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Infografía | La violencia contra las mujeres en el mundo en cinco mapas

Por: elpais/24-11-2017

Hungría es el único país de la UE que no penaliza el acoso sexual. Rusia ha despenalizado la violencia de género. Túnez, Jordania y Líbano han prohibido que los violadores se libren de la pena si se casan con sus víctimas.

Cada 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, sirve para hacer balance y analizar los avances (y retrocesos) en este ámbito a lo largo del año. Pero sin duda, este 2017 será recordado por ser aquel en que muchas mujeres se atrevieron a denunciar como nunca antes los casos de acoso sexual. Antes muchas callaban e incluso era percibido como algo inevitable. Existen indicios de que eso está cambiando.

De forma general, las regiones del planeta donde menos se garantizan los derechos de las mujeres siguen siendo África subsahariana, Asia meridional y Oriente Próximo. Pero destacan Túnez, Jordania y Líbano por haber avanzado. En Europa, el continente que más persigue la violencia de género, Rusia sobresale como el país menos seguro para las mujeres. En la UE destaca Bulgaria por no tener leyes que persigan la violación dentro del matrimonio y Hungría, porque no penaliza el acoso sexual.

Además de los avances puntuales por países, este año ha presenciado una lucha global de las mujeres: la campaña #MeToo. 2017 ha sido el año del caso Harvey Weinstein, a raíz del cual cientos de mujeres destaparon la enorme cloaca de casos de acoso sexual cometidos por hombres con poder de las diversas esferas y ámbitos. No obstante, las mujeres que denuncian lo hacen sobre todo en EE UU y Europa, allí donde la legislación es más garantista. Y han tardado en hacerlo. Los expertos recalcan que solo un porcentaje de las víctimas denuncia. En la Unión Europea, una encuesta realizada en 2014 por la Agencia de la UE de los derechos fundamentales indicó que entre el 45% y el 55% de las mujeres había sufrido acoso sexual desde los 15 años, algo que no se traslada en número de denuncias. Las mujeres en Occidente empiezan a señalar a sus acosadores, pero en el resto del mundo queda un larguísimo camino por recorrer, especialmente en África y Oriente Próximo.

En la actualidad, dos tercios de los países (140) castigan la violencia doméstica, pero más de 40 no lo hacen. Y es que la agencia de la ONU contra el Delito(UNODC) calcula que en todo el mundo, el 50% de las mujeres que son asesinadas, lo son por sus compañeros sentimentales u hombres de su familia. En su mayoría, los países que no cuentan con leyes que persigan la violencia contra las mujeres en el ámbito familiar se sitúan en África Subsahariana —menos de la mitad de los países tiene legislación sobre el tema— y Oriente Próximo y Norte de África —uno de cada cuatro—, según el Banco Mundial.

Este año destacan especialmente dos casos: el ruso y el tunecino, aunque por razones opuestas. Rusia, un país donde cada 40 minutos muere asesinada una mujer, despenalizó a principios de este año la violencia de género, rebajándola a una mera sanción económica. Por el contrario, este verano, el Parlamento deTúnez adoptó la ley contra la violencia contra las mujeres más ambiciosa del mundo árabe, que castiga todos los tipos de agresiones sexistas y el acoso sexual.

En torno al 24% de las adolescentes y niñas (750 millones) en todo el mundo están casadas antes de cumplir los 18 años, frente 30% de los años noventa. Elmatrimonio infantil no solo acaba con el proyecto educativo y vital de millones de niñas y mujeres menores de edad, sino que además incrementa la probabilidad de que sufran violencia por parte de sus maridos, según ONU Mujeres.

En términos relativos, África central y occidental es la región donde más prevalece esta práctica: allí, el 40% de las jóvenes están casadas antes de los 18 y el 14% antes de los 15, según datos de este año de Unicef. Pero en términos absolutos, las superpobladas India (26 millones) y Bangladés (18 millones) figuran a la cabeza de los matrimonios de niñas y mujeres menores, según la ONG Girls Not Brides.

