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Panamá: La educación del siglo XXI

Por: laestrella.com.pa/Jaime Flores Cedeño/o7-03-2018

En distintos foros se ha expuesto que esta era digital y tecnológica, debe contener pilares que fortalezcan la personalidad humana desde el nivel inicial

El siglo XXI experimenta cambios significativos en materia científica y tecnológica, que se proyectan en la industria, el comercio, las comunicaciones y todas las áreas del saber humano. Esto ha trazado a escala internacional la necesidad de transformar el contenido de las enseñanzas del sistema educativo, haciéndolo cónsono con un mundo cada vez más cambiante y tecnificado, que exige mano de obra especializada.

Lo señalado manifiesta el reto de dotar en los planteles de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), que representan una oportunidad para transformar el ecosistema digital y educativo, por medio de conectividad. Las TIC exigen la actualización de los docentes en los sistemas tecnológicos, por ser herramientas fundamentales para la difusión del conocimiento y la puesta en práctica de los aprendizajes.

En distintos foros se ha expuesto que esta era digital y tecnológica, debe contener pilares que fortalezcan la personalidad humana desde el nivel inicial, con la finalidad de no quedar absorbidos por todo aquello que representa la expansión de la tecnología en nuestras vidas, como es el caso del uso de celulares y redes sociales, por citar dos ejemplos.

Urge, aparte de lo tecnológico, fortalecer en los estudiantes el desarrollo de su creatividad, destrezas y habilidades, en todas las áreas del conocimiento. Esto será posible a través de una transformación curricular real y efectiva que incorpore a los docentes, estudiantes, padres de familia y comunidad en general en la toma de decisiones. Un error que tiende a cometerse es creer que los lineamientos del sistema educativo y su diseño curricular le competen de forma exclusiva a expertos, lo cual es falso. Mientras más ideas y aportes provengan de la sociedad, es mejor, en aras de construir conocimiento.

La formación humanística, y en valores, es vital en esta nueva era, para forjar una cultura de paz, de armonía y tolerancia, que permita desarrollar mejor a las naciones y reducir la ola de violencia y delitos, que tanto afectan a la sociedad, y que son propios de sistemas sociales donde impera la pobreza y las desigualdades.

Para llegar a estos estándares internacionales se requiere salir de la crisis que vive el sistema educativo en nuestro país, que es consecuencia de una política de improvisaciones, ausencia de consensos y poca planificación en las últimas décadas, por ello, distintos sectores han coincidido en la urgencia de lograr un gran acuerdo nacional, que proyecte sus decisiones para las próximas décadas, donde los más beneficiados serían nuestros niños y jóvenes, que son los que dirigirán el país en un futuro cercano.

En educación hace falta más que buenas intenciones; liderazgo y compromiso de trabajo en todos los estamentos. Es inconcebible que en un país con escasa población como el nuestro, comparado con otras naciones, y millonarios presupuestos en educación desde 1990, aún tengamos escuelas ranchos, estructuras en mal estado, bibliotecas no actualizadas, demanda de salones de cómputo insatisfecha, altos niveles de deserción, ausencia de gabinetes psicopedagógicos, de sillas, tableros, gimnasios, salones de estudio y laboratorios, por mencionar algunas carencias.

Los altos índices de fracasos en materias como: Español, Matemáticas, Ciencias e Inglés, que son fundamentales para los estudiantes, encienden las alarmas sobre la situación actual, cuyo panorama no favorece en nada el proceso de enseñanza y aprendizaje, que debe estar guiado a formar a los estudiantes por el camino del conocimiento, la tecnología, la investigación y los valores.

Estas concepciones, sobre la educación del siglo XXI, no constituyen una utopía o un simple pensar de teóricos. Finlandia, por citar un ejemplo, ha implementado en los últimos treinta años una revolución en educación. Esto lo pudo alcanzar por medio de un consenso nacional que dispuso salir del atraso, para ponerse a la vanguardia de los adelantos científico-técnicos y humanísticos. En esta nación, no existe la educación particular, todos, el pobre y el rico, van a la misma escuela hasta el último nivel de enseñanza, los docentes pasan por un filtro de concursos y entrevistas, donde se exige vocación, la escuela dimensiona la creatividad de los estudiantes y se han construido aulas tecnológicas que permiten un mejor aprendizaje, todo ello, con la participación activa de la comunidad.

