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La Kneset incorpora a Israel las instituciones académicas de las colonias de Cisjordania

Israel / 18 de febrero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Sputnik News

El parlamento israelí (Kneset) aprobó la incorporación a las leyes israelíes de las instituciones académicas que hay en las colonias judías de los territorios ocupados.

La votación de la segunda y tercera lectura de la ley se resolvió el 12 de febrero por la noche con 56 votos a favor y 35 en contra. A favor votaron la coalición gubernamental y el partido Yesh Atid (Hay un Futuro), que está en la oposición.

La ley, que fue defendida por el partido Hogar Judío de Naftalí Bennett, forma parte de una serie de leyes que fueron aprobadas recientemente, o que esperan ser aprobadas pronto, y que tienen por objetivo anexionar Cisjordania a Israel.

Una representante de Hogar Judío dijo durante la defensa de la ley que no se debe ignorar que la nueva legislación contiene elementos de «soberanía» de Israel sobre los asentamientos judíos.

Hasta ahora las instituciones académicas israelíes de los territorios ocupados se regían por el Instituto de Educación Superior de Judea y Samaria.

Fuente de la Noticia:

https://mundo.sputniknews.com/politica/201802131076232597-oriente-proximo-politica-tel-aviv-colonias-judias/

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Quitarle el velo a la educación

Chile / 18 de febrero de 2018 / Autor:  / Fuente: El Dínamo

“No hemos abandonado aún el reino de la selección natural, en el que el cambio genético está por encima del cambio cultural” dice el historiador David Christian ¿Qué quiere decir esto y qué implicancias tiene sobre el sistema educativo? Quiere decir que nuestra biología se transmite naturalmente de generación en generación, mientras que nuestra cultura (ideas, valores, actitudes, ritos, hábitos) no. A consecuencia de esto, la cultura, requiere de un proceso de socialización para que los individuos de una determinada sociedad puedan coexistir, entenderse y respetar el orden establecido.¿Es el sistema educativo entonces la institución llamada cumplir el rol de socialización? En el siglo XX lo fue; en el siglo XXI su hegemonía en este campo ha perdido fuerza. Para entender esta aseveración es preciso primero dar un ejemplo de cómo el sistema educativo cumplió un rol socializador en el siglo XX, y luego esbozar las ideas en torno a por qué ya no lo haría con la misma fuerza en el siglo XXI.

Pues bien, el proceso de socialización tiene que ver finalmente con la construcción de la sociedad en que vivimos, la cual solo puede ser entendida en la medida en que entendemos que ese constructo es lo que creemos cierto, lo que damos por verdadero, lo que asumimos, la forma en la que conocemos, lo que dudamos y lo que no dudamos, lo que desafiamos y lo que acatamos, lo que valoramos de la vida y lo que no valoramos, lo que premiamos y castigamos, lo que creemos justo e injusto. Esto está dado por lo que Kuhn llamara los espirales del conocimiento, que son aquellas premisas epistemológicas (la forma en que conocemos lo que conocemos) que priman en la época en que vivimos.

Durante la Edad Media primó la doctrina teológica, que dio paso al proceso de ilustración, el cual tuvo a la base el desarrollo de la ciencia, la valoración de la duda, la búsqueda de respuestas racionales a los fenómenos, y una visión del conocimiento progresiva, es decir, que la acumulación y desarrollo del conocimiento podía acercarnos cada vez más a la verdad, en donde el cerebro pasa a ser la parte más importante de nuestro ser, ya que es éste el que puede, según la visión positivista de la realidad, aprehender lo que hay fuera de nuestra existencia en un mundo dado. Bajo ese marco de ideas se crean las principales instituciones educacionales y se entra a la era moderna, caracterizada por la revolución industrial que trae consigo la producción en masa de productos, el aumento del consumo, el aumento de la mano de obra, y la necesidad de capacitar dicha mano de obra.

Se trataba de un nuevo orden social, Dios no era suficiente para explicar los fenómenos, el rol de los sacerdotes pasaba a los filósofos y sociólogos, y la escuela pasa a ser el instrumento por medio del cual se sociabilizan estas nuevas ideas, capacitando al hombre moderno para insertarse en una economía real, caracterizada por la producción de bienes y el desarrollo tecnológico de la maquinaria. En paralelo, el Estado seguía creciendo, necesitando más burócratas. En este contexto, por supuesto que las materias que contemplaría la educación serían nociones mínimas de lenguaje, matemática y ciencia, como ejes del currículum nacional, de manera de desarrollar la sociedad en términos industriales (teoría del capital humano). Esto fue lo que se llamó la educación funcionalista.

