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Diálogo: Capacitación docente pospandemia

Por: María Teresa González Carrasco

Te presentamos un resumen de este diálogo en torno a las estrategias docentes para la enseñanza remota pospandemia.

Capacitación y planificación: estrategias clave para la educación a distancia

Especialistas de la PUCP, el Tec de Monterrey y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) analizaron las nuevas estrategias para la enseñanza y los retos para las universidades en la pospandemia.

¿Qué debemos tener en cuenta para que los docentes puedan acompañar a nuestros estudiantes en el aprendizaje dentro de entornos remotos e híbridos? En la última edición de “Diálogos” conversamos sobre este y otros temas con Olga Ballin, directora del Centro de Desarrollo Docente e Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, Angie Vásquez, Coordinadora Académica del área de Formación Docente del Instituto de Docencia Universitaria de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y Teresa Guasch, decana de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Aprendizajes de la pandemia

Para Angie Vásquez, la pandemia nos ha llevado a aprender nuevas formas de enseñanza. En el caso de la PUCP, remarca, lo más importante a inicios de la emergencia sanitaria fue que se contó rápidamente con una estrategia institucional para enfrentar la crisis.

“Hubo un gran compromiso de los diversos actores de la universidad, quienes se articularon para dar soporte y acompañamiento al docente y, por supuesto, se ha tenido un mayor acercamiento a la tecnología. Sin embargo, lo más importante es el aspecto humano y pedagógico”, indicó.

Por su parte, Olga Ballín explicó que –antes del inicio de la pandemia– el Tec de Monterrey había cambiado su modelo educativo; por lo que adaptarse a la modalidad virtual y a un uso mayor de la tecnología fue para ellos como un “triple salto». “La gestión de la tecnología como un soporte y apoyo es un área de oportunidad, pues la veíamos como un plus y no como una necesidad. Otro aprendizaje es la importancia de la interacción que debe haber entre el profesor y sus alumnos y en esta época difícil este aspecto le ha dado un giro a la educación”, sostuvo.

Al tener un modelo de universidad en línea que funcionaba antes de la pandemia, en la UOC –comenta Teresa Guasch– lo que aprendieron fue que tenían la responsabilidad de ayudar y transferir su conocimiento a otras instituciones que se estaban adaptando a esta nueva situación que desconocían por completo. “También tuvimos que adaptarnos a la nueva realidad de nuestros estudiantes y acompañarlos en afrontar un nuevo contexto difícil por la pandemia” explicó Gusach.

Si bien las tres universidades estuvieron en momentos distintos antes de la pandemia, hay tendencias en común que resaltaron las especialistas:

  • El protagonismo lo tienen los estudiantes.

  • Hay un cambio en el rol del docente pues ya no sólo está centrado en el conocimiento y la experiencia, sino en nuevas competencias como el acompañamiento a los estudiantes.

  • Se necesita un equilibrio entre metodología y tecnología para afrontar el nuevo marco de enseñanza híbrida.

  • Es necesario un diseño tecno pedagógico con una mirada institucional para ajustar el modelo que cada universidad tiene.

  • La planificación se vuelve un aspecto fundamental en el entorno virtual y asíncrono.

  • Mayor autonomía del estudiante en el proceso de aprendizaje, pero eso no significa dejarlo solo sino acompañarlo en el proceso.

  • Es fundamental la presencia virtual del docente para generar un clima adecuado y generar fuentes de comunicación.

  • El acompañamiento y el feedback al estudiante es fundamental y para esta tarea se tiene que aprovechar las herramientas, analíticas y plataformas para hacer monitoreo.

  • Aprovechar lo sincrónico y lo asincrónico pues cada uno tiene aspectos positivos que contribuyen en el proceso de aprendizaje.

Los nuevos retos de las universidades

Frente a un futuro de mayores cambios para las universidades y grandes retos, las especialistas remarcaron que debe haber un abordaje institucional y basado en la experiencia, pues se ha tenido que resolver diferentes problemas de diferentes formas y mirar esto como una oportunidad.

En este sentido, las instituciones necesitan:

  • Preparar a las y los profesores para aprender a dar acompañamiento a los estudiantes y esto es un reto y aún hay mucho por recorrer.

