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La educación sexual en secundaria: alejada de la realidad, sin utilidad y con profesores avergonzados

Por: SINC

La educación sexual en secundaria es a menudo negativa, alejada de la realidad y con un fuerte sesgo heterosexual. Además, está normalmente impartida por profesores poco capacitados y que se sienten avergonzados, según un estudio publicado en BMJ Open, que incluye una síntesis de opiniones y experiencias de jóvenes de diferentes países.

La investigación, llevada a cabo por tres investigadoras de la Escuela de Medicina Social y Comunitaria de la Universidad de Bristol (Reino Unido), señala que el fracaso de las escuelas para reconocer que la educación sexual es un tema especial con desafíos únicos está haciendo un gran daño a los jóvenes. También supone una oportunidad perdida en el objetivo de proteger y mejorar la salud sexual de los alumnos.

Estudios cualitativos

Las expertas han basado sus conclusiones en 55 estudios cualitativos que exploran las opiniones y experiencias de jóvenes que habían recibido clases de educación sexual y relaciones en centros de Reino Unido, Irlanda, EEUU, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Japón, Irán, Brasil y Suecia, entre 1990 y 2015. Las autoras sintetizaron las valoraciones y encontraron que, pese a la gran variedad geográfica de los estudios, las opiniones de los jóvenes eran muy consistentes.

El estudio pone de relieve que los centros educativos fallan a la hora de reconocer el carácter distintivo de la educación sexual. Por ello, la suelen tratar como hacen con el resto de las materias.

Sin embargo, las encuestas del estudio indican que se afrontan a retos diferentes al enseñar este tipo de tema. En las clases mixtas, los jóvenes sentían humillación si no eran sexualmente experimentados y decían que a menudo armaban jaleo para enmascarar sus ansiedades. Por su parte, las chicas se sentían con frecuencia acosadas y juzgadas por sus compañeros masculinos.

Los jóvenes también criticaron el enfoque excesivamente ‘científico’ de las relaciones sexuales, que ignoraba el placer y el deseo. Y señalaron que percibían que el sexo se presentaba muchas veces como un «problema» que ha de ser gestionado. Los estereotipos también son frecuentes: a las mujeres se las representa como pasivas y a los hombres, como depredadores. También critican que se trate poco o nada el tema de la homosexualidad, la bisexualidad o el sexo transgénero.

Otro tema importante es que los centros parecen tener dificultades en aceptar que algunos de sus estudiantes sean sexualmente activos, lo que lleva a un contenido que está fuera de la realidad de muchos jóvenes, con la consiguiente falta de discusión sobre cuestiones que son relevantes para ellos, dicen las investigadoras.

Los jóvenes se quejaron además del énfasis que esta educación hace de la ‘abstinencia moralizante’, y una falta de reconocimiento de toda una gama de actividades sexuales en las que hayan podido participar. La educación sexual llega demasiado tarde para algunos alumnos, indican.

Una educación vital

Este tipo de educación también adolece de fallos en el suministro de información útil y práctica, tal como la disponibilidad de servicios de salud de la comunidad, lo que se puede hacer en caso de embarazo, los pros y los contras de los diferentes métodos de anticoncepción, o las emociones que pueden acompañar a las relaciones sexuales.

A los estudiantes también les desagrada que sus profesores les den educación sexual, no solo porque perciben que están mal entrenados y sienten mucha vergüenza, sino también debido a la posibilidad de que se vea afectada la relación profesor-alumno y se quiebren los límites.

Las autoras señalan que a pesar del bajo nivel de esta enseñanza, la educación sexual es considerada como vital por los responsables políticos para proteger la salud de los jóvenes, así como de los embarazos no deseados, el abuso y la explotación sexual.

La evidencia sugiere que los propios alumnos quieren que la educación sexual que se enseñe en los colegios e institutos utilice un enfoque positivo del sexo, con el objetivo de que los jóvenes disfruten de su sexualidad de una manera que sea segura, consensual, y saludable.

Fuente: http://ecodiario.eleconomista.es/salud/noticias/7821713/09/16/La-educacion-sexual-en-secundaria-alejada-de-la-realidad-sin-utilidad-y-con-profesores-avergonzados.html

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Los libros de biología no cumplen la ley de Educación Sexual Integral

Por: Constanza Rossi y Alejandra Masgoret

La ley de Educación Sexual Integral ya cumplió 10 años, sin embargo, la mayoría de los libros de Biología para la educación secundaria se han actualizado muy poco.

La ley 26.150, sancionada en el año 2006, establece que “todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral (ESI) en los establecimientos educativos, de gestión estatal y privada” y en el año 2008, a través del Consejo Federal de Educación, se aprueban los lineamientos curriculares para cada uno de los niveles educativos. A diez años de la aprobación de la ley y de la creación del Programa de Educación Sexual Integral, la deuda aún es muy grande.

Las políticas educativas para la implementación de la ESI fueron insuficientes. No se organizaron jornadas institucionales en las escuelas para la reflexión, discusión y planificación el trabajo en ESI. Tampoco se sumaron recursos humanos para su implementación.

Las capacitaciones dentro del horario de trabajo, fueron insuficientes y las y los docentes tuvieron que formarse según su disponibilidad y posibilidades. El material didáctico (láminas, cuadernillos) no es accesible para el conjunto. Y a pesar de todas estas dificultades, las y los docentes desarrollaron variadas prácticas novedosas en ESI, pero falta una decisión política en cuanto a su implementación en todas las escuelas del país.

La llegada del macrismo al Ministerio de Educación, lejos está de saldar estas
deudas con la ESI: arribó con despidos y suspensión de proyectos y estrechas relaciones con la Iglesia.

Los libros de Biología ¿están actualizados con los enfoques que propone la ley?
En el año 2015, el Ministerio de Educación de Nación envió a las escuelas secundarias de la Ciudad de Buenos Aires varios libros de Biología y Ciencias Naturales. ¿Cumplen estos libros los lineamientos de la ley ESI? Analizamos los dos libros que abordan la enseñanza de la sexualidad, de las editoriales Estrada (1) y Kapelusz Norma (2), a través de dos lineamientos, de los varios que presenta el documento ESI para el área de Biología: “Trabajar con un enfoque de sexualidad que integra aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos” y “Garantizar conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral”.