Lo delicado de la escuela como instrumento socializador es que ésta, históricamente, en razón de las calificaciones obtenidas por los estudiantes, ha definido lo que es correcto y lo que no, lo que es moral y lo que no, los niños y niñas sociales y antisociales. Los marca, así, con una simple nota es capaz de decir “tú no eres bueno para esto”, tienes un problema severo, no encajas, no sirves para nada –para matemática, lenguaje y ciencia, claro-. Decía Weber “la función de la escuela no se limita a definir y delimitar la cultura legítima, sino que la impone como tal, y también crea hábitos de conducta puesto que forma a la juventud”.

Así, entre los hábitos de conducta que marcaron la era moderna y que siguen perdurando hasta la actualidad encontramos: el consumo, la sobrevaloración de la razón por sobre el desarrollo físico, espiritual y emocional, la noción de progreso únicamente en términos económicos (posesión de bienes y servicios) sin tomar en cuenta otros aspectos de la calidad de vida como el tiempo disponible, el aire, la contaminación, la competencia por sobre la colaboración, y la desesperanza de un cambio de sistema –el fin de la historia decían algunos, imagínense hubiesen dicho eso en la edad feudal ¿un sistema de gobernanza sin reyes? estás loco, y aquí estamos.

Pero otros filósofos y científicos tienen otra visión de los fenómenos, no una positivista, sino una constructivista, en donde la realidad no está separada del individuo y no se va a aprehender, sino que es el individuo y los individuos en conjunto los que construyen la realidad. Se entiende entonces que la realidad y la verdad no son conceptos estáticos y que no hay una visión de progreso absolutamente lineal en torno al conocimiento. Estos filósofos comienzan a reflexionar sobre la función del lenguaje en la construcción de realidad –lo que permite desafiar al postivismo y develarlo-, particularmente, en lo que respecta a la labor de la escuela.

En lo que respecta a develar la labor de la escuela, la corriente sociológica corresponde a la Nueva Sociología de la Educación (Young, Mannheim), la cual señala que la capacidad individual y los antecedentes familiares son fundamentales a la hora de explicar el rendimiento escolar. Los alumnos provenientes de clases medias son aquellos que tienen mayor posibilidad de éxito escolar, dado que en su proceso de socialización primaria han desarrollado las capacidades cognitivas, lingüísticas, los valores, actitudes y aspiraciones que concuerdan con la educación formal y el paradigma epistemológico de la época. Se considera entonces que la medición del rendimiento escolar y desempeño académico de los alumnos no es válido.

Bajo este debate, de orden más académico, pero que subyace de manera latente en el inconsciente colectivo de muchos, y que lamentablemente no ha sido desarrollado por la opinión pública ni la clase política es que nos insertamos en el siglo XXI. Un siglo caracterizado por un desarrollo tecnológico ligado a las telecomunicaciones, con un correlato en dos aspectos: la inmediatez y el acceso a la información, y la generación de nuevos contenidos (escritos, visuales, auditivos, audiovisuales). Estos aspectos producen un desacople entre la economía industrializada de la mano del paradigma epistemológico positivista con dos conceptos en particular: creatividad y desafío de la autoridad. Así, en el pasado, era común que los padres dijeran a sus hijos: ¿músico? ¿artista? ¿deportista? Deja de soñar, estudia, obtén un título, entra a una empresa, gana dinero y compra ese tipo de cosas, tú no tienes cabida. Y claro, posiblemente hace un par de décadas la economía permitía eso, efectivamente, los que podían acceder a la universidad y seguían ese camino, tenían garantizado ese futuro. Pero hoy no es así, un título universitario no te asegura absolutamente nada. Y muchos jóvenes comienzan a optar por lo que para ellos es valioso: valoran más su tiempo, aprenden en internet, viajan aunque sea con lo puesto, otros delinquen, otros trafican, otros hacen un poco de todo, otros nada de nada ¿La razón? la escuela ha perdido su rol socializador, no garantiza inserción en la economía, y la economía no tiene suficientemente desarrolladas industrias ligadas a sus intereses. La escuela se ha convertido así en una atrofiadora de creatividad y nuestra economía también. Hacerse cargo de una educación de calidad requiere en primer término construir una economía acorde a los tiempos que corren.

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Quitarle el velo a la educación

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El método Singapur con el que Jeff Bezos está enseñando matemáticas a sus hijos

Singapur / 18 de febrero de 2018 / Autor: Miguel Sola / Fuente: El Confidencial

El fundador de Amazon fue uno de los primeros en hablar del sistema singapurense y desde entonces ha entrado poco a poco en las clases de matemáticas de todo Occidente

Desde el informe PISA hasta el estudio TIMSS, Singapur, la ciudad-Estado de apenas 5,5 millones de habitantes, ocupa habitualmente el primer puesto en los ‘rankings’ que evalúan el desempeño de los estudiantes en matemáticas. Cuenta, por tanto, con uno de los sistemas educativos más admirados y año tras año estas clasificaciones refuerzan la sensación de que los jóvenes occidentales se están quedando atrás con respecto a sus homólogos asiáticos. Como dice Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, cuando Singapur habla, ya sea en conferencias o reuniones de ministros, “todo el mundo escucha”.