  • Que la evaluación de los aprendizajes sea más auténtica, genuina y más formativa.

  • Lograr que las labores formativas y los recursos de apoyo sean mucho más cortos y más expeditivos pues cada vez más se requieren herramientas y productos más dirigidos y enfocados.

  • Ser cada vez más flexibles en todos los aspectos, tanto de parte de las instituciones para que las decisiones que se tomen sean más fáciles de implementar como de los profesores y estudiantes para afrontar los retos y cambios.

  • Los profesores necesitan trabajar colaborativamente para construir conocimiento, compartir experiencias y así asimilar los cambios de manera colaborativa y planificada.

Finalmente remarcaron que, para enfrentar este escenario, las instituciones necesitarán mucha flexibilidad y autogestión de los procesos y de acompañamiento planificado. Otro aspecto importante será trabajar de manera articulada desde todas las áreas de la universidad para que los procesos y cambios necesarios funcionen.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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EEUU: Para padres, la crisis del COVID causa fatiga y frustración

Por: eldiariolibre.com

  • Las clases por internet trastocaron la educación de los niños y las rutinas de trabajo de los padres
Amber Cessac se toma un selfie mientras cuida a sus hijas en Georgetown, Texas el 9 de septiembre del 2021. Para millones de padres de niños menores, la crisis del COVID no sólo ha provocado preocupación por la enfermedad misma sino también fatiga y frustración

Habían pasado ocho días desde el inicio del año escolar y las cinco hijas de Amber Cessac — de entre 4 y 10 años de edad — habían dado positivo al COVID-19.

Teniéndolas a todas enfermas, preocupándose de las repercusiones a largo plazo y teniendo a otros padres de alumnos, y a su propia madre, desestimando la pandemia, “hizo que algo estallara en mí”, relata Cessac.

“La ansiedad y el estrés se me habían acumulado adentro y me sentía como derrotada, como desesperada”, añadió.

Como millones de padres de niños pequeños, Cessac ha estado lidiando con el estrés de la pandemia desde hace ya 18 meses.

Están agotados por la pandemia misma, principalmente ante la propagación de la contagiosa variante delta, más que nada entre los no vacunados, lo que ha causado un aumento pronunciado de los casos en los niños.

Las clases por internet trastocaron la educación de los niños y las rutinas de trabajo de los padres. Luego regresaron las clases presenciales, lo que trajo más exposición al virus y tensiones sociales debido a que los padres se peleaban por las medidas de salud apropiadas. La politización de máscaras, vacunas y cierres ha dejado extenuados a los padres, que durante año y medio han tenido que decidir qué pueden sus niños hacer y no hacer.

“Los padres están más agotados de lo que jamás hemos visto”, observó Amanda Zelechoski, profesora de psicología de la Universidad de Valparaiso que fundó la organización benéfica, y el acompañante website, Pandemic Parenting.

“Llevamos año y medio con los nervios de punta y la crisis no da señales de acabar”, añadió.

Para muchos, la realidad escolar ha sido fuente de intenso debate. Hay evidencias de que las máscaras reducen la propagación del virus y en según las encuestas, en Estados Unidos la mayoría de la población está a favor de hacer obligatorio el uso de máscaras para alumnos y docentes. Pero el tema se ha politizado. Muchos gobernadores republicanos han tratado de prohibir toda orden de vestir la máscara. Las normas sobre máscaras, pruebas y cuarentenas varían notablemente de distrito en distrito. Poco después de la reanudación de las clases presenciales en agosto, la tasa de contagios repuntó y muchas escuelas tuvieron que volver a cerrar.

La escuela a la que van las cuatro hijas mayores de Cessac en un suburbio de Austin, Texas, no exige vestir la máscara. Las niñas, demasiado chicas para ser vacunadas, le dijeron que son unas de las pocas que usen la máscara. Ella las envió de vuelta al colegio mientras se recuperan.

“No hay ningún lugar donde las cosas estén mejor. Todas las madres nos sentimos atrapadas en esta situación. No hay nada que podemos hacer”, añadió.

