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Cine para Niños que Crecen: Aventuras, Tragedias y mucha Historia para Comentar Juntos

Pilar Fonseca

No, no se me había olvidado lo mucho que nos gusta a todos el cine.

Ni se me había olvidado nuestro repaso a esas películas que vemos con nuestros hijos que ya han crecido y buscan algo más en la pantalla, una buena historia y una buena charla después.

Ya sabéis que creo firmemente que el audiovisual es una herramienta perfecta de aprendizaje y hay grandes obras en la historia del cine que lo demuestran, hoy vengo con cinco de ellas.

Son muy distintas unas de otras y como siempre os digo, los que mejor conocéis a vuestros hijos, sois vosotros. Vosotros sabéis lo maduros que son como para verlas y sobre todo, entenderlas.

¡Vamos allá que empieza esta sesión continua tan especial!

Tomates Verdes Fritos

Es tan brutal en algunos momentos como adorable en otros. Es divertida y escatológica, es tierna y truculenta, es sensible y cruel, todo al mismo tiempo.

Para muchas personas es su película favorita, sobre todo para muchas mujeres, seguro que la habéis visto pero ¿la habéis visto con vuestros hijos o hijas?¿aún no?

La historia la conocéis al dedillo y la interpretación de Kathy Bates es brillante durante toda la película, reconozco que Mary Louis Parker y Jessica Tandy siempre me han parecido mejores actrices de lo que se les ha considerado habitualmente y en esta historia, están magníficas las dos.

Se puede hablar de emponderamiento, de machismo, de malos tratos, de justicia, de racismo… se puede hablar de muchas cosas con nuestros hijos después de verla y se puede aprender también mucho juntos.

Willow

Sí, es verdad que es una película de aventuras pero no sólo eso, sí es verdad que huele en algún momento a “El Hobbit” pero eso tampoco es lo importante, ni siquiera que esté Val Kilmer es lo más importante…

Es una película entretenida pero eso no es un demerito, al contrario, será más fácil que se enganchen nuestros hijos a verla y luego ya es trabajo nuestro que rasquen un poco más esa aparente superficie para hablar de más cosas.

No siempre los héroes tienen que ser como se espera que sean, quizás es más heroico precisamente quien menos pretendía serlo.

Seguro que los pequeños cinéfilos que estén ya abandonando los dibujos (más o menos) disfrutarán con la historia de este héroe y del bebé al que protege por encima de todo y de todos.

Viaje al Centro de la Tierra

¿Lo ideal? Que primero se leyera el libro de Verne y después viera la película porque entre otras cosas se daría cuenta de lo bueno y mágico que tienen los libros y que a veces se pierde un poco cuando se lleva al cine.

Sí, la historia es entretenida y trepidante incluso a pesar de Brendan Fraser si es que os decantáis por la última versión que se ha rodado de esta magnífica historia.

Incluso después de verla quizás se anime por seguir con otras aventuras de las muchas que nos regaló Julio Verne y ya sólo por eso habría merecido la pena ¿no os parece?

Grita libertad

Ya son palabras mayores.

No, no es para peques, supongo que a partir de los 12 sí empieza a ser accesible como película y sobre todo como historia. Una historia aún más dura porque ha sido real, porque cuenta la historia de un hombre, de un país, cuenta la historia y no una historia.

Hablar de racismo y de apartheid es imprescindible dada la realidad en la que estamos viviendo, ver una película como esta quizás les ayude a entender mejor lo que ven en los informativos o lo que escuchan en la radio.

Ver una película como esta seguro que les ayuda a formarse como personas, sólo tenéis que tener en cuenta si son lo suficientemente maduros como para poder hablarlo con vosotros después.

El niño del pijama de rayas

Sé que hay niños en el colegio de mi hijo que ya se han leído el libro en el que se basa la película, sin embargo en casa ni se lo han leído ni hemos visto aún la película, ellos no aunque creo que ElMayor ya está preparado para verla (aunque no hayan cumplido los 13 años recomendados) y entenderla pero claro, ElCanijo aún no, aún le queda tiempo para poder hacerlo.

