en la infancia y recalca que la educación afectivo-sexual como materia obligatoria en la enseñanza reglada es una poderosa arma para combatirlos.

En la estela del #Metoo, coincidiendo con su primer aniversario, Save the Children ha lanzado su campaña Rompo el silencio para visibilizar los abusos sexuales en la infancia.

La ONG recuerda que también hace ahora un año se aprobaba por mayoría en el Pleno del Congreso una Proposición no de Ley para que el Gobierno se comprometiera a luchar contra la violencia contra los niños con una norma a imagen de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género de 2004. Una norma que Naciones Unidas viene tiempo reclamando (la última vez fue en enero), y cuyo anteproyecto el Gobierno de Pedro Sánchez se ha comprometido a tener listo en el segundo trimestre de 2019. Muy tarde, para las organizaciones de infancia, que consideran que para que la ley se materialice su fecha de entrada en las Cortes debería ser enero de 2019.

Esta ley contribuiría a mitigar, entre otros, los abusos sexuales en la infancia. Una realidad de la que sabemos, gracias a Save the Children, que representa una de cada dos denuncias por abusos sexuales. Y eso cuando se denuncia, porque sólo un 155 de las víctimas se atreven a dar el paso. Las que lo hacen tienen pocas probabilidades de que su caso llegue a juicio oral: sólo tres de cada 10 lo logran.

La ONG evidenciaba en su informe de 2017 la desprotección de los menores víctimas de abusos: en las sentencias analizadas, sólo en un 15% en que la víctima se lo contó a un profesor hubo una notificación a las autoridades competentes.

Save the Children pone el foco en la educación y considera que la futura ley debe incidir tanto la formación de los docentes en violencia y protección de la infancia como en la educación afectivo-sexual en la enseñanza reglada.

Para todos y cuanto antes

Carmela del Moral, analista jurídica de derechos de la infancia en Save the Children, defiende que esta última ha de ser obligatoria: “Si no educamos de una forma reglada habrá niños y niñas que estarán recibiendo esa educación por medios no adecuados. En los casos más suaves, por rumores de patio del colegio. En los tiempos que corren, sin embargo, la principal fuente será el porno en internet. En un mundo sin barreras, sin límites, esos niños y niñas estarán accediendo desde edades muy tempranas a contenidos marcados por fantasías machistas y violentas y acercándose a referentes de la cultura de la violación, que justifica y hace romántica la violencia sexual, que hipersexualiza a las niñas y adolescentes. Los menores necesitan filtros, herramientas para interpretar. No pueden normalizar conductas que son violencia sexual y no relaciones basadas en el placer, en la igualdad y en la libertad”, asevera.

Para Del Moral, cuanto antes se empiece a educar, mejor: “Desde luego, si no se han creado ya esos espacios de comunicación con los alumnos y alumnas, los hijos y las hijas, no es fácil hacerlo en la adolescencia, la edad en que más pudor tienen para hablar con adultos de estos temas”.

Le da la razón un estudio de la Liga Española de la Educación de hace cinco años. Preguntado un grupo de chicos y chicas de 14 a 18 años acerca de cómo obtenían información útil sobre sexualidad y cuidados de salud sexual, un 40,5% de ellos y un 25,4% de ellas mencionaron internet y un 17,2% de ellos y un 1,2% citaron expresamente el porno como fuente. Un 11,3% de ellos y un 13,4% dijeron haber recurrido a sus padres.

Aboga la experta por abordar desde que los niños son pequeños el conocimiento de su propio cuerpo, la idea de que son dueños de él, también de sus zonas más íntimas, de que pueden decir no, establecer límites, de que tienen derecho a no dar un beso, un abrazo, por ejemplo, la distinción entre las relaciones afectivas familiares, de amigos, románticas, sexuales: “La sexualidad forma parte de nuestra vida, y en educación no nos podemos limitar a la parte más biológica, al aparato reproductivo, a cómo evitar un embarazo o una enfermedad de transmisión sexual. Siendo importante, no puede ser lo único. No se puede dejar de lado todo lo que rodea al sexo, ni reducirlo a la mera penetración. Hay que hablar de afectividad, de la parte emocional… y no vale con una charla al año”.

