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España: El PSOE anuncia un “otoño calentito” en educación y pide recuperar Ciudadanía

Europa/España/02 Septiembre 2017/Fuente: El país

Los socialistas reclaman que el pacto educativo contemple no subvenciar centros que segregan por sexos y que la Religión no cuente en la nota final

El PSOE de Pedro Sánchez prevé un “otoño calentito” en educación. Con la subcomisión para alcanzar un pacto educativo a punto de retomar los trabajos en el Congreso y a días de que empiece el nuevo curso escolar, los socialistas anuncian tres proposiciones de ley sobre materia educativa que desentierran algunos de sus desencuentros con el PP.

Entre estas iniciativas, está una “contra la segregación” en la que incluyen recuperar la materia de Educación para la Ciudadanía que la última reforma educativa del PP, la LOMCE, eliminó de las materias obligatorias o volver a reclamar que no se financien con fondos públicos centros que separan por sexos.

La secretaria de Educación del PSOE, Luz Martínez Seijo, ha anunciado este jueves distintas medidas tras reunirse en la sede de Ferraz con los consejeros de Educación de su partido (Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias, Aragón y Andalucía).

La diputada ha denunciado la “situación de parálisis” que conlleva la LOMCE y ha asegurado que su partido “no va a estar callado”. “Nos espera un otoño calentito en materia educativa”, ha dicho. Una de las encomiendas del pacto educativo, sobre el que se esperan los primeros resultados en diciembre, es elaborar una nueva ley sobre la materia que sustituya la citada LOMCE. Martínez Seijo asegura que con las propuestas que van a presentar -cuyo contenido aún no han elaborado- quieren evitar “los males mayores” de esta normativa “que se han perpetuado en el tiempo”.

La iniciativa que han previsto contra la segregación, se basará tanto en la financiación pública de centros que separan a niños y niñas por sexos como en la “exclusión” que supone la asignatura de Religión para la formación cívica de los alumnos. Sin citar expresamente la materia de Educación para la Ciudadanía, la diputada socialista ha señalado que es necesaria una asignatura de “valores cívicos sea obligada y que la Religión deje de tener valor académico”. Esta última materia recuperó peso con la LOMCE, que la incluyó entre las asignaturas que cuentan para la nota media del expediente.

Las otras dos iniciativas se basan en el «respeto» a las comunidades autónomas para la creación de plazas concertadas y en «devolver» las competencias a los consejos escolares de los centros.

Fuente: https://politica.elpais.com/politica/2017/08/31/actualidad/1504180559_020680.html

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Libro: Liderar escuelas interculturales e inclusivas: Equipos directivos y profesorado ante la diversidad cultural y la inmigración

Reseña:

Autor: Miquel Àngel Essomba Gelabert
La construcción de una escuela intercultural, así como el desarrollo de marcos educativos inclusivos donde el alumnado de familia inmigrada sea considerado uno más, requiere no sólo medidas de naturaleza didáctica sino también organizativa. Por este motivo se hace necesario ir cubriendo, con aportaciones teóricas y prácticas, esta dimensión de gestión y liderazgo, menos abordada que la otra.

Esta obra pretende contribuir a ir llenando este espacio. Ofrece básicamente tres tipos de contenidos: sustantivos, prácticos y operativos. Así, además de clarificar terminológica y conceptualmente el entorno de la interculturalidad y la inclusión, y explorarlo desde un posicionamiento teórico de carácter posmoderno, vincula dicha fundamentación teórica con los principios de praxis organizativa que debe asumir un centro educativo intercultural e inclusivo, haciendo referencia, además, a estrategias basadas en experiencias reales y proporcionando un modelo concreto de dinamización de un claustro a la hora de adentrarse en el complejo proceso de transformación hacia la educación intercultural y la inclusión.