Los que nos gobiernen desde el 2019 deben comprometerse a convocar a todos los sectores del país, ya sea gremios docentes, padres de familia, sociedad civil, empresarios, estudiantes, iglesias y partidos políticos, para diseñar un modelo de educación pública que esté a la altura de la centuria actual y produzca hombres y mujeres emprendedores, autónomos, lectores, pensantes, críticos, éticos, sociales, tolerantes, amantes de la investigación, con habilidades científicas y tecnológicas, creativos, bilingües y con un espíritu patriótico.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/educacion-siglo/24051128

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La educación en el cambio de siglo

Chile / 1 de febrero de 2018 / Autor: Malva Villalón / Fuente: Scielo

Resumen
Pocas veces la arquitectura, en cuanto recrear y construir un mundo, es tan elocuente. Para un niño, la escuela es la primera visión de lo que es la sociedad más allá de las puertas de su casa; como tal, se convierte en modelo inaugural de las relaciones extra familiares. Como lo entendía Sánchez Ferlosio, es la entrada del ciudadano en el ámbito de lo público (y de lo impersonal), enfrentándolo sistemáticamente a los otros en una marcadora primera experiencia de urbanidad. ¿Qué pasa hoy con los espacios para la educación, como formadores de sociabilidad? ¿ha invadido la familia el territorio social del colegio? ¿cómo la arquitectura refleja los cambios de una educación que se acomoda cada vez más a la individualidad de cada estudiante?
En un momento en que se han reformulado los roles de padres y profesores, vale la pena preguntarse si las escuelas son las únicas depositarias posibles de la tarea educadora: la necesaria continuidad del proceso más bien hace pensar en una ciudad que es, toda ella, una escuela: abierta, pública, transparente.
Palabras clave: Educación, ensayos – experiencias pedagógicas, establecimientos educacionales, colegios urbanos, escuelas.

La educadora infantil ideal debería tener un físico fuerte, una personalidad agradable y modales tranquilos y firmes. Ser equilibrada y con un carácter moral sólido, fuerte pero no impetuosa, al ser mordida o rasguñada. Su educación debería incluir un doctorado en psicología y medicina, siendo aconsejable que cuente también con estudios de sociología. Su formación tendría que incluir, al menos, cinco años de práctica en carpintería, gasfitería, música y poesía. Tener la capacidad de observar a las personas y evaluar su carácter, relacionándose con gente de todas las edades. Ser capaz de hipnotizar a los padres de sus jóvenes alumnos, y lograr que cambien su forma de pensar luego de dos reuniones de apoderados (Stanton, 1990). (1)

En este perfil es posible reconocer la influencia del filósofo y pedagogo John Dewey (1859-1952), para quien la democracia es la fuerza rectora de la educación y quien concibe la experiencia como el origen del conocimiento y del desarrollo de las personas. Sus ideas guiaron los movimientos pedagógicos iniciados a comienzos del siglo XX. En un período de fuerte expansión de los sistemas educativos, se buscó renovar, a partir de sus principios, la educación en las escuelas y desde éstas a la sociedad completa (Ravitch, 2000). En un tono ciertamente humorístico, este perfil del profesor ideal propuesto al inicio del siglo pone de relieve la amplitud de las demandas impuestas al profesional de la educación. Su figura aparece como la clave del proceso educativo, dotado de unas condiciones personales y de una formación amplia que lo hace capaz de enfrentar en solitario las resistencias de los niños y compensar la falta de preparación de los padres de familia para hacerse cargo de la educación de sus hijos. Estos ideales, así como la época y el contexto en el cual surgen, pueden ser vistos como una de las claves fundamentales para comprender el cuestionamiento al que está sometida la educación escolar en la actualidad.

El proceso de desarrollo de los sistemas escolares alcanzó mayor fuerza desde la segunda mitad del siglo XIX y el comienzo del siglo XX, potenciado por la convergencia de demandas de desarrollo de distinto origen. Por una parte, los requerimientos de personal cualificado desde el sector productivo; por otra, las presiones sociales dirigidas a lograr una mayor igualdad de oportunidades y también la influencia del pensamiento ilustrado, que relaciona el acceso al conocimiento con una mayor equidad social. En este contexto, los sistemas escolares nacionales fueron vistos como el medio más adecuado de responder a estas demandas, compensando las desigualdades determinadas por la situación familiar, especialmente en el caso de los grupos más pobres y marginados. Se instauró la educación básica obligatoria, la que fue complementada con programas de atención a la infancia y con la oferta de programas de educación secundaria, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo más avanzados del mundo occidental (Delors, 1996). Esta concepción de la educación como aspecto clave del cambio social y como tarea del Estado también se hizo sentir en nuestro país.

