Educar con el corazón por delante

Por: tlachinollan

A pesar de la bruma por la quema de los Tlacololes, se distinguen los cerros más altos que aguardan a la pequeña comunidad na savi de que sus pobladores nombraron como Yuu Timi, que significa Piedra del Búho por la piedra que se encuentra en la loma de la comunidad que tiene rasgos de esta ave nocturna considerada de mal agüero. Después de cruzar la cabecera municipal de Metlatónoc, el quebrado camino que lleva a la comunidad de Llano de la Rana, se encuentra esta comunidad donde habitan 150 personas. La mayoría de padres de familia siembran maíz, sin embargo, sus cosechas son raquíticas por el deslave de sus tierras y las pequeñas superficies que poseen. Varias familias se van en la temporada de secas al corte de jitomate en el estado de Sinaloa.

Yuu Timi forma parte de las 74 comunidades mayoritariamente na savi, que se ubican en extrema pobreza. Todas sus viviendas son de adobe, con techos de lámina de cartón y lámina galvanizada, sus pisos son de tierra y la vivienda es de una sola pieza. Las madres de familia no dominan el español y los mismos niños y niñas se comunican sólo en su lengua materna. Son de las pocas comunidades afortunadas que cuentan con un tanque de agua cerca de la Piedra del Búho y cada familia compra su manguera para llevarla a su vivienda.

En plena pandemia llegó la maestra Saby Francisco David, después de trabajar en la comunidad de Dos Ríos. De inmediato se presentó con el comisario y los principales de la comunidad para informarles que había sido nombrada atender a los niños de los seis grados de primaria. Lo primero que le informaron a la maestra es que no contaban con un salón de clases, le propusieron la comisaría para que atendiera a 29 niños y niñas que se encontraban inscrito en esta escuela multigrado, luego de dos semanas de dar clases en la comisaría  la maestra les planteó a los padres de familia que pudieran hacer el esfuerzo de construir una enramada para que los niños contarán con un espacio que les permitiera interactuar con ellos. Fue sorprendente la respuesta de las autoridades y padres de familia. En una asamblea determinaron que el terreno que se encontraba en la entrada de la comunidad se destinara para construir una aula. Comisionaron al comité de padres de familia que investigara cuánto cobraría una máquina para que emparejara el terreno y trazara una calle que comunicara al camino principal que lleva a Llano de la Rana. Lograron juntar 27 mil 900 pesos con la cooperación de los padres de familia. Con ese recurso compraron tablas, troncos y láminas. El dinero para la renta de la máquina lo dieron los jóvenes que se encuentran trabajando en Estados Unidos.

 Fue increíble  la forma en cómo se organizaron. Después de que la máquina dejó listo el terreno, los hombres se encargaron de hacer la sepa para poner un pequeño cimiento con piedra y cemento, al mismo tiempo varios señores y jóvenes se encargaron de cepillar las tablas para clavarlas y asegurarlas para que el viento no las vuele. Armaron el techo con algunos polines y colocaron las láminas galvanizadas. Fue una larga jornada que al final del día dejó contentos a todos los padres y madres porque lograron construir el aula para sus hijos. La maestra quedó muy motivada y les pidió a las madres que le ayudarán a coser la tela que ella misma compró para izar su bandera. Demostró que también tiene habilidades para dibujar y ella se encargó de darle forma al escudo nacional. Al tercer día se organizaron para inaugurar formalmente la primera aula de su escuela primaria que lleva el nombre de Lucio Cabañas Barrientos. Ellos mismos decidieron honrar al maestro que se fue a las montañas a pelear por tantas injusticias, pensando en la educación de los niños. En estos rincones de la Montaña está viva la memoria del maestro Lucio que algunos de sus paisanos se unieron a su casa por la justicia social.

