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En México, estudiantes de preescolar tienen acercamiento con obras teatrales

América del Norte/México/ 09.12.2017/ Fuente: reporteroshoy.mx.

Más de 120 mil niñas y niños en edad preescolar han tenido ya su primer acercamiento con una obra teatral, a través de la labor que realizan los maestros que colaboran en el Taller de Material Didáctico, Teatro y Literatura Infantil.

Desde 1995, la Dirección de Educación Inicial y Preescolar consideró primordial que en esta etapa los infantes despierten su interés por el arte y, al mismo tiempo, se ocupen de la expresión de emociones, la imaginación y la creatividad.

Víctor Caballero Durán, secretario de Educación, indicó que los docentes han desarrollado a lo largo de los años una labor trascendental, ya que este tipo de espectáculos son un medio idóneo, por su enfoque lúdico y recreativo, para tratar cualquier contenido pedagógico, cultural y de valores.

“Las dramatizaciones son importantes y mundialmente reconocidas herramientas de enseñanza; debido a su metodología activa, propician una mejor interiorización de lo impartido en el aula y son atractivas e interesantes”, puntualizó.

Martha María Patricia López González, directora de Educación Inicial y Preescolar, comentó que se trata del único grupo en el estado que lleva a cabo escenificaciones para alumnos del nivel y, hoy en día, se han orientado en reforzar las competencias que favorecen ambientes de trabajo armoniosos y la sana convivencia.

“En la actualidad se está representando una obra encaminada al rescate de valores en la que se abordan el respeto, el diálogo y la comunicación, así como la concientización de la preservación del mundo natural”, especificó.

Por su parte, la responsable del Taller, Andrea Herrera López, detalló que están dispuestos a llevar sus dinámicas a los planteles que lo soliciten y que existen tres modalidades, según sus necesidades.

“La primera es la puesta en escena; otra es el Taller de Títeres “Reciclando y creando”, en el cual los padres de familia intervienen en la formación de sus hijos; y finalmente, con el proyecto “Valores que valen” se utiliza la música para fomentarlos”, explicó.

Estas tareas permiten que la niñez sea más sociable, porque se potencia la exploración, se ejercitan el pensamiento reflexivo, para captar el mensaje, así como el lógico matemático al seguir la secuencia del montaje (inicio, trama, final). Además, les genera felicidad, apoya la empatía y los estimula a manifestar sin inhibición sus emociones.

También les brinda la oportunidad de conocer varias ramas artísticas: danza, música, literatura, canto, mimo, expresión corporal y  producciones plásticas, que les permiten fortalecer la habilidad de relacionarse, compartir sus ideas, opiniones y sentimientos, para ayudar en su enunciación.

Fuente de la noticia: http://reporteroshoy.mx/wp/estudiantes-preescolar-tienen-acercamiento-obras-teatrales.

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UNESCO: «Enseñanza de las Ciencias en Preescolar con Enfoque de Género».

América del Norte/Mexico/UNESCO

La Oficina en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Fundación internacional Siemens Stiftung y representantes del Gobierno del Estado de Puebla, presentaron este miércoles el libro “Enseñanza de las Ciencias en Preescolar con Enfoque de Género”, un volumen que recoge el trabajo de 41 especialistas convencidas/os de que las Ciencias no son un área reservada al género masculino, y que la enseñanza de éstas, desde una edad temprana, puede fortalecer las competencias que requerirán los niños y las niñas durante su etapa escolar y a lo largo de toda la vida en materia de pensamiento abstracto, lógico, analítico y crítico.

La presentación de esta publicación, que sistematiza la experiencias y recomendaciones de destacadas científicas, divulgadores de la ciencia, pedagogos y niñas y adolescentes mexicanas sobresalientes en ciencias, se celebró en la Sala “Mario Molina” de la Sede de la Organización de las Naciones Unidas, México, con la presencia de la Directora Ejecutiva de la Fundación Internacional Siemens Stiftung, Nathalie von Siemens, de la Directora y Representante de la Oficina de la UNESCO en México, Nuria Sanz; de la Presidenta del Patronato del Sistema DIF de Puebla, Dinorah López (en representación de su esposo, el Gobernador José Antonio Gali), de la Secretaria de Educación de Puebla, Patricia Vázquez del Mercado, y del Gobernador del Estado de Colima y Coordinador de la Comisión para el Cumplimiento de la Agenda 2030 en la CONAGO, José Ignacio Peralta.

La publicación “Enseñanza de las Ciencias en Preescolar con Enfoque de Género” es uno de los resultados del Foro Consultivo Internacional Diseño de una Metodología para la Enseñanza de las Ciencias con Enfoque de Género en Preescolar, que se celebró en Puebla del 27 de febrero al 1 de marzo del 2017, y que puso de manifiesto la urgencia y la necesidad de sentar las bases para promover, mejorar y sistematizar en México la enseñanza de las ciencias con un enfoque inclusivo, innovador y libre de los prejuicios que hasta hoy previenen la participación de más mujeres en el terreno científico.

La Directora Ejecutiva de la Fundación internacional Siemens Stiftung, señaló que: “Nos alegramos de poder formar parte de las iniciativas presentadas en este reporte que propone enfocarse en la equidad de género en el ámbito de las ciencias desde edades muy tempranas. Está bastante claro que las niñas se alejan de las disciplinas científico-técnicas por estereotipos de género que son falsos. Lamentablemente, los roles tradicionales de género aún las hacen creer que ellas no cuentan con las capacidades para comprender estos tipos de conocimientos y dudan, por lo tanto, de poder ser exitosas y felices en estas áreas.”

Por su parte, la Directora de la UNESCO en Mexico resaltó que este trabajo con énfasis en la paridad de género refuerza una de las dos prioridades mundiales de la Oficina, y recordó que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en el Objetivo 5, busca lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida, incluyendo de forma prioritaria la educación, como derecho habilitador y facilitador en el ejercicio pleno de los derechos humanos.

En su oportunidad, la Presidenta del Patronato del DIF de Puebla destacó que el Gobierno del Estado está convencido de que la educación es el mejor instrumento para el desarrollo de las personas y que éste debe empezar desde la primera infancia, por lo cual se han impulsado diversos proyectos para mejorar la enseñanza en el Estado, de la mano de la Oficina de UNESCO en Mexico.

El libro presenta los fundamentos teóricos de la importancia de acercar a las niñas y los niños al mundo de las ciencias, así como métodos y consejos prácticos para utilizarlos en los salones de clases, apelando a la curiosidad innata de los pequeños; incluye reflexiones sobre la formación de las educadoras y su papel central en el cambio de los paradigmas tradicionales que asignan ciertos roles a las niñas, diferentes y de menor importancia que los de los varones; resalta la necesidad de romper los estereotipos y propone enfoques innovadores para lograrlo.

El volumen reúne las contribuciones de grandes decanas de la ciencia, como Esther Orozco y Rosaura Ruiz; de científicas mexicanas ganadoras de la Beca L’Oreal UNESCO Para las Mujeres en la Ciencia, Maritza Lara López, Rocío Vega-Frutis y Viridiana Yazmín González Puertos, y de expertos en género, consultores y divulgadores científicos como Fernando Huerta, Roberto Sayavedra Soto y Oscar Albino Hueyopa Rayón.

Asimismo, incluye contribuciones de niñas sobresalientes en ciencias, como Yamilet Rubí Caballero Sánchez, de 10 años de edad, y Norma Lizet Hernández Magaña, de 17 años, quienes resaltan la importancia de que los padres de familia entiendan la importancia de fomentar en los hijos y en los hogares la igualdad de género, y de formar parte activa de los procesos formativos de sus hijos, tanto dentro como fuera de las escuelas.

La publicación está organizada en cuatro temas: 1) La importancia de la perspectiva de género en la enseñanza de las ciencias en preescolar; 2) Actividades lúdicas y tecnológicas para el aprendizaje de las ciencias; 3) El papel de los docentes en la formación científica de las niñas, y 4) Propuestas para el diseño de políticas educativas con perspectiva de género en la ciencia.

El valor de esta publicación trasciende el terreno de la pedagogía, la enseñanza y la divulgación científica; va más allá de ser un manual para incentivar el interés de maestros, padres y alumnos en las ciencias. Se trata de un documento que llama a repensar los modelos de enseñanza vigentes en México y a replantear la manera en la que podemos construir sociedades más justas, igualitarias e inclusivas.

Las fases subsiguientes para el desarrollo metodológico de formación de profesores serán diseñadas e implementados gracias al apoyo de la Asociación Civil INNOVEC (Innovación en la Enseñanza de la Ciencia) y de las y los especialistas que acompañaron la reflexión de Puebla.

La publicación incluye también las recomendaciones que las expertas/os y las científicas/os hicieron durante el Foro Consultivo al programa Experimento -desarrollado por la Fundación internacional Siemens Stiftung e impulsado en México por INNOVEC- que propone llevar a los salones de clase el enfoque de enseñanza vivencial e indagatorio de la ciencia a través de una caja de materiales que ayudan a los docentes a crear una educación en la ciencia y la tecnología basada en lecciones de clases experimentales.

