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República Dominicana: Firman acuerdo que beneficiará a jóvenes con acceso al estudio de carreras técnicas y tecnológicas

América Central/República Dominicana/18-06-2021/Autor(a) y Fuente: acento.com.do

El acto estuvo encabezado por Franklin García Fermín, Ministro del MESCyT, Omar Méndez Lluberes, Rector del ITLA e Isidro Torres, Director de los CTC.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), el Instituto de Tecnología de Las Américas (ITLA) y los Centros Tecnológicos Comunitarios (CTC), firmaron un acuerdo de cooperación interinstitucional que tiene como principal objetivo, acercar a los distritos municipales en donde se encuentran los CTC, el acceso al estudio de las carreras técnicas y tecnológicas que imparte el ITLA.

El acto estuvo encabezado por Franklin García Fermín, ministro del MESCyT, Omar Méndez Lluberes, Rector del ITLA e Isidro Torres, Director de los CTC.

El Ministro Franklin García Fermín, destacó  la labor que desempeña el ITLA y los CTC de cara a la realidad que vivimos producto de la pandemia, que ha transformado la metodología de enseñanza y aprendizaje. Afirmó que con la firma de este acuerdo, el MESCyT creará más oportunidades de becas para ampliar el acceso a la educación tecnológica en todo el país.

De su lado, el Rector del ITLA, Omar Méndez Lluberes, resaltó esta iniciativa y agradeció el esfuerzo conjunto de estas instituciones para contribuir en la disminución de la brecha digital, dotando a los estudiantes de provincias lejanas, de los insumos necesarios para continuar su formación académica.

De igual modo, el Director de los Centros Tecnológicos Comunitarios, Isidro Torres, afirmó que esta alianza constituye un gran compromiso, para sumar esfuerzos de cara a reducir los niveles de pobreza y la brecha digital, especialmente en las comunidades vulnerables de la República Dominicana.

El acuerdo establece que los jóvenes podrán utilizar los centros del CTC y recibir enseñanzas de los tecnólogos que ofrece el ITLA en las siguientes áreas: Desarrollo de Simulaciones Interactivas y Videojuegos, Telecomunicaciones, Inteligencia Artificial, Energías renovables, Redes de Información, Desarrollo de Software, Multimedia, Sonido, Mecatrónica, Manufactura Automatizada, Manufactura de Dispositivos Médicos, Diseño Industrial, Analítica y Ciencias de Datos y cualquiera de las carreras que se encuentren previamente aprobadas por el MESCYT.

Fuente: https://acento.com.do/actualidad/castillo-asume-tacitamente-como-presidente-electo-del-peru-8955057.html

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Cómo los proveedores de eLearning pueden ayudar a los estudiantes que luchan en línea

POR MATTHEW LYNCH

Edtech es una gran industria que crece cada año. Sin embargo, incluso con la cantidad de dinero que genera, muchas empresas de edtech terminan fallando en unos pocos años. Cuando se trata de eso, las empresas de educación técnica siguen siendo una empresa, y es esta creencia la que a menudo conduce al fracaso. Abrir una empresa en la industria edtech es idealista, y muchos emprendedores nuevos esperan hacer un mundo mejor con su empresa edtech. Pero, hay una cosa que están haciendo que arruina el mercado.

Los problemas de hoy son diferentes.

Lo que muchas empresas de edtech olvidan es que los problemas de hoy son diferentes a los problemas de su propia infancia. . Estas empresas a menudo intentan resolver los problemas que se atormentaban a sí mismos, lo que conduce a la confusión entre maestros y estudiantes. El mercado de la educación está en constante cambio, y sin la comprensión adecuada de los problemas de la escuela, edtech se vuelve obsoleto.

Los maestros de hoy también son diferentes. Pasan horas y horas tratando de enseñar a sus alumnos, calificar trabajos y hacerlos mejores ciudadanos de la sociedad. Las compañías de Edtech necesitan comunicarse con los maestros para comprender realmente qué problemas enfrentan ellos y sus estudiantes. Sin embargo, incluso eso podría no ser suficiente.

Hay problemas que se concretan cuando se observan las diferencias en cada estado y distrito escolar. Un enfoque único para todos no funcionará, pero personalizar edtech para cada escuela puede ser una empresa costosa que puede no ser rentable para las compañías de edtech. Debido a esto, no quieren personalizar el software y otros elementos cuando son una empresa de inicio sin capital. Por mucho que edtech en cada distrito sea importante, los intereses corporativos impiden que esto suceda .