La ley en muchos casos sirve de poco. Si bien la inmensa mayoría de países sitúa la edad legal para casarse en 18 años, la proporción de niñas-esposas, no ya antes de esa edad, sino antes de los 15 es muy alta: en Cabo Verde y Burundi, cerca del 30%. Los países africanos copan el ránking, pero los matrimonios antes de los 15 años también se dan en Asia meridional y América Latina pese a estar prohibidos por ley: Camboya (28%), Colombia (17%) o Costa Rica (14%), son algunos de los ejemplos.

En todo el mundo, todavía hay 34 países donde no se juzga a los violadores si están casados con sus víctimas o si se casan posteriormente con ellas. Aún así, este año destacan los avances de tres países árabes: Túnez, Jordania y Líbanohan derogado las leyes que permitían a los violadores no cumplir condena si se casaban con sus víctimas. En muchos otros países, especialmente en África Subsahariana y Asia, la violación no se contempla si se produce dentro del matrimonio, lo que deja a las mujeres desamparadas si quien las viola es su marido. Destaca el caso de India donde, pese a no estar contemplado en la ley, el Supremo dictaminó que sí será considerada la violación cuando se produzca dentro del matrimonio, pero solo si la esposa es menor. Dentro de la UE, Bulgaria es el único país que no reconoce las agresiones sexuales cometidas por el marido.

En torno a 200 millones de niñas se han visto sometidas a la mutilación genital o ablación del clítoris en los 30 países donde hay datos representativos disponibles, según recoge un informe reciente de Unicef. Esta práctica se da especialmente en los países del Sahel, pero también en Yemen y en Irak. Además del sufrimiento físico y del trauma psicológico que supone, la mutilación implica graves riesgos sanitarios y acaba con la vida de muchas niñas. Pese a que en las últimas tres décadas esta práctica ha ido disminuyendo, en Egipto, Sudán y Malí, más del 80% de las mujeres la han sufrido, y en Sierra Leona, Djibuti, Eritrea y Guinea, más del 90%. Hasta el momento, los últimos países en prohibirlo han sido Nigeria (2015) y Gambia (2016).

*Fuente: https://elpais.com/internacional/2017/11/22/actualidad/1511362733_867518.html

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Túnez aprueba una ley histórica contra la violencia de género

África/Túnez/30 Julio 2017/Fuente: elpais/Autor:RICARD GONZÁLEZ

Tunez ha dado un paso histórico para el avance de los derechos de la mujer. El Parlamento tunecino aprobó el miércoles por la noche una ley para prevenir y castigar “todas las violencias contra las mujeres”, una legislación pionera en toda la región. Entre las principales novedades, la nueva norma suprime el infame artículo 227 bis del Código Penal, que permitía al violador de una menor evitar una pena de cárcel si se casaba con la víctima. Ahora, quien mantenga relaciones sexuales con una menor de 16 años se puede enfrentar a 20 años de cárcel o incluso a cadena perpetua, en función del contexto; serán cinco años de detención si la joven tiene entre 16 y 18 años. La nueva ley incluye también el delito de acoso sexual —un enorme problema en Túnez—, incluido el verbal, para el que disponen multas de unos 1.000 dinares (unos 350 euros).

Aunque la Constitución democrática de 2014, aprobada después de la revolución, insta al Estado a proteger a las mujeres que sufren maltrato, se había avanzado poco en este terreno. Según los estudios, la violencia contra la mujer, sobre todo en el seno de la familia, es una enorme lacra en este país magrebí. Por esta razón, la aprobación de una ley integral contra la violencia de género constituía una vieja demanda de las asociaciones feministas tunecinas. “Es un momento muy emocionante y estamos orgullosos de Túnez , de haber podido unirnos alrededor de un proyecto histórico”, declaró la ministra de la Mujer, Naziha Laabidi.

La promulgación de la ley no ha sido fácil. El proceso ha requerido más de tres años de deliberaciones y la redacción de numerosos borradores. Sin embargo, la nueva legislación, que entrara en vigor dentro de seis meses, contó con el voto favorable de los 147 diputados presentes en el hemiciclo, incluidos los representantes del partido islamista moderado Ennahda, primera fuerza del Parlamento.