Los chicos y chicas que mencionan la escuela como fuente se refieren a eso, a charlas, en ocasiones, promovidas por la asociación de padres y madres, en otras, por el profesorado más motivado. “No se puede dejar la educación afectivo-sexual en manos de la buena voluntad y las ganas de la comunidad educativa. Se debe perder el miedo a que figure como algo necesario, pues con ella lograremos niños y niñas más libre y adultos que esperemos que reviertan las tendencias de violencia sexual”, proclama Del Moral, que advierte de que estudios llevados a cabo en EEUU hablan de una prevalencia del abuso sexual hasta un 50% inferior en chicas que habían recibido educación afectivo-sexual: “Son más capaces de decir que no, de identificarlo y de hablar de lo que les ha pasado”.

Acompañamiento en la escuela y en casa

La ministra Isabel Celaá también se ha mostrado dispuesta a incluir la “educación emocional y sexual”, “la prevención de la violencia de género” y “los principios de diversidad y tolerancia” en los currículos escolares. Lo cierto es que estos aspectos desde la LOGSE se abordan de manera transversal. La LOE de 2006 insistió en este carácter, con un leve espacio propio, además, en la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Y la Lomce de 2013, por su parte, se queda en generalidades, con objetivos para la ESO como: “Conocer y aceptar el funcionamiento del propio cuerpo y el de los otros, respetar las diferencias y afianzar los hábitos de cuidado y salud corporales”. Frente a esto, algunos expertos defienden una asignatura específica y obligatoria que amplíe el campo de conocimientos que aporta la escuela como espacio de aprendizaje.

Los jóvenes españoles no parecen preocupados por sus conocimientos sobre sexo. Un 78,7% los ven “totalmente adecuados”, según un estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD. Pero, al tiempo, un 62,2% está de acuerdo con que “los chicos tienen más necesidad de sexo que las chicas” y, cuando se les pregunta si a veces hay que aceptar tener sexo para no perjudicar la relación, el porcentaje entre quienes están de acuerdo y en desacuerdo está muy igualado.

“Sin experiencias previas, se normaliza lo que se ve. Se toman como referentes prácticas que no son habituales, que no son normalmente igualitarias ni en libertad, y que encierran fantasías de dominación, de violencia, de violación. Si los niños y las niñas consideran el sexo en grupo con una chica y todos ellos pasándose el turno como algo normal, tenemos un problema, pues van a adoptar papeles que no les corresponden”, prosigue Del Moral. “El filtro es importante, saber que el deseo, lo erótico, son constructos sociales y culturales. No puede ser que el único referente sea la normalización de cosas que no son habituales”, abunda.

Por ello, para ayudar a los padres a ser referentes, la ONG cuenta con sus Respuestas fáciles a preguntas difíciles. “Debemos perder el miedo a hablar de sexo. También en la escuela, con mensajes adaptados a cada edad. Se tiene la idea de que se va a romper su inocencia, de que se les agrede, cuando es todo lo contrario. Hay que ayudarles, acompañarles y enseñarles en su sexualidad”, concluye Del Moral.

El caso holandés

El ejemplo de Holanda es paradigmático. Allí, gracias a un acuerdo entre el Ministerio de Educación y la asociación Rutgers, la educación sexual es obligatoria desde primaria, y así consta en el currículo. La organización aboga por una educación sexual comprensiva para todos los niños y adolescentes “porque la sexualidad es parte de su desarrollo, porque necesitan el apoyo de adultos para crecer de forma saludable, porque los niños y niñas hacen preguntas y tienen derecho a ser informados, porque necesitan enmarcar sus sexualidades en un marco claro de valores y porque el apoyo de los padres es a menudo insuficiente (demasiado tardío, demasiado escaso)”.