Sin empatía por parte de las empresas

Los intereses corporativos están destruyendo el mercado de la educación tecnológica porque no se están comunicando con los maestros sobre cuáles son sus necesidades en el aula. Algunas de las empresas de edtech más grandes se centran en un elemento y evitan las escuelas. Sin embargo, para las empresas de edtech que desean trabajar a nivel local con las escuelas, necesitan comunicarse y mostrar empatía sobre lo que los maestros están experimentando. 

Ninguna escuela necesita computadoras digitales o iPad con el mismo plan de estudios aburrido. Necesitan compañías de tecnología que se preocupen por los estudiantes y quieran educar mejor con tecnología. Para hacer eso, debe haber un estudio a nivel local realizado por empresas edtech. Los intereses corporativos son importantes en cualquier empresa, pero no deberían ser lo único que les importa a las empresas de edtech.

Pensamientos conclusivos

Cuando las empresas ingresan al mercado de la educación tecnológica, deben saber que están entrando en un mercado lucrativo pero idealista. Puede que no sea el más rentable cuando se hace correctamente. Las empresas de tecnología de la información deberían amar la educación, y sus ganancias no deberían ser lo primero en lo que piensan. Para que esto cambie, se necesita más interacción entre empresas y maestros. Deben comprender y empatizar con las escuelas para encontrar soluciones en edtech que ayuden a todos.

Fuente: https://www.thetechedvocate.org/how-corporate-interests-are-destroying-the-edtech-market/

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Colombia entre los países más innovadores en educación

América del Sur/ Colombia/ 18.06.2019/ Fuente: caracol.com.co.

Sin embargo, el Secretario de la Organización de los Estados Iberoamericanos dice que se debe seguir trabajando en superar la desigualdad.

En el marco del Seminario Internacional: Educación en Primera Infancia en la Era Digital, Mariano Jabonero, Secretario General de la Organización de los Estados Iberoamericanos para la educación, la ciencia y la cultura señaló que la situación de la niñez en la región tiene una calidad baja y cobertura insuficiente y afirmó que, aunque Colombia está por encima de la media, mantiene unos problemas de desigualdades internos.

Jabonero también señala que Colombia debe avanzar en disminuir las enormes brechas que existen entre las zonas rurales y urbanas y entre los que tienen mejores condiciones económicas y los que no.

Sin embargo, destaca que el país en cuanto a primera infancia es “profundamente innovador”, que ha puesto en marcha proyectos de bienestar social que incluso tienen cierta referencia en la región, ubicándose en la misma línea de otros países como Chile, Argentina y Uruguay.

El Secretario también dice que se debe incentivar la lectura en los menores y así despertar las mentes curiosas; añade que los niños a los que sus padres le inculquen el hábito de leer tendrán una aptitud pre-científica, algo que no desarrollará un niño que dura muchas horas en frente de una pantalla digital.

Fuente de la noticia: https://caracol.com.co/radio/2019/06/12/nacional/1560362795_346918.html

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Bogotá y el país están en deuda con la educación tecnológica y para el empleo

Por: Ángel Pérez.

En Colombia la educación orientada al empleo, de manera especial la educación técnica y tecnológica, nunca gozó de prestigio y consideración social, como sí ocurre en países como Alemania, donde se le considera una vía fundamental para la formación de los jóvenes, que permite mejoras para la población en temas como: ingresos, calidad de vida y productividad de la economía.

En el país la ruta de vida que las familias, el entorno social y las escuelas ayudan a inculcar a los niños y los adolescentes se enlazaron sobre el ideal de lograr que los estudiantes de la educación básica y media fueran profesionales a cualquier costo, en Colombia el 60% de la educación universitaria es privada (2017, SNIES-MEN).

Este hecho, desafortunado para el desarrollo del país, en parte se explica porque el desarrollo tecnológico y la incorporación del conocimiento al empleo nunca fueron una prioridad del Estado, tampoco una exigencia y preocupación fundamental de los empresarios y menos una prioridad de las familias.

Desde la perspectiva de las empresas, con bachillerato o menos están satisfechas, estas se conformaron y funcionan con escasa productividad y bajos costos operativos. Acá no se requieren tecnólogos, menos los demanda el empleo informal y tampoco la economía ilegal o asociada al narcotráfico. Además, si el mercado ofrece profesionales mal formados y baratos pero que pueden remplazar a un técnico o un tecnólogo ¿cuál es el problema? A no ser que los empresarios se preguntaran si esos profesionales están satisfechos, si trabajan con pasión o ayudan a mejorar productividades.

