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Cortometraje: El poder de la empatía

Por: Alex Bull.

A pesar de no ser un cortometraje en el sentido estricto de la palabra, se trata de un breve vídeo animado que explica este sentimiento a través de actos. Establece una clara diferenciación entre empatía y compasión, ilustrando fielmente cuáles son los mecanismos del sentimiento empático y explicando por qué es muy diferente de ser compasivo.

Fuente del documento: https://www.youtube.com/watch?time_continue=113&v=hRE6P_FY2rE

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El humanismo actual: verdad, bien y justicia

Por: Beatriz Villareal.

La revisión y adecuación del concepto de humanismo es necesaria ante las complejidades que han surgido en el contexto social originado por la acelerada transformación y agresión a la naturaleza causada por el progreso económico y tecnológico y la supremacía ideológica de la insolidaridad, porque hacen más difícil la construcción de espacios comunes para una convivencia social armoniosa, ante fenómenos como las migraciones y las guerras locales, nacionales o tri nacionales como es el terrible caso de Yemen en África. Este contexto hace necesario a replantearse la fundamentación del significado del humanismo. El vigente se basa en la ideal de bienestar  básicamente material como el lugar común  para todos en el mundo. Pero no lo es realmente, exhibe profundas fisuras y rasgos que le dan fecha de defunción al acercarse cada vez más a la destrucción de la base natural que lo vio nacer.

Es así porque la problematización de esta definición planteada recientemente por E. Lledó (2018)  considera que si del dinero empleado en guerras, destrucción y ausencia de solidaridad se utilizara en investigaciones sobre los problemas esenciales de la vida, la faz del mundo sería mucho mejor. Es necesaria la construcción de un nuevo paradigma del humanismo. Su significado es útil al pensamiento y a la toma de conciencia, aunque por ahora no lo es a  la acción. Que se piense y se pronuncie el nuevo contenido permite saber que están ahí, comprometiéndonos, y haciendo posible la creación de situaciones que hagan posible esta nueva definición, visión filosófica y conceptual. Requiere de una educación emocional e intelectual para vencer un mundo  lleno de ideología del poder, de competitividad, agresión y fanatismo económico que no pueden desprenderse fácilmente  de estos lastres.

Para Lledó en la educación  se encuentra la imprecisa frontera donde coinciden la teoría y la praxis  y donde ambos dominios se interfieren. Ya que pareciera que las humanidades han quedado al margen de los intereses concretos e inmediatos de las personas ante los avances de la ciencias y de la tecnología. En educación conceptos como la verdad o el bien son tan imprescindibles en el contexto cultural, al igual que los elementos físicos, para sostener y hacer posible la vida en común, los ideales humanos, la posibilidad de comunicación y la inteligencia. Son respuestas a problemas planteados por las demandas de un humanismo renovador en la incesante tarea de modificación y revisión ante las condiciones cambiantes de la humanidad.

Para la nueva concepción humanista la verdad como primer término es uno de los conceptos esenciales para que se pueda desarrollar la sociedad. El lenguaje establece los elementos que la hacen válida. Son las personas las que tienen que establecer los nuevos fundamentos  y trazar las nuevas fronteras. Antes, la verdad sólo servía a la clase poderosa y era un conglomerado ideológico sobre el cual esta clase se apoyaba. Con la democracia, se supone, en teoría, al ser todos iguales, nadie puede detentar para sí le discurso del poder ni nadie posee el privilegio de la verdad. La verdad es un bien común, un bien para construir en el diálogo con la tradición literaria y con la tradición del lenguaje en el que vivimos y estamos con los otros, sin que nadie, por la autoridad derivada de su poder,  se arrogue el privilegio y del derecho de poseerla.

Desde la filología el significado de las cosas y la filosofía con los seres y las cosas, la verdad como fundamento de las relaciones humanas brotó de una necesidad democrática histórica que descubrió un horizonte de referencias en las que los seres humanos pudieron iluminar la fuerza y seguridad de sus afirmaciones. La verdad como resultado del proyecto de creatividad humana se convirtió en un reflejo, en una referencia e impulsora y prolongadora de un territorio mental que encontraba el cauce para deslizarse y avanzar en el conocimiento. La verdad a través de las palabras señala los pasos fundacionales de este humanismo. El amor por la vida de la filosofía, la ciencia y la literatura  fueron el inicio de las aspiraciones teóricas y prácticas que dieron origen a la ciencia y a la cultura.