Sí, es la historia de un niño y de una amistad sin prejuicios, es la historia de un país y de un genocidio y cualquier genocidio es injusto, siempre.

Creo que es una de las primeras películas en la que Asa Butterfield es el protagonista y la verdad es que da vida al niño alemán de padre militar nazi con muchísima veracidad, incluso al final de su propia historia.

No es una película fácil pero seguro que no les dejará indiferentes.

Fuente: http://www.mamasfulltime.com/2016/04/cine-willow-tomates-verdes-fritos.html

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Reseña del Film Salvadoreño: «Todos somos diferentes»

 La familia y la comunidad, catapultas para la inclusión de las personas con discapacidad

Sergio Ferrari / Rebelion.org /
“¡Todos somos diferentes! ¡Todos tenemos los mismos derechos!” resalta como consigna conceptual e hilo conductor del film documental del realizador salvadoreño Noé Valladares, que se estrena esta segunda quincena de abril en Suiza.

    En El Salvador, marcado todavía por las consecuencias de la guerra de 12 años que finalizó con la firma de los Acuerdos de Paz en enero del 1992, tres personas que padecen discapacidades hablan de sus realidades, de sus dificultades, y de sus sueños. “Tres vidas muy diversas pero todas con gran dignidad”, explica Gaspard Nordmann, Coordinador de la Central Sanitaria Suiza francesa (CSSR en su siglas originales en francés), organización que aseguró la producción de la película.

A través de esos retratos, el documental presenta el trabajo de ALGES (Asociación de Lisiados de Guerra de El Salvador) y Los Angelitos a favor de los derechos de las personas discapacitadas en la zona rural del Departamento de Chalatenango, al norte del país, uno de los principales escenarios de la confrontación militar de los años 80.

ALGES, con más de 7 mil miembros, fue creada en 1997, nucleando lisiados de guerra en un país donde el conflicto armado dejó un saldo de cerca de 40 mil afectados con lesiones de guerra de todo tipo. Siete años más tarde, de su propio seno, nació la organización de padres, madres y familiares de hijos/hijas con discapacidad “Los Angelitos”, que reúne más de 700 familias – en cinco Departamentos- y apoya a un centenar de niños, niñas y jóvenes con discapacidad así como a sus familias.

A través de imágenes que hablan por sí mismas, “se trata de mostrar el combate contra las barreras sociales, políticas y culturales que producen la discriminación y la exclusión. Su arma de batalla: la Rehabilitación Basada en la Comunidad”, indica Nordmann.

El film que contó con el apoyo de la Federación Ginebrina de Cooperación (FGC) y de la FEDEVACO (Federación de Cooperación del Cantón de Vaud), así como de Eirene Suiza, “constituye un medio para explicar e informar aquí, en el Norte, sobre la realidad de ese país”, puntualiza.

Adicionalmente, nos permite mostrar que a pesar la violencia – que condiciona incluso, a veces, el trabajo cotidiano con las personas con capacidades diferentes- “existe un discurso propositivo e iniciativas innovadoras de larga data de las cuales podemos aprender mucho también en Suiza”.

La Rehabilitación Basada en la Comunidad, “marca la esencia de nuestro trabajo, constituye nuestra propia filosofía” enfatiza Wendy González, promotora de rehabilitación y miembro de la dirección de Los Angelitos, quien trabaja en estrecha coordinación con Carole Buccella, cooperante suiza de EIRENE radicada desde hace trece años en El Salvador.

Para que haya un Centro de Rehabilitación en una comunidad la condición es que exista un grupo de familias organizadas que tengan hijos con discapacidad. “Atendemos a niños o jóvenes en la habilitación física, la educación, el lenguaje. El tratamiento no se les impone. Se tiene en cuenta lo que nos solicitan, sus deseos, sus necesidades”, explica González, una de las protagonistas de Todos somos diferentes , invitada para presentar el film en Suiza el marco de una iniciativa de intercambio Sur-Norte cofinanciada por la plataforma UNITE de ONG helvéticas y el Hospital Universitario de Ginebra.