En estos libros, la sexualidad está reducida a la reproducción. Por ejemplo, los títulos de los capítulos son: “La reproducción en el ser humano” y “La función de reproducción” (dentro del Capítulo “El organismo humano y sus funciones”). Esta misma concepción atraviesa también el modo de nombrar los genitales del hombre y la mujer, entendidos como “aparatos o sistemas reproductores”.

En el desarrollo del capítulo, los aspectos sociales, ideológicos, culturales y psicológicos que atraviesan la construcción de la sexualidad y de la identidad sexual o de género son omitidos, quedando la sexualidad humana reducida a sus aspectos biológicos: genitalidad, ciclo menstrual femenino, fecundación y embarazo.

Para estos libros, la sexualidad de los y las estudiantes no presenta diferencias con el comportamiento y la reproducción de cualquier otro animal, por eso no hay lugar para los sentimientos, los miedos, el placer, la elección y el aprendizaje. La masturbación, las caricias, el orgasmo, las relaciones con personas del mismo sexo, las relaciones sexuales placenteras y los abusos sexuales, son ignorados y no tienen existencia cuando se reduce la sexualidad a su función reproductora.

Ninguno de los dos libros alude a las diversas formas de vivir las relaciones sexuales. ¿Creerán las editoriales que el placer, la excitación sexual, la erección, la falta de erección, los fluidos femeninos, el orgasmo, la eyaculación no son “conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados”, como proponen los lineamientos de la ESI?

¿Es ésta la educación sexual integral que debe transmitir la escuela y que están necesitando nuestras y nuestros estudiantes?

¿Cómo abordaban la enseñanza de la sexualidad los libros de Biología antes de la Ley?

Revisamos los libros de 3° y 4° año del secundario de las Editoriales Santillana, Estrada, Kapelusz, Plus Ultra y Huemul, editadas entre los años 1981 y 1994, y encontramos que “30 años no es nada” para la enseñanza de la educación sexual de estas editoriales. Para nuestro asombro, prácticamente no hay diferencias entre los libros de Biología de las décadas del 80’ y 90’ comparados con los del año 2015: “órganos reproductores”, el ciclo menstrual femenino, la fecundación y el embarazo.
Sólo en los libros de la editorial Estrada, de 1981 (3) y 1984 (4), encontramos pequeños apartados con restricciones morales y espirituales que también se repiten en libros de Educación para la Salud de la época, como el de la editorial Huemul de 1994 (5). La vuelta de los gobiernos constitucionales poco aportó a la enseñanza de la sexualidad.

En Biología de Estrada encontramos párrafos que dicen: “el hombre y la mujer poseen inteligencia para comprender, corazón para amar, voluntad para querer y un cuerpo maravillosamente adaptado para producir, al igual que las plantas y los animales nuevos seres, nuevas voces con que alegrar la naturaleza. Su fecundidad dependerá sí, de la unión de las dos células, masculina y femenina, como en una flor o un pavo real. Pero su unión es distinta, porque es voluntaria e inteligente, rodeada de una atmósfera espiritual de amor y de fé, que patentiza la libertad de su deseo de perpetuarse en la tierra”.

En Educación para la Salud de Huemul dicen que “la maduración sexual llega a su punto máximo con la atracción hacia una persona determinada del otro sexo. A partir de entonces, y por mutua elección, se gesta la pareja que decide formar para toda la vida en comunidad de vida y amor en matrimonio”.

Llama la atención que en el libro de la Editorial Santillana de 1990 (6) se describa la masturbación, erección, eyaculación y los orgasmos “masculinos” y “femeninos”. Pero este mayor detalle descriptivo, en lugar de ampliar la mirada sobre la sexualidad, también la limita. Se reemplazan las normas morales del amor, la fidelidad y el compromiso por la norma que establece que todo acto sexual tiene y debe tener fines reproductivos.

La necesidad de asignar una función reproductora al orgasmo femenino, los lleva a un absurdo: “Momentos después del orgasmo el orificio del cuello del útero se abre, facilitando la entrada de los espermatozoides”. Inmediatamente después, aclaran que “El orgasmo femenino puede no producirse, sin que por eso se vea afectada la posibilidad de la fecundación.

¿Qué necesitamos para avanzar en la ESI?

Como dijimos al comienzo de la nota, a 10 años de la Ley de ESI hay muchas deudas pendientes que dependen de una decisión política de diseñar los dispositivos y asignar los recursos para que los y las estudiantes de todos los niveles accedan a Educación Sexual Integral. Sin embargo, la actualización de los libros de Biología debe acompañar los nuevos enfoques y miradas, superando la mirada restrictiva de la sexualidad a una función reproductora. El avance que se plasmó en los lineamientos curriculares desde una mirada interdisciplinaria, que incorpora una lectura no reproductiva de la sexualidad, ya se debería haber reflejado en los libros de texto.

1. Berler, Valeria et al. Ciencias naturales 9: entender: edición exclusiva para Organismos Públicos. (2015). 1° edición. Editorial Estrada.

2.Antokolec, Patricia et al. Biología para pensar, interacciones, diversidad y cambios en los sistemas biológicos: edición especial para el Ministerio de Educación de la Nación (2015). 1° edición. Editorial Kapelusz.

3.De Copello, M.G. y Perés, V. Biología III. (1981). 1° edición. Editorial Estrada.

4. De Copello, M.G. y Perés, V. Biología IV. (1984). 1° edición. Editorial Estrada.

5. Dutey, M.L. y Nocetti, S.T. Educación para la salud. (1994). 1° edición. Textos Huemul.

6. Lacreu, L., Rubel, D. y Guahnon, E. Ciencias Biológicas 3. (1993). 1° edición. Editorial Santillana.

7. Dutey, M. y Nocetti, S.T. Biología III. Funcionamiento, coordinación y continuidad de los seres vivos. (1988) 1° edición. Huemul.

8. Dutey, María Léonie y Nocetti, Susana Teresa Biología IV: Integración, continuidad y evolución de los seres vivos. (1997) Edit. Huemul.