Dentro del programa estatal, los niños a los 6 o 7 años -cuando empiezan a preguntar el significado de ciertos tacos con connotaciones sexuales-, son capaces de nombrar adecuadamente las partes del cuerpo, incluidos los genitales, y cuando llegan a los 11, están preparados para participar en debates acerca del sexo seguro o del abuso sexual, en los que se les interpela, por ejemplo, si es cierto que la sociedad mira con distintos ojos a un chico que mantiene muchas relaciones sexuales y a una chica que hace lo mismo. “Te aporta información que necesitas saber y te ayuda a definir tus límites, a diferenciar lo que de verdad quieres y lo que no quieres”, valora una alumna de secundaria holandesa en el vídeo que presenta el programa.

Holanda se jacta de ser uno de los países con tasas más bajas de embarazos adolescentes y de ETS. Es alto, en cambio, el porcentaje de adolescentes que usa anticonceptivo desde su primera relación y la califican de “deseada y divertida”. En la escuela se les habla de prevención, pero también de derechos, de respeto, de responsabilidad, de asertividad, de diversidad. El programa cuenta con formación para docentes y para padres para que se sientan más cómodos hablando de sexo, transmitiéndoles la idea de que aceptando el reto de iniciar una conversación sobre el tema están protegiendo a sus hijos, y extiende su colaboración a los centros de salud.

Mientras, en España…

Cuesta imaginar una situación similar en España, donde asociaciones como el Foro de la Familia o la Federación España Educa en Libertad (enemigas acérrimas de la asignatura de Educación para la Ciudadanía en su día) consideran este tipo de educación como adoctrinamiento o ideología de género y, al pensar en el consentimiento, piensan en el consentimiento de los padres para que los alumnos puedan acceder a estos contenidos en la escuela. La última vez que hicieron ruido fue el curso pasado, cuando la Consejería de Educación de la Región de Murcia impulsó la iniciativa de educación afectivo-sexual para primaria, secundaria, bachillerato y FP Básica en colaboración con la asociación No te prives.

José Joaquín Álvarez, profesor en el IES Duque de Rivas en Rivas Vaciamadrid, se ha convertido en un referente con la tutoría de atención a la diversidad sexual y de género que coordina en el centro desde hace 13 cursos. Asegura que la sensibilidad ha aumentado en este tiempo, pero lamenta “la falta de voluntad política para erradicar la lacra de la homofobia en entornos dominados por el miedo y el prejuicio social”.

También para él, que con la tutoría, incluida en el proyecto educativo de centro, pretende “promover la convivencia en el entorno escolar desde el respeto a los hechos diferenciales” o “completar las carencias formativas en educación afectivo-sexual”, “es imprescindible que la educación sexual llegue a todo el alumnado y se introduzca con entera naturalidad en el currículo escolar desde etapas muy tempranas, adaptándola al nivel madurativo de los estudiantes”. “Estos deben comprender la importancia de la sexualidad en el proceso de construcción de la personalidad desde su dimensión afectiva y plural. La educación se define por su poder transformador. El sistema educativo debe proporcionar los recursos y herramientas necesarios para erradicar los comportamientos sexistas y homófobos, con una formación orientada a potenciar relaciones igualitarias en un contexto de expresión libre de afectos, con un respeto exquisito a los hechos diferenciales”, concluye Álvarez, que insiste en la necesidad imperiosa de adecuar los planes formativos de la carrera docente.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/09/educacion-afectivo-sexual-freno-ante-los-abusos-y-violaciones/

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España: Educación «afectivo-sexual» para evitar más casos como el de ‘La Manada’

Europa/ España/ 14.05.2018/ Fuente: www.elplural.com.

Es un secreto a voces. El caso de ‘La Manada’ no es un tema aislado, sino que es otra forma de representación de una de las grandes lacras de nuestra sociedad: el machismo. Un mal que solo se puede combatir cuando todavía éste no se ha desarrollado totalmente en un individuo. En otras palabras, con la educación.