Más de 5,5 millones de niños en Estados Unidos han dado positivo al COVID-19, el 20% desde el inicio del año escolar actual, según la Academia de Pediatría de Estados Unidos. Por lo general los niños son mucho menos susceptibles a enfermarse de gravedad o de morir, pero por lo menos 498 han fallecido.

Las vacunas han estado disponibles para niños mayores de 12 años desde mayo, pero las tasas de vacunación infantil son mucho menores a las de los adultos. Según datos oficiales, alrededor de la mitad de los jóvenes de 16 y 17 años están vacunados, y el 43% de los jóvenes entre los 12 y 15 años; entre los adultos están vacunados dos tercios de la población.

Y si bien se estima que para fines de año habrá una vacuna para los menores, por ahora siguen siendo vulnerables. Muchos padres no saben cuál es la mejor manera de protegerlos. “Muchos padres se ven ante decisiones difíciles, se preguntan ¿qué es lo más seguro para mi familia? O se sienten rezagados o invisibles porque otros segmentos de la población sí han podido reanudar actividades”, explicó Zelechoski.

Más de un millón de alumnos abandonaron el sistema de educación pública de Estadios Unidos en el año escolar de 2020, en que la mayoría asistió a clases vía internet. No queda claro cuál es la tendencia en el año escolar actual, pero la obligación de ponerse la máscara ha llevado a algunos padres a buscar alternativas.

Sheila Cocchi, una madre soltera que aún siente los efectos después de contraer COVID-19 en febrero, le está pagando a una maestra para que le dé clases a sus hijos de 10 y 14 años, 10 horas a la semana, junto con un programa educativo por internet. Ella trabaja desde casa en Fernandina Beach, Florida, justo al norte de Jacksonville.

“El año pasado era como que, bien, esto es una locura para todos y juntos vamos a tener que adaptarnos. Ahora el estrés es distinto”, dice Cocchi.

“Estamos tratando de resolver este problema todos como nación, o por lo menos como estado, pero hay un montón de gente que no ayuda. Yo quiero que mis hijos regresen a la escuela, igual que todos los demás”, añadió.

Otros padres dicen estar seguros que lo mejor para sus hijos es estar en la escuela, y están optimistas de que todo estará bien.

En Fort Worth, Texas, Heather Buen, empleada de una empresa local de servicios públicos, le insiste a sus niños que se laven las manos y que se pongan la máscara, incluso cuando los demás niños — a veces ni siquiera los maestros — lo hacen.

“Eso requiere un gran esfuerzo”, sostiene Buen.

Ella cree que al ver que su padre, un electricista, tuvo COVID-19 les causó suficiente impresión como para atenerse a las reglas sanitarias. Los cinco niños que están en la escuela no se han enfermado, y Buen se siente un poco más tranquila al ver que más docentes y niños están poniéndose la máscara. Aun así, padres de tres distritos, incluido el de ella, han entablado demandas acusando a las escuelas de violar los derechos constitucionales de los menores al no imponer una orden de vestir máscaras.

Las demandas, las peleas en las juntas escolares, y las peleas familiares y entre amigos también están contribuyendo al estrés generalizado.

“las peleas de parte y parte, eso es lo que ha sido lo más difícil”, comenta Sarah Brazwell, cuyo hijito de 3 años está en el jardín de infancia y su hijo de 9 está en primaria. Ella dice que no está lista para vacunarse, y que ponerse la máscara en el pequeño pueblo de Florida donde vive “no tiene mucho sentido” porque casi nadie la usa.

La atención infantil — cómo conseguirla, pagarla, la posibilidad de enfermarse allí — ha sido una enorme fuente de estrés durante la pandemia. Hay poco personal especializado y puede resultar difícil encontrar una plaza disponible. Si un pequeño queda enfermo o expuesto al virus, incluso si sufre un resfriado menor, la escuela tiene que mandarlos a todos de vuelta a casa por días o semanas, obligando a los padres a buscar alternativas para el cuidado de sus hijos.

Deanna Manbeck, directora del centro de atención infantil al que va su hijo en Wilmington, Delaware, tiene una gran responsabilidad para las 20 familias que usan el plantel. Allí la directiva ha obligado a todos a usar máscaras, pero no a ponerse la vacuna, pues temen que los docentes renunciarán.

