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Colombia: La educación como derecho y herramienta para la equidad de género

Editorial de la Ministra Aurora Vergara Figueroa

La educación es una valiosa herramienta de la sociedad para romper las barreras y disminuir las brechas y sesgos en torno al género. Si bien, en Colombia la inequidad y las violencias basadas en género son un problema estructural, desde el Ministerio de Educación Nacional nos hemos puesto la misión de aunar esfuerzos con las instituciones educativas, públicas y privadas, para garantizar que los entornos escolares sean lugares seguros, donde se reconoce la dignidad de cada persona y se desarrollan protocolos y acciones de prevención y atención permanentes para hacerle frente a cualquier tipo de violencia o discriminación. Queremos que las instituciones de educación sean territorios de conocimiento, inclusión y de paz.

Bajo este propósito, tenemos claro que la educación tiene tres retos: el primero, es de carácter social y cultural, y nos pone la tarea de educar a nuestros niños y niñas desde el reconocimiento de las diversidades, con el propósito de garantizar que desde el inicio de los procesos de formación se fortalezca una cultura del respeto por la dignidad humana, que ayude a modificar las prácticas y estereotipos de género anclados históricamente en un sistema patriarcal.

El segundo reto está asociado a la transformación de las metodologías de enseñanza y aprendizaje, y nos invita a replantear la forma como estamos educando a los jóvenes. Es necesario analizar y evaluar las estrategias pedagógicas que utilizamos para romper, a través del lenguaje y la comunicación, las prácticas discriminatorias. Asimismo, revisaremos con las instituciones educativas cómo incluyen el enfoque de género en los contenidos curriculares y en las prácticas dentro y fuera del aula.

El tercer reto está enfocado hacia la implementación de acciones y estrategias que permitan el acceso, la permanencia y la graduación en condiciones de igualdad. Hoy sabemos que el acceso, e incluso la tasa de graduación en educación, es mucho más alta en mujeres. No obstante, la permanencia puede ser más compleja para las mujeres, justamente por los estereotipos y roles que se han asignado culturalmente, las tareas asociadas al cuidado, la dificultad en el acceso a programas de posgrado y los obstáculos en el ingreso al mundo laboral, entre otras problemáticas.

Según datos de la UNESCO, menos de una cuarta parte de los estudiantes de ingeniería, industria y construcción, o tecnologías de la información y las comunicaciones son mujeres. A esto se suma la influencia de barreras culturales, tales como el hecho de que las áreas STEM (acrónimo inglés para referirse a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) se perciban como disciplinas «masculinas», mientras que áreas de educación, salud, artes, humanidades y ciencias sociales se asocian con habilidades sociales que se consideran «femeninas». Bajo ese contexto, la selección de títulos y campos de estudio explica la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres graduados y graduadas de la educación superior.

Para afrontar estos retos, la apuesta está en construir políticas educativas que partan desde el enfoque de derechos e incorporen la perspectiva de género como una ruta hacia la equidad, teniendo en cuenta la complejidad de los territorios y de las comunidades que los habitan.

Es necesario incentivar, desde la educación inicial, la participación de las niñas en la ciencia, las matemáticas, la tecnología, las ingenierías y la innovación. Transformar las prácticas culturales y pedagógicas para desarrollar no solamente capacidades académicas, sino emocionales y de relacionamiento social, que les permitan descubrir las vocaciones hacia los programas STEM.

Desde el Ministerio de Educación Nacional implementaremos políticas que conduzcan a la equidad género, faciliten el acceso de las mujeres a programas de investigación en igualdad de condiciones y fomenten el acceso a maestrías y doctorados sin obstáculos ni barreras.

https://www.mineducacion.gov.co/portal/micrositios-institucionales/Dia-de-la-Mujer-2023/414314:La-educacion-como-derecho-y-herramienta-para-la-equidad-de-genero

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Argentina: Educación convocó para el martes a tres sindicatos docentes para analizar planteos efectuados

Educación convocó para el martes a tres sindicatos docentes para analizar planteos efectuados

Con el objetivo de garantizar el derecho social a la educación mediante el inicio de clases, el Gobierno provincial convocó a ADOCH, SITECH Sudeste y FESICH SITECH Castelli, gremios que se manifestaron en disconformidad con la propuesta salarial acordada recientemente en la Comisión de Políticas Salariales y Condiciones de Trabajo.