“No concebimos nuestra tarea como puro asistencialismo. Respondemos al derecho legítimo que tienen nuestros hijos a una atención digna”, subraya Wendy González, madre de una niña de 12 años con discapacidad. “Insistimos cotidianamente que todos deben ser partícipes de la rehabilitación. Se trata de un desafío colectivo y no de la tarea exclusiva de un equipo de profesionales”, enfatiza.

En esta metodología de rehabilitación “es esencial el papel que juegan las familias, la comunidad, los poderes locales, las autoridades. Nosotros les apoyamos. Y reflexionamos juntos con ellos -en base a los recursos que contamos-, sobre qué podemos hacer para mejorar el entorno de las personas con discapacidades. Intentando que puedan estudiar. Que puedan llegar a trabajar. Que se integren en todo”, concluye.

La lucha, el trabajo y el desafío de Los Angelitos es “lograr que de más en más la persona con discapacidad sea considerada como sujeto, actor y beneficiario del derecho a la inclusión social total”, enfatiza Carole Buccella.

La cooperante suiza concluye que si bien en El Salvador los retos para este sector son todavía inmensos, son también “significativos los avances logrados con el actual gobierno en el marco del plan global de la salud – y específicamente en la atención a discapacitados y veteranos de guerra”.

Fuente de la reseña: http://www.alainet.org/fr/node/176773

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Documental: “Mujeres de la mina”: la maldición más hermosa del Cerro Rico Bolivia

Por Maximiliano Acosta / Diario Popular / Marzo 2016

El retrato de tres mujeres que trabajan en la mina de Potosí a la par de los hombres, e incluso más. La persistencia en un mundo machista y el dolor naturalizado de ser consideradas de mala suerte para la minería. “En ese trabajo se ven bien marcadas las desigualdades”, cuenta Loreley Unamuno, la realizadora del documental junto a Malena Bystrowicz

Lucía Armijo hace quince años que vive en el Cerro Rico de Potosí, Bolivia. Es madre soltera de seis hijos. Rompió con una maldición centenaria que prohibía ingresar a las mujeres a las minas por considerarlas de mala suerte. Francisca Gonzalesdestroza con una maza las piedras que sobran. Busca sobrevivir a la tempestad de los 4.000 metros sobre el nivel del mar. Es abuela. Domitila Chungaraapenas camina, pero carga con años de lucha sindical en busca de igualdad ante la mirada furiosa de la connivencia militar- estatal con las empresas mineras y los muertos escondidos por ambulancia fantasmas.

El documental «Mujeres de la mina» muestra cómo tres mujeres lograron sortear los obstáculos de un sistema que funciona con los carros que empujan los hombres. «El minero es violento y machista, y ejerce ese rol temerario ante las mujeres», cuenta Loreley Unamuno, una de las directoras del film.

Empujadas por su ímpetu y sin temor al sílice que carcomió los pulmones de los hombres más duros, incluso sus maridos,  hasta hacerlos de «cartón», como narra Eduardo Galeano, uno de los perfectos testimonios que utiliza la película, las tres son el reflejo y la diferencia en un mundo que vive al pulso de las mazas en una oscuridad constante.

Unamuno, que realizó el film junto a Malena Bystrowicz, dialogó con DIARIO POPULAR acerca de una realidad que decidieron retratar en una hora sin escapar de la existencia de un colonialismo predominante en esa zona de Bolivia.

-Son dos mujeres que decidieron abordar un tema que está un constante debate ¿En qué les ha cambiado haber experimentado esas vivencias tan de cerca?

-Cambió nuestro punto de vista de las mujeres y la lucha, más aún con las luchas sociales que históricamente marcaron a Bolivia. Quedamos atraídas por las diferencias con nuestras culturas y la potencia, la fuerza de esas tres mujeres en ese contexto.