La consigna “Gobernar es educar” que presidió la campaña que llevó a Pedro Aguirre Cerda a ser elegido Presidente de Chile en 1939, ilustra la relevancia de esta convicción en las políticas gubernamentales de la época, como parte de una tendencia que marcó el desarrollo de los países a lo largo del siglo. Los recursos y esfuerzos se orientaron a garantizar el acceso de la población infantil a la educación básica, a través de la construcción y la dotación de escuelas (Barnard, 2000). Los edificios escolares se convirtieron en un elemento característico del entorno urbano, tanto como las formas sociales propias de la cultura escolar se articularon con el resto de la vida social de todos los sectores. El desarrollo sostenido del sistema escolar llevó a que los profesores llegaran a ser uno de los grupos profesionales más numerosos en todos los países. Diversos especialistas de distintos ámbitos influyeron en la introducción de cambios en los métodos pedagógicos, los objetivos y los contenidos curriculares, los materiales educativos y la formación de los profesores, los sistemas de evaluación y promoción del sistema escolar, buscando incorporar a la enseñanza los hallazgos de la investigación científica y la innovación tecnológica. La profundidad y el ritmo de estos cambios no fueron los mismos en todos los países, influidos por la presión de distintos grupos e instituciones sociales y por la mayor o menor disponibilidad de recursos, pero la tendencia universal fue de un creciente reconocimiento de la importancia de la educación para el desarrollo social y económico (Delors, 1996).

El aumento de los recursos económicos destinados a la educación a través del siglo llevó a un interés creciente por los resultados alcanzados por el sistema escolar, que se hizo más amplio durante las últimas décadas. Títulos como “La escuela ¿Cómplice del fracaso escolar?” (Filp, Cardemil, Donoso, Torres, Diéguez y Schiefelbein, 1981), publicado en Chile o “Una nación en riesgo” (National Commission on Excellence in Education, 1983), en Estados Unidos, permiten ilustrar este contexto de preocupación y denuncia. Durante la segunda mitad del siglo XX, y especialmente desde la década de los setenta y los ochenta, comenzaron a implementarse sistemas de evaluación de los aprendizajes escolares, primero a nivel local y luego a nivel nacional e internacional, estableciéndose comparaciones entre distintos segmentos de la población (Marchesi y Martín, 1998). Los resultados obtenidos mostraron la distancia existente entre las metas propuestas y los logros alcanzados en la asimilación de aquellos conocimientos definidos como básicos para que las personas puedan participar plenamente de la vida en sociedad. Desde entonces se han multiplicado los informes que muestran las dificultades que presenta una mayoría de los alumnos de distintos grados escolares y los egresados del sistema escolar, para resolver problemas matemáticos, comprender lo que leen y expresarse por escrito de acuerdo a los objetivos de los programas cursados (Bruer, 1993). Estas dificultades han probado ser aun mayores para los grupos más vulnerables de la sociedad, entre los que se dan niveles altos de repitencia y deserción escolar. Como consecuencia de este panorama, el interés de los especialistas se ha centrado en la identificación de los factores que determinan la calidad de la enseñanza. Los métodos pedagógicos, las actividades de aprendizaje, el papel del director en la gestión escolar y las relaciones de los centros educativos con las familias y el contexto social inmediato son algunos de los aspectos que han sido reconocidos como los más relevantes para mejorar el rendimiento de los alumnos (Marchesi y Martín, 1998).

Los antecedentes aportados por estos estudios han servido de base para el desarrollo de programas de intervención orientados a lograr una educación más efectiva a partir de la realidad de las escuelas. En este contexto, el perfil del profesor ideal no corresponde al planteado al inicio. El número de profesores que se requiere para atender a toda la población infantil y juvenil no permite esperar una homogeneidad en las características personales de los profesores, tampoco en la calidad de la formación inicial recibida (Delors, 1996). Diversos estudios muestran que en los centros de calidad el desempeño efectivo aparece como el resultado de un trabajo colaborativo de todo el equipo docente del centro escolar y no como un producto del esfuerzo individual de cada profesor con sus alumnos (Barberá, 2003). Tampoco el período de formación profesional inicial resulta suficiente para que los profesores puedan cumplir con su tarea, en una sociedad en la que el conocimiento se renueva de una manera acelerada. Esta formación sólo puede plantearse como la primera etapa de una formación que debe ser continua. Por otra parte, más que imponer a los padres sus puntos de vista, se ha demostrado que es preciso que los profesores valoren y tomen en cuenta la influencia de la familia en el proceso de aprendizaje. De esta forma se logra que ésta se potencie a través de la educación escolar y que se alcancen los resultados de aprendizaje esperados.

Sin embargo, frente al optimismo de esta postura, representada por quienes creen que el problema está en identificar y superar los carencias específicas que presentan los distintos niveles del sistema escolar, se alza un conjunto de voces críticas que plantean que es necesaria una revisión más profunda de la relación entre la educación y la escolarización, es decir, entre la formación intelectual y moral de las personas y el aprendizaje en las escuelas. Desde esta perspectiva de crítica más radical se advierte que el error fundamental está en que se ha llegado a una identificación arbitraria de ambos términos, educación y escolarización. Se afirma que en el intento de dar solución a todos los problemas que plantea la formación de las personas se ha perdido de vista el sentido más restringido del aprendizaje escolar, que es el de enseñar un conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes que son la base del desarrollo personal y de la vida en sociedad (Coll, 1999; Letwin, 2000).