El Ministerio de Educación citó a una reunión especial a los citados sindicatos con el objeto de analizar los puntos en disidencia que los gremios han formulado con respecto a las decisiones del Poder Ejecutivo. El encuentro se producirá este martes.

Tras la convocatoria al diálogo, dos de los sindicatos suspendieron transitoriamente las medidas de fuerza para encauzar por el camino del consenso las soluciones que se reclaman. Mientras que, desde la cartera educativa instaron a FESICH SITECH Castelli a deponer la actitud y priorizar un acuerdo que permita el aporte de soluciones a sus reclamos.

“De este modo se ratifica el compromiso de inicio del presente ciclo lectivo con la voluntad de resolver la situación planteada”, señalaron las autoridades eductivas.

Paralelamente, el Ministerio de Educación aclaró que ADOCH cumple todos los requisitos formales y sustanciales que acreditan su condición gremial para representar a sus agremiados. De este modo se ratifica el compromiso de inicio del presente ciclo lectivo con la voluntad de resolver equitativamente las demandas.

Fuente de la Información: http://www.chacodiapordia.com/2020/03/01/educacion-convoco-para-el-martes-a-tres-sindicatos-docentes-para-analizar-planteos-efectuados/

 

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México: Desigualdad, el principal problema del sistema educativo

· La Mtra. Sylvia Schmelkes habló de la importancia de atender con pertinencia y calidad a los diferentes sectores de la población

· Explicó que atenderlos con equidad significa darles más y diferente

· El propósito del Faro Educativo del INIDE es servir de observatorio para la política pública en materia educativa en el país

La vicerrectora académica de la IBERO, la Mtra. Sylvia Schmelkes, señaló que la desigualdad es el principal problema del sistema educativo nacional, por lo cual es importante atender con pertinencia y calidad a los diferentes sectores poblacionales, en particular, a aquellos con los que no se ha cumplido cabalmente el derecho a acceder, permanecer y aprender en la escuela.

En la inauguración del evento Política, evaluación y mejora educativa en México: prioridades y debates, Schmelkes recordó que recientemente México reformó el artículo 3° constitucional, se modificó la Ley General de Educación y se elaboraron leyes secundarias para la mejora continua de la educación y para el servicio docente, por lo que como ciudadanos preocupados por el avance educativo del país es importante que la nueva reforma educativa se traduzca en políticas públicas y programas que permitan asegurar una mayor equidad educativa.

“Me refiero a los grupos poblacionales que viven en condiciones de marginación del servicio educativo. Los habitantes de zonas rurales, sobre todo los de comunidades pequeñas, atendidos por escuelas comunitarias o por escuelas multigrado. La población indígena, tanto la que vive en comunidades rurales como en zonas urbanas; las personas con discapacidad; los hijos e hijas de jornaleros agrícolas migrantes; los niños y niñas de la calle; así como la población que vive en zonas de alta marginación”, explicó.

Añadió que atenderlos con equidad significa darles más y diferente a los sectores más desfavorecidos: en la formación de docentes mejor capacitados y motivados, de infraestructura digna, equipamiento suficiente, escuelas accesibles, de materiales didácticos adecuados y pertinentes, de mecanismos de participación comunitaria respetuosos, esto significa transformar el paradigma de distribución de los recursos de manera que efectivamente se destine más a quien lo necesita.

“Estamos convencidos de que la equidad en la educación es condición para la equidad social y económica; que la educación es la vía legítima por excelencia a la permeabilidad social. Los documentos legales y paradigmáticos de esta administración quieren eso mismo, al menos declarativamente así es. Habrá que analizar si su traducción en políticas educativas es congruente con estas declaraciones y si los recursos destinados a su desarrollo son en los hechos suficientes”, añadió Schmelkes.

Enfatizó que desde la IBERO nos interesa el diálogo y la discusión argumentada en torno a propuestas de política educativa que permitan avanzar en estos propósitos.

Asimismo, reconoció que el propósito de Faro Educativo del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE), entidad que organizó el evento, es servir de observatorio para la política pública en materia educativa en el país. Recordó que este análisis se da desde una universidad donde el tema de la educación es un tema central tanto para la formación de cuadros como para la investigación.