-Como cuenta Galeano, las mujeres son consideradas una maldición para las minas ¿Cómo notaste que llevan ese peso?

-Con el tiempo esa tradición se fue desdibujando. Hay mujeres que trabajan a la par de los hombres en las minas del Cerro Rico, que de por sí es un contexto con mucha desigualdad. En la minería trabajan en muy malas condiciones laborales.

-¿Cómo es ese contexto diariamente para ellas?

-El minero es machista y muy violento, y también ejerce todo eso como un rol temerario. Es habitual el alcohol y la violencia. Nos resultó extraño, pero es algo que lamentablemente está instalado.

-Durante la presidencia de Evo Morales, los trabajadores mineros de Bolivia han conseguido valer muchos derechos ¿Qué pensamiento les  genera que haya mujeres trabajando en malas condiciones?

-La minería es muy compleja en Bolivia. Si bien se vieron en el país avances muy significativos, en Potosí no hubo, aunque ciertas cosas sí. Hay minas que son estatales, que quizás sean las que mejores condiciones ofrecen. También hay privadas, y algunas que funcionan como cooperativas, pero que tampoco funcionan de una forma legal. Los mineros de las cooperativas se resisten incluso a estatizarlas. Es muy delicado. Todavía faltan avances.

Fuente de la reseña: http://www.diariopopular.com.ar/notas/252161-mujeres-la-mina-la-maldicion-mas-hermosa-del-cerro-rico

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Argentina:Filme «La Memoria de los Huesos» retrata labor de antropólogos argentinos que buscan a los desaparecidos

América del Sur/Argentina/Fuente: Agencia EFE/Autora:Nerea González

Manos que revisan la tierra en busca de fragmentos de huesos y lágrimas de personas que recuperan los restos de sus seres queridos: estas y otras escenas componen «La memoria de los huesos», el documental que ha llevado al festival Bafici la labor del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Manos que revisan la tierra en busca de fragmentos de huesos y lágrimas de personas que recuperan los restos de sus seres queridos: estas y otras escenas componen «La memoria de los huesos», el documental que ha llevado al festival Bafici la labor del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Aunque los 30 años que llevan trabajando estos científicos para restituir los restos de los desaparecidos de la última dictadura argentina (1976-1983) les han colocado en una posición de prestigio internacional, su día a día, sus integrantes, suelen huir de los focos y permanecen anónimos para el gran público.

«Es un trabajo realmente importante como pocos y sorprende el bajo perfil que ellos conservan», explicó a Efe el director de «La memoria de los huesos», Facundo Beraudi, que ha llevado al EAAF hasta la Competencia de Derechos Humanos del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), una de las citas más importantes para el cine independiente de Latinoamérica, que culmina este domingo.

El filme ha permitido a los argentinos conocer algunos de los secretos de esta silenciosa tarea, como el impacto que tiene en un hijo poder, finalmente, reconstruir la muerte de su padre.

«Pensé que había sido más de atrás, fue como de costado…», dice en el filme David Toubes cuando sujeta por primera vez la calavera de «su viejo», con un agujero de bala.

«La memoria de los huesos» cuenta también la historia de Rosa, una mujer mayor que lleva toda la vida buscando a su hija, secuestrada por fuerzas de la dictadura, que además dio a luz en cautiverio.

«Me duele que lleve toda su vida buscando sin rendirse, me duele la posibilidad de que quizás nunca encuentre. Ella representa el dolor de todos esos familiares que no han encontrado los restos de sus seres queridos, representa el cansancio de tantos años buscando la verdad sin poder encontrarla», opinó el realizador.

La cámara no busca el retrato personal de los miembros del equipo sino mostrar el impacto que su trabajo tiene en los personajes que no saben dónde y cómo murieron sus seres queridos mientras, de fondo, inmortaliza para la historia la delicadeza con la que los antropólogos buscan huesos entre la tierra, clasifican los restos, dan apoyo a los familiares con paciencia y empatía.