En esta perspectiva crítica, se ha puesto de relieve que el traspaso de todas las responsabilidades relacionadas con el desarrollo de los niños y los jóvenes a la educación escolar ha implicado simultáneamente una des-responsabilización del resto de las instituciones sociales en esta tarea (Coll, 1999). El entorno social se percibe como nocivo para la salud física, psicológica y moral de los niños y los jóvenes, en una situación agravada por el debilitamiento de la influencia familiar. Estas condiciones han hecho de los centros educativos un lugar que se considera adecuado para proteger a los niños y los jóvenes del abandono y la negligencia, de las carencias físicas y afectivas, de la violencia, el abuso sexual y las drogas. Se espera también que la educación escolar garantice el desarrollo de hábitos de vida saludables y de formas de convivencia colaborativa que preparen a los alumnos a integrarse a la sociedad. La experiencia ha demostrado, sin embargo, que estas demandas no pueden ser una tarea exclusiva de los profesores y las actividades escolares (Ghilardi, 1993). La importancia del conocimiento y del dominio tecnológico en el contexto globalizado actual plantea exigencias de una formación amplia y continua que superan los recursos con los que cuentan los centros escolares (Barberá, 2003). En este escenario han surgido iniciativas que plantean la necesidad de hacer de la educación una tarea social más amplia, en la que participen activamente las distintas instituciones de la sociedad. El caso del Proyecto Educativo de Ciudad, llevado adelante por la ciudad de Barcelona desde 1988, permite ilustrar esta postura innovadora acerca de la educación (Institut d’Educació de Barcelona, 1998). A través de este proyecto se ha revisado el papel de los municipios y de la ciudad en la organización y la provisión de servicios educativos, generándose un conjunto de iniciativas en las que todos los sectores aportan a la educación, desde su área de especialidad, en ámbitos tan diversos como la conservación del patrimonio artístico o el reciclaje de los residuos. Cada una de estas instituciones ha sido invitada a reflexionar y a proponer experiencias para aportar a la educación de las nuevas generaciones. En otras ciudades y regiones, especialmente en Gran Bretaña, Australia y Canadá, han surgido también proyectos similares, desde 1990 (2). En ellos se ha aplicado el concepto de comunidades de aprendizaje, como una forma de poner de relieve la responsabilidad compartida con la que es necesario llevar adelante la educación de las nuevas generaciones (Yarnit, 2000). En un contexto en el que el conocimiento está ampliamente distribuido y se renueva a un ritmo vertiginoso, parece necesario distribuir también la tarea de traspasarlo, cambiando sustancialmente el perfil del educador y de su actual marco institucional.

 notas
1. En el verano de 1920 Jessie Stanton elaboró un perfil del profesor ideal. Este trabajo fue parte del programa de innovación pedagógica al que asistió con todo el equipo docente de la escuela de la ciudad de Nueva York en la que trabajaba como educadora de párvulos. Este programa estaba dirigido a preparar a los profesores que participarían en las nuevas escuelas experimentales que se iniciaron en ese período. Jessie Stanton fue más tarde reconocida como una autoridad en educación infantil, como directora de un centro educativo y profesora de la Universidad de Nueva York, además de autora de numerosos artículos especializados. Su ensayo acerca del profesor ideal fue publicado en 1954 y nuevamente en 1990, como una propuesta vigente a través del tiempo.
2. Las propuestas y experiencias surgidas en torno a este concepto de comunidades de aprendizaje pueden encontrarse en sitios de internet como: Learning Communities Network, http://www.lc-network.com/, en el que se presentan antecedentes acerca del programa desarrollado en Gran Bretaña, incluyendo documentos de referencia. En el sitio: http://www.bcn.es/imeb/pec/, es posible acceder a las diversas iniciativas que incluye el proyecto desarrollado por la ciudad de Barcelona: PEC- Projecte Educatiu de Ciutat. En la dirección http://www.ala.asn.au/cities.html, se presenta el proyecto de educación de adultos desarrollado en Australia, propuesto como una red de aprendizaje comunitario ajustado a las necesidades de las personas.