El bien es otro de los conceptos de la vida humana. Es una idea muy sutil por las diferentes formas bajo las que aparece. Descubre todo lo que organiza a todas las formas de ser. Expresa lo que es y en su búsqueda se afirma, se sostiene y realiza el dinamismo de existir. Aristóteles lo definió en la Ética a Nicómaco como aquello hacia lo que todo aspira. Para Lledó es el indicador que señala el último y más completo horizonte de referencia de toda realidad. Tiene sus raíces en la afirmación más real y firme de la existencia.

Y la justicia, es una forma de bien repartido en una sociedad para que ésta pueda cohesionarse sin desgarrar el tejido colectivo. No hay palabra alguna que no tenga su origen en la sustancia misma del ser humano. Las palabras de la cultura como el bien o la verdad son el territorio de la libertad. Por lo que el autor propone el placer y la necesidad que se tiene de pensar de nuevo estas palabras clásicas dentro de la tradición cultural y de la pedagógica para redescubrir esos territorios y renovar estos conceptos.

Fuente del artículo: https://www.horizontegt.com/beatriz-villarreal/2018/12/26/el-humanismo-actual-verdad-bien-y-justicia-beatriz-villarreal

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Los niños amados se convierten en adultos que saben amar

Por: Raquel Aldana

Nuestras primeras experiencias con el mundo marcan nuestro desarrollo emocional. En los niños se entreteje una red que conectará su mente y su cuerpo, lo que determinará en gran parte el desarrollo de la capacidad de sentir y de amar.

En este sentido, nuestro crecimiento emocional dependerá de nuestros primeros intercambios emocionales, los cuales no enseñarán qué ver y qué no ver en el mundo emocional y social en el que nos encontramos.

Así, el campo de nuestra infancia nos permite sembrar las semillas del amor de manera natural, lo que determinará que la capacidad de amar y ser amados crezca de manera saludable y nos ayude a desarrollarnos.

“Somos seres emocionales que aprendimos a pensar, no máquinas pensantes que aprendimos a sentir”

-Stanisla Bachrach-

El significado de la nostalgia

Si alimentamos a los niños de amor, los miedos morirán de hambre

Las muestras de cariño y afecto elevan la autoestima en los niños y les ayudan a construir una personalidad emocionalmente adaptada e inteligente. Es decir, nuestro amor les ayuda a manejar los miedos naturales que surgen en las diferentes edades, fomentando un grado de sensibilidad saludable.

Los niños tienen una confianza natural en sí mismos. De hecho, nos asombra que ante desventajas insuperables y fracasos repetidos no se rindan. O sea, que la persistencia, el optimismo, la automotivación y el entusiasmo amistoso son cualidades innatas.

En este sentido, es el mundo o, mejor dicho, los adultos, los que vamos mermando esa inteligencia emocional con la que todos nacemos.

Darnos cuenta de esto nos ayuda a ser conscientes del papel tan relevante que tiene amar a nuestros hijos y educarlos desde el respeto, la empatía, la expresión y la comprensión de sentimiento, el control del enfado, la capacidad de adaptación, la amabilidad y la independencia.

el mundo azul

¿Qué podemos hacer para criar niños felices y saludables?

El temperamento de un niño refleja un sistema de circuitos emocionales innatos específicos en el cerebro, un esquema de su expresión emocional presente y futura, y de su comportamiento. Estos pueden ser o no adecuadas, por lo que la educación debe convertirse en apoyo y guía para ellos.

Para lograr una salud emocional óptima, debemos cambiar la forma en la que se desarrolla su cerebro. La idea es que a través del amor y de la educación emocional fomentemos ciertas conexiones neuronales saludables en los niños.

O sea, todos los niños y todos los adultos parten de unas características determinadas que tienen que gestionar juntos para lograr su bienestar físico y emocional.