Es una tarea «titánica» que no parece tener fin después de más de tres décadas, destaca el realizador, quien actualmente se encuentra en España preparando una serie documental con David Miralles.

La película tampoco se queda solo en las fronteras de Argentina, sino que acompaña a hasta El Salvador a los antropólogos, donde se conoce la historia de Roxana, que recupera los restos de su madre para darles sepultura.

Es una muestra del trabajo en más de 30 países con los que han colaborado, como por ejemplo en el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (México).

«Hubo siempre tres cosas que siempre nos guiaron: que se entendiera mas allá de las fronteras de Argentina, que se hiciera con mucho respeto y delicadeza ya que tratábamos un tema delicado, y que fuera una película que llegara al corazón, que pateara las entrañas y no el cerebro», apuntó Beraudi.

El camino que llevó a «La memoria de los huesos» hasta el Bafici comenzó, en realidad, hace varios años, a raíz de un encargo desde Barcelona al realizador para realizar un reportaje documental sobre los desaparecidos catalanes.

Así, Beraudi descubrió que Manuel Coley Robles, un obrero de la ciudad condal cuyo rastro se perdió en 1976, fue el primer español víctima de la dictadura identificado por el EAAF.

«De esta manera nos pusimos en contacto por primera vez con Luis Fondebrider. Nuestro trabajo para la producción catalana terminó (en realidad el proyecto nunca cuajó), pero en nosotros seguía latente la impresión que había dejado el encuentro con el equipo y con su historia», explicó el director.

Más allá de ganar o perder, para Beraudi, lo más importante de la participación de la película en el Bafici era que diese sus primeros pasos frente al público y la crítica y que sea el disparo de salida para recorrer el mundo de festival en festival.

Fuente de la noticia: http://www.wradio.com.co/noticias/sociedad/filme-retrata-labor-de-antropologos-argentinos-que-buscan-a-los-desaparecidos/20160423/nota/3115085.aspx

Fuente de la imagen: http://media.diariopopular.com.ar/adjuntos/143/imagenes/001/545/0001545824.jpg

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Ramonet inaugura la Escuela Popular de Cine y Televisión «Berta Cáceres»

Caracas. AVN | 15 abril de 2016

El pasado miércoles inauguraron los espacios de la Escuela Popular de Cine ‘Berta Cáceres’, en la sede de la reconocida televisora y radio comunitaria Teletambores, ubicada en municipio Francisco Linares Alcántara, en Maracay, Estado Aragua (Venezuela).

El acto estuvo dirigido por el eximio intelectual Ignacio Ramonet, acompañado por el alcalde de la jurisdicción, Alexis Zamora y voceros del Poder Popular que integran la directiva de dicha televisora.

«Estoy impresionado de la calidad e iniciativa que se está tomando en Linares-Alcántara, primero por darle proyección a la comunidad con esta televisora y segundo por este proyecto educacional que integra a todos los ciudadanos que quieran iniciarse en el mundo de la comunicación» expresó Ramonet, citado en nota de prensa de la Alcaldía de Linares-Alcántara.

Asimismo resaltó que mediante la difusión de Teletambores se podrá transmitir una concepción nueva de la comunicación, con la participación ciudadana y la creatividad del pueblo linarense.

Agregó que Venezuela ha sido un faro para muchos países, para impulsar estos proyectos de contraofensiva con radios y televisoras comunitarias.

«Esto corresponde a una revolución bolivariana que no solo es social, política y económica, sino -como siempre lo quiso el comandante Chávez y como lo reafirma el presidente Maduro-, es una revolución comunicacional que debe tener su propio discurso de la Venezuela popular» afirmó.

El reconocido periodista español manifestó sentirse emocionado al ver que esta escuela lleve el nombre de Berta Cáceres, quien fue una líder indígena hondureña, feminista y activista del medio ambiente.