La economía permite que las unidades productivas, tanto urbanas como rurales, funcionen con salario mínimo o menos, el 81% de los trabajadores en Colombia gana en promedio un salario mínimo mensual vigente, lo que se asocia a bajas productividades y mala calidad del empleo.

Luego cambiar este escenario sobre la formación de los jóvenes con estos antecedentes culturales, sociales y económicos no será fácil. Por tal motivo, hay que celebrar acciones como la elaboración del Informe de  la Educación Orientada al Empleo (EOE), en las 23 principales áreas del país, que presentó el programa Bogotá Cómo Vamos.

El informe destaca que la “EOE se ha constituido en una alternativa de formación para aquellas personas que no pueden acceder a la educación superior universitaria, por lo cual se percibe como una educación que se recibe más por necesidad que por elección”.

Y es que la educación técnica y tecnológica es la cenicienta de la educación superior; tanto así que la educación técnica está en extinción, en 2010 representaba el 6% del total de la matrícula de la educación superior y en el año 2017 esta participación disminuyó a 4%; en cambio la educación tecnológica ha mantenido su pequeña contribución, 27% de la matrícula total, durante los últimos 7 años. La formación en tecnología en esencia la cubre el SENA, 71% del total de la matrícula, 658.579 estudiantes (datos SNIES-MEN).

De acuerdo con el informe, en las 23 principales áreas del país, el 61.6% de las personas entre 25 y 64 años tienen título de bachillerato o de educación superior. En Bogotá esta proporción es del 67.8%, al discriminar por niveles de formación, el 37% son bachilleres, el 10.9% técnicos y tecnólogos y el 19.2% tienen formación universitaria o de posgrado.

Según el informe de la EOE, la distribución de los programas tecnológicos ofrecidos por áreas del conocimiento, para el año 2018, muestra que los tres más importantes son: economía administración y contaduría, con el 41%; ingeniería, arquitectura, urbanismo y afines con el 33,6%; y bellas artes con el 13%.

En 2016 se graduaron 39.484 estudiantes en educación técnica y tecnológica. Sin embargo, en 2017 se registraron 604.631 vacantes en el Servicio Público de Empleo en Bogotá, de las cuales el 29% (175.625) correspondían a demandas de técnicos y tecnólogos. En 2016, el ingreso laboral promedio de los técnicos en Bogotá fue $1.268.309, mientras que para los tecnólogos el ingreso promedio fue $1.354.853, para comparar el salario mínimo en ese año era de $689.454.

Así mismo, en la ciudad la tasa de ocupación para personas con formación técnica y tecnológica es superior al 85,5%, 7,8 puntos por encima de la tasa para las personas con bachillerato (77,7%). El informe sobre la formación en EOE señala que en 2017 el porcentaje de quienes no estudian ni participan en el mercado laboral (los NINI), en las 23 principales ciudades y áreas del país fue 23,8%; en Bogotá la cifra de los NINI es más baja, 19,5%, cerca de 350.000 jóvenes entre 18 y 24 años, las mujeres representan alrededor del 65% del total de los NINI.

Las cifras anteriores sustentan la necesidad en Bogotá y en el resto del país de elaborar una política pública para fortalecer la EOE. No hay duda de que en la Ciudad existe espacio para incrementar la formación técnica y tecnológica. El problema es que esta debe ser pertinente a las necesidades e intereses de cada ciudad, ¿qué es lo que las empresas están necesitando? y ¿qué quieren estudiar los jóvenes?; en este sentido debe ser claro que programas en tecnología vinculados a áreas como economía, administración y contaduría están saturados. Así mismo, la EOE debe ser de buena calidad y se requiere el compromiso de los empresarios para promover y ayudar a las instituciones que ofrecen los programas de EOE.

Por último, Bogotá y las demás secretarías de educación deben exigir al Sena mejorar la calidad de sus programas. Además, deben realizar ajustes a la educación media, el rendimiento académico y la orientación escolar son medulares al ingreso de los estudiantes a los programas de educación superior, el 42% de los bachilleres de Bogotá en el año 2018 tenían menos de 17 años. ¡Futuros alcaldes no se puede desaprovechar esta oportunidad, hay que hacerlo bien!