Pero ¿qué tiene el sistema singapurense que permite a sus alumnos rendir más que sus pares europeos? La sensación de poder ser eclipsados por sus grandes vecinos se encuentra enraizada en la psique nacional, inspirada tanto desde el miedo como desde el orgullo. Como resumió el año pasado el actual primer ministro, Lee Hsien Loong, “para sobrevivir, hay que ser excepcional”. Esa misma mentalidad ha hecho que desde la década de los ochenta el país haya adoptado un enfoque innovador para enseñar matemáticas elementales. Antes del cambio, sus estudiantes ni siquiera aparecían en las clasificaciones internacionales, y en menos de una década ya optaban a los mejores puestos.

¿Y se puede importar su éxito? Por el momento, algunos países occidentales han empezado no solo a escuchar y envidiar sus fórmulas sino a implementarlas también en clase. De hecho, algunas escuelas de Estados Unidos y Australia ya coquetean con sus métodos y en verano del año pasado Reino Unido anunció que la mitad de los colegios de primaria serán reformados a imagen y semejanza de los del país asiático. Una iniciativa pública que ha sido aclamada desde el Ministerio de Educación como un “renacimiento de las matemáticas”.

Más que aprender a hacer operaciones, el modelo apunta a pensar como un matemático

En total, 43 millones de euros que servirán para formar a profesores y proporcionar nuevos libros de texto para que los centros adopten en el nuevo curso escolar el conocido como ‘método Singapur’, que se utiliza en los mejores colegios de la ciudad-Estado y Shanghái. “Confío en que las medidas que estamos adoptando garanticen que los jóvenes estén debidamente preparados para el trabajo del siglo XXI y que la manida frase de ‘no puedo con las matemáticas‘ quede relegada al pasado”, ha señalado Nick Gibb, ministro de Educación.

Estudiantes a la salida de clase en Singapur. (Reuters)
Estudiantes a la salida de clase en Singapur. (Reuters)

No obstante, antes incluso de la medida inglesa, el primero en subirse al carro y por tanto atraer la atención sobre el método fue Jeff Bezos, fundador de Amazon y recién nombrado hombre más rico del mundo, que decidió que sus hijos aprenderían matemáticas bajo el modelo de Singapur. Lo desveló su esposa, MacKenzie Bezos, en una entrevista en 2013 a la revista ‘Vogue‘. Por su parte, la editorial SM ha sido la empresa que lo ha traído a España.

En qué consiste

“Más que aprender a hacer operaciones, el modelo apunta a pensar como un matemático”, ha dicho Schleicher. Se trata de un método en el que se trabaja en equipo utilizando un enfoque muy visual, con objetos, fotografías y materiales concretos para representar las ideas. Por ejemplo, si están aprendiendo a sumar, pueden dibujar las representaciones de los objetos antes de pasar a las ecuaciones abstractas. Otro elemento clave del estilo singapurense es que el profesor pasea por la clase y, con total autonomía, facilita un debate en el que los alumnos puedan aprenden los principios matemáticos por sí mismos. En vez de dictar la lección desde el atril y asignar los problemas para que los estudiantes los resuelvan individualmente, todo resulta más interactivo.

Confío en que gracias a este método la frase manida de “no puedo con las matemáticas” quede relegada al pasado

Con frecuencia, los maestros plantean preguntas a los alumnos, quienes deben explicar la solución y los porqués a sus compañeros de clase. La idea, por tanto, es centrarse en la resolución de problemas y entender el razonamiento lógico que hay detrás, dejando de lado el proceso de memorización que suele imperar en las clases. Tampoco se divide a los niños según sus habilidades intelectuales. Es más, todos deben alcanzar un nivel básico antes de que la clase pase al siguiente concepto.

Una clase de secundaria en Singapur. (Reuters)
Una clase de secundaria en Singapur. (Reuters)

En una de estas clases piloto, según se recoge en el ‘Financial Times‘, el profesor David O’Connell pregunta a sus estudiantes de seis años: “¿Cómo llamarías a un cuarto que ha sido dividido en tres partes?”. Un niño levanta instintivamente la mano y dice: “Lo llamaría una doceava parte”. Otro disiente: “Creo que es un tercio”. Durante el debate, el profesor interviene con más preguntas y anima a los alumnos a que se desafíen entre sí, pero durante la discusión no interviene para decirles cuál es la respuesta correcta. De esta manera, al final el maestro puede tratar menos temas, unos 13 o 15 al año, pero sí darlos con mayor profundidad.

Contra el estudiante pasivo

Quizás el mayor referente mundial del método sea el doctor en educación matemática Yeap Ban Har, quien señala en el artículo del ‘FT’ que “si el profesor les cuenta todo, los estudiantes se vuelven pasivos y desarrollan una mentalidad en la que aprender matemáticas es algo aburrido. Gracias a este sistema, saben que estudiarlas es también desafiar las ideas de otros o defenderlas si creen que son correctas”.

