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Cuba: Concluye Congreso Internacional de Educación Superior en Camagüey

Centro América/Cuba/24 Junio 2017/Fuente: Prensa Latina

El cierre hoy del décimo primer Congreso Internacional de Educación Superior, Universidad 2018, en esta centro-oriental provincia, estuvo matizado por los debates sobre las perspectivas docentes en Cuba.
Especialistas y académicos se reunieron en el Salón ‘Mendive’ de la Universidad de Camagüey (UC)para analizar los retos de la enseñanza superior cubana, capaz de graduar en diferentes carreras a más de un millón de estudiantes de varias regiones del planeta.

Los docentes hicieron énfasis en el impacto de las nuevas tecnologías, en el papel de los centros universitarios para influir en el entorno que los rodea y sobre todo, la profundidad que debe caracterizar al proceso de enseñanza y aprendizaje.

En la jornada de este jueves sobresalieron las presentaciones de los trabajos, La educación popular: Una necesidad pedagógica en la universidad del siglo XXI, a cargo de la doctora María Victoria González; así como Materiales audiovisuales para promover salud y prevenir adicciones, de la máster Isabel Aguilar.

Otros temas debatidos resultaron las oportunidades de postgrado, seguridad y soberanía alimentaria, virtualización, formación universitaria de profesionales del sector educacional en la mayor de las Antillas.

Universidad 2018 a nivel regional sesionó en 14 talleres, donde profesores, académicos y estudiantes intercambiaron además sobre ciencia y tecnología, medio ambiente, energía, seguridad y soberanía alimentaria.

El Congreso Internacional de Educación Superior, Universidad 2018, a nivel provincial, tuvo como objetivo fundamental fortalecer el intercambio de conocimiento entre la comunidad científica universitaria para un desarrollo sostenible en beneficio de la sociedad cubana.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=95342&SEO=concluye-congreso-internacional-de-educacion-superior-en-camaguey
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Educación colombiana: más privada que pública

Por: José Darwin Lenis Mejía

“Invertir en educación si paga, si se comprende que una sociedad educada es menos conflictiva, más democrática y más dispuesta al progreso”

La educación en Colombia constitucionalmente es un servicio público, así reza en el artículo 67 “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, y a los demás bienes y  valores de la cultura.” esto significa que siendo un derecho fundamental, de forma amplia debe estar en todo momento y lugar al alcance de cualquier ciudadano. Sea porque la persona tiene como pagar o “comprar” educación o porque el Estado la provee por ser inherente a su finalidad social. Para el caso colombiano, aún las condiciones para su ofrecimiento completo están entre dicho, porque en el país entre tantas dificultades educativas se incumplen cuatro (4) obligaciones básicas para  garantizar su  efectividad y desarrollo.

  1. Obligación Asequibilidad: es de obligatoriedad que gobierno nacional disponga y asegure hayan instituciones y programas educativos en calidad y cantidad suficientes por vías públicas o privadas con el fin de asegurar que para todos-as la educación sea asequible.
  2. Obligación Accesibilidad: se comprende como la necesidad que la educación sea accesible para todos-as, sin ningún tipo de discriminación, sin menoscabo de marginación por situaciones económicas, étnicas, de seguridad y/o físicas entre otras.
  3. Obligación Adaptabilidad: referida a que la educación sea flexible y responda a las requerimientos, particularidades y ritmos de aprendizajes de los niños, niñas y jóvenes de manera que sea pertinente y llena de sentidos para los estudiantes, de manera que impulse la permanencia y el éxito escolar.
  4. Obligación Aceptabilidad: tipificada como contar con las condiciones efectivas para asegurar que la educación sea de buena calidad, por lo que es importante hacer inspección y vigilancia, acompañamiento, seguimiento, apoyo y control en los momentos requeridos para que las instituciones cumplan sus misiones y proyectos educativos.

Estas cuatros A, como conceptos son fundamentales para hacer real el derecho a la educación en un país que tiene como apuesta prioritaria alcanzar la meta “mejor educado en el año 2025” cuya política educativa además de ambiciosa, es al mismo tiempo desproporcionada, ya que al planificar un asunto de tal envergadura se requiere conjugar en acción elementos básicos que todo proyecto serio medianamente se plantea en términos de ser realizable, alcanzable, costeable y medible en su pertinencia política, social e histórica.