Fuente del artículo: https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/bogota-y-el-pais-estan-en-deuda-con-la-educacion-tecnologica-y-para-el-empleo-por-angel-perez/271663
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Entrevista a Óscar González: “Hay padres que pueden pensar que sus hijos son adictos a internet, pero no se miran a sí mismos”

Entrevista/16 Mayo 2019/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

Óscar González es un maestro preocupado por el uso de las tecnologías y las redes sociales que hacen niños y niñas. Por eso ha dedicado buena parte de su tiempo a ayudar a las familias para que puedan enfrentarse a ellas.

Óscar González se ha convertido en uno de los grandes difusores educativos de España. Desde el aula de primaria de un centro valenciano que nunca ha dejado pese a los siete libros que lleva publicados y todas sus otras ocupaciones —conferenciante, asesor educativo y director de la Escuela de Padres con talento y Educar con talento—, González se dedica a la pedagogía social, a ayudar a las familias a educar a sus hijos a partir de toda la experiencia acumulada en 19 años como maestro. Su último libro, Tus hijos y las nuevas tecnologías (Amat Editorial) está concebido a modo de guía práctica para ofrecer soluciones a familias en cómo afrontar la aproximación (o uso) de sus hijos a móviles, tablets, internet, etc. Su recomendación general: información, comunicación y control. No espiar, controlar.

¿Por qué has decidido escribir un libro sobre tecnología ahora?

En las escuelas de padres el tema de las tecnologías es recurrente y, aunque hay mucha información, hay mucha desinformación. Así que pensamos en trasladar lo que hacemos en las escuelas de padres al papel. El origen del libro no es tanto mi interés sino la necesidad de las familias, que me lo han pedido. He intentado que fuera un libro sencillo, con ideas prácticas y, sobre todo, dividido por tramos de edades, porque las necesidades no son las mismas para un peque de dos años que para un adolescente de 14 ni para las familias las soluciones que tenemos que aplicar son las mismas.

Tú trabajas mucho con padres. ¿Cuáles son sus preocupaciones con estos temas?

Los padres nos preocupamos sobre todo porque los hijos tengan acceso a contenidos inapropiados. A veces es porque los buscan, pero a veces los encuentran. También que puedan sufrir cyberbullying. Además está el miedo a que entren en contacto con alguna persona que les puede hacer daño, el grooming (acoso sexual en la red). Otra preocupación básica es el tiempo, aunque a veces esa preocupación no se da como tal. Hay familias que pueden pensar que sus hijos son adictos a internet, pero no se miran a sí mismos y ven que están haciendo un uso excesivo, y hay que buscar dónde está la línea entre el uso y el abuso o adicción.

La adicción, supongo que es una de las principales preocupaciones. El libro, aparte de estar escrito a modo de manual, contiene citas de informes, datos contrastados que demuestran que esto no es una preocupación abstracta, que tiene una base detrás. ¿Qué consecuencias tiene para los chicos estar enganchados al móvil?

Muchas. Por ejemplo, el sueño. Está demostrado que los niños que utilizan en exceso el móvil y lo hacen hasta tarde se están quitando horas de sueño, no van a rendir lo que deberían. Ese uso excesivo también suele conllevar que hacen varias tareas a la vez, como usar el móvil, estudiar, escuchar música… Y está demostrado que no estamos capacitados para hacer tantas cosas a la vez. Tenemos que concentrarnos. Si estamos con la multitarea reducimos la productividad. Cuando has alcanzado el pico de concentración y abres la red social, aunque sean dos segundos, luego te va a costar 15-20 minutos recuperar ese pico de concentración. Aparte, muchos niños prefieren estar con el teléfono a salir a hacer deporte o a la calle. Son tres pinceladas de las posibles consecuencias que puede tener ese abuso del móvil.

Abro un paréntesis y dejo de lado a los chicos por un segundo. ¿Esto de la concentración afecta también a los adultos?

Claro. Estás trabajando con el ordenador y te salta una notificación de Facebook y ya la has liado. Solo con la notificación ya pierdes la concentración. Si lo abres, estás perdido. Pero esa pérdida de atención la sufrimos todos y creo que es uno problema de la sociedad. Por eso creo que están tan de moda el mindfullness, el yoga, la meditación… para recuperar la capacidad de centrarnos en el mundo presente, que cuando estamos hiperconectados no estamos en el momento presente, al contrario. Uno de los grandes peligros de la tecnología es el miedo que tienen los chavales de perderse algo el tiempo que no están conectados. “¿Y si han publicado algo en Facebook y no lo he leído?”. Nos pasa mucho en vacaciones, que enseguida preguntan los chavales si donde vas hay wifi. Pero también los adultos, es algo que tenemos que trabajarnos como sociedad.