El texto recoge importantes avances en diversos ámbitos y satisface las ambiciones de las organizaciones de la sociedad civil. En el ámbito de la explotación de las menores, por ejemplo, las personas que utilicen en el servicio doméstico a niñas menores de edad se enfrentarán a penas de prisión de entre tres y seis meses. Uno de los aspectos que suscitó un más largo debate en el hemiciclo el pasado miércoles fue la cuestión de la edad de madurez sexual. Finalmente, se amplió de los 13 años de la legislación actual a los 18 años.

LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL MUNDO

Desde las dificultades de las libanesas para conseguir el divorcio hasta la doble discriminación de las mujeres negras en Brasil o la epidemia de violencia machista en Rusia.

“Estamos muy contentas. Contar con una ley que castiga todas las violencias, incluidas la políticas, económicas y psicológicas, es un progreso enorme”, explica Monia Ben Jamai, presidenta de la Association Tunisienne de Femmes Democrates, la histórica entidad de defensa de los derechos de la mujer. “El borrador incluye algunas contradicciones en la parte penal que intentaremos arreglar más adelante”, apostilla.

De acuerdo con un completo estudio estatal realizado en 2010, más de la mitad de las tunecinas declara haber sido víctima de agresiones físicas. En la mayoría de casos, el autor es un familiar o bien la pareja. “La ley obliga al Estado a luchar contra la violencia doméstica y le obliga a proporcionar refugio a las mujeres maltratadas. A partir de ahora, aunque la mujer retire la demanda, cosa que sucede a menudo, la fiscalía deberá proseguir con el caso”, comenta Ben Jamai, que se felicita porque el Estado se ha comprometido a formar a sus funcionarios, desde médicos a policías, para que apliquen la nueva norma. De hecho, prohíbe de forma específica que los agentes se nieguen a registrar una denuncia de violencia de género.

En 1956, poco después de que el país magrebí obtuviera su independencia, la situación legal de la mujer tunecina avanzó con un paso de gigante gracias a la promulgación de un nuevo Código de la Familia inspirado en el vigente en Francia. Sin embargo, la mentalidad de la sociedad tunecina, conservadora y patriarcal, no evolucionó a tal velocidad. Todavía hoy, la mujer continúa padeciendo la discriminación en muchos ámbitos, como el laboral.

Frente a este problema, la nueva legislación, inspirada en la Ley Integral contra la Violencia de Género española de 2004, representa una poderosa herramienta. Al establecer «la igualdad entre los géneros», cuya promoción se incluirá en los currículos escolares, la norma permite denunciar a una empresa que remunere de forma diferente a sus empleados en función de su género. La onda sísmica de la Revolución tunecina, cuna de las llamadas Primaveras Árabes, ya sacude incluso los pilares más íntimos de esta sociedad

Fuente de la noticia: https://elpais.com/internacional/2017/07/27/actualidad/1501155621_681399.html

Fuente de la imagen: https://ep01.epimg.net/internacional/imagenes/2017/07/27/actualidad/1501155621_681399_1501166015_noticia_normal_recorte1.jp

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Mozambique: Violencia machista en el país de Josina Machel

Mozambique/10 abril 2017/Fuente: El País

Mozambique celebra el Día de la Mujer el 7 de abril para conmemorar la muerte de la heroína africana.

Hoy se celebra el Día de la Mujer, al menos en Mozambique. No es 8 de marzo, pero este país africano ha preferido escoger su propia jornada de reivindicación al margen de la mundialmente reconocida. La fecha tiene mucho que ver con su propia historia, pues conmemora la muerte, hace 46 años, de la heroína de la independencia Josina Machel. Una efeméride que este año viene cargada de enfado e indignación en un país en el que la mujer ha logrado importantes conquistas en el ámbito público, pero donde existe una elevada incidencia de violencia de género que está traspasando la esfera privada y saliendo a la luz, con casos muy mediáticos como los de las hijas de dos expresidentes.

“En este país hay bastante igualdad de oportunidades. Yo, por ser mujer, no encontré impedimentos para hacer mis estudios y trabajar igual que un hombre”, asegura Angelina Nascimento, bióloga de 35 años que cursó sus estudios en la capital, Maputo, a 1.500 kilómetros de Tete, su ciudad, situada en el centro del país. “El Gobierno siempre ha incentivado mucho a las chicas para que no abandonen los estudios, recuerdo campañas públicas desde que estoy en Primaria. Por ejemplo, se consiguió que los ritos de iniciación se llevaran a cabo en periodo no lectivo y también se permite que las chicas embarazadas vayan al colegio”, añade Nascimento.