El trabajo continuó al interior del salón, consiguieron un pizarrón de medio uso y con los pedazos de madera que sobraron armaron las butacas para sus hijos. El salón está tapizado de láminas y dibujos elaborados por las mismas niñas y niños. Sus papás han hecho el esfuerzo para comprarle sus útiles escolares y al mismo tiempo la maestra Saby en varias ocasiones tuvo que sacrificar parte de su quincena para la compra de material didáctico. Con este nuevo espacio se ha creado un ambiente propicio para la enseñanza y aprendizaje de estos 29 niños. La maestra se las ha ingeniado para enseñar en un solo pizarrón a los niños de diferentes grados, les pone los ejercicios y previamente les explica lo que van a realizar, tiene la capacidad de incentivar el aprendizaje a pesar de tantas precariedades. Lo más satisfactorio es que las niñas y niños son muy creativos y cooperativos.

Abandonados a su suerte los padres de familia y el mismo comisario municipal han tenido que animar a la gente para tomar en sus manos la construcción de sus aulas. De nada les ha servido las vueltas que han dado a Metlatónoc para hablar con el presidente municipal. Es imposible que los reciba porque se dedica a viajar a Tlapa y Chilpancingo, no tiene tiempo para atender a la gente de sus comunidades. Los funcionarios han aprendido las malas costumbres de sus jefes políticos. Son déspotas y nunca dan una respuesta favorable para atender las necesidades de la población.

Han solicitado la construcción de un aula en tres ocasiones pero nadie les da respuesta por escrito ni verbalmente, también han pedido butacas pero ni para eso hay fondos por parte del ayuntamiento. Se quedan con la promesa incumplida de que por lo menos una obra al año se construirá en cada comunidad del municipio. Todo es una falacia porque cada año que concluye la gente se cansa de esperar para el inicio de una obra que en la reunión de Coplademun apareció programada.

Metlatónoc lleva más de dos décadas sumergido en la pobreza extrema, lo que ha pasado durante estos años es que se ha multiplicado los grupos políticos que disputan la presidencia municipal y se han especializado en comprar los votos con el apoyo de líderes locales. Las disputas por la presidencia se han dirimido con armas de fuego provocando una mayor división política entre las mismas comunidades y la cabecera municipal. Esta situación ha profundizado el abandono por parte de las autoridades municipales y utilizado los recursos públicos para destinarlos a negocios privados. Las obras que realizan son de mala calidad y no resuelven los grandes problemas relacionados con la educación, la salud, vivienda, servicios de agua potable, drenaje, luz eléctrica y caminos.

El periodo pasado el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, destinó 21 millones para el mejoramiento de caminos, los pobladores nunca supieron cuáles fueron los tramos que se trabajaron con el dinero que donó la presidencia de la república, esto mismo pasó con el municipio de Cochoapa el Grande.

Un resultado favorable de este trabajo realizado tanto por los padres de familia y la maestra Saby, fue el incremento de la matrícula escolar para el ciclo escolar del 2022. En ese periodo se inscribieron 42 niños que requerían la presencia de otro docente que pudiera atender a los niños de los primeros tres grados. La comunidad nuevamente se organizó y en el receso de verano se cooperaron nuevamente juntaron 30 mil pesos para comprar la madera, polines y láminas para la construcción de un nuevo salón de clases, también pidieron el apoyo de los familiares que se encuentran en Estados Unidos. Con la experiencia que han adquirido construyeron el segundo salón y se dedicaron a gestionar ante las autoridades de la Delegación Regional de los Servicios Educativos de la Región Montaña Alta una nueva maestra para su comunidad. La suerte les favoreció y lograron que se incorporara una nueva maestra, actualmente los niños de primero a tercer año reciben clases en un salón y los de cuarto a sexto grado han podido contar con un espacio más desahogado para sus actividades propia de cada grupo y brindar una mejor atención a los estudiantes que cursan el sexto grado.