Cuestiones prácticas: ¿Cómo recomiendas a una familia que afronte la compra y uso del primer móvil de un hijo?

Antes de plantearnos la compra no me centraría tanto en la edad, aunque sea importante. Lo retrasaría al máximo, 14 mejor que 12 y 16 mejor que 14. Pero hay que centrarse en las características del niño, su madurez. Lo más importante es el papel que vamos a adoptar como padres a la hora de comprar el móvil. ¿Vamos a supervisar, controlar, estar al tanto de lo que hace con el móvil? Sí, adelante, nos planteamos la compra. Si el papel va a ser darle el móvil y olvidarse, ni te lo plantees. Da igual que tenga 12, 14 o 16. En el momento en el que no hay control surgen los problemas. Además, el niño debe entender que cuando le compramos el móvil lo hacemos con una serie de condiciones. Por eso es tan importante que podamos firmar un contrato con condiciones, hay muchos por las redes, uno de la Policía incluso. Se ponen una serie de condiciones, como que si no se cumple lo acordado inmediatamente el móvil se retira. Eso lo tienen que saber previamente, porque después es más difícil quitárselo una vez comprado y hecho el mal uso. Pero si le hemos advertido antes él va a valorar que eso es así y no se sorprenderá tanto.

Dentro de ese seguimiento recomiendo que se ponga alguna aplicación de control parental. Yo recomiendo Custodio, no por hacer publicidad, sino porque es la que uso yo. La herramienta nos ayudará a controlar, que no espiar, a nuestro hijo. Si entra en webs inadecuadas se pueden bloquear, nos dice el tiempo que ha estado utilizando el móvil y haciendo qué, etc. Esto es importante tenerlo claro, porque cuando compramos el móvil una de las condiciones es que se va a instalar el control parental. No para espiarle, sino porque no queremos que accedan a ciertos sitios. Es mejor explicarle esto y que sea consciente de que tiene el control parental activado a que lo instalemos sin decirle nada y luego vayamos a decirle que ha estado entrando en tales webs. Se sentirá espiado y se perderá confianza, que es la base de todo, junto a la comunicación. Para llegar aquí necesitamos un trabajo de comunicación, porque hablamos de tecnología, pero creo que debemos hablar de educación, que es la base.

Ya que hablamos de educación, ¿cómo aborda la escuela la ‘educación tecnológica’?

Es una asignatura pendiente aún. Debemos ponernos las pilas y desde la escuela deberíamos impulsar esta educación tecnológica más y darle más importancia. No en todas las familias se le está ofreciendo a los chavales esa formación tecnológica, esas herramientas, y nosotros deberíamos compensarlo de alguna manera. Cuando dices que sería interesante incorporar otra asignatura para hablar de esto la gente piensa, “otra asignatura”. Creo que no debería ser evaluable, simplemente formativa y en la que se puedan aplicar estas estrategias de primera mano. Saber cuáles son los peligros, los problemas en los que se pueden meter solo por compartir una imagen que no deben. Alguien debe darles esta formación y la escuela puede ser el sitio, pero para eso deberíamos formarnos los profesores. Se está haciendo un buen trabajo desde la Policía, que vienen a dar charlas. Pero es una cosa puntual, vienen un día, que está muy bien porque el alumnado se acuerda mucho, pero ya. Y eso con el tiempo se diluye, no es lo mismo que trabajarlo a diario en una asignatura y que veamos casos reales. Que aquello que han visto en las noticias es cierto y que tiene unas repercusiones y unas consecuencias, porque nos quedamos con el titular, pero luego no vemos que el chico que compartió esa fotografía ha tenido problemas. Hay que ponerles en la realidad y qué mejor que la escuela para hacerlo. Y, sobre todo, en la etapa primaria. En secundaria te van a decir que qué les estás contando, pero en primaria, que hay más receptividad. En 3º y 4º de primaria tienen unas edades muy buenas para empezar a explicar ciertas cosas.

No sé hasta dónde conoces los planes de formación de los maestros, pero me pregunto si la hay.

Desconozco un poco, sé que se trabaja la presencia en redes sociales, pero no sé hasta qué punto se ofrece esa formación dirigida al alumnado. No creo, ysería interesante. Y no solo en las facultades, también en los centros de formación continua del profesorado. La solución que muchas consejerías de Educación han dado, como por ejemplo en Valencia, ha sido cortar las redes sociales. En esas edades los niños no deben estar en las redes, no tienen la edad legal. Pero la solución no es prohibir o cortar. La solución es educar, explicarles primero que no tienen acceso porque no tienen la edad legal para acceder a las redes, esto es importante. Y que los padres lo tengan bien presente, porque muchos desconocen muchas redes sociales como Instagram, etc. No saben qué es. Y que desconozcas que tu hija de nueve años está colgando fotografías en Instagram es un problema.