Link de descarga: http://bajarlibros.co/libro/liderar-escuelas-interculturales-e-inclusivas:-equipos-directivos-y-profesorado-ante-la-diversidad-cultural-y-la-inmigracion/nYfTnzZ6CYLePMaG/

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Unesco: Una plataforma innovadora de Educación para la Ciudadanía Mundial

03 noviembre 2016/Fuente: Unesco

La primera Conferencia Internacional sobre Educación para la Ciudadanía Mundial (GCED) de APCEIU: Plataforma de Pedagogía y Práctica, ofreció un foro para que más de 300 profesionales de la GCED intercambiaran experiencias y métodos pedagógicos, un año después de la aprobación de la Agenda de Educación 2030, que comprende a la GCED en una de sus metas.

La Conferencia tuvo lugar los días 24 y 25 de octubre de 2016 en Seúl (República de Corea) y fue coauspiciada por el Centro de Asia y el Pacífico de Educación para el Entendimiento Internacional (APCEIU), el Ministerio de Educación de la República de Corea y la organización JoongAng Ilbo, en colaboración con la UNESCO.

Asistentes del sector privado, universidades, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, institutos especializados en GCED, jóvenes y público en general participaron en debates e intercambios dinámicos sobre la manera de vitalizar la GCED, e intercambiar prácticas idóneas, pedagogías, ideas y perspectivas. La conferencia internacional contribuyó a reforzar las alianzas entre los principales interesados, al tiempo que formuló una sólida promoción y sensibilización sobre la GCED y su fomento en los planos local, nacional, regional y mundial.

¿Qué significa ser ciudadano del mundo?

En su discurso inaugural, la Sra. Soo Hyang Choi, Directora de la División para la Inclusión, la Paz y el Desarrollo Sostenible de la UNESCO, insistió en la importante función que desempeña la Educación para la Ciudadanía Mundial con miras a fomentar en los alumnos “una mentalidad que les lleve a cuidar a la humanidad y al planeta, a emprender acciones responsables donde y cuando sea necesario”.

La conferencia permitió que los asistentes participaran en un diálogo político, intercambiaran perspectivas sobre la GCED en contextos políticos propicios y debatieran acerca de qué tipos de competencias, destrezas o actitudes se necesitaban para que los ciudadanos del mundo contribuyesen a consolidar sociedades sostenibles y pacíficas.

“Los educadores del mundo entero deben asumir el reto de empoderar a los jóvenes para que lleguen a ser ciudadanos responsables de una comunidad mundial pacífica y sostenible”, dijo el Sr. Utak Chung, Director de APCEIU.

Intercambios dinámicos orientados a facilitar la adquisición de conocimientos prácticos sobre cómo impartir y evaluar las clases de GCED fueron impulsados por debates interactivos, sesiones innovadoras, diálogos entre múltiples participantes, actividades pedagógicas innovadoras y una demostración de lecciones de pequeño formato.

Las Charlas de GCED: Aprender a Convivir permitieron que los promotores de la GCED intercambiaran relatos personales sobre cómo la educación había transformado sus vidas al hacerlos ciudadanos del mundo activos y responsables.

En la conferencia se discutieron los enfoques temáticos como métodos didácticos para reforzar la ciudadanía mundial, tales como ‘fomentar una cultura de paz’, ‘respetar la diversidad cultural’ y ‘prevenir el extremismo violento mediante la educación y la formación en derechos humanos’.

Esta conferencia aspira a convertirse en una plataforma anual para que los interesados en la GCED puedan intercambiar actividades y prácticas y debatir sobre los medios por los cuales la GCED podría ayudar a solucionar muchos problemas mundiales decisivos.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/education/resources/online-materials/single-view/news/an_innovative_platform_for_global_citizenship_education/#.WBoSzvSErK4

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Pistas sobre la educación en el mundo

Por Renato Opertti, especial para El Observador

Entre otros temas relevantes de la formación, educación para la ciudadanía ocupa un lugar destacado.