Para la comunidad fue muy satisfactorio que culminaran el sexto grado cuatro estudiantes que actualmente estudian la secundaria en Metlatónoc. Es muy grande la motivación que tienen porque quieren que sus hijos e hijas estudien, no sólo la primaria sino que puedan ir a la universidad en Tlapa o en Chilpancingo. El sufrimiento secular que han padecido los mueve a luchar, sobre todo, a sacrificarse para que sus hijos e hijas ya no tengan que sobrevivir como jornaleros agrícolas. Han entendido que el estudio es el mejor camino para reducir la brecha de la desigualdad y romper las cadenas de la exploración y la discriminación.

En la Montaña de Guerrero decenas de comunidades se han movilizado para exigir a la secretaría de educación la adscripción de más maestros a sus escuelas, sin embargo,  las autoridades educativas han argumentado que no hay personal docente para cubrir estas plazas. Tampoco hay recursos para construir aulas, sobre todo, en las comunidades más rezagadas. Lo más grave es que las autoridades municipales y estatales han ignorado estas demandas al grado que dejan que las protestas se prolonguen como ha sucedido con los bloqueos carreteros que frecuentemente suceden ante la falta de una interacción apropiada que dé cauce a las demandas más sentidas de la población. El gran malestar de la gente es el cinismo de las autoridades  que dilapidan recursos sólo para exhibirse  apadrinando corridas de toros y organizando bailes para congraciarse con la gente que se vuelve cómplice de estas actuaciones ostentosas que agravian a la población más pobre.

La transformación de estas condiciones de pobreza extrema la libran diariamente la gente pobre que siembra en sus terrenos agrestes para mal comer durante algunos meses. Con muchos sacrificios juntan dinero que ganan como jornaleros agrícolas para construir aulas de madera para sus hijos. Las autoridades municipales y estatales siguen estando lejos de estas comunidades. No escuchan la voz de la gente que sufre, trivializan su lucha y dejan que los niños y niñas se hundan en el fango del analfabetismo y la desnutrición.

Gracias a que hay maestras como Saby y ahora Estela, que saben educar con el corazón por delante, hay niños y niñas en la Montaña que han encontrado en el estudio el camino más seguro para dar la batalla contra la pobreza y el abandono secular.

Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

Fuente de la información e imagen:  https://www.tlachinollan.org

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El decálogo de los pediatras de EE UU para educar sin azotes ni humillaciones

América del norte/Estados Unidos/15 Noviembre 2018/Fuente: El país

Los expertos alertan sobre los efectos del castigo físico y promueven la disciplina positiva que favorece el desarrollo saludable de los menores

Los pediatras de Estados Unidos quieren acabar con los azotes como método correctivo en las casas. Así lo han decidido en la última actualización del protocolo de actuación, la primera que hacen en dos décadas y que presentaron el pasado 5 de noviembre con el título: Disciplina efectiva para criar niños sanos.Para estos expertos, y para la evidencia científica, está demostrado que los azotes, bofetadas, gritos y humillaciones hacen que los niños sean más agresivos; vean afectada su capacidad cognitiva y su autoestima, además de otros efectos.

Para evitar este tipo de conductas los pediatras sugieren que a la hora de educar los padres apliquen lo que definen como disciplina positiva, que ayuda al niño a modificar su comportamiento y su tolerancia a la frustración, permitiéndole, además, un desarrollo saludable. Un método que explican en 10 pasos:

1. Imitación. Enseñar a los niños la diferencia entre el bien y el mal siendo un ejemplo puede hacer ver al pequeño las consecuencias de su comportamiento.

2. Poner límites a la hora de poner normas a los niños, los padres deben ser claros y realistas para que estos sean capaces de seguirlas. El lenguaje es fundamental. Hay que adaptarlo a cada edad para así asegurarnos que comprenden las tareas.