9. Zarur, Pedro. Biología 3: Funcionamiento, coordinación y continuidad de los seres vivos (1992).Ed. Plus Ultra.

10. Zarur, Pedro. Biología 4. (1985) 2° edición. Ed. Plus Ultra.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com.bo/Los-libros-de-biologia-no-cumplen-la-ley-de-Educacion-Sexual-Integral

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África: Secretos y desigualdades ponen en riesgo a las ugandesas

Uganda/16 de septiembre de 2016/www.ipsnoticias.net/Por: Lyndal Rowlands

La ugandesa Mambera Hellem conversa con sus jóvenes amigas y vecinas sobre todos los tipos de anticonceptivos. Pero sabe que muchas de ellas no usarán preservativos, a pesar de que en Uganda, las adolescentes y las jóvenes tienen un mayor riesgo de contraer el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

Al consultar a Mambera y a su amiga Kyolaba Amina quién decidía a la hora de usar condón, si el hombre o la mujer, esta última sonrío. “No es fácil para una mujer comenzar a usarlo porque dispara cuestionamientos sobre la confianza”, precisó. “El marido le pregunta a la esposa si no confía en él”, acotó.

Pero Kyolaba tiene sospechas más oscuras; algunos hombres “quieren infectar de forma deliberada a sus esposas”, explicó.

“No sé por qué los hombres lo hacen, pero conozco un caso en el que la mujer y el hombre tuvieron resultados discordantes (de VIH), y él no quería comenzar a usar condón porque antes tenían relaciones sin protección y no entendía por qué ahora ya no podían”, relató.

Mambera y Kyolaba trabajan en la clínica Christa, en Jinja, una localidad sobre el lago Victoria, en Uganda, que ofrece servicios de planificación familiar de bajo costo y gratuitos para esa comunidad pobre.

En este país donde abundan los mitos sobre los anticonceptivos y sus efectos secundarios, las formas más seguras que tienen las mujeres de protegerse son las inyecciones de Depo-Provera, conocidas como “depo”, y los dispositivo intrauterinos (DIU).

“Hay muchas mujeres que tienen hijos todos los años, y es a ellas a las que apuntamos”, indicó Mambera.

Algunas prefieren usar DIU o depo porque, a diferencia de los preservativos, pueden mantener su uso en secreto sin que se enteren sus maridos. Pero ese no es el único aspecto de su vida sexual que les ocultan.

“Hablamos del VIH y les decimos que se hagan un análisis clínico, pero muchas temen planteárselo a sus maridos y prefieren hacérselo en secreto”, indicó Kyolaba.

“Tengo el ejemplo de mi vecina que llegó a la clínica y el análisis de VIH le dio positivo, pero lo ha mantenido en secreto, no le dijo a su esposo por temor a instalar la violencia en el hogar”, relató.

Mientas IPS conversa con Mambera y Kyolaba, en el patio de la clínica Christa, un grupo de mujeres acunan a sus hijos mientras observan a una enfermera que les explica cómo se usa el condón.

Los servicios que ofrece la clínica son irregulares, en el mejor de los casos, en este país que tiene una de las mayores tasas de fecundidad del mundo, en promedio seis hijos por mujer en edad fértil.

Pero en los últimos años, surgió en este país y en otros de África subsahariana una estadística diferente, aunque igualmente preocupante.

Las jóvenes contraen VIH, causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), a una edad mucho menor que los hombres.

A los 21 años, una joven ugandesa tiene una probabilidad en 10 de ser portadora del virus del sida.

Una joven de entre 15 y 24 años tienen más del doble de probabilidades que un hombre de su misma edad de infectarse con el VIH.

Según las últimas estadísiticas de 2011, 4,9 por ciento de las mujeres y las niñas de esas edades contraerán el VIH, a diferencia de 2,1 por ciento de varones, con un aumento pronunciado de las probabilidades para las jóvenes de entre 15 y 21 años.

Sin poder decidir si su compañero sexual usa o no condón, las jóvenes pierden la capacidad de protegerse a sí mismas, ya que es el único método anticonceptivo que también previene las enfermedades de transmisión sexual.

El médico Akinyele Eric Dairo, oficial a cargo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Uganda, coincidió con Mambera respecto de que las mujeres no tienen ninguna incidencia en el uso del preservativo por parte de los hombres.

“En lo que respecta al uso del condón, los hombres tienen más peso que las mujeres”, dijo a IPS. “Su uso genera una suerte de dependencia de ellas”, observó.

La preferencia por otros tipos de anticonceptivos refleja el temor al embarazo en las jóvenes que no se han casado, apuntó Dairo.

“Las consecuencias del embarazo se manifiestan mucho más rápido que las del VIH y otras infecciones de transmisión sexual”, añadió.

Como resumió Catherine, una enfermera del hospital de Jinja: “Su mayor temor es el embarazo, no saben que pueden tener otros problemas.”

Eso puede deberse, en parte, a que el acceso al tratamiento con antirretrovirales redujo mucho, no solo la propagación del VIH, sino también el estigma en torno a la enfermedad. “La gente me ha dicho, eso es como ser diabético”, relató Catherine.

La increíble disponibilidad de antirretrovirales permitió un avance significativo de la lucha contra el sida en África subsahariana. Pero ese logro podría revertirse si los esfuerzos de prevención en un grupo tan vasto como la adolescencia siguen fracasando.

Por ello, Loyce Maturi, una zimbabuense de 23 años que contrajo el VIH a los 16, recibió una invitación para participar en una conferencia de alto nivel en la sede de la Organización de las Naciones Unidas de Nueva York, a principios de este año.

“Al compartir mi historia, espero transmitir la idea de que en tanto mujeres adolescentes y jóvenes somos vulnerables, estamos en riesgo y somos las más infectadas y afectadas por las epidemias en relación con otros grupos de edad”, señaló Loyce.

Garabateado en el margen de la hoja con su discurso, que mostró luego a la prensa, se podía leer: “Es necesario que prioricemos a las poblaciones clave HSH (hombres que tienen sexo con hombres), trabajadoras sexuales, personas que se inyectan drogas, cárceles y migrantes”.