Educación “superior” en contexto

Para hablar de este nivel educativo, cabe preguntarnos ¿por qué es  importante intervenir y transformar la educación superior? Un gran número de la población sabemos que las 32 universidades públicas están en crisis de existencia por sus bajos ingresos por matrícula y sostenibilidad, a pesar de la sobrepoblación estudiantil.

El Estado gira un ingreso per cápita al año por estudiante de 2.600 dólares en un presupuesto promedio de 500.000 millones de pesos para las universidades más grandes, a excepción de la Uninacional que pasa de un (1) billón de pesos; dineros con destinación a funcionamiento, gastos administrativos, actualización docente, investigación o procesos de extensión a comunidad. Estos presupuestos tan integralmente pírricos  hacen que proyectos de desarrollo universitario, sentidos y acciones de transformación en entornos, población y conocimientos quedan a la suerte. Por ello, las universidades públicas se ven obligadas a vender servicios e incrementar costos de matrícula como forma de subsistir a sus altos gastos de funcionamiento, aunado a una burocracia sindical que ayuda poco y pone en riesgo su viabilidad y/o pertinencia social  convirtiendo las universidades públicas en altamente costosas para que los más pobres  accedan a las mismas.

Según cifras del Ministerio de Educación, con corte al mes de agosto del 2015, solo el 41,2 % de los estudiantes de colegios oficiales y el 56,4 % de no oficiales ingresan a la educación superior, lo que equivale a una tasa de absorción 48,5%. Esto quiere decir que de 100 estudiantes que finalizaron grado 11, solo 48 ingresaron a la educación superior el año inmediatamente siguiente a culminación de la media. Lo anterior,  que urgente necesidad de construir en el país mínimo 40 universidades para satisfacer a más de 923.076 estudiantes que actualmente se encuentran sin atención. Situación que el país mitiga a través del SENA, algunas instituciones universitarias e institutos con programas por competencias laborales. Por ello, propuestas como la de “ser pilo paga” requiere sostenerse y ampliarse, inclusive pensar ya en un proyecto de gratuidad nacional del nivel técnico profesional, como primer peldaño de ciclo propedéutico superior. Recordemos que la última universidad pública creada en Colombia, hace casi 30 años, es la Universidad del pacífico, fundada en 1988.

 TASA DE CRECIMIENTO UNIVERSITARIO POR SECTOR
Sector 2011* 2012* 2013* 2014* 2015*
Pública   7,4% 2,1% 7,2% 4,8% 2,3%
Privada 15,7% 5,6% 9,9% 7,5% 4,4%
Fuente, MEN-SNIES, Corte a mayo de 2016. 

El crecimiento de las universidades no oficiales es casi el doble de la pública, según cifras Ministerio de Educación Nacional-MEN, 2016.

Los datos del Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior-SACES, indica con claridad que las 50 universidades no oficiales son aliadas estratégicas en el cumplimiento de las distintas  grandes metas para el país, competitividad, paz-posconflicto, equidad, desarrollo social y educación. Aquí lo que hay que revisar es el efectivo aseguramiento de la calidad, si las universidades acreditan calidad como principio de mejorar la matrícula, porque es indudable e incuestionable el bien que hacen a lo largo y ancho de la nación en acceso a este derecho como bien público, por lo que la regulación, el seguimiento y acompañamiento son importantes para determinar una verdadera inclusión y equidad educativa, y no una privación de un derecho que es pilar fundamental para el desarrollo de otros derechos humanos.