3. Explicar las consecuencias de las conductas, de forma calmada y firme hay que ser capaces de explicar a los niños las consecuencias de sus actos. Por ejemplo: “Si no recoges los muñecos ahora, no podrás jugar con ellos después. Los padres deben ser firmes y no cambiar de parecer a los pocos minutos. Y añaden: “Nunca debes chantajear a tu pequeño con algo que realmente necesite, como comida”.

4. Escucha a tu hijo. Escuchar es fundamental. Espera que tu hijo termine de explicarte lo que le ocurre antes de ayudarle. Si el comportamiento se repite, intenta razonar con él antes de decirle cuáles serán las consecuencias de su comportamiento.

5. Prestar atención. La herramienta más poderosa para educar es prestar atención, ya que “refuerza los comportamientos positivos frente a los negativos”.

6. Fortalecer sus comportamientos positivos. Los padres deben evitar fijarse exclusivamente en lo negativo.

7. Ignorar un mal comportamiento. Puede ser una buena opción algunas veces, ya que puede otorgar al niño cierta autonomía para ser el mismo el que descubra las consecuencias de su mal comportamiento.

8. Hay que estar preparado para el enfrentamiento. Cuando somos conscientes de lo que hace que nuestros hijos se comporten mal, nos hace ser previsores y reaccionar de una manera más calmada y firme.

9. Reconducir el mal comportamiento, ya que muchas veces nuestros hijos se portan mal porque están aburridos, cansados o no lo saben hacer mejor. Intenta buscar otra actividad que el niño domine o con la que se lo pase bien.

10. Tiempo fuera. A pesar de la controversia que produce el tiempo fuera entre ciertos sectores educativos, los pediatras de EE UU lo recomiendan cuando alguna norma estipulada por la familia se rompe. Aunque aconsejan avisar al niño antes de aplicarla. Según estos expertos, la duración debe ser de un minuto por año del niño. Por lo que si el pequeño tiene tres años, serían tres minutos. Según explican, también se puede intentar hacer que lo gestione el pequeño: “Vete al cuarto y cuando te encuentres mejor y más calmado, vuelve”.

Además de seguir estas pautas, los pediatras coinciden en que los padres deben ser conscientes de que no es lo mismo hablar con un bebé que con un adolescente y que “tienen que adaptar su lenguaje y normas a la edad de sus hijos”.

Según explican, con los niños de 0 a 3 funciona mejor el ejemplo, ya que aprenden por imitación y el lenguaje positivo; mientras que con más de tres, “lo mejor es reforzar lo bueno e ignorar lo malo”. Para los mayores de seis años, los pediatras dicen que “cuando hagan algo mal, hablemos con ellos de las opciones buenas y malas que tienen ante esa situación problemática”. En cambio, con los adolescentes aconsejan “que se ponga en una balanza lo que esperamos de ellos y lo que son capaces de hacer y se actúe en consecuencia y de forma realista”.

En resumen, para educar sin azotes ni gritos ni humillaciones hay tres vertientes fundamentales: la escucha activa, que permite que tanto el niño como nosotros comprendamos por qué sucede el mal comportamiento; la empatía, para ser capaces de ponernos en el sitio del otro y el respeto, para huir de cualquier vejación y así promover el desarrollo saludable del menor y fomentar las relaciones familiares sanas.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/11/12/mamas_papas/1542024641_886153.html

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César Bona: “Educar es un acto de amor”

19 Febrero 2017/Fuente: diariojaen/Autor: DIANA SÁNCHEZ PERABÁ

El profesor César Bona llena el Aula Magna para reflexionar sobre educación y sociedad

Sentado en las escaleras del Aula Magna, junto a dos niños y una niña, y ante un foro que llenó el auditorio al completo, el profesor César Bona comenzó su conferencia “Mira a tu alrededor”. Al mismo nivel que los pequeños, el maestro les “arrancó” algunas confesiones sobre sus colegios y lo que les gusta hacer en su tiempo libre.