“¿Cómo voy a decirle a los padres que ya no podemos cuidar a sus hijos y que tienen que encontrar otro lugar?”, expresó Manbeck.

“Como madre, quisiera que todos los maestros estén vacunados, pero no estamos en la posición para poder exigir eso”, añadió.

Jeff Sheldon y su esposa entrevistaron niñeras para sus dos hijos — uno de 3 años y uno un bebé — luego que el cierre de escuelas y enfermedades menores confinaron a los pequeños a la casa durante semanas este verano pasado. Sheldon y su esposa usaron días de enfermedad o trabajaron desde casa. Las madres de ambos también ayudaron.

“No podemos seguir en una situación en que pueden suspender las clases de un día para otro”, manifestó en relación al centro de cuidado infantil en Lincoln, Nebraska, que usaba antes.

Sheldon podía trabajar desde casa más a menudo que su esposa, quien trabaja para el sistema de educación pública. De hecho, la pandemia ha subrayado la carga en particular que tienen las mujeres en balancear su trabajo con sus labores domésticas, y millones de mujeres han dejado de trabajar.

Tomarse un tiempo de licencia fue algo que consideró brevemente la doctora Ankita Modi, una pediatra en Charlotte, Carolina del Norte. Le molestaba el hecho de siquiera pensar en eso, pero así de mal estaban las cosas. En su distrito escolar, ponerse la máscara es algo opcional, no existe la opción de clases a distancia y ella dice que el sistema de rastreo no funciona. Las autoridades de salud local estuvieron de acuerdo y amenazaron con demandar al distrito antes de llegar a un acuerdo sobre las medidas sanitarias a seguir hace pocos días.

Su hijo más pequeño tiene 11 años y por lo tanto es muy pequeño para ponerse la vacuna; los otros dos sí pueden.

“Me siento como que los estoy poniendo en peligro todos los días. Como madre, es sumamente desconcertante. Yo no creo que nadie ha dormido bien desde que comenzaron las clases”, declaró Modi.

https://www.diariolibre.com/usa/actualidad/para-padres-la-crisis-del-covid-causa-fatiga-y-frustracion-KM29166408

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España: La Fiscalía abre la primera investigación por absentismo escolar relacionado con la covid

Europa/España/22-01-2021/Autora: Olga Esteban/Fuente: www.elcomercio.es

El centro educativo dio aviso de que dos hermanos, de 10 y 14 años, no asistían a clase desde principios de curso.

Es el primer caso que llega a la Fiscalía por este motivo, no solo en Asturias, sino probablemente sea también de los primeros del país. La Fiscalía de Menores de Asturias ha abierto una investigación por un caso de absentismo escolar relacionado con la covid. Es decir, que la justificación de la familia para explicar por qué sus hijos no acuden al centro son «motivos relacionados con la covid», confirma Fiscalía. Se trata de dos hermanos, de 10 y 14 años, del occidente asturiano, que no han acudido a clase desde principios de curso, por lo que fue el propio centro el que puso el tema en conocimiento del ministerio público en diciembre, antes de las vacaciones de Navidad, cuando se abrió la investigación. La Fiscalía se ha puesto en contacto con la familia, que asegura que los menores están recibiendo educación en casa. Pero desde el ministerio público se les ha recordado que «tienen la obligación de mandar a los niños a un colegio normalizado». Se les realizará un seguimiento y «si persisten, se valorará una denuncia por abandono de familia o desobediencia».

María Amparo Martínez es la abogada de la plataforma España OnlineEduca y desde octubre, su despacho, en Madrid, está casi centrado en casos de absentismo escolar relacionados con el coronavirus. Hasta ahora, todos los que conoce se han tramitado por vía civil o administrativa, nunca había tenido noticia de un caso que llegara a la Fiscalía. Por eso, «es importante conocer los detalles, porque podría ser una familia con antecedentes de absentismo o, simplemente, que el centro se lo ha trasladado a la Fiscalía directamente, sin pasar por otra vía».