CANDIDAD DE INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR 2015
Carácter Oficial No Oficial Régimen Especial Total
Universidad 31 50 1 82
Institución universitaria/Escuela tecnológica 16 92 12 120
Institución tecnológica 6 39 6 51
Institución técnica profesional 9 25 34
Total general 62 206 19 287
Fuente: SACES Fecha de corte: Diciembre 2015

Realmente, el análisis de la educación superior muestra que el acceso en su concreción efectiva, es un beneficio de unos pocos, una exclusividad y un privilegio que determina en el futuro cercano mejores posibilidades de calidad de vida para una “élite” que puede alcanzar mejor empleabilidad, acceso a bienes y servicios o capitales socio-culturales. Aunque no se garantice en un 100% todos los beneficios directos e indirectos de recibir buena educación, al estar más educado es más probable conseguir un empleo mejor remunerado o disfrutar de más bienes. Económicamente esto se refleja en la estructura de valoración laboral, por ejemplo un técnico gana en promedio máximo 1.5 SMLV, mientras un profesional obtiene en promedio de 3 a 3,5 SMLV. Finalmente, invertir en educación si paga, si se comprende que una sociedad educada es menos conflictiva, más democrática y más dispuesta al progreso. En ello, la educación como bien público-común, cumple una finalidad vital para comprender mejor ¿Qué país tenemos y cuál queremos? allí reposa la relevancia de apostarle a la innovación, al aseguramiento y mejoramiento de la calidad y hacerla más alcanzable para la población, en especial para los jóvenes que se encuentran por diferentes condiciones sin continuidad educativa universitaria, pero sobre todo porque no hay universidades públicas en cantidad/calidad suficientes y alcanzables para todos-as.

Fuente: https://www.las2orillas.co/educacion-colombiana-mas-privada-publica/

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Honduras: Integración Centroamericana en Educación superior avanza en pensum académico

Centro América/Honduras/24 Junio 2017/Fuente: Radiohrn

Como parte de este proyecto, realizan ejercicios pilotos en carreras que quieren transformar sus currículos de tal forma que les permitan a sus estudiantes y profesionales, la movilidad en la región.

Las tres universidades públicas de Honduras que forman parte del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA): Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Universidad Pedagógica Nacional “Francisco Morazán” (UPNFM) y Universidad Nacional de Agricultura (UNA), participan de forma conjunta en el Proyecto sobre Armonización e Innovación Curricular de la Educación Superior Centroamericana (HICA, por sus siglas en inglés).

Como parte de este proyecto, realizan ejercicios pilotos en carreras que quieren transformar sus currículos de tal forma que les permitan a sus estudiantes y profesionales, la movilidad en la región.

En la UNAH, los ejercicios pilotos se llevan a cabo en las carreras de Licenciatura en Informática Administrativa de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables y el Técnico en Calidad de Café de la Facultad de Ingeniería; en la UPNFM se desarrolla el ejercicio en la carrera de Informática Educativa, y en la UNA con la carrera de Tecnología de Alimentos. Estas carreras incorporarán en sus currículos el Marco de Cualificaciones de la Educación Superior Centroamericana (MCESCA).

Asimismo, recientemente en la UPNFM se llevó a cabo una reunión de seguimiento a los ejercicios piloto de las tres universidades. Este seguimiento corresponde conducirlo a la UNAH por ser la universidad rectora del nivel de Educación Superior; por éste papel la Alma Máter también forma parte del equipo conductor del proyecto HICA.

MCESCA

El Marco de Cualificaciones para la Educación Superior Centroamericana, define los resultados de aprendizaje que deben alcanzarse en cada uno de los niveles como el técnico, licenciatura, maestría y el doctorado.

Este Proyecto HICA se desarrolla a través del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), con fondos de la Comisión Europea y la contraparte de las universidades socias de la Región Centroamericana y la Unión Europea, con una duración de tres años que vencen en 2018.

El próximo año se hará en la región un ejercicio en el que, el equipo conductor del Proyecto, a la cabeza del CSUCA, entrará en diálogo con actores clave de cada país, para diseminar el MCESCA.

De estas visitas se espera lograr el compromiso que dé la sostenibilidad al Marco de Cualificaciones y que sea asumido por las Instituciones de Educación Superior (IES), vista la necesidad de innovar y armonizar los currículos, para la formación de profesionales y ciudadanos capaces de conducir los grandes cambios que la región y el país requieren.

De esta manera se espera que las Instituciones de Educación Superior de Honduras, como la UNAH decidan, si adoptan el MCESCA en todos sus rediseños curriculares, lo que permitirá la homologación de sus currículos a nivel de Centroamérica y ampliará la movilidad de estudiantes y profesionales, rompiendo las barreras existentes.