En Reino Unido, no obstante, la medida tiene sus detractores, ya sea porque consideran que el presupuesto es insuficiente o porque las diferencias culturales son insalvables: “A diferencia de Singapur, en el Reino Unido es socialmente aceptable decir que ‘no puedo hacer matemáticas’, es casi como una insignia de honor”. Por su parte, John Jerrim, investigador en el University College de Londres, contó en la BBC que “hay evidencia de que pueda ser más efectivo que el ‘statu quo’ de algunos países occidentales, como Inglaterra», pero que «los cambios a corto plazo serán relativamente pequeños”. Lo cierto es que el ascenso de Singapur en los ‘rankings’ ha sido meteórico y ahora los países occidentales se están devanando los sesos para alcanzarlos.

Fuente de la Noticia:

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-02-12/metodo-singapur-matematicas-educacion-bezos_1518494/

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Revista: Lo Más Leído. Compartir Palabra Maestra. Colombia / Edición5 – Febrero 2018

Colombia / 18 de febrero de 2018 / Autor: Palabra Maestra / Fuente: Compartir Palabra Maestra

Les presentamos la nueva edición de nuestra revista ‘Lo más leído’. En esta publicación, la primera de 2018, podrá leer temas elementales para maestros, directivos y estudiantes. Por ejemplo, explicamos cuáles son los micos en la historia educativa de Colombia.

Además, nuestro lector encontrará un texto que aborda la importancia del arte en la educación, una entrevista en video con Jaidy Victoria Guisado Bermúdez, docente en Artes plásticas y Kidizz, la aplicación que mejora la relación entre padres e instituciones educativas.

De igual manera, en las páginas de esta edición se podrá leer el artículo ‘Géricault, Delacroix, Picasso: el triángulo de unión entre dos siglos’, un texto de Pablo García Arias que mezcla arte, crítica, historia y pintura, y un texto informativo que explica por qué investigar, innovar y atender las prácticas de enseñanza son la columna vertebral de los procesos de formación docente.

Link para la descarga:

https://compartirpalabramaestra.org/documentos/lo-mas-leido/lo-mas-leido_palabramaestra-edicion5.pdf

Fuente de la Reseña:

https://compartirpalabramaestra.org/publicaciones-e-investigaciones/revista-lo-mas-leido/lo-mas-leido-febrero

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Cuba: Por un modelo alternativo desde las posibilidades de la educación

Cuba / 18 de febrero de 2018 / Autor: Claudia González Corrales / Fuente: ACN

Para lograr un modelo de desarrollo alternativo, sostenible e incluyente es necesario movilizar el potencial humano, científico y tecnológico, y los valores humanistas que se promueven desde la educación superior, afirmó hoy el titular cubano del sector, José Ramón Saborido Loidi.

Durante la ceremonia inaugural del XI Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2018, en el teatro Karl Marx, de esta capital, Saborido Loidi impartió la conferencia La universidad y la agenda 2030 de desarrollo sostenible en el centenario de la Reforma de Córdoba. Visión desde Cuba.

Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministros; Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba; y otras personalidades asisitieron a este actode apertura.

Saborido Loidi destacó que la educación universitaria en la región ha sabido concertar posiciones comunes avanzadas y defenderlas con relativo éxito, pero que aún quedan muchos retos, entre los que se incluye el logro de la educación superior como bien público y social, y un derecho humano y universal.

Mencionó, además, que las casas de altos estudios deben estar más integradas a las sociedades, sectores productivos, territorios y comunidades.

De igual forma, urge profundizar en la formación de profesionales cada vez más competentes; y hacer un mayor y mejor uso de las tecnologías de la información y la comunicación para perfeccionar la enseñanza presencial, semipresencial y a distancia, aseguró Saborido Loidi.

Con respecto a Cuba, señaló que el país cuenta con un sistema maduro de evaluación y acreditación de programas e instituciones, de cuya efectividad depende que hoy cerca del 70 por ciento de las carreras de pregrado y de los programas de maestría y doctorado estén certificados.

Durante la actividad también Omar Herrera Martínez, secretario ejecutivo del Congreso, precisó que a la cita han acudido más de dos mil delegados foráneos, varios invitados y 900 representantes cubanos.
Enfatizó en que la presencia internacional es de unos 60 países, entre los que sobresalen por mayoría representativa de Nicaragua, México, Panamá, Brasil, Ecuador, Angola, Colombia, Estados Unidos, Argentina, Perú, España, Alemania y Francia.