Bibliografía
Barberá, Elena; “Profesores para la era de la Información ¿Cuál es el perfil?”.         [ Links ]Pensamiento Educativo, Vol. 32, 2003, pp. 190-203.         [ Links ]
Barnard, Anne; “Growing with equity: Social change and challenges to education in Chile”.         [ Links ] En: Mazurek, K.; Winzer, M. y Majorek, C. (Eds.); Education in a global society: A comparative perspective. Allyn & Bacon, Boston, 2000.         [ Links ]
Bruer, John T.; Schools for thought: A science of learning in the classroom. MIT Press, Cambridge, Massachusetts, 1993.         [ Links ]
Coll, César; “Algunos desafíos de la educación básica en el umbral del nuevo milenio”.         [ Links ]Perfiles Educativos, 83/84, 1999. pp. 8-26.         [ Links ]
Delors, Jacques; La educación encierra un tesoro. Ediciones UNESCO, París, 1996.         [ Links ]
Filp, Johanna; Cardemil, Cecilia; Donoso, Sebastián; Torres, Jaime; “La escuela ¿cómplice del fracaso escolar?”.         [ Links ]Revista de Tecnología Educativa (OEA), Nº4, Vol. 7, 1981, pp. 340-358.         [ Links ]
Ghilardi, Francesco; Crisis y perspectivas de la profesión docente. Gedisa, Barcelona, 1993[         [ Links ]STANDARDIZEDENDPARAG]
Institut d’Educació de Barcelona Projecte Educatiu de Ciutat; Barcelona educació. Monogràfic Nº 2, Barcelona, 1998.
Letwin, Olivier; “Objetivos de la enseñanza escolar: La importancia de la base”.         [ Links ]Estudios Públicos, 78, 2000, pp. 165-172.         [ Links ]
Marchesi, Alvaro, Martín, Elena; Calidad de la enseñanza en tiempos de cambio. Alianza Editorial, Madrid, 1998.         [ Links ]
National Commission on Excellence in Education; A nation at risk: The imperative for educational reform. A report to the nation and the Secretary of Education, United States Department of Education, Washington, 1983.         [ Links ]
Ravitch, Diane; Left back: A century of failed school reforms. Simon & Schuster, Nueva York, 2000.         [ Links ]
Stanton, Jessie; “The ideal teacher and how she grows”.         [ Links ]Young Children, Mayo, 1990, p.19.         [ Links ]
Yarnit, Martin; Towns, cities and regions in the learning age: A survey of learning communities. A report submitted to the CERI/OCDE, 2000.         [ Links ]

Fuente del Artículo:

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-69962004005600003

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Conferencia: César Bona, Escuchar para Educar: Los Retos de la Educación.

España / 29 de octubre de 2017 / Autor: VIU – Universidad Internacional de Valencia / Fuente: Youtube

Publicado el 26 may. 2017
César Bona habla sobre cómo educar en valores y afrontar los nuevos retos de la educación en el siglo XXI.
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Fuente: https://www.youtube.com/watch?time_continue=22&v=XbMGnvDjeDg
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España: Escuela para el futuro: crear un modelo educativo basado en un enfoque europeo

España / 15 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Zamora 24 Horas

El Servicio Español para la Internalización de la Educación selecciona el proyecto Erasmus+ de la Medalla Milagrosa que pretende aumentar la dimensión europea de este centro educativo de la capital zamorana.

A finales del curso pasado, el Colegio Medalla Milagrosa de Zamora recibía la noticia desde el Servicio Español para la Internalización de la Educación (SEPIE) de que su proyecto Erasmus+ había sido seleccionado. Desde entonces, son varios los profesores de este centro educativo los que están teniendo la oportunidad de conocer las nuevas metodologías que actualmente se están desarrollando en Europa, así como entrar en contacto con otras realidades educativas en países como Francia, Reino Unido, Irlanda, Finlandia, Islandia, o Suecia.

Dicho proyecto tiene una duración de 24 meses, y ya se han llevado a cabo tres movilidades: la primera tuvo lugar en el mes de julio, en Vichy (Francia), donde se realizó un curso de metodología y cultura francesa. En el mes de agosto se realizó la segunda formación, un intercambio de experiencias e ideas con otros profesores de diferentes nacionalidades en Leeds (Inglaterra). En estos días el destino es Finlandia, y durante esta semana una de las docentes del centro se encuentra conociendo la realidad educativa del país, visitando sus centros escolares y descubriendo la cultura finlandesa.

Estas experiencias, al igual que en los cursos anteriores, se compartirán posteriormente con todo el claustro, permitiendo dotar a este colegio de esa dimensión europea necesaria para formar a sus alumnos en un entorno plural y multicultural, adquiriendo a la vez las habilidades y destrezas necesarias que demanda la sociedad del siglo XXI.

Erasmus milagrosa programa

Fuente de la Noticia:

http://www.zamora24horas.com/texto-diario/mostrar/859812/escuela-futuro-crear-modelo-educativo-basado-enfoque-europeo

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España: Innovación como motor del cambio metodológico para mejorar el proceso educativo

España / 1 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Interempresas

El I Congreso Internacional de Innovación Educativa, organizado por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, reunió los pasados 22 y 23 de septiembre a 1.400 personas en un encuentro para debatir sobre innovación y las nuevas metodologías en el ámbito educativo.