A nivel regional, el CSUCA también puede incidir en las instancias de integración, a fin de avanzar en la integración educativa en los países centroamericanos y así poder dar pasos firmes en pro de la transformación de la educación superior centroamericana.

Fuente: http://www.radiohrn.hn/l/noticias/integraci%C3%B3n-centroamericana-en-educaci%C3%B3n-superior-avanza-en-pensum-acad%C3%A9mico

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Cuba: Comienza en Camagüey Congreso Internacional de Educación Superior

Por: Prensa Latina 
Camagüey, Cuba, este 21 de junio Estudiantes y académicos de esta centro-oriental provincia cubana se dieron cita hasta el día 22 en el décimo primer Congreso Internacional de Educación Superior, Universidad 2018, a nivel regional.
La Universidad de Camagüey (UC)acoge el evento científico que tuvo en la jornada inaugural la conferencia Enfrentamiento al cambio climático, a cargo del doctor Isidro Méndez, quien se refirió al papel de las ciencias en su misión de alertar acerca del fenómeno a la población mundial.

El programa incluye además cursos, pre-eventos y la presentación de ponencias en un total de 14 talleres, donde se debaten asuntos relacionados con medio ambiente, energía y desarrollo sostenible; internacionalización de la educación superior, retos y perspectiva de la enseñanza médica, así como seguridad y soberanía alimentaria.

Resulta espacio propicio además para que los especialistas intercambien en un simposio dedicado a la Enseñanza de las Artes en el sistema de la Educación Superior en la mayor de las Antillas.

Sobresalen en Universidad 2018, los cursos sobre desarrollo sostenible, y su vínculo con las tecnología de información y comunicación como soporte para la investigación, a cago de la doctora María de los Ángeles Legañoa; y educación socio-emocional en el ámbito universitario, de Silvia Colunga.

Según el cronograma, para este jueves 22 se debatirán aristas sobre el intercambio académico entre diversas instituciones latinoamericanas, postgrados, formación universitaria de profesionales del sector educacional.

El proceso nacional preparatorio se convierte para la comunidad universitaria cubana en un momento de encuentro especial desde la base, que favorece el diálogo de saberes entre todos los actores de la educación superior en cada una de las localidades del país, reza uno de los documentos del Congreso.

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Cuba: La Universidad de Cienfuegos hacia el desarrollo sostenible.

Durante los días 20 y 21 de junio acontecerá en la Universidad de Cienfuegos el Onceno Congreso Internacional de Educación Superior “Universidad 2018”, cuyas actividades se realizarán en la sede Conrado Benítez bajo el lema que acompaña al evento: “La universidad y la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”.

Centro America/Cuba/20.06.2017/Autor y Fuente:http://www.5septiembre.cu/

Este encuentro territorial forma parte de la preparación previa a este Congreso que se realizará el año próximo. El espacio será ideal para el intercambio científico, la confrontación y la exposición de los resultados más relevantes de la teoría y la práctica universitarias; además que servirá como una especie entrenamiento para asistir lo mejor preparados posibles a la cita del 2018.

Participarán en dicho evento: directivos, docentes, estudiantes e investigadores vinculados directamente con la educación universitaria y otros pertenecientes a centros de educación superior, centros autorizados para la educación de postgrado, escuelas ramales, y entidades de ciencia e innovación tecnológica; así como representantes de los organismos centrales.

El día 19 se estarán desarrollando cursos pre-eventos entre los que destacan: La dimensión humanística en la formación de profesionales, a cargo de los Doctores Maybely Veliz y Hugo Fredy Torre, Perfeccionamiento de la Educación Ambiental para el desarrollo sostenible en la nueva Universidad cubana, de la Doctora Yoanelys Mirabal, Fundamentos y tendencias actuales de la educación superior en el siglo XXI, del Doctor Blas Yoel Juanes y El proceso de perfeccionamiento en la educación cubana, de los Doctores Xiomara García, José de la Caridad González, y el MsC Alfonso Efrain Cruz.