Fuente de la Noticia:

http://www.acn.cu/cuba/32043-por-un-modelo-alternativo-desde-las-posibilidades-de-la-educacion

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Otro sexenio perdido en materia educativa

México / 18 de febrero de 2018 / Autor: Víctor A. Arredondo / Fuente: La Jornada Veracruz

El comunicado del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) #3 de este año ratifica que el desempeño escolar mexicano es alarmantemente bajo y que no sólo no avanza sino que presenta retrocesos

Nuestro país sigue perdiendo terreno ante la creciente desigualdad educativa entre pobres y ricos

Tales resultados deben servir para evaluar el verdadero desempeño de la autoridad educativa y la influencia real del INEE en las políticas y programas de la SEP.

La «Reforma Educativa» de este sexenio dedicó una parte significativa del tiempo disponible a desarrollar, aplicar y reparar los estragos de una estrategia nacional que se centró, primero, en evaluar a los maestros. La percepción social de este esfuerzo, a pesar de las múltiples aclaraciones oficiales, fue que con ello se buscaba descubrir a los «docentes ineptos» para separarlos del salón de clases y, eso sí, acabar con la injerencia sindical en cuestiones que no son objeto de su naturaleza y misión gremial. El valor diagnóstico de la evaluación para promover integralmente la calidad quedó en un segundo plano y evidenció la parcialidad de una estrategia inicial que no puso el mismo énfasis en la ponderación de otros componentes esenciales del sistema educativo: la infraestructura escolar, los planes y contenidos educativos, las condiciones y perfiles del alumnado, el entorno económico, social y cultural de los planteles, las discrepancias en el acceso a recursos de aprendizaje, la administración escolar, las políticas educativas y de financiamiento, etcétera. Si bien algunos de estos temas de evaluación fueron retomados posteriormente por el INEE y la propia SEP, no quedó claro cómo los resultados de tales evaluaciones influyeron directamente en las acciones compensatorias y de promoción de la calidad de la autoridad educativa. Y esta interrogante es fundamental. Se pueden generar cientos de estadísticas sobre desempeño escolar e, incluso, documentos conceptuales sólidos sobre los fines, objetivos y prácticas de la educación nacional; pero si todo ello no trasciende en las aulas, ese cuantioso esfuerzo no es rentable socialmente.

La política y el financiamiento educativo y los programas y acciones de remedio y promoción en el ámbito federal, estatal y local, deben ser consecuencia del diagnóstico y de sus respectivas metas. De nada sirven los dictámenes y recomendaciones del médico sobre nuestra salud si no se acompañan de las correspondientes medidas de prevención y terapia. Y el problema nodal –es un auténtico nudo gordiano– de nuestro sistema educativo es que contamos con decenas de años de diagnóstico y formulación de recetas que no se han reflejado en el actuar real. Y las razones de este hecho son múltiples. Unas se deben a cuestiones de personalidad y capacidad: el gran ego de muchas autoridades educativas que se consideran autosuficientes y capaces sin alguna evidencia firme; su actitud del «borrón y cuenta nueva» que desestima lo hecho anteriormente por otros; los intereses ocultos que se sobreponen a la labor educativa trascendente; lo inadecuado del perfil e inexperiencia de numerosos responsables de la gestión educativa; su insuficiente liderazgo y mística para la convocatoria social; su falta de entrega por las causas nobles; la simulación generalizada en sectores de la burocracia educativa –»ley del menor esfuerzo»–; y la sensación de abandono y menosprecio que tienen los trabajadores de la educación por parte de la autoridad educativa. Otras razones se refieren a cuestiones técnico-políticas: no ha habido al interior de la SEP y de las oficinas educativas estatales una evaluación sólida de su propia estructura, funciones, resultados e impacto real en la calidad de la educación. Prevalecen oficinas y programas que han sido el resultado acumulado de las ocurrencias de la autoridad en turno; existe duplicidad –y a veces conflicto– en sus funciones; operan con independencia de la política, prioridades y metas educativas nacionales; y todo ello, ha impedido la necesaria sintonía y alineación integradora del quehacer técnico-administrativo-financiero del sector para acrecentar radicalmente la calidad y equidad educativa en el país. «No, los maestros y maestras no son los culpables de la debacle en la educación».

La inexperiencia de la autoridad educativa federal fue la que ocasionó que, hasta los dos último años de la actual administración federal, la SEP pretendiera hacer de manera apresurada, lo que debió haber hecho desde el primer año: atender los diagnósticos anteriores y emprender cuanto antes una verdadera campaña nacional de actualización profesional, promoción de nuevos enfoques y métodos de aprendizaje en el aula, aplicación generalizada de recursos didácticos de gran impacto, modernización de la infraestructura y gestión escolar, conectividad de internet en todas las escuelas del país, mayor participación social y rendición de cuentas en la educación –en especial, por parte de los directivos–. En cambio, con una actitud autocomplaciente se dedicaron a desarrollar en sus propias oficinas burocráticas soluciones que debieron haber estado en manos de expertos comprobados. La soberbia y los intereses mezquinos es lo que impidió que funcionarios de la SEP analizaran y aprovecharan las experiencias de sistemas estatales exitosos en la mejora del desempeño escolar –el INEE reconoce lo logrado recientemente por Sonora, Zacatecas, Tabasco y Tamaulipas, como en su momento la OCDE y la prueba ENLACE resaltaron el caso de Veracruz–. Lo mismo ha sucedido con aquellas organizaciones e instituciones que cuentan con evidencias contundentes sobre su aporte a la calidad educativa nacional: fueron hechas a un lado para recurrir a lo que ahora se observa como un monopolio de servicios a la educación pública: el Tecnológico de Monterrey. Es tiempo de evaluar cuál es el valor agregado real que se ha obtenido como resultado de las cuantiosas contrataciones que le asignó la Subsecretaría de Educación Media Superior.