Era la segunda vez que Bona visitaba la Universidad jiennense y su público, principalmente aprendices de maestro, le escuchó con gran entusiasmo. “Estamos deseando formarnos”, comprobó el ponente, quien advirtió que, durante su intervención, no diría “nada extraordinario”. “Os invitaré a reflexionar”, indicó. De ahí que justificara el título de la conferencia. “Tenemos que mirar alrededor para mejorar. Normalmente, esperamos que el cambio llegue de fuera, pero tiene que ser desde uno mismo”, afirmó el pedagogo, quien abogó por concebir la escuela y la sociedad como dos partes “indivisibles”. Bona ambientó el Aula Magna con el sonido de un timbre para “comenzar la conferencia oficialmente”. Luego proyectó imágenes de escolares con una canción de amor. “Educar es un acto de amor”, dijo.

Entre sus reflexiones, el ponente recordó que el talento de cualquier maestro es descubrir el talento de los niños. Asimismo, subrayó la importancia del modelo en que pueden llegar a convertirse los docentes ante su alumnado. “Queremos que los pequeños sean educados, respetuosos, que acudan a clase con ilusión, pero no se lo podemos pedir si nosotros como profesores no lo somos”, aseveró. En este sentido, insistió en la educación en valores —“tendría que ser una redundancia”, apuntó— y en el respeto. “Cada gesto que haces influirá en los de alrededor, por eso haz que influya en los niños de manera positiva”, manifestó.

Ante el enfrentamiento que puede existir entre la escuela tradicional y la de la innovación, Bona se mostró en contra de tal dicotomía. “Mis grandes maestros son de la escuela tradicional. En todos los ámbitos hay cambios. Se trata de rescatar lo que se hacía bien y mejorarlo en beneficio de los niños”.

Asimismo, el maestro contó sus experiencias en diferentes centros educativos de España y los variados proyectos puestos en marcha. Niños, como el gallego Lucas, de 8 años, que elaboró un monográfico sobre el alzhéimer porque su abuelo murió de esta enfermedad; iniciativas para integrar a alumnado de múltiples nacionalidades, o la creación de un “bibliopatio” fueron algunos de los ejemplos.

Fuente: http://www.diariojaen.es/jaen/educar-es-un-acto-de-amor-DL2580713

Fuente de la imagen:  http://www.diariojaen.es/documents/10157/0/758×430/44c0/670d430/none/10717/NOLK/image_content_12624333_20170214113116.jpg

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Mi Primera Escuela

América del Sur/Venezuela/Agosto del 2016/ Nelly Blanco Uzcanga

 

Por: Nelly Josefina Blanco Uzcanga

Por los años ochenta, como estudiante del Liceo: Julio Morales Lara en el Limón, Maracay, Edo. Aragua, siempre me vi relacionada o mejor involucrada  con el centro de estudiantes dentro del plantel , donde pudiese alzar mi voz, así que colocaba pancartas, andaba siempre en grupos, defendiendo los derechos estudiantiles, y cuando no estaba en eso, me veían en la cancha jugando Basketball la única chica entre los varones allí , además era la dueña del balón, púes a jugar.

Mi padre fue un militante del Partido Acción Democrática, luchador social, defensor de los derechos de los trabajadores, líder de los movimientos sindicales de los trabajadores en el Estado Aragua.

Comenzó a trabajar desde los catorce  años cargando sacos de sal, luego se formó como fiscal de tránsito más tarde fue trabajador del Ministerio de Obras Públicas, para entonces ya tenía conformada una familia con mi madre e hermanos.

Desde que tengo memoria, en la casa siempre allá en la Julia, Vía Turmero . Municipio Mariño donde  crecí, hasta los ocho años. Escuchaba a mi papá (Rafael Enrique Blanco Bolívar) hablar con las personas que llegaban a la casa sobre: los derechos para acá, para allá, los obreros, sindicatos, presos políticos entre otros temas relacionados todos con el desempeño de mi padre. Entre tanto lo miraba  mientras escuchaba sus causas, y suspiraba y pensaba,  ¡Algún día seré como él!