Las estrategias de la educación superior para formar a profesionales capacitados y para insertarse en el entorno donde se encuentran, se hace, cada vez más,un reto difícil. Centrarse en el trabajo y hacerlo con calidad, son premisas fundamentales. Aprovechar la realización de congresos como este para, de verdad, implementar cambios y mejoras en la educación superior cubana es un deber moral. Tócale a cada cual realizar su pedacito.

Fuente;http://www.5septiembre.cu/la-universidad-de-cienfuegos-hacia-el-desarrollo-sostenible/

Imagen:http://www.5septiembre.cu/wp-content/uploads/2017/06/photo-560×300-696×373.jpg

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El misterio del doble uno

Por: Roberto Rodríguez

Aunque había antecedentes, la intención de colocar los procesos de evaluación al centro de la gestión de la educación superior en México cobró nuevas relevantes a partir del Programa para la Modernización Educativa (1989-1994). En el PME se incluyó, a propuesta de ANUIES, el lineamiento de impulsar la calidad de la educación superior mediante procesos de evaluación interna y externa de las instituciones. Esta idea se concretó inicialmente en la creación de la Comisión Nacional de Evaluación de la Educación Superior (CONAEVA, 1989).

La evaluación externa se plasmó en la creación, también a instancias de la ANUIES, de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES, 1991), que fueron instituidos por la Coordinación Nacional de Planeación de la Educación Superior (CONPES), órgano de enlace entre la representación de las universidades públicas y el gobierno federal. Según su definición inicial, los CIEES se encargarían de la realización de evaluaciones diagnósticas y de la acreditación de programas académicos, funciones de administración y gestión y funciones de difusión y extensión de la cultura, en las instituciones de educación superior que lo solicitaran.

Desde su creación, los “comités de pares”, son cuerpos colegiados integrados por académicos de diversas instituciones del país, que se encargan de evaluar programas, funciones, servicios y proyectos de instituciones que lo solicitan. En 1991 el titular de la SEP instaló los primeros cuatro comités disciplinarios, y en 1993-1994 la CONPES instaló los restantes Posteriormente se pusieron en operación otros dos comités, el de Administración y Gestión Institucional, y el de Difusión y Extensión de la Cultura, que realizan evaluación de funciones. Más recientemente se concedió a los CIEES la atribución de acreditar los programas de formación docente de la Normales.

En la práctica, el trabajo de los comités consiste en la revisión, evaluación, dictamen, emisión de recomendaciones, y seguimiento. Se compara el programa con el modelo educativo de la institución, y con el marco de referencia del comité evaluador, marco que contempla los indicadores y parámetros definidos por éste. El procedimiento incluye un estudio documental del programa, una visita de campo, y la formulación del informe. Los resultados son confidenciales y se entregan al rector de la institución, aunque la manifestación del resultado final es pública. La evaluación se concretaba, hasta fecha reciente, en una calificación general en tres niveles, expresivos del grado de consolidación del programa, así como recomendaciones para su mejora. El trabajo de validación de evidencias y de entrevistas con los actores relevantes de cada programa corre a cargo de especialistas contratados por los CIEES. Hasta la fecha los CIEES han evaluado más de siete mil programas, cuentan con una capacidad de evaluación que se aproxima a quinientos por año y persiste una demanda anual cercana a un millar de solicitudes. Las evaluaciones cuestan a las instituciones aproximadamente setenta mil pesos por programa y otros cuarenta mil si deciden contratar la capacitación para el autoestudio que ofrecen los CIEES.

Un punto de inflexión muy importante en la trayectoria del programa fue la determinación de las autoridades, al inicio de la gestión del presidente Fox Quezada, de hacer valer la calificación de “Nivel 1” lograda en la evaluación como evidencia de la buena calidad de un programa. Además, proveer estímulos para la preparación de las evaluaciones y formas de recompensa una vez alcanzado dicho nivel. Esta política explica, en buena medida, el éxito que ha tenido el sistema como fórmula de evaluación externa de los programas de en instituciones públicas, aunque tal aceptación no se ha reflejado en el sector privado.