Fuente: http://www.onunoticias.mx/la-fundacion-siemens-stiftung-la-oficina-la-unesco-mexico-presentan-la-publicacion-ensenanza-las-ciencias-preescolar-enfoque-genero/
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Ciencia para las aulas cubanas

Cuba / 3 de diciembre de 2017 / Autor: Margarita Barrios / Fuente: Juventud Rebelde

Un equipo de investigadores de alta calificación académica lidera el perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación desde el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas

El Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, ICCP, cumplió este 30 de noviembre el aniversario 41 de su fundación, con la altísima responsabilidad de conducir científica y metodológicamente el III Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación.

Además, este centro, único de su tipo en Cuba, lleva adelante otros trabajos, como son los tradicionales Estudios de la Calidad de la Educación, comparativos con los resultados del país y con los del resto del mundo.

Hace aproximadamente un año, y con motivo del reordenamiento del sistema de la ciencia en el país, el ICCP sumó a otras instituciones que realizaban labores investigativas vinculadas a la enseñanza, entre ellos los centros de Referencia Latinoamericanos de Educación Especial y de Educación Inicial y Preescolar; así como el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño.

Esa unión permitió tener una mayor plantilla de investigadores y un capital humano de alta calificación –todos son máster o doctores- además de que estén representados todos los niveles de enseñanza.

Además, trabaja en alianza con otros centros de investigación y con organismos y organizaciones, así como con la familia de los estudiantes, porque ninguna investigación pedagógica es viable si no se establecen nexos.

La doctora Silvia Navarro, directora del ICCP, en una reciente entrevista concedida a JR, expresó que el principal valor de los resultados del centro los reporta aquel científico que trabaja de conjunto con el docente, a partir de las necesidades del Ministerio de Educación, en los escenarios naturales de la pedagogía, que son el aula, la escuela, la comunidad.

«Y juntos vamos probando y construyendo las transformaciones que den respuesta a la razón de ser del sistema educativo cubano: una escuela inclusiva, flexible y que responda a las necesidades de formación de nuestros niños y jóvenes».

Fuente de la Noticia:

http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2017-12-01/ciencia-para-las-aulas-cubanas

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China legislará sobre educación preescolar

Asia/China/02 Diciembre 2017/Fuente: spanish.xinhuanet

China impulsará una legislación sobre educación preescolar que dé una garantía legal sobre el funcionamiento y gestión de dichos centros, dijo este jueves el viceministro de Educación, Tian Xuejun.

Tian hizo las declaraciones en una conferencia de prensa organizada por la Oficina de Información del Consejo de Estado sobre el caso de posibles abusos a menores en una guardería Nuevo Mundo del grupo RYB Education en Beijing que recibió amplia atención la semana pasada.

Tian dijo que el Ministerio ya estaba investigando sobre legislación en esta materia.

«El ministerio también completará los requisitos sobre las cualificaciones de los profesores relacionados con la educación preescolar y está considerando formular un código ético para el colectivo», expuso el viceministro.

También mencionó un plan para intensificar la supervisión sobre las guarderías y resolver el problema de la insuficiencia de recursos para la educación preescolar.

Una maestra, apellidada Liu y de 22 años, fue detenida el sábado en relación con los supuestos abusos en la mencionada guardería, localizada en el distrito de Chaoyang de la capital china, según la policía local.

La policía dijo que no encontraron pruebas de que los niños hayan sufrido abusos sexuales. Se practicaron pruebas forenses y se obtuvieron grabaciones de cámaras de vigilancia dentro de las averiguaciones.

Tian afirmó que el caso pone de manifiesto el conflicto entre la demanda pública de clases para preescolares y el desarrollo insuficiente de las instalaciones actuales.

«También mostró que algunas autoridades locales y guarderías aún tienen problemas de mala administración e incapacidad para implementar o implementar plenamente las normas», agregó.

Desde 2010 la tasa bruta de matriculación en los tres años de educación preescolar aumentó al 77,4 por ciento, frente al 50,9 por ciento anterior, indicó.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2017-11/30/c_136790753.htm

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Secretario de educación promueve el hábito de lectura en preescolar

América del norte/México/25 Noviembre 2017/Fuente: Verazinforma

Para la presente administración estatal a cargo del Gobernador Francisco Vega de Lamadrid, es prioridad que el Sistema Educativo Estatal promueva e impulse acciones que tengan como objetivo mejorar el logro educativo de los alumnos de preescolar, primaria y secundaria en Baja California.

 Por lo anterior, Miguel Ángel Mendoza González, Secretario de Educación y Bienestar Social del Gobierno del Estado, acudió al preescolar Héroe de Nacozari, ubicado en el fraccionamiento FOVISSSTE, para dar lectura a un cuento de los libros de la Biblioteca Escolar, con el propósito de promover el hábito de la lectura entre los estudiantes.

 Ante alumnos del tercer año A, el Secretario de Educación dio lectura al cuento de “Malala, la niña valiente de Paquistán”, en el que se relata la reivindicación del derecho de las niñas a la educación.

 Esta acción se enmarca dentro de las actividades del Día Nacional del Libro (12 de noviembre) y dentro de la campaña “Un cuento para aprender”, que busca establecer la cultura del hábito de leer en los alumnos de preescolar, mediante la visita de funcionarios educativos de los cinco municipios las escuelas de preescolar de su localidad donde leerán un cuento con el propósito de fomentar este hábito.

 Previo a la lectura, el Secretario comentó a padres y madres de familia reunidos en la escuela, la importancia de que la educación empiece en el hogar, y la escuela la complemente.

 Señaló que en el preescolar comienza el futuro profesional de los niños que quizá sean ingenieros, doctores, arquitectos o profesores que a la vuelta de los años habrán de devolver a la sociedad lo que esta les aportó.

 Mendoza González exhortó a los padres y madres a leer a sus hijos desde temprana edad, pues eso desarrolla en los niños la imaginación y ayuda en el fomento del razonamiento matemático.

 La educación preescolar tiene entre sus propósitos que los niños y niñas desarrollen interés por la lectura, usen diversos tipos de textos y sepan para que sirven.

 El preescolar Héroe de Nacozari está incorporado al Programa de Escuelas de Tiempo Completo y su horario es de 9 de la mañana a 3 de la tarde, tiene una matrícula de 170 alumnos en siete grupos que son atendidos por 10 maestras a cargo de la directora Xóchitl Ramos Leyva.

Fuente: http://verazinforma.com/estatal/secretario-de-educacion-promueve-el-habito-de-lectura-en-preescolar/

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Educación y Revolución rusa: ellos se atrevieron

Federico Puy

Docente, Congresal UTE-CTERA

Enseñanza mixta, un gran proceso de alfabetización, la abolición de los exámenes y los premios, creación y construcción de jardines, entre otras medidas, fueron la política de la dirección del Partido Bolchevique durante los primeros años de la primera revolución triunfante.

En 1925, el educador T. E. Segalov escribió, “La forma en que una sociedad dada protege a la niñez refleja su nivel económico y cultural existente”. A 100 años de la magnífica revolución que llevó a la clase obrera en Rusia a construir su propio estado, y la visión avanzada de los dirigentes del Partido Bolchevique, tuvo su repercusión directa en la organización de la educación en una nueva sociedad basada en la expropiación de los medios de producción.

Muchas las medidas más inmediatas fueron pensadas en los primeros años de la revolución, los años más creativos, y eran tomadas como medidas transicionales hacia una nueva sociedad por construir (y sobre los estivos de una vieja sociedad por sepultar), que era el comunismo y la liquidación de las clases sociales.

Los primeros pasos de la revolución

El primer paso es la creación, en noviembre de 1917 del Narkompros, el Comisariado Popular de Educación que como primer medida nacionaliza todas las instituciones educativas y decreta la separación Iglesia – Escuela (Estado) y la unificación del sistema escolar. Anatoli Vasílevich Lunacharski, fue nombrado el primer Comisario del Pueblo para la Educación y la tarea organizativa central que afrontaba era la administración del sistema escolar.

Aquí se formularon los principios básicos de la reforma de la enseñanza y creó gran cantidad de guarderías como educación pre escolar (muy avanzado para la época), y una incipiente construcción de jardines de infancia llevando la educación obligatoria a partir de los 3 años de edad combinado con colonias infantiles.

En las primeras medidas del Partido Bolchevique, se preparaba una inmensa revolución política y pedagógica. Como primera medida, se construyó desde el estado obrero un gran plan de alfabetización. Esto se entiende con los datos sobre analfabetismo del régimen Zarista, que a finales del siglo XIX supera el 78% de la población.