En el quinto de esta serie de artículos señalábamos que los temas y contenidos que guían los procesos de enseñanza y de aprendizaje son un aspecto medular de los marcos curriculares comunes a la educación básica ampliada (3 a 14) y a la educación de jóvenes (15 a 18). Entre otros temas relevantes de la formación, educación para la ciudadanía ocupa un lugar destacado como el cimiento en la construcción y sustentabilidad de sociedades justas, inclusivas, desarrolladas, pacíficas y cohesivas.

En el ámbito internacional, se constata una creciente preocupación en torno a los temas de ciudadanía. Por ejemplo, la iniciativa “La educación ante todo”, promovida por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon (2012), define como ámbitos prioritarios “mejorar la calidad del aprendizaje” y “fomentar la conciencia de ser ciudadanos del mundo”. En similar tono de preocupación, Unesco (2012) señala que “el contenido del aprendizaje debe promover la comprensión y el respeto de los derechos humanos, la inclusión, la equidad y la diversidad cultural, e impulsar el deseo y la capacidad de aprender a lo largo de toda la vida y aprender a convivir”.

Identificamos por lo menos cuatro puntos en la discusión actual sobre educación para la ciudadanía. En primer lugar, las sinergias y las tensiones entre educar en una serie de valores y referencias universales que abrigan una visión cosmopolita del mundo, reconocedora de la interdependencia de las sociedades nacionales en forjar estilos de vida sostenibles, con el respeto a las culturas, a los sentidos de pertenencia y a las respuestas locales. Esto es acoger la pluralidad cultural y, a la vez, afirmar valores universales entre culturas y países. No solo lo que importa es la cultura que justifica todo (un multiculturalismo burdo sin vasos comunicantes entre grupos) ni tampoco negar la existencia de culturas asumiendo que hay un solo modo de hacer “correctamente” las cosas (un monoculturalismo asfixiante que no reconoce a los diferentes).

En segundo lugar, se discute crecientemente las maneras de integrar los dos componentes fundamentales de educación para la ciudadanía. Por un lado, la educación cívica, tradicionalmente enfocada en los asuntos de la política, la democracia y en el ejercicio de los derechos y las responsabilidades como ciudadano, y que se ubica principalmente en los años finales de la educación media. Por otro lado, la educación civil, de más reciente desarrollo, centrada en los temas candentes de la sociedad, en aspectos de convivencia y en aprender a vivir con otros, y que se desarrolla desde la educación inicial y básica en adelante. Ambos tipos de formación son esenciales y complementarias, y el descuido relativo de alguno de ellos puede contribuir a erosionar los cimientos de la democracia y de la convivencia.

A título de ilustración, en América Latina el análisis comparado de los programas de estudio de educación cívica/ciudadana de seis países –Chile, Colombia, Guatemala, México, República Dominicana y Paraguay– señala que los temas relativos a la celebración de la diversidad y el pluralismo sociocultural se priorizan por sobre los relativos a la política en su conjunto y al voto ciudadano (Cox et al. 2014).

En tercer lugar, es necesario definir su alcance. Además de integrar educación cívica y civil, educación para la ciudadanía debe comprender las competencias vinculadas a: i) las lenguas –por lo menos nativa, inglés y coding que implica básicamente tener las habilidades requeridas para programar incluyendo la elaboración de software, apps y sitios web–; ii) la alfabetización científico-tecnológica; iii) la comprensión y transformación de la sociedad y del mundo; y iv) la apreciación de las diversas manifestaciones de la cultura.

En cuarto lugar, el debate de cómo efectivizarla remite a dos planos complementarios. Por un lado, su status como una asignatura o como la integración de varias asignaturas o, como es la tendencia más reciente, el reconocimiento de que es un tema transversal a todas las asignaturas que forman parte del currículo. Por ejemplo, es tan importante trabajar hoy los temas de formación ciudadana en las clases de artes y deportes como en las de derecho y ciencias sociales.

Por otro lado, el ejercicio de las competencias ciudadanas requiere cercanía con los desafíos del mundo real, capacidad de articular respuestas donde se integren conocimientos de diversas disciplinas y que se ejercite la capacidad de reflexión crítica y de un actuar propositivo. Nada más alejado de esta visión que hacer al estudiante restituir información en “pruebas objetivas de conocimiento”. Se requiere, en cambio, que el estudiante sepa identificar y usar el conocimiento requerido para responder a desafíos nuevos y que lo haga consciente sobre qué valores y actitudes están en juego.