Como muchas mozambiqueñas, ella estudió la figura de Josina Machel en la escuela. Este 7 de abril, las tiendas de capulanas, tejido típico de Mozambique, se inundan con piezas estampadas con su rostro y en todas las localidades del país se rinde homenaje a quien consideran la pionera en las políticas de igualdad lanzadas por este país tras la independencia de Portugal. Se llamaba Josina Muthemba y nació en 1945. Desde muy joven se implicó en la lucha contra los portugueses y con apenas 19 años protagonizó una novelesca huida de su país para incorporarse al Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo) que tenía su base en la vecina Tanzania. Allí se integró rápidamente en el Destacamento Femenino y recibió entrenamiento militar para la lucha de liberación.

Como responsable de la sección de mujeres del movimiento guerrillero promovió la participación femenina en todos los ámbitos del combate y se preocupó especialmente por la creación de orfanatos y centros educativos para los niños. Casada con el líder guerrillero y luego primer presidente del país Samora Machel, de quien tomó su apellido, Josina cayó enferma de cáncer en 1970 y murió de forma prematura tan solo un año después sin llegar a ver cumplido su sueño de la independencia. Sin embargo, su entrega a la causa anticolonial y su firme defensa de los derechos de las mujeres la han convertido en un símbolo en el continente africano.

Paradójicamente, Mozambique celebra su Día de la Mujer envuelto en un inquietante ambiente de aumento de un 25% de los casos de violencia de género en 2016 con respecto a 2015. Justo a finales del año pasado, Valentina Guebuza, hija del expresidente Armando Guebuza (2005-2015), fue asesinada de cuatro disparos en su domicilio a manos de su marido. La joven, de 36 años, era una destacada empresaria directora de un holding familiar con presencia en diversos sectores, como la banca, las telecomunicaciones, la pesca, los transportes o los minerales.

Machel se implicó desde muy joven en la lucha contra los portugueses y con 19 años se incorporó al Frelimo

La muerte de Valentina, a quien la revista Forbes situó como una de las jóvenes más poderosas de África en 2013, generó un enorme impacto en Mozambique. Un año antes, en diciembre de 2015, fue la hija de Samora y de Graça Machel, llamada Josina en homenaje a la primera esposa de Samora y heroína de la independencia mozambiqueña, la que se convirtió en una mediática víctima de la violencia de género. En este caso fue el empresario Rofino Licuco, novio de Josina durante tres años, quien le propinó un fuerte golpe en la cara a la joven por el que perdió la visión del ojo derecho.

Hace menos de dos meses un tribunal de Maputo condenaba a Licuco a tres años y cuatro meses de prisión y a una multa de 2,7 millones de euros en un proceso judicial muy seguido por los medios. “Esta victoria debe ser celebrada por todas las mujeres que sufren abusos verbales, emocionales, económicos y sexuales”, anunciaba eufórica Josina Machel, de 40 años, tras conocerse la sentencia al tiempo que dedicaba su victoria judicial a “todas las que sufren en silencio”, sacando una vez más a la palestra el problema de la violencia machista en Mozambique.

Sin embargo, su madre Graça Machel, quien también fuera esposa del Premio Nobel y expresidente sudafricano, Nelson Mandela, fue mucho más tibia al asegurar: “Todos los agresores, todos los que abusan de las mujeres, deben recibir el mensaje de que acabarán en prisión y no la impresión de que si pagan pueden quedar impunes”, en referencia a la posibilidad de reducir su condena previo pago de la sanción.

Fuente:http://elpais.com/elpais/2017/04/06/africa_no_es_un_pais/1491472765_312855.html

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Colombia: Estudiantes se unen contra la violencia de género

América del Sur/Colombia/08 Abril 2017/Fuente:eltiempo /Autor: ÁNGELA CONSTANZA JEREZ

Cuatro universidades de Bogotá se unieron a la iniciativa ‘No es Normal’, que busca disminuir acoso

“Visibilizar y desnaturalizar”. Esas son las palabras que resumen los objetivos de los colectivos o grupos de estudiantes, que hoy por hoy enarbolan la bandera de no más desigualdad ni violencia de género en las universidades ni en ningún otro lugar de la esfera privada o pública.