«Ella encarna lo mejor de lo que han sido centenares de dirigentes populares que han defendido precisamente los valores comunitarios, los valores de los pueblos originarios, y que fue vilmente asesinada» el 3 de marzo de este año 2016, en La Esperanza, Honduras, declaró Ramonet.

Thierry Deronne, vicepresidente de la Escuela de Cine Popular, ratificó que la escuela lleva el nombre de Berta Cáceres porque ella asume el concepto de América Latina. «Hoy ella es una mártir que vuelve a crecer y a multiplicarse en cada estudiante y así tendremos en Venezuela a comunicadores que defiendan los valores éticos principales de la revolución bolivariana», aseveró Deronne.

Fuente: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/alba/201614/ramonet-inaugura-la-escuela-popular-de-cine-y-television-berta-caceres

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¿Murió la Crítica cinematográfica? Ética y semiótica en pantalla

 Fernando Buen Abad Domínguez 05-03-2016
Rebelión/Universidad de la Filosofía/FILM

Para que la crítica cinematográfica no se trafique como anecdotario de gustos y caprichos, exhibidos con tono erudito y desparpajo de sabiondos y para que no sea catarsis impúdica de petulantes… se rdescargaequiere método y auto-crítica. Cuanto más cerca de la ciencia1 mejor. No es exagerado decir que una de las herramientas más poderosas que el Cine generó al lado de su despliegue semántico, estético, tecnológico e industrial es el campo fértil del filosofar crítico basado en películas. Herramienta poderosa no siempre usada para emancipar cabezas porque no todos los sedicentes “críticos” están a la altura de la crítica que se necesita. Veamos.

Si “críticos” se hacen llamar los que -para cobrar un salario- rinden pleitesía a la lógica del mercado fílmico; si para llamarse “crítico” ha de reducirse el trabajo a sólo hablar de los “logros en taquilla” las productoras y las distribuidoras monopólicas2; si para exhibirse como conocedorhay que recitar el santoral bibliográfico de las “academias” de moda… o si para llamarse “crítico” se ha de pontificar con esnobismo festivalero y pedantería de ignorantes… lo que realmente queda a la vista es la pobreza enorme -y realmente existente- de la ceguera funcional que reina. También la “crítica cinematográfica” fabricó sus mercados y sus mercaditos. Una regla no escrita parece indicar que cuanto más “masivo” es el medio más simplona es la crítica y ha proliferado la, por definición, monstruosa manía de calificar películas con “estrellitas” en lugar de ideas. Y hay quien gana dinero por hacer eso.

Mientras tanto en la realidad los pueblos necesitan de un movimiento numeroso y vigoroso de críticos cinematográficos dispuestos a poner en su lugar el basurero fílmico con que se ha sobresaturado el imaginario colectivo. Es que ese imaginario es uno de los campos de batalla más codiciados por la burguesía. Ahí se disputa (entre mil cosas) la forma del conocimiento del mundo y sus procesos de nominación, incluidas las formas de la nominación al lado de las herramientas de producción de enunciados fílmicos. Ahí se diputan los imaginarios y las conductas que de ellos se derivan. Se disputan los modelos del goce estético, de los placeres y de la subjetividad expuesta a todo género de estímulos. Se disputan para someterlos y para convertirlos en negocio. Impunemente.

Bajo el disfraz de “entretenimiento”, legitimado y legalizado, el aparato ideológico de la industria cinematográfica ha desplegado su batalla alienante casi ni oposición y casi sin regulaciones gubernamentales. Eso no descarta el fardo burocrático parasitario. Con el territorio liberado, “la diversión” fílmica se adueñó de latifundios audiovisuales enormes (salas cinematográficas, centimetraje impreso, comentaristas de radio y T.V.) decorados con los anzuelos del negocio del “espectáculo” y santificados por una estética del nihilismo más a-critico dispuesta a tragarse cualquier película “chatarra” mientras sirva para complacer ilusiones y alucinaciones propias del individualismo burgués, su estética y su lógica consumista. El objetivo ideológico oligarca es que agradezcas que te exploten, que aplaudas cuando te humillan y que aceptes que ellos tienen la razón.