Mi madre (María Teresa Uzcanga Sarmiento de Blanco) dueña y señora de casa, cumplió el hermoso sueño de ambos dándole una familia numerosa  de diez hijos a mi padre. Seis hembras y Cuatro varones. Para ese entonces éramos ocho Pueden imaginar cada cumpleaños una humilde y gran fiesta, en esa casita de techos rojos aquella que construía el gobierno de turno las llamadas casitas rurales de dos habitaciones, un baño sala cocina comedor.

Mi madre en su formación de casa y escuela sabia artes y oficios, por lo tanto nos hacía: las tortas, piñatas, dulces y ¿los invitados? Ya con nosotros y los dos vecinos, los portuguesitos  así los llamábamos por cariño aunque con el varón, siempre me agarraba a puños por mis metras, ¡ah! Pero eso no era motiva para no invitarlo a mi cumple años mi Mamá también hacia, los trajes típicos para la escuela en los actos culturales, que ricos recuerdos el acto cultural de la escuela, lo contaré otro día.

También ella se destacaba en la agricultura (sembrar y cosechar) en el patio de la casa nos mandaba a buscar cualquier de los vegetales, granos, frutas, maíz, ají dulce, naranja, guayaba, parchitas, cilantros, y limón. También tenía gallinas ponedoras recuerdo como las perseguíamos, ¡reminiscencias aquellas ! y recuerdo haber comido torta de auyama, dulce de zanahoria, jalea de guayaba, mamón, tortaticas de espinacas  y jugos tres en uno (zanahoria, remolacha y naranja).

Nos mudamos a el Limón por mi problema del asma según los médicos a pesar de los cuidados de mi familia , el cambio de clima se prestaba para mi mejoría, lo cual se logró.

Mis padres, ambos muy querendones nos dieron mucho amor, y nos formaron en carácter y disciplina, no puedo quejarme, ahora sé que fue la educación más idónea para lo que somos ahora.

Recuerdo que tenía diez años y ya decía que quería ser maestra, militar o abogada, a los 17 en aquella época  quería ser abogada militar de la fuerza aérea, siendo bachiller en humanidades estudie  Docencia y fui Reservista del Ejército.

Esta hermosa escuela desde la casa con los maestros  Mamá y Papá mis compañeros de clase eran  mis hermanos (as), me permitieron llevar a  lo externo a la escuela formal un aprendizaje ya que al comenzar  primer grado en la familia sabíamos  leer y escribir desde la casa.

Ellos se encargaron de promover y hacer en nosotros  la  disciplina, honestidad y valores así como,  sembrar  en nosotros el conocimiento ancestral, originario  el amor a la naturaleza, la siembra, cosecha y al cultivo.

A proporcionarnos desde el hogar  el consumo respetuoso lo que la madre grandiosa tierra nos da.

Mis padres y mi familia , mi escuela con solo ambos  sexto grado, que para su tiempo allá en los treinta era una formación integral, tanto es así que ambos me ayudaron por  los años 1993 en mis estudios universitarios (análisis de contenidos).

La escuela formal me proporcionó lo elemental como requisitos para la prosecución de estudios, y mi familia mis padres el inicio, el origen, los primeros pasos  de una acertada formación integral desde la infancia y  adolescencia.

Los varones en casa aprendieron sobre: Cocina, electricidad, electrónica, jardinería , carpintería, plomería y  Mecánica y las hembras jardinería, artesanía ,corte costura, peluquería, cocina y bordado.

Ahora bien,  esta experiencia fue mi primera formación, mí primera escuela, amada familia . Mi madre bachiller de la Misión Robinson y  mi padre llegó hasta el cuarto año de Derecho en la facultad  de Carabobo y a ocupar la presidencia de la antigua Asamblea Legislativa del Edo Aragua, así como representar los trabajadores de a Venezuela Internacionalmente  y ocupar el cargo de Diputado en el antiguo Congreso mi familia mi guía Integral mi padre …  ya con Dios.