En resumidas cuentas, educación para la ciudadanía es el pilar de la calidad de vida de una sociedad y termómetro de su democracia. Implica transitar desde creer que es una asignatura que aisladamente forma en aspectos cívicos –esenciales por cierto y necesarios de ser fortalecidos a transformarla en el norte de referencia de todas las asignaturas para justamente armar el rompecabezas de una formación ciudadana que sirva para actuar competentemente en la sociedad. l

Especialista en Educación, OIE-Unesco

Fuente: http://www.elobservador.com.uy/pistas-la-educacion-el-mundo-n971776

Imagen: static.elobservador.com.uy/adjuntos/181/imagenes/012/270/0012270718.jpg

 

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Libro: La ciudadanía negada

La ciudadanía negada
Políticas de exclusión en la educación y el trabajo

Pablo Gentili. Gaudêncio Frigotto. [Compiladores]

Pablo Gentili. Gaudêncio Frigotto. Thomas Coutrot. Ricardo Antunes. Vanilda Paiva. Mauro del Pino. Maria da Glória Gohn. Rosalí Salete Caldart. Roberto Leher. Susan Street. Deolidia Martínez. Alejandra Birgin. João dos Reis Silva Júnior. Claudio Almonacid. Miguel Arroyo. [Autores de Capítulo]

Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 950-9231-53-3
CLACSO.
Buenos Aires.
Septiembre de 2000

El presente volumen reúne una serie de estudios que analizan las condiciones de exclusión social producidas en el campo de la educación y el trabajo en el capitalismo contemporáneo. Al afirmar que tales condiciones niegan o interfieren en la realización de derechos inalienables para el ejercicio de una ciudadanía democrática, los autores alertan sobre los efectos excluyentes de las políticas gubernamentales conservadoras actualmente en curso. Síntesis de la Primera Reunión Anual del GT – Educación, Trabajo y Exclusión Social del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), celebrada en Río de Janeiro en diciembre de 1999, los ensayos aquí publicados constituyen un aporte fundamental para avanzar en la comprensión crítica de las desigualdades sociales producidas e intensificadas por los regímenes neoliberales en América Latina.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=271&campo=autor&texto=gentili

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Comprender la educación para la ciudadanía global.

Por: Kartikeya V Sarabhai.

La educación para un desarrollo sostenible ha venido concentrando paulatinamente la preocupación sobre el ambiente, el desarrollo económico y otros aspectos sociales. Desde 1976, cuando se realizó la primera conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Ambiente Humano, en Estocolmo, aumenta la conciencia sobre el intrincado vínculo entre la conservación ambiental y el desarrollo humano.

El hecho de que nuestro estilo de vida y la forma en que nos hemos desarrollado tengan un enorme impacto sobre el ambiente no es nuevo. Pero el libro “Primavera Silenciosa”, de Rachel Carson, abrió los ojos sobre este asunto, en especial en Estados Unidos, donde se publicó en 1962.

«No es solo con leyes que se cambiará el comportamiento de la gente, sino con ella misma actuando con sentido de responsabilidad. Y este sentido de responsabilidad está en el centro del concepto de ciudadanía».

La Conferencia de Estocolmo fue, quizá, el principio de la toma de conciencia sobre que desarrollo y ambiente deben atenderse en conjunto. En la primera Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro en 1992, se reconoció al deterioro ambiental como un asunto de interés global.

Las convenciones sobre Diversidad Biológica y el Cambio Climático fueron redactadas en esas conferencias. También quedó claro que los países ya no podrían resolver sus problemas ambientales a escala nacional. Con la mayor conciencia, en especial en materia de recalentamiento planetario, se hizo evidente que lo que ocurre en una parte del planeta, tiene un impacto en otra.

