Educación sexual obligatoria, material anticonceptivo y de higiene menstrual gratuito: Ley del Aborto y educación

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Estas son algunas de las claves de la Ley del Aborto que aprobó el Consejo de Ministros y que comenzará su andadura en el Parlamento en breves. El objetivo es que entre en vigor antes del final de la legislatura, por lo que se han acelerado todos los trámites.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, presentó ayer en rueda de prensa, el proyecto de Ley del Aborto que ha pasado ya al Congreso de los Diputados. Un proyecto que desmonta algunas cuestiones implantadas por el PP en su reforma de 2015 y quiere dar un paso adelante para ampliar los derechos de las mujeres en diferentes sentidos.

Las jóvenes de 16 y 17 años volverán a tener derecho a decidir si interrumpen su embarazo sin necesidad del respaldo de sus tutores legales (también lo tendrán las mujeres con discapacidad); además, se eliminan los tres días de «reflexión» implantados también por los populares en su momento. La píldora del día después estará disponible en centros de salud y farmacias, el aborto estará garantizado por el sistema de salud público, etc.

En este sentido, María Capellán, presidenta de CEAPA desde el pasado junio, asegura que con una buena educación sexual lo que se lograría sería evitar los embarazos no deseados y, de rebote, disminuir los casos de abortos. Soraya Calvo, doctora en educación y sexóloga, defiende el derecho de las jóvenes a tomar esa decisión libremente. «Si son menores quizás sería interesante un acompañamiento específico para conocer la salud sexual de la menor, su situación familiar, emocional… y siempre desde un punto de vista preventivo y positivo; nunca desde la prohibición». A esto suma que la eliminación de los tres días de «reflexión» impuestos por la normativa del Partido Popular es algo positivo ya que «podrían entenderse como una estrategia de presión emocional y manipulación». Para Calvo era algo «contraproducente, cruel y poco respetuoso» con las decisiones de las chicas.

Qué hay de la educación

Más allá de que la ley pretende dar mayor capacidad y autonomía de decisión a las mujeres a la hora de abortar, además de asegurar que el Estado respetará y velará por todo ello, una de las apuestas importantes de la nueva reforma de la Ley del Aborto tiene que ver con el sistema educativo.

La principal, según anunció Montero, será la oblgiatoriedad de la educación sexual en todas las etapas educativas. Aunque se desconocen los pormenores de esta obligatoriedad, quién impartirá estos conocimientos, cuándo y de qué manera, la polémica estará servida. La educación sexual es uno de esos temas tabúes que levantan siempre ampollas entre quienes creen que el Estado no debe inmiscuirse en según qué cuestiones y quienes creen que es la única manera de asegurarse de que todas las personas tendrán derechos (y deberes) a la hora de poner en práctica su sexualidad.

El de la educación sexual es un tema polémico que muchas entidades defienden como necesario, desde las primeras etapas de la escolarización (teniendo en cuenta las edades y el volcabulario de las etapas) entre otras cosas, para evitar situaciones de abuso sexual infantil, por desgracia, relativamente comunes en los espacios en los que se mueven niños y niñas. Desde hace años, Save the Children defiende la necesidad de esta educación sexual como parte de la lucha contra estos delitos contra la infancia.

En este sentido, Carmela del Moral, técnica de la ONG, asegura que cuanta más información, mayor protección tendrán niñas y niños frente a cierto tipo de abusos que puedan darse. Además, para ella, reformar la educación afectivo-sexual está en línea con otras reformas legislativas que se han puesto en marcha en los últimos años como la Ley de protección ed la infancia e, incluso, la propia Lomloe.

Para Soraya Calvo, si se quiere hacer las cosas bien en este sentido, habría que hacer cambios en la ley. «La lomloe no incluye exactamente este supuesto, y debería estar explícitamente recogido en la ley de alguna forma concreta, no como una transversalidad» y, de esta manera, «perfilar claramente contenidos, formación inicial y continua de docentes, etc.». En esta línea, del Moral asegura que «sin una educación sexual reglada, los chavales van a buscar información y tomar referentes que pueden ser negativos, como la pornografia«.

A esto se suma el que cuando entre en vigor la ley, si mantiene el texto como hasta ahora, chicos y chicas tendrán acceso, en los institutos, a material anticonceptivo, aunque tampoco se conoce cómo se hará ese reparto; si será cosas de las comunidades autónomas, si lo hará el Ministerio de Igualdad directamente o qué problemas puede dar en comunidades autónomas que no estén de acuerdo con estas políticas. Junto a esto, en palabras de la ministra Montero, se pretende promover la corresponsabilidad en el acceso y uso de métodos anticonceptivos por parte de chicas y chicos.

Además de material anticonceptivo, también estará a disposición de niñas y jóvenes, material de higiene menstrual de manera gratuita para que, de alguna manera, pueda lucharse desde estos espacios educativos contra el concepto de la pobreza menstrual, es decir, para evitar que ninguna niña o mujer joven no tenga acceso a tampones o compresas por cuestiones económicas.