Expertos como María Acaso, Richard Gerver, David Johnson, David Cuartielles y César Bona convirtieron durante dos días a Aragón en referente internacional de la innovación educativa. En este foro de debate se sentaron varias claves sobre el momento actual y futuro de la innovación educativa y sus metodologías:

  1. La innovación educativa trata de mejorar el sistema, no lo transforma, y es la vía para lograr el cambio real en las aulas.
  2. El alumno está en el centro de este sistema, en el que docentes y familias tienen que trabajar juntos.
  3. La tecnología forma parte de la vida y no hay que dejarla fuera de las clases, ya que es una de las principales herramientas de aprendizaje. Pero nunca puede sustituir al profesor.
  4. La empatía o la gestión de las emociones son tan importantes como los contenidos en un colegio.
  5. La innovación no es un fin en sí mismo, debe tener la misión de desarrollar el potencial de los alumnos como seres humanos. Hay que darles herramientas para la vida.
  6. El objetivo del aprendizaje cooperativo es que cada miembro del grupo sea un individuo más fuerte.
  7. Las artes y el pensamiento artístico (‘Art Thinking’) son necesarios en la estrategia educativa para afrontar las incógnitas del siglo XXI: el ser humano es creativo por naturaleza y no hay que dejar de potenciar esta cualidad.
  8. Las administraciones deben estar comprometidas con la innovación educativa y el cambio metodológico.
  9. La educación representa la vida, por lo que en la escuela las asignaturas deben mezclarse. Los currículos deben ser flexibles e incorporar habilidades y competencias.
  10. Los profesores deben ser diseñadores de experiencias de aprendizaje. Deben ser capaces de hacer que los alumnos conecten lo que se les enseña con el mundo real, con sus vidas.

El congreso fue, además, un foro para difundir las metodologías innovadoras que están transformando la educación, como demuestran los 14 talleres programados, denominados ‘Tiempos de acción’, en los que los docentes pudieron conocer determinadas tendencias educativas y aplicarlas con un sólo objetivo: tener la capacidad de ponerlas en marcha de forma inmediata en el aula.

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María Acaso, una de las actuales líderes en España y Latinoamérica de la Revolución Educativa, durante su intervención en el Congreso.

Apuesta por la educación artística

“Para afrontar las incógnitas del siglo XXI, necesitamos situar las artes como una estrategia educativa. Por esta razón queremos identificar el Art Thinking como un marco de acción, incluso social. No es una asignatura que debamos aprobar, es un espacio político desde el que abordar las problemáticas contemporáneas para analizarlas y ver qué podemos hacer”. Así lo expuso María Acaso, una de las actuales líderes en España y Latinoamérica de la Revolución Educativa (#rEDUvolution), durante el Congreso.

Acaso explicó que debemos preguntarnos cómo puede ser que, cuando BlaBlaCar, Uber, Airbnb o Tinder han transformado por completo nuestras formas de vivir y de relacionarnos, “la mayoría de los contextos educativos permanezcan igual que hace muchos años” y apostó por la revolución artística a través del Art Thinking: “La educación artística nos convoca a repensarla en un momento en el que los mundos visuales que nos rodean no paran de crecer y de hacerse cada vez más complejos”.

Consciente de que “demandar que la verdadera innovación en la educación del siglo XXI pasa por la incorporación de las artes puede chocar con lo real”, Acaso explicó que “los cuestionamientos éticos deben recuperarse como base de los procesos de aprendizaje, y es en este proceso de restauración donde las artes cumplen su papel. Demos, por lo tanto, la bienvenida a repensar la educación a través de las artes”, matizó.

Fuente de la Noticia:

http://www.interempresas.net/Tecnologia-aulas/Articulos/196115-Innovacion-educativa-como-motor-del-cambio-metodologico-para-mejorar-el-proceso-educativo.html

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La falsa disyuntiva

México / 10 de septiembre de 2017 / Autor: Manuel Gil Antón / Fuente: El Universal

No es malo corregirlo mal hecho, ni deshonroso reconocer aspectos positivos si lo que importa es que la educación mejore

Forma es fondo: el mensaje del presidente Peña, al día siguiente de la entrega de su 5to Informe, ocurrió frente a sus invitados. Así como la investigación del asunto de la Casa Blanca fue realizada por un subordinado —él lo designó—, la reacción de los convidados a Palacio Nacional era predecible: absolución en el primer caso, y aplausos abundantes en el segundo. Me investiga al que nombro y pago; me oyen los que sé que sí aplauden y en el momento justo. Nadie va a responder ni a ensuciar con la más mínima crítica la presentación de su mirada sobre el país: qué ganas de tener pasaporte para vivir en esa nación de la que habla. Vivimos en otra, distinta, que se llama igual.

Atento a su parecer sobre la reforma educativa, el elogio de su iniciativa inicial, y el desarrollo posterior, no tuvo límites. Si no va a haber pobreza extrema en 10 años, ¿qué dicultad se atisba en que dentro de 20 seamos, todos, bilingües?