¡Dios Bendiga la familia!

 

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Libro: Libertad y límites. Amor y respeto

Libertad y Límites. Amor y Respeto

  • Autora: Rebeca Wild
  • Año: 2006
  • Nº de páginas: 216 págs.
  • Editorial: HERDER
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788425424854

Sinopsis:Cuando hablo por primera vez con alguien sobre el tema de una «educación libre », es lo más común que enseguida surjan objeciones más o menos apasionadas sobre la «necesidad de límites». Pero las preguntas sobre este tema tampoco disminuyen cuando los padres o cuidadores se aventuran a dar sus propios pasos hacia un trato respetuoso con los niños. Más bien al contrario: En sinnúmero de situaciones nuevas y en cada nueva etapa dedesarrollo asoman también nuevas dudas e incertidumbres. Para nosotros –adultos que a menudo hemos sido educados y restringidos por límites– no es fácil comprender que en realidad los límites pueden tener la función de definir un espacio en el cual se puede actuar con independencia y libertad y en el cual se pueda dar un verdadero desarrollo humano. Pero en la medida en que logramos hacer esta distinción, nos damos cuenta de que los límites no definen el ser del otro, sino –por el contrario– sirven para mantener el entorno relajado, de manera que todos –niños y adultos– se sientan cómodos en él, vivan nuevas experiencias gracias a la toma de decisiones personales y aprendan a diferenciar entre necesidades auténticas y sustitutivas”.

Fuente de la reseña: http://www.casadellibro.com/libro-libertad-y-limites-amor-y-respeto/9788425424854/1090695

Fuente de la imagen: http://image4.casadellibro.com/a/l/t0/54/9788425424854.jpg

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Maestros… De periferia y marginalidad

Por: Liliana Medina de Luzón

7:00am del año 1980 en la puerta de entrada del Jardín de Infancia “Armando Reverón”, instalación educativa que en la actualidad lleva el nombre de Centro de Educación Inicial “Armando Reverón”, entre los Barrios “El Cementerio” y “Los Sin Techos”, ¡Vaya nombres, para denominar un lugar!, ubicado tan al Sur de Caracas que si asciendes un poco más tu caminar por la empinada barriada, tus ojos podrán divisar a lo lejos el Mausoleo del Ex Presidente y General Joaquín Crespo personaje de la robusta historia de un hermoso país llamado Venezuela.

Camisitas rojas, pantaloncitos azules y zapaticos negros van al ritmo apresurado del adulto madrugador dispuesto a trabajar. Huele a niñitos perfumados con colonia Menen, de sus pequeñas loncheras expelen olores maravillosos: A cahitos de jamón de la panadería de la esquina, a galleticas de fresa, arepa rellena con huevo y jamón, a pan recién tostado en un bendito hogar y, si rozas por fortuna un ladito de esa lonchera, sentirás el frío de un cuartico de jugo o rico malt (bebida achocolatada). Muchos muchachitos que no alcanzan los 6 añitos tienen caritas soñolientas y con cariño posan un besito a mamá, papá, abuelita, abuelito, hermanito mayor, tío o tía que le da la despedida para iniciar su primera etapa de formación. La maestra que recibe a la criatura sabe que algunos de sus representantes piensan que el Preescolar no es importante y que jugando no se aprende. Lo saben porque lo escuchan con desconcierto a la hora de la salida… Pregunta el adulto al niño: ¿Qué hiciste mamita y cómo te fue?, responde la niña: ¡Bien, jugué, canté con mis amiguitos e hice un dibujo! El adulto con una expresión en su cara banaliza un proceso transcendental en el inicio de la vida de todo ser humano: El juego colaborativo y el dibujo. Todo esfuerzo profesional parece crítico en aquel instante, pero se nutre cuando esa maestra gira su mirada al aula y rememora en un dibujo lo que se ha logrado ese día… ¡Qué  difícil es ser maestro cuando no hay reconocimiento social de la función docente!, pero que interesante historia cuando después de grande, un niño recuerda con amor a su maestra, entonces, el docente siente que desde esa óptica si existe el esperado reconocimiento a su labor.