Sí hay casos en Asturias de expedientes que ya han sido trasladados a Servicios Sociales, como el de María José Hidalgo, madre de A., de 12 años, que ya contó en las páginas de EL COMERCIO su caso y que, por el momento, no tiene solución. «Servicios Sociales no sabe qué hacer con estos casos, porque no son abstentistas al uso. Son familias normales, preocupadas por la educación de sus hijos, con expedientes brillantes», explica Amparo Martínez. «Se están haciendo auténticas aberraciones», denuncia la abogada. Y pone el caso de un niño ceutí al que le han calificado todo el primer trimestre «con un 1, en lugar de poner no evaluado».

María José Hidalgo se muestra decepcionada con la respuesta de las administraciones y lamenta que «he perdido el derecho a elegir la educación de mis hijos».

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/fiscalia-abre-primera-investigacion-absentismo-escolar-covid-20210115202553-nt.html

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Colombia: Conozca cuáles son los lineamientos para el regreso a clases

América del sur/Colombia/18 Junio 2020/semana.com 

El Ministerio de Educación dio a conocer el documento que rige tanto para instituciones públicas como privadas.

La ministra de educación, María Victoria Angulo, dio a conocer este sábado cuáles serán los lineamientos que se deberán tener en cuenta para la educación en casa y la presencial a partir de agosto.

De acuerdo con la ministra serán los gobiernos locales y departamentales junto a sus Secretarías de Educación y Salud quienes se encarguen de realizar las gestiones para garantizar que se cumplan los protocolos de higiene en cada una de las instituciones educativas y, así, ver cuál es el momento oportuno para regresar a las aulas.

La reanudación será gradual y dependerá de las condiciones de cada institución educativa. Cada cual tendrá que ver si reúne las características necesarias para que asegurar que los estudiantes no correrán riesgos.

Tendrán que garantizar el distanciamiento físico de dos metros, permanecer con dotación para realizar limpieza y desinfección de calzado, tomar la temperatura a todos los estudiantes, profesores y personal administrativo al ingreso al plantel, instaurar el uso obligatorio de tapabocas correctamente, entre otras medidas.

Así mismo las instituciones deberán contar con comités de seguimiento y acompañamiento.

Es importante resaltar que dentro de los lineamientos se descarta el regreso a la presencialidad de profesores mayores de 60 años y niños menores de dos años, pues estos hacen parte de la población que se considera más vulnerable al contagio de coronavirus.

La ministra Angulo resaltó que lo más importante para las familias y la comunidad educativa es la seguridad de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes del país, así mismo dijo que es importante que las instituciones educativas fortalezcan el aprendizaje desde casa.

Es de recordar que el documento con los lineamientos, que surgió de un trabajo conjunto entre el Ministerio de Educación Nacional, el Ministerio de Salud y Protección Social, el ICBF y la Consejería Presidencial para la Niñezaplica tanto para instituciones públicas como privadas.

Para consultar todo el documento completo de los lineamientos para el regreso a clases haga clic en este enlace.

Fuente e imagen: https://www.semana.com/educacion/articulo/coronavirus-hoy-conozca-cuales-son-los-lineamientos-para-el-regreso-a-clases/679641

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Educación en tiempos de coronavirus. Pensando en los que no están (16-6-20)

Por: Alberto Croce.

El Sistema Educativo está haciendo un gran esfuerzo para sostener una situación que se vuelve cada vez más difícil. En este último tiempo he escuchado a varios docentes decir que la experiencia de “educación en casa” ya está agotada. Como están agotándose docentes y estudiantes para poder sostenerla.

Realmente no es sencillo hacerlo.

Acabo de conversar con estudiantes de escuelas de gestión estatal de 8 provincias de nuestro país. Todes me señalan que, a estas alturas, no es el tema de la conectividad el que les preocupa. Lo realmente difícil es sostener esta experiencia en la que muchas veces no entienden, no se sienten bien acompañades, no saben qué futuro tendrá ni para qué les servirá realmente el esfuerzo que están realizando.