¿Hay mucha brecha digital entre padres e hijos?

Creo que la hay, pero como padres tenemos una responsabilidad y debemos reducirla. Nunca vamos a manejar los móviles como ellos en cuanto a habilidad. Pero en cuanto a conocimientos depende del tiempo que inviertas. Si dedico tiempo a formarme y prepararme lo haré funcionar tanto o más que un niño, por supuesto. Pero entran nuestras excusas, tipo “no tengo tiempo, mi hijo lo hace mejor”. Todas las excusas que solemos poner no son más que eso, excusas. Ahí creo que nos equivocamos mucho. Les ganamos en algo que no tienen, experiencia, y por mucho que ellos crean que saben manejar, son muy vulnerables y se pueden meter en problemas por ese desconocimiento nuestro y por no haberles dado formación. Ahí tenemos mucho que hacer y hay trabajo para reducir.

¿Cuál es su postura respecto al móvil en clase?

Creo que no estaría mal siempre y cuando sepamos hacer un buen uso del mismo. ¿Para qué vamos a usar el móvil en clase? Por ejemplo, para grabar y editar vídeos. Fantástico. Pero para eso hay que explicar bien las normas de uso del móvil en el centro, que no serán las mismas que en casa aunque sean parecidas. Te la pueden liar. Pueden hacer una foto o grabar a un niño, y tal y como está la ley de protección de datos podemos tener un problema. El uso debe ser didáctico, pedagógico y educativo, no para entrar en las redes o atender llamadas. Si la finalidad es educativa, puede ser una herramienta. La tecnología no es buena ni mala, es una herramienta y depende del uso que le demos. Si es educativo y provechoso, aprenderán que, además de los usos que ellos le dan fuera de la escuela, tienen esa herramienta para hacer otras muchas cosas que no son conscientes que pueden hacer, para formarse, etc. Pero no como sustituto de nada, sino como un complemento. Que estamos entrando en un ambiente de tecnología donde parece que si no es tecnológico no es innovador y ahí nos equivocamos, hay que buscar un equilibrio.

¿Nos hemos olvidado un poco de la televisión, con tanta atención a móviles y tablets?

Muchísimo. Lo que ocurre es que las teles ya no son teles. Son smart TVs y ahí tienes la opción de ver la televisión a la carta cuando quieras. Ahí tenemos que entender que con estas cosas no estamos fomentando la paciencia. Antes tenías que esperar a que lo emitieran, ahora no. Eso es una cosa más, como Spotify o YouTube. Están acostumbrados a ver un vídeo, si no les gusta cambian en un minuto a otro. Y les está llevando a no saber esperar. Un ejemplo muy sencillo son las fotos. Antes se revelaban y había que esperar. Pero sí, la televisión es un elemento central, que está ahí, a veces de fondo, impidiendo la comunicación en familia.

Imagen y fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/05/16/hay-padres-que-pueden-pensar-que-sus-hijos-son-adictos-a-internet-pero-no-se-miran-a-si-mismos/

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Podemos cambiar la educación? Clubes TED ED por Romina Iragorre

Por: TEDx Talks.

Podemos cambiar la educación ? Definitivamente si, somos los docentes los que debemos impulsar este cambio, entendiendo a nuestros alumnos como el eje central del proceso de enseñanza / aprendizaje, acompañándolos a encontrar ideas propias y saber expresarlas y defenderlas, desarrollando cerebros frescos y creativos, pensantes y reflexivos para que puedan desenvolverse y adaptarse a este mundo actual tan cambiante y competitivo. Si logramos nosotros los docentes desarrollar en ellos habilidades y no llenarlos de contenidos como dice Juan Pablo “desechables” entonces estamos cambiando la educación .

Profesora Romina Iragorre y Juan Pablo Rojas Profesora de Educación Tecnológica , hace 13 años que me considero una apasionada por mi profesión , de manera creativa me gusta resolver problemas y si hay algo que me gusta es mantenerme en movimiento , tomar desafíos y aprender todo el tiempo de la gente que me rodea e inspira, soy quien soy gracias a mi bella familia.