María Capellán sostiene que sería más interesante si compresas y tampones estuvieran presentes ya en los centros de primaria dado que no son pocas las niñas de 5º y 6º a las que ya les ha venido el periodo. Calvo añade que estos productos deberían estar accesibles a toda la población. «Si queremos que así sea debería haber presupuesto específico y formación vinculada para todo el estudiantado: también para quienes no van a tener la regla nunca. Cuestión de salud pública».

Algunos datos

Según el último estudio realizado por la Sociedad Española de Contracepción, sobre datos de 2020 (está pendiente el de este 2022), la edad de inicio en las relaciones sexuales para las jóvenes de entre 15 y 19 años está ya en los 15,82 años. El estudio se realiza con una muestra de jovenes a partir de los 14 años.

La mayor parte de estas chicas utiliza métodos anticonceptivos (el 71,3%), frente al casi 30% que no lo hace. Hay que tener en cuenta que en esta cifra se contemplan también aquellas jóvenes que no mantienen relaciones sexuales.

En la mayor parte de los casos, las jóvene utilizan el preservativo o la píldora (29.2% y 27.6% respectivamente) y lo suelen hacer por iniciativa propua, por consejo del ginecólgo o del médico de familia. Preguntadas por qué o quiénes les han influido más en la decisión, en el primer puesto está la fmailia y los amigos (40.4%, frente al 17,2% en el caso de la media de la muestra total), depués, el peronsl sanitario (36,3%). Muy por debajo está el criterio personal (12,5%) y las redes sociales e Internet (7,8%, frente al 1,9% de la media total de mujeres encuestadas).

Cuando se les pregunta a estas chicas los motivos por los que no utilizan métodos anticonceptivos, si se tiene en cuenta qu de todas ellas, el 35,5% no lo hace porque no mantiene relaciones se4xuales, el 30,4% (1,4% de media total) no lo hace por desconfianza y el 14,4% (2,4% de media) porque les resulta incómodo.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/08/31/educacion-sexual-obligatoria-material-anticonceptivo-y-de-higiene-menstrual-gratuito-ley-del-aborto-y-educacion/

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Embarazo adolescente: el fracaso de la educación sexual

Por: Julia Alegre Barrientos. 

En Colombia, 6.500 niñas menores de 14 se quedan embarazadas cada año. Sin embargo, todavía hay sectores que debaten la pertinencia de brindar formación sexual en las escuelas.

Entró a la oficina de la orientadora con la cabeza agachada y las manos  pegadas al cuerpo. Saludó como pidiendo perdón al mundo y se sentó. La entrevista se acabó más pronto de lo esperado: Diana*, de 16 años, comenzó a llorar. “Esta situación es demasiado dura”, dijo entre sollozos cuando le tocó hablar de su bebé de año y medio.

Ella es uno de los miles de casos de menores embarazadas que se reportan cada año en el país. Solo en Bogotá, la Secretaría Distrital de Educación (SED) contabilizó el año pasado 2.000 niñas en estado de gestación que asistían a instituciones de educación oficial. El Ministerio de Educación (MEN) estima que en el conjunto del territorio se producen 150.000 nacimientos anuales en madres entre los 15 y los 19 años y 6.500 nacimientos en niñas menores de 14.

“En mi casa no se habla de eso. Yo había escuchado que tener relaciones sexuales dolía, pero no sabía que así se hacían los bebés. Para mí era recocha y juego”, explica Diana sin dejar de llorar. La niña se enteró que esperaba un hijo tras realizarse una radiografía pélvica aquejada de dolores en la cadera. “Después busqué información en internet sobre los embarazos y el sexo porque nadie me hablaba de eso. Si hubiera sabido antes, no estaría en esta situación”.

El tema de las relaciones sexuales se maneja en muchos hogares como algo prohibitivo, señala Jenny Gaona, orientadora distrital. Este silencio informativo “imposibilita que los menores desarrollen una conciencia sobre los riesgos de mantener relaciones sexuales sin protección”, continúa. El colegio se convierte entonces en una de las pocas fuentes de información al respecto.

«Para prevenir hay que conocer»

Diego Carreño es orientador en un colegio distrital al sur de Bogotá. Ahí imparte talleres a niños de entre 14 y 17 años de estratos 1 y 2 a los que inculca nociones sobre educación sexual. “La sexualidad es una parte de la condición humana. Tiene que ver con el conocimiento de uno mismo y de los demás, y se debe hacer un uso responsable de ella. Va más allá de los embarazos, los genitales y las infecciones”, les dice a los 40 jóvenes reunidos en el aula, muchos de ellos con las manos levantadas para intervenir y hacer preguntas.

Una de las grandes críticas que hacen expertos como Carreño a la estrategia de educación sexual que impera en el país desde la Ley General de Educación de 1993 es exactamente esa: que se reduce a la planificación familiar, enfermedades de transmisión sexual y embarazo, pero no se contextualiza ninguno de esos conceptos a la realidad de los jóvenes ni se adecua el mensaje a las diferentes franjas de edad de los menores. Señalan también que se empieza a educar demasiado tarde en estas cuestiones: «estamos perdiendo un tiempo muy valioso para proteger a nuestros niños y empoderarles en el conocimiento de sus derechos humanos».