Sin pandemia, el 70% de les pibes estudia y termina la secundaria. Con la pérdida de presencialidad y los problemas de conectividad, ese número se desploma preocupantemente. Los más optimistas dicen que solo la mitad de aquel 70% es la que puede  seguir las propuestas para hacer en casa.  Pero hablando con les pibes, la situación es más desalentadora.  Una situación que puede representar un “promedio” es que en un aula de 25 estudiantes, de 7 a 10 se conectan a una clase por zoom, de 12 a 15 entregan los trabajos propuestos y de 10 a 15 no se sabe nada de ellos.  Pero esto no quiere decir que los que entregan trabajos están aprendiendo algo… Muchos lo hacen solo por cumplir y ni siquiera entregan trabajos realizados por ellos mismos…

Lo que más me cuentan les pibes es una gran desorientación, angustia y  desmotivación… (Y hablamos de pibes de 8 provincias… no sólo del AMBA).

Cuando les pregunto qué deberíamos hacer para lograr recuperarlos, piensan que docentes, centros de estudiantes y organizaciones tienen que salir a buscarlos. Pero la escuela tiene que pensar cosas nuevas para atraerlos.

*“Ya que todo va a cambiar y no volverá a ser cómo antes, ¿no podríamos esforzarnos por inventar una nueva escuela que sea mejor?”*, se preguntaba una estudiante de Santa Fe.

Otra decía que quizás era la oportunidad ideal para que en todas las aulas nos sentáramos en círculo, ya que esto sería posible siendo 15 estudiantes.

También hablaban de que les pibes tenían que sentir que en la escuela se iban a hacer cosas que les interesaban.

Me llamó la atención una cuestión bastante generalizada: *“Tenemos miedo que al volver nos exijan demasiado. Y eso puede desalentar el regreso de cualquiera.”*  En este punto, la sensación es que les estudiantes temen que sus docentes no sean suficientemente sensatos y no puedan manejar las exigencias que les lleguen del mismo Sistema Educativo y las trasladen, sin más, a les estudiantes.

 

*El desafío del volver a las escuelas, será volver con todes.* Si no lo logramos, la pandemia habrá lastimado profundamente a lo más profundo de nuestra sociedad y habrá muchas más víctimas que las que nos cuentan todos los días. Ojalá que nuestra sociedad se preocupe bastante más  por sus “students” que por sus “runners”…

 

Fuente del artículo: https://albertocesarcroce.wordpress.com/2020/06/16/educacion-en-tiempos-de-coronavirus-pensando-en-los-que-no-estan-16-6-20/

 

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Colombia: Secretaría de Educación hace seguimiento al plan de formación desde casa

América del Sur/ Colombia/ 02.06.2020/ Fuente: www.laopinion.com.co.

Ya han transcurrido unas seis semanas de labores académicas desde casa para los cerca de 149 mil estudiantes y 6.310 maestros del departamento, y por esa razón, la Secretaría de Educación programó una nueva sesión de la estrategia ‘Encuentro virtual para fortalecer entre todos, la educación en casa’, con el fin de hacer seguimiento al trabajo que han venido desarrollando.

En un trabajo articulado de directivos y los equipos académicos de los colegios, la Secretaría  ha dispuesto un canal de interacción para que se entable una conversación permanente, orientada a lograr una educación integral y de calidad para los niños y adolescentes en medio de esta situación generada por la pandemia del coronavirus.

Esta reunión se desarrollará hoy  a través de la plataforma Cisco Webex, en ella deberán participar uno de los responsables de la gestión académica, es decir rectores, directores, coordinadores o líderes del consejo académico por institución.

“Nuestro propósito es generar un espacio para conocer cómo han sido las experiencias en este contexto de emergencia, las estrategias flexibles utilizadas, las experiencias en la entrega de materiales pedagógicos, cómo han mantenido el vínculo de los estudiantes con el proceso educativo, entre otros”, manifestó la secretaria de Educación del departamento, Laura Cáceres Niño.

Y es que dentro del plan de acción que presentó la secretaría a la Asamblea está el cumplir  con las cinco líneas estratégicas para transformar la enseñanza a través de acciones que garanticen las condiciones para las trayectorias completas en el sistema escolar, con modelos educativos pertinentes y de calidad a pesar de la pandemia que ha provocado el coronavirus.