La respuesta contra el VIH/sida se concentra en esos grupos de riesgo, pero ninguno es vulnerable solo por su condición de género o su edad, y por eso es tan importante atender las razones por las cuales las jóvenes tienen una tasa de infección tan alta.

Como explicó Dairo, muchas veces a las adolescentes las fuerzan a tener relaciones sexuales y las casan de forma prematura, y a menudo con hombres mayores.

Su vulnerabilidad también aumenta porque pueden ser víctimas de violencia, incluso sexual, y porque tienen menos posibilidades de acceder al sistema educativo y a los recursos económicos, en comparación con las posibilidades de sus compañeros, añadió.

Eso empuja a las jóvenes a buscar hombres mayores que las ayuden a pagar el transporte y la escuela, lo que termina creando una dinámica de poder desigual, que hace altamente improbable que tenga poder de decisión sobre si su compañero usa o no condón.

Por ello, no basta con enseñar a los jóvenes a usar preservativos, si no se atienden las desigualdades de género y que elevan la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes.

Traducido por Verónica Firme

Tomado de: http://www.ipsnoticias.net/2016/09/secretos-y-desigualdades-ponen-en-riesgo-a-las-ugandesas/

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“La educación sexual es efectiva”

Entrevista/15 de septiembre de 2016/Fuente: semana

Se ha comprobado que la educación sexual es determinante a la hora de combatir la violencia, el aborto ilegal y las enfermedades de trasmisión sexual.

Aunque el ministro de Salud Alejandro Gaviria aseguró que el índice de embarazo en adolescentes habría disminuido en Colombia, América Latina sigue siendo la región donde más se presenta esta problemática en el mundo. Estos retos de salud sexual se discutieron durante la I Conferencia de América Latina y del Caribe, (LAC) que finalizó en Cartagena.

Semana.com habló con Giselle Carino, directora regional de International Planned Parenthood Federation (IPPF), la organización más grande del mundo que trabaja con temas de planificación familiar, educación y salud sexual y reproductiva, sobre cómo reducir esas brechas e inequidades en cuanto a salud sexual y reproductiva de la región.

Semana.com: En Colombia se han hecho manifestaciones en contra de la educación sexual. ¿Cómo luchar contra estos retos?

Giselle Carino (G.C.): Hay que luchar con información. Tenemos los modelos y la evidencia a nivel mundial es contundente y nos soporta. En la región, sabemos que la educación integral en sexualidad, que tiene perspectiva de género, es cuatro veces más efectiva en combatir la violencia, el VIH. Si queremos combatir la violencia contra las mujeres, sabemos que la base es una educación sexual que permita a las personas desafiar esos patrones de género que son esas visiones de la masculinidad nocivas y muchas veces el origen de la violencia. Hay que combatirlo con una discusión abierta, democrática y madura.

Semana.com: ¿Cómo llegarles esos adolescentes que sabemos que están informados, pero que no saben cómo usar esa información?

G.C: Los adolescentes son centrales para nosotros. No solamente son el 35 % de nuestros usuarios y usuarias a nivel mundial, sino también son parte de nuestros cuerpos de decisión. Con ellos hay que comunicarse usando lo que usan para comunicarse, eso es muy útil. Además de la exploración de apps telefónicas y usar los medios de comunicación. Lo importante es llegar a donde ellos estén. Hay algunas experiencias en la región que están dando resultados muy positivos, sobre todo para dar información.

Semana.com: ¿Cuáles experiencias rescataría?

G.C: Tenemos una experiencia interesante en México con escuelas públicas de bachillerato donde llevamos los servicios a los propios colegios. Ha sido fundamental encontrarlos en donde están y abordar los problemas que enfrentan, que no son sólo de salud sexual y reproductiva, sino también de alcoholismo, drogas, problemáticas en los contextos familiar y escolar. Y el trabajo con padres y maestros ha sido fundamental también porque en la mayoría de contextos son ellos los referentes sobre sexualidad más cercanos.

Semana.com: ¿Cuáles cree que son los mitos que hay que desvirtuar para que haya mayor acceso a la salud sexual y reproductiva?

G.C: Muchos. El primero es que hay que dejar claro que las personas son sujetos de derechos y por lo tanto ellas y sólo ellas pueden tomar decisiones sobre su vida sexual y reproductiva. Hay que crear las condiciones, ofrecer la información para que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre su vida. Por eso creo fuertemente en la educación integral en sexualidad que permita basarse en la evidencia y desmoronar esos mitos que sabemos que existen y esas nociones machistas de la sexualidad.

Semana.com: En cuanto a métodos de anticoncepción, ¿cuáles desafíos encuentran?

G.C: Hay 23 millones de mujeres en la región latinoamericana y del Caribe que quieren planificar y no tienen cómo. Hay que trabajar esta brecha. Para nosotros es fundamental que las mujeres puedan escoger, que todo el paquete de métodos esté disponible para ellas de manera regular, en los centros públicos y privados. En algunos países es un desafío con la anticoncepción de emergencia y con los métodos de largo plazo.

Semana.com: Habla de machismo, pero ¿tienen programas de educación y salud sexual enfocados en los hombres?

G.C: Tenemos programas de atención a hombres porque ellos tienen sus propias necesidades sexuales y reproductivas. También vemos cada vez más en nuestro servicio que las mujeres vienen acompañadas por sus parejas y nos parece importante crear formas de involucrarlos. Cuando los hombres están involucrados es un momento importante no sólo para la toma de decisiones, sino también para la implementación de las decisiones de las mujeres.

Semana.com: Entonces habría que fomentar educación sexual también en ellos…

G.C: Tenemos claridad absoluta de que el trabajo con los hombres comienza desde la infancia y la educación integral en sexualidad es clave ahí para prevenir la violencia y trabajar en la noción de relaciones igualitarias. Hay evidencia que dice que la violencia se transmite de generación en generación. Cuando una mujer creció en un lugar violento, tiende a buscar parejas que replican esa violencia y cuando es hombre, tiende a ser perpetrador de violencia. Pero esto no es lo único que pasa de generación en generación. Hay estudios que indican que cuando los chicos ven a sus papás compartir las tareas domésticas, eso también pasa de generación en generación y por eso creo fundamental intervenir en la edad temprana.