Para los bolcheviques, el problema del analfabetismo como uno de sus principales retos a superar. Por lo tanto, todos los jóvenes y trabajadores que supieran leer y escribir fueron movilizados en un gigantesco plan de alfabetización (mayormente al campo), junto con la publicación de colecciones populares de los clásicos para ser vendidos a precio de costo. Los obreros que sabían leer y escribir jugaron un rol clave.

Otra de las medidas más importantes ni bien la toma del poder, es el establecimiento de la escolaridad mixta y se le dio a la educación un carácter politécnico y colectivo.

La revolución abolió los exámenes y decretó que las escuelas fueran regidas por un consejo del que formaban parte los trabajadores del establecimiento, los representantes de las organizaciones obreras locales y los estudiantes mayores de doce años. Bastaron pocos meses de poder obrero, para que se proclamara la gratuidad de la enseñanza universitaria. También se anularon los deberes y los exámenes así como las gratificaciones en forma de medallas de oro y plata.

El Narkomprós sostuvo que el sistema educativo debería hacer posible que el hijo de un obrero industrial fuera obrero en una fábrica, o director de una industria, o miembro de la Academia de Ciencias, sin que la elección profesional quedara restringida desde una edad temprana. Esto significaba educación general universal tanto a nivel de primaria como de secundaria. Descartaba la posibilidad de la temprana especialización profesional en las escuelas y del aprendizaje de oficios por los niños en edad escolar.

De este modo, la Escuela única de Trabajo, de acuerdo con el programa del Narkomprós, era politécnica, pero no profesional, enseñaba una diversidad de oficios manuales sin especializar en ninguno de ellos ni proporcionar una preparación profesional ni comercial.

Los niveles educativos se distribuían desde los tres a los ocho años como educación preescolar en los jardines de infancia (que incluía también para los más pequeños guarderías, ya que la mujer trabajaba igual que un hombre y no podía dedicarse en exclusividad al cuidado de los hijos). El siguiente escalón sería la escuela primaria, que en este periodo se hace obligatoria, desde los ocho a los quince años (lo que se denominó “educación escolar de siete años” en comparación con los planes quinquenales del gobierno para la economía).

Cuando los bolcheviques llegaron al poder en 1917 estaban convencidos de que bajo el socialismo la familia “se extinguiría”. Imaginaron una sociedad en la que los comedores comunales, las guarderías y lavanderías públicas reemplazarían el trabajo no remunerado de las mujeres en el hogar, a sabiendas que son las mujeres las que cargan principalmente con la tareas domesticas, y con la crianza de los niños. Esta eliminación de la carga del trabajo doméstico sería un aspecto clave de la liberación de la mujer en la revolución. El problema de la infancia y de la educación, tenía como punta de lanza la emancipación de la mujer de las tareas domésticas y entre ellas, de la crianza de los hijos.

Según León Trotsky, la intención integral de los revolucionarios era el de crear “…un sistema acabado de servicios sociales: maternidades, casas cuna, jardines de infancia, restaurantes, lavanderías, dispensarios, hospitales, sanatorios, organizaciones deportivas, cines, teatros, etc. La absorción completa de las funciones económicas de la familia por la sociedad socialista, al unir a toda una generación por la solidaridad y la asistencia mutua, debía proporcionar a la mujer, y en consecuencia, a la pareja, una verdadera emancipación del yugo secular.” [1]

A 100 años de la Revolución Rusa, vemos lo avanzado de las ideas socialistas de los dirigentes del Partido Bolchevique en los primeros años, encarnados en las figuras de Lenin y Trotsky y de tantos otros que dieron su vida por estos ideales. Sabemos que no se trata de repetir mecánicamente en nuestros tiempos esta experiencia, sino de poner en valor su herencia para las revoluciones que tarde o temprano vendrán [2]. Quedará para otro artículo los retrocesos en este terreno en el período Stalinista, y el análisis de las diferentes corrientes pedagógicas en puga en la Rusia Revolucionaria.

En Argentina, son 715.484 los chicos de 5 a 15 años realizan trabajo infantil y el 47,7 por ciento de los hogares con niños y adolescentes no cubren la canasta básica y que 5,6 millones de niños son pobres y, de ellos, 1,3 millón está en la indigencia. Mientras que más tres millones de chicos y chicas de entre 45 días y 5 años que no van al jardín. Un gran flagelo a la infancia.

Queremos cambiar de verdad el mundo tal como hicieron los Bolcheviques, expropiando a los expropiadores y rompiendo las cadenas del capital. Esta pelea no puede darse sino a través del mismo proceso mediante el cual la clave obrera se organiza y toma conciencia, y construye su propio partido. Por ello mientras luchamos por la transformación de la educación, al mismo tiempo luchamos por la emancipación de la clase trabajadora. Queremos transformar la sociedad para cambiar la escuela, y transformar la escuela para aportar en la lucha por otra sociedad.

Fuente:

https://www.izquierdadiario.es/Educacion-y-Revolucion-rusa-ellos-se-atrevieron

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El patio de recreo en el preescolar: un espacio de socialización diferencial de niñas y niños

Por: Carmen Teresa García

Resumen

En este artículo mostramos algunos resultados de la investigación etnográfica y exploratoria sobre el patio de recreo en el preescolar merideño. Está organizado en tres partes. En la primera parte, realizamos un acercamiento teórico al tema de educación, género y juegos en el patio de recreo en el nivel preescolar (niños y niñas de 3 a 6 años) a manera de introducción. En segundo lugar, se describe el camino metodológico recorrido para esta investigación y, en tercer lugar, se presenta un análisis, desde la perspectiva de género, de los resultados de la aproximación etnográfica de los juegos ejecutados por niños y niñas de los preescolares en estudio, algunas conclusiones y recomendaciones.

Palabras clave: patio de recreo, socialización diferencial, discriminación por sexo, Mérida.

Abstract

In this article some results of an ethnographical and exploratory research will be showed, whose purpose is the playground in the elementary school at Merida. The paper is written in three parts: In the first, as an introduction, we approach theoretically the education theme, genders and plays in the playground at elementary school (3-7 year-old boys and girls). The second section describes the methodology, and the third presents an analysis made from the gender perspective, giving the results of the ethnographical approach on such infantile plays, as well as some conclusions and recommendations.

Key words: Playground, Differential socialisation, Sex-based discrimination, Mérida.

  • Este artículo es parte de una tesis, titulada “El sexismo en el patio de juegos del preescolar. Estudio de dos preescolares   de la ciudad de Mérida”. Esta tesis  recibió financiamiento del CDCHT (H-899-05-09-F) y fue defendida el 20/6/08  obteniendo mención publicación. La tutora, Carmen Teresa García

Somos lo que hacemos, pero sobre todo lo que hacemos para cambiar lo que somos.”

Eduardo Galeano

 

Acercamiento teórico al tema

La educación como un fenómeno complejo y diverso, en el que el ser humano es (o debiera) ser el centro, es una relación entre y con las personas, con la naturaleza y con el mundo. Por eso, en estos tiempos que corren, educar significa tener presente, por una parte, la singularidad y la diversidad de los seres humanos y, por otra, la necesidad/obligación de educar para la igualdad social, la equidad de género y la pertenencia planetaria. Lo que significa, en última instancia, educar para la vida, vale decir, aprender a vivir y a convivir y ello implica, fundamentar la educación, tal y como señala la UNESCO (1996), en 4 pilares: aprender a ser, aprender a conocer, aprender a actuar y aprender a vivir juntos. Pilares que permiten trascender la tradicional formación, información, transmisión y acopio de conocimientos (muchas veces descontextualizados y desactualizados) para desarrollar y activar el descubrimiento y transformación de la experiencia de ser persona con derechos en relación con el mundo, la transformación de sí mismo/a y lo que se va aprendiendo, ya que el ser humano es capaz de actuar sobre su ambiente y modificar su entorno en relación con el mundo que le rodea, que busca experiencias a través de su capacidad de aprendizaje, exploración, descubrimiento, asombro, curiosidad y múltiples preguntas. Estos procesos y experiencias de aprendizaje pueden ser facilitadas, estimuladas o, por el contrario, limitadas, reprimidas o bloqueadas por el/la docente, dependiendo de su concepción del ser humano y de las formas de relacionarse, así como del significado del acto educativo, del conocimiento y comprensión del sujeto que se está educando.

Dentro de esta concepción, basada en un enfoque socioeducativo centrado en la persona con derechos, la tarea es educar comprendiendo a los niños y a las niñas en cuanto personas, más allá de sus diferenciaciones por sexo, etnia, religión, nacionalidad, condición social, física, religión, procedencia, etc. y acorde a su nivel de desarrollo psicológico. Esto implica conocer, comprender y orientar sus potencialidades, capacidades, necesidades e intereses, sus experiencias vitales y significativas, así como las características propias de cada uno y cada una en el contexto sociocultural que le rodea, conocer sus cambios y etapas por las que pasa durante su desarrollo evolutivo. En este sentido, cobra importancia la incorporación de la perspectiva teórico-crítica de género en la educación, ya que al aportar una mirada diferente de las relaciones entre hombres y mujeres, brinda la posibilidad de aprender a convivir juntos sin discriminaciones, jerarquías de poder, sin subordinaciones ni violencia.