Fuente de la Información: https://desdepuebla.com/2019/12/09/desigualdad-el-principal-problema-del-sistema-educativo-vicerrectora/

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Estudiantes de India luchan por una educación accesible

Estudiantes de India luchan por una educación accesible

El país ha estado marcado por protestas, desde el pasado mes de octubre, luego que la Universidad Jawaharlal Nehru, en Nueva Delhi subió los costos de los estudios.

Organizaciones estudiantiles de la India se movilizaron este viernes hasta el Parlamento del país para exigir una educación asequible para los jóvenes más humildes de la nación.

La prensa local reseña que desde finales del pasado mes de octubre comenzó la lucha de los estudiantes de varias universidades del país, luego que se intesificara la privatización de la educación.

Bajo los lemas «educación asequible para todos» y «lucha por tus derechos», los jóvenes están en las calles exigiendo que se reduzacn los costos para estudiar en las universidades, ya que esto es un derecho y no un privilegio.

Los jóvenes estudiantes han marchado bajo las consignas «educación asequible para todos» y «lucha por tus derechos». | Foto: Reuters.

Los estudiantes denuncian que la privatización en la educación superior el Gobierno elude su responsabilidad de garantizar ese derecho y excluye a los jóvenes más humildes en prepararse con una profesión.

El pasado mes de octubre, el vicerector Mamidala Jagadesh Kumar anunció la subida del 400 por ciento en las tarifas de albergue para la Universidad Jawaharlal Nehru.

Ante la medida de la JNU de la India, los estudiantes iniciaron las protestas por el aumento de tarifas debido a que temen que los jóvenes de familia más humildes no puedan seguir con sus estudios.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/news/india-estudiantes-protestas-educacion-accesible-20191129-0019.html

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El derecho a la educación en un contexto adverso

El derecho a la educación en un contexto adverso

La educación pública y particular subvencionada atiende a la población estudiantil más vulnerable del país, aquella que en sus instituciones educativas no sólo debiese encontrar un espacio de aprendizaje, sino que también de contención, de interacción social, e incluso de servicios tan básicos como la posibilidad de alimentación. La grave crisis social por la que está atravesado el país ha surgido justamente por abandonar a aquellos que más lo necesitan, lo que se refleja también por la enorme desigualdad en las oportunidades educativas y el sostenido deterioro de la educación pública. En el fondo, parte de este gran malestar social se vincula a que no se ha garantizado la realización plena del derecho a la educación de niños, niñas y jóvenes del país.

Una condición básica del derecho a la educación es que la educación con financiamiento del estado sea accesible. Un cierre anticipado del año escolar en forma masiva tendrá graves consecuencias para aquellos que justamente necesitan más de este espacio educativo, sobre todo luego del estallido social por el que ha atravesado el país. Lejos de promover un sentido de normalidad anticipada, las escuelas y liceos deberían permanecer abiertos para recibir a sus estudiantes, para contenerlos, dialogar y reflexionar sobre el momento histórico por el que se encuentra atravesando el país, así como para identificar los mecanismos para que la nueva pérdida de clases no sea una desigualdad adicional en sus oportunidades de desarrollo a lo largo de la vida, y en cómo abordaremos los desafíos de una calidad integral de la educación.

Aun existiendo casos específicos donde no existen las condiciones para realizar un proceso de enseñanza y aprendizaje, ni tampoco de seguridad para estudiantes, profesores y asistentes de la educación, estas excepciones no deberían actuar como regla general. El interés de algunos sostenedores por cerrar masivamente el año escolar no debiera ser superior al de garantizar el derecho a la educación de los estudiantes del país. Así nos han hecho saber profesoras y profesores del país que quieren continuar recibiendo a sus estudiantes, pues saben que muchos de ellos necesitan de sus escuelas y liceos. La pregunta, entonces, no es sobre si debemos o no hacer un cierre anticipado del año, sino sobre qué apoyos necesitan profesores y equipos directivos para que puedan perseverar y desarrollar de la mejor forma posible el funcionamiento de sus establecimientos.