Semana.com: ¿En qué falta trabajar para que el acceso sea para todos?

G.C: En Colombia se han hecho grandes avances con respecto al aborto legal y seguro, también en la anticoncepción, aunque todavía queda mucho por hacer. Habría que trabajar en reformar algunas de las condiciones estructurales que hacen que, por ejemplo, las mujeres afrodescendientes experimenten los problemas de una manera mucho más grave. Las personas no tienen acceso al agua limpia y eso debe cambiar. Hay unas condiciones de infraestructura, de sanidad que son fundamentales para que la gente pueda crecer y desarrollarse.

Semana.com: Una de las conclusiones de la Conferencia LAC fue la necesidad de un apoyo intersectorial más fuerte, ¿Cómo debe funcionar esto para que sea más efectivo?

G.C.: Necesitamos de todo. La alianza fundamental es entre el Gobierno y la sociedad civil, que puede, no solamente puede colaborar en la provisión misma de servicios, en cerrar las brechas de anticoncepción, de embarazo adolescente, sino también puede ejercer un papel de rendición de cuentas, de asegurar que la plata está, preguntar cómo se utiliza y hacer auditorias sociales.

 Fuente: http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/importancia-de-la-educacion-sexual/493488

Imagen:https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2016/9/12/493486_1.jpg

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Bolivia trabaja en la prevención y educación sobre el VIH/SIDA

Bolivia/15 septiembre 2016/Fuente: Prensa Latina

El Ministerio de Salud boliviano trabaja hoy en la prevención y educación sobre el VIH/SIDA, especialmente con la población más joven de esta nación andina-amazónica.
Rodolfo Rocabado, jefe nacional de Epidemiología de la mencionada cartera informó que desde 1984 hasta la fecha se registraron en el país 16 mil casos.

El grupo con mayor incidencia lo conforman las personas de 15 a 49 años de edad.

Destacó que el Gobierno priorizó un mejor sistema para detectar esa enfermedad con dos pruebas rápidas.

Rocabado puntualizó que paralelamente se trabaja en la prevención y educación, orientada particularmente a la población más joven, tomando en cuenta que las personas de sexo masculino son las que representan el mayor porcentaje de casos confirmados.

Según datos del ministerio de Salud de cada 100 casos de VIH/SIDA diagnosticados en Bolivia, 97 se transmiten por la vía sexual.

Fuente noticia: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=26022&SEO=bolivia-trabaja-en-la-prevencion-y-educacion-sobre-el-vihsida

Fuente imagen: http://www.radiohc.cu/uploads/images/articulos/6152-vih-sida.jpg

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La marcha de la ignorancia

Por:Gloria Hurtado

El miércoles anterior Colombia hizo una demostración palpable de ignorancia. O como escribió Juan Esteban Constaín, mostró los efectos de lo que produce un “pensamiento delirante”. Se lanzó un concepto, “cartillas que promueven homosexualidad”, sintonizó con la desinformación colectiva, conectó fantasmas religiosos, la agitaron sectores ultraconservadores e incultos y allí está el resultado. Ignorancia rampante caminando por las calles, liderada –que pena- por las Iglesias cristianas y católicas. Olvidan que hace siglos condenaron a hombres a la hoguera porque se “atrevieron” a decir que la tierra era plana… (que yo sepa, todavía no nos hemos caído de esta tierra redonda).

Fue la marcha de la ignorancia porque así no nos guste aceptarlo, no nacemos con comportamientos de hombre y mujer. Tenemos el empaque (el cuerpo), tema biológico, pero el contenido se construye, tema humano. No es ideología de género: es ciencia y es realidad. Los seres humanos no somos sólo naturaleza, ni nos guiamos únicamente por instinto como el reino animal.  Todos los defensores de lo que “hace” la naturaleza, tendrán que aceptar que el amor no pertenece al terreno de ella, puesto que la naturaleza se agota en lo instintivo. El amor pertenece a la construcción humana, un escalón mas arriba del terreno de la naturaleza, marcado principalmente por el lenguaje y la historia. La caminata del miércoles fue la expresión mas palpable de ignorancia y mentiras como tal vez nunca se había registrado en Colombia. Alguien dijo que “afortunadamente” pudieron caminar, expresarse y opinar. Es verdad, pero produce dolor qué tanta desinformación e ignorancia deambulan por las calles. Y los hogares. Los colegios no sólo deben educar estudiantes. Valdría la pena que le dieran “una manito” a los papas.

A propósito de padres de familia, la gran mayoría de ellos (sin preparación e información especializada) no son aptos para manejar el tema de la educación sexual de sus hijos. Para muchos,  sería mas conveniente que no les hablaran de “eso”, “que no les abran los ojos”, mantener a sus retoños en “la inocencia” como si la ignorancia fuera mas protectora que el conocimiento. La educación sexual debe estar en manos de expertos (psicólogos) y no de “opinadores” de psicología que son la gran mayoría de participantes en la discusión, incluídos los medios de comunicación. ¿Cuántas personas siguen creyendo que la homosexualidad es “una enfermedad curable”(¡)? Mas ignorancia, imposible… Por eso, desde esa elementalidad, creyeron también que la heterosexualidad u homosexualidad se “construyen” leyendo una cartilla o los profesores la “enseñan” en clase. Si son Dios o la naturaleza los que “nos hacen” hombres o mujeres  ¿por qué preocuparse? Desde que nacen “ya están hechos” o sea que “oir estupideces” no les haría daño. ¿O será que no están “bien hechos” por ese ”maravilloso” Dios?

La sexualidad no es sinónimo de anatomía ni se agota en los genitales. Construir identidad sexual (que no empaque) es el resultado de muchos factores incluída la historia familiar, la genética y el medio que rodea. La angustia que culturalmente produce los comportamientos sexuales diferentes, hace que mas de uno pierda el sentido de la realidad. Y de los afectos. ¿Sucede así Senadora Morales?

Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos

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Australia: El fracaso de los bebés robot como anticonceptivo entre adolescentes

Australia/08 septiembre 2016/Autora: Mónica Parga/ Fuente: Univisión

«¿Cómo puedo hacer que pare de llorar?» «¿Por qué tarda tanto en terminar de comer? ¿Me pueden ayudar?» Los RealCare Babies causan tantos quebraderos de cabeza entre los jóvenes que los vídeos en YouTube sobre cómo cuidarlos son muy populares. El tutorial titulado Trampas para Real Care Baby: Consejos y Trucos tiene más de 200,000 visualizaciones.

Estos inquietantes robots que imitan el comportamiento de los bebés están basados en la idea de que si uno experimenta el esfuerzo que supone hacerse cargo de un bebé se tomarán más precauciones para evitar embarazos no deseados. En algunas escuelas de secundaria, los estudiantes tienen que superar el reto de cuidar de un infante virtual como proyecto de clase y afrontar la realidad de tener un hijo.

Sin embargo, un nuevo estudio compartido por la revista médica The Lancet afirma que el efecto no es el esperado: las jóvenes que participaron en un programa para aprender a cuidar estos muñecos fueron más propensas a quedarse embarazadas que las que no lo hicieron.

El muñeco llora cuando tiene hambre, necesita que le cambien el pañal o es agitado bruscamente, y muestra agrado cuando se han satisfecho sus necesidades. En su interior cuenta con un detector que registra y reporta cada actividad, la temperatura exterior, el tiempo que pasa sentado en la silla del auto, la sujeción de la cabeza, la posición, y cualquier movimiento fuerte que en un bebé real podría provocarle el Shaken Baby Syndrome.

Actualmente, estos simuladores se utilizan en escuelas de unos 89 países, incluyendo Estados Unidos, en programas de formación de profesionales de la salud y la educación, para entrenar a futuros padres, y es parte de algunos programas de educación sexual.

Cada logro o fallo se suma a una puntuación que evalúa si se ha actuado bien o no, y queda registrado en la ficha del estudiante. Para evitar trampas y que otra persona se haga cargo del simulador, el usuario tiene que llevar una pulsera que va conectada de forma inalámbrica al robot. El aparato ofrece «lecciones inolvidables», según afirman en la web de la compañía. Se puede adquirir a través de la web de la empresa y otras tiendas, y en eBay se venden de segunda mano por alrededor de 150 dólares cada uno (hay packs con precios más reducidos). Su nombre original era Baby Think It Twice (‘Baby piénsalo dos veces’).

“Son las pocas chicas que sacan una alta puntuación de las que te tienes que preocupar. En mi experiencia, son las que terminan y se quedan embarazadas de verdad. Accidentalmente, les has enseñado que pueden cuidar de un bebé», señala Janette Collins, una consejera juvenil basada en Londres, para Financial Times.

En el estudio que ha causado la polémica, se siguieron a 1267 chicas de entre 13 y 15 años que realizaron el programa Virtual Parenting en Australia y a otras 1567 que no lo lo hicieron. Los académicos midieron su progreso hasta que cumplieron 20 años, momento en el que compararon los índices de embarazo y vieron que las que habían utilizado el robot registraban cifras mayores. Realityworks, la empresa que creó estos simuladores, ha criticado los resultados diciendo que el programa australiano no seguía las mismas exigencias de calidad que el suyo y que por tanto no se podía comparar su eficiencia.

Las exigencias del robot suelen pillar desprevenidos a estos adolescentes, y recurren a tutoriales de Internet para superar la tarea.

En uno de estos videos, una adolescente comparte varios secretos para evitar tener que dedicarle tanto tiempo al muñeco, como por ejemplo desactivándolo con un botón que tiene escondido o aprendiendo a diferenciar los tipos de llanto, y en otro vídeo se explica cómo hacer un pacifier magnético para controlar el lloro. Una categoría muy extendida son los que relatan el día a día con el robot para mostrar su evolución, como si de un diario online se tratara.

Los comentarios de los videos son una pequeña muestra de las experiencias que viven los estudiantes con el robot: «Sufrí una crisis nerviosa el último día que tuve esa cosa, lloró 15 veces en 10 minutos. Tuve que ir a abrazar a mi hermana y me eché a llorar», dice una. Otros testimonios no son tan negativos: «Es un simulador de bebé, no un juguete, se supone que debe enseñarte cómo ocuparte de un bebé y lo duro que es ser madre. Yo tuve un RealCare Baby antes de que naciera mi pequeña Anna, y debo decir que realmente me ayudó a preparme».

En Google, la búsqueda «real care baby cheats» es de las más populares entre las relacionadas con el dispositivo.

Una de las críticas que se están haciendo a este tipo de programas a raíz del estudio es que no se cuente con la participación de los adolescentes varones, como sucedió en el caso de la iniciativa australiana. En otras modalidades, como en Estados Unidos, sí que se involucra a los chicos para que ellos también sean conscientes de su responsabilidad. El Gobierno ha financiado recientemente varios estudios y programas dirigidos especialmente a jóvenes varones, señalando que los chicos normalmente suelen dejarse fuera de la ecuación a la hora de hablar de este tema.

El porcentaje de embarazos adolescentes en Estados Unidos es sustancialmente mayor que en otros países occidentales industrializados, aunque las cifras están descendiendo: en 2014 se registró una bajada del 9% respecto al año anterior. Las razones son difíciles de determinar según afirma Centers for Disease Control and Prevention, un organismo del gobierno, aunque señalan el mayor acceso a los anticonceptivos y el retraso o reducción de las relaciones sexuales como posibles causas.

Sólo un 50% de las madres adolescentes logra el título de secundaria antes de llegar a los 22 años, mientras que el resto de alumnas se gradúan a tiempo en un 90%. Las adolescentes que viven en un entorno socioeconómico con menos recursos tienen más probabilidades de quedarse embarazadas, sobre todo en el caso de las jóvenes en centros de acogida, donde la probabilidad es del doble.

Junto con los programas de prevención, el gobierno destaca a los padres y adultos de confianza como la clave para educar a los jóvenes en este ámbito.