Por ejemplo, el hecho de que un niño sea tímido por naturaleza, suele provocar que los adultos que nos encontramos a su alrededor lo sobreprotejamos, haciendo que se vuelva ansioso y perturbable con el paso del tiempo.

En este sentido, con lo que hoy en día conocemos, la educación emocional requiere de cierto desaprendizaje adulto. Un niño tímido debe aprender a poner nombre a sus emociones y a enfrentar lo que le perturba, no debe sentir que le cortamos las alas porque es vulnerable.

Un adulto tiene que mostrarse empático sin reforzar sus llantos y sus preocupaciones, proponiéndole a su vez nuevos desafíos socio-emocionales que le permitan evolucionar. Es decir, hay que proteger su salud emocional a través del desarrollo de sus características naturales.

que te importe quien te aporte (2)

Las claves básicas de una educación emocional saludable

Algunas de las claves básicas de una educación emocional saludable son:

  • Los especialistas suelen recomendar ayudar a los niños a hablar de sus emociones como una manera de comprender a sí mismos y a los demás. Sin embargo, las palabras solo dan cuenta de una pequeña parte (un 10%) del verdadero significado que obtenemos a través de la comunicación emocional.

Por esta razón, no podemos quedarnos solo en la verbalización, sino que tenemos que enseñarles a comprender el significado de la postura, de las expresiones faciales, del tono de voz y de cualquier tipo de lenguaje corporal. Esto resultará mucho más efectivo y completo para su desarrollo.

  • Desde hace años se viene promocionando el desarrollo de la autoestima de un niño a través del elogio y los refuerzos constantes. Sin embargo, esto puede hacer mucho más daño que bien. Los elogios solo ayudarán a nuestros niños a sentirse bien consigo mismos si están relacionados con logros específicos y con el dominio de nuevas aptitudes.
  • El estrés es uno de los grandes enemigos de la niñez. Sin embargo, es un inconveniente con el que tienen que vivir, por lo que protegerlos en exceso es una de las peores cosas que podemos hacer. Ellos tienen que aprender a enfrentar estas dificultades naturales de tal forma que desarrollen nuevos caminos neurales que les permitan adaptarse al medio en el que viven.

No podemos tratar de criar a nuestros niños en un mundo Disney de inocencia e ingenuidad. El estrés y la inquietud forman parte del mundo real y de la experiencia humana tanto como el amor y el cuidado.

Si tratamos de eliminar estos obstáculos, impediremos que tengan la oportunidad de aprender y desarrollar capacidades realmente importantes que les ayuden a enfrentar desafíos y decepciones que son inevitables en la vida.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/los-ninos-amados-se-convierten-adultos-saben-amar/

 

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7 entrevistas sobre educación emocional que no pueden faltar en tus lecturas de verano

Cada vez son más los docentes y centros educativos que se deciden a incorporar la educación emocional dentro de sus horas lectivas: la adquisición de recursos para la identificación, gestión y autorregulación de emociones contribuye a que los niños incrementen su autoconfianza y autoconocimiento, lo que sin duda repercute en su desarrollo personal y su aprendizaje.

A continuación recopilamos diversas entrevistas a expertos para profundizar en los variados aspectos de la educación emocional.

La escritora y psicóloga experta en inteligencias múltiples y emocionales cree que “educar en las emociones es clave para favorecer el aprendizaje”. Además, para ella  “aprender a ser uno mismo y también a convivir son dos aprendizajes válidos para toda una vida”. Bajo su punto de vista hay que incluir la educación emocional en todo el proceso educativo para frenar la tasa de abandono escolar.

Luis López

Este doctor en Psicopedagogía es autor del libro “Meditación para niños: en paz me levanto, en paz me acuesto” y está a favor de la práctica del mindfulness en la etapa infantil. Para ello, hace hincapié en los múltiples beneficios de esta herramienta, entre los que se encuentran la mejora en la gestión de las emociones de los más pequeños.