La orientación central del discurso, a mi juicio, se concentró en conducir a su auditorio donde quería, y procurar eco en los medios: “La disyuntiva es clara: seguir construyendo un país del siglo XXI o apostar por un modelo fracasado del pasado”. ¿Qué es una disyuntiva? “Situación en la que hay que elegir entre dos cosas o soluciones diferentes”, aclara un diccionario. La Real Academia (RAE) coincide: “Alternativa entre dos cosas, por una de las cuales hay que optar”. Es preciso elegir (optar) por una de dos soluciones: sí una, no la otra.

La edicación de la nación en esta centuria, dijo, depende de la continuidad de su exitoso proyecto, reformas perfectas y funcionarios impolutos. El modelo fracasado del pasado refiere al que construyó, encabezó y defendió su propio partido durante décadas en el siglo XX. El nuevo o el viejo PRI: esas son las dos sopas. Maniqueo. Blanco o negro. Nosotros o el caos. No hay más ruta que la nuestra: la otra
vereda fue un fracaso, el sendero actual va “por el rumbo correcto”.

La cuestión, bien vista, no es elegir una de las dos posibilidades, sino demoler la noción de disyuntiva: ¿por qué entre esas dos y sólo esas dos? Existen más opciones, de lo que se sigue que lo que es falso es que estemos frente a una disyuntiva: son varias las posibilidades.

Esbozo, a manera de ejercicio, una adicional en materia educativa. Dicen los gerentes de hoy: ¿mérito o venta y herencia de plazas? ¿Memoria o aprender a aprender? ¿Evaluación o impunidad? ¿Precariedad laboral como impulsor de la calidad, o estabilidad en el trabajo pese a incumplimiento? Esta es la traducción de la disyuntiva en el terreno de la educación. Hay, al menos, otra, y es necesario considerarla: generar un espacio real para revisar a fondo lo realizado, y reformar la reforma, ya sea a través de enmendar los errores en las leyes secundarias, o, incluso, derogar cambios constitucionales, inadecuados, que derivaron de prejuicios e ignorancia.

No es nada malo corregir lo mal hecho, ni deshonroso en reconocer aspectos positivos en lo realizado, si lo que importa es que la educación mejore. Esos son, creo, los parámetros de la discusión. Del debate informado y serio, se desprendería el alcance de la imprescindible transformación de la reforma actual: ir hasta donde sea necesario, sin límites previos, por razones fundadas, y con miras no a predominar sobre los otros, sino en procurar generar las mejores condiciones para el aprendizaje en nuestras escuelas.

En los tiempos por venir no estaremos ante una disyuntiva, como dijo el Presidente, sino en una encrucijada: de nuevo la Real Academia: “lugar en donde se cruzan dos o más calles o caminos”. Hay, seguro, más opciones. La política es el arte de reconocerlas y argumentar: amplía. La soberbia, el espantapájaros, simplica. ¿Seguir a toda costa como vamos o el desastre? Falso, aunque aplaudan.

Fuente del Artículo:

http://www.eluniversal.com.mx/articulo/manuel-gil-anton/nacion/la-falsa-disyuntiva#.WbPpaor3bO8.twitter

Fuente de la Imagen:

http://themexicantimes.mx/maestros-gobierno-y-reforma-educativa-que-discutimos/

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“En los próximos años veremos un desarrollo muy importante de la educación en línea”

Chile / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Diego Guerrero / Fuente: El Día

Respaldado con el éxito de «Tu Clase, tu País», el profesional señaló las principales ventajas y desafíos que enfrenta la educación en línea, así como los beneficios de contar con profesionales adaptados a los requerimientos de la educación del siglo XXI.

Como un apoyo al desarrollo profesional de docentes, «Tu Clase, Tu País» entrega desde hace cinco años capacitaciones a profesionales de la educación en siete país de Latinoamérica, Colombia, Brasil, Venezuela, República Dominicana, Argentina, Chile y Uruguay.

A través del trabajo en asociación al Ministerio de Educación con del centro de perfeccionamiento para colegios públicos y también en trabajos con colegios privados y profesores de manera individual, la iniciativa busca entregar a los profesores distintas herramientas para que puedan entregar mejor educación a sus estudiantes, a través de clases en línea.

Eugenio Severin, profesional tras esta iniciativa, que ha dedicado gran parte de su vida profesional al trabajo en educación, habló con Radio Mistral sobre los principales desafíos de la educación online, amparado tanto en su experiencia como en el trabajo que realiza Tu Clase, Tu País, de la cual es co-fundador y director ejecutivo.

¿De qué manera estos cursos ayudan a la formación de los profesores?

“El de los profesores es un mundo que tiene una enorme tradición de formación permanente, lo que nosotros hacemos es justamente tratar de acompañarlos en el desarrollo de nuevas metodologías, nuevas prácticas educativas, más acorde a las necesidades de los estudiantes y por otro lado, también con otras experiencias como la formación de comunidades en red, uso de portafolios, etc. Vamos acompañando a los profesores para que tomen el control de sus procesos formativos y su desarrollo profesional”.