Otra tarea pendiente es la de asegurar una relación estratégica funcional entre los resultados y recomendaciones que produce el INEE y la toma de decisiones en la SEP. Son dos realidades paralelas, porque el INEE no influye como debiera en las decisiones administrativas y financieras del sector educativo. Sabemos que su autonomía, naturaleza y misión la convierten en un ente no ejecutivo de programas de intervención educativa. Pero si la sociedad mexicana está invirtiendo en un tanque pensante de esa dimensión, lo menos que se debe hacer es evaluar en qué medida el sector educativo oficial está tomando en cuenta sus directrices. Resulta imprescindible establecer mecanismos funcionales para traducir sus recomendaciones en políticas, programas y formas de financiar la educación. De no ser así, su impacto en la calidad será totalmente marginal.

Fuente del Artículo:

http://www.jornadaveracruz.com.mx/Post.aspx?id=180129_080455_637

Fuente de la Imagen:

http://elmaestrocompentente.blogspot.mx/2015/04/la-guerra-perdida-de-la-educacion-en.html

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«Es muy difícil sostener siquiera que España tenga un sistema educativo»: Gregorio Luri

España / 18 de febrero de 2018 / Autor: N. Elia / Fuente: Navarra El Diario Norte

  • El filósofo y pedagogo Gregorio Luri, asesor de los gobiernos de México y Uruguay en cuestiones de educación pública, apunta que «los padres no tienen acceso a la información sobre la calidad objetiva de los centros»
  • «Esta moda de defender que los conocimientos ya no son necesarios está perjudicando especialmente a los niños más desfavorecidos», sostiene
  • «El primer derecho de los hijos es tener unos padres tranquilos», apunta Luri

Gregorio Luri, (Azagra, 1955) es filósofo, educador, pedagogo e historiador. Ha asesorado a los gobiernos de México y Uruguay en cuestiones de educación pública. Cuenta en su haber con los premios Juan Gil Albert de ensayo y ‘Mejora tu Escuela Pública’en la edición de 2017. Es el autor de dos docenas de libros, entre ellos ‘La escuela contra el mundo’, ‘Por una educación republicana’, o ‘El cielo prometido. Una mujer al servicio de Stalin’. Invitado por la asociación CoCiudadana, acaba de explicar en Pamplona su visión sobre los principales retos que debe afrontar la educación en España. Sus afirmaciones y reflexiones no dejan indiferente a nadie.

¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta la educación?

Ojalá hubiera sólo un reto, las cosas serían realmente sencillas. Pero es que el reto más importante que tiene la educación es, precisamente, definirse a sí misma de forma integral. ¿Cuál es el papel de la escuela en una sociedad que
nos está envolviendo continuamente con información?

¿La definición de la escuela actual ya no vale?

Estamos continuamente bombardeados por información, pero no es conocimiento. Para elaborar toda esa información y transformarla en conocimiento es necesario un proceso personal. Además, el reto específico y concreto es lo que los anglosajones llaman el STEM, acrónimo inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. El reto básico de la escuela hoy es definir un humanismo STEM

¿Puede explicarlo?

Para empezar, yo diría que la alfabetización hoy no es sólo aprender a leer y a escribir en tu lengua materna. La alfabetización hoy supone el reto de alfabetizarte en las tres lenguas fundamentales, y no estoy pensando en francés, inglés o alemán, sino que estoy pensando en el lenguaje natural, el lenguaje de las matemáticas y el lenguaje musical.

¿El lenguaje de las matemáticas?

Efectivamente. Las matemáticas son un lenguaje, y si no lo hablas, no ves una parte de la realidad que constituye tu mundo. Muchos aspectos de la realidad necesitan ser vistos con ojos matemáticos para poder comprenderlos.

¿Los retos no pasan entonces por alcanzar un consenso político que permita estabilidad al sistema educativo?

Eso… La política siempre va por detrás de la realidad educativa. Con los datos en la mano, es muy difícil sostener siquiera que España tenga un sistema educativo.

¿Por qué?