A pesar de la declaración del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en Río de Janeiro, sobre que “el estilo de vida estadounidense no se negociaba”, el mundo se dio cuenta de que, en definitiva, tenía que ver con el estilo de vida de la gente. El paradigma del desarrollo que emergió fue de intensas emisiones de dióxido de carbono y de un derroche excesivo.

La medida de la huella ecológica global fue desarrollada en 1990 por el ecologista canadiense William Rees y el proyectista regional, el suizo Mathis Wackernagal, en la Universidad de Columbia Británica. Fue una buena forma de saber cómo las acciones de una persona impactan en el planeta.

Desde la década de los 70, la huella ecológica supera la capacidad de regeneración del planeta.

El debate global de entonces y, en gran medida el actual, parece tender a que los cambios en las políticas y en la introducción de nuevas tecnologías pueden, de alguna forma, dejar una huella ecológica sostenible, pero es una noción ampliamente discutida.

En el centro del cambio necesario está la transformación que ocurre en la forma en que las personas se relacionan con el planeta y cómo producimos, consumimos y desperdiciamos recursos. No es solo con leyes que se cambiará el comportamiento de la gente, sino con ella misma actuando con sentido de responsabilidad. Y este sentido de responsabilidad está en el centro del concepto de ciudadanía.

La Ciudadanía Global emerge casi naturalmente de la comprensión del ambiente y del desarrollo sostenible. La educación para el desarrollo sostenible (EDS) se vuelve la fundación de la educación para la ciudadanía global (ECG).

Un ciudadano global no es alguien que pueda ser pasivo, sino que necesita aportar. A diferencia de los programas de educación formal, la EDS tiene el componente de acción necesario en sí misma.

En la sigla EDS se pierde una palabra tan importante como las otras tres: “para”. Esta palabra plantea un objetivo que implica acción al final del proceso educativo. No se trata solo de aumentar la conciencia pública y el conocimiento sobre el desarrollo sostenible, sino, de hecho, de alcanzarlo.

La Iniciativa Mundial para la Educación Antes que Nada (GEFI, en inglés), del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se refiere a la ciudadanía global como uno de los tres conceptos clave que el mundo debe procurar en la educación.

La ECG implica ampliar horizontes y mirar a los problemas desde otro ángulo. Los debates entre múltiples actores forman una parte importante del Programa de ECG. Aunque nos esforcemos, no es fácil comprender y experimentar distintos puntos de vista.

El Centro para la Educación Ambiental (CEE), en esta ciudad noroccidental india de Ahmedabad, junto con el CEE de Australia, lanzó el programa Ciudadanía Global para la Sostenibilidad, que implica conectar a niños y niñas de escuelas de diferentes países utilizando un tema vinculado a la naturaleza.Por ejemplo, Proyecto 1600 conecta ocho escuelas de la costa del estado indio de Gujarat, donde se ubica Ahmedabad , con otras tantas en el estado australiano de Queensland.

A través de proyectos sobre el ambiente marino, niñas y niños que viven en sociedades muy diferentes y con distintos grados de desarrollo comparan notas. El intercambio les obliga a pensar de otra forma y a comprender temas desde distintas perspectivas, ubicándose en otra parte del mundo.

Las pasantías en las que estudiantes están una temporada en países y ambientes muy distintos a los suyos también son una herramienta efectiva de la EDS. Además, la creciente conectividad abrió nuevas posibilidades al respecto que hubieran sido impensables hace unos pocos años.

El trabajo durante la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2014), encabezada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), junto a varias organizaciones internacionales, sentó las bases para la EDS.

Todavía se trabaja para conseguir herramientas que midan la EDS, al igual que el propio concepto. El Instituto Brookings dio el puntapié inicial.