Así las cosas, en diciembre de 2015, en el marco de la IV Sesión Ordinaria de la Asamblea General de Asociados de los CIEES, se tomó el siguiente acuerdo que modifica la escala de evaluación vigente hasta entonces. El resolutivo dice esto: “Los integrantes de la Asamblea aprueban por unanimidad de votos la propuesta de reconsideración de la vigencia de los reconocimientos que otorgan los CIEES en las siguientes modalidades: Nivel 1, con vigencia de cinco años; Nivel 1, con vigencia de dos años y, Nivel 2.” La nota informativa del caso indica que “estas modalidades de nivel y vigencia podrán ser otorgadas, por los Comités Interinstitucionales respectivos, a todos los programas que sean dictaminados a partir de abril de 2016. Es importante mencionar que el Nivel 1 de dos años no podrá ser refrendado al término de su vigencia. Los programas que se encuentren en esa condición podrán optar por solicitar una nueva evaluación, antes de concluir esta vigencia, y estar en posibilidades de acceder al Nivel 1 con vigencia de cinco años o pasar al Nivel 2.” Por último, se reitera que “tanto el Nivel 1 de cinco años como el Nivel 1 de dos años, contarán para las estadísticas de matrícula inscrita en programas de buena calidad de la SEP.”

O sea que ahora hay dos niveles uno (el de cinco años y el de dos años). ¿Para qué se hizo este cambio? Según la versión de CIEES, venía ocurriendo que la una proporción importante de los programas se ubicaba en el nivel dos, ya que con solo algunas observaciones sobre “áreas de oportunidad”, no podían alcanzar el nivel uno en la primera revisión. Que, en consecuencia, algunos programas de buena calidad resultaban temporalmente marginados del reconocimiento de sus avances y méritos. Y que el cambio promovía una evaluación más justa y equilibrada que, además, con el límite temporal de dos años estimulaba la inmediata corrección o mejora de los aspectos observados.

Creo que el argumento es válido seguramente se procedió en esa lógica. Pero no hay que quitar de la mira que el “doble uno” hará que la meta programática de la SEP (proporción de matrícula en programas de buena calidad) se alcance con mayor prontitud. ¿O no?

Fuente del Artículo:

El misterio del doble uno

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Educación superior: entre la equidad y la eficiencia

Por: Pedro Flores

A finales de mayo, el Banco Mundial (BM) dio a conocer su informe Momento Decisivo: la educación superior en América Latina y el Caribe (Ferreyra, Avitabile, Botero, Haimovich y Urzúa). Conocer este tipo de reportes es importante por al menos cuatro razones.

Primero, porque ofrecen una panorámica amplia del sector universitario al incluir indicadores de desempeño de los distintos países. Cuando uno peca de verse el ombligo y caer en el pesimismo, basta compararse con lo que hacen otros países de la región para matizar el juicio. Segundo, los informes del Banco Mundial – en algún momento, considerado el “villano favorito” de nuestras desgracias – abren posibilidades para la discusión pública y el debate. Aquellos que son propensos a explicar todo con base en el “neoliberalismo” ya tienen un pretexto para agitarse con la publicación del BM.

Tercero, las ideas vertidas por el BM sobre educación superior llegan en un momento importante para México. Como se sabe, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) está preparando el documento de política 2030 sobre este nivel, el cual será presentado a los candidatos a la presidencia de la República en 2018. Y en cuarto y último lugar, también dentro del seno de la ANUIES, estamos discutiendo el contenido de una nueva Ley de Educación Superior.

¿Qué elementos del informe del Banco Mundial se tomarán para estos documentos de política educativa nacional? Ya veremos, mientras tanto, hagamos un breve repaso y crítica del citado documento.

¿Qué juzgo como positivo del Informe? En primer lugar, advierto que los economistas del Banco Mundial ya desarrollaron una visión más realista de la capacidad de cambio y transformación que tiene la educación superior. De esta manera, afirman que para comprender mejor la función de las universidades, hay que considerar la problemática del bachillerato, del mercado laboral y de la economía en su conjunto. “[L]os graduados de educación superior sólo pueden materializar su potencial productivo si su entorno se lo permite”. Esta perspectiva ayuda a repensar en lo que puede o no hacer la universidad en nuestros países latinoamericanos que, como observarían algunos, no experimentaron la modernidad.