7:32am, llega el camión de la leche escoltado por los muchachos del barrio, los que un día pasaron por las aulas de ese Preescolar pero decidieron edulcorar sus venas con variados elixires alucinantes: los compuestos químicos de un mercado de corto aliento de vida y fácil enriquecimiento.  Al llegar a la puerta de la escuelita gritan al unísono: ¡Maestraaaaa, llego la leche del Santo Andrés! (refiriéndose al Ex Presidente Carlos Andrés Pérez) Y aquella maestra con rol de Director que jamás se creyó, sale con sus compañeras a recibir al proveedor, lo primero que hace es decirle a sus aliados, a sus hijos de la vida que fueron sus aprendientes en el aula: ¡Ayúdenme muchachos a distribuir la leche a los niños! Y los mal llamados “malandros”, término que margina tanto como “cinturón de pobreza” o “zona marginal”, entre otros; entran en la escuela y ayudan a las maestras a repartir los potecitos del sagrado líquido alimenticio. Alguno de estos muchachos aún tienen esa mañana vestigios de ansiedad en su torrente, ojos rojos, ropas trajinadas y sus cuerpos están desprovistos de armamento; ellos piden a su maestra: ¡A su maestra favorita!, un potecito de leche y un abrazo como el que solía darles de pequeños. Ella no tiene mucho tamaño, es más bien menuda y delgada en comparación a sus discípulos. Les da un abrazo y uno de ellos siempre la besa en su mejilla o en la frente, otro dice: ¡Bien, maestra!, ¡bien por esa! (levantando el cuartico de leche). Carmen Cecilia Rodríguez de Medina, es la única Directora del sector que la protegen los malandros, comentan en el Distrito Escolar N°1; es la única Directora que se atrasa con el menester administrativo del ME pero va en sintonía con lo que sucede en sus aulas; es la Directora que ejerció el cargo porque no hubo nadie más a quien enviar a la “zona marginal” y, lo asumió como “función” en un momento histórico de escalafones y meritocracia.

Carmencita, cariñosamente llamada por sus allegados es Maestra Normalista de la Escuela Normal de la Gran Colombia en Caracas-Venezuela, nunca accedió a un Instituto Pedagógico o alguna Universidad, ese sueño lo anido en alguna de sus hijas y ojala se lo hayan hecho realidad. La expresión “quien estudia educación será pobre”, Carmen Cecilia nunca la entendió, pues, siempre recibió de su profesión lo que necesitaba para sentirse bien.

Ante el cuestionado tema del reconocimiento social del docente Carmen Cecilia siempre pensó que su legitimidad se mantiene vigente en el corazón de los niños que pasaron por su aula; esos que años después continuaban recurriendo a ella para una leche, para un abrazo, para acompañarla o cuidarla; dejando ver una valiosa premisa: los maestros ayer, hoy y siempre representan el “arco desde el cual parten los hijos como flechas vivientes (…) la flexibilidad en las manos de ese arquero siempre es gozo (…) el arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y las dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos” (Khalil Gibran).

Doblando el arco tan fuerte como puedas y sin perjuicios, ni valoraciones negativas, el maestro siembra una semilla imborrable en la vida de sus hijos, de sus estudiantes… A ti que me lees, maestro y maestra, de este tiempo convulsionado: ¿cuánto amor estás dispuesto a dar para hacer un giro cuántico en la educación de hoy?, ¿para educar con amor?, ¿para valorar y amar tu profesión sea cual sea el espacio en que la desarrolles?

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