Quieren visibilizar las desagradables situaciones que se dan en diferentes espacios de la vida, los distintos tipos de violencia (no solo el acoso sexual) y el impacto que estos causan en las personas (no solo en las mujeres); consideran que de esa forma pueden desnaturalizar los comportamientos arraigados en la sociedad colombiana, que permiten la discriminación y la violencia de género y que se han transmitido de generación en generación.

“Nuestro colectivo, Rosario sin Bragas, surgió hace 5 años de la iniciativa de varios estudiantes del Rosario, preocupados por visibilizar el acoso, la violencia, y lograr que se les hiciera frente. Hoy tenemos una herramienta, Alerta Violeta, un espacio para hacer visibles los casos, brindar información y enrutar a las personas en las opciones que existen para visibilizar o denunciar, no solo en la universidad también a nivel de instituciones del distrito”, explica Mónica Parada, socióloga y abogada del Rosario, que hoy es investigadora sobre asuntos de tierras en la misma institución educativa. Con 20 personas, estudiantes y egresados de distintas carreras entre los que hay hombres, moviliza la organización estudiantil, la cual es apoyada por profesores y el Decano de Ciencias Humanas.

“Rosario sin Bragas comparte las mismas preocupaciones que tenemos en el Observatorio de Asuntos de Género y Diversidad de la Escuela de Ciencias Humanas de la universidad: conocer y educar a la gente sobre los problemas que se dan por cuestiones de género, orientación sexual y raza. Por eso apoyamos las iniciativas de los estudiantes, como el semillero y la medición del tipo de acoso que se está dando”, explica Carlos Patarroyo, decano de la Facultad de Ciencias Humanas del Rosario.

Hace seis meses, la universidad dio el aval al Semillero de Acoso Sexual en la Educación Superior, el cual tiene como primera tarea aplicar una encuesta en la comunidad educativa con el fin de obtener datos cualitativos y cuantitativos de cómo opera. “Las personas que participan en el semillero trabajan en la construcción de un instrumento que permita recolectar información que dimensione la realidad del acoso sexual en el ámbito de la educación superior. Solo conociendo la situación real se podrán plantear medidas y mecanismos para proteger a las víctimas y garantizar que sus derechos no sigan siendo vulnerados”, señala Danghelly Giovanna Zúñiga, profesora de la Escuela de Ciencias Humanas y promotora del semillero.

Para los estudiantes de Rosario sin Bragas, el semillero es uno de los mayores logros conseguidos en estos años de labores; los otros son haber establecido la ruta de alerta URosario Te Escucha, que existe para brindar asesoría y acompañamiento a las personas que hayan sido víctimas de algún tipo de vulneración, y ser parte de la campaña que están estructurando con estudiantes de los Andes, Externado y Javeriana, llamada No es Normal.

“No es Normal es una organización de estudiantes de pregrado y posgrado, apoyados por profesores y decanos de diferente facultades, sobre todo de Derecho, que busca hacer visible situaciones de acoso que pasan en el día a día en la universidad. Unas de esas percibidas como normales aunque perpetúan patrones de exclusión y discriminación hacia ciertas poblaciones”, explica Nora Picasso, magister en Derecho de la Universidad de los Andes e investigadora de temas de género.

El grupo tiene dos años y medio de existencia y se formó a raíz de los resultados que arrojó una encuesta interna en la que se evidenció mucha tolerancia hacia las situaciones de acoso y violencia, así como falta de conocimiento sobre qué hacer, a dónde acudir y cómo denunciar en caso de ser víctima o testigo de un hecho.

Una red nacional

Hoy, las cuatro universidades están juntas en la campaña No es Normal, que responde a esas necesidades de dar visibilidad a los casos y concientizar a la gente para que no siga permitiendo ni violentando a otras personas. Su meta es realizar una encuesta en cada una de las instituciones educativas para tener un estudio riguroso de la situación que se vive en ellas, con el fin de tener elementos que permitan tomar medidas con conocimiento del problema.