La grave crisis social por la que atraviesa el país nos exige con mayor fuerza defender y proteger la plena realización del derecho a la educación, y eso se consigue poniendo al centro el bienestar de los estudiantes como norte para tomar la decisión de mantener abiertos los colegios con jornadas regulares, flexibles y sólo en casos extremos cerrarlos anticipadamente, reconociendo las particularidades de cada situación específica. Por ello, este mismo énfasis en continuar el año escolar debe servirnos de ejemplo también para evitar todo tipo de políticas educativas que amenacen el cierre de las escuelas públicas, y apoyar aquellas que permitan el pleno desarrollo del derecho a la educación de sus estudiantes.

Fuente de la Información: https://www.latercera.com/opinion/noticia/derecho-la-educacion-contexto-adverso-2/922695/

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La gratuidad en la educación superior y su vinculación con la Reforma del 18

Por Lorenzo Pepe

El Decreto 29337 del 22 de noviembre de 1949 suspende los aranceles universitarios y lo hace en forma retroactiva al 20 de junio. ¿Cuál es su relación con los postulados de la Reforma Universitaria de 1918?

Reforma del 18

La Reforma Universitaria nace en la Universidad Nacional de Córdoba con una huelga de estudiantes por diferentes reformas el 31 de marzo de 1918.

El estallido se produce cuando el gobierno cierra el Internado en el Hospital de Clínicas de Córdoba en donde los estudiantes vivían (dormían y comían). Los puntos básicos eran: autonomía universitaria, cogobierno y acceso a concursos.

La universidad era muy retrógrada, los profesores eran siempre los mismos y se repartían los cargos, no permitían los concursos ni jubilaban profesores. A los profesores los nombraba el Presidente. Se regían por la Ley Avellaneda de 1885.

Los reformistas hacían un llamado a “todos los hombres libres de América” en su Manifiesto Liminar (fundacional). Hablaban de democratización universitaria y resultaron los primeros en fomentar el terrorismo cuando un presidente democrático no les gustaba. Se distanciaron de sus proclamas y tuvieron actitudes políticas diferentes a lo que proponían. En nombre de la “autonomía”, desde la universidad se apoyaron los golpes de Estado de gobiernos legítimos. Los debates teóricos sobre sí mismos hicieron que se alejaran de la realidad a la que ignoraron.

Esos estudiantes tardaron una década en darse cuenta de que el gobierno de Perón no era fascista, como decían, y que fue el único que le dio aplicación práctica, real, a los postulados de la Reforma.

El gobierno de Perón:

• declaró la gratuidad universitaria,
• creó el Ministerio de Educación (era Secretaría),
• sancionó la autonomía a nivel constitucional,
• introdujo servicios sociales para estudiantes (comedores),
• fomentó las ciencias,
• suprimió los exámenes de ingreso,
• creó la figura de dedicación exclusiva para los docentes,
• duplicó los sueldos de los profesores,
• abrió la Universidad Obrera, actual UTN,
• creó los horarios para trabajadores en las Facultades,
• inauguró las prácticas rentadas para estudiantes.
• Con Perón en el gobierno se sancionaron las leyes universitarias: 13031/47, 14294/54 y 20654/54.
• Los reformistas pedían “ampliación de las matrículas y democratización del ingreso”: se suprimen los aranceles, los exámenes de ingreso y se crean becas.
• Los reformistas pedían “extensión universitaria”: se iniciaron las prácticas rentadas en el Estado por primera vez.
• Los reformistas pedían “promoción de carreras prioritarias”: el Estado creó las Regiones Universitarias y el Consejo de Universidades en dichos ámbitos, al tiempo que desarrolló técnicas agrarias, ingeniería en petróleo, etc.
• Pedían “ingreso de latinoamericanos”: se desarrolló el intercambio estudiantil y el reconocimiento de títulos.
• Pedían la “vinculación estudiantes-obreros”: se creó la Universidad Obrera y se ampliaron los horarios para los que trabajaban.
• Le ley 20654/74 introdujo la participación de los trabajadores no docentes en el gobierno de la Universidad.