La escuela, las familias y otras instituciones de la sociedad, tienen esta responsabilidad y, en este sentido, el nuevo Currículo de Educación Inicial se plantea dos finalidades básicas:

  • Contribuir al aprendizaje y desarrollo integral de niños y niñas desde su gestación hasta los 6 años o su ingreso a la Educación Básica, como sujeto de derechos y garantías en función de sus intereses, sus potencialidades y el contexto social y cultural en el cual se forman niños y niñas sanos/as, participativos/as, creativos/ as, espontáneos/as, capaces de pensar por sí mismos/as, de tomar decisiones, de resolver problemas y de desenvolverse armoniosamente en diferentes contextos. Con valores de identidad personal, cultural, local y nacional, de respecto y cuidado del entorno, de amor por el trabajo, de libertad, de justicia, de honestidad, de comprensión, de tolerancia y convivencia. (CEI, 2005:50-51)

La escuela, como agente de socialización formal, concibe y organiza este proceso (aunque a veces pareciera que todavía es sólo teórico) en el cual la persona adquiere y aprende patrones de comportamientos establecidos (de acuerdo a normas, valores, roles y características) por el grupo social en el que ha tocado vivir, de tal forma que se convierte en integrante de su sociedad. Este proceso que comienza antes de que el niño o la niña nazca, continua con su nacimiento y se extiende en el transcurso de su vida, ya que no es un ser aislado/a sino que constantemente está en contacto con otras personas que integran la misma sociedad. En este sentido, la socialización es un proceso importante e inevitable en su vida, ya que les/as condiciona y crea necesidades e intereses internos que estimulan o reprimen y que determinarán sus actitudes, comportamientos, sentimientos y conductas posteriores.

En este proceso, la persona, a través de su interacción con el entorno social, internaliza las pautas, normas, roles, consignas y experiencias individuales que incorpora a su personalidad y que luego le permiten reaccionar acertadamente, o no, en el grupo social al que pertenece. Al adquirir todo este conjunto de elementos, el niño o la niña pasa a ser integrante activo/a de la sociedad. Al mismo tiempo que le permite interactuar con otras personas, también le permite desenvolverse como tal y desarrollar su personalidad para aceptarse y ser aceptado/ a en su grupo social y como integrante del mismo.

La socialización del niño y de la niña en el preescolar

Al llegar al preescolar, el niño o la niña se relaciona con compañeros/as y adultos/as, los/as cuales le proporcionan, sin querer, modelos que imitan, al mismo tiempo que le dan oportunidades para entablar amistades, ejercer liderazgos y pertenecer-permanecer en grupos determinados. El niño o la niña, en primer lugar, imita a las personas que están más en contacto (padre, madre, hermanos/as) y luego, progresivamente, imita otros modelos como docentes, pares, entre otras, sin dejar de imitar al primer grupo e introduciendo en este proceso nuevos elementos que van a enriquecer su experiencia y cono- cimientos como persona. En este caso, el adulto o adulta sexistas estará pendiente de la imitación diferenciada del niño o la niña, pues se espera que el niño imite conductas de acuerdo con el ideal masculino y la niña que imite conductas acordes al ideal femenino, lo cual los va limitando en el desarrollo de sus potencialidades y capacidades, ya que los encorseta en modelos rígidos y/o congelados de ser mujer y ser hombre.

A través de este proceso, el niño o la niña toman para sí lo que les interesa y lo interiorizan, de tal forma que toma modelos y valores principales de la cultura a la cual pertenecen y que le son transmitidos como una verdad. Se identifican con pares y adultos/as en una diversidad de formas emocionales. Así, identificarse con otros/ as significa sentirse otro/otra, ser él o ella. Al comienzo, la niña se identifican con su madre y el niño con su padre, gracias a la influencia de las normas, valores y roles impuesto sutilmente por la educación informal para cada sexo.

Al llegar al preescolar, toma otros modelos, a través de la o el docente, sus pares (otros niños y otras niñas) y otros/as adultos/as de la institución, no sólo acepta los roles y actitudes y conductas de los demás, sino que, en este proceso, también acepta el mundo de ellos y ellas, no como uno de los muchos mundos existentes, sino como el único que hay y que se internaliza consciente e inconscientemente. Por lo tanto, en la sociedad del infante no hay problemas de identificación, ni elección de otras personas o mundos. La sociedad presenta al niño o la niña a la socialización ante un grupo predefinido (familias y preescolar) a los que debe aceptar tal y como se le presenta a los niños/as (Berger y Luckman, 1968), sin cuestionamiento y, a veces, como su único mundo de referencia.

El género como construcción social y la socialización diferencial

En este proceso de socialización, la variable género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales, además de ser una construcción social que supone un conjunto de acuerdos tácitos o explícitos elaborados por una comunidad determinada, en un momento histórico determinado y que envuelve a los procesos de enseñanza-aprendizaje, inconscientemente, pues han sido naturalizados por la sociedad. El género es una variable de base sobre la que actúan las otras dimensiones generadoras de diferencias (etnia, edad, nivel educativo, clase social, ingresos, religión, condición rural o urbana, condición física, situación mundial, etc.), por lo que las transformaciones en el ámbito de género influyen en las otras y viceversa. El género, como elemento constitutivo de las relaciones sociales, se expresa en: a.-) Símbolos culturales: que visualizan las representaciones socia- les de ambos sexos. b.-) Conceptos normativos: que polarizan y reprimen comportamientos y tareas diferenciadas para cada sexo. c.-) Instituciones y políticas: que reproducen y valorizan la asignación de roles y capacidades de ambos sexos y d.-) En la identidad subjetiva: que posiciona y determina el proyecto de vida de unos y otras. (Scott, W.J:1990).

La investigadora Gloria Poal Marcel, define este proceso como:

(…) la socialización diferencial (…) no solamente en cuanto a lo biológico sino también en lo que se refiere al hecho de recibir mensajes y una educación diferente para cada sexo durante la infancia y el resto de la vida de la mujer u el hombre. Estos mensajes indican, la posición, comportamiento, sentimientos, aspiraciones que se espera realice la niña o el niño. (1993:70).

Mediante este proceso de socialización diferencial, el niño y la niña van internalizando lo que se espera según su sexo. En el hogar, tienen sus primeras interacciones sociales (con el padre, la madre, los/as abuelos/as, hermanas/as, etc.) y van aprendiendo roles y formas de comportamiento de acuerdo al género que pertenecen, a su vez, estimulados/as por un mundo adulto creador de un sistema de valores diferentes para cada sexo. Este proceso se desarrolla, en general, con base en estereotipos de género que establecen los usos, prácticas, modos de estar, ser, pensar, sentir y hacer en el mundo, diferentes para las mujeres y hombres, de acuerdo a los elementos que la cultura asigna, permite o facilita para la construcción de su personalidad e identidad. Esas construcciones culturales son arbitrarias y convencionales, que se fijan en la mente como un molde que se impone a las personas (en este caso a niños y niñas), quedando impresas en su mente y acabando por creerse como ciertas y verdaderas. El problema es que los estereotipos de género jerarquizan las relaciones, por ejemplo, el género masculino se presenta como superior al femenino, apareciendo como natural y justificando la existencia de las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres.

Una educación donde prevalecen los estereotipos –en este caso, los de género–, reproduce y mantiene las condiciones de inferioridad asignada a las mujeres, con la finalidad de mantenerlas bajo subordinación y opresión. Estas manifestaciones del sexismo son múltiples y variadas, como lo señala Sau, V., ya que éstas son el con- junto de todos y cada uno de los métodos empleados en el seno del patriarcado para poder mantener en situación de inferioridad, subordinación y explotación al sexo dominado: el femenino.” (1990:257). Igual- mente, la reconocida investigadora Facio, A. señala esta realidad como:

(…)La creencia fundamentada en una serie de mitos y mistificaciones en la superioridad del sexo masculino, creencia que resulta de una serie de privilegios para el sexo que se considera como superior. Estos privilegios descansan en mantener al sexo femenino al servicio del sexo masculino, situación que se logra haciendo ver al sexo subordinado que esa es su función natural y única. (1992:36)

La discriminación por sexo está presente en todos los ámbitos de la sociedad, por lo tanto, los centros educativos no escapan a ello. Siendo ésta, una realidad que, durante los últimos 30 años, el movimiento de mujeres y feministas han denunciado, visibilizado y declarado como una forma de violencia. Desde entonces, se han aprobado convenciones internacionales y luego, leyes nacionales que tienen como fin la propuesta de medidas, a corto, mediano y largo plazo, para su eliminación y que obligan a los Estados que la ratifican (Venezuela es uno de ellos), a instrumentar políticas públicas que vayan erradicando estas creencias, actitudes y prácticas discriminatorias en el sistema educativo (entre otras, la Convención de las Naciones Unidas, sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer, 1979; la Ley orgánica sobre los Derechos de las mujeres a un vida libre de violencia (promulgación 2006 y vigente desde  2007).