«¿Cómo puedo hacer que pare de llorar?» «¿Por qué tarda tanto en terminar de comer? ¿Me pueden ayudar?» Los RealCare Babies causan tantos quebraderos de cabeza entre los jóvenes que los vídeos en YouTube sobre cómo cuidarlos son muy populares. El tutorial titulado Trampas para Real Care Baby: Consejos y Trucos tiene más de 200,000 visualizaciones.

Estos inquietantes robots que imitan el comportamiento de los bebés están basados en la idea de que si uno experimenta el esfuerzo que supone hacerse cargo de un bebé se tomarán más precauciones para evitar embarazos no deseados. En algunas escuelas de secundaria, los estudiantes tienen que superar el reto de cuidar de un infante virtual como proyecto de clase y afrontar la realidad de tener un hijo.

Sin embargo, un nuevo estudio compartido por la revista médica The Lancet afirma que el efecto no es el esperado: las jóvenes que participaron en un programa para aprender a cuidar estos muñecos fueron más propensas a quedarse embarazadas que las que no lo hicieron.

El muñeco llora cuando tiene hambre, necesita que le cambien el pañal o es agitado bruscamente, y muestra agrado cuando se han satisfecho sus necesidades. En su interior cuenta con un detector que registra y reporta cada actividad, la temperatura exterior, el tiempo que pasa sentado en la silla del auto, la sujeción de la cabeza, la posición, y cualquier movimiento fuerte que en un bebé real podría provocarle el Shaken Baby Syndrome.

Actualmente, estos simuladores se utilizan en escuelas de unos 89 países, incluyendo Estados Unidos, en programas de formación de profesionales de la salud y la educación, para entrenar a futuros padres, y es parte de algunos programas de educación sexual.

Cada logro o fallo se suma a una puntuación que evalúa si se ha actuado bien o no, y queda registrado en la ficha del estudiante. Para evitar trampas y que otra persona se haga cargo del simulador, el usuario tiene que llevar una pulsera que va conectada de forma inalámbrica al robot. El aparato ofrece «lecciones inolvidables», según afirman en la web de la compañía. Se puede adquirir a través de la web de la empresa y otras tiendas, y en eBay se venden de segunda mano por alrededor de 150 dólares cada uno (hay packs con precios más reducidos). Su nombre original era Baby Think It Twice (‘Baby piénsalo dos veces’).

“Son las pocas chicas que sacan una alta puntuación de las que te tienes que preocupar. En mi experiencia, son las que terminan y se quedan embarazadas de verdad. Accidentalmente, les has enseñado que pueden cuidar de un bebé», señala Janette Collins, una consejera juvenil basada en Londres, para Financial Times.

En el estudio que ha causado la polémica, se siguieron a 1267 chicas de entre 13 y 15 años que realizaron el programa Virtual Parenting en Australia y a otras 1567 que no lo lo hicieron. Los académicos midieron su progreso hasta que cumplieron 20 años, momento en el que compararon los índices de embarazo y vieron que las que habían utilizado el robot registraban cifras mayores. Realityworks, la empresa que creó estos simuladores, ha criticado los resultados diciendo que el programa australiano no seguía las mismas exigencias de calidad que el suyo y que por tanto no se podía comparar su eficiencia.

Las exigencias del robot suelen pillar desprevenidos a estos adolescentes, y recurren a tutoriales de Internet para superar la tarea.

En uno de estos videos, una adolescente comparte varios secretos para evitar tener que dedicarle tanto tiempo al muñeco, como por ejemplo desactivándolo con un botón que tiene escondido o aprendiendo a diferenciar los tipos de llanto, y en otro vídeo se explica cómo hacer un pacifier magnético para controlar el lloro. Una categoría muy extendida son los que relatan el día a día con el robot para mostrar su evolución, como si de un diario online se tratara.

Los comentarios de los videos son una pequeña muestra de las experiencias que viven los estudiantes con el robot: «Sufrí una crisis nerviosa el último día que tuve esa cosa, lloró 15 veces en 10 minutos. Tuve que ir a abrazar a mi hermana y me eché a llorar», dice una. Otros testimonios no son tan negativos: «Es un simulador de bebé, no un juguete, se supone que debe enseñarte cómo ocuparte de un bebé y lo duro que es ser madre. Yo tuve un RealCare Baby antes de que naciera mi pequeña Anna, y debo decir que realmente me ayudó a preparme».

En Google, la búsqueda «real care baby cheats» es de las más populares entre las relacionadas con el dispositivo.

Una de las críticas que se están haciendo a este tipo de programas a raíz del estudio es que no se cuente con la participación de los adolescentes varones, como sucedió en el caso de la iniciativa australiana. En otras modalidades, como en Estados Unidos, sí que se involucra a los chicos para que ellos también sean conscientes de su responsabilidad. El Gobierno ha financiado recientemente varios estudios y programas dirigidos especialmente a jóvenes varones, señalando que los chicos normalmente suelen dejarse fuera de la ecuación a la hora de hablar de este tema.

El porcentaje de embarazos adolescentes en Estados Unidos es sustancialmente mayor que en otros países occidentales industrializados, aunque las cifras están descendiendo: en 2014 se registró una bajada del 9% respecto al año anterior. Las razones son difíciles de determinar según afirma Centers for Disease Control and Prevention, un organismo del gobierno, aunque señalan el mayor acceso a los anticonceptivos y el retraso o reducción de las relaciones sexuales como posibles causas.

Sólo un 50% de las madres adolescentes logra el título de secundaria antes de llegar a los 22 años, mientras que el resto de alumnas se gradúan a tiempo en un 90%. Las adolescentes que viven en un entorno socioeconómico con menos recursos tienen más probabilidades de quedarse embarazadas, sobre todo en el caso de las jóvenes en centros de acogida, donde la probabilidad es del doble.

Junto con los programas de prevención, el gobierno destaca a los padres y adultos de confianza como la clave para educar a los jóvenes en este ámbito.

Fuente:Univisión

Muchas escuelas utilizan estos simuladores para que los jóvenes sean conscientes de lo que supone responsabilizarse de un niño, y así reducir las cifras de embarazos no deseados. Un estudio reciente cuestiona su eficacia.