De igual forma, buscan acompañar a quienes padecen estas situaciones. En el caso de los Andes, el grupo lo hace a través del programa PACA (Pares de Acompañamiento Contra el Acoso); el Rosario interviene con estudiantes de maestría en Derecho y la Javeriana con profesores y con ayuda de instituciones oficiales del distrito.

“Cada colectivo tiene inclinaciones diferentes. Nosotros somos más del lado de la prevención. Creemos que hay que trabajar en pedagogía para mostrarle a la gente por qué no se debe dar este tipo de cosas y así desnaturalizarlas. Con las otras organizaciones estamos buscando conformar una red nacional de universidades para estudiar y visibilizar las violencias basadas en género”, dice Nicole Chavarro, estudiante de noveno semestre de Ciencia Política de la Javeriana y miembro del grupo Polifonía de esta universidad, en el que están estudiantes y graduados de diferentes programas.

Mientras crean la red, los jóvenes continúan con sus foros, talleres, movilizaciones, debates, proyectos audiovisuales y otras actividades que crean con ingenio y con el apoyo de sus profesores para poner en la mesa la discriminación y la violencia de género que, como bien dice la estudiante Picasso: “pasó de ser un tema invisible y secreto a algo de lo que todo el mundo está hablando”.

Fuente de la noticia: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/estudiantes-se-unen-contra-la-violencia-de-genero-71040

Fuente de la imagen:

 http://images.etn.eltiempo.digital/files/article_main/files/crop/uploads/2017/03/24/58d553dcc80ca.r_1490375684028.0-142-1776-1030.jpg

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Changing minds to help child brides in Cameroon

Camerún/Enero de 2017/Fuente: FPNU

RESUMEN: El matrimonio infantil es una grave violación de los derechos de las niñas. Las niñas novias tienen menos probabilidades de completar sus estudios, menos probabilidades de salir de la pobreza, más vulnerables al abuso y más propensas a tener un embarazo menor de edad que las expone a complicaciones potencialmente mortales de salud. La Asociación de Lucha contra la Violencia contra la Mujer, un centro apoyado por el FNUAP en Maroua, enseña a sobrevivientes de la violencia las habilidades generadoras de ingresos, la información sobre la salud y los mensajes sobre la igualdad de género. En conjunto, estas lecciones ayudan a las mujeres a asegurar su independencia y prosperar por sí mismas.

“My father forced me into marriage at the age of 14 – to a man I barely even knew,” Aminatou Bello, now 16, told UNFPA in Maroua, in the extreme north of Cameroon. The marriage quickly turned violent. “I was being beaten all the time,” she said.

Her situation is tragically common. According to a 2014 survey, over 22 per cent of girls aged 1 to 19 are already married or in a union.

Child marriage is a gross violation of girls’ rights. Child brides are less likely to complete their educations, less likely to emerge from poverty, more vulnerable to abuse, and more likely to have an underage pregnancy that exposes them to potentially deadly health complications.

Aminatou Bello was married at age 14. She was beaten relentlessly until she managed to finally escape. © UNFPA

Aminatou was determined to escape her child marriage. She repeatedly ran away to her parents’ home. Each time, her husband showed up and dragged her back.

“A few months later, I left the house again. But this time around, I ran to my uncle’s place,” she said. “I explained the situation. He spoke to my father, who finally believed my story.”

Her father agreed to help Aminatou end her marriage.

He brought her to the Association Fighting Violence against Women, a UNFPA-supported centre in Maroua. The organization teaches survivors of violence income-generating skills, health information and messages of about gender equality. Together, these lessons help women secure their independence and thrive on their own.

“Today, I have found serenity,» Aminatou said, who is learning to tailor clothes. “Now that I am learning a skill, I can manage life all by myself.”

Husband’s clubs

In addition to working with civil society groups, UNFPA is also working with the government to support policies that promote girls’ welfare and prohibit child marriage. And UNFPA is supporting “husband’s clubs” that discourage this harmful practice.