Patio de recreo y discriminación por sexo en el preescolar

El hecho de que las niñas y los niños accedan formalmente a mayores oportunidades educativas, tanto dentro del sistema educativo, como fuera de él, no supone que exista equidad e igualdad entre los géneros. La realidad es que las formas de discriminación, sobre todo hacia las niñas, se tornan más sutiles, menos evidentes y que no se visibilizan si no se hace un esfuerzo por develar, desentrañar las diversas manifestaciones del sexismo presente en las aulas. Entre los indicadores que nos hablan de inequidad escolar entre los géneros se pueden mencionar, por ejemplo, las formas desiguales de la atención y el trato que proporcionan las maestras y los maestros a niñas y niños. Así mismo, el uso discriminatorio del lenguaje o incluso la exclusión al no nombrar a las niñas, a las maestras y a las madres en documentos, discursos (escritos, orales), folletos, material educativo, comunicaciones oficiales y libros de texto, a sabiendas de la importancia que tiene construir mediaciones y representaciones simbólicas positivas de lo femenino y lo masculino y en las relaciones que se dan entre niños y niñas y profesorado dentro y fuera del aula (Bonnemaison, Gomes y Cervantes, 2005).

El documento oficial del Ministerio de Educación reconoce la importancia de este ambiente (espacio físico y social) y lo define como:

(…) el lugar o espacio donde el niño y la niña tengan la mayor posibilidad de ejercitarse poniendo en movilidad los grandes segmentos corporales y realizando actividades que requieren alto gasto de energía (…) Este se refiere al ambiente exterior destinado para el juego al aire libre, al disfrute y esparcimiento, para estar en contacto con la naturaleza, al mismo tiempo que las niñas y niños se mueven, descubren y aprenden. Es por ello, que los elementos que se incorporen deben estimular el movimiento y ofrecer diversas posibilidades para el desarrollo y el aprendizaje (…) (CEI, 2005:133).

Es decir, este espacio es visto desde el Ministerio (y como tal hay que abordarlo) como un ambiente de aprendizaje, porque ofrece a las niñas y los niños mayores posibilidades para que se relacionan con las otras personas e interactúan con otros objetos, juegan con sus pares y socializan entre ellos/as. No obstante, a través nuestra investigación sobre este espacio, se pudo observar que los niños ocupan la mayor parte del mismo, apropiándose del centro, mientras que las niñas se reparten en los espacios periféricos, en los rincones. Evidentemente, ellos/as no tienen conciencia de esta realidad. Así, des- de los primeros años construyen socioculturalmente qué es ser niño y qué es ser niña, de manera no sólo diferenciada, sino también excluyente; práctica que aprenden y ejercen muy tempranamente (qué se puede hacer y qué no se puede hacer de acuerdo a su sexo).

Los niños salen al patio de recreo cada uno con su propia cultura internalizada (producto de la influencia de las personas adultas de la casa + los mensajes de los medios de información + el aula + los/ as amigos/as) imponiéndose una hegemonía de la cultura sexista, donde las niñas empiezan a asumir que deben desarrollar estrategias de adaptación/aceptación que no impliquen ningún conflicto con los niños- varones. En lo que se refiere a los juegos, condicionan unas determinadas relaciones entre grupos de género y de edad que comparten un uso sociocultural del espacio, de una manera diferenciada y excluyente. Aparentemente, niños y niñas están satisfechos con esa distribución de los espacios y juegos, pero las investigaciones demuestran que sí hay exclusión, autoexclusión por miedos, conflictos y violencia, no destacables a primera vista, pero que se revelan cuando se observan detalladamente las actividades en el espacio exterior del preescolar y que nos muestra, de no hacer orientaciones oportunas y de no presentar alternativas pedagógicas para este ambiente, la futura forma de convivir, actuar y sentir violentos, cuando estos niños/ as alcancen la adolescencia y la adultez.

En cuanto a las actitudes, las niñas son más pasivas que sus compañeros, apareciendo con más predisposición a mirar y a hablar que a moverse. Se repliegan a zonas periféricas del patio que son más seguras, cercanas a paredes, porches, etc., huyendo de los empujones, persecuciones violentas, conflictos y jugando juegos que no necesitan entrar en competencia con los de sus compañeros y ocupando el tiempo en desarrollar habilidades comunicativas y lingüísticas y, sobre todo, realizando juegos estereotipados.

Entonces, el patio de recreo es un buen sitio para detectar la presencia de sexismo, de modo tal que podemos hacer una serie de consideraciones sobre los juegos, en las que destacaríamos que, a medida que avanzan los niveles de preescolar y los grados en la Educación Básica, existe más violencia, más separación entre niños y niñas. Generalmente, pareciera que las niñas conocen más juegos que los niños. Los niños se concentran más en sus juegos que las niñas, pero las niñas los diversifican más. El uso del espacio es claramente diferente cuando no hay pelota, entonces hay más espacio disponible y más interacción. (Bonnemaison, Gomes y Cervantes, 2005).

El juego en la educación de niños y niñas de nivel preescolar

Como sabemos, quienes trabajamos en este nivel, y como lo confirman los/as autoras/es anteriormente citados, el juego es un proceso complejo que permite a los niños y a las niñas dominar el mundo que les rodea, ajustar su comportamiento a él y, al mismo tiempo, aprender sus propios límites para ser independiente y progresar en la línea del pensamiento y la acción autónoma. El juego es, además, un elemento fundamental para la integración social porque requiere que sus participantes interactúen y, de esta forma, contribuyen plena- mente a la socialización de las personas. Es, así mismo, un medio ideal para la integración, porque es una actividad libre y cada uno y cada una puede desempeñar el papel que quiera en función de sus “preferencias” y limitaciones, representando la base de la socialización a estas edades.

Desde el punto de vista psicológico, el juego además de ser una actividad placentera, permite el desarrollo y aprendizaje en los factores cognoscitivo, motivacional y afectivo-social como lo señalan Ortega y Lozano (en Bonnemaison, Gomes y Cervantes, 2005). El niño y la niña expresan una enorme gama de sentimientos a través de los juegos que, a su vez, son un vehículo muy primordial en esta edad de socialización y constituye un campo de práctica para el aprendizaje de las habilidades sociales (consideradas como los valores: la tolerancia, la bondad, el respeto, la comunicación, la amistad, la cooperación entre otros), las cuales son aprendidas en el entorno y van a forman parte de nuestra personalidad y se manifestarán en la buena convivencia, o no, con los/as otros/as (sus familiares, amigos/ as, profesores/as).

Debido a la importancia de los juegos, se puede poner en práctica el comprender el papel de los niños y las niñas, ya que es un medio natural para ampliar la capacidad de empatía hacia los/as demás. Así mismo, el niño o la niña pueden aprender a disfrutar de la continua interacción con otros y otras, aprender a controlar la agresión y a seguir normas de convivencia. Las ideas de los/as compañeros/as de juego, le dan la oportunidad de ejercer el control de la propia impulsividad. Por ello, se concibe el juego como una actividad, además de espontánea y libre, como favorecedora del desarrollo, la maduración y el pensamiento creativo de quien lo realiza. Por medio del juego, los niños y las niñas comienzan a comprender cómo funcionan las cosas, lo que puede o no puede hacerse con ellas, descubren que existen reglas de causalidad, de probabilidad y de conducta que deben aceptarse para que se de la interacción dentro del juego. (MECE, 2001).

Aunque la escuela, y en particular las docentes, han dejado bastante de lado el juego y los espacios de los que disponían, por ser bastante reducidos, se ha observado la naturalidad con la que los niños y niñas aprenden y dominan los ámbitos del conocer y del saber hacer, complejos y profundos, mediante situaciones de juego espontáneas y cargadas de sentido cultural. Además, uno de los dominios más importantes para el desarrollo humano, como lo es el lenguaje, se adquiere a través de la interacción formal, muchas veces lúdica, entre niños y niñas y los adultos y adultas en todos los ambientes.

Este acercamiento teórico tiene gran relevancia en la investigación realizada, puesto que sirvió de escenario al momento de las observaciones en los preescolares y el posterior análisis. Entre otros aspectos, tuvimos en cuenta dichos aportes para la verificación y aplicabilidad de las teorías.

El camino metodológico recorrido

Incorporar la perspectiva de género en la educación significa estar consciente de la transmisión diferenciada por sexo en el sistema educativo pues, como institución fundamental de socialización, está inmersa en una sociedad que arrastra aún principios androcéntricos y patriarcales, propios de las antiguas culturas de las que procede, reproduciendo y manteniendo la existencia de funciones y roles género distintos que potencian, en cada uno y cada una de ellos/as, capacidades y habilidades acordes con el rol asignado y que, en la forma de concebirnos y practicarlas, generan desigualdad entre hombres y mujeres.