Nuevas universidades

En 1970 había 10 universidades nacionales. En gobierno peronista, desde 1973, se crearon: Universidad Nacional de Jujuy; Universidad Nacional de La Pampa; Universidad Nacional de Luján; Universidad Nacional de Misiones; Universidad Nacional de Mar del Plata; Universidad Nacional de San Juan; Universidad Nacional de San Luis; Universidad Nacional de Santiago del Estero; y Universidad Nacional del Centro de la Prov. de Bs. As.

Entre 1989 y 1995 se abrieron 9 universidades estatales: Universidad Nacional de Quilmes (1989); Universidad Nacional de La Matanza (1989); Universidad Nacional de General San Martín (1992); Universidad Nacional de General Sarmiento (1992); Universidad Nacional de la Patagonia Austral (1994); Universidad Nacional de La Rioja (1994); Universidad Nacional de Lanús (1995); Universidad Nacional de Tres de Febrero (1995); y Universidad Nacional de Villa María (1995).

Desde 2002, 10 universidades más: Universidad Nacional del Noroeste de la Pcia. De Bs. As. (2002); Universidad Nacional de Chilecito (2002); Universidad Nacional del Chaco Austral (2007); Universidad Nacional de Río Negro (2008); Universidad Nacional del Oeste (Merlo) (2009); Universidad Nacional de Villa Mercedes (San Luis) (2009); Universidad Nacional José Clemente Paz (2009); Universidad Nacional de Avellaneda (2009); Universidad Nacional Arturo Jauretche (F. Varela) (2009); Universidad Nacional de Moreno; y Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártica e Islas del Atlántico Sur (2010).

Esta extraordinaria ampliación de la actividad universitaria fue realizada mayoritariamente por el Movimiento Peronista, tanto desde el Gobierno central como desde el Congreso Nacional.

Fuente de la Información:https://www.nodal.am/2019/10/la-gratuidad-en-la-educacion-superior-y-su-vinculacion-con-la-reforma-del-18-por-lorenzo-pepe/
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Reseña de La «polis» secuestrada: Un libro que nos ayuda a pensar cómo la educación puede contribuir a la construcción de un modelo social alternativo

Por: Pedro López López

Reseña de La «polis» secuestrada: propuestas para una ciudad educadora, de Enrique J. Díez Gutiérrez y Juan R. Rodríguez Fernández. Editorial Trea, 2018

Hace unos meses tuvimos ocasión de comentar el anterior libro de Enrique J. Díez, Neolliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal;un trabajo que sigue una línea de pensamiento de casi tres décadas y cuya muestra más destacada quizás sea la obra publicada en 2007 bajo el titulo La globalización neoliberal y sus repercusiones en la educación. El nuevo libro está realizado en colaboración con Juan R. Rodríguez Fernández, compañero de Enrique en la Universidad de León. Estructurado en dos partes y nueve capítulos, en la primera parte se aborda el análisis del discurso neoliberal y sus nefastas consecuencias, en la segunda se hacen propuestas para una polis basada en la convivencia y la solidaridad.