Otro acierto del informe es brindar información para repensar la equidad más allá del clásico argumento pobrista. Tres datos llaman la atención del Informe. Primero, el acceso a la educación superior en la región creció notablemente del año 2000 a 2013, ya que pasó de una tasa de 18 a 28 por ciento. Es decir, más jóvenes de entre 18 y 24 años cursan actualmente una carrera universitaria. Segundo, un mayor número de jóvenes que llegaron a este nivel provienen de familias con ingresos bajos y medios. Estos jóvenes son vistos por el BM como el “estudiante nuevo”. Mientras en el año 2000, sólo 16 por ciento del estudiantado de educación superior representaba el 50 por ciento más pobre de la población, esta tasa creció a 24 por ciento en 2012. Tercero y último, aunque los ricos siguen aún teniendo más probabilidades de ingresar a la universidad que los pobres, esto se explica, en un 56 por ciento, por las tasas de graduación en el bachillerato. Dicho de otra manera, “el principal motivo por lo que es menos probable que esos jóvenes accedan a la educación superior es que no se gradúan”.

Que un joven no complete satisfactoriamente sus estudios de bachillerato puede o no estar relacionado con la pobreza económica. Esto nos impulsa a ampliar la mirada y cuestionar cómo operan los bachilleratos en un país como México en donde este nivel se volvió obligatorio desde 2012. Algunas investigaciones han mostrado que las escuelas de educación media superior imponen reglas de evaluación y acreditación tan estrictas y disfuncionales que estudiar en ellas asemeja más a una carrera de obstáculos que a un buen proceso de enseñanza-aprendizaje (véase Mendoza, D. 2016. Reprobación y deserción en el bachillerato. Elementos para la equidad y eficacia escolar, México: UIA).

El reporte del BM intuye y señala muy someramente un problema de tipo “institucional” en los subsistemas de educación de la región, pero no va a fondo y quizás no tendría porqué. Esperemos, por el contrario, que los documentos de política universitaria nacional sí elaboren tesis más originales y señalen puntualmente cómo las reglas (formales e informales) contribuyen a que nuestras universidades y bachilleratos no operen con eficiencia generando, entre otras cosas, mayor desigualdad.

¿Qué más considero como limitaciones del informe y de la visión de los economistas ligados al Banco Mundial? Contrario a la UNESCO y a las declaraciones mundiales sobre el nivel, estos autores consideran a la educación superior como un producto de mercado y no como un bien público. Es a partir de la visión utilitarista de donde parten sus interpretaciones y recomendaciones de políticas. Esto merece una amplia crítica dado el cúmulo de literatura y evidencia empírica que ha mostrado las limitaciones de promover el desarrollo educativo con base en los principios de mercado. ¿Por qué entonces insistir en ello? ¿Es una cuestión más ideológica que científica? ¿Es reflejo de la era Trump?

Los autores del informe, consideran a los estudiantes y a sus familias como meros agentes racionales tratando de maximizar sus beneficios cuando el mismo informe ofrece información sobre decisiones “irracionales” que toman los jóvenes. Por ejemplo, pese a las “baja rentabilidad” de algunas carreras y áreas del conocimiento, las personas las siguen eligiendo. Esto tendría que haber impulsado una idea más amplia y profunda de la racionalidad humana. Filósofos, economistas, analistas de políticas, e incluso Adam Smith han observado que la gente no solamente actúa siguiendo su propio interés.

Por otro lado, pese afirmar que el gasto en educación superior no es “regresivo”, sino “progresivo” debido a la creciente presencia de estudiantes pobres en la educación superior y de que el financiamiento público es clave para promover carreras de Ciencia y Tecnología, los economistas del Banco Mundial se apresuran y vuelven a proponer que los gobiernos otorguen a los jóvenes un voucher para que elijan la universidad de su predilección, como si tal decisión fuera totalmente libre. ¿Por qué los autores del informe omitieron las investigaciones empíricas (véase Carnoy) que muestran que estos esquemas de mercado no dan los resultados esperados?.

Esta “asimetría de información” hace pensar que quizás sí sea tan mala la educación en el mundo que algunos – no sólo los “estudiantes nuevos” y pobres – no tienen la capacidad de procesar la información correctamente. Sí es para preocuparse.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/educacion-superior-entre-la-equidad-y-la-eficiencia/

 

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