Teniendo como marco esta mirada de la educación, nos decidimos por una investigación de tipo exploratoria (ya que no conseguimos referencias de investigaciones anteriores en el país sobre el tema) y etnográfica, basada en la observación (realizada en el año 2007) y el registro etnográficos, o diarios de campo sobre la información de interés, teniendo presente 2 fichas de observación, que reelaboramos, y cuyas autoras son Subirats, M. y Torre, A. (1992)3.

La etnografía educativa aborda el hecho educativo privilegiando la observación de las interacciones y relaciones entre niños-niños, niños-niñas, niñas-niñas y entre niños-niñas y docentes, desde una perspectiva que aborda aspectos educativos y de género, que permiten entender, comprender los juegos y actividades que desarrollan los niños y niñas en el espacio exterior. Estas fichas nos permitieron abordar, con una percepción selectiva, los juegos, actitudes y comportamientos que realizan cada niño y niña o grupos de niños y niñas a la hora del recreo (45 minutos), el rol de la docente (de vigilancia o no). Nos permitió, además, recabar todo tipo de juegos: los típica- mente femeninos, los típicamente masculinos, los juegos mixtos, los activos y pasivos; preferencias de compañeros/as de juegos; el espacio donde realizan estos juegos (zona periférica, zona central); juegos que seleccionaban niños y niñas y la docente, juegos individua- les y grupales, entre otras informaciones, que fueron recogidas en el diario de campo durante 6 meses, 3 días a la semana, siendo observadas 2 aulas de preescolar: privado y público, respectivamente.

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La primera ficha incluye: hora del recreo, tiempo de duración, número de niños en el aula, de niñas de profesores vigilantes, de profesoras vigilantes; de juegos masculinos, de juegos femeninos; de juegos activos, de juegos pasivos; de niños que  juegan con niños, de niñas que juegan con niñas; de niños- niñas jugando entre  sí, de niños que dialogan con niños; de niñas que dialogan con niñas, Número  de niños y niñas dialogando entre sí.

La segunda ficha: observación espacial del patio en general. Número de niños y niñas que ocupan el centro del patio; de niños y niñas que ocupan la zona periférica; total de juegos en el centro del patio; total de juegos en zona periférica; de niñas en actitudes pasivas; de juegos “típicamente masculinos” jugados por niñas; descripción de los juegos; número de juegos “típicamente femeninos” jugados por niños; Número de niños en actividades pasivas; descripción de los juegos; total de juegos masculinos y total de juegos femeninos.

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Una vez recabada la información de las 2 aulas, se procesaron los diarios de campos y se clasificaron en: juegos sin juguetes, juegos con juguetes u otros objetos y juegos dirigidos por la docente. Una vez procesados los datos, se realizó el análisis descriptivo de las actividades de los niños, las niñas y las docentes en el patio y luego se hizo un razonamiento hermenéutico y comparativo entre ambas secciones, de tal modo que, el resultado obtenido, nos sirvió de base fundamental para obtener la información necesaria, que nos permitió develar la presencia del sexismo en el espacio exterior de las instituciones preescolares investigadas. A la par, elaboramos algunas propuestas para las docentes, de tal manera que pudiéramos aportar algunas estrategias prácticas para el profesorado como un aporte a la comprensión de esta realidad escolar y algunas recomendaciones des- de la perspectiva de la no violencia y la convivencia entre los sexos.

Aproximación etnográfica del patio de recreo de los preescolares

Teniendo presente nuestro acercamiento teórico, observamos y analizamos, hermenéuticamente, la jornada diaria de los preescolares, en particular, las actividades (relaciones, juegos, roles y participación de niños, niñas y docentes) en el espacio exterior (patio de juego o recreo) con el fin de detectar y visibilizar las desigualdades de género que se van construyendo, tempranamente, en el día a día, entre el alumnado y profesorado durante su permanencia en este espacio de juego y que pasan como normal y desapercibida por la docente.

Esta parte la organizamos en tres: primera, el análisis interpretativo sobre la clasificación de los juegos. Segundo, los juegos típicamente masculino, típicamente femeninos y juegos donde participan niños y niñas y tercero, algunas conclusiones y recomendaciones para el profesorado sobre el patio de recreo del preescolar.

  • El Preescolar 1 (público) tiene, como patio de recreo, una cancha de fútbol y los tableros para la práctica de básquet y gradas. El Preescolar 2 (privado) es un espacio improvisado, equipado con 3 mesas que utilizan para merendar y unas  barras de análisis interpretativo y comparativo sobre la clasificación de los juegos inventariados (sin juguetes, con juguetes y otros objetos y los promovidos por la docente).

Cuadro Nº 1

 

Juegos sin juguetes

Preescolar Nº 1 (urbano-público) Preescolar Nº 2 (urbano- privado)
 

a .– En las actividades sin juguetes se observó que los niños en su mayoría seleccionaron juegos muy activos, como correr o perseguir a otros niños. Preferían jugar entre ellos mismos, dominando, frecuentemente, la zona central del patio. En algunas ocasiones, invitaban a las niñas a participar en los juegos en el que sólo tenían un papel de situación de subordinación por ser las atrapadas por los niños.

 

 

b .– Las dramatizaciones realizadas por el alumnado evidencian que los niños, casi siempre, representan roles típicamente masculinos como jugar al policía, a los bomberos, a la “lleva”, a las carreras (donde sólo se persiguen), a los fantasmas, mientras que las niñas representan roles femeninos, como jugar a la reina, a conversar entre ellas a jugar a las rondas y a la peluquería en la periferia del patio y, en ocasiones, involucrando a la docente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

a.– En las actividades sin juguetes, los niños prefirieron, con más frecuencia, el correr, empujarse por el centro del patio, mientras que las niñas, por su parte, seleccionaban subirse y desplazarse por las barras.

 

b.– Con frecuencia realizaron dramatizaciones con la participación de niños y niñas. Representaron personajes estereotipados, tales como: fantasmas y monstruos; donde las niñas se mostraban temerosas y con conductas asustadiza frente a los niños, quienes dramatizan roles de fantasmas y monstruos.También juegan al tiburón, donde los niños representaban roles que expresaban agresividad y poder sobre el espacio, mientras que las niñas ejercían roles que expresaban conductas de temor, sumisión y marginación. Jugaban a la familia (a papá y mamá) ejerciendo roles estereotipados (niña sumisa que obedece y niño que manda y dirige).

Fuente: Elaboración propia con las informaciones del diario de campo. Mérida, 2008.

En general, podemos destacar que no hay diferencias sustanciales entre los preescolares, dado que, en general, tanto en el público como en el privado, las actividades de los niños requieren y desarrollan más esfuerzo físico y mayor gasto de energía, que el que realizan las niñas en sus juegos preferidos. De tal forma que la diferencia en la selección de juegos, durante su permanencia en el espacio exterior, limita el desarrollo de capacidad y potencialidades de ambos.

En consecuencia, las niñas, con frecuencia, representan el mismo papel en los juegos con los niños (ser atrapadas y mostrarse teme- rosas) y se van acostumbrando a ser marginadas, excluidas de los juegos realizados en el patio de recreo, donde los varones son dominantes porque imponen los tipos de juegos y las reglas, donde la exclusión o autoexclusión, por parte de las propias niñas, son las normas. Tanto los juegos de los niños como de las niñas, expresan una construcción social diferenciada de desarrollo de capacidades, destrezas y habilidades en cada una de las actividades.

Cuadro Nº 2

 

Juegos  con juguetes y otros objetos

Preescolar  1 (urbano-público) Preescolar 2 (urbano- privado)
 

Se evidenció, claramente, que tanto niños como niñas llevaban y utilizaban juguetes estereotipados para cada sexo. Por ejemplo: las niñas preferían las muñecas, maquillaje, etc. Los niños, por su parte, preferían los carros, mástiles, espadas y las pelotas para sus juegos. Durante estos juegos, hubo una división más clara entre el alumnado, ya que, al estar utilizando juguetes estereotipados socialmente, tanto los niños como las niñas, manifestaron mayor rechazo hacia la participación del sexo contrario en sus juegos.

 

En las actividades con juguetes se pudo observar, claramente, que tanto los niños como las niñas seleccionaron sus juguetes preferidos. Los de los niños fueron los carros y las pelotas, con los que jugaron fútbol, béisbol (juegos considerados masculinos) excluyendo otros deportes como el voleibol, por ser un juego que se considera femenino. Los juguetes que utilizaron con más frecuencia las niñas, fueron la cuerda de saltar, las muñecas, maquillaje y peluches traídos de su hogar o que forman parte de equipamiento del aula.

Fuente: Elaboración propia con las informaciones del diario de campo. Mérida, 2008.