Así lo piensa también Iria Marañón, que de Educación sabe un rato. Marañón es la editora de la editorial educativa McGraw-Hill, y también es la creadora y autora de Comecuentos Makers, un blog en el que da ideas para educar a niños y niñas en igualdad. Asimismo, también ha publicado el libro ‘Educar en el feminismo’, donde propone a padres, madres y educadores que hagan un ejercicio de autocrítica sobre los mensajes que transmiten.

Ella, también es la persona que está detrás de “No más manada. Educación para la prevención desde Secundaria”, una petición iniciada en Change.org que acumula ya más de medio millón de firmas (en torno a las 610.000). Según la solicitante, “la mejor forma de evitar este tipo de debates (refiriéndose al caso de ‘La Manada’) es desde la educación”. Para ello, propone que en el Pacto de Estado sobre Educación, se “implante, desde ya, contenido afectivo-sexual” para prevenir ante este tipo de ataques misóginos.

Asimismo, considera que los jóvenes necesitan “herramientas” para enfrentarse a todos los peligros que les rodean (pornografía, redes sociales, etc.). Por ello, concluye resaltando la figura de la “familia y el sistema educativo para crear los pilares de una educación afectivo-sexual sana, que no fomente el machismo, ni la violencia”.

Fuente de la noticia: https://www.elplural.com/sociedad/2018/05/12/educacion-sexual-manada

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España: Educación suspende las charlas sobre sexualidad en los colegios

Europa/ España/ 30.04.2018 / Fuente: www.infocatolica.com.

La Consejería de Educación ha paralizado las charlas sobre afectividad y sexualidad en los centros educativos de la Región de Murcia tras pedirlo ayer durante una reunión institucional el Foro de la Familia de la Región de Murcia a la consejera Adela Martínez-Cachá.

La razón se debe a que, como viene defendiendo el Foro de la Familia, no se pueden impartir estas charlas a los menores escolares sin el consentimiento expreso de la familia.

Fuentes de la Consejería señalan que han recibido varias quejas de padres, así como el colegio donde se han impartido ya estas charlas, y es por ello que ahora van «a buscar el consenso de la comunidad educativa. Las charlas las solicitan los centros en base a su autonomía. La clave está en pedir permiso a los padres», explican dichas fuentes.

Por su parte, el Foro de la Familia celebraba hoy la decisión de Educación de «suspender de manera inmediata las charlas de educación afectivo sexual a menores en los centros de la Región, para cumplir con lo que recoge nuestra carta magna sobre el Derecho a la Educación», explican en un comunicado en su página web.

Señalan además que desde el Foro de la Familia aceptan «las disculpas de la consejera, que ha reconocido que no se requirió el consentimiento expreso a los padres en ningún momento, vulnerando sus derechos constitucionales». Para evitarlo en el futuro la asociación indica que la consejera «nos ha asegurado que utilizará el documento presentado por esta institución para requerir el consentimiento expreso de los padres para recibir formación de este tipo, y será obligatorio que los padres conozcan con detalle el contenido de las charlas o actividades en las que participarán sus hijos».

Educación señala que estás charlas estarán paralizadas de momento y que la semana que viene la dirección general de Juventud se reunirá con los colectivos LGTBI para reubicar las fechas de las sesiones informativas sobre afectividad y sexualidad en los colegios.

Ayuntamiento de Molina de Segura continuará impartiendo las clases

Por su parte, el Ayuntamiento de Molina de Segura ha asegurado que esta formación se seguirá impartiendo en el municipio, concretamente las charlas que tenían previstas dar el colectivo LGTBI No Te Prives la semana que viene en un instituto molinense.

Así lo ha hecho saber el primer teniente de Alcalde y concejal de Juventud del Ayuntamiento de Molina, Fernando Miñana, que ha recordado que el Consistorio tiene un convenio con No Te Prives que les desvincula de la decisión de Educación. Asegura por ello que al menos en el municipio de Molina se seguirán realizando estas actividades de «sensibilización» hacia lo que llaman «LGTBIfobia» y actividades «socio educativas» sobre «diversidad afectivo sexual de género»

Fuente: http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=32137

 

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