Buscamos reducir las tasas de deserción, repitencia y mejorar los niveles de calidad, así como facilitar el tránsito inmediato a la educación superior, dijo la funcionaria.

“La apuesta del Gobernador está en la educación”, indicó Cáceres Niño.

Cabe recordad que por la emergencia presentada, las clases en el departamento se siguen desarrollando desde los hogares y también se han diseñado guías para quienes no tienen acceso a la tecnología.

Fuente de la noticia: https://www.laopinion.com.co/cucuta/secretaria-de-educacion-hace-seguimiento-al-plan-de-formacion-desde-casa-197274

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Pandemia académica: la cuarentena acentúa la desigualdad de género en la academia

Por: Sofía García-Bullé

La cuarentena ha puesto en evidencia el “muro materno” que bloquea el avance de las mujeres en la academia.

Conforme el periodo de cuarentena avanza, un fenómeno social regresivo sucede en los hogares de profesionistas que son madres. El desbalance de género se ha vuelto patente en las dinámicas de parejas con hijos que ahora se encuentran trabajando desde casa, con las mujeres compensando por el tiempo y las tareas que implican el cuidado del hogar y los hijos. Como consecuencia, los trabajos académicos escritos por mujeres se han reducido considerablemente. La realidad epistémica durante la pandemia está siendo escrita en su mayoría por hombres. ¿Cómo se explica que esto suceda en pleno siglo XXI?

Esta dinámica desbalanceada puede deberse a un viejo hábito que aún forma parte la socialización con base en el género. De acuerdo a los principios relacionados con las labores, el trabajo pagado o profesional, por definición, vale más que las labores del hogar, el primero puede ser monetizado y tiene un valor económico claro, el otro carece de una tabulación que le asigne un valor económico medible, sin embargo, sus resultados pueden tener más alcance y significación que un trabajo de oficina.

Tradicionalmente, el trabajo para el sustento de una familia se ha asignado a los hombres, aunque hoy en día la fuerza de trabajo se comprende de una presencia femenina competitiva, es común ver a los hombres como el sostén económico del hogar. Esto afecta seriamente la capacidad de las profesionistas para trabajar las mismas horas, dado que, a diferencia de sus equivalentes masculinos, se espera que asuman el rol principal en las tareas del cuidado del hogar y de los hijos.

La merma de género en la academia

A mediados del mes de abril, la doctora Elizabeth Hannon, Directora Asistente en The British Journal for the Philosophy of Science, comentó públicamente en Twitter sobre una dramática disminución en la presencia de artículos enviados por académicas mujeres. “Insignificante el número de propuestas para el diario por parte de mujeres durante el mes pasado. Nunca había visto nada así”.

El breve comentario de Hannon fue seguido por una avalancha de reconocimiento y empatía de una gran cantidad de académicas para las que el aislamiento ha sido una experiencia muy distinta a las de sus parejas y colegas masculinos. Las breves crónicas fueron muy variadas pero todas coincidían en una sola cosa: No hay tiempo de escribir cuando los cuidados de la casa y de los niños no son una responsabilidad compartida y se espera más de ellas que de ellos.

Hannon no es la única editora de revistas académicas que ha notado este paradigma, David Samuels, co-editor del journal Comparative Political Studies, respondió al hilo de discusión que abrió su colega en Twitter con sus propios datos. Samuels declaró que las propuestas por parte de mujeres a su revista alcanzaron el mismo número que en abril del año pasado, mientras que las de los hombres aumentaron en un 50 por ciento.

“Publish or perish”: productividad en la academia

Alessandra Minello, estadística y demógrafa social de la Universidad de Florencia, Italia, escribió un artículo sobre lo que la cuarentena revelará sobre el «muro materno» que bloquea el avance de las mujeres en la academia, un sector que ya está mostrando señales de advertencia y serias fallas ante la constante presión que tienen académicos y académicas por publicar. Para mantenerse relevantes, los académicos deben presentar un ritmo constante de publicaciones, la presión de ser constantemente productivo no toma en cuenta las circunstancias especiales que genera una cuarentena, y menos la acentuación de brecha de género que provoca.