Porque si analizas solamente los datos educativos de La Rioja, Castilla León y Navarra, por ejemplo, podríamos decir que hemos tenido un sistema educativo fabuloso, a la altura de Finlandia. En Soria tienen unos resultados escolares superiores a Finlandia. Por tanto, si cogiéramos estos resultados de estas tres regiones, podríamos concluir que hemos tenido unas leyes educativas fabulosas. Ahora bien, si cogiésemos Canarias, Andalucía y Extremadura, por ejemplo, la conclusión sería que hemos tenido unas leyes educativas horrorosas. ¿Cuál es la conclusión? Los que lo han hecho bien, han seguido haciéndolo bien a pesar de las leyes. Y los que lo han hecho mal, han seguido haciéndolo mal incluso con la intervención de las leyes. El papel real de la legislación educativa en lo que un profesor hace cuando entra en su clase es más bien reducido. Otra cosa es que los políticos crean que es necesario llegar a consensos y hacer leyes y todo eso. También es necesario que los políticos crean en sus propios juegos.

Su visión sobre la educación resulta preocupante… ¿Qué pueden esperar los padres actuales del sistema educativo en el que crecen sus hijos?

Pueden esperar un complemento de la educación familiar. Yo he pasado mucho tiempo analizando el número de palabras que escucha por hora un niño de diferentes medios culturales. En un nivel de familias, por llamarlo así, culturalmente sofisticadas, un niño escucha una media de 2.600 palabras por hora. Los niños de familias culturalmente pobres, escuchan alrededor de 600 palabras por hora. Es decir, 2.000 palabras por hora de diferencia. Si ahora multiplicas esas 2.000 palabras por las horas del día, por las horas de la semana y por las horas del año, descubres la barbaridad de palabras distintas que ha oído un niño de un ámbito y de otro cuando llega a los tres años de edad. Con esa diferencia llegan a tercero de primaria, que para mí es el curso esencial y crítico de la escolarización.

¿Por qué?

Porque en ese curso los niños pasan una auténtica revolución intelectual: pasan de aprender a leer a aprender leyendo.

Y llegan a esa revolución con un bagaje determinado de palabras aprendidas.

Eso es. La competencia lingüística con la que llegan al aprendizaje a través de la lectura marca trayectorias muy distintas. Eso no quiere decir que no haya escuelas que no sean capaces de compensar esas diferencias.

¿Y cómo pueden elegir unos padres ese tipo de escuelas?

Tienen un problema muy grave. Los padres no tienen acceso a la información sobre la calidad objetiva de los centros escolares. Eso es así. Es más fácil para una familia obtener información objetiva sobre un restaurante, un taller mecánico o una tintorería, que sobre la escuela de sus hijos. En los últimos años, las familias culturalmente sofisticadas están dedicando cada vez más tiempo a la educación de sus hijos. Con lo cual, esa brecha se está ampliando de forma exponencial. Y a eso podemos añadir aún otro elemento que la hace mayor.

¿Y es?

Los deberes escolares. En España hay un discurso generalizado en contra de los deberes escolares, aunque, en la práctica, nueve de cada diez niños hace actividades extraescolares.

Pero no es lo mismo los deberes que las actividades fuera de la escuela.

Me da lo mismo. Llámalo como quieras. En cualquier caso es formación complementaria más allá de la escuela. Y en esa formación complementaria, tres de cada cuatro niños hacen más de dos actividades extra. Y añadiré que las matemáticas y la robótica cada vez son más demandadas. Eso quiere decir que, en la trayectoria educativa del niño, el papel de la escuela se está, objetivamente, reduciendo. Por eso es preciso redefinirlo.

¿Qué opina de las corrientes de educación alternativa tan de moda?

Vamos a ver, por dejarlo claro, yo soy un gran defensor de la escuela tradicional. Porque creo que, precisamente para enfrentarse a lo nuevo, es básica la adquisición firme de una base. Lo que los americanos llaman ‘back to the basic’, la vuelta a lo básico. Podríamos decir que ahora hay dos tendencias. Una que dice: para enfrentarte a un mundo cambiante los conocimientos ya no tienen importancia. Lo que hace falta es desarrollar procesos, metodologías y no sé cuántas cosas. La otra tendencia, que yo suscribo, dice que para enfrentarte a un mundo cambiante hace falta una buenísima base lingüística, matemática y artística. Y esa base requiere de conocimientos. Porque no se puede ser creativo sin conocimientos. Ser creativo significa que te enfrentas a un problema antiguo y obtienes una solución nueva. Para poder tener un pensamiento crítico con fundamento en gastronomía, por ejemplo, tengo que tener previamente conocimientos gastronómicos. Esta moda de defender que los conocimientos ya no son necesarios está perjudicando especialmente a los niños más desfavorecidos. De la misma manera, creo que la disciplina escolar es un elemento esencial de la calidad de la enseñanza.

El papel real de la legislación educativa en lo que un profesor hace cuando entra en su clase es más bien reducido.

Así llegamos al humanismo STEM

Estoy convencido de que es el reto del siglo XXI.