¿Cómo trabajan con las personas para mantenerlas comprometidas con una educación en línea?

“El trabajo de los tutores es muy importante, retroalimentando y acompañando el trabajo de los profesores mientras están haciendo el curso, hay una serie de herramientas que van manteniendo mensajes con ellos y aprovechando las ventajas de la tecnología para detectar cuando un profesor lleva varios días sin conectarse o con algún retraso en la materia y por lo tanto lo podemos contactar, ver cómo podemos ayudarlo, sacarlo adelante”.

¿Se puede adquirir realmente un aprendizaje significativo con este tipo de formación?

“Si, la verdad es que la evidencia internacional es bien clara en el sentido de que la formación en línea tiene tantas virtudes o ventajas como la formación presencial y tiene los mismos inconvenientes, es decir que es una buena educación. Un curso bien pensado, con una institución seria, con académicos prestigiosos que usan contenido de calidad, es igualmente buena que la educación presencial. También es igualmente mala si no cuenta con esos atributos, es decir, que el factor que sea en línea o no, no está directamente vinculado a la calidad de resultados, sino que está vinculado a las características que esa formación tiene”.

¿Qué pasa con los resultados de los alumnos de los profesores que se capacitan mediante la educación online?

“Hay un estudio muy importante que investigó el impacto que tenía en los estudiantes el que sus profesores se formaran en plataformas en línea, se realizó con paradocentes de matemáticas y de lenguaje y los resultados en ambos casos fueron positivos, habían entre un 6% y 7% de mejores resultados de aprendizaje, lo que ocurre en nuestro país y en Latinoamérica es que tendemos a desconfiar de este modelo, porque durante muchos años además se hizo de manera muy poco profesional, muy poco seria, se tomaban los mismos cursos presenciales y esos materiales se convertían en archivos PDF y quisimos creer que eso era formación en línea”.

¿Cuáles son las principales ventajas y desafíos de la educación On-line?

“Permite que las personas puedan acceder a ella desde lugares remotos, cuando el desplazamiento puede ser dificultoso, o por ejemplo da más flexibilidad en el manejo del tiempo a las personas que participan, porque pueden elegir cuál es el mejor momento del día para acceder a los contenidos que estudian en el curso. El desafío más importante es que requiere grandes niveles de autocontrol, de autonomía para poder cumplir con las materias, porque no hay alguien que lo está controlando en una sala de clases”.

¿Cómo es la educación en línea en otras partes del mundo?

“En Estados Unidos y Europa el desarrollo de la educación en línea ha sido tremendo y creo que eso está llegando ya a América Latina con plataformas mucho más ricas, que permiten una experiencia mucho de aprendizaje mucho más interesante. Yo creo que durante los próximos años veremos un desarrollo muy importante de la educación en línea, el mundo contemporáneo nos pide seguir formándonos a lo largo de toda la vida, ya no basta con lo que aprendimos en la escuela, en el liceo o incluso en la universidad, si queremos seguir siendo profesionales competentes, tenemos que seguir formándonos y por lo tanto en el contexto de adultos que trabajan, la formación en línea va a ser muy importante, como un elemento de formación permanente”.

¿Cuál es su visión sobre la educación que se entrega en Chile?

“En cuanto a la educación escolar hay un consenso bastante amplio, primero siempre es bueno ver el vaso medio lleno y el vaso medio vacío, el vaso medio lleno es que llevamos 30 años con alta prioridad en la educación en inversión, eso significa que hemos crecido muchísimo en la cobertura, ha crecido la calidad de la infraestructura de las escuelas, les pagamos mejores sueldos a los profesores, aunque todavía falta seguir creciendo, tenemos mejores textos escolares, mejores prestaciones, todas las condiciones alrededor del aprendizaje en Chile ha mejorado muchísimo en estos 30 años y creo que es motivo de orgullo lo que hemos hecho como chilenos en esa línea”.

¿Qué aspectos falta por fortalecer?

“Donde estamos al debe es que efectivamente la calidad del aprendizaje sigue siendo muy baja y ahí es donde viene el cuestionamiento de que gracias a que tenemos estas condiciones nos llegó el momento de hacernos la pregunta de fondo, la pregunta por la calidad, por la forma en que aprendemos y nos actualizamos de manera que sea más consistente con las expectativas, los intereses, las características de los estudiantes del siglo XXI que con toda seguridad son muy distintas de las características de los estudiantes del siglo XX, XIX o XVIII que es cuando el sistema educativo actual fue diseñado.

Fuente de la Entrevista:

http://www.diarioeldia.cl/pais/educacion/en-proximos-anos-veremos-desarrollo-muy-importante-educacion-en-linea

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