Evidentemente, el título ya nos está indicando la perspectiva que adopta la obra, así como también lo hace la trayectoria de los dos profesores que la firman, refrendada por una copiosa obra crítica firmada por ambos, con mayor peso en el caso de Enrique Díez simplemente por razón de edad. En la introducción ya se nos adelanta el posicionamiento: si la polis está secuestrada, ¿quién la somete a este secuestro? Por otro lado, tras el diagnóstico vienen las propuestas para una ciudad educadora, un concepto que viene circulando las últimas décadas y que cristalizó en la Carta de Ciudades Educadoras (Barcelona, 1990, actualizada en Bolonia, 1994, y Génova, 2004). En este documento, y en aras a consolidar una “ciudadanía democrática plena”, se nos dice que las ciudades deben ser “promotoras de una convivencia pacífica mediante la formación en valores éticos ycívicos”, así como estimuladoras de “mecanismos representativos y participativos de calidad”. En el punto 9 de la Carta se apuntala que “la ciudad educadora fomentará la participación ciudadana desde una perspectiva crítica y corresponsable”, para lo que promoverá “orientaciones y actividades de formación en valores éticos y cívicos”. Parece claro que el sistema educativo, especialmente en los últimos años y desde el colegio a la universidad, no está volcado a promover la participación ciudadana. Uno, desde su puesto docente en la universidad, ve lo que cuesta defender formación en derechos humanos o en ciudadanía, a pesar de las buenas palabras que encontramos en preámbulos de leyes o en estatutos universitarios. Sirva como ejemplo estas palabras del RD 1393/2007, que ordena las enseñanzas universitarias: “se debe tener en cuenta que la formación en cualquier actividad profesional debe contribuir al conocimiento y desarrollo de los Derechos Humanos, los principios democráticos, los principios de igualdad entre mujeres y hombres, de solidaridad, de protección medioambiental, de accesibilidad universal y diseño para todos, y de fomento de la cultura de la paz”. Pues bien, no es nada fácil conseguir una asignatura sobre estas materias en la mayoría de las universidades, un reflejo de cómo están las cosas con la deriva de los últimos años, Plan Bolonia de por medio; en la actualidad la universidad se ha convertido en una expenduría de títulos universitarios para lanzarse a competir en la jungla del mercado, un mercado diseñado al gusto de los grandes poderes económicos, empresariales o bancarios. De manera que el “conocimiento inútil”, en irónicas palabras de Nuccio Ordine, está sobrando para las dentelladas que requiere competir en esta jungla. No hay más que ver el acoso en los últimos tiempos que sufren la filosofía y las humanidades. Lo que comprobamos año tras año es que no es lo mismo formar ciudadanos que formar “capital humano” para el sistema productivo; por eso Juan Ramón Rodríguez, en otro texto de su autoría (Rodríguez Fernández, 2013) crítica las “pedagogías de la empleabilidad”.

Los autores se sitúan en lo que se conoce como enfoques críticos en educación, “entendiendo por tales: un cuestionamiento del orden social en el que se problematiza la realidad y no se da como algo dado y natural, una toma consciente de posición ética a favor de los grupos marginados y una educación que enfatiza el carácter dialógico de la misma, huyendo de las perspectivas que consideran el proceso de enseñanza-aprendizaje como una dación paternalista del profesorado al alumnado. Se trata de una acción educativa contrahegemónica con respecto a los planteamientos neoliberales en educación, la cual se dirige al desarrollo de una ciudadanía crítica y a la lucha por una sociedad más justa e igualitaria” (Rodríguez Fernández, 2013). Y desde esta perspectiva hacen en el libro un recorrido inicial por la “cultura” neoliberal, por los valores, por la colonización ideológica que nos impregna del “sentido común” neoliberal (es interesante al respecto el pensamiento de que la democracia ha dejado de ser un concepto político para pasar a ser un concepto económico, y el libre mercado “no es ya un concepto económico, sino un principio moral”, bajo la égida neoliberal), lleva a identificar algunas reglas del juego de la vida en esta órbita ideológica, la principal, el mandamiento de la “libre elección”. El neoliberalismo lleva como bandera este mandamiento, como nos inculcan por tierra, mar y aire: uno “elige” si es rico o pobre, uno “elige” viajar o “elige” quedarse en casa en vacaciones (si no tiene dinero para desplazarse, ese no es un factor a considerar). Sin embargo, uno, o muchos, pueden elegir mal, ¿y quién decide que ha habido una mala elección? Pues, por ejemplo, los chilenos eligieron mal cuando en las elecciones de 1970 salió vencedor Salvador Allende. Estados Unidos decidió que esa elección no podía tolerarse, así que desde el minuto uno estuvieron urdiendo el golpe de estado que no triunfaría hasta 1973. Más recientemente, los griegos eligieron a Syriza en 2015 y además tuvieron la osadía de convocar un referéndum para aceptar o rechazar las medidas económicas que impone la UE; como también eligieron mal, tanto al votar en las elecciones como en el referéndum, recibieron un correctivo económico estos años que los ha hundido en la miseria. Elegir a la izquierda o elegir ser de izquierdas no parece que esté en el espléndido menú que nos brinda el neoliberalismo. En fin, cosas de la “libertad de elección” que tan histéricamente defendía el teólogo económico Milton Friedman, cabeza de los Chicago Boys.