Pilar Martín Lobo

Pilar Martín Lobo es investigadora, profesora y directora del Máster Oficial de Neuropsicología y Educación de la Universidad Internacional de la Rioja. Cree que “las áreas cerebrales específicas para el aprendizaje se activan mejor si existe un buen desarrollo emocional y existe autoestima y seguridad personal.” Además, considera de vital importancia “suprimir la tensión y aplicar métodos de aprendizaje donde el alumno sea el protagonista, haya tiempo para comunicarse, para reflexionar, para disfrutar aprendiendo a través de actividades variadas y apropiadas para todo tipo de inteligencias y de talentos”.

Anna Carpena

Esta maestra especializada en el desarrollo de la inteligencia emocional y asesora en contenidos de educación emocionalcree que para que un niño reciba una buena educación en emociones, es necesario que la persona que educa también esté educada en ello. Y para conseguirlo, afirma que “es necesario haber vivido experiencias de introspección”. “La comprensión y gestión de uno mismo favorecerá el encuentro armónico con el otro, con los demás”, añade..

Mar Romera

Es experta en inteligencia emocional y presidenta de la Asociación pedagógica Francesco Tonucci. Y afirma que “son las emociones las que mueven el mundo” y que es necesario garantizar “el equilibrio emocional de los docentes” ya que es clave para la educación emocional de los niños y jóvenes.”

Antonio Sánchez

Este pionero de la Educación Emocional como asignatura curricular obligatoria en un centro público de Jerez cree que «es necesario un cambio de paradigma educativo en el que tengan cabida las emociones a lo largo del proceso de aprendizaje». Según él, esto hace que “los alumnos vivencien la alegría de comprender y ponerse en el lugar de los otros, desarrollen la compasión y se sientan responsables de su propia vida”.

Isabel Carrión

Es psicóloga, profesora de Pedagogía Terapéutica en el CEIP Jaime Balmes de Murcia y formadora en ecología emocional. La aplica desde hace seis años en sus clases, considerándolo algo clave dentro de la educación ya que, según dice, “la canalización correcta de la energía emocional debe realizarse desde la infancia” porque es algo básico para el conocimiento de uno mismo.

Fuente de las entrevistas: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/entrevistas-sobre-educacion-emocional/88141.html
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Luis Rojas Marcos: “Hay que decir más ‘cuéntame’, ‘perdona’ y ‘te quiero”

El veterano psiquiatra confiesa que habla mucho solo y recomienda seguir su ejemplo para mantenerse cuerdo

Son las siete de una gélida tarde de primavera. Este señor que aparenta una década menos de sus 75 años lleva todo el día hablando de su libro y, con la excusa de que esta es su última entrevista y me ve llegar destemplada, me arrastra al bar del hotel Palace de Madrid para invitarme a un café y, de paso, regalarse un “cubalibre como está mandado» como premio de fin de jornada. Se lo sirve, solícito, su camarero, un profesional que, a base de atenderle en sus cuatro o cinco visitas anuales a España desde Nueva York, donde reside desde hace medio siglo, se ha convertido en un amigo. Barman y psiquiatra. Difícil encontrar dos oficios donde se escuche más al otro. Estoy de suerte.

Hablador. Me hablo mucho a mí mismo, a veces en voz alta, a veces en voz baja, pero me ayuda a gestionarme, a animarme, a ponerme límites. Hablarme es fundamental en mi día a día. Todos deberíamos hablar más solos.

¿No era eso cosa de locos?

Ese es el problema. Se ha estigmatizado. Los niños, desde los 2 o 3 años, se hablan a sí mismos, se animan, se acunan, se consuelan. Luego, nos da vergüenza, porque se identifica a la persona que habla sola con el enfermo que oye voces. Nos reprimimos, y es un gran error. Igual que nos enseñan a hablar, y a pedir las cosas por favor, deberían enseñarnos a hablar con nosotros mismos.

Hoy se ve a mucha gente hablando sola, pero al móvil.

Si están hablando con alguien, bien. Lo malo de la tecnología es cuando interfiere en tu capacidad de hablarte a ti mismo, o hablar con los demás, o tener relaciones reales: es un problema muy serio.

Canarias va a hacer obligatoria la educación emocional en los colegios. ¿Qué le parece la idea?