Sam Giles@GilesPalaeoLab

The next person who tweets about how productive Isaac Newton was while working from home gets my three year old posted to them.

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Estando en casa, se asume que los académicos tendrán “más tiempo” para trabajar en sus artículos. Esta suposición no podría estar más errada, más aún para las académicas, que más que tiempo libre, tienen más trabajo. Sam Giles, paleobióloga de peces fósiles, advirtió en Twitter: “La siguiente persona que tuiteé acerca de cuán productivo era Isaac Newton mientras trabajaba desde su casa, recibirá a mi hijo de tres años».

Comentarios breves como estos pueden parecer instancias de catarsis graciosas por parte de académicas que solo están pasando un mal día, como sabemos, Twitter está lleno de este tipo de contenidos, pero de la misma forma, mensajes como este son la punta del iceberg de una problemática más compleja que afecta desde la salud mental de quienes producen el conocimiento hasta la cantidad y calidad del contenido producido.

Mary-Ann Stephenson, directora de Women’s Budget Group ejemplifica claramente el desbalance de género entre académicos durante el aislamiento. “En la mayoría de los casos, las mujeres realizan la vasta mayoría de las tareas de cuidados de niños pequeños y de la educación en casa… los hombres pueden encerrarse en un estudio, mientras que las mujeres trabajan en la mesa de la cocina o los comedores, al tiempo que tratan de educar en casa”.

Por su parte, Minello señala que desde que la universidad donde trabaja cerró por las medidas de contingencia ante el COVID-19, “ha visto más amaneceres que nunca antes en su vida. Ahora, debo trabajar antes del amanecer”. Esto se debe a que Minello tiene un hijo de dos años y para poder hacer su trabajo, ella necesita silencio y concentración. Las horas de madrugada, mientras su hijo duerme, son el único momento en que ella puede trabajar. Y esto es solo para la carga de clases que imparte en la universidad. Ahora, Minello señala que cuenta con menos tiempo para escribir artículos científicos. “En lugar de trabajar, mis colegas y yo tenemos un único objetivo que es superar el día a día”.

El trabajo dividido en cifras

La raíz de esta falta de artículos académicos escritos por mujeres en publicaciones académicas y la productividad en general de las mujeres en otros rubros laborales, se encuentra en una distribución desbalanceada de las horas de trabajo en casa y el cuidado de menores de edad cuando se trata de una familia con hijos.

¿Cuántas horas creen los hombres que pasan realizando tareas domésticas en comparación con las mujeres? Una encuesta realizada por Morning Consult para The New York Times sobre trabajo doméstico y educación en el hogar durante la cuarentena, reveló que la mitad de los padres varones con hijos menores de doce años encuestados dicen que hacen la mayor parte del trabajo de enseñanza en casa, solo 3 % de las mujeres estuvieron de acuerdo.

En promedio, las mujeres pasan de media hora a una hora completa al día más que los hombres en tareas del cuidado del hogar y de los hijos, de acuerdo al investigador Theun Pieter van Tienoven y una encuesta realizada por el grupo de investigación TOR. En una situación como la que vivimos hoy en día, en la que debemos permanecer en casa, en una familia, un hombre tendrá más tiempo libre, ya que se concentrará prioritariamente en el trabajo de oficina; mientras que la mujer verá su horario extendido al tratar de balancear su trabajo con las necesidades del hogar y los hijos. Sostiene van Tienoven.

Esta distribución es puramente social, no sirve a fines económicos ni de desarrollo global, es simplemente un recordatorio de la valorización, o más bien la desvalorización, que damos a las tareas de cuidado, crianza y mantenimiento del hogar, así como a las personas que tradicionalmente toman ese rol: las mujeres. Independientemente de si trabajan o no.

Claire Cain Miller, corresponsal en The New York Times, concluye en tan solo dos líneas la explicación de este patrón regresivo que bien podría ser un comportamiento social en estado latente que había esperado a una situación como la de la pandemia para manifestarse: “La razón por la que las mujeres hacen más trabajo no pagado durante el periodo de aislamiento es simple, siempre lo hacen”.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/academicas-pandemia-covid19

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