A tan temprana edad, los niños y las niñas de preescolar tienen ya ideas estereotipadas sobre los juguetes, ideas y conductas aprendidas en su entorno y en el medio donde se desenvuelven social- mente (hogar, televisión, cine infantil, etc.). Estas concepciones estereotipadas de los juguetes limitan las potencialidades y habilidades de niños y niñas, puesto que, a los niños se le niega el derecho de entrenarse como futuro papá (al privarlo de jugar a las muñecas/os, se le está negando el derecho a desarrollar capacidades y habilidades sociales para ser un padre responsable) y a las niñas se les limita el desarrollo de otras destrezas, capacidades y habilidades para incursionar y /o destacarse en otros espacios en su vida futura, como, por ejemplo, en ciencia y tecnología. En fin, estas observaciones evidenciaron que, tanto niños como niñas, sus padres y madres, incluso las docentes, seleccionan juguetes estereotipos para cada sexo; se- lección nada inocente, pues trasmite ideas y roles “asignados” a cada sexo, en la sociedad sexista y que, como adultas y adultos, consumimos y trasmitimos a niños y niñas sin cuestionamiento alguno.

Cuadro Nº 3

Juegos  promovidos por la docente

Preescolar  1 (urbano-público) Preescolar 2 (urbano- privado)
 

 

 

 

a – Con relación a la participación de la docente durante este período, la mis- ma se puede considerar baja, dado que actividades planificadas para este am- biente fueron los juegos siguientes:

–  Hablar de las mariposas. Despierta interés y participación en las niñas y rechazo en los niños, pues lo consideran un juego femenino.

–  A la cuerdaJuego que convoca a las niñas y sólo un niño, quien es re- chazado  por ellas.

 

–  Formación de grupos para pintar árboles, en un pliego de papel bond, y en los que se observa el uso de colores claros en las niñas y muy oscuros en los niños.

 

 

 

 

 

–  ¿Qué quiero ser cuando sea grande? Los niños y niñas prefirieron ocupaciones y profesiones “asignadas” estereotipadamente, por ejemplo: niños policías, bomberos; niñas: maestras, peluquera, etc.

 

–  La gymkana: juegos de carreras, sal- tos y obstáculos, donde los niños no mostraron ningún rechazo, a diferencia de las niñas que no se sentían bien porque sudaban y se ensuciaban.

a – Las actividades planificadas por la docente en este período fueron pocas y esporádicas, por ejemplo:

 

 

 

–   Mundo de los insectos. Juego en el que los varones no querían representar ni los gusanos ni las mariposas, por ser más adecuados para las niñas.

–   Juego de stop. Posición de estatua.

 

–  Juegos de stop de los planetas. Niños/ as representan a un planeta (todos y todas corren y alguien grita el nombre de un planeta tira la pelota y gritan stop y así hasta que los nombran todos, de tal forma que las niñas y los niños se quedan paralizados y un/a niño/a le pega con una pelota para liberarlos/ as).

 

–  Juego del espejo. Consiste que cada niño y niña se coloque frente a frente de su amigo o amiga y realicen ambos los mismos movimientos. Los niños no lo realizaron por tener como espejo a una niña, pasando por alto las instrucciones de la docente.

Fuente: Elaboración propia con las informaciones del diario de campo. Mérida, 2008.

No obstante que las actividades fueron planificadas por las docentes, con el fin de que el alumnado interactuará por igual, no obtuvieron la receptividad esperada, ya que, generalmente, al instante cuan- do la docente quiso agruparlos en pareja (niño/niña), manifestaron rechazo a la propuesta de las docentes, mostrando así su desinterés por compartir entre sí y su interés y preferencia por jugar y realizar actividades con pares de su mismo sexo, mostrando sus ideas sexistas aprendidas en su entorno.

Durante las actividades dirigidas por la docente, se observó en el alumnado que, tanto niños como niñas, reflejaron sus ideas y concepciones aprendidas sobre el deber ser para cada sexo, como ocurrió en la actividad llamada ¿qué quiero ser? En la cual se reflejó la concepción estereotipada que posee el alumnado acerca de las profesiones u oficios que pueden o deben realizar, mostrando claramente el resultado de la imitación de lo que observan y viven a diario en su entorno socio familiar y comunitario. Además, las docentes desaprovechan muchas oportunidades que les presenta este espacio de intercambio para incorporar algunos componentes de educación para aprender a convivir entre los sexos y la no violencia.

En conclusión, el recreo, como espacio de intercambio entre niños, niñas y docentes, se reduce a la interacción discriminatoria y segregada entre el alumnado, pues los niños realizar sus juegos “preferidos” con pares de su mismo sexo, al igual las niñas. Esto ocurre debido a las concepciones estereotipadas del alumnado y de las docentes de lo que deben o no deben jugar tanto niños como niñas.

Se manifiesta, nuevamente, un uso desigual del espacio exterior, es decir, tanto en los juegos “espontáneos”, como en los propuestos por la docente, los niños demandaban mayor espacio ocupando, frecuentemente, sus zonas centrales para realizar sus juegos y las niñas utilizando, la mayoría de las veces, sus zonas periféricas gradas y/o las barras, sin tener la opción de utilizar las zonas centrales, principalmente, por los riesgos evidentes y originados por la velocidad y agresividad con que corren sus pares varones y por su consecuente temor a ser atropelladas. Las niñas usaron el centro del patio sólo cuando jugaban con los niños a las carreras, donde ambos irrumpían, tanto las zonas periféricas como la zona central del patio, en el momento de las persecuciones. Aunque los preescolares son espacios mixtos, son muy pocas las oportunidades donde interactúan espontáneamente niños con niñas.

No hay duda, de que si se da la interacción entre niños y niñas en los juegos libres que ellos/as inventan, ésta no está exenta de relaciones jerárquicas y de desigualdad, puesto que, a las niñas, en la mayoría de las veces, les toca jugar y seguir las reglas que imponen los niños, asumiendo actitudes y ejecutando conductas de subordinación y de pasividad. Cuando las rechazan, no persisten sino que se dirigen a los espacios periféricos donde desarrollan sus juegos con sus pares.

Estas conductas reiteradas que se suceden en el patio de recreo, no llamaron la atención de las docentes, quienes mantuvieron una actitud pasiva o de poca vigilancia en algunas situaciones que requerían ser mediadas por ella, para lograr un mejor entendimiento y convivencia entre los niños y las niñas.

Los juegos típicamente masculino vs los juegos típicamente femeninos

Acorde a lo plasmado anteriormente, encontramos que los niños andan con niños y las niñas van con las niñas. Además, quedó evidenciada la desigualdad en distribución y uso del patio en el momento de los juegos. Ahora veamos los cuadros elaborados al respecto.

Cuadro Nº 4

Tipos de juegos realizados por los niños-varones

 

Tipo de juegos

 

Nº de veces que se repite

 

A las carreras

 

9

A las pelotas 4
Al  fútbol 4
A los carros 3
Dramatizaciones de soldados
con pistolas 2
A las metras 1
A ser de médico, de bombero, 1 c/u
de tiburón, de vaquero, de
fantasma, de político, de power
range (de súper héroe), de indio
(como el de las películas de EEUU)

Fuente: Elaboración propia. Mérida, 2008.

Pudimos inventariar 14 juegos, casi todos ejecutados con violencia (física y verbal) entre ellos y contra las niñas (carreras con empujones y puñetazos; fútbol con patadas; carros usados con gran velocidad adueñándose del espacio; de soldados con pistolas, power range y vaqueros que generan peleas) y la disposición jerárquica de juegos considerados “normales” en contextos de socialización diferencial, donde lo masculino y la masculinidad se asocia, implícitamente, con los comportamientos agresivos (como modo de ser y de estar) y por esa “normalidad” esta realidad pasa inadvertida por las docentes, quienes, quizás prefieren ignorar lo que ocurre.

Mientras que, en el caso de las niñas, se enseña-aprende y se reproduce una feminidad que tiende a construirse a partir de las demostraciones de la afectividad, pasividad, conductas de debilidad y de servicios a los/as otros/as. Veamos el cuadro siguiente, que muestran los 15 juegos realizados, frecuentemente, por las niñas e inventariados en esta investigación.

Cuadro 5

Juegos representados por las niñas

Tipos de juegos                              Nº de veces que se repite A la peluquería            4

A maquillarse y hacer de maquilladora            3

A las carreras                                                  3

A la reina, a ser doctora, a jugar muñecas         2 c/u A jugar la cuerda       2

A jugar el pise, al voleibol, a la ronda,

a bailar ballet                                                                  1 c/u

A conversar en grupo, a ser maestra, a representar la familia, a jugar

con peluches (como sustituto de las muñecas)      1 c/u Fuente: Elaboración propia. Mérida, 2008.