MEDIO SIGLO A LA ESCUCHA

Luis Rojas-Marcos (Sevilla, 75 años), adquirió notoriedad mundial como jefe de Salud Mental de Nueva York durante los atentados del 11-S. Ahora, quien lleva medio siglo escuchando al prójimo, presenta un libro defendiendo el valor terapéutico de hablar a los demás y a uno mismo. Y predica con el ejemplo.

Una maravilla. Ponerle palabras a lo que sientes. Hablar. Si tienes ganas de llorar, saber que eso se llama estar triste. Si tienes ganas de insultar a alguien, es estar enfadado. Es una educación muy útil para la vida y la salud de los niños, que luego serán adultos.

Le van a quitar el trabajo.

Has dado en el clavo. Pero no hacerlo sería antihumano. Esa sería una buena causa, buscar otro trabajo, con la satisfacción de haber podido ayudar al grupo.

O sea, que «charlatán» para usted no es ningún insulto.

Si te lo dicen como insulto, tendrán que explicártelo, porque, en general, las personas parlanchinas tienen mucha suerte de serlo.

¿Por qué?

Las personas extrovertidas, que hablan más, que conectan con los demás, están más satisfechas de su vida en general. La razón es sencilla: al conectar con los demás, tenemos relaciones afectivas, nos ayudamos, compartimos y nos apoyamos en situaciones difíciles, y también nos quejamos y pedimos ayuda si la necesitamos…

¿Las mujeres hablamos más o es una puyita de los hombres?

La mayoría de los estudios demuestran que las mujeres hablan de promedio 15.000 palabras más que los hombres. Y eso es porque tienen la parte del cerebro que controla el lenguaje más desarrollada. Y porque los padres les hablan más a las hijas que a los hijos, sobre todo de temas emocionales. Estoy convencido de que las mujeres viven más porque hablan más. Y las españolas, más.

Pero se nos dice que calladitas estamos más monas. ¿Cuándo hay que morderse la lengua?

Cuando vayamos a desbarrar. Cuando sabemos que lo que diremos va a crear un conflicto o a herir a alguien, mejor callarse.

¿Merece la pena insultar?

No. El insulto ataca la autoestima, la identidad y el valor de la persona. No aporta nada. Las palabras no se las lleva el viento.

Lleva medio siglo escuchando penas. ¿Son siempre las mismas?

Lo que nos pasa, lo que oigo en consulta es básicamente lo mismo. O miedo, o tristeza, o angustia, o necesidad de que nos orienten en un momento de la vida.

¿Y tenemos remedio?

Muchos, para empezar, hablar, contar lo que nos pasa. Hablar es fundamental para entender lo que nos pasa y pedir ayuda.

¿Qué palabras hay en su botiquín?

Para mí la palabra más importante, profesional y personalmente, es “cuéntame”, pero para eso, tienes que estar dispuesto a escuchar, y eso no siempre sucede. Otra es “perdona”: pedir perdón es fundamental, porque sin perdón no hay futuro en la vida.

¿Y si no perdonas?

Enfermas. El perdón es fundamental para sobrevivir. Para reinventarse. La víctima perpetua es una persona muy limitada por su herida abierta. El duelo no se puede eternizar. Pasar más de tres años de víctima no es saludable. Te encierra en el papel de traumatizado. Evita abrir otro capítulo de tu vida con ilusión, esperanza y creatividad.

¿El dolor nos alcanza a todos?

Sin excepción. Pérdidas, traumas, divorcios. Según los epidemiólogos tocamos a dos adversidades serias por persona y vida. Unos tienen 4; otros, 1. Pero las horas bajas nos llegan a todos.

En lo de las palabras mágicas se ha olvidado de “te quiero”.

Decir te quiero es fantástico, sobre todo si es verdad y tienes a alguien a quién decírselo. Lo decimos, pero lo decimos por dentro. Y es bueno verbalizarlo. Pero no solo al otro, sino a nosotros mismos. Decirte: “mira, Luis, te quiero mucho” es muy útil, sé que no se nos enseña de pequeños, pero yo lo recomiendo.

Fuente; https://elpais.com/sociedad/2019/04/26/actualidad/1556281200_834373.html?id_externo_rsoc=TW_CC

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