In the eastern town of Batouri, Natasha Biendi was married off at age 13. Now 15, she says that life as an underage wife and mother has been hard.

Marius married when he was 24 and his wife was 13. Today, he wants a better future for his daughters. » I cannot allow my daughters to go into marriage at the age of 13,» he said. © UNFPA

“Being as young as I am, we don’t get to understand how a home functions,” she explained. “There is too much work to do – difficult work for that matter.”

But her husband received information from a UNFPA-organized husband’s club, a group of men who meet monthly to discuss family matters. At the meetings, UNFPA-trained facilitators raise issues, such as the damaging consequences of child marriage and early pregnancy, the need for pregnant women to obtain antenatal care, and the benefits of sending daughters to school.

Natasha’s husband has communicated many of these lessons to Natasha herself, who has resolved to help her daughter avoid the same fate.

«I will do everything for my child to get a quality education so she gets more opportunities tomorrow,» she said.

Changing minds

Marius, 29, also received information from his local husband’s club. It has made him re-evaluate his own choices.

«When we got married, my girlfriend was 13 and I was 24 years old,” he told UNFPA. “We already have two daughters. But honestly, I cannot allow my daughters to go into marriage at the age of 13 because that is not good.”

Today, Marius dreams of much more for his daughters.

“I want my first daughter to become a doctor,” he said, “and the second, a teacher.»

Fuente: http://www.unfpa.org/news/changing-minds-help-child-brides-cameroon

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Ecuador: Grupos feministas denuncian complicidad social en violencia de género

América del Sur/ Ecuador/ 28 Noviembre 2016/ Fuente: Ecuavisa.

Grupos feministas y populares de Ecuador efectuaron este sábado 26 de noviembre de 2016 una masiva manifestación en las calles del centro de Quito, con la que denunciaron una aparente complicidad social con la violencia de género y reclamaron acciones decisivas contra el femicidio.

Miles de activistas recorrieron las principales calles de la capital en conmemoración del Día Internacional contra la violencia de género y reivindicaron su anhelo para que «desaparezca el machismo» de la sociedad.

La plataforma «Vivas nos queremos», que aglutina a las grupos feministas y que organizó la marcha, denunció que en Ecuador mueren cada semana cuatro mujeres por violencia de género.

El objetivo del colectivo es «erradicar la violencia de género» y, sobre todo, hacer visible el asesinato de mujeres por el solo hecho de serlo.

También buscan «visibilizar» la responsabilidad del Estado en torno a la prevención y sanción de los delitos relacionados con la violencia machista.

La plataforma, con base en información de la Fiscalía, señaló que entre 2014 y 2015 se registraron 188 muertes violentas de mujeres en Ecuador y afirmó que el año pasado las unidades judiciales del país tramitaron 40 casos de femicidio y 28 casos de tentativa de asesinato por violencia machista.

Entre enero y agosto de este año se abrieron 44 casos de femicidio y 19 de tentativa en las unidades judiciales que dictaron 46 sentencias de condena.

Pese a ciertos avances en la prevención y sanción de los delitos de género, la situación sigue siendo grave, señaló el colectivo que, en un documento, presentó un pliego de demandas.

Los grupos feministas exigen «una sociedad que deje de ser cómplice con todas las formas de violencia» de género, como el acoso, el incesto, la violencia psicológica, patrimonial, física y política.

También reclaman respuestas oportunas del Estado frente a este tipo de violencia y exigen que las instituciones públicas «adquieran un compromiso real y sensible con la situación de las mujeres», para que las víctimas «dejen de ser responsables de las agresiones».

Asimismo, exigen «espacios libres de violencias», modelos de estudio que fomenten «la educación no sexista», medidas para «la eliminación del acoso callejero» y el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos.

También la «despenalización social y legal del aborto», medidas de «reparación integral para todas las víctimas de violencias machistas» y «justicia real para las víctimas de femicidio».

La plataforma reclama asimismo la creación de un presupuesto estatal que permita llevar adelante «programas de prevención y erradicación de las violencias», entre otras reivindicaciones.

Fuente: http://www.ecuavisa.com/articulo/noticias/actualidad/214406-grupos-feministas-ecuador-denuncian-complicidad-social-violencia

 

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