 «¿Cómo puedo hacer que pare de llorar?» «¿Por qué tarda tanto en terminar de comer? ¿Me pueden ayudar?» Los RealCare Babies causan tantos quebraderos de cabeza entre los jóvenes que los vídeos en YouTube sobre cómo cuidarlos son muy populares. El tutorial titulado Trampas para Real Care Baby: Consejos y Trucos tiene más de 200,000 visualizaciones.

Estos inquietantes robots que imitan el comportamiento de los bebés están basados en la idea de que si uno experimenta el esfuerzo que supone hacerse cargo de un bebé se tomarán más precauciones para evitar embarazos no deseados. En algunas escuelas de secundaria, los estudiantes tienen que superar el reto de cuidar de un infante virtual como proyecto de clase y afrontar la realidad de tener un hijo.

Sin embargo, un nuevo estudio compartido por la revista médica The Lancet afirma que el efecto no es el esperado: las jóvenes que participaron en un programa para aprender a cuidar estos muñecos fueron más propensas a quedarse embarazadas que las que no lo hicieron.

El muñeco llora cuando tiene hambre, necesita que le cambien el pañal o es agitado bruscamente, y muestra agrado cuando se han satisfecho sus necesidades. En su interior cuenta con un detector que registra y reporta cada actividad, la temperatura exterior, el tiempo que pasa sentado en la silla del auto, la sujeción de la cabeza, la posición, y cualquier movimiento fuerte que en un bebé real podría provocarle el Shaken Baby Syndrome.

Actualmente, estos simuladores se utilizan en escuelas de unos 89 países, incluyendo Estados Unidos, en programas de formación de profesionales de la salud y la educación, para entrenar a futuros padres, y es parte de algunos programas de educación sexual.

Cada logro o fallo se suma a una puntuación que evalúa si se ha actuado bien o no, y queda registrado en la ficha del estudiante. Para evitar trampas y que otra persona se haga cargo del simulador, el usuario tiene que llevar una pulsera que va conectada de forma inalámbrica al robot. El aparato ofrece «lecciones inolvidables», según afirman en la web de la compañía. Se puede adquirir a través de la web de la empresa y otras tiendas, y en eBay se venden de segunda mano por alrededor de 150 dólares cada uno (hay packs con precios más reducidos). Su nombre original era Baby Think It Twice (‘Baby piénsalo dos veces’).

“Son las pocas chicas que sacan una alta puntuación de las que te tienes que preocupar. En mi experiencia, son las que terminan y se quedan embarazadas de verdad. Accidentalmente, les has enseñado que pueden cuidar de un bebé», señala Janette Collins, una consejera juvenil basada en Londres, para Financial Times.

En el estudio que ha causado la polémica, se siguieron a 1267 chicas de entre 13 y 15 años que realizaron el programa Virtual Parenting en Australia y a otras 1567 que no lo lo hicieron. Los académicos midieron su progreso hasta que cumplieron 20 años, momento en el que compararon los índices de embarazo y vieron que las que habían utilizado el robot registraban cifras mayores. Realityworks, la empresa que creó estos simuladores, ha criticado los resultados diciendo que el programa australiano no seguía las mismas exigencias de calidad que el suyo y que por tanto no se podía comparar su eficiencia.

Las exigencias del robot suelen pillar desprevenidos a estos adolescentes, y recurren a tutoriales de Internet para superar la tarea.

En uno de estos videos, una adolescente comparte varios secretos para evitar tener que dedicarle tanto tiempo al muñeco, como por ejemplo desactivándolo con un botón que tiene escondido o aprendiendo a diferenciar los tipos de llanto, y en otro vídeo se explica cómo hacer un pacifier magnético para controlar el lloro. Una categoría muy extendida son los que relatan el día a día con el robot para mostrar su evolución, como si de un diario online se tratara.

Los comentarios de los videos son una pequeña muestra de las experiencias que viven los estudiantes con el robot: «Sufrí una crisis nerviosa el último día que tuve esa cosa, lloró 15 veces en 10 minutos. Tuve que ir a abrazar a mi hermana y me eché a llorar», dice una. Otros testimonios no son tan negativos: «Es un simulador de bebé, no un juguete, se supone que debe enseñarte cómo ocuparte de un bebé y lo duro que es ser madre. Yo tuve un RealCare Baby antes de que naciera mi pequeña Anna, y debo decir que realmente me ayudó a preparme».

En Google, la búsqueda «real care baby cheats» es de las más populares entre las relacionadas con el dispositivo.

Una de las críticas que se están haciendo a este tipo de programas a raíz del estudio es que no se cuente con la participación de los adolescentes varones, como sucedió en el caso de la iniciativa australiana. En otras modalidades, como en Estados Unidos, sí que se involucra a los chicos para que ellos también sean conscientes de su responsabilidad. El Gobierno ha financiado recientemente varios estudios y programas dirigidos especialmente a jóvenes varones, señalando que los chicos normalmente suelen dejarse fuera de la ecuación a la hora de hablar de este tema.

El porcentaje de embarazos adolescentes en Estados Unidos es sustancialmente mayor que en otros países occidentales industrializados, aunque las cifras están descendiendo: en 2014 se registró una bajada del 9% respecto al año anterior. Las razones son difíciles de determinar según afirma Centers for Disease Control and Prevention, un organismo del gobierno, aunque señalan el mayor acceso a los anticonceptivos y el retraso o reducción de las relaciones sexuales como posibles causas.

Sólo un 50% de las madres adolescentes logra el título de secundaria antes de llegar a los 22 años, mientras que el resto de alumnas se gradúan a tiempo en un 90%. Las adolescentes que viven en un entorno socioeconómico con menos recursos tienen más probabilidades de quedarse embarazadas, sobre todo en el caso de las jóvenes en centros de acogida, donde la probabilidad es del doble.

Junto con los programas de prevención, el gobierno destaca a los padres y adultos de confianza como la clave para educar a los jóvenes en este ámbito.

Fuente:http://www.univision.com/estilo-de-vida/el-fracaso-de-los-bebes-robot-como-anticonceptivo-entre-adolescentes

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