Pero este artefacto ideológico de la libertad de elección es necesario para vendernos que los fracasos son siempre individuales, ya que desde esta perspectiva se hace al individuo plenamente responsable de sus elecciones. De esta manera, los poderes públicos solo tienen que proporcionar información a los individuos para que estos “elijan”. En este escenario las políticas sociales sobran. Uno debe elegir el mejor seguro privado de salud, el mejor plan de pensiones, el mejor colegio para sus hijos… de toda la gama de opciones privadas.

En este recorrido por la ideología neoliberal, nuestros autores acuden a “clásicos” como Bauman, Harvey, Zinn o Chomsky, incorporando a un nuevo pensador de moda en los últimos años, Byung-Chul Han, que nos ha introducido en el concepto de “autoexplotación”: el individuo era explotado desde fuera hasta hace poco, ahora se autoexplota para competir, de manera que el explotado se convierte en autoexplotado. “El capitalismo –nos dicen explicando el pensamiento de Han- ya no necesita ejercer el poder mediante la coacción sobre los cuerpos, los pensamientos y los comportamientos, sino que accede al deseo individual”. No nos obligan a competir, lo hacemos de buena gana, hasta que eso se convierte en una carrera infernal que lleva al estrés, al cansancio (“la sociedad del cansancio”, en términos de Han) y la depresión.

Según los autores, “el capitalismo, en su forma actual neoliberal, trata de producir y gestionar un determinado tipo de paisaje urbano y geográfico favorable para sus propios intereses, para sus propios objetivos y para la garantía de su reproducción y legitimación social como discurso hegemónico”. Confieso que no me gusta este tipo de matizaciones (“en su forma actual neoliberal”), que no se hacían cuando desde la derecha se impuso la expresión “socialismo real” para denigrarlo, dando a entender que socialismo y estalinismo eran lo mismo. ¿Por qué no hablamos de “capitalismo real” y suavizamos la expresión con “capitalismo neoliberal”?; y confieso que yo también lo he hecho, pero en los últimos tiempos me voy dando cuenta de esta trampa consistente en tratar el capitalismo “neoliberal” como si fuera una desviación del “verdadero” capitalismo. Ello da lugar a pensar que sería posible otro capitalismo (pero no sería posible otro socialismo, como se nos inducía a pensar con la expresión “socialismo real”). Pero el capitalismo ha ido avanzando con una explotación creciente y expansiva, desde los cercamientos de tierras comunales en la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX (en favor de los terratenientes) hasta la actualidad, necesitando nuevas fuentes de explotación (agua, tierras comunes, creciente privatización de espacios públicos, privatización del conocimiento…). Considerando esto, ¿el capitalismo neoliberal es una desviación del capitalismo o es su evolución “natural”, en el sentido de seguir su propia dinámica de creciente explotación de recursos tradicionales y nuevos recursos?

Este paréntesis que me permito como leve crítica no empaña la calidad del texto comentado. El análisis de las consecuencias del discurso neoliberal en los ámbitos social, medioambiental, educativo y arquitectónico (en este último apartado, con reflexiones de interés sobre la morfología de ciudad que se impone, el proceso de creciente especulación con un recurso indispensable para la vida digna como es la vivienda, y el proceso de turistización de la ciudad) es acertado, como lo son las propuestas educativas de la segunda parte, entrando en detalle en medidas fiscales y de otro tipo para la redistribución de la riqueza, en cómo aumentar la participación política en democracia, deteniéndose en aspectos como la desobediencia civil, la ciudadanía universal, la mirada antipatriarcal y otros; medidas propiamente educativas, considerando la educación como un derecho y no una mercancía, incluyendo propuestas curriculares; y, por último, medidas para la reapropiación de los espacios para disfrute y participación de la ciudadanía, incluyendo cuestiones relacionadas con la propuesta de decrecimiento, la soberanía alimentaria, el consumo responsables, las redes de economía social y otras.

Un libro que hay que leer, seamos docentes, padres y madres, activistas sociales o simplemente ciudadanos, que nos ayuda a pensar cómo la educación puede contribuir a la construcción de un modelo social alternativo al que sufrimos, un modelo basado en la justicia y la solidaridad, en vez de en la resignación (“no hay alternativa”), la competencia feroz que propone el valor del “emprendimiento” y la atomización de una sociedad ahogada en un individualismo insolidario.

Fuente:

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