Las continuas reacciones que recibe el programa que tiene el instituto para este fin y su propio fortalecimiento generará perspectivas específicas sobre la ECG, así como la década pasada de trabajo en la EDS permitió enseñar a la comunidad global los puntos más delicados de la creación de un sentido de responsabilidad hacia el planeta, al mismo tiempo que se participa en el proceso de desarrollo.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2014/12/comprender-la-educacion-para-la-ciudadania-global/

Imagen: http://www.araucaniacuenta.cl/wp-content/uploads/2015/01/Kartikeya_-V_Sarabhai.jpg

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Bélgica: ¿Podrían desaparecer los profesores de religión en este país?

Bélgica/Brucelas/ 18 de Julio de 2016/Acriprensa

Desde octubre de 2016 las clases de religión en las escuelas francoparlantes de primaria y secundaria de Bélgica se reducirán a la mitad y serán reemplazadas por una hora semanal de clases del curso llamado educación para la ciudadanía.

Los críticos advierten que a través de estas clases se promoverá el aborto y la homosexualidad, y que como efecto final podrían terminar por sacar de las escuelas a los profesores de religión.

La decisión del gobierno belga se tomó pese a que el 97% de los estudiantes dijeron que querían seguir recibiendo clases de religión.

En 2015, el gobierno inició un procedimiento para reducir a la mitad las horas semanales de religión en el plan de estudios. Las nuevas clases de educación para la ciudadanía -que llevan el nombre de «Educación de filosofía y ciudadanía» (EPC en sus siglas en inglés)- comenzarán en octubre de 2016 en primaria y en octubre de 2017 en secundaria.

En junio de 2016, en medio del debate sobre esta medida, la Conferencia Episcopal de Bélgica emitió un comunicado donde destacó la importancia de la educación religiosa en las escuelas.

«La eliminación de las clases de religión católica significaría relegar las creencias religiosas a la esfera privada, lo que para un estado democrático constituiría un empobrecimiento», afirmaron.

Finalmente, el 7 de julio el gobierno aprobó el decreto que se aplicará solo en las escuelas de habla francesa en Bélgica ya que dada una de las tres principales comunidades lingüísticas del país -francesa, flamenca y alemana- tienen autoridad sobre sus respectivos programas educativos.

El plan de estudios del estado belga incluye clases de religión, por lo general dos horas semanales, en la que los estudiantes pueden escoger entre religión católica, ortodoxa, musulmana, judía, protestante o «moralidad aconfesional».

Sin embargo, el anuncio de esta nueva política ha causado preocupación por parte de algunos involucrados en el sistema académico.

Un profesor de religión, que pidió permanecer en anonimato, dijo a ACI Prensa que «estas clases de educación para la ciudadanía son parte de un adoctrinamiento ideológico real».

En lugar de simplemente ser neutrales «estas clases están llenas de temas ideológicos: la teoría de género, la homosexualidad, la eutanasia y el aborto no se presentan de una forma neutral».

La prensa belga también ha criticado el contenido de estas clases, las que ha etiquetado como “cours de rien” o «clases de nada».

El cambio es controvertido también porque podría provocar que los profesores de religión sean forzados a salir del sistema educativo por completo.

Según las normas, las nuevas clases de educación para la ciudadanía deben ser impartidas por «profesores neutrales», es decir, por aquellos que no tengan ningún tipo de educación religiosa en sus antecedentes, lo que incluye títulos profesionales de universidades católicas.

Dado que muchos de los profesores de religión se han graduado de universidades católicas u otras instituciones religiosas, ellos son considerados «no neutrales» y por lo tanto no aptos para impartir la clase de ciudadanía.

Por su parte la agrupación CEREO de profesores de religión de las escuelas públicas de Bélgica, apeló al Tribunal Constitucional Belga con el argumento de que las clases de religión y moral ya cubren el tema de la ciudadanía.

«Creemos que una instrucción religiosa crítica pero benévola, impartida por maestros y profesores que combinan un camino de fe y de seria capacitación, es en las circunstancias actuales la forma más segura de desarrollar la virtud cívica y la moderación de la búsqueda del significado y la identidad de nuestros estudiantes» afirmaron.

Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/podrian-desaparecer-los-profesores-de-religion-en-este-pais-europeo-30150/

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