Profesora de Educación Tecnológica , hace 13 años que me considero una apasionada por mi profesión , de manera creativa me gusta resolver problemas y si hay algo que me gusta es mantenerme en movimiento , tomar desafíos y aprender todo el tiempo de la gente que me rodea e inspira, soy quien soy gracias a mis bella familia

Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=BDzP98TCL9U

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Enseñar a sobrevivir es hoy el imperativo de la educación

Por: Javier García Zapata/Pluma Invitada

«Las redes sociales se han vuelto trampas mortales. Tres jovencitas fueron asesinadas en diversos estados de México; casos distintos con denominadores comunes: las contactaron a través de Facebook, les ofrecieron regalarles ropa para sus bebés, las citaron, se las llevaron y les arrebataron la vida.»

Como seguramente el lector sabe, en estos días el Parlamento francés aprobó una ley que prohíbe el uso de celulares por parte de los alumnos en “escuelas maternales, escuelas primarias y colegios”. Es una medida que se había anunciado desde comienzos del año, y fue también una promesa de campaña del actual presidente, Emmanuel Macron. La información no es muy específica en cuanto a qué se refiere con “colegios”, aunque señala que la medida entrará en vigor en septiembre próximo al comenzar el nuevo ciclo.

La disposición ha sido recibida con escepticismo por los docentes, no obstante que el propio ordenamiento establece diferentes niveles de rigor en su aplicación, que van desde la prohibición total hasta el acondicionamiento de áreas o la asignación de horas para la utilización de los dispositivos.

El tema se vuelve más relevante por ser Francia un referente clave en la defensa de los derechos humanos y la libertad, además de que se supondría que cuenta con un sistema educativo de primer mundo. También en tierras galas surgió, encabezado por el Marqués de Condorcet, el proyecto educativo universal, laico, gratuito y obligatorio

De cualquier modo, creo que en los actuales tiempos no hay maestro que haya escapado al tormento de lidiar con alumnos absortos en el celular, ajenos a lo que ocurre en el aula. Pero antes de los móviles también había distracciones y distractores.

En todo caso el reto principal y cotidiano del docente siempre será captar la atención del educando mediante la aplicación de estrategias creativas y efectivas que despierten su interés, lo incentiven, le demuestren la importancia de adquirir tal o cual conocimiento precisamente en la forma en que el maestro lo propone, y de esa manera conseguir que el alumno se involucre de manera determinante en su propio aprendizaje.

Por supuesto, en nuestros días en tales estrategias debe ocupar un lugar preponderante el uso de las TIC. El buen uso, valga subrayar.

El problema es que la tecnología, hoy por hoy, camina varios pasos adelante de nosotros mismos, lo que resulta en una punzante paradoja.

El desarrollo tecnológico amaga con dejarnos muy atrás, escapando a nuestro manejo, control y dominio. De ello, el texto predictivo es un ejemplo simple, claro, frecuente y enfadoso, que hasta malentendidos nos genera y en no pocos líos nos mete.

Hay algo menos “divertido” que esa terquedad de los dispositivos por cambiarnos las palabras y alterar el sentido de lo que deseamos transmitir, o de sorprendernos con anuncios hechos a la medida como si “alguien” adivinara nuestros pensamientos cuando navegamos por internet… y hasta nos provoca espanto en momentos que olvidamos las famosas “galletitas” espía (cookies).

El punto de conflicto es todavía peor.

Y no tanto por el torpe manejo de las TIC, o por la frustración que sufren no pocos usuarios cuando al salir de comprar un teléfono se dan cuenta de que ya es obsoleto porque en lo que hacían el pago ya en los almacenes de la tienda estaban desempacando la nueva versión. Tampoco porque utilizamos sólo una mínima parte de todas las funciones de nuestros aparatos, sea la entrañable cámara de rollo, el “Super phone cien plus mejorado” o la licuadora de doce velocidades.

Lo dramático es que no sabemos usar racionalmente las nuevas tecnologías. Lo poco que aprendemos lo aprendemos poco y además lo aprendemos mal; a prueba y error, guiados por los niños y adolescentes. Y no nos preocupamos, los adultos, por aprender más allá de hacer y contestar llamadas, en un caso, o en prodigar likes y compartir lo que nos parece interesante, sin una visión crítica. Y menos nos preocupamos por el uso que nuestros niños y jóvenes hacen.

Y ahí está el meollo. Ahí asoma la tragedia.