Estos datos nos dan pistas para corroborar que, en la socialización diferencial escolar de las niñas (a diferencia de los niños), se estimula la participación en juegos tranquilos y se les refuerza y fortalece sus actitudes y comportamientos de afectividad, de servicio a los/as otros/ as que, en cierta medida, controlan la agresividad, bien sea por autocontrol; por el tipo de juegos que realiza, o por la vigilancia/control de la persona adulta que la acompaña, quien considera este modo actuar como conductas no femeninas.

No obstante, la segregación por sexo presente en los preescolares, hay momentos en el recreo que, espontáneamente o estimulados/as por las docentes, los niños y las niñas interactúan. Veamos a continuación el cuadro de los 13 juegos con la participación de ambos sexos.

Cuadro Nº 6

Juegos en el espacio exterior

con la participación de ambos sexos

 

Entre niños y niñas

 

A las barras 4
Al gato y el ratón 3
A la lleva, a la víbora del mar,
a la gymkana, al sube y baja 2 c/u
A los vendedores de pasteles 2
Al pisé 1
A la policía y el ladrón 1
A los insectos 1
A los espejos 1
A los planetas 1

Fuente: Elaboración propia. Mérida, 2008.

En los juegos en el espacio exterior y con la participación de ambos sexos, puede percibirse habitualmente:

Prácticas jerárquicas entre los niños y las niñas, que se expresan en la desigualdad en la distribución de roles (niños protagonistas y niñas que ayudan, niños que persiguen (gato o policía) a las niñas (ratón, ladrón)), ejerciendo, con frecuencia, relaciones de poder de unos frente a las otras, que se manifiestan en actitudes y conductas discriminatorias y  excluyentes  hacia las niñas.

Los niños tienden a realizar sus juegos de manera independiente, son más competidores, asumen actividades que identifican como masculinas y evitan ser identificados con juegos femeninos, mientras que las niñas tienden a ejecutar juegos de colaboración, son más participativas, tanto en sus juegos como cuando participa en los juegos masculinos. Aún así, sufren con mucha frecuencia del rechazo de los niños y no persisten, aislándose a sus espacios de juegos, generalmente, en las zonas periféricas del patio.

En conclusión, existe una desigualdad en la distribución de los espacios de juegos, una polarización de juegos masculinos y femeninos en la que se despliegan conductas, frecuentemente, activas para los niños y pasivas para las niñas. A su vez, es un espacio donde se reproducen lo que “normalmente” son considerados juegos estereotipados infantiles y donde las docentes no participan o participan rara vez de manera directa con actividades (en general también sexistas) que no se diferencian de las que espontáneamente realizan el alumnado en este ambiente.

En general, el dejar hacer y el dejar pasar de las docentes en el patio de recreo, le imprime inercia al proceso socioeducativo que se despliega en este ambiente, que lleva al desarrollo de un tipo de capacidades conceptuales, procedimentales y actitudinales que se tropiezan o chocan con objetivos que se plantea el CEI (2005): (…) aprender a relacionarse con otros/as y valorar el sexo opuesto. (171) Establecer relaciones afectuosas con niños/as y adultos, establecer interacciones fluidas, constantes, y variadas con los adultos, niños/as, elaborar y cumplir normas de interacción social, reconocer su capacidad para participar con otros en juegos. (174) y practicar progresivamente el respeto, la solidaridad, toleran- cia, cooperación honestidad, responsabilidad (176).

Resumamos algunas de las capacidades desarrolladas en el espacio exterior de los preescolares investigados, como conclusión de esta parte.

Veamos el cuadro que sigue

Cuadro Nº 6

Capacidades desarrolladas en el patio de recreo del preescolar

 

Conceptuales lo cognitivo(saber)

 

 

–  Aprenden a desarrollar representaciones mentales estereotipadas (juegos para niños y juegos para niñas).

 

–  Aprenden (y/o refuerzan) las relaciones de poder (asimétricas) en el patio de juegos: territorios (centro vs periferia); estados cor- porales (activo vs pasiva); movimientos diferentes a partir de los juegos supuestamente masculinos y supuestamente femeninos

 

–  Precisa y piensa la iden- tidad de género pero con roles estereotipados, opues- tos y excluyentes

 

Procedimentales

Habilidades/destrezas (saber hacer)

 

–Ejercita la resistencia cardiovascular y muscular de forma diferenciada, vía el uso y control del espacio de recreo: los niños utilizan la agilidad, violencia y ve- locidad vs las niñas la parsimonia, la conversación y el caminar.

 

– Aumento de dominio de su cuerpo, interpretando y ejecutando roles instrumentales en ambientes amplios y abiertos (niños) vs. Representación y desarrollo de pautas de comportamiento para relacionarse en peque- ños espacios, cerrados, sin peligros y en roles afecti- vos (niñas) -el dejar hacer refuerza destrezas este- reotipadas para cada gé- nero

 

Actitudinales

Comportamientos, actitudes(ser)

 

–  Se adapta y refuerza actitudes (y conductas) de discriminación entre los géneros.

 

–  Intercambian actitudes y conductas de agresividad (niños frente al sexo femenino) y de conformidad (de parte de las niñas cuando las excluyen, que responden excluyéndolos también de sus juegos)

 

– Se relacionan con conductas de violencia hacia el género femenino, aumenta las relaciones de competencia no constructiva entre los géneros.

 

–   Refuerza actitudes estereotipadas y discriminatorias para cada género. Se adaptan a la exclusión mutua no promoviendo interacción-integración social entre niños y niñas.

Fuente: Elaboración propia. Mérida, 2008.

Algunas conclusiones y recomendaciones

En la educación inicial se concibe el rol del profesorado como mediador de experiencias, de aprendizaje mediante el juego. Éste concebido como actividad fundamental en todos los ambientes, a través de la cual se aprenda y valore las diferencias y similitudes de género, clase, etc., sin exclusiones y que permita el desarrollo de actividades de aprendizaje con diversos juguetes y materiales, con la ayuda de persona adulta o por otros niños/as, sin distinciones y estereotipos. No obstante, las docentes de los preescolares estudiados, mantuvieron una actitud pasiva, de poca participación o de poca vigilancia, aún cuando se presentaban situaciones que requerían su mediación para lograr un mejor entendimiento y convivencia entre los niños y las niñas.

Si bien el juego constituye un modelo de relación de niños y niñas con los y las demás y con el mundo que le rodea (sea natural, físico o humano), el espacio de juegos debiera ser un espacio, por excelencia, para la socialización para la convivencia, igualdad social y no violento, sin embargo, el patio de recreo, por ser un espacio donde prevalece el dejar hacer y dejar pasar, se convierte en un espacio segregado, donde, además predomina las relaciones/interacciones discriminatorias y donde se construye cotidianamente la desigualdad en la distribución y uso del patio de recreo, en el cual prevalecen los juegos excluyentes y violentos, lo que origina exclusión o autoexclusión por parte de las niñas.

Frente a esta radiografía del patio de recreo del preescolar, donde se construye social y culturalmente una realidad segregadora, discrimi- natoria (que pasa inadvertida y como natural y normal) y donde se comienza a construir y a manifestar las relaciones de desigualdad entre niñas y niños, quienes más tarde será entre hombres y mujeres, nos atrevemos a esbozar algunas recomendaciones donde se ofrezcan actividades en las que los niños y las niñas se permitan juegos en los que vayan desaprendiendo, por ejemplo, la violencia (en los niños) y la pasividad (en las niñas) en este espacio y que pudieran apuntalar hacia una educación para la convivencia, la no violencia y la igualdad entre los géneros

Es importante que frente a esta realidad, el profesorado de preescolar no abandone este ambiente sino que incorpore actividades que permitan transformarlo en un espacio de aprendizajes para la vida.

Para comenzar, se tendría que organizar debates con los niños y las niñas de lo que piensan del patio de recreo y luego socializarlos en el grupo. Organizar propuestas alternativas de actividades con el alumnado donde aporten ideas sobre cómo les gustaría que fuese el patio de recreo de su preescolar. Organizar colectivamente juegos en las cuales niños y niñas puedan estar en igualdad de condiciones y oportunidades. Controlar/vigilar (en el sentido pedagógico) que los juegos y sus reglas sean respetadas por todos y todas, señalando respetuosamente al alumnado los errores y aciertos, al margen de si son niñas o niños.  Entrenar a los niños y a las niñas en todos los juegos, sin discrimi- naciones, segregaciones, erradicando los estereotipos y evitando colocar a competir a grupos de niños contra niñas, niños contra niños, niñas contra niñas. Asignar actividades y responsabilidades donde ambos merez- can respeto. Es importante que las escuelas preescolares adopten tempranamente un código ético acorde con los derechos humanos (donde se resalten en la práctica el respeto, la tolerancia, la igualdad, la paz y la no violencia), evitando comentarios malsanos, discrimina- torios, o actitudes y conductas sexistas y, cuando surjan, aprovechar la oportunidad para tratar el tema con detenimiento, incluso llevarlo a proyecto de aula.

Referencias bibliográficas

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*Fuente: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-37012008000200011

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