“El embarazo, por ejemplo, es mucho más complejo. Tiene que ver con la cultura y la situación familiar de los menores. No es una cuestión de ponerse el condón y ya, todo se soluciona. Lleva mucho más implícito, hay unos motivantes, y eso hay que contarlo, pero no se hace”, asegura una fuente de la SED que prefirió que su nombre se protegiese.

Historia de una educación sexual insuficiente

La Ley General de Educación incluyó hace 23 años la obligatoriedad de abordar la educación sexual “de acuerdo con las necesidades psíquicas, físicas y afectivas de los educandos según su edad”. Las falencias en su concepción hicieron necesaria una reformulación desde una perspectiva integral. Así es como en 2006 surgió el Programa de Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía (Pescc) del gobierno y del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa).

En 2013 el presidente Juan Manuel Santos sancionó una ley que dio más cobertura al plan de derechos reproductivos: el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, Sexuales y Reproductivos y la Prevención. Se concibió como una herramienta para combatir la violencia en las aulas, trazar una ruta para la prevención de embarazos y fortalecer la educación sexual.

Las aspiraciones del gobierno y de la ministra de Educación Gina Parody de incluir una educación sexual obligatoria, inclusiva y con enfoque de género (que no ideología) en los currículos se desvaneció casi de un día para otro a mediados de 2016.

La circulación de unas cartillas elaboradas supuestamente por el Ministerio de Educación y la posterior encuesta del Dane sobre comportamiento sexual (se realiza desde 2006 a menores de 13 años) dieron a los sectores más conservadores de la política y la opinión pública colombiana (como el ex procurador Alejandro Ordóñez y representantes de los credos católicos) la excusa perfecta para declararle la guerra a cualquier política, medida, decreto, iniciativa que incluyera los términos sexualidad y género.

“El Ministerio utiliza unos manuales para adoctrinar a nuestros hijos en la ideología de género, un pretexto  para instrumentalizar el cumplimento de unos deberes y disolver la familia, corromper la niñez y quitarles la pureza”, denunció Ordóñez.

Para alguien que conoce la realidad de los niños en Colombia y la desprotección a la que se les somete por no tener acceso a información sexual pertinente, las declaraciones del ex procurador son “peligrosas, erroneas e incurren en una demagogia partidista e intencionada”, comentó a Semana Educación una fuente de Medicina Legal que en 25 años ha atendido más de 10 mil casos de menores abusados sexualmente. Para él carecer de información sobre sexualidad “es un condicionante de las relaciones sexuales tempranas, el embarazo adolescente, el abuso infantil y la violencia sexual, no al revés”.

La cara visible de un problema que no es aislado

Diana nunca acudió a una clase sobre sexualidad. Tampoco lo hace ahora, pero recibe asesoramiento en el colegio para sacar adelante sus estudios y conciliar su educación con la crianza de su hijo como madre soltera. El padre del pequeño murió a los 16 años en una balacera de pandillas en el sur de Bogotá antes de que el niño naciera.

La joven trata de seguir con su vida estudiantil y sus sueños mientras juega a ser adulta. “A veces no me queda tiempo, no hago las tareas por estar con el bebé cuando se enferma. Pero algún día quiero ser diseñadora de carros”.

Cuando habla sobre su futuro se le ilumina la cara: quiere ganar una beca para irse a estudiar a Alemania, la meca del sector automovilístico. Quizá consiga realizar su sueño, quizá no. Pero es el único momento de la entrevista en el que sonríe.

Fuente del artículo:  https://www.semana.com/educacion/articulo/embarazo-adolescente-en-colombia-educacion-sexual-y-la-ideologia-de-genero/499051

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Así es la educación sexual obligatoria en Alemania

Europa/Alemania/08 Noviembre 2018/Fuente: Periodismo

En Alemania, la responsabilidad de proporcionar educación sexual a niñas y niños no es un papel exclusivo de la familia, sino un deber del Estado. A partir de la educación básica, los alumnos comienzan a recibir información sobre la educación sexual.

Por ley, los 16 estados federados de Alemania están obligados a promover la educación sexual en las escuelas, en colaboración con instituciones encargadas de asuntos familiares. Para ello se basan en un catálogo educativo vigente a nivel nacional. La Central Federal de Educación en Materia de Salud (BZgA), creada en 2003 en Alemania como centro especializado de la Organización Mundial de la Salud, es la principal responsable de implementar esas directrices, que, a su vez, son guiadas por los Patrones para la Educación Sexual en Europa (2010).

Los padres y madres son informados antes de que comiencen a impartirse los temas relacionados con la educación sexual, pero no tienen derecho a decidir de manera directa si sus hijos o hijas deben o no acudir a dichas clases. Una ley sanciona a los padres o madres que permitan o promuevan que sus hijos o hijas falten a la escuela.

Fuente: https://www.periodismo.com/link/asi-es-la-educacion-sexual-obligatoria-en-alemania/

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