Pero no puede negar que es un concepto que suena conservador.

Es que una persona conservadora no es quien conserva bajo llave el pasado, sino el que sabe de dónde viene. Lo importante es la transmisión, no la conservación. Conociendo bien la jota navarra, puedes plantearte qué innovaciones introduces en la jota navarra. El concepto del humanismo STEM no es tan raro teniendo en cuenta que los grandes humanistas eran todos grandes científicos y matemáticos. Lo que ocurre es que ahora estamos acostumbrados a la división forzosa entre letras y ciencias, que es un verdadero lastre para la educación. Lo necesario es adquirir una formación humanista, no exclusiva de nadie.

¿Por qué alguien de letras tiene que ser un ignorante de las matemáticas?

Eso es un minusválido cultural. De la misma manera que a los niños, siempre, estamos reforzándoles el lenguaje cultural, tenemos que reforzarles también el lenguaje matemático. No tenemos que tener miedo a hablar a los niños de números y de lógica matemática.

Es difícil romper ese miedo.

Todo lo grande es difícil, pero es noble.

En su último libro hace un elogio de las familias sensatamente imperfectas. Dice que no hay que tener miedo a hablar a los hijos en lenguaje matemático. ¿Cómo superan los padres el miedo a fracasar en ese intento?

El fracaso forma parte de la vida humana y, gracias a Dios, no podemos pretender tener éxito al 100%. Nuestros hijos tienen su ámbito de independencia y, además de nosotros, sobre nuestros hijos van a influir otra larga serie de factores, como sus relaciones, sus amigos, etc. Lo que, humanamente, los padres pueden hacer es, en mi opinión, entender que lo importante de ese intento en influir en sus hijos no reside en lo que digan, sino en lo que hagan.

Predicar con el ejemplo.

Exacto. El órgano educativo de los niños no es el oído, sino el ojo. No depende de lo que les digamos, sino de lo que nos vean hacer. A la hora de la verdad, a lo que deberíamos aspirar es a que, el día que nuestros hijos se vayan de casa, podamos decir: “hombre, pues no parece que les haya dado un mal ejemplo de qué es ser una buena persona”. Por eso digo que el principal deber de los padres es quererse.

¿Entre ellos?

¡Claro! ¿Cómo vamos a enseñar, si no, a nuestros hijos a querer? De todo lo que se pueda hablar de la educación de un hijo, ¿hay algo más importante que aprender que hay alguien por ahí, fuera de tu familia, que te puede querer Incondicionalmente, quererte con todos tus defectos, para compartir tu vida. Yo creo firmemente, y cada vez más, que el deber fundamental de los padres es quererse, manifestando claramente que el otro no es perfecto, pero le quieres a pesar de sus imperfecciones. Esto es lo verdaderamente relevante.

Creo que ahora la preocupación de los padres, más que quererse entre ellos, es la de prestar la suficiente atención a sus hijos para compensar el tiempo que pasan sin ellos por razones laborales, por ejemplo.

Pero debería ser exactamente al revés. Mis padres estaban mucho menos por mí de lo que yo he estado por mis hijos. Y cuando observo a mis hijos, están mucho más por los suyos que lo que yo he estado por ellos. Creo que existe cierta neurosis en los padres que está anulando la autonomía personal de los hijos. ¿Qué ámbito de libertad le queda hoy a los niños? ¡Pero si no pasan ningún momento sin que haya un adulto supervisándolos! Y, precisamente porque han desaparecido los ámbitos de libertad de los niños, están creciendo las ludotecas. Juegos dirigidos y orientados, reglados y supervisados. Esa necesidad de asumir personalmente la educación de los hijos está creando cierta neurosis en la paternidad moderna.

¿Los padres se responsabilizan en exceso?

Las cosas no ocurren porque sí. Junto a ese elemento de desaparición de los ámbitos de libertad del niño, hay otros elementos como la incertidumbre sobre el futuro que contribuyen a esa neurosis. En ‘El Camino’ de Delibes hay un pasaje que me sirve para explicar esto. Son tres amigos y uno se marcha a estudiar. Los otros dos le preguntan qué es estudiar y él responde que su padre dice que estudiar es progresar. ¿Y qué es progresar?, le pregunta. Progresar es trabajar menos que mi padre y ganar más que él, responde el niño. Eso era lo que creíamos a pies juntillas hace cuarenta años. Pero ahora, nadie lo cree. Nadie puede mirar directamente a los ojos a su hijo y decirle que, con toda seguridad, va a vivir mejor que sus padres. Ese elemento de incertidumbre social explica un poco esa tensión neurótica de la educación de los padres hacia los hijos.

En este contexto, ¿un consejo para los padres?

Sí, que se relajen. El primer derecho de los hijos es tener unos padres tranquilos.

Fuente de la Entrevista:

http://www.eldiario.es/norte/navarra/educacion-desigualdad-sistema_educativo-STEM_0_739126433.html

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