Visto con perspectiva el “tsunami” audiovisual de cada semana, desatado desde la industria cinematográfica y sus monopolios, pone en evidencia una guerra asimétrica en la que no alcanzan las pocas buenas plumas (ni las buenas intenciones) que son capaces de poner orden, (es decir hacer crítica seria) suficientemente rica como para neutralizar los dispositivos alienantes administrados en cada film. (Violencia espuria, belicismo mercantil, padrotismo de soldaditos, policías, detectives y autoritarios adláteres, en una lógica autoritaria, racista sexista y clasista con banderas imperiales desplegadas).

No tenemos ni el 10% de los críticos cinematográficos que necesitamos. No tenemos a los críticos que luchen desde las bases. No tenemos los talleres, las escuelas ni los movimientos sociales suficientes empeñados en fundar núcleos de acción crítica en cada barrio. No tenemos la infraestructura ni tenemos la metodología social de base que se requiere para aspirar, en el plazo medio y largo, a dar una batalla semiótica emancipadora contra ese cine que nos aplasta el imaginario mientras nos roba millones dólares entre palomitas y refrescos.

Tampoco tenemos acceso al otro cine, al que se produce como se puede con lo que se tiene. Al cine que interpela la situación social, las condiciones inhumanas a que nos somete el capitalismo y el arsenal de municiones ideológicas con que nos humillan y acomplejan sistemáticamente. Sálvense todas las excepciones honrosas. No tenemos a la mano ni los medios ni los modos para ver ese cine que nos espeja con honestidad y que nos impulsa a mirar más allá de las apariencias fílmicas. No sabemos quiénes son, dónde están, cómo trabaja ni cómo viven los trabajadores del cine que no están contentos con el mundo que nos impone la burguesía. Y no lo sabemos, entre otras muchas razones, porque no contamos con ese movimiento internacionalista de críticos cinematográficos que podrían salvar a los imaginarios colectivos con ayuda de las herramientas científicas de una semiótica revolucionaria. Que tampoco está a la vista todavía.

Aquí podríamos decir que sólo cundo el capitalismo haya sido superado podremos transformar las superestructuras. Pero eso es relativamente incompleto sin un programa de lucha semiótico capaz de romper las falsas dicotomías entre la forma y el contenido, entre la ética y la estética, entre el trabajo manual y el intelectual. El debate capital-trabajo está vivo en los campos de batalla fílmicos -hacia adentro y hacia afuera- y no podremos hacerlo visible si nos sentamos a esperar a que pase ante nuestra puerta el cadáver de la industria cinematográfica dominante. Hay que darle una ayudada. Esa es, apenas, una parte de la tarea que la crítica cinematográfica emancipadora habrá de librar… otra es animarse a producir índices que marquen rumbos de lucha nuevos hacia un cine liberado del arsenal ideológico predominante, gracias a un método dialéctico afinado en la refriega metodológica diaria de mirar películas, sin concesiones, y de aportar herramientas de análisis en los que, de una vez por todas, la crítica cinematográfica deje de ser tarea de “iluminados” y sea acción social encarnada en el placer de hacer la revolución cinematográfica que la historia nos exige, también. ¿Lo veremos?

Notas

1 Elí de Gortari definió la ciencia como “la explicación objetiva y racional del universo”. Elí de Gortari, El método de las ciencias. Nociones elementales, 12a. ed., México, Editorial Grijalbo, 1996, p. 11. (Tratados y Manuales Grijalbo)

2 How to make a hit Hollywood film: http://www.economist.com/blogs/graphicdetail/2016/02/daily-chart-19?fsrc=scn/tw/te/bl/ed/howtomakeahithollywoodfilm

Fuente de la Fotografía:

  1. https://leefundente.wordpress.com/tag/critica-cinematografica/
  2. http://www.es.lapluma.net/index.php?option=com_content&view=article&id=7752:2016-03-04-21-10-03&catid=58:opinion&Itemid=182
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