Porque los chicos saben qué teclas oprimir, ¡pero ignoran o subestiman las consecuencias! Esto es, tienen un perfecto dominio técnico, mecánico por decirlo de alguna manera. Son duchos, porque lo han aprendido autodidácticamente, con los amigos, “picándolo aquí y allá” sin miedo alguno, a diferencia de los adultos a quienes nos aterra oprimir el botón digital con el que estallará la pantalla y saltarán tuercas y resortes por todos lados.

Pero de similar manera a como experimentan sin miramientos las funciones de los aparatos, los niños, adolescentes y jóvenes también sin mayores precauciones hacen uso de las redes sociales, que encierran incluso peligros mortales.

En las semanas recientes se conoció del asesinato de tres jovencitas en diversos estados de México. Casos distintos pero con denominadores comunes: las contactaron a través de Facebook, les ofrecieron regalarles ropa para sus bebés, las citaron y se las llevaron. Una de las chicas tenía 8 meses de embarazo y 20 años de vida; otra había dado a luz hace 3 meses, a sus 16 años de edad.

Para los complicados tiempos que estamos viviendo parece no bastar la intervención de la familia en el cuidado de los hijos. De hecho, a la chica asesinada más recientemente se la llevaron junto con su bebé (que luego apareció abandonado), frente a los ojos de la madre, quien la había acompañado a la cita en un jardín. Su intuición materna le dictó esa medida de precaución pero resultó insuficiente, por desgracia.

De manera que no son los celulares en sí el riesgo, ni para las clases ni para la vida. El gran peligro está, por si no nos hemos percatado, en el uso equívoco. En la distracción del fin educativo, que es primero y ante todo el de aprender y enseñar a sobrevivir. Con tecnologías, sin ellas y pese a ellas.

De lo que se trata es de controlar los aparatos y sus aplicaciones, no a las personas.

Es evidente que el orden, el respeto, la disciplina… son principios de convivencia social. Anarquía y libertinaje atentan contra los individuos y contra la sociedad. Lo importante es, en su caso, generar acuerdos.

Los adultos adolecemos de limitaciones en cuanto al dominio de cuestiones técnicas, de conocimiento de aplicaciones y redes, pero también tenemos un poco más desarrollado el sentido común; tenemos olfato, experiencia, malicia. Sabemos más por viejos que por experticia en el manejo de la tecnología.

La escuela, entonces, debe proveer a los alumnos orientación, además de información, de información; alertarlos más que sancionarlos; encaminarlos con prudencia, no prohibirles sin fruto.

Para nadie es desconocido que un alto índice de percances automovilísticos obedecen a la imprudencia de conductores y peatones; accidentes de todo tipo están vinculados al descuido en la utilización del celular en condiciones inadecuadas.

Sin embargo, hay todavía cuestiones más terribles.

Sí. Estamos hablando de tecnología pero también de seguridad y de Ética, de la que el filósofo Fernando Savater dice que después de muchos años estudiándola ha llegado a la conclusión de que toda ella se resume en tres virtudes: “Coraje para vivir, generosidad para convivir, y prudencia para sobrevivir”.

Hay que enseñar a los muchachos cuestiones elementales de sobrevivencia. Sí, aunque nos parezcan obvias esas medidas. Lo son para nosotros, pero no para ellos. A veces los maestros suponemos que los alumnos tienen o deben tener conocimientos que juzgamos de lo más elemental, pero no es así; no los tienen ni en cuanto a datos duros ni en cuanto a aprendizajes empíricos.

Ahora que se comienza a integrar un nuevo modelo educativo, bien se haría en incluir alguna asignatura específica orientada no al cómo del uso de las TIC, sino al por qué y al para qué. Sus riesgos, sus alcances, sus consecuencias. Cómo reaccionar ante el acoso; cómo no creer en bulos ni divulgarlos; cómo realizar una navegación segura; cómo mantener compartida la ubicación desde el teléfono en tiempo real…

Debe ser permanente esa orientación y acompañamiento a cargo de docentes debidamente capacitados, e involucrar a la comunidad toda. Aunque aparente ser asunto nimio. Podría preguntarse a las familias de las chicas que perdieron la vida si a ese tipo de contenidos en los programas escolares lo consideran intrascendente.

Nuestros niños y jóvenes deben aprender el uso eficaz y pertinente de la tecnología, y alejarse de cualquier riesgo por insignificante que les parezca.

Ninguna medida que tomemos al respecto será nunca innecesaria.

Hoy estar atentos y tomar las mayores precauciones es una cuestión vital. Literalmente

Fuente: http://www.educacionfutura.org/ensenar-a-sobrevivir-es-hoy-el-imperativo-de-la-educacion/

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